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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

FACULTAD DE ENFERMERÍA Y OBSTETRÍCIA

“PREVALENCIA DE DETERIORO COGNITIVO LEVE EN PERSONAS


MAYORES DE UNA C.C.E. RANCHO LA MORA DE ISSEMyM”

TESIS

QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE

LICENCIADO EN GERONTOLOGÍA

P R E S E N T A:

RUBÉN GONZÁLEZ CASTILLO

DIRECTOR DE LA TESIS

M.S.P.y ENV. HELÍ JESSET ÁLVAREZ HERNÁNDEZ

SEPTIEMBRE DE 2022, TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO


Contenido
INTRODUCCIÓN.......................................................................................................4
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.......................................................................5
JUSTIFICACIÓN........................................................................................................7
OBJETIVOS...............................................................................................................8
METODOLOGÍA........................................................................................................8
ASPECTOS ÉTICOS...............................................................................................11
MARCO TEÓRICO..................................................................................................14
Capítulo 1. Persona Mayor, Vejez, Envejecimiento...............................................14
1.1 Persona Mayor...............................................................................................14
1.2 Vejez..............................................................................................................17
1.3 Envejecimiento...............................................................................................18
1.4 Tipos de envejecimiento................................................................................21
1.5 Teorías del envejecimiento............................................................................25
1.6 Envejecimiento del sistema nervioso.............................................................28
1.7 Demografía del envejecimiento en México....................................................29
1.8 Demografía del envejecimiento del Estado de México..................................31
Capítulo 2. Salud mental en Personas Mayores....................................................32
2.1 Definición de salud mental y emocional........................................................32
2.2 Trastorno neurocognitivo mayor y menor en personas mayores..................33
2.3 Deterioro cognitivo leve..................................................................................34
2.4 Demencias.....................................................................................................40
2.5 Enfermedad de Alzheimer.............................................................................54
2.6 Intervenciones cognitivas en DCL y demencia..............................................60
2.7 Medidas de prevención..................................................................................63
2.8 Estimulación Cognitiva...................................................................................65
Capítulo 3. Importancia de la detección temprana en el primer nivel de salud.....66
3.1 Modelo de Atención Integrada en las Personas............................................66
3.2 Evaluación de las necesidades de la Persona Mayor en el primer nivel de
salud.....................................................................................................................69
3.3 Objetivos del Desarrollo Sostenible y Salud Mental......................................73
3.4 Ley de los Derechos de las Personas Mayores............................................74
3.5 Ley General de Salud y políticas públicas.....................................................76
3.6 Primer nivel de atención en salud..................................................................78
3.7 Estereotipos, mitos y prejuicios contra las personas mayores......................79
REFERENCIAS.......................................................................................................81
ANEXOS..................................................................................................................84
INTRODUCCIÓN.
Recientemente el problema por atender los problemas de Salud Mental en la
población en general es una prioridad en las agendas de los gobiernos alrededor
del mundo. El estilo de vida actual y la globalización obligan a los Estados a tomar
acción en cuestiones importantes para ofrecer una vida digna a sus habitantes.
Dentro de las principales problemáticas que van en aumento se encuentran la
presencia de enfermedades crónico degenerativas como la Diabetes,
Hipertensión, Cáncer y Demencias. En el campo de la Gerontología está cobrando
mayor interés, la atención y cuidado de las personas con demencia, así como el
estudio de sus causas más comunes para establecer las medidas de prevención
adecuadas a las necesidades de cada persona.
El estudio del Deterioro Cognitivo ha arrojado resultados fascinantes, como los
que se observan con las nuevas terapias farmacológicas que ayudan a recuperar
e incluso revertir cierto grado de deterioro mental en la persona. Cada vez surgen,
también, nuevas técnicas y estudio de imagen, así como herramientas que ayudan
a realizar un mejor diagnóstico del padecimiento neurológico por el cual la persona
atraviesa y establecer el tratamiento médico y no farmacológico para otorgar a la
persona de calidad de vida y fomentar un envejecimiento activo. Han surgido
también avances en los estudios que comprueban la eficacia de la estimulación
cognitiva, la práctica de ejercicio y actividad física, la participación social y la dieta
junto con el control de la hipertensión y la diabetes en la calidad de vida de la
familia y de la persona mayor. A lo largo de este trabajo de investigación, los
lectores podrán acercarse a conocer sobre la importancia que tiene el
reconocimiento oportuno de los problemas mentales relacionados con la memoria,
el cálculo, el lenguaje, la atención y seguimiento de instrucciones, el
razonamiento, entre otros, en las personas mayores.
La memoria es un proceso complejo que involucra diversas áreas y funciones de
nuestro cerebro, se encuentra asociada con la atención de la persona y con el
rendimiento intelectual y de trabajo. Se encuentra dividida en dos grupos muy
interesantes que conocemos como “memoria de corto plazo” y “memoria de largo
plazo”. El proceso de memorizar combina y ayuda en la ejecución de funciones, el
dominio del lenguaje para la comunicación y la resolución de problemas
aritméticos y de cálculo, el cual es un componente importante de las AAVD, como
las compras y el manejo del dinero.
Como avanza la sociedad, a un ritmo acelerado, los gobiernos e instituciones no
gubernamentales enfocadas en la salud de la población, deben procurar la
capacitación del personal de salud para hacer frente en el diagnóstico y
tratamiento oportuno, tanto farmacológico como no farmacológico para resolver el
Deterioro Cognitivo y disminuir el riesgo de evolución a demencia. Así mismo es
necesario establecer las medidas de educación para la población en general, de
bajo costo que ayuden a disminuir la incidencia de Deterioro Cognitivo y fomentar
estilos de vida saludable para el Envejecimiento Activo de la población.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.


México es un país que ha enfrentado diversas situaciones históricas. Si bien se
han dado avances significativos con el desarrollo de nuevas tecnologías lo que ha
traído consigo el aumento de la esperanza de vida en la población, un porcentaje
de la población mexicana no ha logrado dimensionar y ser consciente de su
estado de salud, a pesar de que las evidencias, y la información están cada vez
más a la mano por la brecha digital –de la que todo el mundo es presa- por lo que
la gran mayoría no realizan chequeos de salud ante el aumento de la edad y ante
cambios fisiológicos, sino pleno siglo XXI, los problemas de salud y situaciones
económicas y sociales al país con un enfoque integral, cuestionarse como un
sistema puede afectar directa o indirectamente a otro sistema de iguales o
diferentes características.
La característica inherente de exclusión social que acompaña a la pobreza,
corresponde el principal obstáculo familiar para enfrentar situaciones que
requieren de una participación activa de todos sus integrantes y de un aumento
del uso de recursos principalmente económicos, sobre todo ante la aparición de
enfermedades crónicas y/o terminales o dependencia en la población adulta
mayor. Teniendo esto en cuenta debemos estar pendientes de los cambios en la
transición epidemiológica por la que atraviesa México y el mundo. Y no olvidar
estas dos concepciones que avanzan casi de manera igualitaria, la transición
demográfica y epidemiológica. Por lo que en pleno siglo XXI habrá más viejos con
una o más enfermedades crónico degenerativas entre ellas el deterioro cognitivo
el cual demanda mayores cuidados y asistencia para llevar a cabo su vida el
adulto mayor que la comience a padecer.
Bien, entonces el objetivo de esta investigación se centra en analizar cuál es la
cantidad de personas adultas mayores que padecen problemas de deterioro
cognitivo en el municipio de Toluca, Estado de México, además de analizar la
situación sociodemográfica de los encuestados y determinar la vulnerabilidad para
EA.
El deterioro cognitivo es un tema de suma importancia, ya que una detección
temprana es útil para la implementación de estrategias integrales que ralenticen su
progreso, que permitan a la persona y a su familia vivir con dignidad y si es posible
evitar la dependencia grave y los elevados costos y cuidados que genera. Es
importante destacar que las intervenciones que se realizan para atacar el deterioro
cognitivo y sus consecuencias son muy accesibles para la mayoría de la
población, son acciones y técnicas principalmente enfocadas en estimular las
diferentes funciones mentales como la atención y memoria, el uso del lenguaje, el
cálculo y funciones visoespaciales y la orientación personal, espacial y temporal. A
estas técnicas se tiene que sumar la educación de los familiares referente al
deterioro, su evolución y sus responsabilidades, así como la importancia que tiene
su participación activa en el proceso de atención. Como he mencionado con
anterioridad, es importante visualizar de manera integral cada situación de la vida
diaria, por lo que, junto con el apoyo educativo a familiares es importante y
necesario ofrecerles las herramientas que ayuden en su autodesarrollo físico,
mental y sociofamiliar.
Actualmente, el estudio del DCL y las distintas técnicas de prevención están
ganando cada vez más atención en el área de la Gerontología, ya que se ha
demostrado que una detección temprana y la implementación de estrategias de
prevención adecuadas a cada persona, mejoran la funcionalidad y la calidad de
vida en el mediano y largo plazo, lo cual repercute de manera positiva en la
dinámica familiar. Intervenciones integrales que en su gran mayoría deberán estar
orientadas a formar nuevos hábitos en actividades como la limpieza, la higiene, la
alimentación, el sueño, la estimulación activa de funciones cognoscitivas y
sensoriales como el olfato y la audición, la activación física y el ejercicio físico de
todos los miembros de la familia, por mencionar algunas, por esto es importante
redoblar los esfuerzos en el área gerontológica y crear el impacto que se merece
como nueva disciplina del saber, ser y hacer. De aquí se desprende la pregunta de
¿Cuál es la prevalencia de deterioro cognitivo en personas mayores de una
Clínica de Consulta Externa “Rancho La Mora” de ISSEMyM, Toluca, 2022?
JUSTIFICACIÓN.
El deterioro cognitivo es caracterizado como un estadio intermedio entre el
deterioro esperado por el envejecimiento normal de la persona y el deterioro más
grave a consecuencia de la demencia. Es una manifestación caracterizada por
disminución en el funcionamiento de los dominios cognitivos como la memoria, la
atención, el lenguaje, el cálculo, las funciones ejecutivas o la combinación de
estas. Durante este proceso la persona comienza a notar cambios principalmente
en la memoria. Así mismo existe la posibilidad que el deterioro cognitivo aumente
el riesgo de padecer demencia principalmente por la Enfermedad de Alzheimer.
Desde el año 1988 el término fue introducido por Reisberg como una situación de
disfunción cognitiva superior esperado para la edad y el nivel cultural de la
persona, sin que exista una afectación a las AVD. Durante los últimos es un tema
que ha ganado importancia en el campo del estudio del envejecimiento ya que una
detección temprana y un plan de atención adecuado puede ayudar a reducir y
dependiendo el nivel de afectación incluso podría revertirse. Estudios como el de
Margarita Cancino y Lucio Rehbein, en 2016 nos ayudan a conocer a profundidad
los principales tipos de deterioro que se pueden presentar en las personas, sus
factores de riesgo asociados con mayor impacto y las principales medidas de
intervención como la estimulación cognitiva y el cambio de estilos de vida hacia
hábitos más saludables.
Para objetos de esta investigación se plantea conocer cuál es la prevalencia de
deterioro cognitivo leve en una población de personas mayores, la cual es
caracterizada en su mayoría por presentar un nivel escolar entre el bachillerato y
los estudios de posgrado. Así se pretende conocer los distintos factores de riesgo
que pudieran verse relacionados o no con este deterioro. Conocer estos factores
de riesgo asociado. Se pretende ayudar a la población estudiada al proveer a la
Clínica de las herramientas necesarias para su detección como los modelos de
evaluación para deterioro cognitivo, déficits visuales y auditivos propuestos por la
OMS en su modelo ICOPE (Integrated Care for Older People) y ofrecer las
herramientas para su posible atención y la prevención de la evolución de este
deterioro hacia demencia.
Detectar y tratar de manera oportuna el deterioro cognitivo le va permitir a la
persona mayor gozar de una mejor salud mental y calidad de vida, ya que a su vez
se disminuye el riesgo de depresión, irritabilidad, agresión y apatía, así como la
independencia para las AVD de la persona.
OBJETIVOS.
Objetivo General.
 Conocer la prevalencia de deterioro cognitivo leve en personas mayores de
una Clínica de Consulta Externa “Rancho La Mora” de ISSEMyM, Toluca,
2022.
Objetivos Específicos.
 Describir las características sociodemográficas de los Adultos Mayores con
deterioro cognitivo que asisten a la Clínica de Consulta Externa “Rancho La
Mora” de ISSEMyM, Toluca, 2022.
 Describir los principales dominios cognitivos afectados en los Adultos
Mayores con deterioro cognitivo que asisten a la Clínica de Consulta
Externa “Rancho La Mora” de ISSEMyM, Toluca, 2022.
 Describir los principales factores asociados a la prevención de deterioro
cognitivo en base a la bibliografía existente.

METODOLOGÍA.
 Cuantitativo: En cuanto el tipo de estudio a realizar, Hernaández-Sampieri
(2014) menciona que la característica del enfoque cuantitativo (que a su
vez está representado por un conjunto de procesos) es secuencial y
probatorio. Esto significa que cada etapa de la investigación precede a la
otra y no es posible “brincar” o eludir pasos. Sirve para delimitar y acotar
una idea de la cual se derivan objetivos y preguntas de investigación, así
como realizar una revisión la literatura existente y elaborar un marco teórico
o perspectiva teórica.
Debido a que los datos obtenidos son producto de mediciones, se
presentan con números y se deben analizar con métodos estadísticos.
 Descriptivo: Es un estudio de tipo descriptivo, ya que, de acuerdo con
Hernández (2014) el alcance de este fenómeno estudiado se hace una
medición de sus conceptos, definición de sus variables con la intención de
especificar las propiedades, características y perfiles de personas, grupos,
comunidades, procesos, objetos o cualquier otro fenómeno sometido a un
análisis. En este caso solo se pretende medir la cantidad de Personas
Mayores con problemas de Deterioro Cognitivo que asisten a la Clínica de
Consulta Externa “Rancho La Mora” de ISSEMyM y recoger información
demográfica que ayude a comprender mejor el problema sin la indicación
de cómo se relacionan. Bajo esta premisa, el valor de esta investigación es
de utilidad para mostrar de manera estadística y con cierto grado de
precisión las dimensiones de un fenómeno, suceso, grupo, comunidad,
contexto o situación determinada, en un momento de tiempo determinado.
 Transversal: en este estudio se examina la relación entre el deterioro
cognitivo y una serie de variables en una población determinada, en este
caso, población adulta mayor.
 Universo: 1591 Personas Mayores
 Población: 70 Personas Mayores a estudiar
 Muestra: Para objetos de esta investigación se utilizó la formula cuando se
conoce el tamaño del universo, en este caso la formula quedó de la
siguiente manera:
n= (1591*1.962) (0.05) (0.95)
(0.052) (1591-1)+(1.962) (0.05) (0.95)
 Criterios de inclusión:
Personas Mayores de 65 años que asistan a la Clínica de Consulta Externa
“Rancho La Mora”.
Personas mayores de 65 años independientes para sus AVD.

 Criterios de exclusión:
Personas mayores de 65 años con déficit visual o auditivo que les
imposibilite la aplicación de los cuestionarios.
Personas mayores de 65 años con dependencia para las AVD.
Personas mayores de 65 años que asistan a consulta por una situación de
salud que se tenga que atender de manera urgente.

 Criterios de eliminación:
Instrumentos donde las pruebas no se concluyeron.
Instrumentos donde la persona dejo el estudio de manera voluntaria.
Instrumentos contestados por personas menores de 65 años.

 Describir el Instrumento.

El cuestionario sociodemográfico está integrado por datos generales de la


persona, como son edad, escolaridad, sexo y estado civil, así como de una
serie de factores de riesgo que ayudarán a mejorar el análisis y los
resultados de la investigación. Se consideran los siguientes factores de
riesgo para dependencia en el cuestionario sociodemográfico:
a. Depresión;
b. Ansiedad;
c. Inactividad Física;
d. Déficit visual;
e. Déficit auditivo;
f. Polifarmacia;
g. Asilamiento;
h. Ingresos escasos;
i. Diabetes Mellitus 2, e;
j. Hipertensión arterial.

El MMSE (Mini Mental State Examination) es un instrumento de Valoración


Geriátrica que sirve para detectar deterioro cognitivo leve o demencia. Fue
elaborado en 1975 por Marshal. F. Folstein, Susan Folstein y Paul R.
McHung con la tarea de crear una prueba estandarizada que de forma
rápida y sencilla identificara trastornos funcionales orgánicos presentes en
los pacientes psiquiátricos y ha sido reconocido como el instrumento más
utilizado para evaluar el estado cognitivo de la persona.
Para usos de esta investigación se utilizará el instrumento adaptado y
validado por Sandra Reyes de Beaman y colaboradores en la población
mexicana, con cambios en los dominios de orientación temporal,
orientación espacial, atención, cálculo y lenguaje, así como ajustes en el
puntaje para personas con menos de 3 o menos años de escolaridad. A
pesar de ser una de las pruebas más utilizadas para evaluar el estado
cognitivo de la persona, el puntaje está influenciado por su edad y
escolaridad, por lo que las personas con un puntaje bajo, requieren de una
valoración clínica y neuropsicológica más exhaustiva para confirmar y
detectar el deterioro cognitivo.
Consta de 5 apartados que evalúan los dominios cognitivos: I. Orientación;
II. Registro; III. Atención y Cálculo; IV. Lenguaje y V. Memoria diferida.
Tiene un puntaje máximo total de 36 puntos con un punto de cohorte de 24
puntos, una calificación menor a 24 es considerado como probable
deterioro cognitivo. Así mismo, en las personas con 3 o menos años de
escolaridad formal, se le asignan 8 puntos de entrada y se omiten la resta
de 7 en 7 a partir de 100, la lectura de frase “cierre los ojos”, la escritura de
frase y la copia de los pentágonos. De acuerdo con los investigadores el
instrumento arrojó una sensibilidad de 0.97 y una especificidad de 0.88.

 Etapas de la investigación.

Teórica: Para usos de esta investigación y la construcción de una


perspectiva teórica se hará una revisión de literatura existente en sitios de
internet como el perteneciente a la Organización Mundial de la Salud, el
Instituto Nacional de Geriatría y el National Institute on Aging. Se realizará
una revisión de los recursos y materiales como documentos, noticias y
boletines.
De igual manera se hará una búsqueda de investigaciones de acceso libre
en revistas digitales como son ScienceDirect, Redalyc, Google Académico,
Scielo, PubMed y ResearchGate.
Así como la revisión de algunos recursos impresos como libros y revistas
científicas.

Empírica: el siguiente ejercicio de investigación tiene su fundamento en


investigaciones previas, como el caso de la investigación elaborada por He
et al. Intervenciones cognitivas para deterioro cognitivo leve y
demencia: Una revisión sistemática (2017) y la investigación desarrollada
por Noa-Samper et al. Predictores de Enfermedad de Alzheimer en
personas con deterioro cognitivo leve.

A. El procedimiento de aplicación de instrumentos de evaluación se


llevará a cabo de manera ordenada, comenzando por solicitar
permiso al encargado de la dirección de la Clínica de Consulta
Externa “Rancho La Mora” de ISSEMyM. Una vez que se tenga
permiso al entregar oficio de solicitud firmado por autoridades de la
Facultad de Enfermería y Obstetricia.
B. Para la aplicación de instrumentos se hará la invitación personal
para participar en el estudio a las Personas Mayores que se
encuentren en la sala de espera para consulta médica, donde el
investigador se presenta antes de hacer la invitación. Si la persona
mayor acepta a participar en el estudio se le hace pasar a un
cubículo para mantener la privacidad de la aplicación, se le explica a
la persona en qué consiste el procedimiento en el cual primero se
hará un abordaje de sus datos sociodemográficos, ya que los
cuestionarios serán entregados a la clínica para anexarlos al
expediente correspondiente a cada paciente, se hará la explicación
de consentimiento informado de manera verbal el cual indica que
para usos de la investigación se omitirá su nombre y el resto de
datos solo serán usados de manera estadística. Se inicia la
entrevista de los participantes con el cuestionario para la obtención
de datos generales o sociodemográficos. Posteriormente se
procederá a la evaluación del estado cognitivo de la Persona Mayor
a través del instrumento Mini Mental State Examination validado a la
población mexicana por Sandra Reyes de Beaman y colaboradores.
Se recomienda evitar el uso de distractores como teléfonos
celulares y redes sociales personales.

Analítica: Una vez que se ha completado el llenado de los instrumentos de


evaluación cognitiva y de datos generales se hará un vaciado de esta
información primeramente en bases de datos generadas en el programa de
escritorio Excel para generar gráficas estadísticas.
ASPECTOS ÉTICOS.
De acuerdo a la declaración de Helsinki (1964), se respeta la integridad física y
mental de los sujetos considerados en el estudio, utilizando la información
solamente con fines de análisis estadístico y académico, salvaguardando la
privacidad de cada uno de los mismos.
Los resultados serán reportados así mismo a la autoridad correspondiente y a
cargo de la atención en la unidad de salud, omitiendo los nombres de los sujetos
en estudio. Para usos de esta investigación, la información recolectada tiene como
fundamento la Ley General de Salud (2018) como son Artículos y Fracciones
incluidos en el Título Primero, Capitulo Único, Artículo 2º, Fracciones VI. El
conocimiento para el adecuado aprovechamiento y utilización de los servicios de
salud; VII. El desarrollo de la enseñanza y la investigación científica y tecnológica
para la salud; así como el Artículo 3º Fracción VI. Es materia de salubridad
general la salud mental, retoma el Título Dos, Capitulo Dos, Artículo 13B en su
Fracción V. Elaborar información estadística local y proporcionarla a las
autoridades federales competentes; Artículo 17, Fracción III: Opinar sobre
programas y proyectos de investigación científica y de formación de recursos
humanos para la salud. También se retoma el Título Tercero, Capitulo Uno,
Artículo 27, en sus fracciones VI: La salud mental; y XI; la atención médica a los
adultos mayores en áreas de atención geriátrica. Capítulo Siete, Fracción VI: La
investigación multidisciplinaria en materia de salud mental; Fracción VIII: La
detección de grupos poblacionales en riesgo de sufrir trastornos mentales. Artículo
74Bis*****
De igual manera se fundamenta con el Reglamento de la Ley General de Salud en
Materia de Investigación para la Salud (2014). En el Título Primero, Capítulo
Único, Artículo 3º.- establece que la investigación para la salud comprende el
desarrollo de acciones que contribuyan a: I. El conocimiento de los procesos
biológicos y psicológicos en los seres humanos; II. El conocimiento de los vínculos
entre las causas de enfermedad, la práctica médica y la estructura social; III. La
prevención y el control de los problemas de salud; IV. El conocimiento y
evaluación de los efectos nocivos del ambiente en la salud; V. El estudio de las
técnicas y métodos que se recomienden o empleen en la prestación de servicios
de salud, y; VI. El desarrollo de insumos para la salud. De acuerdo con el Artículo
7º.- la coordinación de la investigación, estará a cargo de la Secretaría, a la cual le
corresponde en la Fracción V. Apoyar la coordinación entre las instituciones de
salud y las educativas para impulsar las actividades de investigación. Muy
importante ahora, es resaltar los aspectos éticos de la investigación en seres
humanos. El Reglamento General de la Ley General de Salud en Materia de
Investigación para la Salud (2014) establece en el Artículo 13.- En toda
investigación en la que el ser humano sea sujeto de estudio, deberán prevalecer
el criterio del respeto a su dignidad y la protección de sus derechos y bienestar;
Artículo 14.- La investigación que se realice en seres humanos deberá
desarrollarse conforme a las siguientes bases: I. Deberá adaptarse a los principios
científicos y éticos que justifican la investigación médica, especialmente en lo que
se refiere a su posible contribución a la solución de problemas de salud y el
desarrollo de nuevos campos de la ciencia médica (como lo es la Gerontología); II.
Se fundamentará en la experimentación previa obtenida de otros hechos
científicos; III. Se deberá realizar solo cuando el conocimiento que se pretenda
producir no pueda producirse por otro medio idóneo; IV. Deberán prevalecer
siempre las probabilidades de los beneficiados esperados sobre los riesgos
predecibles; V. Contará con el consentimiento informado del sujeto en quién se
realizará la investigación, o de su representante legal, en caso de incapacidad
legal de aquél; VI. Deberá ser realizada por profesionales de la salud, con
conocimiento y experiencia para cuidar la integridad del ser humano, bajo la
responsabilidad de una institución de atención a la salud, y VII. Contará con el
dictamen favorable de los Comités de Investigación, de Ética en Investigación y de
Bioseguridad en los casos que corresponda a cada uno de ellos.
En cumplimento con el Reglamento Interno de la Secretaría de Salud el presente
ejercicio de investigación se fundamente en el Artículo 35, el cual corresponde al
Secretariado Técnico del Consejo Nacional de Salud Mental en las siguientes
fracciones y con las siguientes responsabilidades: Fracciones III “Llevar a cabo la
planeación, supervisión y evaluación de los servicios de salud mental, mediante el
establecimiento y desarrollo de modelos de organización, operación de servicios
de salud en los diferentes niveles de atención”, y Fracción XII “Promover
mecanismos para fomentar la participación de la sociedad civil y la comunidad, así
como los sectores público y privado en materia de salud mental” vigilar las
políticas de acción en materia de salud mental elaboradas por el Secretariado
Técnico del Consejo de Salud Mental (STCONSAME).
Además, se encuentran instrumentos como el Plan de Acción Internacional en
Envejecimiento acordado por los países miembros de las Naciones Unidas, el cual
dentro de sus objetivos principales están:
 Comprender las consecuencias económicas, sociales y culturales del
envejecimiento.
 Proponer y estimular programas y políticas orientadas a garantizar la
seguridad social y económica a las personas de edad.
 Presentar alternativas compatibles con los valores y principios reconocidos
internacionalmente con respecto al envejecimiento de la población.
 Alentar el desarrollo de la enseñanza, capacitación e investigación que den
respuesta adecuadamente al envejecimiento de la población mundial.
ONU, (1978)
MARCO TEÓRICO.
Capítulo 1. Persona Mayor, Vejez, Envejecimiento
1.1 Persona Mayor.
Los términos para designar a la población se han establecido a través de ciertas
características biopsicosociales que comparten los individuos de una misma
sociedad y cultura. En este sentido la forma de designar a las personas que se
encuentran en una edad avanzada han sido muy diversos y siguen evolucionando
junto con la sociedad. Encontramos los primeros conceptos que aparecieron como
viejo, longevidad, senectud y senilidad, los cuales hoy en día podríamos incluso
llegar a considerarlos como despectivos. Actualmente es muy común encontrar
que más instituciones públicas y privadas trabajan en diferentes ámbitos de la
sociedad, por disminuir las brechas de la discriminación por medio de un lenguaje
inclusivo. Para usos de esta investigación nos adentramos a conocer más sobre el
término “Persona Mayor”. Este está siendo utilizado para designar un grupo de la
sociedad, el cual se conforma por personas de 60 y más años que comparten
características como la jubilación y edad cronológica, la necesidad de una
atención médica y especializada, la disminución de su capacidad intrínseca y el
impacto de las políticas públicas.
Este término ha evolucionado de otras definiciones que anteriormente se
utilizaban como son “Vejez”, “Senectud o senescencia” y “Personas de Edad”
o “Personas Adultas Mayores”. Este último ha tenido mayor peso en México
para la elaboración de políticas públicas en los últimos años y a través de este es
como se ha evolucionado al término actual “Personas Mayores”. Si bien aún no
se conoce una definición general para designar el término Personas Mayores sí
forma parte de los esfuerzos que se realizan por erradicar los prejuicios que se
han colado en nuestros diálogos, discursos y definiciones cotidianos y que se
encuentran cargados por profundos estereotipos que dificultan la convivencia
entre los individuos de la sociedad. Gran parte de este trabajo se ha logrado
gracias a los esfuerzos como los cursos y programas en los que el Instituto
Nacional de Geriatría (INGER) ha sido el protagonista, así como en toda la
comunidad científica y de la sociedad civil que toma en cuenta las
recomendaciones de la Organización Panamericana de Salud/Organización
mundial de Salud (OPS/OMS) para lograr una década de envejecimiento
saludable, la cual es una plan de 10 años (2020-2030) de colaboración y acción
sostenida entre los gobiernos , sociedad civil, organismos internacionales,
profesionales, instituciones académicas, medios de comunicación y sector privado
con el objetivo de mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y la
comunidad (OMS, 2020).
Por lo anterior podría definir el término “Persona Mayor” como:
“Toda persona de una sociedad que tiene una edad cronológica de 60 y más años, que
tienen características y necesidades diferentes al resto de la población, y que son
propensas al devenir de los años para su esfera funcional.”

1.1.1 Características de las Personas Mayores.


Para comprender los distintos conceptos sobre las personas mayores y el
envejecimiento, el INGER (2018) enfatiza la importancia que tiene para las
personas mayores mantener una capacidad intrínseca alta y estable a pesar con
el objetivo de prevenir o alentar el desarrollo de enfermedades o complicaciones
que puedan generar dependencia para la persona.
Como parte de este entendimiento, la OMS (2015) describe que “la capacidad
funcional comprende los atributos relacionados con la salud, que le permiten a la
persona ser y hacer lo que es importante para ella. Ésta es determinada por la
interacción de la capacidad intrínseca de la persona y las características del
entorno en que ha vivido y vive.”
A su vez, la capacidad intrínseca de la persona es la combinación de las
capacidades físicas, mentales y psicosociales que posee. En el núcleo de esta
capacidad intrínseca se encuentra la herencia genética, seguida de características
de salud como hábitos de vida y cambios por la edad (INGER, 2018, 11)
Por lo anterior, la OMS (2015), en su Informe Mundial sobre Envejecimiento y
Salud, estableció 3 trayectorias hipotéticas de capacidad física que están
relacionadas con el envejecimiento.
Durante la trayectoria óptima, la capacidad intrínseca de la persona se mantiene
alta hasta el final de la vida; en la trayectoria interrumpida, existe un
acontecimiento que provoca un declive de las capacidades físicas o psicosociales,
seguida de cierta recuperación en las AVD, y durante la trayectoria con
deterioro, la capacidad intrínseca de una persona disminuirá de manera
constante hasta su muerte. Durante las trayectorias interrumpidas se puede
presentar una recuperación de la capacidad intrínseca y seguir con el curso de la
óptima o bien, el riesgo de muerte súbita; en cuanto si existe deterioro en la
funcionalidad de la persona, podría presentarse una ligera y constante
recuperación de la capacidad intrínseca. La gráfica siguiente puede ilustrar este
concepto.

Tomado de Guía de instrumentos


de evaluación geriátrica integral,
INGER (2020).
A su vez el INGER (2020) ha adaptado estos términos y considera algunas
características para cada una de las trayectorias.
Capacidad funcional e intrínseca alta y estable: Personas Mayores sanas,
robustas, con envejecimiento ideal, independientes.
Capacidad funcional e intrínseca disminuida: Personas Mayores con
enfermedad crónica no dependiente, independiente con alto riesgo de fragilidad,
con envejecimiento habitual, multimorbilidad, y/o discapacidad.
Pérdida considerable de la capacidad funcional e intrínseca: Personas
Mayores dependientes, al final de la vida, con envejecimiento patológico o con
demencia avanzada.
La siguiente figura ilustra este concepto sobre la pérdida de la capacidad
intrínseca y sus causas asociadas y los posibles modelos de intervención.

Tomado de Guía sobre la evaluación y los esquemas de atención centrados en la persona en la


atención primaria a la salud, OPS/OMS (2020).
1.2 Vejez.
El concepto de “Vejez” surge y se configura como un objeto epistemológico que
se puede entender e interpretar en diversos sentidos, generando juicios y
discusiones diversas. Para algunos autores como Craig (2001), de acuerdo con su
estudio sobre las etapas en el desarrollo del pensamiento, hace referencia a los
usos de la inteligencia y su desarrollo dentro de su contexto social, anteriormente
propuestas por Schaie y Willis (2000). Estas siete etapas consideran importantes
objetivos en el desarrollo intelectual de la persona, desde la adquisición de
información y habilidades básicas para la supervivencia, la integración de esta
información y el desarrollo de estas habilidades hasta la búsqueda de un sentido y
significado que aporte un propósito individual.
Principalmente podemos hacer uso de los conceptos sobre “Vejez” como la etapa
de la vida cuyo inicio es determinado por cada sociedad. Para el respaldo de
políticas públicas en los países como México, la edad cronológica aceptada como
inicio de la vejez es de los 60 años en adelante a diferencia de otros países o
regiones donde es aceptada a partir de los 65 años, y además suele considerarse
como un fenómeno tanto individual como colectivo que determina algunas formas
de actuar, apreciar y percibir ciertos espacios socioculturales e históricos. Como
es el caso de la definición propuesta por Mendoza-Núñez y Martínez M. (2013)
quienes describen la vejez como:
“la consecuencia de las etapas que le antecedieron –a la persona– y es el reflejo de
la biología, el contexto social, la visión y la actitud ante la vida individual.”

Para usos de esta investigación vamos a conocer las etapas del desarrollo del
pensamiento como son las etapas desde la 5ª en adelante para trabajar en la
construcción de un concepto adecuado que considere las condiciones del actual
mundo globalizado.
De acuerdo con Craig (2001), la etapa 5 o reorganizadora pone fin a la edad
adulta intermedia y da comienzo a la edad adulta tardía, y esta se caracteriza por
eventos importantes como la reorganización de sus vidas producto de la jubilación
y de las fuerzas intelectuales para las actividades significativas que hacen un
reemplazo del trabajo. Durante la etapa 6, la edad adulta tardía se caracteriza por
un comportamiento más selectivo alrededor de las actividades más significativas
para la persona, ante un posible riesgo de alejarse de la sociedad y estar limitado
por los cambios físicos y cognitivos, así como la interacción con sus afectaciones
crónicas. Ocurre que en la 7ª y última etapa, la adultez avanzada es caracterizada
por estar más cerca del final de la vida y una vez completada la etapa
reintegradora, las personas podrían dar las órdenes para la disposición de sus
bienes materiales, así como la elaboración de historias sobre su vida para las
nuevas generaciones. Todas estas tareas y las abarcadas en el resto de etapas
del pensamiento, involucran un ejercicio activo de diferentes competencias
cognitivas en distintos contextos sociales y emocionales, y de igual manera, no
todas las personas atraviesan etapas como esta, pero sirven de referencia para la
construcción y entendimiento del concepto “Vejez” a partir de distintas
concepciones y puntos de vista históricos.
Recientemente la OMS (2022), después de un proceso de revisión y discusión en
una reunión con el Comité Asesor de Clasificación y Estadísticas, se aprobó su
propuesta de cambiar el código MG2A denominado “Vejez” por el de
“Disminución de la capacidad intrínseca asociada al envejecimiento” de la
Clasificación Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la
Salud (CIEE-11).
El argumento de la OMS con una visión integral y de derechos humanos, así como
su compromiso con el mejoramiento de la información de salud, el mejoramiento
de la misma y la protección promoción de los derechos de las personas mayores
es:
“Si bien la CIE-11 no incluye solamente enfermedades y de ninguna manera se pretendía
fomentar estereotipos con respecto a las personas adultas mayores o al proceso de
envejecimiento, la sustitución del término 'vejez' representa el compromiso de OPS/OMS de
escuchar activamente las necesidades de las poblaciones y tomar acción. Esto implicó un
trabajo tanto a nivel regional como nacional para conocer y comprender las preocupaciones
de diversos sectores y acompañarles en el proceso de elaboración de sus propuestas, las
cuales fueron analizadas por el Comité Asesor de Clasificación y Estadísticas de la OMS,
quien consideró que 'Disminución de la capacidad intrínseca asociada al envejecimiento' es
la opción que mejor representa el concepto que se desea transmitir”, explicó la
Representante de OPS/OMS en Costa Rica, Dra. María Dolores Pérez.

1.3 Envejecimiento.
A continuación, se profundiza en las características y conceptos sobre
envejecimiento. Retomando diversas ideas y definiciones, el envejecimiento se
trata de un concepto para definir el proceso biológico y universal al que todos los
seres vivos están expuestos día con día sin importar cuáles sean sus
características. Este proceso universal, comienza en la concepción y termina en la
muerte de cualquier ser con vida. Además, es un proceso continuo que no se
detiene, que afecta de diferente manera a cada uno y además no puede revertirse.
Este proceso determina la capacidad de adaptación al medio y al entorno de las
personas y los seres vivos.
Pero al ser un proceso tan complejo intervienen, además, factores genéticos,
psicológicos y sociales que han estado arraigados al contexto histórico de las
sociedades y que se construyen a lo largo de su ciclo vital. En ese sentido, el
envejecimiento es una construcción social, al igual que la vejez.
Existen numerosas definiciones del envejecimiento, pero a su vez es difícil
precisar el concepto general del mismo, algunos autores (Alejandra M, et. al,
2014) coinciden en tratarlo como un proceso dinámico multifactorial e inherente a
todos los seres humanos. Para el estudio y análisis del concepto de
envejecimiento podemos partir de definiciones como el de la enciclopedia digital
Britannica la cual lo define como:
“el cambio gradual e intrínseco en un organismo que conduce a un riesgo reciente de
vulnerabilidad pérdida de vigor enfermedad y muerte tiene lugar en una célula, un órgano o
en la totalidad del organismo durante el periodo vital completo como adulto de cualquier ser
vivo”

No es muy diferente de la que nos propone el Oxford English Diccionary, (2019) el


cual define el envejecimiento
“como el conjunto de modificaciones morfológicas y fisiológicas que aparecen como
consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos que supone una disminución de
la capacidad de adaptación en cada uno de los órganos aparatos y sistemas, así como de la
capacidad de respuesta a los agentes lesivos que inciden en el individuo”

Con estas definiciones basadas a partir de diccionarios podemos determina una


definición biológica del envejecimiento y en la que los individuos comparten los
efectos generales del envejecimiento. Estos efectos principalmente incluyen una
reducción del sistema inmune, pérdida de fuerza y masa muscular y reemplazo de
tejido muscular por tejido fibroso especialmente en el musculo liso del corazón,
diminución de la densidad ósea, alteraciones de los dominios cognitivos y
diminución de los sentidos, así como el signo indiscutible en la pérdida del color en
el cabello y los cambios en la elasticidad de la piel.
Como menciona Lugo Radillo, A. (2010) lo que llamamos envejecimiento se refiere
a la relación entre el incremento de la edad de los individuos de una especie y la
gradual disminución de sus funciones desde el nivel de órganos y sistemas hasta
un nivel molecular. Como ejemplo de estos cambios en el cuerpo humano se
encuentran la disminución de su capacidad para hacer frente a los cambios
metabólicos, térmicos, hemodinámicos e infecciosos; una disminución de los
sentidos del olfato, vista, oído, tacto, gusto, etc. así como un mayor riesgo para
sufrir afectaciones crónicas y degenerativas; las capacidades mentales también
disminuyen y la capacidad reproductiva prácticamente desaparece.
La biogerontología se encarga del estudio de estos cambios en el cuerpo humano.
En el sistema nervioso, se presenta principalmente una reducción las capacidades
mentales como la memoria, lenguaje, atención, cálculo, etc., así como de las
capacidades sensoriales. Durante el envejecimiento disminuye la capacidad de las
venas y arterias para bombear la sangre, así como un engrosamiento de las
mismas; la funcionalidad de los pulmones también disminuye; en el sistema
digestivo disminuye la capacidad motilidad; el sistema musculo esquelético cursa
con pérdida de masa muscular y ósea; mayor susceptibilidad a infecciones y
cáncer por la inmunosenescencia; y en el sistema tegumentario también hay
disminución de la elasticidad de la piel.
A nivel molecular el envejecimiento se da por la incapacidad de las células para
dividirse y un declive de sus funciones al entrar en un periodo de senescencia, el
cual es generado tras la detección de la célula de daño masivo a su ADN o
cuando se predice este daño a través del acortamiento en el límite de los extremos
de los cromosomas, conocidos como telómeros. Cada día las células sufren daños
potencialmente mortales que tiene que ser detectados y reparados por diferentes
mecanismos, pero una pequeña fracción de este ADN dañado que no es reparado
se acumula día con día. Estos daños se deben a sustancias como los radicales
libres que son subproductos dañinos del metabolismo, la radiación UV presente en
el ambiente y sustancias nocivas como la nicotina.
La práctica de la biogerontología es un campo de investigación joven, en donde se
han estudiados seres vivos en el laboratorio para comprender mejor los cambios
celulares. Los individuos que se han utilizado principalmente son los organismos
unicelulares Saccharomyces cerevisiae, Drosophila melanogaster, Caenorhabditis elegans, y
organismos pluricelulares como Mus musculus y Macaca mulatta. El estudio de la levadura (S.
cerevisiae) en relación con la longevidad data de hace más de 60 años, cuando se demostró su
capacidad finita de división. Las células de este microorganismo se dividen por mitosis asimétrica o
gemación. Con el tiempo estas células madre experimentan un deterioro progresivo y acumulación
de desechos tóxicos. Los modelos para evaluar la esperanza de vida de estos microorganismos son
el replicativo y cronológico ( Lugo Radillo, A., 2010) Estos modelos permiten explorar los
mecanismos que alteran el envejecimiento de las células mitóticas, lo cual resulta muy interesante
en relación con el estudio de la longevidad en organismos más complejos como el ser humano, el
cual está constituido por ambos tipos celulares. Por su parte D. melanogaster es un insecto de 3 mm
longitud y tiene una esperanza de vida de 4 a 6 semanas, se alimenta y se reproduce por la fruta en
descomposición. C. elegans es un nematodo de vida libre hermafrodita, mide 1 mm de longitud y se
alimenta de bacterias que viven en la tierra. Los biomarcadores del envejecimiento son los
diferentes cambios progresivos y degenerativos en los seres vivos y se asocian con el paso de la
edad (Lugo Radillo, A., 2010). Como ejemplo de estos biomarcadores en C.
elegans se manifiestan como el aumento del tamaño corporal, la disminución de la
integridad tisular, el deterioro de los músculos, una disminución en la deposición
de los huevos, enlentecimiento de los movimientos del cuerpo y el bombeo de la
faringe, la acumulación de bacterias lo cual se ve acompañado de aumento de la
susceptibilidad a infecciones bacterianas y la disminución la respuesta ante
estresores, también se observa aumento en la frecuencia de la defecación,
alteración en la distribución de la proteína en la yema, reducción en la cantidad de
espermatozoides y acumulación intestinal de lipofuscina. Varios de estos
biomarcadores son encontrados en especies más complejas como el ser humano.
Estos dos organismos invertebrados son principales utilizados por los
biogerontologos en su paso para elucidar los mecanismos que regulan el
envejecimiento. Más recientemente el uso de ratones para el estudio del
envejecimiento en los mamíferos es el más común, ya que comparten diversas
funciones básicas con el ser humano como el proceso embrionario, la respuesta
inmunológica, el funcionamiento del sistema nervioso y la regulación de la división
celular. También la secuencia genética de los roedores como M. musculus, es
similar en un 85% con la de los seres humanos. Actualmente existen diversos
modelos genéticos que en los roedores recapitulan enfermedades observados en
los humanos como patologías cancerosas, cardiovasculares, neurodegenerativas,
inmunológicas, renales, pancreáticas, hepáticas, vasculares, óseas, musculares,
reproductivas, visuales y auditivas.
Hasta la fecha la Restricción Calórica (CR) y las sirtuinas, son las vías
moleculares más estudiadas que ayudan en la regulación del envejecimiento. En
el caso de la CR, se demostró en 1953 que una disminución de la ingesta
energética con una dieta balanceada incrementaba la esperanza de vida de las
ratas blancas en un 30%. Por su parte las sirtuinas pertenecen a una familia
conservada evolutivamente de genes que ayudan en la regulación del
envejecimiento de los organismos susodichos.
1.4 Tipos de envejecimiento
Sobre las primeras definiciones de los tipos diferentes de envejecer están las
definiciones por Kral en 1962. Así, se establecieron dos formas diferentes de
envejecer, -como mencionan Martínez Cortés, M. et al. (2010)-, el primero de
estos tipos de envejecimiento era de tipo benigno y no patológico, en este, se
incluían una pérdida normal de la memoria que afectaría fundamentalmente al
recuerdo de cierta información no relevante para el sujeto, pudiendo recordarla en
otro momento o contexto. El segundo tipo de envejecimiento, sin embargo,
consistiría en un proceso maligno o también llamado envejecimiento patológico
donde la alteración de la memoria iría asociada a demencia senil y afectaría el
recuerdo de información tanto irrelevante como relevante para el sujeto, y, además
este se vería ajeno a su propio déficit. Hoy en día estos conceptos como el de
demencia senil ya no son aprobados dentro de la comunidad de salud, y han
surgido nuevos términos y conceptos para entender mejor este fenómeno.
Para Fernández Ballesteros (2002), podemos hablar de tres formas diferentes de
envejecer: envejecimiento normal, patológico y envejecimiento exitoso o
también llamado óptimo.
Al hablar sobre envejecimiento normal, se hace una referencia a aquel que
implica una serie de cambios biológicos (morfológicos, fisiológicos y bioquímicos,
psicológicos, sociales y laborales) que ocurren de forma gradual, y que están
asociados con el paso del tiempo y la edad de las personas.
Si bien es cierto que el envejecimiento normal está asociado a un cierto declive
cognitivo principalmente en áreas como la memoria y la velocidad del
procesamiento de la información, este se da manera heterogénea ya que cada
persona presenta características únicas y además no está asociado con los
efectos o presencia de enfermedades crónicas. También podremos agregar que
los factores ambientales y genéticos juegan un papel importante para la definición
del envejecimiento normal.
En contraste, los cambios que ocurren con el envejecimiento patológico, no son
explicados únicamente por el paso de tiempo o la edad cronológica de la persona
y los cambios o declives inherentes, sino que, además, se consideran como
consecuencia de enfermedades, hábitos poco saludables, además, también de
otros factores sociales, y ambientales por lo que no se puede afirmar que son a
consecuencia del envejecimiento normal de las personas. En muchos casos, la
posibilidad de tratamiento de las enfermedades y la prevención de las mismas,
hace posible hablar de prevención y rehabilitación.
Por último, y siguiendo con Fernandez Ballesteros (2002) podemos hablar de
envejecimiento óptimo o exitoso, cuando se dan las mejores condiciones
físicas, psicológicas y sociales en la persona. Este concepto de envejecimiento
exitoso, está asociado a la alta capacidad cognitiva y funcional y a la baja
probabilidad de padecer enfermedades y un menor riesgo de dependencia y
cuidados por parte de un tercero ya sea familiar o profesional de la salud. Para
muchos de los individuos y por medio de mecanismos sociales, esta manera de
envejecer es la meta deseada, puesto que implica buen estado de salud y calidad
de vida.
En las últimas décadas se han propuesto varios modelos de envejecimiento que
intentan dar una mirada más positiva al término. Podemos tomar como referencia
a Mendoza-Nuñez, V. (2012) para la Unidad de Investigación en Gerontología de
la Facultad de Estudios Superiores de la Universidad Nacional Autónoma de
México, -quién además considera que el envejecimiento ocurre “en el tiempo” y no
“por el tiempo”-, donde afirma que de manera general se establecen 3 tipos
diferentes de envejecimiento. Estos 3 tipos de envejecimiento podemos
entenderlos como 3 maneras socialmente establecidas de como envejecen las
personas ya que todos lo hacen de manera diferente. Estos se describen a
continuación.
Envejecimiento exitoso: Las personas donde se presenta esta manera de
envejecer solo manifiestan cambios biológicos, psicológicos y sociales inherentes
a la edad como la consecuencia de sus aspectos genéticos, ambientales y de
estilos de vida saludables lo que se traduce como un menor riesgo de
enfermedad, discapacidad y muerte prematura, esto acompañado de una
funcionalidad física, mental y social acorde con su edad y contexto sociocultural.
Entre el 5 y 15% del grupo de personas mayores se encuentra dentro de esta
manera de envejecer, lo cual se espera que pueda aumentar con la
implementación de estrategias y programas de envejecimiento saludable en el
marco de un envejecimiento activo y los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Envejecimiento usual: Aquí, las personas además de los cambios inherentes a
su edad, padecen de alguna enfermedad crónico-degenerativa del metabolismo,
del sistema cardiovascular u óseo o depresión, entre otros. No obstante, en
general mantienen un buen estado funcional físico, mental y social, por lo tanto,
son independientes. Un 80% de la población mayor de 60 años se encuentra en
estas condiciones.
Envejecimiento con fragilidad: Las personas mayores con fragilidad, además de
los cambios inherentes a la edad, presentan una acentuada disminución en la
adecuada respuesta funcional de los órganos y sistemas ante los cambios o
riesgos, lo que propicia alteraciones físicas y complicaciones ante las
enfermedades agudas y crónicas. En general, las personas padecen
enfermedades crónicas descontroladas y manifiestan afectaciones significativas
en la funcionalidad social y cognitiva. Se calcula que aproximadamente 5% de las
personas de 60 a 84 años comparten estas condiciones, y se aumenta hasta un
20% a partir de los 85 años.
Tenemos, además, algunas propuestas sobre tipos de envejecimiento
establecidas por diferentes autores e instituciones con una mirada más positiva a
lo largo de las últimas décadas del siglo XX. Como ejemplo, a continuación,
comparto algunos conceptos.
• Envejecimiento exitoso, propuesto por Rowe en 1987, el cual hace referencia a
la habilidad para mantenerse en bajo riesgo de enfermar, con un alto nivel de
actividad física y mental y decididamente comprometido con la vida por medio del
mantenimiento de relaciones interpersonales y de la participación en actividades
significativas.
• Envejecimiento saludable, propuesto inicialmente en 1998 por la OMS, como la
etapa que comienza mucho antes de los 60 años. Esta solo puede obtenerse
desarrollando desde edades tempranas hábitos y estilos de vida saludables, así
como realizando prevención temprana de algunas enfermedades y
discapacidades.
Esta definición ha evolucionado y más recientemente la OPS/OMS, en el Informe
Mundial sobre Envejecimiento y Salud (2015) hace referencia a éste como un
estado positivo y libre de enfermedades. Este concepto tiene en cuenta que, con
el envejecimiento, la gran mayoría de los problemas de salud en las personas
mayores se deben a la presencia de enfermedades crónicas que coexisten en un
individuo, así como la interacción entre estas lo que resulta en la modificación de
la capacidad funcional y los hábitos de la persona.
Así el término envejecimiento saludable se refiere al proceso de fomentar y
mantener la capacidad funcional de la persona mayor mientras se le procura
calidad de vida. Este nuevo concepto considera que la acción de envejecer no se
refiere exclusivamente a envejecer sin enfermedades, sino, además, establecer
las estrategias del plan integral de atención que procure la modificación de hábitos
de v9mcv gida que mejoren la salud y bienestar.
Por su parte y con respecto al envejecimiento saludable, Feng, Q. y Tay-
Straughan, P. (2017), afirman que este se ha convertido en un concepto clave de
la Gerontología. Afirman que es necesario desviar la atención de la investigación
de individuos patológicamente deteriorados hacia aquellos con menos
enfermedades y dependencia, mayor nivel cognitivo y físico y participación social
activa. Muchos de los estudiosos han propuesto la inclusión de definiciones
universales de lo que debería considerarse envejecimiento saludable. Estos
autores comparten que los resultados autoevaluados del envejecimiento exitoso
no coinciden con las evaluaciones profesionales, como lo observado en algunas
personas mayores con discapacidad y comorbilidades, quienes no suelen ingresar
dentro de los criterios de envejecimiento exitoso porque suelen reportar buena
autopercepción y calidad de vida. Incluso, adultos mayores que cumplen los
criterios de envejecimiento saludable de Rowe y Kahn reportan lo contrario.
Lo anterior lleva a concluir que el concepto de envejecimiento es único y muy
diverso y cada persona tiene la decisión de elegir cómo desea vivir esta etapa de
la vida, si desarrollar e impulsar sus fuerzas internas y acercarse a la perspectiva
de la enfermedad o de la salud, sin dejar a un lado la influencia directa del
contexto y el entorno en el que vive y se desenvuelve. Por último, dejo sobre la
mesa la reflexión que comparto con diferentes autores y profesionales de la salud
que los diferentes tipos de envejecimiento se sitúan en un continuo entre el
envejecimiento exitoso u optimo y el envejecimiento patológico.
• Envejecimiento activo, término aceptado en el año 2002, durante la Segunda
Asamblea Mundial de las Naciones Unidas en la Declaración Política y Plan de
Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento y el cual es enunciado
como el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y
seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas
envejecen. Este concepto sobre el proceso de envejecer tiene fundamento en la
idea de que el estado de salud tiene que ser definido en términos de funcionalidad,
pues este es el principal factor predictor de supervivencia y calidad de vida. La
OMS también ha establecido una serie de características asociadas al
envejecimiento activo las cuales son las siguientes:
 Es universal: afecta a todas las personas de una sociedad y no solo a
ciertos individuos con características especiales, por lo que, cualquier
persona puede desarrollar sus capacidades, físicas, mentales y sociales.
 El término activo también hace referencia no solo a la capacidad física
o de ocupaciones, sino que también incluye la participación social,
económica, cultural y cívica.
 El término “activo” no solo hace referencia a la capacidad funcional de
las personas, sino también una participación activa en los planos social,
económico, cultural y cívico y cuales más correspondan.
 Contempla el entorno físico inmediato y social de la persona: Como
parte de una atención integral para las personas mayores se considera
también la planificación de ciudades amigables y de fácil acceso a servicios
lo que a su promueve las relaciones entre generaciones.
 Fundamenta su atención en derechos: Tiene sus cimientos con base en
derechos y principios establecidos por la Organización de las Naciones
Unidas (ONU).
 Considera la diversidad: Afecta a cada una de las personas mayores de
manera diferente como resultado de sus hábitos y estilos de vida a través
de su vida.
Más recientemente, Fernandez Ballesteros (2011) ha expresado que el término
envejecimiento saludable es un concepto que ha estado en constante cambio y a
lo largo de más de 40 años han surgido términos casi sinónimos.
1.5 Teorías del envejecimiento.
De acuerdo con Borrás, C. et al. (2007) existen muchas teorías del
envejecimiento. En 1990, Mevdeved en una excelente revisión propuso que había
más de 300 teorías del envejecimiento y los números incrementando. Esto como
consecuencia natural del hecho que estamos rápidamente entendiendo los
fenómenos naturales relacionados con el envejecimiento a través del uso de
nuevas ideas y métodos experimentales.
Sin embargo, la tarea de revisar estas teorías corre el riesgo de complicarse cada
vez más ya que algunas de estas teorías son muy selectivas o algunas no han
sido actualizadas. Como apuntó Vijg and Müller, algunas de las antiguas hipótesis
del envejecimiento son el suelo de las grandes revoluciones científicas en el
entendimiento por del envejecimiento en nuestros días. Es posible que la
unificación de una teoría que incluya todos los fenómenos del envejecimiento sea
poco realista en nuestros días.
1.5.1 Teoría de los radicales libres.
Una de las teorías más prominentes para explicar el fenómeno del envejecimiento
es la teoría de los radicales libres, inicialmente propuesta por Harman en la
década de 1950. Esta dice que los radicales libres derivados del oxígeno son
responsables del daño asociado con el envejecimiento. Como describe, el sistema
antioxidante se torna incapaz de balancear todos los radicales libres generados
durante la vida de la célula. Esto resulta en daño oxidativo en la célula y por
consecuente en tejidos. Existen abundantes pruebas experimentales que apoyan
esta teoría. Animales viejos suelen mostrar un índice mayor de oxidación que los
jóvenes, y de acumulación de proteínas oxidadas, formas oxidadas de Ácido
Desoxirribonucelico (AND) y lípidos oxidados. El daño puede ser atribuido a un
incremento en el rango de producción de radicales libres en organismos más
viejos. Asimismo, incrementar las defensas antioxidantes se traduce en un
aumento en la esperanza de vida. Se ha encontrado que partículas reactivas de
oxigeno están relacionados con algunas enfermedades degenerativas asociadas a
la edad.
Así, se ha encontrado que, de manera similar, la administración de antioxidantes
en la especie de mosca Drosophila se traduce en un mayor incremento de la
esperanza de vida. Además, Orr and Sohal han encontrado fuerte evidencia
experimental que abona a la teoría del envejecimiento de los radicales libres: En la
especie Drosophila, las que sobre expresan las enzimas reactivas superóxido
dismutasa y catalasa de Zinc y Cobre muestran un incremento en la esperanza de
vida.
Como señala Matés, J. y Olalla, L. (1999) durante algunos procesos metabólicos
dentro del cuerpo, se producen sustancias de desecho cuando el oxígeno se
oxida. Dentro de los más comunes se encuentran los radicales de hidroxilo (-OH),
aniones superoxido (O2-) y peróxido de hidrogeno (H2O2). Todas estas
sustancias se conocen como radicales libres. En ocasiones, estas sustancias de
desecho pueden ser incluso útiles para un buen funcionamiento de los procesos
del organismo, pero concentradas en altas cantidades se puede dar lugar a un
estrés oxidativo dentro de la célula. Este estrés oxidativo se da como resultado de
un fallo entre enzimas antioxidantes y el ADN mensajero (ADNm) de la célula, ya
que este ADNm, se encuentra implicado en el equilibrio de la célula.
Como ejemplo de este fallo es la degradación oxidativa de los lípidos
(peroxidación lipídica), donde los desechos de este proceso al interactuar con el
ADN de la célula pueden ser altamente reactivos y generar alta probabilidad de
mutaciones. El desecho de esta oxidación de grasas puede dar lugar a
citotoxicidad, alergia, muta génesis o carcinogenésis. Para defenderse de estos
desechos, el organismo puede usar distintas sustancias enzimáticas y no
enzimáticas, que el mismo organismo puede generar como son el superoxido
dismutasa (SOD), glutatión peroxidasa (GPX), y catalasa (CAT) o hacer uso
además del ácido ascórbico (Vit. C), alfa-tocoferol (Vit. E), glutatión, beta-
caratenos, vitamina A y los ácidos fenólicos, los cuales son externos al organismo.
Por lo tanto, los procesos metabólicos (que generan energía), se producen en el
interior de la célula y en la mitocondria, y cuando estas sustancias de desecho
reaccionan con el ADNm dentro de la mitocondria, de acuerdo a las condiciones
del organismo se generan distintas interacciones que afectan a las células y a su
capacidad de regulación.
De ahí que, Borrás, C. et al. (2007), describen como Miquel y su equipo en 1980,
proponen la teoría mitocondrial de los radicales libres en el envejecimiento; la cual
sugiere que el envejecimiento de la célula es el resultado del daño causado por
especies reactivas de oxígeno, al genoma mitocondrial en las células después de
ocurrida la mitosis. La mitocondria resultante de la mitosis utiliza oxígeno a alta
velocidad lo que produce como desecho especies reactivas de oxígeno y su
acumulación ocasiona estrés oxidativo a la vez que agota las defensas celulares
antioxidantes.
1.5.2 Teoría del acortamiento de los telómeros.
Los telómeros (Pamberthy-Lopez, C. et. al, 2016) son secuencias de ADN
repetitivas no codificantes ubicadas en ambos extremos de cada cromosoma,
donde forman estructuras en asa que evitan la fusión con otros cromosomas,
protegen al ADN de ser reconocido como dañado, reduce el riesgo de la apoptosis
y estabiliza el ADN. Durante cada mitosis el ADN polimerasa replica el ADN, pero
es incapaz de replicar la última parte, llevando a un acortamiento progresivo de los
cromosomas. Los extremos de los telómeros se ubican tan cerca del ADN
codificante que su función protectora se pierde y el ADN parcialmente dañando es
reconocido por supresores de tumores, por los cuales la célula entra en la
apoptosis programada o pierde irreversiblemente la habilidad de dividirse, es decir,
entra en senescencia replicativa.
1.5.3 Teoría del desarrollo psicosocial de Erik Erikson.
Al ser el envejecimiento un proceso universal, debemos considerar la totalidad de
la persona para poder comprender mejor cuáles son los cambios y
comportamientos que se presentan y podrían considerarse como normales. Por
esta razón debemos hacer un análisis de las teorías del envejecimiento que tienen
en cuenta los aspectos cognitivos y sociales de la persona como la teoría del
desarrollo psicosocial de Erikson (1952) donde el autor hace una reinterpretación
de las fases psicosexuales de Freud, en la cual la vejez es establecida de los 65
años en adelante y esta contempla factores individuales y culturales. Esta teoría
contempla ocho etapas del desarrollo de la persona y cada una de estas está
acompañada por un conflicto interno, en la vejez, la crisis esencial es la integridad
frente a desesperación donde las principales virtudes son la prudencia y la
sabiduría.
1.5.4 Teoría de la desvinculación o desapego.
También podemos tomar en cuenta las teorías sociales que intentan dar una
explicación al fenómeno del envejecimiento y la adaptación de los cambios de las
personas al medio y a los nuevos retos y demandas. Entre ellas, una de las más
destacables es la teoría de la desvinculación o desapego como sostiene
Salvarezza (1991), que a medida que el sujeto envejece se produce una reducción
de su interés vital por las actividades y objetos que le rodean, lo cual genera un
apartamiento sistemático de toda clase de interés social. Esta teoría se apoya en
las condiciones que presentan las personas por el declive de su capacidad para
llevar a cabo sus actividades básicas e instrumentales de manera independiente y
su inminente separación de las actividades, trabajos e instituciones a las que
dedicó gran parte de sus años.
Otra idea que apoya esta teoría es la elaborada por E. Cummings y W.E. Henry
(1961), donde se observa como los individuos estudiados en edad madura -y en
su medio natural donde viven, no en las instituciones que frecuentan-, con el paso
de los años iban reduciendo el número de actividades y limitando los contactos
sociales.
Finalmente hay que guardar un espacio para las teorías que tienen una fuerte
inspiración en las consecuencias del medio ambiente y el entorno en la salud de
las personas, ya que el envejecimiento también está influido, de acuerdo con
Alvarado, A. y Salazar, A. (2014) por las enfermedades padecidas y el sufrimiento
acumulado a lo largo de la vida y el tipo y hábitos de vida que haya llevado la
persona y los factores de riesgo ambientales a los que ha estado sometida que no
solamente se trata de este tipo de factores, sino que los genes también tienen
mucha importancia en este proceso.
1.6 Envejecimiento del sistema nervioso.
De acuerdo con Crespo Santiago, D. y Fernández Viadero, C. (2010) el
envejecimiento del Sistema Nervioso o del cerebro, se ve representado por los
efectos sobre sus componentes específicos como son: las neuronas; las células
gliales como la microglía, que defiende de las agresiones, la oligodendroglia, que
forma vainas de mielina, y los astrocitos los cuáles ayudan a mantener el
microambiente cerebral; además de los vasos sanguíneos que con el paso del
tiempo se vuelven más rígidos y su calibre se reduce, lo que repercute en la
entrega de oxígeno y nutrientes a las células del cerebro y los demás
componentes del Sistema Nervioso Central (SNC). Muchas veces estos cambios
se ven relacionados con la aparición de enfermedades neurodegenerativas
asociadas con un envejecimiento patológico. Es importante destacar que ciertas
células, tejidos y órganos envejecen a un ritmo diferente en función de factores
internos del mismo organismo y externos como la nutrición, el nivel de actividad
física, el desarrollo, la cultura, el medio ambiente y más aspectos con los que nos
relacionamos a lo largo de nuestra vida.
1.6.1 Cambios en la estructura cerebral.
Se ha demostrado que con el envejecimiento existen cambios en la estructura del
cerebro, principalmente se observa una pérdida en las sustancias gris y blanca, en
las áreas del cortex frontal y temporal. En principio esta pérdida estaba
relacionada con la muerte neuronal, pero pasado el tiempo y los avances
tecnológicos, se ha podido determinar que lo más importante no es la muerte de
neuronas sino, la reducción en su tamaño. A su vez los estudios con técnicas no
invasivas como la Resonancia Magnética (RM) han demostrado la disminución del
cuerpo calloso, que es la parte del cerebro que conecta ambos hemisferios con el
hipocampo. El hipocampo, recordemos que la región del cerebro donde se llevan
cabo los procesos de aprendizaje y memoria. La pérdida del volumen cerebral
condiciona a su vez la disminución del lecho vascular que transporta sangre y
condiciona la oxigenación, nutrición y detoxificación de las células cerebrales.
1.6.2 Cambios a nivel celular.
En relación con las neuronas y el proceso de envejecimiento, lo más relevante
como ya vimos, quizá no sea la pérdida de estas, si no su diminución en tamaño.
Esta analogía es posible en las áreas del cerebro en donde existe un elevado
número de neuronas como la corteza motora, donde la perdida de estas no
conduce a un deterioro significativo de la funcionalidad de la persona. Pero en
áreas donde han existido pocas cantidades de neuronas como en la sustancia
negra, sí habrá efectos más significativos como la reducción de la producción de
dopamina y la aparición de Enfermedad de Parkinson (EP).
1.6.3 Cambios en la sinapsis y neurotransmisores.
Las sinapsis neuronales son una las principales partes afectadas por la acción del
envejecimiento y el estrés oxidativo. Recordemos que la sinapsis entre las
neuronas consiste en el intercambio de información entre estas células. Esta
afectación no es igual entre todos los tipos de conexiones sinápticas, sino de
manera más significativa sobre los árboles dendríticos, en tanto que las
producidas en el soma celular se mantienen más estables o se ven menos
afectadas. Las neuronas ayudan a facilitar la sinapsis celular mediante la
excitación o inhibición de grupos de moléculas conocidos como
“neurotransmisores”. Estas moléculas a su vez se ven afectadas por alteraciones
en la síntesis de proteínas, y si a este escenario sumamos alguna enfermedad
neurodegenerativa que afecte directamente la síntesis de estas moléculas o sobre
sus circuitos de acción como ocurre con la dopamina en la EP y la acetilcolina en
la Enfermedad de Alzheimer, los efectos en la persona pueden ser más notables e
incapacitantes. En el caso contrario, por ejemplo, cuando existe una
sobreexticación en el sistema glutamatergico, la sobreexcitación por acción del
glutamato induce la entrada del ión calcio (CA++) en la neurona pos sináptica
(generalmente las dendritas) lo que conduce a la apoptosis neuronal.
1.7 Demografía del envejecimiento en México.
De acuerdo con el último censo de población y vivienda realizado por el INEGI, en
el 2020, México ocupa el lugar número 11 de densidad de población a nivel
mundial con 126,014,024 habitantes. Actualmente el porcentaje de personas
mayores de 60 años paso de 9.1 en el 2010 a 12.0 en 2020, además se
registraron 2,530,617 personas con discapacidad que tienen entre 60 y 84 años y
los mayores de 85 años se tiene un registro de 562,920 personas discapacitadas.
Lo anterior podemos entenderlo como personas que tienen limitación para sus
AVD y, por ende, disminución de su capacidad intrínseca y funcional. Dentro de la
distribución de población mayor a 12 años no económicamente activa, se tiene
registro de 37,891,261 personas, donde el 9% de estos corresponde a personas
pensionadas o jubiladas.
El envejecimiento de la población es una realidad para el mundo entero. En la
actualidad de acuerdo con la OMS, solo Japón tiene una proporción de personas
mayores de 60 años del 30% con respecto a la población total. Pero esto es algo
que se espera va a suceder a mitad del siglo en la mayoría de países de Europa,
en América del Norte, Chile, China, Rusia, Corea, Irán, Tailandia y Vietnam. Para
comenzar a ente der la situación del envejecimiento en México tenemos que
abordar los datos estadísticos históricos más relevantes que lo conforman y han
servido de molde para la situación actual que atraviesa el país.
De acuerdo con Montes-Betancourt, B. y González-Marin, A. (2012) como parte de
la perspectiva del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, A.C.
para el año 2012 el número de personas adultas mayores a 60 años, en el país
era de 10.5 millones, lo cual corresponde con el 9.6% del total de la población
para ese periodo. Como datos importantes para considerar, en el país –y muchas
regiones más de América Latina- la tendencia del envejecimiento apunta a un
mayor incremento en el número de personas mayores de 75 años que las de 60
años. Lo cual implica mayores retos en términos de política pública y aún más,
que estén comprometidas con los derechos humanos de las personas mayores.
Igual de importante es la heterogeneidad de las condiciones por edad, por género
o por etnia. Por ejemplo, en México, son más las mujeres de 60 años que los
hombres del mismo grupo de edad, sin embargo, la proporción es menor en los
lugares rurales a comparación de las ciudades.
De acuerdo con el INGER (2012), el perfil demográfico de la población mexicana
ha sufrido transformaciones sustantivas a lo largo del tiempo. En un periodo no
mayor a 40 años, la población de México frenó y redujo su acelerado crecimiento,
consolidó su perfil urbano, intensificó su actividad migratoria y dejó de ser un país
eminentemente joven para iniciar su tránsito hacia el envejecimiento.
La posibilidad de alargar el tiempo de vida de una persona representa todo un
logro individual y social, ya que este es el resultado directo de las acciones
públicas que se han planteado en materia de salud. Sin embargo, este logro se
enfrenta a la vez al desafío de alargar la vida funcional de las personas, es decir,
si se van a vivir más años que se vivan con calidad y funcionalidad.
En lo que respecta a la transición demográfica, el INGER, la define como el
cambio de regímenes de población en los que predominan niveles elevados tanto
de fecundidad como de mortalidad, a otros en los que ambos presentan niveles
bajos y controlados. Aspectos como la urbanización, el nivel educativo, el
desarrollo económico y los avances tecnológicos en medicina, se han traducido en
una menor mortalidad, mientras que la fecundidad se relaciona con las
preferencias reproductivas de las personas y el uso de medidas anticonceptivas.
Es decir que la transición demográfica modifica en mayor o menor medida la
estructura por edades de la pirámide poblacional. En México, la primera etapa de
este fenómeno, la reducción de la mortalidad, tuvo lugar desde la década de 1930
y hasta la de 1960. Época en que se presentó una fecundidad elevada, lo que
provocó tasas de crecimiento históricas. Posteriormente, a finales de los años 60,
el número de nacimientos inició una tendencia a disminuir.
En la segunda mitad de la década de 1970 la estructura por edad de la sociedad
mexicana mostraba una concentración de la población en edades niños y jóvenes.
Para el año 2010 el grueso de la población se encuentra entre las edades
laborales.
En la historia de nuestro país nunca antes se había presentado un número tan
elevado de población en edad laboral, como el que se presenta a partir de la
primera década del siglo XXI y hasta mediados de la década de 2030.
1.8 Demografía del envejecimiento del Estado de México.
Para conocer mejor el fenómeno del envejecimiento demográfico en el Estado de
México podemos retomar la siguiente explicación que Montoya Arce y Montes de
Oca (2015) realizan:
“El Estado de México al igual que el resto del país, atraviesa por una etapa de transición
demográfica avanzada, donde las tasas de natalidad y mortalidad son bajas y el crecimiento
prácticamente nulo”.

Lo anterior es importante para comprender mejor cuál es la demanda de servicios


y cuidado para mayores que se espera en el futuro. Además, realizan un abordaje
histórico sobre las causas del actual fenómeno de envejecimiento en la región, por
ejemplo, durante el periodo 1970-1990, la tasa de fecundidad fue más baja que la
registrada a nivel nacional. En 2005, de acuerdo con los investigadores, se estimó
que la fecundidad fue 2.4 hijos en el estado, y de 2.3 a nivel nacional. De lo
anterior podemos afirmar que, en el futuro, aproximadamente en 20 a 30 años,
habrá una mayor cantidad de gente joven, y los mayores tendrán más problemas
de dependencia y atención de un tercero. La caída de la fecundidad es
representada como un estrechamiento en la base de la pirámide de población y un
desplazamiento de generaciones hacia los grupos de edades centrales,
comprendidas entre los 15 y 59 años. Dichas transformaciones se relacionan con
la aceleración del proceso de urbanización, el aumento de la escolaridad, cambios
en la organización de los hogares y las mejoras en el acceso a servicios de salud
como los avances científicos y tecnológicos.
Entre los años de 1930 y 1960, la población en el Estado de México se duplicó,
pasando de 999 mil personas a 1.8 millones. En 1970, la población mexiquense
aumento a 3.8 millones de habitantes, con una tasa de crecimiento de 7.6 por
ciento, casi el doble de la registrada a nivel nacional, y fue ésta la más alta en la
historia demográfica de la entidad. Es importante mencionar, que, a finales de la
década de 1970, el Estado de México a consecuencia del desarrollo económico en
los municipios conurbados de la Ciudad de México y el Parque Industrial Toluca-
Lerma paso de ser una entidad donde emigraba gente a una donde llegaba gente
y familias nuevas. De 1970 al año 2000, la población que llegaba de distintas
entidades al estado, aumentó de 14.5 a 18.9 por ciento. Para la década de 1980
ascendió a 7.6 millones de personas y ya en el año 2000, se contabilizaban 13.6
millones de habitantes. (Montoya Arce, Montes de Oca, 2015)
En 1930, la población mexiquense y nacional de 60 años o más conformaba 5.3
por ciento de la población total. Para 1960, dicha población ascendió a 5.6 por
ciento, respectivamente. Entre 1970 y 1980, la inmigración jugó un papel
importante en el rejuvenecimiento de la población, provocando una disminución en
la proporción de las personas mayores de 60 años en el estado, a nivel nacional la
población senescente se mantuvo en 5.5 por ciento. (Montoya Arce, Montes de
Oca, 2015)
En el año 2005, la población de adultos mayores de la entidad constituyó 6.4 por
ciento, mientras que, a nivel nacional, ese porcentaje fue de 8.1 por ciento. Estas
cifras porcentuales seguirán aumentando constantemente. De acuerdo con datos
del Consejo Nacional de Población (CONAPO), se estima que en 2020 la
proporción de personas mayores de 60 años o más será de 11.9 por ciento, tanto
en la entidad como a nivel nacional, y para el 2030 constituirá 17.6 por ciento del
total de la población mexiquense, cifra superior al 16.8 por ciento que espera se
registre en el país. Dentro del grupo de población de 60 años o más, el índice de
feminización es el más alto del país. (Montoya Arce, Montes de Oca, 2015).

Capítulo 2. Salud mental en Personas Mayores.


2.1 Definición de salud mental y emocional.
Sobre los distintos conceptos de salud en relación con las Personas Mayores,
Montorio, I., Izal, M. y Perez, G., (2014) mencionan que, gracias al avance en el
conocimiento de las enfermedades, los factores de riego asociados, las conductas
que protegen la salud y la consideración de una definición más amplia, permite
concluir que la mejora de su estado de salud es una realidad. Debe, así mismo,
tomarse en consideración el momento en el que se debe actuar, como se debe
actuar y el nivel de intervención necesario en cada momento: prevención,
promoción o tratamiento.
Sobre esto, el primer paso es la prevención de la aparición de enfermedades
antes de que estas ocurran mediante la adopción de estilos de vida saludables. El
segundo paso consiste en retrasar y reducir las manifestaciones del
envejecimiento normal promoviendo el envejecimiento satisfactorio. El tercer
objetivo incluye el diseño e implementación de intervenciones con el fin de
aminorar y tratar las manifestaciones y efectos nocivos de las enfermedades que
más periodicidad tiene en este grupo de edad.
Siguiendo con Montorio, I., Izal, M. y Perez, G., (2014), la salud puede ser
considerada de formas diversas. Si se considera simplemente desde la
perspectiva tradicional como la ausencia de enfermedad aguda o crónica,
difícilmente la mayor parte de personas mayores podrían estar sanas. En cambio,
si se define como «un estado de bienestar físico, mental y social completo, y no
solo la ausencia de enfermedad» como la OMS lo ha considerado, donde la salud
es vista desde una perspectiva positiva, multidimensional e integral, incluyendo el
bienestar físico y subjetivo, participación e integración social y teniendo en cuenta
el potencial de cada persona y su capacidad de adaptación a contextos
diferentes, es posible que las personas mayores puedan alcanzar niveles
aceptables de bienestar independientemente de la presencia de enfermedades
crónicas o agudas y de cambios o perdidas asociadas con el envejecimiento.
Igualmente, comparten que, durante la etapa de la vejez, una buena salud es
sinónimo de autonomía, lo que implica la posibilidad de mantener una vida
independiente sobre la que se ejerza control. Montorio, I., Izal, M. y Perez, G.,
(2014). Sobre esto, es explicado, por un lado, a que generalmente las personas
mayores mantienen una orientación hacia la conservación de su salud. Por esta
razón, a medida que aumenta la edad y el riesgo de padecer enfermedades
crónicas como la hipertensión o las enfermedades coronarias y la diabetes, cáncer
y afectaciones respiratorias aumenta el riesgo de dependencia. Cuando existe
algún grado de dependencia se afecta negativamente la autoestima, la salud, el
bienestar subjetivo, las relaciones sociales y la realización de actividades de ocio.
Recordemos que la dependencia es un fenómeno multicausal producto de factores
biológicos (enfermedades crónicas y cambios asociados al envejecimiento),
psicológicos, sociales y ambientales como actitudes y comportamientos infra y
sobre protectores por parte de la familia y cuidadores, estereotipos y actitudes
edadistas hacia las personas mayores.
Otro concepto que a su vez está relacionado con la salud de las personas
mayores, la cual ya vimos que es un término que engloba diferentes aspectos de
la persona como sus condiciones físicas, psicológicas, sociales y ambientales, es
la percepción de la salud, este concepto, es de interés en el ámbito socio sanitario
ya que es un indicador de la satisfacción con la vida y el malestar emocional
ayuda a predecir el grado de utilización de los servicios y es un indicador de
mortalidad. Su principal utilidad se refiere a la planificación y el desarrollo de
programas, servicios sanitarios y sociales. De la mano de estas entidades, la
promoción de la salud es importante no solo para la prevención de las
enfermedades sino para la puesta en marcha de las estrategias para fomentar la
salud en las personas mayores y con ello encaminarlas a mejorar su salud
general, su bienestar, su buen funcionamiento y la mejora en la percepción de su
salud. El resultado de la investigación longitudinal permite afirmar que la práctica
de conductas de salud como la higiene del sueño, el ejercicio físico, la
alimentación balanceada, llevar una vida libre de adicciones, pueden producir
efectos positivos sobre la salud incluso en edades avanzadas.
2.2 Trastorno neurocognitivo mayor y menor en personas mayores.
2.2.1 Trastornos cognitivos.
En lo que corresponde a los trastornos cognitivos, es frecuente en las personas
mayores encontrar casos de Delirium, también llamado Síndrome Confusional
Agudo, el cual, de acuerdo con Conde, J. y Jarne, A. (2014), es un cuadro clínico
que puede aparecer a cualquier edad, aunque por el propio declive de las
funciones mentales y la capacidad del cuerpo para mantener la homeostasis es
más frecuente en las personas de edad avanzada, así como por una mayor
presencia de condiciones somáticas y la frecuente polifarmacia.
Sus características principales de acuerdo con el DSM-IV son:
 Alteración del nivel de conciencia con dificultad para mantener la atención.
 Trastornos cognitivos y perceptivos tales como ilusiones y alucinaciones.
 Alteraciones del sueño.
 Inicio de forma brusca y etiología presuntamente orgánica o relacionado
con una condición médica.
 Duración limitada a un periodo de tiempo breve, que no sobrepasa unos
pocos días o semanas.
Es un trastorno que suele estar altamente relacionado con la hospitalización, en
parte también por la falta de evidencia científica desarrollada en la comunidad. La
prevalencia en las personas mayores hospitalizadas en España puede ir de 14 a
56% de los casos. Suele ser más frecuente en los servicios de cirugía, seguido del
ingreso durante la estancia hospitalaria.
2.2.2 Trastorno neurocognitivo mayor.
En lo que corresponde con el trastorno neurocognitivo mayor, los criterios
diagnósticos del DSM-V incluyen:
 Evidencia de declive cognitivo significativo en uno o más dominios
cognitivos como atención compleja, función ejecutiva, aprendizaje y
memoria, lenguaje, habilidad perceptual motora y cognición social. Este
proceso debe basarse en la preocupación del propio individuo, de un
informante que bien le conoce, o bien del profesional de salud,
preferentemente debe ser documentado mediante un test neuropsicológico
estandarizado o alguna otra evaluación clínica cuantitativa.
 Estos declives cognitivos interfieren con la autonomía e independencia del
individuo para la realización de sus actividades cotidianas.
 El déficit cognitivo no ocurre exclusivamente en el contexto de un síndrome
confusional.
 Los declives cognitivos no se explican mejor por otro trastorno mental como
esquizofrenia o trastorno depresivo mayor.
De acuerdo con estos criterios se debe especificar si es debido a enfermedad de
Alzheimer, degeneración lobular frontotemporal, enfermedad por cuerpos de Lewy,
enfermedad vascular, traumatismo cerebral, consumo de sustancias o
medicamentos, infección por VIH, enfermedad de Parkinson, enfermedad de
Huntington, otra afección médica, de etiologías múltiples o no especificado.
Además de especificar si la gravedad es leve, moderada o grave en relación con
la capacidad de la persona para ejecutar sus actividades cotidianas y mencionar si
hay o no alteración del comportamiento.
2.3 Deterioro cognitivo leve.
Por lo que se refiere al deterioro cognitivo leve, como mencionan Mejía Arango, S.
y Zuñiga Gi, C. (2014), el proceso de envejecer representa un estado continúo que
puede incluir la disminución normal de las funciones cognitivas hasta la pérdida
progresiva, patológica y casi irreversible de las mismas. El debate por definir
cuáles son estos límites sigue siendo prioridad en los estudios relacionados con la
salud mental y deterioro de esta. Se ha podido comprobar que los individuos que
presentan una disminución en la función cognitiva y se encuentran en un estado
de transición a hacia una probable demencia, mantienen independencia para sus
actividades de la vida diaria a comparación de aquellos con diagnóstico
establecido de demencia, por lo que clínicamente podemos encontrarnos con
individuos con trastorno neurocognitivo sin demencia. Dentro de las definiciones
más acertadas que han evolucionado a lo largo del tiempo, se encuentran la
propuesta de la Asociación de Psicogeriatría Internacional, donde incluye no solo
el trastorno de la memoria, sino también alteraciones leves en múltiples dominios
cognitivos, donde también se han observado alteraciones cognitivas objetivas,
diferencias cualitativas y cuantitativas en las imágenes cerebrales en comparación
con personas normales, y también comparten factores de riesgo ambientales. En
el año de 1999 el término Deterioro Cognitivo Leve (Mild Cognitive Impairment) fue
establecido por un grupo de la Clínica Mayo en Rochester, para describir a las
personas con un trastorno que no es tan grave como para recibir un diagnóstico
de demencia. Estos criterios son:
 Queja de memoria corroborada por un informante.
 Trastorno objetivo de la memoria.
 Funcionamiento cognitivo general normal.
 Actividades de la vida diaria intactas.
 Ausencia de demencia.
Recientemente también se han propuesto diferentes subtipos en la clasificación
del DCL.
1. Deterioro Cognitivo Leve Amnésico: Caracterizado por un déficit
predominante en la memoria, con el resto de dominios conservados.
2. Deterioro Cognitivo Leve de Múltiples Dominios: Caracterizado por una
disminución de la memoria leve o moderada y afectación en otra función
cognitiva.
3. Deterioro Cognitivo Leve no Amnésico: Caracterizado por déficit en algún
dominio cognitivo, mientras que la memoria se encuentra conservada.
Así mismo, Petersen y colaboradores, a partir de la publicación de su algoritmo, en
esencia existen dos subtipos de DCL de acuerdo al perfil cognitivo. El primero
incluye a las personas que tienen un déficit de la memoria, y el segundo, a
personas que tienen un déficit en alguna función diferente a la memoria. Así, de
acuerdo con la presencia o no de alteración en las funciones surgen cuatro
categorías: 1) DCL amnésico puro; 2) DCL amnésico múltiples dominios; 3) DCL
no amnésico de un solo dominio; y 4) DCL no amnésico múltiples dominios.
A continuación, vamos a englobar lo correspondiente a los factores de riesgo para
DCL.
Siguiendo con Mejía Arango, S. y Zúñiga Gi, C. (2014) el principal factor de riesgo
es la edad. Este factor es el más relacionado con los trastornos crónico-
degenerativos, como la demencia. También se ha observado que existe un efecto
diferencial de la edad según el tipo subclínico de DCL, que se haya establecido
anteriormente.
La relación con el sexo y el DCL es variable. Algunos estudios realizados en
Europa, muestran una mayor prevalencia de DCL en las mujeres, mientras que la
Clínica Mayo, con una evaluación cognitiva más completa demuestra lo contrario.
Un bajo nivel de escolaridad, es un factor de riesgo para DCL, a medida que
disminuyen los años de escolaridad, la prevalencia de DCL aumenta. La
prevalencia en personas con menos de nueve años de estudios el del 30%. La
hipótesis con relación a la escolaridad explica que las personas con mayor reserva
cognitiva (más años de estudios) pueden tener daño cerebral antes de que los
síntomas se manifiesten y en comparación las personas con una menor reserva
cognitiva pueden presentar síntomas con un daño cerebral más restringido.
El estado civil es un factor que en algunas variaciones de estudios se ha
observado una mayor prevalencia de DCL en personas que nunca se han casado
en comparación con las personas que se casaron alguna vez o están casados a la
hora del estudio.
Dentro de los factores de riesgo con mayor importancia se refiere a las
comorbilidades, las cuales influyen en la prevalencia e incidencia del DCL, por lo
cual es importante diferenciar este análisis. Para el caso de la incidencia es
necesario establecer una asociación temporal que va a incluir el rango de
gravedad de las enfermedades y su posible riesgo progresivo. Los casos de
prevalencia incluyen una progresión más lenta y están influenciados también por
el sesgo de supervivencia. La diabetes es de las principales condiciones
asociadas con el DCL ya sea a través de mecanismos vasculares o no vasculares.
En relación con la evolución del DCL, Mejía Arango, S. y Zúñiga Gi, C. (2014), las
tasas de conversión, están dentro 10 y 15% en personas referidas a clínicas de
memoria, y si provienen de estudios poblaciones las tasas de progresión bajan
entre 6 y 10% de manera anual. Esto es debido porque las personas que asisten a
una clínica de memoria, están relacionadas con la probabilidad de tener DCL y los
que han sido evaluados en la su población son más heterogéneas en relación a
las causas subyacentes. Los principales predictores de evolución a demencia son:
 Estado cognitivo: El grado de progresión será mayor en relación a un mayor
déficit cognitivo definido en función del grado de gravedad del trastorno,
subtipo o tipo de DCL. La presentación inicial y la caracterización del
subtipo es útil para considerar el tipo de demencia al que pueden
evolucionar. Por ejemplo, el paciente con DCL de tipo amnésico progresará
a demencia por Enfermedad de Alzheimer (EA) así como el paciente con
DCL amnésico de múltiples dominios. La tendencia de los pacientes con
DCL no amnésico es de evolución hacia un tipo de demencia no del tipo
Alzheimer. El subtipo de DCL con déficit en las funciones ejecutivas tiene
riesgo de evolución a demencia frontotemporal o a una afasia progresiva
primaria. A su vez la demencia por cuerpos de Lewy es antecedida por
dificultades y déficit en la función visoespacial.
 Genética: El genotipo ApoE4 (Apolipoproteína E) ha sido estudiado de
manera muy amplia como factor de riesgo para la aparición de demencia.
Esta presencia es mayor en personas con DCL amnésico lo que señala una
mayor probabilidad de evolución a EA.
 Estudios de imagen: La atrofia cerebral, en específico los relacionados con
los cambios en el volumen detectados por resonancia magnética nuclear,
también son considerados con un factor predictor de evolución a demencia.
En concreto se han informado los cambios en el hipocampo, la corteza
entorrinal en el volumen de los ventrículos y en el cerebro global. Estos
patrones de atrofia cerebral que progresan a EA en los siguientes 18 meses
y suelen permanecer estables durante un periodo de tres años, muestran
mayor atrofia en las áreas inferiores y mediales de los lóbulos temporales,
la corteza temporoparietal, el cíngulo anterior y posterior, en el precúneo y
en los lóbulos frontales.
 Metabolismo cerebral: El análisis de la disminución del metabolismo
cerebral ha sido una fuente de información sobre la progresión de DCL a
demencia. Para esto se utiliza la fluorodesoxiglucosa convertida en flúor-18
(isotopo radioactivo emisor de positrones) en la tomografía que refleja la
distribución en el consumo y fosforilación de la glucosa en las neuronas.
Las personas con DCL muestran un patrón de neurodegeneración e
hipometabolismo en las regiones temporoparietales, como se observa en la
EA.
 Perfil de Líquido Cefalorraquídeo: Algunos biomarcadores en el LCR como
el péptido beta amiloide, proteína Tau total y proteína Tau fosforilada en
treonina han mostrado cambios contundentes en los pacientes que
evolucionan a demencia.
Mientras tanto los marcadores cognitivos también han tenido relevancia en
cuanto a la detección de EA. Parte del proceso normal de envejecimiento incluye
cambios en la velocidad de procesamientos de información, en las funciones
ejecutivas y el razonamiento. Sin embargo, esta misma situación es evidencia de
un envejecimiento que puede dar paso a largos periodos de deterioro lento y
gradual, tanto en la memoria como lo no relacionado con esta. Para tener un
control sobre los pacientes con DCL y su evolución o no a demencia, las pruebas
neuropsicológicas que evalúan el recuerdo diferido, la velocidad perceptual y la
función ejecutiva son las más útiles para discriminar entre los pacientes que
desarrollan demencia y los que permanecen estables con diagnóstico de DCL.
También se ha encontrado que las personas con trastorno en la memoria
episódica tienen un doble de probabilidades de evolucionar a demencia por EA.
Por su parte, el DCL no amnésico de múltiples dominios afectados es el
antecedente para evolución a demencia por cuerpos de Lewy.
De acuerdo con Petersen et al. (2019), médicos e investigadores de la clínica
Mayo en EEUU, el deterioro cognitivo leve (DCL) “es un estadio intermedio entre
el deterioro cognitivo esperado debido al envejecimiento normal y el deterioro más
grave de los distintos tipos de demencia y Enfermedad de Alzheimer (EA)”. Puede
implicar problemas con la memoria, el lenguaje, el pensamiento y el juicio que son
más significativos que los cambios normales relacionados con el envejecimiento.
De igual manera, la evaluación clínica del DCL es importante por su valor
predictivo para demencia. Se estima que el porcentaje de evolución de DCL a EA
u otros tipos de demencia es de 10-15% anual.
A su vez, la American Psychiatric Associaton (1995) definió el DCL como el
desarrollo de múltiples déficits cognoscitivos que incluye un deterioro de la
memoria y, al menos, una de las siguientes alteraciones cognoscitivas: afasia,
apraxia, agnosia o una alteración de la capacidad de ejecución. La alteración es lo
suficientemente grave como para interferir de forma significativa las actividades
laborales y sociales y puede representar un déficit respecto al nivel mayor previo
de actividades del sujeto.
Estudios de seguimiento demuestran que el 80% de las personas con DCL
evolucionan a EA en un lapso de 6 años (Li, H. et. al, 2011). El DCL es un tema
que ha ido ganando mayor atención, en el cual los investigadores se enfocan en
dos problemas principales: la búsqueda de biomarcadores de progresión a EA, y
la búsqueda de un tratamiento efectivo que ofrezca neuroprotección para evitar la
evolución a demencia.
Existen también, de acuerdo con Li, H. et. al (2011) estudios de imagen y volumen
funcional neurológico en pacientes con probable EA y personas con DCL, donde
se observan deficiencias cognitivas relacionadas con una disfunción en el lóbulo
temporal medial, así mismo, se ha demostrado que personas con DCL exhiben
deficiencias en una variedad de test neurocognitivos. Un ejemplo de esto es en
las personas con DCL, el aprendizaje asociativo se encuentra significativamente
dañado, lo cual sugiere que estas personas podrían encontrarse en un estadio
temprano de EA. Con tareas como nombrar personas famosas y objetos, se ha
identificado que con DCL los individuos muestran una pérdida del conocimiento de
personajes específicos y se observan deficiencias en la memoria episódica y
semántica. Así mismo, Okonkwo et. al (2008) señalan que las pocas
investigaciones sobre el deterioro de la atención en personas con DCL, no ha
logrado enunciar de manera satisfactoria la selectividad del déficit. Los resultados
revelan que las personas con DCL presentan mayor deterioro en la atención
dividida y menor deterioro en la atención simple. Sin embargo, es probable que las
personas con DCL puedan presentar problemas más allá del lóbulo temporal
medial.
Taler y Philips (2008), en una revisión del rendimiento del lenguaje en personas
con DCL, encontraron deficiencias en el procesamiento sintáctico y semántico.
Comparado con personas sanas, un mayor porcentaje de pacientes con DCL y EA
presenta déficits en el procesamiento del movimiento visual acompañado de
problemas de memoria, lo cual sugiere que un deterioro consolidado o un leve
decline de las funciones ejecutivas es también signo de DCL y un marcador
importante para un considerar un estadio temprano de EA. Las personas con DCL
también presentan problemas para realizar actividades de la vida diaria lo cual
afecta su calidad de vida y el rendimiento en los test neurocognoscitivos.
Siguiendo con W. He et. al por lo general existen dos tipos de tratamiento para el
DCL y la EA: farmacológico y no farmacológico. Sin embargo, diversos estudios
muestran que hasta ahora el tratamiento farmacológico solamente alivia los
síntomas de la demencia y falla en alterar el progreso de la enfermedad, por lo
tanto, las terapias cognitivas no farmacológicas están siendo tomadas en cuenta
con mayor atención. Estas terapias no farmacológicas se refieren a intervenciones
cognitivas con el objetivo de estímulos y mejorar las funciones mentales.
Debido al alto porcentaje de progresión de DCL a EA y otros tipos de demencia,
se han creado distintos tipos de tratamiento farmacológico como los inhibidores de
la acetilcolinesterasa dentro de los que destaca el donepezilo y la rivastigmina.
Estos fármacos muestran beneficios en el corto plazo, pero a los tres años no hay
evidencia de beneficio en la progresión a demencia y EA. Por lo que se concluye
que hasta el momento no hay tratamiento farmacológico efectivo para la EA.
Siguiendo con Martínez Cortés, M. et al. (2010), el término referido a este
síndrome clínico se ha ido desarrollando desde que en 1962 Kral y col.
describieron el “olvido senil benigno” y en 1999, Petersen y col. definieron el
término de DCL y desarrollaron unos criterios diagnósticos muy aplicados en la
práctica clínica.
De esta manera se describió como un “síndrome clínico referido a una alteración
cognitiva significativa, que afectaba principalmente al área de la memoria, y que,
sin cumplir los criterios para el diagnóstico de la demencia, excedía lo esperado
por la edad.”
Según Petersen y co. (1999), un paciente para ser diagnosticado de DCL debía
cumplir los siguientes criterios:
1. Queja subjetiva de pérdida de memoria, preferiblemente corroborada
por un informador.
2. Alteración objetiva de la memoria, con un rendimiento en pruebas
estandarizadas de al menos 1,5 desviación estándar por debajo de la
media de sujetos de la misma edad y nivel de escolaridad.
3. Funcionamiento cognitivo general normal.
4. Actividades de la vida diaria conservadas.
5. No cumple criterios de Demencia.
Petersen en 2003, encuentra que de entre los tres subtipos de DCL, el más
frecuente es aquel que está asociado a la alteración aislada de la memoria, es
decir al subtipo DCL-amnésico. De acuerdo s su propia clasificación también
existen casos en los que, sin cumplir los criterios de demencia, los pacientes
pueden presentar alteraciones en una o varias áreas cognitivas, como en las
funciones ejecutivas, lenguaje, praxias, etc.
Examinaremos brevemente ahora, dado que las personas con DCL no pueden
beneficiarse en el largo plazo del tratamiento farmacológico, las intervenciones
cognitivas no farmacológicas comienzan a ganar mayor atención. Sobre esto,
Colcombe y Kramer (2003), identifican un declive cognitivo relacionado con la
edad de las personas, que puede ser beneficiado con entrenamiento intelectual,
así mismo personas con DCL demuestran potencial de aprendizaje y plasticidad
cognitiva. Igualmente se ha reportado que el aprendizaje sin errores es una
herramienta efectiva para rehabilitación de memoria en personas con DCL. Esta
intervención –aprendizaje sin errores-, es abordada en los capítulos siguientes de
la investigación.
Estas intervenciones cognitivas no farmacológicas pueden dividirse en tres
categorías principales: (1) Entrenamiento cognitivo (EC) que consiste en ejercicios
conducidos bajo una guía de tareas estandarizadas con el objetivo de mejorar la
memoria, la atención y funciones ejecutivas o bajo entrenamiento cognitivo
computarizado (ECC) como asistente. (2) Rehabilitación cognitiva (RC) que
describe el desarrollo de estrategias o ayudas externas para compensar las
dificultades funcionales. (3) Por último la estimulación cognitiva (EsC) emplea una
serie de actividades y discusiones encaminadas a mejorar la función cognitiva (He,
W. et. al, 2019). Estas evidencias sugieren que las personas con DCL mantienen
la plasticidad cognitiva y pueden ser un grupo ideal para la intervención cognitiva y
dependiendo las características físicas de la persona de entrenamiento físico.
2.4 Demencias.
De acuerdo con Millán Calenti, J., Lodeiro Fernández, S. y Crespo López, C.
(2006), durante el proceso normal de envejecimiento se producen alteraciones
cognitivas y morfológicas que son similares a las que se encuentran en los
pacientes con demencia. Las alteraciones morfológicas de la EA (degeneración
neurofibrilar, placas seniles y depósitos amiloides) también se presentan en las
personas de edad avanzada con un rendimiento intelectual normal, lo que
diferencia de la aparición de demencia es su distribución y cantidad. De acuerdo
con el modelo continuista, en la aparición de demencia existe un umbral a partir
del cual se produciría el deterioro, de este modo la diferencia entre envejecimiento
y demencia sería de tipo cuantitativo y no cualitativo.
De acuerdo con los autores, la demencia es un síndrome adquirido y prolongado,
producido por una patología orgánica en relación con múltiples causas, que, en la
persona sin alteración del nivel de conciencia, producirá un deterioro persistente
de la memoria y otras funciones corticales superiores, lo que tiene como resultado
incapacidad funcional en el ámbito social o laboral. De igual manera, el deterioro
intelectual llega a repercutir negativamente en el desarrollo de las actividades
básicas e instrumentales diarias tales como: comer, vestirse, ir al baño,
comunicarse o tomar medicamentos en la dosis y horas correctas, entre otras,
esto puede tener como resultado una: apraxia, afasia, agnosia, o alteración de la
capacidad de ejecución; en ocasiones afecta el control de las emociones, el
comportamiento social y la motivación.
Por su parte, W. He et al, 2019 define la demencia como un desorden
neurocognitivo mayor ya que interfiere tanto con funciones mentales como con las
actividades de la vida diaria. Causas comunes para la aparición de demencia son
la depresión, como efecto adverso de algunos medicamentos, problemas de la
glándula tiroides, deficiencia de ciertas vitaminas y consumo excesivo de alcohol.
En el año 2010 se estima que había en el mundo 36 millones de personas
diagnosticadas con algún tipo de demencia, principalmente Enfermedad de
Alzheimer (EA), cifra que se calcula aumente a 115 millones para el año 2050.
(Law, C. et. al, 2020)
En lo que corresponde con la epidemiología, Millán Calenti, J., Lodeiro Fernández,
S. y Crespo López, C. (2006), mencionan que, aunque las demencias no son
exclusivas de las personas de edad avanzada, ya que se establece una
prevalencia del 1% en personas menores a los 60 años. Esta cifra se duplica cada
5 años, llegando a una prevalencia entre el 30 y 50% en las personas con más 85
años. Esta cifra es equivalente a las personas institucionalizadas que se
encuentran entre los 70 y 80 años de edad.
En cuanto a la etiología, se piensa que, aunque su causa es multifactorial, se
deben distinguir entre dos tipos de factores principalmente afectados: los
genéticos y los no genéticos. En lo últimos años se han logrado identificar los
genes que se consideran factores de riesgo para la aparición de demencia,
principalmente las mutaciones ocurridas en el gen de la proteína precursora del
amiloide en el cromosoma 21, lo cual da lugar al péptido Beta-amiloide; el del gen
de la presenilina en el cromosoma 14, implicado en la mayoría de los casos de
transmisión dominante y otras formas precoces de la enfermedad; el del gen la
presenilina 2 en el cromosoma 1; y el del gen de la apolipoproteína E, del
cromosoma 19, relacionado con la EA y los alelos ε4.
En particular, los factores no genéticos implicados con la aparición de demencia,
hay que señalar al propio envejecimiento fisiológico, el cual se ve acelerado en las
personas con demencia y que genera una disminución del metabolismo y flujo de
la sangre al cerebro. Algunos factores facilitan el desarrollo de la enfermedad,
aunque también existen factores de protección como los antioxidantes. Para la
aparición de demencia vascular los factores de riesgo con mayor predisposición a
la enfermedad corresponden con la isquemia cerebral aguda o crónica, los infartos
cerebrales y las hemorragias. Por su parte los factores infecciones desempeñan
un papel importante como en la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob o en la
demencia por VIH. Incluso se han encontrado agentes tóxicos cono el cinc, el
silicio y el aluminio en cerebros de personas con Alzheimer en estudios post
morten, por lo que estos también contribuyen al desencadenamiento de la
demencia. Los déficits en los procesos metabólicos y endocrinológicos como la
anoxia por fallo pulmonar o cardíaco o la anemia extrema y el déficit de la vitamina
B12 y ácido fólico, también tienden al desarrollo de la demencia en personas
mayores.
En relación con la clasificación de la demencia, Millán Calenti, J., Lodeiro
Fernández, S. y Crespo López, C. (2006) consideran diferentes criterios en
relación con la edad de aparición; dependiendo de su evolución, pueden ser
reversibles o irreversibles; según su causa se pueden clasificar como primarias
por su origen en trastornos neuronales lentos difusos de carácter lento y
progresivo como el Alzheimer; y secundarias ligadas a enfermedades neurológicas
focales o multifactoriales de etiología conocida (asociadas a enfermedades
vasculares, intoxicaciones, infecciones, tumores). También se van a clasificar
según el área afectada, que pueden ser corticales o subcorticales, donde su
distinción se da primordialmente en los estadios iniciales de la enfermedad. La
demencia cortical es caracterizada por fallos cognitivos de memoria, lenguaje y
juicio; mientras que la subcortical se va a manifestar principalmente por una mayor
alteración de la personalidad y el humor. La demencia por Alzheimer, enfermedad
de Pick, enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, por esclerosis lateral amiotrófica y por
la enfermedad de cuerpos de Lewy es producida por afectación cortical. Por su
parte las demencias subcorticales son a consecuencia de la enfermedad de
Parkinson, la corea de Huntington o por el síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA).
Igualmente, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales en su
cuarta edición (DSM-IV), clasifica las demencias de la siguiente manera.
 Demencia tipo Alzheimer.
 Demencia vascular.
 Demencia debida a enfermedad por VIH.
 Demencia debida a traumatismo craneal.
 Demencia debida a enfermedad de Parkinson.
 Demencia debida a enfermedad de Huntington.
 Demencia debida a enfermedad de Pick.
 Demencia debida a enfermedad de Creutzfeldt-Jakob
 Demencia debida a otras enfermedades médicas.
 Demencia producida por el consumo persistente de sustancias.
 Demencia debida múltiples causas.
 Demencia no especificada.
Es frecuente también que durante la evolución de la demencia se presenten
infecciones urinarias, respiratorias, cutáneas y bucales que habrá de mantener al
pendiente a los familiares y auxiliares sanitarios que atienden de la persona mayor
afectada, pues el paciente se vuelve incapaz de comunicarlo. De igual manera, de
acuerdo con Millán Calenti, J., Lodeiro Fernández, S. y Crespo López, C. (2006),
la escasa movilidad de los pacientes va a ocasionar trastornos, por ejemplo,
problemas musculares como las úlceras por presión o digestivas, sobre las que se
debe actuar mediante un adecuado plan de cuidados que incluye sesiones de
terapia ocupacional, fisioterapia y tratamientos médicos preventivos. Es común
que los pacientes experimenten síntomas depresivos. Ansiedad y otros síntomas
psiquiátricos como agitación, confusión, delirium y agresividad, los cuales se han
visto mejorados mediante la psicoterapia y el uso de fármacos específicos, esto es
especialmente importante durante los primeros años de la enfermedad. Por su
parte la incontinencia de esfínteres debe verse paliada mediante su atención
continua, el recuerdo de la micción y evacuación y con los cuidados higiénicos
adecuados; otros problemas como la dificultad para deglutir se atenderán con un
dieta semilíquida, blanda o pastosa, si la enfermedad es muy avanzada y existe
disfagia lo mejor será alimentar al paciente mediante sondas. El apoyo a los
familiares es uno de los aspectos más importantes al proveer de la información y
herramientas adecuadas.
Además, de acuerdo con Millán Calenti, J., Lodeiro Fernández, S. y Crespo López,
C. (2006), las siguientes recomendaciones contribuyen a mejorar el bienestar
entre la familia y el paciente con demencia.
Referente a la alimentación:
 Sustituir la cocina de gas con eléctrica o instalación de aparatos para la
detección de fugas de gas.
 Procurar un lugar fijo y seguro para la persona en la mesa.
 Colocar un reloj grande que sirve al paciente para orientarse y recordar el
horario de comidas.
 Uso de vajillas resistentes y de diferente color al de la mesa o las comidas.
 Emplear adaptaciones a los cubiertos si es necesario.
 No utilizar cubiertos peligrosos como cuchillos de sierra sin punta.
En cuanto al vestido:
 Mantener en buen orden los armarios y cajones.
 Disponer las prendas de vestir en el orden que han de utilizarse.
 Utilizar ropa cómoda y fácil de poner y quitar (holgada, con elástico, con
gomas o velcros). Evitar la sobreprotección.
En lo que corresponde al baño:
 Hay que programar el agua caliente a una temperatura agradable que no
sobrepase los 37 °C.
 Eliminar los seguros o llaves.
 Guardar detergentes y productos de limpieza en un lugar seguro.
 Colocar barandales o pasamanos para facilitar la entrada y salida de la
regadera.
 Uso de suelos o tapetes antideslizantes.
 Colocar una silla de ducha.
 Mantener unos hábitos fijos en lo que se refiere al baño.
Para el aseo personal:
 Mantener el botiquín de medicamentos fuera de su alcance.
 Ocultar espejos cuando la persona se sienta confundida, asustada o
enfadada.
 Respetar sus costumbres en lo que se refiere al arreglo personal como
maquillarse, depilarse, afeitarse o peinarse.
 Colocar a la vista solo los accesorios de aseo más utilizados.
Para el uso del inodoro se recomienda:
 Colocar señalizaciones.
 Instalación de luz permanente nocturna.
 Procurar que el ancho de la puerta sea adecuado, así como arreglar los
bordes afilados de los marcos.
 La altura del inodoro deberá modificarse a la persona.
 Colocar barras abatibles de apoyo que faciliten la sedestación, limpieza e
incorporación.
 Colocar en una posición adecuada el papel higiénico, pasta dental, etc.
En lo que se refiere a la movilización de la persona:
 Facilitar el acceso al domicilio con ascensores o rampas, así como
barandales de seguridad y señalización.
 Fijar o eliminar alfombras y tapetes que dificulten la movilidad.
 Retirar los muebles que puedan obstruir el paso o por sus esquinas
afiladas.
 Colocar protectores en los enchufes.
 No dejar las llaves del domicilio en lugares accesibles para el paciente.
 Colocar cerrojos y protección adicional a ventanas, balcones y terrazas.
 Utilizar auxiliares para la marcha y sedestación en caso de ser necesario.
Entre estos se encuentran bastones y andadores.
Si la persona tiene dificultar para trasladarse dentro del hogar:
 Adaptar la altura de sillas de ruedas, sillones, camas, y sillas.
 Colocar barras de seguridad.
 Existen herramientas como grúas eléctricas o tablas de transferencia que
facilitan el traslado cama-sillón-cama.
 Colocar superficies antiderrapantes
 El primer y último escalón deberán identificarse con un color diferente.
2.4.1 Impacto del diagnóstico en personas con demencia.
El siguiente punto trata de la importancia sobre el diagnóstico para la EA y las
demencias.
Es de mucha importancia para obtener una evaluación más precisa de la persona
mayor con pérdida de memoria progresiva, hablar con uno de los familiares o
cuidadores principales. Lo anterior ya que normalmente los pacientes no suelen
recordar realmente cuáles o como se presentan las diferentes ocasiones en las
que olvidan cosas. Como menciona, Cano Gutiérrez (2015) una de las situaciones
más complejas, es la que existe entre la relación médico, paciente, familiar a la
hora de dar a conocer el diagnóstico de una situación incurable y casi irreversible,
como las demencias. Por esto, a veces los pacientes no quieren admitir sus
problemas de memoria al médico o a sus familiares por miedo a se vuelvan
condescendientes o en el peor de los casos, le envíen a una residencia
permanente, y a esto habría que preguntarse cuáles serán los costos y qué tipo de
atención y cuidados recibirá, si en realidad serán los adecuados para estas
personas con problemas mentales. Una técnica utilizada es entrevistar a los
familiares o cuidadores sin que el paciente se encuentre presente. También hay
que realizar un abordaje respetuoso porque a veces hay conductas sexuales
inapropiadas, agresiones, por la sensibilidad del tema. Una charla en privado
puede generar una atmósfera cómoda para que la familia o el cuidador comenten
los problemas del paciente con honestidad, para esto es necesario contar con el
lugar y tiempo adecuado para llevar a cabo la entrevista.
Durante las siguientes paginas vamos a realizar un abordaje sobre las distintas
técnicas y herramientas para una valoración adecuada de la persona. Acerca de
esto, Millan Calenti, J. et al (2006), menciona que el diagnóstico de las demencias
tiene que estar en una valoración médica del paciente, que permita la detección
precoz y la presencia de DCL, para así poner en marcha las medidas preventivas
y terapéuticas adecuadas.
Esta valoración debe incluir:
 Historia clínica. Incluir antecedentes personales y familiares, situaciones
médicas y neuropsicológicas con especial importancia la recogida de
información por parte de un infórmate, familiar o cuidadores que convivan
con el paciente.
 Realizar una exploración física y neuropsicológica.
 Toma de exploraciones complementarias. Sobre este punto, en ausencia de
biomarcadores biológicos específicos, el diagnóstico debe realizarse por
exclusión, y la confirmación del mismo deberá esperar al estudio
histopatológico post-mortem.
Para recibir, procesara, memorizar y disponer de la información que recibimos del
entorno, el cerebro debe mantener las funciones cognitivas en un nivel adecuado
de funcionalidad, principalmente Millan Calenti, J. et al (2006) se refieren a la
memoria, la orientación, la percepción y capacidad visuoespacial, el lenguaje, la
praxis, la concentración, la atención, el cálculo y el razonamiento. De acuerdo con
los autores, en las personas mayores, la memoria no se afecta fisiológicamente,
sino que lo hace la capacidad de registro y la evocación de los recuerdos. Al
afectarse la capacidad de atención, los mayores se distraen más fácilmente
pudiendo llegar a desorientarse, primero en el plano temporal, después la parte
espacial y por último la que se refiere a la propia identidad (personal). Durante el
delirum la desorientación temporal es muy frecuente durante los episodios. La
evaluación para conocer si una persona mayor se encuentra desorientada se
realiza al preguntar:
 Orientación temporal y espacial: ¿En qué lugar nos encontramos?, ¿En qué
ciudad o colonia estamos? ¿Cuál es la fecha del día (día, mes, año)?
 Orientación personal: ¿Cuál es su nombre completo?, ¿Qué edad
tiene/fecha de nacimiento?
Para evaluar el nivel de concentración, se puede utilizar la prueba de dígitos.
Consiste en pedir a la persona que repita series de números cada vez más largas
comenzando por 3, como ejemplo tenemos: 2-5-9, 4-1-7-3, 8-4-6-3-7… así
sucesivamente; la puntuación es el número de dígitos más alto logrado por la
persona. La prueba de dígitos en orden inverso, también es una opción a
considerar y su puntuación adecuada sería de 4 dígitos; finalmente no hay que
descartar las pruebas mediante sustracciones seriadas y deletreo de palabras al
revés. Al realizar la valoración de la memoria anterógrada, que es la empleada en
la adquisición de información y material nuevo, se puede preguntar sobre
acontecimientos recientes de su vida diaria. Para conocer si hay afectación en la
memoria retrograda, la cual se refiere al recuerdo de información o material antes
aprendidos podemos preguntar sobre acontecimientos importantes de su vida
pasada o sobre hechos importantes que la sociedad haya experimentado (guerras,
recesiones).
Para realizar la evaluación del lenguaje se han de recoger varios aspectos que
pueden afectarse de manera independiente.
 El habla espontanea se evalúa después de escuchar al paciente durante
varios minutos articular palabras, el uso adecuado de la gramática y el
grado de fluidez o dificultad para encontrar las palabras adecuadas, así
como la entonación y melodía.
 Para evaluar la comprensión se pide a la persona que denomine objetos
primero con una palabra y después con frases más complejas.
 También ha de evaluarse la lectura y la comprensión, repetición y
denominación de textos.
Mediante la lectura y la escritura de dígitos y operaciones aritméticas se evalúa la
capacidad de cálculo de la persona. A su vez, con la imitación y gestos se evalúa
la capacidad de praxias, así como pedir al paciente que realice acciones como
peinarse, comer, vestirse, bañarse, etc. Para evaluar la capacidad constructiva se
le pedirá a la persona que copie un dibujo en tres dimensiones.
Como menciona Millan Calenti, J. et al (2006), las agnosias, que son la perdida de
la capacidad de reconocimiento de los objetos a través de los sentidos, para
evaluar esta capacidad se le pide al paciente que describa objetos o caras
(prosopagnosia). Durante la agnosia visual la persona puede ver los objetos, pero
no reconocerlos. Toda esta información ha sido tomada por varios autores para
elaborar instrumentos de valoración como lo son:
 MMSE (Mini Mental State Examination) de Folstein, elaborado en el año
1975. Este instrumento ha sido ampliamente aceptado como la primera
aproximación a la valoración cognitiva de la persona mayor. Son 11
preguntas que abarcan ítems relacionados con la orientación, la memoria
inmediata, la atención, el cálculo, el recuerdo diferido, el lenguaje y la
capacidad constructiva. La mayor puntuación es de 30 lo que equivale a un
estado normal, mientras que una puntuación menor de 21 indica un
probable deterioro cognitivo. Una vez descubiertas las alteraciones se
debe profundizar la investigación de las alteraciones mediante técnicas de
neuroimagen.
 El Mini Examen Cognoscitivo (MEC de Lobo, 1979) es la adaptación a la
población española del MMSE, teniendo una puntuación máxima de 35
para un estado mental normal.
 La escala de Pfeiffer (SPMSQ), consta de 10 preguntas que evalúan los
aspectos cognitivos de concentración temporal, espacial y personal; la
memoria y concentración; y el cálculo sencillo. La puntuación se obtiene
por los errores que obtuvo el paciente; así, 0 a 2 errores no se considera
deterioro, de 3 a 4 se considera deterioro leve, de 5 a 7 deterioro
moderado y de 8 a 10 como deterioro grave de la capacidad cognitiva.
 El test de reloj de Shulman, elaborado en el año 1986, es una prueba de
manipulación donde se indica al paciente que dibuje un reloj, es decir, una
esfera con sus números, y señale con las agujas una hora. De acuerdo a
sus aciertos se clasifican los errores en 5 grados, siendo 1 y 2 normales y
3 a 5, deterioro cognitivo.
De acuerdo con Millan Calenti et al, (2006) durante el diagnóstico de la demencia
habrá que tener en cuenta dos diferentes situaciones, el delirium y la depresión,
como herramienta para realizar una diferenciación y un diagnóstico preciso sobre
la situación actual de la persona mayor. El delirium o estado confusional agudo es
un síndrome orgánico cerebral que se caracteriza por una alteración de la
conciencia y del estado cognitivo con una evolución brusca y en poco tiempo, esto
lo diferencia de la demencia la cual es de comienzo insidioso y sin alterar la
conciencia. Esta condición es muy frecuente en las personas mayores
principalmente hospitalizadas o institucionalizadas.
De acuerdo con el manual diagnóstico para los trastornos mentales (DSM) hace
cuatro diferencias del delirium de acuerdo a su etiología.
 Delirium causado por una enfermedad médica.
 Delirium producido por sustancias (en los mayores comúnmente son los
fármacos.)
 Delirium debido a múltiples causas.
 Delirium no especificado.
Los siguientes criterios se han establecido para su diagnóstico:
1. Alteración de la conciencia (disminución de la capacidad de atención al
entorno) con disminución de la capacidad para centrar, mantener o dirigir la
atención.
2. Cambio en las funciones cognitivas, como fallos de memoria,
desorientación (espacial-temporal-personal) o presencia de una alteración
perceptiva.
3. Esta alteración se presenta durante un corto periodo de tiempo y tiende a
fluctuar a lo largo del día.
4. Demostración a través de la exploración física y pruebas de laboratorio
como resultado de una afectación médica directa.
Es frecuente que durante el estado confusional agudo se presente agitación y
alteraciones en el ritmo del sueño/vigilia. Los factores que pueden precipitar un
cuadro de delirium son el consumo de antiparkinsonianos como levodopa, los
psicofármacos como benzodiacepinas, algunos antihistamínicos y antitusígenos;
las infecciones de vías urinarias y las infecciones respiratorias; la
descompensación del organismo por enfermedades endocrinas como la diabetes,
hipo o hipertiroidismo o una intervención reciente.
En cuanto a la depresión, Millan Calenti et al, (2006) hacen alusión a la
pseudodemencia depresiva en la cual se observa un trastorno cognitivo, pero no
por una causa neurológica sino por un trastorno psiquiátrico funcional. También,
mencionan que la afectación de este estado cognitivo puede ser reversible a
comparación del observado en la demencia. Por otro lado, puede ocurrir que la
depresión preceda a la demencia o que coexista con ella. Los síntomas más
frecuentes que refieren los pacientes son: desorientación, dificultad para entender
preguntas, para concentrarse, para recordar y mantener la atención, así como
pérdida del apetito, ansiedad, enlentecimiento motor y de los procesos mentales,
descuido de la higiene y aliño personal, sin existir afasia, agnosia o apraxias.
2.4.2 Tratamiento farmacológico
Sobre ello, Budson A. y Solomon P. (2016) mencionan que, dentro de los
beneficios más destacados, los tratamientos actuales pueden ayudar a mejorar el
estado cognitivo e incluso hablan de un “atrasamiento del reloj” a como se
encontraba hace 6 a 12 meses la persona. El tratamiento farmacológico también
ayuda a mejorar los síntomas neuropsiquiatricos, así como el ahorro de los costos
por la aparición de medicamentos genéricos. Así mismo se ha comprobado que si
mejora el estado mental de la persona mayor y se logra mantener cierta
funcionalidad, la vida de los familiares y los cuidadores también se ve beneficiada,
de esta manera los familiares pueden encontrar tiempo para su propio desarrollo.
Siguiendo con Budson A. y Solomon P. (2016), el diagnóstico y tratamiento tiene
sus bases en cuatro pilares fundamentales: 1) tiene que ser de ayuda para la
persona mayor en su vida diaria; 2) hay que facilitar la ayuda a la familia y los
cuidadores mediante una adecuada combinación de tratamiento farmacológico
con tratamiento no farmacológico; 3) se tiene que procurar la reducción de costos
en medicamentos innecesarios que puedan tener, además, efectos adversos
sobre la persona; y 4) es indispensable considerar y planificar la vida futura de las
personas mayores con pérdida de memoria progresiva en asuntos como redacción
y firma de poderes notariales y la adecuación del entorno inmediato donde se
vivirá, preferentemente, el hogar, todo lo anterior como meta para mejorar la
calidad de vida de personas mayores y familiares.
En lo que se refiere al tratamiento farmacológico de las demencias, para Millan
Calenti et al (2006), hasta hace relativamente poco tiempo no existían fármacos
específicos para las demencias, siendo lo más común el tratamiento de los
síntomas. Actualmente sí hay fármacos cuya utilidad no está completamente
demostrada, pero parece que logran enlentecer el proceso de deterioro. Se
distinguen entonces, los fármacos para los síntomas cognitivos y los que se
utilizan para los trastornos conductuales y psiquiátricos.
Siguiendo con Millan Calenti et al, (2006), los fármacos que se utilizan en la
enfermedad de Alzheimer son los inhibidores de la acetilcolinesterasa o
anticolinesterásicos, que actúan inhibiendo las enzimas acetilcolinesterasa, por lo
que aumenta la disponibilidad de acetilcolina, una enzima neurotransmisora
relacionada con la EA y otros tipos de demencia. Estos inhibidores provocan
efectos secundarios que se tiene que tomar en cuenta a la hora de su
prescripción.
Estos fármacos son:
 Tetrahidroaminoacridina (tacrina): el primero en aprobarse, pero presenta
muchos efectos adversos secundarios, principalmente en sistema digestivo
y el hígado. Tiene una vida media de 6 horas.
 Donepezilo: está indicado para la EA leve o moderada. Es el más utilizado
actualmente, con indicaciones una vez al día iniciando con dosis de 5 mg
hasta llegar a los 10 mg a las 4 semanas.
 Rivastigmina: la dosis eficaz de este fármaco es entre 6 y 12 mg dos veces
por día, comenzado con solo 3 mg.
 Galantamina: se utiliza conjuntamente para la modulación alostérica de los
receptores ACh nicotínicos, efecto coadyuvante anticolinesterásico. Sin
embargo, sus efectos secundarios suelen presentar astenia, anorexia y
pérdida de peso; a nivel del sistema digestivo puede ocasionar náuseas,
vómitos, diarrea y epigastralgia); en el sistema cardiovascular puede
provocar bradicardia, bloqueo A-V, mareos y síncope; en el sistema
nervioso también puede ocasionar ansiedad, depresión, insomnio y
pesadillas. Los calambres musculares son un efecto secundario que se
puede reducir iniciando con las dosis terapéuticas bajas. Este medicamento
está contraindicado en personas con alteraciones del ritmo cardiaco;
gastritis y ulcera péptica; epilepsia y en casos de asma grave.
Otro grupo de fármacos más modernos en su introducción como fármacos anti
deterioro cognitivo son los antagonistas no competitivos del receptor N-metil-D-
aspartato glutamatergico, cuyo representante es la memantina. Este actúa
uniéndose a los receptores de NMDA, bloqueando la entrada de calcio a la
neurona y disminuyendo su mortalidad. Sus efectos adversos suelen ser
gastrointestinales (náuseas, estreñimiento, diarrea); neurológicos (trastornos del
sueño, agitación, confusión y cefaleas); y los mareos. La dosis se incrementa de
manera gradual de 5 a 10 mg, con dosis máximas de 20 mg. Este podría
combinarse con los inhibidores de la acetilcolinesterasa para potenciar los efectos.
(Millan Calenti, J., et al, 2006)
Por otra parte, de acuerdo con Millan Calenti, J. et al (2006), los inhibidores de la
amino oxidasa B (MAO-B) como la selegilina, son utilizados preferentemente para
la demencia por EP; igualmente han de utilizarse los antipsicóticos atípicos,
antidepresivos (inhibidores de la recaptacion de serotonina) y los
antiparkinsonianos. En el caso de los fármacos para el tratamiento del DC, se
encuentra los antioxidantes como el alfa tocoferol (vitamina E), y el extracto de
Gingko biloba; los estrógenos empleados en la terapia hormonal sustitutiva; los
AINE como piracetam, nimodipino y ácido acetil salicílico.
Durante la demencia por cuerpos de Lewy, los inhibidores de la
acetilcolinesterasa, se han mostrado efectivos, pero hay que tener especial
cuidado con la prescripción de neurolépticos que puedan provocar sensibilidad,
que se manifiesta como sedación, rigidez con inestabilidad postural y caídas. Se
utilizan también, levadopa o baclofeno por sus características espontáneas de
parkinsonismo. La levadopa o baclofeno se han utilizado con resultados
desiguales.
En lo que corresponde al tratamiento de la demencia vascular, son eficaces los
anticolinesterásicos junto a las medidas preventivas frente a los factores de riesgo
cardiovascular y la pentoxifilina.
Ahora bien, se ha de tener en cuenta que los síntomas conductuales y
psiquiátricos de la demencia se presentan con mayor frecuencia durante las fases
avanzadas de la enfermedad como son cambios afectivos y de humor, delirios,
alucinaciones, falsas percepciones, agitación, vagabundeo, agitación verbal,
ansiedad, apatía, y trastornos del sueño y del apetito. Ante estas situaciones los
fármacos más efectivos, pero también con más efectos secundarios son los
antipsicóticos (haloperidol, tioridazina) a comparación de los neurolépticos atípicos
(clozapina, risperidona, olanzapina o quetiapina). Son de elección los ansiolíticos y
benzodiacepinas ya que producen tolerancia y dependencia además de efectos
secundarios como sedación excesiva, aumento del riesgo de caídas, confusión y a
veces agravamiento de los síntomas. Sobre esto, Millan Calenti et al, (2006),
comparten que los benzodiacepinas más adecuadas son las de vida media corta
como lorazepam, lormetazepam y temazepan.
2.4.3 Distintos tipos de demencia y características asociadas.
Para obtener un diagnóstico preciso de la EA no existe una sola manera o
examen, El equipo de salud, conformado por médicos geriatras, neurólogos,
psiquiatras, etc. utilizan una variedad de acercamientos y herramientas que
ayudan a su diagnóstico. Dentro de ellos se incluye:
 Obtención de historia médica familiar del individuo que incluya historial
psiquiátrico, cognitivo y trastornos del comportamiento.
 Cambios en la capacidad intelectual y de comportamiento referidos por
cuidador primario.
 Pruebas físicas y cognitivas, así como estudios neurológicos.
 Pruebas de sangre y estudios de imagen para realizar un diagnóstico
diferencial entre diferentes tipos de demencia, tumores y deficiencias
nutricionales principalmente de ciertas vitaminas o micronutrientes.
 En algunas circunstancias, los estudios de imagen se utilizan para
identificar niveles altos de proteína β-amiloide, un sello distintivo de la EA;
niveles normales sugieren que la demencia no es a causa de la EA.
A continuación, de acuerdo con la Alzheimer’s Association (2019), abordaremos
cómo las diferentes causas de demencia están asociadas con distintos patrones
sintomáticos y anormalidades cerebrales. Varios estudios posmorten demuestran
que las personas con cambios cerebrales por EA, también presentan cambios
relacionados con un segundo tipo de demencia. Es importante que los individuos
reciban un diagnóstico preciso que asegure el tratamiento y cuidados adecuados
para cada tipo de demencia.
 Enfermedad de Alzheimer: Es la forma más común de demencia con un
60 a 80% de los casos. Se caracteriza por la dificultad para recordar
conversaciones recientes, nombres o eventos y fechas importantes. La
apatía y depresión son signos tempranos. Los síntomas a largo plazo
incluyen comunicación deteriorada, desorientación, confusión, disminución
del juicio, cambios de comportamiento y en fase terminal dificultad para
hablar, deglutir y caminar.
 Enfermedad cerebrovascular: Se refiere al proceso por el cual el sistema
vascular del cerebro es afectado y el tejido cerebral se encuentra
comprometido o dañado. La demencia en personas con evidencia de
enfermedad cerebrovascular se denomina demencia vascular. Cerca de 5 a
10% de los individuos muestran solamente evidencia de demencia vascular.
Sin embargo, es más común encontrarla como patología mixta, donde la
mayoría de los casos muestran evidencia de cambios cerebrales por
enfermedad cerebrovascular y EA. Deterioro en el juicio y la toma de
decisiones, planear u organizar tareas, son los síntomas iniciales, al
contrario de la pérdida de memoria asociada como síntoma inicial de la EA.
Además de los problemas cognitivos, las personas con demencia vascular,
pueden presentar problemas motrices, especialmente marcha lenta y
disfunción en el equilibrio.
Por su parte Millán Calenti, J., Lodeiro Fernández, S. y Crespo López, C.
(2006) sobre la demencia vascular, pues es la segunda en cuanto a
frecuencia después de la demencia por EA, con un total de casos que
supone el 12 a 20% de los casos de demencia. También se denomina
como demencia multiinfarto o demencia vascular isquémica, y está
determinada por la oclusión de los grandes vasos con compromiso
isquémico en las áreas que irriga. Se considera que es más frecuente en
los varones debido a una mayor presencia de factores de riesgo vascular
como la hipertensión arterial, la enfermedad cardiaca, el tabaquismo y la
diabetes. Este tipo de demencia presenta una instauración más brusca, que
evoluciona de manera escalonada, como brotes en su fase inicial. Los
cambios de la personalidad son menos importantes que otros tipos de
demencia; los pacientes frecuentemente presentan un estado de ánimo
deprimido, irritabilidad y cambios emocionales con crisis de risa y llanto.
Estos periodos de confusión son más comunes durante la noche.
 Demencia por cuerpos de Lewy: Los cuerpos de Lewy son agregaciones
(o grupos) anormales de proteína α-sinucleína en las neuronas. Cuando se
desarrollan en la parte del cerebro llamado córtex, la demencia (demencia
por cuerpos de Lewy) puede manifestarse. Las personas con demencia por
cuerpos de Lewy presentan algunos de los síntomas comunes en la EA,
pero son más propensos a desarrollar trastornos del sueño, alucinaciones,
alteraciones de la marcha y equilibrio y algunos síntomas parkinsonianos.
Por su parte, Millán Calenti, J., Lodeiro Fernández, S. y Crespo López, C.
(2006), la catalogan como la tercera causa de demencia y de difícil
diagnóstico por sus similitudes con la EA. En este caso la demencia por
cuerpos de Lewy es fluctuante con amnesia, afasia, desorientación
visoespacial, alucinaciones, apraxia, confusión e ideas delirantes más
agudizadas a comparación de la EA.
 Patologías mixtas: Cuando un individuo presenta evidencia de cambios
por más de una causa de demencia, la patología mixta es considerada
como la causa.
 Degeneración del lóbulo frontotemporal (enfermedad de Pick):
Demencia frontotemporal incluye demencias tales como demencia
frontotemporal con variante conductual, afasia progresiva primaria,
enfermedad de Pick, degeneración corticobasal y parálisis supranuclear
progresiva. Los signos típicos de detección temprana incluyen cambios
marcados en la personalidad y el comportamiento, así como dificultad para
producir y entender el lenguaje. A diferencia de la EA, la memoria se
encuentra intacta en las etapas tempranas de la enfermedad. Las células
nerviosas en los lóbulos frontal y temporal se encuentran específicamente
dañadas por lo que se observa una atrofia marcada. Además, las capas
superiores del córtex se vuelven suaves y esponjosas y con inclusiones
anormales de proteína (por lo general, proteína tau).
 Enfermedad de Parkinson: Los síntomas comunes de EP incluye lentitud
e inestabilidad en la marcha, rigidez y espasticidad y bradicinesia. En la EP
la proteína α-sinucleína aparece en una parte más profunda del cerebro
llamada sustancia negra. Estas placas causan degeneración de las células
nerviosas que producen dopamina. Conforme avanza la enfermedad, la
persona desarrolla demencia secundaria a la acumulación de proteína α-
sinucleína en el córtex. De acuerdo con Millán Calenti, J., Lodeiro
Fernández, S. y Crespo López, C. (2006), la prevalencia de Parkinson en la
población general es de una por cada mil personas. Suele iniciar entre los
40 y 70 años, su mayor incidencia es entre los 60 años. De acuerdo con los
autores, es una enfermedad neurológica lenta y progresiva, que produce
demencia en 20 a 60% de los sujetos que la padecen, la cual es
caracterizada por enlentecimiento motor y cognitivo, disfunción en la
capacidad de ejecución y deterioro de la memoria de evocación; es de
etiología desconocida y las principales manifestaciones clínicas son:
temblor de alguno de los miembros en reposo, bradicinesia, rigidez, marcha
festinante, disartria, reducción del volumen de la voz y tono monótono.
 En lo que corresponde a la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, Millan
Calenti, J. et al (2006), dice, es una encefalopatía espongiforme subaguda,
que es provocada por un virus lento y poco frecuente (prión). Los primeros
síntomas son la fatiga, trastornos del sueño, nerviosismo, confusión,
psicosis y deterioro de la memoria; durante el transcurso de la enfermedad
aparecen cefaleas, epilepsia, mioclonías y dificultad para ver.
 Por su parte la corea de Huntignton, afectta al núcleo caudado, por esta
razón se trata de una demencia subcortical. Es una enfermedad que se
transmite de forma autosómica dominante, lo que significa que los hijos
tienen un 50% de probabilidades de padecer la enfermedad. Los principales
síntomas son cambios de humor, enlentecimiento del pensamiento,
alteración en la memoria y cambios conductuales; el signo característico de
la enfermedad son los movimientos coreiformes en reposo que aparecen en
tronco, cara y extremidades.
 Por último, de acuerdo con Millan Calenti, J. et al (2006), otras formas de
demencia poco frecuentes son la aparecida por la infección del virus de
inmunodeficiencia adquirida, la cual afecta la sustancia blanca y las
estructuras subcorticales, lo que tiene como consecuencia apatía,
asilamiento social, ideas delirantes y alucinaciones. También se encuentra
la demencia por traumatismo craneal, cuyo deterioro depende del área
afectada, normalmente incluye amnesia postraumática, afasia, problemas
de atención y ansiedad.
2.5 Enfermedad de Alzheimer.
En lo que toca a la enfermedad de Alzheimer, Millán Calenti, J., Lodeiro
Fernández, S. y Crespo López, C. (2006), comparten que la demencia es de
comienzo lento e insidioso, pero que evoluciona de manera gradual y progresiva
entre dos y diez años. Al principio, se puede manifestar un sutil cambio de humor
acompañado de perdida de interés y deterioro de la memoria; en algunas
situaciones el paciente no es consciente de su déficit, lo que se conoce como
anosognosia, lo que ocasiona que la persona se encuentre turbado ante
situaciones nuevas. De acuerdo con los autores, es el tipo de demencia más
frecuente con un 55 a 60% de los casos de demencia en el mundo, con una
prevalencia mayor en las mujeres, sin embargo, este último dato no está
suficientemente claro cómo influye la mayor esperanza de vida en los estudios de
la enfermedad Alzheimer.
A nivel histológico, se aprecian corpúsculos neurofibrilares (acúmulos densos de
microfibrillas en el citoplasma de neuronas muertas); una reducción importante de
fibras colinérgicas en el lóbulo temporal, en áreas de asociación y disminución del
número de neuronas en el hipocampo. Por su parte a nivel macroscópico, se
observa atrofia cortical principalmente en las áreas frontales y tempoparietales.
Existe desorientación en espacio y tiempo a consecuencia de la misma afectación
a la memoria, así como una identificación errónea y falso reconocimiento. Durante
las primeras fases de la enfermedad, los trastornos de lenguaje son poco
evidentes iniciando con anomia, una incapacidad para encontrar la palabra
adecuada, lo que da lugar a circunloquios (giros al hablar) y sustitución de las
palabras (paráfrasis semántica); posteriormente estos trastornos dan lugar a la
perdida de la fluidez verbal y la presencia de ecolalias (repetición de palabras) y
palilalias (repetición compulsiva de ciertas palabras).
También la apraxia es un síntoma de la enfermedad, lo que afecta la capacidad
para realizar gestos o manipular objetos. Podemos observarlo en la dificultad para
copiar movimientos o dibujos, vestirse y en las fases más avanzadas en la
capacidad de comer o andar. Por su parte las dificultades gnósicas (integración
perceptiva) se manifiestan por no reconocer las formas geométricas, y en fases
más avanzadas una incapacidad de reconocer las caras de los familiares. Los
síntomas psiquiátricos también suelen acompañar la demencia por EA, donde
conviene destacar por su relativa frecuencia, la depresión, alucinaciones visuales
y auditivas y las ilusiones relacionadas con robos y maltrato por parte de otra
persona. La incontinencia urinaria es frecuente, así como los trastornos de
desinhibición sexual y la agresividad y durante el curso de la enfermedad pueden
manifestarse signos extrapiramidales como la pérdida de la expresión facial,
dificultades al inicio de la marcha, disminución de los movimientos de los brazos al
caminar y posibles mioclonías, sobre todo en las fases más avanzadas.
En lo que toca a la EA, la Asociación de Alzheimer en su revisión de 2019 sobre
datos y cifras, la define como un tipo de enfermedad cerebral tanto como la
enfermedad coronaria es una enfermedad grave del corazón. También la clasifica
como una enfermedad degenerativa lo que significa que los síntomas empeoran
con el paso del tiempo. Se considera que inicia 20 años antes de que los síntomas
se manifiesten, con pequeños cambios cerebrales que son imperceptibles por la
persona afectada. Después de años de cambios cerebrales, la persona afectada
comienza a notar pérdida de memoria y problemas del lenguaje. De acuerdo con
Millan Calenti, J. et al (2006) el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer
siempre vendrá apoyado por:
 Deterioro de las funciones cognitivas específicas: afasia, apraxia y agnosia.
 Incapacidad para realizar las tareas cotidianas y presencia de alteraciones
conductuales.
 Historia familiar, sobre todo si está confirmada neuropatológicamente.
 Resultados de laboratorio: punción lumbar normal, EEG normal o con
cambios inespecíficos, TAC con evidencia de atrofia y progresión
documentada por estudios seriados.
Siguiendo a Gil Gregorio (2015), fue Kraeplein quién en el año de 1910 público
esta entidad como Enfermedad de Alzheimer, luego de que Alois Alzheimer
presento los novedosos hallazgos que encontró en la corteza cerebral de la
paciente Frau Auguste. Clínicamente, la EA se caracteriza por un comienzo
insidioso y un deterioro cognitivo y funcional progresivo, así como modificaciones
en el estado ánimo con alteraciones psicóticas y de la conducta, durante el
transcurso de la enfermedad.
Siguiendo con el autor, el estudio Delphi estimó que, en el año 2001, había 24,3
millones de personas afectadas por algún tipo de demencia, y las proyecciones
para los años 2020 y 2040 se estiman en 42,3 y 80 millones de personas
afectadas, respectivamente, por estos graves problemas. El principal factor de
riesgo es la edad, y se ha observado una mayor incidencia en el sexo femenino.
Algunos autores consideran que el nivel escolar es un factor de riesgo, aunque
también existe la hipótesis en que la actividad intelectual estimula el crecimiento
dendrítico y podría apoyar en las reservas cognitivas. También existen debates en
relación con las enfermedades metabólicas y cardiovasculares como la diabetes o
hipertensión, que influyen en la afectación de diferentes órganos, dentro de ellos el
sistema vascular del cerebro, lo cual pueden favorecer la aparición de demencia
vascular, disminuyendo así el umbral en que la EA produce manifestaciones
clínicas.
2.5.1 Neuropatología.
De acuerdo con Gil Gregorio (2015) el aspecto del cerebro de una persona con EA
muestra una disminución del volumen, pero el cerebelo y el tronco cerebral
mantienen su aspecto normal. Los síntomas ocurren porque la sinapsis del
cerebro (o las neuronas) encargadas de procesos como el pensamiento, el
aprendizaje y la memoria se encuentran dañadas o han sido destruidas.
Normalmente los individuos viven con los síntomas de EA por años, con el tiempo
tienden a aumentar e interfieren con la capacidad de la persona para llevar a cabo
sus actividades de la vida diaria. Más aún, cuando la enfermedad progresa,
actividades centrales de la persona como planear eventos familiares o participar
en deportes y actividades, no es posible llevarlas a cabo. Eventualmente, las
neuronas en las partes del cerebro que permiten a la persona ejecutar funciones
corporales básicas, tales como caminar o deglutir se verán afectadas. Las
personas en estados terminales de la EA son completamente dependientes para
sus actividades de la vida diaria y requieren cuidados durante todo el día. La EA
es una enfermedad ulterior.
En dichas conexiones llamadas sinapsis, la información viaja a través de
pequeños impulsos eléctricos gracias a los neurotransmisores que son sustancias
químicas liberadas por una neurona y recibidos por otra. Se estima que el cerebro
humano tiene cerca de 100 trillones de conexiones sinápticas. Estas permiten que
las señales viajen rápidamente a través de los circuitos neuronales, creando las
bases para la memoria, los pensamientos, las sensaciones, las emociones y los
movimientos y habilidades.
Por otra parte, la Sociedad Española de Neurología (2013), menciona que en la
enfermedad de Alzheimer se produce una atrofia cerebral progresiva, bilateral y
difusa, que comienza en regiones medias temporales para afectar luego al
neocórtex, sobre todo al temporal, parietales y frontal. Se producen la lesión y
posterior destrucción de la neurona cerebral, en relación con la aparición tanto de
depósitos extracelulares insolubles (placas amiloides) como intracelulares (ovillos
neurofibrilares). El elemento fundamental de los depósitos extracelulares es la
proteína β-amiloide, que forma fibrillas y se agrega constituyendo las placas
difusas y las placas neuríticas, estas últimas con núcleo denso y presencia de
neuritas distróficas β-APP+ (proteína precursora de β-Amiloide inmunopositiva).
El β-amiloide se produce por una escisión anómala de la APP. Pero en la
enfermedad de Alzheimer predomina la escición consecutiva de la APP por parte
de la β-secretasa primero, y de la γ-secretasa después, formándose entonces el
péptido β-amiloide, insoluble, que las neuronas excretan a su exterior. A
continuación, las células de la glía (astrocitos y microglía) intentan sin éxito la
eliminación del β-amiloide, generándose un proceso inflamatorio que, junto con el
propio efecto tóxico del β-amiloide, contribuye a lesionar a las neuronas. En
resumen, el funcionamiento es llevar a cabo el metabolismo de la glucosa, su
principal combustible.
Algunos de los síntomas para identifica la EA u otros tipos de demencia incluyen:
 Pérdida de memoria que interfiere con la vida diaria: Uno de los signos
más comunes de EA es la pérdida de memoria, especialmente olvidar
información recientemente aprendida. Otros incluyen olvidar fechas
importantes o preguntar continuamente por la misma información o la
creciente necesidad de usar recordatorios escritos o en dispositivos
electrónicos.
 Dificultad para planear actividades y resolver problemas: Algunas
personas experimentan cambios en su habilidad para desarrollar y seguir
un plan o trabajar con números. Pueden experimentar problemas para
cocinar una receta, para llevar registros y pagos mensuales o para contar el
cambio. Así como dificultad para concentrarse y mayor tiempo para realizar
actividades del que normalmente les tomaría.
 Dificultad para completar tareas en el hogar, en el trabajo o en su
tiempo libre y de ocio: Las personas con EA por lo general encuentran
dificultad para llevar a cabo sus actividades de la vida diaria. A veces, a las
personas se les dificulta manejar a una dirección conocida, administrar un
presupuesto en el trabajo u olvidar las reglas de su juego favorito.
 Desorientación en tiempo y espacio: Personas con EA pueden perder el
seguimiento de fechas, estaciones o el paso del tiempo. Pueden presentar
problemas para entender algo que no esté sucediendo de inmediato. A
veces olvidan en dónde están o cómo llegaron ahí.
 Problemas en el dominio visoespacial: Para algunas personas, tener
problemas de visión es un signo de EA. Pueden presentar dificultad para
leer, calcular distancias e identificar colores y contrastes, lo que ocasiona
dificultad para manejar.
 Nuevos problemas con las palabras al hablar o escribir: Las personas
con EA suelen tener dificultad para seguir o unirse a una conversación.
Suelen detenerse a mitad de la conversación sin tener idea de que están
hablando o repetir las oraciones. Pueden experimentar dificultad con el
vocabulario y problemas para encontrar la palabra adecuada incluso,
nombrar erróneamente los objetos y las personas.
 Perder objetos o dejarlos en un lugar inusual: Suelen dejar sus objetos
de uso personal en lugares inusuales, extraviarlos por completo o dificultad
para regresar en sus pasos y encontrarlo. En ocasiones acusan a los
demás de robarles sus objetos. Este problema aumenta con el tiempo.
 Juicio disminuido o pobre: Las personas con EA pueden presentar
cambios en su juicio y toma de decisiones. Por ejemplo, al momento de
lidiar con el conteo y manejo de dinero, así como poca atención en su aseo
personal.
 Apartamiento del trabajo y actividades sociales: Tienden a alejarse de
sus actividades sociales, hobbies, trabajos, deportes y grupos de apoyo.
También se aíslan socialmente debido a los cambios que están
presentando.
 Cambios de humor y personalidad: El estado de ánimo y la personalidad
de las personas con EA puede cambiar. Pueden estar confundidos,
suspicaces, deprimidos, temerosos o ansiosos. Suelen enojarse con
facilidad en su hogar, en el trabajo, con amigos o en lugares fuera de su
zona de confort.
2.5.2 Patogenia
Siguiendo con Gil Gregorio (2015) la EA y otros procesos degenerativos son el
resultado de depósitos de agregados insolubles de proteínas que producen
efectos tóxicos y/o alteran el funcionamiento neuronal y destruyen
progresivamente el tejido cerebral. Entre las principales hipótesis sobre la
formación de estas sustancias tóxicas para el cerebro, se encuentran la de la
cascada amiloide, por lo que se produce disfunción neuronal y muerte celular por
depósitos de Ab (subproducto del metabolismo normal de la proteína precursora
de amiloide –APPb-la cual se localiza en un gen en el cromosoma 21). Esta
síntesis tiene lugar en el retículo endoplásmico rugoso, pasa al aparto de Golgi,
que empaca en vesículas de transporte y finalmente se aloja en la membrana de
la célula, después de dos procesos con actividad proteolítica secuencial conocidos
como “g-secretasa” y “b-secretasa” (enzima de degredación de Ab).
Tras la degradación de la proteína precursora amiloidea por la enzima b-secretasa
se produce el péptido Ab. Durante la EA se produce una mayor cantidad, así como
una menor capacidad de depuración de Ab. A su vez la proteína tau de los ovillos
(conglomerado anormal de proteínas dentro de las neuronas), se encuentra
fosforilada, sin embargo, hace falta establecer si esta degradación está
involucrada en la agregación de la proteína.
2.5.3 Genética
Gil Gregorio (2015), menciona que la mayoría de los casos de EA son
esporádicos, y solo un porcentaje menor a 5% tiene que ver con situaciones
familiares y de comienzo precoz. Entre estas causas se encuentran las
mutaciones producidas en los genes del precursor amiloide en el cromosoma 21,
en la presenilina 1 del cromosoma 14 y la presenilina del cromosoma 1. Estas
mutaciones en los genes involucrados en la degradación de APP tienen la
capacidad de producir un cuadro completo de EA. A su vez, los estudios genéticos
demuestran una asociación de la enfermedad con la Apolipoproteína localizada en
el cromosoma 19.
Otros genes asociados a EA de inicio tardío han sido A2M, que codifica g2-
macroglobulina, y LRP1, que codifica la proteína 1 relacionada con el receptor de
la lipoproteína de baja densidad, ambos en el cromosoma 12; polimorfismos de
VLDL-R, en el cromosoma 9, e IL1A, en el cromosoma 2, que codifica la
interleuquina 1a, el receptor 1 del complemento (CR1), el receptor 1 que contienen
el dominio VPS relacionado con la sortilina (SORCS1) y la proteína que liga al
fosfatidilinositol (PICALM). La importancia de las modificaciones en estos genes y
en otros como el de la cisteína deriva del hecho de que pueden influir en la edad
en la que se inicia la enfermedad y también en la progresión de la misma.
2.5.4 Diagnóstico diferencial.
Es importante para los profesionales de salud, en el primer nivel de atención ser
capaces de identificar de manera oportuna el deterioro cognitivo y conocer qué
otros problemas de salud van a cursar con cierto grado de déficit o alteración
cognitiva. El manual ICOPE reconoce las siguientes enfermedades que cursan
con síntomas cognitivos.
 Deshidratación grave: La deshidratación grave y otros problemas
relacionados con una nutrición deficiente pueden ocasionar delirium o
cuadro confusional aguado, el cual es un estado abrupto de déficit en la
conciencia y la capacidad para poner atención al entorno con afectación a
el resto de dominios mentales. Estos problemas si no son detectados y
atendidos oportunamente pueden llegar a ser fatales.
 Síndrome confusional agudo: Se trata de un estado mental caracterizado
por una falta drástica y repentina de la capacidad de prestar atención. Las
personas presentan una confusión sobre dónde están y la hora qué es.
Este cuadro se desarrolla en un periodo breve y suele ir y venir a lo largo
del día, es provocado por causas orgánicas como infecciones,
intoxicaciones, o alteraciones metabólicas como la hipoglucemia y la
hiponatremia, incluso el síndrome de abstinencia.
 Polimedicación: Cuando se administran dos o más medicamentos, estos
pueden reaccionar unos con otros provocando efectos secundarios
adversos. Es importante agregar que las personas que sufren varias
comorbilidades se verán afectados por los cambios fisiológicos
relacionados con la edad que alteran la forma de entrada y salida de los
medicamentos.
 Cirugía mayor y anestesia general: Estas intervenciones son un riesgo
conocido de deterioro cognitivo. Por eso habrá que indagar si se ha
producido después de una intervención operatoria. De ser así, existe el
riesgo de que se agrave la situación con otra intervención quirúrgica.
 Enfermedades cerebrovasculares: Estas guardan una fuerte asociación con
el deterioro cognitivo. Si el paciente tiene antecedentes de ictus o accidente
isquémico transitorio, la prevención de estos eventos es la manera de
impedir que progrese la disminución cognitiva.
2.5.5 Medidas preventivas
Al momento publicarse el libro (AGREGAR LIBRO GIL GREGORIO GERIATRIA)
el autor menciona que la reducción del riesgo para desarrollar EA depende de los
cambios en el estilo de vida, así como las mejoras en las terapias y tratamientos.
Algunos estudios ofrecen una robusta evidencia sobre la reserva cognitiva, un
concepto que combina los beneficios de la educación y la actividad mental y
ocupacional y su relación con el ejercicio físico, la reducción de la obesidad y la
disminución en el consumo de alcohol y tabaco como los principales factores de
riesgo modificables más importantes. Además, asegura que no existe suficiente
evidencia que respalde la asociación de la dieta o suplementación con
antioxidantes o vitaminas del grupo B y su prevención de la EA. La única evidencia
disponible es sobre la dieta mediterránea y su capacidad neuroprotectora. Algunos
medicamentos como los estrógenos tienen un efecto nuetrófico y una propiedad
antiamloidea potenciando la neurotransmisión y favoreciendo la supervivencia de
las neuronas, así como los AINEs actuarían sobre la formación de los conjuntos
de sustancias proteicas en la microglía, lo cual da pauta al estudio preventivo de
los AINEs en la EA.
2.6 Intervenciones cognitivas en DCL y demencia.
Por lo que se refiere a la prevención del deterioro cognitivo, como promoción de
un envejecimiento activo, como mencionan Castellví, M. y Bosch, B., (2012) este
concepto se centra en la búsqueda de factores y condiciones que ayuden a
identificar el potencial del envejecimiento y a identificar vías para modificar en
sentido positivo el envejecimiento normal o patológico. Principalmente este
apartado trata sobre la intervención de las capacidades cognitivas, afectivas, de la
personalidad y sociales.
De acuerdo con las autoras, (Castellví, M. y Bosch, B., 2012) antes de justificar
como debe intervenirse cognitivamente sobre la memoria o los trastornos
cognitivos en el DCL o EA, es conveniente hacer la aclaración de conceptos que
podrían dar lugar a ciertas confusiones o falsas expectativas sobre este tipo de
intervención.
Primeramente, porque aún no existe un consenso en la literatura sobre como
designar aquellas intervenciones o actividades que promueven la mejoría, el
mantenimiento o el enlentecimiento de los procesos neurodegenerativos que se
han abordado a lo largo de la investigación, o que, a su vez, incidan de manera
favorable en la funcionalidad de la persona y su entorno próximo inmediato. Un
término que ha sido utilizado en la literatura española es el de intervención
cognitiva, que podría definirse como un conjunto de métodos y estrategias
sistematizadas que pretenden activar y ejercitar los procesos cognitivos de la
persona, con el objetivo de lograr la optimización de su rendimiento y
funcionalidad para las actividades diarias. Ahora bien, en determinadas
situaciones como la enfermedad de Alzheimer, Clare (2014) durante una revisión
de las intervenciones cognitivas en la demencia, distingue dos tipos principales de
estas:
 Estimulación cognitiva: Se refiere al conjunto de actividades destinadas a
activar y mantener las capacidades mentales globales, adaptadas a las
capacidades cognitivas residuales de la persona, con la intención de
mejorar aspectos cognitivos no específicos junto con la funcionalidad social.
 Entrenamiento cognitivo: Implica el aprendizaje de técnicas y habilidades,
mediante la práctica repetida en tareas que son inherentes al problema,
utilizando taras estandarizadas, con la finalidad de mejorar un dominio
cognitivo.
y a su vez las distingue del término:
 Rehabilitación neuropsicológica: Consiste en una aproximación
personalizada, para ayudar al paciente con deterioro cognitivo, a los
cuidadores y familiares, mediante programas centrados en las actividades
de la vida diaria con el objetivo de generalizarlos a nuevas situaciones.
El debate en torno al uso de estas estrategias sigue abierto y ganando mayor
importancia cada día dentro de las ciencias que estudian el envejecimiento
neurológico de la persona mayor. Ante esto, se tiene que considerar si las
intervenciones serán orientadas con una visión restitutiva, compensatoria, o de
optimización de actividades acorde a las funciones residuales. Las estrategias
restitutivas, buscan mejorar el funcionamiento en dominios no específicos, a través
de la estimulación repetitiva para conseguir la activación de los circuitos
cerebrales con el objetivo de recuperar el funcionamiento previo a la lesión. Por su
parte, las estrategias de optimización, de las funciones residuales, están
orientadas en la reorganización de los procesos cognitivos conservados, así como
fomentar el mantenimiento de las capacidades mejor preservadas en la persona
con deterioro cognitivo o demencia; esta aseveración parte del principio que le
déficit cognitivo no es total, sino que se ha reducido en cuanto a su eficiencia. En
lo que corresponde a las actividades de tipo compensatorio con una visión
funcional para afrontar el déficit, mediante el uso de estrategias internas y
dispositivos externos que disminuyan la necesidad de utilizar la memoria
prospectiva, cabe diferencias de los dispositivos externos, las adaptaciones que
han de realizarse al ambiente mediante dispositivos manuales o eléctricos.
Habría que decir también, que las intervenciones cognitivas, de acuerdo con
Castellví, M. y Bosch, B. (2012), empiezan a demostrar eficacia ante el deterioro
cognitivo leve, sobre todo el de tipo amnésico o relacionado con la memoria, lo
cual se ha convertido en una de las alternativas terapéuticas ante la detección de
este problema. Es importante resaltar con esto, la importancia del profesional en
Gerontología, en el primer nivel de atención. Recordemos que la prevención, como
mencionan las autoras, la prevención se plantea como el tratamiento más efectivo
hasta hoy ante la aparición de DCL o cualquier tipo de demencia, y esta se auxilia
de la intervención cognitiva como herramienta eficaz para su desarrollo, aunque
no la única. Sin embargo, el debate sobre la eficacia y el desarrollo de un
protocolo de intervención sistematizado, sigue sobre la mesa, con múltiples
conclusiones a favor y en contra de las mismas. Por ejemplo, una de las
revisiones sistematizadas más amplia fue llevada a cabo por Li et al (2011)
concluye que los beneficios de la intervención cognitiva son considerados como
dominio dependiente, ya que, sobre todo, mejora las funciones lingüísticas y en
menor medida el resto de dominios mentales, incluyendo la memoria episódica y
de trabajo. De igual manera apoya la intervención cognitiva por su efecto positivo
sobre el grado de funcionalidad para sus actividades de la vida diaria. Por ejemplo,
el uso de programas de intervención cognitiva informatizada donde se entrenan
diferentes funciones cognitivas y se modula la complejidad de las mismas,
demostró a los tres meses una mejoría en pruebas de memoria episódica, así
como reducción de los síntomas depresivos. Caso contrario, la Universidad de
Zurich considera que la intervención cognitiva en el DCL tiene unos efectos
limitados ya que no todas las mejorías son atribuibles a la intervención directa
sobre la memoria.
A todo lo anterior no debemos descuidar, durante la intervención cognitiva en el
DCL los cambios emocionales y motivacionales que puedan afectar la disposición
y el rendimiento cognitivo, ya que estos participan en el procesamiento de la
información. La capacidad cognitiva y las emociones son variables que se
retroalimentan ya sea en una dirección de mejoría como de empeoramiento. De
acuerdo con Castellví, M. y Bosch, B. (2012) al aprovechar la capacidad de
introspección de la persona, se le puede ayudar, formándole principalmente en la
automonitorización de los resultados, es decir, enseñarle a ser más consciente
sobre cuál es su nivel de competencia y cuáles son las tareas donde presenta más
limitaciones. De esta manera tanto el terapeuta como el paciente han de
plantearse objetivos más personales que incrementen la autoestima y la
motivación de la persona con DCL.
Otro rasgo se refiere al entrenamiento específico de la memoria, donde la
intervención cognitiva deberá considerar la optimización de más funciones como la
atención y las funciones ejecutivas, ya que su desempeño en el proceso de la
codificación, almacenamiento y recuperación de la información es de suma
importancia. Para el diseño de los programas de intervención cognitiva, el primer
paso consiste en tener en cuenta no solo el modelo sobre el que se sustenta la
funcionalidad de los diferentes sistemas de memoria, sino también el contenido
teórico de intervención que permita plantear objetivos a mediano plazo para
minimizar la pérdida de funcionalidad del paciente. De acuerdo con Castellví, M. y
Bosch, B. (2012), estos talleres de memoria se realizan de forma ambulatoria con
una frecuencia de dos días por semana con una duración de entre 60 y 90 minutos
por sesión, iniciando y terminando con actividades fácil-medio para no fatigar a la
persona y que esta tenga la satisfacción de haber alcanzado el objetivo planteado
al inicio de la sesión. Dentro de los talleres de memoria es recomendable que
algunas sesiones sean dedicadas al manejo de ayudas externas. Estas ayudas se
irán implementando en función de su necesidad, alcance y utilidad, las ayudas
más utilizadas actualmente son agendas, cuadernos de notas, tabletas portátiles,
asistentes por voz y calendarios. Para que estas herramientas sean eficaces se
debe enseñar de manera correcta, a las personas mayores y familiares su
utilización y recalcar la importancia sobre su incorporación en las actividades
diarias. Un diseño común de trabajo de un taller de memoria es iniciar con una
explicación a los participantes sobre el objetivo que va a trabajarse en la sesión,
continúa con ejercicios de orientación a la realidad, de relajación o uso de la
agenda. A partir de aquí, el diseño del taller variará dependiendo su orientación y
la gravedad del déficit; por ejemplo, una persona con una alteración leve en la
memoria, puede optarse por una intervención en tres tipos de estrategias a
diferencia de un deterioro más intenso, como en las fases prodrómicas de la EA,
donde se pueden aplicar estrategias de tipo compensatorio y de optimización de
las funciones residuales. Es importante, además, durante las intervenciones para
procesos de memoria, alternar los ejercicios de diferentes modalidades como
verbales, visuales y visoespaciales y que el terapeuta, domine las siguientes
estrategias fundamentales:
 Aprendizaje sin errores: Se apoya en el aprendizaje experimental que
consiste en evitar o disminuir la ocurrencia de errores durante la fase del
aprendizaje. Esta tiene su fundamento en que cuando la memoria explicita
está alterada, algunos errores que se producen durante el aprendizaje
pueden ser reforzados por la repetición y provocan que no pueda
distinguirse entre la respuesta correcta y la respuesta falsa inadvertida.
 Recuperación espaciada: Consiste en solicitar al paciente que recuerde
determinada información durante cortos intervalos de tiempo, que
progresivamente se van dilatando y entre los que se incluye una tarea de
interferencia. Cuando existe déficit en los recuerdos en uno de los
intervalos se vuelve al anterior. Existen consideraciones que afirman que
una vez superado el intervalo de 15 minutos a una hora, la memoria ha sido
almacenada a largo plazo.
 Desvanecimiento de pistas: Consiste en difuminar de forma progresiva los
indicios administrados al paciente respecto a la información que tiene que
memorizar durante el proceso de aprendizaje.
2.7 Medidas de prevención.
En lo que corresponde a las medidas de prevención para Deterioro Cognitivo, las
podemos integrar como categorías para el entrenamiento mental, para el
entrenamiento físico y en el control de las enfermedades cardiometabólicas. Sobre
el entrenamiento cognitivo, Pousada Fernández, M., de la Fuente Armanz, J.,
(2005), comparten que las personas que mantienen un elevado nivel intelectual
durante la etapa de la vejez, son también las que se involucran en estilos de vida
más alentadores. De acuerdo con los autores, se trata de relaciones recíprocas.
Es decir, las personas que mantienen sus capacidades cognitivas tenderían más a
desarrollar actividades de tipo educacional de las que no las mantienen, lo que
contribuye a mantener un nivel estable de funcionamiento intelectual.
Recientemente también ha incrementado el interés sobre la plasticidad cerebral en
el mantenimiento o mejoramiento de las capacidades cognitivas. Esta plasticidad
se define como la capacidad de una neurona para adaptarse a cambios en el
ambiente interno o externo, a las experiencias previas o a las lesiones.
Actualmente existe evidencia científica, que sugiere que el entrenamiento
cognitivo y la estimulación ambiental pueden resultar factores relevantes en el
tratamiento de las alteraciones cognitivas durante el envejecimiento normal en la
medida que promueven la plasticidad cerebral.
Es actualmente conocido, que los procesos cognitivos, en particular la memoria,
no es un evento aislado e independiente, sino que se constituye de un modo
interrelacionado con las demás capacidades cognitivas, como la atención, el
lenguaje, las tareas ejecutivas, el cálculo y el intelecto, por mencionar algunas.
Siguiendo con Pousada Fernández, M., de la Fuente Armanz, J., (2005), cuando
se habla de entrenamiento cognitivo, se hace referencia al conjunto de estrategias
y técnicas que se enseñan, se practican y se aplican con el objetivo de optimizar
los procesos y actividades para el manejo de la información.
En el entrenamiento cognitivo global, se suelen trabajar los siguientes aspectos:
 Relajación: Algunas investigaciones han mostrado que las personas
mayores pueden beneficiarse del entrenamiento cognitivo si este es iniciado
con una fase de relajación.
 Atención y concentración: A comparación de los jóvenes, las personas
mayores suelen demostrar un nivel inferior de atención y sus diferentes
funciones como la selección de información relevante (atención selectiva),
para realizar más de una tarea a la vez (atención dividida) y en el
mantenimiento de la atención durante largos periodos de tiempo (atención
sostenida). Por eso es importante estas prácticas en el entrenamiento
cognitivo.
 Asociación: Asociar diferentes contenidos mentales va a tener una
incidencia directa sobre la accesibilidad de los mismos. Por esta razón los
programas de entrenamiento cognitivo deben incluir estrategias para
asociaciones variadas que sean visuales, verbales, personales,
contextuales, etc.
 Organización y significado: Estos son dos de los elementos clave para el
aprendizaje, entendido no como un proceso pasivo de recepción de
información, sino como un proceso activo donde la persona tiene la
oportunidad de manipular y reestructurar la información que recibe.
Los programas de entrenamiento cognitivo con la intención de mejorar las
capacidades mentales, deben establecer objetivos generales pero relevantes,
como la importancia que tiene dar a las personas la información precisa acerca de
los cambios en su atención o memoria habituales para reducir su incertidumbre, lo
que contribuye a reducir la ansiedad y la preocupación que se presenta en
muchos individuos. También es importante concientizar sobre los factores que
inciden en la motivación y autoestima de la persona, como el formar parte de
grupos sociales, compartir su experiencias e inquietudes, y contar con un espacio
que les ayude a caer en cuenta de su propio potencial y sus propias capacidades
para optimizar su funcionamiento cognitivo.
2.8 Estimulación Cognitiva.
Acerca de la Estimulación Cognitiva (EC) Lastre Meza, K., Aguas de la Puente, L.
y Parra Sarmiento, K. (2019) a través de una investigación determinaron los
efectos del programa de estimulación y mantenimiento cognitivo en demencias
(CORTEX) en una población con deterioro cognitivo de un asilo de Colombia.
Actualmente, continúan desarrollando el estudio y hasta ahora se ha determinado
que el DCL afecta a un gran número de adultos mayores y es considerado uno de
los motivos de consulta más frecuentes en neurología, al punto de considerarse un
problema de salud pública. De acuerdo con las investigadoras, la implementación
de programas de estimulación en poblaciones con deterioro cognitivo ha sido
objeto de investigación científica en el contexto internacional y nacional; sin
embargo, no existe suficiente evidencia científica que demuestre el uso del
programa de estimulación y mantenimiento cognitivo CORTEX; solo se cita el
estudio de Jiménez (2015), quien intentó comprobar la eficacia de la estimulación
cognitiva en un paciente con alteración cognitivo-emocional; para ello se apoyó en
varios programas, entre los que incluyó el CORTEX de Maroto, Blanco, Berrocosa,
Sánchez y Saavedra (2012), cuyos resultados confirmaron el hecho de que la
estimulación cognitiva es una clave importante en la ralentización del deterioro
cognitivo y, por ende, en la elevación del estado de ánimo de los ancianos.
Podemos concluir que las investigaciones orientadas principalmente a programas
de entrenamiento en personas mayores, sobre diversas funciones cognitivas,
entre ellas la memoria, el lenguaje, funciones visoespaciales, razonamiento,
lectura y escritura, además de potenciar la coherencia funcional y la integración
personal, así como medir la efectividad de intervenciones multidimensionales que
combinan actividades físicas, cognitivas y sociales, desarrolladas para promover la
actividades básicas, instrumentales o avanzadas y, por ende, la función cognitiva
en adultos mayores con deterioro cognitivo. A su vez una revisión sistemática
sobre los tratamientos disponibles en el manejo del DCL, arrojó que intervenciones
como electroterapia, ejercicios físicos, atención plena, terapia cognitiva conductual
y técnicas más novedosas, telerehabilitacion, neurofeedback, entrenamiento
cognitivo en el hogar, versus entrenamiento computarizado, donde se incluyen las
aplicaciones en tabletas portátiles, se emplean para prevenir o retrasar el avance
del deterioro cognitivo en sujetos. Del programa de intervención CORTEX se
puede concluir que se dieron cambios positivos en las áreas de lenguaje,
memoria, atención y praxias. (Lastre-Meza, 2019). Después de la aplicación del
programa con una duración de 30 sesiones se observaron cambios favorables
para los usuarios, diferencias comprobadas estadísticamente, por lo que se resalta
la validez y efectividad del entrenamiento cognitivo, lo cual depende en gran
medida de la frecuencia y duración de las sesiones, así como el tiempo general de
intervención por parte del equipo multidisciplinario. Durante la aplicación del
programa CORTEX se trabajaron 4 módulos: atención, lenguaje, gnosias y
praxias, por lo que para comprobar mejor su validez es indispensable trabajar el
resto de áreas e incluir módulos de cálculo, memoria, funciones ejecutivas y
orientación.
Relacionado con lo anterior, Wanders, L. et al (2021) realizaron un estudio en
donde examinaron la asociación entre el comportamiento sedentario y la función
cognitiva en individuos con una media de edad de 61 años. De acuerdo con los
autores, el comportamiento sedentario está siendo considerado recientemente
como factor de riesgo adverso ante la recuperación de una enfermedad, incluidas
la diabetes mellitus 2, enfermedades cardiovasculares, así como el riesgo de
mortalidad. Sin embargo, la evidencia frente a la asociación de comportamiento
sedentario y el deterioro cognitivo es aún poco clara. Algunos estudios previos en
este campo examinan el comportamiento sedentario como la cantidad de horas de
inactividad de los dominios cognitivos (al mirar T.V. por ejemplo) y la cantidad de
horas de entrenamiento cognitivo (por ejemplo, leyendo, trabajando, o tocando un
instrumento). De acuerdo con los autores, el tiempo pasado trabajando en la
computadora ha sido asociado positivamente con las funciones cognitivas, por su
parte, se observa un efecto contrario al mirar T.V. En esta misma línea, un mayor
número de horas leyendo o trabajando en computadora se han asociado con un
menor riesgo de deterioro cognitivo.

Capítulo 3. Importancia de la detección temprana en el


primer nivel de salud.
3.1 Modelo de Atención Integrada en las Personas.
En el año 2015, se publicó el Informe Mundial sobre Envejecimiento y Salud, a
través de la OMS. En este informe su estableció la meta del envejecimiento
saludable, la cual consiste en mantener el mayor grado de capacidad intrínseca y
funcional de la persona. La capacidad intrínseca son todas aquellas condiciones
que orillan a la persona mayor a solicitar ayuda para sus actividades de la vida
diaria, ya sean básicas o instrumentales. El Manual ICOPE (Integrated Care for
Older People) por sus siglas en inglés, cosiste en una guía sobre la evaluación
funcional de la P.M., así como la descripción de los esquemas de atención
primarios de salud.
Se basa también, en la Guía de Atención Integrada para Personas Mayores, la
cual consiste en 13 recomendaciones basadas en evidencia para llevar a la
práctica en el nivel de comunidad, la atención integrada y centrada en la persona.
A lo largo del manual ICOPE, se ofrecen esquemas de atención para el abordaje
de las principales causas asociadas con la pérdida de la capacidad intrínseca, las
cuáles son la pérdida de movilidad, nutrición deficiente, disminución de agudeza
visual, pérdida auditiva, deterioro cognitivo y síntomas depresivos. Esta
metodología propone como clave para el envejecimiento saludable la optimización
de la capacidad intrínseca y la capacidad funcional y sirve como base para las
directrices nacionales y la inclusión de los servicios destinados a prevenir la
dependencia en los programas de atención primaria. (OMS, 2020)
El manual ICOPE, está dirigido a los trabajadores de salud y asistentes sociales
que se desempeñan a nivel de la comunidad y en los centros de atención primaria,
como médicos y enfermeros. Con esto se justifica también la intervención del
profesional en Gerontología, quién puede ayudar en las tareas de coordinación
para la atención centrada de las Personas Mayores en el primer nivel de atención,
así como su participación activa en la promoción de estilos de vida saludables y
apoyo a cuidadores primarios.
El proceso de envejecimiento es un fenómeno muy complejo donde las personas
mayores requieren de un modelo de atención sanitaria que considere todos los
aspectos de su vida diaria. Por lo anterior, la OMS/OPS (2020) comparte que es
posible prevenir la dependencia si se diagnostican y se abordan oportunamente
las condiciones prioritarias asociadas con la disminución de la capacidad
intrínseca.
Estas condiciones que limitan la capacidad de la persona mayor para llevar a cabo
sus actividades diarias, como asearse, vestirse, alimentarse, o hasta realizar
compras y manejar el dinero, están interrelacionadas, por lo que su evaluación y
abordaje requieren de un modelo integrado centrado en la persona, sencillo y de
bajo costo. La OMS/OPS (2020) establece como condiciones asociadas a la
pérdida de la capacidad intrínseca, las siguientes.
 Pérdida de movilidad;
 Nutrición deficiente;
 Disminución de agudeza visual;
 Pérdida auditiva;
 Deterioro cognitivo; y,
 Síntomas depresivos.
El modelo comunitario de atención centrado en la persona, hace frente a los retos
del envejecimiento poblacional mediante la elaboración de estrategias para
prevenir la disminución de la capacidad intrínseca, participar en el fomento de un
envejecimiento saludable y apoyar a los cuidadores y familiares de las personas
mayores.
Para objetos de esta investigación haremos un análisis sobre las estrategias para
abordar el deterioro cognitivo, el cual es uno de los factores que condiciona, la
pérdida de capacidad intrínseca y funcional de las personas mayores.
La OMS/OPS (2020), menciona que el deterioro cognitivo se manifiesta como una
creciente falta de memoria, atención y capacidad para resolver problemas. No se
conoce la causa exacta pero sí se sabe que está relacionado con el
envejecimiento del cerebro, con patologías físicas (EA o enfermedades
cardiovasculares), e incluso con situaciones ambientales como el sedentarismo, el
aislamiento social y un nivel de escolaridad bajo. El gran problema de este
deterioro es cuando se manifiesta la demencia, que consiste en la incapacidad de
la persona para desenvolverse con normalidad en su entorno. El modelo
comunitario de atención centrado en la persona está pensado para las personas
mayores con cierto grado de deterioro cognitivo pero que no han desarrollado
demencia.
3.1.1 Esquemas de atención para abordar el deterioro cognitivo.
El manual comunitario de atención centrada en la persona de la OMS/OPS (2020)
es una herramienta para los profesionales y asistentes de salud para evaluar la
necesidad de apoyo y asistencia social en personas con cierto grado de deterioro
cognitivo. Además, es posible minimizar el declive de la función cognitiva e
incluso, en algunos casos puede revertirse, mediante hábitos generales más
saludables, la aplicación de estimulación cognitiva y fomentar una mayor
participación social.
Antes de conocer los instrumentos de evaluación para conocer el estado mental
de la persona, podemos incluso, hacer un análisis sobre otras características
asociadas con el deterioro cognitivo. Como ejemplo tenemos:
 Evaluar las condiciones asociadas como una nutrición deficiente.
 Un cuadro confusional agudo.
 Polimedicación.
 Enfermedades cerebrovasculares como un ictus o un accidente isquémico
transitorio.
 Evaluar los síntomas depresivos.
A su vez, es importante abordar los aspectos del entorno físico y social con la
intención de ofrecer atención y apoyo social a las personas mayores y sus
cuidadores.
Para evaluar la función cognitiva, podemos realizar una evaluación más
exhaustiva con instrumentos validados. Los instrumentos de evaluación más
utilizados para evaluar la capacidad cognitiva son:
 Mini.Cog: Es un instrumento breve y con poco texto, con mínimo sesgo
educativo o racial, con una aplicación promedio de 2-4 minutos, sin
embargo, el uso de diferentes listas de palabras puede afectar la
puntuación.
 Montreal Cognitive Assesment (MoCA Test): Permite detectar un deterioro
cognitivo leve y está disponible en varios idiomas. Sin embargo, es un
instrumento con pocos datos publicados y con probabilidad de sesgo
educativo y cultural. Su aplicación va de 10-15 minutos.
 Mini Mental State Examination: Tiene la ventaja de ser un instrumento de
uso extendido y estudiado, con riesgo de sesgo etario y cultural, conocido
como efecto “techo”. Ha sido validado en México por Sandra Reyes de
Beaman y col. para el INGER. Su tiempo de aplicación es de 7-10 minutos.
 Evaluación de la función cognitiva para médicos generalistas (GPCOG): Es
un instrumento con mínimo sesgo cultural y educativo, está disponible en
varios idiomas, pero en algunos casos puede ser difícil realizar la entrevista
al informador. Su aplicación va de 5-6 minutos.
3.2 Evaluación de las necesidades de la Persona Mayor en el primer nivel
de salud.
La evaluación de las necesidades de la persona mayor en el primer nivel de
atención tiene el objetivo de detectar en la comunidad a las personas mayores que
ya sufran las condiciones prioritarias asociadas al envejecimiento y el deterioro de
la capacidad de intrínseca. Por esta razón los profesionales del primer nivel en
salud necesitan contar con los elementos básico que les permitan identificar los
declives normales en el cuerpo asociados con el paso del tiempo y los distintos
factores de riesgo para enfermedades crónicas y degenerativas, así como conocer
las herramientas de evaluación que permitan este acercamiento, si es necesario,
realizar una evaluación exhaustiva y elaborar el plan individualizado de atención
integral el cual debe incluir las acciones para abordar la disminución de la
capacidad intrínseca y optimizar la capacidad funcional, como programas de
ejercicio físico multicomponente, actividad física o deporte, complementación
nutricional, terapia conductual y estimulación cognitiva y adaptaciones del entorno
para evitar las caídas y sus consecuencias.
De acuerdo con el Manual ICOPE, son cinco los pasos recomendados a manera
de esquema para la evaluación de las necesidades de la persona mayor. Estas SÍ
son:

Intervenciones nivel de la
Paso 1. Detectar las pérdidas de la comunidad para abordar la
disminución de la pérdida de la
capacidad intrínseca. NO NO
Detectar capacidad intrínseca.

Evaluar y Evaluar y
Paso 2. Evaluar en
abordar las abordar las
SÍ Evaluación mayor
enfermedades enfermedades
Comprender el contexto de profundidad.
la persona, sus valores y centrada en subyacentes subyacentes
prioridades. la persona.

Paso3. Fijar objetivos.


Elaborar plan Emplear equipo
multidisciplinario.
de atención Diseño del plan de
personalizada. atención

Paso 4.Garantizar Con enlaces


la derivación y de atención
seguimiento del Geriátrica
plan de atención.

Recibir
Paso 5. Involucrar infomaración y
a la comunidad y orientación sobre
los recursos
apoyar a la comunitarios a su
familia. disposición.

3.2.1 Esquemas de atención para abordar el deterioro cognitivo.


Para la OMS/OPS, se desconoceModificado
la causa deexacta del DC,
Guía sobre pero afirman
la evaluación que puede
y los esquemas de atención
centrada en la persona en la atención primaria a
estar relacionado con el envejecimiento del cerebro y con patologías físicas como la salud, OPS, 2015.
el Alzheimer, hipertensión y accidente cerebrovascular, e incluso con factores
ambientales como el sedentarismo, el aislamiento social y un nivel de escolaridad
bajo. El desarrollo de una demencia es el resultado más grave del DC porque
afecta la capacidad de la persona para desarrollarse con normalidad dentro de su
sociedad. Dentro de los puntos clave para el abordaje del DC, es posible
minimizar el declive de la función cognitiva, y a veces incluso revertirlo mediante
hábitos generales más saludables, la estimulación cognitiva y una mayor
participación social.
El modelo de Atención Centrado en la Persona (ICOPE) así como las estrategias
para el abordaje del DC, están pensadas para las personas mayores que
presentan cierto grado de DC, pero no tienen algún tipo de demencia. Dentro de
los principales beneficios que se pueden observar están el minimizar el declive de
la función cognitiva, y a veces incluso, la posibilidad de revertirlo si además se
trabaja por establecer nuevos hábitos saludables, la estimulación cognitiva y
fomentar una mayor participación social. Es muy importante, además de las
estrategias anteriores, mantener un control de las enfermedades como la diabetes
ayuda a controlar y prevenir las alteraciones de la capacidad cognitiva.
Para el proceso de una evaluación exhaustiva de la capacidad cognitiva, de
acuerdo con el Manual ICOPE, se deberá utilizar algún instrumento validado a
nivel local, siempre que sea posible. Las 3 opciones principales de evaluación que
propone el manual ICOPE se enlistan a continuación:
 Mini-Cog: Es un instrumento breve y con poco texto, mínimo sesgo
educativo y racial, su tiempo de aplicación va de 2 a 4 minutos; la
desventaja de este instrumento radica en el uso de diferentes listas de
palabras.
 Evaluación cognitiva de Montreal (MoCA Test): Instrumento que permite
detectar un deterioro cognitivo leve, es una herramienta reciente por lo que
hay poca evidencia científica publicada y existe el riesgo de sesgo
educativo y/o cultural. Su tiempo de aplicación va de 10 hasta 15 minutos.
 Miniexamen del estado mental (MMSE): Es una herramienta con un uso
extendido y estudiado; existe el riesgo de sesgo etario y cultural. Tiene un
tiempo de aplicación de 7 a 10 minutos.
Para usos de esta investigación se utilizará la versión validada por Sandra Reyes
de Beaman y colaboradores para el Instituto Nacional de Geriatría. Además, hay
que agregar el factor de escolaridad; de acuerdo con el Manual ICOPE, afirma que
casi todas las evaluaciones habituales del déficit cognitivo, dan por sentado que la
persona posee una mínima formación escolar; en dado caso que tenga 5 a 6 años
de formación o nunca haya asistido, la evaluación podría resultar limitada. Se
recomienda que estas personas asistan a cursos de alfabetización para adultos,
ya que favorecen la salud cognitiva. Si las evaluaciones existentes no llegan a ser
adecuados habrá que indagar sobre los problemas cognitivos de memoria,
orientación, habla y lenguaje, así como las dificultades para llevar a cabo sus
actividades diarias. Si la persona no puede desenvolverse adecuadamente en sus
actividades rutinarias a causa del deterioro cognitivo debe realizarse una
evaluación especializada para detectar alguna causa de demencia, principalmente
Alzheimer.
3.2.1.1 Déficit visual relacionado con el DC.
Uno de los elementos fundamentales de la capacidad intrínseca de la persona, es
una vista adecuada, ya que esta permite al individuo moverse e interactuar con
otras personas y con su entorno. En la vejez, de acuerdo con el Manual ICOPE,
las causas de deficiencia visual más comunes son: miopía, hipermetropía,
cataratas, glaucoma y degeneración macular.
Las principales consecuencias de las deficiencias visuales abarcan problemas
para mantener una adecuada relación con la familia y la sociedad; acceder a
información y moverse con seguridad son situaciones que se ven afectadas por
esta condición además de incrementar el riesgo de sufrir caídas. Por otro lado,
esta situación puede originar síntomas de ansiedad y depresión. Para corregir esta
situación el examen de vista es un elemento fundamental. Este se realiza con una
tabla optométrica, indagar si existen enfermedades oftalmológicas ya
diagnosticadas, es importante recordar en muchos casos los problemas de visión
son corregibles.
Los principales métodos para corregir el déficit visual corresponden al uso de
lentes y dispositivos de apoyo como lupas o telescopios, en la comunidad y en el
hogar medidas sencillas de iluminación o alumbrado, contraste y uso de colores
pueden mejorar la capacidad funcional de la persona.
En el primer nivel de atención o comunidad, se debe evaluar la deficiencia visual y
enfermedades oftalmológicas de la persona mediante un examen y test de
agudeza básico y la examinación de ambos ojos para detectar alteraciones como
hiperemia, secreciones, cicatrices, dolor, intolerancia a la luz o cataratas, o signos
de las enfermedades oculares comunes, de ser así se debe derivar al paciente a
segundo nivel con el oftalmólogo y optometrista especializado.
Las principales enfermedades oculares son:
 Cataratas: Es una opacidad en el cristalino que afecta la agudeza visual.
Los factores de riesgo para este problema son la edad, el consumo de
tabaco, la radiación ultravioleta y la diabetes y obesidad. Esta deficiencia
visual es reversible mediante la cirugía.
Si el déficit no es corregido mediante el uso de lentes, lupas y la
modificación de la iluminación, se puede considerar la ayuda por parte de
rehabilitadores especializados, quienes ofrecen un apoyo integral que
incluye ayuda psicológica, orientación y movilidad -principalmente del tipo
espacial-, capacitación para las actividades diarias y técnicas de
percepción, fijación, seguimiento y exploración.
 Glaucoma: Son un grupo de afecciones que dañan el nervio óptico, a
menudo son producidas por una presión en el ojo más alta de lo normal.
Las personas que son tratadas con corticoesteroides (cortisona,
hidrocortisona y prednisona) de manera prolongada deben realizarse
seguimientos para detectar la aparición de cataratas o de un aumento en la
presión intraocular. La hipertensión y diabetes también son un factor de
riesgo para la aparición de retinopatías y glaucoma.
Finalmente, la adaptación de las viviendas y el uso de dispositivos de apoyo
permiten a la persona con deficiencia visual, mantener cierto grado de
funcionalidad y actividad por lo que de esta manera se preserva la calidad de vida.
Estas adaptaciones incluyen una mejora en la iluminación lateral con luz clara,
reducción de brillos, eliminación de obstáculos y elementos potencialmente
peligrosos.
3.2.1.2 Deficiencias auditivas.
La pérdida de la audición suele estar relacionada con le perdida de la capacidad
funcional, lo que limita la realización de actividades cotidianas y dificultad para
comunicarse, además la limitación por un deterioro cognitivo puede empeorar. Se
ha relacionado también con la depresión y la ansiedad, trastornos de equilibrio,
mayor riesgo de caídas y hospitalizaciones.
En la comunidad y el primer nivel de atención, el personal sanitario puede realizar
una evaluación y detectar pérdida auditiva con la ayuda de un equipo portátil
sencillo o una prueba de susurros. De igual manera, con medidas sencillas en la
vivienda y la comunidad se pueden minimizar las complicaciones del déficit
auditivo, así como el uso de dispositivos electrónicos que mejoran la función como
audífonos o implantes cocleares.
Para una evaluación integral de la audición se recomienda:
 Audiometría tonal: Es el estudio de la capacidad de oír diferentes
frecuencias puras (tonos). Se realiza mediante la emisión de sonidos
grabados con intensidad cada vez mayor hasta que la persona alcanza el
umbral de capacidad auditiva con frecuencias que van desde los 125 Hz a
8000 Hz. Ayuda a determinar el grado y tipo de pérdida auditiva.
 Audiometría verbal: Se les pude que escuchen una serie de palabras
grabadas mientras el volumen aumenta y tienen que repetirlas cuando las
escuchen. Sirve para verificar los resultados de la audiometría tonal.
 Timpanometría: Es el estudio de la distensibilidad o movilidad del tímpano.
Ayuda a complementar las audiometrías para determinar el grado y tipo de
déficit auditivo.
El mejor método para ayudar a corregir la perdida de la audición debe
determinarse tomando en cuenta la capacidad intrínseca de la persona, el
deterioro cognitivo, la perdida de la capacidad motriz en brazos y manos y la
ayuda que puede ofrecer la familia y comunidad. Se debe considerar la
medicación ya que algunos fármacos inducen la pérdida de audición y dañan el
oído medio como son los antibióticos estreptomicina, gentamicina, antimaláricos
como quinina y cloroquina, entre otros. Los audífonos en general, son la mejor
ayuda tecnológica para corregir el déficit auditivo. Estos son aparatos electrónicos
que amplifican el sonido. En caso de que los audífonos no ayuden a la persona a
corregir el problema se puede considerar la colocación de implantes cocleares.
Estos se colocan con una cirugía en el oído interno y convierten los sonidos en
impulsos eléctricos. Para la prescripción de audífonos o la colación de implantes
se debe realizar un análisis muy detallado de las características físicas, mentales y
el contexto social de la persona y su familia.
3.3 Objetivos del Desarrollo Sostenible y Salud Mental.
A lo largo de las últimas dos décadas, se han logrado avances importantes y
logros considerables, en cuanto al desarrollo físico y mental de las personas.
Algunos de estos ejemplos se refieren al descenso de la pobreza extrema, el
incremento en el acceso a la educación primaria y los servicios sanitarios han
mejorado, sin dejar a un lado los avances que se han presentado en la promoción
de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Uno de los
esfuerzos que ha ayudado al cumplimiento de estos avances, han sido los
Objetivos del Desarrollo Sostenible. Sin embargo, esta situación es complicada
dado que los retos por enfrentar son más complejos; el consumismo y la
producción poco sostenibles ponen en riesgo a los ecosistemas, además de las
constantes amenazas económicas, los desastres provocados por causas
naturales, la degradación de los entornos y el malestar provocado por problemas
sociales afectan negativamente la vida de millones de personas. La tarea para las
Naciones al año 2030 es poner fin a la pobreza, promover la prosperidad y el
bienestar de las personas. Esta nueva agenda tiene por objeto abordar los
problemas actuales y futuros. El núcleo de este cambio se refiere a 17 objetivos
establecidos por las Naciones Unidas desde el año 2015, los cuales se cree que
tienen el potencial de abordar las desigualdades y los desafíos como el cambio
climático, el crecimiento económico, la paz y seguridad e instituciones eficaces,
responsables e inclusivas.
3.3.1 Objetivo 3: Salud y bienestar.
El propósito de este ODS y sus líneas de acción corresponde a garantizar una
vida y la promoción del bienestar para todas personas. Se basa en la premisa de
que se han conseguido grandes progresos con relación en el aumento de la
esperanza de vida y la reducción de algunas causas de muerte en infantil y
materna. En los avances en materia de acceso al agua potable, saneamiento y la
reducción de enfermedades como la malaria, tuberculosis, poliomielitis y la
propagación del VIH/SIDA.
Se plantea para el año 2030:
 Reducir la tasa de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000
nacidos con vida.
 Poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y niños menores de 5
años.
 Poner fin a las epidemias de SIDA, tuberculosis, malaria y enfermedades
tropicales, así como combatir la hepatitis y enfermedades que son
transmitidas mediante el agua u otros medios.
 Reducir en un tercio las muertes por enfermedades transmisibles mediante
su prevención y tratamiento.
 Fortalecer la prevención y tratamiento en el consumo de sustancias
adictivas.
 Reducir a la mitad el número de muertes y lesiones ocasionadas por
accidentes de tráfico.
 Garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva
incluidas las estrategias de planificación familiar y la información y
educación.
 Lograr la cobertura sanitaria universal, incluyendo la protección contra
riesgos financieros.
 Reducir el número de muertes ocasionadas por productos químicos y
peligrosos o por la contaminación del aire, agua o suelo.
 Apoyar actividades de investigación y desarrollo de vacunas y
medicamentos.
 Aumentar la financiación de la salud, la contratación y capacitación del
personal sanitario.
 Reforzar la capacidad de los países en materia de alerta temprana, y la
gestión y reducción de riesgos para la salud.
3.4 Ley de los Derechos de las Personas Mayores
Decretada en el DOF el 25 de junio de 2002, la Ley de las Personas Adultas
Mayores tiene por objeto garantizar el ejercicio de los derechos de las personas
adultas mayores, así como establecer las bases y disposiciones para su
cumplimiento mediante la regulación de:
I. La política pública nacional para la observancia de los derechos de las personas
adultas mayores; II. Los principios, objetivos, programas, responsabilidades e
instrumentos que la administración pública federal, las entidades federativas y los
municipios deberán observar en la planeación y aplicación de la política pública
nacional, y III. El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores.
El artículo 3º, establece los principales conceptos que dan efecto a la ley como
son:
 Personas adultas mayores: Aquellas con sesenta o más años de edad, que
se encuentren domiciliadas o en tránsito en el territorio nacional.
 Asistencia social: Conjunto de acciones tendientes a modificar y mejorar las
circunstancias de carácter social que impidan al individuo su desarrollo
integral, así como la protección física, mental y social de personas en
estado de necesidad, desprotección o desventaja física o mental.
 Género: Conjunto de papeles, atribuciones y representaciones de hombres
y mujeres en nuestra cultura que toman como base la diferencia sexual.
 Geriatría: Especialidad médica dedicada al estudio de las enfermedades
propias de las personas adultas mayores.
 Gerontología: Estudio científico sobre la vejez y de las cualidades y
fenómenos propios de la misma.
 Integración social: El resultado de las acciones que realizan las
dependencias y entidades de la administración pública federal, estatal y
municipal, las familias y la sociedad organizada, orientadas a modificar las
condiciones que impidan el desarrollo integral de las personas adultas
mayores.
 Atención integral: Satisfacción de las necesidades físicas, materiales,
biológicas, emocionales, sociales, laborales, culturales, recreativas,
productivas y espirituales de las personas adultas mayores. Se consideran
sus hábitos, capacidad funcional, usos, costumbres y preferencias.
 Calidad del servicio: Conjunto de características que confieren al servicio la
capacidad de satisfacer tanto las necesidades como demandas actuales y
potenciales.
El artículo 5º se refiere a los derechos de las personas adultas mayores, como
son:
 Derecho a la integridad, dignidad y preferencia: Por ejemplo, una vida con
calidad, no discriminación, una vida libre de violencia, respeto de su
integridad física, psicoemocional y sexual, protección contra toda forma de
explotación por parte de la familia y la comunidad y vivir en entornos
seguros.
 Derecho a la certeza jurídica.
 Derecho a la protección de salud, la alimentación y la familia: Contar con
acceso a alimentos, bienes, servicios y condiciones para su atención
integral, acceso preferente a los servicios de salud, recibir orientación y
capacitación en materia de salud, nutrición e higiene y desarrollar y
fomentar la capacidad funcional. Recientemente se adiciono el derecho de
las familias a recibir el apoyo subsidiario de las instituciones públicas para
el cuidado y atención de las personas adultas mayores.
 Derecho a la educación.
 Derecho del trabajo y de sus capacidades económicas: Esto se refiere a
gozar con igualdad de oportunidades el acceso al trabajo u otras opciones
que les permitan un ingreso propio y desarrollarse en forma productiva
tanto tiempo como lo deseen.
 Derecho a la asistencia social.
 Derecho de participar: En la planeación integral del desarrollo social
mediante decisiones que afecten directamente su bienestar, barrio, calle,
colonia, delegación o municipio, asociarse y conformar organizaciones, en
la vida cultural, deportiva y recreativa y formar parte de órganos de
representación y consulta ciudadana.
 Derecho a la denuncia popular, y,
 Derecho al acceso de los Servicios.

3.5 Ley General de Salud y políticas públicas.


De acuerdo con la Ley General de Salud, el artículo 72 se refiere a: La prevención
y atención de los trastornos mentales y del comportamiento es de carácter
prioritario, para el cuidado de la salud mental la cual se entiende como el estado
de bienestar que una persona experimenta como resultado de su buen
funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales.
En lo que corresponde al artículo 73, para la promoción de la salud mental y la
atención de las personas con trastornos mentales y del comportamiento, la
Secretaria de Salud, instituciones y los gobiernos estatales fomentarán y
apoyarán:
 El desarrollo de actividades educativas, socioculturales y recreativas que
contribuyan a la salud mental.
 Difusión de las orientaciones para la promoción de la salud mental.
 Realización de programas para la prevención y control del uso de
sustancias psicotrópicas.
 Llevar a cabo campañas de promoción de los derechos de las personas con
trastornos mentales.
 Implementación estratégica y gradual de servicios de salud mental en la red
del Sistema Nacional de Salud en todos sus niveles de atención.
 Investigación multidisciplinaria en materia de salud mental.
El Artículo 74, se refiere a la atención de los trastornos mentales y del
comportamiento comprende:
 Atención, evaluación diagnóstica, tratamiento integral y rehabilitación
psiquiátrica.
 La organización, operación y supervisión de establecimientos dedicados al
estudio, tratamiento y rehabilitación de las personas con trastornos
mentales y del comportamiento.
Asimismo, de acuerdo con el artículo 74 Bis en las siguientes fracciones, las
personas con trastornos mentales y del comportamiento tendrán los siguientes
derechos:
 Derecho a la mejor atención disponible en materia de salud mental.
 Derecho a contar con un representante que cuide en todo momento sus
intereses.
 Derecho al consentimiento informado de la persona o su representante.
 Derecho a que el tratamiento que reciba esté basado en un plan prescrito
individualmente con historial clínico, revisado periódicamente y modificado
llegado el caso.
 Derecho a ser tratado y atendido en su comunidad lo más cerca posible a
donde habiten sus familiares o amigos.
Por lo que se refiere a las políticas públicas para atención al envejecimiento, la
Secretaría de Salud (2021) tiene en marcha un modelo integral basado en la
atención primaria a la salud a través del Programa de Acción Específico de
Atención al Envejecimiento. El titular de la dependencia, el Dr. Jorge Alcocer
Varela, durante el Tercer Seminario Interdisciplinario de Investigación sobre
Envejecimiento, detalló que este programa se basa en cuatro acciones:
I. Adaptar los servicios de salud a las necesidades de las personas mayores;
II. Crear sistemas de atención a largo plazo;
III. Asegurar que las personas envejezcan en un entorno amigable, y;
IV. Mejorar el seguimiento a través de sistemas de información.
De acuerdo con el Programa de Acción Especifico de Atención al Envejecimiento
2013-2018 (PAEAE, 2015), el Sistema de Salud y la sociedad en conjunto deben
hacer las acciones de protección, promoción y prevención un eje prioritario para
mejorar el sistema de salud. Sostiene que esto es posible a través de la promoción
de la salud, la prevención de enfermedades, la prestación de servicios plurales y
articulados basados en la atención primaria y el fomento de la participación de la
sociedad.
A continuación, se abordan los objetivos, estrategias y líneas de intervención del
PAEAE 2013-2018. El objetivo de este programa, es “establecer una cultura de
vida saludable, con perspectiva de género, en las personas adultas mayores y
aquellas con patologías de mayor relevancia”. Este objetivo conlleva la necesidad
de preparar a los profesionales de la salud y a la población en general sobre los
retos y desafíos que conllevan las personas mayores. Para lograr lo mencionado
anteriormente se comparten las siguientes estrategias y líneas de acción para la
atención del envejecimiento en relación con el presente trabajo de investigación:
 Estrategia 1.1. Pretende fortalecer los mecanismos rectores para la
atención de las patologías de mayor relevancia con perspectiva de género.
 Estrategia 1.2. Tiene la intención de desarrollar acciones de capacitación al
personal de salud, para la atención de las personas mayores.
 Línea de acción 1.2.1. Mediante el impulso de acciones educativas, con
perspectiva de género, para el personal de salud en enfermedades de
mayor relevancia.
 Estrategia 1.3. En la cual menciona que se debe promover la realización de
investigaciones sobre las enfermedades crónicas en la población adulta
mayor, así como realizar el análisis y la publicación de los datos
estadísticos.
 Estrategia 1.4. La cual propone gestionar modelos de atención geronto-
geriatricos con atención multidisciplinaria, en unidades de primer nivel de
atención.
Actualmente la Secretaría de Salud, impulsó el desarrollo de políticas públicas
como el proyecto de Información Estratégica en Salud, Dependencia Funcional y
Envejecimiento, donde participan el Centro Nacional de Programas Preventivos y
Control de Enfermedades (CENAPRECE) y la Dirección General de Información
en Salud. El INGER desde su creación hace más de años impulsa y consolida
protocolos en temas de envejecimiento, ha conformado una red de investigación
en envejecimiento y salud que se integra por más de 180 especialistas a nivel
nacional e internacional. Esta red colaborativa de investigación para el
envejecimiento saludable es fundamental para que las evidencias científicas
ayuden la implementación de mejores políticas públicas.
Cabe mencionar que uno de los objetivos de la administración actual es la
conformación de un sistema que agilice la atención en el tercer nivel, lo cual
coincide con el arranque de la Década del Envejecimiento Saludable de la OMS.
Uno de los objetivos para lograr esta hazaña es formar una red que incluya los 12
institutos nacionales de salud, entre los que destaca el INGER, el Instituto
Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, y el Instituto de
Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra” además del CINESTAV que cuenta
con estudios de laboratorio.
3.6 Primer nivel de atención en salud.
El primer nivel de atención, de acuerdo con Julio, V. (2011) es el más cercano a la
población, es decir, el primer nivel de contacto. Se da como consecuencia de la
organización de los recursos que permite resolver las necesidades de atención
básicas y más frecuentes, que pueden ser resultas mediante actividades de
promoción de la salud, prevención de enfermedades y por procedimientos de
rehabilitación y recuperación. Es caracterizada por contar con establecimientos de
baja complejidad como consultorios, policlínicas, centros de salud, entre otros.
Este es el sistema que permite realizar una atención oportuna y eficaz.
El Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) en
relación con su infraestructura, plantilla y equipamiento médico, el 80% de sus
pacientes son atendidos en clínicas de “Primer Nivel de Atención”, en ellas se les
brindan las medidas de orientación médica para su salud y la prevención de
enfermedades. De acuerdo con Alma Edith Severiano, ex subdirectora de
Atención Médica, en este nivel se tratan las enfermedades infecciosas más
comunes, así como atención para la prevención o el control de embarazos y la
detección, atención y seguimiento de padecimientos crónico degenerativos. Estas
acciones son llevadas a cabo por profesionales de Medicina General y Familiar,
Psicología, Nutrición, Odontología y Enfermería. En lo mencionado por Severiano
Sánchez, en el año 2014 el instituto cuenta con 95 de estas unidades de atención
clasificadas como consultorios y Clínicas de Consulta Externa tipo A y tipo B, en
diferentes municipios de la Entidad Mexiquense.
Esta investigación contó con el apoyo y participación de la Clínica de Consulta de
Externa “Rancho la Mora”, ubicada en Circuito Adolfo López Mateos No. 155,
Colonia Rancho la Mora en el municipio de Toluca. Ofrece atención a poco más de
1500 personas mayores de 65 años.
3.7 Estereotipos, mitos y prejuicios contra las personas mayores
En el siguiente capítulo se hace un acercamiento a los mitos y estereotipos que
suelen enfrentar las personas mayores. De acuerdo con Morales, A.L. (2015) en la
etapa de la veje, no ha llegado a nacer un acercamiento importante ya suele ser
un área poco revisada y estudiada. Esto puede suceder porque no es una etapa a
la que la mayoría de las personas les gustaría alcanzar como consecuencia de las
condiciones físicas, sociales y psicológicas que la acompañan. En ocasiones es
vista como una etapa de pérdidas de todo tipo, donde la persona mayor tiene que
enfrentarse a ellas y afrontarlas para mantener cierto grado de funcionalidad. Esta
etapa desde año 1982, ha sido establecida a partir de los 60 años, por parte de la
OMS durante la Asamblea mundial sobre envejecimiento. Sin embargo, la vejez no
está formada grupos homogéneos de personas mayores, sino que cada una
experimenta de manera diferente cuando llegan a los 60, 70, 80, o más años.
Recientemente la evidencia científica ha revelado que existen estrategias que
tienen la intención prevenir y minimizar las complicaciones de salud, con la meta
de mantener la funcionalidad para la persona mayor. Además, como consecuencia
de los progresos en la medicina, hoy días las personas pueden vivir más años que
sus antepasados, pero hay que preguntarse cuál es la calidad de vida que tienen
estas personas y sus cuidadores o familiares.
Para profundizar en este tema se retoma un apartado de la investigación de
Cantos Mengs, M. M. (2018), quién subraya que los prejuicios casi siempre tienen
por consecuencia fuertes medidas de discriminación, que consisten en infligir a
determinadas personas un trato inmerecido. Durante la investigación, realiza un
análisis sobre la existencia o no de un fundamento en los estereotipos de los que
actualmente son victima las personas mayores. El concepto de prejuicio proviene
del latin praedicium que significa juicio previo o decisión prematura, lo que se
define actualmente como la opinión previa y tenaz, generalmente desfavorable,
acerca de algo que se conoce mal; el término estereotipo proviene del griego
stereós que significa sólido y tipos que significa molde, y actualmente es definida
como la idea o imagen aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con
carácter inmutable.
Sobre los prejuicios que existen en contra de las personas mayores, destacan tres
conceptos primordiales, de acuerdo con Moragas son:
A. Ancianismo: Fruto de la acumulación de opiniones socialmente negativas
acerca de la vejez, y como el vocablo “racismo” refleja reacciones negativas
frente a la edad y supone un prejuicio activo que se basa en el
desconocimiento real de la persona y la deformación de sus
potencialidades. La persona puede aceptar los prejuicios, interiorizarlos y e
incorporarlos dentro de su potencial o en menor medida las personas toman
una postura de oposición.
B. Gerontofobia: Es el miedo a la ancianidad. Si no se combate esta situación
puede manifestarse abiertamente o estar implícito en diversas reacciones
sociales, legales, económicas y políticas.
C. Edadismo: Es el término que denomina a los prejuicios existentes contras
las personas mayores y que actúan en su contra durante en cuanto son
llevados a cabo. Tomado del inglés Ageism es el término que aúna los
mitos y estereotipos asociados al envejecimiento por razón de la edad. Su
principal consecuencia es reforzar el miedo y la denigración hacia el
proceso de envejecimiento y la vejez. El edadismo, tiene que ver con
cuestiones relacionadas con el poder y el control de las sociedades
occidentales.
De acuerdo con Cantos Mengs, M. M. (2018) el mayor de los errores a los que
inducen los estereotipos contra las personas mayores es generar una imagen
inexacta y errónea de este grupo poblacional, asumiendo que son los mismos en
las condiciones cognitivas, conductuales y emocionales, con poca conciencia
sobre sus capacidades individuales. Con lo anterior, la autora da a conocer una
idea generalizada sobre la imagen que la sociedad tiene de las personas mayores,
como “acabados, anticuados, confusos, torpes y maniáticos, carecen de interés y
se tornan repetitivos o aburridos, por lo tanto, se les rechaza, aparta y se esquiva
su compañía”.
SUJETO, MATERIAL Y MÉTODOS
ASPECTOS ÉTICOS
RECURSOS, FINANCIAMIENTO Y FACTIBILIDAD
ASPECTOS DE BIOSEGURIDAD
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES

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30. Objetivos del Desarrollo Sostenible, (2016) Agenda 2030 y los Objetivos del
Desarrollo Sostenible. Una oportunidad para América Latina y el Caribe.
Chile, OMS/OPS.
ANEXOS
Consentimiento Informado
Elaborado por:
P.L.G. Rubén González Castillo
Universidad Autónoma del Estado de México

Consentimiento informado
Ha sido invitado a participar en la investigación, “Prevalencia del Deterioro
Cognitivo Leve en Adultos Mayores de una Clínica de Consulta Externa de
ISSEMyM, “Rancho La Mora” Esta investigación es realizada por Rubén
González Castillo.
El propósito de esta investigación es identificar a la población adulta mayor del
municipio de la Clínica de Consulta Externa “Rancho La Mora” que sufren
problemas de deterioro cognitivo, principalmente de memoria. Si acepta
participar en esta investigación, le pedimos que conteste las preguntas que son
parte de esta entrevista, que tomará un tiempo máximo de una hora.
Su identidad será protegida en la manera que utilizaremos folios y no será
requisito su nombre en el manejo, análisis e interpretación de los datos. Toda la
información o datos que podrían identificar su participación serán manejados
confidencialmente y con fines éticos de investigación.
Si ha leído este documento y decide participar, por favor comprenda que su
participación es completamente voluntaria y que tiene derecho a abstenerse de
participar o retirarte del estudio en cualquier momento, sin ninguna penalidad.
También, tiene derecho a no contestar alguna pregunta en particular, así como
recibir una copia de este documento.
Si tiene alguna pregunta o desea más información sobre esta investigación, por
favor comuníquese con
Rubén González Castillo
722 768 5680
castillo.rubeng49@gmail.com.
O:
FEyO UAEMex:
Tel.: +52 722 270 6279 y +52 722 226 2300
Ext.:
Paseo Tollocan S/N esquina Jesús Carranza
Col. Moderna de la Cruz, C.P. 50180
SOLICITO: Permiso para realizar Trabajo de
Investigación.

SEÑOR: _______________________
A QUIÉN CORRESPONDA

YO: RUBÉN GONZÁLEZ CASTILLO,


identificado con No. de Cuenta 1420445,
con domicilio en Cerrada de Puebla Sur,
N° 101, Col. Rancho la Mora, Toluca,
Estado de México respetuosamente me
presento y expongo:
Que, habiendo culminado la carrera profesional de Gerontología en la Universidad
Autónoma del Estado de México, solicito a usted permiso para realizar trabajo de
investigación sobre “Deterioro Cognitivo Leve y demencias” para optar el grado
de Gerontólogo.

POR LO EXPUESTO:

Pido a usted acceder a mi solicitud.


Toluca, 07 de febrero de 2022

_____________________

RUBÉN GONZÁLEZ CASTILLO


N° de Cuenta 1420445

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