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EN LO PRINCIPAL: CONTESTA DEMANDA PRINCIPAL.

EN EL OTROSÍ: CONTESTA
DEMANDA SUBSIDIARIA

S.J.L. CIVIL DE SANTIAGO (25°)

STEFANIE RAMDOHR MONTGOMERY, abogado, en representación de la demandada


CGE DISTRIBUCIÓN S.A. (en adelante indistintamente “CGED”), en autos sobre
indemnización de perjuicios caratulados “DEL VALLE / CGE DISTRIBUCIÓN S.A Y
OTROS”, causa Rol C-31.618-2017, a S.S. respetuosamente digo:

Que estando dentro de plazo y conforme a lo prescrito en los artículos 309 y siguientes
del Código de Procedimiento Civil, artículos 1556, 2314 y siguientes del Código Civil,
vengo en contestar la demanda civil de autos, solicitando desde ya que sea rechazada
en todas sus partes, con costas, por las consideraciones de hecho y de derecho que
expondré a continuación:

ALEGACIONES DE LA PARTE DEMANDANTE

1. Comparecen en autos la comunidad hereditaria conformada por las familias Del


Valle Lazo y Del Valle Altamirano, representadas por los abogados Rodrigo
Escudero Bascuñán y Gonzalo Bulnes Llompart, interponiendo una demanda de
indemnización de perjuicios por responsabilidad extracontractual, en contra de
CGE DISTRIBUCIÓN S.A, persona jurídica del giro de su denominación, por la
presunta responsabilidad que le cabría a mi representada en los incendios
denominados por la CONAF como “La Cabaña”, iniciado el día 4 de diciembre de
2016 y “Alto Población”, acaecido entre los días 14 y 21 de diciembre de 2016,
los cuales habrían afectado, según los demandantes, el predio San Martín de
Nilahue, ubicado en la comuna de Paredones, VI Región de O’Higgins.

2. Ambos focos de incendio, según los demandantes, habrían tenido una causa de
origen eléctrico, específica, derivada del cruce de ramas de árboles con cables
del tendido eléctrico propiedad de mi representada.

3. En cuanto a su legitimación activa para accionar en estos autos, sostienen que


ellos serían dueños, en comunidad, del predio “San Martín de Nilahue”, el cual se
habría visto seriamente afectado por los dos incendios ya mencionados.

4. Respecto a los daños que habrían sufrido, sostienen que, como consecuencia de
los incendios, cuya responsabilidad atribuye a mi representada, “Se consumieron
a causa del fuego un total de 188,4 hectáreas del fundo San Martín de Nilahue,
en el cual existe – o existían-, A) bosques de pino, B) bosques nativos, C) Cierros
y D) estructuras para el regadío.

1
Producto de estos supuesto daños, pretenden una indemnización por concepto
de daños ascendente a la suma total de $ 1.280.119.002, más reajustes.

5. Los demandantes fundamentan su acción resarcitoria en lo dispuesto en los


artículos 2314 y 2329 del Código Civil; 139 y 223 de la Ley General de Servicios
Eléctricos (en adelante indistintamente “LGSE”); 205, 206, 218, 221, 222, 224
del Reglamento de la Ley General de Servicios Eléctricos (en adelante
indistintamente “RLGSE”); y en los artículos 12.1 y 111 de la Norma Técnica de
Instalaciones Eléctricas y Corrientes Fuertes (en adelante indistintamente “NSEG
5.E.n.71”).

ALEGACIONES DE LA DEFENSA

Hago presente a S.S. que, respecto a los hechos que se señalan en la demanda, en esta
etapa procesal y para los efectos de la prueba que deberá ofrecerse y rendirse, esta
parte controvierte la totalidad de los hechos alegados por los demandantes y
somos enfáticos en sostener que los incendios materia de autos no se
originaron en el lugar señalado por los demandantes, y que éstos no tienen
como causa ningún accidente eléctrico ocurrido como consecuencia de ninguna
conducta u omisión culpable en que haya incurrido CGED S.A.

La defensa de esta parte se estructurará de la siguiente manera:

I. ANTECEDENTES DE HECHO
II. EXCEPCIÓN PERENTORIA DE FALTA DE LEGITIMACIÓN ACTIVA DE LOS DEMANDANTES Y
EXCEPCIÓN PERENTORIA DE FALTA DE LEGITIMACIÓN PASIVA DE CGED S.A
III. ALEGACIÓN DE FONDO: FALTA DE LOS PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD.
IV. INEXISTENCIA DE LOS PERJUICIOS QUE SE RECLAMAN: NATURALEZA Y MONTO
V. ALEGACIÓN SUBSIDIARIA: EXPOSICIÓN IMPRUDENTE AL DAÑO Y REBAJA DEL MONTO DE LA
INDEMNIZACIÓN.

VI. EN CUANTO A LOS REAJUSTES Y COSTAS.

I. ANTECEDENTES DE HECHO

1. SITUACIÓN CLIMÁTICA EN LA VI REGIÓN EN DICIEMBRE DE 2016 Y ENERO DE 2017

Antes de iniciar los descargos de esta defensa, respecto de las acusaciones que versan
en la demanda, debemos señalar que los incendios por los cuales se demanda en autos,
se desarrollaron durante la temporada de verano 2016-2017, en la cual mega incendios
forestales afectaron la zona centro sur de nuestro país; es un hecho público y notorio.
En atención a las alegaciones de responsabilidad formuladas por la parte demandante –
que esta parte considera falsas–, es fundamental que S.S. considere previamente las

2
características del lugar y la época en la que ocurrieron los hechos, en particular
debido al supuesto nexo de causalidad que se alega en la especie:

Un equipo de expertos en incendios forestales del Mecanismo de Protección Civil de la


Unión Europea, emitió un informe técnico denominado “Situación de incendios forestales
en Chile entre enero febrero 2017” en el cual se relata que:

“Durante enero – febrero 2017, Chile ha experimentado un episodio de


incendios forestales que se puede describir como una tormenta de fuego
extrema con propagaciones ultra rápidas de hasta 8.200 ha/hora y con
intensidades caloríficas excepcionales de más de 60.000 kW7m.
Las causas subyacentes de ese evento son la meteorología extrema y el alto
estrés hídrico de la vegetación consecuencia de una prolongada sequía […]”. 1

Agrega el mismo informe que:

“Durante esta época estival, Chile se ha encontrado bajo una severa sequía
y bajo un largo episodio de tiempo seco y record de temperatura máxima
registrada.”

Por su parte, el subsecretario del Interior a la fecha de los incendios, don Mahmud Aleuy,
sostuvo ante los medios de comunicación lo siguiente:

“Me gustaría clarificar que la situación meteorológica en el país es


extremadamente compleja. Tenemos una combinación de factores que son
humedad, temperatura y vientos que es la más adversa que hemos
enfrentado en los últimos años. De hecho, parte de los fallecidos (los tres
brigadistas de CONAF) tuvo que ver con el factor del viento. Los técnicos
hablan de la situación 30 – 30 – 30 (velocidad del viento, altas temperatura
y baja humedad). Eso se nos ha extendido más de lo que esperábamos”. 2

Por su parte, en la página de National Geographic hacían referencia a la situación de los


incendios que afectaban a nuestro país en el siguiente sentido:

“La temporada de incendios forestales en Chile llegaba a su punto crítico al


terminar enero, pero se adelantó al menos dos meses.

1 Informe Técnico elaborado por el Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea denominado
“Situación de incendios forestales en Chile entre enero febrero 2017”. Se acompañará en la
oportunidad procesal correspondiente.
2 Ver en http://www.gob.cl/subsecretario-aleuy-entrego-balance-incendios-forestales. “Gobierno

de Chile”. 20 de enero de 2017. Consultado el 23 de enero de 2017.

3
Las altas temperaturas y las condiciones de viento variable que se registran
en Chile desde noviembre de 2016, son los factores más significativos que
han dificultado el combate de estos incendios forestales”. 3

Las formulaciones hechas, apuntan a graficar de modo claro – se trata por lo demás de
un hecho de público conocimiento que no requiere prueba – la complejidad que debió
enfrentar la zona, por la cantidad de incendios que se produjeron debido a las altas
temperaturas. En este sentido, resulta importante tener presente que, en nuestro país,
al 14 de diciembre de 2016 existían 62 incendios forestales activos4.

Respecto a las causas más recurrentes de los incendios ocurridos en nuestro país, la
CONAF ha señalado que:

“Zona centro sur (VI a X Regiones): Intencionalidad, deseos manifiestos de


causar daño a las empresas forestales o terceros o para obtener leña en
forma furtiva producto de los remanentes que quedan después del incendio;
en segundo lugar, quemas de residuos agrícolas y forestales, en tercer lugar,
manejo de veranadas y, en menor incidencia, paseantes”. 5

Y luego agrega que:

“La ocurrencia de incendios forestales en nuestro país está asociada al


período estival, época del año cuando la vegetación presenta las mejores
condiciones para la propagación del fuego en ella. Las altas temperaturas,
baja humedad relativa, por lo general nula presencia de precipitaciones y
estrés hídrico de la vegetación, conlleva una condición de alta inflamabilidad
de la vegetación, tanto viva como muerta. Estas características climáticas
también se presentan como propicias para la utilización del fuego por los
trabajadores rurales, fuente origen de gran cantidad de estos siniestros.
Además paralelamente, esta época coincide con las vacaciones estivales de
la población aportando un alto nivel de riesgo adicional al bosque ante la
utilización descuidada del fuego por parte de los veraneantes”. 6

Debemos insistir, en consecuencia, que en este proceso la problemática de la causa


o nexo causal de los supuestos daños sufridos por las demandantes, debe
quedar fehacientemente asentada. Se descarta, a nuestro parecer, toda posible
elaboración de presunciones o informes que no sean absolutamente certeros y
científicos.

3 National Geographic (2017) El peor desastre forestal de Chile. Consultado el 31 de enero de


2017
4 http://www.onemi.cl/noticia/autoridades-entregan-informacion-por-afectacion-de-incendios-
forestales/
5 HALTENHOFF, Herbert (2010). «Los Grandes Incendios Forestales en Chile 1985-2009». CONAF.
6 HALTENHOFF, Herbert (2010). «Los Grandes Incendios Forestales en Chile 1985-2009». CONAF.

4
En este sentido, la prensa de la fecha del incendio señaló7:

“De los 135 siniestros, 58 han sido controlados, 72 se encuentran en combate


y cinco están extinguidos”.8

“Las similitudes de la emergencia en Chile con el incendio forestal más


mortífero de la historia. En Australia, hace ocho años, se registró una
emergencia que se prolongó por dos semanas y mató a 200 personas. Olas
de calor, sequía, múltiples focos y la acción humana son algunos de los
patrones que se repiten entre ambas catástrofes.”

“Una de ellas es que durante las dos semanas previas al gran incendio en
Australia se registró una ola de calor sin precedentes en ese país, que elevó
el termómetro sobre los 40 °C. En Chile también ocurrió algo similar, ya que
durante la semana pasada –cuando se inició la emergencia– y la anterior a
ésta se registraron dos olas de calor en la zona central, que incluso batieron
en forma consecutiva el récord histórico en la ciudad de Santiago”.

“En Chile en los últimos días también ha tomado fuerza la sospecha de que
personas, más allá del descuido, estén generado el fuego intencionalmente.
Incluso brigadistas describen que han visto gente quemar el bosque y luego
escapar en vehículos con escopeta. De hecho, Bomberos de la comuna de
Empedrado, en el Maule, denunciaron que fueron atacados con perdigones
por desconocidos. Todo esto, sumado al hallazgo por parte de Conaf de
material destinado a provocar incendios, hace aumentar las presunciones de
que parte de los siniestros son intencionales”.9

Como S.S. puede observar, los antecedentes antes señalados constituyen una primera
aproximación a las innumerables causas que pueden haber dado origen a la
producción de los incendios de autos. Teniendo todos estos antecedentes en cuenta,
resulta difícil creer que todos los incendios, o gran parte de ellos, hayan tenido
como causa un supuesto accidente eléctrico, como pretende la contraria, de manera
que un eventual origen eléctrico tendría que establecerse, como cualquiera otra
de las múltiples hipótesis posibles, con absoluta certeza.

7 Ver en http://www.elamaule.cl/noticia/sociedad/incendios-en-el-maule-focos-en-pencahue-y-
constitución.
8 Ver en https://www.cooperativa.cl/noticias/pais/desastres-naturales/incendios-forestales/la-

catastrofe-por-los-incendios-forestales-que-afectan-al-pais/2017-01-26/062859.html
9 Ver en http://www.emol.com/noticias/Nacional/2017/01/26/841997/Las-similitudes-de-la-
emergencia-en-Chile-con-el-incendio-forestal-mas-mortifero-de-la-historia.html

5
Todo lo anterior, S.S., incluso ha sido reconocido por los actores, en la medida que en
su demanda señalan:

“Debe destacarse que las condiciones ambientales existentes en ese


lugar y época del año eran las propicias para que cualquier foco libre
acabara en la concreción de un incendio completamente fuera de
control. Como antecedente de lo anterior, las altas temperaturas que
alcanzaron los días de diciembre de 2016 y enero de 2017 en la zona
central y centro sur del país eran un factor de público conocimiento e
incluso informado con anterioridad por los medios de comunicación, y, por
tanto, ciertamente era sabido por las demandadas de autos.”10

Al margen de que las imputaciones que la contraria hace respecto a mi representada, en


el fragmento anteriormente extractado –y a lo largo de toda la demanda- son falsas, lo
cierto es que estamos frente a una verdadera confesión de parte, respecto de la
existencia de condiciones ambientales excepcionales y propicias para incendios
forestales.

S.S., de todo lo que hemos señalado anteriormente, podemos extraer dos conclusiones,
una fáctica y otra jurídica. En primer lugar, queda de manifiesto que durante la
temporada en que se produjeron los incendios por los cuales se acciona en estos autos,
nuestro país vivió un conjunto de situaciones extraordinarias, que nos llevó a una
emergencia sin precedentes. En segundo lugar, jurídicamente, podemos señalar que
resulta fundamental determinar la causa exacta de cada uno de los incendios,
descartando toda otra hipótesis, para con ello construir un supuesto de nexo causal
indubitable.

2. PLAGA DE SIREX NOCTILIO O “AVISPA TALADRADORA” QUE AFECTABA LA VI REGIÓN


A LA FECHA DEL INCENDIO

Sumado a las condiciones climáticas y a la simultaneidad de incendios activos que


provocan pavesas que pueden volar kilómetros encendidas, debemos hacernos cargo de
otro antecedente que resulta de suma importancia al momento de investigar las posibles
causas de los incendios y que fue enunciado con el siguiente titular en los medios de
comunicación:

“Fiscalía indaga relación entre incendios forestales y cuarentena del


SAG a bosques afectados por grave plaga de avispas”.

Resulta entonces que este antecedente no aparece solo como un dato más en los medios
de comunicación, sino que es investigado por el Ministerio Público, en este sentido los
medios nacionales relataban lo siguiente:

10 Ver demanda, página 9. Énfasis añadido.

6
“El fiscal Mauricio Richards, quien indaga los devastadores incendios
forestales registrados el verano último en el sur del país, está investigando
la relación que podrían tener los siniestros con un decreto que un mes antes
había dictado el Servicio Agrícola Ganadero y que declaraba en cuarentena
los bosques de pino que terminaron convertidos en ceniza, ya que se
encontraban prácticamente inutilizables debido a que estaban afectados por
una plaga de avispas taladradoras.”11

Agrega el mismo reportaje que:

“Este pequeño insecto se caracteriza por dejar las maderas inutilizables. Su


presencia había estado controlada por décadas, pero el explosivo y
descontrolado aumento de plantaciones forestales en la zona centro sur de
Chile activó con fuerza su presencia, lo que obligó al SAG a establecer zonas
de emergencia, y decretos de emergencia que también ordenaban quemas
controladas en predio infectados en O’Higgins, El Maule y el Bio Bio entre
julio y diciembre de 2016.
Debido a la gravedad de la plaga el propio SAG entregó información a los
afectados sobre los planes de acción de control y mitigación creados por la
Corporación Nacional Forestal (Conaf), que a su vez elaboró un informe
técnico donde propone como medidas para enfrentar la avispa ‘raleos’ y ‘tala’
en caso de menor impacto, hasta la ‘Incineración, picado y eliminación’ en
los casos más graves”.12 [lo subrayado es nuestro].

Las grandes forestales han emitido también su opinión al respecto:

“Por su parte, Forestal Arauco señaló que los seguros por los incendios son
‘ínfimos’ en relación al daño causado, sin embargo el tema de fondo en el
presente va más allá de esa situación, ya que existe un descontrol absoluto
de plagas y ni la ciencia ni la tecnología, con fondos fiscales, han sido capaces
de controlarlos, por el contrario, han venido en aumento”.
En este sentido ‘El SAG intentó generar un control biológico’ de esta plaga
con la Megarhyssa nortonies un insecto originario de Nueva Zelanda, que
según dicen, controla naturalmente la avispa taladradora de la madera del
pino, pero hasta ahora, lo que mejor resultado les dio a las forestales, ha
sido el efecto purificador del fuego.”13

11 Ver en http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2017/07/03/fiscalia-indaga-relacion-entre-
incendios-forestales-con-cuarentena-del-sag-a-bosques-por-grave-plaga-de-avispas/
12 http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2017/07/03/fiscalia-indaga-relacion-entre-incendios-

forestales-con-cuarentena-del-sag-a-bosques-por-grave-plaga-de-avispas/
13 Ver en http://www.elclarin.cl/web/noticias/cronica/21442-afirman-que-plantaciones-
forestales-devastadas-estaban-infestadas-por-plagas-en-plantaciones-forestales

7
En este mismo orden de ideas, se decía que:

“[…] en palabras simples la forma más certera y eficaz de eliminar a la avispa


taladradora es mediante las quemas controladas. El problema era que debido
a la extensión de la plaga por varias regiones, se hacía poco viable una quema
controlada para tener el 100% de resultado.”14
“Este dato es coincidente con los referidos por pobladores, vecinos y hasta
algunas autoridades, que relacionan a la etapa más compleja de la presencia
de la avispa, con el incendio más grande en la historia no solo de Chile, sino
de Sudamérica y el Planeta; con cientos de focos simultáneos, características
diversas y una propagación impensada, pero con un denominador común: las
llamas arrasaron prácticamente todos los predios de pinos y bosques
forestales que estaban infectados por Sirex Noctilio”.

Existen datos que son categóricos en cuanto a la relación entre zonas afectadas por la
plaga y las que se vieron afectadas por los incendios:

“En la Sexta Región por ejemplo, el SAG había detectado la presencia de la


Avispa Taladradora y decretado cuarentena en Lolol y Marchigue, zonas
donde se concentra el 75% de toda la producción forestal de la región. El
40% de dichos predios forestales fueron afectados por incendios, donde
además el fuego cruzó a comunas como Pumanque, Peralillo, Paredones y
hasta Santa Cruz, todas unidas por cerros plantados y circunscritos en unos
60 kilómetros a la redonda.”15

La importancia de eliminar esta plaga radica en los daños que produce la misma en la
madera lo que perjudica gravemente a la industria forestal, a saber:

“La avispa de la madera del pino Sirex noctilio, corresponde a una plaga de
origen europeo, la cual se detectó por primera vez en Chile durante el año
2011. La importancia de este insecto radica en el hecho que provoca la
muerte de los pinos que ataca, debido a que las hembras colocan sus huevos
dentro del tronco de los pinos, junto con una sustancia tóxica producida por
ellas, que mata los pinos.”16
“[…] la voracidad de Sirex Noticlio es desmedida: se contagia a través de las
avispas hembras, quienes colocan sus larvas al interior del tronco vivo de
pinos exógenos, junto a una tóxica sustancia secretada por el insecto que
deja el árbol seco por completo, lo que lo transforma en doblemente
combustible.”17

14 Ver en http://lanoticiaonline.cl/sección/actualidad/
15 Ver en http://lanoticiaonline.cl/sección/actualidad/
16 Ver en http://www.sag.ob.cl/ambito-de-acción/sirex-noctilio-o-avispa-de-la-madera-del-pino
17 Ver en http://www.radio.uchile.cl/2017/02/21/sirex-noctilio-la-plaga-podría-estar-detras-de-

los-incendios-forestales/

8
Aclarado lo anterior, resulta fundamental referirnos a las medidas adoptadas por la
autoridad competente. Mediante Resolución Exenta N°:1675/2016 emitida por el SAG,
se resolvió lo siguiente:

“Amplía área bajo cuarentena para el control de la plaga sirex noctilio en el


sector de Alcones, comuna de Marchigue, Región de O’Higgins”, 26 de
diciembre de 2016.
“3. Que mediante Resolución Exenta N° 107 de fecha 25 de enero de 2016,
del Director Regional, se estableció área de cuarentena para el control de
Sirex noctilio en la Región de O’Higgins.
4.Que, según consta en ficha de prospección Forestal N°44557 ingresada en
el Sistema de Sanidad Vegetal del SAG y en Informe Fitosanitario N° 98952-
6 del 16 de diciembre de 2016, se ha detectado la presencia de árboles de
Pinus radiata infestados por Sirex noctilio eb el sector de Alcones, comuna de
Marchigue, Región de O’Higgins, área libre de plagas.
RESUELVO,
Amplíese el área bajo cuarentena para el control de la plaga Sirex noctilio,
en un radio de 20 kilómetros respecto del lugar de detección de plaga que se
indica:
Localidad: Alcones
Comuna: Marchigue
Norte (m) 6.195.994
Este (m) 248.036”.

Casi la totalidad del sector afectado por el incendio, se encuentra dentro del radio de
que se encontraba bajo cuarentena por presencia del Sirex noctilio. Lo anterior
constituye un hecho objetivo y de muy fácil prueba, ya que la resolución en comento, y
sus anexos, establecen de forma precisa las coordenadas del lugar de detección de la
plaga y desde donde debe contabilizarse el radio de 20 km, dentro de los cuales se
encuentran los sectores de La Cabaña y Alto Población. Hay que agregar, además, que
a la fecha de hoy, según información del SAG, toda la región se encuentra bajo zona
de cuarentena, llegando incluso hasta la región de Valparaíso, lo que evidencia que el
avance de la plaga a los bosques de la región, era sola una cosa de tiempo.

Resulta incuestionable entonces que, en alguna medida, la presencia de esta plaga en el


sector pudo influir en la generación o propagación del incendio, y también, por
supuesto, en el daño eventualmente causado como trataremos en el capítulo
correspondiente en mayor extensión. S.S. deberá establecer, en consecuencia, en qué
medida interviene este factor en el nexo causal. Podría ser causa directa de los
incendios denominados La Cabaña y Alto Población o de alguna parte de la
extensión que se le atribuye a éste, en cuanto EL PROPIO SAG ORDENÓ QUEMAS
CONTROLADAS COMO MÉTODO DE EXTINCIÓN DE LA PLAGA MEDIANTE LA UTILIZACIÓN DEL

9
FUEGO Y LA EXISTENCIA TAMBIÉN DE QUEMAS NO AUTORIZADAS para producir el efecto de
acabar la plaga de la manera, supuestamente, más eficiente y económico.

La presencia de sirex noctilio también podría tener incidencia en cuanto producto de ella,
los árboles afectados se secan, y como consecuencia, constituyen un combustible
perfecto para los incendios, incrementando la velocidad de avance de los
mismos.

Por último, la existencia de esta plaga deberá ser analizada al momento de determinar
los eventuales daños, ya que la madera afectada por ella no puede ser comercializada
y debe ser eliminada conforme a los protocolos establecidos por el SAG a fin de evitar la
proliferación de la misma, por lo que dicha madera carece absolutamente de valor, y a
mayor abundamiento, deshacerse de ella implica un gasto al dueño del predio. Lo
anterior es un aspecto de vital importancia, puesto que en autos se demandan
indemnizaciones por bosques de pino perdidos, especies foráneas que se han introducido
en nuestro país, con el objeto de proceder a su comercialización y explotación.

3. CARACTERÍSTICAS Y EFECTOS DE LOS MONOCULTIVOS DE PINO Y EUCALIPTUS

Sumado a las condiciones ya analizadas, resulta de vital importancia analizar los efectos
de los monocultivos existentes en la zona afectada por el incendio, condición que
incidió en la crisis ocasionada por los grandes incendios del verano 2016-2017 en nuestro
país. Un monocultivo es la plantación en una amplia área de una sola especie arbórea
de manera uniforme e industrial.

Existe un dato que no puede pasar por alto, a saber, la cantidad de hectáreas que se
vieron afectadas por los incendios del verano que corresponden a monocultivos de
especies exógenas, especialmente de Pinos y Eucaliptos.

Lo medios de comunicación señalaban a la época de los incendios lo siguiente:

“Si se desglosa el área quemada por tipo de uso, las más afectadas fueron
las plantaciones forestales, con 295.082 hectáreas -más de la mitad del total.
Ellas se concentraron mayoritariamente en el Maule, superando las 180 mil
hectáreas. Mientras que la pérdida de bosque nativo se focalizó en el Maule
y O'Higgins, alcanzando 15.759 hectáreas en total. El análisis que viene es
determinar dónde se concentró el fuego, añade el especialista. Los focos se
presentaron mayormente hacia la costa. Ahí las condiciones climáticas
propician un ambiente más seco, lo que se suma a la presencia de
plantaciones forestales en forma continua y de alta densidad, y que se

10
traducen en una gran acumulación de combustible. Esto generó las
condiciones ideales para la propagación y voracidad de los incendios.” 18

Por su parte la Sociedad de Ecología de Chile ha sostenido que:

“1.- El paisaje actual de Chile centro-sur (Santiago a BíoBío), presenta una


vegetación arbustiva natural degradada durante décadas, con acumulación
de material leñoso seco, escasos remanentes de bosque nativo, grandes
extensiones de plantaciones forestales de especies introducidas propensas a
incendios (1), zonas abiertas de pastizales sin manejo, áreas agrícolas, e
insuficiente protección y vigilancia. Este paisaje representa un serio riesgo
para la seguridad de las poblaciones humanas y hogares, actividades
productivas y la biodiversidad de los matorrales y bosques nativos frente a
olas de calor extremo, periodos de sequía prolongados y quemas accidentales
o deliberadas.”19

Respecto al mismo tema, Sergio Donoso, presidente de la Agrupación de


Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) informó que uno de los elementos
facilitadores para la propagación de incendios es el exceso de plantación de árboles
exóticos, como pino y eucaliptus:

“Ese es un elemento facilitador, cuando uno tiene una gran cantidad de


combustible y es muy homogéneo, por supuesto que una vez que se inicia el
incendio, el control de estos se vuelve mucho más complejo, costoso, difícil
y adicionalmente este tipo de plantaciones de pino y eucaliptus, de especies
de rápido crecimiento conllevan un alto consumo de agua, dadas las tasas de
crecimiento que tienen estás especies. Por lo tanto, el nivel de sequedad y
de falta de agua que se presenta en esos ambientes es mucho más intenso
y por lo que facilita el proceso de propagación de estos incendios, en ese
sentido claramente no son elementos que permitan mitigar, sino que en
muchos casos facilitan la propagación, sentenció. 20

Los datos en este sentido son evidentes:

“El pino y el eucalipto son árboles que consumen gran cantidad de agua,
dejando seca las napas subterráneas. Un eucaliptus absorbe por día unos 20
litros de agua. Si cada hectárea contiene en promedio unos 1.000 árboles,
hay un consumo diario de unos 20.000 litros de agua, que serían unos 20
metros cúbicos por hectárea y por día. Además, la madera contiene un

18 Ver en http://www.emol.com/noticias/Nacional/2017/02/10/844295/Primer-estudio-satelital-
muestra-que-mas-de-la-mitad-de-lo-quemado-corresponde-a-plantaciones-forestales.html
19 Ver en http://www.socecol.cl/reflexiones-despues-los-grandes-incendios-del-verano-2017/
20 Ver en http://radio.uchile.cl/2015/02/17/advierten-que-plantaciones-de-pinos-y-eucaliptus-

favorecen-incendios-forestales

11
componente combustible, la trementina; aumentando el riesgo de incendios.
En consecuencia, la escasez hídrica del paisaje forestal y su constante riesgo
de ser siniestrado lo acrecientan las plantaciones de monocultivos.”21

Sin embargo, el alto consumo de agua y la consecuente desecación de los terrenos no


son los únicos problemas que generan estas plantaciones y que inciden en la cantidad
y magnitud de los incendios, sino también las especiales características de estas
especies exógenas introducidas en Chile para fines lucrativos. A saber:

“Sin embargo ese no ha sido el único problema, sino el alto grado


combustible de las especies introducidas lo que genera que un
incendio forestal (en condiciones naturales podríamos decir), se
convierta en un mega incendio forestal. Y es que el Pino Insigne es
altamente inflamable (presenta resina con altas cantidades de trementina)
y de paso aumenta considerablemente la aridez del suelo (erosión) secando
las napas featicas. Eso contrasta completamente con el bosque nativo que es
higrófilo (acumula más agua) y por lo tanto, su transformación en
plantaciones genera un cambio dramático en la inflamabilidad del
paisaje.” 22
[lo destacado es nuestro].

Como bien puede ver S.S. ni los pinos ni los eucaliptos son especies nativas, sino
que corresponden a especies extranjeras introducidas en nuestro país para
fines industriales, dada su rápida velocidad de crecimiento, lo que genera grandes
retornos a sus dueños, y que han sido introducidos sin medir sus consecuencias
ambientales.

En este sentido, la comisión especial investigadora de la Honorable Cámara de Diputados


estableció dentro de sus conclusiones que:

“Se concluye que un fenómeno que podría sumarse al conjunto de


variables23 que intensifican los mega incendios es la situación estructural de
las plantaciones forestales del país, caracterizadas por extensas superficies
continuas de Pinus radiata y especies del género Eucaliptus, que están
generalmente constituidas por masas jóvenes, homogéneas y con muy poco
o nulo manejo u ordenamiento silvicultural preventivo, condición que
posibilita un aumento de combustibilidad. De ahí se desprende que los
recientes incendios se vieron incrementados en su propagación por la

21 Ver en https://resumen.cl/
22 Ver en http://www.radiovillafrancia.cl/monocultivo-el-polvorin-extendido-a-lo-largo-de-chile-
que-crea-un-escenario-propicio-para-mega-incendios-forestales#sthash.1nSSt0Kq.dpbs
23 Estimamos relevante destacar que este proceso de investigación de modo correcto considera

diversas causas probables de incendio, en oposición a los informes que acompaña e invocan los
demandantes. Hay, qué duda cabe, un problema metodológico.

12
expansión desordenada de usos urbanos en el medio rural y de una ineficaz
ordenación territorial.”24 [lo destacado es nuestro].

Resulta incuestionable entones que la búsqueda de mayores utilidades por parte de los
empresarios forestales –dentro de los cuales podemos incluir a los demandantes de
autos- los lleva a sobreexplotar los terrenos, plantando árboles de especies extranjeras
y de rápido crecimiento, sin límites y sin adoptar las suficientes medidas de seguridad.

Estas conductas influyen decisivamente tanto en la ocurrencia de los incendios como en


su propagación. Ello, además, impone al empresario forestal un mayor grado de
diligencia en su actuar.

Como S.S. puede observar, los antecedentes antes señalados constituyen una
primera aproximación a las innumerables causas que pueden haber influido en
la producción del incendio de autos.

4. EXISTENCIA DE LA LLAMADA “POLILLA DEL BROTE” EN EL LUGAR DE LOS HECHOS

Basta leer el informe elaborado por O.S.5 de Carabineros respecto del foco de incendio
denominado “La Cabaña”, para darnos cuenta que, en el lugar de los hechos, y
específicamente en el árbol que supuestamente habría originado el presunto incidente
eléctrico, había presencia de la denominada “Polilla del Brote”. Así se señala:

“-Descripción de los Combustibles: De acuerdo a lo apreciado por el


profesional investigador, en el espacio físico se encontraba establecida una
plantación de Pino Insigne (Pinus radiata) de sobre 20 metros de altura,
observando además que el fute o ramificación de algunos ejemplares de esta
plantación poseen curvaturas propias del ataque de la plaga forestal
denominada “polilla del Brote” (Rhyacionia buoliana). De igual manera se
identifica la presencia de matorrales y pastizales, con signos de
carbonización.”25

Si bien nos encontramos ante la presencia de una plaga cuyos efectos perjudiciales son
menores que el caso de la Avispa taladradora, lo cierto es que tampoco pueden olvidarse,
ya que la presencia de Rhyacionia buoliana, de todas formas, resulta particularmente
dañina para los árboles de pino.

Así, la literatura científica ha señalado:

“Aunque R. buoliana no provoca la muerte del árbol, infestaciones sucesivas


a nivel apical ocasionan deformaciones fustales y pérdidas de

24 Informe Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados


25 Informe O.S.5 N°10/2017.

13
crecimiento en altura y diámetro, que afectan la calidad de la madera
y su rendimiento. Las plantaciones con mayor susceptibilidad al ataque son
las de uno a cuatro años (con alturas cercanas a los 8 m), según los niveles
poblacionales de R. buoliana, y no los árboles mayores de 15 años, tal como
se señala en la bibliografía referente a la biología del insecto fuera de Chile
(Robredo 1978, Lanfranco et al. 1991, 1994, INIA/SAG 1993, Ide y Lanfranco
1994).
La aparición de R. buoliana en Chile no sólo supuso pérdidas económicas para
el país y más concretamente para el sector forestal, sino que esta especie
llegó a ser la plaga más importante, suponiendo a su vez un hito, ya que
en ningún otro país con presencia de la misma en Pinus spp. se observó el
número de individuos por árbol y la magnitud del daño alcanzado en Chile
(Lanfranco et al. 1991, Ide y Lanfranco 1994, 2001)”26

Respecto a las características del daño que puede causar esta plaga, y a la entidad de
los perjuicios se ha dicho:

“La polilla del brote (Rhyacionia buoliana Den. et Schiff.) (Lepidoptera:


Tortricidae) se encuentra distribuida en gran parte del patrimonio de Pinus
radiata D. Don en el país (ESPINOZA e INOSTROZA, 1993; ESPINOZA et al.,
1992; CERDA, 1986).
El daño lo produce la acción de la larva puesto que al alimentarse ocasiona
la muerte del tejido afectado a través de roeduras y galerías en las
yemas y brotes, generando un crecimiento deformado o achaparrado
del árbol (CIMMA, 1986). La simetría del árbol puede perderse si muere la
yema apical, además el daño produce reducciones del crecimiento en altura
(ESPINOZA et al., 1986). Estudios realizados en el país referentes a la
evaluación de daños ocasionados por este insecto, arrojan pérdidas de
volumen aprovechable del orden de un 40 % del total por hectárea
(BALDINI et al., 1993).”27

En el mismo sentido, otro estudio científico señala:

“Actualmente esta plaga se ha extendido hasta completar toda el área de


distribución de las plantaciones de Pinus radiata en Chile, principal especie
forestal del país.

26 RAMOS SANZ, Mar y LANFRANCO LEVERTON, Dolly. El complejo de parasitoides de la polilla


del brote del pino en Chile: pasado, presente y posible escenario futuro. Bosque (Valdivia) [online].
2010, vol.31, n.2 [citado 2019-04-11], pp.100-108. Disponible en:
<https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-
92002010000200003&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0717-9200. http://dx.doi.org/10.4067/S0717-
92002010000200003. Énfasis añadido
27 HUERTA, Amanda y COGOLLOR, Gabriel. Control de la Polilla del Brote del Pino (Rhyacionia

buoliana Denet Schiff.) Mediante Cepas del Bacterio Bacilillus thuringiensis var. Kurstaki”.
Disponible en:
http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/105017/jorquera_p.pdf?sequence=3&isAllowe
d=y. Énfasis Añadido

14
Producto del daño de R. buoliana a los brotes apicales y laterales, sobre todo
de las masas juveniles, se producen malformaciones y pérdidas de
crecimiento, que finalmente se traducen en la obtención de madera
de menor calidad. Ahora si el daño es muy severo y el ataque es repetitivo,
podría llegar a producir prácticamente la pérdida total del valor comercial
de los individuos afectados.
En atención a que este insecto, de acuerdo a algunos estudios, podría llegar
a provocar pérdidas globales de volumen aprovechable cercanas al 40
%, en plantaciones de P. radiata que no han sido sometidas a
tratamientos de control de esta plaga, es que se han llevado a cabo una serie
de investigaciones tendientes a mitigar el efecto de este agente sobre el
recurso maderero.”28

Todo lo mencionado anteriormente, y como veremos en los próximos acápites, será de


vital importancia para que S.S. se pronuncie respecto de la presunta causa del
incendio La Cabaña. En este sentido, si el origen del incendio es el que señalan los
demandantes, no se puede dejar de mencionar que habría sido “un gancho” de un pino
infectado por este insecto, el que habría caído sobre la línea eléctrica. S.S, claramente
verá que no es –ni podría ser- responsabilidad de mi representada que: (i) producto de
esta infección, crezca un nuevo tronco en los pinos; (ii) que dicho crecimiento anómalo,
sea además de una madera débil, que no puede resistir el viento; (iii) que la rama que
habría caído sobre la línea no se encontrara sobre la faja de seguridad, sino que fuera
de ella; (iv) que el empresario dueño del predio, don Francisco Javier Errázuriz Talavera,
ya sea por si o por sus empresas relacionadas, no hubiese adoptado los medios para
controlar esta infección.

Finalmente S.S., no podemos dejar de mencionar que la existencia de esta plaga,


además, deberá tenerse en consideración al momento de evaluar los perjuicios que
habrían sufrido los demandantes. Es incuestionable su presencia en la zona y
además el efecto negativo que tiene sobre la madera del pino.

5. EN EL CASO DEL FOCO DE INCENDIO “LA CABAÑA” EL DUEÑO DEL PREDIO POR EL CUAL
PASABA EL TENDIDO ELÉCTRICO DEBIÓ HABER TOMADO LOS RESGUARDOS PARA EVITAR

LA OCURRENCIA DEL INCENDIO Y NO LO HIZO. ESTE SE DEBERÍA ENTONCES, A LA

EXCLUSIVA RESPONSABILIDAD DE UN TERCERO

En primer lugar, somos enfáticos en controvertir que el incendio materia de autos


se haya debido a un incidente de naturaleza eléctrica, y ante el improbable caso
en que así lo hubiese sido, ello se debería a la exclusiva negligencia del dueño del predio

28 JORQUERA, Patricio. Ciclo de vida de polla del brote del pino (Rhyacionia buoliana DEN. Et
Schiff.) y su relación con los días grados en la comuna de Paredones, VI Región. Disponible en:
http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/105017/jorquera_p.pdf?sequence=3&isAllowe
d=y. Énfasis Añadido

15
en el cual se habría iniciado el incendio La Cabaña, propiedad de la familia de don
Francisco Javier Errázuriz Talavera y de las empresas relacionadas con él.

Lo anterior no es un aspecto menor, sino que muy por el contrario, adquiere la mayor
relevancia por cuanto: (i) se trata de predios propiedad de un empresario forestal, (iii)
es un predio dominado ampliamente por monocultivos de pino, especie que contribuyen
a la propagación de un incendio forestal, y (iii) el ordenamiento jurídico impone al
propietario del predio sirviente una serie de obligaciones tendientes, precisamente, a
evitar el daño a terceros, como ocurre con el caso de los incendios que se pueden generar
producto de la negligencia de tales propietarios.

Se indica en la demanda que: “Se establece como causa probable del incendio forestal
iniciado el día 04 de diciembre en el sector La Cabaña, el contacto de material vegetal
con el tendido eléctrico, lo que produjo carbonización en distintas porciones de la rama
desgarrada del ejemplar de Pino Insigne provocando la ignición de combustibles
superficiales en el sitio del suceso.” 29

S.S., en caso de ser verdad esta versión de los hechos, lo cierto es que la responsabilidad
no se le puede atribuir a mi representada, toda vez que el presunto contacto entre
los cables de distribución fue con una rama que se encontraba fuera de la faja de
seguridad que mi representada, como distribuidora de servicio eléctrico debía
mantener.

En efecto S.S., citando el informe de OS5 de Carabineros, que la contraria insiste en


hacer suyo, podemos apreciar cómo se constata que el árbol de pino cuya rama habría
originado el incendio La Cabaña se encontraba a “6,4 metros perpendiculares al
tendido eléctrico”, es decir fuera de la faja de seguridad. En este sentido, hemos
de señalar que los concesionarios del servicio de distribución eléctrica no cuentan con
facultades para cortar los árboles que no se encuentran en la denominada faja
de seguridad, siendo esta una obligación que recae sobre el dueño del predio
sirviente.

S.S, y es que no deja de llamar la atención que el dueño del predio donde se originó el
incendio La Cabaña, gran empresario forestal, no haya adoptado las medidas de control
respectivas, esto es tomando medidas fitosanitarias que contralaran el auge de la polilla
del brote, así como también efectuar la poda de los árboles que, estando fuera de la faja
de seguridad, podrían haber entrado en contacto con el tendido eléctrico. De ser cierta
la teoría de los demandantes respecto del inicio del incendio La Cabaña, habría sido una
rama, fuera de la faja de seguridad, debilitada para la acción de un insecto, la cual habría
caído sobre la línea, suma de eventos imprevisibles para mi representada, y que
en nada le son imputables.

29 Ver demanda, página 5.

16
Dado que el principal interesado en que los incendios no ocurran es quien se aprovecha
de los bosques, son ellos los llamados a tomar las medidas preventivas necesarias para,
en primer lugar, evitar la ocurrencia de los incendios, y, de ocurrir los mismos, adoptar
los resguardos necesarios para disminuir los daños. Creemos que la exigencia de una
conducta diligente de parte del propietario del predio sirviente, quien además es un
empresario forestal, es aún más extensa considerando las variables que esta parte a
descrito en los acápites anteriores. En este sentido ¿Es irrelevante que el dueño del
predio mantenga parte de los árboles del bosque que será explotado fuera de la franja
de seguridad, pero pudiendo entrar en contacto con el tendido eléctrico? ¿Acaso el
empresario forestal no genera también un riesgo con su actividad que debe controlar?

En cuanto a la invasión de la franja de seguridad del tendido eléctrico – factor en el que


los demandantes sostienen que habría desencadenado la causalidad del incendio y de
sus supuestos daños- llama la atención, entre otras cosas, que una persona con la
experiencia en el rubro forestal, como el propietario del predio La Cabaña, y
considerando el capital involucrado en su negocio, no verifique que se cumpla con las
franjas de seguridad, tanto dentro de su terreno como también en los bosques aledaños,
y por parte de otros empresarios forestales.

Resultaría del todo lógico que, quien tiene todo, o gran parte de su patrimonio invertido
en plantaciones de bosque, tome TODAS – no sólo algunas- las medidas preventivas a
fin de evitar que dicho patrimonio se vea destruido. En este sentido, son los propios
empresarios forestales quienes recorren sus plantaciones para ver el estado de las
mismas y, en consecuencia, son los primeros llamados a verificar la existencia de las
condiciones de seguridad necesarias y de realizar todas las acciones tendientes a evitar
la ocurrencia de accidentes. Pues, como SS. bien sabe, la regla general es que las cosas
perecen para su dueño, y es éste quien debe procurar su conservación considerando las
características de cada caso en particular.

La normativa que regula los servicios eléctricos, no sólo establece obligaciones para las
empresas de distribución, sino que también para terceros, las cuales se crean en
atención a un interés superior y colectivo. En este sentido, el artículo 56 del DFL N°1 de
1982, Ley General de Servicios Eléctricos, establece una obligación de no hacer respecto
del dueño del predio sirviente, el cual indica que:

“El dueño del predio sirviente no podrá hacer plantaciones,


construcciones ni obras de otra naturaleza que perturbe el libre
ejercicio de las servidumbres establecidas por esta ley”.

En el caso de ser cierta la hipótesis de causa del incendio que sostienen los demandantes
en cuanto a que una rama del árbol habría estado dentro de la franja de seguridad– que
esta parte controvierte enfáticamente - resultaría evidente que el dueño del predio
La Cabaña ha incumplido la obligación que sobre él recae en cuanto plantó

17
Pinos Insignes, que aun estando fuera de la servidumbre eléctrica, habrían
llegado a un estado de crecimiento que habría permitido que una rama de gran
tamaño, y de madera debilitada producto de la acción de una plaga no
controlada, pudiese entrar en contacto con los cables del tendido eléctrico, lo
que habría generado perjuicios no sólo para el propietario del predio, sino también
respecto de terceras personas que se habrían visto afectadas por el incendio, como los
actores de autos.

En este sentido, un fallo reciente de fecha 11 de octubre de 2017 de la Ilustrísima Corte


de Apelaciones de Valdivia se ha pronunciado respecto de esta obligación en los
siguientes términos:

“No puede dejar de mencionarse que, la obligación primera en cuanto a


cuidar la no proliferación de árboles que pongan en peligro la continuidad del
tendido eléctrico, legalmente se impone al propietario o tenedor del predio
en el cual se encuentra la línea eléctrica. Así se desprende de la normativa
citada por el recurso, DFL N°4/20.018, “Ley Eléctrica”, y especialmente en el
Reglamento de Corrientes Fuertes, que regula la cercanía de árboles al
tendido eléctrico, y establece parámetros de altura permitida para árboles
frutales bajo dicha línea. Solo ante la inactividad o negligencia del particular,
la empresa SAESA elabora su propio plan de roce, destinando al personal
necesario a dicha labor. De tal modo, el ingreso de personal de SAESA para
efectuar el roce de árboles, aparece como resultado de una omisión del propio
dueño u ocupante del predio […]”

Desde un punto de vista causal, y siempre bajo el supuesto fáctico que plantean los
actores, la conducta del dueño del predio La Cabaña habría sido determinante en la
causalidad del daño que se demanda. Como veremos más adelante, es este tercero,
el que ha incumplido una carga legal que afecta directamente el curso causal
de los hechos, en caso de estimarse que el incendio de autos hubiera tenido un
origen eléctrico.

Siguiendo con este orden de ideas, resulta importante referirnos también a la


postura que ha sostenido la Excelentísima Corte Suprema en un fallo reciente
de fecha 11 de abril de 201830, en el cual ha extendido la obligación de
prevención de incendios a todos quienes pudieran encontrarse en la cadena de
responsabilidad, incluida el propietario del predio de los bosques.

30 Excelentísima Corte Suprema, Rol de Ingreso Corte N°115-2018

18
6. RESPECTO DEL FOCO ALTO POBLACIÓN NO SE HAN MENCIONADO ANTECEDENTES
CONCRETOS QUE PERMITAN SOSTENER UNA ATRIBUCIÓN DE RESPONSABILIDAD

RESPECTO DE MI REPRESENTADA

Respecto del foco denominado Alto Población, lo cierto es S.S. que estamos frente a
imputaciones tan vagas, que en último término ponen a esta defensa en una difícil
situación para hacerse cargo de estas.

En efecto S.S, los demandantes, haciendo suyo el contenido del informe elaborado por
O.S.5 de Carabineros, señalan:

"En el caso del Fundo Santa Ana donde tuvo lugar el incendio denominado
“Alto Población”, analizada la totalidad de la información, el Ingeniero
Forestal que suscribe (…) establece como causa probable de origen del
Incendio Forestal iniciado el día 13 de diciembre del año 2016 en el Fundo
Santa Ana, sector La Población, comuna de Paredones, un incidente
eléctrico, el cual liberó elementos incadescentes provocándose la
ignición de los combustibles con bajo contenido de humedad
apostados en el sitio del suceso.” (Énfasis añadido).31

Y es que desde ya, S.S. podrá darse cuenta de la vaguedad con la cual se nos atribuye
intervención en los hechos, ¿a qué se refiere la contraria con “incidente eléctrico”?. Por
dicho término podríamos hablando de una infinidad de situaciones distintas, tales como
cortocircuito, falla de material, alza de voltaje, roce de árboles con los cables, entre
otras. A mayor abundamiento se señala que este “incidente eléctrico” habría liberado
“elementos incandescentes”, por lo cual cabe hacerse una nueva pregunta ¿Qué clase
de elementos?

En este escueto relato, ni siquiera se contempla un factor de temporalidad, vale decir


no sabemos si hay un incidente eléctrico que originó un incendio, o bien un incendio que
pudo haber dado lugar a un incidente eléctrico (como por ejemplo que las llamas
hubiesen alcanzado un poste electrificado)

Es más, S.S., se nos plantea un “incidente eléctrico”, de naturaleza desconocida y de


causas indeterminadas, ni siquiera se señala algún incumplimiento legal o reglamentario
atribuible a CGED, aspecto de vital relevancia para la controversia de autos, ya que en
esta materia nuestro ordenamiento jurídico no contempla – ni puede contemplar- la
responsabilidad objetiva del concesionario del servicio de distribución de energía
eléctrica, por lo cual se debe determinar con exactitud el incumplimiento legal o
reglamentario que se le imputa a mi representada. Tal como se explicará en los
próximos capítulos, la presencia de material combustible bajo la faja no corresponde
una transgresión a la normativa general en materia de servicios eléctricos.

31 Ver demanda, página 6.

19
En base a todo lo anterior, controvertimos en términos explícitos todas y cada una de
las aseveraciones que la contraria ha realizado en relación al inicio, origen, causas y
propagación del incendio denominado como Alto Población, recayendo sobre la contraria
probar todas y cada una de las alegaciones realizadas en ese punto.

7. AUSENCIA DE MEDIDAS DE SEGURIDAD POR PARTE DEL DUEÑO DEL PREDIO AFECTADO
POR LOS INCENDIOS

En cuanto a las medidas de seguridad que el empresario forestal diligente debe


implementar, DIEZ SCHWERTER sostiene que se configurará la responsabilidad
extracontractual del empresario forestal cuando los incendios “se inicien o propaguen
en sus predios o plantaciones forestales” y en este sentido indica que dicha culpa
se configurará cuando:

“Se pruebe que no se obró con la diligencia, prudencia o pericia que


habría empleado un modelo ideal de conducta”. 32

En este sentido, deberán demostrar las demandantes, además, que dieron estricto
cumplimiento a las obligaciones que le impone el D.S. N°193 de 1998, y la Ley N°20.283
sobre Recuperación del Bosque Nativo y Fortalecimiento Forestal.

Resulta necesario sumar a lo anterior, la responsabilidad que tienen los empresarios


forestales, en la ocurrencia o propagación de los incendios, cuando han sido ellos
mismos quienes han eliminado los bosques nativos de la zona con el objeto de
plantar especies exóticas traídas de otros países, como son el pino y el eucalipto,
con el objeto de tener una mayor capacidad productiva y, de esta forma, han
incrementado los riesgos de incendio en las zonas que se encuentran sus
predios, como bien explicáramos en el capítulo pertinente. Claramente esta
actividad forestal provoca en sí misma un aumento exponencial del riesgo de incendio,
por lo que el empresario debe procurar tomar todas las medidas necesarias para evitar
daños a su propio patrimonio, como el de terceros.

Entonces, resulta del todo previsible para quienes se dedican al rubro forestal, como
ocurre con los demandantes de autos, que en caso de que se inicie un incendio forestal,
las probabilidades de propagación en sus predios son muy altas, lo que les exige un
alto grado de diligencia tanto en el manejo de sus plantaciones como en la
implementación de todas las medidas de seguridad necesarias y efectivas para
evitar la ocurrencia y propagación de incendios en sus plantaciones.

Así las cosas, los demandantes de autos, que son empresarios forestales, deben contar,
a lo menos, con medidas como son la existencia de cortafuegos que corresponden a

32DIEZ SCHWERTER, José Luis (2015): Estudios de Derecho Privado. La culpa del empresario forestal
en la responsabilidad civil extracontractual por incendios forestales en Chile (Editorial Thomson
Reuters) p.782 y ss.

20
fajas de terreno que no tienen combustible o donde éste no está en condiciones de arder,
y que deben ser efectivos, no basta con tener caminos que hagan de cortafuegos pues
éstos no tienen las dimensiones suficientes para evitar que el fuego pase para el otro
lado, por lo que el ancho del cortafuego debe ser el doble de la altura de los árboles. En
el caso de autos sostienen los demandantes que la altura promedio de sus árboles eran
de 15 metros, por lo que era esperable que los cortafuegos tuviesen un ancho de 30
metros. De esta forma, los cortafuegos cortan la continuidad de la vegetación,
impidiendo así que el fuego se propague al carecer de combustible, como también con
la maquinaria necesaria para combatir los incendios y personal capacitado para dicha
función.

De haberse contado con cortafuegos adecuados el daño alegado no habría existido, o a


lo menos, habría sido mucho menor, lo que también pudo controlarse de mejor modo si
los demandantes hubieran contado con la maquinaria y personal necesarios.

En cuanto a estos incumplimientos, DIEZ SCHWERTER es claro al sostener que:

“Así las cosas, establecido que en el origen o propagación de un


incendio forestal incidió algún incumplimiento normativo de parte del
empresario forestal se configurará su culpa y deberá responder
consiguientemente de los perjuicios que provoquen”.33

Pues bien S.S., para el caso de autos resulta de particular relevancia la observación
formulada por esta parte, Y NO CONTROVERTIDA POR LA CONTRARIA en la audiencia de
reconocimiento pericial:

“El abogado de la demandada solicita que se deje constancia que


 en el predio no se observan líneas eléctricas
 en el predio no se observan cortafuego
 la plantación de pino es continua
 hay sectores importantes con pinos que no se vieron afectados por el
incendio,
 se ve muy escasa o nula vegetación nativa.”34

En base a lo anterior podemos ver que los demandantes de autos no contaron con
las medidas de protección mínimas para el desarrollo de la actividad forestal,
en circunstancias que fueron ellos quienes introdujeron especies foráneas con
características particularmente propicias para el inicio y propagación de incendios
forestales. Juzgue Ud. S.S.

33 DIEZ SCHWERTER, José Luis (2015): Estudios de Derecho Privado. La culpa del empresario forestal
en la responsabilidad civil extracontractual por incendios forestales en Chile (Editorial Thomson
Reuters) p.786.
34 Acta de reconocimiento pericial. Énfasis añadido.

21
8. CAUSAS POSIBLES Y LA NECESIDAD DE DETERMINAR LA CAUSA EXACTA DE LOS FOCOS
DE INCENDIO LA CABAÑA Y ALTO POBLACIÓN

Según los profesionales de investigación de incendios, estos fenómenos pueden tener su


origen en una multiplicidad de causas, las cuales se deben descartar unas a otras a
fin de determinar la causa única, salvo que fuesen varias. Se trata de una
exigencia metodológica.

Entre las múltiples causas de una investigación de incendios debe necesariamente


descartarse la incidencia de materiales incandescentes o alta temperatura; ignición de
materiales cercanos a fuentes de calor cercanas; cigarrillos o fósforos mal apagados;
incendio intencional; aglomeraciones de personas; trabajos mecanizados o industriales
próximos; combustión espontánea de materiales; quema de rastrojos; entre muchas
otras causas probables. ¿Hay antecedentes que cumplan con estos presupuestos
ineludibles? Desde ya esta parte sostiene que no.

9. SOBRE LAS SUPUESTAS CAUSAS DE LOS INCENDIOS SEÑALADAS POR EL DEMANDANTE

De acuerdo a lo manifestado en la demanda, podemos aseverar que no hay


antecedentes suficientes que permitan asegurar que la causa de los incendios
La Cabaña y Alto Población sea de aquellas indicadas por los demandantes

En efecto, en la demanda de autos se comete un grave error lógico y jurídico, al imputar


responsabilidad a mi representada en el incendio de marras. La parte demandante,
sin hacer un mayor análisis, desecha a priori cualquier otra causa del incendio
- al igual que el informe en que se funda - atribuyendo una relación de causalidad
entre la “supuesta conducta negligente” en que habría incurrido CGED S.A. y los
supuestos daños.

De acuerdo a lo indicado en la demanda, respecto al incendio La Cabaña, remitiéndose


al denominado “Informe Pericial35 de causa de Incendio N° 10/2017” elaborado por
O.S.5 de Carabineros, se indica como causa probable del incendio la siguiente:

“Se establece como causa probable del incendio forestal iniciado el día 04 de
diciembre en el sector La Cabaña el contacto de material vegetal con el
tendido eléctrico, lo que produjo carbonización en distintas porciones de la
rama desgarrada del ejemplar de Pino Insigne provocando la ignición de
combustibles superficiales en el sitio del suceso.” 36

35 Desde ya SS. debe considerar que no se trata de un informe pericial en los términos de los
artículos 409 y siguientes del Código de Procedimiento Civil.
36 Ver demanda, página 5.

22
Respecto al foco de incendio Alto Población, el informe de O.S.5 de Carabineros
N°34/2016, citado por los actores en la demanda, es aún más vago, en la medida que
señalan que dicho siniestro se habría originado:

“En el caso del Fundo Santa Ana donde tuvo lugar el incendio denominado
“Alto Población”, analizada la totalidad de la información, el Ingeniero
Forestal que suscribe (…) establece como causa probable de origen del
Incendio Forestal iniciado el día 13 de diciembre del año 2016 en el Fundo
Santa Ana, sector La Población, comuna de Paredones, un incidente
eléctrico, el cual liberó elementos incandescentes provocándose la
ignición de los combustibles con bajo contenido de humedad
apostados en el sitio del suceso.”37

S.S, y es que en este sentido sinceramente cabe preguntarse ¿de que “incidente
eléctrico” estamos hablando? ¿corresponderá al contacto de vegetación con las líneas
eléctricas? ¿a un corto circuito? ¿a la operación de un mecanismo de protección de las
líneas? Son interrogantes que debiesen tener respuesta, en caso de que se intente hacer
responsable a mi representada de un monto a indemnizar como el que se demanda en
la especie, al que evidentemente, no podremos ser condenados, en base a un informe
aparentemente “técnico” pero que carece de todo rigor metodológico.

Los párrafos antes transcritos, obedecen a las conclusiones contenidas en los informes
de O.S.5 de Carabineros respecto de los incendios La Cabaña y Alto Población; por lo
cual es ineludible que nos preguntemos qué valor probatorio tiene aquel informe ¿Podría
tratarse de un informe pericial? ¿Es un instrumento público? Ambos supuestos son
descartados por esta parte.

10.EL DEMANDANTE CONFUNDE LA ACTIVIDAD DE TRANSMISIÓN CON LA DE DISTRIBUCIÓN


ELÉCTRICA. CGE DISTRIBUCIÓN NO POSEE LÍNEAS DE TRANSMISIÓN ELÉCTRICA

Al leer la demanda de autos, queda la impresión que la contraria no tiene claridad


respecto a la actividad eléctrica, específicamente respecto de lo que son las labores de
transmisión y distribución de energía eléctrica, aspectos fundamentales para entender
los incumplimientos que se le atribuyen a mi representada.

En efecto S.S., tomando las explicaciones de los informes técnicos de don Arnaldo
Castro, los cuales fueron suministrados por la contraria al perito judicial que elaboró el
informe rolante en autos, podemos señalar brevemente, en que consiste cada una de
las actividades que la contraria confunde:

“b) Las empresas de transmisión de la energía eléctrica generada por el


segmento anterior, elevan mediante los transformadores ya mencionados, el

37 Ver demanda, página 6.

23
voltaje de generación, que como se señaló es relativamente bajo. De esta
manera la energía eléctrica es transmitida hasta transformadores que bajan
este voltaje, pero ya cerca de los centros de consumo. La aislación de los
conductores eléctricos componentes de las líneas, debido a que su voltaje es
mucho mayor en la generación, es también de mayor envergadura. A modo
de ilustración, algunos de los voltajes de transmisión son de 110.000 volts,
220.000 volts, 500.000 volts, y otros.” 38

En cambio, respecto de las empresas de distribución señala:

“c) Finalmente, están las empresas distribuidoras que prestan el servicio


público de distribución de la energía eléctrica ya generada y transmitida por
los dos segmentos anteriores, para ser consumida en los hogares e
industria.”39

S.S., lo anterior deja en evidencia que las actividades de transmisión y distribución


eléctrica son distintas, y los encargados de cada una de ellas, son distintos. Huelga
mencionar que una empresa denominada “CGE Distribución”, es concesionaria del
servicio de distribución eléctrica y no de transmisión, actividad con la cual no se
encuentra relacionada.

Todo lo mencionado es relevante, porque la imputación específica que se hace a mi


representada en la omisión en la adopción de medidas para la mantención de las líneas
de transmisión eléctrica, ámbito que escapa de sus facultades. De ello constan
numerosos pasajes en la demanda:

Tales incumplimientos produjeron que existiera contacto entre las ramas de árboles con
líneas de transmisión de propiedad de CGE y, con ello, dar inicio -como es de público
conocimiento- a distintos incendios durante el periodo estival comprendidos entre la
última parte del año 2016 y primera del año 2017 (página 2)

 “(…) permitiendo con ello, que tales omisiones facilitaran el entrecruzamiento e


interacción entre los árboles circundantes y sus ramas con las líneas de
transmisión de propiedad de CGE, lo que sumado al abundante pastizal
existente en la faja de seguridad produjo el incendio.40

 “Por tanto, es sabido que los incendios de las características de autos presentan
como causa frecuente la interacción de ramas de árboles con líneas de
transmisión, lo anterior es algo tan cierto como conocido por las propias
demandadas.”41

38
Informe La Cabaña, elaborado por don Arnaldo Castro. Página 7.
39
Informe La Cabaña, elaborado por don Arnaldo Castro. Página 8.
40 Ver demanda, página 6. Énfasis añadido.
41 Ver demanda, página 7. Énfasis añadido.

24
 “Las demandadas no solo han tenido una política o conducta negligente de
mantención de sus instalaciones de transmisión de energía eléctrica (…)”42

 “La falta de mantención de las instalaciones y líneas de transmisión de la


CGE, así como de sus correspondientes servidumbres y fajas de seguridad no es
algo circunstancial, sino que es una política de la compañía en los últimos años
previos a los incendios”.43

 “Así las cosas, producto de su reprochable omisión en el nivel de cuidado al que


estaban obligados, y aún habiendo sido advertidos por la autoridad competente,
no solo permitieron que la naturaleza actuara sobre las líneas de
transmisión de su propiedad44” (página 12)

 “Por lo anterior, no queda más que señalar que, en efecto, todas las normas
legales indicadas han sido infringidas, toda vez que se hace evidente que las
ramas de los árboles se encontraban a una distancia menor –en realidad
no había distancia alguna pues se entrecruzaban con la línea de
transmisión– de la exigida respecto de las líneas aéreas.
Esta clase de fallas (caída de ramas sobre cables energizados, generando su corte
y rotura de postes, o el entrecruce e interacción de ramas de pino u otra especie
con líneas de transmisión) fueron la causa de los incendios “La Cabaña”, “Alto
Población” y varios otros de ese fatídico verano de 2016/2017. 45”

 “(…) En el caso de autos, la empresa debía implementar medidas tendientes a


evitar eficazmente el contacto de las líneas de transmisión con los árboles
vecinos, manteniendo respecto de ellos la distancia mínima que exige la
normativa aplicable y, es más, mantener una franja de seguridad completamente
despejada: no lo hizo (…)”46

 “(…)las demandadas tenían pleno conocimiento tanto del mal estado de las
líneas de transmisión vinculado a la falta de separación con material orgánico
combustible, como de que es causa frecuente de incendio la interacción del
tendido eléctrico con la vegetación.”47 (página 38)

 “(…) Dicha omisión provocó la interacción de ramas de árboles con las líneas de
transmisión de su propiedad, iniciando así múltiples incendios, los cuales se
prolongaron, prácticamente de modo ininterrumpido, por varios días de la

42 Ver demanda, página 9. Énfasis añadido.


43 Ver demanda, página 12. Énfasis añadido.
44 Ver demanda, página 12. Énfasis añadido.
45 Ver demanda, página 28. Énfasis añadido.
46 Ver demanda, página 36. Énfasis añadido.
47 Ver demanda, página 38 Énfasis añadido.

25
temporada estival del periodo 2016-2017 y abrasó decenas de miles de
hectáreas.”48

S.S., la atribución que la contraria hace a mi representada es clara, y se refiere a la no


mantención de las líneas de transmisión eléctricas, las que no posee, por lo cual CGED
no incurrió en los incumplimientos y responsabilidades que la contraria le atribuye,
porque sencillamente no podía hacerlo: No puede mantener líneas de transmisión que
no son de su propiedad. En este caso, reiteramos que mi representada posee líneas de
distribución eléctrica, respecto de las cuales se hizo el adecuado mantenimiento.

11.LOS INFORMES DE O.S.5 DE CARABINEROS

Ambos informes, citados por los demandantes, ellos son los N°10/2017 (foco La Cabaña)
y el N°34/2016 (foco Alto Población), independiente del supuesto valor probatorio que
podrían tener en el ámbito de prueba legal tasada dentro del procedimiento civil,
adolecen de una serie de falencias e inconsistencias, que permiten descartar,
de plano, su aptitud para determinar la causa de los incendios de autos.

11.1. ERRORES EN EL MÉTODO

En primer lugar cabe hacer presente que en el inicio de ambos informes el investigador,
don Francisco Flores Muñoz, asevera que la metodología utilizada para llevar a cabo la
investigación corresponde al “MÉTODO DE LAS EVIDENCIAS FISICAS” conforme a
lo estipulado por la organización Española “EIMFOR” (Entrenamiento e
Información Forestal S.L.) el año 1999, validado tanto por Instituciones
Nacionales e Internacionales”.49

Desde ya somos enfáticos en señalar que, conforme se demostrará a continuación,


ambos informes emitidos por O.S.5. de Carabineros no siguen el método
EIMFOR que el mismo indica que se habría utilizado.

La metodología propuesta por EIMFOR basado en las “evidencias físicas” corresponde a


una metodología que contempla una serie de pasos y secuencias que no pueden ser
modificadas, ya que el cumplimiento de cada una de estas etapas es lo que permite
llegar a las conclusiones correctas. Estas etapas o fases que deben seguirse son las
siguientes: Fase previa en la oficina que dice relación con la noticia del incendio y
recopilación de antecedentes. Luego viene la inspección ocular que tiene por objeto
determinar la geometría y zona de inicio, la aplicación del método de evidencias físicas,
la delimitación del área de inicio, la validación del área de inicio, la determinación del
punto de inicio y medio de ignición, la determinación de los indicadores de actividad, la
relación entre la prueba material y personal (testimonios). La siguiente etapa

48Ver demanda, página 40.


49Informe Pericial de Causa de Incendio Forestal, N° 34/2016 y 10/2017, emitidos por O.S.5 de
Carabineros, página 4.

26
corresponde recién al establecimiento de la hipótesis y a la elaboración y validación de
la misma.

Como bien indica el propio investigador en sus informes:

“Esta reconstrucción evolutiva del incendio se realiza a través de la lectura e


interpretación de los vestigios dejados por el fuego en su avance, es decir,
marcas y señales que ha producido, tanto sobre la vegetación como sobre el
medio físico (piedras, cercos, entre otros), con la finalidad de determinar el
área de inicio y de ser posible, punto de inicio y medio de ignición.”50

Siguiendo este razonamiento, llama la atención que en ambos informes alejándose de la


metodología de las evidencias físicas, se parte de una única hipótesis que se plantea
en ellos y previo a la determinación del área de origen, un “incendio originado por
incidente eléctrico”. La metodología de las evidencias físicas exige que el investigador
detecte tantas hipótesis como sean posibles para luego analizarlas e ir
descartando. Como SS. puede ver la labor de investigación del personal del OS5 se
aleja claramente de las exigencias de la lex artis para estos casos.

En relación a este mismo punto, también llama la atención que la hipótesis indicada se
plantea incluso antes de determinar el área de origen del incendio. Lo anterior demuestra
de manera incuestionable que en ambos casos el Ingeniero que investigó el incendio
tenía una idea preconcebida de la causa y se enfocó únicamente en ella, lo que
claramente se contrapone con una investigación objetiva, imparcial y que
obedezca a criterios técnicos y científicos.

A mayor abundamiento S.S., respecto del foco de incendio La Cabaña, del informe se
desprende que el punto de origen se determinó única y exclusivamente en
atención a la declaración de un testigo y no como resultado de un análisis
exhaustivo de los vestigios del incendio, como corresponde según el método
científico, descartando otras eventuales causas.

Resulta evidente que los funcionarios del O.S.5 de Carabineros sólo buscaron vestigios
en el área indicada por el Testigo, lo que claramente induce a error.

Además, no se puede dejar de mencionar quién es el testigo en el cual se basa el


Informe. Nos referimos a don Francisco Rosalindo Arévalo Martínez, administrador del
fundo La Cabaña ¿Puede entonces un Informe Técnico sustentarse únicamente en la
declaración de un testigo que carece absolutamente de la parcialidad necesaria?

50Informe Pericial de Causa de Incendio Forestal, 34/2016, emitido por 0.S.5 de Carabineros,
página 4. Informe N°10/2017, emitido por O.S.5 de Carabineros, páginas 4 y 5.

27
En sede civil, conforme a lo establecido en el artículo 358 números 4 y 5 del Código de
Procedimiento Civil, dicho testigo sería manifiestamente inhábil para declarar, ya
que es trabajador dependiente del dueño del predio donde se originó el incendio, vale
decir del tercero civilmente responsable.

Por su parte, en sede penal, si bien no existen los testigos inhábiles, el artículo 309 del
Código de Procedimiento Penal, da el derecho a las partes de hacer las preguntas
tendientes a demostrar su credibilidad o falta de ella, la existencia de vínculos con alguno
de los intervinientes que afectaren o pudieren afectar su imparcialidad, o algún otro
defecto de idoneidad, con lo que dejamos de manifiesto que el testimonio en cuestión
dista de ser un elemento indubitados, restando en sede penal su exposición, con las
correspondientes instancias de contrainterrogación dentro del marco de un juicio oral,
por lo que, ni dicho testimonio reviste actualmente algún mérito probatorio ni el informe
que en él se funda puede tener algún mérito para establecer los hechos específicos a los
que se refiere.

¿Puede entonces una investigación relativa a las causas de un incendio basarse


exclusivamente en la declaración de un testigo inhábil para declarar y dirigir su
investigación sobre la base exclusiva de dicha declaración? ¿Acaso no debía el
investigador previamente entrevistar a otros posibles testigos o abarcar una zona mayor
de estudio para recolectar vestigios y plantear sus propias hipótesis?

Lo anterior era lo correcto de hacer conforme al método EIMFOR, sin embargo, el


investigador no lo hizo y se limitó a considerar únicamente los dichos de un testigo y
llevar a cabo su investigación sobre la base de los mismos. Así lo reconocen ellos mismos
al plasmar en el informe que “Conforme la información entregada por el Sr. Arévalo
Martínez, siendo las 14:20 horas este equipo pericial se constituyó en el Sitio del Suceso
dentro del fundo La Cabaña, con la finalidad de realizar las diligencias instruidas, previa
forma del acta de ingreso y registro.”51

Tampoco se explica en el Informe por qué el equipo investigador eligió investigar el árbol
que luego analiza, si fue porque de los vestigios recolectados se podía determinar que
aquel era el punto de origen del incendio o simplemente porque era el árbol más cercano
al tendido eléctrico y se acomodaba con la hipótesis planteada en atención a los dichos
del testigo.

Respecto del foco Alto Población, reiteramos las falencias metodológicas señaladas
precedentemente, específicamente la absoluta vaguedad con que se encuentra
redactado el “Informe Pericial” en comento, en tanto no es capaz de determinar el
“incidente eléctrico” en concreto, ni sus causas.

51 Informe Pericial de Causa de Incendio Forestal, 10/2017, emitido por 0.S.5 de Carabineros p.6.

28
Resulta de suma importancia señalar que, los errores en la determinación de causas de
los incendios no sólo pueden derivar en imputar responsabilidad a personas equivocadas,
sino que, más grave aún, impide adoptar las medidas preventivas correctas y adecuadas.

Reiteramos, la falencia fundamental del informe pericial en cuestión es que, a partir de


la evidencia física encontrada únicamente plantea como causa a estudiar el supuesto
“accidente eléctrico”, descartando investigar, a priori, cualquier otra causa, como las que
hemos enunciado con anterioridad.

11.2. AUSENCIA DE VALOR PROBATORIO DEL INFORME DE O.S.5 DE CARABINEROS

Sin perjuicio de la serie de falencias de que adolece el informe elaborado por O.S.5 de
Carabineros, tanto en la metodología utilizada como en el error de conocimiento teóricos
que lo sustenten, como se acaba de ilustrar en el acápite anterior, esta parte alega que
los informes en el que se sustenta principalmente la alegación de los demandantes sobre
la causa u origen de los incendios es, además, atentatorio de las normas legales que
rigen en nuestro derecho sobre los actos de la administración del estado, en especial, el
principio de contradictoriedad.

En el sentido que hemos señalado con anterioridad y según lo demostrará esta parte
durante el transcurso de este juicio, las conclusiones a las que arriba el personal de
Carabineros de Chile –en concreto personal del OS5- y que luego plasma en su informe
son absolutamente defectuosas y, por consiguiente, erradas. Ello, en consecuencia, resta
todo valor probatorio a un antecedente que se trata de un simple antecedente escrito
que no posee el valor probatorio de instrumento público, o de instrumento privado
reconocido en juicio, que no tiene el carácter de informe pericial y que no es vinculante
para el Tribunal de S.S. Lo anterior permite a esta parte desvirtuar completamente las
aseveraciones y conclusiones que el mismo contiene conforme a la prueba que se rendirá
en la oportunidad procesal correspondiente.

12.LA DEMANDA CONTIENE UNA EXPOSICIÓN DE LOS HECHOS SESGADA, Y EN ÚLTIMO


TÉRMINO, SERIAMENTE DEFORMADA

Finalmente, en cuanto al relato los hechos, corresponde que nos hagamos cargo del
relato realizado por los demandantes, el cual se encuentra seriamente deformado, en
puntos tales como (i) los trabajos realizados por CGED en la zona de Nilahue Baraona,
(ii) el presupuesto destinado a mantención por parte de mi representada a labores de
mantención, (iii) la presunta obligación de despeje. Veamos:

29
12.1. LOS TRABAJADOS REALIZADOS POR CGED EN LA ZONA DE NILAHUE BARAONA TUVIERON
POR FINALIDAD VELAR POR LA CONTINUIDAD DEL SERVICIO ELÉCTRICO

En primer lugar, sorprende que la contraria, no solo haga alusión a hechos que ocurrieron
en otras fechas en otro foco de incendio, sino que, además, lo haga de una forma
brutalmente descontextualizada, tratando de dotar las actuaciones de mi representada
de un aspecto delictual del que carece.

Los trabajos en la zona de Nilahue Baraona, que derivaron en el cambio de la cruceta de


un poste, jamás tuvieron por objeto alterar el sitio de los hechos a fin de ocultar
evidencia. Dicho cambio se realizó luego de haber concurrido al lugar Carabineros,
y teniendo plena conciencia de que existían registros fotográficos de la
ubicación del cableado, por lo que sería absurdo pretender ocultar prueba con dicha
conducta.

Sin embargo, en el marco de investigaciones anteriores en relación a otros juicios, se ha


criticado a mi representada el hecho de haber cortado con posterioridad los árboles,
impidiendo que se lleve a efecto una investigación adecuada. Es decir, será indiferente
la medida que se tome, siempre se va a criticar que algo sea modificado por parte de
CGED luego de ocurrido un incendio.

Sin embargo, resulta imposible para mi representada no hacerlo. Debemos recordar que
dentro de los principios de la actividad de servicio público eléctrico se encuentran los
principios de Continuidad, Obligatoriedad y Regularidad.

El principio de continuidad impone el funcionamiento ininterrumpido de la actividad


respectiva; esto es, la prestación del suministro eléctrico sin ninguna interrupción.

El artículo 145 del DS 327 de 1998 señala que:

“las empresas concesionarias de servicio público de distribución deberán


suministrar electricidad a los usuarios de manera continua e ininterrumpida
[…]”.

Resulta entonces que mi representada tiene la obligación legal de mantener la


continuidad del servicio, y en este contexto siempre debe buscar la mejor forma de
dar cumplimiento a ello, so pena de verse expuesto a multas por parte de la SEC. Es así
que, a consecuencia del incendio Nilahue Baraona, existían usuarios sin suministro
eléctrico y había que buscar la forma de volver a energizar las líneas de manera segura
y sin alterar el sitio del suceso, por lo que se optó por modificar las crucetas de una
posición “T” a una posición “L” o de bandera, comúnmente utilizada y aprobada por la
SEC cuando las circunstancias lo requieren.

30
Resulta entonces que la conducta de CGED tenía por objeto cumplir con su obligación
legal de dar continuidad al servicio, y exigida de manera constante por la SEC. Es esta
su obligación principal.

Resulta entonces que cualquiera que fuera la conducta que adoptara GGE luego del
incendio necesariamente iba a ser criticada, toda vez que se esperaba al mismo tiempo
que mantuviera la continuidad de suministro, que evitara que ocurran nuevos incendios
y que no altere en nada el lugar de los hechos ya que debía hacerse una investigación
penal. ¿Será capaz de determinar S.S. entonces cual era efectivamente la conducta
esperable por parte de CGE?

12.2. MI REPRESENTADA HA EFECTUADO LABORES DE MANTENCIÓN EN LA ZONA AFECTADA POR LOS


INCENDIOS

S.S., en un razonamiento lógico que sorprende, la contraria ha hecho alusión a una


noticia, en la cual se informa que mi representada anunció un plan de inversiones por
más de 100 millones de dólares, para la mantención de franjas de seguridad, y
consecuencia de lo anterior se podrían concluir, a su juicio, que anteriormente no lo
hacía. Lo anterior, sencillamente, no resiste análisis.

Lo cierto es S.S., que mi representada, para efectos de dar cumplimiento a las


obligaciones que sobre ella recaen, mantiene constantemente un plan de mantenimiento
de sus redes eléctricas mediante la implementación permanente de diversos programas
y protocolos desarrollados para tales efectos.

En este sentido existe abundante documentación, entre ellos Informe y Auditorías


encargadas a terceros – y que serán acompañados oportunamente al juicio - que
permiten demostrar el trabajo constante que existe por parte de CGED S.A. para dar
cumplimiento a su obligación de mantener las redes e instalaciones en buen estado.

La contraria, como también los medios, han sostenido reiteradamente que nuestra
representada “seguramente para ahorrar costos y así hacer más utilidades para sus
accionistas”52 dejaron de hacer las mantenciones. Al respecto somos enfáticos en negar
y controvertir dicha afirmación. Por lo demás, los siguientes datos demuestran lo
contrario: el año 2014 CGED S.A. tuvo un gasto de $1.233.0151.000.- pesos para
efectos de mantenciones sólo en la región de O’Higgins. El año 2015 la suma destinada
a mantenciones aumentó a $1.688.426.000.- pesos y el año 2016 dicha suma se
incrementó en más del doble, llegando a la cifra de $3.678.834.000.- destinados a las
mantenciones sólo de la región de O’Higgins. Lo anterior, desploma la tesis de los
demandantes en este punto.

52 Ver página 59 de la demanda.

31
12.3. RESPECTO A LA PRESUNTA OBLIGACIÓN DE DESPEJE DE LA FRANJA

Al leer la demanda, pareciera ser que los actores, a lo largo de todo su escrito, confunden
la obligación de poda con el despeje de la franja (remover el material que se pueda
encontrar bajo la línea), actividades que son distintas. En el caso de la poda, esta es una
obligación del concesionario del servicio de distribución eléctrica, y en el caso del
despeje, ello es una facultad del mismo.

Lo anterior es evidente S.S, por cuanto: la normativa técnica establece claramente que
el despeje de la franja es facultativo. Veamos.

El artículo 111.5 del Reglamento de Instalaciones Eléctricas de Corrientes Fuertes,


señala:

“5) Los concesionarios podrán retirar de la vecindad de la línea toda


vegetación o material que pueda poner en peligro la línea en caso de
incendio”

De lo anterior queda de manifiesto que para mí representada, no es una obligación, de


serlo, ella estaría facultada a incluir tal costo en el cálculo de la tarifa, lo que no ocurre
en la actualidad.

Es más S.S., ha sido la propia autoridad administrativa, la que en diversas oportunidades


ha zanjado esta situación. Así:

 La Resolución Exenta N°20830 de 16 de octubre de 2017:

Mediante esta resolución, la autoridad administrativa deja sin efecto la sanción


injustamente impuesta a mi representada por haber pasto seco, bajo la línea de
distribución, señalando:

“ 4 (…)
Sin embargo, se ha concluido que la disposición contenida en el punto 111.6,
de la misma norma que indica que “Los concesionarios podrán retirar de la
vecindad de la línea toda vegetación o materia que pueda poner en peligro la
línea en caso de incendio”, y que en el caso en revisión ha sido asimilada a
la presencia de pasto seco, no reviste una circunstancia que por sí sola
permita dar por acreditada la existencia de una infracción, puesto que ello
más bien constituye una de las formas de manifestación del deber de
mantenimiento que pesa sobre todo concesionario eléctrico y que se traduce
en que éste, si advierte que la vegetación bajo las líneas con ocasión de un
incendio puede revestir un riego para la instalación, puede eliminar dicha
vegetación, evitando así, la afectación a la infraestructura y una segura

32
interrupción del suministro. De no hacerlo, asume el riesgo que la
interrupción de suministro originada por la afectación a esas instalaciones
configure una conducta reprochable.(…).”53

 Oficio circular N°26035 de 15 de diciembre de 2017, la SEC señaló:

“Las empresas concesionarias conforme lo señala el artículo 57° de la Ley


General de Servicios Eléctricos, en relación al artículo 111.6. de la NSEG E.n.
71 Instalaciones de Corriente Fuertes pueden intervenir en las cercanías de
las líneas aéreas y retirar toda la vegetación o también el material que con
ocasión de incendios pueda afectar la seguridad de la línea. Detectada
la amenaza, esta obligación de despeje faculta a la empresa para que
intervenga en la vecindad y retire la vegetación o material, sin necesidad de
gestionar la autorización respectiva. Esta superintendencia entiende que el
no despeje de vegetación que luego y con ocasión de un incendio, afecte
estructuralmente la instalación y por consecuencia el suministro de los
usuarios, puede ser constitutivo de una infracción administrativa.” 54

 En su documento N°380/2017, la Comisión Nacional de Energía señaló:

“Respecto de la facultad del concesionario para retirar de la vecindad de las


líneas eléctricas toda vegetación o material que las pueda poner en peligro
en caso de incendio, la normativa regula el cumplimiento de la calidad de
servicio que deben entregar las concesionarias de distribución supone la
existencia y estándares normales previamente determinados. De esta forma,
dichos estándares son considerados en los respectivos procesos de
tarificación a que están sujetas las empresas, de manera que éstos
contemplen los costos de inversión, operación y mantenimiento que implica
el cumplimiento de tales requerimientos.
En este sentido, es posible afirmar que el estándar asociado al deber de
mantenimiento de instalaciones está constituido por la condición de
“evitar peligro para las personas o daño en las cosas”, tal como establece el
artículo 205 del Reglamento LGSE y no eliminar totalmente dicho riesgo. De
esta forma, el concepto de incendio contenido en el artículo 111 del
Reglamento de Corrientes fuertes hace referencia más bien a un riesgo
externo que puede afectar a la línea eléctrica, es decir, un peligro
para la calidad, continuidad y seguridad del servicio público eléctrico
y no como un efecto necesario derivado de la existencia del tendido eléctrico.
En este contexto, la norma contenida en el numeral 6) del artículo 111 ya
mencionado debe entenderse como una facultad de la empresa que
busca mitigar los riesgos asociados a la ocurrencia de incendios, la que

53 Resolución Exenta N°20830 de 16 de octubre de 2017. Página 4.


54 Oficio Circular N°26035 de fecha 15 de diciembre de 2017 emanado de la SEC. Página 4.

33
deberá ser ejercida con el objeto de cumplir con los parámetros de calidad y
seguridad que rigen la actividad de distribución eléctrica.
Lo anterior es coherente con el carácter facultativo que establece la propia
norma del numeral 6) del artículo 111 del Reglamento de Corrientes Fuertes
que dispone que: ”Los concesionarios podrán retirar de la vecindad de la
línea toda vegetación o material que pueda poner en peligro la línea en caso
de incendio. Así, en su labor de gestión y administración del riesgo asociado
a la actividad que desarrolla y, atendido a las obligaciones normativas sobre
seguridad y calidad que la regulan, cada empresa de distribución ejercerá
esta facultad de despeje de las áreas próximas a la línea de acuerdo a los
planes y programas de mantenimiento que hubiese establecido.” 55

II. EXCEPCIONES PERENTORIAS DE FALTA DE LEGITIMACIÓN ACTIVA DE LAS


DEMANDANTES Y DE FALTA DE LEGITIMACIÓN PASIVA DE CGED S.A.

1. CUESTIÓN PRELIMINAR SOBRE LA LEGITIMACIÓN PARA LITIGAR

Previo a los argumentos en los que se sustenta la excepción interpuesta, consideramos


de suma relevancia, referirnos entonces a la acción. Respecto de quién o quiénes son
titulares de la misma y en contra de quién o quiénes puede ser ejercida, de manera tal,
que dicho acto que da inicio al proceso sea conducente al fin del mismo: la dictación de
una sentencia que resuelva el conflicto. Nuestra doctrina ha señalado que desde el
momento en que se produce la violación de un derecho, su titular recurre a la protección
del estado, quien se la proporciona mediante aquellos en quienes reside la función
jurisdiccional. La manera de provocar esta protección es deduciendo una demanda, que
es el modo normal de ejercitar la acción, y se manifiesta posteriormente en un acto del
tribunal que recibe el nombre de sentencia56.

Nuestro Código de Procedimiento Civil no contiene ninguna definición de lo que se debe


entender por acción, ya que sus redactores tuvieron presente el concepto de acción como
un elemento del derecho sustantivo, es decir, participaron de la teoría clásica de la
acción. Así y siguiendo la posición doctrinaria clásica, deben concurrir al ejercicio de la
acción una serie de elementos, a saber:
a) Existencia de un derecho, ya que la acción no es más que el derecho subjetivo
puesto en ejercicio.
b) Existencia de un interés, es indispensable que el actor tenga interés porque el
derecho no es sino el interés protegido por la ley, y si falta el interés, la protección
que es la acción es innecesaria y desaparece.

55 Documento CNE N°380/2017, de fecha 25 de agosto de 2017, emanado de la Comisión Nacional


de Energía. Páginas 3 y 4
56 CASARINO, Mario (2000): Manual de Derecho Procesal, Tomo III (Editorial Jurídica de Chile). P.

28.

34
c) Existencia de una calidad, es decir que el actor debe estar legitimado para
deducir la acción, y lo está aquel al cual la ley le reconoce la posibilidad de
accionar.
d) Existencia de una capacidad, el actor o demandante para deducir válidamente
su demanda, es decir, para entablar su acción debe tener capacidad procesal
equivalente a la capacidad de ejercicio del Código Civil.

Siguiendo a CASARINO, son tres los elementos de la acción: (i) Los sujetos de la acción,
(ii) El objeto de la acción y, (iii) La causa de la acción. En cuanto al primer elemento,
este procesalista, nos señala que los sujetos de la acción, a su vez, se clasifican en:
activo y pasivo57. Al hablar que la acción debe ejercitarse con las formalidades que señala
la ley nos estamos refiriendo a que ese ejercicio debe realizarse a través de un vehículo,
de una prestación que se hace al tribunal y esa es la demanda.

En general podemos decir que la demanda es el medio hábil para ejercitar la acción
siendo ésta la forma de hacer valer el derecho que se reclama.

Vistos los conceptos de acción y pretensión, nos toca señalar que nuestra jurisprudencia
y doctrina sostienen en forma unánime, que uno de los requisitos para obtener la tutela
jurisdiccional, la protección de los derechos por medio de los tribunales de justicia, es
que la demanda se entable por el sujeto al cual corresponda la acción y se dirija
en contra del sujeto pasivo de la misma. Este requisito se denomina legitimación
en la causa, y puede ser activa –en el caso del demandante– o pasiva -en el caso del
demandado-. Nuestro ordenamiento jurídico determina a quien corresponde la acción.
En el caso de la responsabilidad extracontractual corresponde a aquellos que al tenor de
lo dispuesto en los artículos 2314 y siguientes del Código Civil hayan sufrido el daño.

En efecto, no todo daño es indemnizable, debe reunir determinados requisitos, a saber:


(i) Debe ser cierto; (ii) Debe ser personal; (iii) Debe ser directo; (iv) Causados por un
tercero distinto a la víctima; y (v) No debe estar reparado58.

2. EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN ACTIVA DE LAS DEMANDANTES

Si bien lo desarrollaremos a fondo el acápite siguiente, relativo a la legitimación pasiva,


desde ya reiteramos que los incendios materias de autos que habrían afectado
el predio por el cual demanda la comunidad hereditaria de la familia Del Valle
no tienen su origen en alguna actuación u omisión por parte de mi
representada, por lo cual malamente se puede demandar a quien no ha tenido
participación alguna en los hechos materia de esta controversia.

57 CASARINO, Mario (2000): Manual de Derecho Procesal, Tomo III (Editorial Jurídica de Chile). P.
28.
58 Así lo señalan BARROS, CORRAL y RODRÍGUEZ.

35
Sin perjuicio de lo anterior, y para el caso que S.S. determine que mi representada ha
tenido participación en los hechos que motivan el presente litigio, lo cierto es que los
daños por los cuales el actor interpone la presente acción, son aquellos que
deben ser indemnizados al dueño de la cosa destruida.

Pues bien, desconocemos que los demandantes actualmente sean propietarios


del predio presuntamente afectado por los incendios –ya sea a título individual o
como miembros de la comunidad hereditaria a la cual afirman pertenecer o bien que
ésta sea dueña del inmueble afectado- debiendo dichos supuestos ser acreditados por
los actores.

En este sentido, y no siendo los propietarios de los predios afectados, los demandantes
carecen de la legitimación activa para demandar en estos autos, razón por la cual
interponemos la presente excepción.

3. EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN PASIVA DE CGE DISTRIBUCIÓN S.A.

3.1. PRELIMINAR

La parte demandante ha errado al intentar su demanda en contra de nuestra


representada en atención a que, no ha tenido participación alguna en los hechos
en que se funda la acción resarcitoria de autos y no existe relación causal entre
algún daño que se reclama y alguna acción u omisión atribuible a mi
representada, mal podría CGED S.A. ser el legitimado pasivo de la acción que se
emprende.

En efecto, mi representada no ha infringido deber de cuidado u obligación de


carácter reglamentario o legal, toda vez que los incendios no se produjeron a causa
de accidente eléctrico alguno o, en el peor de los casos – de verificarse dicha hipótesis,
que controvertimos – no existe ninguna conducta negligente por parte de mi
representada a la que se pueda atribuir el incendio y los daños que se reclaman.

Aparece como evidente y notorio, que las causas de los innumerables incendios del
pasado verano en Chile son diversas. No obstante, esa amplitud de posibles supuestos,
la parte demandante invoca exclusivamente una, esto es la supuesta negligencia de
nuestra representada, la que controvertimos desde ya en términos absolutos.

Finalmente, además de los puntos indicados y considerando que la parte demandante


deberá acreditar que han sufrido un daño, hecho que consideramos inexistente,
estimamos que en la especie no se configura la responsabilidad civil de esta demandada.

36
3.2. LOS RESULTADOS DAÑOSOS DERIVADOS DEL INCENDIO “LA CABAÑA” SE DEBEN
EXCLUSIVAMENTE AL HECHO DE UN TERCERO, EL PROPIETARIO DEL PREDIO LA CABAÑA DE
NILAHUE, QUIEN NEGLIGENTEMENTE PERMITIÓ LA EXISTENCIA DE UN ÁRBOL ENFERMO Y DE
GRAN EXTENSIÓN EN LA CERCANÍA DE LA FAJA

En este capítulo resulta fundamental el análisis del requisito enunciado anteriormente,


en cuanto a que no se puede a nuestra representada pedir la reparación del daño
causado por un tercero, ya que no resulta indiferente para los fines que busca la ley
quién ha causado el presunto daño, en este caso, un tercero.

Debemos hacer presente que, dadas las exigencias de utilidad pública que lleva consigo
la actividad de transmisión y distribución del servicio eléctrico, la ley puede establecer
limitaciones al ejercicio de las libertades personales, imponiendo deberes de
cuidado o derechamente obligaciones de no hacer, especialmente cuando se trata de
actividades que traen aparejadas posibles riesgos y, por supuesto, debe establecer
sanciones en caso de incumplimientos.

Es por estos motivos que existen ciertas actividades reguladas y supervisadas, como es,
entre otros, el negocio eléctrico. Sin embargo, la normativa del ramo no sólo se refiere
a las obligaciones que tienen los partícipes directos del negocio de distribución eléctrica,
sino que también impone obligaciones a terceros, las que tienen por objeto evitar
que se produzcan interrupciones del servicio eléctrico o accidentes eléctricos con
afectación de terceros, como es el caso de electrocuciones, daños a bienes de
particulares o, en casos más excepcionales, incendios. Es decir, tienen un objetivo
colectivo y no miran sólo el interés personal de quien ejecuta el giro empresarial
eléctrico.

En este sentido, nuestro máximo Tribunal ha sostenido en relación a las limitaciones que
impone la normativa eléctrica que:

“No estamos en presencia de limitaciones impuestas a un predio a favor de


otro, sino de limitaciones establecidas en un predio en beneficio del interés
colectivo, del interés público, del interés general de la sociedad.”59

En este sentido, Vergara sostiene que “Las servidumbres eléctricas reguladas en el DFL
1 de 1982 constituyen, entonces, un tipo de servidumbre forzosa o coactiva (esto es,
según la terminología del Código Civil: “legal”); y, más que al uso público, miran a la
utilidad pública.”60

Dentro de las principales limitaciones contenidas en el estatuto eléctrico nos


encontramos con el establecimiento de las servidumbres eléctricas.

59 Corte Suprema, 6 de octubre de 1988.


60 VERGARA BLANCO, Alejandro (1998): “Constitución de Servidumbres a favor de instalaciones
eléctrica.” Revista Chilena de Derecho, Vol. 25 N°2, pp.329-355

37
Según VERGARA “Desde el punto de vista del objeto, las servidumbres se dividen en
positivas y negativas. Servidumbre positiva es, en general, la que sólo impone al dueño
del predio sirviente la obligación de dejar hacer (por ejemplo, la de tránsito); y negativa,
la que impone al dueño del predio sirviente la prohibición de hacer algo que sin la
servidumbre le sería ilícito.”61

Resulta entonces que el DFL N°1, de 1982 establece directamente obligaciones al dueño
del terreno por donde pasan las líneas eléctricas, así:

“Además de la obligación central de tener que soportar las servidumbres


eléctricas constituidas administrativamente (art. 19 N°24 INC 2° de la
Constitución y arts. 50, 55, 57, 58 y 60 del DFL N°1, de 1982),
adicionalmente, el dueño del suelo tiene una carga de non facere, establecida
en el artículo 56 del DFL N°1, de 1982, que consiste en no hacer plantaciones,
construcciones ni otras obras de otra naturaleza que perturben el libre
ejercicio de las servidumbres constituidas.”

En relación a lo que hemos señalado con anterioridad, es relevante en este juicio


considerar que la línea eléctrica que atraviesa el predio donde se originó el incendio La
Cabaña, forma parte de una servidumbre de larga duración. Data del año 1964 y fue
construida originalmente por Endesa, y consta en escritura de fecha 8 de julio
de 1964 suscrita entre Empresa Nacional de Electricidad S.A. y Soc. Agrícola
Eguiguren Errázuriz y Cia. Ltda.

Resulta evidente, entonces, que nos encontramos ante una servidumbre de aquellas
establecidas en la normativa eléctrica, recayendo, entonces sobre don Francisco Javier
Errázuriz Talavera, y las empresas vinculadas a este, la obligación de no poder hacer
plantaciones o construcciones en la parte del predio correspondiente a dicha
servidumbre. Asimismo, esta obligación derechamente implica no perturbar la
servidumbre por la cual se encuentra delimitada la faja de seguridad, lo que llevaba
consigo a que el dueño del predio La Cabaña, podase el árbol que habría originado el
incendio.

Pues bien S.S., todo lo anterior es relevante porque en caso de acreditarse que el
incendio La Cabaña tuvo un origen de carácter eléctrico, se debe tener presente que
el mismo se habría producido por un incumplimiento grave de las obligaciones
que el ordenamiento jurídico impone sobre los propietarios de los predios
sirvientes, en los cuales, a su vista y paciencia, no habrían tomado las medidas
de resguardo para evitar la proliferación de la Polilla del Brote, la cual a su vez
generó el crecimiento de una rama anómala en uno de los pinos, la cual
extremadamente debilitada habría caído sobre la línea eléctrica, lo que

61 VERGARA BLANCO, Alejandro (1998): “Constitución de Servidumbres a favor de instalaciones


eléctrica.” Revista Chilena de Derecho, Vol. 25 N°2, pp.329-355

38
presumiblemente habría causado el incendio. S.S. ¿cuál era el margen de
control de mi representada en estos hechos? ¿podía podar árboles fuera de la
faja de seguridad? ¿podía proveer que habría una plaga de polillas en tales
árboles?

Así, como veremos, nuestra representada carece de legitimación pasiva para ser
demandada en estos autos, por no haber tenido participación alguna en los hechos
que motivan el presente litigio, pues el propietario del predio La Cabaña ha
incumplido las obligaciones legales que pesaban sobre ellas, y ha actuado de manera
negligente en su calidad de Empresario Forestal, siendo en último término responsable
de cualquier incidente de carácter eléctrico que se produjere en predios de su propiedad,
y que se propagasen por todo el sector de La Cabaña.

3.2.1. El propietario del predio La Cabaña ha incumplido sus obligaciones


legales

Como ya hemos señalado a lo largo de esta defensa, el demandante acciona atribuyendo


el origen del incendio La Cabaña a la interacción de una rama del contacto vegetal con
el tendido eléctrico. Yendo directamente a las fuentes, la vegetación sería una rama de
Pino Insigne con el tendido eléctrico de CGED. Somos enfáticos en señalar que, en caso
de haber ocurrido, esto fue en el predio de propiedad de un tercero.

Como bien es sabido, el Pino Insigne no es una especie nativa que crezca sola en nuestro
país, sino que corresponde a una especie exótica traída desde el extranjero, y cuyas
plantaciones han aumentado enormemente producto de la rapidez de su crecimiento, lo
que se traduce en un negocio muy rentable. Entonces, resulta que el tronco de ese pino
que el demandante alega que caído sobre el tendido eléctrico, y que sería la supuesta
causa del incendio, no apareció peligrosamente cerca de la faja de seguridad por obra
de magia, sino que alguien dicho árbol ahí.

Debemos señalar que el predio La Cabaña tiene un uso agrícola-forestal, en que


conviven plantaciones de árboles de diferentes especies, principalmente pinos, por lo
que resulta evidente que fue dicha sociedad la que realizó las plantaciones de eucaliptus
en ese predio.

Respecto de los incumplimientos reglamentarios han escrito destacados autores lo


siguiente:

“[…] tempranamente se estimó que habría imprudencia por el mero hecho de


circular en contravención a un reglamento. Hoy puede entenderse como
doctrina aceptada que la declaración de ilegalidad de una conducta lleva

39
implícita la declaración de que dicha actuación ha sido culpable, porque lo
ilegal siempre lleva el sello de la culpa.”62

“La infracción a una norma legal o administrativa sólo es expresiva de culpa


cuando la regla contravenida tiene el fin preciso de evitar accidentes o daños
como los sufridos por el demandante.” 63

Lo anterior se aplica perfectamente al caso de autos, ya que la prohibición de hacer


construcciones o plantaciones dentro de las servidumbres eléctricas tiene como
objetivo evitar perturbaciones en la línea que puedan traducirse en
interrupciones de servicio, daños a las instalaciones eléctricas o accidentes con
consecuencias sobre bienes o personas.

De los hechos expuestos, entonces nos preguntamos: ¿Pueden los actores dirigir su
acción en contra de quien no ha tenido intervención alguna de los hechos alegados en
autos? ¿Puede dirigir su acción habiendo claramente otro responsable? La respuesta
es categórica: no. Nuestra representada no posee la legitimación pasiva para poder
ser demandada en estos autos, por cuanto no ha tenido participación alguna en los
hechos alegados por el actor.

En consecuencia, corresponde a SS., pronunciarse respecto de la falta de


legitimación pasiva de nuestra representada, según se solicitará en el petitorio
de esta presentación.

3.3. MI REPRESENTADA NO HA TENIDO PARTICIPACIÓN EN LOS HECHOS QUE DERIVARON EN EL


FOCO DE INCENDIO ALTO POBLACIÓN

En efecto S.S., tal como señalamos al inicio de esta contestación, somos enfáticos en
reiterar que el incendio Alto Población no se produjo por ninguna acción u omisión,
culpable o dolosa por parte de mi representada, razón por la cual malamente podría ser
legitimado pasivo quien no ha tenido intervención en los hechos.

Como consecuencia de lo anterior, recae sobre el demandante la carga acreditar todas


y cada una de los hechos que alega en su demanda, especialmente la causa, originen y
propagación del foco de incendio Alto Población y, específicamente, la intervención de
CGED en los hechos, la que desde ya controvertimos.

62 BARROS, Enrique (2006): Tratado de Responsabilidad Extracontractual (Editorial Jurídica de


Chile). p.99.
63 Barros, Enrique (2006): Tratado de Responsabilidad Extracontractual (Editorial Jurídica de

Chile). p.100.

40
3.4. EL DERECHO

Nuestra doctrina, sobre la base de los artículos 1545 y siguientes, y 2314 y siguientes
del Código Civil abordan la cuestión de la sobre el sujeto pasivo de la acción de
indemnización y la relación de causalidad como factor de atribución de la
responsabilidad. En este sentido, ALESSANDRI señala:

“En principio esta acción sólo puede intentarse contra el que hizo el
daño y sus herederos y, por excepción, contra el tercero civilmente
responsable y contra el que, sin ser cómplice, recibe provecho del dolo
ajeno, pero sólo hasta concurrencia de este provecho y sus respetivos
herederos”64.

Al referirse al autor señala: “Son autores del daño todos los que
contribuyeron a producirlo, sea en calidad de tales, como cómplices o
encubridores”65.

En este punto, nuestro ordenamiento jurídico es claro, al limitar la legitimidad pasiva


únicamente quienes han participado activa o pasivamente en la actuación ilícita que ha
causado el daño, o a las demás personas que la ley indica. En el caso de autos, CGED
S.A. no ha participado activa ni pasivamente en la ocurrencia de los hechos demandados
y no se encuentra en ninguna de las hipótesis legales.

Por su parte, nuestra jurisprudencia ha señalado que:

“La excepción de falta de legitimación pasiva se conceptúa como la ausencia


de la cualidad de titular del derecho de pretender una sentencia favorable
respecto de lo que es objeto de litigio -en su faz activa- o bien cuando no
media coincidencia entre la persona del demandado y aquella contra la cual
la acción está dirigida. Esa falta de legitimación, cuando atenta contra la
capacidad o representación, será generalmente materia de una excepción
dilatoria de previo y especial pronunciamiento, pero cuando se dirige
contra de la necesaria legitimación determinar en este caso el
verdadero responsable del hecho culposo, será materia de fondo,
siendo ella un presupuesto procesal de la sentencia”.66 [lo destacado
es nuestro].

64 ALESSANDRI, Arturo (2003): De la Responsabilidad Extracontractual en el Derecho Civil Chileno,


(Editorial Jurídica de Chile) p. 346.
65 ALESSANDRI, Arturo (2003): De la Responsabilidad Extracontractual en el Derecho Civil Chileno,

(Editorial Jurídica de Chile) p. 346.


66 Corte de Apelaciones de Santiago (2014) Guajardo Uribe Jane del Carmen con Comunidad

Mercado La Veg, Rol: 6940-2014, cita legal Publishing online: CL/JUR/8374/2014; 79415.

41
3.5. CONCLUSIÓN

Establecido lo anterior, en cuanto a los hechos y el derecho, queda claramente formulada


la presente excepción y sus fundamentos, resultando que el actor ha errado al intentar
su acción en contra de quien no es legitimado pasivo de ella, ya que ni fáctica ni
legalmente existe razón alguna para intentar la acción que se emprende en contra de la
demandada.

Asimismo, esta parte sostiene lo siguiente: (i) No le empece la acción interpuesta en su


contra, ya que la normativa invocada por la parte demandante no le es aplicable, no hay
acción; (ii) La conducta por omisión supuestamente imputable a nuestra representada
no existe, en consecuencia, al no tener participación en los hechos, y desaparecer
además el requisito de la causalidad, no tiene la calidad de legitimado pasivo en este
juicio;

En consecuencia, corresponde a SS., pronunciarse respecto de esta falta de


legitimación pasiva de mí representada, según se solicitará en el petitorio de
esta presentación.

III. ALEGACIONES DE FONDO - FALTA DE RESPONSABILIDAD DE CGE


DISTRIBUCIÓN S.A.

1. PRELIMINAR: NORMAS APLICABLES A LAS EMPRESAS DISTRIBUIDORAS DE ENERGÍA


ELÉCTRICA - INEXISTENCIA DE RÉGIMEN DE RESPONSABILIDAD OBJETIVA

Sobre esta materia, la parte demandante hace referencia a una serie de normas que
regulan la actividad de distribución de energía eléctrica.

Dichas normas se refieren a la mantención de las instalaciones destinadas a la prestación


del servicio público eléctrico, a las actividades de poda o corte de árboles que puedan
afectar la seguridad de esas instalaciones y a distancias de seguridad que deben existir
entre árboles y líneas aéreas.

Somos enfáticos en que la responsabilidad por eventuales perjuicios ocasionados a


terceros como consecuencia de la actividad de distribución de electricidad
regulada por las normas antes citadas, está sujeta al régimen de
responsabilidad civil extracontractual de los artículos 2314 y siguientes del
Código Civil. En este sentido, la parte demandante deberá acreditar todos los
presupuestos de la responsabilidad civil extracontractual que se tratarán en detalle en
el siguiente capítulo de esta contestación.

En definitiva, estamos frente a un juicio de responsabilidad civil extracontractual


de regla general, es decir, un juicio de responsabilidad por culpa o subjetivo,

42
en el cual se deben acreditar todos los presupuestos que a lo largo de esta
actuación desarrollamos.

2. LOS PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD

En cuanto a la responsabilidad extracontractual, ALESSANDRI la define como, “aquella


que proviene de un hecho ilícito intencional o no que ha inferido injuria o daño
a la persona o propiedad de otro […]. No hay relación entre el autor del daño y
la víctima y si la hay el daño se produjo al margen de ella […]. Supone la
ausencia de obligación, se produce entre personas jurídicamente extrañas por
lo menos en cuanto al hecho de que deriva y es ella la que crea la obligación de
reparar el daño”67.

De acuerdo a lo anterior y lo prescrito en el artículo 2314 y siguientes del Código Civil,


lo interpretado por la doctrina y la jurisprudencia, la eventual obligación de indemnizar
en el marco del estatuto de la responsabilidad civil extracontractual requiere de la
concurrencia de los siguientes requisitos: (i) Capacidad delictual, (ii) Acto humano,
acción u omisión, (iii) Antijuridicidad, (iv) Daño, (v) Dolo o culpa del agente o autor
del acto y (vi) Causalidad.68

Sobre la responsabilidad civil extracontractual, nuestra jurisprudencia señala:

“1.- Que conforme al tenor de la demanda de fojas 1 y siguientes, el asunto


a resolver fue situado por los demandantes en el ámbito de la responsabilidad
extracontractual, acorde con lo prevenido en los artículos 2314 y siguientes
del Código Civil.
No puede soslayarse, que si bien es cierto que los demandantes especifican
cuales son los hechos imputados a la demandada, también lo es que no
precisan en su libelo si la conducta de la demandada es dolosa o culposa.
Ello es importante porque conducta ilícita no es lo mismo que obrar con dolo
o culpa.
2.- Que cabe consignar que la responsabilidad extracontractual nace de
hechos jurídicos ilícitos, entendiéndose por hecho jurídico, como todo suceso
que tiene su origen en la naturaleza o en la acción del hombre que produce
consecuencias jurídicas.
El hecho jurídico puede ser lícito o ilícito, y será ilícito aquél en que la
conducta humana es contraria a derecho o a las prescripciones legales.
El hecho ilícito civil supone dolo o culpa y daño, de modo que puede constituir
delito o cuasidelito.

67ALESSANDRI, Arturo (2005): De la Responsabilidad Extracontractual en el Derecho Civil Chileno,


(Editorial Jurídica de Chile) p.34.
68 Corte de Apelaciones de Santiago, 25.05.2005, Causa Rol N° 1769-2000, sentencia de

reemplazo, N° Legal Publishing: 35275; Corte Suprema, 29.09.2009, Causa Rol N° 2106-2008,
considerando quinto, N° Legal Publishing: 42570.

43
El delito civil es el hecho ilícito cometido con intención de dañar que ha
inferido injuria o daño a otra persona. También es el hecho ilícito, doloso que
causa daño.
El cuasidelito civil es el hecho culpable, pero cometido sin intención de dañar
que ha inferido injuria o daño a otra persona.
Y para que haya delito o cuasidelito civil es menester que el hecho sea dañino,
o sea, que cause daño, ya que precisamente la obligación que emana del
delito y del cuasidelito es la de reparar o indemnizar el daño causado.
3.- Que para que opere la responsabilidad extracontractual es necesario la
concurrencia de los siguientes requisitos:
a) Capacidad delictual o cuasidelictual del agente; b) una acción u omisión
culposa o dolosa; c) daño y d) relación de causalidad entre el hecho doloso o
culposo y el daño.
Mientras no concurran todos los requisitos señalados no nace la
obligación de indemnizar”69/70. [lo destacado es nuestro].

Los requisitos enunciados en la forma precedente son situaciones de hecho que


evidentemente debe probar la parte demandante. Esta parte controvierte la
concurrencia de cada uno de los presupuestos de la responsabilidad civil
fundante de la demanda de autos.

2.1. EL HECHO

En cuanto al hecho que la parte demandante alega como elemento prima facie de la
responsabilidad, esta parte controvierte absolutamente el origen de los incendios. Si bien
los incendios forestales que afectaron las zonas de La Cabaña y Alto Población, se trata
de eventos de público conocimiento sus puntos de orígenes y propagación no
constan a esta parte, son a nuestro juicio falsos, por lo que controvertimos en
su totalidad que los incendios hayan tenido su origen en los lugares señalados
por la contraria y que tuviesen como causa algún accidente eléctrico.

Reiteramos que los informes emitidos por Carabineros de Chile sobre los siniestros
materia de este proceso adolecen de una serie de defectos que restan calidad científica
a este informe, su valor probatorio y que impiden llegar a una conclusión sobre la causa
del hecho.

En consecuencia, deberá el actor generar prueba fehaciente, plena y


contundente que permita demostrar el origen del incendio y su causa.

69 Corte de Apelaciones de Concepción; Partes: José Morales Delgado con Constructora Claro
Vicuña y Valenzuela S.A; Rol: 185-2014; Magistrado: Villa Sanhueza, Juan; Cerda San Martín,
Rodrigo; Redactor: Villa Sanhueza, Juan Clodomiro; Cita online legal publishing
: CL/JUR/6185/2014; 74911.
70 Corte Suprema, 29.09.2009, Causa Rol N° 2106-2008, “María Cañete Márquez con Jorge

Quimen Painequeo”. N° Legal Publishing: 42570.

44
2.2. ACCIÓN U OMISIÓN CULPABLE

En cuanto a la acción u omisión alegada, la parte demandante deberán probar todas y


cada una de sus afirmaciones. Así, respecto de la efectividad de haber ocurrido el hecho,
como cuáles serían las acciones u omisiones o deberes que se imputan, conducentes a
establecer la responsabilidad de nuestra representada. Deberá acreditar la supuesta
conducta negligente de esta parte.

Sobre ello, esta parte niega categóricamente la asunción de una conducta –positiva o
negativa- generadora del daño. Al respecto, nuestra jurisprudencia ha sostenido que:

“La culpa es la actividad o manifestación de voluntad positiva de un individuo


encaminada a producir menoscabo, o bien, la omisión consistente en no
precaver aquello que ha debido preverse o evitarse, es decir, una
negligencia, desidia, imprudencia que produce menoscabo sin intención de
provocarlo”.71 [lo destacado es nuestro].

Asimismo, ha señalado que:

“La responsabilidad extracontractual surge toda vez que se cumplen una serie
de requisitos, uno de ellos es que el demandado haya incurrido, en una
omisión culposa, que es la negligencia por no hacerse lo que se debe
o por realizarse menos de lo que se debe”. 72 [lo destacado es nuestro].

En este sentido ALESSANDRI sostiene que, si un hecho que, aún con mayor diligencia o a
costa de un mayor esfuerzo o sacrificio, de todos modos no se pudo haber previsto o
evitado, entonces estaríamos frente a una situación de caso fortuito. 73
Esta parte estima que no le es imputable conducta – ya sea por acción u omisión
– de ninguna clase, que unida al factor de atribución o causalidad, pueda dar
lugar a responsabilidad civil extracontractual, en el caso que los daños cuya
reparación pretende la parte demandante se hayan producido.

2.3. EL DOLO Y LA CULPA

Ciertamente en el caso de autos, no ha existido dolo, como tampoco se ha alegado. No


obstante, el actor sostiene, luego de atribuir los daños que reclama a un origen eléctrico,
en instalaciones de propiedad de mi representada y por incumplimiento de ciertas
obligaciones – todos supuestos que hemos controvertido - que ha habido culpa de parte
de CGED. Ahora bien, existe culpa cuando el sujeto falta con su actuación a la diligencia
y cuidado que le es exigido o bien, como señala el Código Civil “es la falta de aquella

71 Corte de Apelaciones de Iquique, 10.03.2008, Rol Ingreso N°165-2007.


72 Corte de Apelaciones de Santiago, 29.01.2010, Rol Ingreso N° 5243-2007.
73 ALESSANDRI, Arturo (2005): De la Responsabilidad Extracontractual en el Derecho Civil Chileno,

(Editorial Jurídica de Chile) p. 436.

45
diligencia y cuidado que los hombres emplean ordinariamente en sus negocios
propios.”

Como se aprecia, en uno u otro caso, es una acción u omisión de cuidado. No obstante
en el caso de autos, los hechos acaecidos, aún si los demandantes pudieran acreditar el
origen del incendio - los daños que señala no son atribuibles a la conducta por omisión
a mi representada.

No basta con que el hecho o la conducta sea ilícita, sino que también es necesario
efectuar un juicio de reproche que pueda fundarse en los elementos de dolo o culpa,
respecto del autor.

La culpa, es una noción que se utiliza para expresar un juicio de valor moral respecto de
una conducta concreta que es desaprobada, censurada, por el juez, en la aplicación de
los que serían los parámetros sociales.74
TAPIA define a la culpa como “la omisión de la diligencia a que estaba jurídicamente
obligado”75 la cual, se aprecia objetivamente por referencia a un modelo abstracto de
comportamiento.

La culpa para la responsabilidad extracontractual se ha entendido mayoritariamente


como la infracción del deber de cuidado, identificándose ello con el “concepto normativo
de la culpa”, que se traduce en la apreciación en abstracto de la conducta, por
comparación con un estándar objetivo76.

Resulta entonces que el juicio de reproche debe hacerse poniéndose en la posición el


agente con anterioridad a los hechos, y no, luego de ocurridos. Es así como S.S., en caso
de que la contraria acreditara que el origen del incendio fue el que ha sostenido en su
demanda, deberá analizar si es posible determinar que nuestra representada estaba
obligada a más de lo que hizo, considerando las mantenciones que se hicieron en
concordancia a los planes, reglamentos y procedimientos existentes para tales efectos y
especialmente, considerando el aumento que ha existido año tras año en el presupuesto
destinado a mantenciones. Existen planes y recursos destinados exclusivamente a las
mantenciones del tendido eléctrico, entonces cabe preguntarse ¿Era previsible que,
atendido los planes de mantención y el aumento en el presupuesto destinado a
mantención se produjeran estos incendios? Claramente no.

74 MANTILLA, Fabricio y PIZARRO, Carlos (2013): La responsabilidad civil por actividades peligrosas:
aplique primero y explique después. Revista de Derecho Privado – Escuela de Postgrado Nº4,
diciembre 2013. p.25.
75 TAPIA, Orlando (1941): De la responsabilidad civil en general y de la responsabilidad delictual

entre los contratantes (Concepción, Escuela Tipográfica Salesiana) p.132


76 AEDO, Cristián (2014): El concepto normativo de la culpa como criterio de distribución de riesgos.

Un análisis jurisprudencial, Revista Chilena de Derecho, vol. 41 Nº2, pp.705-728. p.706.

46
Conclusión de lo anterior, es que a nuestra representada no le es imputable
ninguna acción u omisión culposa o dolosa de la cual se pueda derivar algún
tipo de responsabilidad, todo lo cual deberá ser demostrado por la contraria.

2.4. EL NEXO CAUSAL

En cuanto al nexo causal, no existe tal entre alguna supuesta conducta infractora
de deberes de cuidado desplegada por nuestra representada y los daños
sufridos por la parte demandante, toda vez que, como ya hemos indicado
anteriormente, nuestra representada no ha infringido ningún deber de cuidado
u obligación de carácter reglamentario o legal. Y además, aparece como evidente
y notorio que los incendios que afectaron a Chile en la temporada de verano 2016-2017
tuvieron su origen en diversas causas. Sin embargo la causa que invoca la parte
demandante como origen de los incendios La Cabaña y Alto Población no es efectiva; es
más bien falsa.

El daño requiere que sea consecuencia de la acción u omisión negligente. Sobre este
punto consideramos fundamental lo siguiente: La doctrina ha señalado que la causalidad
importa, que debe detectarse un vínculo entre la actuación (u omisión) del agente
supuestamente responsable y el hecho dañoso en sí mismo, y así se desprende del
artículo 2314 en relación con el artículo 1437, ambos del Código Civil.77 ALESSANDRI ya
señalaba que “es menester que entre el dolo y la culpa, por una parte, y el daño,
por la otra, haya una relación de causalidad, es decir, que este sea consecuencia
o efecto de ese dolo o culpa”78.

Citando a este autor la jurisprudencia ha sostenido:

“Desde luego, y tal como lo señala don Arturo Alessandri Rodríguez en su


obra “De la Responsabilidad Extra Contractual en el Derecho Civil Chileno”
[…] ‘para que el hecho a la omisión de una persona capaz de delito o
cuasidelito le imponga responsabilidad delictual o cuasidelictual civil, no basta
que ese hecho u omisión haya sido ejecutado con dolo o culpa, ni que cause
daño: Es menester que entre el dolo o culpa, por una parte, y el daño, por la
otra, haya una relación de causalidad, es decir, que éste sea la consecuencia
o efecto de ese dolo o culpa’, lo que por lo demás aparece recogido en el
artículo 2329 del Código Civil”.79

77 BARAONA, Jorge (2008): “La relación de causalidad”, (Cuadernos de Extensión UANDES) p. 66.
78ALESSANDRI, Arturo (2005): De la Responsabilidad Extracontractual en el Derecho Civil Chileno,
(Editorial Jurídica de Chile) p. 174.
79 Corte de Apelaciones de Santiago, 22.07.2010, causa Rol N° 5372, sentencia de reemplazo, N°

Legal Publishing: 46921.

47
En relación a este mismo tema, si bien la jurisprudencia ha reconocido que la
determinación de la causa y el nexo causal es difícil de establecer, la Ilustrísima Corte
de Apelaciones de Temuco, de manera determinante:

“c) El supuesto demandado o el supuesto responsable, lo será cuando esté


acreditado de manera aceptable o en una alta proporción que existe luego de
establecer la causa, un claro nexo causal entre el hecho acaecido y su
conducta (diligencia, cuidado). d) Finalmente, no se puede condenar a
ningún sujeto de derecho si en el proceso no hay claridad sobre la
causa ni menos sobre el nexo causal”80. [lo destacado es nuestro].

Cabe destacar que la relación de causalidad es un elemento fundamental en la


responsabilidad civil, así debe considerarse en la especie y así lo ha reconocido la
jurisprudencia, al señalar:

“No hay duda que esta relación de causalidad entre el hecho ilícito y el daño
producido es un elemento de la esencia de la responsabilidad
extracontractual. Puede haber culpa, dolo, capacidad y daño y no existir
responsabilidad. El daño tiene que ser la consecuencia lógica de la conducta
del agente, según el decir del prestigioso jurista René Savatier”. 81

“En el contexto de la responsabilidad civil extracontractual, es estrictamente


necesario para que ésta proceda, la existencia de un hecho ilícito, que haya
causado un daño –entendido como perjuicio, menoscabo o pérdida–, y que
el mencionado daño haya sido consecuencia necesaria y directa de la acción
u omisión dolosa o culposa, en otras palabras, que exista una relación de
causalidad entre el ilícito y el daño.”82

Y sobre la necesidad de prueba de la relación causal, nuestra reciente jurisprudencia


señala:

“QUINTO: Que, el nexo causal o causalidad, esto es, "la relación entre el
hecho por el cual se responde y el daño provocado", la que debe ser
necesaria y directa, es decir, substancial (Barros Bourie, Enrique, Tratado
de Responsabilidad Extracontractual, pag. 373 y 374) , que en la especie, se
constata en el vínculo entre las omisiones negligentes de las demandadas
como son no tomar las precauciones necesarias para evitar caídas y falta de
control de las mismas por la beneficiada con la obra y el resultado dañoso,

80 Corte de Apelaciones de Temuco, 10.11.2010, causa Rol N° 1182-2010, considerando quinto


sentencia de reemplazo, N° Legal Publishing: 46541.
81 Corte de Apelaciones de Santiago, 25.05.05, causa Rol N° 1769-2000, sentencia de reemplazo,

N° Legal Publishing: 35275.


82 Corte Suprema, 29.09.2009, 2106-2008

48
por lo que les asiste responsabilidad extracontractual, debiendo, corolario,
indemnizar a las actoras por los daños efectivamente causados y
acreditados, en la especie, daño emergente y daño moral, toda vez que
respecto del lucro cesante no se rindió prueba alguna por la parte
demandante, correspondiéndole hacerlo de conformidad a lo prevenido en el
artículo 1698 del Código Civil”83. [lo destacado es nuestro].

Asimismo, ha sostenido que:

“Séptimo: Que, de todo lo anterior y en ausencia del presupuesto que hace


exigible la indemnización de perjuicios que se reclama, toda vez que no fue
suficientemente demostrado que existió un hecho ilícito que causó
daños; ni menos aún puede establecerse una relación de causalidad
entre un actuar reprochable del demandado y el resultado dañoso
producido, se hace patente la falta de soporte de la acción intentada por el
actor (…) a consecuencia de lo cual se procederá a rechazar la demanda de
indemnización de perjuicios impetrada, sin costas por haber existido motivo
plausible para litigar”.84

En consecuencia, la parte demandante deberá demostrar la relación causal


entre la supuesta conducta negligente que alegan habría existido por parte
de nuestra representada y los incendios y, a su vez, el vínculo causal entre
estos y los supuestos perjuicios que habría sufrido. Esto exigirá demostrar
el origen verdadero de los focos La Cabaña y Alto Población y sus causas. La
relación de causalidad resulta fundamental aun para el caso de que se
estimara que nos encontramos frente a un caso de culpa infraccional, pues
la sola infracción normativa no es suficiente para determinar la existencia
de responsabilidad, es necesario de que dicho incumplimiento sea la causa
única, necesaria y directa del daño ocasionado.

2.5. EL DAÑO

En cuanto a éste presupuesto de la responsabilidad, es fundamental tener en cuenta


que, de conformidad a los actuales principios de reparación, el daño es el elemento
principal, el objeto del juicio, la cosa pedida. Éste debe reunir una serie de características
para que proceda su indemnización. A su vez, nuestra jurisprudencia ha sido clara en
señalar que, para que un hecho culposo cause responsabilidad civil es indispensable que
cause daño y se pruebe su monto.85

83 Corte de Apelaciones de Santiago; Partes: Graciela Mudernyz Carrasco con Ilustre Municipalidad
de Independencia e Ingeniería y Construcción Apoquindo; Rol: 6322-2013; Magistrado: Pfeiffer
Richter, Alfredo; Gómez Montoya, Mario; Redactor: Gómez Montoya, Mario; Cita online
legalpublishing: CL/JUR/6028/2014; 74321.
84 Corte de Apelaciones de Santiago, 13.11.2015 causa Rol N° 9124-2015.
85 Corte de Apelaciones de Santiago, 5.06. 1997, RDJ, t XCIV, sec. 2º, p. 67

49
A este respecto nuestra jurisprudencia ha dicho:

“Para que el daño sea indemnizable se requiere que sea cierto, esto es real
y no hipotético, y de acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico debe
demostrarse por los medios de prueba aceptados por la ley. Es la prueba la
que garantiza que el juzgador se ha convencido acerca de la verdad de las
proposiciones de las partes de un proceso.
Los daños deben ser probados por quien los alega conforme con el artículo
1698 del Código Civil, en este caso, es de cargo de la actora el peso de la
prueba. De acuerdo a lo expuesto, es menester determinar si se han
probados los perjuicios invocados.
Por las razones expuestas se concluye que la parte demandante no rindió
pruebas conducentes a acreditar la existencia del perjuicio efectivo invocado
y en consecuencia no es posible acceder a su pretensión indemnizatoria por
no haberse comprobado la concurrencia de uno de los requisitos de la
responsabilidad extracontractual, esto es, el daño” 86.

En efecto, no todo daño es indemnizable, debe reunir determinados requisitos, a saber:


(i) Debe ser cierto; (ii) Debe ser personal; (iii) Debe ser directo; (iv) Causados
por un tercero distinto a la víctima; y (v) No debe estar reparado87. En cuanto a
la certidumbre del daño, la doctrina exige que el daño reparable sea cierto. El requisito
de la certidumbre hace referencia a la materialidad del daño, a su realidad. La
certidumbre del daño solo puede resultar de su prueba 88. A su turno, CORRAL,
sostiene que el daño resarcible debe ser cierto, real y efectivo. No se indemniza aquel
que tiene caracteres de incierto, hipotético o eventual89.

Finalmente, y en cuanto al daño, RODRÍGUEZ incluye el requisito de no haber sido


reparado; ello parece lógico, sin embargo hay que cuidar que ello sea efectivo, ya que
si la victima haciendo uso de algún seguro o sistemas de seguridad social reparó
parcialmente el daño, el detrimento o daño será menor; lo contrario importaría un
enriquecimiento sin causa.

2.6. CONCLUSIÓN

En razón de lo anterior es que la parte demandante deberá probar cada uno de


los presupuestos de la responsabilidad que se le imputa a mi representado, los
cuales para estos efectos no reconocemos ninguno de ellos.

86 Corte de Apelaciones de Concepción, 06.01.2011, causa Rol N° 1277-2010.


87 Así lo señalan BARROS, CORRAL y RODRÍGUEZ.
88 BARROS, Enrique (2006): Tratado de Responsabilidad Civil Extracontractual, (Editorial Jurídica de

Chile) p. 236.
89 CORRAL, Hernán (2013): Lecciones de Responsabilidad Civil Extracontractual, (Thomson Reutres

Chile) p. 136.

50
En este sentido, ha señalado nuestra jurisprudencia lo siguiente:

“7.- Que, en relación al peso de la prueba en la responsabilidad


extracontractual, el onus probandi recae sobre el demandante o acreedor,
quien debe acreditar el hecho doloso o culposo imputado al demandado.
En materia de responsabilidad delictual o cuasidelictual es la víctima que
reclama la correspondiente indemnización quien debe probar el hecho doloso
o culpable que imputa al demandado, salvo que la ley presuma la culpabilidad
de éste (...); a falta de esta prueba, la demanda será rechazada (Arturo
Alessandri Rodríguez, De la Responsabilidad Extra - Contractual en el
Derecho Civil Chileno. Segunda Edición. Tomo I. Ediar Editores Ltda. Página
52 y 53).
El artículo 1698 del Código Civil dispone que incumbe probar las obligaciones
a quien las alega; en el caso presente, la de indemnizar el daño causado nace
precisamente del delito o cuasidelito que invoca el demandante.
El que "demanda indemnización por responsabilidad extracontractual tiene
que probar el dolo (art. 1459) o la culpa del autor de los daños (René Ramos
Pazos, De la Responsabilidad Extracontractual. Universidad de Concepción.
2003. Página 50).90

IV. INEXISTENCIA DE LOS PERJUICIOS QUE SE RECLAMAN, NATURALEZA Y


MONTOS

En primer lugar, hemos de señalar que los demandantes accionan por los perjuicios que
mi representada les habría generado, en atención a que sus acciones u omisiones dolosas
u culpables habrían derivado en los incendios La Cabaña y Alto Población. Sin perjuicio
de lo anterior, no son capaces de diferenciar qué proporción de sus perjuicios habría sido
originada por cada uno de los incendios, aspecto de vital relevancia, en la medida que
cabe preguntarse ¿qué sucedería, en el improbable caso que se demuestre que uno de
los incendios tuvo causa eléctrica y el otro no?

En segundo lugar, y atendida la falta de precisión de la contraria en su demanda en


cuanto a la naturaleza jurídica de los perjuicios que se demandan, analizaremos los
requisitos necesarios para determinar la existencia de los perjuicios según su naturaleza,
en abstracto, para luego analizar en particular los daños demandados en autos:

90Corte de Apelaciones de Concepción; causa Rol N°185-2014 Partes: José Morales Delgado con
Constructora Claro Vicuña y Valenzuela S.A; Cita online legalpublishing : CL/JUR/6185/2014;
74911.

51
1. DAÑO EMERGENTE

La doctrina define el daño emergente como el “detrimento patrimonial efectivo91 que


experimenta uno de los contratantes con ocasión del incumplimiento. Consiste en la
diferencia que se produce en el activo del patrimonio de una persona, como consecuencia
del incumplimiento contractual […]”92.

Sin perjuicio de que la definición recientemente transcrita alude netamente a la


existencia de un contrato, lo cierto es que la doctrina se encuentra conteste en que
también recibe aplicación en el ámbito extracontractual, ya que en definitiva el
daño emergente implica el empobrecimiento real y efectivo que sufre el patrimonio de
una persona.

Como todo daño, el emergente debe ser probado. Sobre ello nuestra jurisprudencia
señala:

“Que, para que el daño sea indemnizable se requiere que sea cierto, esto es
real y no hipotético, y de acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico debe
demostrarse por los medios de prueba aceptados por la ley. Es la prueba la
que garantiza que el juzgador se ha convencido acerca de la verdad de las
proposiciones de las partes de un proceso. Que los daños deben ser probados
por quien los alega conforme con el artículo 1698 del Código Civil, en este
caso, es de cargo de la actora el peso de la prueba. De acuerdo a lo expuesto,
es menester determinar si se han probados los perjuicios invocados” 93.

De lo expuesto, se requiere que el actor genere algún medio de prueba fehaciente, que
permita acreditar la naturaleza y cuantía de los daños que se reclama por este concepto.
Como sostiene CORRAL, “el daño debe ser probado en el proceso, de lo contrario
no puede ser objeto de indemnización”94.

Asimismo, los demandantes deberán acreditar la relación causal entre la conducta


antijurídica que sostiene es imputable a nuestra representada y los supuestos perjuicios
que reclama. Por ende, controvertimos que los demandantes hayan tenido daños por
concepto de daño emergente. Controvertimos en su totalidad las cifras por dichos
conceptos demandada e insistimos que será de cargo de los demandantes acreditarlas

91 Sobre el presupuesto de ser efectivo el daño emergente, nuestra jurisprudencia sostiene:


“DUODÉCIMO: Que, el daño emergente es la pérdida efectiva que sufre el acreedor a consecuencia
del incumplimiento en alguna de sus formas. Envuelve cercenamiento, disminución real, descuento
efectivo de un valor determinado. Algo que existía y ahora falta, como consecuencia de no
incorporarse al patrimonio del acreedor el objeto mismo de la obligación. Es emergente porque
nace, sale y tiene principio de otra cosa, que es precisamente el incumplimiento; como resultado
de éste, en una relación de causa a efecto. El patrimonio afectado debió percibir algo, y en realidad
no ocurre”.
92 RODRIGUEZ, Pablo (1998) Responsabilidad Contractual. Editorial Jurídica de Chile. p. 226.
93 Corte de Apelaciones de Concepción, 06/01/2011, causa Rol N°1277-2010. N° Legal Publishing:

47440
94 CORRAL, Hernán (2013): Lecciones de Responsabilidad Civil Extracontractual, (Thomson Reuters

Chile) p. 140.

52
en juicio. Corresponde a los actores demostrar la existencia de cada uno de los daños
cuya reparación pretende y que estos tienen como causa única y directa el
incumplimiento culpable que atribuye a mi representada.

2. LUCRO CESANTE

La doctrina y la jurisprudencia han definido el lucro cesante como “la utilidad, provecho
o beneficio económico que una persona deja de obtener como consecuencia de un hecho
ilícito”. Asimismo, para que proceda su indemnización resulta indispensable que aquel
daño, aun cuando sea futuro, tenga certeza que ocurrirá.

En este sentido las pretensiones de los demandantes no se pueden fundar en una mera
expectativa, sobre la base de hipótesis especulativas y eventuales.

Según ha concluido la doctrina y la jurisprudencia, el daño resarcible debe ser cierto,


real y efectivo, razón por la cual no se indemniza el daño que tenga características de
incierto, hipotético o eventual.

De lo señalado, interesa determinar la postura de nuestra jurisprudencia, que señala:

“DECIMOSEXTO: Que, el “lucro cesante, o perjuicio sobrevenido, o


simplemente perjuicio, según la terminología de otros códigos, comprende lo
que el acreedor deja de ganar con motivo de la infracción del contrato. Es la
ganancia frustrada, sobre la base de lo que probablemente habría ganado el
acreedor. Su carácter es complejo y vago, carente de base completamente
firme. Por eso incumbe al Derecho lograr la justa separación entre los ‘sueños
de ganancias’ y el lucro verdadero dejado de percibir (Fueyo. ob. cit., pág.
327). La prueba del lucro cesante ofrece mayores dificultades que la del daño
emergente por lo que, para avaluarlo, deben proporcionarse antecedentes
que posean tal precisión y certidumbre, que permitan determinar con claridad
una ganancia probable que dejó de percibirse.
DECIMOSÉPTIMO: Que, aparte de la aseveración efectuada por el actor en
su demanda, no obra en autos prueba alguna sobre la existencia del lucro
cesante alegado; y, teniendo en cuenta que, a menos que pueda imputársele
dolo, el deudor solo será responsable de los perjuicios que fueron una
consecuencia inmediata o directa de no haberse cumplido la obligación o de
haberse demorado su cumplimiento (artículo 1558 inciso 1º Código Civil); y
considerando, además, que adolecería de nulidad la sentencia que acoja una
demanda de indemnización de perjuicios por lucro cesante sin dar por
establecidos los fundamentos que señala la disposición legal citada, esta

53
Corte revocará el fallo en lo que a la indemnización del lucro cesante se
refiere”95.

Consecuencia de lo anterior es que el daño que se reclama por este concepto deberá
probarse en toda su extensión, no solamente incumbe probar la relación causal, sino
que además el daño propiamente tal.

3. DAÑOS RECLAMADOS EN AUTOS

Los demandantes, realizando una determinación de perjuicios absolutamente


ininteligible, con cálculos incomprensibles, llegan a la elevada pretensión indemnizatoria
de $1.280.119.002, sin señalar como llegan a esa suma, no explican los costos y gastos
utilizados, ni tampoco realizan una clara distinción en los perjuicios que habrían sufrido
a título de daño emergente como a lucro cesante.

4. INEXISTENCIA DE LOS PERJUICIOS RECLAMADOS

Al respecto controvertimos totalmente el hecho que los demandantes hayan


sufrido algún daño o perjuicio, más aún, de haber sufrido alguno, controvertimos el
que estos sean imputables a alguna conducta desplegada por nuestra representada, o
algún incumplimiento obligacional o legal, ya que no existe relación causal entre aquellos
y alguna conducta de CGED S.A.

4.1. PÉRDIDA DE BIENES

Las demandantes sostienen que, producto del incendio, perdieron bosques de pino como
nativo, pastizales, cercos perimetrales e infraestructura de riego

En consecuencia, las demandantes deberán acreditar la existencia de todos los bosques


que señala se habrían quemado, las características de los mismos, año de plantación,
que éstos no se encontraban talados con anterioridad al incendio, como también el costo
en qué incurrieron a fin de mantener y explotar dichos bosques.

Por otra parte y conforme a lo que expuesto en el capítulo 2 de este presentación, resulta
incuestionable que la zona donde se encuentran los predios de los demandantes se
encontraba afectados por una plaga de avispa taladradora – así lo determinó una
resolución de la autoridad competente-. Entonces, resulta altamente probable que los
árboles de las demandantes se hayan visto afectadas por dicha plaga, como lo estaba
gran parte de los bosques forestales de la Región. La avispa taladradora o sirux noctilio
pone sus huevos en la madera de los árboles, haciendo perforaciones para ello. Lo
anterior, deja absolutamente inutilizable la madera afectada por la plaga, por lo que la

95Corte de Apelaciones de Valparaíso, 15/11/2007, 1165-2007, Ramón González Labre con


Gobierno Regional V Región y otros. N° Legal Publishing: 38479,

54
misma carece absolutamente de valor. Más aun, se deben desembolsar recursos por
parte de los propietarios de los bosques para eliminar la madera afectada conforme a
los procedimientos establecidos por CONAF, con el objeto de evitar la propagación de la
plaga.

Asimismo, la zona en donde se originó el incendio La Cabaña, además se encontraba


afectada por la llamada Polilla del Brote, por lo cual existe una elevada posibilidad que
el predio materia de autos, también se haya visto afectado. Recordemos, que la
presencia de este insecto puede disminuir hasta un 40% el valor de la madera del pino.

Resulta entonces que, de haber estado infectados los bosques de las demandantes, éstos
carecerían absolutamente de valor, por lo que no procedería indemnización alguna en
relación a ellos al no existir daño patrimonial alguno.

4.2. DAÑOS SILVICULTURALES

S.S., en este acápite la contraría incluye “el costo de reforestación”, sin señalar si los
demandantes incurrieron o no en tal gasto, aspecto que atenta contra una de los
requisitos fundamentales de daño, como lo es su certidumbre.

Entonces S.S, en los términos en que sale señalado en la demanda, nos encontramos
ante un perjuicio absolutamente hipotético, por el cual mi representada no puede ser
obligada a pagar. De esta manera, serán los demandantes quienes deberán probar el
haber cumplido con

4.3. PÉRDIDA DE PRODUCCIONES FUTURAS DE LA PLANTACIÓN DE PINO

Pues bien, las demandantes sustentan dicho reclamo en supuestos hipotéticos sobre
posibles nuevas talas y ventas de las mismas, el supuesto de que a esas fechas de
cosecha los árboles no sufrirían daños causados por terceros o por responsabilidad del
mismo empresario forestal, y sobre la base de que se mantengan los precios existentes
al día de hoy. Una probabilidad, a nuestro juicio, imposible de acreditar.

En este sentido, y como bien se puede leer en los medios de comunicación, dadas las
condiciones meteorológicas que se están dando en nuestro país y el aumento de
monocultivos de especies exóticas, las probabilidades de incendios en la época de verano
son altísimas, basta ver la cantidad de focos de incendios y la extensión de los mismos
durante el último verano. Entonces, la probabilidad de que el sector sufra un nuevo
incendio en el futuro, es altísima.

Asimismo, la posibilidad de vender la madera al precio que se indica, se vería mermada


de verse afectada la madera por la plaga de la avispa taladradora, siendo ya una realidad
que la misma afecta a bosques forestales a nivel nacional. Resulta entonces que, si las

55
especies se encontraban infectadas por la plaga, su comercialización a futuro
simplemente es imposible. A su vez, aun cuando los arboles al día de hoy no se
encontraren afectados, y dada la extensión de la plaga, resulta altamente probable que
tarde o temprano los mismos se vean afectados por la plaga sirux noctilio y que, en
consecuencia, su madera no pueda ser comercializada.

A mayor abundamiento, es necesario señalar que, de acuerdo al Decreto Ley 701, todo
propietario forestal se encuentra obligado, para la explotación de sus plantaciones, a
confeccionar un plan de manejo que tiene que ser aprobado por la Corporación Nacional
Forestal. Sin la confección de este plan no es posible la explotación de los bosques o
plantación alguna, de acuerdo a lo establecido en esta misma norma.

A su vez, la misma CONAF define “Corta no Autorizada” como aquella “Corta total o
parcial de bosque efectuada sin plan de manejo aprobado o registrado por la
Corporación, según corresponda, en conformidad a lo dispuesto por el artículo 21 de la
presente ley, como, asimismo, aquella corta que, contando con plan de manejo
previamente aprobado o registrado, se ejecute en contravención de las especificaciones
técnicas del programa de corta, especialmente respecto de intervenciones en superficies
mayores o distintas que las autorizadas, o de intervenciones en las que se extraiga un
porcentaje de área basal, total o por especie, distinto del especificado en el plan de
manejo.” y establece una serie de multas aplicables ante esta situación, que pueden
llegar a ser a hasta el triple del valor comercial de los árboles talados, más la incautación
de los mismos por parte de la CONAF, dependiendo de la clasificación de los terrenos.

Por ende SS., para la acreditación del lucro cesante o pérdida de producciones futuras
reclamadas serán de cargo de la contraria la existencia de este plan con fecha anterior
a los incendios de autos.

V. ALEGACIÓN SUBSIDIARIA. EXPOSICIÓN IMPRUDENTE AL DAÑO O


CONCAUSA EN LA PRODUCCIÓN DEL DAÑO

Sin perjuicio de nuestras alegaciones efectuadas en los capítulos anteriores,


subsidiariamente, y para el evento hipotético e improbable en que S.S. determine que
los hechos alegados por la parte demandante sean efectivos y que esta parte tiene
responsabilidad en los hechos que se demandan, efectúo las siguientes alegaciones y
defensas:

De existir alguna obligación de indemnizar, esta parte estima que las pretensiones
indemnizatorias de la demandante, deben rebajarse considerablemente, ya que la
víctima directa se expuso en forma imprudente al daño sufrido. El artículo 2330 del
Código Civil señala:

56
“La apreciación del daño está sujeta a reducción, si el que lo ha
sufrido se expuso a él imprudentemente.”

En relación a la norma citada, nuestros Tribunales superiores se han pronunciado


recientemente en el siguiente sentido:

“1°) Que el artículo 2330 del Código Civil constituye una expresión del
principio de compensación de culpas en materia civil, desde que el resultado
nocivo es consecuencia del actuar tanto del autor del ilícito como de la víctima
y deriva en la reducción del monto de la indemnización en atención a que la
víctima se expuso imprudentemente al daño. En otros términos, el citado
artículo 2330 exige para que sea procedente la reducción del daño, que la
víctima haya contribuido a su producción en virtud de una acción u omisión
negligente, configurando un fenómeno de concausas. Se requiere que el daño
sea el resultado simultáneo de las actuaciones de ambos sujetos, aunque con
intensidades diversas. Y es en virtud de esta intervención convergente de
ambos involucrados en el hecho ilícito que resulta procedente la rebaja de la
cuantía del resarcimiento. El efecto de atenuación de la norma en comento
se basa en que no resulta legítimo que el autor del daño repare la totalidad
de aquel que la víctima contribuyó a crear.”96

Por su parte, ALESSANDRI en su tratado sobre la responsabilidad extracontractual sostiene


que “el juez, al regular la indemnización, considerará también si de parte de la
víctima hubo o no culpa, puesto que en caso afirmativo debe reducir su monto”.
97
BARROS sostiene que “la Ley establece que si la víctima actuó con imprudencia,
la apreciación del daño queda sujeta a disminución. La norma es imperativa e
impone a los jueces el deber de otorgar una indemnización inferior al daño
total si ha concurrido falta de cuidado de la víctima”.98 Ambos autores convergen
en cuanto lo imperativo que resulta esta normativa, no es facultativa, de manera que
frente a la culpa de la víctima, el juez debe, a lo menos, reducir la indemnización.

Por su parte nuestra jurisprudencia ha señalado:

“Procede eximir de responsabilidad al demandado si la causa suficiente,


principal o determinante del perjuicio proviene del hecho negligente o de la
omisión del perjudicado”.99

100 BARROS, Enrique (2006): Tratado de Responsabilidad Extracontractual, (Editorial Jurídica de


Chile) p. 888.
100 BARROS, Enrique (2006): Tratado de Responsabilidad Extracontractual, (Editorial Jurídica de
Chile) p. 888.
100 BARROS, Enrique (2006): Tratado de Responsabilidad Extracontractual, (Editorial Jurídica de
Chile) p. 888.
100 BARROS, Enrique (2006): Tratado de Responsabilidad Extracontractual, (Editorial Jurídica de
Chile) p. 888.

57
Asimismo, se sostiene que resulta indiferente que las culpas del agente y de la víctima
sean de igual o distinta gravedad, coetáneas o no, que la culpa de la víctima haya
provocado el daño inicial o solo agravado sus consecuencias, la Ley no distingue. Basta
que aquel se haya expuesto imprudentemente a él en cualquier forma para que proceda
la reducción.

Dicho lo anterior, quedan claros los fundamentos legales y doctrinales de esta


alegación. Ahora pasaremos a reiterar los hechos objetivos que a nuestro
examen evidencian que el demandante se expuso imprudentemente al daño:

Las demandantes de autos, se dedica a la inversión y explotación de activos forestales.


Es sabido que, uno de los mayores riesgos que existen dentro de la actividad forestal es
la ocurrencia de incendios. Por lo mismo, y dado que el principal interesado en que éstos
no ocurran es quien se aprovecha de los mismos, son ellos los llamados a tomar las
medidas necesarias para, en primer lugar, evitar la ocurrencia de los incendios, y, de
ocurrir los mismos, tomar las medidas necesarias para disminuir los daños.

Así las cosas, empresas como la demandante de autos, deben contar, a lo menos, con
medidas como son la existencia de cortafuego, que corresponden a fajas de terreno que
no tienen combustible o donde éste no está en condiciones de arder. De esta forma, los
cortafuegos cortan la continuidad de la vegetación, impidiendo así que el fuego se
propague al carecer de combustible, como también con la maquinaria necesaria para
combatir los incendios y personal capacitado para dicha función. De haber existido todo
ellos, claramente el daño derivado de los incendios La Cabaña y Alto Población respecto
de cuyo origen o propagación no cupo intervención ni cabe responsabilidad a CGE
Distribución S.A. - no habría existido, o a lo menos, habría sido mucho menor. En este
sentido, recordamos que en la audiencia de reconocimiento pericial, estando todas las
partes presentes, se dejó consignado que no existían cortafuegos. Además, S.S, de
haberse contado con maquinaria y personal capacitado, también debió haberse
controlado mejor esos daños.

Así las cosas, resulta del todo previsible para un empresario forestal que, en caso de
que se inicie un incendio en sus plantaciones, las probabilidades de propagación en sus
predios son muy altas, lo que les exige un alto grado de diligencia tanto en el manejo
de sus plantaciones como en la implementación de todas las medidas de seguridad
necesarias y efectivas para evitar la ocurrencia y propagación de incendios en sus
plantaciones.

Resulta entonces que la conducta de las demandantes interviene de manera directa y


determinante en la secuencia causal de los hechos, por lo que, de no ser considerados
como responsables del incendio – como es nuestro parecer - a lo menos se debe
considerar su actuar negligente como una concausa en el origen del incendio debiendo
aplicarse la rebaja correspondiente al momento de determinar el monto a indemnizar.

58
VI. EN CUANTO A LOS REAJUSTES E INTERESES - COSTAS

1. REAJUSTES E INTERESES

Respecto de los reajustes sobre la suma indemnizatoria, éstos deben de considerarse


únicamente desde la fecha en que estos se declaren, ergo desde la sentencia firme y
ejecutoriada.

Acorde con el criterio anterior, BARROS sostiene, al citar una sentencia de alzada de la
Corte de Apelaciones de Concepción que “la jurisprudencia acierta en otorgar
reajuste para la indemnización por daño moral desde la fecha de la sentencia
en que éste es avaluado y, para el daño patrimonial, desde la fecha que se
adopte como referencia para avaluar los perjuicios y, en subsidio, desde la
fecha de la sentencia definitiva de primera o de segunda instancia, […]” 100.

Ya respecto de los intereses estos se deben considerar únicamente desde la fecha en


que la hipotética sentencia condenatoria se encuentre en situación de cumplirse, no
antes, y calculados de manera lineal, esto es, no se capitalizan los intereses del periodo
anterior para los efectos de calcular el subsiguiente.

2. RESPECTO DE LAS COSTAS

Esta parte no puede ser condenada en costas, toda vez que esta defensa ha tenido
motivo plausible para litigar y difícilmente tendrá la calidad de totalmente vencida. Así y
conforme a lo expuesto en el artículo 144 del Código de Procedimiento Civil nuestra
representada debe ser eximida del pago de las costas del juicio.

POR TANTO, en razón de lo expuesto, de las normas legales citadas, la jurisprudencia


comentada y la doctrina que se cita y demás aplicables en la especie,

PIDO A S.S.
1. Tener por interpuesta excepción perentoria de falta de legitimación activa del
demandante, en razón de las alegaciones formuladas;
2. Tener por interpuesta excepción perentoria de falta de legitimación pasiva de
esta parte, en razón de las alegaciones formuladas;
3. Tener por contestada la demanda de indemnización de perjuicios;
4. Rechazar, en razón de lo expuesto, la demanda de autos en todas sus partes.
5. Condenar en costas al demandante.

100 BARROS, Enrique (2006): Tratado de Responsabilidad Extracontractual, (Editorial Jurídica de


Chile) p. 888.

59
PRIMER OTROSÍ: Por el presente acto, vengo en contestar la demanda subsidiaria
interpuesta en contra de mi representada, solicitando desde ya su rechazo con costas,
en consideración a los fundamentos de hecho y de derecho que expondré a continuación.

Por motivo de economía procesal, esta parte da íntegramente por reproducida la


exposición realizada anteriormente, especialmente respecto a la situación climática
existente en la zona al momento de los incendio, la presencia de plagas de insectos, los
efectos perjudiciales y peligrosos de monocultivos, la responsabilidad del dueño del
predio La Cabaña, la vaguedad de las imputaciones que se hacen en el caso del foco alto
Población, la falta de medidas de seguridad del predio materia de autos, las causas, las
falencias de los informes de O.S.5 y la exposición sesgada de los hechos de la parte
demandante.

Dicho lo anterior, ahora debemos hacernos cargo de las alegaciones de derecho, respecto
de la presunta responsabilidad contractual que le cabría a mi representada en los hechos
por los cuales se está demandando en estos autos.

I. ALEGACIÓN DE FONDO: EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN ACTIVA


DEL DEMANDANTE Y FALTA DE LEGITIMACIÓN PASIVA DE CGE
DISTRIBUCIÓN S.A

1. EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN ACTIVA DEL ACTOR POR NO DEMANDAR EL


CUMPLIMIENTO DE ALGÚN CONTRATO CELEBRADO ENTRE ÉL Y CGE DISTRIBUCIÓN S.A

Afirmamos que el demandante no posee legitimación activa para poder accionar en


contra de mi representada en la medida que (i) no se demanda el incumplimiento de
ningún contrato suscrito con CGE Distribución; y (ii) ha sido el demandante quien ha
causado su propio daño. Veamos:

1.1. NO SE DEMANDA EL INCUMPLIMIENTO DE NINGÚN CONTRATO CELEBRADO ENTRE LA


CONTRARIA Y CGE DISTRIBUCIÓN

Los demandantes de autos, ejercen su acción teniendo en cuenta que el estatuto que
rige la responsabilidad contractual, será la regla general en nuestro derecho de carácter
patrimonial.

Sin perjuicio de lo anterior, la contraria omite un pequeño detalle, pero de gran


importancia, y este es que el primer requisito para demandar bajo el estatuto de la
responsabilidad contractual, es la existencia de un contrato lo que no ocurre en la
especie. Los demandantes, no son capaces de singularizar el contrato celebrado entre
las partes de este litigio, y que este haya sido incumplido, en términos tales, de haber
causado los incendios La Cabaña y Alto Población.

60
Todo lo señalado precedentemente, no viene sino a ser la consecuencia lógica del artículo
1545 del Código Civil, el que consagra la fuerza obligatoria de los contratos para “las
partes” del mismo, concepto en el cual no puede incluirse a quien no ha concurrido con
su voluntad a su celebración ni ejecución.

Lo anterior ha sido reconocido por la jurisprudencia, respecto a la acción de cumplimiento


de contrato, circunscribiendo dicho concepto exclusivamente a quienes son partes del
mismo:

“(…) Pudieron, en consecuencia, los jueces del fondo estimar que, no


obstante tales actos de la promitente compradora, el incumplimiento
imputable y fundamental del contrato provino de ella, por la circunstancia
referida. Tal posición de inejecución del contrato le inhabilitaba para ejercer
una acción resolutoria fundada en el incumplimiento de su contraparte y, por
otra, hacía procedente la excepción del artículo 1552 que igualmente opuso
el promitente vendedor. La legitimación activa para la acción SOLO
COMPETE AL CONTRATANTE que ha cumplido y la legitimación pasiva
al contratante incumplidor (…)”101

En definitiva S.S., somos enfáticos en señalar que la contraria mal podría accionar en
contra de mi representada bajo el estatuto de responsabilidad contractual, cuando ha
faltado el requisito básico y fundamental para ello, y esto es precisamente la existencia
de un contrato que vincule a las partes.

1.2. HA SIDO EL DEMANDANTE QUIEN HA CAUSADO SU PROPIO DAÑO

En este sentido, reiteramos lo señalado en la demanda principal, al señalar que los


presuntos dueños de los demandantes de autos han contribuido significativamente a
crearlo – o al menos se expusieron gravemente a él- al no contar con las medidas de
seguridad

Nuestra jurisprudencia y doctrina ha reconocido enfáticamente que no se puede pedir


la reparación del daño causado por la propia víctima, ya que no resulta indiferente
para los fines que busca la ley que ésta haya contribuido con su actuar negligente en la
producción del daño, toda vez que “en virtud del principio de correlatividad que inspira
la responsabilidad civil, esa negligencia no puede ser irrelevante sin que se afecten los
presupuestos que justifican imponer responsabilidad.”102

101 Excelentísima Corte Suprema, Rol de Ingreso Corte N°3632-2017, considerando vigésimo
noveno. Énfasis añadido.
102 BARROS BOURIE, Enrique (2006). Tratado de Responsabilidad Extracontractual (Editorial Jurídica

de Chile). P.428

61
Así el profesor Enrique Barros ha señalado:

“La justificación del instituto de la culpa de la víctima debe encontrarse en el


principio de igualdad que rige las relaciones de derecho privado. No es justo
que el tercero esté sometido a una regla de conducta más estricta
que la máxima de cuidado adoptada por la propia víctima respecto de
sí misma. Por otro lado, desde el punto de vista de la eficacia preventiva,
sólo si se considera la culpa de la víctima se puede llegar a una óptima
distribución de los incentivos. En consecuencia, todo indica que la culpa de la
víctima, aunque no consista propiamente en la infracción de un deber de
cuidado, se debiera medir con los mismos criterios que la culpa del autor.” 103

Así, resulta que toda la doctrina analiza la responsabilidad sobre el supuesto de que el
daño de la víctima es causado por un tercero. Lo anterior, se relaciona íntimamente con
el fin u objetivo de la existencia de un estatuto de responsabilidad, el cual busca como
último objetivo, evitar que se generen daños. De esta manera, la obligación de reparar
los daños causados a un tercero, busca que las personas tengan el cuidado debido en su
actuar, de tal manera que no causen perjuicios a otros. Sólo de esta forma se puede
convivir en sociedad, ya que todos actuamos sobre el supuesto de que los demás
actuarán también de manera cuidadosa en lo que hacen. En este sentido, la ley no
puede tolerar que quien causa su propio daño, ya sea a través de su actuar
culpable o negligente, pueda pedir la indemnización del mismo a un tercero, ya
que aquello iría en contra del principio de reparación que busca desincentivar las
conductas dañosas.

En este sentido, don Enrique Barros analiza el objetivo del derecho de responsabilidad
al siguiente tenor:

“El fin más inmediato del derecho de la responsabilidad civil es la óptima


prevención de accidentes. La complejidad de la definición de este óptimo de
prevención deriva de que la vida humana tiene fines múltiples, ninguno de
los cuales puede ser considerado sin relación con los demás. Por eso, desde
un punto de vista instrumental, la finalidad de las reglas de responsabilidad
civil no es evitar a toda costa que se produzcan accidentes, sino impedirlos
en la medida que los costos que producen esos accidentes excedan los costos
asociados a su prevención.”104

103 BARROS BOURIE, Enrique (2006). Tratado de Responsabilidad Extracontractual (Editorial Jurídica
de Chile). P.429 -430
104 BARROS BOURIE, Enrique (2006). Tratado de responsabilidad Extracontractual (Editorial Jurídica

de Chile). P.45

62
Y continúa con dicho análisis como sigue:

“La diferencia del enfoque económico con el de la justicia se muestra en la


manera como se mira la relación entre el autor del daño y la víctima. Para el
análisis económico, lo ya ocurrido representa económicamente “costos
hundidos”, que no son socialmente recuperables; mal que mal, la
indemnización de perjuicios es una mera transferencia de riqueza. Su
atención esencial está puesta hacia adelante, porque el propósito es influir
en que la regla que se formule a nivel legislativo o judicial establezca los
incentivos correctos de conducta. En esencia, lo determinante del
instrumento (técnico) del derecho radica en la eficacia de la sanción
indemnizatoria para la orientación futura del comportamiento, porque
impone un costo implícito a todos quienes desarrollan una actividad, lo que
influirá en la manera como las personas decidirán en adelante sus cursos de
acción.” 105

Aún en el improbable caso en que S.S. estime que los incendios materias de autos, por
los cuales se está demandando, son consecuencia de algún incumplimiento contractual
entre el demandante y mi representado –supuesto que, nuevamente negamos y que
desarrollaremos en profundidad en los próximos acápites-, lo cierto es que los actores
tampoco podrían demandar bajo el estatuto contractual, en la medida que ellos habrían
sido quienes, en un primer momento incumplieron una de sus principales obligaciones,
tomar los resguardos para evitar el inicio, originen y propagación de incendios forestales
por sus predios.

2. FALTA DE LEGITIMACIÓN PASIVA DE CGE DISTRIBUCIÓN S.A.

La parte demandante, ha errado al intentar su demanda en contra de mi representada


en atención a que (i) los hechos por los cuales demanda en autos no son consecuencia
de ninguna clase de incumplimiento contractual entre ambas partes, y (ii) CGE
Distribución S.A no ha tenido participación alguna en los hechos en que se
funda la acción resarcitoria de autos y no existe relación causal entre algún
daño que se reclama y alguna acción u omisión atribuible a mí representada,
mal podría CGE Distribución ser el legitimado pasivo de la acción que se emprende.

2.1. LOS HECHOS POR LOS CUALES DEMANDA EN AUTOS NO SON CONSECUENCIA DE NINGUNA
CLASE DE INCUMPLIMIENTO CONTRACTUAL ENTRE AMBAS PARTES

En este punto, por motivos de economía procesal doy por reproducidos todos los
argumentos de hecho y derecho señalados en el acápite 1.1. del capítulo precedente. En
este sentido, solo señalaremos –aunque sea evidente- que malamente puede ser

105Barros Bourie, Enrique (2006). Tratado de Responsabilidad Extracontractual (Editorial Jurídica


de Chile). P.45

63
demandada CGE Distribución S.A, bajo el estatuto de la responsabilidad civil contractual,
siendo que incluso los demandantes no invocan el incumplimiento de contrato alguno.

2.2. CGE DISTRIBUCIÓN S.A NO HA TENIDO PARTICIPACIÓN ALGUNA EN LOS HECHOS EN QUE SE
FUNDA LA ACCIÓN RESARCITORIA DE AUTOS

En efecto, mi representada no ha infringido deber de cuidado u obligación de


carácter reglamentario o legal, toda vez que los perjuicios que habrían sufrido los
demandantes, se deben, en parte, al actuar negligente de un tercero (dueño del predio
La Cabaña) y a su propia negligencia al no tener las medidas para evitar el inicio y
propagación de incendios forestales en sus predios, pese a dedicarse al rubro forestal,
no habiendo conducta negligente alguna por parte de CGED que le sea atribuible.

Finalmente, además de los puntos indicados y considerando que la parte demandante


deberá acreditar que han sufrido un daño, hecho que consideramos inexistente,
estimamos que en la especie no se configura la responsabilidad civil de esta demandada.

2.3. EL DERECHO

Nuestra doctrina, sobre la base de los artículos 1545 y siguientes, y 2314 y siguientes
del Código Civil abordan la cuestión sobre el sujeto pasivo de la acción de indemnización
y la relación de causalidad como factor de atribución de la responsabilidad.

Sostenemos que la parte demandante ha errado al intentar su demanda en contra de mi


representado, en atención a que, como no ha tenido participación alguna en los
hechos en que se funda la acción resarcitoria de autos y no existe ningún
contrato que vincule a las partes, en consecuencia, tampoco existe relación
causal entre algún daño que se reclama y algún incumplimiento contractual,
por lo que mal podría mi representado ser el legitimado pasivo de la acción que se
emprende.

Conforme a lo ya citado en cuando a los fundamentos generales de la excepción de falta


de legitimación, tanto activa o pasiva, y en cuanto a esta última, nuestro ordenamiento
jurídico determina a quien corresponde la acción; en el caso de la responsabilidad
contractual a quienes son parte del contrato.

En cuanto a la acción por responsabilidad contractual, el autor del daño se confunde con
la figura del deudor, esto es, quien está obligado al cumplimiento de una
obligación de origen convencional. En uno u otro caso, sea la responsabilidad con
fuente contractual o extracontractual y siguiendo el criterio de RODRÍGUEZ se requiere “la
inejecución de una conducta debida”, la que deberá “estar acompañada de un reproche
subjetivo u objetivo” (RODRÍGUEZ (2004): Responsabilidad Contractual, p. 27).

64
Entendido lo anterior, volvemos a nuestro argumento inicial: Somos enfáticos en cuanto

a que los hechos por los cuales se demanda en autos no son consecuencia de ningún

contrato que pudo haber sido incumplido por parte de mi representada, además, la

conducta supuestamente imputable a CGED no existe, al no tener participación en

los hechos – conducta -, y desaparece además el requisito de la causalidad, por lo que

no tiene la calidad de legitimado pasivo en este juicio. En consecuencia, faltan tres

presupuestos de la responsabilidad: la existencia de un contrato, el

incumplimiento y la causalidad. En el caso concreto, y por tratarse de una

responsabilidad civil de fuente contractual, debemos atender lo dispuesto en el artículo

1558 del Código civil:

“El deudor es responsable de todos los perjuicios que fueron una


consecuencia inmediata o directa de no haberse cumplido la obligación”.

2.4. CONCLUSIÓN

Establecido lo anterior, en cuanto a los hechos y el derecho, queda claramente formulada


la presente excepción y sus fundamentos, resultando que el actor ha errado al
intentar su acción en contra de quien no es legitimado pasivo de ella, ya que ni
fáctica ni legalmente existe razón alguna para intentar la acción que se emprende en
contra de la demandada.

Asimismo, esta parte sostiene lo siguiente: (i) No le empece la acción interpuesta en su


contra, ya que la normativa invocada por la parte demandante, esto es el estatuto de la
responsabilidad civil contractual, no le puede ser aplicable, en la medida que las partes
no han suscrito contrato alguno, por lo tanto, no hay acción; (ii) La conducta por
omisión supuestamente imputable a nuestra representada no existe, en consecuencia,
al no tener participación en los hechos, y desaparecer además el requisito de la
causalidad, no tiene la calidad de legitimado pasivo en este juicio;

En consecuencia, corresponde a SS., pronunciarse respecto de esta falta de


legitimación pasiva de mí representada, según se solicitará en el petitorio de
esta presentación.

II. ALEGACIÓN DE FONDO: FALTA DE LOS REQUISITOS DE LA


RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL

A mi representada no le cabe responsabilidad alguna en los hechos en que se funda la


demanda, toda vez que los incendios La Cabaña y Alto Población, no se debieron a
ninguna conducta, por acción u omisión, que le pueda ser imputable a CGED.

65
Sin perjuicio de lo anterior, cabe analizar si la presunta acción u omisión que
supuestamente habría sido desplegada por CGED, sería constitutivo o no de un
incumplimiento de contrato, que permitiese establecer la responsabilidad reclamada en
autos, hipótesis que, desde ya, descartamos.

Como es de conocimiento de S.S., los requisitos que deben concurrir para determinar la
supuesta responsabilidad contractual de mi representada, en razón de los hechos
descritos en la demanda, son los siguientes:

1. Existencia de un contrato entre las partes.


2. Incumplimiento o cumplimiento imperfecto y/o tardío de las obligaciones de
carácter contractual entre las partes.
3. Culpabilidad
4. Perjuicios
5. Relación de causalidad entre el incumplimiento contractual y los perjuicios
ocasionados.
6. Ausencia de causales de justificación, exención y extinción de responsabilidad del
deudor

Sobre lo que hemos señalado, en cuanto a los presupuestos de la responsabilidad,


materia de este juicio, nuestra jurisprudencia ha manifestado:

“Que sentado lo anterior, procede consignar, a continuación, que el


incumplimiento de las obligaciones o su cumplimiento imperfecto genera,
entre otros efectos, que deba satisfacerse la prestación de manera voluntaria
o forzadamente, en naturaleza o por equivalencia. Nace así la responsabilidad
civil, esto es, la necesidad jurídica en que se encuentra una persona de
reparar los perjuicios que a otra ocasionó, que se concreta generalmente en
indemnizar los perjuicios, "cantidad de dinero que debe pagar el deudor al
acreedor y que equivalga o represente lo que éste habría obtenido con el
cumplimiento efectivo, íntegro y oportuno de la obligación" (René Abeliuk,
obra citada, página 518).

Esta Corte Suprema ha señalado que los presupuestos copulativos para


la procedencia de la indemnización de perjuicios contractuales son: a)
Vinculación jurídica, negocio, convención o contrato; b) Obligaciones que dan
origen a prestaciones que debe satisfacer el deudor al acreedor; c)
Incumplimiento de la obligación previamente establecida o cumplimiento
imperfecto o tardío de la misma d) Hecho de la imputación del incumplimiento
o culpabilidad; e) Perjuicios; f) Relación de causalidad entre incumplimiento
y perjuicios, g) Ausencia de causales de justificación, exención y extinción de
responsabilidad del deudor, y h) Mora del deudor. Así, dentro de la
concepción de la responsabilidad subjetiva es preciso que el incumplimiento
dañoso sea atribuible al deudor, y lo será cuando hay dolo, lo que importa

66
una intención de no pagar, o cuando hay culpa, esto es, falta de diligencia o
negligencia”106

Por su parte, otro fallo de nuestra jurisprudencia, señala:

“Que para que nazca la obligación de indemnizar los perjuicios causados en


la órbita contractual es necesario que concurran los siguientes
presupuestos: a) que se haya incumplido alguna obligación emanada del
contrato de trabajo; b) que exista dolo o culpa por parte de uno de los
contratantes; 3) que se ocasione daños o perjuicios al otro; y d) que exista
una relación de causa a efecto entre el actuar del sujeto y el daño causado” 107

Tal como señalan los fallos transcritos, los requisitos para dar por establecida la
existencia de la responsabilidad contractual son copulativos, razón por la cual, en caso
de faltar tan solo uno de ellos, no estaremos frente a la obligación de
indemnizar, sin embargo, como veremos a continuación, en estos autos no concurre
ninguno de los elementos de la responsabilidad contractual.

1. NO EXISTE UN CONTRATO ENTRE LAS PARTES

Tal como hemos señalado en los capítulos precedentes, entre el demandante de autos y
CGED no se suscribió contrato de cuyo incumplimiento se hubiesen seguido los
incendios de La Cabaña y Alto Población

2. CGED NO HA INCUMPLIDO OBLIGACIÓN CONTRACTUAL ALGUNA

Para que nazca una deuda de responsabilidad (en el estatuto contractual) es necesario
que una de las partes del contrato incumpla una de las obligaciones que de él
emanan, esto es, como nos dice nuestra doctrina:

“El incumplimiento es una situación antijurídica que se produce cuando, por


la actividad culpable del obligado a realizar la prestación, no queda la relación
jurídica satisfecha en el mismo tenor en que se contrajo, reaccionado el
derecho contra aquél para imponerle las consecuencias jurídicas” (FUEYO
(2004): Cumplimiento e incumplimiento de las obligaciones, p. 256). Agrega
“En los términos del Artículo 1556 del Código Civil, hay incumplimiento
cuando la obligación no se cumple, se cumple imperfectamente o se retarda
su cumplimiento; dicho de otra manera, cuando se falta íntegramente al pago
o se infringe alguno de los requisitos de este que ya hemos estudiado.”
(ABELIUK (1993): Las Obligaciones, p. 709.)

106 Sentencia Excelentísima Corte Suprema, Rol N°1089-2009. Énfasis agregado.


107 Ilustrísima Corte de Apelaciones Concepción, Rol N°30-2009. Énfasis agregado.

67
Debemos tener en consideración que el demandante ampara la acción en el estatuto de
la responsabilidad contractual, sin señalar de qué clase de contrato estaríamos
hablando en la especie, qué obligaciones comprendería y cuál de ellas habrían
resultado incumplidas por mi representada, sino que se ampara genéricamente en
la ley.

Sin perjuicio de lo anterior, somos enfáticos que mi representada ha cumplido las


diversas obligaciones que nuestro ordenamiento jurídico, y los principios generales de la
responsabilidad civil le imponen, especialmente mantener sus instalaciones en
condiciones seguras, sin poner en riesgo a terceras personas.

3. INEXISTENCIA DE CULPA O DOLO POR PARTE DE CGE DISTRIBUCIÓN S.A.

En el caso de autos la demandante sostiene que ha habido culpa de parte de mi


representada. Ahora bien, existe culpa cuando el sujeto falta con su actuación a la
diligencia y cuidado que le es exigido o bien, como señala el Código Civil “es la falta de
aquella diligencia y cuidado que los hombres emplean ordinariamente en sus negocios
propios”. Como se aprecia, en uno u otro caso, es una acción u omisión de cuidado.

Nuevamente reiteramos que mi representada no ha incurrido en ningún tipo de


acción u omisión culpable, no existe ningún accidente que pueda haber tenido como
causa algún tipo de incumplimiento por parte de CGED de la normativa legal,
menos aún un incumplimiento contractual.

4. INEXISTENCIA DE PERJUICIOS POR PARTE DE LOS DEMANDANTES

En este punto nos remitimos a lo señalado en el capítulo IV de la contestación de la


demanda principal

5. NO EXISTE RELACIÓN DE CAUSALIDAD ENTRE LAS CONDUCTAS DE CGE DISTRIBUCIÓN Y


LOS PERJUICIOS QUE HABRÍA SUFRIDO LA CONTRARIA

En cuanto al nexo causal, no existe tal, no hay relación causal entre alguna supuesta
conducta desplegada por mi representada, calificable como un incumplimiento
contractual, y los supuestos daños sufridos por la demandante.

El daño requiere que sea consecuencia necesaria y directa entre el incumplimiento


contractual y los daños, corresponderá a la demandante probar el nexo causal entre el
incumplimiento contractual por el cual demanda y el daño que reclama en su demanda.
Sobre este punto es fundamental lo siguiente: La doctrina ha señalado que la causalidad
importa que debe detectarse un vínculo entre la actuación (u omisión) del agente
supuestamente responsable y el hecho – incumplimiento o ilícito civil - dañoso en sí
mismo, y así se desprende de los artículos 1556 y 1558, en el ámbito de la

68
responsabilidad contractual y de los artículos 2314 en relación con el artículo 1437, en
el ámbito de la responsabilidad extracontractual, todos del Código Civil.

Debemos destacar que este requisito de causalidad, es común a ambos estatutos de


responsabilidad. En ello no hay diferencias. Como sostiene ABELIUK “entre el
incumplimiento y el daño debe existir una relación de causa a efecto, en los mismos
términos que entre el hecho ilícito y el daño en la responsabilidad extracontractual”
(ABELIUK (1993) Las Obligaciones, p. 674).

Por su parte, ALESSANDRI ya señalaba, “Es menester que, entre el dolo y la culpa, por
una parte, y el daño, por la otra, haya una relación de causalidad, es decir, que este sea
consecuencia o efecto de ese dolo o culpa”.

ABELIUK sostiene, “entre el incumplimiento y el daño debe existir una relación de causa
a efecto, en los mismo términos que entre el hecho ilícito y el daño en la responsabilidad
extracontractual [….]”.

Respecto de la causalidad nuestra jurisprudencia ha sostenido lo siguiente:

“No hay duda que la relación de causalidad entre el hecho ilícito y el daño
producido es un elemento de la esencia de la responsabilidad
extracontractual. Puede haber culpa, dolo, capacidad y daño y no existir
responsabilidad. El daño tiene que ser la consecuencia lógica de la conducta
del agente.” (Corte Suprema, 20.07.2006, Rol Ingreso N° 3572-2005).

El hecho del demandado debe ser condición necesaria del daño. En el caso concreto, y
por tratarse de una responsabilidad civil de fuente contractual, debemos atender lo
dispuesto en el artículo 1558 del Código civil:

“El deudor es responsable de todos los perjuicios que fueron una


consecuencia inmediata o directa de no haberse cumplido la obligación”.

Reiteramos, que, en este caso, al no haber una acción u omisión dolosa o culpable de
mi representada, no puede haber nexo causal entre los incendios por los cuales se
demanda en estos autos y cualquier conducta de mi representada que pueda ser
calificada de incumplimiento contractual (pese a que la contraria no repara en ellas).

III. INEXISTENCIA DE LOS PERJUICIOS RECLAMADOS

Por motivos de economía procesal damos por reproducidos los fundamentos señalados
en el capítulo IV de la demanda principal.

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IV. ALEGACIÓN SUBSIDIARIA: EXPOSICIÓN IMPRUDENTE AL DAÑO

Por razones de economía procesal, damos por reproducido el contenido del capítulo V
de la contestación de la demanda principal, agregando, además, que la jurisprudencia
y doctrina han reconocido la aplicación de la exposición imprudente en materia de
responsabilidad contractual:

“Procede eximir de responsabilidad al demandado si la causa suficiente,


principal o determinante del perjuicio proviene del hecho negligente o de la
omisión del perjudicado”.108

Asimismo, se sostiene que resulta indiferente que las culpas del agente y de la víctima
sean de igual o distinta gravedad, coetáneas o no, que la culpa de la víctima haya
provocado el daño inicial o solo agravado sus consecuencias, la Ley no distingue. Basta
que aquel se haya expuesto imprudentemente a él en cualquier forma para que proceda
la reducción.

Pues bien, en este caso damos por reproducidas las palabras del profesor Carlos Ducci
al momento de tratar la culpa exclusiva del deudor, y que dejan de manifiesto que la
exposición imprudente al daño, igual puede –y debe- recibir aplicación en el ámbito de
la responsabilidad contractual, por ser un principio general en materia de responsabilidad
civil.

En este sentido, reiteramos que las contrarias, pese a dedicarse a la actividad forestal,
no adoptó las medidas de resguardo para evitar el inicio, origen y propagación de un
incendio en su predio.

V. EN SUBSIDIO, RESPECTO DE LOS INTERESES, REAJUSTES Y COSTAS

Por motivos de economía procesal, se da por reproducido el capítulo VI de la contestación


de la demanda principal.

POR TANTO,
PIDO A S.S.: Tener por contestada la demanda subsidiaria, y en su merito, rechazar la
acción subsidiaria, con costas.

108 Excelentísima Corte Suprema, 16 de octubre de 1954, Revista de Derecho y Jurisprudencia, t.


Li, sec1, p.488

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