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Trabajo de Investigación para optar al Título de Magíster en Ecología del Desarrollo Humano
Maestrante:
Odontóloga Gabriela Esperanza Lugo Quevedo.
C.I. 18.340.864
Junio 2020
INDICE GENERAL Página
INTRODUCCION ………………………………………………………………………………………………………… 3
3. Justificación ……………………………………………………………………………………………………………
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CAPITULO II. REFERENTES TEÓRICOS ……………………………………………………………………….
1. Antecedentes ………………………………………………………………………………………………… 10
CONCLUSIONES …………………………………………………………………………………………………………. 29
RECOMENDACIONES ………………………………………………………………………………………………….
31
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ………………………………………………………………………………….
33
Anexos. Formato de Asistencia y Control Parto Humanizado
……………………………………… 35
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INTRODUCCIÓN
Este trabajo es realizado con el fin de optar al Título de Magíster en Ecología del Desarrollo
Humano en el Programa de Estudios Abiertos de la Universidad Nacional Experimental Simón
Rodríguez (UNERS).
La investigación se realiza en la Maternidad del Sur Dr. Ernesto Che Guevara, ubicada en el
Sector El Progreso, Calle 200, frente a la Urbanización El Soler, Parroquia José Domingo Rus,
Municipio San Francisco Estado Zulia. La Parroquia José Domingo Rus está constituida por 13
comunidades. Pero los Servicios de la Maternidad se extienden también a pacientes de otras
Parroquias y comunidades del Municipio San Francisco.
La Maternidad del Sur Dr. Ernesto Che Guevara fue creada en el 2018, bajo la gestión pública del
Economista Omar Prieto en su condición de Alcalde del Municipio San Francisco. Actualmente
se encuentra adscrita al Instituto Municipal de Salud del Municipio de San Francisco (IMSASUR),
y a la Gobernación Bolivariana del Estado Zulia.
La Misión médica de la Maternidad del Sur Dr. Ernesto Che Guevara se define como una
atención integral para la mujer gestante, mediante una programación de acciones de apoyo en
el que se incluye a su familia y comunidad, centrada en principios humanísticos, orientada a
que la mujer pueda ejercer eficazmente su derecho a un proceso de parto seguro, libre de
violencia, con atención médica de calidad, con ética y solidaridad, para contribuir, de manera
integral, a elevar la calidad de vida y el buen vivir.
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La Maternidad está dotada de insumos para todas las pacientes que entran en su programación
y cuenta con todas las especialidades, Alto Riesgo Obstétrico, Control Prenatal, Medicina
Familiar, Embarazo Precoz, Bebe sano, Pediatría, odontología, Ecografía, psicología, Laboratorio,
Ginecología, Programa de diabetes, entrega de medicamentos (farmacia), Programa de Salud
sexual y Reproductiva, Epidemiologia y Programa Parto Humanizado. Y la formación en
Medicina Integral Comunitaria con la que cuentan los médicos contribuye al desarrollo de su
enfoque alternativo en salud, caracterizado por principios humanísticos y una ética de
corresponsabilidad social y de solidaridad.
Desde mediados del Siglo XX amplios sectores sociales alrededor del mundo vienen
desarrollando planteamientos e investigaciones orientadas hacia la construcción de modelos
alternativos de atención en Salud, los cuales, con el transcurso de los años, han venido a formar
parte del signo de Salud Integral Comunitaria. En la actualidad, según Sarfocada (2008), se
reconocen como antecedentes importantes dos propuestas surgidas en el continente
americano, uno en el ámbito de la psicología, Boston 1965, y el otro en el ámbito de la
medicina, Santiago de Chile 1968.
Desde entonces, las investigaciones continúan su curso, y siguen profundizándose los conceptos
de la Salud Integral y la Salud Comunitaria desde muchos más ámbitos, en la búsqueda de
transformar el modelo de salud tradicional biomédico, de corte neoliberal, dominado por los
intereses económicos, avanzando cada vez más hacia la alternativa de un modelo de salud que
incluya lo social y lo ecológico desde enfoques más avanzados.
La Maternidad del Sur Dr. Ernesto Che Guevara incorporó desde sus inicios el Plan de Parto
Humanizado, ya que este programa coincide con su enfoque social en salud y con el objetivo de
la atención integral a la mujer embarazada, lo que significa entonces, que tanto la Maternidad
del Sur Dr. Ernesto Che Guevara, con su gestión humanista en salud, con sus médicos integrales
comunitarios y el Plan de Parto Humanizado, que ha sido concebido para brindar a las mujeres
gestantes venezolanas la protección social y la salud integral a la que tienen derecho por
mandato constitucional, están cimentados ambos en principios que responden al Paradigma de
la Salud Integral Comunitaria.
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El presente trabajo ofrece una valoración de la Salud Integral Comunitaria como un modelo
alternativo y necesario que el personal de salud en Venezuela debe promover y apoyar,
asumiendo compromisos concretos desde los diferentes ámbitos, para fortalecer en las
entidades públicas de salud, los programas que se desarrollan desde este enfoque alternativo,
para contribuir de esa manera hacia la transformación del modelo bio-médico deshumanizado,
mercantilista y discriminatorio del que venimos.
El Plan de Parto Humanizado es uno de los muchos programas de salud alternativa que el
gobierno bolivariano de Venezuela está implementando dentro del enfoque de Salud Integral
Comunitaria. Este trabajo busca ofrecer una comprensión, en perspectiva, sobre la pertinencia
del Plan de Parto Humanizado que se implementa en la Maternidad del Sur Dr. Ernesto Che
Guevara, partiendo de la premisa de que esta es una experiencia valiosa, pero está en
construcción. Lo que significa que debemos mejorar su eficacia, ayudando a superar las
deficiencias operativas que obstaculizan su buen funcionamiento y a profundizar su perspectiva
humanística e integral, lo que es posible si todos los factores involucrados, es decir, las
instancias públicas que lo patrocinan, el personal de salud, la mujer gestante, su familia y
comunidad, asumen un mayor compromiso para que éste se cumpla con mayor eficacia.
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Capítulo 1
EL PARTO HUMANIZADO EN VENEZUELA: UNA EXPERIENCIA EN CONSTRUCCIÓN
Trasfondo contextual
Desde entonces, un amplio sector rechaza todo lo alternativo por razones políticas; otro sector
ofrece resistencia por razones económicas, porque ven la salud como una mercancía que se
vende, por lo cual recelan y descalifican todo lo alternativo; y un sector amplio se resiste por
razones culturales, ya que lo alternativo en salud representa un choque de modelos, de
costumbres y maneras de hacer, todo ello debido al modelo tradicional de salud heredado, de
corte neoliberal, mercantilista, racista y antinatural.
Dicho modelo tradicional, centrado en una orientación biomédica, no sólo representa a una
clase social y económica en el modelo de producción capitalista, representa también una
estructura deshumanizada, absolutizada, centrada en una relación desigual de poder entre el
personal de salud y la persona necesitada de la salud.
Se dice que esta estructura tradicional es deshumanizada porque en su desarrollo niega la salud
como un derecho humano, considerándola como una mercancía que se vende a quien puede
pagar sus altos costos. Por otra parte, la persona no es asumida en su integralidad, como la
unidad bio-psico-somática que ésta es, sino como un montón de partes, desarticuladas entre sí,
que son objeto del estudio científico. Esta estructura tradicional de salud se fundamenta
además en un modelo de hospitalario que es también deshumanizado, porque para el hospital
tradicional los derechos de las personas, y de sus familias, no cuentan.
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El hospital tradicional es algo así como una maquinaria autorregulada, que funciona bajo un
esquema imperturbable, mediante una dinámica que desnaturaliza todo lo que es inherente al
ser humano, ya que los sentimientos de la persona necesitada de la salud no importan, no
importan sus miedos, no importan sus traumas, no importan sus necesidades espirituales o
emocionales, no importa su familia, ni el ambiente ni su entorno. En esta lógica el sujeto que
imparte la salud es el médico o médica profesional, por lo tanto, este es el sujeto que ostenta el
poder, conjuntamente con la estructura del hospital, que vienen a ser en esta lógica los dos ejes
que determinan de manera absoluta la calidad, o más bien “la mala calidad”, del servicio que se
brinda a las personas necesitadas de la salud.
El modelo tradicional de salud es también clasista, porque hace distinciones indeseables entre
los que ostentan recursos económicos y los que no los tienen, lo que favorece a las clases
sociales que pueden costear los servicios médicos, generando así exclusión social y
discriminación hacia las personas empobrecidas, quienes, además de sufrir tratos inhumanos
por parte de un personal de salud clasista, son víctimas también de la exclusión por razones
económicas, porque en el modelo capitalista la salud es una mercancía y no un derecho que las
personas deben poseer sin ningún tipo de exclusiones.
En ese sentido, los programas alternativos de salud que se iniciaron en Venezuela con el
gobierno del Presidente Chávez, surgieron como una respuesta a las necesidades de médicos
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que presentaba el país, pero también, para responder a la necesidad de una transformación
estructural del sistema de salud en el país, que respondiera de manera más eficaz a la atención
de la salud como un Derecho constitucional.
Al igual que las otras políticas públicas en salud humanista y alternativa, el Plan de Parto
Humanizado genera contradicción y oposición hacia el interior del personal de salud, por la
influencia del modelo tradicional en el que se formaron, obstaculizando de manera importante
su eficacia. Y así mismo, las destinatarias de esta política de salud alternativa, que son las
mujeres gestantes, por razones socioculturales, a veces menosprecian el valor que aporta el
Plan de Parto Humanizado a la calidad de su proceso gestante, con lo que se afecta no sólo la
eficacia del programa, sino también la Salud Integral Comunitaria que se procura con esta y
otras políticas públicas de salud alternativa que promueve el gobierno bolivariano de Venezuela.
En ese sentido, el presente trabajo se propone construir un plan de procedimiento con pautas
orientadas a mejorar la eficacia del Plan de Parto Humanizado que actualmente se implementa
en la Maternidad del Sur Dr. Ernesto Che Guevara, ubicada en la Parroquia José Domingo Rus,
Municipio San francisco, Estado Zulia. Dicho plan de procedimiento está dirigido tanto al
personal de salud como a las destinatarias del servicio que son las madres gestantes, su familia y
comunidad.
Objetivo General
Parto Humanizado es un plan de atención que busca ofrecerle a la mujer gestante un momento
especial, placentero, en condiciones de dignidad humana, protagonismo y libertad para la toma
de decisiones sobre las condiciones en las que quiere parir, involucrando en el proceso a su
familia y comunidad, lo que representa para las mujeres venezolanas un fortalecimiento de sus
Derechos Humanos, y una afirmación del derecho que le otorga la Ley a una vida libre de
violencia, al propiciarles un proceso de parto libre de malos tratos, vejámenes y otro tipo de
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violencia obstétrica. En tal sentido, el objetivo de este trabajo es fortalecer el Plan de Parto
Humanizado en la Maternidad del Sur Dr. Ernesto Che Guevara, mediante un procedimiento
correctivo, propositivo y concientizador, dirigido al interés público involucrado, las mujeres
gestantes, su familia, su comunidad, y al personal de salud que labora en la institución.
Objetivos específicos
Justificación.
Así mismo, las acciones correctivas, propositivas y concientizadoras que se plantean en este
trabajo como propuesta para mejorar la eficacia de dicho programa, podrían ser de utilidad a
otras instituciones públicas en donde se implemente el Plan de Parto Humanizado, y en donde
también se requiera mejorar y reforzar este servicio.
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Capítulo 2
REFERENTES TEÓRICOS
1. Antecedentes
Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, el índice ideal de cesáreas por
región no debería estar por encima de un 10% y 15% de los nacimientos, ya que, según los
resultados de estudios realizados, cuando la tasa de cesáreas se ubica en un 10%, disminuye el
número de defunciones maternas y de los recién nacidos, pero cuando la frecuencia aumenta
por encima del 10%, no hay indicios de que mejoran las tasas de mortalidad.
Este alto índice en Venezuela ya no está determinado solo por razones económicas, ya que se
produce también a consecuencia de la tendencia perniciosa a considerar el parto natural como
“una enfermedad”. Las razones de haber llegado a esta posición tienen que ver, por un lado,
con el mercantilismo del modelo de salud heredado del capitalismo, que por razones
económicas indujo a una dinámica deshumanizadora de patologización del parto y abuso de
medicalización, como, por ejemplo, aplicar la anestesia epidural sólo para cumplir con el
protocolo hospitalario, llevando a las mujeres a la intervención quirúrgica, aun cuando estas
fueran capaces de parir de manera natural.
Lo anterior expresa una violación a los Derechos Humanos de las mujeres, dado que, por lo
general, la decisión de la cesárea es tomada por el médico, y, aunque la pareja debiera estar de
acuerdo, el asunto no siempre se trata debidamente. En muchos otros casos, la mujer solicita la
cesárea, desconociendo la mayoría de las veces los riesgos que podría representar para su vida y
salud una intervención quirúrgica innecesaria, siendo esta otra de las razones que
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contribuyeron a determinar el alto índice de cesáreas que se presenta en Venezuela, ya que las
mujeres y las familias venezolanas, aun las de sectores populares, fueron mentalizadas por el
sistema para evitar a toda costa el parto natural y considerar la posibilidad de la cesárea como
una forma cómoda y sin dolor para parir. Pero esta tendencia perniciosa de patologizar los
procesos naturales, quebranta el proceso natural del parto, que en términos de la “Salud
Integral Comunitaria”, es altamente recomendable, y lo más saludable, tanto para la madre
como para el hijo, salvo en situaciones en donde se amerite la cesárea porque esté
comprometida la vida de alguno de los dos, o de ambos.
Esta realidad implica para las mujeres gestantes una pérdida de su autonomía y de la capacidad
de decidir libremente sobre sus cuerpos y sobre su sexualidad, lo que la Ley Orgánica del
Derecho de las mujeres a una vida libre de violencia (2014: artículo 14), define como “la
apropiación del cuerpo y procesos reproductivos de las mujeres por personal de salud”. Este
hecho impacta negativamente en su calidad de vida, determinando en su conjunto el contexto
de la violencia obstétrica que se desarrolló en Venezuela de manera casi “normal” durante las
décadas anteriores al 2005.
De acuerdo con lo señalado por Arguedas, se entiende entonces que el Estado venezolano
asume la responsabilidad de promover el parto natural, no sólo para poner fin al uso
indiscriminado de la cesárea, sino también para cumplir con el ordenamiento jurídico de la
nación, que se orienta a favorecer de manera integral la calidad de vida de las mujeres, su
familia, su comunidad y de la sociedad en su conjunto.
Este programa además capacita a todas las futuras madres sobre sus derechos, fomentando la
crianza respetuosa y los hogares igualitarios, equitativos y humanistas.
Según señala el Dr. Rodríguez Morales (2008:35), en Venezuela, como en América Latina y el
mundo, los modelos de salud han estado condicionados a las corrientes ideológicas
predominantes en la época. Según este autor, durante las décadas de 1960 al 2003 en
Venezuela, existieron dos tendencias, una dominante que favoreció la aparición de modelos
biologicístas, privatizadores, excluyentes y fragmentados, que se diseñaron bajo los designios de
las políticas neoliberales impuestas en el país en las últimas tres décadas del siglo XX, y una
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tendencia no dominante, representada por modelos basados en la Atención Primaria de la
Salud, APS, siendo el primero de ellos, el Modelo de Medicina simplificada.
Estos modelos, explica el Dr. Rodríguez Morales (2008:4), se desarrollan a través de varias
instancias. Una de ellas era “la medicina simplificada”, dirigida a la atención primaria de la salud,
que ofrecía servicios básicos de salud a la población rural. La medicina simplificada perdió su
pertinencia en la década de los 80 cuando se produjo la emigración del campo a la ciudad como
consecuencia del desarrollo de la industria petrolera.
Las otras instancias son la de “atención amplia y libre acceso”, que funcionó gratuitamente
hasta comienzo de la década de los 80; “la atención de acceso restringido”, correspondiente al
Seguro Social y diversas instituciones de previsión social para grupos de trabajadores, dada por
convenios laborales; “la atención privada”, de carácter empresarial, según demanda y pago de
servicios en clínicas privas; “la atención prepagada y seguros de hospitalización”, ofrecida
mediante convenios de afiliación con clínicas privadas. Todas estas instancias de atención de la
salud se basaron en el modelo biomédico de la salud, y todas se orientaron hacia la privatización
de los servicios de salud, señala el Dr. Rodríguez Morales (2008:4).
A los fines de lograr una mayor comprensión del modelo de Salud Integral Comunitaria, citamos
aquí también la caracterización del Paradigma Social - Ecológico, que provee la Universidad
Nacional de Córdoba en sus estudios académicos sobre “conceptualización de la salud”
(20016:6-7), ya que los principios de este paradigma coinciden con el enfoque integral de
nuestro modelo:
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que trascienden el campo de la medicina tal como se entiende desde el
enfoque biomédico.
En cuanto al talento humano egresado, Segura del Pozo (2012), destaca que los médicos
integrales comunitarios en Venezuela están capacitados para prestar servicios integrales de
salud, en las instancias públicas de atención primaria de la salud de Venezuela, o en cualquier
otro país en donde se requieran sus servicios, siendo portadores/as de “sólidas bases científico-
técnicas y un desarrollo moral caracterizado por el humanismo, la ética y la solidaridad, que les
1
Gobierno Bolivariano de Venezuela/Universidad de la Ciencias de la Salud “Hugo Chávez Frías”. Programa
Nacional de Formación en Medicina Integral Comunitaria. Disponible en: http://ucs.gob.ve/?page_id=2206. Fecha
de acceso: 6 de junio 2020.
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permitirá el desempeño requerido para elevar la calidad de vida de la población y lograr
mejores indicadores de salud pública”
Sin ánimos de llegar aquí a una definición formal, sugerimos que se comprenda la “atención
humanizada del parto” como un procedimiento médico y humanístico que toma en cuenta a la
mujer que pare, ofreciéndole posibilidades reales para que ella tenga un parto feliz y saludable.
Pero quienes piensan así están pasando por alto las circunstancias indeseadas por las que pasan
las humanas gestantes durante el parto en nuestras sociedades occidentalizadas, entre esas la
sociedad venezolana. Dichas circunstancias indeseadas tienen que ver con una realidad de
violencia obstétrica, que se manifiesta en la atención del parto de muchas formas y maneras.
Compartimos aquí lo que nos ilustra Arguedas (2014:153-155), respecto a lo que se debería
tomar en cuenta en la atención del parto, durante el proceso de la labor de parto, para
minimizar el impacto negativo que resulta para las mujeres el proceso occidentalizado que se
utiliza. Según lo que entendemos, la expectativa de la autora es que durante la labor de parto la
mujer pudiera moverse libremente y cambiar de posición en el momento que lo desee, o
necesite; que no fuera obligada a permanecer en una posición inusual para pujar, es decir, la
mujer debería poder intercalar unas posturas con otras, como recostarse de un lado y de otro,
e incluso utilizar posiciones verticales, como agacharse, arrodillarse; también debería poder
realizar movimientos pélvicos que le ayuden, y poder utilizar mecanismos para poyarse, como
soportes de algún tipo, que les facilite la labor de pujar.
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Pero no sucede así en nuestras sociedades occidentalizadas. Según señala Arguedas (2014:153-
155), el parto occidentalizado es percibido sólo en términos de la actividad uterina y de los actos
del personal médico, ignorando a la mujer que está pariendo, para quien no es posible ni
siquiera la posibilidad de involucrar en el proceso el conocimiento de su propio cuerpo y sus
propios procesos fisiológicos y psicológicos, que son considerados por el “saber científico” como
saberes ingenuos e inadecuados.
Otro aspecto de este tipo de atención del parto que nos ilustra Arguedas (2014:157), es la que
tiene que ver con el poder obstétrico, un poder que gobierna en un territorio “género-
específico”, los cuerpos de las mujeres, que al ser sometidos al disciplinamiento obstétrico, se
convierten en cuerpos dóciles, dominados mediante técnicas y procedimientos que ellas no
pueden objetar bajo ninguna circunstancia.
Estas condiciones en la que ocurre la atención del parto en el modelo de salud tradicional, que
estamos calificando aquí de occidentalizado, son las que configuran el contexto de violencia
obstétrica que actúa contra los Derechos Humanos de las mujeres gestantes en nuestras
sociedades. Este contexto de violencia obstétrica ha alcanzado en la actualidad altísimos niveles
de deshumanización, ejercida en contra de las mujeres que paren. Se han conocido infinidades
de casos de mujeres que han sido sometidas a tratos crueles y oprobiosos, humilladas,
castigadas, vejadas, en pleno trance de los dolores de parto, por parte de un personal de salud
insensibilizado y deshumanizado, y también por parte de una institucionalidad que ejerce de
manera degradante su poder obstétrico.
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Por eso es que tenemos que seguir profundizando en nuestro país, desde todos los ámbitos
posibles, el concepto de la “atención humanizada del parto”, que es uno de los conceptos que
orienta la experiencia de parir en el Plan de Parto Humanizado que se impulsa actualmente en
Venezuela.
El Plan de Parto Humanizado se puede definir como un procedimiento que prioriza las
necesidades de la gestante y reconoce a la mujer y su familia como los protagonistas del
proceso, de tal forma que el personal de salud realice intervenciones mínimas. Así mismo, se
involucra a la pareja y a la familia en el momento del nacimiento del bebé, lo que, no sólo
reduce los nacimientos por cesárea y sobremedicados, sino que también, al valorizar los usos de
prácticas de maternidad que toman en cuenta los Derechos Humanos de la gestante, sus
sentimientos, sus temores, sus decisiones, contribuye al empoderamiento de las mujeres, según
lo que explica Julia Johannsen (2016).
Entre sus principales objetivos el Plan Parto Humanizado en Venezuela busca combatir el
mercantilismo del nacimiento, reducir el alto porcentaje que existe en el país de partos por
cesáreas, promover el parto natural libre de violencia, sin traumas físicos y/o psicológicos, e
incrementar la lactancia materna, involucrando factores importantes como la familia y el
entorno, centrando las acciones clínicas en el derecho de la mujer y su familia a decidir cómo
sobrellevar el proceso de embarazo, alumbramiento y post parto.
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La atención es inmediata desde la concepción. En el proceso inicial es muy importante la
participación de las Promotoras de salud de Parto Humanizado, que son mujeres de las
comunidades, quienes captan a las embarazadas a en sus sitios de habitación a través de los
Consejos Comunales. Una vez que son ubicadas, las Promotoras censan a las mujeres y pasan un
registro al Instituto Municipal de la Mujer, para que obtengan el beneficio económico, que es un
bono especial que las embarazadas reciben a través del Carnet de la Patria. Esta bonificación
forma parte la protección social que ofrece el Plan de Parto Humanizado.
Luego las gestantes pueden venir a la Maternidad en donde se apertura su historia clínica y
empieza el desarrollo de actividades para su control prenatal.
Esta etapa formativa tiene la finalidad de convencer a las gestantes para cuiden por si mismas
de su embarazo, y que asistan con toda responsabilidad a la programación que les provee la
Maternidad, y el Plan de Parto Humanizado, ya que es esencial que estén bien orientadas desde
el principio. La formación que se brinda se orienta a favorecer el vínculo entre la madre, el
padre y el hijo, o hija, y que la familia se comprometa con el proceso prenatal, el parto y
postparto, y para ayudar a desarrollar y/o fortalecer valores familiares necesarios para una
familia sana, inclusiva, donde se respeten los Derechos Humanos de la mujer, la familia, hijos e
hijas.
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Al cumplirse las 25 semanas de gestación, las embarazadas inician un programa especial que
incluye ejercicios fisiológicos de preparación, para ayudarles a sentirse seguras, acompañadas,
tranquilas, para que vayan a la labor de parto sin ansiedades ni temores indeseados.
Para estos ejercicios la Maternidad Dr. Ernesto Che Guevara y el Plan de Parto Humanizado les
procura un ambiente fresco y agradable, organizado con la participación de las gestantes,
conjuntamente con las Promotoras de salud, en donde ellas experimentan bienestar físico y
emocional, y de este modo, desarrollan su fortaleza espiritual para enfrentar el proceso de
parto que se avecina.
El parto
Cuando comienzan los dolores de parto las gestantes vienen a la institución acompañadas de
sus Promotoras de salud y sus familiares. Comienza un proceso previo de relajación, mediante
una serie de ejercicios fisiológicos que les ayudan para la disminución y control del dolor.
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El Plan de Parto Humanizado le provee a la mujer que va a dar a luz una atmósfera de intimidad,
seguridad física y emocional, que le permita entrar en un estado de conciencia especial, propio
del parto. Esta atmósfera ideal ayuda para que pueda estar consciente de todo lo que sucede a
su alrededor durante todo el proceso de alumbramiento.
Cuando llega el bebé el proceso del parto humanizado le brinda momentos emotivos a la madre
como es el contacto piel a piel con su hijo. Tan pronto nace el bebé, el equipo médico lo adapta
a su abdomen para que ella pueda sentirlo inmediatamente.
La Maternidad del Sur Dr. Ernesto Che Guevara cuenta con salas de recuperación dotadas con lo
necesario y camas confortables para que la madre repose placenteramente durante su
recuperación.
Lactancia Materna
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Al nacer el bebé se entrega inmediatamente a la mamá para amantar. De no saber cómo
hacerlo, un equipo de salud, médicos pediatras, enfermeras y especialistas, orientan y motivan
a la madre para que pueda hacerlo, ya que la lactancia materna acelera la recuperación de la
madre durante el postparto.
La lactancia es un ejercicio muy beneficioso tanto para la madre como para el bebé, ya que
favorece la pronta recuperación de la madre, y protege al bebé de enfermedades, además de
promover el adecuado desarrollo de los mecanismos de masticación del recién nacido.
Además, a través del proceso de lactancia materna, se facilita el acercamiento entre la madre y
el hijo, bien sea por el contacto de piel a piel, ojo a ojo, o por el binomio madre-hijo. No hay
ningún alimento más completo que la leche materna para que el niño crezca protegido,
inteligente y lleno de vida.
En la Maternidad Che Guevara también se cuenta con una bonita sala para la lactancia materna,
dotada de muebles y sillones confortables para que la recién parida amamante a su bebé de una
manera cómoda y placentera.
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Sala de lactancia materna de la Maternidad Ernesto Che Guevara
Bebé sano
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declaró, al tiempo que solicitaba a las mujeres defenderlo, porque “Parto Humanizado, es una
misión bella, pues, se encarga de cuidar a la mujer en la gestación y el parto”, aseguró.
Ciertamente, hasta ahora es un Plan de protección Social dirigido a la mujer gestante, sus hijos y
familia, una política pública a favor de los Derechos Humanos de la mujer, pero, podría llegar a
ser una gran misión, no sólo en el sentido de la política pública en Venezuela, sino también en
un sentido humanístico, una misión a favor de la vida integral y plena, un ejemplo para el
mundo, una luz de esperanza para las mujeres, por eso, las mujeres son las primeras llamadas a
defenderlo, no sólo por su propio bienestar y felicidad, y por su familia, sino también por la
humanidad, y en dicha misión serían protagonistas de la historia de la humanidad, un
protagonismo a favor de la vida integral y a favor de los Derechos Humanos de las mujeres y de
la humanidad.
Tal como aquellas parteras que nos recuerda la Biblia, Sifra y Fúa, que fueron llamadas a la
presencia del Faraón de Egipto para encomendarles la misión de asesinar a todos los hijos
varones que las mujeres hebreas trajeran al mundo. Ellas como parteras debían fijarse en el
sexo del recién nacido, y si era varón debían asesinarlo, si era niña podía vivir. Estamos aquí
ante una situación extrema de violencia obstétrica, ya que el fruto del vientre de la parturienta
venía previamente señalado para la muerte, sin que ella pudiera evitarlo. Las razones que
movieron al Rey de Egipto para cometer estos crímenes contra la humanidad era su política de
la dominación, ejercida desde el ámbito de un temible poder absoluto.
El relato bíblico de las parteras Sifra y Fúa se encuentra en el Libro de Éxodo, Capítulo 1,
versículos 15 al 22. El trasfondo histórico nos habla del pueblo hebreo que había sido
esclavizado en Egipto, sometido a malos tratos y trabajos forzosos. El Rey de Egipto tenía el
temor de que el pueblo hebreo creciera tanto numéricamente que se volviera invencible, y que
algún día llegara a revelarse contra la esclavitud y procurar su liberación. Entonces acudió a un
primer plan de exterminio, eliminar a todo niño varón que naciera, ya que las mujeres no iban a
la guerra, los varones eran los más peligrosos.
Y dos parteras, Sifra y Fúa, dos mujeres cuya misión era ayudar a traer vidas al mundo, ahora
eran impuestas con una misión macabra, segar esas mismas vidas que ellas por vocación
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ayudaban a traer al mundo. Una misión que las desnaturalizaba, no sólo como profesionales,
sino también como mujeres, pues se trataba del fruto del vientre de otras mujeres, que ellas
debían sofocar.
La Biblia resume mucho del relato. Sólo nos dice que las dos parteras tuvieron temor de Dios y
se negaron a obedecer la orden del rey. Y cuando el Rey las mandó a llamar y les preguntó por
qué habían dejado vivir a los niños, ellas respondieron que las mujeres hebreas no eran como
las egipcias, sino que eran muy robustas, y daban a luz antes de que las parteras llegaran a
atenderlas. Así, el pueblo hebreo esclavo en Egipto, se salvó en esa ocasión, y siguió creciendo
en número y se iba haciendo más poderoso. Y las parteras fueron bendecidas por Dios.
Según las reflexiones teológicas que este relato bíblico ha originado, es posible que la solución
que encontraron las parteras Sifra y Fúa hubiese ameritado todo un proceso de articulación, y
unidad, además de reflexión, formación y educación entre mujeres de dos pueblos y culturas
diferentes, y con posiciones sociales diferentes, que organizan una resistencia conjunta para
privilegiar la vida y derrotar los designios de muerte. Las protagonistas de este proceso histórico
a favor de la vida eran mujeres gestantes y mujeres parteras, que decidieron unirse y cooperar
unas con otras para derrotar la muerte, y también al sistema y al poder que representaba el Rey
de Egipto.
Es posible que las parteras Sifra y Fúa informaran a las mujeres hebreas del designio de muerte
que pesaba sobre sus vientres gestantes. Y que tal vez fuera necesario que las parteras las
educaran para que ellas solas tuvieran sus partos y luego las llamaran, para que así ellas
pudieran presentar esta excusa al Rey de Egipto. De no ser así, las parteras posiblemente no
hubiesen tenido éxito en su lucha de resistencia, y hubiesen sido castigadas con la muerte, por
desobedecer una orden directa del Rey. Su lucha era peligrosa, pero aun así llevaron adelante su
plan.
Este relato bíblico da mucho qué pensar. Una pista importante, para ayudarnos a elaborar una
reflexión a favor de la vida, es que las protagonistas aquí son mujeres. Por un lado, parteras que
tuvieron que unirse a las madres contra la muerte. Y por otro, madres que tuvieron que
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defender el fruto de sus vientres del poder imperial que las amenazaba, en una alianza
estratégica con mujeres que conocían las fuerzas del imperio.
Aquí sucedió algo así como lo que ha pedido el Presidente Maduro, “Mujeres defiendan el Parto
Humanizado”. Las experiencias no son análogas, al contrario, son bastante diferentes, pero el
contexto en cada caso exige a las mujeres dar de sí lo que se necesita para que se pueda
manifestar en nuestra experiencia el producto a favor de la vida integral, y la calidad de vida.
En esa línea, es importante que tanto las mujeres gestantes, como las familias y las
comunidades involucradas en el Plan de Parto Humanizado, así como la parte institucional
involucrada, realicemos mayores esfuerzos para que esta misión, de humanizar el parto y
erradicar la violencia obstétrica en contra de las mujeres gestantes, pueda convertirse en una
realidad luminosa, aquí en Venezuela y en muchas otras partes del mundo que habitamos y
compartimos. Pero, recordemos, las mujeres debemos ser protagonistas, las mujeres debemos
defender esta misión, como nos ha pedido el Presidente Nicolás Maduro, y ayudar a que se
perfeccione y sea cada vez más eficaz.
6. Base legal
También se cumple con la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia (2014: Artículo 15), que crea condiciones para prevenir, atender, sancionar y erradicar
la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos, entre esas, la
violencia obstétrica, definida en esta Ley como “La apropiación del cuerpo y procesos
reproductivos de las mujeres por el personal de salud, que se expresa en un trato
deshumanizador, en un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales,
trayendo consigo pérdida de autonomía y capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y
sexualidad, impactando negativamente en la calidad de vida de las mujeres”.
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Capítulo 3
El Plan de Parto Humanizado funciona con su propio Registro y Control, que es ajeno a los
médicos tratantes dentro de la Maternidad del Sur Dr. Ernesto Che Guevara. El Programa es
coordinado por cuatro (4) Promotoras de Salud y una Supervisora de la Parroquia que nombra
el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género.
La Promotora de salud del Plan de Parto Humanizado lleva el registro de actividades que la
gestante debe cumplir por parte del Plan de Parto Humanizado, según la necesidad de la
embarazada y la semana de gestación.
Por su parte, el ámbito médico en la Maternidad lleva también su propio control, en el que se
establece que toda gestante debe asistir a la institución desde las primeras semanas de su
embarazo para los cuidados periódicos con el fin de que el especialista se asegure que todo va
bien tanto para la madre como para su bebe. Mínimo deben tener 6 consultas prenatales.
Los controles prenatales se realizan generalmente en el primer, segundo y tercer trimestre del
embarazo, aunque el médico puede ordenar más controles si lo ve necesario para vigilar que el
embarazo transcurra sin contratiempos.
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Durante el desarrollo del embarazo el Plan de Parto Humanizado promueve entre las
embarazadas las actividades que son propias de este programa, y atiende a las que desean
participar en las mismas, creándole las condiciones necesarias.
No obstante, no todas las embarazadas participan de estas actividades, que son realmente muy
beneficiosas para ellas, ya que realizan ejercicios fisiológicos que les ayudan a tener un parto
feliz y un proceso de embarazo en condiciones ideales.
Se alegan muchas razones, entre esas el desinterés de las mismas embarazadas, otras
manifiestan que es por desconocimiento y por falta de una promoción continua.
Del mismo modo, hay gestantes que tampoco acuden responsablemente a todos sus controles
médicos, lo cual representa riesgos para su proceso de parto.
En este sentido, tomando en cuenta la importancia que tienen para la mujer gestante la
combinación de ambos cuidados, los cuidados médicos y los de Parto Humanizado, es necesario
que los dos ámbitos trabajen juntos desde el principio del embarazo, a fin de contribuir desde la
Maternidad Dr. Ernesto Che Guevara para que se fortalezca la participación de las mujeres en el
Plan de Parto Humanizado, y así mismo, que el Plan de Parto Humanizado contribuya para el
desarrollo de un embarazo sin problemas y un parto feliz.
A los fines de que haya un trabajo coordinado entre el Plan de Parto Humanizado y la parte
médica de la Maternidad del Sur Dr. Ernesto Che Guevara, proponemos que las pacientes que
son captadas por las Promotoras de Salud para el Plan de Parto Humanizado sean incorporadas
inmediatamente a la institución a través de la historia clínica, y que se desarrolle entre las dos
ámbitos de atención una vinculación coordinada para garantizar que la mujer gestante obtenga
el máximo aprovechamiento de los servicios que se ofrecen desde ambas instancias.
Lo anterior implica que se debe promocionar de manera articulada entre los dos ámbitos la idea
de que ambas instancias de atención son importantes en dicha Institución, y benefician aún más
a la mujer gestante.
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Así mismo, entre los dos ámbitos se debe lograr una apropiada organización y coordinación de
las tareas respectivas, así como una acertada concientización a todos los sujetos involucrados,
en los cuidados médicos y de Parto Humanizado, para que se logren los objetivos de cada
ámbito y las mujeres embarazadas obtengan los beneficios que desde ambos espacios se ponen
a su disposición.
Dicho Formato contiene la información que requieren los médicos, las Promotoras de Salud del
Plan de Parto Humanizado y las mujeres gestantes, la cual será el punto de partida para poder
desarrollar un control prenatal integral y saludable, donde se involucren todos.
Las Promotoras de salud captan a las pacientes desde su comunidad y las envían a la institución
para su apertura de Historia clínica. El médico tratante envía a la gestante cuando cumpla las 25
semanas de gestación a Parto Humanizado. Allí toman una cita para la asistencia y comienzo de
sus ejercicios. Comienza su participación en el programa, que ofrece temas educativos además
de las actividades fisioterapéuticas y demás.
Cuando llegan a las ultimas semanas y han alcanzado el objetivo de cumplir con todas las series
de ejercicios, según la semana de gestación, llega el momento más querido, ya él bebe viene en
camino, comienzan los dolores de parto, la gestante se dirige a la institución y elige a la
Promotora para que la acompañe en su proceso de parto.
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2. 1 De parte de la Maternidad se designará a la Coordinadora de consultas Prenatales para que
mantenga la articulación con el Plan de Parto Humanizado, y será la responsable de lograr la
fusión armónica de las dos instancias de atención, y de que todo lo planeado se lleve a cabo.
2.5 Mensualmente, al final de cada mes, se evaluarán las estadísticas de las mujeres que han
tenido un control óptimo e integral. Y se hará una mención honorífica para gratificar el esfuerzo
y estimular a las demás.
2.6 Anualmente se llevará a cabo una jornada de reconocimiento a la labor destacada del
personal de salud y de Parto Humanizado
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CONCLUSIONES
Las razones clasistas inciden debido a la capacidad o incapacidad económica de las gestantes,
quienes, si cuentan con recursos económicos, o pertenecen a una familia de clases ricas,
pueden optar a unas condiciones humanizadas para dar a luz a sus hijos e hijas, ya que existen
en muchos países espacios para dar a luz en donde la violencia obstétrica se reduce al mínimo y
la mujer parturienta cuenta con muchas más ventajas, posibilidades de confort, y de respeto a
sus Derechos de Humanas.
Las razones racistas por su parte, constituyen una realidad mucho más dramática, porque la
mujer indígena o negra, que además es mayoritariamente pobre, pasa a menudo por una doble,
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y hasta una triple ración de violencia obstétrica, ya que las mujeres de razas diferentes no
cuentan con el mismo aprecio y respeto que una mujer blanca en nuestras sociedades
modernas y occidentalizadas.
Por último, hay contextos en los que la violencia obstétrica viene dada por razones políticas,
como, por ejemplo, los países que han sido expuestos a condiciones de vida por debajo de los
estándares humanos normales debido a una situación de guerra, que, en la mayoría de los
casos, ha sido impuesta externamente por los centros del poder geopolítico mundial.
Tal es el caso de países como Palestina, Libia, Siria, Irak, y nuestro país, Venezuela, en donde los
poderes hegemónicos como los Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, en su afán por
proteger sus intereses mezquinos, imponen arbitrariamente su poder en el plano geopolítico
mundial, destruyendo las vidas de millones de seres humanos, y exponiendo la experiencia del
parto a una condición de extrema necesidad en la mayoría de los casos.
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RECOMENDACIONES
Las recomendaciones que comparto en este trabajo van dirigidas al logro de la eficacia en la
gestión pública en salud, que, al igual que en las demás esferas de la actuación pública en
nuestro país, ha sufrido por largas décadas la carencia de una cultura de la solidaridad, de la
eficacia y de la corresponsabilidad, porque estos son principios ausentes en la cultura
tradicional del servidor o servidora pública que hemos heredado.
Esta cultura tradicional del servidor o servidora pública nacional, requiere de una acción cultural
reparadora, una acción de contracultura, llevada a cabo por servidores y servidoras de
conciencia crítica, y conciencia histórica, como señalaba Paulo Freire. Esto es posible, si
tenemos presente que estas acciones de contracultura, orientadas a fortalecer los cambios y las
propuestas que actualmente se impulsan desde la política pública venezolana, son para mejorar
la calidad de vida y favorecer la vida integral de todos y todas en nuestro país, y en el mundo
que habitamos y compartimos. Esto significa que nuestras acciones de contracultura deben ser
inspiradas por el amor, como decía el Dr. Ernesto Che Guevara, un amor que debemos expresar
hacia todas las tareas que realizamos, y hacia todo lo que nos rodea
Mi recomendación al personal de salud en la Maternidad del Sur Dr. Ernesto Che Guevara, y a la
Promotoras de Salud del Plan de Parto Humanizado, es que seamos servidores y servidores
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públicas de conciencia crítica y de conciencia histórica, que es la conciencia que logra los
cambios necesarios. La gestión pública en salud requiere estos niveles de conciencia, que es lo
que nos llevará a luchar corresponsablemente, y solidariamente, para mejorar la eficacia de
nuestra gestión pública en salud, y permitirá que la actual política pública de salud nos ayude
más a todos y todas.
Esto no es tarea fácil, estamos conscientes de ello. No obstante, como toda acción de
contracultura, es un proceso que se va gestando a veces desde las acciones más pequeñas,
hasta que se logran instaurar sólidamente los principios de la cultura liberadora en nuestro
accionar público.
Es importante que el personal de salud de la Maternidad del Sur Dr. Ernesto Che Guevara y las
Promotoras de salud del Plan de Parto Humanizado logremos niveles satisfactorios de
articulación para un trabajo conjunto, en aras de alcanzar los objetivos de salud integral y
alternativa para las mujeres gestantes y para la comunidad que atendemos. Nuestros esfuerzos,
hasta el más pequeño, será importante en este proceso.
Finalmente, para lograr los objetivos de brindar bienestar a la población, es necesario desplegar
mayores esfuerzos y mejorar todas las estrategias que garanticen cada vez más los servicios que
se ofrece actualmente en la gestión pública de la salud a las personas que son carentes de salud,
y que los reciban realmente.
Siempre se ha planteado que la salud es gratuita, con valores de alta calidad humana, por eso
se deben reforzar y mantener criterios éticos, humanísticos y profesionales como la empatía, la
solidaridad, la disponibilidad inmediata de atención, y la disposición para solventar situaciones
que se presentan diariamente en las comunidades o centros de salud gratuitos.
Y como proclamó el Dr. Ernesto Che Guevara, seamos “militantes del amor, militantes de la
conciencia, seamos ejemplo de la conciencia del deber social, seamos instrumentos de un
proyecto superior, seamos reflejo de esos valores, echemos abajo el egoísmo, las ambiciones
personales, el personalismo, el grupalismo, porque nos debemos a la sociedad”
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
TEXTOS
Touraine, Alain. (2006). Un nuevo paradigma para comprender el mundo de hoy. 2da.
Reimpresión. (Traducido del francés por Agustín López Tobajas). Buenos Aires: Paidós/Estado y
Sociedad. Pp. 13-187.
REVISTAS
Freire, Paulo.1969. “Acción cultural liberadora. Entrevista a Paulo Freire”. En Revista VÍSPERAS.
Nueva York: Movimiento Internacional de estudiantes católicos. No. 10. Pp.23-28.
FUENTES ELECTRÓNICAS
35
Gobierno Bolivariano de Venezuela. Plan Parto Humanizado. Disponible en:
http://www.minci.gob.ve/especial-plan-parto-humanizado-protege-a-la-mujer-en-estado-de-
gestacion-2/. Fecha de acceso: 25 de mayo 2020
Rodríguez Morales, José Ramón. 2008. Misión Barrio Adentro: Modelo de Salud Integral
Comunitaria. Disponible en: http://www.epsjv.fiocruz.br/upload/d/domingo_20130122.pdf.
Fecha de Acceso: 02 de junio 2020
Segura del Pozo, Javier. 2012. Medicina Integral Comunitaria (MIC): Formación médica
alternativa en Venezuela. Disponible en:
http://www.madrimasd.org/blogs/salud_publica/2012/01/22/133033. Fecha de Acceso: 25 de mayo
2020.
TEXTOS JURÍDICOS
Gobierno Bolivariano de Venezuela. Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a vivir una
vida libre de violencia. Sancionada el 25 de noviembre del 2006, publicada en Gaceta Oficial
Número 36.668, el 23 de abril del 2007. Reformada parcialmente según Gaceta oficial No.
40.548 el 25 de noviembre del 2014.
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ANEXOS
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Maternidad del Sur Dr. Ernesto che
Guevara
Control Asistencia
Programa Parto Humanizado
Fecha Semana de gestación: 25 Tema educativo: Promotora:
Transformación del
cuerpo
Ejercicios: Estiramiento, adaptación y corrección de Observaciones:
movimiento
38
movimiento.
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40