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Respiración

La respiración adecuada es básica, el factor más importante para


ordenadores, actores, cantantes, vendedores, maestro, deportistas y para toda
persona en general.

Se dice que la vida se mide en respiraciones; quien respira mal, vive


menos porque una persona que no respira bien, tiene a su sangre mal oxigenada y
la labor de distribución de la sangre, a lo largo del organismo, es deficiente. En
resumen, quien respira mal, o tiene a su cuerpo “a pan y agua” y más propenso,
de lo normal, a contraer enfermedades.

La respiración correcta en el mejor uso de la voz, origina que está sea


siempre clara, sonora, entera y limpia, porque la voz se produce cuando las
cuerdas vocales vibran en la laringe al paso del aire que viene de los pulmones y,
por más que queramos emitir, entonar y modular al voz si aire, no es posible.

Para hacer que el aire nos dure el mayor tiempo posible, no basta con
aspirar hondo expandiendo el tórax como es creencia popular.

El aire entra en mayor cantidad a nuestros pulmones si expandimos,


además del tórax, el vientre, porque la parte más amplia de los pulmones es la
inferior y al expandir el vientre, sacando el estomago y demás vísceras damos
paso a los pulmones hacia abajo empujando el diafragma.

Así podremos acumular mayor cantidad de aire, pero también para


expulsarlo mientras hablamos o cantamos, es necesario hacerlo bajo presión
continua y regular, porque si lo dejamos salir irregularmente, resultará una voz
irregular y quebradiza.

Como apuntamos, hay que expelerlo con presión regular y manteniendo


relajado el cuello, baja y libre la laringe.

Al tomar aire, debemos hacerlo por la nariz y sólo en casos apremiantes


ayudar con la boca, porque el paso del aire frío por la laringe caliente causa
irritación con las cuerdas y, por lo tanto, ronquera, afonía.

Muchos creen que por la nariz no entra el aire suficiente y se sienten


forzados a usar la boca, pero si aspiramos por la nariz solamente, bombeando al
mismo tiempo con el movimiento del abdomen hacia fuera, el aire entrará fácil y
rápidamente, mucho mejor de lo que creemos.

Es muy conveniente hacer ejercicios de respiración frente a un espejo,


poniéndose la mano en el vientre y decir un poema, bombeando hacia fuera el
aire, presionando con regularidad el vientre hacia adentro. Notaremos de
inmediato que nuestra voz aumenta y su calidad mejora, que el aire nos dura más
y que la laringe se esfuerza menos.

La respiración correcta podemos verla en el movimiento del abdomen de


un bebé o una persona que duerme.

Sin embargo, si no practicamos esta forma de respiración, suele


olvidársenos hacer la y aún más frecuentemente en público, por lo que hay que
ejercitarla por lo menos un minuto al día, hasta que se nos forme el hábito, pero
cuidemos que, al respirar, normalmente, es decir, sin cantar ni actuar, no
debemos meter demasiado aire, la capacidad total de los pulmones porque esto
conduce al otro extremo, a sobreoxigenar la sangre y puede ocasionarnos mareos
al originar que el corazón trabaje más rápido. Es decir, todo debe funcionar
dentro de la normalidad, sin exageraciones.

La técnica de la respiración correcta llamada artística, consta de tres


tiempos: La aspiración, la pausa y la espiración. Con estos ejercicios se debe
iniciar cada sesión, pues sirven para entrar en calor.

Primer ejercicio. Pedir que los alumnos se pongan de pie, que coloquen sus
manos en la cintura, y con la boca cerrada, aspiren por la nariz tomando en
cuenta las indicaciones anteriores y contengan la respiración en silencio hasta
donde aguanten; después soltar suavemente el aire por la boca, formando un cono
con los labios. Así aprenderán a sostener el aire, como si estuvieran nadando bajo
el agua.

Segundo ejercicio. Estando de pie, las manos en la cintura, la boca cerrada;


aspirar por la nariz y mientras se contiene la respiración, contar del número uno
en adelante hasta donde aguanten la respiración. La voz y el ritmo del conteo
deben ser en tono normal, sin gritar ni ir rápido. El aire debe irse exhalando
lentamente mientras se va contando. El maestro debe vigilar que sigan el ritmo
marcado por él.

Tercer ejercicio. Adoptando la posición anterior, aspirar por la nariz y mientras


se contiene la respiración, contar del número uno al diez subiendo el volumen.
Cada diez números se hace una pausa. Se empieza normal y poco a poco se va
aumentando el volumen, hasta terminar en grito; luego se empieza en grito y se
va bajando el volumen para terminar en normal.

Cuarto ejercicio. Leer el siguiente soneto con las indicaciones anteriores; en


lugar de números, palabra por palabra; luego renglón por renglón; después con
los dientes unidos o con un lápiz entre los dientes; finalmente, leer de corrido
todo el soneto, sin hacer pausa, para saber qué tanto ha mejorado.

Poema pág. 37
DICCIÓN

Dicción, viene de la palabra de decir y lo entendemos por la claridad con


que se hable.

En la expresión oral es necesaria una buena dicción; para lograr una buena
dicción es necesario hacer algunos ejercicios, invariablemente combinados con
los de respiración.

No ahondáremos demasiado en tales ejercicios porque esta obra no es para


avanzados en técnicas vocales, pero si expondremos los que pueden volver
nuestra dicción suficientemente buena.

Para empezar, hay que tomar en cuenta que el decodificador debe captar sin
esfuerzo, cada palabra, cada sílaba que pronunciemos y evitar que se pregunten:
“¿Qué dijo?”, para lo cual es necesario:

a) Abrir la boca un poco más de lo habitual, según lo requiera cada palabra.


b) Contar siempre con aire suficiente para que la voz no salga sofocada.
c) Dar importancia a cada sílaba que decimos en el contexto de cada frase y
de cada intención que expresamos.
d) No querer o querer terminar demasiado pronto para salir de paso.
e) Imprimir mayor firmeza, no tensión en los labios, mejillas y mandíbulas,
dando plena libertad a la lengua para que dentro de la boca, instintiva o
condicionadamente dé la posición exacta al sonido deseado.

Las vocales junto a las consonantes que las rodean, sonarán mejor si, en parte
realmente y en parte con la imaginación, damos a la boca la forma siguiente:

a Abertura total pero con la boca casi en cuadro.

e Con la abertura en rectángulo hasta que quepa el


dedo índice entre los dientes o los labios que
quedarán parejos o juntos dientes y labios.

i Con la misma abertura de los labios que para la e,


pero con los dientes casi cerrados, es decir, que
entre los labios quepa un lápiz solamente.

o Con la boca en círculo y sacando los labios, como


“parando la trompa”, pero a una abertura, diríamos
menos que la a y más que la e, o sea tres cuartos.

u Como la boca también como la o, en círculo, y los


labios hacia fuera, pero cerrándolos casi un cuarto.
Después de ensayar las vocales, sin olvidar jamás la respiración,
pasaremos a articular, bajo indicaciones anteriores, sílabas, como si estuviéramos
aprendiendo a hablar.

Luego pasamos a palabras completas y por fin a frases.

Las consonantes se emitirán siempre con sonido vocal, pero aplicándoles,


según el caso y, de hecho salen así normalmente sonido tanto gutural como nasal;
ensayemos esto y encontraremos, con la práctica, el punto exacto para que la voz
salga clara, sonora, pareja y bella.

PUNTUACIÓN

El ejercicio de la puntuación, desempeña un papel muy importante en la dicción,


ya que modifica la pronunciación de las palabras, según el signo que tengan,
dándole un valor diferente con la voz en cada terminación.

Vamos a conocer cómo se pronuncian las palabras, con el signo que les
afecta o que sigue:

Con coma(,) es sueva la terminación.


Con punto(.) es cortante la terminación.
Con punto y coma (;) es suave hacia arriba.
Con dos puntos (:) es cortante hacia arriba.
Con admiración y puntos (¡...) exclamación sostenida.
Con interrogación (¿ ? nunca una sola) es pregunta.
Con admiración (¡! Nunca una sola) indica sorpresa.
Con dos admiraciones al final (!!) es orden de mando.
Con tres admiraciones al final (!!!) es grito iracundo o de horror.
Con interrogación y puntos (?...) es asombro.
Con puntos y admiración (...!) exclamación al final.
Con admiración y puntos (¡...) exclamación sostenida.
Con puntos y admiración (...!) exclamación al final.

Nota: todas las frases que llevan dos o tres signos y puntos, marcan un espacio
de tiempo entre la frase que afecten y la siguiente.

Veamos ahora la pronunciación con un grupo de palabras, para anotar la


entonación que reciben, de acuerdo al signo de puntuación que tienen. Procurar
seguir la explicación antes mencionada.

PRIMAVERA, OTOÑO, VERANO, INVIERNO,


PRIMAVERA. OTOÑO. VERANO. INVIERNO.
PRIMAVERA; OTOÑO; VERANO; INVIERNO;
PRIMAVERA : OTOÑO : VERANO: INVIERNO:
PRIMAVERA ... OTOÑO ... VERANO ... INVIERNO ...
¿PRIMAVERA? ¿OTOÑO? ¿VERANO? ¿INVIERNO?
¡PRIMAVERA! ¡OTOÑO! ¡VERANO! ¡INVIERNO!
PRIMAVERA!! OTOÑO!! VERANO!! INVIERNO!!
PRIMAVERA!!! OTOÑO!!! VERANO!!! INVIERNO!!!
PRIMAVERA ?... OTOÑO?... VERANO?... INVIERNO?...
PRIMAVERA... ? OTOÑO... ? VERANO... ? INVIERNO...?
PRIMAVERA!... OTOÑO!... VERANO!... INVIERNO!...
PRIMAVERA...! OTOÑO...! VERANO...! INVIERNO...!

VOCALIZACIÓN

La vocalización, siempre unida a la respiración y a la dicción, forman un


todo, una unidad que, bien empleadas, nos dan una óptima y difícil facilidad para
expresarnos con seguridad, proyección, fuerza, naturalidad y estética.

La vocalización consiste, en el canto, en entonar escalas a fin de emitir


bien la voz y colocarla, lo que evita sonidos gangosos, tipludos, así como afonías.

La vocalización, además, propicia el fortalecimiento y elasticidad de las cuerdas


vocales y la potencia de la voz.

La vocalización para el canto sirve para el orador y el maestro, pero si no


se dispone de un instrumento musical, no se sabe solfeteo o se desconoce el
manejo del instrumento, podemos hablar, prescindir de él, hablando, en distintos
tonos y según las indicaciones expuestas en: respiración y dicción, marcando
primero las vocales fuerte y luego las débiles, de la siguiente manera:

Aaaaaoooooeeeeeiiiiiuuuuu En un tono débil o lento.


Aaaaaoooooeeeeeiiiiiuuuuu En un tono medio, natural o moderado.
Aaaaaoooooeeeeeiiiiiuuuuu En un tono grave, fuerte o rápido.

Dentro de la vocalización podemos incluir los tres tonos y movimientos de


la voz.

Tono débil. Es el adecuado para interpretar la paz, la tristeza, lo místico, lo


romántico, etc.

Tono mediano. Lo usamos para narración, descripciones, conversaciones, etc.

Tono fuerte. Lo utilizamos en la expresión de los sentimientos vehementes, la


ira, los celos, etc.

Movimiento lento. Es el justo para las circunstancias solemnes, los consejos, etc.

Movimiento moderado. Por lo general lo usamos en las ocasiones descriptivas.

Movimiento rápido. Lo empleamos para todo lo que sea emoción de


apasionamiento.
El profesor debe leer el fragmento con toda propiedad, para que sus
alumnos sigan el ejemplo de vocalización.

TRABALENGUAS

Ejercitemos trabalenguas para lograr, en parte modificar nuestra forma de


hablar. Aspirar, contener la respiración y leer rápidamente, procurando emitir la
voz lo mas clara posible.

1. Pablito tenía un palito, un palito tenía Pablito, como Pablito tenía un


palito, un palito le pedí a Pablito, Pablito me dio el palito y sin palito
quedo Pablito, porque Pablito me dio el palito que yo le pedía a Pablito.

2. Una tablita de la tabla del tablero se me entablilló, el que me desentablille


la tablita de la tabla del tablero que se me entablilló, será un gran
desentablillador, porque me desentablilló la tablita de la tabla del tablero
que se entablilló

3. En el trazo de la traza hubo un mal trazo del trazador del trazo de la traza
de la trenza y el trazador del trazo de la trenza destrazó el trazo de la traza
de la trenza, siendo un gran trazador porque trató de trazar el trazo de la
traza de la trenza y volvió a trazar el trazo de la traza de la trenza.

SENSIBILIDAD

La sensibilidad es calidad de sensible, capacidad de sentir, de percibir, de


expresar y de interpretar.

Aunque la sensibilidad en parte se tiene por herencia, también puede


desarrollarse mediante la lectura de libros y especialmente de poesía y
atendiendo a los conceptos y prácticas sugeridas en las secciones anteriores y
complementada con escuchar tan frecuentemente como sea posible, música
clásica.

Al interpretar un diálogo, lo más importante es imaginar quién o qué


personaje habla, cómo es su temperamento, su estado de ánimo, etcétera;
despojarse del propio yo, de la propia personalidad y adentrarse, adoptar la del
personaje en cuestión para pensar, hablar, sentir y conducirse como él.

Mediante ejercicios como los siguientes, podemos sentir todas las pasiones
y emociones que puede experimentar un ser humano, desde la más pequeña hasta
la más intensa.

Usando la mímica facial y corporal, vamos a expresar los cuatro


sentimientos básicos de la vida. Este ejercicio es sin articular palabras:
1. Tristeza. El cuerpo tiende hacia abajo: se dobla bajo una pena.

2. Alegría. Todo el cuerpo se eleva: como si brincara de gusto.

3. Agresivo. El cuerpo se proyecta hacia adelante: Crispando los dedos.

4. Miedoso. Todo el cuerpo retrocede buscando protección: se escuda con las


manos.

Ahora vamos a emplear la voz y la mímica para expresar frases y las diremos
en la siguiente entonación: alegría, tristeza, ternura, coraje, miedo, orgullo,
burla.

Las frases son las siguientes:

Lo haré como tu quieras.


Qué linda mañana hace hoy.
Iremos todos a la lucha.
No quiero ser tu amigo.

MODULACIÓN

La modulación es la musicalidad que a de darse a la expresión hablada; se


refiere al matiz, al tono, a la intensidad e intención de la voz.

Ciertamente, hay tonos e intensidades para expresar o señalar, pero si


vamos a utilizar, por ejemplo, el tono fuerte, no lo haremos más allá de lo que la
interpretación del autor o de la misma frase lo exige y tampoco lo diremos
gritando y a plena voz cada sílaba, sino subiendo y bajando el tono, destacando
con golpes de voz las partes o las sílabas más representativas, para lo cual
podemos emplear esta especie de puntuación:

Acento fuerte.
«

Acento medio.
<

Voz suave, murmurante, cubriendo.


Voz media, melodiosa, cubriendo
«

Por ejemplo:

¡Nunca la barbarie fue más salvaje...!

¡Nunca jamás hubo instintos más bestiales...!


una noche de invierno.

¿Celoso yo? ¡Ja,ja,ja! ¡Vaya, sólo eso me faltaba! ...

No me importa lo que has hecho, lo que hagas, ¡ni lo que harás!

PROYECCIÓN

La correcta expresión de las frases, ayuda a que la expresión oral alcance


la debida proyección. Por lo tanto, vamos a ejercitar la proyección de las palabras
y frases que se verán enseguida.

1. ¡No!...¡¡No!! ¡¡¡No quiero volver a verte!!!

2. ¡No quiero verte nunca! ¡vete de mi lado! ¡lejos!

3. ¡No! ¡No es posible...! ¡No puedo creerlo!

4. Escucha...un minuto...te lo ruego...

5. ¡Qué si soy! ¡Qué si no soy!...¡Y...qué importa si soy o no soy!

6. ¡Sí! ¡Sí lo dije! ¿Y...qué? Y lo volveré a decir cuántas veces quiera,


porque es la verdad...! ¡No tengo miedo, ni temo a tu venganza!

EXPRESIÓN CORPORAL.

El punto de partida de la expresión corporal es la propia imaginación y el


descubrimiento de uno mismo, en las reacciones humanas primitivas.

La expresión corporal es el lenguaje del cuerpo y en cualquier movimiento


que se haga, con mover el ojo, la mano, etc., ya el cuerpo está hablando. Para
lograrlo, se debe ejercitar cada miembro del cuerpo.

Prácticas.
Introducción a los ejercicios.

Ejercicios de sensibilidad

Las setenta expresiones:

Alegría: ¡Brindemos por el año que comienza por que nos traiga
ensueños! ¡Salud por la vida! ¡Viva la vida!
Dolor: ¡Dolencia en pensar en tu retorno
y sufrir al pensar que ya no vuelves!
¡Nunca...!¡Jamás...! En mi postrer regazo,
no escuchare ya el eco de tu paso,
ni el eco de tu voz...Silencio eterno.

Mando: ¡Tienes que ir, telo mando yo!


¡Vamos, venga aquí y en seguida!
Porque aquí se hace lo que yo digo.

Ruego: ¡Por favor, le suplico que me escuche!


¡Es todo lo que me queda, si me lo quitan,
moriré de frío!

Tristeza: ¡Oh, vetusta casa, mansión desierta,


arrodillado beso tu puerta
creyendo loco que aquella muerta
adentro espera pensando en mí!
¡Qué triste es juntar un beso a un adiós desgarrador!

Piedad: ¡Pobre gentes, se han quedado en la miseria!


¡Que barbaridad ¡Hagan algo por ayudarlas!

Crueldad: ¡Se lo merece! ¡Que sufra! ¡Que muera!


No me importan sus ruegos. ¡Que siga gritando!

Fe: Creo en el progreso como en el sol que nos alumbra.

Duda: No sé...a veces parece que es buena, pero...vaya usted a


saberlo.

Soledad: Es hora de callar; viene la parca,


Se apaga ya el sonido de mi voz.
¡Hermana mía! ¡Soledad; Adiós!

Orgullo: Hay aves que cruzan el pantano y no se manchan,


mi plumaje de esos.

Humildad: Pensar que no habrá quién te acompañe


Por el camino como yo, besando
Tus huellas en el polvo del sendero.
Yo fui materia que te amó, no tengo
alma con que esperarte en otra vida.

Afección: Te quiero con toda el alma.


Canta usted como los propios ángeles.

Odio: Si mi sueño de sangre realizará,


de un tajo humanidad, te dividiera.

Inquietud: Te dejo, puedes irte...Aunque no, espera,


espera todavía: que pare de llover...Espera un rato.

Gratitud: Y un último relámpago en sus ojos


el amor encendió. “Gracias”, le dije,
y me incline a besar al moribunda
cabeza de aquel dios agonizante.

Despreocupación ¡Qué me importa, que digan lo que quieran!


: ¡Que de todos modos, con y sin su opinión, yo como!

Respeto: Es mi padre y jamás le alzaré la voz.


¡Pase usted, por favor. Ésta es su casa. Hace tanto tiempo que
esperaba su visita!

Hastío: Me molesta el roce de tu paso sobre la alfombra.


las canciones que cantas y tu acento enervante.
Yo no sé si te quise, pero ahora me cansas.
Crees saber lo que pienso, cuando no pienso nada.

Amargura: Yo no sé si siempre fue así, como ahora, costumbre de


sentarnos los dos juntos a la lumbre, en un río revuelto de
quinientas palabras con las manos unidas y las almas
distantes.

Desprecio: ¡Eres tan poca cosa, que me había olvidado de ti!

Nostalgia: Recuerda la vez aquella,


mi labio encendido al tuyo.
Ha mucho tiempo el corazón cobarde la olvidó para siempre,
ya no arde aquel, aquel amor de los lejanos días.

Resolución: Ten el tesón del clavo enmohecido


que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo.
¡Que muerda y vocifere vengadora
ya rodando en el polvo de tu cabeza!

Rebeldía: ¡Ah, no, nunca; no lo consentiré jamás!


¡Dije que no y no lo haré!

Resignación: Y yo le diré en voz baja: bienvenida,


pensaré en Dios y cerraré los ojos.

Admiración: Quisiera ser como tú; tener tu palabra, tu fuerza


y tu valor...y tus virtudes.

Asco: ¡Es repugnante! Apártalo de mi vista. No sé como puedes


tenerlo ahí tanto tiempo tan cerca de ti.

Valor: Sean los que sean, aquí los espero. Ya verán que por aquí no
podrán pasar.

Miedo: ¿No comprendes que estoy en peligro? ¿No sabes que pueden
llegar en cualquier momento?

Goce: ¡Qué rica está el agua, tírate!


¡Qué dulces pasan junto a tí las horas!
¡Ah...si supieras lo que tú me inspiras!

Sufrimiento: Si tu ausencia es un mal irreversible,


si ciego, dando tumbos y vencido,
arrastrando el despojo fenecido
del yerto amor que tanto maldeciste,
no puedo andar sin recordarte triste.

Ira: Nadie podrá detenerme. ¡Ya estoy harto!


Voy a ir, aunque pase por encima de tu cadáver.

Reflexión: Tengo que pensarlo, no puedo precipitarme; debo examinar


bien el pro y el contra.

Ironía: Niño de carne amarilla,


desnudo y huérfano estás,
mientras los hombre que matan,
celebran la Nochebuena.
¡Ya lo veo, esas “obras de arte”, son dignas de un “genio”!

Gravedad: Lo he meditado mucho; le aseguro que así es y empeño mi


honor en ello. Sé bien lo que le digo.

Voluntad: Si no es hoy, será mañana. Trabajaré día y noche hasta


conseguirlo.
Desesperación: ¡No veo, no veo! ¿¡Por qué a mi , Dios mío!?

Anonadamiento: No puedo lucha más contra el destino. Se me han acabado las


fuerzas.
Rencor: ¡Lo he de encontrar algún día, ya nos veremos las caras y
entonces me las pagará todas juntas!

Misericordia: En esta hora decisiva, en este momento crucial, te doy mi


perdón. No podría estar en paz si no lo hiciera.

Angustia: Han pasado los días y las semanas, y yo sin desprenderme de


este teléfono esperando una noticia. ¡No sé si vive o muere!

Ironía Jovial: ¡Que linda tela de tu vestido, me gusta para unas cortinas!

Convicción: Estoy seguro la vi por esa ventana. ¡Era ella! ¡La vi!

Protesta: No callen más los ultrajes del tirano.


Si la justicia es negada, campesino, estudiante, tómala.

Cobardía: Que atender este mal debo enseguida


y no dejarlo cuando ya sea tarde.
¿No ven acaso que ya estoy vencido
y qué mi pecho se torno cobarde?

Alivio: ¡Ah...por fin se han ido! ¡Vengan, ya no hay nada que temer!

Desconfianza: ¿Tú crees? ¿No estaremos cayendo en una trampa? Yo


francamente no lo sé, pero no me parece digno de crédito.

Burla: Como siempre, corriendo y legando tarde. Ha llegado


justamente al final del ensayo.

Impaciencia: ¿Hasta cuándo creen qué vamos a estar esperándolos?

Satisfacción: Esto era lo que yo esperaba y vean, ha llegado en el momento


preciso. ¡Estupendo!

Franqueza: A mí me gusta tal cual son y no preocupa lo que digan. Me


gustan sin artificios, aunque no sean muy bonitas.

Urgencia: ¡Vamos a perder el avión!¿Qué no te das cuenta de la hora


que es?

Servilismo: ¡Cuánto honor, señor comisionado! ¿Ha venido usted para


embarcarse con nosotros? Llega justo a tiempo, pues el
diluvio empezará dentro de poco.

Deseo: No sé cómo, pero tengo qué conseguirlo. He trabajado mucho


por ello y he de verlo en mi estudio.
Renunciamiento: Es algo inalcanzable, algo intangible. Nunca podremos
tenerlo con nosotros. Ni siquiera vale la pena intentarlo.

Triunfo: La rueda a dado la vuelta y ahora tengo a Jerusalén a mis


órdenes. Toda una gran ciudad bajo mi poder.

Derrota: Nunca creí regresar así. Hemos perdido todo, todo, hasta el
honor. Sólo queda la muerte.

Altruismo: No importa lo que cuesta, siendo para tan noble causa, lo


pagaremos todo.

Egoísmo: Por mí, que ruede el mundo, mientras a mí no me falte, todo


está en orden.

Paciencia: Sí, sí. Tenemos aquí dos horas, pero no se preocupen, no


corre prisa.

Impaciencia: ¡Que falta de consideración! Hace una hora que esperamos


aquí, en pleno sol. Si no vienen en cinco minutos, lo
dejaremos aquí.

Amenaza: Si da usted ese paso, le advierto que le va a costar muy caro.


¡Aténgase a las consecuencias!

Promesa: Nada te faltará; todo lo que tengo es para ti.

Extrañeza: ¡No es posible! ¡No puede ser! ¿Pero, eres tú?

Sorpresa: ¡Qué barbaridad! ¡Nunca creí que regresaras tan pronto y tan
tranquilo!

Naturalidad: ¿Por qué tanta sorpresa? Estaba previsto que así fuera?

Excitación: No sé qué es lo que me pasa. Creo que mi cabeza va a estallar


de un momento a otro.

Remordimiento: No he podido dormir; toda la noche me he preguntado como


puedo cometer tal atrocidad.

Inconciencia: No sé si quedaría vivo, pero ¿para qué se atraviesa si ve que


voy a pasar?

Esperanza: Dios quiera y en cuánto termine este año, consiga esa beca
para el extranjero. Será maravilloso.
Ejercicios de sensibilidad.
Diversidad de conceptos sobre una misma idea.

Indiferencia: Hace buen tiempo.

Indulgencia: Se siente algo de frío, pero con todo...hace buen


tiempo.

Duda: ¿Qué, hace buen tiempo hoy?

Ironía: ¡Que hermoso día! Sí, para esquiar en las calles.

Ironía jovial: ¡Que hermoso día...para los patos!

Admiración: ¡Que hermoso día!

Réplica: Es usted muy exigente, caramba...¡Pretender que


hoy no hace buen tiempo!

Despecho: Quedarse aquí dentro, con un día tan hermoso,


tan espléndido.

Derecho: Yo también puedo salir a disfrutar de este


hermoso día.

Ternura: Hay hace buen tiempo. Demos un paseo y ya


verá que te sentará bien.

Amargura: Es un día espléndido...Pero la naturaleza es


diferente, hostil; no comparte mi dolor.

Confesión: ¡Vaya!...He perdido mi apuesta. Hace buen


tiempo.

Cólera: Buen tiempo, siempre buen tiempo. ¿Cuándo


vamos a empezar a sembrar? ¿Cuándo se llenará
esa cisterna?
Convicción: Te lo dije, hace buen tiempo.

Desdén: ¡Bah! Y a esto le llaman buen tiempo.

Protesta: Permítame...Hoy no hace buen tiempo.

Ignorancia: ¿Hace buen tiempo?


Burla: Hace buen tiempo para congelar alimentos a la
intemperie.

Impaciencia: Pero ¿hasta cuándo hará buen tiempo?

Triunfo: ¿Qué tal? ¿no te lo decía yo? ...Hace buen


tiempo ¿Sí o no?

Satisfacción: ¡Gracias a Dios...qué hermoso día!

Deleite: ¡Qué buen tiempo...! El viento es una caricia.

Tristeza: ¡Qué lástima!¡Qué mal tiempo hace!

Ruego: ¡Dios mío, que mañana haga buen tiempo!

Coraje: ¡Que se fastidien, que les haga mal tiempo!

Egoísmo: Si no me dejan ir...que les haga mal tiempo.

Paciencia: No importa, esperaremos a que haga buen


tiempo.

Impaciencia: Vámonos ya, no importa que haga mal tiempo.

Esperanza: Ojalá que mañana haga buen tiempo.

Ejercicios de mímica:

Estos ejercicios son mudos y sólo trataremos de sentir y expresar tan


intensamente, que sin pronunciar palabra, lograremos saber hacer a los demás lo
que estamos pensando o sintiendo. Expresemos pues:

Naturalidad: Mirando al frente con disimulo.

Alegría: Dando brillantez a la mirada y sonriendo.

Tristeza: Bajando comisuras delos labios y las cejas.

Amor: Plegando los labios como para dar un beso y


alzando un poco las cejas frunciendo
ligeramente el entrecejo.

Odio: Con el entrecejo muy fruncido y la mirada


chispeante.
Miedo: Con los ojos muy abiertos, mirando de lado y
presto a huir.

Orgullo: Levantando la cabeza y mirando hacia abajo.

Ironía: Apretando un poco los labios y sonriendo al


mismo tiempo, con mirada vivaz un poco de
lado.

Resignación: Bajando la cabeza y la mirada como esperando


castigo.

Satisfacción: Levantando la cabeza y respirando hondo.

Reto: Con la cabeza muy levantada, el pecho saliente


y labios y mentón firmes.

Admiración: Elevando las cejas y los párpados superiores.

Afecto: Con la cabeza un poco inclinada de lado y la


mirada profunda y tratando de sonreír con los
ojos.

Ira: Frunciendo el seño y jalando los labios hacia


abajo, mirando por debajo de las cejas, los
puños cerrados.

Éxtasis: Con la cabeza hacia arriba y atrás, los ojos


cerrados, respirando hondo y plegando un poco
los labios.

Dolor: Moviendo la extremidad interna de las cejas


hacia arriba, los ojos casi cerrados y los labios
tensos, plegados.

Ternura: Con los ojos entrecerrados, la cabeza un poco de


lado y hacia delante.

Respeto: El cuerpo vertical con los brazos caídos o


cruzados sobre el pecho.

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