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El lazarillo de Tormes y la Reforma Protestante

Isaac Franco

Sebastián Rebolledo

Presentado (a): Melissa Hernández

Escuela Normal Superior la Hacienda

Grado 10E

Barranquilla

2022
El lazarillo de Tormes y la Reforma Protestante

En el tratado Quinto de la obra del Lazarillo de Tormes (Anónimo, 2012, pág. 81),

Lázaro (lazarillo) tiene por amo a un buldero. Este capítulo llama la atención por la

contradicción que representa el buldero en su forma de ser y actuar, aunque quizá la mayoría

de los bulderos eran así. Si un buldero es un vendedor de bulas entonces tiene que ser

desenvuelto y desvergonzado, como lo describe Lazarillo.

Este buldero era, sin embargo, una figura del catolicismo pues la bula eran documentos a

través del cual el Papa (máxima autoridad católica) concedía privilegios (Bartolomé, 2011).

Pero demostraba lo podrida que estaba la iglesia católica de entonces que abusaba de la fe de

los creyentes para sacarles dinero. En el relato, el buldero tiene un conflicto con el alguacil

porque éste le dice que sus bulas son falsas y por tanto el era un estafador. Este criterio del

alguacil, junto con la resistencia de la gente a comprar las bulas, demostraban la

insatisfacción o rechazo popular hacia esta figura a la cual la gente ya le conocía por sus

mañas y su labia.

Sin embargo, el alguacil, figura de autoridad del Estado, encarna la corrupción y

complicidad que había entre el Estado y la Iglesia, pues su acusación era solo parte de un

espectáculo para engañar a la gente. Motivado por el dinero, el alguacil prefiere quedar mal

ante la sociedad, renunciar a su propio cargo, pues sabe que de la mano del buldero obtendrá

grandes ganancias. El lazarillo relata que el buldero ni siquiera necesitaba ir a la iglesia o

hablar con la gente pues el rumor se había esparcido y las personas acudían a la posada

donde llegaba para comprar bula para sí mismos, su pareja y sus hijos.

Ahora bien, esto demuestra que dentro del bien (una institución aparentemente del bien

como es la iglesia), puede haber maldad, incluso mucha maldad, y que para ser malo se

necesita ser bueno, es decir, tener talento. En este caso talento para engañar. El buldero

cantó y luego hizo una larga oración con la que hizo llorar a los creyentes pues en sus
sermones de predicador los hacía con pasión (Anónimo, 2012, pág. 84). Pero más fácil es

engañar si la persona desea ser engañada. Un auditorio devoto será más facil de engañar que

un auditorio escéptico, así, el buldero solo tenía que tocar el corazón sensible de cada

creyente y además emplear su creencia para su propio beneficio. El buldero pone a Dios

como juez de la veracidad de sus palabras en oposición a las palabras del alguacil; quien

mienta debe ser castigado. En esto quizá juege más la superstición de la población que la

creencia, por aquello de que la lengua es el castigo del cuerpo. Al final, el buldero aprovecha

su condición y la ignorancia de la gente para su propio beneficio.

En definitiva, el buldero, representado de una manera no necesariamente superlativa, era

una figura que demostraba la decadencia moral a la que había llegado la iglesia católica y

que contribuyó a que se diera la Reforma Protestante, impulsada por Martín Lutero, de

hecho la reforma comienza con la quema de una bula papal (Cervántes, 2020). Rodríguez

(2022) define las bulas papales como el primer éxito multinivel por ser una pirámide donde

la cabeza era el Papa quien vendía el privilegio para imprimir y distribuir bulas, pero que no

era precisamente una estafa porque los ingresos generados provenían de personas fuera de la

pirámide. Los bulderos eran por tanto apenas peones que con mucho esfuerzo debían

convencer al creyente de que necesitaba comprar una bula, mientras que los verdaderos

beneficiarios eran los obispos, arzobispos y por supuesto el Papa, a los que les llegaba gran

cantidad de dinero.

Las bulas eran por tanto un esquema de venta multinivel más parecido a Avon o

Herbalife, y el buldero vendría siendo un simple vendedor mientras que el dueño de la

empresa era el Papa. Si bien el lazarillo lo cuenta de manera jocosa, es toda una crítica a la

Iglesia Católica; por ello fue parte de los 11 índices prohibidos por la Santa Inquisición entre

los años 1551 y 1790 (Medina, 2020), y vale acotar que la obra El lazarillo de Tormes, fue
publicada a mediados del siglo XVI, relativamente poco tiempo despues que Martín Luthero

en 1517 clavara sus 95 tesis y diera inicio a la Reforma Protestante

Referencias
Anónimo. (2012). Lazarillo de Tormes. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá.

Bartolomé, C. (2011). El lazarillo de Tormes. Recanati: Eli.

Cervántes, L. (2 de 12 de 2020). Valiente seña de emancipación: A 500 años del a quema de

la bula de excomunión de Lutero. Obtenido de Fondo de Cultura Económica:

https://www.fondodeculturaeconomica.com/Noticia/4352

Medina, A. (9 de 8 de 2020). El edicto de Lazarillo. Obtenido de El Espectador:

https://www.elespectador.com/el-magazin-cultural/el-edicto-de-lazarillo-article/

Rodríguez, A. (17 de 7 de 2022). Las bulas, el primer éxito de la venta multinivel. Obtenido

de El Reto Histórico : https://elretohistorico.com/las-bulas-el-primer-exito-de-la-

venta-multinivel/.

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