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LOS NUEVOS PRINCIPIOS DEL URBANISMO

Juana Camila Gutiérrez Tavera

A través de las páginas de “Los Nuevos Principios del Urbanismo” podemos descubrir el futuro del
diseño urbano, las ciudades y el constante cambio de los espacios y relaciones colectivas e
individuales. Según Jordi Borda, lo que busca exponer el autor del libro, François Ascher, es una
redefinición de los espacios, argumenta las tres fases de la modernidad y da una nueva expectativa
para entender y diseñar las ciudades teniendo en cuenta la modernización a la que se están
enfrentando desde la terminación de la edad media; emplea conceptos como sociedad hipertexto,
modernización, megápolis y megalópolis para argumentar que las ciudades deben ser flexibles para
adaptarse a la sociedad que está en constante cambio teniendo en cuenta el sistema BIP y tres factores
principales: la individualización, la racionalización y la diferenciación social, mostrando como estos
principios se aplican en práctica para transformar las ciudades ya existentes en ciudades más
resilientes y habitables.
La urbanización y modernización se empiezan a relacionar partiendo de la ciudad y su sociedad, la
ciudad está conformada por agrupaciones que están divididas de forma técnica, social y espacial entre
los que producen bienes de subsistencia y los que producen bienes manufacturados, el potencial de
interacción que ofrecen las grandes ciudades es el vínculo de la urbanización. Aquí se aborda los
cambios de larga duración de la sociedad moderna y las dos primeras revoluciones urbanas modernas .
Con esto, se parte el análisis del crecimiento, avance y transformaciones de las ciudades sin tener en
cuenta la modernidad sino la modernización ya que no es un estado sino un proceso de transformación
de la sociedad, el crecimiento y desarrollo de las ciudades se dio principalmente por parte de los
medios de transporte, a raíz del cambio y avance que tuvieron enfrentándose al sistema BIP (bienes,
información y personas) que constituyo el núcleo de las dinámicas urbanos pasando desde la escritura
hasta el internet y dando un crecimiento horizontal y vertical a la ciudad con nuevas tecnologías.
Este avance da origen a nuevas sociedades modernas que están conformadas por tres factores
principales: la individualización, la racionalización y la diferenciación social. La primera, se puede
definir como la representación y perspectiva que tiene del mundo un individuo no a raíz del grupo
social al que pertenece sino a partir de su propia persona. La segunda, es el cambio progresivo para
usar la razón en vez de la tradición en la determinación de los actos, se da una toma de decisiones
teniendo en cuenta la experiencia, el saber científico y las técnicas, se reemplazan las creencias
coloquiales por la razón y se deja de atribuirle todo a dioses. Por último, la diferenciación social, es la
que marca la diversidad y desigualdad entre grupos e individuos y hace una sociedad aún más
compleja. Estos tres principios alimentan la idea de una sociedad cada vez más diferenciada y la
combinación de estos tres factores desencadeno la modernización. Con esto, se establecen las bases
para entender cómo nuestras ciudades han evolucionado a lo largo de la historia y cómo la
modernización ha influido en este proceso.
François Ascher nos habla de la primera modernidad cuando la ciudad medieval pasa a ser una ciudad
clásica, se transforma el espacio peatonal y se separa lo público de lo privado y lo espacios interiores
y exteriores, en esta ciudad nace su última forma, la utopía, esta ciudad está concebida de forma
racional para individuos diferenciados y surgen progresivamente nuevas ideas sobre ciudad. Con esto,
nacen nuevas necesidades y se empieza a adaptar la ciudad para darle solución a las nuevas
problemáticas, dando paso a la segunda revolución urbana moderna, lo que provocó una gran
movilización científica y técnica para aumentar la rentabilidad en el transporte y almacenamiento de
bienes, informaciones y personas, con este crecimiento, empezó a ser más notoria la desigualdad entre
grupos sociales, mientras las ciudades crecían verticalmente los ricos subían y la clase obrera bajaban
a las plantas inferiores y se crearon barrios residenciales divididos por capas sociales, consiguiente, se
da una planificación urbana racional, zonificaciones mono funcionales y las estructuras urbanas
jerárquicas. De este modo, las ciudades las ciudades tuvieron que demostrar su adaptación al cambio y
una mutación profunda de la manera de pensar, producir, utilizar y gestionar, dando paso a una tercera
revolución urbana moderna.
En esta última revolución, François Ascher nos habla de cómo se debe desafiar a los individuos a
repensar nuestras ideas sobre el diseño de las ciudades y a plantear y desarrollar nuevas formar de
planificación y diseño urbano para la creación de ciudades inclusivas, sostenibles y adaptativas. En
esta tercera modernidad se da lugar a nuevas actitudes frente al futuro, nuevos proyectos, formas de
pensar y de actuar diferentes: surge el neourbanismo y con este, surgen nuevos inventos y da espacio
a nuevos cambios, principalmente la metapolización, la transformación de los sistemas urbanos de
movilidad, la formación de espacios-tiempos individuales, la redefinición de la correspondencia entre
intereses individuales, colectivos y generales, y las nuevas relaciones de riesgo.
La metaopolizacion nos habla de cómo las ciudades cambian de forma y escala apoyada a través de
los medios de transporte y del almacenamiento de los bienes y el sistema BIP, la velocidad de
desplazamiento de las personas ha aumentado lo que confieren nuevas formas de aglomeraciones
urbanas y una transformación al sistema de movilidad urbana. Con el rápido crecimiento de las
ciudades, el proceso de urbanización y las tecnologías las ciudades y pueblos se ven cada vez más
alejados hacia su zona de funcionamiento cotidiano y los límites y las diferencias físicas y sociales
entre campo y ciudad se vuelven cada vez más imprecisos, esto tiene implicaciones significativas en
la proximidad de la vida cotidiana, los barrios dejaron de ser un lugar de integración de las relaciones
y lo local cambia de naturaleza y sentido, Las estructuras de las redes de transporte rápido influyen
cada vez más en los sistemas y redes urbanos, esto tiene implicaciones significativas para la
planificación urbana y el diseño de nuestras ciudades. La globalización y la metapolización se nutren
de las tecnologías de transporte y de comunicación y estimulan su desarrollo, pero las TIC no
reemplazan en absoluto a los transportes, la cara a cara y el contacto directo siguen siendo los medios
de comunicación preferidos; la accesibilidad física y la posibilidad de encuentro son más que nunca
los principales valores de las zonas urbanas. Esto quiere decir que no solo se define como una ciudad
virtual inmóvil e introvertida, sino que también se da la oportunidad de convertir la ciudad en un
territorio de comunicación y movimiento.
Con estos cambios, se da una búsqueda y una preocupación por elegir el momento y el lugar de las
actividades para la búsqueda de una respuesta para la incertidumbre de la vida cotidiana menos
rutinaria. A medida que nuestras sociedades se vuelven más diversas y complejas, deben adaptarse
para reflejar esta diversidad y complejidad, esto implica la creación de espacios urbanos que sean
inclusivos y que puedan satisfacer las necesidades de los ciudadanos.
Lo que antiguamente marcaba el ritmo de la vida urbana como, las campanas de la iglesia y los
timbres del colegio hoy en día ya no representan las horas de los atascos y el prever de los días, ahora,
se da una vida en donde se amplían horarios para estar activos las veinticuatro horas del día
encontrándose con la poca familiaridad y conexión que se tiene con el espacio-ciudadano, esta
individualidad que se hace cada día más fuerte empieza a representar factores de riesgo, el avance de
las ciencias provoca una cantidad de riesgos y los avances de la información empiezan a generar un
mundo urbano lleno de peligros. Lo que quiere decir, que este cambio contaste y evolución puede ser
un arma de doble filo, porque ofrece un sinfín de nuevas posibilidades, pero resalta los daños que
puede provocar. Esto significa que hay que equilibrar las necesidades y deseos de los individuos con
los del colectivo, así como también se debe considerar el impacto de nuestras decisiones urbanas en el
medio ambiente y en las generaciones futuras, este cambio no es solo físico, sino que también implica
una transformación en la forma en que entendemos y nos relacionamos con el espacio urbano.
Esta modernización da una serie de cambios profundos en las formas de pensar, construir y gestionar
las ciudades. La evolución de las necesidades, de las formas de pensar y actuar, de los vínculos
sociales, el desarrollo de nuevas ciencias y tecnologías y el cambio de naturaleza y escala de los
desafíos colectivos dan lugar poco a poco a un nuevo urbanismo que denominaremos neourbanismo
para distinguirlo del paleourbanismo de la primera revolución urbana moderna y del urbanismo,
concepto que se inventa con motivo de la segunda revolución moderna. ¿Cómo se conciben por hoy
los espacios y la distención entre ciudad y campo, privado y público, exterior e interior? A raíz de
estos cuestionamientos se identifican los principales desafíos y las nuevas maneras con las que el
urbanismo puede hacerles frente.
Lo primero a trabajar es como elaborar y dirigir proyectos en un contexto incierto, en el urbanismo,
los planes y esquemas estaban destinados a controlar el futuro, a reducir la incertidumbre y a realizar
un proyecto de conjunto, en el actual neourbanismo los planes y esquema son más reflexivos y se
adapta a una sociedad compleja y un futuro incierto, dando por hecho que en un mundo de constante
cambio hay que desarrollar la habilidad para poder adaptarse y responder a situaciones inciertas. Dar
prioridad a los objetivos frente a los medios, en el urbanismo moderno las reglas eran exigentes y se
seguía todo según leyes, se planteaban al mismo tiempo los objetivos y la forma de conseguirlos,
actualmente a prioridad a los objetivos y los logros y estimula a encontrar la forma más eficaz de
cumplir estos objetivos para la colectividad y para el conjunto de los participantes, se centra en lo que
se quiere lograr sin fijarse en los limitantes.
Integrar los nuevos modelos de resultado, hay que integrar modelos nuevos de productividad y de
gestión, los cambios constantes de la tecnología requieren formas más flexibles con mejor capacidad
de reacción para poder medir y evaluar el éxito de una mejor manera y adaptar las ciudades a las
diferentes necesidades, se debe tener en cuenta en proceso de individualización para tener una mayor
variedad y personalización de las soluciones, para crear una ciudad con la capacidad de suplir las
necesidades de una sociedad diversa y en constante cambio, hay que concebir los lugares en función
de los nuevos usos sociales, a medida que cambian nuestras actividades, rutinas y formas de vida,
deben ir cambiado nuestros espacios urbanos, actuar en una sociedad muy diferenciada ya que en una
sociedad hipertexto como la que se está viviendo hay que considerar distintos factores para poder
concretar intereses colectivos. Con esto, se concluye que los factores que antes se tenían en cuenta
para la definición e intervención en la idea de ciudad se deben actualizar al constante cambio.
Este libro nos lleva a replantearnos la idea que tenemos sobre ciudad, el diseño urbano y la
concepción de los espacios, con el pasar del tiempo, surgen nuevas generaciones que van haciendo del
mundo y los espacios un lugar de diferente percepción, actualmente, que se ha fomentado la idea de
individualismo y vemos en muchos aspectos de la ciudad de Villavicencio-Meta (municipio del
departamento del meta, Colombia) como en etapas como la niñez y la preadolescencia ya no se ve
reflejado esa conexión colectiva que se tiene en esas etapas, aun creando espacios para la realización
de actividad física colectiva y espacios de recreación, no hay una integración, ¿Por qué se siguen
usando los mismos diseños para la recreación en barrios y ciudades que tenemos hace 20 años atrás?
Si esos espacios ya no suplen las necesidades que requieren hoy en día los individuos en esta etapa,
¿no sería necesario plantear un nuevo diseño de espacio público para la recreación? Si la sociedad
cambio y estos parques, zonas verdes y distintos lugares no dan el resultado esperado hay que
rediseñar y replantear la idea que tenemos de estos espacios.
La ciudad, que cada vez crece más, aun no se le ve reflejado este crecimiento en el diseño urbano, lo
que genera un problema de movilidad, recreación y familiaridad, por ejemplo, teniendo en cuenta que
el transporte es uno de los factores más importantes de una ciudad, porque influye en el crecimiento y
planificación de esta, estos es que cada día la ciudad crece en términos de educación convirtiéndose
en una ciudad universitaria, pero más que un factor a favor de los ciudadanos, se está convirtiendo en
una problemática, no hay suficiente espacio para la circulación peatonal de los estudiantes en los
diferentes lugares de la ciudad, el transporte público no mejora en años y no hay nuevas rutas de
transporte que faciliten la salida y llegada de los lugares más apartados, este problema de movilidad
hace que se dañen los espacios públicos, se creen paraderos invisibles en donde las personas se
exponen a peligro y la ciudad colapsa en tráfico, con esto, lo público se hace cada vez más
desfavorable y se incremente la creación de espacios privatizados a los que muchas personas no
pueden acceder generando una brecha gigante de desigualdad.
Asi mismo, se deben plantear propuestas que vayan acorde y se adapten al constante cambio que
enfrenta la ciudad, cuáles son los ciudadanos que ocupan la mayor parte de la ciudad, tener en cuenta
la edad y ocupaciones de los habitantes para brindar una ciudad flexible, inclusiva y adaptativa para
que los ciudadanos hagan parte y se puedan relacionar con el espacio urbano. ¿Si los ciudadanos van
en constante cambio en su relación individual y colectiva, es necesario que el espacio urbano vaya en
constante cambio también? Si los individuos van en constante evolución, como podrán proveer un
beneficio para la sociedad si no están conectados a la ciudad y sus espacios, sin esto se pierde la
relación de las personas con el espacio-tiempo y se hace cada vez más lejana la idea de sentido de
pertenencia y familiaridad. Con esto, se quiere concluir que la forma en la que nos movemos y nos
conectamos dentro de las ciudades tiene implicaciones significativas no solo con el espacio urbano
sino también con las relaciones de cada persona y su diario vivir.

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