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4.3 Esqueleto de la cabeza.

Desarrollo de la región cefálica. El esqueleto axial incluye el cráneo, la columna vertebral, las costillas
y el esternón. En general, se desarrolla a partir del mesodermo de la placa paraxial y lateral (pared
parietal) y de la cresta neural. El mesodermo paraxial forma una serie segmentada de bloques tisulares
a ambos lados del tubo neural; los bloques se llaman somitómeros en la región craneal y somitas de la
región occipital a la caudal. Al final de la cuarta semana, las células del esclerotoma se vuelven
polimorfas y originan un tejido laxo el mesénquima o tejido conectivo embrionario. Las células
mesenquimatosas suelen migrar para diferenciarse en diversas formas. Pueden convertirse en
fibroblastos, condroblastos u osteoblastos (células generadoras de hueso).
Las células de la cresta neural en la región craneal también se diferencian en el mesénquima
participando en la formación de los huesos de la cara y del cráneo. El resto del cráneo deriva de los
somitas y somitómeros occipitales. En algunos huesos, como los planos del cráneo, el mesénquima de
la dermis se diferencia directamente en hueso, proceso llamado osificación intramembranosa. En la
mayoría de los huesos, como la base del cráneo y de las extremidades, las células mesenquimatosas
primero originan modelos de cartílago hialino, que a su vez se convierten en huesos mediante la
osificación endocondrial.
CRÁNEO. El esqueleto de la cabeza lo conforman 22
huesos, descansa en el extremo superior de la
columna vertebral. Sus huesos se dividen en 2
grupos: huesos del cráneo (neurocráneo) y huesos de
la cara (viscerocráneo). Los huesos del cráneo
conforman la cavidad craneal que encierra y protege
al cerebro. Además conforman pequeñas cavidades
abiertas al exterior como la cavidad nasal, las órbitas.
Algunos huesos contienen cavidades denominadas
senos paranasales que están tapizadas por mucosa y
comunican con la cavidad nasal. Otras pequeñas
cavidades contienen los órganos de la audición y el
equilibrio.
Neurocráneo. El neurocráneo se divide en dos partes: 1) la parte membranosa constituida por los
huesos planos que como bóveda rodean el encéfalo y 2) la parte cartilaginosa o condocráneo que
forma los huesos de la base del cráneo.
1. Neurocráneo membranoso. La parte membranosa del cráneo deriva de las células de la cresta
neural y del mesodermo paraxial. El mesénquima procedente de ambas fuentes rodea al
encéfalo y experimenta osificación intramembranosa. El resultado es la aparición de varios
huesos membranosos planos que se caracteriza por la presencia de espículas óseas en forma
de aguja. Las espículas irradian poco a poco de los centros de osificación primarios a la periferia.
Al proseguir el desarrollo durante la vida fetal y posnatal,
los huesos membranosos se agrandan por aposición de
nuevas capas en la superficie externa y por la reabsorción
osteoclástica simultánea en la parte interna.

2. Neurocráneo cartilaginoso o condrocráneo. Consta


inicialmente de varios cartílagos individuales. Derivan de
las células de la cresta neural los cartílagos que se hallan
delante del límite rostral de la notocorda que termina en el
nivel de la hipófisis en el centro de la silla turca.
Constituyen el condrocráneo precordal. Los cartílagos que
se hallan detrás de este límite provienen de los
escleromas occipitales formados por el mesodermo
paraxial y originan el condrocráneo cordal. Se forma la
base del cráneo cuando estos cartílagos se fusionan y se convierten en huesos por la osificación
endocondral.

Cartílagos embrionarios Huesos que originan


Trabéculas craneales Cuerpo del etmoides
Ala orbitaria Ala menor esfenoides
Ala temporal Ala mayor esfenoides
Cartílago hipofisiario Cuerpo del esfenoides
Cartílago paracordal Porción basilar occipital
Esclerotomas occipitales Porciones laterales occipital
Cápsula periótica Porción petrosa del temporal
Viscerocráneo, Consta de los huesos de la cara, se forma principalmente a partir de los dos primeros
arcos faríngeos. El primer arco origina una parte dorsal,
la apófisis maxilar, que se extiende hacia adelante
debajo de la región del ojo y produce el maxilar, el
hueso cigomático y parte del hueso temporal. La parte
ventral, la apófisis mandibular, contiene el cartílago de
Meckel. El mesénquima alrededor de éste se condensa
y se convierte en hueso mediante la osificación
intramembranosa para dar origen a la mandíbula. El
cartílago de Meckel desaparece salvo en el ligamento
esfenomandibular. El extremo dorsal de la apófisis
mandibular, junto con el del segundo arco faríngeo,
origina el yunque, el martillo y el estribo. La osificación
de los tres osículos empieza en el cuarto mes, de
manera que son los primeros huesos en quedar
totalmente osificados. El mesénquima con que se forman los huesos de la cara deriva de las células de
la cresta neural, incluidos los huesos nasales y lagrimales.
En un principio la cara es pequeña en comparación con el neurocráneo. Eso se debe a: 1) ausencia de
los senos respiratorios paranasales, y 2) al tamaño de los huesos, en especial de las mandíbulas. La
cara pierde sus rasgos de bebé al brotar los dientes y al aparecer los senos respiratorios.
Desarrollo de la cara. Los arcos faríngeos no sólo
contribuyen a la formación del cuello, sino que
además intervienen de modo importante en la
formación de la cara. Al final de la cuarta semana,
el centro de la cara está formado por estomodeo, al
que rodea el primer par de arcos faríngeos. El
desarrollo de la cara se complementa más tarde
con la aparición de las prominencias nasales. Al
final de la cuarta semana, las prominencias faciales
constan fundamentalmente de un mesénquima
proveniente de la cresta neural; están formadas por
el primer par de arcos faríngeos. Las prominencias
(apófisis) maxilares se distinguen a un lado del
estomodeo; también se distinguen las prominencias
(apófisis) mandibulares en posición caudal con esta
estructura. La prominencia frontonasal, formada por
la proliferación de mesénquima en posición ventral
con las vesículas cerebrales, constituye el borde
superior del estomodeo. A ambos lados de la prominencia frontonasal, se originan unos
engrosamientos localizados del ectodermo superficial, las placodas nasales (olfativas), bajo la influencia
inductiva de la porción ventral del prosencéfalo. de la porción ventral del prosencéfalo.
Durante la quinta semana, las placodas nasales se invaginan para producir las fosas nasales. Al
hacerlo, crean una cresta de tejido que rodea las fosas, y dan origen a las prominencias nasales. Las
prominencias sobre el borde externo de las fosas son las prominencias nasales laterales; las del borde
interno son las prominencias nasales mediales. Durante las dos siguientes semanas sigue aumentando
el tamaño de las prominencias maxilares. Al mismo tiempo crecen en sentido medial, comprimiendo las
prominencias nasales mediales hacia la línea media. Después desaparece la hendidura entre la
prominencia nasal medial y la maxilar, fusionándose ambas (Fig. 17.23). Entonces el labio superior se
forma con dos prominencias nasales mediales y dos prominencias maxilares. Las prominencias nasales
laterales participan en la creación del labio superior. Tanto el labio inferior como la mandíbula se
desarrollan a partir de las prominencias mandibulares que convergen a través de la línea media.
En un principio las prominencias maxilares y las nasales laterales están separadas por un surco
profundo: el surco nasolagrimal. El ectodermo en el suelo del surco produce un cordón epitelial sólido
que se desprende del ectodermo suprayacente. Tras la canalización, el cordón forma el conducto
nasolagrimal; su extremo superior se ensancha para constituir el saco lagrimal. Tras separarse del
cordón, convergen las prominencias maxilares y las nasales laterales.
Entonces el conducto
nasolagrimal va desde la
esquina medial del ojo hasta el
conducto inferior de la cavidad
nasal; las prominencias
maxilares se agrandan para
producir las mejillas y el maxilar
superior e inferior.
La nariz se origina en cinco
prominencias faciales: la prominencia frontal da origen al puente, la unión de las prominencias nasales
producen la cresta y la punta, las prominencias laterales producen los lados (aletas).
Aspecto externo y paladar. Aunque
el paladar primario se origina en el
segmento intermaxilar, la parte
principal del paladar definitivo consta
de dos protuberancias en forma de
cresta procedentes de las
prominencias maxilares. Esas
protuberancias, llamadas crestas
palatinas, aparecen en la sexta
semana del desarrollo y se dirigen
oblicuamente y hacia abajo a ambos
lados de la lengua. Pero en la séptima semana ascienden para ocupar una posición horizontal por
arriba de la lengua y se fusionan, dando origen al paladar secundario. En la parte anterior las crestas se
fusionan con el paladar triangular primario, el agujero incisivo sirve de línea media entre los paladares
primario y secundario. Al mismo tiempo que se fusionan las crestas palatinas, el tabique nasal se
extiende hacia abajo uniéndose a la cara cefálica del paladar recién formado.
Desarrollo anormal. Los defectos congénitos del cráneo abarcan desde la ausencia de la bóveda
craneal, como la acrania, incompatible con la vida; hasta defectos de una parte del cráneo por donde
secundariamente pueden herniarse las meninges o el tejido nervioso.
El cierre prematuro de una o varias suturas origina la craneosinostosis, sus variedades dependen
de la sutura que se cierre. Una de las variantes más frecuente es la escafocefalia, donde ocurre el
cierre temprano de la sutura sagital, lo que produce expansión frontal y occipital y el cráneo se torna
largo y estrecho, como observan en la imagen. Otra variante es la oxicefalia o turricefalia, la que se
debe a un cierre prematuro de la sutura coronal, originando un cráneo alto en forma de torre.
Cuando ocurre un defecto de fusión entre los procesos durante el desarrollo de la cara, se pueden
presentar diferentes hendiduras faciales. Las hendiduras del labio superior y del paladar son frecuentes.
El defecto puede producirse a nivel de la fusión del proceso nasal lateral de un lado con el proceso
maxilar correspondiente, consecuentemente no se une el paladar primario con el secundario en uno de
los lados, originando un labio leporino unilateral, que puede afectar el labio, el labio y la encía o, el
labio, la encía y el paladar primario.
Cuando el defecto compromete la fusión de ambos procesos nasales laterales con los maxilares
correspondientes se origina un labio leporino bilateral.
Los defectos situados detrás del agujero incisivo comprenden la fisura del paladar, por falta de fusión
de las crestas palatinas.
En ocasiones se forma una combinación de defectos ocasionando una hendidura que se extiende
por delante y por detrás del agujero incisivo, consecuentemente presenta labio leporino y fisura del
paladar.

Esqueleto de la cabeza. En la composición del neurocráneo entran los huesos impares, occipital,
frontal, esfenoides y etmoides; y los pares parietal y temporal. Por su parte en el viscerocráneo se
encuentran los huesos pares: maxilar, concha nasal inferior, palatino, cigomático, nasal y lagrimal; así
como los impares: vómer, hioides y mandíbula.

 Características generales y funciones


o La mayoría de los huesos están unidos entre sí por articulaciones fijas, las suturas.
o La mandíbula es el único hueso cranefacial móvil.
o La cabeza tiene muchos accidentes topográficos como agujeros y fisuras por los que
pasan elementos vasculares y nerviosos.
o Protege el encéfalo.
o Estabilizan las posiciones del cerebro, los vasos sanguíneos, los linfáticos y los nervios
mediante la fijación de las menínges en la superficie de los huesos.
o La superficie externa de los huesos es un amplia área de inserción de los músculos que
mueven las distintas partes de la cabeza.
o Los huesos faciales conforman la armazón de la cara y sirven de inserción a los músculos
encargados de la expresión facial.
o Proporciona soporte y protección a los delicados órganos de la visión, el gusto, la
audición, el olfato y el equilibrio.

Huesos que forman el neurocráneo. El neurocráneo tiene el aspecto de un ovoidehueco, con el eje
mayor dirigido en sentido anteroposterior y el extremo posterior abultado. En el polo anterior presenta
adosados a los huesos de la cara y, por su extremo posterior, se apoya sobre la columna vertebral
(articulación cráneo vertebral), donde se encuentra un amplio agujero, el agujero magno, que permite la
continuidad del encéfalo con la médula espinal. El neurocráneo está formado por 8 huesos (2
parietales, 2 temporales son pares; 1 frontal, 1 occipital, 1 etmoides, y 1 esfenoides son impares); de
ellos 2 son pares y 4 impares. Y puede dividirse en dos regiones, una superior, la bóveda craneal, y,
otra inferior, la base del cráneo. En la descripción de todos los huesos hay que considerar dos caras,
una endocraneal que mira al interior de la cavidad y otra exocraneal que mira al exterior.

Características generales.
o Los huesos de la bóveda craneal son planos y están compuestos estructuralmente por
una lámina central de tejido esponjoso (diploe) tapizadas por láminas de hueso compacto.
o En la base del cráneo algunos huesos adoptan el aspecto de masas voluminosas, huecas
en su interior, cavidades aéreas, los senos paranasales.
o Los huesos se unen por sinartrosis, suturas.
 Las suturas más importantes son:

 La sutura coronal (entre el hueso frontal y parietal)


 La sutura sagital (divide ambos huesos parietales)
 La sutura lambdoidea (cursa horizontalmente entre el hueso occipital y ambos parietales)

 El hueso frontal es un hueso plano impar que participa en la constitución de la calvaria; presenta
una cavidad llena de aire, el seno frontal, lo que lo hace neumático. Debido a su morfología presenta
un segmento vertical, la escama, que forma parte de la calvaria, y un segmento horizontal, la porción
orbitaria, que forma al mismo tiempo el extremo anterior de la base del cráneo y el techo de la órbita.
Entre ambas porciones orbitales está la porción nasal. Su principal función, además de dar forma a
la frente, es la de proteger los lóbulos frontales del cerebro, que están situados justo detrás de este
hueso. Protegiendo estos lóbulos se consigue que funciones ejecutivas como la flexibilidad mental,
la atención y la memoria no sean susceptibles de traumatismos.
 El hueso parietal se encuentran por delante del hueso occipital, situados en las porciones
superolaterales del cráneo, a ambos lados de la línea media. Su función es la de proteger la parte
de la corteza cerebral que hay debajo, que es donde ocurren la percepción, la imaginación, el juicio,
el pensamiento, etc. Del mismo modo, garantiza la integridad de los lóbulos parietales y los órganos
subcorticales que tiene debajo. Estos lóbulos parietales se encargan de regular estados de ánimo y
de procesar estímulos sensoriales. Son huesos típicos planos de protección que forman la bóveda
craneana, unidos entre sí en la línea media por una amplia sutura: la sutura sagital. Estos huesos
presentan forma de láminas cuadrangulares, donde se describen en cada uno de ellos las porciones
siguientes:
o Dos caras: una externa convexa y una interna cóncava.
o Cuatro bordes: anterior o frontal, posterior u occipital, superior o sagital, inferior o escamoso, que
sirven para la unión con los huesos vecinos.
o Cuatro ángulos: anterosuperior o frontal, postero-superior u occipital, anteroinferior o esfenoidal, y
posteroinferior o mastoideo.
Cada hueso parietal, aislado por su cara exocraneal, no tiene detalles anatómicos importantes, solo
la eminencia parietal que es poco relevante.
En la cara endocraneal o interna de este hueso se observan los denominados surcos arteriales, que
son las impresiones de la arteria meníngea media y sus ramas, que en esta zona están próximos al
hueso y que se pueden lesionar en el curso de las fracturas craneales de esta región,
produciéndose un hematoma intracraneal. Así mismo, en la superficie interna de esta cara se
observan eminencias, nombradas protuberancias cerebrales, y depresiones, que son las
denominadas impresiones digitiformes.
 El hueso temporal  es un hueso irregular, par ubicado en la base del cráneo. Es uno de los huesos
del cráneo más complejos, ya que contiene es su interior el órgano del oído y del equilibrio. Se sitúa
en la parte lateral e inferior del cráneo, en la región que lleva el mismo nombre. Embriológicamente,
el hueso resulta de la fusión de tres huesos presentes antes del nacimiento, el timpánico, la escama
y la porción petrosa, a los que se añade un cuarto componente, la apófisis estiloides, que es un
derivado de los arcos branquiales. Sin embargo, en el adulto los constituyentes del temporal están
totalmente fusionados y apenas se reconocen fisuras lineales que marcan los antiguos límites de
cada pieza ósea embrionaria. Cumplen la función de proteger también el tronco del encéfalo, que
es la mayor ruta de comunicación del cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos. Los
huesos temporales se encargan, por lo tanto, de asegurar que el área responsable de controlar la
respiración y el ritmo cardíaco no se vea afectada. Estos dos huesos tienen un agujero que sirve
para dar soporte al oído, permitiendo así que los sonidos lleguen al tímpano por cada uno de los
laterales de la cabeza. 
 El hueso occipital es un hueso irregular, situado en la parte posteroinferior del cráneo Forma la
parte posterior de la base del cráneo y contribuye a la formación del extremo posterior de la bóveda.
En el tercio anterior del hueso se localiza el agujero magno, que pone en comunicación la cavidad
craneal con el conducto vertebral. La posición del agujero magno permite dividir el hueso en cuatro
porciones que, en el recién nacido, aparecen como piezas óseas independientes unidas por
cartílago:1) la porción basilar, situada por delante del agujero; 2) la escama, situada por detrás del
agujero; y 3) las porciones laterales (porciones condíleas) dispuestas a ambos lados del agujero,
conectando a las otras dos. Su función es la de proteger, de nuevo, el tronco del encéfalo. Además,
también asegura la integridad del cerebelo y los lóbulos occipitales, encargados de la coordinación
muscular y de procesar las imágenes que percibimos, respectivamente.
 El hueso etmoides es un hueso muy irregular y neumático, está encajado en la escotadura
etmoidal del frontal, formando parte de la base del cráneo y del techo de las fosas nasales. Este
hueso presenta cuatro porciones: una lámina horizontal, cribosa, una lámina perpendicular que
forma gran parte del septo nasal y dos masas laterales, los laberintos etmoidales que constituyen
parte de la pared de la cavidad nasal y medial de las órbitas. En ellas se encuentran las celdillas
etmoidales. Su función es la de ser la principal estructura de sostenimiento de la cavidad nasal,
desarrollando así una misión primordial para el correcto funcionamiento del sistema olfativo, creando
canales a través de los cuales pueda fluir el aire.
 El hueso esfenoides está situado detrás del etmoides; también es un hueso neumático, que tiene
un seno, y que se sitúa, fundamentalmente, en la base del cráneo, formando parte de esta y de la
bóveda craneana. Participa también en la formación de la cavidad nasal y de las paredes de las
órbitas. Existen cuatro partes principales en el hueso esfenoides: el cuerpo, el ala menor y el ala
mayor y los procesos pterigoides. Su función, por lo tanto, es la de dar apoyo a otros huesos del
cráneo y también la de dar forma a la estructura interna de la cara.
El cuerpo es la porción de ubicación más central. Anteriormente contribuye en la formación de la
cavidad nasal, lateralmente forma la pared medial del conducto óptico. Los senos esfenoidales están
ubicados en el cuerpo del esfenoides detrás de la cavidad nasal y están divididos por un tabique.
Las alas menores surgen superolateralmente desde el cuerpo del esfenoides donde forman el
conducto óptico (nervio óptico, arteria oftálmica). La cara inferior participa en el borde lateral de la
órbita mientras que la cara superior forma parte de la cavidad craneal.
Las alas mayores surgen posterolateralmente desde el cuerpo. Sus caras laterales forman las caras
infratemporales, sus caras anteriores forman parte del aspecto posterior de la pared lateral de la
órbita. Contienen orificios importantes cerca de sus raíces:

 foramen redondo mayor, que transmite el nervio maxilar


 foramen oval, que permite el paso del nervio mandibular, arteria meníngea accesoria, nervio
petroso menor y vena emisaria (mnemotécnica “MAPE”).
 foramen espinoso, que es atravesado por los vasos meníngeos medios, el nervio espinoso (ramo
del nervio mandibular) se ubica en el margen posterior de las alas mayores.
 agujero de Vesalio, que permite el paso de una vena emisaria que comunica la circulación
intracraneal con el plexo venoso pterigoideo.
Entre el cuerpo, las alas menores y mayores existe un gran orificio conocido como la fisura orbitaria
superior por donde pasan varios nervios y vasos (vena oftálmica superior, nervio oftálmica y sus
ramos, nervio abducens, nervio oculomotor, nervio troclear).

Huesos del viscerocráneo. El viscerocráneo está formado por 15 huesos faciales que conforman la
cara: 2 huesos nasales, 2 maxilares, 2 cigomáticos o malares, la mandíbula, 2 lagrimales, 2 palatinos, 2
conchas nasales inferiores, el vómer y el hioides.
Los huesos de la cara se disponen adosados a la porción anteroinferior del neurocráneo formando dos
bloques óseos el complejo maxilar y la mandíbula. El elemento central del complejo maxilar es el hueso
maxilar y entorno a él se articulan el resto de los huesos de la cara mediante uniones inmóviles. La
mandíbula, hueso impar es el único que posee movilidad, y su función principalmente está relacionada
con la masticación.

 La mandibula es el único hueso móvil del cráneo, y cumple las funciones de soportar las piezas
dentarias inferiores y prestar inserción a los músculos masticadores para que, actuando sobre
ella, permitan la masticación. Es un hueso impar que consta de una zona central horizontal, el
cuerpo de la mandíbula, y dos zonas laterales, las ramas mandibulares, que ascienden a ambos
lados de la cara hacia la superficie articular del temporal.

Partes principales Cuerpo, rama

Articulaciones Maxilar (por medio de los dientes), hueso temporal (por


medio de la articulación temporomandibular)

Características Cuerpo: protuberancia mentoniana, tubérculo mentoniano,


óseas foramen mentoniano, línea oblicua de la mandíbula, fosa
sublingual, línea milohioidea, fosa submandibular, espinas
mentonianas, fosa digástrica, porción alveolar, tabique
interalveolar
Rama de la mandíbula: proceso coronoide, escotadura
mandibular, proceso condilar, cabeza de la mandíbula,
cuello de la mandíbula, fosita pterigoidea, tuberosidad
pterigoidea, tuberosidad maseterina, ángulo de la
mandíbula, foramen mandibular, língula de la mandíbula,
surco milohioideo.

Función principal Masticación


 El hueso maxilar el maxilar es un hueso neumático de forma irregular situado por encima de la
cavidad oral y a ambos lados de la cavidad nasal, participando en la formación de las paredes de
las fosas nasales, la órbita, la cavidad bucal y las fosas infratemporal y pterigopalatina. Su zona
central es hueca y forma el seno maxilar, que se abre en las fosas nasales. Además como
característica de este hueso presenta un amplio borde alveolar, donde se implantan los dientes
superiores.
Se distinguen en el hueso un cuerpo y cuatro procesos: frontal, alveolar, cigomático y palatino.
 El hueso palatino son huesos irregulares situados en la porción posterior de la cavidad nasal;
forman la pared lateral de esta y su piso, así como el techo de la cavidad bucal. Se componen de
dos láminas: una horizontal y otra vertical que se unen en ángulo recto. La lámina perpendicular
es rectangular y está intercalada entre el maxilar y el proceso pterigoideo del esfenoides. Forma
parte de la pared lateral de la cavidad nasal. En cada uno de sus 4 ángulos tienen un proceso: el
orbitario, esfenoidal, entre estos dos se observa la escotadura esfenopalatina, que se transforma
en el conducto esfenopalatino. El proceso maxilar y el proceso piramidal que encaja en la
hendidura pterigoidea. La lámina horizontal junto con el proceso palatino del maxilar, forma la
parte posterior del paladar óseo.
 El hueso cigomático es una lámina ósea de aspecto romboidal, que forma el relieve del pómulo.
La cara medial se extiende hacia atrás formando parte de la fosa temporal. La cara lateral es
subcutánea y da inserción a músculos faciales. El ángulo superior sobresale para articularse con
el proceso cigomático del frontal. El ángulo posterior, el proceso temporal, con el proceso
cigomático del temporal forma el arco cigomático. Del borde anterior se proyecta una lámina
ósea el proceso frontal, que forma parte de la pared lateral y piso de la órbita.
 El hueso lagrimal es un huesos plano también, que constituye láminas óseas cuadriláteras
aplanadas lateralmente, que se sitúan en la pared medial de la órbita; son los más frágiles y
pequeños de los huesos craneales. tienen la función de participar en la función del lagrimar, es
decir, proporcionar una vía para que las lágrimas del ojo sean conducidas a la cavidad nasal.
 El hueso nasal es un hueso plano situado en el dorso de la nariz a ambos lados de la línea
media; cada hueso es una lámina ósea cuadrilátera aplanada anteroposteriormente.
 La concha nasal inferior es una lámina ósea unida a la pared lateral de la cavidad nasal. u
consistencia esponjosa le permite dar soporte a tejidos recubiertos de mucosa nasal y de vasos
sanguíneos y, a la vez, permitir la entrada constante de aire a la cavidad nasal.
 El hueso vómer El hueso vómer es un hueso situado detrás del maxilar, justo por debajo de la
nariz y que consiste en una fina lámina vertical que colabora en la formación del tabique nasal.
 El hueso hioides es un hueso impar e irregular que se sitúa en la base de la lengua. y no
presenta articulación directa con otros huesos, se une al esqueleto mediante ligamentos y
músculos. Está sujeto por una serie de músculos que se disponen unos hacia arriba uniéndole
principalmente a la mandíbula y otros hacia abajo que lo fijan al cartílago tiroides, esternón y
escápula. Estos grupos musculares reciben el nombre de músculos suprahioideos y músculos
infrahioideos, respectivamente. El hioides proporciona un punto de apoyo que permite a los
huesos temporales y maxilar inferior movilizarse por intermedio de los grupos musculares. Esta
fisiología permitirá igualmente proteger laringe y faringe.
Articulaciones del cráneo. En el esqueleto de la cabeza existen los tres tipos de articulaciones:
 Las uniones fibrosas pueden ser de distintas variedades: sindesmosis por membranas y
ligamentos, suturas, gónfosis y esquindelesis.
 Las uniones cartilaginosas según el tipo de cartílago que participa pueden ser sincondrosis y
sínfisis.
 La articulación sinovial presente en el cráneo es una unión condilar, compleja y combinada.
Las articulaciones fibrosas del tipo de las sindesmosis por membrana, constituyen las fontanelas de los
niños pequeños y los ligamentos que se encuentran reforzando la articulación temporomandibular.
La suturas, según la forma de los bordes de unión pueden ser: serratas, escamosas y planas.
Las suturas serratas están presentes: entre el hueso frontal y los dos parietales, denominada sutura
frontoparietal, coronal o frontal; entre los dos huesos parietales, donde recibe el nombre de sutura
sagital; y entre los dos huesos parietales y el occipital, que recibe el nombre de sutura parietooccipital o
lambdoidea.
La variedad escamosa la encontramos entre el hueso parietal y temporal, mientras que la variedad
plana se presenta entre los huesos del viscerocráneo.
Otras variedades de articulaciones fibrosas como las gónfosis se localizan entre los alvéolos dentales y
los dientes; y las esquindelesis entre el esfenoides y el vómer.
Las articulaciones cartilaginosas del tipo de las sincondrosis pueden ser temporales o permanentes y
se localizan en la base del cráneo. Las permanentes se denominan esfenooccipital, esfenopetrosa y
petrooccipital.

Articulación temporomandibular. Las mandíbulas no se articulan entre sí directamente. El maxilar


está soldado al cráneo, que incluye el hueso temporal. Los movimientos mandibulares son los
permitidos por la articulación temporomandibular. Es la única articulación móvil del cráneo adulto, a
excepción de las uniones entre los huesecillos del oído medio. Hay una articulación temporomandibular
a cada lado del cuerpo que actúan de manera conjunta formando un complejo articular denominado
articulación craneomandibular. La articulación temporomandibular está formada por las caras articulares
de la fosa mandibular y del cóndilo de la mandíbula; incluidas dentro de una misma cápsula articular y
reforzados por ligamentos.
La cavidad de la articulación temporomandibular está dividida por un disco fibrocartilaginoso, en dos
compartimientos independientes: superior e inferior.
Alrededor de la articulación se encuentran tres ligamentos, de los cuales sólo uno tiene relación directa
con la cápsula articular, el ligamento lateral, este ligamento limita los movimientos de la cabeza
articular hacía atrás. Los dos ligamentos restantes son los ligamentos esfenomandibular y
estilomandibular.
La articulación temporomandibular por la forma de las caras articulares es de tipo condilar y por tanto
biaxial, la presencia del disco intraarticular le confiere la condición de compleja y amplía su capacidad
de movimientos.
Ambas articulaciones funcionan al mismo tiempo, aún cuando están separadas anatómicamente,
clasificándose como una articulación combinada. Los movimientos de la articulación temporomandibular
son:
 descenso y elevación con apertura y cierre de la boca,
 desplazamiento hacia delante y hacia atrás, es decir propulsión y retropulsión; y
 movimientos de lateralización.
La integración de los huesos de la cabeza a través de los distintos tipos de articulaciones en un todo
único, hace posible un estudio de conjunto del cráneo, lo cual tiene una gran significación en la práctica
médica.
Cráneo en su conjunto. El estudio del cráneo en su conjunto se realiza mediante distintas vistas o
planos denominados normas, las cuales son: frontal, lateral, basales interna y externa, sagital, vertical y
posterior u occipital.

 Norma frontal: La norma frontal está formada por los huesos frontal, cigomáticos, nasales,
lagrimales, maxilares y mandíbula entre otros, unidos mediante articulaciones de distintos tipos; en
ella se distinguen rasgos particulares de los distintos huesos como:
o El tercio superior se corresponde con la frente donde destacan las eminencias frontales, los
arcos superciliares y surcos supraorbitales.
o Las cavidades orbitarias y la apertura de la nariz.
o Lateralmente los huesos maxilar y cigomático.
o El arco alveloardel maxilar que se acopla con el arco alveolar de la mandíbula.
o La protuberancia mental.

 Norma lateral: Al observar el cráneo lateralmente, se pueden reconocer los huesos frontal, occipital,
temporal y parietal entre otros. En esta norma se destacan ante todo las líneas temporales superior
e inferior, así como las fosas temporal, infratemporal y pterigopalatina. Para la observación precisa
de estas dos últimas fosas es necesario retirar la rama de la mandíbula.

 Norma basal del cráneo: En la norma basal del cráneo, por su complejidad e interés práctico, se
estudian por separado sus superficies interna y externa.
La norma basal externa, se extiende desde los incisivos por delante hasta la línea nucal superior
por detrás, lateralmente está limitada por unas líneas imaginarias que se trazan entre las crestas
infratemporales y las bases de los procesos mastoideos. Se divide para su estudio en tres zonas:
anterior, media y posterior. El límite entre las tres zonas lo constituyen: entre la zona anterior y
media el borde posterior del paladar óseo, y entre la zona media y posterior una línea que pase por
delante del agujero magno.
La norma basal interna puede ser observada después de un corte horizontal del cráneo. Sus
características macroscópicas tienen un alto nivel de correspondencia con las estructuras que
conforman la superficie inferior del encéfalo y las meninges encefálicas. Se divide en tres fosas
craneales: anterior, media y posterior. Sus límites lo constituyen: entre la fosa anterior y media,
una línea que pase por el borde posterior de las alas menores del esfenoides, y entre la fosa media
y posterior, una línea que pase por el borde superior de la porción petrosa del temporal y en el
centro por el borde superior del dorso de la silla turca.
 Norma sagital: La norma sagital permite observar la superficie interior de la cavidad craneal, pero la
zona más compleja y de interés médico corresponde a la cavidad nasal, a cuya caracterización
deberán prestar la mayor atención en el estudio independiente de estos contenidos.
Anatomía radiológica. El cráneo del organismo vivo se puede estudiar a través del método
imagenológico. Recuerden los conceptos de radiotransparencia y radioopacidad e identifiquen en
vistas radiográficas laterales del cráneo, detalles como la silla turca del esfenoides, el peñasco del
temporal, el seno maxilar, el seno frontal y las porciones de la mandíbula, y en una vista anterior los
senos frontal, cavidades orbitarias y apertura piriforme orientados en la clase de hoy. Otro aspecto
importante es la anatomía de superficie del cráneo, en particular la palpación de la protuberancia
occipital externa, el proceso mastoideo del temporal, los ángulos mandibulares, el mentón, las
eminencias parietales y frontales, la glabela, los arcos superciliares y cigomáticos y los cóndilos de la
mandíbula entre otros.

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