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INTERPRETACIÓN JURÍDICA

Aspectos generales:

Razonamiento para juzgar se desarrolla, fundamentalmente, a través de:

a) MÉTODO DEDUCTIVO: Aristóteles: Reunión de 3 proposiciones tales


que, establecida las 2 primeras, surge necesariamente la 3º.

Este método va de lo general a lo particular.

- Premisa mayor o término mayor: Atributo de la conclusión. Aristóteles la llamo


“apodíctica” = Verdadera, evidente por si misma.

- Premisa menor o término intermedio: Reúne a la Premisa mayor y


a la conclusión. - Conclusión.

Ej.:
- Premisa mayor: Los hombres son mortales.
- Premisa menor: Pedro es hombre.
- Conclusión: Pedro es mortal.

Razonamiento deductivo ha tenido gran importancia en la interpretación


jurídica.

b) MÉTODO INDUCTIVO: A la inversa, va de lo particular a lo general. A partir


de la observación o la experiencia, intenta llegar al conocimiento de las
causas.

La interpretación, en rigor, no tiene cabida en las ciencias exactas, cuyas


conclusiones se obtienen mediante procedimiento rigurosamente lógicos. Es
más correcto hablar de verificación.

Interpretación es propia de las “disciplinas humanas” o “ciencias morales”


(filosofía, ciencias sociales – jurídicas, políticas, económicas - filología, historia,
etc.): No se trata de determinar una verdad absoluta de la naturaleza, sino
establecer una creación o expresión que un autor o una sociedad han
formulado en un determinado momento. La forma (sent. amplio) que adopta
esta expresión constituye el objeto de la interpretación.
Dos problemas:

- Falta de un elemento externo que sirva de punto de referencia y


constatación.

- Interprete capta un contenido subjetivo y ambiente social distinto a los


imperantes cuando fue elaborada la forma.

Según la FUNCIÓN que persiga, la interpretación puede clasificarse en:

a) Interpretación meramente cognoscitiva: Entender. Ej. Lectura.

b) Interpretación reproductiva o representativa: Comunicar a otros, en una


dimensión representativa diversa, pero equivalente, el conocimiento obtenido.
Ej.: Traducción, interpretación musical, dramática, etc.

c) Interpretación normativa: 2 fines:


- Dar a conocer la materia interpretada.
- Regular la conducta.

¿CÚALES SON LOS OBJETOS DE LA INTERPRETACIÓN JURÍDICA?

- Las leyes en sentido amplio, y la costumbre cuando ella es fuente del


Derecho. - Los actos unilaterales de soberanía, subordinados a las leyes y
destinados provenientes de su ejecución: actos administrativos y
jurisdiccionales.
- Actos autónomos realizados dentro del marco del derecho:

actos jurídicos. Importancia clasificación:

1) Órganos o sujetos facultados para realizar una interpretación obligatoria; 2)


C.C. fija normas especiales para interpretar leyes. (arts. 19 – 24), y autos
autónomos: Testamento (1069), contratos (1560 y sigtes.)
MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN:
Interpretar, se dice, es “determinar el verdadero sentido y alcance de la ley”

Pero: ¿cuál es ese “verdadero” sentido?, ¿qué es la verdad en materia


de interpretación normativa?

En abstracto, 2 soluciones extremas o esenciales pueden plantaerse:

- Histórica o subjetiva: Trata de desentrañar el pensamiento o voluntad del


legislador.

- Normativa u objetiva: Norma tiene un sentido o significación propia, distinta,


independiente del pensamiento de sus autores, que debe ser desentrañado.

Entre estos dos extremos oscilan los diferentes métodos que han
planteado los autores, quiene a través de ellos intentan, en primer término,
responder cúal es el verdadero sentido de la ley y, en segundo lugar, indicar
los medios o herramientas para alcanzar tal verdad.

Veremos 3 de los más importantes:

1.- Método LÓGICO TRADICIONAL (Exegético): Intención del legislador al


tiempo de crear la norma.

¿Cómo descubre tal voluntad? Medios o herramientas:

- La exégesis o explicación gramatical y semántica: Legislador = Culto (Cf.


Arts. 19 y 1560 CC). Luego: domina el lenguaje, debiendo presumirse la
conformidad entre la voluntad declarada y la voluntad real del
legislador.
- Trabajos preparatorios (anteproyectos, exposición de motivos, discusiones
parlamentarias, etc.)
- Conjetura: Juicio probable sobre la voluntad legislador, que se desprende
del espíritu general de la ley (fin supremo de persigue la ley, que trasunta
todos sus partes) y la apreciación lógica de sus consecuencias. Aplicación
argumento ab absurdum. - Otros procedimientos lógicos: Argumento a
fortiori, a pari, a contrario censu, etc.
Criticas:
- Petrificación del derecho.
- Falacia petitio principii, (“suponiendo el punto inicial”: Petición de
principios): Cuando la intención legislador es incierta, tambien es incierta la
utilización de los medios destinados a descubruirla. .
- Abuso de abstracciones lógicas: El Derecho debe servir a necesidades
sociales reales, no necesariamente a los principios de la lógica.

Representantes: Dominó todo el siglo XIX.

2.- Método HISTÓRICO EVOLUTIVO: Ley, una vez dictada, se independiza de


la voluntad del legislador, adquiriendo existencia autónoma. Su destino es
satisfacer las necesidades de un presente siempre cambiante. Interprete debe
hacer cumplir ese destino, respetando la letra de la ley, pero atribuyendo un
significado distinto al originario.

Críticas: Riesgo que, a pretexto de interpretar, se dé paso a los puntos de vista


subjetivos del interprete (Ej.: concepto de familia), particularmente porque el
método NO señala pautas para ajustar el sentido de la ley: Seguridad jurídica
afectada.

3.- Método de la Jurisprudencia de Intereses:

Leyes son producto de intereses variados que pugnan en la comunidad


jurídica. Interprete debe investigar y ponderar intereses en conflicto y preferir
el que la ley valore más. Su inspiración y guía son los intereses que son causa
de la ley, no la letra de ella ni la voluntad de su autor, al punto que incluso esta
autorizado para interpretar correctivamente.

Críticas:

- Intereses individuales no priman o no existen en todas las áreas del


Derecho. - Desconoce ciertos valores que deben considerarse
paralelamente a los intereses materiales o morales: justicia, bien común,
etc.
- Posibilidad de apreciaciones subjetivas.

CLASES DE INTERPRETACIÓN:
I.- Según su RESULTADO: Interpretación declarativa, restrictiva y extensiva.
Toda interpretación es declarativa, en el sentido que busca declarar el
contenido efectivo de la norma; pero en esta clasificación la expresión se toma
en un sentido más restringido: se mira al resultado final de la interpretación,
comparándolo con la extensión que revela el tenor literal de la ley (letra de la
ley). En otras palabras, para determinar frente a que categoría estamos, es
preciso comparar la extensión que tiene, por una parte, del texto de la
norma (tenor literal), con la extensión que tiene el espíritu o intención de
la norma.

- Interpretación DECLARATIVA: Es aquella que se limita a comprobar que


la letra de la ley corresponde fielmente al pensamiento del legislador.

- Interpretación EXTENSIVA: Aquella que concluye que la norma incluye


MÁS situaciones que las que aparentemente fluyen de su texto.

- Interpretación RESTRICTIVA: Aquella que concluye que la norma incluye


MENOS situaciones que las que aparentemente fluyen de su texto.

EJEMPLOS:

Interpretación RESTRICTIVA:

- Texto a interpretar (Norma): “Se prohíbe ingresar con perros”

- Conclusión interpretativa: Espíritu o intención de la norma es prohibir


el ingreso con razas de perros grandes o potencialmente peligrosos, pero no el
ingreso con perros de razas pequeñas o inofensivas.

Interpretación EXTENSIVA:

- Texto a interpretar (Norma): “Se prohíbe ingresar con perros”

- Conclusión interpretativa: Espíritu o intensión de la norma es prohibir el


ingreso con toda clase de animales, no sólo con perros.

Ej. real: Art. 2205 del C.C. Permite pactar intereses en el mutuo (def. art.
2196), pero se entiende que ellos se pueden pactar en todo contrato que
implique crédito de dinero a otro (Ej. compraventa en que el precio se paga
diferido). Razón: derecho a obtener los frutos civiles del dinero propio.
Interpretación DECLARATIVA (Regla general)

- Texto a interpretar (Norma): “Se prohíbe ingresar con perros”

- Conclusión interpretativa: Espíritu o intención de la norma es,


efectivamente, prohibir el ingreso con perros, cualquiera sea su raza,
permitiendo el ingreso con cualquier otra clase de animales.

Ej. real: Artículo 74 inc. 1º del Código Civil. Duda interpretativa se reduce
solamente a determinar qué es “separarse completamente de la madre”.

IMPORTANCIA: Tradicionalmente se entiende que el derecho singular


(excepciones), así como aquellas normas que establecen sanciones o
limitan los derechos NO PUEDEN SER OBJETO DE INTERPRETACIÓN
EXTENSIVA NI DE ANALOGÍA.

II.- Según su AUTOR (es decir, de quien emane, quien sea el interprete)

1.- Interpretación PÚBLICA o DE AUTORIDAD: Es realizada por la autoridad


pública en su carácter de tal.

a) INTERPRETACIÓN LEGAL o AUTENTICA: Es la que se realiza por


medio de la ley. El legislador, a través de una ley, interpreta o declara el
sentido de otra ley anterior. - Se distingue la ley interpretativa de la ley
interpretada.
- Art. 9º C.C. (m)
- No es necesario que la ley señale expresamente que ella es interpretativa,
basta que se desprenda de su contenido.
- Ej. más famoso: Ley interpretativa del art. 5º de la Constitución de 1833.

b) INTERPRETACIÓN JUDICIAL: Es la que emana de las sentencias de


los tribunales. - Valor muy restringido: Art. 3º C.C.
- Situación del Case Law

2.- Interpretación PRIVADA o DOCTRINAL: Es la que realizan los autores o


doctrinaristas.
- Se manifiesta en los libros, revistas jurídicas y en la cátedra.
- Carece de fuerza obligatorio.

IMPORTANCIA: Valor de la Interpretación (fuerza vinculante de ella,


obligatoriedad de la misma): Art. 3º del C.C. (m)

LAS REGLAS DE INTERPRETACIÓN DE LA LEY EN EL CÓDIGO CIVIL:

I) ELEMENTO GRAMATICAL (ARTS. 19 INC. 1º, 20 y 21 C.C.)

Ver: Esquemas BÁSICO y DETALLADO del elemento gramatical.

II) ELEMENTOS HISTÓRICO Y LÓGICO (Art. 19 inc.2º y art. 22

inc. 1º): Expresión oscura: 2 casos

- Ininteligible (no puede entenderse absolutamente): Muy infrecuente.


- Ambigua (susceptible 2 o más interpretaciones)

El ELEMENTO HISTÓRICO permite interpretar el derecho legislado


aludiendo para ello a la historia (fidedigna) del texto legal que se trata de
interpretar. Esta historia se ve reflejada en cada una de las etapas del proceso
de formación de la ley.
La jurisprudencia ha declarado que constituyen elementos de historia
fidedigna del establecimiento de la ley:

- Las discusiones parlamentarias.


- Los informes de las comisiones respectivas;
- Las actas de las sesiones de los cuerpor legislativos y de dichas
comisiones informantes;
- El Mensaje que acompaña un proyecto;
- La opinión del autor de una ley, en la medida que ella haya sido emitida
antes o al tiempo de la dictacíon en forma extraoficial y de la cual
hay testimonio (ej. artículo de diario, columna de opinión, etc.)
- La fuentes de la ley y las opiniones de los autores y tratadistas
considerados por el legislador.

Código Civil: Antecedentes escasos, limitados a los proyectos, algunas


notas y referencias de Bello. Comisión Revisora no dejó actas.

El ELEMENTO LÓGICO es aquel que para establecer el o los sentidos o


alcances de una ley se vale del análisis intelectual de las conexiones que las
normas de una misma ley guardan entre sí. Su objeto es la descomposición
del pensamiento o las relaciones lógicas que unen a sus diferentes partes.

El “contexto de la ley”, que menciona el art. 22 inc. 1º, es el


enlazamiento de sus diversas partes. Desde que lo natural es que las diversas
partes de la ley no sean contradictorias, sino que, por el contrario, exista
armonía entre ellas, pues son elementos integrantes de una misma unidad
(misma ley) y están inspiradas en una misma idea directriz. Luego: Si en un
artículo una disposición es ambigua, y otro precepto de la misma ley parte de
la base de uno de esos sentidos posibles, éste último sentido es el que debe
preferirse.

ELEMENTO SISTEMÁTICO: Artículos 22 inc. 2º y 24 C.C.

Fundamento (o presupuesto): Idea que todas les leyes de un pais


obedecen, en un momento histórico determinado, a una misma idea directriz
que las condiciona, y la cual puede descubrirse analizando las diversas leyes
que conforman el ordenamiento, sobre todo aquellas que regulan un mismo
asunto.

Este presupuesto es cuestionable: la coherencia del sistema es más


bien una ficción. La actividad política, económica y social introducen nuevas
ideas, conceptos, valoraciones, etc.(recordar en este punto los conceptos de
fuentes materiales o reales del derecho), las que, introducirán nuevas normas
al sistema, que convivirán con otras más antiguas inspiradas en otras ideas,
no siempre conciliables. Se producirá así una lucha solapada entre viejas y
nuevas normas a través de la interpretación y la derogación tácita.

El artículo 24 alude al elemento sistemático cuando menciona al “…


espíritu general de la legislación..”, concepto que podemos definir como las
pautas o directrices que informan (esto es, que dan forma) y orientan a
todo un ordenamiento jurídico.
Algunos autores iusnaturalistas hacen sinónimos el concepto de “espiritu
general de la legislación” con el de principios generales del derecho. Para
los iusnaturalistas los principios generales del derecho se identifican con el
propio derecho natural, y sostienen que para obtenerlos debe realizarse un
razonamiento deductivo, a partir de las grandes premisas del derecho natural.

Sin embargo, la mayor parte de los autores, fundados en que la norma


alude a los “principios generales de la legislación” rechazan esta idea y
sostienen que ellos deben obtenerse a partir del propio derecho positivo,
mediante un procedimiento de inducción.

Problema: Dificultad para percibir cúales son, que requiere un estudio


exhautivo de la legislación.

Algunos ejemplos:
- Rechazo al enriquecimiento sin causa (también llamado ilícito o
torticero): arts. 1445, 1467, 1537, 1552, 1610, 1675, etc.
- Protección a la buena fe y, recíprocamente, sanción a la mala fe: Más
de 40 artículos del Código Civil se refieren a estos conceptos: art.
1683, 1468, etc.
- Rechazo a la autotutela de los derechos (proscripción de la justicia
por mano propia) - Autonomía de la voluntad
- Protección a terceros de buena fe.

La Equidad:

Puede considerarse desde 2 perspectivas: justicia natural / justicia particular.

Desde sinónimo de justicia natural, Alessandri Rodríguez la define como el


sentimiento seguro y espontáneo de los justo y de los injusto, que nace de la
sola naturaleza humana, con prescindencia de todo derecho positivo.

Como justicia particular, consistirá en dar a cada uno lo suyo.

En Chile no se permite usarla para corregir leyes; pero si como último elemento
de interpretación.

La equidad también tiene un rol en la integración del derecho: art. 10 y 170 Nº


5 del Código de Procedimiento Civil, art. 2167 C.C.
Regla de lo favorable u odioso: Artículo 23 C.C.

Fundamento histórico: “Odia restringi te favores convenit ampliare”. Para


evitar abusos, el C.C. optó por abolirla expresamente.

Problema: Artículo 23 se contiene en el “Título Preliminar” del C.C. y no


existen en otros cuerpos legales normas especiales de interpretación. Luego,
dado el carácter supletorio del Código Civil, las reglas de interpretación
contenidas en él resultan aplicables a todas las demás ramas del derecho.

Por otra parte, en ramas como el derecho penal y laboral se sostiene que esta
regla no tendría aplicación. Concretamente, en materia penal se señala que
rige el principio “pro reo”, en virtud del cual las normas, en caso de duda
interpretativa, deben interpretarse a favor del reo (imputado). Tratándose del
derecho laboral, se dice regiría en principio “pro operario” o “pro trabajador” y
que tendría el mismo efecto ya indicado.

En materia penal no existe disposición que consagre expresamente en


principio “pro reo”, ni tampoco puede deducirse de preceptos especiales.

En materia laboral, sólo el principio de irrenunciabilidad de los derechos tiene


expreso reconocimiento en la legislación positiva chilena. Los demás principios
generales del derecho del trabajo ( principio pro trabajador, principio de la
regla más favorable, principio de la condición más beneficiosa) surgen del
sentido tutelar, protector, que ha informado la legislación laboral desde sus
origenes.

Así las cosas, ¿cómo conciliar estas posiciones?

Si frente a un problema de interpretación no resulta concluyente la aplicación


de las reglas hermenéuticas contenidas en los artículos 19 a 23 del Código
Civil, en virtud de lo dispuesto en el artículo 24 –que permite interpretar los
pasajes oscuros o contradictorios de la ley del modo que parezca más
conforme al espíritu general de la legislación y a la equidad natural–, debe
preferirse la interpretación que resulte más favorable al reo o, en su caso, al
trabajador, porque el espíritu general de la legislación es favorecer al reo o, en
su caso, al trabajador en caso de duda.

En todo caso: lo anterior no autoriza realizar una interpretación correctora. Sólo


puede acudirse en caso de duda interpretativas, es decir, en los casos en que
exista 2 o más posibles soluciones. Si
hay certeza respecto al correcto sentido y alcance, debe aplicarse esa
interpretación, aún cuando ella sea perjudicial a los intereses del reo o
trabajador.

El principio de especialidad: Artículos 4 y 13 del Código Civil (m)

El estricto rigor, es una aplicación o corolario de los elementos lógico y


sistemático: si el legislador dicta una ley sobre determinada materia, quiere
decir que desea exceptuar dicha materia del régimen o regulación general.
Luego, sería absurdo hacer prevalecer la regulación general.

Ejemplo: Ver art. 698 C.C. y art. 1º Ley 6977 (tradición del derecho real
de servidumbre)

El carácter especial o general de una norma supone una comparación y,


por lo mismo, es relativa. Una norma es especial o general siempre en
comparación a otra y, por lo mismo, no cabe señalar que una norma es
general o especial per se.

Las normas especiales no deben ser confundidas con las normas de


excepción. Las normas excepcionales representan principios opuestos al
derecho común; en tanto que las normas especiales son sólo variantes de los
principios de derecho común u otra forma de aplicarlos. Esta distinción – que
en la práctica puede ser difícil de hacer –, tiene importancia en mataria de
analogía, pues la norma excepcional no admite aplicación analógica.

Problema: El principio de especialidad y la derogación (o conflicto entre


los principios de especialidad y temporalidad)

2 hipótesis:

a) ------------ Ley GENERAL --------------------- Ley ESPECIAL


------------- (2006) (2010)
b) ------------ Ley ESPECIAL --------------------- Ley GENERAL
------------- (2006) (2010)
En el primer caso, cuando existe oposición entre la ley general y una
ley especial posterior, no surge el problema: ambos principios, especialidad y
temporalidad coinciden en la solución: debe prevalecer la norma especial, aún
sin derogar o modificar la anterior.

El problema unicamente surgirá cuando a la ley especial sucede


una ley general. La aplicación aislada de los principios de temporalidad y
especialidad llevan a resultados distintos, contradictorios.

La mayoría de los autores sostiene que la ley general posterior NO


deroga a la especial anterior. La ley general posterior debe aplicarse sólo a
aquellos casos en que la ley especial guarda silencio. En síntesis, entonces,
en caso de conflicto, prima el principio de especialidad.

Otros autores señalan que no puede darse una respuesta a priori, sino
que es preciso examinar caso a caso cuál fue la intención legislativa.

Reglas prácticas de interpretación y argumentación.


Los aforismos, brocardos o adagios jurídicos.

Definición: Fórmulas breves, que contienen principios lógicos o jurídicos de


general aceptación.

Su valor es variable, pero en general, ninguno tiene una valor absoluto


y, por lo mismo, una buena interpretación no debe fundarse exclusivamente en
uno solo de ellos.

Se suelen citar y son conocidos conforme sus formulaciones latinas.


Son bastante numerosos. Los más conocidos en materia de
interpretación son los siguientes:

1.- Argumento de analogía, a pari o a simili ratione:

“Donde existe la misma razón, debe existir (o aplicarse) la misma


disposición”
La analogía nos autoriza a tratar casos diferentes como si pertenecieran
a la misma regla o, dicho de otra manera, nos permite ampliar el alcance de
una regla o norma a los casos semejantes.
La analogía consiste en resolver conforme a leyes que rigen casos
semejantes o análogos un caso NO previsto por la ley en su letra ni en su
espíritu, o uno previsto, pero cuya ley aplicable tiene un sentido oscuro.

De la definición arriba dada se desprende que existen dos clases de


analogía:

- Analogía INTERPRETATIVA.
- Analogía INTEGRATIVA: Para algunos esta es la función propia de la
analogía.

La analogía NO opera tratandose de las leyes excepcionales, las que


establecen sanciones o restringen el ejercicio de un derecho.

La analogía no debe confundirse con la interpretación extensiva: la


interpretación extensiva de una norma hace que ella se aplique a una situación
no comprendida en su letra, pero si en el espíritu de la misma ley. La analogía
busca la solución en OTRAS normas de regulan situaciones similares,
semejantes; en cambio la interpretación extensiva encuentra la solución en la
propia norma.

La distinción señalada en al párrafo precedente es importante, pues


tradicionalmente se sostiene que el derecho de excepción o singular repugna
tanto la analogía como también la interpretación extensiva, pero la doctrina
más moderna señala que el derecho singular si es suceptible de interpretación
extensiva, pero no analogía.

Ejemplo de analogía nos lo dá Cicerón (Tópicos, III, 15), cuando señala


que un heredero no esta obligado a reemplazar al esclavo que le ha sido
legadop en usufructo y que ha perecido. Del mismo modo, si un edificio legado
en usufructo se derrumba o se deteriora, el heredero no está obligado a
reconstruirlo o repararlo.

2.- Argumento de contradicción o a contrario sensu:


“Incluida una situación, queda excluida la contraria” o bien,

“Quien dice de uno niega de los otros”

Ej.: Artículo 704 y títulos justos de posesión.


Este argumento parte de la voluntad expresada en el caso previsto por
el legislador para suponer en todos los otros casos una voluntad contraria.

Se trata de un argumento peligroso, toda vez que el silencio del


legislador por si solo nada prueba y no puede atribuirsele un contenido de
voluntad. En general, este argumento no prueba sino cuando, partiendo de
una disposición excepcional, permite volver al derecho común (como en el
caso del ej. del artículo 704).

3.- Argumento a fortiori o de mayor razón:

En virtud de él, se EXTIENDE la disposición de la ley a un caso no


previsto, pero en el cual concurren razones aún más poderosas para aplicarla
que en caso previsto en la letra de la ley. Este argumento se desdobla en dos
variantes:

3.1) Argumento ad maiori ad minus: “Quien puede lo más, puede lo menos”

Ej.: Discusión acerca de la validez o nulidad de las cláusulas


convencionales de no enajenar: Uno de los argumentos que se da, a favor de
la validez de esta clase de cláusulas es el siguiente: El dueño puede
desprenderse de todas las facultades del dominio, como ocurre cuando lo
transfiere; luego, y con mayor razón, puede renunciar al ejercicio de una
sola facultad, la de disponer.

3.2) Argumento ad minori ad maius: “Quien no puede lo menos, no puede lo


más”. Ej.: Si al administrador de un bien le está expresamente prohibido
hipotecar, con mayor razón carece de facultades para venderlo.

4.- Argumento a generale censu, o de no distinción:

“Donde la ley no distingue no es lícito al interprete distinguir” o también


“Donde la ley no distingie no debe el hombre distinguir”

También es un argumento que hay que examinar con cuidado, pues


puede ser falaz. Para ser verdadero, es necesario que la ley no distinga ni
en su letra ni tampoco es su espíritu o intención.

Un ejemplo lo encontramos en el considerando 9º de la sentencia de la


Corte de Apelaciones de Santiago que falló el caso “Rengifo con Santa Cruz”.
Recordemos que en dicho
caso se discutía el alcance del artículo 4º Nº 3º de la Ley de Matrimonio Civil,
que prescribía textualmente que “No podrán contraer matrimonio…3º Los que
sufrieren de impotencia perpétua e incurable” . Más precisamente, la discusión
recaía en si la prohibición impuesta por la ley se restringía a la impotencia
coeundi (imposibilidad de realizar la cópula sexula) o también comprendía la
denominada impotencia generandi, es decir, la mera incapacidad del hombre
para engendrar y de la mujer para concebir. Interpretando este precepto,
señaló la I. Corte: “Que la ley no ha hecho distinción alguna a este
respecto y, por tanto, no puede hacerla el interprete. El artículo 4º Nº 3º
de la Ley de Matrimonio Civil se refirió a ella [la impotencia] sin otra
condición que la de ser perpétua e incurable” .

5.- Argumento a ratione legis stricta:

Ya analizado a raíz de la interpretación extensiva, consiste en que las


normas excepcionales, las que imponen sanciones o limitan derechos deben
ser objeto de interpretación estrica, es decir, no pueden interpretarse
extensivamente, comprendiendo más situaciones que las que fluyen de su
texto.

6.- Argumento ab autoritate o de autoridad:

Consiste en invocar la opinión favorable de autores, tratadistas o la


jurisprudencia a una determinada interpretación.

Es un recurso muy corriente, en general, en las ciencias sociales y,


particularmente, en materias de derecho. En estricto rigor, carece de valor
lógico.

Ej.: “Como sostenía el decano Alessandri en su obra “De la


compraventa y la Promesa de venta”…” o bien “Así lo ha precisado, de modo
invariable, la jurisprudencia de nuestro más alto tribunal…”

Cabe en este punto hacer una distinción respecto de los casos en que
se cita la opinión de los autores y tratadistas considerados por el legislador al
elaborar la norma que es objeto de interpretación. En estos casos, la cita de
estos autores es un elemento de historia fidedigna del establecimiento de la
norma.

7.- Argumento pro subjecta materia:

Este argumento busca hacer valer en la interpretación de una norma


jurídica su colocación, ubicación o lugar que ocupa en el Código o en una ley,
puesto que según el lugar que esta ocupe en el texto normativo depende en
gran parte su valor, sentido y alcance.
Un ejemplo de uso de este argumento se advierte en aquella tesis
conforme la cual los derechos contenidos en la Constitución (artículo 19)
tienen una prelación jerárquica según el numeral en que se encuentren. Un
ejemplo concreto de utilización de este argumento lo encontramos en el caso
Andrónico Luksic con Francisco Martorell, de 1993, conocido por la Corte de
Apelaciones de Santiago,. El recurso de protección fue interpuesto por don
Andrónico Luksic en contra de don Francisco Martorell y don Jorge García
Arenas, representante este último de la Editorial Planeta, por la supuesta
conculcación del derecho previsto en el artículo 19 Nº 4 de la Carta
Fundamental. Indicó el recurrente que la afirmación de ciertos hechos
atingentes a su persona en el libro Impunidad Diplomática, del que era autor
Martorell constituía un acto ilegal y arbitrario, que lesionaba su derecho a la
protección de la vida privada y la honra, amparado en el artículo 19 Nº 4 de la
Constitución, solicitando, como medida preventiva, prohibir el ingreso del libro
al país, sin perjuicio de que en definitiva se adopten las providencias que se
juzguen necesarias. La Corte de Apelaciones estimó que en el caso se había
dado un conflicto de derechos fundamentales, puntualmente entre el derecho
a la protección de la vida privada y la honra, del 19 N° 4; y la libertad de
expresión, del 19 N° 12 de la Constitución y, para resolver tal conflicto, razónó
lo siguiente: "Nadie discute que el constituyente siguió, aunque no lo diga
expresamente, un orden de prelación en las garantías y derechos que
consagra el artículo 19. Desde luego, la ordenación en que aborda tales
derechos y garantías no es arbitraria, como lo prueba la sucesión
descendente de su importancia. Así, se comienza con la vida y la
integridad personal, luego la igualdad ante la ley, después la igual
protección ante la ley y en seguida, en el número 4 la honra, en
circunstancia que la libertad de información está contemplada en el
número 12".

La validez del argumento pro subjeta materia presupone que la


ubicación de una determinado precepto no es arbitraria, sino que obedece a
un criterio valorativo del legislador. Sin embargo, esta presuposición no es
necesariamente verdadera (piensese, por ejemplo, en el órden alfabético, que
no implica valoración alguna).

8.- Argumento Ad absurdum o del absurdo:

Debe rechazarse todo interpretación que conduzca al absurdo.

Mediante este argumento el intérprete puede probar que una


determinada interpretación de la ley es falsa, exponiendo que las
consecuencias que, en último extremo, conllevaría su aceptación resultan
contradictorias o incongruentes con una norma cuya aplicación no se discute o
bien porque se sometería a los ciudadanos a un régimen inocuo o aberrante.
Ej.: En el caso “Rengifo con Santa Cruz”, uno de los argumentos que da
la demandada, cuando interpone su recurso de casación en el fondo en contra
de la sentencia de la Corte de Apelaciones que confirmó el fallo de primera
instancia, fue que si la voz “impotencia” hubiere de referirse tanto a la
generandi como a la coeundi, se llegaría al absurdo que el legislador, al no
limitar ni en el hombre ni en la mujer de edad avanzada la celebración del
matrimonio, estaría legitimando el fraude.

Otros principios prácticos de interpretación:

1.- Regla o principio de libertad:

“Todo lo que no esta prohibido está permitido”

Aplicable únicamente a materias de derecho PRIVADO. En derecho


público rige la regla inversa.
Fundamento: En derecho privado predomina la autonomía de la voluntad y se
reconoce la libertad esencial de los individuos para realizar todo aquello que
no les está vedado por la ley.
Limitaciones: Buena fe, orden público y buenas costumbres.

En este punto debemos hacer una breve referencia a la llamada teoría


del abuso del derecho. En aquellos casos en que la normativa vigente nos
reconoce u otorga un derecho, ¿debe su ejercicio respetar ciertos límites?,
¿ es posible “abusar” de un derecho; y de ser así, cuándo se verificaría dicha
situación?. La teoría del abuso del derecho surge para dar respuesta a estas
interrogantes.

La doctrina discute acerca de qué criterio debe seguirse para determinar


si un derecho ha sido ejercido de manera abusiva. Para algunos, que
sostienen un criterio subjetivo, habrá abuso del derecho cuando éste se ejerza
con el sólo propósito de dañar (i), se ejerza culpablemente (ii), o en aquellos
casos en que exista una falta de interés por parte del titular del derecho (iii).
Otros, partidarios de un criterio objetivo, estiman existe abuso de derecho
cuando la conducta desplegada por el titular de un derecho subjetivo se
enmarca fuera de la finalidad económico
social que tiene el respectivo derecho. Por último, no faltan quienes sostienen
un criterio mixto o ecléctico, y postulan que habrá abuso de derecho cuando,
habiéndose transgredido el fin económico-social (criterio objetivo) de un
derecho subjetivo, el titular ha actuado con culpa o dolo (criterio subjetivo).

2.- Principio del efecto útil:


“El sentido en que una ley pueda producir algún efecto, deberá
preferirse a aquel en que no sea capaz de producir efecto alguno”

Es una particularización del argumento del absurdo.

Se fundamenta en que las disposiciones legales deben tener


significación y ser operantes en la práctica.

El Código Civil no considera, expresamente, este principio en materia de


interpretación legal; pero si en materia de interpretación de contratos, artículo
1562. No obstante lo anterior, la jurisprudencia ha extendido el criterio, al
sostener que la interpretación que lleva a la conclusión que una ley no tiene
efecto alguno debe ser rechazada, lo mismo que una interpretación que haga
irrealizable un derecho.

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