G-1) Hechos de Los Apóstoles (T.s.e.)

TEXTO DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS
HECHOS DE LOS APÓSTOLES
La Historia Neo-testamentaría de los grandes Avivamientos que ocurrieron en la época de los Apóstoles
y de la rápida expansión que tuvo el Evangelio en el primer siglo de la era cristiana
“… recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,

y me seréis testigos en Jerusalén,…Judea,…Samaria, y hasta lo último de la tierra”
Hechos 1:8
Esta Obra Exegética ha sido elaborada y publicada

por la
Missionary School Of Theology Rhema
¡Atención! :
Este Material, en su totalidad, ha sido elaborado, editado y publicado por la
Missionary School Of Theology Rhema, la cual:
1) Prohíbe comercializar (vender) este Material, ya sea en archivos, impreso o

de cualquier otra forma.
2) Escuelas o Institutos que cobren Inscripción, o Mensualidad, o Módulos, etc.,

para usar este Material deben pedir el respectivo permiso y autorización al
Ministerio Rhema (theologyrhema@hotmail.com – secrerhema@gmail.com).
3) Todos aquellos que de una forma individual o en grupo deseen estudiar las
Sagradas Escrituras sin ningún costo (sin cobrar un solo peso), pueden usar
TODO este Material, ya sea en archivos, imprimirlo, o de cualquier otra
forma, pues este Material se hizo fue para la Edificación del pueblo de Dios
(esa es la razón por la cual este Material existe), de tal manera “… que la
palabra del Señor corra y sea glorificada,…” 2 Ts 3:1.
Muchas gracias. Bendiciones.

TEXTO DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS
La Historia Neo-testamentaría de los grandes Avivamientos que ocurrieron en la época de los Apóstoles
y de la rápida expansión que tuvo el Evangelio en el primer siglo de la era cristiana

Hechos 1:8
Esta Obra Exegética ha sido elaborada y publicada

por la
Missionary School Of Theology Rhema
(07)
DATOS DE ESTA IMPRESIÓN
Categoría : Texto de las Sagradas Escrituras
Nombre : Hechos de los Apóstoles
Materia Prima, Elaboración e Impresión : Barranquilla, Atlántico

Plastificadora La Bendición (Cl 41 N° 41-87 / Local 1ª)
N° de Ejemplares Impresos : Aprox. 40
Biblia de Texto : Reina- Valera 1960
Publicado Por : Esta Obra ha sido publicada por la Missionary School of Theology Rhema
Enero – 2016
La legalidad de este documento,

Pende sobre la Missionary School Of Theology Rhema;
Atribuirlo a otra Organización, es de carácter ilegal
Los Ministerios que no están asociados a la Missionary School Of Theology Rhema,

Pueden usarlo bajo el permiso y la autorización de ésta
PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL

(08)
LEGITIMIDAD Y LEGALIDAD
La Legitimidad y la Legalidad de la Missionary School Of Theology Rhema, es conferida y regulada por las dos
Autoridades Pertinentes: La Autoridad Bíblica y la Autoridad jurídica.
Legitimidad y Legalidad Bíblica

La Missionary School Of Theology Rhema opera Amparada y Fundamentada en los siguientes textos y fragmentos
de las Sagradas Escrituras:
“Por tanto, id, y HACED DISCIPULOS a todas las naciones,…”

Mt 28:19
“Y él mismo (Jesús) constituyó… MAESTROS,”
Ef 4:11
“…que LA PALABRA DEL SEÑOR CORRA…”
2 Ts 3:1
“…ocúpate en la lectura,…y LA ENSEÑANZA”
1 Ti 4:13
“Lo que has oído de mi ante muchos testigos, esto ENCARGA a hombres fieles que sean idóneos PARA ENSEÑAR también a otros”
2 Ti 2:2
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil PARA ENSEÑAR,…”
2 TI 3:16
“…exhorta CON…DOCTRINA”
2 Ti 4:2
Legitimidad y Legalidad Jurídica

La Missionary School Of Theology Rhema opera en Conformidad con lo Establecido y Ordenado por
la Constitución Nacional de Colombia en su Artículo 19, y por la Declaración Universal de los Derechos Humanos
en su Artículo N° 2, ordenado por la Organización de las Naciones Unidas, los cuales sancionan lo siguiente:
“Se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual
o colectiva….”
Constitución Nacional de Colombia
Art. 19
“Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna
de raza, color, sexo, idioma, religión,…”
Declaración Universal de los Derechos Humanos
(ONU)
Art. 2
Además, para los efectos legales en los casos que así lo requieren, la Missionary School Of Theology Rhema cuenta con la representación del Número de
Identificación Tributaria (NIT) adjudicado a uno de sus representantes, Certificado con el numero: 72 247 976-6, expedido en la ciudad de Barranquilla,
Atlántico, el 22 de Octubre del 2009, en las instalaciones de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN)
NOTA: Otra clase de aspectos jurídicos relacionados con la Missionary School Of Theology Rhema, hacen parte del paquete asignado para el Proceso de Tramitología
(09)
Datos
PERSONALES
y generales
Año Teológico : ____________

Año Calendario : ____________
Alumno(a) : __________________________________________
D.I. N° : _________________________
N° Celular : _________________________
E-Mail : _________________________
_________________________
Estudio Teológico
_________________________
Categoría
______________
Intensidad Horaria
_________________________
Maestro (a)
(10)
CONTROL DE CLASES
La siguiente Tabla, tiene como fin registrar donde termina una Clase, para así saber
con exactitud donde comienza la próxima Clase.
MES DIA N° CLASE PAG.
1
2
3
4
(11)
PRONTUARIO
En este estudio, usted verá, entre otras cosas:
 ¿Qué dice la tradición acerca del Escritor de Hechos?

 ¿Qué dice la biblia acerca del Escritor de Hechos?
 Los tres propósitos principales por los cuáles se escribió Hechos

 Los principales temas de Hechos
 La cronología interna de Hechos
 La clasificación general de Hechos
 El ministerio del apóstol Pedro entre los judíos

 El ministerio del apóstol Pablo entre los gentiles
(12)
CONSEJOS PEDAGOGICOS
Los siguientes, son Consejos Prácticos para una mejor Comprensión, Asimilación y Retención
en los estudiantes:
1. Se aconseja al alumno LEER TEXTUALMENTE en la biblia todas las citas bíblicas que
aparecen en este Módulo
2. Se aconseja leer y estudiar este Módulo de una forma sistemática, es decir, de principio a
fin, y no de una forma salteada
3. Cuando se esté en Clases, se aconseja no leer el Módulo en el momento en el que se esté

dando una explicación en el tablero; Es aconsejable atender a la explicación y en el momento
indicado acudir al Módulo
(13)
TABLA DE CONTENIDO
Datos de esta impresión….. 07

Legitimidad y legalidad ….. 08
Datos personales y generales ….. 09
Control de clases ….. 10
Prontuario ….. 11
Consejos pedagógicos ….. 12
Tabla de contenido ….. 13
Texto bíblico clave ….. 15
Introducción ….. 17
Bosquejo …. 19
Primera parte: El Escritor de Hechos de los Apóstoles ….. 21
Segunda parte: Estudio Externo Resumido (Generalidades) ….. 27
Tercera parte: Estudio Interno (Capítulo por Capítulo) ….. 45
Conclusión ….. 59
Versículo de clausura ….. 61
Bibliografía ….. 63
Auto-control de notas y calificaciones ….. 65
Formato oficial para trabajos escritos ….. 67
(15)

Hechos 1:8
(17)
INTRODUCCIÓN
Al igual que todos los textos de las Sagradas Escrituras, Hechos de los Apóstoles también posee
ciertas particularidades propias, las cuales son de interés general, que ameritan estudiarse y
conviene conocerlas.
Estas particularidades son las siguientes:
Su Contenido y ubicación
Su Clasificación de estudio
Contenido y ubicación
Por su contenido interno y su ubicación en el Nuevo Testamento, Hechos de los apóstoles se

asemeja al libro de Josué en el Antiguo Testamento.
Contenido
El libro de Josué muestra el liderazgo ministerial de Josué, quien continuó la obra que comenzó
Moisés.
Hechos de los apóstoles muestra los hechos del Espíritu Santo, quien continuó la obra que
comenzó Cristo.
Son dos escritos con un alto contenido de acción, movimiento, batallas y conquistas.
Josué relata la poderosa conquista territorial de Canaán por el pueblo de Israel: “…levántate y
pasa…tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel” (Jos 1:2).
Hechos relata la poderosa conquista espiritual de Jerusalén, Judea, Samaria, Palestina, Siria,
África del norte, Asia menor y Europa mediterránea por la iglesia de Cristo: “…recibiréis poder,
cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén,…Judea,…Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hch 1:8).
Josué narra las batallas del pueblo de Israel contra los cananeos, quienes se oponían al
establecimiento judío; Hechos narra las batallas de la iglesia contra el diablo, los demonios y
todo el reino de las tinieblas quienes se oponían a la predicación y establecimiento del
evangelio.
De todo el Antiguo Testamento Josué es el libro con mayor contenido geográfico, y de todo el
Nuevo Testamento Hechos es el escrito que más geografía tiene.
(18)
Ubicación
Hechos es para el Nuevo Testamento, lo que Josué es para el Antiguo Testamento: Hechos es la
continuación de lo que comenzó en los evangelios, así como Josué es la continuación de lo que
comenzó en el pentateuco.
Josué une y conecta al pentateuco con el resto del Antiguo Testamento; Hechos une y conecta
los evangelios con el resto del Nuevo Testamento.
Clasificación de estudio
Con el fin de no omitir nada y simultáneamente ser claro y fácil de entender, el estudio de
Hechos de los apóstoles se clasifica en tres partes:
I Parte : EL ESCRITOR
II Parte : ESTUDIO EXTERNO RESUMIDO (Generalidades)
III Parte : ESTUDIO INTERNO (Capítulo por Capítulo)
La primera parte, trata acerca de la persona que lo escribió; La segunda es un comentario

general acerca de lo que contiene, y la tercera es la interpretación y explicación capítulo por
capítulo.
(19)
BOSQUEJO
PRIMERA PARTE: EL ESCRITOR DE HECHOS DE LOS APÓSTOLES
1. Lo que dice La Tradición

2. Lo que dice La Biblia
SEGUNDA PARTE: ESTUDIO EXTERNO RESUMIDO (Generalidades)
1. Los Propósitos del Libro

2. Los Temas Principales del Libro
3. La Cronología Interna del Libro
4. La Clasificación General del Libro
TERCERA PARTE: ESTUDIO INTERNO (Capítulo por Capítulo)
1. Capítulos 1 al 12: El Ministerio del Apóstol Pedro entre los Judíos (Jerusalén y áreas vecinas)
2. Capítulos 13 al 28: El Ministerio del Apóstol Pablo entre los Gentiles (Siria, Asia Menor y Europa Mediterránea)
(21)
Primera Parte
EL ESCRITOR DE HECHOS DE LOS APÓSTOLES
El tercer evangelio (Lucas) y Hechos de los apóstoles fueron escritos por una misma persona. Esto
lo dicen en sus mismas páginas estos dos libros inspirados por el Espíritu Santo:
Lucas 1:3 = “me ha parecido también a mí,…escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo,”
Hachos 1:1 = “En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de…”
Entonces, es bíblico que el escritor del tercer evangelio también escribió hechos de los apóstoles, y
que ambas Obras se las envío a una misma persona: A Teófilo.
Sin embargo, el nombre del escritor, o quien fue ese escritor, no lo sabemos. Ninguno de los dos
libros lo dice.
Con respecto al escritor del tercer evangelio y de Hechos de los apóstoles veamos lo que dice “la
tradición” y lo que dice “la biblia”.
1. LO QUE DICE LA TRADICIÓN

Se le llama “tradición” a los comentarios y afirmaciones registradas en documentos antiguos que
fueron escritos durante los tiempos bíblicos o algunos siglos después, y que aunque tienen que ver
con la biblia, no aparecen en la biblia.
Con relación a la biblia, existen dos tradiciones: La “tradición judía” y la “tradición cristiana”.
La tradición judía tiene que ver con “el Antiguo Testamento”, y la tradición cristiana tiene que ver
con el “Nuevo Testamento” y “el cristianismo” (aunque también hace referencias al Antiguo
Testamento).
La tradición judía
Es una información escrita en documentos o libros antiguos muy sagrados para los judíos; Consisten
en historias, explicaciones y comentarios acerca del Antiguo Testamento que hicieron grandes
rabinos (maestros) judíos de la antigüedad.
Entre esos libros, están “los Targumes” y “el Talmud”.
La tradición cristiana
Son los comentarios y afirmaciones registradas en documentos escritos en los primeros siglos del
cristianismo por cristianos de esa época cuyo contenido aunque hace ciertas referencias al Antiguo
Testamento tiene que ver principalmente con el cristianismo, pero no fue inspiración del Espíritu
Santo; Lo que dicen no aparece en el Nuevo Testamento.
Algunas de esas afirmaciones son serias y su información es muy valiosa e importante; Sin embargo,
por el hecho de no aparecer en el Nuevo Testamento, lo que dicen no se puede dar por hecho.
Hechos de los Apóstoles Esta Obra ha sido elaborada y publicada por la Missionary School Of Theology Rhema
(22)
A continuación, veamos lo que dicen esos documentos antiguos (la tradición cristiana) acerca del
Escritor del tercer evangelio y de Hechos de los apóstoles.
Parece ser, que la primera vez que un documento antiguo se refirió al Escritor del tercer evangelio
(y por ende, al de Hechos de los apóstoles), fue aproximadamente entre los años 120 y 170 d.C.
Se trató de una lista de libros del Nuevo Testamento, con importantes comentarios acerca de varios
de ellos.
En esa lista, el tercer evangelio apareció con el nombre de “Lucas”, constituyéndose así en la
primera fuente que atribuyó ese evangelio a Lucas.
Sin embargo, esa lista permaneció oculta muchos siglos hasta que en Italia, un hombre llamado
Ludovico Antonio Muratori (1672-1750) la descubrió. De allí que a esa lista se le ha llamado “el
Canon de Muratori”, “Fragmento de Muratori” o “Fragmento Muratoriano”.
También, otros documentos contemporáneos con el Fragmento de Muratori, escritos en el siglo II

por Ireneo, Hegesipo, Taciano, Celso, Clemente de Alejandría y Tertuliano, se refieren al tercer
evangelio con el nombre de “Lucas”.
Y no sólo enfatizan o se refieren únicamente al tercer evangelio, pues el Fragmento Muratoriano,

Ireneo, Tertuliano y Clemente de Alejandría además de atribuir a Lucas el tercer evangelio,
también claramente lo consideraron el Escritor de Hechos de los apóstoles.
Así, las tradiciones más antiguas de la época inmediatamente posterior a la de los apóstoles
atribuyeron estas dos Obras a Lucas.
Incluso, hay un antiguo manuscrito de origen armenio que en Hechos 20:13 no dice así: “Nosotros,
adelantándonos a embarcarnos,…”, sino que dice así: “Pero yo, Lucas, y aquellos que estaban
conmigo fuimos a bordo…”.
La mayoría de los eruditos coinciden con esta paternidad. Hay un acuerdo general sobre esto.
Pero, ¿Por qué atribuyeron el tercer evangelio y Hechos de los apóstoles a Lucas? ¿Por qué
precisamente a Lucas?
La prueba de mayor peso es la siguiente:

El que escribió Hechos viajó en ciertas ocasiones con el apóstol Pablo, porque en algunas citas se
incluye entre los que viajaban con él; Lucas también estuvo en ciertas ocasiones con el apóstol
Pablo, porque lo mencionó en algunas de sus epístolas.
Las epístolas que Pablo envío cuando el Escritor de Hechos no estaba con él, no mencionan a Lucas
en los saludos; En cambio, las que envío desde Roma, a donde llegó con el Escritor de Hechos (Hch
28:16;), sí mencionan a Lucas (Col 4:14; Flm 24;).
No existe una prueba de mayor peso en ninguno de los otros compañeros del apóstol Pablo, que
ésta.
(23)
Pero al hablar de Lucas, la tradición cristiana no se limita únicamente a decir que él fue el Escritor
del tercer evangelio y de Hechos de los apóstoles, sino que también dice otras cosas acerca de su
vida personal.
Lucas, cuyo nombre es el diminutivo de “Lucio”, que en latín significa “nacido de día”, según una
antigua tradición era sirio, de la ciudad de Antioquía (el escritor de Hechos conocía a fondo la iglesia
de Antioquía, y se interesaba en ella de manera particular –Hch 6:5; 11:19-27; 13:1-3; 14:26-28;
15:1-2,30-40; 18:22-23;-).
Esa misma tradición también afirma que Lucas escribió su evangelio mientras estaba en Acaya,
lugar en el que trabajó después de la muerte de Pablo.
Existe una tradición que dice que era un buen pintor, y también se afirma que pintó un cuadro de
la madre de Jesús.
Según la tradición posterior, murió en Bitinia (o Beocia). Murió sin hijos.
Jerónimo (aprox. 347-420 d.C.) dice que murió soltero, sin haber contraído matrimonio (célibe) a
los ochenta y cuatro años de edad.
2. LO QUE DICE LA BIBLIA

La biblia no dice quién fue el Escritor del tercer evangelio y de Hechos de los apóstoles, no dice
cómo se llamaba.
Ni el tercer evangelio, ni Hechos, ni el resto del Nuevo Testamento lo mencionan.
Lo que la biblia dice acerca de ese Escritor es muy poco, únicamente “tres cosas”:
Primero, que fue un “Escritor”;

Segundo, que fue un “fruto apostólico”;
Y tercero, que fue un “misionero”.
Escritor:
Las dos Obras Sagradas e inspiradas que este Escritor escribió, son las que le dan ésta distinción.
El tercer evangelio y Hechos de los apóstoles no son dos huérfanos literarios. La misma biblia dice
que tuvieron un Escritor; Y aunque no menciona el nombre de ese Escritor, tampoco lo niega ni lo
esconde, sino que claramente hace alusión a él y le atribuye estos dos libros, destacando inclusive
algunas de sus virtudes, como esta: “…después de haber investigado con diligencia…” (Luc 1:3;).
Esto quiere decir, que este Escritor “investigó con diligencia” toda la historia de Jesús.
(24)
Fruto apostólico:
El Escritor del tercer evangelio y del libro de los Hechos no se convirtió durante el ministerio de
Cristo; Él fue fruto de la predicación de los apóstoles.
Veamos por qué:
En Lucas 1:1 él afirma lo siguiente:

“…muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido
ciertísimas,”;
Es decir, que muchos escribieron la historia de Jesús tratando de contar todo en orden.
Y en el versículo 2 dice:
“tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de
la palabra,”;
Queriendo decir, que quienes le contaron a él la historia de Jesús fueron “…los que desde el
principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra,”, es decir, los apóstoles.
Esto significa, que el escritor del tercer evangelio y de los Hechos no se convirtió con la predicación
de Jesús, sino con la predicación de los apóstoles, lo que quiere decir que fue un “fruto apostólico”.
Misionero:
Sabemos que el escritor de Hechos fue Misionero, porque acompañó al apóstol Pablo en tres de
sus cuatro viajes misioneros (específicamente, a partir del segundo viaje en adelante).
Es decir, que el escritor de Hechos presenció y fue testigo ocular de muchos de los acontecimientos
que narra.
La prueba de esto es la siguiente:

A partir del capítulo 16:10 en adelante, en varias ocasiones y en distintos lugares, el Escritor emplea
la segunda persona en plural, “nosotros”, lo que claramente indica que en ese momento, el que
escribió el Libro también estaba presente.
Hch 16:
10 “…en seguida procuramos partir…Dios nos llamaba…les anunciásemos…”
11 “…vinimos…”
12 “…estuvimos…”
13 “…salimos…y sentándonos,…”
15 “…nos rogó…nos obligó a quedarnos”
16 “…íbamos…nos salió al encuentro…”
17 “…siguiendo a Pablo y a nosotros,…”
(25)
Hch 20:
5 “…nos esperaron en Troas”
6 “…nosotros,…navegamos…nos reunimos…nos quedamos…”
13 “Nosotros, adelantándonos a embarcarnos, navegamos…”
14 “Cuando se reunió con nosotros…vinimos a Mitilene”
15 “…llegamos…tomamos…llegamos…”
Hch 21:
1 “Después de separarnos…zarpamos y fuimos…”
2 “…nos embarcamos, y zarpamos”
3 “…navegamos…y arribamos…”
4 “…nos quedamos…
5 “…salimos, acompañándonos…oramos”.
6 “…abrazándonos…subimos al barco…”
7 “…nosotros…nos quedamos…”
8 “…Pablo y los que con él estábamos, fuimos…posamos…”
10 “…permaneciendo nosotros allí…”
11 “…viniendo a vernos,…”
12 “…le rogamos nosotros…”
14 “…no le pudimos…desistimos,…”
15 “…subimos a Jerusalén”.
16 “…con nosotros…nos hospedaríamos”.
17 “Cuando llegamos a Jerusalén,…nos recibieron…”
18 “…Pablo entró con nosotros…”
Hch 27:
1 “Cuando se decidió que habíamos de navegar para Italia,…”
2 “…embarcándonos…zarpamos, estando con nosotros…”
3 “…llegamos a Sidón;…”
4 “…haciéndonos a la vela…navegamos…”
5 “…arribamos a Mira,…”
6 “…nos embarcó…”
7 “…nos impedía el viento, navegamos…”
8 “…llegamos a…Buenos Puertos,…”
15 “…nos abandonamos a él y nos dejamos llevar”.
16 “…pudimos recoger el esquife”.
19 “…con nuestras propias manos arrojamos…”
20 “…habíamos perdido toda esperanza de salvarnos”.
21 “…hacía ya mucho que no comíamos,…”
37 “…éramos todas las personas en la nave doscientas setenta y seis”.
(26)
Hch 28:
1 “…supimos que la isla se llamaba Malta”.
2 “…nos trataron con no poca humanidad;…nos recibieron a todos,…”
7 “…nos recibió y hospedó…”
10 “…nos honraron…y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias”.
11 “…nos hicimos a la vela…”
12 “…estuvimos allí…”
13 “…llegamos a Regio;…llegamos… a Puteoli,”
14 “…nos rogaron que nos quedásemos…luego fuimos a Roma,”
15 “…oyendo de nosotros…salieron a recibirnos…”
16 “Cuando llegamos a Roma,…”
Según estos relatos, el Escritor de Hechos estuvo con el apóstol Pablo en Troas (cerca del año 51
d.C.) en el segundo viaje misionero, y le acompañó hasta Filipos.
En el tercer viaje, se unió al apóstol en Filipos y fue con el grupo hasta Jerusalén.
(Se desconoce lo que hizo el Escritor de Hechos en el tiempo en que Pablo estuvo preso en Cesarea).
Y por último, en el viaje que hizo el apóstol Pablo a Roma, el Escritor de Hechos lo acompañó.
Del Escritor de los Hechos nosotros aprendemos lo siguiente:

ÉL VIVIÓ LO QUE ESCRIBIÓ.
El buen predicador es aquel que “vive lo que predica”, así como también el buen maestro es aquel
que “se aplica a él mismo lo que enseña”. Lo mismo ocurre con un buen Escritor. Y el Escritor de
Hechos con su ejemplo dio testimonio de ello.
En Hechos 4:20 el escribió lo que Pedro y Juan dijeron:

“porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído”
Y en sus dos escritos él también contó lo que “vio” y “oyó”:
En Hechos él contó lo que vio en la obra misionera, y en el tercer evangelio contó lo que él oyó
acerca de Jesús.
(27)
Segunda Parte
ESTUDIO EXTERNO RESUMIDO (Generalidades)
Hechos de los apóstoles es un libro único y singular. Su emotivo relato tiene que ver principalmente
con la predicación misionera, las almas y el poder.
HECHOS ES EL MEJOR MANUAL PARA LA OBRA MISIONERA QUE JAMÁS SE HALLA ESCRITO. En él
encontramos el motivo para las misiones. La misión única era la de traer a los hombres a un
conocimiento salvador de Jesucristo. El Señor era el único tema, y la palabra de Dios constituía la
única arma.
Los cristianos de este tiempo cuando comienzan a leer Hechos, se dan cuenta que la iglesia actual
no ha hecho ni sufrido nada en comparación con la iglesia de la época de los apóstoles.
Debido a que Hechos pertenece al tiempo de los apóstoles, los sucesos narrados en el libro tuvieron
lugar en la época que ha sido llamada “el periodo de la edad apostólica”.
Es decir, que Hechos cuenta la historia de las cosas que sucedieron después de los evangelios.
En ésta Segunda Parte (Estudio Externo Resumido) hablaremos del Libro de una forma general, es
decir, de lo que él habla o contiene, con el fin de proporcionar de esta manera una visión clara y
amplia acerca de lo que trata el Libro de los Hechos.
1. LOS PROPÓSITOS DEL LIBRO

El Espíritu Santo inspiró al escritor de Hechos de los apóstoles a escribir este libro con tres
propósitos principales; Estos tres propósitos fueron los siguientes:
Primero, “cumplimiento”; Segundo, “complemento”; Y tercero, “transición”.
a) Cumplimiento
Uno de los propósitos de Hechos de los apóstoles es mostrar dos grandes cumplimientos:
Uno por parte de Dios (el derramamiento del Espíritu Santo);
Y otro por parte de los apóstoles y discípulos (la gran comisión, es decir, la predicación).
El derramamiento del Espíritu Santo

En el Antiguo Testamento Dios hizo dos grandes promesas, estas fueron: La venida del Mesías y la
venida del Espíritu Santo. No fueron las únicas promesas de Dios en el Antiguo Testamento, pero si
las más grandes e importantes.
La promesa de la venida del Mesías se encuentra muy a menudo en el Antiguo Testamento y en
conjunto reciben el nombre de “Profecías o promesas mesiánicas” (Isa 7:14; 9:1-7; etc.).
La promesa de la venida del Espíritu Santo, a diferencia de la primera, no es tan frecuente en el
Antiguo Testamento (Isa 44:3; Joel 2:28-32;).
(28)
Los primeros cuatro libros del Nuevo Testamento, más conocidos como “los evangelios”, muestran
el cumplimiento de la primera promesa, es decir, muestran la venida del Mesías (Mat 1:22-23; Luc
2:1-38;).
Y el Libro de Hechos de los apóstoles muestra el cumplimiento de la segunda gran promesa, es
decir, muestra la venida del Espíritu Santo (Hch 2:1-4, 14-21;).
Los evangelios narran lo hecho por el Mesías como cumplimiento de la promesa del Padre. Hechos
nos muestra lo realizado por el Espíritu Santo también como cumplimiento de la otra promesa hecha
por el Padre.
En los evangelios, los milagros, las sanidades, las resurrecciones, las conversiones y la predicación
de las buenas nuevas se presentan como consecuencia de la venida de Cristo. Lo mismo ocurre en
Hechos: La primera iglesia, la rápida expansión del evangelio y los poderosos milagros, se presentan
como resultado de la venida del Espíritu Santo.
La gran comisión
Los evangelios hablan de una orden y mandato que Cristo le dio a sus discípulos antes de irse al
cielo. Esa orden fue que predicaran el evangelio en todo el mundo, comenzando desde Jerusalén:
“…Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” Mar 16:15
“…que se predicase…en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén” Luc 24:47
Pero les dejó bien claro que esto lo harían sería después que recibieran el Espíritu Santo:
“…recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,
y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”
Hch 1:8
Es decir, que cuando el Padre cumpliera con su promesa de enviar el Espíritu Santo, los discípulos
debían cumplir con la orden de predicar en todo el mundo. Así que, el cumplimiento por parte de
Dios llevaría al cumplimiento por parte de los discípulos.
Hechos de los apóstoles es el Libro del Nuevo Testamento encargado de contar detalladamente
como los discípulos y la iglesia primitiva cumplieron la gran comisión. Este libro no solo muestra
el cumplimiento de Dios (enviando el Espíritu Santo), sino que también muestra el cumplimiento
de los discípulos (predicando la palabra).
Por eso es que este libro resalta y hace tanto énfasis en la predicación de la palabra.
De esta manera, claramente vemos que uno de los principales propósitos del Libro de los Hechos
es mostrar esos dos cumplimientos: Primero el cumplimiento de Dios y luego el cumplimiento de
los discípulos.
(29)
b) Complemento
Otro de los propósitos de Hechos de los apóstoles es continuar con la historia que ya se había
comenzado en el tercer evangelio.
Es decir, en otras palabras, “Hechos de los apóstoles” es la continuación de “el evangelio de Lucas”.
Veamos por qué.
El “segundo” tratado
Hechos de los apóstoles comienza de la siguiente manera:
“En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer…”
(Hch 1:1;).
Según estas palabras de saludo y dedicatoria, claramente nos damos cuenta de tres cosas:
Primero, el Libro de Hechos fue escrito para un hombre llamado Teófilo;

Segundo, antes de enviarle a Teófilo el Libro de Hechos, ya le habían enviado un primer libro al que
llaman “EL PRIMER TRATADO” (evidentemente, “el primer tratado” fue “el evangelio de Lucas”, Luc
1:1-3;). Es decir, que tanto el evangelio de Lucas cómo el Libro de Hechos fueron enviados a una
misma persona: A Teófilo;
Y tercero, el mismo que escribió y envío el evangelio de Lucas, fue el mismo que escribió y envío el
Libro de Hechos. Ambos Libros son del mismo escritor.
Entonces, lo que el escritor de Hechos está diciendo aquí, es que la historia que él comenzó en el
evangelio de Lucas, la va a seguir y a continuar en el Libro de Hechos.
De esta forma, llama al evangelio de Lucas “EL PRIMER TRATADO”, y presenta al Libro de Hechos
cómo “EL SEGUNDO TRATADO”.
En el evangelio de Lucas él habló “…acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,
hasta el día en fue recibido arriba,…” (Hch 1:1-2;).
Es decir, en el Libro de Lucas él contó la historia del ministerio de Jesús desde su comienzo hasta el
día de su ascensión.
En el Libro de Hechos él cuenta lo que sucedió en la tierra con los apóstoles y los discípulos después
que Jesús se fue al cielo.
El último capítulo de Lucas termina con la ascensión, es decir, con la ida de Cristo al cielo (Luc
24:50-53;).
El primer capítulo de Hechos comienza con la ascensión, es decir, también contando como se fue
Cristo al cielo (Hch 1:4-11;).
Así que, Hechos comienza donde termina Lucas, con el fin de continuar minuciosamente la misma
historia sin volarse ni saltarse nada.
(30)
c) Transición
De “los evangelios” al Libro de “los Hechos” se produjeron tres transiciones importantísimas, es
decir, tres cambios trascendentales que dieron lugar al reemplazo de unos movimientos por otros.
Uno de los propósitos del Libro de los Hechos es mostrar cómo se dieron esos cambios.
Transición ministerial
Los evangelios muestran el ministerio de Cristo aquí en la tierra antes de la venida del Espíritu Santo;
Hechos muestra el ministerio del Espíritu Santo aquí en la tierra después que Cristo se fue para el
cielo.
De esta manera, Hechos muestra la transición que hubo del ministerio de Cristo al ministerio del
Espíritu Santo.
Transición del reino

Los judíos (el pueblo de Israel) fueron el pueblo que Dios escogió en el Antiguo Testamento para
que tuvieran y llevarán su nombre a las naciones (Isa 43:10-12;).
Pero los judíos, en lugar de hacer que los paganos se convirtieran a Dios, terminaban ellos
convirtiéndose a los paganos y adorando los ídolos de las otras naciones. Esto hizo que con el tiempo
Dios se cansara de ellos y los desechara.
En los evangelios Jesús anunció que el reino de Dios sería quitado a los judíos y sería dado a la
iglesia:
“Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros,

y será dado a gente que produzca los frutos de él” Mat 21:43
Hechos de los apóstoles muestra a la iglesia siendo usada poderosamente por Dios para proclamar
su reino mientras que a los judíos los muestra fuera de la voluntad de Dios, persiguiendo a la iglesia
y desprovistos totalmente de todo lo que Dios les había dado.
De esta manera, Hechos muestra la transición que hubo del reino de Dios entre los judíos al reino
de Dios en la iglesia.
Transición territorial
En los evangelios, la predicación se hizo principalmente en territorio judío. El territorio judío era la
prioridad. Cuándo Jesús envío a los apóstoles a predicar, les dijo lo siguiente:
“…Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis,
sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel” Mat 10:5-6
Sin embargo, Hechos de los apóstoles muestra cómo la predicación cruzó rápidamente las
estrechas fronteras del judaísmo hasta llegar al territorio no judío; Y muestra que con el tiempo,
la predicación en territorio gentil desplazó casi que absolutamente al territorio judío.
De esta manera, Hechos muestra la transición que hubo del evangelio en territorio judío al
evangelio en territorio gentil.
(31)
2. LOS TEMAS PRINCIPALES DEL LIBRO

De los veintisiete textos inspirados por el Espíritu Santo que conforman el Nuevo Testamento,
únicamente dos tienen veintiocho capítulos: Mateo y Hechos; Sin embargo, el capítulo veintiocho
de Hechos tiene más versículos que el de Mateo.
Esto hace que Hechos de los apóstoles sea el Libro o texto más extenso de todo el Nuevo
Testamento, y por lo tanto, que su contenido sea bastante amplio y abultado.
Sin embargo, a continuación hablaremos brevemente de los Temas más importantes, relevantes y
trascendentales de todo el Libro; Aquellos Temas que el mismo Libro Sagrado resalta una y otra vez
en sus avivadas páginas.
a) La venida del Espíritu Santo

Se presenta como cumplimiento de una promesa hecha por el Padre en el Antiguo Testamento, y
recordada por Jesucristo en el Nuevo (Joel 2:28-29; Luc 24:49; Jn 15:26; Hch 1:4; 2:16-18; 2:33;).
Ese día se inició el período de tiempo conocido como “los postreros días”; Desde entonces esta
expresión se repite en muchos de los pasajes del Nuevo Testamento.
Si desde hace dos mil años estamos en los postreros días, entonces, ¿Cómo podríamos llamar a
nuestro tiempo en el pleno siglo XXI (año 2016)?. Sin duda alguna, estamos ya en “lo último” de “lo
último”.
En el Libro de los Hechos sobresalen tres funciones del Espíritu Santo: Una para con Cristo, otra
para con la iglesia y otra para con el mundo.
Para con Cristo:

El Espíritu Santo es quien glorifica a Jesucristo en la vida de las personas. El Padre glorificó a Cristo
en el cielo (Jn 8:54; 12:16; 17:1, 4-5; Hch 3:13; Heb 5:5;); Corresponde al Espíritu Santo glorificarlo
en la tierra (Jn 16:13-14;).
Esto quiere decir que es el Espíritu Santo quien forma a Cristo como Señor y dueño de una persona
(1 Cor 12:3;). Ni aún la misma persona lo puede hacer, puesto que esto es un milagro divino; Lo
único que corresponde hacer a la persona es anhelarlo: “No quiero vivir yo, quiero que en lugar mío
viva Cristo”, y entonces, el Espíritu Santo actúa.
(32)
Para con la iglesia:

El Espíritu Santo fue derramado sobre la iglesia con dos propósitos principales:
Primero, llenarla de poder para que pudiera cumplir la orden de predicar el evangelio en todo el
mundo (Hch 1:8;).
Ese poder les daba valor y denuedo para predicar la palabra y también les fortalecía en medio de la
época y los tiempos que vivían (“…las iglesias…se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo”
Hch 9:31;).
Y segundo, dirigirla y guiarla. El Espíritu Santo es quien dirige a la iglesia en la tierra. Él es quien la
guía hacía dónde y cómo realmente debe conducirse.
Cristo dijo: “…él os guiará a toda la verdad;…” (Jn 16:13;).
Por eso, en todo el Libro de los Hechos se muestra al Espíritu Santo en algunas ocasiones
escogiendo hombres santos para la obra del Señor (Hch 13:2;); En otros casos prohibiendo la visita
a ciertos lugares (Hch 16:6-7;), y también dando órdenes e instrucciones a ciertos ministros acerca
de lo que debían hacer y a donde debían ir (Hch 8:29; 10:19-20;).
La presencia del Espíritu Santo en la iglesia, la convirtió en lo que jamás pudo ser la nación de Israel:
La imagen visible de Dios en la tierra.
Para con el mundo:

Jesucristo dijo: “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio”
(Jn16:8;).
El Espíritu Santo es quien hace que las personas incrédulas entiendan y reconozcan realmente la
condición pecaminosa en que se encuentran, para que luego se arrepientan.
Esto lo hace a través del testimonio y la predicación usando a los cristianos (Jn 15:26-27; Hch 5:32;
1 Jn 5:8;).
b) La iglesia
Hechos no muestra “el nacimiento” de la iglesia, Hechos muestra “el comienzo” de la iglesia el día
de Pentecostés (Hch 2;).
La iglesia no nació el día de Pentecostés, la iglesia nació en la cruz del calvario el día que Cristo murió
(Jn 19:34;).
Natural y biológicamente hablando, primero se comienza a vivir (en el vientre de la madre) y luego
se nace (a los nueve meses); Espiritualmente es lo contrario: Primero se nace y después se comienza
a vivir. Nadie puede comenzar a vivir la vida que a Dios le agrada si primero no ha nacido de nuevo.
Primero tiene que nacer de nuevo, para entonces sí comenzar a vivir la vida que a Dios le agrada.
La iglesia primero nació en la cruz del calvario, y después comenzó su ministerio el día de
pentecostés.
(33)
Recordemos que Cristo después que resucitó se quedó en la tierra 40 días, y después se fue al cielo
(Hch 1:1-3); Y a los 10 días de haberse ido al cielo vino el Espíritu Santo el día de Pentecostés.
Así que, si desde que Cristo se fue hasta el día de Pentecostés pasaron 10 días, entonces desde que
Cristo resucitó hasta el día de Pentecostés, pasaron 50 días.
Esto quiere decir, que pasaron 50 días desde “el nacimiento” de la iglesia (en la cruz del calvario)
hasta “su comienzo” (el día de Pentecostés).
Hechos cuenta la historia de lo que ocurrió con la iglesia desde “su nacimiento” hasta “su
comienzo”, y también narra lo que ocurrió después de su comienzo.
Los 40 días desde que Cristo resucitó hasta que se fue (la ascensión):
Durante este tiempo, Jesús se apareció a la recién nacida iglesia “…con muchas pruebas
indubitables,…” de su resurrección, con el fin de que comprobaran que Cristo sí había resucitado, y
también estuvo “…hablándoles acerca del reino de Dios” (Hch 1:1-3;).
Los 10 días desde que Cristo se fue hasta el día de Pentecostés:

Durante este tiempo, la pequeña iglesia estuvo encerrada en el aposento alto esperando la venida
del Espíritu Santo (Hch 1:12-26;).
Desde el día de Pentecostés en adelante:

Evidentemente, después del derramamiento del Espíritu Santo, la iglesia fue otra. Aquellos que
estaban encerrados en el anonimato, ahora comenzaron a revolucionar a Jerusalén, y en un
momento pasaron del silencio a un protagonismo sin precedentes. Se convirtieron en la noticia
diaria de aquella ciudad.
Los necesitados los buscaban para recibir un milagro o una liberación y entregar sus vidas a Cristo,
mientras que los líderes religiosos y políticos los buscaban para encarcelarlos, detenerlos y matarlos.
La iglesia en Jerusalén, en un día, pasó de ser como “ciento veinte” a ser como “tres mil ciento
veinte” (Hch 1:15; 2:41;).
Era tan fuerte ese avivamiento, que la iglesia crecía todos los días: “…el Señor añadía cada día a la
iglesia los que habían de ser salvos” (Hch 2:47;).
Cuando el apóstol Pedro predicó su segundo mensaje público, se convirtieron cómo cinco mil
varones, sin contar las mujeres y los niños, que sin duda fueron muchos también (Hch 4:4;).
Posteriormente leemos lo siguiente: “Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número
así de hombres como de mujeres;” (Hch 5:14;).
Hasta aquí, lo más probable es que la iglesia pasara de diez mil miembros.
(34)
El capítulo 6:1 dice: “En aquellos días, como creciera el número de los discípulos,…”; Es decir, la
iglesia seguía creciendo.
Y el versículo siete del mismo capítulo seis dice lo siguiente: “…y el número de los discípulos se
multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe”.
Ni la religión podía mantenerse en píe ante el gigantesco crecimiento de la iglesia. Era un
crecimiento imparable e indetenible.
Pero el aspecto numérico no es lo único que el Libro de los Hechos resalta de la iglesia apostólica,
sino también el amor y la unidad que había entre ellos.
Se testifica vehementemente que “…tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades
y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y…comían juntos con alegría
y sencillez de corazón,” (Hch 2:44-46;).
A muchas personas les es difícil creer que esto fue verdad. Semejantes relatos les parece algo
imposible.
Sin embargo, los vehementes testimonios continúan: “…la multitud…era de un corazón y un alma;
y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas,
las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a
cada uno según su necesidad” (Hch 4:32, 34-35;).
Está comprobado que todas las instituciones cuando comienzan a crecer, también comienzan a
distanciarse, a desmembrarse y a dividirse; Sin embargo, lo sorprendente de la iglesia apostólica es
que a medida que crecía numéricamente, simultáneamente también los lazos fraternales entre
ellos se hacían cada vez más fuertes. Parecía no haber intereses personales o individuales. Nada de
esto era obligatorio o impuesto, todo era voluntario.
Lo cierto es que el crecimiento no afectó a la unidad, sino más bien todo lo contrario: La unidad
contribuyó al crecimiento; Pues el extraño amor que había entre ellos atrajo la atención de los
inconversos, quienes terminaban convertidos al evangelio.
A partir del capítulo 13 en adelante, con la expansión del evangelio, el Libro ya no centra su atención
en la iglesia de Jerusalén, sino en las nuevas iglesias que se fundaban y nacían bajo el ministerio del
apóstol Pablo, las cuales, eran exhortadas a vivir un cristianismo conforme al modelo de la iglesia
de Jerusalén (las cartas que posteriormente se les envió a cada una de estas iglesias, confirma esto).
(35)
c) La oración, el poder y los milagros

Si algo resalta en sus páginas el Libro de los Hechos, es la avivada, ardiente y fogosa vida de oración
de la iglesia apostólica. Relata que sus oraciones eran constantes y fervientes. Esa iglesia supo y
experimentó lo que es el poder de la oración.
Los primeros creyentes se dedicaban a orar con devoción, regularidad y fervor, algunas veces
durante toda la noche, lo cual producía grandes resultados.
Se dice que en el aposento alto, mientras esperaban el derramamiento del Espíritu Santo
“…perseveraban unánimes en oración y ruego,…” (Hch 1:14;).
Cuando comenzó el avivamiento, seguían orando: “Y perseveraban…en las oraciones” (Hch 2:42;).
Se testifica que “Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración” (Hch 3:1;).
Cuando comenzaron las persecuciones, en lugar de amedrentarse, oraron intensamente y en voz
alta: “…alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor,…mira sus amenazas,…Cuando
hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló;…” (4:23-31;).
El capítulo 6:4 testifica que la prioridad de los apóstoles era la oración: “…nosotros persistiremos
en la oración…”.
La asignación de cargos se acompañaba con oración: “…orando, les impusieron las manos” (6:6;).
Aún Esteban, mientras lo mataban, oraba: “…apedreaban a Esteban, mientras el invocaba y decía:
Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor,…” (Hch 7:59-60;).
Cuando se llevó el evangelio a la ciudad de Samaria, “…oraron por ellos para que recibiesen el
Espíritu Santo;” (Hch 8:15;).
Saulo, en el ayuno que hizo inmediatamente después de su encuentro personal con Cristo, estuvo
orando: “…el Señor le dijo:…busca…a uno llamado Saulo,…porque he aquí, él ora,” (Hch 9:11;).
Pedro, antes de la resurrección de Dorcas “…se puso de rodillas y oró;…” (Hch 9:40;).
Se destaca que Cornelio “…oraba a Dios siempre” (Hch 10:2;), por lo cual un ángel de Dios le dijo en
visión: “…Tus oraciones…han subido para memoria delante de Dios” (10:4;).
También se dice que en Jope “…Pedro subió a la azotea para orar,…” (10:9;).
Cuando Herodes encarceló a Pedro con el fin de matarlo, “…la iglesia hacía sin cesar oración a Dios
por él” (Hch 12:5;). Y la noche que Pedro fue liberado por un ángel, “…muchos estaban reunidos
orando” (Hch 12:12;).
El apóstol Pablo fue despedido con oración cuando salió a su primer viaje misionero (Hch 13:3;); Y
durante ese viaje, cuando constituyeron ancianos, lo hicieron con oración: “…constituyeron
ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor…” (Hch 14:23;).
(36)
Para el segundo viaje también “…salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor;” (Hch
15:40;). En Filipos, cuando los pusieron presos, “a medianoche, orando Pablo y Silas,…sobrevino de
repente un gran terremoto,…” (Hch 16:25-26;).
Y al final de su tercer viaje misionero, en la ciudad de Mileto, en su conmovedora despedida de los
ancianos de la iglesia de Éfeso, “…se puso de rodillas, y oró con todos ellos” (Hch 20:36;).
Algunos días después, en la ciudad de Tiro, “…puestos de rodillas en la playa, oramos” (Hch 21:5;).
También se dice que en su viaje a Roma, en pleno mar, después de una furiosa tempestad, “…dio
gracias a Dios en presencia de todos,…” (Hch 27:35;).
Y en la isla de Malta, “…después de haber orado,…”, le impuso las manos a un enfermo y fue sanado
(Hch 28:8;).
La oración hizo que la iglesia de la época de los Hechos, recibiera un poder inquebrantable y
sobrenatural. Este Libro simultáneamente muestra la oración de la iglesia con el poder y los
impresionantes milagros que ocurrían.
Esta iglesia vio y tuvo el poder de Dios en todas sus dimensiones: Apariciones de ángeles, temblores,
juicios de Dios (como el que cayó sobre Ananías y Safira y sobre Barjesús), y las impactantes señales
(milagros, sanidades, liberaciones, resurrecciones).
Se muestra a la ciudad de Jerusalén paralizada cuando un cojo de nacimiento saltó y caminó por el
poder de Dios (Hch 3;).
Además, se dice que “…por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el
pueblo;…” (Hch 5:12;). Esa iglesia convirtió las calles de Jerusalén en hospitales improvisados
atestados de enfermos buscando milagros, pues “…sacaban los enfermos A LAS CALLES, y los
ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de
ellos” (Hch 5:16;).
Verdaderamente eso era algo impresionante; “…aun de las ciudades vecinas muchos venían a
Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y TODOS ERAN SANADOS”
(Hch 5:16;).
La ciudad estaba siendo sometida a poderosos y constantes impactos, de tal manera que en
cualquier momento podía ser paralizada.
Aun Esteban, cuyo oficio era atender y servir a las mesas, “…hacia grandes prodigios y señales entre
el pueblo” (Hch 6:8;).
Después que fueron esparcidos, el avivamiento llegó a la ciudad de Samaria con el evangelista
Felipe, y “…de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos dando grandes voces; y muchos
paralíticos y cojos eran sanados;” (Hch 8:7;).
(37)
Los milagros apostólicos han sido designados como “Las campanas que llaman al pueblo a la
adoración”.
Durante el ministerio del apóstol Pablo, también fueron muy frecuentes las manifestaciones
sobrenaturales.
En Pafos, un brujo fue herido con ceguera (Hch 13:6-11;). En Iconio, Dios concedió que se hicieran
“…señales y prodigios” (Hch 14:3;). En Listra, un cojo de nacimiento que jamás había andado,
“…saltó, y anduvo” (Hch 14:8-10;). En Filipos Dios envió un terremoto para sacarlos de la cárcel
(Hch 16:23-26;). En Efeso, “…hacia Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera
que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban
de ellos, y los espíritus malos salían” (Hch 19:11-12;). En Troas, un joven que murió al caer de un
tercer piso, fue resucitado (Hch 20:9-12;). En Jerusalén, a Pablo se le apareció Cristo (Hch 23:11;).
En su viaje a Roma, en pleno mar, estuvo con él un ángel de Dios (Hch 27:21-24;). En Malta, una
víbora se le prendió en la mano, pero Pablo, “…sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño
padeció” (Hch 28:3-5;). En esa misma isla, un hombre fue sanado de fiebre y de disentería (28:8);
Y después de esto, “…los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados;” (28:9).
d) La predicación
Jesús les había dicho a sus discípulos: “…recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo, y me SERÉIS TESTIGOS…” (Hch 1:8;), es decir, PREDICARÁN.
El día de Pentecostés, los discípulos “…fueron…llenos del Espíritu Santo,…” (Hch 2:4;), e
inmediatamente “…Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo:…” (Hch
2:14;).
De ahí en adelante, los apóstoles y discípulos no fueron callados. El temor, el miedo y los complejos
desaparecieron. La predicación se hizo con valor y con denuedo.
La primera prueba de ello, fue precisamente ese mismo día de Pentecostés, cuando Jerusalén estaba
invadida por unas multitudes que habían venido de los tres continentes (Hch 2:7-12;), sin embargo,
aquel predicador ardió de tal manera, que esas almas fueron estremecidas por el poder del Espíritu
Santo, “…y se añadieron aquel día como tres mil personas” (Hch 2:41;).
Después de eso, dos “ex-pescadores”, como lo eran Pedro y Juan, predicaron ante una multitud con
tal denuedo, que se convirtieron como cinco mil varones (Hch 3 al 4:4;); Y al día siguiente lo hicieron
ante los letrados y aristócratas líderes judíos, los cuales “…sabiendo que eran hombres sin letras y
del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús” (Hch 4:13;).
La oración de esta iglesia era:

“…concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra,” (Hch 4:29;)
Y la respuesta de Dios era inmediata:

“…todos fueron llenos del Espíritu Santo,
y HABLABAN CON DENUEDO LA PALABRA DE DIOS (Hch 4:31;).
(38)
Hechos presenta a los predicadores de la iglesia apostólica, como hombres fervorosos que
predicaban la palabra con autoridad, con seguridad y con vehemencia. Desde los apóstoles Pedro,
Juan y el resto de los doce, pasando por Esteban, Felipe, y hasta llegar a Apolos, Bernabé y Pablo el
libro de los Hechos testifica de sus poderosas y fervorosas predicaciones.
Esteban:
“…no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba” (Hch 6:10;)
Felipe:
“…a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba…” (Hch 8:5-6;)
Saulo:
“En seguida predicaba a Cristo…” (Hch 9:20;)
Pablo y Bernabé:
“…hablando con denuedo, dijeron:…” (Hch 13:46;)
“…se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo,…” (Hch 14:3;)
Apolos:
“…varón elocuente, poderoso en las Escrituras….de espíritu fervoroso…con gran vehemencia
refutaba públicamente…demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo” (Hch 18:24-28;)
Pablo:
“…estaba entregado por entero a la predicación de la palabra,…” (Hch 18:5;)
“…habló con denuedo por espacio de tres meses,…” (Hch 19:8;)
Según Hechos 5:42 y 20:20, la predicación en los tiempos apostólicos se hizo de dos maneras:
“En público” (de forma masiva), y
“Casa por casa” (de forma personal).
Ambas formas, respaldadas por el poder del Espíritu Santo, dieron grandes y gloriosos resultados.
El mensaje central era el siguiente:

JESUCRISTO ESTÁ VIVO (hablaban de su resurrección),
Y VIENE PRONTO (anunciaban su regreso a la tierra).
Los demás aspectos tratados en los mensajes dependían de lo que el Espíritu Santo les guiaba a
hablar de acuerdo a las necesidades del respectivo público.
e) Las persecuciones
Predicar la palabra de Dios siempre ha traído persecuciones, adversidades y fuertes oposiciones,
sobre todo cuando se trata de poderosas predicaciones que producen grandes avivamientos. El
Libro de los Hechos relata las distintas y violentas persecuciones que se levantaron contra la
iglesia en la época de los apóstoles.
La primera persecución registrada en el Libro de los Hechos, está en el capítulo 4:1-22, cuando se
produjo un impresionante milagro en un cojo de nacimiento, lo que paralizó literalmente a toda la
ciudad de Jerusalén y ocasionó un gran impacto, de tal manera que “…todo el pueblo, atónito,
concurrió a ellos al pórtico…” del templo (Hch 3:11;).
(39)
El motivo de esta persecución fue la envidia y el disgusto del liderazgo religioso judío, el cual,
viendo como las multitudes se volcaban y corrían hacía los apóstoles, querían impedir y detener
aquello, pues les ofendía y molestaba “…que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la
resurrección de entre los muertos” (Hch 4:1-2;).
La segunda persecución que registra Hechos, está en el capítulo 5:17-41, cuando nuevamente el
liderazgo religioso judío, llenos de celos (5:17) a causa del poderoso avivamiento apostólico que
había en Jerusalén (5:12-16) arrestaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel (5:18).
Sin embargo, los apóstoles después de haber sido azotados “…salieron…gozosos de haber sido
tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre” (5:40-41;).
La tercera persecución que narra Hechos, fue la que comenzó con el arresto y muerte de Esteban
(Hch 6:8-15; 7;) y luego se extendió a toda la iglesia (Hch 8:1-3;).
Aquí es donde se menciona por primera vez a Saulo de Tarso en Hechos de los apóstoles (7:58; 8:1;).
Está fue peor, más grande, agresiva y prolongada que las anteriores: “…En aquel día hubo UNA
GRAN PERSECUCIÓN CONTRA LA IGLESIA…” (8:1).
Está persecución también fue motivada directamente por el liderazgo religioso de aquella época
que se oponía a la predicación apostólica.
Pero a diferencia de las anteriores persecuciones, en esta ocasión “…todos fueron esparcidos por
las tierras de Judea y de Samaria,…” (8:1), es decir, a los cristianos les tocó huir de Jerusalén.
Sin embargo, esta terrible persecución, en lugar de acabar con el cristianismo, lo expandió, y en
lugar de exterminar a la iglesia, la hizo más grande y fuerte.
Alguien dijo: “La persecución fue para la iglesia como lo es el viento para el fuego”.
La persecución siempre ha tenido la virtud de esparcir el cristianismo como el viento esparce el

fuego. Esto se ha cumplido a través de los siglos desde que el Señor vivió en la tierra.
Si antes escuchaban a los cristianos predicar en Jerusalén, ahora les escucharían predicar en todos
los lugares a donde llegaban:
“Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio” (Hch 8:4;).
Luego vino la fallida persecución ideada por Saulo de Tarso que terminó fue en su conversión (Hch
9:1-19;).
Después se menciona la persecución llevada a cabo por el rey Herodes que ocasionó la muerte de
Jacobo y el encarcelamiento de Pedro con el propósito de matarlo también (Hch 12:1-5;).
Sin embargo, un ángel enviado por Dios sacó a Pedro de la cárcel (Hch 12:6-11;) y posteriormente
Herodes fue muerto por un ángel del Señor (Hch 12:20-23;).
(40)
Después de las anteriores persecuciones, el libro de los Hechos se dedica a contar todas las
persecuciones que se levantaron en contra del apóstol Pablo en los distintos lugares a donde él
fue a predicar durante sus distintos viajes misioneros (Hch 13 al 28;), resaltando su perseverancia
y victoria por encima de todos los obstáculos y oposiciones:
“…Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (Hch 14:22;)
“…habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy,…” (Hch 26:22;)
f) La guerra espiritual
En el relato de Hechos de los apóstoles acerca de las vivencias de la iglesia del primer siglo, quedó
registrada y demostrada la existencia de la guerra espiritual en la obra evangelística y misionera.
Allí quedó revelado que todo lo que tiene que ver con la predicación del evangelio, la salvación de
las almas y la eternidad se convierte en grandes batallas en el mundo espiritual entre el reino de
Dios y el reino de las tinieblas.
Una y otra vez se mencionan y aparecen tanto practicas ocultas cómo seres espirituales malévolos
intentando perturbar la obra de Dios.
En Hechos 5:3 vemos al apóstol Pedro diciéndole a Ananías: “…¿por qué llenó SATANÁS tu corazón
para que mintieses al Espíritu Santo,…?”.
Hechos 8:9-24 revela el poder oculto que se esconde detrás de la magia: “…un hombre llamado
Simón, que antes ejercía la MAGIA…con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo”.
En el capítulo 13:6-10 se denuncia a un mago que se oponía a la conversión del procónsul, a quien
el apóstol Pablo dijo: “…hijo del DIABLO,…¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor?”
En el capítulo 16:16-18 se habla de una muchacha que tenía “…ESPÍRITU DE ADIVINACIÓN,…”, la
cual fue libre de ese espíritu.
El capítulo 19 muestra lo cautiva y atestada que estaba la ciudad de Éfeso por espíritus malignos,
pues en esa ciudad aún los paños o delantales del apóstol Pablo eran usados para que “…los
ESPÍRITUS MALOS…” salieran (19:12;). Abundaban tanto los espíritus malignos en esa ciudad, que
se agruparon personas ilegalmente para libertar a las personas poseídas, pero fueron avergonzados
por no tener el poder de Dios que tenía el apóstol Pablo (19:13-16;). Además, también se revela que
allí había una literatura satanista fuerte y costosa, pues como fruto del ministerio del apóstol Pablo
“…muchos de LOS QUE HABÍAN PRACTICADO LA MAGIA TRAJERON LOS LIBROS Y LOS
QUEMARON…” (19:19;).
Pero quedó mostrado y documentado en las páginas de Hechos de los apóstoles, que el poder que
tiene la iglesia es mayor y más fuerte que el poder del reino de las tinieblas.
(41)
g) La indetenible expansión del evangelio

El evangelio, al principio se predicó más que todo a nivel local de Jerusalén, posteriormente en el
resto del territorio judío, y después en toda Palestina.
Pero con la conversión y ministerio del apóstol Pablo, estos límites se cruzaron, y el evangelio se
internacionalizó a través de una campaña arrolladora que invadió y conquistó territorios paganos y
tenebrosos, evangelizando y ganando almas en toda Siria, Asia Menor, Europa Balcánica y
Mediterránea, y llegando hasta la misma ciudad imperial de Roma.
“…Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá;” Hch 17:6
“…este Pablo,…en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes…

diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos” Hch 19:26
Con relación a la forma en la que Hechos narra el poderoso avance y expansión que tuvo el
evangelio, alguien afirmó que en el capítulo 1 versículo 8 se halla un bosquejo del contenido del
Libro:
“…me seréis testigos en Jerusalén,…” => Capítulos 1 al 7;

“…en toda Judea, en Samaria,…” => Capítulos 8 al 12;
“…y hasta lo último de la tierra” => Capítulos 13 al 28.
La predicación y el evangelio, según el Libro de los Hechos, llegaron a los tres Continentes que en
esa época se conocían:
Asia (Hch 19:10;)
Europa (Hch 28;)
África (Hch 8:26-39;)
De esta forma, Hechos de los apóstoles no presenta al evangelio como un movimiento sin fuerzas,
débil, fracasado y escondido, sino más bien todo lo contrario, lo muestra como el movimiento
establecido por Dios en la tierra para proclamar públicamente su reino de una forma PODEROSA,
VICTORIOSA Y TRIUNFANTE, que avanza y pasa por encima de cualquier obstáculo, oposición o
persecución.
“…desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico,

todo lo he llenado del evangelio…”
(Rom 15:19;)
“…del evangelio
…el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo;…”
(Col 1:23;)
(42)
3. LA CRONOLOGÍA INTERNA DEL LIBRO

Se le llama “cronología” al “orden” en el que suceden las cosas en el tiempo. Por eso, todas las cosas
tienen un orden cronológico.
El orden cronológico en que sucedieron los acontecimientos relatados en Hechos, es el siguiente:
1:1-2;
Dedicatoria de Hechos, recordando lo dicho en el evangelio de Lucas: Lo que Cristo hizo desde que
comenzó hasta que terminó su ministerio (año 30 d.C.)
1:3;
Habla de los cuarenta días que duró Cristo en la tierra después que resucitó (año 30 d.C.)
1:4-13;
Habla del día número 40, el día de su partida o ascensión (año 30 d.C.)
1:14-26;
Se refiere a los nueve días que siguieron después que Cristo se fue (año 30 d.C.)
2:1-41;
Se refiere al día número 10 después que Cristo se fue al cielo o al día número 50 después que
resucitó: El día de Pentecostés (año 30 d.C.)
Capítulo 2 al Capítulo 7;
Desde el derramamiento del Espíritu Santo hasta la muerte de Esteban (año 30 al año 35 d.C.)

Desde la muerte de Esteban hasta el Concilio en Jerusalén (año 35 al año 50 d.C.)

Desde el concilio en Jerusalén hasta la estadía de Pablo en Roma (año 50 al año 63 aprox.)
(43)
4. LA CLASIFICACIÓN GENERAL DEL LIBRO

De una forma general, los 28 Capítulos del Libro de Hechos de los apóstoles se clasifican en dos
grandes secciones:
La primera sección va desde el Capítulo 1 hasta el 12 : Esta sección abarca 12 Capítulos

La segunda sección va desde el Capítulo 13 hasta el 28 : Esta sección abarca 16 Capítulos
En la primera sección, la predicación del evangelio se realiza en territorio judío y áreas vecinas:
Palestina y Siria;
En la segunda sección, la predicación del evangelio se realiza en territorio gentil:
Asia Menor y Europa Mediterránea.
En la PRIMERA SECCIÓN, el LIDERAZGO MINISTERIAL es ejercido por el APÓSTOL PEDRO.

En la SEGUNDA SECCIÓN, el LIDERAZGO MINISTERIAL es ejercido por el APÓSTOL PABLO.
(45)
Tercera Parte
ESTUDIO INTERNO (Capítulo por Capítulo)
Como ya lo vimos antes, esta tercera parte la estudiaremos teniendo en cuenta las dos grandes
secciones en que se clasifican los 28 Capítulos del Libro. Es decir, que primero estudiaremos la
primera sección (capítulos 1 al 12), y luego estudiaremos la segunda sección (capítulos 13 al 28).
1. PRIMERA SECCIÓN
Capítulos 1 al 12
Predicación del evangelio en territorio judío y áreas vecinas: Palestina y Siria
LIDERAZGO MINISTERIAL DEL APÓSTOL PEDRO
Ésta parte del Libro narra la forma cómo se desarrollaron los primeros años de la iglesia bajo el
liderazgo del apóstol Pedro.
Durante este tiempo, la predicación fue más que todo local (Jerusalén y sus áreas vecinas), y el
público al que le predicaban era básicamente el pueblo judío.
A continuación, haremos un breve recuento de los principales acontecimientos relatados en

estos 12 Capítulos.
Capítulo 1
Ascensión y aposento alto
Este Capítulo es muy importante, veamos algunos aspectos relatados allí.
El Destinatario (Teófilo):
Tanto el tercer evangelio como el Libro de los Hechos fueron escritos para la misma persona, un
hombre llamado “Teófilo” (Luc 1:3; Hch 1:1;). Sin embargo, detrás de algo que parece tan simple,
hay algo bastante profundo.
“Teófilo” es un nombre griego compuesto de dos palabras:
“Teo” que significa “Dios”, y
“Filo” (de ´Filhe´) que significa “Amor”
Así que, el nombre “Teófilo” significa “Amado de Dos”. Esto quiere decir que tanto el tercer
evangelio, como el Libro de los Hechos fueron escritos para el “Amado de Dios”.
El “Amado de Dios” es “el mundo”: “Porque de tal manera AMÓ DIOS AL MUNDO,…” (Jn 3:16;).
Entonces, tanto el tercer evangelio como el Libro de los Hechos fueron escritos directamente para
todo el mundo, con el fin de que el mundo sepa:
En el evangelio de Lucas, de la redención del hombre que Jesucristo hizo con su sangre;
Y en el Libro de los Hechos, que esa redención y salvación no es para un solo grupo ni un solo
lugar, sino para todas las almas hasta lo último de la tierra.
Hechos de los Apóstoles Esta Obra ha sido elaborada y publicada por la School Of Theology Missionary Rhema
(46)
La Ascensión:
Hechos es un Libro de “cumplimientos”, por lo tanto comienza con un cumplimiento: La ascensión
(Jesucristo había dicho que se iba a ir, y se fue, es decir, se cumplió lo que él dijo).
Así también el Padre iba a cumplir con enviar al Espiritu Santo, y la iglesia también debía cumplir
con predicar el evangelio.
El Aposento Alto (Elección del sucesor de Judas):

En la elección del sucesor de Judas, se muestran los principales requisitos que debía cumplir un
apóstol, lo cual el apóstol Pablo confirma también:
- Debía ser judío (Hch 1:1; 2 Cor 11:5,22;)
- Debía haber presenciado la vida de Cristo desde su bautismo hasta su ascensión (Hch 1:21-
22; 1 Cor 9:1-2; Gal 1:11-12;).
Esa era la lucha que Pablo tenía con sus opositores.
- El apóstol debía ser elegido directamente por Dios (Hch 1:24; 22:12-15;).
Los dos candidatos a reemplazar a Judas cumplían los requisitos, pero el designado después de la
oración, fue Matías.
Capítulo 2
El día de Pentecostés y el derramamiento del Espíritu Santo
Los judíos celebraban una fiesta que se llamaba “fiesta de las semanas”, porque se celebraba siete
semanas (es decir, cuarenta y nueve días) después de la pascua. En el Nuevo Testamento a esa
misma fiesta se le llama “Pentecostés”, por cuanto esta palabra de origen griego significa
“Quincuagésimo”, osea, “50”, dando a entender que desde la pascua hasta ese día habían pasado
siete semanas, es decir, 49 días, y ese día (“el día de Pentecostés”), era el día número 50.
Ese día siempre caía un “primer día” de la semana, es decir, “un Domingo”, lo que significa, que el
Espíritu Santo vino un Domingo como a las nueve de la mañana (la “hora tercera” del día, Hch 2:15;).
A la “fiesta de las semanas” también la llamaban “fiesta de la cosecha” y “fiesta de la siega” o “día
de las primicias”, por cuanto la siega del trigo acababa casi en toda Palestina en ese tiempo (Lev
23:13-16; Exo 23:16; 34:22;). En esa fiesta participaban todos, sin excepción (Deut 16:10-11;), y la
celebraban después de la “fiesta de la pascua” y antes de la “fiesta de las trompetas”.
Entendemos, que la venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés, tiene mucho significado:
Primero, fue un “primer día” de la semana, es decir, el comienzo de la semana, tipificando así EL
COMIENZO DE LA IGLESIA aquí en la tierra.
Segundo, fue en la “fiesta de la cosecha, primicia y siega”, anunciando así LA GRAN COSECHA DE
ALMAS QUE COMENZABA ESE DÍA A TRAVÉS DE LA IGLESIA (Mat 9:36-38;).
Tercero, no había acepción de personas en esa fiesta, todos podían participar, indicando así, el
cumplimiento de la profecía de Joel 2:28-29, en la que se anunció EL DERRAMAMIENTO DEL
ESPÍRITU SANTO SOBRE TODA CARNE, Y SALVACIÓN PARA TODOS SIN EXCEPCIÓN.
(47)
Y cuarto, fue en la fiesta que se celebraba después de la pascua y antes de las trompetas, lo que
indica que Pentecostés se ubica entre la pascua y las trompetas; ESTO NOS HABLA DE
“ARREBATAMIENTO”, pues “…nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada…” (1 Cor 5:7;),
nuestro Pentecostés fue el derramamiento del Espíritu Santo, y nuestras trompetas será el
arrebatamiento, cuando suene la final trompeta. Esto indica un regreso de Cristo inminente en
cualquier momento, pues después de Pentecostés lo que viene es las trompetas (el
arrebatamiento).
Capítulos 3 y 4
Sanidad de un cojo, predicación multitudinaria y persecución
Estos dos Capítulos revelan la forma secuencial que sigue a una intervención divina, de lo cual
encontramos muchos casos en todo el Libro de los Hechos.
Observemos la secuencia en el siguiente esquema:
3: 1-10 => El milagro
3: 11-26 => La predicación
4: 1-22 => La persecución
4: 23-31 => La actitud de la iglesia en tiempos de persecución
El Milagro:
Un hombre que tenía más de 40 años, el cual desde su nacimiento había sido cojo y cuyo oficio era
pedir limosnas en la puerta del templo de Jerusalén, fue completamente sanado por el poder de
Dios, tanto así, que “…entró con ellos en el templo, andando y saltando, y alabando a Dios”.
La Predicación:
Cuando la gente de Jerusalén vio esto, “…todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos…”. Entonces, el
apóstol Pedro predicó un mensaje con el poder del Espíritu Santo a toda esta multitud. Se
convirtieron como cinco mil varones.
La Persecución:
Lo sucedido agradó a todos (al cielo, a la iglesia y al pueblo), menos a las fuerzas del mal,
representadas en los líderes religiosos de la época, quienes no se tardaron en llegar al lugar de los
hechos; Estos tomaron a los apóstoles Pedro y Juan y los pusieron en la cárcel. Allí pasaron toda la
noche y al día siguiente comparecieron ante el concilio (máxima junta religiosa dirigente de Israel).
La actitud de la Iglesia en tiempos de Persecución:
En el momento de la persecución los cristianos tuvieron dos actitudes: Una para con los hombres
(la predicación, le predicaron a aquellos que los estaban persiguiendo, 4:5-12;); Y la otra para con
Dios (la oración, pidieron a Dios denuedo para seguir predicando y su respaldo con milagros y
prodigios extraordinarios, 4:23-30;).
No se acobardaron, no se quejaron, no amenazaron, no se ampararon en el gobierno.
Los resultados fueron impresionantes:
- Cuando le predicaron a los que los perseguían, el impacto fue tal, que “…se maravillaban; y
les reconocían que habían estado con Jesús” (4:13;);
- Y cuando oraron, “…el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del
Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios” (4:31;).
En tiempos de persecución, la iglesia debe orar y seguir predicando.
(48)
Capítulo 5
Ananías y Safira
La mentira de ellos fue la de aparentar que lo daban todo cuando en realidad solo daban una parte;
Querían ser reconocidos y tener renombre en la iglesia pero al mismo tiempo no querían darlo todo;
Ellos querían “Gloria” sin “Precio”, “Corona” sin “Cruz”.
Su muerte fue un acto de Dios, no de Pedro.
Capítulos 6 al 8
Diáconos
El Capitulo seis habla de una necesidad en la iglesia por la que eligieron los diáconos; El siete habla
de la predicación y muerte de un diácono; Y el ocho habla de los frutos espirituales que dejó la
muerte de ese diácono.
Capítulo 9
Conversión de Saulo
Aquí se muestra el poder transformador de un encuentro personal con Cristo. La poderosa victoria
de la iglesia sobre la persecución. Y también lo fuerte que es un llamado y un ministerio dado por
Dios.
Capítulos 10 y 11
Cornelio y el evangelio a los gentiles
El Capitulo diez muestra como Dios usó a Pedro para llevar el evangelio a una familia y comunidad
gentil (no judía), y el Capitulo once muestra como las autoridades de la iglesia aceptaron y
aprobaron aquello.
Capítulo 12
Primera persecución política contra la iglesia
Este Capítulo relata la primera persecución política y militar del imperio romano en contra de la
iglesia en Hechos de los apóstoles.
Hasta este momento todas las persecuciones habían sido de carácter religioso (las habían levantado
los líderes religiosos de Israel).
Pero ahora se muestra al mismo rey Herodes mandando a matar a los líderes de la iglesia.
Sin embargo, algunos días después, el apóstol Pedro fue librado de la muerte, en cambio, a Herodes
un ángel de Dios lo mató.
Ahora, Herodes (el que quiso detener el evangelio) estaba muerto, “Pero la palabra del Señor crecía
y se multiplicaba” (Hch12:24;).
(49)
2. SEGUNDA SECCIÓN
Capítulos 13 al 28
Predicación del evangelio en territorio gentil: Asia Menor y Europa Mediterránea
LIDERAZGO MINISTERIAL DEL APÓSTOL PABLO
Ésta parte del Libro narra la forma cómo se desarrolló la gloriosa expansión del evangelio en el
siglo primero de la era cristiana a través de los viajes misioneros del apóstol Pablo.
A continuación, haremos un breve recuento de los espacios conquistados en cada uno de los tres
viajes misioneros y del recorrido que hicieron en el viaje a Roma.
PRIMER VIAJE MISIONERO DEL APÓSTOL PABLO

Capítulos 13 y 14
Conquista de una parte de Asia Menor
(Chipre, Panfilia, Pisidia, Galacia y Licaonia)
El punto de partida fue Antioquía de Siria. En
esta oportunidad el apóstol Pablo salió junto
con Bernabé por orden del Espíritu Santo.
Estos después de haber ayunado y orado
fueron despedidos por los hermanos, luego
de habérseles impuesto las manos;
Acompañados también por Juan Marcos. El
primer lugar visitado fue Seleucia y luego
Chipre, Isla que comprendía dos ciudades, en
ambas estuvieron los Misioneros. La primera
Mapa mostrando los lugares visitados en el primer viaje era Salamina donde predicaron la Palabra en
las sinagogas judías; Pero fue en la segunda ciudad llamada Pafos donde ocurrió el primer milagro
extraordinario obrado por Dios por medio del apóstol Pablo que narra el libro de los Hechos,
hiriendo con ceguera a un mago que se oponía a la conversión del procónsul Sergio Pablo. Este
milagro ocasiono la maravillosa conversión del procónsul. A partir de aquí a Saulo se le llama Pablo,
era la forma romana de su nombre que en hebreo es Saulo. De allí fuero a Perge, lugar donde Juan
Marcos desistió de la obra misionera, regresando a Jerusalén. El Espíritu Santo había dicho:
“Apartadme a Bernabé y a Saulo…”, no aparece Juan Marcos en el llamado, he allí la causa principal
de su regreso. El próximo lugar fue Antioquia de Pisidia, donde el apóstol Pablo predicó
(50)
su primer mensaje que aparece escrito en el Libro de los Hechos, el cual despertó un gran interés
en “…casi toda la ciudad…”. Pero a causa del endurecimiento de los Judíos, Pablo y Bernabé se
dirigieron a los gentiles, de los cuales creyó un gran número, “Y la Palabra del Señor se difundía por
toda aquella provincia” (13:49). Pero los judíos, llenos de celos, levantaron una persecución contra
ellos, lo que obligó a los dos misioneros a abandonar aquella ciudad. Luego estos llegaron a Iconio.
Allí creyó una gran multitud de judíos y de griegos, y el Señor concedía que por las manos de sus
ministros se hiciesen señales y prodigios. Pero una persecución se levantó contra el apóstol Pablo y
Bernabé, los cuales huyeron a Listra. En esta ciudad también predicaron el evangelio, y un cojo de
nacimiento fue totalmente sanado. Al ver esto la gente de aquella ciudad pensaron que Pablo y
Bernabé eran dioses, apodándolos a uno “Júpiter” (Bernabé), y al otro “Mercurio” (Pablo).
“Mercurio” era un dios adorado por los romanos bajo este nombre, los griegos los llamaban Hermes.
“Júpiter”, en griego se traduce “Zeus pater”, que quiere decir “Dios Padre” o “Padre de los dioses”;
Era el dios supremo de los griegos y romanos.
En Listra hubo una fuerte oposición, y apedrearon a Pablo de tal manera que casi lo matan. De allí,
se fueron para derbe. Allí se formó un gran número de discípulos. Hasta esta ciudad llegaron en el
primer viaje. De allí regresaron a Listra, a Iconio y a Antioquía donde nombraron ancianos.
Luego pasaron por Pisidia, Panfilia, Perge y Atalia, de donde navegaron a Antioquía de Siria, lugar
de donde habían salido.
Al llegar, reunieron a la iglesia y testificaron lo que Dios había hecho en el viaje.
SEGUNDO VIAJE MISIONERO DEL APÓSTOL PABLO

Capítulo 15:36 al 18:22
Los misioneros entran a Europa
El punto de partida nuevamente fue la sede

del ministerio de Pablo: Antioquía de Siria.
El desacuerdo entre Pablo y Bernabé acerca
de Marcos, causó la separación: Bernabé se
fue con su sobrino Marcos (pero no se le
vuelve a mencionar en Hechos), y Pablo se
fue con Silas “…encomendado…a la gracia
del Señor,”.
Pasaron por Siria y Cilicia. Luego llegaron a
Mapa mostrando los lugares visitados en el segundo viaje Derbe y de allí a Listra, ciudad en la que se
les añade Timoteo.
De allí pasaron por algunas ciudades entregando las ordenanzas que se acordaron en el concilio.
Después atravesaron Frigia y la provincia de Galacia, donde el Espíritu Santo les prohibió predicar
en Asia. Al llegar a misia intentaron ir a Bitinia pero el Espíritu no se los permitió. Entonces, pasando
junto a Misia, vinieron a Troas, ciudad en la que Pablo vio en visión a un macedonio que le pedía
ayuda; Entonces entendió que Dios lo mandaba a predicar a macedonia.
(51)
De Troas fueron a Samotracia y al dia siguiente a Neapolis. Luego a Filipos, primera ciudad de Europa
en ser visitada por un apóstol de Jesucristo. Aquí se convirtió la primera persona en territorio
europeo: Una mujer llamada Lidia. También allí una muchacha fue libre de un espíritu de adivinación
y Pablo y Silas fueron liberados de la cárcel por un terremoto producido por Dios.
Al irse de Filipos, pasaron por Anfipolis y Apolonia y llegaron a Tesalónica. En esta ciudad Pablo
predicó y hubo un avivamiento, pero debido a una fuerte persecución, les tocó huir a Berea. En
Berea también hubo un avivamiento y una agresiva persecución, por lo que Pablo fue enviado a
Atenas. La idolatría de Atenas conmovió el corazón de Pablo, el cuál predicó un poderoso mensaje.
De allí fue a Corinto, ciudad en la que duró un año y seis meses y en la que se produjo uno de los
avivamientos más grandes de su ministerio y también una férrea persecución. En esta ciudad
conoció a Aquila y a Priscila.
De Corinto navegó a Siria; Al llegar a Cencrea cumplió un voto y de allí fue a Efeso, pero no se quedó
allí mucho tiempo. De allí fue a Cesarea y luego a Jerusalén.
Después regresó a Antioquía de donde había salido, y ahí terminó su segundo viaje.
TERCER VIAJE MISIONERO DEL APÓSTOL PABLO

Capítulos 18:23; 19:1 al 21:16
Confirmación de las iglesias, nuevas conquistas y despedida dolorosa
Nuevamente el punto de partida

fue Antioquía de Siria, saliendo
después de haber estado allí
algún tiempo, recorriendo por
orden las regiones de Galacia y
Frigia, confirmando a los
hermanos. Y después de recorrer
estas regiones, vino a Efeso. En
esta ciudad el apóstol Pablo
encontró ciertos discípulos, los
cuáles eran unos doce; Y a éstos,
Mapa mostrando los lugares visitados en el tercer viaje el apóstol pablo
preguntó si habían recibido el Espíritu Santo. La respuesta fue escalofriante: “ni si quiera hemos
oído si hay Espíritu Santo” (19:2). Tal vez estos discípulos eran hijos espirituales de Apolos, por dos
razones: Primero, no hacía mucho tiempo Apolos se había ido de Efeso; Y segundo, antes de ser
corregido por Priscila y Aquila, Apolos al igual que estos discípulos, solo conocía el bautismo de Juan
(18:24-28). Luego de enterarse que solo conocían el bautismo de Juan, el apóstol Pablo les enseñó
correctamente; Estos después de escuchar estas cosas, fueron bautizados en el nombre del Señor
Jesús, entonces el apóstol les impuso las manos y al instante recibieron el Espíritu Santo, hablando
en lenguas y profetizando. Después de esto, durante tres meses el apóstol Pablo predicó
(52)
en la sinagoga. Pero algunos incrédulos endurecidos, maldijeron el camino (el evangelio) delante de
la multitud, lo cual motivó a Pablo a apartarse de la sinagoga, separando a los discípulos.
El nuevo sitio donde el apóstol predicaba la palabra fue la escuela de uno llamado Tiranno; Esto lo
hizo el Pablo por espacio de dos años, de manera que todos los de Asia, judíos y griegos, escucharon
la palabra de Cristo, “y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo” (19:11); Tanto así,
que aun de sus paños y delantales fluía poder sanador y libertador a donde eran llevados. Pero siete
hijos del jefe de los sacerdotes de esa ciudad, el cual se llamaba esceva, eran exorcistas ambulantes,
los cuales viendo los que Dios hacía por medio del apóstol Pablo, fueron a casa de un endemoniado
diciendo: “…os conjuro por Jesús, el que predica Pablo “(19:13). Y el demonio respondió:”…a Jesús
conozco, y se quién es Pablo; pero vosotros, ¿Quiénes sois?” (19:15). La fuerza del espíritu malo en
aquel hombre fue tanta, que aquellos hombres salieron desnudos y heridos de aquella casa.
En esta ciudad, el arrepentimiento fue tan verdadero, que muchos que habían practicado la magia
trajeron esos libros y los quemaron.
Pero algún tiempo después, se levantó en Efeso uno de los alborotos más escandalosos y
embravecidos que narre el libro de los Hechos, tanto así, que “…todos a una voz gritaron casi por
dos horas: ¡Grande es Diana de los efesios! (19:34;).
De Efeso, Pablo salió para Macedonia. Y después de recorrer aquellas regiones llegó a Grecia, donde
estuvo tres meses. Sus planes como que eran viajar de allí directo a Siria, pero al saber de unos
planes en su contra, regresó por Macedonia, acompañado por siete hermanos hasta Asia.
Navegando de Filipos, llegaron a Troas. En esta ciudad, Pablo celebró la Cena del Señor un Domingo
en la noche, servicio que se extendió hasta el amanecer. Durante el servicio un joven cayó de un
tercer piso y se murió, pero fue resucitado.
De Troas viajaron a Aason, y luego a Mitilene. Luego llegarón delante de Quío, y después a Samos.
El próximo lugar fue Trogilio, y luego Mileto. Pablo se apresuraba con el fin de estar en Jerusalén el
día de Pentecostés.
En Mileto, Pablo se despidió de los ancianos de la iglesia de Efeso, pronunciando un conmovedor y
doloroso mensaje de despedida, anunciando que no volverían a ver su rostro. Esto hizo que los
hermanos se echaran a su cuello y le besaran.
De allí salió para Cos, al día siguiente a Rodas y luego a Patara. Aquí tomaron un barco rumbo a
Fenicia, y viendo de lejos a Chipre navegaron a Siria, llegando a Tiro. De allí fueron a Tolemaida y de
allí a Cesarea. En esta ciudad se hospedaron en casa del evangelista Felipe. Estando aquí, vino de
visita el profeta Agabo, el cual, de una forma ilustrada, profetizó el arresto de Pablo en Jerusalén.
Después de ese anuncio, le rogaron a Pablo que no fuera a Jerusalén, pero al no lograr detenerlo,
se resignaron a decir: “…Hágase la voluntad del Señor” (21:14;).
Algunos días después, viajaron a Jerusalén. Este es el único de los tres viajes misioneros del apóstol
Pablo que no terminó donde comenzó (en Antioquía de Siria), sino que terminó en Jerusalén.
Así terminó el tercer viaje misionero del apóstol Pablo.
(53)
PABLO EN JERUSALÉN Y CESAREA

Capítulo 21:17 al Capítulo 26
Arresto e Interrogaciones
Todo lo que en esta parte se narra, tuvo lugar en dos ciudades: Jerusalén y Cesarea. Se menciona
una tercera (Antípatris), pero en esa ciudad Pablo sólo estuvo unas pocas horas, pues llegó en la
noche desde Jerusalén y salió al día siguiente para Cesarea. Así, Antípatris se presenta como un
punto de escala durante el viaje en que Pablo fue enviado preso de Jerusalén a Cesarea.
Herodes el Grande edificó a Antípatris en ese camino entre esas dos ciudades, y le puso ese nombre
en memoria de su padre.
Pablo en Jerusalén
Pablo llegó a Jerusalén terminando así su tercer viaje misionero. Allí, por un alboroto de los judíos,
fue arrestado y puesto bajo órdenes de un tribuno (autoridad militar romano, a cargo de seiscientos
soldados).
En esta ciudad Pablo hizo dos defensas: Una ante el pueblo y otra ante el Concilio (máxima autoridad
religiosa de los judíos). Las defensas de Pablo consistían en contar como fue su conversión y el
llamado que Dios le hizo.
Después de las dos defensas, se descubrió un plan para matar a Pablo, por lo cual, el tribuno decidió
mandarlo a la ciudad de Cesarea.
Pablo en Cesarea
En esta ciudad, el apóstol Pablo fue interrogado en tres ocasiones, todas tres ante autoridades
políticas del imperio romano: La primera, ante Félix (gobernador de Judea); La segunda ante Porcio
Festo (este reemplazó a Félix); Y la tercera, ante el rey Agripa, el cual estaba acompañado de su
mujer Berenice.
En su defensa ante Festo, Pablo apeló a Cesar (recurrió al conocimiento de Cesar, el emperador
romano), pues habían intenciones de enviarlo de nuevo a Jerusalén con el fin de que cayera en una
trampa de los judíos para matarlo.
Debido a su apelación, el apóstol Pablo fue enviado a Roma, pero sabemos que ese era plan de Dios,
pues ya el Señor se lo había dicho a Pablo mucho antes (Hch 23:11;).
Así que, a continuación, miremos cómo fue el angustioso viaje del apóstol Pablo a Roma.
(54)
VIAJE Y LLEGADA A ROMA

Capítulos 27 y 28
Esta parte del Libro, narra la forma en la que
el apóstol Pablo llegó y se estableció en la
ciudad de Roma. Contiene dos
acontecimientos principales: Primero, el
viaje del apóstol Pablo a Roma; Y segundo, su
establecimiento en esa ciudad.
Es decir, no nos muestra solamente la forma
en la que llegó, sino también que hizo y que
fue de él inmediatamente después de haber
llegado, mostrándonos acerca de qué fue de
su vida en Roma por espacio de dos años.
Mapa mostrando el recorrido del viaje a Roma A continuación, veamos cómo fue el viaje del
apóstol Pablo a Roma y también su
establecimiento en esa ciudad.
Viaje del apóstol Pablo a Roma
Se hizo todo por agua, excepto el último y corto trayecto, el cual se hizo por tierra. Debido a las
dificultades que se presentaron, tuvieron que viajar en cuatro barcos (naves) diferentes, por lo cual,
el viaje se clasifica en cuatro partes, a causa de los lugares en que se vio interrumpido.
Estudiemos este viaje, teniendo en cuenta estas cuatro partes o trayectos.
Primer trayecto: De Cesarea a Mira

27:1-5
El viaje comenzó en Cesarea, ciudad donde Pablo había sido interrogado tres veces. El barco en el
que salieron era de Adramitio, ciudad portuaria de misia, en la provincia romana de Asia, la cual
llevaba como destino “…los puertos de Asia,” (27:2;). Pablo junto con otros presos fueron
entregados a un centurión (militar romano que tenía a cargo cien soldados), lo que indica que de las
doscientas setenta y seis personas que viajaron con Pablo (27:37;), cien eran soldados.
Al día siguiente de haber partido, llegaron a Sidón, y el centurión le permitió a Pablo visitar a sus
amigos. De allí, pasando frente a Cilicia y Panfilia, llegaron a Mira, ciudad en la que cambiaron de
barco.
Segundo trayecto: De Mira a Malta

27:6 al 28:10
El nuevo barco era alejandrino (de Alejandría, ciudad importante del Egipto). Este barco tenía
como destino a Italia, de donde se supone que ya tenía un número de tripulantes al que se sumó
el grupo que venía con Pablo, formando así un extenso número (276).
De los cuatro trayectos del viaje a Roma, este fue el más difícil y peligroso, tanto así, que en algún
momento llegaron a perder toda esperanza de vida, pues fueron azotados fuertemente por el
furioso y embravecido tiempo de la época (era otoño).
(55)
Luego de haber partido de Mira, pasaron frente a Gnido, después frente a Salmon (extremo este de
Creta) y llegaron con dificultad a Buenos Puertos. En este lugar pasaron el día diez del mes séptimo,
fecha en la que debía hacerse el ayuno de expiación (27:9; Lev 23:27;). De allí salieron para Fenice,
puerto de Creta, pero el apóstol Pablo no estuvo de acuerdo, pues el tiempo era peligroso; Y lo que
Pablo advirtió, sucedió, pues un viento huracanado (Euroclidon) arrebató la nave de su dirección,
quedando esta a la deriva, y entonces comenzó el pánico y el terror que duraría bastante tiempo
(“…no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días,…acosados por una tempestad no pequeña,…”
27:20;). En medio de esa situación, un ángel de Dios le dijo a Pablo que nadie moriría, y que todas
esas personas Dios se las había concedido a Pablo. A partir de ese momento y hasta que llegaron a
su destino, Pablo tuvo el liderazgo espiritual sobre toda la tripulación.
La tempestad terminó en un naufragio, pero todos se salvaron al llegar a una isla llamada Malta.
En esa isla, mientras Pablo recogía ramas para una fogata, una víbora se le prendió de la mano, pero
Pablo, sacudiéndola en el fuego, nada padeció. La gente de la isla primero pensaron mal de él, pero
cuando vieron que no le pasó nada, pensaron que él era un dios. Pero esto no fue lo único que
sucedió en esa isla, pues el avivamiento estalló cuando el padre del hombre más influyente de aquel
lugar fue sanado, y entonces, todos los enfermos de aquel lugar “…venían, y eran sanados;” (28:8-
9;).
Tercer trayecto: De Malta a Puteoli

28:11-13
En Malta duraron tres meses, y de allí fueron a Siracusa, en un barco de Alejandría (tercer barco en
que se subían), cuya insignia era “Cástor” y “Pólux” (dioses tutelares de los marineros,
supuestamente hijos del principal dios griego: Zeus y Leda, 28:11;).
De Siracusa fueron a Regio, y dos días después a Puteoli, donde estuvieron siete días.
Cuarto trayecto: De Puteoli a Roma

28:14-16
Después de siete días, viajaron por tierra directo a Roma, siendo este el más corto de los cuatro
trayectos. Antes de llegar a Roma, hermanos de esa ciudad salieron hasta el Foro de Apio y las Tres
Tabernas a recibir al apóstol Pablo y a sus compañeros de ministerio, lo cual animó grandemente al
apóstol Pablo, quien dio gracias a Dios.
Así, al fin llegaron a Roma, después de ese largo y peligroso viaje.
Establecimiento del apóstol Pablo en Roma

En Roma, a Pablo se le permitió vivir aparte custodiado por un soldado. Allí, permaneció dos años
predicando en una casa alquilada, en la que “…recibía a todos los que a él venían,” (28:30;), esto lo
hacía “…abiertamente y sin impedimento” (28:31;).
A su llegada, Pablo hizo lo que acostumbraba: Convocó y se dirigió primeramente a los judíos, pero
al ver que algunos no creían, también hizo algo que acostumbraba: Los exhortó duramente y dirigió
toda su atención a los gentiles. Así termina el Libro de los Hechos: Con el apóstol Pablo preso en
Roma, predicando y enseñando la palabra de Dios fervorosa y denodadamente.
(57)
CONCLUSIÓN
Si bien es muy cierto que todas las confesiones e iglesias cristianas remontan su origen a la
iglesia apostólica primitiva, también es muy cierto que la mayoría (por no decir todas) están
bastante lejos de parecerse a ella, y más lejos aún de igualarla.
No obstante, la iglesia que Cristo dejó en la tierra fue la apostólica, y una igual a esa será la que
el vendrá a buscar el día del arrebatamiento de la iglesia.
Los ángeles dijeron lo siguiente el día de la ascensión:
“…Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo,

así vendrá como le habéis visto ir…”
Hechos 1:11
Si él viene tal cómo él se fue, espera encontrar una iglesia tal cómo él la dejó
(59)
“…trajeron…a algunos hermanos ante las autoridades…gritando:

Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá;”
Hechos 17:6
(61)
BIBLIOGRAFIA
La siguiente, es la lista de algunas de las Obras consultadas para la realización de la presente:
- Biblia Reina-Valera 1960

- Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia (Tomo I: El Antiguo Testamento)
- Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado, Vila-Escuain (Editorial Clie)
- Comentario Bíblico de Matthew Henry, Traducido por Francisco L. (Editorial Clie)
- Nuevo Diccionario de la Biblia, A. Lockward (Editorial Unilit)
- Diccionario Ilustrado de la Biblia, Wilton M. Nelson (Editorial Caribe)
- Diccionario de la Lengua Castellana
Nota :
Todas las citas bíblicas (ya sea completas o parte de ellas) que
aparecen escritas en esta Obra Exegética, han sido tomadas en
su totalidad y sin excepción de la biblia Reina-Valera 1960.
Toda la información histórica que aparece escrita en esta Obra, ha

sido tomada directamente de las respectivas Obras aquí citadas.
Nada es fruto de la imaginación ni de la improvisación.
(63)
AUTO-CONTROL DE NOTAS Y CALIFICACIONES
Evaluación Disciplinaria
Estas Notas no determinan la aprobación o reprobación del presente Estudio Teológico.
Se tienen en cuenta para asignar Ministraciones a final de año en el Servicio de Clausura y
Acción de Gracias.
La “Evaluación Disciplinaria” se hace de una forma “CUALITATIVA”.
PUNTUALIDAD
NOTA FINAL
CONDUCTA PRESENTACIÓN
PERSONAL
Evaluación Académica (Cuantitativa)

Estas Notas determinan la aprobación o reprobación del presente Estudio Teológico.
Pero no son suficientes o el único requisito para asignar Ministraciones a final de año en el
Servicio de Clausura y Acción de Gracias.
Examen
Oral
Exposición NOTA Trabajo

FINAL Escrito
Examen
Escrito
(65)
SEMINARIOS
CURSOS ECLESIASTICOS
PROGRAMAS TRIMESTRALES
CURRICULO COMPLETO PRESENCIAL O A DISTANCIA
ORGANIZACIÓN MINISTERIAL TEOLOGICA INTERDENOMINACIONAL
FORMATO OFICIAL PARA TRABAJOS ESCRITOS
01. HOJA EN BLANCO
02. HOJA DE PRESENTACION

A) Nombre de la Escuela
B) Nombre del Estudio Teológico
C) Nombre del Alumno
D) Nombre del Maestro
E) Nombre de la Iglesia
F) Denominación
G) Lugar
H) Fecha
03. TABLA DE CONTENIDO
04. INTRODUCCION (menos de 1 hoja)
05. PREGUNTAS Y RESPUESTAS
06. CONCLUSION (menos de 1 hoja)
07. BIBLIOGRAFIA
08. HOJA EN BLANCO

Categoría: Texto de las Sagradas Escrituras

G-1) Hechos de Los Apóstoles (T.s.e.)

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TEXTO DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS

HECHOS DE LOS APÓSTOLES

“… recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,

Esta Obra Exegética ha sido elaborada y publicada

1) Prohíbe comercializar (vender) este Material, ya sea en archivos, impreso o

2) Escuelas o Institutos que cobren Inscripción, o Mensualidad, o Módulos, etc.,

Muchas gracias. Bendiciones.

HECHOS DE LOS APÓSTOLES

“… recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,

Esta Obra Exegética ha sido elaborada y publicada

DATOS DE ESTA IMPRESIÓN

Categoría : Texto de las Sagradas Escrituras

Nombre : Hechos de los Apóstoles

Materia Prima, Elaboración e Impresión : Barranquilla, Atlántico

N° de Ejemplares Impresos : Aprox. 40

Biblia de Texto : Reina- Valera 1960

La legalidad de este documento,

Los Ministerios que no están asociados a la Missionary School Of Theology Rhema,

PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL

Legitimidad y Legalidad Bíblica

“Por tanto, id, y HACED DISCIPULOS a todas las naciones,…”

Legitimidad y Legalidad Jurídica

Año Teológico : ____________

MES DIA N° CLASE PAG.

 ¿Qué dice la tradición acerca del Escritor de Hechos?

 Los tres propósitos principales por los cuáles se escribió Hechos

 El ministerio del apóstol Pedro entre los judíos

3. Cuando se esté en Clases, se aconseja no leer el Módulo en el momento en el que se esté

Datos de esta impresión….. 07

“… recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,

Estas particularidades son las siguientes:

Por su contenido interno y su ubicación en el Nuevo Testamento, Hechos de los apóstoles se

La primera parte, trata acerca de la persona que lo escribió; La segunda es un comentario

PRIMERA PARTE: EL ESCRITOR DE HECHOS DE LOS APÓSTOLES

1. Lo que dice La Tradición

SEGUNDA PARTE: ESTUDIO EXTERNO RESUMIDO (Generalidades)

1. Los Propósitos del Libro

TERCERA PARTE: ESTUDIO INTERNO (Capítulo por Capítulo)

1. LO QUE DICE LA TRADICIÓN

También, otros documentos contemporáneos con el Fragmento de Muratori, escritos en el siglo II

Y no sólo enfatizan o se refieren únicamente al tercer evangelio, pues el Fragmento Muratoriano,

La prueba de mayor peso es la siguiente:

2. LO QUE DICE LA BIBLIA

Primero, que fue un “Escritor”;

Veamos por qué:

En Lucas 1:1 él afirma lo siguiente:

La prueba de esto es la siguiente:

Del Escritor de los Hechos nosotros aprendemos lo siguiente:

En Hechos 4:20 el escribió lo que Pedro y Juan dijeron:

Y en sus dos escritos él también contó lo que “vio” y “oyó”:

1. LOS PROPÓSITOS DEL LIBRO

El derramamiento del Espíritu Santo

Primero, el Libro de Hechos fue escrito para un hombre llamado Teófilo;

Transición del reino

“Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros,

2. LOS TEMAS PRINCIPALES DEL LIBRO

a) La venida del Espíritu Santo

Para con Cristo:

Para con la iglesia:

Para con el mundo:

Los 10 días desde que Cristo se fue hasta el día de Pentecostés:

Desde el día de Pentecostés en adelante: