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FUNDACIÓN UNIVERSITARIA DE POPAYÁN

SEDE NORTE
WILLINTON MAURICIO ORTIZ ORTEGA
TRABAJO ARQUITECTURA INCLUYENTE
ARQUITECTO: BONAR SAAVEDRA

ARQUITECTURA INCLUYENTE

La arquitectura incluyente trata de generar espacios donde personas con capacidades diferentes
tengan acceso total y movilidad sin restricciones en las edificaciones.

Los accesos de muchos edificios de servicio público o las circulaciones peatonales, no están
pensados para que personas con capacidades diferentes hagan uso de esos espacios. Esta situación
es considerada como un acto de discriminación, por lo que se han puesto en marcha varios
proyectos en los que estas personas se vean beneficiadas.

La arquitectura incluyente para las personas con discapacidad es un tema que durante los últimos
años se ha convertido en un factor más que relevante donde es de preferencia contar con espacios
donde la accesibilidad sea adecuada, sencilla y sin largos tramos.

La ciudad inclusiva es aquella que lucha a favor de la integración (o Inclusión) de todos sus
habitantes promoviendo el equilibrio social, la garantía de la ciudadanía, el mejoramiento y la
igualdad en la calidad de vida de los entes activos en la sociedad, sin discriminación alguna por
discapacidad, género o edad, enalteciendo y respetando con esto, los derechos humanos.

Desde el punto de vista físico, la ciudad incluyente es aquella en la que cada uno de sus ambientes
puede ser usado por todas las personas independientemente de su cultura, estatus social, género
o discapacidad. Identifica y se adapta a las diferencias en la forma de utilizar el entorno construido
y proporciona soluciones que permite a cada individuo participar en las actividades, otorgando con
esto libertad de acceso para todas las personas, aunque estas tengan algún tipo de discapacidad
motriz, sensorial, o comunicativa.

De acuerdo con el -Center for Universal Design- existen siete principios básicos que determinan si
un diseño es universal:
Igualdad de uso: el diseño debe ser fácil de usar y adecuado para todas las personas
independientemente de sus capacidades y habilidades.

Flexibilidad: el diseño debe adecuarse a un amplio rango de preferencias y habilidades


individuales.

Simpleza: el diseño debe ser fácil de entender independientemente de la experiencia, los


conocimientos, las habilidades o el nivel de concentración del usuario.

Información fácil de percibir: el diseño debe ser capaz de intercambiar información con el usuario,
independientemente de las condiciones ambientales o las capacidades sensoriales del mismo.

Tolerante a errores: el diseño debe minimizar las acciones accidentales o fortuitas que puedan
tener consecuencias fatales o no deseadas.

Escaso esfuerzo físico: el diseño debe ser usado eficazmente y con el mínimo esfuerzo posible.

Dimensiones apropiadas: los tamaños y espacios deben ser apropiados para el alcance,
manipulación y uso por parte del usuario, independientemente de su tamaño, posición, y
movilidad.

Carlos Vicente de Roux, abogado y concejal colombiano, en su artículo “La apuesta por una ciudad
incluyente y pluralista”, establece que: “La ciudad incluyente es una apuesta por la diversidad y el
pluralismo en el marco de las relaciones que se tejen en el contexto urbano. Las ciudades son el
espacio más propicio para generar un conglomerado social rico y diverso, pero también son los
lugares más propensos a generar prácticas de exclusión y discriminación. La ciudad debe estar
abierta a las diferencias.” – 3

Daniel Lobo opina que las ciudades se han convertido solo en redes de flujo automotor que
introduce barreras de acceso aislando la vida de los seres humanos, impidiendo que las ciudades
sean incluyentes. – 4

Adriana Almeida Prado, arquitecta, urbanista y gerontóloga, técnica del CEPAM (Centro de Estudios
e Investigación sobre Administración Municipal) de São Paulo en su crítica sobre las ciudades
inclusivas publicado por la página de la fundación Bunge explica que “La acera es el punto de
partida para la inclusión y debe considerarse como prioritaria, ya que es allí donde empieza la vida
fuera de casa”. – 5

Vivimos un momento histórico en que los peores problemas que enfrenta la humanidad y que
tienen un impacto directo en el estado de salud de la población – el constante crecimiento de la
pobreza; la agudización de las disparidades y el creciente deterioro ambiental – tienen un común
origen en el modelo político-económico prevalente. Las ciudades, por constituir la expresión física
de las sociedades que las construyen y de las interacciones políticas, sociales y económicas de sus
habitantes, reflejan estos desequilibrios y se manifiestan como ciudades excluyentes y segregadas.
–2

La categorización de este tema debemos orientarla a las realidades que la ciudad refleja, en los
siguientes aspectos:

– Físico: la exclusión en el aspecto físico está estrechamente relacionada con la accesibilidad de


todos y cada uno de los ciudadanos a los espacios públicos. La exclusión, en ese sentido, es

muy palpable en nuestras sociedades, provocando un notable desequilibrio que genera una
barrera al desarrollo general de las ciudades, sin embargo, la inclusión viene a contrarrestar este
problema que nos aqueja, atendiendo a la dificultad de muchos individuos de no poder acceder a
ciertos espacios que conforman la parte física de la ciudad. Tomar en cuenta la inclusión permite
un desarrollo general, equilibrado y funcional de todas las comunidades.

– Social: la exclusión social es una realidad que agobia a nuestras sociedades reflejándose en la
ciudad, como una manifestación de la falta de conciencia de sus habitantes que dan como
respuesta la exclusión ante las discapacidades de algunos de sus integrantes, acción errada que
orienta al desequilibrio y la desintegración social.

– Cultural: la gran diversidad cultural de los seres humanos y sus múltiples tradiciones han
promovido consciente o inconscientemente la exclusión entre las mismas, en la manera de cómo
desarrollan sus actividades, pues estas influyen directamente en su comportamiento ante la
sociedad.

– Económico: la economía mundial actualmente se está desarrollando con una dinámica que
tiende a la exclusión de determinados sectores de la población, creando una barrera socio-
económica que bloquea el desarrollo de la ciudad reflejándose en los altos niveles de desempleo y
especialmente de los individuos con discapacidades o con edad avanzada.

– Político: los sistemas gubernamentales, de forma indirecta, arrastran a la ciudad a la exclusión de


los individuos por género, discapacidad, etc. Pues estos son los responsables de velar por el buen
desarrollo de la ciudad a través de reglamentaciones y ordenanzas urbanas, que comprendan las
distintas limitaciones y necesidades de sus habitantes.

– Ambiental: El hombre es producto de la naturaleza y como tal no debe prescindir de esta y


menos excluirla, pero a medida que las ciudades industriales se han desarrollado estas han ido
alienando la naturaleza, generándose, producto de dicho crecimiento, espacios públicos
inhabitables. Como es el caso de Brasilia, donde sus plazas son habitualmente concurridas después
de la puesta del sol.

Entendemos que la ciudad incluyente propicia la interacción de sus integrantes con cada uno de los
elementos urbanísticos que la componen, en la búsqueda del equilibrio para el desarrollo general
de la sociedad. La inclusión promueve la integración, la igualdad y el respeto a los derechos
humanos, sin distinción alguna, permitiendo la accesibilidad a todos los espacios públicos y
haciendo al individuo parte de la misma, y considera la realidad económica, social, física, política y
cultural de las comunidades, ya que estos factores son los que permiten el progreso y desarrollo de
las ciudades. La ciudad incluyente ofrece a todos sus habitantes un desarrollo social y sustentable,
está abierta a la diversidad y propone proyectos que potencien la equidad y mejoren la calidad de
vida de los ciudadanos, con especial énfasis en grupos vulnerables. Si tomamos conciencia de las
problemáticas y colaboramos con la inclusión lograremos una sociedad más equilibrada y
funcional.

Francisco González Pulido, arquitecto de Jahn Architecture, señaló que durante los últimos años ha
notado que la arquitectura de los desarrollos que se han construido en diversas ciudades de
México se considera la inclusión.

“Hasta hace unos 10 años este tema era muy difícil encontrarlo en las edificaciones y cualquier tipo
de construcción de aquí de México, lo que hacía que la tarea de las personas con discapacidad
fuera más complicada”, comentó.

González indicó que esto se ha logrado debido a los movimientos surgidos por las personas
inconformes con esta problemática que hizo concientizar a los arquitectos y constructoras a
realizar proyectos más accesibles para la sociedad, pero lo anterior se observa en edificios nuevos
y no en los antiguos.

“Hasta ahorita la cantidad de construcciones accesibles es poca, la mayoría de los que cuenta con
esto son los edificios recién construidos en algunos puntos de la República como Baja California,
Nuevo León, Ciudad de México y Cancún, que han adecuado de una buena manera sus
instalaciones para el acceso de la sociedad”, expresó

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