Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
I del referido DS 29894, establece: “Cuando el trabajador sea despedido por causas no
contempladas en el art. 16 de la Ley General del Trabajo, podrá optar por el pago de los beneficios
sociales o por su reincorporación”. Precepto, cuyo parágrafo III, fue modificado por el DS 0495 con
el siguiente texto:
En caso de que el trabajador opte por su reincorporación podrá recurrir a este efecto ante el
Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, donde una vez constatado el despido injustificado,
se conminará al empleador a la reincorporación inmediata al mismo puesto que ocupaba la
trabajadora o trabajador al momento del despido, más el pago de los salarios devengados y demás
derechos sociales que correspondan a la fecha de la reincorporación, a través de las Jefaturas
Departamentales y Regionales de Trabajo.
El referido DS 0495, incluyó a su vez, los parágrafos IV y V en el art. 10 del DS 29894, con los
siguientes textos:
En ese sentido, se tiene que del fuero sindical deviene la estabilidad laboral, otorgada a los
dirigentes sindicales para garantizar la defensa del interés colectivo que representan, el ejercicio
autónomo de sus funciones como representantes de un sindicato, en procura de la efectivización de
los derechos a través de la dirigencia. En consecuencia la protección estatal busca resguardar el
interés de los trabajadores o trabajadoras que tomaron la decisión de agruparse y conformar una
organización sindical, buscando precautelar sus derechos, conquistas y aspiraciones.
Así también, el precepto constitucional supra mencionado marca la esencia del fuero sindical en
relación a la protección del trabajo como medio de subsistencia del capital humano, aspecto que
además fue ampliamente desarrollado por la SCP 0631/2016-S2 de 30 de mayo[28], misma que
estableció que el fuero sindical es un privilegio del que gozan los representantes de los
trabajadores para el cumplimiento de su gestión, cuya finalidad es impedir la remoción en
sus cargos, su procesamiento o persecución en razón a ser representantes de su gremio.
El art. 1 del Convenio 98 de la OIT, adoptado en la trigésima segunda reunión en Ginebra el año
1949, sobre derecho de Sindicalización y de Negociación colectiva, ratificado por Bolivia mediante
DL 07737 de 28 de julio de 1966, expresa:
1. Los trabajadores deberán gozar de adecuada protección contra todo acto de discriminación
tendiente a menoscabar la libertad sindical en relación con su empleo.
2. Dicha protección deberá ejercerse especialmente contra todo acto que tenga por objeto:
a) sujetar el empleo de un trabajador a la condición de que no se afilie a un sindicato o a la de dejar
de ser miembro de un sindicato;
b)despedir a un trabajador o perjudicarlo en cualquier otra forma a causa de su afiliación sindical o
de su participación en actividades sindicales fuera de las horas de trabajo o, con el consentimiento
del empleador, durante las horas de trabajo.
Así establecido, se debe comprender que la protección estatal otorgada a un dirigente o dirigente
sindical, tiene la finalidad de que pueda gozar del ejercicio pleno de sus funciones sindicales, lo cual
implica que estos no pueden ser despedidos por esa su condición; toda vez que, no se puede
coartar su libertad sindical.
Bajo ese parámetro, la SCP 0027/2015-S1 de 2 de febrero[29], con relación a la estabilidad
reforzada de los representantes sindicales hizo hincapié en el contenido expreso de la
Recomendación 143 de la OIT de 23 de junio de 1971 que prevé, entre otros aspectos, que los
representantes de los trabajadores, deberían gozar de una protección eficaz contra cualquier acto
que pueda perjudicarles, incluido el despido por razón de su condición, de su gestión y de su
participación en la actividad sindical, siempre y cuando su actuación se enmarque en la ley;
concluyendo que, en el marco de la normativa constitucional y el bloque de constitucionalidad,
desmejorar las condiciones laborales de un trabajador protegido por el fuero sindical o
despedirlo sin justa causa, constituye un atentado grave contra el derecho a la asociación y
práctica sindical, reconocidos en su carácter fundamental en los arts. 21.4 y 51.VI de la CPE.
No obstante, señala que el hecho que un trabajador sea dirigente sindical y se encuentre
resguardado por el fuero sindical, no excluye de ninguna manera su responsabilidad administrativa,
que es inherente a todo servidor público, por lo que, son responsables de sus actuaciones de
acuerdo a normativa legal aplicable con responsabilidad, ejecutiva, administrativa, civil y penal; y en
ese entrever, la normativa vigente ha establecido el trámite del desafuero sindical ante la judicatura
laboral para que luego de dicho trámite y probada la causal de desafuero sindical con sentencia
ejecutoriada, se determine si corresponde, la destitución del cargo que ocupaba como dirigente
sindical.
Consiguientemente, queda establecido que los dirigentes sindicales, encargados de promover las
pretensiones de sus representados se hallan protegidos por el fuero sindical que asegura y
garantiza el cumplimiento de su gestión y que además previene que no serán despedidos, ni
desmejorados en sus condiciones laborales sin justa causa, hasta un año después de haber
concluido su mandato, salvo que sean sometidos a la justicia laboral en un proceso de desafuero,
previa remoción de su cargo.
Las mujeres no podrán ser discriminadas o despedidas por su estado civil, situación de
embarazo, edad, rasgos físicos o número de hijas o hijos. Se garantiza la inamovilidad laboral de
las mujeres en estado de embarazo, y de los progenitores, hasta que la hija o el hijo cumpla
un año de edad.
En sintonía con el citado mandato constitucional, la jurisprudencia constitucional desde el anterior
Tribunal Constitucional hasta el actual, ha consolidado el régimen reforzado de protección por la
garantía de inamovilidad laboral en favor de mujeres embarazadas y progenitores hasta el
cumplimiento de un año de edad de la hija o hijo; en esa comprensión, en un caso de despido
injustificado de una dependiente laboral que se encontraba en estado de embarazo, el Tribunal
Constitucional ha razonado que no solamente se debe proteger el derecho al trabajo, sino otros
derechos primarios de la accionante y el ser en gestación, quienes necesitan protección urgente e
inmediata, puesto que el retiro intempestivo de la accionante también implica la supresión del
derecho a la seguridad social que resguarda y garantiza el derecho a la salud, poniendo en riesgo el
derecho primario a la vida[30].
En la misma línea el actual Tribunal Constitucional Plurinacional a través de la SCP 1245/2014 de
16 de junio, refirió que esta garantía está referida a la protección de trabajadores en su fuente de
empleo, su permanencia, sin que el empleador pueda despedirlos, rescindir unilateralmente el
contrato de trabajo o modificar desfavorablemente las condiciones laborales para obligarlos a su
renuncia de manera encubierta, en ese entendido, la pérdida del puesto de trabajo, cuando un niño
o niña está por nacer, puede suponer una terrible afectación a la estabilidad económica y emocional
de la familia, con incidencia directa principalmente en el nuevo ser a quien el Estado Plurinacional
tiene la intención de proteger.[31]
… por cuanto el derecho que se debe proteger no es solamente al trabajo, sino otros derechos
primarios de la recurrente y el ser en gestación, los cuales necesitan protección urgente e
inmediata, ya que el retiro intempestivo de la recurrente importa también la supresión del
derecho a la seguridad social que a su vez, resguarda y garantiza el derecho a la salud,
derechos que con la medida adoptada ponen en riesgo el primer derecho, la vida, que no
puede estar pendiente de otros recursos o vías administrativas que establece la Ley.
El desarrollo de la jurisprudencia constitucional también ha establecido la excepción a la
subsidiariedad de manera implícita desde la citada SC 505/00-R de 24 de mayo de 2000,
señalando que la protección de una dependiente laboral en estado de embarazo despedido
indebidamente no puede estar pendiente de otros recursos o vías administrativas establecidas por
ley, puesto que se encuentran comprometidos no solo el derecho al trabajo, sino el derecho a la
seguridad social, salud y vida, de la mujer embarazada y del ser en gestación, que requiere
protección inmediata, urgente[32]. En el mismo sentido la jurisprudencia constitucional pronunciada
en la SCP 0785/2003-R de 10 de junio, resalta la procedencia excepcional y extraordinaria del
amparo constitucional señalando:
Si bien el amparo constitucional tiene naturaleza subsidiaria, por ello antes de plantearlo se deben
agotar las vías ordinaria de defensa; no es menos cierto que agotar esos medios ordinarios implican
para la gestante un perjuicio que podría ser irreparable proveniente de una acción ilegal e indebida
de la autoridad recurrida. En tal situación, es viable este amparo como mecanismo rápido y
eficaz para proteger prioritariamente los derechos de la recurrente que se encuentra en
estado de gravidez y del ser en gestación.
Los accionantes consideran vulnerados sus derechos al trabajo, a la estabilidad laboral, al fuero
sindical, a la inamovilidad laboral, así como al seguro social a corto y largo plazo, debido a que, la
empresa TECNOPOR S.A. los despidió injustificadamente pues no se desarrolló un proceso
administrativo interno previo y tampoco se consideró que algunos de ellos son padres progenitores,
o tienen fuero sindical, e incluso otros tienen bajo su dependencia personas con discapacidad, razón
por la cual, acudieron a la Jefatura Departamental de Trabajo de La Paz, instancia que emitió la
Conminatoria J.D.T.L.P./ART. 48-49 C.P.E./D.S. 495/DASC/ 072/2020, conminando a la aludida
Empresa a reincorporarlos en los cargos que ocupaban; no obstante, dicha Empresa incumplió la
indicada Conminatoria.
Ante tal hecho jurídico, los trabajadores ahora impetrantes de tutela, acudieron ante la Jefatura
Departamental de Trabajo de La Paz, denunciando el despido injustificado, en mérito a lo cual y
sobre la base del Informe MTEPS-JDTLP-IT-SLJL-INF 679/20 de 9 de julio, la mencionada Jefatura
emitió la respectiva Conminatoria J.D.T.L.P./ART. 48-49 C.P.E./D.S. 495/DASC/ 072/2020,
ordenando a la empresa TECNOPOR S.A., la reincorporación de los ahora accionantes Mario Aliaga
Mamani, Rubén Tito Condori López, Reynaldo Pedro Lima Conde, Juan Héctor Cruz Tonconi, Nain
Gonzalo Agüero Borges, Juan Arturo Pariguana Copa, Jorge Amaru Alanoca, Orlando Gironda
Mamani, Edwin Carita Pisaya, Jhony Niura Condori, Hugo Nina Mamani, Sergio Mamani Vega,
Pedro Huanca Paco, Alejandro Flores Yujra, Honorato Apaza Salazar, Simón Colque Quispe,
Hilarión Huallpa Aruquipa, Rudy Justo López Ticona, Carlos Silvio Mamani Callisaya, Celestino
Mamani Choquehuanca, Edwin Edgar Mayta Limachi, Ramiro Ramos Flores, Vladimir Rodolfo
Sanchez Mayta, Clemente Levandro Chiri, Tito Benedicto Contreras Cordero, Jhonny Condori
López, Benito Quispe Chávez, Natalio Yavincha Carvajal, Félix Juan Sea Ali, Sixto Limachi Mamani,
Jhonny Ramiro Limachi Vargas, Rogelio Quispe Samo, Adriano Limachi Limachi, Juan Pablo Chura
Acarapi, José Luis Quispe Aliaga, Carmelo Huanca Paco, Leandro Vargas y Antonio Cusi Pacheco,
a los mismos cargos que ejercían hasta antes de su despido intempestivo (Conclusión II.3.).
Jorge Javier Castro Balcazar, en representación de la Empresa TECNOPOR S.A., planteó recurso
de revocatoria en contra de la Conminatoria J.D.T.L.P./ART. 48-49 C.P.E./D.S. 495/DASC/
072/2020, recurso administrativo que fue resuelto a través de la Resolución Administrativa 190-20
de 3 de septiembre de 2020, la cual dispuso confirmar la Conminatoria J.D.T.L.P./ART. 48-49
C.P.E./D.S. 495/DASC/ 072/2020, en favor de los trabajadores prenombrados, apartando a los
trabajadores Pedro Huanca Paco y Tito Benedicto Contreras Cordero de la Conminatoria referida sin
afectar sus derechos mismos que deberán acudir a la autoridad competente quien resolverá las
controversias emergentes de la relación laboral (Conclusión II.4.).
Notificada con la resolución anterior, la Empresa TECNOPOR S.A, interpuso recurso jerárquico
mismo que fue resuelto por Álvaro Tejerina Olivera, Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social,
mediante RM 518/20 de 20 de octubre de 2020, a través de la cual dispuso confirmar totalmente la
Resolución Administrativa 190-20 y consecuentemente confirmar en parte la Conminatoria
J.D.T.L.P./ART. 48-49 C.P.E./D.S. 495/DASC/ 072/2020, conminando a la reincorporación laboral de
los trabajadores ahora accionantes con excepción de Pedro Huanca Paco y Tito Benedicto
Contreras Cordero, de quienes cursa en antecedentes las liquidaciones correspondientes con sus
firmas de aceptación, (Conclusión II.5.).
En ese contexto, antes de ingresar al análisis de las denuncias formuladas por la parte accionante
en la presente acción de amparo constitucional, es necesario señalar que la Empresa demandada,
en su descargo manifestó argumentos en sentido que desde el 2017 ha venido afrontando
problemas económicos que se tradujeron en constantes pérdidas que se reflejan en los estados
financieros de la Empresa, debido a mayor número de competidores formales e informales,
ralentización económica y bajón en el rubro de la construcción, altos costos de materia prima y de
mano de obra, reducción del porcentaje de participación en el mercado de viguetas y EPS para la
construcción, añadido a ello, los efectos de la pandemia mundial; circunstancias de fuerza mayor
que les motivaron a emitir los Memorándums de Finalización de Relación Contractual por
circunstancias de fuerza mayor de 30 de junio de 2018, en contra de los ahora peticionantes de
tutela.
De los antecedentes detallados en el punto anterior se llega a establecer que los impetrantes de
tutela de esta acción de defensa cumplieron funciones laborales en la empresa TECNOPOR S.A.,
consecuentemente, habiéndose presentado la pandemia del COVID 19, mediante Memorándums de
Finalización de Relación Contractual por Circunstancias de Fuerza Mayor de 30 de junio de 2020
fueron cesados de sus funciones.
A la protección general que tienen los trabajadores, es preciso añadir la protección especial o
reforzada que por ciertas circunstancias excepcionales que les conciernen, en este caso por el fuero
sindical de algunos trabajadores que cumplen la función de representación laboral, a quienes les
corresponde un periodo de estabilidad laboral reforzada por el que no pueden ser removidos,
desmejorados o trasladados de su fuente laboral sin una debida justificación en un proceso de
desafuero en la judicatura laboral.
En el presente caso, del memorial presentado el 10 de mayo de 2021, ante este Tribunal
Constitucional Plurinacional, los ahora peticionantes de tutela sostienen que Reynaldo Pedro Lima
Conde, tiene a una hija con tratamiento por cáncer; al efecto, de la revisión de antecedentes que
informan el expediente, se tiene que a fojas 310 cursa Certificado Médico de 21 de diciembre de
2016, mediante el cual refiere que la paciente Naydelin Lima Apaza, adolece de enfermedad de
cáncer, motivo por el que conforme establece la jurisprudencia mencionada cuenta con la
estabilidad laboral, debiendo garantizarse la importancia del enfoque integrado de la salud, que
logre abarcar la prestación de la atención a estos enfermos, es decir, contar con la continuidad de la
atención ahorrándoles dolores evitables, pues necesitan una protección preferente en vista de las
especiales condiciones en que se encuentran; en suma, materializar la Ley Fundamental a través de
una interpretación pro homine, buscando se brinde una protección en cuanto a la vida, salud y
estabilidad laboral a fin de garantizar los medios suficientes para afrontar la enfermedad.
En cuanto a la copia de Certificado Médico 2615191 de 19 de abril de 2017 cursante a fs. 326, por el
cual el trabajador Juan Hector Cruz Tonconi, adolece de trauma ocular que le generó dolor ocular y
visión borrosa; conforme se tiene de la jurisprudencia desarrollada precedentemente, la protección
reforzada abarca a personas con enfermedades terminales, que en el caso presente no se
establece que la dolencia por la que cursa, se derive en una enfermedad terminal, eventualmente
una posible discapacidad laboral calificada conforme establece la normativa legal aplicable; empero
de ninguna manera conlleva a la protección reforzada por enfermedad terminal propiamente dicha,
manteniéndose consecuentemente la protección por estabilidad laboral.
Con referencia a los Certificados Médicos cursantes a fojas 373 y 378 pertenecientes a los señores
Hilarión Huallpa Aruquipa y Rudy Justo López Ticona, de la revisión a los mismos no acreditan
enfermedad terminal que motive a una protección reforzada; razón por la que corresponde
desestimar la misma y mantener la protección por estabilidad laboral.
En cuanto a los trabajadores ahora accionantes Pedro Huanca Paco, Honorato Apaza Salazar,
Antonio Cusi Pacheco; que fueron mencionados en el memorial presentado el 10 de mayo de 2021
(Conclusión II.4) ante este Tribunal Constitucional Plurinacional, refiriendo tratarse de padres
progenitores; al respecto, no cursa documentación que ponga en evidencia el carácter de
progenitores de menores a un año de edad; razón por la que corresponde desestimar sobre
protección reforzada de padres progenitores, manteniendo únicamente la tutela por estabilidad
laboral.
Con referencia a los Certificados de Atención Prenatales (fs. 348, 349 y 413) en relación a la
paciente Daniela Magaly Ramos Condori y Severina Mamani Quispe, si bien en los mismos consta
un estado de embarazo, en favor de las prenombradas; sin embargo, no es posible establecer el
vínculo de las mismas con alguno de los impetrantes de esta acción tutelar; razón por la que
corresponde desestimar la misma.