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En esta unidad veremos

 Introducción al concepto de residuo, tipos de


residuos y gestión de residuos.
 Residuos peligrosos.
 Sistemas Integrados de Gestión de Residuos
 Gestión y Tratamiento de Residuos
 Sistema de Gestión Ambiental e
Implantación de un SGA.

Manuel Gallo Gallego


Índice
Introducción .................................................................................................................................. 3
Concepto y tipo de Residuos ..................................................................................................... 3
Regulación en materia de Residuos .......................................................................................... 5
Residuos Peligrosos ...................................................................................................................... 7
Concepto de Residuo peligroso................................................................................................. 7
Clasificación de los Residuos Peligrosos.................................................................................... 7
Etiquetado y almacenamiento de residuos peligrosos ........................................................... 10
Productores de Residuos peligrosos ....................................................................................... 11
Gestión de nuestros residuos peligrosos ................................................................................ 11
Sistemas Integrados de Gestión de Residuos ............................................................................ 12
Gestión y Tratamiento de Residuos ........................................................................................... 14
Gestión de residuos ................................................................................................................. 14
Operaciones de gestión de residuos ....................................................................................... 15
Tratamiento de los residuos.................................................................................................... 20
Técnicas de tratamiento de residuos ...................................................................................... 21
Sistemas de Gestión Ambiental. Implantación de un SGA ....................................................... 23
Concepto ................................................................................................................................. 23
Implantación de un SGA .......................................................................................................... 25

Manuel Gallo Gallego


Introducción
Concepto y tipo de Residuos

Residuo e cualquier sustancia u objeto que su poseedor deseche o tenga la intención o


la obligación de desechar.
Hay muchos tipos de residuos y éstos pueden clasificarse de distintas formas…lo más
habitual es clasificarlos:
Según su peligrosidad, los residuos pueden ser:
• Residuos Inertes. Residuos que no experimentan transformaciones físicas,
químicas o biológicas significativas. No son solubles, ni combustibles, ni
reaccionan física ni químicamente de ninguna otra manera, ni son
biodegradables, ni afectan negativamente a otras materias con las cuales
entran en contacto de forma que pueda dar lugar a contaminación del medio
ambiente o perjudicar la salud humana. Por ejemplo, el material de
construcción.
• Residuos peligrosos. Residuos que, por sus características suponen un riesgo
para los seres vivos y el medio ambiente general. Se trata de los residuos que
figuran en la lista de residuos peligrosos aprobada en el Real Decreto 952/1997,
de 20 de junio, así como los recipientes y envases que los hayan contenido.
Algunos ejemplos son los aceites y disolventes.
• Residuos no peligrosos. Aquellos que no son ni inertes ni peligrosos. Por
ejemplo, el plástico, el papel/cartón, o el metal, siempre que no estén
contaminados por alguna sustancia peligrosa.
• Además de estos grupos, existen ciertos grupos de residuos que, por reunir
ciertas características especiales en cuanto a generación, naturaleza o gestión,
tienen una normativa específica y forman un grupo diferenciado. Son los
denominados Residuos Específicos: residuos urbanos, residuos de aparatos

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eléctricos y electrónicos (RAEE), residuos sanitarios, neumáticos fuera de uso
(NFU), vehículos al final de su vida útil (VFVU), etc.

Según su origen, los residuos pueden diferenciarse en:


• Residuos domésticos. Residuos generados en los hogares como consecuencia
de las actividades domésticas. Se incluyen también en esta categoría los
residuos que se generan en los hogares de aparatos eléctricos y electrónicos,
ropa, pilas, acumuladores y muebles, así como los residuos y escombros
procedentes de obras de construcción y reparación domiciliaria.
• Residuos comerciales. Residuos generados por la actividad propia del
comercio, al por mayor y al por menor, de los servicios de restauración y bares,
de las oficinas y de los mercados, así como del resto del sector servicios.
• Residuos industriales. Los resultantes de los procesos de fabricación, de
transformación, de utilización, de consumo, de limpieza o de mantenimiento
generados por la actividad industrial, excluidas las emisiones a la atmósfera
reguladas en la Ley 34/2007, de 15 de noviembre.
• Biorresiduos. Aquellos biodegradables de jardines y parques, residuos
alimenticios y de cocina procedentes de hogares, restaurantes, servicios de
restauración colectiva y establecimientos de venta al por menor; así como,
residuos comparables procedentes de plantas de procesado de alimentos.
• Escombros y residuos de la construcción. Residuos que se generan en una obra
de construcción o demolición.
• Residuos sanitarios. Se consideran residuos sanitarios aquellos residuos
generados en centros, servicios y establecimientos sanitarios (que pueden ser
de promoción de la salud, de atención sanitaria y sociosanitaria, de
investigación biomédica y sanitaria o de veterinaria asistencial).
• Residuos mineros. Residuos sólidos, acuosos o en pasta que quedan tras la
investigación y aprovechamiento de un recurso geológico.
• Residuos radioactivos. Estos contienen elementos químicos radiactivos que no
tienen un propósito práctico. Clasificados en exentos, de baja, media y alta
radioactividad.

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• Subproductos animales. Aquellos no destinados al consumo humano se
definen como cuerpos enteros o partes de animales, productos de origen
animal u otros productos obtenidos a partir de animales, que no están
destinados al consumo humano.

Según su composición podemos distinguir entre:


• Residuo orgánico. Engloba todo desecho de origen biológico (desecho
orgánico), que alguna vez estuvo vivo o fue parte de un ser vivo, por ejemplo:
hojas, ramas, y residuos de la fabricación de alimentos en el hogar.
• Residuo inorgánico. Es todo desecho sin origen biológico, de índole industrial o
de algún otro proceso artificial, por ejemplo: plásticos o telas sintéticas.
• Mezcla de residuo. Se refiere a todos los desechos de residuos mezclados
resultado de una combinación de materiales orgánicos e inorgánicos
• Residuo peligroso. Se refiere a todo residuo, orgánico e inorgánico, que tiene
potencial peligroso.

Regulación en materia de Residuos


La normativa española en materia de residuos está compuesta por la legislación básica
del Estado y las normas de desarrollo aprobadas por las comunidades autónomas.
En el ámbito estatal son:

• La Ley 10/1998, de 21 de abril, Básica de residuos, (en adelante LBR Ley


Básica de Residuos) por el que se aprueba el reglamento de residuos
tóxicos y peligrosos, y
• la Ley 11/1997, de 24 de abril, de Envases y residuos de envases entre
otros.
En el ámbito de las comunidades autónomas

• La gestión de los residuos es una tarea encomendada, en general, a las


comunidades autónomas y corporaciones locales.
• La gestión de los residuos urbanos de origen domiciliario corresponde
a las entidades locales (Municipios)

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La Unión Europea a través de la nueva Directiva de Residuos (Directiva 2008/98/CE) ha
dado un impulso fundamental en este ámbito en orden a convertir a Europa en una
sociedad que recicla, que busca evitar la producción de residuos y los utiliza como
recurso.

Concepto de Gestión de Residuos


Gestión de residuos: Es la recogida, el transporte y tratamiento de los residuos,
incluida la vigilancia de estas operaciones, así como el mantenimiento posterior al
cierre de los vertederos, incluidas las actuaciones realizadas en calidad de negociante o
agente.
Negociante: toda persona física o jurídica que actúe por cuenta propia en la
compra y posterior venta de residuos, incluidos los negociantes que no tomen
posesión física de los residuos.
Agente: toda persona física o jurídica que organiza la valorización o la
eliminación de residuos por encargo de terceros, incluidos los agentes que no
tomen posesión física de los residuos

Gestor de residuos: Es la persona o entidad, pública o privada, registrada mediante


autorización o comunicación que realice cualquiera de las operaciones que componen
la gestión de los residuos, sea o no el productor de los mismos.

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Residuos Peligrosos
Concepto de Residuo peligroso

Se entiende por residuo peligroso todo aquél que tiene unas características en su
naturaleza que hace de él un material con riesgo para la salud o el Medio Ambiente.
Residuo peligroso: Es aquel residuo que presenta una o varias de las características
peligrosas enumeradas en el anexo III, así como los recipientes que los han contenido.
También se consideran residuos peligrosos los que estén incluidos en la Lista Europea
de Residuos (LER). Esta lista agrupa los residuos en función de las actividades
productivas que puedan generarlos. Para ello, se asigna un código de seis cifras y
aquellos que estén marcados con un asterisco junto al código, tendrán la
consideración de residuos peligrosos.
Además de en los anteriores casos, se considerará que un residuo es peligroso cuando,
aunque no figure en la lista LER, presente una o más características indicadas en
el Anexo del Reglamento (UE) nº1357/2014.
Los residuos peligrosos se suelen localizar principalmente en las diferentes etapas de
un proceso industrial.

Clasificación de los Residuos Peligrosos


El principal problema que encuentran los generadores de residuos en una actividad
industrial es clasificarlos determinando si son peligrosos o no. Esta clasificación de los
residuos es muy importante para el posterior tratamiento, así como para determinar
las medidas de seguridad que los gestores deben tomar.
¿Cómo distinguir un residuo peligroso de uno no peligroso?
• Lo primero que debemos consultar para saberlo, es la Ley 22/2011, de residuos
y suelos contaminados, ya que en su artículo 6 dice que la determinación de
los residuos que han de considerarse se hará de conformidad con la lista
establecida en la Decisión 2000/532/CE de la Comisión, de 3 de mayo de 2000.
En esta lista, llamada Códigos LER (Lista Europea de Residuos) aparecen todos
los residuos y un código numérico para clasificarlos; aquí, los residuos

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peligrosos aparecen señalados con un asterisco y los residuos no peligrosos
sin asterisco.
Si en esta lista un residuo aparece señalado tanto con asterisco como sin
asterisco, determinaremos si es peligroso comprobando si reúne una o más de
las características de peligrosidad enumeradas en el Anexo III de la Ley
22/2011, que son:
H1. Explosivo. Aplicado a sustancias y preparados que pueden explosionar
debido a una llama o que son más sensibles a los choques o fricciones que el di
nitrobenceno.
H2. Oxidante. Aplicado a sustancias y preparados que presentan reacciones
exotérmicas al entrar en contacto con otras sustancias
H3. Fácilmente inflamable. Aplicado a sustancias y preparados líquidos con un
punto de inflamación inferior a los 21 ºC, en contacto con el aire sin aporte de
energía, tras un breve contacto con una fuente de ignición, las sustancias y
preparados gaseosos inflamables en el aire a presión normal y aquellas que, en
contacto con el agua o aire húmedo, desprenden gases inflamables.
H3, B. Inflamable. Aplicado a sustancias y preparados líquidos con un punto de
inflamación igual o superior a 21 ºC e igual o inferior a 55 ºC.
H4. Irritante. Aplicado a sustancias y preparados no corrosivos que pueden
causar reacciones inflamatorias por contacto inmediato o prolongado.
H5. Nocivo. Aplicado a sustancias y preparados que por inhalación, ingestión o
penetración cutánea puedan entrañar riesgos de gravedad limitada para la
salud.
H6. Tóxico. Aplicado a sustancias y preparados que por inhalación, ingestión o
penetración cutánea puedan entrañas riesgos graves, agudos o crónicos e
incluso la muerte.
H7. Cancerígeno. Aplicado a sustancias y preparados que por inhalación,
ingestión o penetración cutánea puedan producir cáncer o aumentar su
frecuencia.
H8. Corrosivo. Aplicado a sustancias y preparados que pueden destruir tejidos
vivos al entrar en contacto con ellos.
H9. Infeccioso. Aplicado a sustancias y preparados que contienen
microorganismos viables, o sus toxinas, de los que se sabe que causan
enfermedades en el ser humano u otros organismos vivos.
H10. Tóxico para la reproducción. Aplicado a sustancias y preparados que por
inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden producir malformaciones
congénitas no hereditarias o aumentar su frecuencia.

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H11. Mutagénico. Aplicado a sustancias y preparados que por inhalación,
ingestión o penetración cutánea pueden producir defectos genéticos
hereditarios o aumentar su frecuencia.
H12. Residuos que emiten gases tóxicos al entrar en contacto con el aire, el
agua o un ácido.
H13. Sensibilizante. Aplicado a sustancias y preparados que por inhalación o
penetración cutánea puedan ocasionar una hipersensibilización, de forma que
una posterior exposición a esta sustancia o preparado dé lugar a efectos
nocivos.
H14. Ecotóxico. Aplicado a residuos que presentan riesgos inmediatos o
diferidos para el Medio Ambiente.
H15. Residuos susceptibles, después de su eliminación, de dar lugar a una
nueva sustancia por un medio cualquiera, por ejemplo, un lixiviado.

• Hasta ahora hemos visto que para saber si un residuo se considera como
peligroso hay que acudir a la Lista Europea de Residuos (LER) y, si sigue
habiendo dudas, comprobar si tienen alguna de las características de
peligrosidad H1 a H15.

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• Código de identificación. Los residuos peligrosos pueden ser identificados por
un código de identificación, conforme al Real Decreto 833/1988 y al
Reglamento (UE) nº1357/2014. Este método utiliza siete códigos alfanuméricos
separados por dobles barras. Cada uno de estos códigos proporciona
información sobre el residuo a lo largo de toda la cadena de producción y hasta
su destino final.
• Fichas de seguridad. Son unos documentos proporcionados por el fabricante,
que dan información sobre las particularidades y las propiedades de cada
sustancia con el fin de proteger al personal que la manipula. En las fichas de
seguridad el operario puede consultar: la denominación comercial del
producto, las sustancias que contiene cada producto y sus características de
peligrosidad, la peligrosidad global del producto, las propiedades físico-
químicas, así como la estabilidad del producto y las posibles reacciones con
otras sustancias.
• Caracterización analítica de los residuos. Es un análisis de las concentraciones
de las sustancias peligrosas presente en el residuo, que permite determinar si
se clasifica como peligroso o no.

Etiquetado y almacenamiento de residuos peligrosos


Una vez identificado como peligroso un residuo industrial es necesaria su correcta
gestión. Para ello, se tendrán en cuenta dos aspectos muy importantes: el etiquetado
y el almacenamiento.
Desde 2015 es obligatorio etiquetar los residuos peligrosos conforme al Reglamento
CLP. Todo envase que posea en su interior un residuo peligroso debe estar
correctamente etiquetado (indicando su contenido) e identificando al productor. Esto
permite informar del riesgo tanto al operario como al gestor de residuos. El etiquetado
está regulado en el artículo 14 del Real Decreto 833/1988 sobre Residuos Peligrosos.
En cuanto al almacenamiento, los residuos peligrosos han de ser envasados,
clasificados y, en caso necesario por parte de los generadores, almacenados de forma
temporal en un lugar destinado para ello. Este almacenamiento nunca debe superar
los seis meses, tiempo en el que se evitarán mezclas con otros residuos, pérdidas o
derrames. Según el Real Decreto 833/1988, los almacenes temporales de residuos
peligrosos deberán cumplir unos requisitos de almacenaje.
En resumen, cuando se está gestionando los residuos peligrosos hay que tener en cuenta
que son residuos especiales y que potencialmente son muy contaminantes.

Por tanto, estos residuos tienen unas exigencias adicionales tanto para su
almacenamiento como transporte y tratamiento.
1. Almacenamiento: se debe mantener en las condiciones adecuadas de higiene y
seguridad, y por un plazo máximo de 6 meses
2. No se pueden mezclar entre ellos o con otras categorías de residuos

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3. Envasado y etiquetado: según la norma recogida en el Real Decreto 833/88
sobre residuos tóxicos y peligrosos.
4. Información: los productores de residuos peligrosos deben contar con la
debida autorización administrativa, llevar un registro de su producción y
destino, hacer una declaración anual de producción, notificar cualquier
incidencia (derrame, vertido…) y utilizar los documentos oficiales.
5. Prevención: preparar y presentar un estudio de minimización de residuos
peligrosos, si se generan más de 10 toneladas anuales.

Productores de Residuos peligrosos


¿Y si los residuos que produzco son peligrosos?
Cuando una Empresa genera una cierta cantidad de residuos peligrosos, deben
ser inscritas y autorizadas, en función de la cantidad de residuo generado, por
la administración son aquellas instalaciones productoras de residuos
peligrosos.
Se clasifican en dos tipos:
1. Productores de residuos peligrosos: producen más de 10
toneladas anuales de residuos peligrosos
2. Pequeños productores de residuos peligrosos: producen menos de 10
toneladas anuales de residuos peligrosos.

Gestión de nuestros residuos peligrosos


¿Qué se debe hacer con estos residuos?

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Los residuos peligrosos generados deben entregarse a un gestor de residuos
autorizado, quien se hará cargo del transporte y tratamiento de los mismos.
Si la propia empresa quiere hacerse cargo de sus residuos debe obtener la autorización
administrativa correspondiente a gestor de residuos.

Sistemas Integrados de Gestión de Residuos

Los SIG o Sistemas Integrados de Gestión de Residuos: Son aquellos que están
relacionados con los productos que las empresas ponen en el mercado. Dichos
productos una vez que termina su vida útil, o cuando el consumidor ya no hace uso de
ellos y los desecha, tienen que ser gestionados correctamente, ahí es donde entran los
SIG.
Las empresas, según la Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados, están
obligadas a gestionar todos los residuos que generan los productos que ponen en
el mercado, además de hacerse cargo de los costes según el principio “quien
contamina paga”. Las empresas pueden gestionar el tratamiento de dichos
residuos por varias vías según describe la ley en su artículo 17, pueden:
• Realizar el tratamiento de los residuos por sí mismas, es decir, las
empresas serán las encargadas de almacenar y reciclar o valorizar los
residuos que ponen en el mercado.
• Entregar el tratamiento de dichos residuos a un negociante, o a una entidad o
empresa, todos ellos registrados conforme a lo establecido en dicha ley.

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• Entregar los residuos a una entidad pública o privada de recogida de residuos,
incluidas las entidades de economía social, para su tratamiento.
Un gran número de empresas recurren a entidades de economía social al ser el
proceso de gestión más barato y los trámites administrativos más sencillos y
rápidos
¿Qué entidades se encargan de los SIG?
Las entidades de economía social que se encargan de los SIG son
organizaciones sin ánimo de lucro. Su funcionamiento, explicado de una forma
muy resumida, consiste en el pago de una cierta cantidad de dinero, según el
tipo de material y de su peso, por parte de las empresas productoras a las
organizaciones encargadas de los SIG. Este dinero es utilizado para crear
campañas de sensibilización, para gestionar la recogida de los residuos y para el
proceso de reciclaje.
Aunque podemos encontrar más organizaciones encargadas de dicha gestión,
las que más os sonarán son:
• Ambilamp: gestiona la recogida de lámparas y luminarias. Los puntos de
recogida pueden estar en los Ayuntamientos o en grandes superficies
comerciales donde se vendan dichos productos.
• Ecoembes: se encarga de la gestión de los envases, plásticos y
papel/cartón. En este caso tienen dos tipos de contenedores el
contenedor amarillo para los envases y plásticos y el contenedor azul
para el papel y el cartón. Estos los encontramos repartidos por las calles
de los pueblos y las ciudades.
• Ecopilas: SIG que se encarga de la gestión de pilas, acumuladores y
baterías usadas. Podemos encontrar los contenedores en las grandes
superficies comerciales y en pequeños comercios.
• Ecovidrio: se encarga de la gestión de los envases de vidrio. Sus
contenedores o iglúes son de color verde y están repartidos, al igual que
en el caso de Ecoembes, por las calles de los pueblos y las ciudades.
• Sigre: este último SIG encargan de la gestión de los residuos de la
industria farmacéutica, podemos encontrar los contenedores en la
mayoría de las farmacias.

Todos los productos que están sujetos a un SIG tienen una etiqueta
identificativa que muestra que su fabricante ha pagado la tasa para su

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correcta gestión. La etiqueta más conocida es la del Punto Verde que
podemos encontrar en los envases, en este caso sería Ecoembes la
encargada de la gestión.
Papel del consumidor en los SIG
El papel del consumidor en los SIG es fundamental porque somos los
protagonistas y piezas clave para que el residuo siga el camino marcado
por los SIG para su correcta gestión. En un SIG lo que se busca es
gestionar la mayor cantidad de residuos posibles, de esta forma se consigue
que llegue menos volumen de residuos a los vertederos y además se saca
partido a los residuos al reciclarlos o valorizarlos.
Nuestro papel es separar en origen la máxima cantidad de residuos y
depositarlos en los contenedores adecuados. De esta forma se
podrán llevar a las instalaciones de tratamiento para obtener nuevos
productos, ya sean iguales al original o distintos y valorizarlos. Terminado
este proceso empezaría de nuevo el ciclo porque las empresas pondrían de
nuevo estos productos en venta.
Como podéis ver los SIG son fundamentales para la buena gestión de los residuos,
además contribuyen a un mayor aprovechamiento de la materia prima contenida en
dicho residuo. Aunque estar acogido a dichos sistemas de gestión es obligatorio por
ley muchas empresas están dando un paso más al estudiar con más detalle sus
procesos de producción y así conseguir productos que generen menos residuos y estos
sean biodegradables, es lo que se llama ecodiseño.

Gestión y Tratamiento de Residuos


Gestión de residuos
Gestión de residuos: Es la recogida, el transporte y tratamiento de los residuos,
incluida la vigilancia de estas operaciones, así como el mantenimiento posterior al
cierre de los vertederos, incluidas las actuaciones realizadas en calidad de negociante o
agente.
¿Quiénes son los encargados de llevar la gestión de residuos?
Gestor de residuos: Es la persona o entidad, pública o privada, registrada mediante
autorización o comunicación que realice cualquiera de las operaciones que componen
la gestión de los residuos, sea o no el productor de los mismos.
¿Quiénes son los responsables sobre como se debe llevar la gestión? (modelos de
gestión)
La normativa sobre residuos establece prioridades en la gestión de los residuos
en distintos niveles de jerarquía, siendo el objetivo principal la

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prevención/reducción de residuos, seguida de la reutilización, el reciclado, y
otras formas de valorización (incluida la valorización energética), siendo la
eliminación mediante depósito en vertedero controlado o la incineración la
última opción.
Corresponde al Ministerio competente en materia de medio ambiente:

• Elaborar los planes nacionales de residuos;


• Autorizar los traslados de residuos desde o hacia terceros países no
pertenecientes a la UE, y
• a inspección del régimen de estos traslados, así como la aplicación, en
su caso, del correspondiente régimen sancionador.
Corresponde a la Comunidad Autónoma:

• La elaboración de los programas autonómicos de prevención de


residuos y de los planes autonómicos de gestión de residuos
• La autorización, vigilancia, inspección y sanción de las actividades de
producción y gestión de residuos.
• El registro de la información en materia de producción y gestión de
residuos en su ámbito competencial.
• El otorgamiento de la autorización del traslado de residuos desde o
hacia países de la Unión Europea, así como las de los traslados en el
interior del territorio del Estado y la inspección y, en su caso, sanción
derivada de los citados regímenes de traslados.
• El ejercicio de la potestad de vigilancia e inspección, y la potestad
sancionadora en el ámbito de sus competencias.
Corresponde a las Entidades Locales:

• Como servicio obligatorio la recogida, el transporte y el tratamiento de


los residuos domésticos generados en los hogares, comercios y
servicios.
• El ejercicio de la potestad de vigilancia e inspección, y la potestad
sancionadora en el ámbito de sus competencias.

Operaciones de gestión de residuos


Recogida: Es operación consistente en el acopio de residuos, incluida la
clasificación y almacenamiento iniciales para su transporte a una instalación de
tratamiento.
Almacenamiento: Los residuos almacenados en el lugar de producción, deben
de estar separados y etiquetados, aparte el productor u otro poseedor inicial de
residuos está obligado a:

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• Mantener los residuos almacenados en condiciones adecuadas de
higiene y seguridad mientras se encuentren en su poder.
• La duración del almacenamiento de los residuos no peligrosos en el
lugar de producción será inferior a dos años cuando se destinen a
valorización y a un año cuando se destinen a eliminación.
• En el caso de los residuos peligrosos, en ambos supuestos, la duración
máxima será de seis meses; en supuestos excepcionales, el órgano
competente de las Comunidades Autónomas donde se lleve a cabo
dicho almacenamiento, por causas debidamente justificadas y siempre
que se garantice la protección de la salud humana y el medio ambiente,
podrá modificar este plazo.
• Los plazos mencionados empezarán a computar desde que se inicie el
depósito de residuos en el lugar de almacenamiento.
• No mezclar ni diluir los residuos peligrosos con otras categorías de
residuos peligrosos ni con otros residuos, sustancias o materiales.
• Los aceites usados de distintas características cuando sea técnicamente
factible y económicamente viable, no se mezclarán entre ellos ni con
otros residuos o sustancias, si dicha mezcla impide su tratamiento.
• Almacenar, envasar y etiquetar los residuos peligrosos en el lugar de
producción antes de su recogida y transporte con arreglo a las normas
aplicables.
Recogida separada: Es la recogida en la que un flujo de residuos se mantiene
por separado, según su tipo y naturaleza, para facilitar un tratamiento
específico.
Traslado de residuos: Es el transporte de residuos desde una Comunidad
Autónoma a otra, a hacia fuera del territorio nacional para su valorización o
eliminación
Todo traslado de residuos deberá ir acompañado de un documento de
identificación, a los efectos de seguimiento y control.
Los operadores que vayan a realizar un traslado de residuos para
destinarlos a operaciones de eliminación, valorización de residuos
domésticos mezclados, de residuos peligrosos y de los residuos deberán
presentar una notificación previa a las autoridades competentes de la
Comunidad Autónoma de origen y de la de destino.
Cuando se presente una notificación previa a un traslado de residuos
destinados a la eliminación, o bien valorización los órganos competentes
de las Comunidades Autónomas de origen y de destino, en el plazo de
10 días desde la fecha de acuse de recibo de la misma, podrán
oponerse.
La entrada y salida de residuos del territorio nacional, así como el
tránsito por el mismo, se regirá por lo dispuesto en el Reglamento (CE)

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n.º 1013/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 14 de junio, el
Reglamento (CE) n.º 1418/2007 de la Comisión, de 29 de noviembre de
2007. relativo a la exportación, con fines de valorización, de
determinados residuos enumerados en los anexos III.
El Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino podrá
prohibir, de forma motivada, la expedición de residuos con destino a
terceros países no comunitarios cuando exista alguna razón para prever
que no van a ser gestionados en el país de destino, sin poner en peligro
la salud humana o sin perjudicar el medio ambiente.
También podrá prohibir, de forma motivada, toda importación de
residuos procedentes de terceros países cuando exista alguna razón
para prever que los residuos no van a ser gestionados sin poner en
peligro la salud humana o sin perjudicar el medio ambiente, durante el
transporte o su posterior tratamiento

Reutilización: Es cualquier operación mediante la cual productos o


componentes de productos que no sean residuos se utilizan de nuevo con la
misma finalidad para la que fueron concebidos.
Tratamiento: Son las operaciones de valorización o eliminación, incluida la
preparación anterior a la valorización o eliminación.
Valorización: Es cualquier operación cuyo resultado principal sea que el residuo
sirva a una finalidad útil al sustituir a otros materiales, que de otro modo se
habrían utilizado para cumplir una función particular, o que el residuo sea
preparado para cumplir esa función en la instalación o en la economía en
general. En el anexo II de Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos
contaminados se recoge una lista no exhaustiva de operaciones de valorización.
Técnicamente las operaciones de valorización serían:
R 1 Utilización principal como combustible u otro modo de
producir energía. *

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R 2 Recuperación o regeneración de disolventes.
R 3 Reciclado o recuperación de sustancias orgánicas que no se
utilizan como disolventes (incluidos el compostaje y otros
procesos de transformación biológica). **
R 4 Reciclado o recuperación de metales y de compuestos
metálicos.
R 5 Reciclado o recuperación de otras materias inorgánicas. ***
R 6 Regeneración de ácidos o de bases.
R 7 Valorización de componentes utilizados para reducir la
contaminación.
R 8 Valorización de componentes procedentes de catalizadores.
R 9 Regeneración u otro nuevo empleo de aceites.
R 10 Tratamiento de los suelos que produzca un beneficio a la
agricultura o una mejora ecológica de los mismos.
R 11 Utilización de residuos obtenidos a partir de cualquiera de
las operaciones numeradas de R 1 a R 10.
R 12 Intercambio de residuos para someterlos a cualquiera de las
operaciones enumeradas entre R 1 y R 11.
Quedan aquí incluidas operaciones previas a la valorización
incluido el tratamiento previo, operaciones tales como el
desmontaje, la clasificación, la trituración, la compactación, la
peletización, el secado, la fragmentación, el acondicionamiento,
el reenvasado, la separación, la combinación o la mezcla, previas
a cualquiera de las operaciones enumeradas de R 1 a R 11.
R 13 Almacenamiento de residuos en espera de cualquiera de las
operaciones numeradas de R 1 a R 12 (excluido el
almacenamiento temporal, en espera de recogida, en el lugar
donde se produjo el residuo). ****

Preparación para la reutilización: Es la operación de valorización consistente


en la comprobación, limpieza o reparación, mediante la cual productos o
componentes de productos que se hayan convertido en residuos se preparan
para que puedan reutilizarse sin ninguna otra transformación previa.
Reciclado: Es toda operación de valorización mediante la cual los materiales de
residuos son transformados de nuevo en productos, materiales o sustancias,
tanto si es con la finalidad original como con cualquier otra finalidad. Incluye la
transformación del material orgánico, pero no la valorización energética ni la
transformación en materiales que se vayan a usar como combustibles o para
operaciones de relleno.
Regeneración de aceites usados: Es cualquier operación de reciclado que
permita producir aceites de base mediante el refinado de aceites usados, en

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particular mediante la retirada de los contaminantes, los productos de la
oxidación y los aditivos que contengan dichos aceites.
Eliminación: Es cualquier operación que no sea la valorización, incluso cuando
la operación tenga como consecuencia secundaria el aprovechamiento de
sustancias o energía. En el anexo I de la Ley 22/2011, de 28 de julio, de
residuos y suelos contaminados se recoge una lista no exhaustiva de
operaciones de eliminación:
D 1 Depósito sobre el suelo o en su interior (por ejemplo,
vertido, etc.).
D 2 Tratamiento en medio terrestre (por ejemplo,
biodegradación de residuos líquidos o lodos en el suelo, etc.).
D 3 Inyección en profundidad (por ejemplo, inyección de
residuos bombeables en pozos, minas de sal o fallas geológicas
naturales, etc.).
D 4 Embalse superficial (por ejemplo, vertido de residuos
líquidos o lodos en pozos, estanques o lagunas, etc.).
D 5 Depósito controlado en lugares especialmente diseñados
(por ejemplo, colocación en celdas estancas separadas,
recubiertas y aisladas entre sí y el medio ambiente).
D 6 Vertido en el medio acuático, salvo en el mar.
D 7 Vertido en el mar, incluida la inserción en el lecho marino.
D 8 Tratamiento biológico no especificado en otros apartados del
presente anexo que dé como resultado compuestos o mezclas
que se eliminen mediante cualquiera de las operaciones
numeradas de D 1 a D 12.
D 9 Tratamiento fisicoquímico no especificado en otro apartado
del presente anexo y que dé como resultado compuestos o
mezclas que se eliminen mediante uno de los procedimientos
numerados de D 1 a D 12 (por ejemplo, evaporación, secado,
calcinación, etc.).
D 10 Incineración en tierra.
D 11 Incineración en el mar.*
D 12 Almacenamiento permanente (por ejemplo, colocación de
contenedores en una mina, etc.).
D 13 Combinación o mezcla previa a cualquiera de las
operaciones numeradas de D 1 a D 12. **
D 14 Reenvasado previo a cualquiera de las operaciones
numeradas de D 1 a D 13.
D 15 Almacenamiento en espera de cualquiera de las
operaciones numeradas de D 1 a D 14 (excluido el
almacenamiento temporal, en espera de recogida, en el lugar
donde se produjo el residuo). ***

Manuel Gallo Gallego


El Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino en colaboración con
las Comunidades Autónomas son los órganos competentes en materia
Administrativa sobre la gestión de residuos y de inspección y vigilancia de
dichas operaciones.

Tratamiento de los residuos

Los sistemas de tratamiento de residuos incluyen la operación o conjunto de


operaciones que tienen por objetivo modificar las características físicas,
químicas o biológicas de un residuo.
Estas acciones tienen como fin:
• reducir o neutralizar las sustancias peligrosas que contienen los residuos
• recuperar materias o sustancias valorizables
• facilitar el uso como fuente de energía o adecuar el residuo para su
posterior tratamiento finalista
Este proceso, fundamental en la economía circular, es de vital importancia
para dar una segunda vida a los residuos, minimizando de esta manera la
contaminación del entorno y la extracción de materia prima procedente de la
naturaleza.
Un ejemplo de este necesario proceso se puede observar en los múltiples
elementos que es posible extraer de un simple teléfono móvil o de una
cafetera eléctrica.

Manuel Gallo Gallego


Como muestra, un dato: el 90% de los materiales contenidos en un teléfono
móvil son reutilizables en la fabricación de nuevos productos tras ser sometidos
a diversos procesos de tratamiento en plantas autorizadas

Técnicas de tratamiento de residuos


Bajo la premisa de intentar reciclar todo el residuo o la mayor parte del mismo,
conviene recordar que cada componente es diferente y por ello recibe
tratamientos distintos. A este respecto, existen cuatro pautas que marcan las
prioridades en esta fase:
1. Eliminar o reducir las sustancias tóxicas (Eliminación)
2. Recuperar la materia prima para su reutilización (Valoración Material)
3. Ser utilizado como fuente de energía (Valoración Energética)
4. Ser adecuado para su depósito en vertedero.

Siguiendo estas cuatro directrices, los tipos de tratamiento se dividen en:


Preparación para su reutilización: preparar aquellos productos que se
hayan tirado como residuos para su uso. Para ello se limpian y reparan,
pero no sufren transformaciones.
Compostaje: es un proceso biológico que bajo ciertas condiciones
controladas (con oxígeno) transforma los residuos orgánicos en un material
llamado compost.
Biometanización: en ausencia de oxígeno y gracias a microorganismos, este
proceso biológico transforma la materia orgánica en biogás, utilizado para
producir calor y electricidad.
Clasificación de material: es la clasificación de residuos. Su función es
separar las fracciones valorizables de la mezcla de residuos para su
comercialización. Se utilizan procesos automáticos y manuales.
Tratamiento biológico: son tratamientos para la materia orgánica
procedente de la fracción resto.
Incineración: consiste en la combustión de los residuos con
recuperación/generación de energía eléctrica.
Pirólisis: es la degradación térmica de los residuos en ausencia de oxígeno.
El resultado son gases, líquidos o materiales de naturaleza inerte.
Gasificación: es un proceso mediante el cual se transforma la materia
orgánica de los residuos urbanos en un gas valorizable.

Manuel Gallo Gallego


Tratamiento de los plásticos: mecánico, que trocea el material para luego
por extrusión moldearlo en nuevos productos; químico, para la
recuperación de materia prima a partir de plástico degradado; y
valorización energética, cuando el material está muy degradado se incinera
para la recuperación de energía.
Tratamiento de metales: separación entre metales ferrosos de los no
ferrosos. Una vez hecho, se trocean y se envían a fundiciones para producir
nueva materia prima.
Tratamiento del papel y cartón: proceso para la recuperación de las fibras
de celulosa mediante la separación de los demás materiales y sustancias,
como la tinta.
Tratamiento de los escombros: es la trituración de los residuos para
obtener por separado unos residuos de otros, por ejemplo, piedras, cartón,
etc.
Tratamiento de los voluminosos: referido a los muebles. Se trocean y se
separa la madera, de los plásticos y metales para su posterior reciclaje.
Tratamiento de los RAEE: los aparatos eléctricos y electrónicos tienes
sustancias que son contaminantes; deben ser recogidos aparte y su
tratamiento se compone de descontaminación de determinadas sustancias
y componentes, y trituración de lo demás, para aprovechar los
plásticos, los metales, etc.
Tratamiento del vidrio: se tritura para formar un polvo que, en hornos a
altas temperaturas, se funde en nuevos moldes para nuevos productos.
Depósito en vertedero: un vertedero es una instalación de eliminación de
residuos. Puede ser un depósito subterráneo o en superficie, donde los
residuos se sitúan en condiciones seguras para evitar contaminación del
agua, del aire y del suelo.

Manuel Gallo Gallego


Según datos de Eurostat, España es uno de los países de la UE que menos
reciclan residuos urbanos (un 18,2% del total de los desechos) y que más envía
basura sin tratar al vertedero (el 56,7%), según los últimos datos de Eurostat
(datos correspondientes a 2016).
En lo que afecta al tratamiento de RAEE, este dato sigue una senda marcada
por el incremento en positivo del número de toneladas gestionadas
correctamente y España cumple con los objetivos europeos de reciclaje de
RAEE en 2017.

Sistemas de Gestión Ambiental. Implantación de un SGA

Concepto

Un Sistema de Gestión Ambiental es un instrumento que utiliza una Organización para


alcanzar el nivel de comportamiento ambiental que ella misma se marcó previamente.

Este sistema nos permite:


1. Asegurar que las operaciones que tendrán las actividades que realiza la
organización sobre el medio ambiente no discreparán de su política
ambiental ni de sus objetivos.
2. Coordinar las diferentes áreas de la empresa.
3. Identificar y controlar los aspectos ambientales significativos y sus
impactos.
4. Identificar opciones para reducir el consumo de recursos o de energía.
5. Cumplir la legislación vigente.
Existen diferentes modelos para implantar un Sistema de Gestión Ambiental, como
son el Reglamento EMAS o la norma internacional ISO 14001. Ambos persiguen los
mismos fines.
Existe una serie de conceptos y definiciones que es preciso tener claros, y que están
recogidos en las normas ISO 9000, “Sistemas de gestión de la calidad. Fundamentos y

Manuel Gallo Gallego


vocabulario” e ISO 14001, “Sistema de gestión ambiental. Requisitos con orientación
para su uso”.
Procedemos a definir los conceptos:
1. ISO 9000, Gestión: actividades coordinadas para dirigir y controlar una
organización.
2. ISO 9000, Sistema: conjunto de elementos mutuamente relacionados o que
interactúan.
3. ISO 9000, Sistema de Gestión: sistema para establecer la política y los objetivos
y para lograr dichos objetivos.
4. ISO 14001, Sistema de Gestión Medioambiental: parte del Sistema de Gestión
usado para gestionar sus aspectos medioambientales, cumplir las obligaciones
de cumplimiento y abordar riesgos y oportunidades.
5. ISO 14001, Medio Ambiente: entorno en el cual una organización opera,
incluidos el aire, el suelo, los recursos naturales, la flora, la fauna, los seres
humanos y sus interrelaciones.
Finalidades de los Sistemas de Gestión Ambiental.
1. Instaurar una política ambiental ajustada a la empresa, que proponga el firme
compromiso de evitar o disminuir la contaminación.
2. Implicar a todos los integrantes de la Organización en la protección del medio
ambiente, asignando de forma clara las responsabilidades de cada persona.
3. Planificar todas las actividades que realiza la Organización en lo que respecta al
medio ambiente.
4. Determinar todos los requisitos legales que afectan a todos los aspectos
ambientales de la Organización.
5. Establecer un proceso de gestión para revisar y auditar el Sistema y para
valorar el comportamiento ambiental en función de los objetivos y la política
que estableció la Organización, así como para identificar posibles formas de
mejora.
6. Resaltar la importancia de unas buenas vías de comunicación con todas las
partes interesadas.
El éxito del Sistema depende del compromiso de todos los niveles y funciones,
especialmente de la alta dirección. Un sistema de este tipo capacita a una Organización
para establecer y evaluar la efectividad de los procedimientos para implantar una
política y unos objetivos ambientales, conseguir conformidad con ellos y demostrar tal
conformidad a terceros.

Manuel Gallo Gallego


Implantación de un SGA
Podemos definir que existen 6 fases fundamentales a la hora de implementar un
sistema de gestión ambiental en la empresa.
Decisión
La empresa debe analizar los beneficios de la implantación de un sistema y decidirse
por aquel que más le interese, incluso definir si se implanta como beneficio ambiental
o, lo más habitual, si va a finalizar con la consecución de un certificado. En este último
caso la empresa debe decidir si opta por implementar la ISO 14001:2015 o el EMAS.
Existen muchos motivos que pueden hacer a una empresa decantarse por la
implantación de un sistema de gestión ambiental, desde que sea una imposición de sus
clientes hasta una filosofía para reducir el impacto ambiental de sus actividades.
La implantación de un sistema de gestión ambiental puede posicionar a una empresa
como socialmente responsable, diferenciándose de la competencia y reforzando, de
manera positiva, su imagen ante clientes y consumidores.
Revisión ambiental Inicial (RAI)
También denominada revisión inicial o preliminar o diagnóstico ambiental, no se trata
de una auditoría sino de un análisis previo del estado ambiental de la empresa. Se
busca obtener una visión previa de la empresa y los impactos ambientales de sus
procesos, productos o servicios de la organización. Es una etapa fundamental para el
desarrollo posterior del sistema.
En esta primera fase, se llevará a cabo un análisis de los problemas, efectos y
resultados en materia ambiental, que se producen en la Planta, de cara a evaluar su
situación ambiental respecto a la legislación vigente. Se identificarán los aspectos
ambientales de las actividades, productos y servicios que se llevan a cabo en la
empresa.
Para la realización de esta actividad, se pueden utilizar distintas herramientas:

• Cuestionario previo de situación


• Reconocimiento físico de las instalaciones: procesos principales y auxiliares.
• Revisión de procedimientos de la organización
• Entrevistas al personal.
• Evaluación de los controles ambientales realizados sobre los aspectos
ambientales
• Identificar las prácticas de gestión medioambiental que se realizan
En el caso del EMAS la revisión ambiental inicial es un requisito obligatorio, en los
sistemas ISO 14001:2015 no figura como un paso obligatorio de manera explícita pero
sí que es preciso realizarla para tener una buena base antes de comenzar con el
sistema.
Verificación de cumplimiento legal inicial

Manuel Gallo Gallego


Durante la segunda fase se realizará una Evaluación del Cumplimiento Legislativo en la
cual quedarán claramente reflejados los incumplimientos detectados.
Para ello, se identificarán previamente los requisitos legales aplicables, tomando como
referencia la normativa de aplicación directa en los siguientes ámbitos: europeo,
estatal, autonómico y local. Además, pueden existir requisitos propios de la
organización, marcadas por sus propias autorizaciones o por sus clientes.
En esta fase, dada la amplitud de la normativa existente y su alta variabilidad, lo más
recomendable es disponer su un servicio de software de legislación, como EcoGestor
Legislación, que nos de las herramientas para realizar esta fase.
Elaboración de la documentación del sistema.
En esta fase debemos comprobar qué requisitos documentales son exigibles por la ISO
14001:2015 o por el EMAS para proceder a su desarrollo.
Se elaborará aquella documentación que se considere necesaria para cumplir de forma
adecuada con los requisitos establecidos en la Norma, por ejemplo: Elaboración de
Manual, Procedimientos, Instrucciones, etc.…
Revisión documentación existente—-borrador —-revisión borrador—-Documento
definitivo
Una vez se dispone de las bases del sistema asentadas y validadas por la dirección,
comenzará la etapa de implantación de dicho sistema. Es variable, pero puede incluir:
• La impartición de cursos de formación al personal implicado.
• Colaboración en la aplicación de los procedimientos desarrollados.
• Resolución de dudas que surjan en la aplicación de los procedimientos
desarrollados.
• Revisión de los registros de implantación generados como consecuencia de la
aplicación de los procedimientos desarrollados.
• Tramitaciones administrativas (no se incluye la realización de los proyectos
asociados a las mismas), etc.
• Reuniones con diferente personal o comisiones para explicar actuaciones
• Elaboración de registros
• Seguimiento de objetivos.
• Verificación de cumplimiento legal de seguimiento
Auditoría interna
Con el objeto de comprobar la idoneidad y efectividad del Sistema de Gestión
Ambiental

Manuel Gallo Gallego


implantado tras un período de funcionamiento del mismo, se debe llevar a cabo la
Auditoria interna del Sistema, tomando como referencia la norma UNE-EN ISO 19.011,
y como criterio de auditoría, la norma UNE-EN ISO 14001, así como el Procedimiento
de Auditoria Interna del Sistema de Gestión Ambiental ya implantado.
Serán objeto de la auditoria todos los documentos del Sistema y todas las actividades
desarrolladas con el fin de:
• Comprobar la efectividad de la implantación del Sistema.
• Comprobar si el Sistema es óptimo para cumplir con la Política y los objetivos
previstos.
• Comprobar el cumplimiento del sistema respecto a los requisitos de la Norma
de Certificación.
Certificación
La manera de garantizar ante terceros que un sistema de gestión está correctamente
implementado y avanzando hacia la mejora es mediante el proceso de certificación
externa.

 Test de Evaluación

Manuel Gallo Gallego

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