Está en la página 1de 9

TRABAJO DE

PRACTICAS DE PROFESORADO
EL INICIO

El inicio es de suma importancia, puesto que en esta etapa el alumno/a comenzará a


aprender conocimientos básicos, que si no se ejecutan bien desde el principio luego será
más difícil de enmendar.

La edad ideal sería a partir de los 17 años, ya que el aprendiz estará dotado
físicamente de una corpulencia necesaria para manejar la tuba. Sin embargo, es
conveniente que el discípulo comience con una base sólida en lenguaje musical, pues
facilitará la labor de su profesor y posibilitará una marcha adecuada para el estudio de
este instrumento.

En el caso de que el alumno/a pretenda iniciarse desde una etapa más temprana,
podrá hacerlo siempre y cuando se lo tome como afición o "hobby", aunque sin dejar de
estar supervisado por su profesor, pues sin su ayuda el alumno/a se arriesgará a coger
los inoportunos "vicios" difíciles de corregir con posterioridad.

ELEMENTOS INTERVINIENTES

Para la correcta disposición del iniciado a la hora de tocar el instrumento, debe


conocer que existen tres zonas del cuerpo básicas en las que debe orientar su
concentración. Estas zonas son:

- El diafragma.

- La laringe.

- La embocadura.

La respiración diafragmática

Antes de emplearse el instrumento en sí, hay que aprender a respirar. La técnica


utilizada para dicho cometido es la respiración con el diafragma. Por lo tanto, el
conocimiento de dicho órgano es fundamental para el alumno/a, ya que conocer su
situación en el cuerpo y el movimiento que ejerce al tomar y soltar aire es de suma
importancia.

Para empezar deberá tener mucha paciencia y seguir las pautas encomendadas
por su profesor. Los ejercicios son numerosos y variados para llegar al mismo fin, que
es conseguir un buen punto de apoyo en el diafragma, y así poder controlar la columna
de aire que se expide hacia el instrumento.
Dominar dicha respiración va a permitir distribuir la cantidad de aire que interesa,
para traducirlo en sonido suave, dulce y de calidad, por lo que desde el principio habrá
que empeñarse en conseguirlo.

¿Cómo lograr que el principiante realice esta técnica?. Empezando por relajar el
cuerpo y cogiendo aire por la parte inferior de los pulmones, como si se bostezara,
(técnica del bostezo). El pecho no debe elevarse y al ir soltando lentamente el aire
tomado, debe sentirse como el denominado "punto de apoyo" hace presión.

Un ejercicio muy bueno, consiste en sentarse en el borde de una silla baja, y con las
palmas de las manos sobre el suelo, aspirar aire por la boca para retenerlo brevemente e
ir soltándolo lenta y progresivamente hasta su total emisión. Este proceso deberá ser
repetido durante quince minutos.

Con el tiempo, puede comprobarse delante de un espejo, que al respirar se infla el


abdomen y no se elevan los hombros, pues si se levantan todavía no se ha superado el
ejercicio.

La laringe y los músculos superficiales del cuello

Para la buena difusión de los sonidos, la laringe desempeña un gran papel. Es un


órgano respiratorio, comunicado con la traquea, que tiene dos funciones importantes:
mantener abiertas las vías respiratorias, (excepto en la deglución), y permitir el habla.
Es por lo tanto, el aparato intermedio entre el diafragma y la embocadura, que
suministra brillantez y colorido a los sonidos por medio de las vocales.

Dichas vocales se distribuirán en el registro sonoro dependiendo de la altura de las


notas, siendo la o para los graves, a para los medios, e para los agudos, y la i para
agudos extremos. Su uso, además de aportar lo anteriormente expuesto, va a posibilitar
mantener la laringe abierta en todo el proceso interpretativo, pues si estuviera cerrada el
tono sería malo, apagado y de poca calidad.

Los músculos superficiales que entornan la laringe no están vinculados al aire, pero
pueden modificarlos si están tensos. Éstos, además de unir el cráneo con la caja
torácica, se extienden hacia las clavículas y la articulación de los hombros, por lo que
el interprete adoptará una actitud serena y tranquila para no oprimir la laringe.

La embocadura

Una vez que el alumno/a posea una boquilla apta para su estructura bucal, deberá
aprender la correcta posición de la misma en los labios. Se ubicará en la parte central de
la boca, después de pronunciar la sílaba "dim". Esta sílaba permite mantener los labios
en la forma idónea para empezar a tocar.

Al comenzar la tendencia de los iniciados/das al vibrar los labios, puede darse en los
siguientes casos:
- inflar los carrillos,

- soltar aire por las comisuras de los labios,

- atacar con imprecisión,

- etc...

Estas situaciones que no son fáciles de corregir, deben evitarse a toda costa, por lo
que se recomienda un ejercicio sencillo pero con buenos resultados. Se trata de coger un
palillo de dientes fino y redondo, y apretándolo con los labios justamente en el
mismísimo centro. Esto acostumbra la emisión del aire por la fínisima obertura que se
forma, además de tensar los músculos orbiculares de la boca impidiendo escapar el aire.

Cuando se haya conseguido mantener los labios en la forma ideal, se habrá adquirido
mayor control, sin embargo, en una interpretación que tenga las notas de muy distinta
altura, el control puede desestabilizarse por lo que entra en juego un movimiento de
compresión de los labios en los agudos, (labios hacia dentro), y de descompresión en
los graves, (labios abiertos hacia afuera), pero de forma mínima. Con esto, el sonido
será más claro y menos brusco, permitiendo mayor agilidad cuanta menor sea la
diferencia entre la embocadura del grave y del agudo.

También se da cierto movimiento de mandíbula, pero esto se debe ignorar,


intentando no bajarla, (aunque sea imposible), para no perjudicar la emisión, y en
consecuencia la sonoridad.

Con respecto a la lengua, casi nunca hay que moverla, y sólo al hacer intervalos
distantes con un levísimo hundimiento de la punta.

SOBRE EL ESTUDIO

Este apartado tiene mucha relación con lo que se ha expuesto, pues todo lo que
escribo a continuación, tiene correspondencia con uno de los tres elementos básicos que
he citado anteriormente.

La boquilla

La boquilla debe adaptarse a los rasgos anatómicos que entornan a la boca para no
entorpecer la emisión de sonidos graves o agudos. Esto se explica, al observar que
ambos registros necesitan de un leve movimiento maxilar, por lo que si la boquilla es
mayor de lo debido chocaría con la nariz y dificultaría la interpretación.

El contacto de la boquilla debe ser suave y mínima, no debe apretarse nunca, pues si
se presiona entorpecería la agilidad y dañaría los dientes y la piel. Es de costumbre el
apretar en los agudos, cosa que denota inexperiencia y falta de técnica. Para evitarlo, se
debe calentar solo con la boquilla, separando a veces de los labios. Si al separar no se
interrumpe la vibración, el alumno/a habrá superado el problema.
Por otro lado hay que tener en cuenta, que el sacar un buen sonido con la boquilla,
no quiere decir que se vaya a sacar un buen sonido con la tuba, pensar lo contrario sería
un error.

La digitación

Aprender a posicionar los dedos es fácil, por lo que interesa asimilarlos a la par que
se aprende a atacar las notas. Por lo tanto, la digitación aumentará de velocidad en
relación con la velocidad del ataque, y se irá adquiriendo con el tiempo a base de mucha
práctica.

El ataque

Se practican distintos tipos de ataque. Cada uno conlleva una ligera modificación del
movimiento de la lengua, pero sea cual sea el ataque a emplear, cada nota sonora debe
tener un apoyo de aire, ya que en caso contrario, saldría un sonido seco, apagado y
quebradizo.

Otro dato a tener en cuenta es que siempre al emitir los sonidos, el viento que
echemos salga hacia el frente, (concretamente por el orificio central de la boquilla),
para darle una calidad sonora y evitar que se desafine el tono, haciéndose la idea
(imaginariamente), que el aire que se echa serviría para caer la pared que está delante
nuestra. Lo contrario sería un sonido desafinado, malo y apagado.

Estos son los ataques, más usados:

- ligado

- picado

- picado-ligado

- staccatto

Para hacer el ligado se posiciona la boca y seguidamente tocamos con la primera


nota vibrada haciendo "puff" y seguido del picado "ta".

Habrá que calcular la cantidad de aire que se necesita según sea la duración del
fragmento a tocar. Es decir, al inspirar y retener el aire gracias al apoyo del diafragma,
podemos controlar la cantidad suficiente para dicho ligado, e incluso para más notas si
ha sido distribuido el aire correctamente.

En los ligados, la emisión de notas integrantes no pueden sonar distintas, por lo que
todas saldrán en la misma línea, o del mismo color. Para conseguirlo, la presión del
diafragma siempre será la misma, sin producir cambios, y con los labios más juntos.
Para hacer el picado las notas se darán con el susodicho "ta", pero la dificultad se
incrementa al tener que atacar todas las notas y no la primera, como pasa con los
ligados. Por lo tanto, la agilidad o la articulación se verá mermada al tener que
sincronizar los ataques y las posiciones de los dedos.

Si queremos adquirir velocidad, tendremos que empezar con figuraciones largas en


la misma nota, e ir disminuyendo la duración de la misma a medida que vayamos
logrando un buen sonido. Cuando esto se efectúe con las negras, ya podemos ir
cambiando poco a poco las notas, para poder hacer más adelante escalas usando las
corcheas.

El picado-ligado es en realidad una variante del picado sencillo, que se diferencia


por la mayor suavidad de las notas ejecutadas mediante la sílaba "ra". Es el ataque que
más interesa enseñar pues es menos brusco que el anterior, siendo su resultado
magnífico.

Al hacerlo, la primera nota debe iniciarse con total seguridad, por lo que se
pronuncia con la "ta" y las siguientes con la "ra". El ejercicio más eficaz para el picado-
ligado, es el mismo que explicado antes con el picado sencillo, pero suavizado con esta
nueva sílaba.

El staccato es un efecto de golpes secos producido por el punteo de la lengua, la


duración de las figuras se reducen casi a la mitad. El aire que se necesita es mínimo, e
incluso un breve aliento es suficiente para realizarlo.

Existen otro tipo de ataques que son frecuentes en otros instrumentos de viento-
metal, concretamente en las trompas y trompetas. Se trata de los dobles y triples
picados, (también conocidos como staccatos ternario y binario), con estos se hacen
muchas más notas que en picado simple, usando las sílabas "ta-ka" en los dobles y "ta-
ta-ka" en los triples. Sin embargo, esta técnica está en desuso para las tubas dado una
simple razón: el uso de la sílaba "ka" agarrota la garganta y decae notablemente la
sonoridad.

El triple picado consiste en la emisión de una serie de notas ejecutadas


articuladamente y con absoluta regularidad. Hay que empezar por pronunciar muy
iguales entre sí, las sílabas "ta-ta-ka". Para lograr que dicha sílaba "ka", nota tercera,
sea ejecutada correctamente, conviene en el momento de pronunciarla, elevar la lengua
hacia el paladar, obstruyendo así el aire que pasa por la garganta. Al principio dicho
ejercicio se hará muy despacio, procurando que la expulsión del aire sea siempre
uniforme, y las sílabas claramente pronunciadas.

Cuando se haya adquirido velocidad en el staccato triple, se dará paso a la práctica


del staccato binario que es mucho más sencillo, alternando las sílabas "ta-ka-ta-ka", etc.
Se recuerda nuevamente la conveniencia de empezar ensayando dicho ejercicio muy
lentamente, hasta haber logrado una perfecta regularidad.

La flexibilidad
Adquirir flexibilidad es cuestión de mucho trabajo y ejercicio. Sobre todo hay que
conseguir buena embocadura y atención a las vocales, pues son básicas para tener
flexibilidad y agilidad.

La lengua no debe moverse nunca, deberá estar acostada, aunque a veces un pequeño
hundimiento de la punta de la lengua, ayudará a hacer intervalos de graves a agudos.

Con respecto a los agudos, no debemos olvidar que la velocidad del aire será mucho
más rápida que en los graves, es decir, que hay que establecer un juego de presiones y
relajaciones diafragmáticas, en el cual la concentración mental es absolutamente
primordial.

Con todo lo dicho, es bueno ponerlo en práctica por medio de llaves fijas y más
adelante con los trinos, sin olvidar el uso de las vocales: ai, ai, ai, ai, etc.

Técnica de la impostación

Este termino que proviene del latín impostare, y que significa apoyar, se puso de
moda en el canto, y fijaba la voz en las cuerdas vocales, de modo que se podía emitir
los sonidos en su plenitud, y sin vacilación y esfuerzo.

Esta técnica que ha sido captada por los instrumentos de viento, redunda sobre la
importancia que tiene el apoyo del diafragma para su estudio, y permite que el
intérprete al igual que en el canto, pueda llegar a las notas, (cercanas o distantes), sin
dificultad.

Para ello tenemos que reconsiderar, (aunque sea una falsedad), que los sonidos
graves se encuentran situados en la parte alta de la escala, y los agudos en la parte baja.
Con esto efectuaremos inconscientemente, un esfuerzo para que el diafragma se apoye
en todas las notas y de forma natural, ya que por naturaleza, esta membrana se mueve
ligeramente hacia abajo en los tonos agudos, y hacia arriba en los graves.

Para incidir en lo anteriormente dicho, también nos podemos inventar con la mente,
ideas encaminadas hacia esta técnica, como es el caso de creer que se toca el trombón
de varas, acercándonos la vara para hacer notas agudas, o alejándola en las graves.

Tampoco estaría mal, realizar la impostación con ayuda de nuestro cuerpo, es decir,
con leves inclinaciones hacia arriba o hacia abajo, dependiendo del registro que se esté
ejecutando.

PLAN DE TRABAJO

El plan de trabajo se divide en dos:

- la rutina de trabajo, (diaria), y,


- las obras y lecciones programadas para cierto periodo de tiempo, (pueden ser desde
una semana, hasta un año o más).
Ambos casos son susceptibles de modificación, pues el profesor sobre la marcha del
curso comprobará si se superan los objetivos programados, siendo en caso positivo, la
hora de empezar con otros ejercicios nuevos, y en caso negativo, de hacer más
asequible la programación actual o volver hacia atrás para adquirir mejor base.

Calentamiento de boquilla

Se consideran ejercicios de rutina, y son previos a los ejercicios de calentamiento


con la tuba.

Es necesario hacerlo, porque acostumbra al alumno/a a adaptarse a la boquilla y a la


embocadura antes de empezar con lecciones más severas. Sin embargo, tampoco debe
olvidarse al estudiar con la boquilla, el empleo del diafragma, de las vocales, de la
laringe, etc..., es decir, se ponen en practica todos los elementos intervinientes usados
cuando tocamos la tuba, aunque no se reflejen con claridad.

Calentamiento con la tuba

Es la rutina diaria en la cual se harán los ejercicios oportunos para no perder solidez
o "forma", además de servir de arranque para que el alumno/a pueda alcanzar objetivos
más amplios, según el nivel obtenido.

Para empezar se comienza con las notas pedales. En ellas dedicamos buena parte del
tiempo de estudio, para tener precisión en el ataque, y por lo tanto claridad de sonido.

Después de hacer las notas pedales, se continua con picados-ligados lentos y


pausados, aumentando progresivamente su velocidad. Con esto se logrará potenciar el
ataque, y proporcionará agilidad. El matiz será mf sin variar de intensidad. Más
adelante, dichos picados-ligados pueden realizarse por intervalos de tercera y cuarta,
(incluso de mayor separación si se tiene nivel).

Cuando el picado salga bueno, el alumno/a pasará a efectuar ejercicios de


flexibilidad. El profesor recordará todo lo que se expuso más arriba, y se realizarán
ejercicios arpegiados de forma lenta y con matiz p o mf. En esta fase, se hará mucho
hincapié en las vocales, repitiendo todos los arpegios para conseguir la máxima claridad
y en la misma intensidad. Luego se dará paso a las llaves o posiciones fijas, que
también procuran flexibilidad. Dichas posiciones fijas se harán siempre despacio, para
luego tomar más velocidad.

Dejamos ahora de ensayar, y se toma un pequeño descanso. Los descansos también


forman parte de la preparación, pues el labio necesita relajarse después de unas
actividades muy tensas.

Una vez que se haya relajado, empezaremos con otra sección del calentamiento: las
escalas. Cuando llegamos a este punto, el intérprete debe haber alcanzado su nivel
óptimo y desarrollará su digitación pasando por todas las tonalidades. Dichas escalas
podrá realizarlas de dos maneras distintas: modelo corto o largo, y ayudarán a
profundizar en el ataque. Adjuntas a las escalas, se realizarán sus correspondientes
arpegios, que al igual que las escalas se ejecutarán de forma ligada, articulada o picada.
El matiz idóneo es f.

Seguimos con esta sección y avanzamos con los cromatismos. Éstos seguirán por la
labor de procurar agilidad y velocidad al alumno/a, como en el caso de las escalas y sus
arpegios.

Obras y lecciones

Si con el calentamiento se procura mantener la "forma", en este apartado por medio


de las obras y lecciones se ampliará el campo de conocimientos, ganandose en
desenvoltura y abordando todo lo aprendido en el estudio de la técnica.

Normalmente después de calentar, se interpretan las lecciones programadas para la


semana, favoreciendo el control que lleva el profesor de su alumno/a en ese periodo de
tiempo.

Además, a lo largo del año se supervisan una o más obras programadas, y que
servirán de referencia en la evaluación que el tribunal establecerá al final del curso.

BIBLIOGRAFÍA

- Método del profesor D. Miguel Badía.

- Apuntes recogidos en las clases del profesor D. Miguel Fabra Perís.


- Método de preparación del profesor D. Miguel Fabra Perís.

- Apuntes recogidos en los cursillos del profesor D. Miguel Navarro Carbonel.

- Enciclopedia del Cuerpo Humano. Editado por Zeta Multimedia.

También podría gustarte