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DIAPOSITIVAS:
Luisa
Génesis
Stephany
Horianny
Giovanna
ORÍGENES EMBRIOLÓGICOS:
En el centro del extremo cefálico del embrión aparece un su revestimiento ectodérmico una
depresión transversal, ancha y poco profunda, que será el futuro orificio de la boca. Su nombre
es estomodeo, o boca primitiva.
Está situada por debajo de extremo anterior del tubo nervioso y por encima del 1º arco
branquial; encima se encuentra el relieve del cerebro anterior, formado por la prominencia frontal
que es única y medial; por abajo el relieve cardíaco y a los lados está limitado por los procesos o
mamelones maxilares y mandibulares.
El estomodeo es el centro en torno al cual se forma la futura cara. En torno a la depresión del
estomodeo comienzan a formarse mamelones, que son abultamiento del ectodermo rellenos de
mesénquima que al proliferar los van protruyendo a la superficie.
Al final de la cuarta semana, el centro de la cara está formado por estomodeo, al que rodea el
primer par de arcos faríngeos (Fig. 17.5). Cuando el embrión tiene 42 días de vida, se distinguen
cinco prominencias mesenquimatosas: las prominencias maxilares inferiores (primer arco
faríngeo) en posición caudal respecto al estomodeo, las prominencias maxilares superiores
(porción dorsal del primer arco faríngeo) en posición lateral con el estomodeo y la prominencia
frontonasal, elevación ligeramente redondeada en posición craneal con el estomodeo. El
desarrollo de la cara se complementa más tarde con la aparición de las prominencias nasales
(Fig. 17.5). La diferenciación de las estructuras derivadas de arcos, bolsas, hendiduras y
prominencias depende de las interacciones epitelio-mesenquimatosas.
CARA:
Durante las dos siguientes semanas sigue aumentando el tamaño de las prominencias maxilares.
Al mismo tiempo crecen en sentido medial, comprimiendo las prominencias nasales mediales
hacia la línea media. Después desaparece la hendidura entre la prominencia nasal medial y la
maxilar, fusionándose ambas (Fig. 17.23). Entonces el labio superior se forma con dos
prominencias nasales mediales y dos prominencias maxilares. Las prominencias nasales laterales
participan en la creación del labio superior. Tanto el labio inferior como la mandíbula se
desarrollan a partir de las prominencias mandibulares que convergen a través de la línea media,
las prominencias mandibulares, en la 4ª semana, se unen por su extremo medial cada uno con su
homólogo y limitan por abajo y lateralmente el agujero del estomodeo. La mandíbula y el labio
inferior son las primeras estructuras de la cara que se forman. En un principio las prominencias
maxilares y las nasales laterales están separadas por un surco profundo: el surco nasolagrimal
(Fig. 17.22 y 17.23). El ectodermo en el suelo del surco produce un cordón epitelial sólido que se
desprende del ectodermo suprayacente. Tras la canalización, el cordón forma el conducto
nasolagrimal; su extremo superior se ensancha para constituir el saco lagrimal. Tras separarse del
cordón, convergen las prominencias maxilares y las nasales laterales. Entonces el conducto
nasolagrimal va desde la esquina medial del ojo hasta el conducto inferior de la cavidad nasal;
las prominencias maxilares se agrandan para producir las mejillas y el maxilar superior e inferior.
El paladar se genera a partir de 1º, 2º y 3º arcos branquiales, entre la 6 y 12ª semana produciendo
la división de la cavidad buconasal en cavidad bucal y nasal, separando además la boca de la
nasofaringe.
SEGMENTO INTERMAXILAR
A raíz del crecimiento medio de las prominencias maxilares, las dos nasales mediales se fusionan
no sólo en la superficie, sino también en un nivel más profundo. La estructura así creada es el
segmento intermaxilar. Consta de: 1) un componente labial que forma el surco subnasal del labio
superior, 2) un componente del maxilar que sostiene 4 dientes incisivos y 3) un componente
palatino que forma el paladar primario triangular (Fig. 7.24). El segmento intermaxilar se
continúa con la porción rostral del tabique nasal, constituido por la prominencia frontal.
PALADAR SECUNDARIO
Aunque el paladar primario se origina en el segmento intermaxilar (Fig. 17.24), la parte principal
del paladar definitivo consta de dos protuberancias en forma de cresta procedentes de las
prominencias maxilares. Esas protuberancias, llamadas crestas palatinas, aparecen en la sexta
semana del desarrollo y se dirigen oblicuamente y hacia abajo a ambos lados de la lengua (Fig.
17.25). Pero en la séptima semana ascienden para ocupar una posición horizontal por arriba de la
lengua y se fusionan, dando origen al paladar secundario (Figs. 17.26 y 17.27).
Las crestas palatinas primeramente crecen en dirección vertical y caudal, estando al principio
separadas en la línea media por la lengua que está muy desarrollada. A medida que avanza el
desarrollo, la lengua se desplaza hacia abajo y los bordes de los tabiques palatinos tienen espacio
para dirigirse hacia arriba y crecer hacia la línea media, entonces, hacia la 8ª semana, se
horizontalizan creciendo supralingualmente, produciéndose la fusión de ambas crestas formando
el paladar secundario. Alrededor de la 8ª semana se inicia la fusión que acaba de completarse la
12ª.
En la parte anterior las crestas se fusionan con el paladar triangular primario, el agujero incisivo
sirve de línea media entre los paladares primario y secundario (Fig. 17.27B). Al mismo tiempo
que se fusionan las crestas palatinas, el tabique nasal se extiende hacia abajo uniéndose a la cara
cefálica del paladar recién formado (Fig. 17.27).
La formación de los labios se realiza a partir la mucosa gingival en el contorno de los maxilares
de la que se desprende una gruesa franja de epitelio conteniendo mesénquima en su interior
llamada lámina labial. La desintegración progresiva de las células centrales del epitelio de esta
lámina, lo divide y hace posible la aparición del labio. El labio superior en su porción media se
origina a expensas de los procesos nasales internos, y sus proporciones laterales a expensas de
los macizo laterales en la parte que corresponde a las procesos maxilares. En la formación del
labio inferior intervienen sólo los procesos mandibulares.
LENGUA
La formación de las papilas gustativas linguales se inicia hacia el final de la octava semana y está
finalizada la semana 13, localizándose la mayoría en la superficie dorsal de la lengua. Se
originan por la interacción inductiva entre las cc epiteliales de la lengua y las cc nerviosas
gustativas invasoras de la lengua, así como las cc nerviosas gustativas invasoras de la cuerda
timpánica, el glosofaríngeo y el vago. Las primeras en formarse son las papilas foliadas sin
cropúsculos gustativos. Las caliciformes o circunvaladas procedentes del 3º arco están inervadas
por ramos gustativos del nervio glosofaríngeo. Las papilas fungiformes aparecen más tarde,
cerca de las terminaciones de la rama de la cuerda timpánica del nervio facial.
Como la mucosa que recubre el cuerpo se origina en el prime arco faríngeo, la inervación
sensitiva de esta área proviene de la rama maxilar inferior del nervio trigémino. Un surco en
forma de V, el surco terminal, separa el cuerpo de la lengua del tercio posterior (Fig. 17.17B). La
parte posterior –o raíz– de la lengua se origina en los arcos faríngeos segundo y tercero, y en
parte del cuarto. El hecho de que la inervación sensitiva de esta región de la lengua esté inervada
por el nervio glosofaríngeo indica que el tejido del tercer arco rebasa al del segundo.
La epiglotis y la parte del extremo posterior de la lengua están inervadas por el nervio laríngeo
superior, lo cual refleja el desarrollo a partir del cuarto arco. Es probable que algunos músculos
de la lengua se diferencian in situ, pero la mayoría proviene de los mioblastos que se originan en
los somitas occipitales. Así, pues, la musculatura de la lengua está inervada por el nervio
hipogloso.
Es sencilla la inervación sensitiva general de la lengua. El cuerpo está inervado por el nervio
trigémino, es decir, el del primer arco; la raíz está inervada por los nervios glosofaríngeo y vago:
nervios del tercer y cuarto arcos, respectivamente. La inervación sensitiva especial (gusto) con
los dos tercios anteriores de la lengua se obtiene mediante la cuerda timpánica del nervio facial;
el tercio posterior está inervado por el nervio glosofaríngeo.
EMBRIOLOGÍA DE LA FARINGE.
El endodermo que reviste la cara interna de los arcos branquiales se convierte en la mucosa de
la nasofaringe, orofaringe e hipofaringe.
Parte del oído medio se forma de la primera bolsa. El primer surco origina el CAE.
Las amígdalas palatinas son formaciones linfoides pares y simétricas que constituyen el
elemento de mayor tamaño del anillo linfático de Waldeyer, estando pegas contra las paredes
laterales de la orofaringe. Embriológicamente se forman a partir del endodermo de la segunda
bolsa branquial y del mesénquima subyacente a la misma.
Cada uno de estos mamelones endodérmicos en su parte más superficial forman una luz que
serán las criptas amigdalinas. La parte más profunda de los mamelones profundiza en el
mesodermo y participa en la formación de folículos cerrados. Los folículos primarios son
visibles al final de la gestación; sin embargo, la respuesta inmunitaria de las amígdalas no
funciona totalmente hasta el inicio de la vida postnatal
La amígdala lingual se forma en la base de la lengua por detrás del surco terminal. Su
formación se inicia la 9ª semana.
Se forma por un mecanismo similar al que origina la amígdala palatina. La amígdala lingual se
origina a partir de la mucosa endodérmica de la raíz lingual mediante la formación de cortos
canales de invaginación en el mesénquima subyacente que originan las criptas amigdalinas. Las
criptas son luego rodeadas de tejido linfoide y desembocan en forma de cráteres en las
prominencias mucosas.
Anatomía de boca
Anatomia gardner 5ta
CAVIDAD BUCAL
La cavidad bucal (lat. os, oris, boca) está re- vestida por una membrana mucosa, cuyo epite- lio
es del tipo plano estratificado. Aunque este epitelio se queratiniza, las células cornificadas solo
se encuentran en el dorso de la lengua, ei paladar duro y las encías. La cavidad de la boca consta
de una parte externa más pequeña, el vestibulo, y una interna más grande, la cavidad bucal
propia mente dicha.
VESTIBULO
Es el espacio virtual entre los labios y las me jillas hacia afuera, y los dientes y las encias ha cia
adentro. El piso y el techo del vestibulo es- tán formados por la reflexión de la membrana
mucosa de los labios y las mejillas a las encias. El vestibulo presenta los diminutos orificios de
las glándulas labiales. En él desemboca el con- ducto parotideo, frente al segundo molar superior.
Cuando los dientes están en contacto, el vestibulo comunica con la cavidad bucal pro- piamente
dicha sólo por un espacio variable en- tre los últimos molares y la rama ascendente del maxilar
inferior.
Esta cavidad está limitada por delante y a los lados por los arcos alveola- res, los dientes y las
encias. Se comunica hacia atrás con la bucofaringe por medio de un orifi cio llamado istmo de
las fauces (bucofaringeo), limitado a los lados por los pilares anteriores del velo del paladar
(arcos palatoglosos). El techo de la cavidad bucal es el paladar. El piso está ocupado en gran
parte por la lengua, que está sostenida por músculos y otros tejidos blandos en el espacio entre
las dos mitades del cuerpo del maxilar inferior. Estas estructuras blandas forman lo que en
conjunto se llama piso de la boca, e incluyen en particular los dos músculos milohioideos, que
forman el diafrag ma bucal. La cara inferior de la lengua está uni- da al piso de la boca por un
repliegue medio de la membrana mucosa al que se llama frenillo de la lengua cuya extremidad
inferior presenta a cada lado una elevación, la papila sublingual, en la que desemboca el
conducto submaxilar. La glándula sublingual produce una elevación, el pliegue sublingual, en la
mu- cosa a cada lado del frenillo. En este pliegue desembocan la mayor parte de los conductos
sub- linguales.
LABIOS Y MEJILLAS
Los labios son dos pliegues musculofibrosos móviles que limitan la abertura de la boca y se unen
por fuera en los ángulos de la misma. El labio superior presenta externamente en su par- te media
un surco poco profundo, el filtrum, La cara interna de cada labio está unida a la co- rrespondiente
encia por el pliegue medio de la membrana mucosa, el frenillo del labio, Los la- bios están
cubiertos de piel, contienen al músculo orbicular de los labios y las glándulas labiales y están
revestidos por la membrana mucosa. El labio hendido se encuentra con más frecuencia en el
labio superior y en posición paramedia, frecuentemente asociado con paladar hendido. Las
mejillas tienen estructura semejante, у contienen al buccinador y las glándulas bucales. La bola
adiposa bucal cubre a los músculos buccinador y masetero. El conducto parotideo perfora la bola
adiposa y el buccinador y desem- boca frente al segundo molar superior. La unión entre las
mejillas y los labios puede estar seña- lada en el exterior por surco nasolabial a cada lado, que se
extiende hacia abajo y afuera, de la nariz al ángulo de la boca.
PALADAR
Constituye el techo de la boca y el piso de las fosas nasales. Se extiende hacia atrás de tal ma-
nera que forma una división parcial entre las porciones bucal y nasal de la faringe . Está
arqucado en sentido transversal y antero- posterior y consta de dos partes: los dos tercios
anteriores que constituyen el paladar duro o bó veda palatina, y el tercio posterior, el paladar
blando o velo del paladar.
Bóveda palatina
Se encuentra al nivel del axis en el adulto y más arriba en el lactante. Se caracteriza por poseer
un armazón óseo, el paladur óseo, for mado por las apófisis palatinas de los maxilares superiores
por delante y las láminas horizonta les de los huesos palatinos por atrás. El paladar óseo está
cubierto por arriba por la mucosa de las fosas nasales, y por abajo por el mucoperiostio de la
bóveda palatina.
Es un pliegue fibromuscular móvil, unido al borde posterior de la bóveda palatina. Forma una
división parcial entre la nasofaringe por arriba y la bucofaringe por abajo. Actúa ce- rrando el
istmo faringeo durante la deglución y al hablar. Está cubierto principalmente por cpi- telio plano
estratificado, y en su cara anterior se encuentran numerosas glándulas palatinas. También se
pueden observar foliculos linfáti- cos. En la parte posterior se encuentran botones gustativos. El
borde inferior libre del velo del paladar presenta en la linea media una prolon- gación de longitud
variable, la úvula , y se continúa a los lados con dos repliegues llamados pilares anterior (arco
palatogloso) y posterior (arco palatofaringeo) del velo del pa- ladar.
Los pilares del velo del paladar se pueden considerar como intermedios entre la nasofaringe
(considerada como la porción posterior de las fosas nasales) y la bucofaringe. Estas dos ca-
vidades están separadas por un espacio, el istmo faringeo, limitado hacia adelante por el borde
posterior del velo del paladar, a los lados por un repliegue palatofaringeo y hacia atrás por la
cresta faringea.
Músculos del velo del paladar. Estos son el palatogloso, el palatofaringeo, el músculo de la
ůvula, el peristafilino interno (elevador del velo del paladar) y el peristafilino externo (tensor del
velo del paladar).
1. El palatogloso ocupa el pilar anterior del velo del paladar. Se origina en la aponeurosis
palatina y se inserta en la parte lateral de la len- gua y el paladar.
2. El palatofaringeo ocupa el pilar posterior del velo del paladar. Se origina en el borde posterior
del paladar óseo y en la aponeurosis pala tina. En el paladar blando se dispone en dos fasciculos,
interno y externo, separados por el peristafilino interno. Estos fasciculos se unen y entonces el
músculo se inserta en el borde poste rior del cartilago tiroides (palatotiroideo) y en la parte lateral
de la faringe y el esofago (pala tofaringeo propiamente dicho). 3. El músculo de la úvula se
origina en la espina nasal posterior de los huesos palatinos y en la aponeurosis palatina, y se
inserta en la membrana mucosa de la úvula.
4. El peristafilino interno (elevador del velo del paladar) se origina en la cara inferior del peñasco
del temporal, por delante del conducto carotideo, en la vaina carotidea y en el cartilago de la
trompa faringotimpánica. Se inserta en la aponeurosis palatina y en el músculo del lado opuesto.
Los peristafilinos internos y los pala- tofaringeos forman, respectivamente, una espe- cie de
cabestrillo superior insertado en el cráneo y otro inferior insertado en la laringe.
5. El peristafilino externo (tensor del velo del paladar) se origina en la fosa escafoidea de la raíz
de la lámina pterigoidea interna, en la espina del esfenoides y en una cresta situada entre es- tas
dos inserciones. Termina en un tendon que se refleja en el gancho de la lámina pterigoidea
externa, pasa por una hendidura en el origen del buccinador y se inserta en la aponeurosis
palatina. Las fibras más profundas de este músculo sólo unen el gancho de la apólisis pterigoidea
con el cartilago y la pared membra- nosa de la trompa faringotimpánica. La apo- neurosis
palatina es una expansión situada en los dos tercios anteriores del velo del paladar, en la cual se
insertan todos los músculos del pa ladar. Está formada por la expansión del ten- dón del
peristafilino externo y se inse derta en el borde posterior de la bóveda palatina.
Inervación de los músculos del velo del pala- dar. Con excepción del peristafilino externo, se
dice en general que todos los músculos del velo del paladar están inervados por fibras derivadas
de la rama interna del nervio espinal a través del plexo faringeo. También puede haber fibras de
los nervios craneales VII IX y XII. Se dice que el peristafilino interno está inervado por el ner-
vio facial a través del nervio petroso superficial mayor. El peristafilino externo parece estar
inervado en gran parte por el nervio maxilar inferior (quizá a través de la rama para el pteri
goideo interno y por medio del ganglio ótico).
Acciones de los músculos del velo del paladar. Los palatoglosos aproximan los pilares anterio-
res del velo del paladar, y con ello separan la ca vidad bucal de la faringea. Los palatofaringeos
aproximan los pilares posteriores, y por lo tanto separan la bucofaringe de la nasofaringe. El
músculo de la úvula eleva a esta. El peristafilino interno eleva el velo del paladar y lo lleva hacia
atrás, como en la fonación y la succión de liqui dos. Este músculo no sólo es el principal motor
del velo del paladar, sino que (a causa de su inti- ma relación con la trompa faringotimpánica) es
también el principal elevador de la faringe." El peristafilino externo estira o tensa el velo del pa
ladar como en el acto de soplar, y es el encarga do de abrir la trompa faringotimpánica, quizá por
una acción de "bombeo". Tiene poca ac- ción en la articulación del lenguaje, pero se activa
durante la deglución."
LENGUA
La lengua (lat. lingua, gr. glossa) es un órga no muscular situado en el piso de la boca. Se in serta
por medio de músculos en el hueso hioi- des, el maxilar inferior, la apofisis estiloides y la
faringe. Es importante como órgano gustati vo, y en la masticación, la deglución y la articu-
lación del lenguaje. Está formada principalmen- te por músculo esquelético y cubierta en parte
por mucosa. Presenta: 1) una punta y un borde, 2) el dorso, 3) una cara inferior, y 4) una raíz.
1. La punta o vértice de la lengua se aplica por lo general a los incisivos. El borde de la misma se
relaciona a cada lado con las encías y los dientes.
PORCION BUCAL, Esta parte del dorso de la lengua puede presentar un surco medio poco
marcado. La mucosa por lo general está hú meda y presenta color rosado, asi como un as- pecto
aterciopelado debido a la presencia de nu- merosas papilas diminutas. La capa saburral de la
lengua tiene poca relación con los trastornos digestivos, y por lo general se debe a tabaquis- mo,
infecciones respiratorias, fiebre o infeccio- nes bucales," Las papilas linguales son elevaciones
de la lámina propia o corion de la mucosa cubiertas de epitelio. Existen cuatro tipos principales:
a) Las papilas filiformes, las más delgadas y numero- sas, son elevaciones cónicas puntiagudas,
abun- dantes en el dorso de la porción bucal de la len- gua. b) Las papilas fungiformes presentan
una cabeza redondeada y rojiza y una base más es- trecha; por lo general contienen botones
gusta- tivos. Se encuentran en su mayor parte en la punta y el borde de la lengua. c) Las papilas
cir- cunvaladas son las mayores. Su número varia de 3 a 14 (quizá dependiendo de factores
heredi- tarios), y se disponen formando una V por de- lante del surco terminal. Cada una de ellas
es una elevación redondeada, rodeada por un surco profundo y limitada en su periferia por una
pa red o "vallum". En el surco desembocan los conductos de las glándulas serosas, y se encuen-
tran botones gustativos en la papila y el vallum. Los botones gustativos de las papilas circunva
ladas se atrofian en la vejez, pero aparen- tenente hay poca o ninguna disminución de la
sensibilidad gustativa con la edad." d) Las pa- pilas foliadas son una serie inconstante de sur- cos
y elevaciones cercanas a la parte posterior del borde.
PORCION FARINGEA. Esta parte del dorso de la lengua mira hacia atrás, mientras que la de la
porción bucal mira hacia arriba. La base de la lengua constituye la pared anterior de la buco-
faringe, y sólo se le puede inspeccionar con ayuda de un espejo o abatiendo la lengua con una
espátula. La mucosa de la base está despro- vista de papilas visibles, contiene numerosas
glándulas serosas y se ve irregular por la presen- cia de foliculos linfáticos en la submucosa sub-
yacente. A estos folículos se les llama en con- junto amígdala lingual. La submucosa también
contiene glándulas mucosas. La mucosa se con- tinúa con la que recubre las amigdalas palatinas
y la faringe. Por atrás se refleja sobre la cara anterior de la epiglotis (como pliegue
glosoepi-glótico medio) y sobre la pared lateral de la fa- ringe (como pliegue glosoepiglótico
lateral o faringoepiglotico). El espacio situado a cada lado del pliegue glosoepiglótico medio
recibe el nom bre de valécula epigiótica.
3. Cara inferior. La cara inferior de la len- gua sólo se encuentra en la cavidad bucal. Es delgada,
lisa, de color ro- sado y está desprovista de papilas. Está unida al piso de la boca por un pliegue
medio de la mu- cosa, el frenillo de la lengua. Un frenillo corto limita los movimientos linguales,
pero rara vez es factor importante en la articulación defec tuosa del lenguaje. A cada lado del
frenillo se puede ver la vena profunda de la lengua a través de la mucosa. Un pliegue irregular de
la muco- sa, el pliegue franjeado, se observa en el lado externo de la vena. Las glándulas
linguales an- teriores se encuentran en el espesor de la muscu- latura de la lengua en ambos lados
de ésta, cer- ca de la cara inferior y un poco por atrás de la punta. Son del tipo mixto, esto es,
tanto serosas como mucosas, y sus minúsculos conductos de- sembocan en la cara inferior de la
lengua.
4. Raiz. Es la parte de la lengua que descansa sobre el piso de la boca (músculos geniohioideo y
milohioideo). Está unida por medio de músculos al maxilar inferior y el hueso hioides
MUSCULOS DE LA LENGUA
Los músculos que integran la lengua en su mayor parte comprenden las fibras propias de la
misma, los músculos intrinsecos, y también. fibras que se originan en estructuras vecinas, los
músculos extrinsecos. Todos los músculos de la lengua son bilaterales, los de un lado están
parcialmente separados de los del lado opuesto por un tabique medio, que no es una pared divi-
sora fibrosa, sino un complicado entrecruza- miento de los músculos transversos.
Músculos intrinsecos
Los músculos intrinsecos de la lengua se dis ponen en varios planos. Generalmente se clasi fican
como longitudinales superior e inferior, transverso y vertical.
Músculos extrinsecos
2. Hiogloso. Es un músculo cuadrilátero aplanado cubierto en gran parte por el milo- hioideo. Se
origina en el asta mayor y el cuerpo del hueso hioides y se dirige hacia arriba y ade- lante para
insertarse en el borde lateral y cara inferior de la lengua. El nervio glosofaringeo, el ligamento
estilohioideo y la segunda porción de la arteria lingual pasan por dentro de su borde posterior
5. Palatogloso. Ha sido descrito con los músculos del velo del paladar.
Todos los músculos de la lengua (excepto el palatogloso) están inervados por el nervio hipo-
gloso. Es probable que las fibras propioceptivas aferentes de la lengua viajen con el nervio hipo-
gloso más que con el lingual
Acciones de los músculas de la lengua
La principal arteria de la lengua es la lingual (fig. 59-5), rama de la carótida externa. Las ra- mas
de ella que riegan la lengua son las ramas dorsales de la lengua (para la porción faringea) y la
arteria profunda de la lengua. La sangre venosa de la lengua regresa por: 1) Jas venas linguales,
que actúan como venas sa- télites de la arteria lingual y reciben varias venas dorsales de la
lengua, y 2) la vena profunda de la lengua o vena ranina, que se dirige hacia atrás, cubierta por la
mucosa al lado del frenillo (donde se le puede observar en el sujeto vivo) y, después de cruzar la
cara externa del hiogloso, se une con la vena sublingual (proveniente de la glándula sublingual)
para formar la vena satéli- te del nervio hipogloso, que termina en la facial, la lingual o la
yugular interna. Todas estas ve- nas terminan, de manera directa o indirecta, en la vena yugular
interna.
Los dos tercios anteriores de la lengua están inervados por: 1) el nervio lingual (del maxilar
inferior) para la sensibilidad general, y 2) la cuerda del tímpano (rama del facial que acom- paña
al nervio lingual) para el gusto. El tercio posterior de la lengua y las papilas circunvaladas están
inervados por la rama lin- gual del nervio glosofaringeo para la sensibili- dad general y el gusto.
También contribuyen una pequeña rama lingual del nervio facial (gusto) y, cerca de la epiglotis,
la rama laringea interna del vago (sensibilidad general y gusto). Por ello, los nervios craneales
relacionados con el gusto son el VII, el IX y el X.
Se ha afirmado que todos los impulsos gusta- tivos procedentes de la parte anterior de la lengua
pasan del nervio lingual a la cuerda del tim- pano y de aqui al nervio intermediario del ner- vio
facial. Algunos investigadores creen que, en algunas personas, las fibras gustativas aban- donan
la cuerda del timpano, pasan por el gan- glio ótico y el nervio petroso superficial mayor, y por
esta via alcanzan el nervio intermediario.
Estudio anatómico de la faringe
La faringe se extiende desde la base del cráneo hasta la embocadura del esófago,
aproximadamente a la altura del cartílago cricoides. Su extremidad inferior se corresponde con el
cuerpo de la sexta vértebra cervical.
La longitud de la faringe en el adulto es, por término medio, de 14 cm. Este embudo muscular
revestido de epitelio se halla por delante de la superficie anterior de la columna vertebral y de los
músculos prevertebrales. Entre la columna cervical y las fascias, situado entre estas y los
músculos de la faringe, se encuentra un plano de deslizamiento llamado espacio retrofaríngeo,
ocupado por tejido conjuntivo con largas fibras de unión. Este plano de deslizamiento y, sobre
todo, el espacio parafaríngeo lateral, permiten al órgano un desplazamiento de varios
centímetros. La pared de la faringe posee una formación similar a la de todos los órganos
tubulares. En ella se distingue una mucosa con su correspondiente submucosa, una capa
muscular y una adventicia que reviste a esta última, la fascia faríngea. La pared posterior y las
laterales del órgano están constituidas por los músculos constrictores y elevadores de la faringe,
que estrechan y dilatan el tubo faríngeo.
Al nivel del techo óseo de la faringe (superficie de la porción basilar del occipital), la mucosa
faríngea esta íntimamente unida con la membrana faringobasilar. En la nasofaringe hallamos un
epitelio respiratorio con glándulas mixtas de tipo mucoso, ubicadas en la submucosa. La faringe
está interrumpida en su pared anterior por 3 aberturas. Por arriba existe la comunicación con las
fosas nasales; en el centro, con la cavidad bucal, y por abajo, con la entrada de la laringe. Estas
aberturas de la faringe determinan su división en 3 pisos:
El hioides abarca por delante y lateralmente la faringe, en los límites entre la orofaringe y la
laringofaringe. Es una porción esquelética móvil adscrita a 3 órganos: lengua, faringe y laringe.
La extirpación del cuerpo del hioides no produce alteraciones en la fisiología faríngea.
Nasofaringe
La nasofaringe está limitada hacia adelante por las coanas, es decir, las aberturas posteriores de
las fosas nasales. Por debajo de las coanas, la pared anterior de la nasofaringe, durante la
respiración, está constituida por el paladar blando. En el momento de la deglución la nasofaringe
queda ocluida por la posición horizontal del paladar, a causa de la acción de los músculos
elevadores y tensores del velo del paladar; el límite superior está formado por la base del cráneo
(la porción basilar del hueso occipital y la pared inferior del esfenoides).
La nasofaringe en el niño pequeño tiene poca dimensión, mientras que la pared ósea sobre la que
se apoya el adenótomo para la extirpación de las adenoides, es muy gruesa. Cuando el seno
esfenoidal está muy desarrollado, esta pared resulta muy delgada en su parte anterosuperior, por
lo que se requiere un mayor cuidado al realizar el apoyo instrumental. En los niños el tejido
linfoideo de la nasofaringe constituye una amígdala faríngea de gran tamaño. En la nasofaringe
la pared lateral adquiere gran importancia por la desembocadura de la trompa de Eustaquio, cuya
abertura recibe el nombre de orificio faríngeo de la trompa. Este se halla a 0,5 cm por detrás y un
poco por encima de la extremidad posterior del cornete inferior, y al mismo plano del borde del
vómer.
En los recién nacidos, la abertura de la trompa se halla al nivel del suelo de las fosas nasales. A
esta abertura la limita por atrás el relieve tubario (torus tubarius), constituido por la prominencia
del cartílago.
Los pliegues mucosos, que desde el relieve tubario se dirigen hacia abajo, están formados por el
músculo salpingofaríngeo. Entre el relieve tubario prominente, la pared posterior de la faringe y
el techo de la nasofaringe se observa una fosa lateral delgada, la fosilla de Rosenmülller, en la
que se encuentra la amígdala tubaria, imposible de diferenciar frente a una amígdala faríngea de
gran tamaño. La magnitud de los recesos faríngeos de Rosenmüller depende principalmente de la
prominencia del cartílago tubario.
Todos los procesos expansivos de la nasofaringe pueden ocluir la abertura nasal de la trompa;
aun cuando su tamaño no sea excesivo son capaces de conducir, en la profundidad de la fosa de
Rosenmüller, a fenómenos de compresión en la zona subasilar de la trompa.
Orofaringe
La orofaringe comprende el espacio que va desde el paladar blando hasta un plano horizontal,
trazado al nivel del borde superior de la epiglotis. El límite anterior está constituido por el istmo
de las fauces. La fosa amigdalina, ubicada entre los pilares palatofaríngeo y palatogloso,
acompañada de la amígdala palatina, constituye un área de transición entre la boca y la faringe;
la valécula epiglótica, situada entre la epiglotis y la base de la lengua, y la amígdala lingual están
incluidas todavía dentro del área orofaríngea.
Laringofaringe
A los lados de la faringe se encuentran grandes ampliaciones sacciformes que reciben el nombre
de senos piriformes, las cuales se utilizan durante los movimientos faríngeos y, sobre todo, para
función de las vías digestivas. Su revestimiento mucoso limita por dentro con el cartílago
cricoides, y por fuera, con el asta mayor del hioides, al nivel de la membrana cricotiroidea y en la
porción interna del cartílago tiroides. Las paredes posteriores y laterales de la laringofaringe
están formadas por el poderoso músculo constrictor inferior de la faringe. La pared posterolateral
de la laringofaringe está constituida por una capa muscular longitudinal relativamente delgada y
de dimensión triangular, el llamado triángulo de Laimer, que puede sufrir una eventración en los
individuos con debilidad del tejido conjuntivo y formar así un divertículo laringofaríngeo.
Arterias
La faringe está irrigada principalmente por la arteria faríngea ascendente, que cursa por ambos
lados del órgano, emitiendo numerosas ramas musculares a lo largo de su trayecto. Estos
elementos vasculares se desprenden de la porción baja de la arteria carótida externa. En la parte
inferior encontramos ramas procedentes de la tiroidea superior.
Participa también en la irrigación la arteria palatina ascendente con sus ramas, que procede de la
arteria facial, la que a su vez deriva de la arteria carótida externa. Por otra parte se encuentran
ramas de la arteria palatina descendente, originada en la arteria maxilar interna.
Venas
La circulación de retorno se produce a partir del plexo venoso faríngeo, unido a ambos lados de
la cara dorsal de la faringe, que drena en las venas faríngeas y estas, en las venas yugulares
internas.
Inervación
La faringe está inervada por los nervios glosofaríngeo y vago; parcialmente por el nervio
laríngeo superior y, en parte, también por el laríngeo inferior, así como por el simpático y el
nervio accesorio; estos nervios forman el plexo nervioso faríngeo que está situado sobre la pared
posterior del órgano. La inervación motora de los músculos elevadores y constrictores de la
faringe se realiza a través de los nervios glosofaríngeo y vago, el constrictor superior de la
faringe está inervado por el glosofaríngeo, mientras que el constrictor medio y el inferior reciben
sus nervios de la porción vagal del plexo faríngeo (nervio laríngeo superior y en parte, el nervio
laríngeo inferior).
El velo del paladar y el área de la amígdala palatina están inervados desde arriba por fibras
procedentes de la segunda rama del trigémino (nervios palatinos posteriores), mientras que el
lecho tonsilar y la valécula reciben inervación del vago (rama del nervio laríngeo superior o
ramillas procedentes del plexo faríngeo); en el polo inferior de la amígdala encontramos ramas
del nervio glosofaríngeo. Sus ramas terminales penetran también en la raíz de la lengua.
Amígdalas
De acuerdo con la localización, las amígdalas se dividen en palatina, faríngea, tubaria y lingual.
Amígdala palatina
En el niño pequeño puede ser de gran tamaño y hallarse alojada en una fosa amigdalina plana,
por lo que su gran magnitud hace que se proyecte ampliamente en el istmo de las fauces; no
obstante, en la mayoría de los casos se encuentran amígdalas engastadas, que desaparecen en
gran parte en una profunda fosa amigdalina por detrás del arco palatino anterior. El pliegue
triangular aparece, por su parte superior, como una estructura delgada en la pared posterior del
pilar palatino anterior, donde forma un ángulo agudo pronunciado y se inserta por abajo, con
mayor amplitud, en la base de la lengua.
La amígdala palatina presenta una superficie libre revestida por un epitelio estratificado plano
húmedo, al nivel del cual se encuentran fosillas de distribución y conformación irregular (criptas
amigdalinas) que penetran en la profundidad del órgano. La amígdala está aislada de los tejidos
de la vecindad por medio de una lámina conjuntiva, la llamada cápsula amigdalar, que emite
tabiques hacia el tejido del órgano. Por fuera de la cápsula amigdalar se halla un tejido
conjuntivo periamigdalino.
La amígdala faríngea se encuentra en el techo de la nasofaringe; está formada por varios relieves
de disposición longitudinal que, a diferencia de las amígdalas palatinas, se hallan separados entre
sí simplemente por hendiduras planas. Desde el punto de vista histológico, la amígdala faríngea
muestra la misma constitución linforreticular que la amígdala palatina, aunque recubierta por un
epitelio. seudoestratificado cilíndrico ciliado y algunos islotes de epitelio estratificado plano.
Hacia afuera la amígdala faríngea está delimitada por una delgada cápsula conjuntiva. La
amígdala tubaria tiene la misma constitución linforreticular. Cuando la tonsila faríngea es muy
externa, resulta imposible su separación de la tubaria.
Amígdala lingual
La amígdala lingual se halla en la base de la lengua, entre el surco terminal y la valécula, situada
por delante de la epiglotis. Posee criptas breves y finas, revestidas por un epitelio estratificado
plano no queratinizado. Estas criptas digitiformes están rodeadas de tejido linforreticular, una
cápsula conjuntiva con algunas soluciones de continuidad que delimitan a la amígdala lingual.
Las criptas y la envoltura linforreticular son calificadas con el nombre de folículos linguales; la
amígdala lingual está constituida por una gran cantidad de estos folículos. Por lo demás, su
estructura histológica es igual a la de la amígdala palatina.
EXPLORACIÓN CLINICA
AMNAMNESIS
EXAMEN FÍSICO
La boca, cavidad oral y lengua son las regiones más accesibles del paciente para
examen clínico y pueden revelar enfermedades locales significativas.
Labios
Para la exploración de los labios se debe realizar una inspección estática y una
dinámica.
Encías
Primero se le pide al individuo que retire cualquier dispositivo dental, luego se evalúa la
mucosa gingival con la ayuda de una lámpara adecuada y un abatelenguas o depresor lingual.
Se debe observar el color, por ejemplo, en las intoxicaciones por metales es posible advertir
unas líneas azules. La inflamación de las encías puede deberse al escorbuto, asimismo,
busque tumoraciones o (pacientes fumadores sobre todo de pipa o puro) marcas de prótesis
dentarias.
Dientes
Se le debe pedir al paciente que cierre los dientes y separe los labios, de modo que pueda
observar la oclusión de los dientes. La oclusión es correcta cuando los molares superiores se
apoyan directamente sobre los inferiores y los incisivos superiores sobresalen ligeramente por
delante de los inferiores. La protrusión de los incisivos superiores o inferiores, la ausencia de
solapamiento de los incisivos superiores sobre los inferiores y la existencia de piezas dentarias
posteriores que no coinciden con sus homólogos del otro arco dentario son signos de
maloclusión.
Posteriormente, comprobamos las piezas dentarias, iniciando por las que son más
accesibles, como los incisivos, revisamos el número, la forma y el tamaño de cada uno de los
dientes. Se determina el número de caries, así como anormalidades en la dentición por
insuficiencia en el desarrollo y reducción en su tamaño por desgate.
Debemos asegurarnos de que los dientes están firmemente anclados, comprobando cada
uno con un depresor de lengua.
La percusión se utiliza en piezas dentarias, con el objeto de encontrar alguna pieza
dentaria dañada o algún absceso apical, si se presenta dolor.
Carrillos
Para evaluar la mucosa de los carrillos se retrae la mejilla con el abatelenguas, evaluamos
el color, la superficie. Se describe cualquier anormalidad y se debe buscar el orificio del
conducto de Stenon.
Se debe realizar la palpación bimanual con los dedos índices y medio de la mano derecha
enguantada y los pulpejos de los dedos de la mano opuesta, para realizar la palpación de los
carrillos, si se aprecian tumoraciones o quistes de retención.
Glándula parótida
Cuando la región anterior al trago esta abultada, debe evaluarse si se continua con la
masa inferior, como en la tumefacción parotidea, o discontinua, como en la tumefacción de un
ganglio linfático preauricular. La hinchazón de la glándula parótida se observa frente al trago y
el lóbulo auricular y detrás de la región inferior de la oreja; empuja el pabellón hacia afuera. Le
pedimos al paciente que muerda fuerte para tensar el musculo masetero; palpamos contra el
musculo rígido para determinar la extensión, consistencia e hipersensibilidad de la masa.
También palpamos para buscar crecimiento detrás de la rama mandibular, que siempre está
presente en el agrandamiento parotideo. Se palpa el conducto parotideo en busca de un
cálculo. El conducto normal es lo suficiente grueso como para que se perciba cuando se hace
rodar contra el masetero tenso. Se inspecciona el orificio del conducto parotideo; mientras se
observa el orificio, se presiona la mejilla para buscar secreción desde el conducto. Con un dedo
enguantado palpe el orificio y en dirección posterior para buscar cálculos y otras masas.
Articulación temporomandibular
Lengua
En seguida se inicia la palpación del piso de la boca, que será bimanual (la mano debajo
de la mandíbula toca la glándula submaxilar y la “pelotea” con la mano contralateral) también
se palpan entre los dedos de ambas manos, las estructuras sublinguales en busca de “litos” o
piedras del conducto de la glándula submaxilar, ya que es la glándula con mayor frecuencia de
litos, por último, se pueden palpar cálculos o tumoraciones de estas glándulas. También
buscando el drenaje cuando la masa se presiona en el triangulo submandibular.
Para evaluar la secreción de saliva, coloque un algodón seco bajo la lengua, pida al
paciente que de un sorbo de jugo de limón y luego se retire el algodón y observe el flujo salival
a partir de cada orificio.
Paladar
Amígdalas
Orofaringe
Se debe sostener un abatelenguas con el pulgar debajo y el índice y el dedo medio arriba.
Se le pide al paciente que relaje la punta de la lengua detrás de los incisivos inferiores.
Presionamos el punto medio del dorso lingual hacia abajo y adelante con el extremo del
abatelenguas al deprimir la parte media con dos dedos, mientras el pulgar empuja hacia arriba
el otro extremo. Estabilizamos la mano izquierda con los dedos anular y menique en la mejilla
del paciente, quien debe respirar a un ritmo constante por la nariz y mantener la boca abierta.
La presión mas posterior causa nauseas, mientras que la presión en posición anterior ocasiona
abultamiento posterior. Una vista óptima quizá requiera colocar varias veces el abatelenguas de
modo transversal en el punto medio.
Para estudiar la movilidad del paladar blando se pide al paciente que diga “sah”,
Cuando el paciente vocalice, observe la elevación simétrica del paladar blando, mientras la
úvula permanece en la línea media. Esta maniobra también permite explorar los nervios
glosofaríngeo y vago. La ausencia de elevación bilateral del paladar blando al vocalizar puede
deberse a parálisis del vago, en cuyo caso la úvula se desviará hacia el lado del nervio no
afectado.
Nasofaringe
Es necesario utilizar un espejo o una lámpara que se fija a la cabeza del examinador
para iluminación. Se entibia un espejo retronasal núm. 0 en agua caliente; se toca con la mano
para verificar la temperatura. Se Deprime la lengua como en el examen orofaringeo e inserte la
hoja desde el ángulo de la boca. El espejo se sostiene como lápiz, con la mano del examinador
contra la mejilla del paciente. Inserte el espejo desde el lado opuesto al abatelenguas; el espejo
se mantiene recto y debe evitar el contacto con la lengua, el pala dar y la úvula. Se Coloca el
espejo detrás de la úvula cerca de la pared faríngea posterior; giramos hacia arriba, se enfoca
la luz sobre él y ajustamos para ver las coanas. Se debe localizar el extremo posterior del
tabique nasal, el vómer, en la línea media. Se Identifica el meato medio; el pus que drena en
dirección posterior desde esta región proviene solo del seno maxilar.
El meato inferior no se visualiza bien desde atrás. Los orificios de las trompas auditivas (de
Eustaquio) están detrás y en posición lateral al meato medio. El orificio es pálido o amarillo y
tiene un diámetro aproximado de 5 mm. Las trompas están cerradas, excepto al deglutir y al
bostezar. Buscamos la amígdala faríngea (adenoides) que cuelga desde el techo hacia la fosa,
e inflamación, exudado, pólipos y neoplasias en la nasofaringe, la úvula y el paladar blando.
Hipofaringe
Se puede explorar de manera indirecta (espejo) o mediante instrumentos ópticos. La
hipofaringoscopia indirecta Se realiza con espejo y representa el examen básico de la
hipofaringe. El método de exploración es similar al descrito para la orofaringe sin olvidar pedirle
al paciente que pronuncie la letra “e” o “i”, lo que permite ver la movilidad de la laringe, a la vez
que abre la hipofaringe.
HALLAZGOS NORMALES
Labios: Los labios deben ser rosados y simétricos ya sea en el eje vertical como en el
horizontal y tanto en reposo como en movimiento. El borde neto entre los labios y la piel de la
cara no debe estar interrumpido ni desdibujado por lesiones; la piel de los labios debe ser lisa,
suave y sin lesiones.
Mucosa bucal: La mucosa bucal debe ser de color rojo rosado, suave y húmeda; la
desembocadura del conducto de Stenon debe aparecer en forma de una pequeña protrusión
blanco-amarillenta o blanco-rosada, alineada aproximadamente con el segundo molar superior.
Dientes: Presencia de todas las piezas dentales o prótesis (de la arcada superior o la inferior),
sin signos de desgaste, escotaduras o caries, firmemente anclados, oclusión adecuada.
Descripción Semiológica
Labios simétricos, sin lesiones, encías indemnes, mucosa oral húmeda, dentadura completa,
sin presencia de caries, lengua central, eutrófica y simétrica, arcos palatinos sin alteraciones
con presencia de amígdalas eutróficas, úvula central.
En orofaringe también hay que hablar de: amígdalas palatinas, anillo linfático de Waldeyer (qué
es, cómo está constituido, particularidad).
Anillo de waldeyer
Debido a la composición linfoide del anillo de waldeyer su función se atribuye a recoger
información de todas las partículas extrañas que entran al organismo ya sea por vía aérea o
digestiva.
Las funciones del anillo linfático de Waldeyer pueden ser resumidas en:
- Constituyen una zona de contacto directo con antígenos del medio ambiente y con agentes
patógenos.
- Emisión de linfocitos con inmunidad recién activada hacia la cavidad oral-digestiva, dándose
así una migración linfocitaria-
Por otra parte, fue Fioretti quien definió la unidad funcional de la amígdala como
“criptolinfona”, formada por un folículo linfoideo, su área parafolicular y el epitelio críptico
denominado linforeticular. Este epitelio está constituido por una mezcla de células epiteliales,
células mononucleares, macrófagos y células dendríticas. Su función está dirigida al análisis
del antígeno con el que toma contacto, siendo las células M (células de membrana) las
iniciadoras del proceso, puesto que su función va dirigida a captar y facilitar tanto la
penetración como el transporte del antígeno, para el consiguiente procesamiento por otras
células especializadas. La morfología de este epitelio es tubulovesicular, con tramos
intraepiteliales que permite que el antígeno penetre directamente desde el exterior y se ponga
en contacto con la célula diana efectora. Se conoce, que ésta es una capacidad inherente al
anillo de Waldeyer y no ocurre en otras organizaciones linfoides, como en los ganglios linfoides
pues a ellos acceden los antígenos a través de los vasos linfáticos aferentes.
Histológicamente este parénquima amigdalar está formado por células T tanto en el área
extrafolicular como en el epitelio linforeticular, siendo en condiciones normales más abundante
la población helper que la supresora. En los centros germinales también hay células T, pero
sólo de la variante helper.
La captación y presentación del antígeno es llevado a cabo por las células M, los
macrófagos, células dendríticas, células interdigitantes, linfocitos, células epiteliales y
endoteliales HLA-DR+. Aun así, se sabe que las células dendríticas, ricas en determinantes
antigénicos, son las que verdaderamente procesan el antígeno a nivel amigdalar, permitiendo
así que se inicie la respuesta inmune. Dicha respuesta, se consigue por la liberación de
diversas proteínas, que ponen en marcha los mecanismos necesarios para que las células
linfoides se transformen en células efectoras capaces de efectuar su función
inmunocompetente.
FISIOLOGÍA
Según los estudios que se han realizado sobre el anillo linfático de Waldeyer, todos
coinciden en su papel inmunocompetente como primera línea de defensa en nuestro
organismo.
Se ha constatado la producción de inmunoglobulinas y la secreción de subtipos de éstas al
exterior, concretamente de la IgM y la IgA. Su función radica en proteger la mucosa del tracto
Aerodigestivo de agresiones externas. Para que estas inmunoglobulinas sean eficaces es
necesario su unión a un polipéptido de bajo peso molecular denominado cadena J, sintetizado
por las células epiteliales y cuya misión radica en permitir la unión de dichas inmunoglobulinas
a su receptor celular. Es así como la presencia de los diferentes subtipos de IgA y de IgM,
permiten aumentar la capacidad de defensa de la mucosa aerodigestiva hasta la porción
inferior del intestino, puesto que son resistentes a la acción proteolítica de los jugos gástricos.
Para que dicha acción se lleve a cabo, es necesario que en los folículos secundarios
tenga lugar tanto la producción como la diferenciación de la célula B en inmune, o en célula
con capacidad sintetizadora de inmunoglobulinas, hecho que se da a partir de las dos semanas
de vida postnatal.
- Estimulación de la génesis y diferenciación de las células B por parte del tejido linfoide
que posee la mucosa, siendo su resultado la producción de anticuerpos y células de
memoria.
- Refuerzo de la barrera mucosa, tanto por la secreción de los anticuerpos como por la
producción de células generadoras de cadenas J.
Así se potencia la capacidad de defensa de las mucosas del tracto aerodigestivo
superior, estimulando la inhibición en la captación de antígenos solubles y bloqueando la
colonización del epitelio de la mucosa por bacterias; de hecho, la IgA secretada actúa
aglutinando a las bacterias e inhibiendo su adherencia al epitelio, junto con una actividad
Antiviral.
No obstante, esta función defensiva del anillo de Waldeyer se potencia y amplifica
mediante la participación de todo el sistema inmune así como con la ayuda de métodos
sistémicos de defensa inespecíficos, tales como el sistema del complemento, fagocitos y la
Liberación de mediadores por parte de las células que participan en la respuesta inflamatoria.
Ahora bien, de no funcionar la coordinación de todos estos factores, se produciría en ella
asiento de la patología correspondiente.
.
Tipos de amígdalas
Amígdala: es una masa de tejido linfoide que contiene centros reactivos o germinales
constituidos por folículos linfáticos secundarios y se relaciona con una superficie epitelial de la
faringe ubicados desde mucosa faríngea hasta el istmo de las fauces o entre los pilares
anteriores y posteriores de la faringe.
Amígdalas palatinas: son dos masas de tejido linfoide una a cada lado de la orofaringe. Cada
una de ellas alojadas en el segmento anterior de la fosa amigdalina. Se considera el
componente linfoide de mayor tamaño que constituye el anillo de waldeyer contiene una
cápsula que lo envuelve cubierta por un epitelio estratificado de queratinocitos que se introduce
y ramifica en el espesor de la amígdala dando la apariencia superficial de criptas además dicho
epitelio se modifica en las zona denominada criptas amigdalinas que son hendiduras revestidas
de epitelio plano estratificado por debajo del cual hay folículos linfáticos que dada su
composición de células epiteliales, queratinocitos modificados llamados células M o de
membrana, células mononucleares, macrófagos y células dendríticas foliculares, pasa a
denominarse epitelio linforeticulado o criptoreticular La amígdala está aislada de los tejidos
adyacentes por medio de una lámina conjuntiva, la llamada cápsula amigdalar, que emite
tabiques hacia el tejido del órgano. Por fuera de la cápsula amigdalar se halla un tejido
conjuntivo periamigdalino.
Polo superior: irrigado por lá artéria palatina superior o descendente (rama directa de la maxilar
interna
Tercio medio: irrigado por la arteria faríngea ascendente ( rama de la carotida externa)
Polo inferior: irrigado por las ramas tonsilares de las arterias lingual, facial y palatina
ascendente.
El retorno venoso: tiene lugar a través de la vena lingual y la vena faríngea que desembocan en
la vena yugular interna.
inervación: está inervada por ramas procedentes del nervio glosofaríngeo y el nervio palatino
menor procedente del ganglio esfenopalatino.
Amigdala tubarica o amigdala de Gerlach: está compuesta por tejido linfoide que se
considera prolongación de los nódulos linfoides de la amígdala faríngea. Se encuentra en la
submucosa del orificio faríngeo de la trompa de Eustaquio y en la fosa de Rosenmüller.
Fisiopatología, germen, cómo actúa el germen, síntomas, Examen físico, dx, tto. Hallazgos
patognomónicos. C/u
La palabra afta significa “quemadura” y procede del griego Aphtay ( Aphta, en latín). La lesión
elemental es una úlcera primaria, dolorosa que viene precedida por un pequeño eritema. Se
define como “una pérdida de sustancia de la mucosa, aguda, inicialmente necrótica, dolorosa y
recidivante.”
La Estomatitis Aftosa Recidivante (EAR), conocida vulgarmente como “aftas”, son
lesiones ulcerosas de etiología desconocida, constituidas por erosiones de histología
inespecífica y tratamiento sintomático.
Epidemiología.
Las aftas son una de las lesiones más frecuentes de la cavidad bucal con una prevalencia entre
el 5 y 80% de la población. Se presenta con gran frecuencia entre niños y adolescentes,
especialmente entre los 10 y 19 años de edad.
• Aftoides: Son úlceras producidas generalmente por virus. Se inician como vesículas y
evolucionan a úlceras. Su etiología es conocida luego no son auténticas aftas.
Clasificación clínica:
Por las manifestaciones clínicas, se establecen tres tipos de aftas, menores o leves, mayores o
graves y ulceraciones herpetiformes recidivantes o estomatitis aftosa recidivante.
Diagnostico:
Fundamentalmente clínico. Las características clínicas de cada lesión serán la base para el
diagnóstico diferencial con otras patologías que cursan con ulceraciones de la mucosa bucal.
Cada úlcera debe ser biopsiada si no cicatriza en un lapso de 15 días ¿Por qué biopsiar? Si
una úlcera no cicatriza en ese periodo da un indicativo de una neoplasia, es por eso que
debemos estar seguros que las condiciones de ese tejido esta normal; en caso contrario
estamos obligados en tomar la actitud profesional adecuada al caso.
Los exámenes de laboratorio como las pruebas de sangre servirán para descartar alteraciones
hematológicas o de índole sistémica y poca cosa más a pesar de los aumentos de
inmunoglobulinas y de los anticuerpos antimucosos descritos.
Tratamiento:
Antisépticos: Digluconato de Clorhexidina, en concentración al 0’12-0’20 % como colutorio o en
forma de gel al 1%. El colutorio se usará para realizar enjuagues tres veces al día tras las
comidas y el gel se aplicará tres veces al día sobre las lesiones. Evita la sobre infección de la
úlcera acelerando su curación.
Antibióticos: Tetraciclinas, 250 mg de tetraciclinas disueltos en 10 ml de agua. La solución se
mantiene en la boca como enjuague. Es muy útil en la forma herpetiforme.
Corticoides tópicos: en la actualidad son la mejor ayuda en el tratamiento de la estomatitis
aftosa. Se usan en forma de colutorios, pomadas, geles, aerosoles, infiltraciones perilesionales
o comprimidos que se disuelven en la boca.
Acetónido de Triamcinolona al 0’05-0’1% en orabase o en solución acuosa
Propionato de Clobetasol al 0’025% en orabase
Fluocinolona al 0’05-0’1% en orabase
Las infiltraciones perilesionales están indicadas en las aftas mayores, muy dolorosas y con
lenta cicatrización. Se usa un preparado de Triamcinolona (0’5 mg por 2’5 cm2 de lesión = 25
mg/ml).
Complicaciones:
Estomatitis Aftosa
La palabra afta procede del término griego “Aphtay” y significa quemadura y su
definición histopatológica es una vasculitis de pequeños vasos. Es una lesión
vesiculosa que se manifiesta por una vasculitis de pequeños vasos donde hay
aparición de vesículas superficiales amarillentas que dejan ulceraciones grisáceas
rodeadas por eritema al romperse.
PERIODOS Las aftas se definen como un estado vesículo-ulceroso sobre una base
eritematosa y fondo amarillento y pasan por una serie de periodos.
1. PERIODO VESICULOSO Es un periodo difícil de visualizar durante el cual,
el afta presenta un diámetro de 2 a 5 mm y elevación del epitelio que recubre
un punto amarillento rodeado por un halo eritematoso y pasados 2-3 días
aparece una cierta opacidad.
2. PERIODO ULCEROSO Ocurre tras el desgarro del techo epitelial (1). El
fondo presenta detritus celulares y fibrina e infiltrado de neutrófilos en los
márgenes y en profundidad. Durante este periodo, proliferan los fibroblastos
en la base y empieza la angiogénesis. A su vez, el tejido de granulación va
rellenando el fondo y la mucosa que rodea la vesícula se hunde. Es un periodo
muy doloroso, durante el cual los pacientes refieren sensación de quemazón,
dificultad en masticación, deglución e incluso fonación. Pueden darse
linfadenitisregionales.
3. PERIODO DE CICATRIZACIÓN La úlcera se limpia y reepiteliza sin dejar
cicatriz.
Etiología se relaciona con:
• Deficiencias vitamínicas: Algunos alimentos pueden desencadenar un brote de
aftas (16). Entre estos, se han descrito la leche de vaca, el chocolate, queso,
crustáceos, café, cereales, frutos secos e incluso la piel del tomate y la harina
(contiene gluten) y, además, se han observado mejorías clínicas en pacientes
con aftas recurrentes al excluir determinados alimentos de la dieta
• alteraciones gástricas.
• Tabaquismo: Los pacientes que sufren aftas recurrentes suelen ser no
fumadores (19). La incidencia de aftas es menor en fumadores debido a la
hiperqueratinizaciónque produce el tabaco. Se ha observado que en pacientes
que dejan de fumar la incidencia de aftas aumenta, mientras que en los que
retoman el tabaco ésta se controla (20). Además, se ha observado que aquellos
pacientes en terapia antitabaco (reemplazo de la nicotina), la incidencia de
aftas es menor que los que no siguen ninguna terapia
• factores víricos y bacterianos: Estos actuarían como sobreinfección de la
mucosa previamente ulcerada. El origen viral no ha sido demostrado, además,
histológicamente, no se observa una degeneración balonizante y reticular
característica del herpes. En cuanto a la presencia de bacterias, se ha
observado más frecuentemente en pacientes con dispepsia. Un alto porcentaje
de aftas en pacientes en los que se erradicó helicobacter pylori
• Factores endocrinos: En etapas premenstruales se ha descrito una mayor
frecuencia de aparición de las aftas y, en cambio, una disminución en los
primeros meses de embarazo. Algunos autores sugieren que en algunos
pacientes éstas disminuyen durante el tratamiento con contraceptivos orales o
durante el embarazo (22). Otros no encuentran asociación alguna entre la
aparición de aftas y la menstruación, embarazo o menopausia
• Afecciones sistémicas (como la enfermedad de Behçet, la enfermedad de
Crohn, la colitis ulcerativa crónica y el esprue celiaco). Asimismo, se ha
notificado un nexo con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
• Predomina en el sexo femenino
• Herencia: Uno de los primeros autores en estudiar la heredabilidad de las aftas
recurrentes fue Ship y col. Estos observaron, tras el estudio de 815 familias,
que más del 45% de pacientes con aftas recurrentes tenían parientes de primer
grado afectados y que era más severo y aparecían más temprano en pacientes
con historia familiar que aquellos que no la tenían. Aunque los autores no
descartan una posible herencia recesiva, sugieren que la tendencia a tener aftas
de carácter recesivo o dominante aumenta debido a factores desencadenantes
• Factores inmunológicos: autores defienden la existencia de niveles aumentados
de inmunoglobulinas como la IgG, IgA e IgE (7), otros hablan de una posible
reactividad cruzada de antígenos de la mucosa oral y antígenos bacterianos
(11), igualmente de una posible desproporción de la relación de los linfocitos
CD4 y CD8 (1). Esta última teoría sostiene el aumento de los LCD4 en la fase
preulcerosa (2/1) y fase de curación (10/1) y el aumento de los LCD8 en la
fase ulcerosa (10/1). Las aftas han sido asociadas igualmente con un aumento
del TNF-α (2) y descenso del VEGF (12) así como un posible papel de las
moléculas de adhesión (aumento de VCAM, E-selectina e I-CAM)
• Factores psicológicos: Sugiere que el estrés y su posible efecto sobre el sistema
inmune sea una causa de la aparición de aftas. Determinados estudios han
tenido como objetivo la medida de los niveles de cortisol en saliva y suero en
pacientes afectados con estomatitis aftosa recidivante observando que estos
tenían de forma estadísticamente significativa mayores concentraciones de
cortisol y niveles de ansiedad que los controle
• Traumatismos: El trauma actuaría como un factor precipitante provocando la
aparición de úlceras en pacientes con estomatitis aftosa recidivante. Los
traumas más comunes son el trauma por el cepillado, alimentos duros,
anestesia superficial brusca, dientes, aparatos y mordeduras.
• Las formas recurrentes se han vinculado con una inmunopatogénesis celular y
humoral, ya que se han registrado concentraciones elevadas de antígenos HLA
B 52 y HLA B 44 o bien HLA DR 7 y HLA DR 2.
Herpangina
La herpangina es una infección viral que se manifiesta clínicamente como una enfermedad febril
aguda con pequeñas lesiones ulcerosas o vesiculares en la orofaringe posterior. Aunque es
principalmente una enfermedad pediátrica, también se han notificado múltiples casos en recién
nacidos, adolescentes y adultos jóvenes. La enfermedad es altamente contagiosa, y la mayoría de
los casos se reportan en los meses de verano.
Etiología
El enantema febril de la herpangina es causado por múltiples enterovirus, en la mayoría de los
casos por virus de Coxsackie del grupo A. Otros agentes mencionados por varias fuentes
incluyen el virus de la coxsackie B, los serotipos del virus del enterovirus 71, el ecovirus, el
adenovirus, el parecovirus y el virus del herpes simple. Los enterovirus son virus de ARN
pequeños, no envueltos y de cadena única positiva. Son capaces de sobrevivir en un amplio
rango de pH y retener la infectividad a temperaturas de hasta 50 C. Estas características los
hacen capaces de sobrevivir en el medio ambiente durante períodos relativamente largos. Los
seres humanos son el único huésped natural de estos virus.
Epidemiología
La herpangina ocurre con mayor frecuencia en la población pediátrica en pacientes menores de
10 años. Los niños suelen infectarse por exposición en guarderías o escuelas. Los adolescentes y
los adultos se ven afectados con menos frecuencia. Los recién nacidos, los pacientes
inmunocomprometidos y las embarazadas pueden desarrollar una enfermedad más grave. Ningún
género se infecta con mayor frecuencia.
Fisiopatología
El género Enterovirus pertenece a la familia Picornaviridae. Los enterovirus suelen transmitirse
por vía fecal-oral. La transmisión también puede resultar de la ingestión de saliva infectada,
gotitas respiratorias o contacto directo con el líquido de las vesículas. El período de incubación
oscila entre 3 y 5 días. Los virus pasan al tejido linfático en 24 h a través de la cavidad oral o por
las vías respiratorias. Inicialmente la replicación se produce en las amígdalas y en el tejido
linfático del tracto digestivo. Aproximadamente al 3er día se produce una baja viremia y la
infección se extiende a otros órganos. Los serotipos individuales del virus Coxsackie se
caracterizan por un tropismo diversificado sobre distintos tejidos, pudiendo llegar a afectarse
diferentes órganos, entre otros las meninges y el cerebro, los músculos esqueléticos, el
miocardio, la piel, el páncreas y el hígado. En la segunda fase de la infección la replicación se
produce en los órganos infectados. La viremia es alta, con manifestaciones clínicas de infección
(habitualmente entre el 3er y el 7mo día de la infección). A los 7 días desde el inicio de la
infección se desarrollan anticuerpos neutralizantes y la viremia disminuye. La diseminación viral
respiratoria puede persistir hasta por 3 semanas y en las heces hasta por 8 semanas. Los pacientes
son más contagiosos en las primeras 1 a 2 semanas de la infección.
Clínica
La herpangina se caracteriza por la aparición súbita de fiebre con odinofagia, cefalea, anorexia y
a veces dolor cervical. Los lactantes pueden presentar vómitos.
Dos días después del establecimiento de los síntomas, aparecen hasta 20 pápulas (media entre 4 y
5) de color grisáceo que miden entre 1 y 2 mm de diámetro y se convierten en vesículas con
aréolas eritematosas. Su localización predominante es en los pilares amigdalinos, pero también
pueden hallarse en el paladar blando, las amígdalas, la úvula o la lengua. Durante las siguientes
24 horas, las lesiones se transforman en úlceras superficiales, rara vez > 5 mm de diámetro, y
curan en 1 a 7 días.
Una variante de la herpangina causada por el serotipo del virus Coxsackie A10 es la faringitis
linfonodular aguda. Esta afección se caracteriza por lesiones nodulares en la misma ubicación y
distribución que las lesiones de la herpangina, pero no sufre vesiculación o ulceración. Un
subconjunto de pacientes puede desarrollar una erupción en el cuerpo con lesiones que pueden
ser maculares, maculopapulares, vesiculares, papulovesiculares, papulopustulares, morbiliformes
o petequiales. Las tasas de aparición de la erupción y las características específicas varían,
dependiendo del subtipo de virus responsable. Los hallazgos del examen físico neurológico,
como la rigidez del cuello o la parálisis, pueden estar presentes si el paciente ha desarrollado
complicaciones como meningitis, parálisis flácida aguda, encefalitis o encefalomielitis. La
deshidratación es una complicación común de la herpangina, y se pueden ver signos como
sequedad de boca y disminución del turgor de la piel.
La historia y el examen físico también deben centrarse en descartar otros exantemas febriles
graves y potencialmente mortales, como la enfermedad de Kawasaki, la fiebre manchada de las
Montañas Rocosas, el eccema herpético y el síndrome de shock tóxico que tienen una
presentación similar.
Diagnóstico
El diagnóstico de herpangina generalmente se hace clínicamente. En casos leves, no se requieren
imágenes ni pruebas de laboratorio. Los estudios de laboratorio generalmente se obtienen para
obtener información adicional sobre complicaciones como la deshidratación o para descartar
diagnósticos alternativos. El aislamiento del enterovirus en el cultivo celular es el "estándar de
oro" para las pruebas de confirmación, que a menudo pueden tardar más de una semana en
obtener los resultados. Esto lo convierte en una prueba poco práctica para la práctica clínica. Las
pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) son rápidas y altamente sensibles a los
enterovirus. Se pueden obtener muestras de las heces, las úlceras mucocutáneas, el líquido
vesicular o el líquido cefalorraquídeo. También está disponible la prueba de ensayos de
inmunoabsorción enzimática (ELISA). Las pruebas ELISA para enterovirus son generalmente
menos sensibles que la PCR y deben utilizarse solo en los casos en que la PCR no esté
disponible. Los anticuerpos séricos contra el virus del coxsackie también se pueden medir
después de que se hayan desarrollado los síntomas clínicos. El título de anticuerpos puede
mostrar un aumento de cuatro veces en las muestras en serie realizadas con dos o tres semanas de
diferencia.
Tratamiento
La herpangina es una enfermedad autolimitada, y el tratamiento es principalmente de apoyo.
General
Los pacientes deben aislarse en habitaciones bien aireadas y limpias para evitar la infección
cruzada. La gestión general incluye una dieta saludable y una hidratación adecuada. La dieta del
paciente debe estar compuesta por alimentos ligeros, líquidos o semilíquidos con calorías
adecuadas y debe evitar los alimentos calientes, picantes y/o irritantes. Se debe hacer hincapié en
el cuidado bucal, y se recomienda que los pacientes se enjuaguen la boca con una salina normal
después de las comidas. A los niños más pequeños se les puede limpiar la boca con una salina
normal. Si la salina normal no está disponible, se puede considerar el agua salada. La hidratación
oral es muy importante, y para los niños con fiebre alta y dificultad para alimentarse, se
recomienda una rehidratación adecuada con soluciones electrolíticas. Los pacientes deben ser
monitoreados de cerca durante el tratamiento.
Sintomático
La fiebre de alto grado es el síntoma más común reportado para la herpangina. Para los pacientes
cuya temperatura supera los 38,5 C, se pueden considerar antipiréticos como el ibuprofeno o el
paracetamol. La dosis, el momento y la duración dependen de la edad y los síntomas del paciente
y se administran de acuerdo con la recomendación del médico tratante. Se pueden considerar
varias opciones de enfriamiento físico, incluyendo compresas frías de la frente, parches de
enfriamiento de fiebre o dormir con una bolsa de hielo debajo de la cabeza. Se debe garantizar
una hidratación adecuada durante el tratamiento con estos medicamentos. Por lo general, no se
recomiendan terapias tópicas que contienen lidocaína o difenhidramina para el tratamiento
sintomático de las lesiones orales en la herpángina. Esto se debe a los riesgos de toxicidad
asociados con estos medicamentos y a la falta de ensayos adecuados.Los niños más pequeños
con fiebre alta pueden desarrollar convulsiones febriles durante la enfermedad, que deben
controlarse y tratarse de inmediato. Algunas fuentes recomiendan el uso de midazolam
intravenoso (0,1-0,3 mg/kg/dosis).
Anginas:
Eritematosas
Virales
Eritematopultasias
Pseudomenbranosas
Difterias
ANGINAS/AMIGDALITIS
Definición de anginas
❖ Inespecíficas
Las formas inespecíficas por lo común evolucionan en forma
espontánea a la curación total en cuestión de unos días, o si se
prolongan sintomáticamente y no remiten progresan a bacterianas por
sobreinfección con patógenos bacterianos
Agentes Etiológicos
Fisiopatología y patogenia
Manifestaciones clínicas
Tras un periodo breve de incubación, aparecen las
manifestaciones clínicas que generalmente son discretas:
Examen físico
Diagnóstico
Tratamiento y Pronóstico
❖ Específicas
➢ Mononucleosis Infecciosa
Agente Etiológico
Manifestaciones clínicas
Tratamiento y Pronóstico
Agentes Etiológicos
Fisiopatología y patogenia
Manifestaciones clínicas
Examen físico
Diagnóstico
Tratamiento y Pronóstico
Fisiopatología y patogenia
Manifestaciones clínicas
Examen físico
Diagnóstico
Tratamiento
Agente Etiológico
El virus Coxsackie A, cuando afecta a la amígdala,
produce una enfermedad denominada herpangina.
Dentro del grupo A, son los tipos 1 al 10 y 22 los que
producen esta infección; sin embargo, también se han producido
lesiones similares en algunos pacientes por el virus Coxsackie del
grupo B.
Manifestaciones clínicas
Examen físico
Epidemiologia:
El 10-50% de las amigdalitis son de origen bacteriano. El 25-40% de las amigdalitis infantiles y
el 10-25% de las formas adultas son de origen estreptocócico. El estreptococo hemolítico del grupo A
(SBGA) es la bacteria implicada con más frecuencia y supone el 10-25% de las amigdalitis del adulto y el
25-40% de los casos infantiles. Las amigdalitis por SBGA suelen producirse en mayores de 3 años, con
un pico de frecuencia a los 5-15 años.
Agente:
La infección por estreptococos es la infección bacteriana más habitual en el ser humano. Los
estreptococos son gérmenes grampositivos que en los cultivos tienden a alinearse; en función de su
capacidad para producir hemólisis, se diferencian en tres tipos:
· Beta: tiene una intensa actividad hemolítica debida a la presencia de estreptolisinas O y S. Existen
diversos subtipos de este germen; el subtipo A es el que posee capacidad para producir reacciones
inmunopatológicas a distancia.
Esta forma de amigdalitis aguda, en ocasiones puede presentarse con una flora bacteriana mixta
de Streptococcus b hemolyticus y Haemophilus influenzae. Las criptas amigdalinas aparecen con
abundante descamación celular proveniente del epitelio de recubrimiento amigdalino, y se pone de
manifiesto, asimismo, la presencia de supuración. El tejido linfoide aparece con infiltración de
polinucleares muy intensa y, con frecuencia, también se ponen de manifiesto la existencia de fenómenos
de vasodilatación, con intenso edema del espacio intersticial.
Clínica
En esta forma de amigdalitis, el edema es considerable y, con frecuencia, el velo del paladar
coparticipa de esa inflamación, produciéndose alteraciones en la resonancia de la voz, que aparece con un
tono «gangoso».
En casos muy poco frecuentes, sobre todo en población infantil y adolescente que presentan
amígdalas palatinas extravélicas e hipertróficas, se puede dar un cuadro de disnea orofaringea que puede
requerir, desde el ingreso hospitalario para tratamiento y vigilancia de su evolución, hasta medidas más
agresivas para liberar la vía aérea orofaríngea, que pueden ir desde amigdalectomía urgente hasta
traqueotomía de extrema urgencia.
Clásicamente, los datos que nos orientarán hacia una infección estreptocócica, son la aparición
brusca del cuadro, con adenopatías típicamente subdigástricas, intensa odinofagia, y ausencia de otros
síntomas tipo coriza o de irritación laringotraqueal. Debemos pensar en una etiología viral, ante cuadros
de aparición más insidiosa, con síntomas más generales en cuanto a la afectación de la esfera ORL, como
son rinorrea acuosa, tos o ronquera, febrícula y poliadenopatías (caso de mononucleosis infecciosa) o bien
ausencia de adenopatías.
La exploración se realiza mediante una orofaringoscopia , con depresor de lengua y se puede
apreciar que las amígdalas han adquirido un volumen tumefacto considerable, de modo bilateral y
simétrico, apareciendo un denso eritema difuso amigdalar y del velo palatino. En la superficie de la
amígdala es característico que en las desembocaduras de las criptas se acumule supuración más o menos
consistente dando el aspecto característico de una amigdalitis eritematopultácea. Con frecuencia, cuando
ha habido un antecedente de amigdalitis vírica, pueden apreciarse restos de la infección vírica,
especialmente en forma de fibrina y edema de úvula.
Algunos pacientes desarrollan la infección por Streptococcus b hemolyticus del tipo A en forma
de amigdalitis escarlatinosa. En este tipo de amigdalitis, la amígdala constituye la puerta de entrada del
germen al mismo tiempo que es la primera manifestación de la enfermedad. Se caracteriza por su
virulencia, con aparición de fenómenos de necrosis y descamación epitelial en la amígdala. En la
exploración clínica de la faringe, llama la atención la aparición de un enantema difuso de toda la faringe,
de carácter aframbuesado, al tiempo que la odinofagia y los vómitos son intensos, acompañados de una
notable taquicardia. Transcurridos unos días, la lengua se depapila, persistiendo una intensa coloración
rojiza. Las adenopatías se desarrollan de modo notable, y bajo el punto de vista de la exploración general
llama la atención la aparición de un exantema.
Diagnostico
Generalmente, el diagnóstico es claro basándose en la clínica. El cuadro clínico descrito y los
hallazgos del examen físico facilitan los elementos para establecer el diagnóstico y los resultados de los
exámenes paraclínicos lo confirman. Es necesario destacar otras afecciones que pueden presentar cuadros
clínicos parecidos: la brusquedad del comienzo en el niño puede hacernos pensar en una escarlatina, en la
que los vómitos, el pulso particularmente rápido, el eritema en los muslos y en los pliegues de flexión del
codo, y el contraste llamativo entre la lengua blanca y la garganta roja, son características iniciales.
Hay que diferenciarla también de los eritemas faríngeos tóxicos que acompañan frecuentemente a
una erupción cutánea (antipirina, iodoformo, arsénico e intoxicaciones alimenticias).
Una angina que se prolonga, un enrojecimiento difuso de todo el istmo faríngeo, sembrado de
placas opalinas, sugieren la búsqueda de la sífilis secundaria. Una angina con reacción ganglionar será
representativa de una monocitosis.
En la angina pultácea los caracteres del exudado, su presencia al nivel de las criptas, su
reproducción lenta, la ausencia de invasión a los pilares, la adenopatía ligera y la intensidad de los
fenómenos generales no permiten confundirla con difteria, sin embargo, en medio de una epidemia debe
realizarse la siembra de toda angina blanca.
La angina herpética, más brutal aún en su comienzo que la angina banal, se diferenciará por el
carácter seudomembranoso adherente y policíclico del exudado que recubre la amígdala.
Además de la clínica, se debe realizar hemograma con leucograma, serología, urea, glicemia,
orina y exudado faríngeo con antibioticograma. El diagnostico puede confirmarse mediante cultivo de
exudado o test de detección rápida antigénica para streptococcus-B-hemolitico del grupo A.
Con relación a las técnicas diagnósticas como las pruebas de detección rápida del estreptococo
del grupo A, la detección de anticuerpos antiestreptocócicos o los cultivos de muestras faríngeas, la
aplicación es controvertida. Debemos recordar que los cultivos faríngeos no nos permiten diferenciar el
portador sano del enfermo en caso del estreptococo del grupo A, con lo cual no se utilizaran de forma
sistemática en la práctica clínica, tan sólo ante la sospecha de aparición de complicación no supurativa de
amigdalitis por estreptococo del grupo A (fiebre reumática o glomerulonefritis aguda), sospecha de
escarlatina o en otro tipo de amigdalitis como son la amigdalitis ulceronecrótica o pseudomembranosa.
Por último, comentar que la detección de anticuerpos antiestreptocócicos no está indicada en la angina
aguda, pues la elevación de los ASLO alcanza su nivel máximo tras 3 a 5 semanas pasadas las anginas
agudas, con lo cual no son útiles para decidir la conducta terapéutica a seguir.
Tratamiento
Gargarismos con fenosalil, solución Dobell, solución salina o solución de iodopovidona 3 veces al día,
con el objetivo de desprender los exudados que se encuentran en las amígdalas y de disminuir la
congestión faríngea.
Angina de Vincent
Es una amigdalitis aguda específica producida por una asociación fusoespirilar. Se presenta
sobretodo en adultos jóvenes. La mala higiene bucal, lesiones irritativas de la boca como
pérdida de un molar, encías inflamadas, carencia de vitamina C, favorecen el desarrollo de esta
entidad.
Agente: asociación fusoespirilar. El bacilo fusiforme de Vincent se asocia a uno de los espirilos
huéspedes habituales de la cavidad bucal.
En esta asociación los espirilos penetran al epitelio por su superficie y al nivel de las criptas, el
bacilo fusiforme se instala y produce la necrosis del tejido subyacente.
Fisiopatologia:
Factores predisponentes: estrés, deficiencias nutricionales, consumo de alcohol y tabaco,
higiene bucal inadecuada, gingivitis preexistente, afecciones sistémicas.
Se produce una regulación negativa de la respuesta inmune del huésped que facilita la
patogenicidad bacteriana, llevando a la reducción de la microcirculación gingival y del flujo
salival con aumento de las secreciones de adrenocorticoides y alteración en la función de los
leucocitos polimorfonucleares y linfocitos
Cuadro clinico:
Lesiones que afectan casi siempre un amígdala, en su polo superior más frecuentemente y
pueden diseminarse al paladar blando, la amígdala contralateral, la faringe o las encías. Existe
una pseudomembrana que se forma a partir de la necrosis de las capas superficiales de la
mucosa, de color grisaceo, granular y consistencia cremosa. Al retirarla se expone un área
ulcerada con hemorragia fácil y se cubre al poco tiempo con una nueva pseudomembrana. La
ulceración es capaz de destruir una porción o toda la amígdala o invadir el tejido. Presentan
amigdalitis aguda a moderada, ardor en la boca, cefalea, malestar general, escalofrío y fiebre,
disfagia, odinofagia, hemorragia gingival, halitosis adenopatías hipertróficas dolorosas
unilaterales. Al cabo de 8 a 10 días las amígdalas cicatrizan.
Angina de Ludwing
Es una celulitis que se propaga de forma bilateral, agresiva y rápida a los espacios sublinguales
y submaxilares, es una infección bacteriana potencialmente mortal.
La mayoría de los casos de angina de Ludwig se originan en una infección dental . Los factores
que contribuyen a su desarrollo son, entre otros, la higiene dental deficiente, una extracción
dental, una infección de encías, una lesión oral, infecciones asociadas con los piercings
linguales y estados inmunocomprometidos . Se da normalmente en adultos jóvenes, y la
enfermedad tiene un inicio brusco y progresa rápidamente, extendiéndose a las estructuras
vecinas.
Agente: Normalmente es una infección polimicrobiana, y puede ser causada por la flora oral
normal: Staphylococcus, Streptococcus, Bacteroides y Fusobacterium
Cuadro clínico: Los signos y síntomas incluyen eritema submandibular, induración y edema,
también llamado cuello de toro, con mayor plenitud del área submentoniana y perdida de la
definicion del angulo mandibular; fiebre; escalofríos; malestar; estomatodinia (dolor de boca);
ronquera; babeo, y disfagia. El paciente refiere dolor de cuello y rigidez, dificultad para cerrar la
boca, otalgia y cansancio, signos de afectación respiratoria
Fisiopatología: las bacterias se multiplican en la ruta de entrada. En esta zona producen una
exotoxina que lesiona localmente el epitelio de las vías aéreas, lo que causa la producción de
pseudomembranas y además les permite diseminarse por vía hematógena y linfática a órganos
distantes. La exotoxina inhibe la síntesis de proteínas, lo que causa la muerte de las células. Las
cepas no productoras de la toxina provocan una enfermedad invasiva.
● Difteria común:
Cuadro clínico
Evolución: Si no se impone tratamiento se produce parálisis del velo, de los miembros inferiores
y de los músculos de la acomodación del ojo.
La muerte puede producirse por extensión de las falsas membranas a la laringe y el árbol
traqueobronquial, por la difusión de la toxina diftérica y los trastornos generales que de ello
resultan.
● Difteria maligna:
Cuadro clínico
2. Disfagia intensa.
3. Ganglios cervicales hipertróficos, dolorosos, con periadenitis, que dan al cuello el aspecto de
"cuello proconsular".
El motivo de consulta será el mismo que para el resto de las formas de faringoamigdalitis
aguda, por lo que en los siguientes tipos de amígdalas no lo reseñaremos de nuevo: la odinofagia
intensa.
Complicaciones
La miocarditis por lo general es evidente entre los días 10 y 14, pero puede aparecer en
cualquier momento durante la primera a la sexta semanas, aún cuando los síntomas respiratorios
estén desapareciendo; el riesgo de toxicidad cardíaca se relaciona con el grado de infección local.
En el 20 a 30% de los pacientes, se producen cambios no significativos en el ECG, pero pueden
presentarse también disociación auriculoventricular, bloqueo cardíaco completo y arritmias
ventriculares, que se asocian con una alta tasa de mortalidad. Puede evolucionarse a una
insuficiencia cardíaca.
La toxicidad del sistema nervioso es infrecuente (alrededor del 5%) y se limita a pacientes con
difteria respiratoria grave. La toxina causa polineuropatía por desmielinización, que afecta los
nervios craneales y periféricos. En general, los efectos tóxicos comienzan durante la primera
semana de enfermedad, con pérdida de la acomodación ocular y parálisis bulbar, que causa
disfagia y regurgitación nasal. La neuropatía periférica aparece durante las semanas tercera a
sexta. Es tanto motora como sensitiva, aunque predominan los síntomas motores. El diafragma
puede paralizarse, a veces causando insuficiencia respiratoria. La resolución se produce tras
muchas semanas. La disfunción autónoma en forma de pérdida del tono vasomotor (taquicardia,
arritmias e hipotensión arterial) también es una complicación de la difteria.
En casos graves, la insuficiencia renal aguda puede ocurrir porque la toxina daña los riñones.
Tratamiento
El mejor tratamiento es el profiláctico con vacunación de toda la población infantil. Se trata con
seroterapia específica y penicilina (terapia) en altas dosis y en caso de alergia se administran
antibióticos como eritromicina o cefalexina.
● Antitoxina diftérica
● Penicilina o eritromicina
Los pacientes sintomáticos con difteria respiratoria deben ser internados en una unidad de
cuidados intensivos para controlar la aparición de complicaciones respiratorias y cardíacas. Se
requiere el aislamiento con precauciones para evitar los aerosoles respiratoriaos y las
precauciones de contacto, que deben continuar hasta que 2 cultivos secuenciales, tomados 24 y
48 horas después de interrumpir los antibióticos (después de al menos 14 días de tratamiento),
sean negativos.
Antitoxina diftérica: La antitoxina diftérica debe administrarse en forma temprana sin esperar la
confirmación por cultivo, ya que sólo neutraliza a la toxina que no está unida a las células. El uso
de antitoxina para la enfermedad cutánea, sin evidencias de enfermedad respiratoria, es
cuestionable debido a que raramente se han informado secuelas tóxicas en la difteria cutánea; sin
embargo, algunos expertos la recomiendan.
La dosis de antitoxina, que va desde 20.000 hasta 100.000 unidades IM o IV, se determina por
lo siguiente:
-Duración de la enfermedad
-Complicaciones
-Eritromicina 10 mg/kg por vía oral o inyectable cada 6 horas (máximo 2 g/día) durante 14 días
-Penicilina G procaína IM (300.000 unidades cada 12 horas para aquellos con un peso ≤ 10 kg
y 600.000 unidades cada 12 horas para las personas con peso > 10 kg) durnte 14 días
Cuando los pacientes son capaces de tolerar los antibióticos orales, el tratamiento debe
cambiarse por penicilina 250 mg orales, 4 veces al día, o eritromicina 500 mg (10 mg/kg para los
niños) por vía oral cada 6 horas, por un total de 14 días de tratamiento.
La vancomicina o la linezolida se pueden usar si se detecta resistencia a los antibióticos. La
eliminación del microorganismo se documenta con 2 cultivos negativos consecutivos de
muestras de la garganta o de la nasofaringe, realizados 1 a 2 días después y luego 2 semanas
después de finalizado el tratamiento con antibiótico.
FARINGITIS
Los tractos anatómicos afectados con mayor frecuencia son los circunscritos a la pared posterior
de la rinofaringe y de la orofaringe.
Las causas más habituales de consulta son las infecciones agudas inespecíficas,
generalmente con participación amigdalina y/o adenoidea y las formas clínicas tróficas que están
constituidas por las denominadas faringitis crónicas hipertrófica y atrófica.
Las faringitis agudas específicas son realmente poco frecuentes, pero es necesario que el
especialista otorrinolaringólogo conozca su existencia.
A su vez pueden ser circunscritas, si quedan limitadas a una zona faríngea (ejemplo: amigdalitis)
o difusas si afectan a toda la faringe (ejemplo: faringitis).
Clasificación etiológica
b) Bacterianas: Streptococcus.
a) Hipertróficas.
b) Atróficas.
Concepto
Etiopatogenia
Los virus implicados con mayor frecuencia en estos cuadros son los mixovirus y los adenovirus.
Es habitual que se presente en forma de epidemia durante los meses fríos del año. La
sobreinfección bacteriana es rara sobre la topografía de la pared posterior. En ocasiones, una
faringitis aguda es el pródromo catarral del exantema de una infección vírica general específica,
como el sarampión, la rubéola o el herpes zóster, siguiendo en este caso el trayecto
correspondiente a la inervación del IX par.
Patogenia
Comienza con una vasoconstricción pasajera, continuando con una vasodilatación debida
a mediadores de la inflamación tipo bradicinina y factor C5a del complemento, que además
actúan como quimiotáctico para los leucocitos. Actúan más mediadores celulares como la
histamina, heparina, leucotrienos, prostaglandinas, tromboxanos, etc que son responsables de la
vasodilatación y quimiotaxis de elementos formes sanguíneos.
Más tarde se produce una exudación plasmática con un edema submucoso que eleva el
epitelio y a su vez una infiltración por células redondas y leucocitos.
Sintomatología
En las viriasis inespecíficas, el síntoma principal es la odinofagia, que suele asociarse con
sensación de sequedad y prurito faríngeo, rinorrea anterior y posterior y tos irritativa. Puede
existir febrícula y congestión conjuntival. Son signos de implicación bacteriana el
empeoramiento del estado general y la fiebre alta.
Examen físico
En las viriasis inespecíficas a la exploración se aprecia una pared posterior faríngea eritematosa,
con filamentos de fibrina blanquecinos y adheridos a la mucosa, que con la tos desaparecen o
cambian de lugar. La úvula está congestiva, edematosa y elongada, siendo traslúcida en la
periferia. Puede presentar sufusiones hemorrágicas. Cuando hay sobreinfección bacteriana, existe
una secreción mucopurulenta asociada y adenopatías yugulodigástricas de características
inflamatorias.
En las viriasis específicas exantemáticas predominan las sufusiones hemorrágicas, y en el caso
de la varicela-zóster, las lesiones erosivas y ulceradas no sólo afectan a la pared faríngea
posterior sino también a la mucosa oral. Otros síntomas y signos propios de la infección
específica estarán presentes, y en el período postenfermedad persistirá la odinofagia neurálgica
mucho tiempo.
Diagnóstico
El diagnóstico es clínico por los datos semiológicos indicados. Cuando se asocia afectación
bacteriana, se produce un cuadro como el que se indicó en el capítulo 36 para las amigdalitis
bacterianas, y puede practicarse la prueba de diagnóstico rápido del estreptococo A.
Tratamiento
Las formas específicas exantemáticas no son frecuentes desde el advenimiento del sistema de
vacunación infantil. Se tratan en el contexto general de la enfermedad exantemática. En el caso
del herpes zóster se trata con aciclovir, reposo en cama, y se debe considerar en el esquema
general de un posible síndrome paraneoplásico.
Fisiopatología, germen, cómo actúa el germen, síntomas, Examen físico, dx, tto. Hallazgos
patognomónicos. C/u
Faringitis Hipertrófica:
Concepto:
Se caracterizan por la proliferación excesiva de la red linfática submucosa del anillo de
Waldeyer, distribuida por las paredes posterior y lateral de la faringe. Es característica la
acusada sintomatología en el contexto de una enfermedad banal.
Etiopatogenia:
Es desconocida, la hipótesis clásica la ha considerado como un fenómeno reactivo,
compensador, en pacientes en los que se había realizado una amigdalectomía en la infancia.
No hay confirmación objetiva que avale esta idea ni a otras hipótesis. Empeora con el alcohol,
el tabaco, las temperaturas extremas, el reflujo gastroesofágico, los alimentos picantes, el aire
acondicionado y la insuficiencia ventilatoria nasal, factores todos ellos que agravan
sensiblemente la inflamación de la mucosa y acompaña a la hipertrofia linfoide.
Sintomatología y exploración:
Es característica la odinofagia para la saliva, que desaparece cuando el paciente deglute
alimentos. Existe una sensación de mucosidad faríngea que obliga a carraspear. La
persistencia de la sintomatología, como se ha indicado en párrafos previos, provoca en muchos
pacientes cancerofobia. Son características dos lesiones, que pueden coexistir: la hipertrofia de
los folículos linfoides de la pared posterior de la faringe (fig. 37-1A) y la de los cordones
linfoides laterales de la pared faríngea posterior; estos cordones son la imagen macroscópica
de la denominada faringitis cordonal (fig. 37-1B).
Tratamiento:
No hay tratamiento curativo. Es fundamental eliminar los mencionados factores agravantes,
especialmente el tabaco, el alcohol y los cambios extremos de temperatura. Se deben evitar los
colutorios con solución alcohólica y otros tipos de gargarismos y fármacos de uso tópico
pulverizables ineficaces e irritantes. Tan importante como esta medida es asesorar al paciente
descartando la existencia de un tumor maligno. A este respecto, se debe considerar si el
paciente se encuentra en un grupo de riesgo de contraer cáncer orofaríngeo. Si un paciente en
grupo de riesgo consulta por una faringitis hipertrófica se le debe asesorar para ulteriores
inspecciones en caso de persistir o empeorar la sintomatología.
Faringitis Atróficas:
Concepto:
Se trata de una lesión involutiva del epitelio y la submucosa de la pared posterior de la
orofaringe, que suele acontecer en la senectud.
Etiopatogenia:
Está relacionada con los fenómenos de regresión de las mucosas (oral, nasal, faríngea, genital)
propias de los ancianos. Sintomatología y exploración Predomina la sensación de sequedad en
la orofaringe. La cavidad oral también suele estar implicada en la sintomatología, ya que el
proceso involutivo afecta igualmente a las glándulas salivales y a la mucosa yugal.
Ocasionalmente, asocia disfagia y parestesias faríngeas. Puede coexistir una rinitis seca en
igual contexto. La necesidad de carraspear es constante, lo cual a su vez ejerce un efecto
irritante sobre la faringe. Las variaciones climáticas influyen en la sintomatología: mejoran en
zonas húmedas y cálidas y empeoran en ambientes secos. La laringoscopia evidencia una
pared posterior de la faringe seca, sin relieves, brillante y pulida (v. fig. 37-1C).
Diagnóstico:
El diagnóstico es clínico, por la sintomatología, la edad y el aspecto liso y seco de la pared
faríngea posterior. El diagnóstico diferencial es el mismo que en el caso de las faringitis
hipertróficas. Hay que diferenciar el síndrome de Sjögren, que de forma característica produce
sequedad mucosa asociada a agrandamiento parotídeo bilateral (v. cap. 55).
Tratamiento:
No tiene tratamiento curativo. Es recomendable beber agua con frecuencia y evitar los
antisépticos tópicos y gargarismos, que inflaman la mucosa. Puede recomendarse el empleo de
humidificadores. Las pomadas oleosas nasales en ocasiones mejoran la clínica fugazmente,
habida cuenta que el transporte mucociliar nasal acaba arrastrándolas hacia la faringe. Los
tratamientos multi vitamínicos son inútiles si el paciente sigue una alimentación adecuada. El
mejor tratamiento es asesorar e informar al paciente acerca de la cronicidad y banalidad de su
enfermedad, sin dar falsas esperanzas de una curación que sabemos imposible. Algunos
ancianos reciben tratamientos que, en el mejor de los casos, son inútiles; la falta de mejoría de
los síntomas y la falta de explicación de la enfermedad hace pensar al enfermo que su
especialista no «acierta» en el diagnóstico. Respecto a la cancerofobia, se debe actuar de
modo similar al indicado en las formas hipertróficas.
Flegmoperiamigdalitis
Absceso periamigdalino
Absceso parafaringeo
Absceso preestileo
Absceso retroestileo
ABSCESO PERIAMIGDALINO
Clasificación
1. Anterior: el pus se colecciona entre el pilar anterior y el espacio celular
decolable periamigdalino.
2. Posterior: el pus se colecciona entre el pilar posterior y el espacio celular
decolable periamigdalino.
3. Externo: es el absceso laterofaríngeo.
Ø Síntomas:
Ø Examen físico:
Ø Diagnostico:
Ø Tratamiento:
Absceso parafaringeo
El espacio parafaríngeo tiene forma de cono, se extiende desde la base del cráneo al hueso
hioides, y sus límites son bien definidos:
• Pared interna: es la capa pretraqueal de la aponeurosis cervical profunda, que cubre al
músculo constrictor superior de la faringe.
• Pared externa: es la capa superficial de la aponeurosis cervical profunda que cubre el
músculo pterigoideo interno, la mandíbula y la superficie profunda de la parótida.
• Límite posterior: rodeado por la capa prevertebral de la aponeurosis cervical profunda
• Límite anterior: rodeado por el Rafe pterigomandibular
El espacio parafaríngeo está dividido así en dos compartimientos por la apófsis estiloides y sus
tres músculos. El espacio situado por delante de la misma se denomina espacio preestiloídeo,
y el situado por detrás de la apófisis estiloides espacio retroestiloídeo.
Clínica:
Fiebre, odinofagia, bucofaringe hiperémica, rigidez de cuello y síntomas generales. Algunas
veces existe otalgia y la secreción purulenta puede salir a través de las fisuras de Santorini del
conducto auditivo externo.
Diagnostico:
Las pruebas de imagen utilizadas son:
tomografía computarizada (TC) con contraste, es el método de elección para su diagnóstico.
Indica una colección hipodensa a nivel del espacio parafaríngeo.
• También, la ecografía puede ayudar; sin embargo, la información es menos precisa.
• La resonancia magnética (RM) se utiliza meno por su mayor costo y menor
disponibilidad.
• Y radiografía.
Tratamiento
Están indicados antibióticos parenterales y drenaje quirúrgico del absceso.
Si existe un abombamiento en la faringe, se introduce una pinza de Rochester curva a través
del músculo constrictor superior de la faringe, de tal modo que se abra el compartimiento
anterior.
Si el absceso apunta hacia la superficie externa, o se identifica una tumoración acentuada,
mediante disección digital o con instrumentos romos, se drenan por vía cervical la región
pterigoidea y de la apófisis estiloides, continuando hacia abajo a través de la vaina carotídea
(operación de Mosher).
*Absceso retroestileo
Clinica:
*En niños: los síntomas se caracterizan por voz apagada y sialorrea, debido al dolor
que activa la deglución
*Escolares y adultos refieren obstrucción nasal, disfagia y odinofagia progresivas,
rigidez y dolor en cuello y ronquera por las noches, incuida la disnea notoria con casos
aislados de cianosis. Además, hay adenitis cervical ipsolateral o contralateral, tos y voz
apagada.
Entendemos por cuerpo extraño en la faringe todo aquello que, al pasar por este
órgano, accidental o voluntariamente, queda detenido en ella. Pueden ocurrir a
cualquier edad, pero se ha apreciado una frecuencia máxima hacia los 4 años y
después de los 70 años.
Patogenia
condiciones especiales de tamaño y forma que hagan factible su fijación a este nivel.
Entre la infinita variedad de cuerpos extraños que pueden reunir estas condiciones,
debemos señalar principalmente los punzantes: espinas de pescado, alfileres,
tachuelas, clavos y otros.
Menos frecuentemente son de origen vegetal, alfileres, monedas. Por su tamaño y sus
características también pueden detectarse a este nivel las prótesis dentarias con
gancho o sin este.
Clínica
Diagnóstico:
Complicaciones:
Tratamiento
En rinofaringe:
Se recomienda la remoción del cuerpo extraño bajo anestesia general e intubación
endotraqueal, ayudándose de instrumentos ópticos endonasales, para su extracción
por vía nasal o bucal.
En orofaringe:
Paciente sentado o acostado. Se le solicita que abra la boca, puede ayudarse con un
baja lenguas. Los cuerpos extraños visibles son retirados con pinza bayoneta. Puede
ser necesaria o no la anestesia local. En caso de localización menos accesible
(vallécula) la extracción se realiza con anestesia local y una pinza de biopsia laríngea o
de curvatura acentuada, o bajo anestesia general.
En hipofaringe: