Domingo 25 de Septiembre de 2022

Año 11 / Número 147

Prohibida su venta por separado

Economía
circular
Propone abordar la producción, distribución, consumo y
reciclado de otro modo y permite reducir el impacto en el
ambiente, lo que genera un círculo virtuoso. ¿Cuánto ayuda a la
generación de empleo? ¿Cómo puede involucrarse la ciudadanía?
2. ACCIONES | DOMINGO 25 DE SEPTIEMBRE DE 2022
EDITORIAL
Por una
economía
amable
Por Carla Pitiot
Vicepresidenta Fundación
La Agenda 2030 de Naciones Unidas
propone 17 Objetivos de Desarrollo
Sostenible para “mejorar las vidas de
las personas en todo el mundo”, pero
esas metas deben pensarse desde la cir-
cularidad en la producción y consumo
responsables, rompiendo el paradigma
de modelos económicos lineales.
En sintonía, el Papa Francisco ha pe-
dido cambiar el rumbo de la economía,
criticando el “modelo de vida econó-
mica y social caracterizado por tantas
desigualdades y egoísmos” y “que a
menudo no duda en explotar a las per-
sonas y los recursos”.
Una de las claves para ubicar a las
personas en el centro del desarrollo
es la economía circular. Abandonar
el modelo de producción-consumo y
desecho, por uno más sostenible que
permita una producción más amiga-
ble con el ambiente y con las personas.
Una economía consciente en la que se
repare, se reutilice, se recicle y en la
que se reduzcan los residuos, agregan-
do valor nuevamente, y comenzar el
círculo de la producción una vez más.
La economía circular crea oportuni-
dades para las empresas, para las y los
trabajadores y para nuestro planeta, y
por eso incentivarla a través de políti-
cas públicas debe ser prioritario para
un Estado comprometido con el desa-
rrollo sostenible.
Reutilizar, el modo
de potenciar un
círculo virtuoso
La economía circular propone
abordar la producción, distribución
consumo y reciclado de otro modo
y permite reducir el impacto en
el ambiente. ¿Cuánto ayuda a la
generación de empleo? ¿Cómo puede
involucrarse la ciudadanía?
En Argentina, se generan aproximadamente
53.000 toneladas diarias de desechos, lo que
se traduce en más de 19 millones de toneladas
anuales de Residuos Sólidos Urbanos (RSU).
Desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible de la Nación, afirman que el 40% se
genera en la provincia de Buenos Aires.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires pro-
duce 7.000 toneladas por día; Córdoba, 4.500;
y Santa Fe, 4.300. Además, desde Ambiente de-
tallan que solo el 37% de los municipios cuenta
con algún tipo de programa de separación de re-
siduos. El crecimiento de los impactos socioam-
bientales negativos es notable y distintos exper-
tos aseguran que, si se continúa con este ritmo
de producción, la cantidad de plástico generado
por la industria casi se triplicará en 2040.
Durante los últimos años, el modelo de eco-
nomía circular se consolidó como uno de los
métodos más eficientes y válidos para alcan-
zar diversos Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS) de Naciones Unidas, ya que mediante su
implementación es posible reducir el impacto
en el ambiente y disminuir los costos de la ma-
teria prima rompiendo con el modelo lineal de
producción: tomar, fabricar, consumir y des-
echar.
Qué es la economía circular. La econo-
mía circular propone abordar la producción,
distribución, consumo y reciclado de forma
virtuosa, promoviendo la reutilización y rein-
corporación de los desperdicios como parte de
nuevos circuitos productivos. De esta forma,
se evita la extracción de más recursos natura-
les y se promueve el ahorro de energía. “Es un
modelo que permite mutar hacia procesos pro-
ductivos que imitan los ciclos de la naturaleza,
donde todo se reutiliza. En este punto, uno de
los caminos indispensables sigue siendo la vieja
regla de las tres R: reutilizar, reducir y reciclar”,
explica Julián D’Angelo, director del Centro Na-
cional de Responsabilidad Social Empresarial
(cenaRSEcs) de la Facultad de Ciencias Econó-
micas de la UBA.
“En una economía circular, los residuos y la
contaminación se eliminan desde el diseño,
mientras que los materiales y productos per-
manecen en uso, como lo indica su nombre,
circulando en la economía. Esa es la lógica irre-
futable y exitosa de este modelo: menor uso de
materias primas y fuentes de energía no reno-
vables, menos residuos, más beneficios para
los consumidores, para la comunidad y para el
ambiente”, completa.
Desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo
nacional sostienen que para promover este mo-
Para Sol Klas, secretaria de
Ambiente de APOC, “este modelo
económico genera más empleo
local, sobre todo en puestos de
baja y media especialización”.
Moda sustentable
Circular es una iniciativa que impulsa
Fundación Éforo y que tiene como ob-
jetivo reflexionar sobre el impacto de la
moda en el trabajo, el consumo y el am-
biente. Mediante el interrogante: ¿qué
hay detrás de las prendas que usamos?
Surgen una serie de charlas y talleres que
invitan a pensar en la moda sustentable
a partir de experiencias del sector textil,
empresarial, y de las organizaciones ci-
viles.
Dentro de este marco, se creó la mues-
tra artística “Círculo sagrado”, a cargo de
Alejandra Gougy en colaboración con la
artista visual Claudia Nocita. Este espa-
cio busca generar conciencia respecto
del impacto de la industria textil en el
medioambiente y a su vez, promueve la
producción, la venta y el consumo sus-
tentable a partir del uso de materiales
biodegradables. La instalación se reali-
zó con descartes urbanos e industriales
scrap de medias, fibras naturales, plás-
ticos y redes, entre otros elementos que
dejan al descubierto diferentes formas
y texturas. La idea de Círculo Sagrado
parte de la base de la reutilización de
la materia prima para convertirla en un
producto nuevo, con una utilidad distin-
ta. La muestra se puede visitar en la sala
La Aljaba de El Obrador Centro Crea-
tivo, ubicado en Bartolomé Mitre 1670
(CABA), de lunes a viernes de 11 a 19, con
entrada libre y gratuita.
delo es necesario fortalecer los circuitos de re-
colección, recuperación y reciclado de residuos.
Con esa idea se pensó la Gestión Integral de
Residuos Sólidos Urbanos con Inclusión Social
(GIRSU), que permite el retorno de los materia-
les a través de distintas etapas, que contemplan
la generación de los residuos, la promoción
ambiental para la separación en origen, la reco-
lección diferenciada de los RSU, el transporte y
la logística hacia las plantas o centros de clasifi-
cación, el tratamiento, la comercialización a las
distintas industrias y, por último, la disposición
final de aquellos desechos que hoy no pueden
valorizarse. “Tenemos el desafío de la inclusión
social de los recuperadores urbanos como acto-
res fundamentales de la GIRSU. En Argentina,
ellos realizan la recuperación de los materia-
El plástico que fue reintroducido
al sistema se incrementó de
manera exponencial en los últimos
50 años: pasó de 15 millones de
toneladas a 311 millones.
les reciclables de las calles o basurales a cielo
abierto, el acondicionamiento de los mismos y
su posterior venta: son el eslabón principal de la
gestión de residuos y de la economía circular”,
señala Manuel Mateu, director de Proyectos
vinculados a la Gestión de Residuos y la Econo-
mía Circular de la Nación.
Actualmente, un 65% de los RSU generados
en todo el país son dispuestos en centros am-
bientales bajo la tecnología de relleno sanitario,
mientras que el remanente finaliza en basurales
a cielo abierto. Esta es la modalidad de disposi-
ción final de residuos común en la mayoría de
los municipios y trae consigo impactos ambien-
tales, sociales y riesgos sanitarios, ya que genera
un aumento en la producción de gases de efecto
invernadero, además de una importante conta-
minación del aire, agua y suelo.
En materia de reciclaje, la industria generó un
aumento del plástico reintroducido al sistema,
que pasó de 15 millones a 311 millones de to-
neladas en los últimos 50 años. En esta misma
línea, numerosas compañías establecieron ob-
jetivos para 2030 en busca de ponerle un fin a
los desperdicios de ese material y reinsertarlos
en el ciclo productivo.
Impacto en el empleo. “Este modelo eco-
nómico genera más empleo local, especialmen-
te en puestos de trabajo de baja y media espe-
cialización, lo que permite afrontar uno de los
problemas más serios que afecta a las econo-
mías de los países desarrollados: el desempleo
y el trabajo precario y de baja calidad”, detalla
Sol Klas, secretaria de Ambiente y Desarrollo
Sostenible de la Asociación de Personal de los
Organismos de Control (APOC).
Según Klas, estudios comparativos confir-
man los efectos positivos que puede tener en
el empleo la adopción de los principios de la
DOMINGO 25 DE SEPTIEMBRE DE 2022 | 3. ACCIONES
economía circular. “Genera la reducción de los
precios en diferentes sectores por el aumento
de la intensidad del trabajo de mano de obra
en actividades de reciclaje, recuperación y reu-
tilización y por la necesidad de cubrir trabajos
que requieren de alta cualificación en sectores
específicos y en operaciones de refabricación”.
APOC integra desde 2019 el Frente Sindical
de Acción Climática, que adquirió volumen con
la adhesión de diversos sindicatos interesados
en la crisis socioambiental. Esta iniciativa pro-
mueve la participación en las estrategias de
reducción de dióxido de carbono, desarrolla
programas de formación y concientización e in-
corpora la figura del delegado ambiental en las
negociaciones colectivas.
Empresas que se adaptan. Cada vez son
más las empresas que comprenden la necesi-
dad de implementar cambios en la totalidad de
sus ciclos productivos: desde el uso de recursos
no renovables como minerales, derivados del
petróleo y energía de fuente fósil hasta la dis-
posición y tratamiento de sus residuos. Tanto
pequeños emprendimientos como grandes
compañías pueden llevar a la práctica cambios
significativos en el sentido de la circularidad.
Esto se puede graficar, por ejemplo, en la re-
ducción de los productos plásticos de un solo
uso, que se volvió una prioridad en varios países
del mundo, incluida Argentina, y que muestra
grandes avances en la reducción del uso de bol-
sas plásticas, sorbetes, vasos, cubiertos y hasta
cotillón descartable. Las mismas empresas sue-
len promover productos con materiales alterna-
tivos como los sorbetes de metal o de materiales
reciclables en papel o compostables.
Por otra parte, el cambio hacia este tipo de
economía brinda un sinfín de oportunidades,
como la implementación de negocios nove-
dosos y tendencias en productos que no son
descartables, sino perdurables. De esa forma,
brinda la posibilidad de obtener un rédito eco-
nómico de este modelo, a tal punto que impor-
tantes compañías multinacionales de distintos
rubros tienen como meta reinsertar los desper-
dicios en el proceso productivo.
Tal como indicó el químico francés Antoine-
Laurent Lavoisier en la ley de la Conservación
de la Materia, “nada se pierde, nada se crea,
todo se transforma”. Si bien al momento no
existe un tipo de tecnología que permita avan-
zar hacia un modelo totalmente circular debido
a que cada empresa cuenta con materias primas
no renovables, se encuentra a disposición una
amplia variedad de prácticas que pueden em-
pezar a implementarse en las compañías como
el rediseño de los productos, los cambios en el
envoltorio y la presentación, la incorporación
de fuentes de energía renovables, ahorro de
agua en los procesos productivos o en las ofici-
nas, la utilización de insumos reciclados, la se-
paración en origen de los residuos y el reciclado.
¿Es realmente posible? D’Angelo lo responde
con un ejemplo: “En Tierra del Fuego, una re-
conocida firma fabricante de electrodomésticos
y productos electrónicos recicla más del 96% de
los residuos industriales y los reincorpora has-
ta tres veces a la cadena productiva. Asimismo,
lograron reducir un 50% la huella de carbono
y un 40% el consumo energético en el proceso
productivo. Más del 80% del packaging utiliza
pulpa de papel reciclado, 100% biodegradable”.
El aporte de la ciudadanía. La ciudada-
nía puede contribuir de diferentes maneras, a
través de su participación activa en acciones
vinculadas al consumo responsable y la mini-
mización de desperdicios, como también en la
recolección diferenciada, separando los mate-
riales reciclables para que puedan ser recupe-
rados y reinsertados en el sistema productivo.
Para ello es importante fomentar hábitos de
consumo responsable. Así, se instalaron cinco
plantas de biogas: en la Escuela de Educación
Secundaria Agraria N° 1, de Quilmes; la Escuela
Técnica N° 1, de San Fernando; el Centro Edu-
cativo para la Producción Total N°, 4 de Merce-
des; el Bachillerato Popular Carlos Fuentealba,
de Luján; y la Escuela Secundaria Agraria N° 1,
de Glew, en Almirante Brown.
Esta última ya está en funcionamiento y per-
mite transformar residuos orgánicos en energía
eléctrica con la que iluminan el establecimien-
to. Tiene unos biodigestores acompañados de
un generador eléctrico que alimenta una poten-
cia de 160 watts, junto con todos sus elementos
y componentes satelitales.
4. ACCIONES | DOMINGO 25 DE SEPTIEMBRE DE 2022
ENTREVISTA A ALEJANDRO MALGOR
“El mercado de la moda
debe ser sustentable”
Uno de los dueños de Xinca,
la empresa que fabrica ropa
sustentable, cuenta cómo
surgió la iniciativa y la forma
en que encaran el proceso de
producción para lograr abaratar
los productos y llegar a la mayor
cantidad de gente posible.
La idea de la economía circular es muy intere-
sante desde la teoría. Llevarla a la práctica pue-
de resultar un desafío nada sencillo. Muchos
desechos pueden ser recuperados y reinserta-
dos en el sistema productivo. Con esa premisa,
Alejandro Malgor creó, junto con dos amigos
(Nazareno El Hom y Ezequiel Gatti) la empresa
Xinca, de ropa sustentable, realizada con ma-
teriales reciclados, ubicada en Mendoza. ¿Cuál
fue el incentivo para fundar la compañía? ¿Por
qué eligieron este método de producción?
¿Cómo surgió Xinca?
Xinca es una empresa que creamos tres ami-
gos de Mendoza buscando generar un impacto
positivo en la sociedad. Queríamos ser algo más
que una compañía que buscase solo resultados
económicos. Pretendíamos hacer negocios de
una forma diferente, con compromiso social y
ambiental, sin traicionar nuestros valores y dis-
frutar mientras hacemos lo que más nos gusta:
cuidar al planeta y a personas que tuvieron me-
nos suerte que nosotros.
¿Son parte de una economía amigable
con el planeta?
Sí. Buscamos desarrollar productos con una
mejor carga ambiental. Se pretende reducir la
huella ambiental, preservar el planeta y sus re-
cursos naturales mediante el uso de materiales
que van a parar a la basura. Por eso, las suelas
de nuestras zapatillas están hechas con el reci-
clado de neumáticos fuera de uso y, en varios
modelos, reutilizamos textiles para la capellada.
¿Es rentable producir desde el recicla-
do?
Yo siempre me pregunto: ¿qué es más impor-
tante, un buen negocio o el futuro de nuestro
planeta y la humanidad? Ya no va más la idea
de pensar negocios que solo generen dinero
para los socios. Eso debe quedar en el pasado.
Demostramos que se puede hacer un produc-
to competitivo y accesible para el consumidor.
Buscamos llegar al cliente final con un precio
accesible, pagando un precio justo a todas las
partes involucradas en la cadena de producción.
¿Es posible abaratar costos para que el
producto llegue a más personas?
En general, los productos orgánicos y susten-
tables tienden a ser caros. Los nuestros, no. El
desafío de los emprendedores ecosociales es
ofrecer un producto verde a un precio compe-
titivo, si no la sustentabilidad es para la gente
que tiene dinero. Tom Szaky, fundador de Te-
rracycle, explica muy bien esto cuando dice que
un fundamento clave de los negocios verdes es
que, “a menos que logres un precio accesible
para el consumidor, no van a elegirte”. Claro
que es más sencillo y barato desarrollar un pro-
ducto nuevo antes que recolectarlo, separarlo y
reciclarlo. Pero es hora de pensar de manera cir-
cular: producir, usar y reciclar o reutilizar.
Xinca tiene una función social tam-
bién.
Buscamos dar segundas oportunidades. No
solo a los residuos, sino también a personas
excluidas del sistema. Por ello, nuestro calza-
do se confecciona en un taller montado dentro
del Penal San Felipe, de la ciudad de Mendoza.
Allí trabajan más de 80 internos. Pretendemos
darles herramientas para que el día de mañana,
cuando salgan, puedan tomar mejores decisio-
nes. Desde que iniciamos la empresa, también,
la idea es dar trabajo y empoderar a mujeres.
Por esto, trabajamos con mujeres rurales, ma-
dres solteras y mujeres que recuperaron la li-
bertad desde nuestros inicios, en 2013. Como
empresa no somos perfectos, ni tenemos todas
las respuestas, pero frente a un paisaje en cons-
tante cambio siempre buscamos y nos compro-
metemos con la mejor y más sostenible forma
de hacer nuestros productos, innovando donde
sea necesario.
¿Hay posibilidades concretas de que el
mercado de la moda sea sustentable a
nivel mundial?
No hay otra opción, debe serlo. Y hay que
empezar ya, disminuyendo nuestro impacto.
Las grandes corporaciones tienen la obligación
de producir de manera sostenible, ellos deben
marcar el camino. Y los consumidores, dejar
de elegir y comprar a las marcas que no sean
socialmente responsables. Con nuestro dine-
ro podemos definir cómo queremos que sean
las marcas del futuro y apoyar a aquellas que
buscan hacer menos daño, a las empresas más
nobles.