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Aidaliz Forestier Torres 30 de abril de 2022

GESP 1102

La Cuarterona

¿Qué es una cuarterona?

Alejandro Tapia y Rivera nos comparte una obra escrita en la Habana, Cuba a mediados
del siglo XIX, reflejando la sociedad clasista que se vivía en Puerto Rico y en otros países en
aquel entonces. Es decir, una sociedad donde las desigualdades, el racismo y la división por raza
sobrepasaban los rincones de la isla. De protagonista tenemos a Julia, la cuarterona, cuyo
mestizaje, se debe a la sangre de una madre esclava y de un hombre español de nombre
correspondiente a Don Críspulo. No se revela dicho secreto hasta la parte culminante de la obra;
es de notable atención como se manifiestan las diferencias de clases sociales en el pasar de las
escenas. Es precisamente esta, la razón que abriga el problema entre Julia y Carlos. Estos jóvenes
que viven el uno por el otro, Carlos dispuesto a todo y Julia en un debate con su corazón por
fidelidad a la Condesa, quien aún en sus caprichos por el bienestar económico no se ha dado
cuenta del amor tan fuerte que existe entre estos dos personajes. Julia rechaza los deseos en su
corazón como puede, con la única razón que la persigue en cada escena y tristemente, desde su
nacimiento: “Usted solo debe ver en mí una amiga de niñez, si no quiere considerar lo que todo
el mundo: una mujer cuya condición abre un abismo entre los dos”. No obstante Carlos está
dispuesto a romper ese abismo si tan solo Julia le diera la aceptación que él tanto anhela
escuchar; mientras tanto Julia vive una batalla en su mente y corazón, intentanto convencerse
que la oposición de la sociedad controla potencialmente lo que siente su corazón. Carlos
continúa persistente, fabricando soluciones para un amor cuyo fin es vano si se trata de romper
las normas de la sociedad en el país, por esto propone: “Deja que triunfe un destino tan grato
para mí: el de ser tu esposo, en otros países a donde no alcanzan las ruines preocupaciones del
dolor y de razas que aquí mortifican”. Julia, en su pretención de ser fuerte y firme contesta:
“Pero aquí imperan y aquí vivimos”.

¿Cómo se presenta el prejuicio racial en la obra?

En la obra “La Cuarterona”, podemos percibir claramente que existe un contratiempo


racial entre dos personas que se aman. Estan viviendo en una sociedad en la cual el amor no vale
nada cuando todo gira alrededor del interés. Tenemos a una Condesa que está ciega por la
conveniencia, la preocupación de perder el valor de su nombre y caer en los abismos de la
pobreza. Siendo tanto su desespero que hace hasta lo imposible para enlazar un matrimonio entre
su hijo, Carlos y una mujer rica, Emilia con el fin de asegurar su finura sin importar los designios
del corazón de Carlos: “He sido intrigante por mi hijo y por mí, porque no estoy dispuesta a
verme despreciada en la vejez, cuando he sido rica y espléndida toda mi vida”. Luego volvió a
intentar convencerlo, utilizando a la persona más preciada que tiene Carlos en su contra, ésta
logra convencerlo de una mentira que lo impulsó a aceptar el casamiento con Emilia y una vez
más quedan condenados los corazónes de estos dos seres infelices. Analizando las próximas
escenas podemos ver como florece cada vez más el preuicio racial contra Julia, en simples frases
u oraciones sutiles como: “es casi blanca o lo parece” y en otros casos más directos como con
Emilia quien expresa y no oculta su desprecio racial en contra de Julia cuando afirma: “no
transijo con mulatas”. Desde entonces se pueden leer con más frecuencia los comentarios
despectivos de parte de Emilia hacia Julia; en el momento donde le es revelado accientalmente
su amor a la familia, Emilia grita furiosa la cancelación de la boda mientras que su padre en
frustración comenta: “¡Y todo ello por una mulata!”. Escena tras escena crece en la Condesa la
ambición por que Carlos se case, sus palabras son fieles a las leyes de la sociedad que, en ese
entonces, aborrecían el amor entre Carlos y Julia. Fue así como logró su objetivo, utilizando
nuevamente el arma de la mentira a un hijo que solo le rogaba e imploraba felicidad junto a la
persona que amaba; se casó con Emilia, y Julia no pudo dar un suspiro más para detenerlo.
Carlos sostuvo su amor hacia esta joven mestiza, ambos ciegos por su amor sin mirar los colores
y la sangre que los distinguía: “si no es igual a mi por la cuna, está tal vez más alta que yo por su
corazón”.

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