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Marco Teórico

Desde tiempos ancestros, las civilizaciones han hablado y escrito sobre la salud
y la medicina, el cuerpo y su relación con el “alma”, con la mente. Desde una
perspectiva histórica, las enfermedades mentales siempre se han encontrado
entre los límites de lo sobrenatural y lo científico. Por ejemplo, ya en las culturas
precolombinas, trepaban el cráneo para que los espíritus malignos que invadían
al enfermo pudieran escapar. 

En la cultura clásica, el médico griego Hipócrates de Cos (460 - 377 a.C.) fue el


primero en entender las enfermedades mentales de manera natural. Según él, el
desequilibrio de alguno de los cuatro fluidos del cuerpo (la sangre, la bilis negra,
la bilis amarilla y la flema), enfermaba a la persona (su teoría apunta a que existe
una relación entre el comportamiento del paciente y su situación orgánica).

Durante el cristianismo se creía que la locura era la posesión del demonio por


hacerse con el alma humana. 

Durante la Edad Media, la tradición popular asociaba la locura a una piedra


alojada en el cerebro. Los más ingenuos trataban de librarse de ella haciendo
que se la extirparan.

Durante la Edad Moderna, destacan dos personajes en el recorrido de la salud


mental. Uno fue el médico Thomas Willis, considerado padre de la neurología,
porque reconoció la relación entre los nervios cerebrales y las patologías
mentales. El otro fue el filósofo John Locke quien expresó la influencia en el
cerebro de los sentidos y la experiencia. Tal y como se conoce hoy en día, la
salud mental de un individuo tiene mucho que ver con su contexto vital.  Dentro
de este marco histórico, nace la psiquiatría y es aceptada como especialidad
médica por la comunidad científica. La psiquiatría entiende que el origen de los
trastornos mentales es genético o neurológico.

¿Qué es la salud mental?


La salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus
capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar
de forma productiva y de contribuir a su comunidad.  Afecta la forma en que
pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda a
determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y
tomamos decisiones. La salud mental es importante en todas las etapas de la
vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la adultez y la vejez.
La Constitución de la OMS dice: «La salud es un estado de completo
bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de
afecciones o enfermedades.»
La investigación tanto de salud mental como de enfermedades mentales
(afecciones graves que pueden afectar la manera de pensar, su humor y su
comportamiento) abarcan un extenso campo de factores.
Algunos factores determinantes (sociales) pueden ser:
 Posición social
 Educación
 Ocupación (laboral)
 Ingresos
 Sexo
 Raza/Etnicidad
Otros factores (psicológicos y físicos) son:
 Rasgos de personalidad
 Pérdidas (duelos)
 Crisis circunstanciales o de desarrollo (ej.-
adolescencia)
 Traumas
 Experiencias contantes de incertidumbre (ej.-
económica o de seguridad)
 Hacer ejercicio regularmente

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