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Autor: Orkys Tenorio 13.169.

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La Evaluación Educativa.

La evaluación educativa es hoy en día un tema importante, no porque sea un


término nuevo que estudiar, sino porque hoy más que nunca juega un papel preponderante
en el proceso educativo como eje primordial de la mejora educativa, mediante la cual se
logra determinar el grado en que se están alcanzando los objetivos a cumplir, aunado a ello
es un elemento de gran relevancia del curriculum, pues, al aplicarla en la práctica diaria y
continua es la garantía de una educación de calidad.

Considero importante destacar que tiene un valor primordial tener en claro los
elementos, criterios y principios que la rigen, como norma para llevarla a la práctica, pues,
considerando todos los aportes que ella genera y su oportuna puesta en desarrollo, no solo
en beneficio de los estudiantes, sino en todos los entes que conforman la comunidad
educativa, por medio de los proyectos curriculares y los procesos de enseñanza
desarrollados por los docentes, se pueden llevar a la práctica estudios que permitan
recopilar información oportuna, considerar si los objetivos planteados se han logrado y de
no ser así utilizar la información para que ante cualquier eventualidad, se pueda retomar el
camino y focalizar tales objetivos, que permitan al evaluador sustentar los datos obtenidos y
en función de ellos determinar las mejoras y dar paso a la aplicación de criterios que
permitan obtener resultados óptimos siempre en función de lograr con ello la calidad de la
educación, calidad ésta que debe ser una premisa en todo centro educativo.

En este orden de ideas la evaluación, emerge como un recurso fundamental que


permite entender, validar, comprender y valorar el proceso de aprendizaje, permitiendo así
determinar aspectos de vital relevancia en su puesta en práctica, como lo son las
interrogantes: ¿por qué? ,¿Qué?, ¿cómo? y ¿cuándo evaluar?, por nombrar algunas, y de
esta manera dar paso a la retroalimentación, como un medio donde se pueden catalizar los
acuerdos, conocer las diversas habilidades o capacidades de los estudiantes, sin olvidar las
necesidades inherentes a cada caso. En este sentido me permito sustentar que al ser la
evaluación un proceso continuo y sistemático, éste determina el cabal cumplimiento de su
puesta en práctica, es decir, al recopilar información pertinente, determinar las necesidades
y de este modo realizar las mejoras para garantizar que se alcancen los objetivos
educativos, es allí donde emerge la real importancia de la palabra y es allí donde se debe
ponderar.

Por ello es determinante tomar en cuenta la evaluación educativa, como el canal que
permite obtener un caudal de información oportuna, acertada y centrada en el quehacer
educativo y que en función de esa información se pueda vislumbrar las herramientas a
utilizar para lograr las mejoras significativas a las debilidades encontradas si fuere el caso o
caso contrario potenciar las habilidades y capacidades..

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