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IMPORTANCIA DEL DOCUMENTO ESCRITO

A lo largo de la historia las sociedades han experimentado un sin número de eventos

importantes, tanto favorables como desafortunados, que de una forma u otra han marcado un

cambio para su desarrollo; estos cambios llegan a convertirse incluso en parte de la identidad de

un pueblo, comunidad o nación; y es por esto que cobra una gran relevancia la transmisión del

conocimiento, principalmente adquirido por la experiencia, y es ahí donde nace la necesidad de

codificar y procesar la información, acción con la cual nace el lenguaje escrito. Lo interesante es

que el lenguaje escrito, de cualquier tipo de cultura o sociedad, consta de una característica única

e inmutable: precisa de un codificador (escritor) y de un receptor (lector) entre los cuales se

transmite un cierto tipo de información con un objetivo definido. Así pues, en este ensayo se

aborda la importancia de los documentos escritos, con un enfoque principalmente en el ámbito

académico.

Es común considerar que un documento es la mera expresión del conocimiento del autor

sin más, pero no hay que olvidar que el conocimiento de cualquier individuo ha sido adquirido,

ya sea por uno o varios maestros, o por la educación autodidacta; así pues, todo lo que

conocemos lo hemos aprendido de otros que a su vez también tuvieron que ser instruidos. Por tal

motivo debemos entender que los documentos escritos son la producción de una serie de

compilaciones ideológicas que se aprendieron en algún momento y son plasmadas en letras con

el fin de ser transmitidas para su interpretación y perpetuidad. Entonces ¿es el historiador o el

sociólogo el que se debe encargar de archivar dicho conocimiento?

La respuesta a esta cuestión es sencilla, y es que ambos pueden hacerlo acertadamente;

solo que, con enfoques distintos, por un lado, el historiador lo archivará de acuerdo con una
visión cronológica de eventos, el sociólogo lo hará de acuerdo con el análisis de las ideologías y

campos en los que sean similares los escritos. Así pues, la diferencia sustancial entre ambos

trabajos es que desde el punto de vista del historiador hay mayor flexibilidad frente a las

pretensiones de contenerlas a todas desde la temporalidad en un tiempo corto, acontecimientos y

episodios; mientras que la sociología se vuelve más estricta en cuanto al enfoque pues este busca

las aplicaciones de la información registrada en estos documentos para el presente de la

sociedad.

También podemos considerar que para acercarse a un documento escrito existen al menos

dos formas, la primera es la considerada positiva que consiste esencialmente en permitir que el

documento “hable por si solo”, es decir, en este acercamiento el documento se analiza con el fin

de conocer sin alteraciones explícitamente su contenido, conociendo así las ideas del autor de

manera directa y en completa fidelidad a lo planteado en el texto. Aun así, la otra forma de

acercarse a un documento es una que vio su origen en la revolución documental del siglo XX

donde el giro social platea que la forma de abordar el análisis literario de tal manera que el texto

ya no habla por sí solo; más bien, se plantea el saber interrogar el documento por medio de

preguntas, un marco teórico y planteamiento de problema, todo esto para obtener un análisis

eficiente y orientado en extraer la esencia del documento para poder procesarlo y aplicarlo a las

necesidades actuales.

En conclusión, podemos observar que sea cual sea el método de análisis de un documento

escrito el objetivo principal resulta ser el mismo: conseguir una correcta interpretación de las

ideas que fueron producto de la investigación y el análisis del autor para hacerse finalmente de

una conclusión aterrizada en satisfacer la necesidad del análisis del documento. Así pues, los

documentos escritos sea que los tengamos disponibles en papel o electrónicamente son
indispensables para la preservación y transmisión del conocimiento humano pues permiten que la

observación directa de la sabiduría recogida en las páginas de los diferentes tipos de escritores.

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