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Arthur Korn
KORN, Arthur. 1963, La Historia Construye la Ciudad, Buenos Aires. EUDEBA 1963, Cap. 1
Este libro ha sido escrito con un propósito práctico: establecer los principios fundamentales del
planeamiento de la ciudad contemporánea» Para dominar los problemas del planemiento
urbano contemporáneo es necesario comprender primero que es una ciudad. Por lo tanto se
examinaran en primer lugar las fuerzas que gobiernan su vida - su nacimiento, crecimiento y
declinación-y que determinan su estructura. Estas leyes generales del desarrollo y la estructura
de la ciudad se aplicarán luego a la formulación de lo que deben ser nuestras metrópolis
contemporáneas. Ni la sola investigación, ni la sola percepción intuitiva son suficientes para la
creación de la ciudad contemporánea. Es necesaria la comprensión de las fuerzas sociales
efectivas que a través del tiempo han creada ciudades y determinado sus estructuras. La ciudad
ha si do siempre, y debe serlo, la expresión do la estructura predominante en la sociedad de
cada época.
En la historia hubo infinita variedad de ciudades que se diferenciaron por su función, su
estructura y sus componentes. Existe la ciudad antigua, la ciudad amurallada de los tiempos
medievales y la expansiva ciudad industrial de hoy, y en esas ciudades, castillos y templos,
rascacielos y conventillos. Hay ciudades que han llegado a cubrir miles de metros cuadrados,
mientras que otras estén hoy en ruinas.
¿Qué es, pues, lo que hace que unas ciudades crezcan y otras declinen? ¿Qué fuerzas crean el
castillo, el templo, el rascacielos y el conventillo? Y por sobre todo, ¿cuál es la causa de la
aparición de la ciudad? Porque la ciudad es un producto tardío en la historia de la humanidad, y
los pocos miles de años de su existencia constituyen un breve término comparada con el medio
millón de años transcurridos en la vida del hombre antes de que surgiera la ciudad.
Es la sociedad, con su estructura política y económica, la que produce los diversos tipos
históricos de ciudad. Existe la ciudad antigua cuya economía está basada en la irrigación, la
ciudad de sociedades esclavistas» las feudales, las modernas ciudades burguesas y las
socialistas. La estructura de todas estas ciudades difiere de acuerdo con la función que cumplen
en el sistema social.
Algunas definiciones
¿Existe alguna definición de la ciudad que haya sido universalmente a-ceptada? He aquí varios
intentos:
Las ciudades son poblaciones amuralladas (Maurer).
Mercado, fortificación, jurisdicción, independencia política, privilegios: todas estas son las
características de la ciudad (Below).
Las ciudades son poblados con más de 2.000 habitantes (Congreso Internacional de
Estadística).
La ciudad es un objeto de uso (Le Corbusier).
Una ciudad, en el sentido económico, es el establecimiento de un gran número de individuos
que depende1 de la producción agrícola para su subsistencia (Sombart).
La esencia económica de una ciudad consiste en un establecimiento basado en un mercado
(M.Weber).
Las discrepancias de estás formulaciones - entre sí, como con la realidad histórica — son
evidentes. La naturaleza de la ciudad no puede explicar-so en términos jurídicos o militares,
sino en términos sociales.
Para dilucidar, el carácter de la ciudad y su diferencia respecto de las agrupaciones no
urbanas, Max Weber, después de una serie de investigaciones, llegó a la conclusión de que
solo cabe hablar de ciudades en particular o de tipos de ciudades pero, no de "la ciudad" en
general.
Para ilustrar lo enunciado menciona los siguientes ejemplos:
1. La ciudad china, fabril y administrativa, sin independencia militar, ni política.
2. La ciudad marítima autocrática de la antigua Grecia, cuyo poder y esplendor se basaban en
la esclavitud de los nativos y en la explotaciónn de las colonias.
3. La ciudad militar de Italia, que era un estado independiente.
4. La ciudad comercial inglesa, que logra sus aspiraciones políticas a través del Parlamento.
5. Los densos asentamientos sin murallas del Japón,
6. La ciudad castillo medioeval.
Según Weber, tal diversidad de tipos índica que no hay común denominador; se contenta con
enumerarlos sin ningún intento de descubrir una base común.
El profesor Geddes sugiere que las ciudades podrían clasificarse según su función social:
Primarias: aquellas que sirven a la producción (ciudades mineras o fabriles, ciudades
agrícolas o puertos pesqueros),
Secundarias; aquellas que sirven a la distribución (mercados, almacenes, exportación e
importación).
Terciarias: aquellas que ofrecen facilidades de residencia, recreativas y de rehabilitación o
pasibilidades educacionales
Aunque ésta es una definición tan aceptable como, cualquier otra, se advierte en seguida que
una ciudad rara vez pertenece a un tipo puro. Como ejemplo del tipo mixto mas frecuente,
Abercrombie se refiere a la compleja estructura de Chester1, compuesta de:
1
Abercrombie, Town and Country Planning, p. 23
1. Una metrópoli de mercados y tiendas correspondiente a gran parte de Cheshire y Nueva
Gales.
2. Una ciudad-catedral.
3. Una ciudad antigua de gran atractivo.
4. Una ciudad de recreo (lo que en gran parte se debe al río Dee).
5. Una ciudad residencial, que comprende dos tipos:
a. grandes viviendas para gente que trabaja en Liverpool, etcétera;
b. pequeñas casas para trabajadoras do Queen's Ferry y Nueva Gales.
6. Una ciudad fabril (cuyo comercio más importante se halla en las afueras)
7. Un centra militar (su origen)
8. Un centro administrativo,
9. Un centro ferroviario y caminero.
¿que es una ciudad?
Toda ciudad tiene una personalidad que debe a influencias geográficas o a cualquier otro tipo
de influencia natural; pero aparte de estas "accidentales" características individuales, toda
ciudad es el resultado de las fuerzas sociales y económicas propias de cada período histórico.
La forma más elemental de estudiar una ciudad es considerarla como espécimen individual,
Todos conocen este método. La etapa siguiente consisto en clasificarla de acuerdo con su tipo
histórico; por ejemplo, una ciudad medieval, una ciudad renacentista o una gran ciudad
moderna. La última etapa consiste en observarla como producto de las leyes generales
aplicables a ciudades de todo tipo y período.
EL ORGANISMO SOCIAL
La ciudad es un fenómeno social. Su desarrollo y estructura están determinados por la
naturaleza, al nivel técnico y la organización de la sociedad El término naturaleza debe
entenderse, por supuesto, en su más amplio sentido. El medio ambiente físico comprende
minerales, fertilidad del suelo, tipos de vegetación, caminos fluviales, océanos y clima.
La naturaleza y la actividad del hombre mantienen una reciproca dependencia y forman la base
del progreso social; por lo tanto deben constituir el punto de partida de toda investigación
posterior.
La sociedad humana
La más clara exposición de los fundamentos de la sociedad humana y de su historia es la
siguiente:
"En la producción social que llevan a cabo los hom-brsst "éstos entran en relaciones
definidas, que son indispensables o indepen-dientas de su voluntad; estas relaciones de
producción corresponden a una etapa definida del desarrollo de sus fuerzas materiales
de producción» La suma total de estas relaciones de producción constituye la estructura
económica de la sociedad, verdadero cimiento sobre el cual se levanta una
superestructura legal y política y al cual corresponden formas definidas de conciencia
social. El modo de producción en la vida material determina el proceso de la vida social,
política e intelectual en general. No es la conciencia de los hombres la que determina su
ser, sino, por el contrario, es su ser social el que determina su conciencia. En cierta
etapa de su desarrollo, las fuerzas materia-los de producción de la sociedad entran en
conflicto con las relaciones de producción existentes,o, lo que no es más que la
expresión legal de la misma cosa, con las relaciones de propiedad dentro do las cuales
hablan actuado an-toriormente. Estas relaciones dejan de ser formas de desarrolla de
las fuerzas do producción, para convertirse en sus trabas. Comienza entonces una
época de revolución social. Con el cambio de la base económica, toda la inmensa
superestructura se transforma más o menos rápidamente. Al considerar esta
transformación debo distinguirse entre la transformación material do las con diciones
económicas de producción, que pueden determinarse con la precisión de las ciencias
naturales, y las formas legales, políticas, religiosas, esté-ticas o filosóficas, es decir,
ideológicas, con las cuales los hombres cobran conciencia de este conflicto y las
combaten2
2
Marx, Selected Works, p. 356.
coma las de los grandes valles fluvialos de Asia y Egipto. Esta cultura marítima produjo las
autocráticas ciudades costeras de la antigua Grecia. Aislada de sus competidores, su poderío y
esplendor se apoyaban en la esclavitud, la explotación de las colonias y la piratería.
Protección y comercio
En los primeros tiempos la necesidad da protección era a menudo de suprema importancia.
Determinaba que se eligiera la ubicación de una fortaleza en un monte escarpado, como en
Atenas o Roma, o bien es una isla como Venecia o París.
La protección tiene tanto desventajas como ventajas. El rápido crecimiento de Egipto se
favoreció por la eficacia de la doble protección que constituían el desierto y el Mediterráneo.
Pero luego el aislamiento resultante fue causa de su retraso con respecto a las naciones
comerciantes más progresistas.
La Mesopotamia, por otra parte, estaba protegida sólo parcialmente por las cadenas de
montañas que la rodeaban. Esto significa la constante amenaza de invasión por parte de los
pueblos vecinos primitivos, por lo que era necesario un fuerte gobierno militar; pero también
significaba que era posible un mayor contacto comercial con el mundo circundante. La posición
del monarca se veía afectada por la poderosa organización militar: era el supremo "señor de la
guerra", y su palacio se convirtió en campamento militar. Pero a la vez se desarrolló una
vigorosa cultura urbana, como sucede cuando las ciudades se convierten en el punto donde
convergen las rutas comerciales»
Las rutas comerciales constituyen otro ejemplo del efecto de las condiciones naturales. Sus
puntos cruciales, donde los caminos se cruzan o llegan al encuentro de los ríos o donde éstos
desembocan en el océano, son de importancia fundamental.
El grado de importancia de tales factores naturales depende del desarrollo general de la
técnica. Para que el océano dejara de ser un obstáculo y se convirtiera en la vía de
comunicación internacional más importante que ha llegado a ser hoy, fueron necesarias las
grandes naves y la brújula. Para la embarcación primitiva del salvaje, el océano no es un
"camino"; y aun la necesidad de una Alejandría (un punto de trasbordo entre río y océano) se
crea sólo cuando se ha obtenido un alto nivel técnico en la construcción naval.
En tiempo de las cruzadas, las zonas focales del intercambio comercial europeo eran los dos
mares continentales: el Báltico y el Mediterráneo. Los puertos principales para las cruzadas
eran Venecia y Génova, situadas en la intersección de las rutas comerciales del este con los
caminos que atraviesan Europa de norte a sur. Disfrutaban de una posición de privilegio, y las
regiones y ciudades cercanas a las vías comerciales compartían su prosperidad, Pero con el
descubrimiento de América perdieron su posición, a la vez que prosperaban aquellos países de
la costa atlántica, más favorablemente situados. Londres, en el cruce de los caminos que unen
el continente y el Atlántico, y más tarde Nueva York, lazo de unión entre Europa y el continente
americano, llegaron a dominar el mundo.
Modo de producción
El aspecto de la sociedad, los cambios de un sistema a otro, están determinados por el método
de suministrar los medios de vida; por la forma de producción.
El modo de producción es la forma en que se desarrolla la lucha del hombre contra la
naturaleza dentro de un período histórico determinado; es la forma por la cual el hombre hace
su propia historia y modifica su medio ambiente. Depende del nivel alcanzado por las fuerzas de
la técnica. Con su desarrollo y cambia, hacen su aparición nuevos recursos naturales.
En los tiempos más primitivos la producción sólo era suficiente para mantener al productor, pero
en cuanto aumentó la producción agrícola, se dieron las condiciones para una división del
trabajo.
Relaciones de producción
"En el proceso de producción los hombre actúan no sólo sobre la naturaleza, sino también unos
sobre otros. Producen sólo mediante cierta forma de cooperación y por el intercambio mutuo de
sus actividades. Para producir, entran en relaciones y conexiones recíprocas bien definidas, y
es sólo dentro de esas relaciones y conexiones sociales que tiene lugar la acción sobre la
naturaleza y la producción”3.
La primera división del trabajo -el desprendimiento del pastor del grueso de la tribu— dio como
resultado la división entre ricos y pobres, la que pronto se transformó en la división de clases
entre amos y esclavos. Con la progresiva división del trabajo, la estructura de las clases se
transforma, y junto con ella las diversas ideas, credos, y todas aquellas fuerzas que constituyen
la superestructura de la sociedad. La clase dirigente surgida de este procese se convierte
en el instrumento que, en la forma de feudalismo, despotismo o imperialismo, agota todo
posible excedente.
El antagonismo de clases y la recíproca influencia que mantienen naturaleza y producción
constituyen una unidad indisoluble. Esto se puede ilustrar con un ejemplo.
Un ejemplo
La producción en Egipto, en los niveles más bajos, se basaba en la caza y en una agricultura de
3
1 Marx, Capital, ed. inglesa, p. 264,
subsistencia, dependiente de la fertilidad del Nilo; las casas de las primeras aldeas se
construyeron de cañas y barro. La estructura general de la sociedad egipcia dependía por
entero del río y sus inundaciones periódicas.
Estas fueron gradualmente controladas y guiadas, desarrollándose en consecuencia una clase
sacerdotal ilustrada, la cual ejercía el derecho exclusiva de la practica de la astronomía, la
aritmética y la escritura, todas esenciales para el pronóstico de las inundaciones.
Más tarde, cuando se produjeron excedentes, el interés: se volcó hacia nuevos objetivos: se
construyeron pirámides y templos para glorificación de los sacerdotes, utilizándose una forma
más elevada de la técnica de la construcción. De la técnica primitiva de la arcilla pasaron al uso
de la piedra caliza y el granito, más resistentes. Al crear una demanda de nuevos productos, la
clase sacerdotal, con una nueva organización y nuevos medias técnicos, introduce nuevos
elementos en la producción. A consecuencia de la influencia recíproca entre las demandas de
clase y el perfeccionamiento técnico, la producción se eleva a nivele superiores.
LA CIUDAD
Debemos examinar ahora la vida de la ciudad y su estructura. Dos preguntas se imponen
ante el problema ¿qué es la ciudad y cómo crece? La primera examina su función y, en
consecuencia, su estructura, forma, tamaño y componentes. La segunda considera el
aspecto dinámico, investigando la vida de la ciudad, su desarrollo, su cambio y su declinación, y
-el factor más importante- las causas de su origen.
Después do un largo período de transición que culmina en la sociedad tribal la ciudad fue
surgiendo gradualmente como resultado de la división del trabajo. A lo largo de toda la historia,
dondequiera vemos surgir ciudades advertimos que dependen de la desintegración de la
sociedad tribal que se vuelca en la nueva organización estatal, local y central. De hecho, la
ciudad es la piedra fundamental del estado que emerge.
Transición y desarrollo
Antes de que aparezca la ciudad propiamente dicha, existe siempre una etapa de transición,
una aldea ciudad o un castillo ciudad. Encontramos este tipo de transición a través de toda la
historia; los establecimientos sin fortificaciones del París primitivo, la aldea pesquera de Berlín o
la primera empalizada de Nueva York,
Lo encontramos cono aldea, burgo, feudo o castillo, o como el primer establecimiento o
parroquia alrededor de las iglesias y monasterios.
El ulterior desarrollo de la ciudad depende de la explotación de la zona que controla.
Gradualmente surge la primera ciudad propiamente dicha de tamaño pequeño —de medio
kilómetro o un kilómetro de ancho— con una población de 2.000, 5.000, o aún, en la Europa de
los siglos X y XI, de 10.000 habitantes, aunque esto era poco frecuente. En este período
debemos volvemos hacia el mundo islámico, al cercano Oriente, España o África del Norte,
para encontrar ciudades de medio millón de habitantes como Córdoba, la capital del califato
occidental, o Bagdad, una ciudad do un millón de habitantes» Fue sólo con las ciudades
lombardas (cuando formaran su centro de gravedad) que se alcanzó en Europa una población
de 300.000 habitantes, en un período en que la población de la antigua Roma habíase reducido
de 1.200.000 a 50.000 o menos.
Con la unificación de más amplias zonas los centros crecen, la importancia relativa de cada
región diferente cambia y el centro de gravedad se desplaza. Después de las primeras ciudades
de los valles fluviales, con el desarrollo de la técnica, con la navegación, el comercio y la
piratería, estos centros se trasladan a posiciones mas favorables; al este del Mediterráneo y
más tarde a Roma. Tales movimientos deciden el destino de la ciudad, su desarrollo y
decadencia.
No basta estudiar aisladamente el desarrollo de una ciudad. Es sólo al comparar ciudades del
mismo período, al comparar su crecimiento absoluto y relativo, que la verdad se revela.
Cuando Roma era la capital del mundo, Londres no era sino un pequeño punto de trasbordo en
el límite del mundo conocido entonces. París era un campamento romano y Berlín no existía
aún ; y ni hablar de Nueva York. Por otra parte cuando Roma, después de reducirse a ciudad
provinciana, volvió a tener un millón de habitantes, tal cifra fue insignificante comparada con los
ocho millones de habitantes de Londres o Nueva York, El nivel de una ciudad es sólo
comprensible en relación con otras ciudades y períodos.
Hay épocas en las que la estructura económica es bastante estable. En tales períodos la ciudad
adquiere lentamente una forma definida que perdurará por algún tiempo; pero hay otros
períodos como los últimos cien años, en los que la estructura de los países enteros se altera
rápidamente, lo que ocurre también con sus ciudades. Es este crecimiento turbulento el que
acentúa las contradicciones que de dan en nuestras actuales ciudades de muchos millones y
motiva sus principales problemas.
Ciudad y campo
En el mundo antiguo la ciudad es la residencia de la clase dirigente: los reyes—sacerdotes en
Egipto, el poder militar de comerciantes en la Mesopotamia o la máquina administrativo del
emperador en China. En la ciudad—estado griega y en el Imperio romano, la ciudad es el
asiento de la casa del tesoro donde se almacena el botín.
Después del derrumbamiento del Imperio romano, la ciudad europea retrocedió a un estado
preurbano y fue dominada por el campo. En la temprana Edad Media, el poder estaba en
manos del clero y del señor secular, establecidos en un castillo que se encontraba dentro de la
ciudad o en su periferia. Se lavantaba con el doble propósito do defender castillo y ciudad de
enemigas del exterior y de dominar a la misma ciudad en caso necesario. Encontramos en la
ciudad una compleja estructura de clases: en la cima, los oficiales de los señores feudales, los
consejeros y representantes de las corporaciones, seguidos por las maestros, jornaleros y
aprendices y finalmente por los no-ciudadanas. En el campo había labriegos en las aldeas o
granjas, siervos, villanos, esclavos y una cantidad de categorías de transición, como lo muestra
el Domesday Book.
Señores, ciudadanos y labriegos, las tres clases principales, formaron grupos y alianza en
distintas ocasiones. En el primer período la ciudad se aliaba generalmente con los labriegos
contra el señor feudal, y siempre que la ciudad resultaba victoriosa el castillo era destruido.
En general el resultado fue que en el norte de Europa la nobleza feudal resultó victoriosa;
mientras que en el norte de Italia las ciudades fueron las vencedoras. Obligaron a la nobleza a
abandonar sus castillos y a establecerse dentro de la ciudad, donde se unieron con los
banqueros y los mercaderes.
En una etapa posterior la ciudad corta sus vínculos con el campo, lugar donde tuvo origen. Los
ciudadanos adinerados se unen con el rey despótico y en adelante su política se dirige contra el
campo. Como resultado de la siempre creciente explotación, se producen grandes
levantamientos de campesinos por toda Europa. La ciudad se convierte en productora de
riqueza. Ya sea como capital monárquica, como asiento del clero o del gobierno, o como
campamento militar o centro administrativo consume los productos del campo, al que despoja.
La ciudad burguesa
Más tarde la historia refleja el ascenso de la clase burguesa del estrato más bajo de la sociedad
al poder gobernante. Después del derrumbamiento del Imperio romano las tribus
conquistadoras impusieron sus métodos bárbaros para los cultivas de subsistencia; se
necesitaron cuatro siglos para elevar la producción a un nivel mas alto y establecer finalmente
la división del trabajo más importante y de más largo alcance, esto es, la división entre la
ciudad y el campo.
Temprana Edad Media. El nivel de la producción general de la sociedad era tan bajo que aun
una ciudad como París no poseía los medios para construir murallas de arcilla a pesar de las
amenazantes correrías de hordas nómadas. Muchas ciudades desaparecieron totalmente
durante este período. Otras necesitaron generaciones para construir una muralla con qué
protegerse.
Tardía Edad Media. Las riquezas se acumularon gradualmente en la ciudad. La lucha entre los
ciudadanos y los señores feudales se hizo más intensa. La mayor parte de las desarrolladas
ciudades del norte de Italia triunfaron en esta batalla, mientras que en el resto da Europa las
ciudades se extinguieron en su mayoría y perdieron su anterior independencia. Se reorganizó la
mano de obra en las corporaciones, Sus edificios y sus calles evidencian su posición
dominante.
Capitalismo primitivo. El descubrimiento de las Americas y la resultante afluencia de oro
incrementó la riqueza de las cortes europeas. Hubo más abundantes demandas en los
morcados, con la correspondiente expansión de la producción. Los nuevos ejércitos
permanentes crearon una demanda sin precedentes particularmente en la industria textil.
La mano do obra y la limitada producción del viejo sistema corporativa no podían ya bastar.
Se introdujo una nueva forma de producción: talleres de hilados y tejidos donde
trabajaban de cincuenta a cien obreros, Simultáneamente apareció un nuevo grupo de
expertos que dependía de las productores ricas. Ambos métodos de producción
constituyeron el vínculo con el moderno sistema fabril.
La ciudad del Renacimiento, con sus nuevas fortificaciones, es la expresión de este progreso
técnico. El nuevo centro representativo es el palacio en el Gran Estilo.
Capitalismo desarrollado. La clase burguesa fue pronto lo bastante poderosa como para
afirmarse como clase dirigente. El incremento del comercio mundial aceleró la producción.
Inglaterra, que hasta ese entonces había sido un país agrícola, se convirtió en el centro
industrial del mundo. Surgieron grandes ciudades basadas en la Industria textil y en el
carbón y el hierro.
Terribles epidemias acampanaron a estos desarrollos y amenazaron la existencia de ciudades
enteras. Con el estudio de estas condiciones empezó el primer tratamiento científico moderno
de las condiciones de la vivienda. Este fue el antecedente del planeamiento urbano
moderno.
Imperialismo. En el presente período del capitalismo, que en varios tos difiero por completo de
las etapas precedentes, el mundo está dividido entre las grandes potencias. Gobierno, finanza y
producción están íntimamente entrelazados, y los modernos medios de transporte tienden a
unificar el comercio mundial; aparecieron monopolios y trusts.
Las capitales de las grandes potencias son los centros de estas actividades. Son tipicos
los rascacielos de Nueva York y Chicago y la cadena de centros administrativos a lo largo
del Támesis. Se concentran grandes poblaciones empeñadas en la administración, la
distribución y la producción, convirtiéndose así la ciudad en una región.
No sólo unas pocas capitales sino todas las ciudades modernas tienen los mismos rasgos
uniformes. Todas representan el sistema contemporáneo y tiene su sello indeleblemente
marcado.
Una ciudad planeada, en contraste con el crecimiento caótico que se daba en los períodos
pasados, deberá basarse conscientemente en el trabajo, la vivienda y el recreo vinculadas por
el transporte, expresándose de este modo el espíritu colectivo del trabajo humano.
En el último capítulo se verán algunos intentos en tal dirección.