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Al finalizar la sexta semana los rebordes de los futuros maxilares superior e inferior son
formaciones macizas, que no muestran subdivisión en labios y encías. La separación de su
respectiva mucosa gingival se produce por una gruesa franja de epitelio llamada lámina labial o
lámina vestibular que se desarrolla próxima a la lámina dental.
PARTE II
El tubérculo impar
Protuberancia epiglótica
Figura 2
Detrás de esta protuberancia se encuentra el orificio laríngeo rodeado por las protuberancias
aritenoides.
La mayoría de los músculos de la lengua se originan de mioblastos de las somitas occipitales, así
la musculatura de la lengua es inervada por el nervio hipogloso (XII par) y la inervación sensitiva
especial (gusto) de los dos tercios anteriores de la lengua es por la cuerda del tímpano del facial.
En la diapositiva AE7-2 y figura 3 corte de microscopio de luz, advierta que la cavidad de la faringe
está dividida en dos partes por la presencia del desarrollo de la lengua situada en el centro del
corte. Con ayuda de la fig. 17-17A y B, (L), ubique las protuberancias que inician su desarrollo: las
protuberancias linguales laterales, el tubérculo impar, la cópula (eminencia hipobranquial) y la
protuberancia epiglótica.
Observe en la Fig. 17-26 (L), que en una etapa posterior la lengua desciende y las crestas palatinas
ascienden colocándose en posición horizontal y se fusionan por arriba de la lengua para formar
el paladar secundario, fig. 17-27 (L), al formarse éste, se pierde la comunicación que existía entre
las fosas nasales y la boca. La formación del paladar secundario conlleva a que las crestas palatinas
también se fusionen con el paladar primario y el tabique nasal y de esa manera se completa la
separación entre la boca y las fosas nasales.
Diap. AE7-4
Se evidencia el tejido linfoide de la amígdala lingual por detrás de las papilas caliciformes, ya que
pertenece a la raíz o porción faríngea de la lengua.
Una vez formado el piso o suelo de la boca a expensas principalmente de la cara interna del
proceso mandibular, la lengua desciende, conjuntamente con el maxilar inferior, y transforma la
cavidad bucal de virtual en real a las nueve semanas. Esto facilita que los procesos palatinos
laterales del paladar secundario se horizontalizen y se fusionen entre sí.
PARTE III
La cavidad bucal, comprende una serie de estructuras que incluyen la lengua, los dientes y sus
medios de sostén (periodonto), las glándulas salivales mayores y menores y las amígdalas.
Cuando los maxilares están en oclusión, los arcos dentarios dividen a esta cavidad en dos partes:
1. El vestíbulo es el espacio que hay entre los labios, las mejillas y los dientes y
2. La boca propiamente dicha, es la porción comprendida por dentro de los arcos dentarios.
En la parte posterior, la entrada a la orofaringe (el istmo de las fauces). Los labios cierran
en la región anterior el orificio bucal.
1. Glándula parótida
2. Glándula submandibular
3. Glándula sublingual
Glándula sublingual: está ubicada bajo la lengua en los pliegues sublinguales del piso de la cavidad
bucal. Tiene varios conductos excretores pequeños; algunos se unen al conducto submandibular y
otros desembocan de forma independiente en la cavidad bucal.
Las glándulas salivales menores se encuentran en la submucosa de la cavidad bucal. (Bucal, labial,
lingual y palatina).
MUCOSA BUCAL
Mucosa de revestimiento
Mucosa masticatoria
Mucosa de revestimiento.
Mucosa masticatoria.
Está formada por la zona de la encía y paladar duro. Esta mucosa recibe todos los roces y fuerzas
que se realizan durante la masticación. El epitelio es plano estratificado no queratinizado; la
submucosa está ausente, por lo tanto, se fija fuertemente al hueso y carece de movilidad.
INVESTIGUE:
2. Clasifique completamente los tipos de epitelios de la mucosa oral. Cuadro página 159 (F)
FUNCIONES DE LA CAVIDAD BUCAL
La cavidad bucal cumple múltiples funciones que van más allá del revestimiento aislante frente al
exterior, estas son:
2. Sensibilidad. Varía mucho de una zona a otra. Es casi nula en el piso de la boca y en la cara
interna de las mejillas, pero muy delicada en los labios, donde se adapta a las necesidades de la
aprehensión y de los contactos externos.
La sensibilidad del velo del paladar se percibe mucho menos, puesto que a su nivel se origina el
reflejo vegetativo de la deglución.
La sensibilidad es más sutil en la lengua, donde es extremadamente fina para las percepciones
táctiles, y que responde, además, a los infinitos matices de las sensaciones gustativas. La
información que proporcionan los receptores de la mucosa bucal es importante para establecer la
posición de la lengua en la cavidad bucal, para la masticación y el habla.
3. Protección. El papel protector de la mucosa no se limita a un tegumento que forma una barrera
impermeable, si no que por la presencia de calprotectina, tiene además un poder bacteriostático
propio. La cavidad bucal tiene además agrupaciones de nódulos linfoides, como las amígdalas
linguales y palatinas que, junto con la amígdala faríngea, constituyen el anillo de Waldeyer que
contornea el orificio bucofaríngeo, además hay formaciones linfoideas difusas diseminadas por
toda la mucosa bucal, especialmente en el contorno de la lengua, en las papilas foliadas, en los
labios, en la lámina propia del surco.
5. Absorción. La capacidad de la mucosa de filtrar ciertos cuerpos hace de ella una buena vía de absorción,
como, por ejemplo, la mucosa de la porción ventral de la lengua, que constituye una interesante vía
sublingual para la administración de medicamentos, como analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos
de uso odontológico. Sin duda, la importancia del sistema venoso en el piso de la boca facilita esa
absorción.
6. Excreción Finalmente, es probable que ciertas zonas de la mucosa tengan poder para eliminar algunos
tipos de sustancias.
LABIOS
La región labial está limitada por arriba, por el tabique nasal, el borde de los orificios nasales y la
extremidad posterior del ala de la nariz; por abajo, por el surco mentolabial, y a los lados, por los
surcos naso y labio genianos.
Diap. AH10-1
Las mejillas o carrillos constituyen las paredes laterales de la cavidad bucal. Hacia adelante están
limitadas por los labios. En su cara cutánea, el surco nasogeniano y el labiogeniano que lo continua
forma el límite anterior.
La superficie externa de las mejillas está cubierta por piel fina. La superficie interna está revestida
por una mucosa (mucosa yugal) lisa, rosada y húmeda. El epitelio es plano estratificado no
queratinizado.
LENGUA
La lengua es un órgano muscular tapizado por mucosa. Fisiológicamente, por sus movimientos,
favorece la trituración de los alimentos, realizado por los elementos dentarios durante la
masticación, y la formación del bolo alimenticio. Su función especial es participar en la percepción
gustativa, al percibir estímulos de los distintos tipos de sabores.
Desde el punto de vista histológico está constituida por: Fig. 8 Lengua
1. Mucosa
2. Submucosa
Con ayuda de la fig. 8 identifique: Las caras o superficies de la lengua con sus epitelios y el tejido
muscular esquelético
Cara o superficie dorsal. Esta mucosa está dividida en dos partes por una línea en forma de V:
1. La que cubre los dos tercios anteriores o cuerpo (zona bucal de la lengua) y
El epitelio que la recubre es del tipo plano estratificado parcialmente queratinizado, la lámina
propia es de tejido conjuntivo laxo. Existe una separación entre la mucosa y la submucosa, que
está formada por tejido conjuntivo denso y firme sobre todo en la punta de la lengua, donde
forma la fascia lingual.
Diap. AH10-2
Diap. AH10-4
En la diapositiva AH10-4, Figs. 16-5C (R)
y lámina 50 págs. 600 y 601, observe las
papilas foliadas se encuentran en
número de 3 a 8 a cada lado de la
lengua (región lateral posterior), son
abundantes en el recién nacido y
escasas en los adultos.
INVESTIGUE:
1. La mucosa que recubre esta porción de la lengua no contiene papilas verdaderas. Las
prominencias que se observan a este nivel dependen de cúmulos de nódulos linfáticos que se
hallan en la lámina propia por debajo del epitelio, formando la amígdala lingual.
La amígdala lingual, junto con las amígdalas palatinas tubáricas y faríngeas constituye el anillo
linfático de Waldeyer. Histológicamente, es importante por ser la primera barrera de defensa
ante las infecciones que tienen a la boca como puerta de entrada. Este anillo linfático se sitúa en la
zona limítrofe entre la boca, las fosas nasales y la faringe.
2. Submucosa. Está formada por tejido conjuntivo denso, a este nivel se encuentran glándulas
salivales menores.
3. Capa muscular. Está formada por fibras musculares estriadas esqueléticas entrelazadas
dispuestos en tres capas: longitudinal, transversal y vertical, Lam. 49, págs. 606-607 (R), las cuales
están insertadas en la submucosa, que permiten una amplia gama de movimientos a este órgano
PISO O SUELO DE LA BOCA
La membrana mucosa de esta parte de la cavidad bucal es muy delgada y está adherida laxamente
a las estructuras subyacentes, para permitir la libre movilidad de la lengua. Tiene un epitelio plano
estratificado no queratinizado y las papilas de la lámina propia son cortas. El tejido conjuntivo
laxo de la lámina propia es muy vascularizado y rico en fibras elásticas.
Es necesario que la boca tenga un techo resistente que permita a la parte anterior de la lengua
(que es más móvil) apoyarse contra él para mezclar y tragar los alimentos.
También es preciso que la mucosa a este nivel esté fuertemente adherida al techo, de tal modo
que no se desplace con los movimientos de la lengua y que resista la intensa fricción a que está
sometida. Esto se logra con un techo de tejido óseo, revestido en su parte inferior por epitelio
plano estratificado queratinizado y una lámina propia de tejido conjuntivo denso, con abundantes
fibras colágenas, más denso en la porción anterior que posterior. En la línea media existe un
reborde óseo al cuál el epitelio queda fijado mediante un tejido conjuntivo de espesor mínimo.
Esta región se llama rafe medio.
INVESTIGUE:
Es la continuación posterior del paladar duro. Sus funciones son diferentes de las de éste, ya que
no tiene que resistir el empuje de la lengua, sino que debe ser móvil, de manera que al deglutir
pueda elevarse y cerrar la nasofaringe, evitando que el alimento pase a la nariz.
Presenta una mucosa con un epitelio plano estratificado no queratinizado, la lámina propia es
muy vascularizada con fibras elásticas que lo separan de la submucosa.
La submucosa es de tejido conjuntivo laxo y posee una capa continua de glándulas mucosas, fig.35
(F)