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Ficha: Introducción y Capítulo 1 del libro “El capitalismo histórico”

por Immanuel Wallerstein

Docente/s: Andrea Sato, Recaredo Gálvez, Marco Kremerman


Alumno: Sebastián Estenssoro
Curso: Optativo de Profundización: Capitalismo Histórico y Crisis Contemporánea
Fecha: 5/05/2021
Wallerstein, I. (1988). El capitalismo histórico. Madrid, España: Siglo XXI

Contexto de producción
En 1976, Immanuel Wallerstein (1930-2019) se hizo profesor de la Universidad de
Binghamton, y en el mismo año, en conjunto de otros profesores fundaron el “Centro de
estudios económicos, sistemas históricos y civilización Fernand Braudel”, siendo Wallerstein
la cabeza hasta 2005. Este escenario sirvió perfectamente para el desarrollo de su
pensamiento el cual estaba fuertemente influenciado por teoría marxista y por la escuela de
los Annales. Además, su pensamiento también se vio fuertemente influenciado por la teoría
latinoamericana centro-periferia y la teoría marxista de la dependencia, lo que vale decir:
Theotônio dos Santos, Ruy Mauro Marini, Vânia Bambirra y André Gunder Frank.
Es a partir de esta influencia que el autor analiza el capitalismo y desarrolla su noción de
capitalismo histórico. De este modo, su libro “Historical capitalism” (posteriormente
traducido al español como “El capitalismo histórico”) fue por primera vez publicado en 1983
en London por la editorial Verso.

Tesis central Introducción1


Existe la tarea urgente de ver al capitalismo como un sistema histórico, a lo largo de toda
su historia y en su realidad concreta y única (bajo un solo nombre, la realidad entera).
De este modo, Wallerstein (en su libro) tratará de presentar la realidad global integrada,
tratando sucesivamente su expresión en los terrenos económico, político e ideológico-
cultural.

Argumentos
Existe la necesidad de ver al capitalismo como un sistema histórico, pues para Wallerstein:
I. Los escritos sobre capitalismo por marxistas o autores de izquierda política, adolecen
de dos típicos defectos: “los unos son básicamente análisis lógico-deductivos que parten de
definiciones de lo que se piensa que es en esencia el capitalismo y examinan luego hasta qué
punto se ha desarrollado este en diversos lugares y épocas; y los segundos se centran en las
presuntas grandes transformaciones del sistema capitalista a partir de un punto reciente en el
tiempo, y todo el tiempo anterior sirve de contraste mitológico para considerar la realidad
empírica del presente” (p.VII).
II. Se debe resaltar la negación de Marx como marxista; esto en alusión tres aspectos que los
marxistas suelen ignorar y los cuales corresponden a: 1) La visión de Marx estaba limitada
a la de la realidad social del siglo XIX; 2) Una formulación teórica sólo es comprensible en
relación con la formulación alternativa a la que ataca, siendo irrelevante para formulaciones
de otros problemas basados en otras premisas; y 3) La tensión presente entre la obra de Marx,
la exposición del capitalismo como sistema perfecto (hecho histórico inédito) y el análisis de
la realidad cotidiana concreta del mundo capitalista (p.VIII).

Tesis central Capítulo 1: La mercantilización de todas las cosas: La producción de capital


El capitalismo es, ante todo y sobre todo, un sistema social histórico. (...) Su génesis se
localiza en Europa a fines del siglo XV, siendo un sistema que se extendió con el tiempo
hasta cubrir todo el globo hacia finales del siglo XIX, y que aún cubre todo el globo (p.1-8).
De modo que en este capítulo, Wallerstein describe el capitalismo como sistema histórico
observando su realidad entera, a partir de hechos empíricos sobre cómo ha sido el capitalismo
en la práctica, cómo ha funcionado en cuanto sistema, por qué se ha desarrollado de la
manera en que lo ha hecho y a dónde conduce en la actualidad.
1 Por motivos de precisión, se debió hacer un apartado de “Tesis central” y “Argumentos” para tanto
la introducción como el capítulo 1
Argumentos
De este modo, son señalables algunos principales argumentos que se levantan a partir del
entendimiento sobre el capitalismo como un sistema social histórico, los que corresponden a:
I. El capitalismo histórico tuvo su distinción original del sistema social histórico cuando el
capital (fuerza de trabajo), se empezó a implementar con el fin de su autoexpansión. Por lo
tanto, el capitalismo histórico implica una mercantilización generalizada de procesos que
antes habían sido realizados previos al mercado. De este modo, el desarrollo histórico del
capitalismo evidencia una mercantilización de todas las cosas. Lo que es racional para los
empresarios, no es necesariamente racional para los trabajadores; y lo que es racional para
todos los empresarios (como grupo colectivo), no es necesariamente racional para un
empresario determinado. De este modo, los intereses propios a menudo movían a los agentes
a actuar (racionalmente) de manera contradictoria. Así, se vuelve sostenible que el homus
economicus se origina con el capitalismo histórico y en donde la bancarrota ha
homogeneizado la acción de los agentes, presionándolos a actuar colectivamente para
aumentar la acumulación de capital
II. La maximización del capital variable corresponde a la contradicción del capitalismo que
ha dado origen al mercado laboral, ergo, a una creciente proletarización laboral que ha
aventajado a los productores. Sin embargo, la noción de “proletario” no es abarcativa de toda
la fuerza de trabajo (considérese mujeres adultas, preadultos y posadultos) como si lo es el
concepto de unidades domésticas2; categoría con la cual la división del trabajo adquiere una
nueva centralidad expresada en su correlación con la valoración del trabajo (el trabajo
asalariado masculino era mejor valorado). De este modo, el capitalismo histórico
institucionalizó el sexismo. Por otro lado, la etnicidad creó un caparazón cultural que
consolidó los esquemas de la estructura de unidades domésticas semiproletarias.
III. El capitalismo histórico presenta una capacidad para ocultar el intercambio desigual.
La clave para ocultarlo está en la estructura misma de la economía-mundo capitalista: la
aparente separación en el sistema capitalista mundial entre la economía y la política. En
términos prácticos, la economía-mundo capitalista se ha visto inmersa en una relación
centro-periferia que refleja la estructura geográfica de los flujos económicos (en
intercambio desigual), donde su carácter “oculto” radica en la ilusión de negociación entre
las partes. Sobre esto se sostiene que la mayoría del mundo está en peores condiciones
materiales al igual que en peores condiciones políticas en relación con los sistemas históricos
anteriores.

Pregunta 1: ¿A qué se refiere la noción de capitalismo histórico?


“El capitalismo es, ante todo y sobre todo, un sistema social histórico” (p.1). Así, el
capitalismo histórico es definido como un escenario integrado, concreto, limitado por el
tiempo y espacio, de las actividades productivas dentro del cual la acumulación incesante de
capital ha sido la ley económica que ha gobernado en la actividad económica fundamental. Es
el sistema social donde quienes se han regido por tales reglas, han tenido un impacto tan
grande sobre el conjunto, que han creado las condiciones, mientras que los otros se han visto
obligados a ajustarse a las normas o sufrir las consecuencias. Corresponde entonces, al
sistema social en el cual el alcance de esas reglas (ley del valor) se ha hecho cada vez más
extenso, quienes imparten las reglas cada vez más intransigentes y la penetración de estas
reglas en el tejido social, cada vez mayor; aun cuando la oposición social a tales reglas se
haya hecho cada vez más fuerte y organizada (p.7).

2 “...Unidad de cálculo racional en términos de remuneraciones y gastos” (p.13)


Pregunta 2: ¿Por qué es importante mirar la historia con este concepto?
Como es mejor detallado en los apartados de “Tesis central” y “argumentos” de la
introducción, para Wallerstein, resulta urgente ver al capitalismo como un sistema histórico a
lo largo de toda su historia y en su realidad concreta y única, pues según él, la producción
marxista que analiza el capitalismo lo hace desde una perspectiva analítica lógica-deductiva
basada en algún intento de definición del capitalismo y luego examina hasta qué punto el
capitalismo se ha extendido por distintos lugares y épocas; mientras que la producción
política de izquierda que revisa el capitalismo, lo hace a partir de grandes transformaciones
recientes en el tiempo y donde todo el tiempo anterior es relegado a un contraste mitológico
solo para considerar el proceso presente; siendo ambos procedimientos insuficientes para la
comprensión íntegra de lo que es y ha sido el capitalismo.
De este modo para Wallerstein, un verdadero análisis del capitalismo no puede ser otro que
no sea uno histórico, lo que vale decir, que un análisis del capitalismo no puede cometer los
errores derivados de no situarse históricamente (errores que, por cierto, ya fueron
mencionados como segundo argumento del apartado de argumentos de la introducción). Por
esta razón, para Wallerstein, el análisis histórico en el capitalismo histórico debe ser uno de
carácter heurístico inductivo, pues es más útil “porque abarca más fácil y elegantemente lo
que sabemos colectivamente en la actualidad acerca de la realidad histórica y porque nos
proporciona una interpretación de esta realidad que nos permite actuar más eficazmente sobre
el presente” (p.9)

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