DMGO. XVII T°. ORD.

, CICLO C

(Antes de iniciar la celebración y mientras esperamos al celebrante, rezar el

Angelus)

- El ángel del señor anuncio a María,

- Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
- Dios te salve…

- He aquí la esclava del señor,

- hágase en mí según tu palabra.
- Dios te salve…

- Y el verbo se hizo carne

- Y habito entre nosotros.
- Dios te salve…

Oremos:
Infunde, señor, tu gracia en nuestros corazones,
Para que cuantos, por el anuncio del Ángel Gabriel,
Hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo,
Por su pasión y su cruz lleguemos a la gloria de la Resurrección.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

Bienvenida:
Cada vez que celebramos la Eucaristía, como la de este domingo décimo
séptimo durante el año, estamos celebrando gozosamente la Pascua del
Señor, con el compromiso de dar testimonio, de comunicar la Buena Nueva,
sintiendo la necesidad de entrar en comunión y diálogo con los hombres que
necesitan conocer a Dios.
Hoy el Señor nos enseña a orar, a dirigirnos a nuestro Padre, con humildad y
confianza filial, sin descanso, insistentemente, en un diálogo amoroso de
apertura y aceptación de la voluntad de Dios, que no siempre coincide con
nuestros deseos. Esta oración siempre es escuchada por nuestro Padre
bueno, ya que Él espera nuestra respuesta al amor que constantemente nos
ofrece. La oración del hombre justo atrae la misericordia y obtiene el perdón
de los demás.
Recibamos a quién preside esta celebración, el padre…, a nuestro hermano
Diácono… y a los acólitos de nuestra comunidad; nos unimos al coro en el
canto de entrada.

Acto Penitencial

o Tú, rico en piedad y misericordia, que te dejas afectar por todo

lo humano. ¡Señor, ten piedad!
o Tú, que nos perdonas siempre y nos das la Vida. ¡Cristo, ten
piedad!
o Tú que nos llevas de la mano con infinito amor. ¡Señor, ten
piedad!

Gloria

Oración colecta

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
El relato bíblico, que escucharemos, nos presenta a Abrahán intercediendo a
favor de dos ciudades; suena a un diálogo del amigo con Dios. Toda oración
nace como respuesta a la amistad que Dios nos ofrece y de adhesión a su
voluntad. Pongamos atención.

Salmo 137      

El salmo 137 es una acción de gracias al Dios altísimo, quien, en su amor,
mira al más humilde y escucha su oración. La Iglesia invita a cada uno a
reconocer la acción de Dios siempre presente y manifestando su amor.
R./ ¡Me escuchaste, Señor, cuando te invoqué!

Segunda lectura
San Pablo, en su enseñanza, afirma que el bautismo nos une a Cristo y, por
eso, el creyente pasa de la muerte del pecado a la plenitud de la existencia
que es el amor de Dios. Nuestra tarea es vivir esa vida nueva con todas las
consecuencias. Escuchemos al Apóstol del Señor.
Evangelio
Jesús enseña a orar a sus discípulos. Es claro en los evangelios que Jesús oró y
enseñó a su grupo. Eso sí su forma de oración no se parece en nada a la de
los maestros de su tiempo. Algo totalmente nuevo se da en su enseñanza: la
posibilidad de dirigirnos a Dios con confianza filial. Aclamemos con el canto
esta buena nueva.

Homilía

Credo

Oración de los fieles

Oremos al Señor, nuestro Dios, que no juzga, sino que libera. A cada
invocación decimos: "PADRE, ESCÚCHANOS Y ENSÉÑANOS A ORAR"
—Padre nuestro, para que en la Iglesia y en el mundo, se escuche el llamado
del Papa Francisco y los que tienen más recursos y los poderes públicos, no
se cansen de trabajar por un mundo más justo y solidario, no permaneciendo
indiferentes ante las desigualdades existentes, Con María, roguemos al
Señor.
—Para que, respondiendo al pedido del Papa, nuestra Iglesia diocesana salga
a la calle, rechazando todo lo que sea mundanidad, instalación o comodidad
y el estar encerrados en nosotros mismos, Con María, roguemos al Señor.
—Para que, en nuestra patria, los ancianos no claudiquen de ser la reserva
cultural de nuestro pueblo, que transmiten la justicia, que transmiten la
historia, los valores y la memoria del pueblo, Con María, roguemos al Señor.
—Para que tantas familias que se encuentran sufriendo necesidades que les
impiden vivir dignamente, encuentren el acompañamiento de tu amor y
bondad infinita, en nuestra ayuda fraterna, Con María, roguemos al Señor.
—Para que toda nuestra comunidad parroquial sea insistente en la oración,
pero también esforzada en el amor fraterno y valiente en el anuncio del
Evangelio, hecho desde el testimonio de nuestras vidas, Con María,
roguemos al Señor.

LITURGIA EUCARISTICA

Presentación de las ofrendas

Presentemos ahora, sobre la mesa del altar, junto con el pan y el vino, un
sincero deseo de establecer con nuestro Padre, un auténtico diálogo de
amor, en una verdadera disponibilidad de aceptación plena de su voluntad.

La colecta que vamos a realizar es un signo de nuestro compromiso con la

parroquia, que es nuestra casa. colaboremos económicamente, de modo
especial en estos momentos tan complicados, en los que tantas carencias se
han visto acentuadas. Agradecemos su generosidad.

Comunión
El entrar en una íntima comunión con Cristo implica entrar, también, en una
íntima y verdadera comunión con todos y cada uno de nuestros hermanos, y
así toda nuestra vida se hace una auténtica oración a Dios. Cantamos junto al
coro.

Comunión espiritual
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús
Sacramentado, especialmente quienes siguen esta eucaristía por las RRSS,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente

en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh, Señor, no permitas que jamás me separe de Ti. Amén.

Acción de gracias
 Porque hemos cantado en presencia de los ángeles, y has escuchado
nuestra alabanza. Te damos gracias, señor. R/
 Porque hemos intercedido por nuestros hermanos, como antaño
Abraham intercedió por los suyos, y has escuchado nuestra oración. Te
damos gracias. R/
  Porque hemos implorado el perdón por nuestros pecados, y has
cancelado nuestra deuda clavándola en la cruz de tu Hijo. Te damos
gracias. R/
 Porque hemos pedido el pan de la tierra y nos has dado también el pan
del cielo, con tu Espíritu Santo. Te damos gracias.

Avisos
-

Despedida
Cada Eucaristía en la que participamos debe producir en nosotros verdaderos
frutos, y el de hoy debe ser una mayor y mejor participación del momento
más importante para dialogar con el Señor: la liturgia eucarística. Así,
viviéndola plena y conscientemente, será la fuente de toda oración y la
garantía de su autenticidad.
Nos ponemos de pie para hacer oración y recibir la bendición de envió.