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Ficha Bibliográfica II

Optativo de Profundización: Capitalismo Histórico y Crisis Contemporánea

Profesores: Andrea Sato J., Marco Kremerman S. y Recaredo Gálvez

Autor: José Gálvez Salvo

Fecha: 10/06/2021
Texto a trabajar

Hobsbawm, E. J. (1995). “Historia del siglo XX”, (Capítulos III “El abismo económico” y IX
“Los años dorados”).

Contexto de producción de la obra y breve reseña del autor

Eric Hobsbawm fue un historiador británico que vivió entre los años 1917 y 2012. Sus
trabajos se articularon en torno a el ascenso del capitalismo industrial, el socialismo y la
historia económica. Su trabajo está además fuertemente marcado por su tendencia marxista,
la que lo llevó a reflexionar sobre los orígenes del capitalismo en relación con la llamada
“revolución dual” (la revolución política francesa y la revolución industrial inglesa),
enmarcadas en lo que el historiador denomina el “largo siglo XIX”, que comienza con la
Revolución Francesa y termina con la Primera Guerra Mundial.

En su libro “Historia del siglo XX”, publicado por primera vez en 1994, Hobsbawm
desarrolla una reflexión sobre las fallas del socialismo de Estado, el capitalismo y el
nacionalismo a lo largo del siglo XX. Hobsbawm llama a “corto siglo XX” a este periodo que
comienza desde el inicio de la primera guerra mundial y termina con la caída del bloque
soviético.

Tesis central y argumentos

La tesis central del capítulo III de “Historia del siglo XX” es que la profundidad y
generalidad de la crisis que se inició con el “crac” de la bolsa de Nueva York en 1929 fue de
tal magnitud que influenció toda la historia mundial de los periodos posteriores, es decir, la
historia de la mayor parte del siglo XX.

Un argumento que da el autor respecto de esta idea es la importancia que adquirió la


problemática del desempleo para la política de las décadas posteriores a la crisis. Hobsbawm
menciona que el desempleo producto de la Gran Depresión, de una magnitud sin precedentes,
fue la principal consecuencia para la clase trabajadora, es decir, el grueso de la población.
Esto fue especialmente drástico considerando la inexistencia o insuficiencia de sistemas
públicos de seguridad social en los países industrializados. El autor menciona que la imagen
dominante de la época era la de comedores de beneficencia y de ejércitos de desempleados
que desde centros fabriles que hubieran dejado de utilizarse convergían hacia las capitales
para denunciar a los que creían responsables de la situación. En ese sentido el autor comenta
cómo, una vez terminada la crisis y luego la segunda guerra mundial, el “pleno empleo” pasó
a ser un objetivo básico de la política económica de los países capitalistas.

Un segundo argumento, que se relaciona estrechamente con el anterior, es que, a partir del
sentimiento de catástrofe causado por la Gran Depresión en los hombres de negocios y los
políticos, se generó lo que Hobsbawm denomina un destierro del liberalismo económico
durante medio siglo, esto producto de la inexistencia de soluciones en el marco de la
economía liberal. El autor menciona que la Gran Depresión obligó a los gobiernos
occidentales a dar prioridad a las consideraciones sociales sobre las económicas en la
formulación de sus políticas, lo que se concretó en expresiones como el abandono del patrón
oro por parte de EE. UU. a principios de la década del 30, o que Gran Bretaña abandonara en
1931 el libre comercio, tan esencial para su identidad. Otro punto importante es que, dado
que la URSS prácticamente no se vio afectada por la Gran Depresión, la noción de una
economía planificada se popularizó entre los políticos de los países occidentales.
El capítulo IX de “Historia del siglo XX” gira en torno a un periodo específico de la historia
mundial, que comienza alrededor de los años 50, periodo en que las condiciones de vida de la
población de los países occidentales habían mejorado sustancialmente, especialmente en
comparación al periodo entreguerras. Más aún, el autor menciona que esta “edad de oro”
actúa como una especie de contrapeso de la extraordinaria escala y profundidad de la época
de crisis que la precedieron. En ese sentido esta sería una fase culminante propia de un ciclo
de Kondratiev, y por eso mismo, al igual que otros ciclos, esta fase estuvo precedida y
seguida por fases de declive.

En relación con esto Hobsbawm plantea que para que una situación como la edad de oro del
capitalismo pudiera haberse producido, hubo un proceso de reestructuración y reforma
sustancial del capitalismo y un avance espectacular en la globalización e internacionalización
de la economía. El autor menciona que se produjo una economía mixta, la cual facilitó e
incentivó a los Estados a incorporar elementos de planificación en sus economías y gestiones,
un ejemplo de esto es la protección al empleo mencionada en relación con el capítulo III, idea
que se enmarca además en los modelos keynesianos de economía, los cuales entendían como
un elemento estratégico de los gobiernos el estímulo a la demanda. En ese sentido, tal como
fue mencionado anteriormente, se produjo un compromiso de los gobiernos con el bienestar y
el desarrollo, así la seguridad social dio pie por primera vez a la existencia de un mercado de
consumo masivo. Hobsbawm menciona que la edad de oro del capitalismo habría sido
imposible sin el consenso de que la economía de la empresa privada tenía que ser salvada de
sí misma para sobrevivir.

Otra idea que desarrolla el autor en relación con la edad de oro es que en este periodo se
intensifica la mundialización de la economía, empiezan a aparecer cada vez más una
economía transnacional, es decir, un sistema de actividades económicas para las cuales los
Estados y sus fronteras no son la estructura básica. Hobsbawm menciona que tres aspectos de
esta transnacionalización de la economía resultaban visibles: uno eran las compañías
trasnacionales; otro era la nueva división internacional del trabajo; y por último el
surgimiento de actividades offshore en paraísos fiscales. En ese sentido, y en relación a lo
mencionado anteriormente respecto de la edad de oro, es decir, la consolidación del modelo
de Estado de Bienestar, Hobsbawm menciona que, si bien en un origen hubo una relación
estrecha entre estas súper empresas internacionales con sus Estados y países de origen, a
finales de la edad de oro se había producido una emancipación de los intereses de estas
empresas con los de sus respectivos países.

Apreciación crítica del texto

En lo personal diré que, a partir de mis modestos conocimientos de historia universal, me


parece que este texto resulta bastante ilustrativo para entender los procesos de larga duración
acontecidos a lo largo del siglo XX, principalmente en los países desarrollados occidentales.
En particular rescato la forma en que el autor aborda los temas económicos sin que eso sea
desde una perspectiva típicamente marxista ortodoxa determinista, sino más bien ahondando
en la complejidad de lo social, aunque sin embargo dando la primacía que los temas
económicos merecen. Además, me gusta la forma en la que el autor presenta el desarrollo
histórico en el sentido de que este puede o no corresponder a la idea de progreso.

Respecto a las tesis de los capítulos en cuestión, tal como yo las he planteado en esta ficha, a
saber, la importancia que tuvo la Gran Depresión para los procesos económico políticos
mundiales posteriores a ella y el contraste de esta etapa con la denominada edad de oro,
también no puedo hacer más que estar de acuerdo.
De todos modos, mencionaré que, dado que el autor habla de la edad de oro como un
fenómeno propio de los países capitalistas industrializados (no así respecto de la Gran
Depresión sobre la cual es enfático en mencionar que es un fenómeno mundial), me gustaría
en ese sentido, que hubiera ahondado más en los procesos ocurridos en nuestro país y región
en ese periodo. Esto ya que, si bien hubo expansión de la seguridad social y desarrollismo
económico, lo que es homologable a la “edad de oro”, tampoco perdió importancia el peso de
la dependencia y la lógica “centro - periferia” que se arrastra desde el periodo colonial, esta
idea debería ponerse en relación con la intensificación de la economía mundial que el autor
menciona.

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