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Ensayo 2
188448
OTOÑO 2022
Índice
● Introducción
● Desarrollo
● Conclusión
● Bibliografía
El futuro de la urbe: un mañana más humano
Introducción
Hoy en día nos encontramos en un contexto social, económico y ambiental muy complejo.
El sistema económico de consumo ha desencadenado una serie de problemáticas que han
generado mucha desigualdad social y daños al medio ambiente. En el marco global actual
las dinámicas sociales y económicas están poniendo en riesgo la vida de futuras
generaciones.
Desde que inició el proceso de modernización de las ciudades nos hemos encontrado con
manchas urbanas cada vez más extensas. Ahora, entendemos las ciudades como una
aglomeración de estructuras de acero y concreto, ordenadas en base a grandes ejes de
asfalto en donde los transportes están en constante movimiento. Una ciudad
deshumanizada, en donde los humanos siempre están al último dentro de la jerarquía de
importancia.
Ahora, las urbes tienden a crecer en territorio, expandiéndose hacia las periferias.
Considero que este fenómeno ha ocasionado un proceso de segregación y dispersión
urbana. Ocasionado que muchas de las actividades que se desarrollan en las ciudades
sean cada vez más complicadas, y las dinámicas sociales y económicas se están viendo
comprometidas.
Esta misma indiferencia también se da por el ecosistema, y por los organismos que lo
componen. Mientras te sientas bien y estés cómodo no nos detenemos a pensar en el daño
que se le está haciendo al ambiente. Hasta llegar a un punto en donde es imposible
concebir una vida sin estas comodidades y en la que el mismo sistema te fuerza a recaer en
conductas individualistas. Hacer un cambio social y urbano es inminente, pero la manera de
cómo hacerlo ha sido una interrogante y aunque han surgido muchas teorías y modelos
para resolverlo estamos lejos de lograr ese cambio.
Desarrollo
Ciudad sostenible
Desde esta perspectiva, el concepto desarrollo sustentable emerge como una propuesta
conceptual holística que articula al menos cinco dimensiones: la económica, la ambiental, la
social, la política y la cultural. La ONU en 2015 en la Asamblea General de las Naciones
Unidas aprueba la Agenda 2030 para el Desarrollo sustentable, estableciendo 17 objetivos
que tienen como eje central las personas, el planeta, la prosperidad, la participación
colectiva y la paz con el propósito de poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad, la
injusticia, y garantizar la protección del medio ambiente y sus recursos naturales.
El poder es algo que ciega al ser humano. La ambición está presente en todos los ámbitos
de la sociedad. Los que tienen el poder de generar estos cambios se niegan hacerlo, pues
se encuentran en una posición muy privilegiada y no están dispuestos a sacrificarlo. La
incomodidad es la única que lleva a buscar un cambio, y mientras no veamos los efectos de
manera directa del modelo actual es muy difícil que estemos dispuestos a hacer un cambio.
El hecho de que las Naciones Unidas hayan planteado estos objetivos ya es un primer
paso. Llevarlos a cabo es más complicado de lo que parece. Específicamente el objetivo 11,
nos está hablando de la urgencia y la necesidad de hacer un cambio en las ciudades. La
desigualdad es evidente y las condiciones de vida de la mayoría de la sociedad no es
sostenible, es inhumana. Cambiar las ciudades para que todos se sientan cómodos y parte
de la sociedad, para así lograr unirnos y buscar un objetivo en común. Es la única manera
de lograr un cambio, si todos estamos dispuestos a sacrificar nuestra realidad actual.
Cambio de roles
¿Por qué se cree que el peatón debería de tener prioridad? Hablando de las dinámicas
sociales, nos encontramos que cada vez existe menos cohesión social. Las nuevas
avenidas y transporte privado encierran a las personas dentro de una burbuja, evitando la
interacción social. Antes todas las actividades que se desarrollaban eran dentro de un
mismo polígono, las personas se encontraban en las calles, se conocían y generaban
comunidad. Ahora que ya no existen esos lugares de encuentro y son tantas personas
viviendo en una ciudad, viajando de un extremo a otro que cada vez esto se va perdiendo.
Actualmente nos encontramos en las ciudades de los bordes. Límites invisibles que generan
burbujas dentro de las gran ciudad. Las calles se han convertido en estos grandes
obstáculos que nos dividen. Una ciudad compuesta de diversos fragmentos que no se
conectan entre sí, nos aíslan y nos dividen. Fomentando así la vida individual y perdiendo la
humanidad de lo colectivo.
La super manzana, desde mi perspectiva, podría ser una buena solución para alcanzar
ciudades más sostenibles. No creo que se debe diseñar la ciudad desde cero, solo haría
falta reorganizarla. Tomar su traza actual y agruparla en supermanzanas que sean
independientes y autosustentables. Que además, se conectan unas con otras de manera
eficiente. Creando así una red urbana de supermanzanas que funcionan como un solo
organismo pero facilitan la vida de sus habitantes dentro de cada una.
Aunque esto en teoría suena muy bien, en la práctica es mucho más complejo. Como el
caso de Brasilia, que se analizó en clase, estas supermanzanas lo único que consiguieron
fue fragmentar más a la ciudad, propiciar el uso del automóvil y deshumanizar la urbe. Esto
creo que se debió a la escala del proyecto y la mala planeación que tuvo.
No creo que sea una teoría que se deba desechar del todo. Solo se debe de replantear, ya
que esta es moderna, una época donde el desarrollo tecnológico iba siempre en primer
lugar, donde se creía que el auto era el futuro. Ahora, desde un punto de vista
contemporáneo se podría retomar esta teoría y dirigirla hacia un punto de vista más
humano, crear estas pequeñas ciudades dentro de la gran ciudad pero desde un ángulo
distinto. No crear ciudades desde cero, sino aprovechar las ciudades actuales y dirigirlas
hacia esta vida comunal.
Hay que detenernos a pensar cuales de las actividades que realizamos diariamente
requieren el uso de algún medio de transporte. Dentro de ciudades como Puebla, la
respuesta podría ser todas o casi todas. Aún si la distancia es cercana, la infraestructura
urbana no te permite hacerlo de manera cómoda y segura.
A veces hay que voltear al pasado y observar cómo se hacían las cosas, para retomar lo
que servía y desechar lo que no. Creo que regresar al modelo de ciudad antiguo en donde
todas las actividades se concentraban en un radio más pequeño. Las personas podrían
hacer su actividades caminando y desplazarse fácilmente.
París ha elaborado un plan climático que tiene el objetivo de reducir a largo plazo las
emisiones de carbono y disminuir la huella ecológica que dejan las grandes urbes actuales.
Se ha establecido el objetivo de reducir el 25% en 2020 y el 75% para 2050.
Específicamente, para reducir las emisiones de transporte, el Ayuntamiento de París ha
adoptado planes de movilidad, así es como surge la propuesta de la ciudad de los 15
minutos. Se trata de una ciudad en la que tienes todo lo necesario en un radio de menos de
un cuarto de hora caminando o en bicicleta.
Esto es algo de lo que ya había hablado Richard Rogers dentro de su teoría de ciudades
compactas. En donde plantea la urgencia de reducir las escalas dentro de la ciudad,
creando núcleos más pequeños donde las actividades de ocio, vivienda y trabajo se juntan.
Desde mi perspectiva, este tipo de planteamientos se basan en una serie de observaciones
y análisis de las ciudades actuales, la cual lleva al resultado evidente de que la manera en
la que se vive no es sostenible, ni cómoda, ni práctica.
Conclusión
Es evidente que como sociedad estamos abriendo los ojos y estamos tomando conciencia
de los problemas sociales, económicos y ambientales que se están generando. Nos
encontramos en un punto de la historia en donde ya estamos hartos de vivir de la manera
en la que lo hacemos, en donde la injusticia, la individualidad, desigualdad y segregación
son los protagonistas. Las ciudades, siendo el espacio donde nos desarrollamos, juegan un
gran rol dentro de estos fenómenos. Es por eso que sociólogos, urbanistas, ambientales,
arquitectos, políticos, entre muchas otras profesiones están en la búsqueda de estrategias y
planes que dirijan el desarrollo urbano.
Las ciudades como las conocemos no son sostenibles. Están destruyendo el planeta y
creando grandes hoyos en el tejido social. Es indispensable generar este cambio y actuar
de manera urgente.
Aunque esto suena muy bien puesto en palabras, es bastante complejo. Pues requiere la
atención y transformación de todos los aspectos. La mayoría de las propuestas e intentos
de lograr este cambio fallan , pues solo se aproximan a uno o varios ángulos del problema.
Si se quiere generar una verdadera transformación se debe de entender todas esta
complejidad y abordarla desde todas las disciplinas. Lo cual es muy complicado y podría
sonar casi imposible.
Creo que la clave no es querer cambiar todo lo que como sociedad hemos construido por
miles de años. Empezar haciendo pequeños cambios que a la larga resultan en una gran
transformación. Pretender cambiar todo de un día a otro, no solo es utópico, si no
ineficiente. Pues no sabemos cómo va a ser el futuro. Hoy en día todo es incierto, vivimos
en una dinámica de constante cambio y querer predecir el mañana es una práctica inutil.
Planificar a futuro no es viable. Empezar a hacer cambios que modifiquen el presente y que
lleven a una sociedad más humana. Esa humanidad que hemos perdido y que tanto hace
falta en la ciudad.
Bibliografía