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1 INTRODUCCIÓN.
Desde tiempos remotos el hombre vive en colectividad y trabaja para satisfacer sus
necesidades (alimento, vestido, educación, etc) a través de recursos que compran a
través de los ingresos (siempre insuficientes para conseguir todos los bienes y servicios
deseados). Para satisfacer las necesidades se consumen bienes, por tanto se puede definir
la actividad económica como el conjunto de actividades destinadas a satisfacer las
necesidades humanas con medios materiales externos, bienes, susceptibles de usos
alternativos.
Economía es la ciencia que estudia cómo las sociedades utilizan los recursos escasos
para producir mercancías valiosas y distribuirlas a diferentes personas y grupos
En este tema se va abordará el método del economista para hacer de la Economía una
ciencia. Se mostrarán las dos caras o perspectivas de este campo teórico: economía
positiva y economía normativa. Se analizarán los “juicios de valor” en la economía y
veremos las principales discrepancias que surgen entre teóricos y pensadores económicos,
para terminar viendo las implicaciones que las mismas tienen a la hora de enseñar esta
ciencia en el aula.
1) Economía es una ciencia puesto que tiene un objeto propio, que son los fenómenos
económicos, un método y un conjunto de teorías económicas capaces de explicar esos
fenómenos.
2) Es una ciencia empírica, ya que se contrasta en la realidad. Más concretamente, se
refiere a cuestiones económicas relacionadas con la vida del hombre.
2) Método de la Diferencia: Se reúnen varios casos y observamos que siempre falta una
circunstancia que no produce el efecto, permaneciendo siempre todas las demás
circunstancias, concluimos que lo que desaparece es la causa de lo investigado.
La hipótesis es una suposición provisional para establecer las relaciones y explicar los
hechos. Ej: se supone que el mercado está compuesto por pequeñas empresas que no
pueden influir en el precio. Hasta que una hipótesis no se apruebe tendrá un valor
relativo y probable, ya que el fenómeno puede ser explicado de varias formas diferentes.
Las hipótesis pueden ser probadas a medias y entonces el grado de probabilidad en el
acontecimiento puede aumentar o disminuir. Otro logro de este método es cuando una
hipótesis se puede experimentar en la realidad, mediante una deducción rigurosa. Las
constantes críticas que se hacen a las hipótesis ayudan a encontrar una mejor definición
de la ley que rige el fenómeno en cuestión. La hipótesis es aceptada cuando tiene
resultados positivos en los casos más diversos, y en las más variadas circunstancias
en relación con lo que sirvieron de punto de partida.
Sólo mediante la comparación se puede decir que dos elementos son iguales o diferentes.
La ciencia reduce todo a un sistema de números y fórmulas matemáticas que expresan
medidas y relaciones. Los objetos de la matemática suponen que los axiomas
matemáticos están fuera del tiempo y el espacio. La matemática establece reglas
convencionales para poder cuantificar la realidad. Los símbolos matemáticos son sólo
operadores. La lógica permite sustituir relaciones causales con las funciones matemáticas.
La realidad es convertida en un concepto racional puro, y surge el peligro de fijar la idea
de que el conocimiento es más profundo cuánto más matemático es. La Economía se
dedica a explicar como medir los fenómenos económicos, la ciencia cuantitativa. Por
ello la matemática ha adquirido una gran importancia en la ciencia económica. Las
leyes económicas en la mayoría de los casos son una anticipación de la experiencia y
también necesitan ser medidas las posibles desviaciones de los resultados observados.
Podemos decir que la mayoría de las leyes que define la economía son leyes estadísticas
(distribución de los valores realmente observados).
Todos los días aparecen nuevos elementos de estudio e interrogantes, y los economistas
contrastan nuevas ideas y abandonan las antiguas, de forma que las viejas teorías se
quedan atrás a medida que llegan otras nuevas.
2) Falacia posterior hoc: que el suceso A se observe antes que el B no demuestra que A
provoque el B. “Después de” no implica “debido a”.
3) El todo no es siempre la suma de las partes: a veces se cree que lo que es cierto para
una de las partes también es necesariamente cierto para el todo.
Describe hechos y comportamientos de la economía. Trata preguntas que sólo pueden ser
respondidas referidas a los hechos. Ej: Una baja renta origina un bajo consumo.
Las proposiciones positivas se refieren a lo qué es, lo que era o lo que será. Las
proposiciones, afirmaciones o teorías positivas pueden ser sencillas o complejas, pero
versarán sobre lo que es. La realidad debe responder a estas preguntas.
Una TEORÍA es una explicación del mecanismo que subyace en los fenómenos
observados. Las teorías pretenden explicar el por qué de ciertos acontecimientos o
justificar la relación entre dos o más cosas. La teoría económica provee una estructura
lógica para organizar y analizar datos económicos. Las teorías facilitan la predicción de
las consecuencias de algunos acontecimientos. Un enunciado-ser es sencillamente aquél
que no es necesariamente cierto ni falso: asegura algo sobre el estado del universo que se
supone de determinada manera y no de otra forma y comprobar su veracidad o falsedad.
La distinción entre ambos conceptos quedo claro en la segunda mitad del XIX,
dividiéndose el estudio del ser y del deber ser (división entre hechos y valores). Para
los años treinta de nuestro siglo, con la ECONOMÍA DEL BIENESTAR, puramente
normativa, supuestamente libre de juicios de valor, redujo a una discriminación entre
juicios y valores incontrovertibles y valores controvertibles por otro. Se amplió el
concepto de economía positiva tradicional y se incluyó el concepto puro de economía de
bienestar, y la economía normativa se ocupó únicamente de aspectos de política
específica. Esto generó una serie de confusiones lógicas que expusieron al economista al
dilema de una economía positiva “libre de valores”. Pero Hume ya dejó claro (Guillotina
de Hume) que “No se puede deducir un deber ser de un ser: los enunciados descriptivos,
puramente empíricos, pueden sólo implicar otros enunciados de esa misma índole, pero
jamás normas, pronunciamientos éticos o recetas para hacer algo”. Siempre habrá de
distinguir hechos de juicios normativos. El enfrentamiento con los hechos (apelar a
los hechos) es el camino apropiado para tratar con tales hipótesis, cuestiones y
proposiciones. Las cuestiones normativas no pueden probarse solamente a través de la
observación empírica, sin embargo, las cuestiones normativas son de vital importancia
en la economía de hoy en día. El problema de contraste de dichas cuestiones o
proposiciones nos obliga a buscar sistemas de valores coherentes y correctos.
El análisis científico sólo existe como tal en cuestiones económicas positivas, y se dice
que los economistas deberían centrarse sólo en dichas cuestiones, dejando a los políticos
las cuestiones normativas. La realidad es que ambos campos se necesitan, de forma que
la economía normativa echa mano de las teorías económicas de la economía positiva para
poder tomar decisiones acertadas.
1) Puros: juicio que puede ser aplicado bajo cualesquier circunstancia concebible.
La mayoría de los juicios de valor, en Economía, son impuros y por ello se puede intentar
influir por medio de la persuasión sobre los que sostienen, argumentando que están
equivocados ya que los hechos son distintos de como ellos creen que son. Ej: juicio
impuro: el paro puede disminuir con medidas de Formación Ocupacional en la actualidad.
Ej: juicio puro: el paro tiende a crear marginalidad.
Hay doctrinas que sostienen que la Economía debe quedar libre de todo juicio de valor,
por ser distintos los enunciados positivos de los normativos, pero también hay
economistas que sostienen que es imposible que las proposiciones sobre fenómenos
económicos estén limpias de juicios de valor, porque los economistas son personas y la
economía es una ciencia social que estudia el comportamiento humano, siendo una de las
metas de la misma mejorar la propia sociedad.
Max Weber no negaba que la Economía estuviese influida por sesgos políticos.
Pregonaba la posibilidad de una ciencia económica libre de valor, aunque se puede
discutir y valorar en Economía, siendo útil para la sociedad. Weber encontraba tres tipos
de discusiones económicas:
1) Examen de la consistencia interna de las premisas de valor de las que derivan juicios
normativos en disputa.
Si no existe alguna forma de confirmación empírica o descriptiva (que no sean los juicios
de valor caracterizados implicados en los juicios metodológicos), parece sumamente
difícil escapar de la conclusión de que estamos en libertad de adoptar la posición que
mejor nos plazca. Es fácil encontrar economistas que preconizan que la Economía, como
ciencia, debe estar libre de valores, pero que luego consideran algunas opiniones
económicas contrastadas más válidas que otras.
5.1 Generalidades.
Los economistas suelen tener problemas para ponerse de acuerdo, debido a que tienen
distintas ideologías y distintas formas de ver las cosas. Las principales discrepancias
se han encontrado en la ECONOMÍA NORMATIVA, donde el método científico no tiene
cabida. Han discrepado sobre el poder que tiene que tener el Estado en la Economía de
una nación, la importancia de determinados problemas económicos, la distribución de la
renta, conveniencia y forma de intervención del Estado, de forma que las discrepancias
se han movido, generalmente, en cuestiones éticas y políticas. Sin embargo, también ha
habido controversias con determinados temas positivos, sobre todo microeconómicos,
como la asignación de recursos por parte del mercado, efectos perjudiciales de ciertas
reglamentaciones, beneficios de la especialización, etc.
La mayoría de los economistas quieren cambiar el mundo, con la sensación de que la vida
de muchas personas es mucho más oscura de lo que debería ser. Este es muchas veces, el
impulso que lleva a la investigación económica.
Pero los economistas se encuentran con ciertas dificultades que les impiden desarrollar
sus estudios de forma adecuada:
1. Desacuerdo acerca de los objetivos sociales: esta inconformidad actúa como tal
únicamente mientras es implícita y no reconocida. Si los objetivos sociales son propuestos
explícitamente, el desacuerdo desaparece. Para cualquier grupo dado de objetivos sociales
y suposiciones en cuanto a las condiciones empíricas, las conclusiones surgen con validez
objetiva mediante la aplicación de las reglas de la lógica y de la verificación.
Concluyendo:
1) El único factor personal (más allá de edad, sexo, contacto con universidades
extranjeras), que parece tener una influencia apreciable, y muy pronunciada, es la
ideología política, sobre todo en el caso de cuestiones de política económica (cuestiones
normativas). Estos resultados sugieren que la ideología política influye sobre las
cuestiones normativas; en particular, en la creencia en la capacidad de gestión de la
economía por parte del estado y, sobretodo, en la deseabilidad de las políticas
redistributivas. En cambio, no parece que la ideología tenga un efecto apreciable sobre
las cuestiones positivas.
2) Parece ser que existe poco consenso en las cuestiones metodológicas sobre el uso
de las matemáticas, el método científico y el sesgo teórico. En las cuestiones
metodológicas y de organización de la profesión, no influía tanto la ideología, y si más el
haber estudiado fuera (habiendo estado en contacto con otras maneras de ver la
Economía).
En resumen, las discrepancias sobre temas económicos son notables. Una buena parte
de esa discrepancia se debe a dos conjuntos de factores: la ideología política y la
segmentación de la profesión en escuelas de pensamiento o tradiciones diferentes. Las
discrepancias en cuestiones metodológicas o relacionadas con la organización de la
profesión probablemente reflejan la existencia de diferentes entornos culturales y
profesionales. Por tanto, los economistas académicos ofrecen respuestas distintas a las
cuestiones concretas en parte porque se acercan a esos problemas con enfoques
suficientemente diferentes.
5) No adquirir habilidades de análisis científico que tienen que estar presentes en los
alumnos como ayuda a su maduración intelectual. Esto se puede deber a la gran
multidisciplinariedad de la materia y las controversias de tipo normativo.
5.6 Soluciones.
A través de la aplicación intensiva del análisis económico a unas pocas áreas elegidas,
llega el estudiante a aprender a ver un problema económico como un problema de costes
y beneficios, y a desarrollar cierto respeto por el pensamiento analítico y objetivo sobre
temas cargados de subjetividad, intereses creados y prejuicios heredados. Por tanto:
El alumno debe tratar de ver las cosas con un espíritu científico para escapar de la
subjetividad, y de los juicios (y prejuicios).
Por otra parte, el alumno de Bachillerato tiende a mostrar cierta aversión hacia el uso de
las matemáticas. Para comprender los conceptos económicos no es necesario el uso
generalizado de las matemáticas (todo se puede explicar con lenguaje corriente).
Lo ideal es hacer que el alumno capte el concepto fundamental de una relación entre
dos o más variables (a través, por ejemplo, del análisis económico deductivo), y luego
ilustrarse a través de un diagrama, y a veces, por qué no, a través de una fórmula
(pero sin hacer especial hincapié en la importancia de las matemáticas).
El alumno debe saber entender su posición con respecto a la Economía para que le sirva
para entender el contexto económico que le rodea, los mecanismos que mueven los
mercados donde nos movemos, le ayude a entender cómo funcionan y qué motiva a las
empresas, pero también le debe ayudar a posicionarse, de forma crítica y consciente como
miembro activo de nuestra sociedad, capaz de distinguir lo que el cree que debe y que no
debe ser, más allá de la óptica del economista. Se hace muy importante que cada individuo
(cada estudiante), tenga su opción de libertad individual y un cierto grado de
responsabilidad como votante, alerta, bien informado y discriminador de programas
políticos.
6 CONCLUSIÓN.