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ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS.

MATERIA

Forense

PRESENTADO POR:

ELIZABETH BUHLER QUEZADA

ID: 100018901

FACILITADOR:

Eblis Espaillat
TEMA:

Unidad 1
SANTIAGO DE LOS CABALLEROS
REPÚBLICA DOMINICANA
06 DE AGOSTO del año 2022
Consigna

Realizar un ensayo acerca del surgimiento y evolución de la Medicina Forense en el país y


la legislación dominicana. Reflexión sobre su papel e importancia y estructura del Instituto
Nacional de Ciencias Forense (INACIF).
Introducción.
Historialmente, los primeros indicios de la medicina tenían como único fin la curación de las
enfermedades que atacaban al hombre, pero hubo que comprenderse que, además de la
actuación al servicio de los intereses individuales, existían intereses generales más amplios de
una comunidad o de una nación.

A transcurrir el tiempo dio lugar a la primera división de la medicina en dos grandes ramas: A)
Medicina clínica, práctica o privada, que se reservaba los fines primitivos (curación de las
enfermedades por el estudio de sus agentes, síntomas, fisiopatología y tratamientos)

B) Medicina pública, política o civil, se ocupaba de todas aquellas cuestiones médicas que
pueden interesar a la salud de los hombres reunidos en sociedad

Entrando en el tema que nos concierne concerniente a la medicina forense, podemos observar
que hay muchas opiniones encontradas sobre el origen de la medicina forense, cabe mencionar
que Hipócrates fue el primer en mostrar los signos del fallecimiento escrito en su libro “De
Morbis”, en donde describe las modificaciones de la cara post mortem.

Tres mil años antes de Cristo surge una figura sin precedente que es considerado como el primer
médico forense de la historia, nos referimos a Imhotep, ya que él estudiaba los cuerpos sin vida
de una forma extraordinaria por grandes habilidades que ostentaba, que además de ser médico
era un gran matemático, además de otras tantas facetas que lo engrandecía.

En nuestro país los primeros hallazgos forenses encontrados según el doctor francisco Moscoso
Puello lo realizó el doctor Diego Álvarez Chanca, quien el 24 de octubre del año 1493, reconoció
los cadáveres de los españoles que habían quedado en el fuerte de la navidad en 1492,
certificando que los cadáveres presentaban signos de haber sido víctimas de muertes violentas.
Objetivos específicos.

✓ Conocer origen y evolución de la medicina forense en la Republica Dominicana

✓ Estudiar y analizar el objeto de estudio de la medicina forense

✓ Establecer la estrecha línea delgada de la diferencia existente entre la medicina forense y legal
Desarrollo.
La medicina forense en nuestra nación no ha sido de agrado para los responsables de haber
tenido la responsabilidad ciudadana de impulsar su desarrollo en los conocimientos científicos y
respecto a la voluntad política, mejor ni comentar. Es muy poco lo que se sabe de la práctica
precolombina de ella. Según el Dr. Francisco Moscoso Puello, el primer experticio médico-forense
lo realizó el Dr. Diego Álvarez Chanca, primer médico europeo en pisar tierra americana, quien el
24 de octubre de 1493, reconoció los cadáveres de los españoles que hablan quedado en el
Fuerte de la Navidad en 1492, certificando que los cadáveres presentaban signos de haber sido
víctimas de muerte violenta.® Asimismo relata Moscoso Puello, que los doctores Álvarez Chanca,
Rodrigo Navarro y Hernando Sepúlveda, examinaron el cacique Guacanagarix, quien tenía una
pierna vendada, alegando que estaba herido, comprobándose al quitar las vendas que no existían
tales heridas .6 En noviembre de 1572 se le presentó un brote epidémico a la flota del pirata Sir
Francis Drake y estaban muriendo muchos de sus tripulantes sin que se supiera la causa; Drake
ordenó la realización de una necropsia al cadáver de su propio hermano, con el fin de indagar a
fondo sobre la causa de su muerte. Se encontró el hígado aumentado de tamaño y el corazón
como si hubiera sido cocinado; la opinión del médico fue que se trataba de fiebre amarilla.6 En el
año 1814, el gobernador Carlos Urrutia, publica una ordenanza de 57 artículos y en el número 43
decía que los médicos y cirujanos deben de dar aviso a la justicia de los enfermos que mueran
de mal contagioso para que con prontitud y eficacia se tomen las providencias correspondientes
a evitar su propagación En el mes de junio de 1859, se establece mediante ley, la antigua
Universidad de Santo Domingo. El articulo 22 disponía que la Medicina Legal y Toxicología, se
impartieran en la carrera de medicina. Durante la primera república (1844-6J) prácticamente no
tuvimos ejercicio de medicina legal en este país. Durante el período histórico que va desde el año
1865 hasta el 1900, encontramos los nombramientos de médicos legistas en la capital y algunas
ciudades importantes del interior. En 1892 se ventiló un caso de medicina legal por un crimen
cometido por el señor Joaquín Puig; fue integrada una junta médica, con los doctores Francisco
Henríquez y Carvajal y Heriberto de Castro, para que rindiera un informe sobre el estado de salud
del acusado. El 26 de julio de 1899 fue ultimado el Presidente Ulises Hereaux (Lilis) en Moca; se
determina que su muerte fue a causa de: "Cinco balazos en el tórax, uno sobre la cadera izquierda
y otro en la nuca.” Con esto se llegó a determinar la causa y deceso de su muerte.
La Legislación.

La Legislación Dominicana podría decir que ha sido meramente dócil del avance concerniente a
normalizar y regular la medicina forense, abandonando esta rama retrograda a través de la
década por el poco apoyo económico aportado por el Estado en los avances tecnológicos.

Tenemos que referirnos a la Ley #159 de 1848 sobre Tribunales, en que vemos una alusión de
Médico Forense Honorífico en el capítulo que trata de Policía (Artículo #52). La información versa
“sobre heridas o golpes que no han causado la muerte y no han concurrido en el hecho,
circunstancias agravantes de premeditación o asechanza”, el Alcalde, no enviará el Proceso al
Fiscal sin que vaya acompañado del Certificado expedido por “un facultativo o inteligente en la
materia”, atestando que dichas heridas o golpes, pueden o no causar incapacidad de trabajar por
más de veinte días. Esta disposición se reprodujo durante varios años en Leyes similares y revela
que la misma Justicia, aceptaba el ejercicio de personas inteligentes en materia de Medicina,
equiparados a los facultativos sin la debida excepción, esto es, que donde no hubiese facultativos,
se admitieran los Certificados expedidos por inteligentes en la materia. Estos datos provienen del
trabajo del estudiante Humberto Loinaz en 1942.

Una pequeña modificación aparece en la nueva Ley de Organización Judicial de 1852 (Pág.
#253), pues, ya no sólo son los inteligentes en la Materia Médica los que podían asesorar a la
Justicia, sino también, “los curiosos en el arte” (Art. #47) en las causas sobre “heridas o golpes
en que pueda resultar al reo penas aflictivas o infamantes, los Alcaldes harán reconocer por
facultativos o curiosos en el arte dichas heridas o golpes, especificando su gravedad, el
instrumento con que hayan sido ocasionadas y todas las demás circunstancias que la
acompañan y que concurran a la formación de un juicio exacto sobre ellas”. De ello podemos
derivar que, los experticios rendidos por estos últimos personajes, es decir, inteligentes i curiosos,
tenían valor legal antes nuestros Tribunales de Justicia, cosa que afortunadamente, ya no existe.

No obstante, de que la Medicina Legal se estudiaba en Europa desde el siglo XVI y XVII con Paolo
Zacchia Rodrigo de Castro y otros, entre nosotros no se conocía aún tal ciencia con carácter
científico. Esta comenzó a conocerse en nuestra Universidad en el año 1853, cuando Pedro
Santana, corrigiendo el plan anterior de estudios universitarios, creó una novedad con su Decreto
#308 (Pág. #314 del Tomo Segundo de nuestra colección de Leyes), dictando nuevas medidas
sobre la enseñanza de la Medicina. Por primera vez en nuestra Universidad se habla de Anatomía,
Química Médica, Física Médica, Historia Natural Médica, Farmacología, Higiene, Patología
Quirúrgica, Patología y Terapéutica, Operaciones y Medicina Legal, Partos, Enfermedades de las
mujeres recién paridas y de los niños recién nacidos, así como otras materias para las Facultades
de Filosofía y Derecho.

En el 1854, la Diputación Provincial de Santo Domingo, dictó un reglamento de Policía y Buen


Gobierno (Pág. #394) que ordenaba a los Profesores de Medicina y Cirugía dar parte a las
Autoridades de las enfermedades epidémicas y contagiosas, así como también de los que
fallecieron de estas o con señales de envenenamientos o violencia bajo pena de quince francos
de multa y la persecución a que hubiese lugar.

En febrero 10 de 1855 (Tercer Tomo, pág. #50). La nueva Ley de organización Judicial, hacía
pequeñas variaciones en su Art. #58 y llamaba “facultativos o curiosos” a los que, no siendo
médicos, intervenían en el reconocimiento de heridos.

En junio 16 de 1859, se incluía en el plan de estudios Medicina Legal y una novedad para la
época: Bibliografía de la Cirugía y de la Farmacia o Farmacia Legal. Conviene hacer notar que en
1862 todavía no se había creado aquí el cargo de Médico Forense, de acuerdo al trabajo del
doctor Loynaz.

En la ley de 1859 en su Pág. 149, como había muchos limosneros, ordenaba: “estos debían
proveerse de una licencia previa la presentación de una certificación de un facultativo que indicara
la invalidez del interesado. En la Pág. 152.- “Los profesores de Medicina y Cirugía estaban sujetos
a los artículos #103 y 105 sobre recetas en latín o en español; al deber de acudir al llamamiento
de la Autoridad para practicar reconocimientos, curaciones, necropsias u otras diligencias en
relación con la Medicina aplicada a la investigación de crímenes y delitos.

En 1882 el presidente del Juro Médico, doctor Pedro A. Delgado, dictó un reglamento para el Juro
Médico a fin de examinar los documentos de todo médico, cirujano, dentista, boticario, sangrador
y comadrón extranjero, así como para otras cuestiones profesionales, entre las que (Art. #8) se
encuentra la de hacer de Médico Forense. Art. #26 de la Ley del Juro Médico de 1882: “los
certificados médicos no podían darse sin autorización de una autoridad competente”.

En 1884 y bajo la influencia de Hostos, se expidió la ley de Estudios de agosto 29 que sustituía la
de Julio 10 de 1882 y donde se habla de Medicina Legal (Pág. 184) Toxicología, Disección, etc.
Según la nueva Ley de 1884 “en las escuelas Normales se enseñaba en el tercer curso nociones
fundamentales de Biología y Fisiología. Las materias que comprendían la Facultad de Medicina
(Pág. 122) incluyen Medicina Legal y se hacía obligatoria la Clínica de Hospital. En los colegios
de Santiago y Puerto Plata, era necesario el título de doctor o de Licenciado para las Cátedras de
Medicina o de Farmacia.

La reciente ley de estudios de 1889 era casi similar a la anterior, pero traía una novedad: que los
estudiantes de Derecho (Art. 103) debían aprender medicina Legal en el Cuarto año en la Cátedra
de Medicina. En 1894 se promulgó una nueva ley general de estudios disponiéndose que “la
Facultad de Medicina del Instituto durará cinco años. El estudio de Abogacía comprendía solo tres
cursos i y os estudiantes tenían la asignatura anteriormente creada de medicina Legal que
también se les daba a los estudiantes de Medicina. El Instituto Profesional sólo otorgaba el título
de Licenciado en Medicina.

En 1899 la Nueva Ley General de Estudios establecía que la Facultad de Medicina volvía a
comprender Disección y desde luego, Medicina Legal. En 1902, una nueva ley de estudios
también guiada por Eugenio María de Hostos incluía en el plan de la Facultad de Medicina, la
Histología y se disponía que los estudiantes asistieran diariamente al Hospital Militar. Debían ser
parteros aun cuando se incluía la enseñanza de Obstetricia en el plan general de estudios, la de
Farmacia, Botánica Farmacéutica. Etc.-

conforme se puede ver en estas notas tomadas de la Colección de Leyes Dominicanas, desde
fines del siglo XIX, el estudio de la Medicina Legal de un modo sistemático, entraba en el plan de
estudios de la carrera de medicina y se incluía además su estudio en otras facultades del Instituto
Profesional. En 1914 se reabre la Universidad con el nombre de Universidad de Santo Domingo
y los primeros Catedráticos de la asignatura de medicina legal, fueron los Doctores: Ramón Báez,
Fernando Defilló, Wenceslao Medrano, Fabio Mota y Rafael Abreu. La contribución a la medicina
legal o forense del doctor Fernando Defilló es importantísima, ya que, en el Laboratorio dirigido
por él, se iniciaron las pruebas forenses de forma científica.

Importancia de la Medicina Forense.

Para resaltar la importancia de la medicina forense se debe analizar de diferentes perspectivas,


esto se basará con el objetivo que se quiere alcanzar. En lo que, a los profesionales del derecho,
más a los de la rama del derecho penal, esta ciencia tiene una vital e imprescindible importancia,
debido que, cometido un hecho delictuoso, siempre se buscara la verdad, como también alojara
luz al juzgador para emanar un fallo apegado a la realidad.

El valor de esta ciencia radica en la función de los peritos médico-forenses en buscar, detectar y
analizar evidencias, las cuales sustentarán la validez probatoria de los dictámenes periciales
realizados, es decir, si estas tienen suficiente solidez servirán para que la autoridad respalde una
acusación y pruebe un hecho delictivo o, también, servirán para demostrar si pudieron haberse
producido en otras circunstancias de tiempo o forma.
Ubicaciones del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF).

INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS FORENSES


(INACIF)
Estructura del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF).

INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS FORENSES


(INACIF)

Consejo Directivo

Dirección General

Dirección de Dirección de Dirección


Medicina Química de Física Direcciones Áreas de Áreas
Forense Forense Forense Regionales Apoyo Asesoras
Conclusión.

Pese a que la Medicina Legal se estudiaba en Europa desde el siglo XVI y XVII con Paolo Zacchia i
Rodrigo de Castro y otros, entre nosotros no se conocía aún tal ciencia con carácter científico. Esta
comenzó a conocerse en nuestra Universidad en el año 1853, cuando Pedro Santana, corrigiendo el
plan anterior de estudios universitarios, creó una novedad con su Decreto #308 (Pág. #314 del Tomo
Segundo de nuestra colección de Leyes), dictando nuevas medidas sobre la enseñanza de la
Medicina.

La medicina forense se considera una ciencia apoyada en totalidad en la medicina y se haya en el


derecho como apoyo para encontrar, probar y verificar supuestos, causas de muertes, daños, etc.
Esto no la exime de su “independencia” en tanto a sus avances que no tienen que ver con la medicina
ni con el derecho, ya que usan métodos y apoyos de criminalística, balística, etc. Que al momento de
desarrollar o mejorar dichos métodos, sofisticar máquinas y aparatos, igual que los expertos en la
materia se logra una mezcla que apoya más al Derecho que a la Medicina.

Esto se debe a que el campo en donde se necesita más su ayuda y aporte, así como la investigación,
es en el Derecho como fuente primordial en auxilio del derecho penal, en donde como sabemos es el
último recurso del derecho, es decir, cuando se rompe la ley y se daña un bien jurídico tutelado; sea
vida, bien inmueble o mueble, patrimonio, etc. Se llega a este derecho para responsabilizar o eximir
al presunto culpable por medio del estudio e investigación del médico forense y de dicha ciencia, en
casos particulares en los delitos donde se necesite su apoyo, los cuales por el tema ya sabemos que
por simple obviedad serian delitos en contra del bien jurídico llamado vida en diferentes formas: sean
golpes, maltratos, torturas, muertes; homicidios y suicidios, etc.
Referencias bibliográficas.
Pichardo, A. (2002). Medicina Forense. (2da. Ed.) Santo Domingo, República
Dominicana: Ediciones Jurídicas Trajano Potentini.
Sarita, S. (1996). Medicina Legal. Santo Domingo, República Dominicana:
Ediciones Ciemps

Recursos de Internet:
https://www.aecid.org.do/images/noticias/Noticias/13_06_2016/DOC-20160609-
WA0004.pdf

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