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José Luis Senra Gabriel y Galán

Universidad de Santiago de Compostela

En torno a las estructuras


occidentales de las iglesias
románicas: formulación
arquitectónica y funcional de las
galileas (ca. 1030-1150)

Espacios y estructuras singulares del edificio románico, Aguilar de Campoo, 2008


L os pórticos occidentales constituyen estructuras anexas a los templos que
fueron utilizadas desde la temprana Edad Media como ámbitos intermedios entre
el interior y el exterior. La funcionalidad de estos umbrales, asociados simbólica
mente a partir de su orientación a Poniente con la esfera escatológica, ha sido
diversa pero en época románica cobraron una especial energía a raíz de la elabora
ción que de ellos hicieron los monjes cluniacenses. En su cada vez más compleja
liturgia procesional adquirió singular relieve la celebración del principio funda
mental del cristianismo: el triunfo sobre la muerte. La respuesta espacial en los
templos a esta demanda fue la intensificación arquitectónica de las fachadas occi
dentales que siguiendo la herencia carolingia se elaboraron mediante bloques
arquitectónicos de dos niveles al segundo de los cuales se accedía mediante torres.
Las llamadas galileas, término genérico cuya etimología remite al territorio en el
que Cristo llevó a cabo su misión y en el que anunció a los apóstoles su reencuentro
tras la Resurrección, fueron la específica plasmación de todas las especulaciones
litúrgicas de Cluny en esta dirección teológica.
La presente aportación tratará de ofrecer una visión del desarrollo de estos
espacios poniendo algunos límites y deshaciendo equívocos. Popularizados por la
abadía borgoñona no fueron exclusivos de ella como tampoco de las iglesias
monásticas benedictinas: en una época en la que los cabildos catedralicios se nutrí
an de monjes, también a muchas catedrales se incorporaron galileas. Y desde el


Este trabajo se inserta dentro de un proyecto más amplio que en forma de monografía abordará la cuestión de
Cluny y la Península Ibérica en la Historia del Arte.


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punto de vista funcional es importante tener en cuenta que de ninguna manera


fueron excluyentes a otros usos como el defensivo o puntualmente el funerario.
Para ello se abordará el fenómeno a partir de representativos edificios románicos
del área francoborgoñona pertenecientes a los siglos XI y XII, concluyendo con la
realidad de este paisaje arquitectónico en el noroeste de la Península Ibérica.
Como espacio de tránsito, antes que nada la galilea se inserta dentro de la cate
goría de umbral, área que concretiza tanto la delimitación entre el ‘fuera’ y el ‘den
tro’ como la posibilidad de paso de una zona a la otra. Respecto a su ubicación
canónica en el templo, era de manera rigurosa la zona occidental, área asociada a la
región de las tinieblas, pero también de la esperanza en la resurrección de los
muertos y del Juicio Final. Como zona intensamente escatológica se trataba de un
espacio iconográficamente apropiado para injertar la representación de una teofa
nía así como el conjunto de imágenes relacionadas con el Juicio Final o con los epi
sodios neotestamentarios relacionados con la Pasión: Transfiguración, Resurrec
ción y Pentecostés. En este aspecto es importante tener en cuenta que aún
existiendo una prioridad jerárquica del acceso occidental, las circunstancias topo
gráficas que rodeaban al edificio a menudo generaban una parcial emancipación
del uso de esta puerta como entrada preferente para laicos a favor de la fachada
lateral del edificio colindante a la vía pública.
Desde el punto de vista funcional, era un espacio eminentemente litúrgico. Es
bien sabida la función de la liturgia como proceso de reactualización de un acto
primordial que, aún con el déficit de información de la época con que contamos,
en el caso específico de la galilea debe concentrarse en evocar de manera física,
mediante la procesión ascendente de un nivel a otro, el tránsito de la muerte a la
vida eterna. Pero además de constituir una zona litúrgica, tal y como señalé, la
vocación de estos espacios era polifuncional: en el se congregaban los laicos cuan
do la comunidad monástica realizaba la liturgia procesional al igual que en otras
iglesias románicas este papel lo desempeñaban los pórticos laterales. Respecto al
punto de vista formal a partir de su configuración de área de tránsito con la inclu
sión de torres laterales, estas estructuras supusieron el paso intermedio entre las
fachadas carolingias y el desarrollo de las de época gótica.


Mircea ELIADE, Lo sagrado y lo profano, Madrid, 
 Hamburgo,  
, p. .

Yves CHRISTE, Les grands portails romans. Etudes sur l’iconologie des théophanies romanes, Genève,   , pp.   ;
Peter KLEIN, “Programmes eschatologiques, fonction et réception historiques des portails du XIIe s. : Moissac
BeaulieuSaintDenis”, Cahiers de Civilisation Médiévale, XXXIII  , pp. 
 .

Liber Tramitis aevi Odilonis Abbatis P. Dinter, ed. , Siegburg,   , p.  .

Pierre HÉLIOT / M. DAVIDROY, “Les galeriesporches des églises dans l’ancienne France”, en: Bulletin archéolo
gique du comité des travaux historiques, n.s., , 
, pp.
.

Kenneth John CONANT, Benedictine Contributions to Church Architecture, Latrobe,  
, pp.  ; Carol Heitz,
“Rôle de l’église porche dans la formation des façades occidentales de nos églises romanes”, Cahiers de Civilisa
tion Médiévale,    , pp.  .


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ORIGEN Y MODELOS
Bajo el gobierno del abad Odilón   en Cluny se produjo una intensifi
cación litúrgica que estableció la conmemoración de los difuntos cada  de
noviembre
: todos los monjes ordenados debían celebrar eucaristías privadas “para
el descanso de las almas”. La importancia de este ceremonial eucarístico post mor
tem alcanzó unas cotas sin parangón: por cada monje fallecido se realizaban treinta
eucaristías diarias durante un mes desde el día del óbito y cada año se conmemora
ba de modo solemne el día de la defunción . Es además notorio que durante el aba
diato de Odilón se definieron aún más los presupuestos a partir de los cuales todos
aquellos que se asociaran a la familia cluniacense a través de sus donaciones se
beneficiarían de la oración perpetua de los monjes para su reposo eterno. En este
régimen verdaderamente compulsivo se enmarca la irrupción de un espacio arqui
tectónico específico para la celebración del triunfo sobre la muerte: la galilea
Fig. . La más antigua mención al término se encuentra en el Liber Tramitis, código
litúrgico probablemente redactado en la década de los años treinta del siglo XI con
voluntad de servir de texto normativo dirigido a reglar la vida de los miembros de
la Ecclesia cluniacensis. Las complejas prescripciones litúrgicas del Liber Tramitis
muestran que en primer lugar la galilea servía de lugar privilegiado para las estacio
nes solemnes de las grandes procesiones que tenían lugar los días festivos y los
domingos. Como se dijo, en esas ocasiones, a fin de no perturbar el desarrollo de la
liturgia itinerante, los laicos que eventualmente estuvieran presentes debían aban
donar las naves del templo y desplazarse a la galilea o bien, si era esta la utilizada, al
espacio exterior contiguo a la fachada atrium subter turres .
Los restos de la galilea de Cluny que se encontraron en el curso de las excavacio
nes fueron muy escasos aunque lo suficiente explícitos para constatar que fue un
añadido a la iglesia preexistente. A partir de la aceleración litúrgica que se produjo
con el abadiato de Odilón su construcción se ha asociado con una iniciativa de este
eclesiástico. Kenneth John Conant, responsable de los trabajos arqueológicos en
el solar de Cluny, propuso a partir de la descripción del consetudinario, una estruc
tura de tres tramos que tendría delante un atrio abierto de tipo mediterráneo
semejante al de San Pedro del Vaticano de época paleocristiana . Y no consideró
que tuviera dos niveles o alturas, cuestión que fue puesta en duda a no mucho tar
dar. Ciertamente la debilidad material de las estructuras que salieron a la luz, no

Jacques HOURLIER, Saint Odilon abbé de Cluny, Louvain,  , pp. .

Dominique IOGNAPRAT, “Les morts dans la comptabilité céleste des clunisiens aux XIe et XIIe siècles”, en: Actes
du colloque ‘Hugues Capet . La France de l’an mil’. Religion et culture autour de l’an mil. Royaume capétien et Lotha
ringie, París,  , pp.  .

Ibidem.

Kenneth John CONANT, Cluny. Les églises et la maison du chef d’ordre, Mâcon,  , p.  .

Carol HEITZ, “Réflexions sur l’architecture clunisienne”, Revue de l’Art,  
 , pp. .


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permiten afirmar con rotundidad su


morfología más allá de considerarla
un bloque de tres naves erigido con
tra la fachada de la iglesia previa
consagrada en  . Pero la hipótesis
de Conant fue cuestionada con más
argumentos hace unos años a partir
de la no existencia de atrios en el
entorno, a las medidas que ofrece el
Liber Tramitis y a la conservación
prácticamente íntegra de otra galilea
coetánea como es la de Tournus de
dos niveles y de considerable exten
sión longitudinal. Precisamente un
ejemplo como el de Tournus nos sir
ve para comprobar la no especifici
dad de la galilea al estricto mundo de
la orden cluniacense: la abadía de
SaintPhilibert nunca estuvo sujeta a
Cluny si bien fue muy sensible a su
dinámica litúrgica y de ahí la mímesis
de esa estructura occidental Fig. .
Asimismo las dos torres ejercían
un papel polifuncional. Partiendo de
la recurrente identificación simbóli
ca de los templos con la Jerusalén
Celeste, en primer lugar presentaban
un evidente valor de disuasión:
defensivo tanto en el plano metafóri
co como en el real. La silueta exterior
de la fachada enmarcada por torres
era semejante a la de las antiguas ciu
dades romanas de la Antigüedad Tar
Fig. . Planta hipotética de la iglesia de Cluny, ca. día. Este carácter quedaba subraya
    C. Sapin


Christian SAPIN, “Cluny II et l’interprétation archéologique de son plan”, en: Actes du colloque ‘Hugues Capet 
. La France de l’an mil’. Religion et culture autour de l’an mil. Royaume capétien et Lotharingie, París,  , pp.  .

Jacques HENRIET, SaintPhilibert de Tournus. L’abbatiale du XIe siècle, Paris,  , pp. 
.

Baldwin SMITH, Architectural Symbolism of Imperial Rome and Middle Ages, New York, 
, pp.
 .


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Fig. . SaintPhilibert de Tournus. Bloque occidental con portada neorrománica  . Foto: autor



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do a partir de su consagración a los arcángeles, costumbre de fondo apotropaico


análoga a la que pervivió durante el periodo carolingio, que se potenciaba median
te la ubicación de capillas altas a ellos dedicadas, fundamentalmente y a partir de
su papel al mando de la militiae caeleste en el Apocalipsis, a san Miguel. La presen
cia simbólica de los arcángeles en Cluny era notable por su destacada presencia en
la liturgia funeraria tal y como pone de relieve la cubierta del sepulcro del hijo de
Pedro Ansúrez ob.   , obra realizada en el contexto de la intensa presencia clu
niacense en los reinos de LeónCastilla a fines del siglo XI Fig. .
Pero además, dado el uso itineranteascensional de estas torres de acceso al
nivel superior por parte de la procesión litúrgica, por añadidura se sumaba un sim
bolismo trascendente de elevación espiritual. En la concepción jerárquica de los
espacios en la Edad Media esta zona elevada se asimilaba a un área intermedia
entre la tierra y el cielo. Siguiendo la estela carolingia, algunos edificios de la órbita
cluniacense como el de Santa María de Dijón con una rotonda oriental estructura
da en tres niveles en función de la dedicación de sus correspondientes altares,
reflejan con nitidez esta idea de la superposición subordinada de espacios
. En el
caso de las galileas, la presencia de un santuario superior, podía fácilmente contri
buir a considerarlas el elemento de tránsito ascensional, ad imitatio Christi, en el
sentido escatológico del término. Algo, por otro lado, ampliamente arraigado en
múltiples ritos culturales empeñados en representar la ruptura de nivel que signifi
ca el tránsito de la vida a la muerte y finalmente a la resurrección. Pero a partir de
que contenido simbólico concreto pudiera cobrar crédito este ritual de ascenso
escalonado?

Fig. . Lauda de Alfonso Pérez, ob.   Foto: Museo Arqueológico Nacional


Sophie CASSAGNES BROUQUET, “Cluny et les anges. Les créatures célestes dans la spiritualité et l’art clunisien”,
Les Cahiers de SaintMichel de Cuixà XXVIII 
, pp. .

Debra HASSIG, “He will make alive your mortal bodies: Cluniac Spirituality and the Tomb of Alfonso Ansúrez”,
Gesta,  /   , pp.  .


Carolyn MARINO MALONE, “The Rotunda of Sancta Maria in Dijon as ´Ostwerk´”, Speculum
  , pp. 
.

Mircea ELIADE, Imágenes y símbolos. Ensayos sobre el simbolismo mágico religioso, Madrid,   París,   , pp.  .


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USO Y TERMINOLOGÍA
La significación teológica del término topográfico galilea constituyó un debate
exegético desde la Antigüedad Tardía. El núcleo del concepto se encuentra en las
apariciones de Cristo tras la crucifixión anunciadas sobre un monte en Galilea.
Desarrollado en su sentido escatológico por diferentes autores como Agustín de
Hipona ca.  , Gregorio el Grande ca.  o Beda el Venerable ca.
 , fue
lanzado a la Edad Media Plena a través de diversas elaboraciones realizadas en
época carolingia. Este aspecto escatológico estuvo presente en diferentes centros
intelectuales monásticos carolingios del siglo IX como Fleury o Auxerre. De hecho
alcanzó un intenso desarrollo de la mano de Heiric d’Auxerre ca. 
 , maes
tro doctissimus et eruditissimus de la prestigiosa escuela asentada en la abadía de
SaintGermain . Nos consta que en el curso de su reforma, a fines del X, ese texto
se había copiado en el scriptorium de Cluny ejerciendo una notable influencia en el
pensamiento del abad Odilón y su particular visión del mundo . Según estas refle
xiones, la galilea sería el lugar simbólico de la visión del resucitado. Más adelante
un destacado teólogo, muy afín al monacato cluniacense, Ruperto de Deutz 

 traduciría el concepto como transmigratio peracta con el que se haría alusión a
la transición de un estado de vida o de creencia imperfecta a otro, perfecto o eter
no. Tras el se encuentra el paso de la muerte a la vida eterna según la imagen
modelo de Cristo resucitado. Esta idea de mutación ontológica tiene un amplio
arraigo en la cultura religiosa, con frecuencia subrayando la dificultad del itinera
rio espiritual. La aparición ante los apóstoles en Galilea como prefiguración del
encuentro con Él al final de los tiempos tras la entrada al reino celeste. En su obra
dedicada a las estructuras del oficio y las ceremonias de la misa Liber de divinis offi
ciis Ruperto explica que tras la última estación de la procesión del domingo la
comunidad monástica se reunía en el lugar llamado galilea para conmemorar la
aparición del Resucitado ante sus discípulos tal y como estaba relatado en el Evan
gelio de Mateo:
Después de haber cantado los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos. Entonces
Jesús les dijo: “Todos vosotros tendréis en mí ocasión de caída esta noche, porque está
escrito: ‘Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño’. Pero después resucitaré
e iré delante de vosotros a Galilea” Mt. ,  .
Durante la visita de las mujeres al Santo Sepulcro el ángel les dice:


Riccardo QUADRI, “Heiric”, en: Intellectuels et artistes dans l’Europe carolingienne IXeXIe siècles Auxerre Yonne,
Abbaye SaintGermain, jullietoctobre  , Clamecy,  , pp. 
 .

Kristina KRÜGER, Die Romanischen Westbauten in Burgundy und Cluny. Untersuchungen zur Funktion einer Bauform,
Berlín,  , pp. 


.

Idem, .

M. ELIADE, Lo sagrado y lo profano, .


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No temáis, pues sé que buscáis a Jesús, el crucificado. No está aquí. Resucitó, como dijo.
Venid, ved el sitio donde estaba. Id en seguida a decir a sus discípulos: “Ha resucitado
de entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea. Allí le veréis” Mt. ,
.

El encuentro se produjo en el monte de los Olivos, a un kilómetro y medio de


Jerusalén, en donde tuvo lugar el episodio de Pentecostés:

Los once discípulos fueron a Galilea, al monte que Jesús había señalado y, al verlo, lo
adoraron. Algunos habían dudado hasta entonces. Y llegándose a Jesús, les habló
diciendo: “Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos
míos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo, y enseñándoles a guardar todo cuanto yo os he mandado. Y sabed que yo estaré
con vosotros hasta el fin del mundo” Mt. ,  .

Tras la Ascensión, conminados por dos ángeles, los discípulos regresaron a la


ciudad para orar en el Templo:

Y mientras, se alejaba de ellos e iba subiendo al cielo. Ellos lo adoraron y se volvieron a


Jerusalén con gran gozo. Estaban continuamente en el templo, bendiciendo a Dios Lc.
,  .
Y como se quedasen mirando atentamente al cielo, mientras él se iba, se les aparecieron
dos varones con vestidos blancos, que les dijeron: ‘Varones galileos, a qué seguís miran
do al cielo? Este Jesús que os ha sido arrebatado al cielo vendrá así tal como lo habéis
visto irse al cielo Hch. ,   .

Es una idea muy sugerente que la constatación del misterio de la Resurrección


en un espacio intermedio, como es una montaña, generara una estructura arqui
tectónica de reactualización ritual. Aún con la falta de fuentes documentales que
nos permitan afirmarlo con rotundidad, el itinerario monástico a través de las
escaleras desde el templo al piso superior de la galilea evocaría el recorrido realiza
do por los apóstoles desde Jerusalén al monte de los Olivos en el que se produjo la
Resurrección y, conminados por los ángeles, su retorno a orar en el Templo. Ade
más, por extensión, se haría referencia al simbolismo iniciático, funerario y meta
físico de la transfiguración espiritual.
A través de otro consuetudinario posterior pero muy dependiente del emplea
do en época de Odilón, el de Bernard   , sabemos como la galilea se enmarcaba
en el más amplio contexto del itinerario litúrgico por el monasterio de Cluny en el
curso de la procesión dominical: tras la aspersión del pavimento contiguo al altar
mayor, los monjes visitaban los altares secundarios de la cabecera. Seguidamente
se trasladaban al claustro a través de cuyas galerías se detenían en las dependencias
del ala oriental capítulo, capilla de santa María y dormitorio y de la meridional
refectorio para concluir regresando a la iglesia a través del piso inferior de la gali


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lea denominado en este documento como vestibulo ecclesiae. Era por lo tanto fre
cuente, y lo testimonian algunos de los ejemplos que nos han llegado, que la galilea
presentara un acceso directo al claustro con la finalidad de facilitar el acceso de la
comitiva litúrgica a ese espacio.
En otros centros no estrictamente cluniacenses como la ya mentada abadía de
Fleury, más tarde conocida como SaintBenoîtsurLoire, se atestigua que al igual
que ocurriera en Cluny, la procesión de monjes del Domingo de Ramos culminaba
en la galilea que disponía la iglesia desde la primera mitad del siglo XI Fig. .
Fleury además nos proporciona información sobre otro importante contenido de
la galilea a partir de la utilización del nivel inferior como escenario del drama litúr
gico, especialmente intenso durante la Pascua. Elaborado a lo largo de los siglos IX
y X, concluía con la Visitatio Sepulcri, la posterior aparición de Cristo resucitado a
María Magdalena Noli me tangere y la comunicación de la Resurrección a los após
toles por parte de ésta.
En definitiva, es muy plausible que este aludido concepto de transmigratio perac
ta encontrara una respuesta de representación simbólica en la procesión ascen
dente que realizaban las comunidades de monjes a través de los tramos de escale
ras de acceso al piso de la tribuna. La carga de contenido místico de los accesos,
angostos y oscuros, podía fácilmente converger con el nítido nutriente de los
Evangelios
que recogían la metáfora del difícil itinerario de perfección espiritual
tan frecuente en la cultura religiosa. Como señalé anteriormente, desde el punto
de vista litúrgicofuncional se podría hallar en ella un arquetipo de la montaña
evangélica celeste a través de la cual se realizaría una aproximación al tránsito de la
línea divisoria entre el tiempo y la eternidad, esencia misma del esperanzador
mensaje cristiano y en donde se conmemoraría la victoria sobre la Muerte . Por
otro lado, sobre la misma idea de la escalera reposaban otros contenidos como el
derivado del pasaje del Génesis sobre el sueño de Jacob, de amplio impacto icono
gráfico y evocación moral benedictina, durante el cual el patriarca bíblico veía
subir y bajar a los ángeles de Yavé . En relación con ello hay que recordar la fre
cuente identificación que muchos textos de la época hacían de los monjes de
Cluny con ángeles. Y al mismo tiempo, la relación metafórica del ascender y des


K. J. CONANT, Cluny,   .

K. KRÜGER, Die Romanischen Westbauten in Burgundy und Cluny, .

Éliane VERGNOLLE, SaintBenoîtsurLoire et la sculpture du XIe siècle, París,  , pp. .

Aina TROTZIG, “L’apparition du Christ ressuscité à Marie Madeleine et le drame liturgique. Étude iconographi
que”, Revue de Musicologie,   , pp.  .


“estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” Mateo
,  .

M. ELIADE, Lo sagrado y lo profano, .

C. HEITZ, “Sepulcrum Domini: le sépulcre visité par les saintes femmes IXeXIe siècle ”, pp.   .

Christian HECK, L’échelle céleste dans l’art du Moyen âge. Une image de la quête du ciel, París, 
, pp.   .

S. CASSAGNES BROUQUET, “Cluny et les anges”, .


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Fig. . SaintBenoît
surLoire
Foto: autor

cender escaleras con los doce grados de la humildad preconizada por san Benito en
su Regla capítulo VII .
No hay duda de que a partir del prestigioso modelo monástico cluniacense esta
estructura litúrgicoarquitectónica se expandió no ya únicamente por la cada vez
más amplia red de prioratos sino, como se dijo en el caso de Tournus, por monaste
rios independientes que adoptaron los usos de Cluny. En este punto es importante
señalar que no existió un único patrón tipológico a la hora de construir una galilea.


La Regla de San Benito G. M. COLOMBÁS / I. ARANGUREN, ed. , Madrid,  , pp.  .


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Al igual que en el caso de las iglesias, las galileas adoptaron una u otra morfología
abiertas parcial o completamente al exterior en su piso inferior y, aunque en
menor medida, con o sin torres si bien con un principio inalterable: la construc
ción de dos niveles o pisos. El superior podía presentar el muro oriental abierto a la
nave central o bien cerrado y con una curvatura absidal que solía manifestarse lige
ramente desde el interior del templo.

LA GALILEA Y SU TIPOLOGÍA
Dentro de las galileas que podríamos llamar de primera generación existen
diversas variantes tipológicas que oscilan entre estructuras abiertas al exterior por
todos sus lados como puede ser la del priorato cluniacense de ParayleMonial, a
unos  kilómetros de su casa madre Fig.  y la del monasterio independiente ya

Fig. . ParayleMonial Foto: autor . Corte longitudinal E. ViolletleDuc y vista occidental Foto: autor


Christian SAPIN, “Le nouveau plan de ParayleMonial et l’architecture du XIe siècle en Bourgogne”, en: Parayle
Monial. BrionnaisCharolais. Le renouveau des études romanes IIe colloque scientifique international de Parayle
Monial,  octobre   , Lonrai,  , pp.



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mencionado de SaintBenoîtsurLoire Fig. , o bien únicamente a través de una


puerta centrada en el flanco oeste como manifiesta la de Tournus o la de Romai
môtier Suiza . Existen esquemas más reducidos en los que el piso inferior aparece
muy contraído: uno de los ejemplos más explícitos de esta síntesis lo ofrecen el
priorato de Payerne Suiza o, de modo más elaborado espacialmente, la abadía de
NotreDame de Jumièges Normandía .
Las galileas más próximas al prototipo de Cluny ca.   parecen ser las ya alu
didas de Tournus y de Romainmôtier. Los orígenes de la abadía de SaintPhilibert
de Tournus SaôneetLoire son bastante oscuros hasta que en 
fue revitalizada
a raíz de la llegada de monjes normandos fugitivos de las depredaciones vikingas
con las reliquias del reformador monástico Filiberto ob.  . Tras un agresivo
incendio 
/  que afectó a una buena parte del recinto monástico, durante
los años inmediatamente posteriores se decidió reconstruir la iglesia. La presencia
de una amplia galilea ca.    , materializada en primer románico con unas
magníficas prestaciones tectónicas fundamentadas en la sabia combinación de
bóvedas y soportes, testimonia la recepción de un código litúrgico semejante al de
Cluny Figs., 
. El acceso al nivel superior, a la capilla de san Miguel, lo posibi

Fig. . SaintPhilibert de Tournus Monuments Historiques


J. HENRIET, SaintPhilibert de Tournus. L’abbatiale du XIe siècle, p. .


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Fig.
. SaintPhilibert de
Tournus. Piso alto de la
galilea hacia el Este
Foto: autor

litaban, además de las torres, dos rampas escalonadas ubicadas en las naves latera
les de la iglesia hoy desaparecidas.
El monasterio de Romaimôtier Suiza fue una de las primeras instituciones
agregadas a Cluny   y recibió una especial protección por parte del abad
Odilón cuya iglesia habría a fundo constructum. Con muy pocas transformaciones y


Id.,  .

Dominique IOGNAPRAT, “Romainmôtier et l’Église clunisienne des origines”, en: Romainmôtier. Histoire de l’ab
baye J.D. MOREROD, dir. , Lausanne,  , p. .


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tan solo la pérdida de sus dos torres, ha conservado prácticamente íntegra la galilea
que fue realizada mediado el siglo XI, tal y como ya indiqué, apegada en su tipología
a Cluny y Tournus, y al igual que estas dos, con una materialización dentro de las
líneas del primer románico Figs. a y b 
. Ocupa la anchura de la iglesia y se distri
buye en tres naves de cuatro tramos cada una de ellas, estructura que se reproduce
en el piso superior. El acceso a este se realiza a través de unas escaleras de tramo rec
to habilitadas en el espesor del muro meridional del hastial oeste Fig. . Y en el

Fig. a. Romainmôtier. Iglesia vista desde el Suroeste con la galilea y su puerta tapada por contrafuerte de acce
so al claustro desaparecido Foto: autor

muro oriental de este piso se encuentra un ábside que desde el interior de la iglesia
aparece rodeado por un conjunto de figuras al fresco: un Agnus Dei, símbolo de la
Pasión de Cristo Jn. ,  ; Ap. ,  y dos figuras de arcángeles, Miguel y Gabriel
Figs.  . Resultan de enorme interés porque, aunque de época gótica, sin duda
están recogiendo parte del contenido ideológico de estos espacios altos.

K. Krüger, Die Romanischen Westbauten in Burgundy und Cluny, .


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Fig. b. Romainmôtier. Corte longitudinal izquierda y transversal derecha de la galilea H. R. Sennhauser

Fig. . Romainmôtier.
Escaleras de acceso al
nivel alto Foto: autor



José Luis Senra Gabriel y Galán

Fig.  .
Romainmôtier.
Vista del nivel
alto de la galilea
hacia el Este
Foto: autor

En muchos casos y con el cambio de


siglo, estas primeras galileas del siglo XI
fueron sustituidas por otras más elabora
das desde el punto de vista tectónico y
sobre todo iconográficoornamental.
Dada la falta de documentación de épo
ca sobre estos espacios, como acabamos
de ver en Romainmôtier, la presencia de
imágenes supone una notable ayuda para
aproximarnos algo más al contenido sim
bólico que tenían detrás. Es el caso de la
iglesia de PerrecylesForges Saôneet
Loire , dependiente del monasterio de
SaintBenoîtsurLoire, que en las pri
meras décadas del siglo XII construyó
una estructura derribando la anterior eri
gida un siglo antes. Con un dinámico
Fig. . Romainmôtier. Hastial occidental desde desarrollo narrativo, el programa icono
la nave de la iglesia Foto: autor gráfico de la nueva galilea de Perrecy


Christian SAPIN, “D’Auxerre à Cluny, le dossier archéologique des premiers avannefs et galilées”, en: Avantnefs
et espaces d’accueil dans l’église entre le IVe et le XIIe siècle, París,  , pp. 
 .


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Fig. . PerrecylesForges. Pórtico occidental o galilea Fig. . PerrecylesForges. Portada occidental.
Foto: autor Mocheta derecha Foto: autor

incluye la presencia apotropaica de los arcángeles en las mochetas, incide en la


Pasión de Cristo a partir del ciclo narrativo del dintel y culmina con el triunfo de
Cristo sobre la muerte en el tímpano Figs.  .
Esta misma intensidad iconográfica se aprecia en otra galilea borgoñona del pri
mer cuarto del siglo XII: la de la abadía independiente de la Madeleine de Vézelay
Yonne . Fundada a mediados del siglo IX, la prosperidad de esta institución se
incrementó de modo notable cuando mucho más tarde fue promocionado el culto
a María Magdalena ca.    . La afluencia masiva de peregrinos que este hecho
trajo consigo posibilitó la sustitución del viejo templo carolingio por otro más
amplio y acomodado a los imperantes usos litúrgicos cluniacenses. Mientras en su
desaparecido tímpano de la portada exterior de acceso a la galilea se representaba
un Cristo triunfante en majestad, en la de entrada a la iglesia se recoge el episodio
de Pentecostés, es decir, el encuentro de Cristo resucitado con sus apóstoles antes


Masuyo TOKITADARLING, “The Portal Sculpture of PerrecylesForges Brionnais Sources and Innovations”,
en: ParayleMonial. BrionnaisCharolais. Le renouveau des études romanes IIe colloque scientifique international de
ParayleMonial,  octobre   , Lonrai,  , pp.  .

Hugh of POITIERS, The Vézelay Chronicle J. SCOTT / Eugene L. COX, ed. , Nueva York,  , pp.  , 
.


José Luis Senra Gabriel y Galán

Fig.a. La Madeleine de Vézelay. Interior de la galilea Foto: autor


En torno a las estructuras occidentales de las iglesias románicas: formulación arquitectónica y funcional de las galileas...

Fig.b. La Madeleine de
Vézelay. Corte longitudinal
de su extremo oeste
con sus dos portadas
E. ViolletleDuc

de la Ascensión Mt. ,  Fig. a y b . Además en los capiteles de la capilla del
piso superior, en la actualidad descontextualizados en el Museo Lapidario, pueden
verse diferentes imágenes asociadas al rito de la muerte con un peso específico del
arcángel san Miguel en sus diferentes facetas: luchando con el diablo, pesando las
almas psicostasis o trasladándolas al Cielo en su papel de ángel psicopompo. La
galilea de Vézelay permite comprobar otro importante aspecto: la progresiva con
tracción del piso superior que aquí aparece ocupando solo un tramo del nivel infe
rior. Cuando en estas mismas fechas ca.  se concluía la tercera iglesia de
Cluny para sustituir a la ya exigua de Odilón, el nivel superior arcangélico de la
nueva galilea se reducirá a una cápsula injertada sobre la portada del hastial occi
dental de la iglesia presente desde el interior del templo a modo de arimez
Fig. .
Un último ejemplo nos permite observar la evolución iconográfica final de
estos espacios litúrgicos: el casi totalmente arruinado priorato cluniacense de
SaintFortunat de Charlieu Loire . En el lado norte de su galilea, única estructura
superviviente de la iglesia ca.  , hacia mediados del siglo XII le fue añadida a su
lado septentrional una doble portada con un programa iconográfico sutilmente


Lydwine SAULNIER / Neil STRATFORD, La sculpure oubliée de Vézelay, París,  , pp. .

Kristin M. SAZAMA, “Le rôle de la tribune de Vézelay à travers son iconographie: réflexions sur deux chapiteaux
de la tribune et leur rapport avec la fonction commémorative des chapelles hautes dédiées à saint Michel”, en:
Avantnefs et espaces d’accueil dans l’église entre le IVe et le XIIe siècle, París,  , pp.   .

K. J. CONANT, Cluny,  .


José Luis Senra Gabriel y Galán

Fig. . Cluny III. Corte longitudinal de la iglesia K. J. Conant


En torno a las estructuras occidentales de las iglesias románicas: formulación arquitectónica y funcional de las galileas...

tramado en el que se introdujo la Transfiguración Mc , ; Mt 


, ; Lc , 
 , pasaje que prefigura la Resurrección de Cristo tras su sacrificio en la cruz
Figs.
. Escena asociada por la exégesis a la exaltación de la Eucaristía se
encuentra, bien que muy deteriorada, en la parte superior de las arquivoltas sobre
la Última Cena , supone una composición novedosa que incorporaba las nuevas

Fig. . SaintFortunat de


Charlieu. Vista de la galilea
desde el noroeste
Foto: autor

Fig. 
. SaintFortunat de
Charlieu. Portada septen
trional de la galilea.
Detalle Foto: autor


Y. CHRISTE, Les grands portails romans, pp.   ; Jochen Zink, “Zur dritten Abteikirche von Charlieu Loire ,
insbesondere zur Skulptur der Vorhalle und ihrer künstlerischen Nachfolge”, WallrafRicahrtzJahrbuch 
  , espec. pp.  .


José Luis Senra Gabriel y Galán

preocupaciones teológicas que se habían ido elaborando en Cluny durante ese


interludio cronológico.

LA GALILEA EN HISPANIA
Los monasterios hispanos sujetos institucionalmente a Cluny o articulados
según sus usos litúrgicos tenían una trayectoria definida por dos patrones. El pri
mero, compartido por muchos otros del resto del continente, es que se trataba de
instituciones vinculadas estrechamente en sus orígenes a una familia noble. El
segundo, es que casi todos ellos estaban adecuados a unas reglas monásticas autóc
tonas a lo que se sumaba el hecho de que la liturgia que los regía era la visigótica.
Desde el punto de vista arquitectónicofuncional este arraigado particularismo los
hacía poco adecuados para poner en práctica los exigentes consuetudinarios
monásticos cluniacenses. Una vez ubicados en la esfera litúrgica de Cluny la susti
tución era por lo tanto solo cuestión de tiempo.
No ha quedado una sola galilea íntegra del período aquí tratado en la llamada, a
partir de la distribución de sus prioratos, provincia cluniacense de Hispania Pro
vincia Hispaniae constituida por los reinos de León, Galicia, Castilla y Portugal. Y
aunque a partir de diferentes trabajos fundamentados en evidencias materiales y
en torno a nuevos hallazgos arqueológicos, el conocimiento de las galileas clunia
censes hispanas ha avanzado considerablemente, aún quedan cuestiones por
determinar sobre todo en lo referido a la definición de los niveles superiores. En
todo caso, con lo que hasta ahora sabemos de ellas puede decirse que pertenecen a
una generación intermedia respecto a las francesas. Es decir, fueron construidas
entre las primeras de aquél territorio durante la primera mitad del siglo XI y las
segundas, a partir aproximadamente de  . Asimismo es importante reseñar
que, al igual que ocurre en otros territorios europeos, las galileas hispanas no fue
ron exclusiva de los establecimientos monásticos sujetos a Cluny. Una buena
muestra se encuentra en la iglesia del monasterio de Sahagún, con una trayectoria
no muy alejada del caso ya señalado de Tournus, si bien, como veremos, introduce
un contenido escatológico añadido que exige cierta reflexión.
La presencia de monjes cluniacenses en la Península se realizó en varias fases a
lo largo del siglo XI la primera de las cuales no resulta de fácil concreción dada la
falta de fuentes documentales
. Sin embargo es posible afirmar que en la década


José ORLANDIS ROVIRA, “Los monasterios familiares en España durante la Edad Media”, Anuario de Historia del
Derecho Español, XXVI   , pp. .

José Luis SENRA, “Aproximación a los espacios litúrgico  funerarios en Castilla y León: pórticos y galileas”, Ges
ta XXXVI 
, pp.  .


Charles Julian BISHKO, “Fernando I y los orígenes de la alianza castellanoleonesa con Cluny”, Cuadernos de His
toria de España, XLVIIXLVIII   , pp. ; XLIXL   , pp.  .


En torno a las estructuras occidentales de las iglesias románicas: formulación arquitectónica y funcional de las galileas...

de los años setenta se inició la coniuctio o relación fraternal del poder leonés con la
abadía a partir de haber sido realizadas las primeras y más grandes donaciones de
monasterios independientes. Concretamente en 
 San Isidoro de Dueñas
Palencia se convirtió en su más temprana dependencia hispana a la que siguieron,
por mentar solo las más importantes, San Zoilo de Carrión de los Condes 


y Santa María de Nájera 


. Desde esas fechas y dados los exigentes hábitos
litúrgicos cluniacenses, los procesos de sustitución de las iglesias heredadas no
debieron tardar si bien por el momento, dado que de los tres edificios tan solo nos
han llegado partes concretas, no contamos con cronologías absolutas para poder
asegurar cuales fueron los ritmos exactos de sustitución. En todo caso, ya que al
menos San Zoilo y Nájera eran monasterios que habían sido renovados no mucho
antes de la entrega a Cluny, es posible que el proceso se retrasara hasta fines de ese
siglo o comienzos del siguiente. De Nájera apenas se han conservado restos romá
nicos que permitan definir su área occidental, si bien estuvo muy mediatizada por
la singular ubicación topográfica del templo a pie de un promontorio. Afortuna
damente tanto Dueñas como Carrión presentan evidencias concluyentes para
consignar una considerable elaboración de sus respectivas fachadas de poniente.
De los tres, fue sin duda San Isidoro de Dueñas el monasterio de más antigua
trayectoria histórica, probablemente fundado a fines del siglo IX quizá dentro del
contexto del movimiento repoblador del valle del Duero . La documentación del
siglo X posibilita comprobar el apoyo recibido de la monarquía leonesa que culmi
nó con la entrega del establecimiento a Cluny. Aún habiendo perdido la autono
mía, el primer periodo cluniacense ca. 
 fue el de mayor expansión de su
dominio y de modo consecuente el que permitió una reforma de sus dependencias
comenzando por el templo. Aunque muy transformado en época moderna subsis
te buena parte de su fachada occidental así como la estructura de sus naves y su
cabecera si bien esta responde a una ampliación de fines del siglo XII. En el hastial
oeste románico, constituido por una sencilla portada y dos torres cilíndricas late
rales, se consignan numerosas interpolaciones materiales realizadas a lo largo del
tiempo que sin embargo hacen posible comprobar la pervivencia de uso de un pór
tico occidental finalmente derribado quizá a causa de su ruina Fig. . Como vere
mos al tratar la fachada de San Zoilo, el espesor del muro en el que se enclava la
puerta de acceso al templo constituye otro importante factor para considerar que
Dueñas contó con una galilea de dos niveles.
De San Zoilo tan solo sabemos que fue de fundación antigua fundatum antiqui
tus y que, donado por Fernando I a uno de sus más destacados magnates ca.   ,


José Luis SENRA, “Algunas notas sobre la realidad románica del priorato cluniacense de Santa María de Nájera
en su contexto histórico”, en: Memoria Artis. Studia in memoriam Mª. Dolores Vila Jato Mª. C. Folgar de la Calle /
A. E. GOY DIZ / J. M. LÓPEZ VÁZQUEZ, coord. , Santiago de Compostela,  , tomo I, pp. .

Carlos M. REGLERO DE LA FUENTE, El monasterio de San Isidoro de Dueñas en la Edad Media. Un priorato cluniacense
hispano 
 . Estudio y colección documental, León,  , pp.  
.


José Luis Senra Gabriel y Galán

Fig. . San Isidoro de Dueñas. Fachada occidental con vestigios de estructura anexa J. L. Senra

Gómez Díaz de Carrión y Saldaña, se convirtió en su monasterio familiar . La


renovación de la institución que muy probablemente se inició por la iglesia, aun
que muy avanzada, no concluyó a la muerte del patriarca ca.  
y fue su viuda la
condesa Teresa quien junto a sus hijos terminó lo que restaba por hacer concluyen
do la edificación ego cum ipsis filiis meis post obitum ejes quo minus fuerat complevi . En
este estado se produjo la entrega a Cluny en 
. Desde los años noventa del
siglo pasado han ido apareciendo significativos restos de la perdida iglesia románi
ca, levantada en el entorno de  , la mayor parte de ellos concentrados en su área
occidental. Área, es importante consignarlo, a la que la documentación de Carrión
del siglo XVI, haciéndose eco sin duda de una pervivencia terminológica antigua,
definía con el apelativo de galilea . A partir de esos restos podemos verificar que se
trataba de un modelo próximo pero algo más complejo que el de Dueñas. Si en este
último se planteaban dos torres cilíndricas de ángulo, la iglesia de San Zoilo inclu
yó una sola torre de esta morfología ya que la otra, la noroeste, contigua al exterior
del priorato, era de sección poligonal y con suficiente amplitud para albergar una


Julio A. PÉREZ CELADA, Documentación del monasterio de San Zoilo de Carrión 
 , Palencia,  , docs.
,
pp. .

Ibidem.

J. L. SENRA, “Aproximación a los espacios litúrgico  funerarios en Castilla y León”, , n. 
, .


En torno a las estructuras occidentales de las iglesias románicas: formulación arquitectónica y funcional de las galileas...

Fig.  . San Zoilo de Carrión de los Condes. Planta hipotética de la iglesia con el pórtico occidental y el área de
una posible tribuna en el tramo más occidental de la nave central J. L. Senra

capilla alta Fig. . Al hallazgo de la portada occidental con una rica iconografía
escatológica, recientemente se ha sumado el de la puerta de acceso a esta torre
desde el interior del templo. Provista de un pequeño tímpano con un crismón
esculpido encuentra su referente más inmediato en la vecina iglesia de San Martín
de Frómista. A través de esta puerta transitaría la procesión de monjes que ascen
día a la tribuna occidental, quizá ubicada sobre el amplio tramo cuadrangular del
extremo oeste de la nave central, descendiendo muy probablemente por la opues
ta ubicada en la torre meridional. Para ello recorrían un pasillo intramuros del que
en San Zoilo tan solo subsisten los primeros metros ya que fue cortado en su total
extensión por la obra barroca que sustituyó el templo románico Fig. . También
en fechas recientes, una excavación practicada en el exterior de la fachada puso a la
luz los cimientos, bien que muy deteriorados, de un pórtico con una anchura
semejante a la nave central de la iglesia y con dos tramos de longitud. Este hallazgo
corroboró la sospecha de que en Dueñas podía haberse construido una estructura
análoga cobrando así un contenido funcional más intenso las torres de ángulo.
Teniendo en cuenta que en San Zoilo se había descubierto el pasillo elevado que
ponía en comunicación las dos torres con un piso superior, la existencia de una
galilea en ambos edificios cobraba por tanto considerable rédito.
Junto a Dueñas y San Zoilo es preciso incluir a una tercera institución monásti
ca: la ya aludida de San Martín de Frómista, de propiedad regia y que pasó a formar
parte de Cluny en enero de . A las fuertes semejanzas de la fachada occidental
de su iglesia con la de Dueñas a partir de las dos torres cilíndricas se suma un estre
cho parentesco con la de San Zoilo de Carrión que va más allá del hastial oeste


José Luis SENRA, “La puerta como dogma: a propósito de un nuevo descubrimiento de la iglesia románica de San
Zoilo de Carrión de los Condes Palencia ”, Archivo Español de Arte, LXXXI   , pp.   .



José Luis Senra Gabriel y Galán

Fig.  . San Zoilo de Carrión de los Condes. Pasillo de la fachada occidental y escaleras de comunicación de la
torre noroeste Foto: autor


En torno a las estructuras occidentales de las iglesias románicas: formulación arquitectónica y funcional de las galileas...

Fig. . San Martín de Frómista. Plano antes de la restauración a y reconstrucción hipotética b J. L. Senra

estereotomía, marcas de cantería, puntuales convergencias estilísticas en la escul


tura . Con una cronología polémica, como vengo defendiendo desde hace tiem
po, es muy fácil que el templo de San Martín también hubiera contado con un
pequeño pórtico occidental, arruinado en fecha imprecisa y cuyos vestigios fueron
borrados durante el proceso de restauración Fig. . A partir de las indicadas con
comitancias con San Zoilo y considerando algunos aspectos iconográficos, recien
temente he apostado porque su construcción se llevara a cabo entre  bajo
el mecenazgo del prior carrionés Esteban. A mi modo de ver la iglesia que algunos
especialistas aún asocian con el documento de   era un pequeño templo pre
rrománico que, al igual que ocurriera con los de Dueñas y San Zoilo, fue destruido
por exiguo y obsoleto una vez que en  la reina Urraca lo donara a Cluny vía San


José Luis SENRA, “La realidad material de la iglesia de San Martín de Frómista en el siglo XII: de   a  ”, en:
San Martín de Frómista paradigma o historicismo?, Santander,  , pp. 
.

José Luis SENRA, “Architecture et décor dans le contexte de la colonisation clunisienne des royaumes septen
trionaux de la péninsule ibérique”, en: Hauts lieux romans: dans le sud de l'Europe XIeXIIe siècles : Moissac, SaintJac
ques de Compostelle, Modène, Bari…, Cahors,  , espec. pp. . También en: “De la Castille à Urgell: l’exil de
Pedro Ansurez, grand de la cour d’Alphonse VI, et la sculpture de son temps”, en: La sculpture en Catalogne au
e
XII siècle, un art au coeur de l’Europe Université de la Sorbonne, Paris,  octobre   , École Nationale des
Chartes. París en prensa.


José Luis Senra Gabriel y Galán

Zoilo de Carrión de quien pasó a estar sujeto. El actual, excesivamente restaura


do, sería por lo tanto un edificio cluniacense desde el punto de vista institucional y,
como estoy tratando de mostrar de modo muy sintético, también desde la óptica
arquitectónica. Al igual que ocurriera en Dueñas, durante tiempo se consideró que
estas torres apenas tendrían una función más allá de la icónica; es decir, un papel
de adjetivación volumétrica de una fachada que de ese modo neutralizaba el carác
ter marcadamente horizontal del frontis de tradición basilical. Sin embargo los
planos de la iglesia previos a la restauración manifiestan una neta divergencia en el
grosor del muro occidental en comparación con los del resto del edificio. Es más
grueso, rasgo que no encuentra explicación sino a la luz de los comentados hallaz
gos realizados en San Zoilo. Es muy probable que el templo de Frómista, al igual
que el de San Zoilo y el de Dueñas contara con un estrecho pasillo intramuros que,
atravesando toda la fachada, casi con toda probabilidad daba acceso a una desapa
recida tribuna o pequeño piso alto. También en San Isidoro de Dueñas se asiste a
esta misma anchura mural con la diferencia de que allí, libre de restauraciones
como dije anteriormente en el paramento exterior se aprecian las cicatrices
arqueológicas de una estructura porticada que también desapareció. Esta concre
ta tipología de fachada cluniacense de tipo galilea que cristalizó en el área de Tierra
de Campos manifiesta una considerable coherencia de la que solo diverge puntual
mente, con una mayor complejidad, la iglesia de San Zoilo: además de la ya men
cionada torre noroeste, el primer tramo de poniente de la nave central más
amplio que el resto y con un pequeño ábside en su muro occidental pudo haber
pertenecido desde el punto de vista litúrgicofuncional a la estructura de la galilea.
En todo caso, con la salvedad de San Zoilo, algo más compleja, el tipo de solu
ción adoptada en Dueñas y probablemente Frómista, responden a una codifica
ción más modesta respecto a la mayor parte de los modelos analizados en la prime
ra parte de este breve estudio. El planteado en el priorato de Perrecy nos ofrecería
quizá el más próximo: pórtico abierto al exterior con un exiguo espacio superior
intramuros. En lo que atañe al esquema de torres cilíndricas de ángulo en relación
a un espacio occidental, el único referente válido lo encontramos en la iglesia del
monasterio gascón de SaintPé de Bigorre MidiPyrénées , no subordinado a
Cluny pero sensible a sus presupuestos espirituales Fig. . Aunque su extremo
occidental está muy deteriorado, no lo suficiente para impedir comprobar que
contaba con dos torres semicirculares de esquina y un bloque alineado con la nave
central si bien completamente cerrado al exterior
. Es asimismo revelador que la


Julio A. PÉREZ CELADA, Documentación del monasterio de San Zoilo de Carrión de los Condes 
 , Palencia,
 , doc. , pp. 
 .


Élie LAMBERT, “L’ancienne église de SaintPé de Bigorre”, en: Études Médiévales. Tome II: Le sudouest français,
Paris,  , pp.  .


En torno a las estructuras occidentales de las iglesias románicas: formulación arquitectónica y funcional de las galileas...

Fig. . SaintPe de Bigorre. Planta hipotética de Fig. . Santa María del Rey Casto y su espacio
la iglesia J. Martin funerario occidental F. Selgas

puerta de acceso a la única de las torres que ha sobrevivido, la meridional, existiera


al igual que en San Zoilo y en Frómista un pequeño tímpano con crismón pero con
el añadido de un revelador epígrafe: “Esta es la casa del Señor, la vía del Cielo, espe
ranza del peregrino. Esta puerta esta dedicada a Pedro. Retroceda el Maligno”.
Los conceptos de peregrinaje y de via caeli inciden en la definición ya tratada en
torno al tránsito ascensional al nivel superior.

Calvin B. KENDALL, The Allegory of the Church Romanesque and their Verse Inscriptions, Toronto,  , pp. 
 ,

.


José Luis Senra Gabriel y Galán

Hay un asunto que, como señalé anteriormente, precisa una reflexión: el uso de
la galilea como espacio de enterramiento. Este uso no está nada claro en el lugar de
procedencia de la estructura, Cluny, ni tampoco en los monasterios que bien suje
tos a el, bien influidos por el, se expandían hasta los límites con la Península Ibéri
ca. Sin embargo hay un hecho contrastado y es que en la cultura funeraria de la
monarquía y de las grandes familias de magnates hispanas existía la costumbre de
inhumarse en la zona occidental de las iglesias como pone de relieve una iglesia
lamentablemente desaparecida: la de Santa María del Rey Casto Oviedo
Fig.  . Aunque nos faltan fuentes documentales y arqueológicas para afirmar
nada de forma rotunda es muy posible que este arraigado proceder, una vez que se
implantó el modelo cluniacense a partir de la década de los setenta del siglo XI, se
fundiera con el contenido de evocación escatológica que conllevaban las galileas.
En este aspecto son significativos los casos de Sahagún y de San Zoilo ambos bajo
la órbita respectiva de dos de las más pujantes familias castellanoleonesas la
Alfonso y la BeniGómez . No sería extraño que, mediado el siglo XI, antes de la
llegada de la liturgia romana, ambos establecieran sus espacios de enterramiento
nobiliario frente a la fachada occidental de sus respectivas iglesias.
A partir del último tercio de ese siglo tanto una como otra institución experi
mentaron un contundente cambio con la aplicación de la reforma cluniacense que
acabó afectando a sus viejas estructuras eclesiales. Si bien el monasterio de Saha
gún, como se dijo, mantuvo su autonomía, sin embargo estuvo muy sujeto a la auto
ridad real: desde 
 fue adoptado por el rey Alfonso VI de LeónCastilla 

 como residencia y lugar postrero de enterramiento. Bajo su impulso, en

  el monasterio experimentó la reforma cluniacense con la imposición de
un abad ultrapirenaico. Esta radical medida coincidió con el matrimonio entre
Alfonso y Constanza de Borgoña, viuda del conde de Hugo II de Chalon ob. 

y muy devota, antes de su partida a León, del monasterio de Tournus, a solo  kiló
metros al sur de aquella sede condal borgoñona. De hecho, el abad de ese estableci
miento, Pedro I    , jugó un activo papel diplomático en la consolidación
del enlace matrimonial. No deja de ser llamativo que al viejo templo sahaguntino
del siglo X, desconocemos en detalle cuando pero muy probablemente entre  
voluntad de Alfonso VI de ser enterrado en Sahagún y   muerte de Constan
za , le fuera anexionada una estructura occidental de tres naves cerradas al exterior
con la salvedad de la puerta oeste. Lamentablemente tan solo la podemos recrear a
partir de la excavación arqueológica de su planta Figs.  y a , muy semejante a la
del llamado Panteón de San Isidoro de León aunque notablemente más grande:
para dimensionar la estructura occidental de Sahagún baste indicar que tenía la
amplitud del cuerpo de naves de la iglesia de San Martín de Frómista.


Lorenzo ARIAS, Prerrománico asturiano. El arte de la Monarquía Asturiana, Gijón,  , pp.   .

José Luis SENRA, “´Mío Cid es de Bivar e nos de los condes de Carrión´. Los BanuGómez de Carrión a la luz de
sus epitafios”, Quintana    , pp. 
.


En torno a las estructuras occidentales de las iglesias románicas: formulación arquitectónica y funcional de las galileas...

Fig. . Fotografía de la excavación de   Museo de León

Fig. a. Santos Facundo y Primitivo de Sahagún. Fig. . San Isidoro.
Planta del bloque occidental A. Ferrant Planta M. Gómez Moreno


José Luis Senra Gabriel y Galán

Fig. a. San Isidoro. Corte transversal del Panteón con la posición de sus dos niveles coherente con la iglesia
prerrománica y ajena a la románica posterior J. Williams

Aunque aún se debate la cronología del panteón isidoriano personalmente me


adhiero a la opinión que lo ubica no mucho antes de la década de los años ochenta
del siglo XI: se habría construido siguiendo un proyecto de dos pisos alineados, al
igual que en Sahagún, con la preexistente iglesia prerrománica Figs.  y a .
Según ello tanto San Isidoro como Sahagún habrían sido dotados con espacios
monumentales bajo el mecenazgo respectivo de la infanta Urraca y de Alfonso VI
en un contexto de apertura cultural a Europa. Estas estructuras occidentales tam
bién con un piso superior como lo atestigua San Isidoro y de vocación hermética
respecto al exterior, responderían formalmente, en apariencia, al modelo ya visto
más apegado a Cluny del que forman parte Tournus y Romaînmotier: cerradas al
entorno a excepción de una puerta ubicada en el eje occidental. Bien es cierto que
en San Isidoro podemos estar ante una tribuna de uso real y el contacto con la
muralla romana imposibilitó la apertura de un vano de acceso oeste creándose un


Therese MARTÍN y Queenas KING. Politics and Architectural Propaganda in TwelfthCentury Spain, Leiden,  ,
pp. .


En torno a las estructuras occidentales de las iglesias románicas: formulación arquitectónica y funcional de las galileas...

cerramiento más coherente con la tradición hispana de espacio funerario cerra


do. En relación con esto es muy probable que, llegado el proceso de renovación
constructivo a fines del siglo XI, en la conformación de San Isidoro y de Sahagún se
hubiera sintetizado parcialmente la tradición hispana de enterramientos occiden
tales privilegiados con el concepto franco de galilea. En todo caso en el análisis de
este complejo asunto conviene tener en cuenta que en territorio continental ya
desde los siglos VIII a X, si bien es cierto que de modo puntual, se constatan inhu
maciones reales en los bloques occidentales como ponen del relieve las iglesias
monásticas de SaintDenis, probablemente con Pipino el Breve ob.
 , o la de
San Pantaleón de Colonia con la emperatriz Teofanu ob.  .
En definitiva, las estructuras occidentales añadidas a las fachadas de las iglesias
de los siglos del románico constituyen la respuesta a una mayor complejidad de la
liturgia que tuvo lugar en las más destacadas instituciones monásticas de territorio
franco. El contenido de las llamadas galileas se fundamentaba en la conmemora
ción del triunfo sobre la muerte mediante la evocación de la Resurrección de Cris
to y su encuentro con los apóstoles antes de la Ascensión. Estaríamos por tanto
ante un espacio que posibilitaría la inmersión en el tiempo sagrado, a través de la
imitatio Christi, esencia última de la liturgia. Situado en un nivel intermedio entre
la Tierra y el Cielo reproduciría el lugar en el que se constató por parte de los após
toles, evocados en su itinerario litúrgicoprocesional por los monjes, el mensaje de
la esperanza en la vida eterna.


Isidro G. BANGO TORVISO, “El espacio para enterramientos privilegiados en la arquitectura medieval española”,
Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte UAM , IV   , pp.   .

Sumner MCKNIGHT CROSBY, “Excavations in the Abbey Church of St.Denis   the Façade of Fulrad’s
Church”, American Philosophical Society,    , pp.  .

Günther BINDING, “Ottonische Baukunst in Köln”, en: Kaiserin Theophanu. Begegnung des Ostens und Westens um
die Wende des ersten Jahrtausends Gedenkschrift des Kölner SchnütgenMuseums zum  . Todesjahr der Kai
serin. A. Von Euw / P. Schreiner, ed. , Köln,  , pp.  .



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