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Aves sin nido

Narrador: En la ciudad de killac una ciudad imaginaria del Cuzco , Los esposos Marín donde
defienden a los esposos yupanquis de las injusticias de las autoridades de ese pueblo

Cerca de la cobriza se encuentra una casa Blanca donde se encuentra una señora Muy bonita
es la señora Lucía Marín y señor Fernando Marín los nuevos esposos recién llegados al pueblo.

En una mañana en la casita blanca:

Esta la señora Marin sentada contemplando el paisaje hasta que llega una mujer preocupada y
se le acerca .

Marcela: Buenas tardes niñai

Lucia: buenas tardes

Marcela: niñaita tu que eres como una santa por favor te pido que me ayudes

Lucia: pero que te pasa que ocurre por qué estás así

Marcela: no sé qué hacer le debemos a Taita cura 20 monedas de la cosecha pasada y 40


monedas reales del entierro y de los restos de mi suegra al cura, mi suegra murió el año
pasado, aquí en este pueblo tu no conoces los abusos que cometen la autoridad., Mi esposo
Juan Yupanqui no tiene el dinero suficiente para pagar.

Lucia: Dios mío cómo puede ser posible esto es una completa injusticia.

Marcela: ay niñai usted no sabe nada de este pueblo como recién llego no conoce lo que el
gobernador y el cura hacen, hasta hacen mitas para el cura para pagar lo que supuestamente
debemos, nos obligan a vender nuestros cultivos y ganados nos pagan poco y ellos lo venden y
ganan como un quinto de lo que nos dan.

Narrador: Lucia en ese momento sintió impotencia y ganas de ayudar a la pobre mujer que
estaba desesperada y muy preocupada por su esposo, así que tomo una decisión.

Lucia: no te preocupes ya Marcela veré cómo puedo ayudarte ve a casa, de seguro tus hijas y
tú esposo te están esperando, no estás sola cuentas con mi apoyo.

Narrador: Marcela se calmó y Se fue a casa con alivio en ese momento unas palabras de
consuelo la ayudaban para seguir adelante. Mientras tanto con Lucia Marín pidió una reunión
en su casa al gobernador y al cura.

Lucia: Buenas tardes señores, por aquí, tomen asiento.

Lucia: En nombre de Nuestro señor Dios yo les pido que den por terminado la deuda de la
familia de Juan Yupanqui. Den por terminado esa deuda

Lucia: es por humanidad por favor señores, apoyen a esa familia.

Lucia: como es posible señor gobernador que permita que a esta pobre gente page mucho
dinero y los exploten.

Lucia: Como sea igual voy a seguir ayudando a esta gente que no se dan cuenta de estos
abusos porque lo ven normal, la caridad también es ley es la ley del corazón y de Dios.
Lucia: Triste realidad señores.

Lucia:Tranquilos les darán la plata y todo se arreglará.

Lucia: Marcela cuanto le debes al cura.

Lucia: toma aquí tienes 50, si te preguntan le dices que un cristiano te ha ayudado.

Lucia: no le digas más

Lucia: gracias dios mío

Lucia: preciosa la niña quiero que sea nuestra aijada

Lucia: gracias, gracias.

Lucia: Dios mío mejor vámonos Fernando antes de que oscurezca.

Lucia: muchas gracias caballero.

Lucia: Buenas noches.

Lucia: Fernando

Lucia: Dios mío tenemos que salir de aqui

Lucia: no Fernando no vámonos vámonos.

Lucia:Han disparado a dos buenas personas que nos han ayudado, a Marcela y A Juan
Yupanqui.

Lucia: pobre Marcela tengo que ayudarla a ella y a sus hijas, son palomitas que se quedaron sin
hogar

Lucia: Marcela si acaso te ha llegado tu hora vete tranquila tus hijas no estarán solas, yo seré
su mamá.

Lucia se acerca a escuchar las últimas palabras de Marcela.

Lucia: lo juro Marcela.

Entra el cura pascual

Lucia: Buenas tardes

Lucía:que se cumpla la Voluntad de Dios


Marcela muere

Lucia: Fernando estoy embarazada.

Lucia: a Lima y Margarita y Rosalía

Lucia: no Margarita, Manuel no irá el tiene sus padres aquí

Lucia: porque Lloras hijita, ese hombre a impresionado tu corazón.

Lucia: Es verdad pero tú sabes quién es el, se dicen que su padre sacrificio a tus padres tu no
puedes querer a ese hombre, pobre Manuel, pero tú no puedes quererlo Margarita no puedes.

Lucia: Mándale una invitación a Benítez y con seguridad viene.

Lucia: Ha ido con Rosalía al cementerio, querían despedirse de sus padres.

Lucia: Adiós querido amigo Manuel.

*Hotel imperial *

Lucia: Manuel

Lucia: está visto que no hay remedio amigo

Lucia: Bendito seas, hija mía.

Lucia: Dios mío no, Manuel.

Lucia: Manuel hay un impedimento, Marcela antes de morir me confesó sobre el nacimiento
de Margarita, ella no es hija de Marcela y Juan Yupanqui, sino es hija del mismo del mismo
cura Miranda y claro

Lucía: si así es Manuel es la verdad.

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