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Redactar adecuadamente se ha convertido en un problema en la sociedad

actual, particularmente en las nuevas generaciones, debido al excesivo uso de


dispositivos electrónicos y la aparición de la mensajería instantánea. Esto ha
transformado la forma en que las personas se comunican y la forma de escribir sus
mensajes, ocasionando la perpetuación de una gran diversidad de faltas
ortográficas y de redacción. Sumado a esto, cada vez hay menos interés en la
lectura y escritura; se ha ido perdiendo interés y el deseo de una búsqueda
exhaustiva de información, en un mundo en el que la información se halla en la
palma de la mano y el internet ha abierto las puertas a un sinfín de posibilidades.

Uno de los grandes autores postulantes a la redacción Alfredo Salazar Duque en


su ensayo “La redacción: concepto, características, sus fases”, las etapas para el
proceso de construcción de ideas y pensamientos constan de principio, medio y
fin. En materia de redacción, se divide este proceso en 3 fases o momentos:

1.Planeación o pre-escritura:

De la misma forma en que se revisan las fuentes de información para hacer


un planteamiento de un problema de investigación, al redactar un texto se
debe iniciar leyendo el material que proporciona la información a
desarrollar. Se debe subrayar lo que más nos llama la atención del material
revisado, seguido de la elaboración de fichas de trabajo para ordenar y
clasificar el material con rigor científico, obteniendo entonces una síntesis de
los textos. Por último, se elaborará un árbol de ideas o árbol de problemas.

2. Escritura o redacción del escrito: se estructura en los siguientes aspectos:

La introducción: en esta parte se plasma el planteamiento del problema de


escritura, es decir, del tema que se abordará. Si es un proyecto de investigación, se
redacta en futuro; si se trata de un informe de investigación, en pretérito, pues es
el producto final de la misma. Se considera la introducción como una promesa,
que busca seducir al lector para que lea el resto del escrito.

Cuerpo, nudo o contenido: se trata del desarrollo de los temas establecidos en el


árbol de ideas. En base a la extensión, se establecerán partes, capítulos o párrafos
para dar la forma final. En términos sencillos, se debe tener en mente que una idea,
es un párrafo. Cada apartado del escrito debe presentar la idea central, seguido
de explicaciones y ampliaciones.

Conclusiones: se trata del producto final de las tesis, ideas y pensamientos


probados o negados en el desarrollo del texto.
3. Revisión o pos-escritura:

Es la revisión final del texto que se elaboró. Aunque durante el desarrollo del
escrito se detectan algunos errores, no es necesario retornar con cada uno
de ellos para corregirlo. Se pueden anotar para su revisión posterior, debido
a que al releer la obra, se descubrirá muchos más defectos que antes. Es
recomendable esperar un tiempo prudencial entre la terminación del
trabajo y su revisión.

Instrucciones para aprender a redactar: Paso a paso para saber cómo redactar

Lea mucho.

La redacción es un arte, y cuánto más lea más sencilla le resultará redactar


correctamente ya que adquirirá más comprensión lectora, agilizarás su mente y
será capaz de entender las cosas con más facilidad. Además, ampliará su
vocabulario, mejorarás su redacción y eliminará sus faltas de ortografía.

Haga un esqueleto de lo que quieres contar.

Piense que la redacción es una manera de expresar ideas y que es necesario


organizarlas para que la gente le comprenda. Es lo mismo que hacemos cuando
estamos frente a un examen, donde leemos las preguntas, comprendemos lo que
nos exigen e intentamos contestar correctamente con todos los datos que
conocemos al respecto. Precisamente, redactar consiste en eso, en tener un tema
que exponer, en organizar nuestras ideas y en volcarlas en un papel. Hay mucha
gente que tienen gran capacidad de redacción y crea los esqueletos de sus textos
en su propio cerebro.
Esta práctica sólo es aconsejable para redacciones cortas y para personas con
mucha memoria. Siempre es más correcto que plasme en un papel el esqueleto
de sus ideas. Tenga en cuenta que en el momento en el que se ponga a
desarrollarlas surgirán muchas en su cabeza que pueden hacerle olvidar algunas
de las anteriores.

Comience a desarrollar su redacción a partir del esqueleto que ha creado.

Como decíamos en el punto anterior, una vez tenga claro qué es lo que quiere
contar, llega el momento de comenzar a redactarlo. Para hacerlo con corrección
le aconsejamos el uso de palabras sencillas, que sean fáciles de entender y pocas
florituras. Piense que leer, al igual que escribir, supone una gran capacidad de
concentración y si obligamos a nuestros lectores a vagar a través de unas palabras
poco claras, probablemente abandonarán la lectura y se sentirán frustrados. Sea
directo y conciso con lo que cuenta y la gente le leerá más.

Cuide su ortografía y gramática.

Una vez haya terminado de redactar es aconsejable que dé, por lo menos, una
segunda lectura a su texto. Comprobará que ha podido cometer algunos errores
de concordancia en las frases, que ha utilizado frases algo complejas, párrafos
demasiado largos o que tiene algunas faltas de ortografía. Corrija estos pequeños
errores para que su texto sea perfecto y la gente no se lleve una mala opinión suya
y sus conocimientos lingüísticos.

Cuidado con las repeticiones.

Cuando nos ponemos a escribir, y sobre todo cuando comenzamos, utilizamos sin
querer en muchas ocasiones las mismas palabras a modo de “coletillas o
muletillas”. El leer nuestros textos de nuevo nos permitirá reconocerlas y cambiarlas
fácilmente por otros sinónimos y expresiones.
El propio Word le da la posibilidad de buscar sinónimos entre los términos que usa.
Y si esto no es suficiente, Sumérjase en Google y busque más y sus antónimos. Es
una forma estupenda de aprender nuevas palabras y ampliar nuestro vocabulario.
Consejos para aprender a redactar:

Un último consejo para saber cómo redactar:

No desespere fácilmente.

Sus primeras redacciones no serán un éxito, pero no abandone. Poco a poco irá
mejorando y logrará escribir mucho más rápido. Es algo parecido a lo que pasa
cuando comenzamos a leer. Tenga siempre un diccionario para poder consultar
las palabras que no entienda. No se dé por vencido.

No obstante en la redacción existe la incorporación de vocablos

En la actualidad, el castellano es resultado del mestizaje cultural de los españoles


al ser conquistados por distintas civilizaciones, como los árabes y romanos.
Posteriormente, en la época de la conquista de América, se enriqueció más el
idioma al relacionarse con las civilizaciones de la región. Se pueden identificar
algunos grupos de palabras producto de esta mezcla, tales como:

nglicismos: palabras provenientes del inglés. Por ejemplo: mitín, béisbol, fútbol.

. Por ejemplo: azucena, alhelí,


atalaya.

duque.

escolta.

ejemplo: cacique, maíz, cacao, chocolate, tabaco.


Sin embargo es importante reconocer algunas definiciones que se conocen como
idiomáticas.

Existe una serie de palabras que no son propias del lenguaje español y se han vuelto
parte de nuestra forma de hablar y escribir. Algunos son producto de la mezcla del
español con otros idiomas.

A continuación se presenta una clasificación general de estos “enemigos”:

sin más fundamento que la moda, aceptadas por la RAE


como parte del español. Por ejemplo:

vicios del lenguaje.

Por ejemplo:

qué. Correcto: para qué

ordancia, orden, construcción


o régimen.

Por ejemplo:

formidad con

.
se quiere transmitir.

Por ejemplo:

llegaras. (¿A dónde? ¿Al cine o a comer?)

Quizá la próxima semana jugamos un partido. (¿De baloncesto o de fútbol?)

rucciones, secundario a pobreza

lingüística.

Por ejemplo:

en mi trabajo me dejan

mucho trabajo para llevar a cabo el desempeño de mi puesto, por lo que te

cuento que no tengo mucho tiempo para hablar.

pienso que me puede dar diabetes por comer tantos pasteles, me preocupo.

ropiedad en el uso de palabras.

Por ejemplo:

estudiaron el caso con detenimiento.

amente. Correcto: Mario estudia Química

con empeño.
onceptos, de forma innecesaria.

Por ejemplo:

constante. Por ejemplo:

trascienden al lenguaje escrito. Suelen utilizarlas personas poco instruidas.

Por ejemplo:

abuso de palabras terminadas en ando y endo, ción y sión o en comienzos de

vocablos seguidos.
relación al momento actual. Por
ejemplo:

Generalmente, lo realizan personas con poca instrucción y que desean evidenciar

un mayor nivel intelectual. Por ejemplo:


INTRODUCCIÓN: ESCRIBE CLARO QUIEN PIENSA CLARO

Todo proceso de aprendizaje -aprender a aprender- pasa por un ejercicio de


construcción de ideas y pensamientos, como requisito indispensable para luego
comunicarlos verbalmente o por escrito. Esto significa que, para expresarse con
originalidad, se requiere organizar el pensamiento; es decir, poner en orden los
datos que se desea manejar en la presentación oral o escrita de un asunto. Escribe
claro, pues, quien piensa claro; y éste es el punto de partida de todas nuestras
propuestas académicas en el campo de la comunicación escrita, que van desde
talleres de lectura y redacción hasta la asesoría de trabajos de tesis, pasando
desde luego por el ejercicio de formación profesional para la práctica del
periodismo y de la comunicación social.

Esta visión del aprendizaje y de la comunicación es válida en el proceso de


formación profesional en cualquier área del saber científico, tecnológico o
humanístico. Pero nos interesa enfatizar su pertinencia y su atención imprescindible
en el proceso formativo de los futuros profesionales en el campo de las ciencias
sociales y las humanidades. Las observaciones que enseguida presentamos se
inscriben en este contexto de preocupación por la calidad de los productos
escritos.

I.- CONCEPTO DE REDACCIÓN

Redactar -observa Hilda Basulto- es una actividad comunicativa de primer orden,


que implica un estado cultural avanzado de quien la ejercita.

2.-Como no se trata de un acto cuyo dominio se practica de manera mecánica,


sino de un proceso de construcción de - El arte de escribir. Emoción y placer del
acto creador productos escritos, su aprendizaje y su práctica demandan un
cuidadoso proceso de elaboración de su materia prima -el pensamiento- y de su
forma de expresión o presentación por medio de textos escritos. De esta
concepción dialéctica de la escritura –que vincula el pensar con el escribir- deriva
la necesaria y estrecha relación entre contenido y forma, que todo redactor debe
valorar como prioritaria y como eje de cualquier ejercicio que se proponga realizar.
En torno a ella giran, pues, las características o cualidades de la buena redacción,
que enseguida analizamos.
II.- CARACTERÍSTICAS DE LA BUENA REDACCIÓN

A.- Claridad

Característica primera de la buena redacción es la claridad. Si la intención de


quienes escribimos es que nos entienda un amplio público, esto nos exige claridad
en las ideas y transparencia expositiva; es decir -como indica Gonzalo Martín
Vivaldi- “visión clara de los hechos o de las ideas y exposición neta y tersa de los
mismos”

A la claridad mental o de ideas debe corresponder un lenguaje fácil, basado en


palabras transparentes y frases breves, con el firme propósito de que el
pensamiento de quien escribe llegue a la mente del lector desde la primera lectura
del escrito; una relectura obligada del mismo estaría mostrando su oscuridad o su
rareza, en tanto que su relectura voluntaria o interesada indicaría que ha resultado
atractivo o importante para el lector.

Martín Vivaldi sostiene, además, que claridad significa expresión al alcance de un


hombre de cultura media y, por tanto, quiere decir: pensamiento diáfano,
conceptos bien digeridos y exposición limpia, con sintaxis correcta y vocabulario o
léxico al alcance de la mayoría, ni preciosista ni demasiado técnico. En otras
palabras, a las ideas claras debe corresponder una construcción de la frase
basada en un orden lógico y sin palabras rebuscadas.

“Quienes mejor manejan el idioma saben que la mejor palabra es la que entiende
la mayoría”

Es así, que la claridad obliga a escribir oraciones claras que formarán párrafos
claros, así como a hilvanar esos párrafos de la mejor manera. A esto contribuye -
agregamos- el empleo adecuado de las expresiones de conexión lógica, que en
nuestras sesiones de aprendizaje identificamos como “frases de pegamento”
porque sirven para darle ilación y coherencia al escrito.

B.- Concisión

Otra obligación de la prosa, como señala Zavala Ruíz, es la concisión, virtud o


cualidad que consiste en decir lo más con lo menos, ahorrar palabras y evitar lo
innecesario. El autor nos invita, con Azorín, a no entretenernos y destaca que ser
conciso exige precisión en el lenguaje, combatir el exceso verbal y el regodeo, y
acabar con las imprecisiones “que tratan de explicar a sus amigas, las
vaguedades”.

Sobre esta segunda cualidad de la buena redacción, Martín Vivaldi anota que sólo
debemos emplear aquellas palabras que sean absolutamente precisas para
expresar lo que queremos decir. Conciso no quiere decir lacónico sino denso:
“estilo denso es aquél en que cada línea, cada palabra o cada frase están
preñadas de sentido. Lo contrario es la vaguedad, la imprecisión, el exceso de
palabras; lo que vulgarmente se dice retórica”

La falta de concisión -advierte con Albalat- es el defecto general de los que


empiezan a escribir... La concisión es cuestión de trabajo. Es preciso limpiar el estilo,
cribarlo, pasarlo por el tamíz, quitarle la paja, clarificarlo... es preciso evitar lo
superfluo, la verborrea, la redundancia, el titubeo expresivo y el añadido de ideas
secundarias que nada fortalecen a la

La concisión, en síntesis, genera rapidez y viveza en el estilo de nuestra redacción,


mediante el empleo de verbos activos y dinámicos.

C.- Sencillez

Uno y otro autor identifican la sencillez -que consiste en emplear palabras de uso
común como tercera cualidad de la buena redacción. Martín Vivaldi afirma que
la sencillez no quiere decir vulgaridad; que con palabras de uso común se pueden
expresar elevados pensamientos, y que esta obligación del buen redactor va de la
mano con la naturalidad.

Ser sencillo es huír de lo enredado, de lo artificioso, de lo complicado, de lo barroco


en suma; y ser natural “es decir naturalmente lo natural”. Sencillo es aquel escritor
que utiliza palabras de fácil comprensión; y natural, quien al escribir se sirve de su
propio vocabulario, de su habitual modo expresivo.

Zavala Ruíz considera la sencillez como una rara virtud, que se refiere tanto a la
construcción de las frases y a su enlace como al lenguaje empleado. Afirma que
huír del rebuscamiento es una forma de la modestia, pero sólo busca escribir
sencillamente quien está convencido de que al hacerlo se expresa con la mayor
elegancia. Para este autor, la sencillez consiste en expresar las ideas escuetamente
y sin retorcimiento, directa y precisamente, sin adornos, sin apelar al diccionario
para sacarle vocablos que nadie escucha; es decir con naturalidad.

Uno y otro autor se ocupan de la relación entre habla y escritura. Zavala Ruíz
observa que nadie escribe como habla, por más que de alguien se diga que habla
con puntos y comas. Habla y escritura se mueven, pues, en campos diferentes:
cuando uno habla suele decir alguna incoherencia, dejar sin terminar una frase, o
saltar de un tema a otro sin enterarse. Y el reto consiste en aspirar a que lo que
escribimos suene a conversa, “a una plática de noche larga entre amigos, cálida
y cercana”

Martín Vivaldi, por su lado, vincula las relaciones entre los hechos de hablar y de
escribir con el asunto de la naturalidad. Ésta, según su opinión, requiere de la
elegancia. El hombre que sabe vestir bien irá elegante aunque vista un traje
sencillo. “Y el escritor podrá alcanzar las más altas cimas de la belleza si sabe y
puede conjugar lo natural con lo preciso, procurando aunar la sencillez con
exactitud”.

En este último autor encontramos, a manera de síntesis, cuatro reglas de estilística,


que él a su vez toma de Azorín: primera, poner una cosa después de otra y no mirar
a los lados; es superfluo todo lo que debilite la marcha del pensamiento escrito;
segunda, no entretenerse; es propio de oradores ser prolijos en un tema, pero lo
que en oratoria es preciso huelga en la escritura; tercera, si un sustantivo necesita
de un adjetivo, no le carguemos con dos; emparejar adjetivos significa esterilidad
de pensamiento, y mucho más su acumulación inmoderada; y cuarta, el mayor
enemigo del estilo es la lentitud; leemos a un escritor lento y nos desesperamos.

En torno a la claridad, la concisión y la sencillez giran otras virtudes: la densidad -


que equivale en la práctica a la concisión cuando cada palabra o frase estén
preñadas de sentido-, la exactitud, la precisión, la naturalidad, la originalidad y la
brevedad, entre otras que Martín Vivaldi examina con detalle. Todas ellas
confluyen en la fuerza: un estilo claro, conciso, sencillo, denso, exacto, preciso,
natural, original y breve será siempre un estilo con fuerza, puntualiza nuestro autor.

Hilda Basulto, por su parte, se detiene en la concreción -como sinónimo de


brevedad-, la adecuación, la ordenación funcional y la actualidad, que sumadas
a la claridad y la originalidad mencionadas por Martín Vivaldi contribuyen según
ella a la eficacia y la modernidad de la redacción.

En todo acto de escritura incide, desde luego, la variedad de fuentes, autores y


enfoques teóricos con que cuenta quien se dispone a escribir, pero en todo caso
es fundamental el empleo correcto del idioma nativo mediante la práctica
sistemática, cotidiana, rigurosa y disciplinada de la ortografía, la sintaxis y la
puntuación. Para nosotros, el máximo criterio de validez en este asunto es la
práctica; sólo se aprende a escribir escribiendo y corrigiendo nosotros mismos, y
con personas calificadas en el arte de redactar, una y otra vez, los textos que
escribimos.

Desde luego, hay que considerar la presentación cuidadosa y ordenada de


nuestros escritos: desde la limpieza y la numeración de las páginas del mismo hasta
el uso adecuado de las notas de pie de página, las referencias bibliográficas, los
títulos y subtítulos y la nomenclatura que usamos para ordenar nuestro tema.

Subrayar la importancia de elegir acertadamente el tema que se va a tratar en un


escrito; recopilar cuidadosamente los datos necesarios para su desarrollo, ordenar
y clasificar la información; formular el plan general del escrito; redactar y reformular
el borrador; redactar el trabajo definitivo, y revisarlo cuidadosamente antes de la
presentación a sus lectores o destinatarios. En el dominio de la redacción, es
indispensable practicar y practicar: se aprende a redactar sólo redactando y
redactando.

D. Originalidad: debe mantener su propia creatividad y por ende original, cono


copia de copia.

Escribir y redactar son diferentes: puesto qué, escribir es un acto mecánico,


mientras que redactar: requiere pensar, organizar ideas, claras; tomando en
cuenta lo siguiente: leer y releer, elaborar un esqueleto de escritura, revisar
coherencia y cohesión, evitar repeticiones, revisar ortografía, bibliografía, etc.

TIPOS DE REDACCIÓN

1. Redacción académica

Como su nombre lo indica, este tipo de redacción es característica en el


ámbito académico, es decir, primaria, secundaria, universidad, revistas
especializadas, entre otros.

Este tipo de obras tienen grados de exigencia que deben ser cumplidos,
reclaman una escritura científica, objetiva y que se encuentre basado en
una investigación. Además, obedecen a diversas normativas — según sea
el caso — como las normas APA, por ejemplo.

Características de la redacción académica

 se utiliza en trabajos de escuelas, colegios, universidades;


 la redacción sigue una estructura determinada;
 utiliza palabras clave;
 el lenguaje debe ser formal y técnico;

Algunos ejemplos de redacción académica son las monografías, tesis y


textos científicos.

2. Redacción literaria

El principal objetivo de este tipo de redacción es lograr una expresión


artística a través del lenguaje escrito, creando lo que se denomina una
obra literaria.

Una redacción literaria debe hacer sentir la voz del autor, su pensamiento y
lo que este quiere expresar.

Es una escritura subjetiva que plasma distintos rasgos de quien la escribe,


tales como la cultura, sensibilidad, imaginación o los sentimientos.

Algunos ejemplos de obras literarias son los poemas, poesías, cuentos,


novelas, entre otros.

Características de la redacción literaria

 la redacción literaria tiene una particularidad, y es que le otorga al


escritor una plena libertad al momento de crear. La única estructura
que maneja, es su propia creatividad;
 la redacción literaria tiene tres etapas para su creación: la invención,
la disposición y la elocución;
 el lenguaje depende del escritor.

Es una redacción libre, debemos percibir qué sintió el escritor y lo que nos
quiere hacer sentir a nosotros, después de todo, quién no ha leído un
cuento y ha quedado enamorado, contento, triste y, ¡hasta aterrorizado!

3. Redacción comercial

Este es el tipo de redacción que más les gusta a nuestros lectores, puesto
que es donde conocen distintas formas de promover su producto o
servicio con la finalidad de generar el mayor lucro posible.

En este tipo de redacción debemos mantenernos en constante evolución


para que nuestros objetivos empresariales se cumplan. Estar a la par de
la transformación digital que ha revolucionado al mundo, hará que
podamos llegar a nuestra audiencia de una forma más efectiva.
Ahora bien, ¿cómo logramos nuestros objetivos con el uso de la
tecnología?

Es una excelente interrogante. A continuación, te daré 3 ideas que te


servirán como respuesta:

Crea estrategias de Marketing de Contenidos

Hay que terminar de asimilarlo, el Marketing Digital pasó de ser una


novedad a una necesidad, las empresas aumentan su productividad
mediante el uso de estas estrategias.

Crear contenidos estratégicos genera una mayor cantidad de clientes


potenciales para el consumo del producto.

Explora otras oportunidades

No solo existen estrategias que van directamente al ofrecimiento de un


producto en sí, también existen diversas formas para aumentar la
reputación — positivamente — de la empresa y que tenga mayor
reconocimiento.

Crea un blog en tu empresa y observarás un aumento en el caudal


económico, además, ¡es una herramienta de muy bajo costo!

Utiliza los medios cotidianos

Utiliza todo lo que tengas a tu alcance, tanto lo nuevo y lo más común.

Desde la creación del concepto de marketing, ha existido una


herramienta que ha estado presente en la mayoría de sus estrategias, ¡sí!
Me refiero a la publicidad, que, comercialmente hablando, significa
divulgar un producto o servicio para estimular su consumo.

4. Redacción periodística
El periodismo es un género literario y uno de los tipos de redacción, en
donde los periodistas son los emisores del mensaje y, el público en general
es el receptor en masa.

El mensaje es impersonal y refleja una parte de la realidad. Entre la


realidad y el receptor, se encuentran los medios y periodistas, quienes
seleccionan los elementos y elaboran la noticia que ofrecen al público.

Pero, ¿cómo seleccionar los elementos para redactar una noticia?

Entre las más usadas, existen 4 formas de estructurar una noticia:

Elementos de la redacción periodística

La pirámide invertida

Se basa en ordenar los hechos por prioridad, o sea, del más importante al
menos importante. El orden es el siguiente:

 epígrafe;
 titular;
 bajada;
 entrada (lead);
 desarrollo de la noticia;
 antecedentes extras.

Las 6 preguntas

El artículo debe responder a las preguntas:

 What— ¿qué o qué pasó?


 When— ¿cuándo?
 Where— ¿dónde?
 How— ¿cómo?
 Who— ¿quién?
 Why— ¿por qué?

No necesariamente debe responder a todas, puede variar.


Los géneros periodísticos

Dependiendo del género que emplea este tipo de redacción, su lenguaje


será distinto. Los géneros pueden ser informativos, de opinión,
interpretativos.

El formato

En cuanto al formato de publicación, se debe redactar con un lenguaje,


una estructura y forma específica que es característica de cada uno de
ellos, por ejemplo, diarios, televisión, web o radio.

5. Redacción jurídica

Es uno de los tipos de redacción que es empleado por cualquier


organización o profesional que escriba sobre el derecho y las leyes en
general, como, por ejemplo, abogados, diputados, legisladores, jueces,
entre otros. El lenguaje es en extremo formal.

6. Redacción informal

La informalidad en la redacción se utiliza cuando emitimos un mensaje sin


una estructura fija y de forma cotidiana, por ejemplo, mediante el uso del
WhatsApp o Facebook.

Martín Vivaldi, Op. Cit., pp. 283-287

(Escritorio- Marina Suyapa Ordoñez)

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