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DIRECTORIO
Y NORMAS
Para la Pastoral de Exorcismos y de Oraciones de Liberación y Sanación en
la Arquidiócesis Primada de México
Siglas y abreviaciones
DOCUMENTO 1
DIRECTORIO
Para el ejercicio del Ministerio de Exorcismos
y Oraciones de Liberación y Sanación
de la Arquidiócesis Primada de México
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DIRECTORIO
I. Exposición Doctrinal
1. La Iglesia Universal, que se hace presente en esta amada Iglesia
diocesana, vive de la Fe en el Hijo de Dios, que nos ha amado hasta dar
la vida por nosotros, y, resucitando, ha vencido a la muerte, al pecado y
al demonio. El Señorío de Cristo y el reino, que en su misericordia nos
ofrece, nos animan firmemente a anunciar el Evangelio a toda creatura
en una misión permanente.
9. Hay que tener presente que, además de la acción ordinaria del demonio
a través de la tentación, existe, por permisión divina, una acción
extraordinaria que se cierne sobre los seres humanos y las cosas
materiales. La puerta a la acción extraordinaria se abre principalmente
cuando los fieles caen en pecados contra el primer mandamiento, como
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Pastoral de Prevención
Una dimensión de la pastoral ordinaria de nuestra Arquidiócesis
a) Formación
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«El mal no es sólo una deficiencia sino una eficiencia, un ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor.
Terrible realidad, misteriosa y temible, se aparta del cuadro de la enseñanza bíblica y eclesiástica quien
rehúsa reconocer su existencia; o quien hace de él un principio autónomo, sin tener origen en Dios, como
toda creatura; o la explica como una pseudo realidad, una personificación conceptual y fantástica de las
causas desconocidas de nuestros malestares». (Pablo VI, 15/11/1972)
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15.Los fieles laicos que nos ayudan en las diversas tareas pastorales deben
poseer un conocimiento suficiente sobre las influencias indirectas y
directas del demonio. Por eso solicito a los párrocos y a quienes les
ayudan en la cura de almas que catequicen a los fieles, promoviendo en
las parroquias cursos que ayuden a conocer cuáles son las prácticas que
abren las puertas a la acción extraordinaria del Maligno; que adviertan
de los peligros que representan y que faciliten la formación de sujetos
activos capaces de ayudar a otros hermanos que estén afectados por
esos males, especialmente entre los jóvenes.
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Véase por ejemplo: Congregación para la Doctrina de la Fe, Fe Cristiana y Demonología, 26/VI/1975; Carta
a los Obispos sobre algunos aspectos de la Meditación Cristiana, 15/XI/1989; Conferencia Episcopal Toscana,
Sobre la magia y la Demonología, 8/V/1994; Norberto Rivera Carrera, Instrucción Pastoral sobre el New Age,
1996; Consejo Pontificio de la Cultura para el diálogo interreligioso, Jesucristo Portador de Agua Viva, una
reflexión cristiana sobre la Nueva Era, 2003.
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16.Dado que los jóvenes son los más susceptibles a caer en los engaños del
demonio, pido al equipo de la pastoral juvenil que, junto con el Colegio
de Exorcistas, busquen mecanismos para acercar a los jóvenes a este
problema, para advertirles de lo riesgoso de ciertas prácticas,
especialmente las de adivinación, para poder formarlos en la vida
cristiana y ayudarles a evitar caer en supersticiones o en prácticas
perniciosas.
24. Mención aparte merece la Misa por los enfermos que está prevista en el
Misal, la cual debe usarse en los días litúrgicos aprobados y a la que se
puede unir el rito comunitario de la Unción de los Enfermos, también
usando las formas previstas en los rituales (IGMR n. 372). Evítese
convocar a las misas por los enfermos, en los que se administrará la
Unción, a fieles que no estén convenientemente preparados o aquellos
cuya necesidad de recibir dicho sacramento no conste al pastor (cfr.
RUEPE nn. 8-15), pues la experiencia ha demostrado que algunos fieles
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27.En el curso de la Santa Misa Crismal, que preside el Obispo los jueves
de la Semana Santa de cada año en Catedral, se bendicen los óleos de
los Catecúmenos y de los Enfermos, y se consagra el Crisma. El uso de
cada uno de los Santos Óleos está claramente definido en las
celebraciones de los sacramentos y sacramentales: el de los
Catecúmenos, en los ritos previos al Bautismo; el de los Enfermos, en la
administración del Sacramento de la Unción de los Enfermos; y el
Santo Crisma en los ritos del Bautismo, la Confirmación, la Ordenación
del Obispo y de los Presbíteros, y en la Dedicación de las iglesias y los
altares. Sólo es lícito emplearlos por los sacerdotes, y en el bautismo
por los diáconos, nadie más los puede utilizar, y sólo dentro de las
formas rituales establecidas por la Iglesia, por lo que no es lícito
utilizarlos para otro fin. Consérvense con la debida reverencia en
lugares apropiados (cfr. MR, Misa Crismal n. 33).
28. Dentro del proceso de acompañamiento a los fieles afectados por las
distintas asechanzas del Maligno, el exorcista puede ungir, de acuerdo a
su criterio, con aceite bendecido; bendígalo de acuerdo al ritual, que
puede ser del Rituale Romanum (Título IX, Capítulo VII, n. 8). Ordeno
taxativamente que ningún sacerdote comercialice éste ni ningún otro
sacramental.
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c) Grupos y movimientos
Capítulo 2
37. Todos los sacerdotes, por la gracia del sacramento del Orden y la
debida preparación en la materia, pueden hacer un primer
discernimiento sobre las personas que acuden a consultarles por padecer
malestares que parecen no tener una explicación natural. Reciban a cada
persona con caridad, escúchesele y oriéntesele a la comunión con Dios a
través de los sacramentos, particularmente, ayúdesele a hacer una buena
confesión y a participar en la Santa Misa para que reciba la Eucaristía.
41.Para que todos los sacerdotes puedan tener los criterios básicos de
discernimiento para estos casos, pido al Colegio de Exorcistas que
coordine la elaboración de un manual operativo que indique qué hacer,
cómo tratar y a dónde canalizar los casos pertinentes.
42. La Santa Iglesia, esposa de Cristo, vencedor del demonio, ora sin cesar
por todos sus miembros y los consuela en sus aflicciones. No se dejen
de hacer plegarias por aquellos que se sienten atormentados y que no
padecen una acción extraordinaria del demonio. Pero téngase también
presente en la oración a quienes verdaderamente la padecen, para que
ocasionalmente se tenga esta intención en la Oración Universal de los
Fieles en la Eucaristía, especialmente en la dominical, y en las preces de
las Laudes y de las Vísperas de la Liturgia de las Horas.
43. Movidos por la caridad pastoral, los presbíteros y los diáconos ayuden
espiritualmente a todo creyente que, aun no padeciendo la acción
extraordinaria del Maligno, se sienten fuertemente tentados por él y se
encuentran en un estado de sufrimiento (cfr. DESQ 15). Oren con ellos
e incluso sugiéranles formas de oración, para que, con la ayuda de la
gracia, resistan los embates del enemigo y vivan en la paz que ofrece el
Señor resucitado. Pido al Colegio de Exorcistas que provean a los
pastores de nuestra Iglesia Particular de algunos subsidios que
contengan un compendio de oraciones que se puedan hacer por y con
los fieles.
(Mt 17, 21); por tal motivo, los exhorto a que cada miembro del pueblo
de Dios, de acuerdo con su condición, ofrezca oraciones y sacrificios
por la liberación y sanación de los hermanos atormentados por el
demonio y por aquellos que realizan el delicado Ministerio del
Exorcismo (cfr. DESQ 31).
Capítulo 3
48. Aquellos que ejercen el ministerio por primera vez, sean debidamente
instruidos por quien deja el cargo y por el Colegio de Exorcistas;
fomenten el estudio personal y participen en cursos y congresos que les
ayuden a ejercer lo mejor posible su ministerio.
DOCUMENTO 2
NORMAS PASTORALES
Para el ejercicio del Ministerio de Exorcismos
y Oraciones de Liberación y Sanación
de la Arquidiócesis Primada de México
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NORMAS PASTORALES
1. Conocemos la existencia y la acción del demonio y de los demás
espíritus malignos por la revelación, atestiguada por numerosos pasajes
de la Sagrada Escritura (Mt 25, 41; Lc 10, 18; Jn 8, 44; 2Pe 2, 4; etc.),
por los Santos Padre (Ireneo, Basilio, Juan Crisóstomo, Agustín,
Gregorio Magno, Juan Damasceno, por mencionar sólo algunos), por
los escritores eclesiásticos (Tertuliano, Orígenes, etc.), por los teólogos
(Beda, Tomás de Aquino, Luis Ma. Grignon, etc.) y por el Magisterio
de la Iglesia, tanto conciliar como Papal (particularmente de los últimos
pontífices).
El exorcismo
3. . El exorcismo es una acción de la Iglesia por la que «pide públicamente
y con autoridad, en nombre de Jesucristo que una persona o un objeto
sea protegido contra las asechanzas del Maligno y sustraída a su
dominio».3 Jesucristo, nuestro Señor, realizó numerosos exorcismos
(cfr. Mc 1, 25s; etc.), «de él tiene la Iglesia el poder y el oficio de
exorcizar (cfr. Mc 3, 15; 6, 7.13; 16, 17)»4.
3
CEC, 1673. Las cursivas son nuestras.
4
CEC, 1673
5
DESQ, 11.
6
DESQ, 11.
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CEC 1667
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8
Benedicto XVI, Sumorum Pontificum; Pontificia Comisión Eclesia Dei, Universae Ecclesiae. Cfr. Pontificia
Commissio “Ecclesia Dei”, Prot. No. 39/2011 L.
9
CIC 1772 § 2
10
CIC 1772 § 1
11
DESQ, 13.
12
DESQ, 14.
13
CEC 1673
14
DESQ, 17.
28
15
DESQ, 16.
16
S. Th. II, IIae. Q 2, a. 1, c.
17
DESQ, 16.
18
DESQ, 16.
19
Vease el apéndice.
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Equipo de auxiliares
15.Es muy conveniente que el exorcista cuente con algunas personas
debidamente seleccionadas y bien formadas en esta materia para que lo
auxilien, no sólo durante el exorcismo, sino también en la
evangelización, la catequesis y el acompañamiento pastoral de las
personas poseídas o vejadas por el demonio.
20
DESQ, 33.
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17.Los auxiliares que participan en el rito, deben orar con empeño, «por el
hermano vejado, bien privadamente, bien según el modo indicado en el
rito, pero absteniéndose de utilizar cualquier fórmula del exorcismo, ya
sea deprecativa o imperativa, que sólo debe ser pronunciada por el
exorcista»21. Atiendan además solícitamente a las necesidades
particulares que según las circunstancias pudieran surgir en el desarrollo
del rito, de modo que el exorcista pueda realizar la celebración litúrgica
con naturalidad, piedad y sin muchas interrupciones.
El presbítero auxiliar
19.Dentro de los auxiliares del exorcista, además del grupo de fieles laicos,
de los peritos y del médico, tiene un valor especial el presbítero auxiliar.
En caso de necesidad el exorcista puede contar con la colaboración de
otros presbíteros que, sin ser exorcistas, le asistan en el ejercicio de su
ministerio.
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DESQ, 15.
26
Conferencia de los Obispos de Francia, Comisión Doctrinal sobre la sanación del Árbol genealógico,
19/1/2007.
27
«El ministerio del exorcista además de ser de liberación, es también un ministerio de consolación» (Cfr.
Rito degli esorcismi e preghiere per circonstanza particolari. Conferenza Episcopale Italiana. Presentazione,
16.
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Caos de no católicos
25.Para la atención pastoral de personas no bautizadas o bautizadas no
católicas téngase una mayor prudencia, sin negarle el auxilio a ninguno,
procúrese realizar una diligente evangelización. Para realizar un
adecuado discernimiento y determinar si es oportuno realizar el
exorcismo, pídase el parecer a algún otro exorcista con más experiencia
y consúltese necesariamente el caso con alguno de los Obispos
Auxiliares.
Colegio de Exorcistas
28.Se ha de constituir en nuestra Arquidiócesis un Colegio de Exorcistas al
que pertenecerán los exorcistas con licencia y algunos sacerdotes
peritos en la materia, nombrados por el Arzobispo, quienes fungirán
como asesores. El Ordinario, por ser el primer exorcista en la diócesis,
será quien presida el Colegio o delegue para tal efecto a alguno de sus
Obispos Auxiliares y nombre al coordinador de dicho colegio.
Recomendación final
31.Los exorcistas de la Arquidiócesis de México deben cumplir fielmente
estas normas pastorales informando oportunamente al Obispo Auxiliar
de su Vicaria territorial y al Obispo Auxiliar, delegado como presidente
del Colegio de Exorcistas, sobre el desempeño de su ministerio, que han
de realizarlo con sincera «caridad con fe y humildad»30 bajo la
dirección de la Autoridad competente.
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DESQ, 13.