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GUlDO l.

RlSSO dirección

Constitución de la
Nación Argentina
Comentada. Anotada. Concordada

PABLO J. LEGA coordinación

AUTORES: MARiA A. ANTISTA - ISIDORO J. M . ARAMBURU - DlEGO H. ARMESTO


IRIS ASOREY - PABLO BACCARO - MANUEL BAILLEAU - NORBERTO A. BALDANZA
MAXlMlLlANO CACCARO OLAZABAL- WALTER CARNOTA - LlLlANA COSTANTE
ARlSTlDES CORTl - MARlA S. DURANSAENZ- FABIANA FALIVENE
GABRIELA GARClA MINELLA - PABLO HIRSCHMANN - EDUARDO P. JIMÉNEZ
JUAN KLEYWEGT - NADlA E. LEGA - PABLO J. LEGA - ROMINA D. LÓPEZ
CARLOS D. LUQUE - MATlAS A. MANFREDI - PATRICIO MARANIELLO
LEANDRO E. R. MASSARI - ORNELA MAZZA - LUlS M . MEINERO - MARlLlNA A. MlCELl
INÉS MOISÉS TRUJILLO - LAURA OCHOA - CARLOS J. ORDOÑEZ- MARTIN OYAHNARTE
EZEQUIEL F. PARDO - GUlDO l. RlSSO - ESTEBAN C. RODR~GUEZEGGERS
CARLOS l. SALVADORES DE ARZUAGA - AGUSTlN N. SERRA -ALEJANDRO SPESSOT
JORGE SZEINFELD - ALEJANDRO TULLIO - DANIEL R. D. VAZQUEZ
EUGENIO RAÚL ZAFFARONI

hammurabi
JOSE LUlS DEPALMA EDITOR
CUIDO l. RISSO dirección

Constitución de la
Nación Argentina
Comentada. Anotada. Concordada

PABLO J. LEGA coordinación

AUTORES: MARIA A. ANTISTA- ISIDOROJ. M. ARAMBURU- DIEGO H. ARMESTO


IRIS ASOREY - PABLO BACCARO - MANUEL BAILLEAU - NORBERTO A. BALDANZA
MAXlMlLlANO CACCARO OLAZABAL- WALTER CARNOTA - LILIANA COSTANTE
ARISTIDES CORTl - MARIA S. DURANSAENZ- FABIANA FALIVENE
GABRIELAGARCIA MINELLA- PABLO HIRSCHMANN - EDUARDO P. JIMÉNEZ
JUAN KLEYWEGT- NADlA E. LEGA - PABLO J. LEGA - ROMINA D. LÓPEZ
CARLOS D. LUQUE - MATIAS A. MANFREDI - PATRICIO MARANIELLO
LEANDRO E. R. MASSARI - ORNELA MAZZA - LUlS M. MEINERO - MARlLlNAA. MlCELl
INÉS MOISÉSTRUJILLO- LAURA OCHOA - CARLOS J. ORDONEZ - MARTIN OYAHNARTE
EZEQUIEL F. PARDO - GUIDO l. RISSO- ESTEBAN C. RODRIGUEZ EGGERS
CARLOS l. SALVADORES DE ARZUAGA- AGUSTIN N. SERRA -ALEJANDRO SPESSOT
JORGE SZEINFELD-ALEJANDROTULLIO- DANIEL R. D. VAZQUEZ
EUGENIO RAÚLZAFFARONI

hammurabi
JOSE LUlS DEPALMA EDITOR
COMENTARIO PRELIMINAR

1. La Constitución Nacional no es un texto exclusivamentejurídico, es un texto


multidisciplinar y sumamente complejo. No es patrimonio exclusivode la inteligen-
cia normativa, pues toda Constitución contiene dimensiones sociológicas, políticas,
históricas, económicasy antropológicas.
Ental sentido, losmanualesdederechoconstitucional nosenseñanque una Cons-
titución es una especie de pacto políticoen el cual se fijan acuerdos y consensos bási-
cossobre cuestiones económicas, organizativas e institucionales. Ese contrato en la
historia argentina secelebróen el año 1853.
Ahora bien, no pienseel lector modernoquedicho"contratoconstitucionaI"fue
suscriptosobre negociacionesdeescritoriosycafés, puesallí, esdecir recorriendosus
129 artículos, párrafos e incisos, descubrirá las huellas de la historia de un pueblo y
sus luchas. La historia de lasconstitucioneses siempre la historia del conflicto.
Es por elloquetodotextoconstitucional puedeser considerado como una síntesis
temporal del constantedebate político-social. Puesnodebemosolvidar queen lavi-
da real, los pueblos ponen a prueba e interrogan permanentemente a sus Constitu-
ciones.
Tal esasí,que nuestraConstitución, cuandosepresentaal mundo, lo haceafirman-
do lo siguiente: "Nos los representantesdelpueblo de la Nación Argentina ...".
Como se observa, una de las primerascategorías políticasque aparece en el tex-
toconstitucionaleslade "pueblo". Enconsecuencia,el "pueblou-noobstanteno
participóen la elaboración del cuerpoconstitucionaI, puesquienesasumieron el rol
constituyentefueron laselitespolíticas, militares, eclesiásticasyterratenientes- es
reconocido como el único titular de la soberanía, adquiriendo de tal modo un ver-
dadero protagonismo en el diagrama jurídico-institucional de nuestro país.

2. El texto que ahora tiene en sus manos es heredero de un sistema de ideas de-
sarrolladoduranteel sigloXVlll a partir de las revolucionesnorteamericana de 1776
yfrancesa de 1789.Asíesque nuestra Constitución, sancionada en el año 1853 por los
COMENTARIO PRELIMINAR

convencionales constituyentes de entonces, responde al ideario aportado por el ilu-


minismo y el racionalismode la época.
Esta matrizde origen liberal propia de IossiglosXVlll y XIX ha subsistido en todasy
cada unadelasreformasqueseaplicarona lolargode másde 150añosdehistoria cons-
titucional: estasson las reformasde losaños 1860,1866,1898,1957 y la última de ellas
acontecida en el año 1994.
Sin embargo, a continuaciónveremosque dicha matrizfue atenuada a partir de la
incorporación de una versión devaluada del denominado constitucionalismo social
mediantelaenmiendadelaño1957y posteriormentefortalecidaconelreconocimien-
tode nuevosderechos,garantíase institutosen la reformadel año 1994, la cualcorres-
pondedestacar, mantuvo intactoelviejosistema de poder, generándosetal asimetría
entre la parteorgánica y dogmática de la Constitución quefinalmentefuncionócomo
un boomerang contra la propia efectividad de todosestos nuevosderechos.

3. El 24 de octubre de 1957 fue incorporado el art. 14 bis positivizándose de tal


forma en el ordenamiento constitucional argentino la versión social del constitucio-
nalismo, quevale aclararasomamuchoantes, específicamentesobreel final de la Pri-
mera Guerra Mundial y se concreta por primera vez en nuestra Latinoamérica en la
Constitución mexicana dictada en Querétaro el 5 de febrero de 1917, para dos años
después reflejarseen la Constitución alemana de Weimar.
En la República Argentina, si bien el constitucionalismo provincial en Iíneasgene-
ralesva abriendocamino-en materia deconstitucionalismosociaIasísucedióconlas
constituciones provincialesde Santa Fe de 1921 y la de San Juan de 1927-debemos
recordar que a nivel nacional el constitucionalismosocial arribó a nuestro país con la
Constitución del año 1949 bajo el gobierno constitucional del presidente Perón, la
cual fuedejada sin efectoel 27deabril de 1956 mediante el dictado de una proclama
militara cargo del dictador deentonces: Pedro Eugenio Aramburu.
Lo cierto es que-más allá del devenir histórico de nuestro país-a nivel ideológi-
coelconstitucionalismosocialsignificóundobleproceso, puesporun ladorompiócon
el abstencionismocaracterístico del viejo Estado liberal impulsándolo a intervenir de
forma activa en beneficiodedeterminadossectores, mientrasque-paralelamentea
la superación de dicha pasividad estatal-se reconocieron ciertos derechos como los
del trabajador, gremiales, de la seguridad social, de la familia, de la ancianidad, entre
otros; los cuales requieren de políticas públicas activas, programas concretos y la co-
rrespondiente infraestructura estatal para adquirir verdadera efectividad.
Es decir, con el constitucionalismo social el Estado reformuló su rol al tiempo que
amplió la base legal reconociendo nuevosderechoscuyatitularidad se encuentra ín-
timamente relacionada con la pertenencia a determinado grupo o sector.

A Ya superado aquel liberalismo primitivo del constitucionalismo clásico Ilega-


mosa la reforma del año 1994, iniciándose la etapa quedenomino "constitucionalis-
COMENTARIO PRELIMINAR

modesemblante humanista" o "constitucionalisrnodeclarativode losderechoshu-


manos".
Si bienen dicha reforma nosetraspasóel "techoideológico" del'53 y comoseñalé
antestampocoseadecuóel esquema de poder al nuevocatálogo, esdecir, se mantu-
vo una organización del poder que sigue siendo tributaria del siglo XVlll y XIX, pero
ahora combinada conderechosdel siglo XXI.
Aun así, vale destacar la incorporación de estos nuevos derechos y garantías, tan-
t o individuales como colectivos, nuevas formas de participación ciudadana, el reco-
nocimiento de jerarquía constitucional a determinados tratados y convenciones in-
ternacionales en materia de derechos humanos (art. 75, inc. 22), la jerarquización
constitucional de ciertos institutos que ostentaban hasta ese momento solo recono-
cimiento legal como el Ministerio Público (art. 120), la incorporación del tercer sena-
dor por la minoría (art. 54), se le reconoció una nueva y singular condición jurídico-
política a la ciudadde BuenosAires(art. 129), seamplió la autonomía municipal (art.
123), se reconoció a las provincias el dominio sobre sus recursos naturales (art. 124) y
finalmente se incorporaron nuevos órganosal sistema constitucional como la Audi-
toría Generalde la Nación (art. 85), el Defensor del Pueblo (art. 86), el JefedeGabine-
tede Ministros(art. 100),elConsejode la Magistratura (art. 114) y el Juradode Enjui-
ciamiento (art. 115).
Sin extendernos másallá de nuestro propósito principal, solo enunciaremosestos
nuevos derechos, garantíase instituciones, al solo efecto de facilitarle al lector algu-
nas referencias.
Enunciativamente señalamosentoncesquedesde el art. 36 hasta el43 se incorpo-
raron: lacláusula democrática en el nuevoart. 36,losderechospolíticos(art.37),el ré-
gimen de lospartidospolíticos(art.38), determinadosmecanismosdedemocraciase-
mi-directa como la iniciativa popular legislativa y la consulta popular (arts. 39y 40), el
derecho a un ambiente sano (art. 41), los derechos de consumidoresy usuarios (art.
42) y se jerarquizó la garantía constitucional tanto del hábeas corpus como del am-
paro, reconociéndoseademás su posibilidad como acción colectiva e incorporándo-
se también la acción de hábeas data (art. 43).
En este punto es importante hacer mención al caso "Verbistky, Horacio dHábeas
corpus" en el cual nuestra CorteSuprema deJusticia de la Naciónen el año 2005 le re-
conocióal clásico hábeascorpusdetipocorrectivo la posibilidad desuarticulaciónco-
lectiva. En la misma línea, esdecir, aportandoa la progresividad del constitucionalis-
modelos derechos humanos, el AltoTribunaI reconoció también la denominada ac-
ción de clase en el ya célebre caso "Halabi, Ernesto c. PEN dAmparo", el 24/2/09.
Por último1corresponde un lugar especial al art. 75, norma que establece lasatri-
buciones del Congreso de la Nación y mediante la cual se reconoció en su inc. 17 de

' Porsupuesto que la reforma no se agotó enaquello queenunciamos, puestambién se ha-


bilitó la reelección presidencialacortandoel mandatodeseisa cuatroañosacompañadode un re-
COMENTARIO PRELIMINAR

forma expresa la preexistenciaétnica y cultural de los pueblos indígenasargentinos,


garantizando el respeto a su identidad y el derecho de posesión y propiedad comu-
nitariasde lastierrasque tradicionalmente ocupan.
Asimismo, en el inc. 19 relativo al desarrollo humano, estableció la gratuidad y
equidad de la educación pública estatal en todossus niveles.
Perotalvezsea el inc.22dedichacláusula el quesintetizaeleventomástrasceden-
te de la historia de nuestro derecho positivo, puesincorporócon raigambre constitu-
cional el derechointernacionalde losderechos humanosmedianteel reconocimien-
todedeterminadospactosy convenciones internacionalesen la materia, inaugurán-
dose en nuestro país, como afirmamos antes, el "constitucionalismo de semblante
humanista", el cual aun tiene un largo camino por recorrery un gran obstáculo que
sortear: la actual organización del poder.
Mi deseo es que esta Constitución ayude en esa lucha.

CUIDO RlSSO
Buenos Aires, marzo de 2018

fuerzo del presidencialismomediante el reconocimiento porvía de excepción de los DNU, la dele-


gación legislativay elveto parcial, se instóa aprobaruna ley decoparticipaciónfederal de impues-
tos, entre otras cosas tan solo pretendemos destacar aquello que-a nuestro criterio-conside-
ramos de mayortrascendencia.
~NDICEGENERAL

CONSTITUCI~N
DE LA NACIÓN ARGENTINA

PRIMERA PARTE
CAPITULO
I
DECLARACIONES, DERECHOSY GARANTLAS

Art.lo.------------------------------------------------
5 1. Forma de gobierno - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
ReferenciaJurisprudencial
- Democracia representativa - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
. .
- Republica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
- Federalismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
~NDICEGENERAL

5 2. Facultadesdel Interventor - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ -
5 3. El órgano nacional quedecide la intervenciónfederal _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
5 4. Designacióndel interventor federal _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
.,
5 5. Controljudicial de la Intervencion _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Referencia Jurisprudencial
- Control judicial de la Intervención Federal _ _ - _ _ _ - _ _ _ - _ _ _ - _
-
Intervenciónfederalal Poderludicial _ _ _ _ _ _
- Facultades del interventorfederal _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Art. 7O. ____-____-___


Referencia Jurisprudencial

Art.89___________________-____-_______________________
Art.99________________________________________________
5 1. Aduanasnacionales.Tarifas _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Referencia Jurisprudencial

Alt.lO.-------------------------------------------------
5 1. La librecirculación de bienes en el interior - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Referencia Jurisprudencial

Alt.ll.-------------------------------------------------
Art.12.-------------------------------------------------
Referencia Jurisprudencial

Art. 13. _ _ _ _ - _ _ _ _ _ - _ _ _ _ _
Art. 14. _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Referencia Jurisprudencial

Art.14.________________________________________________
bis
. .
5 1. Elart. 14«bis»y sucontexto histórico _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
,. .
52. Elart. 14«bis»ysuanalisis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
a) La protección del trabajador entanto individuo _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
l . Condicionesdignas y equitativasde labor _ _ _ _ _ _
2. Jornada limitada, descanso y vacaciones pagados - _ - _ _ - _ - _ _ -
3. Retribución ,iusta:. salario mínimovital móvil _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
4. Igual remuneración porigualtarea _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
5. Participaciónen lasqananciasdelasempresas, concontrol de la pro-
ducción y colaborac~ónen la dirección _ _:__
__ _ __ _ _ _
6. Protección contra el despido arbitrario _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
7. La estabilidad del empleado público _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
b) Lostrabajadorescomocolectivosocio-político _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
l . Organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple
inscripción en un registro especial _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
2. Queda garantizado a los gremios concertar convenios colectivos de
trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ---_- ---
3. Queda garantizadoa losgremios« ... recurrira laconciliacióny al ar-
bitrajen _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
A El derecho de huelga _ _ _
~NDICEGENERAL

5. Los representantesgremialesgozarán de lasgarantíasnecesarias para


elcumplimientodesugestiónsindicaly lasrelacionadasconsuestabili-
dad laboral - - - _ - - - - - - - - - - - - _ - - - - - - - - - - - - _ - - - -
C) La seguridadsocial - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
- La protección integral de la familia; ladefensa del biendefamilia; la

compensacióneconómicafamiliary el acceso a unavivienda digna -

Art.l5.-------------------------------------------------
Art.l6.-------------------------------------------------
Referencia Jurisprudencial

Art.l7.-------------------------------------------------
Art.lS.------------------------------------------------_
5 1. Preliminar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
O 2. Principios, derechos~garantiasconstitucionales - - - - - - - - - - - - - - - -
a) Debido proceso legal - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - _
Referencia Jurisprudencial

6) Juez natural, imparcial e independiente - - - - - - - - - - - - - - - - - -


Referencia Jurisprudencial

d La regla de ((exclusiónn- - --.


Referencia Jurisprudencial

Art.lS.-------------_--__-__-___-__-__-__--_--_---------
. . .
5 1. Privacidade intimidad - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
5 2. Orden y moral públicosy perjuicioaterceros - - - - - - - - - - - - - - - - - -
53. Legalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Referencia Jurisprudencial
- Derechoa la privacidadeintimidadyderechoa la imagen _ _ _ - _ _ _ _ - -
- Intimidad y consumodeestupefacientes - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
- Intimidad y pruebas hemáticas - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _
- Intimidad y comunicaciones - - _ _ - - - _ - - _ _ - - _ _ - - _ _ - -

Art.20.
Referencia Jurisprudencial

5 1. Conmoción interiory ataque exterior - - - - - - _ - - - _ - - - _ - - -


5 2. Suspensión de lasqarantiasconstitucionales - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _
. , presidencial
5 3. Prohibicion . . _ - __-_ __--_ __-- ___-- ___-- ___-
5 4.Traslado y10 arresto - _ _ _ _ - _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
.,
5 5. Derechodeopcion - - - - - - - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - _ _ - - - _ _ - -
5 6. Elamparoy el hábeascorpus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Referencia Jurisprudencial

Art.24.-------------------------------------------------
5 1. Juicio porjurados _ _ - - _ _ - - _ _ - - _ _ - - - _ _---__---__--
~NDICEGENERAL

Art. 25. - _ _ - _ - - _ - - _ - - _ - -
Art.26. _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
ReferenciaJurisprudencial

Art.27.-__-_--_--_--_--_--_--_--_--_--_--_--_--_-__-__-_
5 1. La Constitución Nacional de 1853 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
5 2. Según la última reforma constitucional (1994) _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
, .
53. Sintesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Art.28.________________________-_____--__-_--__-__-__-__
5 1. Principio y control de razonabilidad _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
5 2. Razonabilidadtécnica y razonabilidadjurídica _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
.. . .,
5 3. Razonabilidad y autorrestriccion _ - - _ - _ - - _ - _ - - _ - _ - - _ - _ - - _ -
ReferenciaJurisprudencial

Art.29._________________________________________________
5 1. Facultadesextraordinariasy suma del poder público _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
. .
a) Facultadesextraordinarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
b) La suma del poder público _ _ _ _ __ __ __ ____
..
C) Sumisiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
o? Supremacías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 2. Nulidad insanabley traición a la patria
ReferenciaJurisprudencial

Art.30.__-_____________________-__-__--_--_--_--__-__-__
., . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 1. Introduccion
. . ___ __
5 2. El dispositivo _ _ _ _____ _____ ____ _____ ___

5 3. Petrificación temporal y contenidos pétreos - _ - _ - - _ - _ - - _ - _ - - _ -


5 4. Revisiónjudicial de los procesos de reforma constitucional. Sus problemas _
a) La línea sentencia1de la Corte Suprema de Justicia de la Nación _ _ _ _ _
b) Valoración del control judicial de las reformasconstitucionales _ _ _ _ _

Art.31.__-_____________________-_____-_
Art.32.
ReferenciaJurisprudencial

Art. 33.
ReferenciaJurisprudencial

Ari. 34. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -_
ReferenciaJurisprudencial
- PoderJudicial.Competencias.CartaMagna _________________
Art.35._________________________________________________
.,
5 1. Introduccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -____ -__
5 2. Origen del artículo _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ - _ _ _ _ - _ _ _ _ - _ _ _ _ - _
5 3. Trasfondo histórico del art. 35. Crisisdeconsolidación del Estado nacional _
~NDICEGENERAL

CAPITULO
11
NUEVOS DERECHOSY GARANTIAS
Art.36.--_--_--_--_--_--_----------------------------_--
. .
5 1. Supremacía constitucional - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
52. Ineficacia y penalidades - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - -
. . ..
53. Imprescriptibilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. .
54. Derechode resistencia - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
. ,
5 5. Corrupcion -,- _.- - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - _ - - _ - _ - - _
56. L ~ de
Y Ética publica - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - _ - - - - _ - - -
Referencia Jurisprudencial
- Inhabilitación para ocupar cargos públicos _ - - _ - _ - - _ - _ - - _ - _ - - _
- lmprescriptibilidadde lacorrupción - _ - _ - - _ - _ - - _ - _ - - _ - _ - - _

Art.37.-------------------------------------------------
Art.38.--_--_--_--_--_--_--_--_--_--_--_-------------_--
Referencia Jurisprudencial

Art.39._-_---_-__--_-__--_-__-_--_--_--_--_-----_-----_-
Art.40.-------------------------------------------------
5 1. Consulta popularvinculante o decisoria _ - - - - _ - _ - - _ - _ - - _ - _ - - _
5 2. Leyesexcluidas - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - _ - - - _ - - -
53. Consulta popular novinculante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Art.41._-__-__-__-__-__-__-__-_--_--_--_--_--_--_--_-__-
5 1. Preliminar - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - - - - - - - - - -
52. El derechoa un medioambientesanoyel deberdetutela - - - - - - - - - - -
Referencia Jurisprudencial

53. Calidaddel ambientequetutela el sistema constitucional - _ - - _ - _ - - _


54. Acerca del daño ambiental quecalifica el sistema - - - - - - - - - - - - -
Referencia Jurisprudencial

5 5. Competenciascomplementariasen materia ambiental _ _ - _ - _ _ - _ - _ _


Referencia Jurisprudencial

5 6. Prohibición de ingresode residuos peligrosos


Art.42.-------------------------------------------------
Referencia Jurisprudencial
- Principioprotectorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
- Seguridad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
- Informaciónadecuada,veraze imparcial - _ - - - - _ - _ - - _ - _ - - _ - _ - - _
- Tratodigno _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - - - - - - - - - -
- Participaciónciudadanaen losse~iciospúbiicos - - - - _ - - - - _--- -_---
- Defensa de competencia - - _ - _ - - - - - - - - - - - - - - - - - _ - - - - _ - - -
- Legislaciondese~iciospúblicosnacionales - - - -- - -- - -- - -
- Legislaciónprovincialenmateria dederechode consumo - - _ _ _ - - _ _ _ - - _

Art.43._____________-__-__-__-_--_--_--_--_--_--_--_-__-
51. A m p a r o - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - - - - -
5 2. Característicasyantecedentes - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
.,
a) El amparo esaccion, no recurso _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - -
~NDICE GENERAL

..
b) El caso «Siri» _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ -
C) Elcaso«KotS.R.L.» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
d) Ley 16.986 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
., . ,.
e) Accion expedita y rapida _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
f ) Inexistencia de otra vía judicial más idónea _ - _ _ _ _ - _ _ _ _ - _ _ _ _ -
5 3. La reforma constitucional de 1994 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
a) Modalidadesdel agravio _ - _ _ _ _ - _ _ _ _ - _ _ _ _ - _ _ _ _ - _ _ _ _ -
b) Arbitrariedad o ilegalidad manifiesta _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
C) Hechoscomprendidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
d) Declaracióndeinconsiitucionalidad _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ -
5 4. Amparo colectivo _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
a) Hechosque autorizan la tutela de lo colectivo _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ - _ -
. .,
b) Legitimados para su interposicion _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
1. Elafectado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2. Defensordel Pueblo _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
. ,
3. Ministerio Publico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. .
4. Asociaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ReferenciaJurisprudencial
.........................................
5 5. Hábeasdata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.,
a) La finalidad de la proteccion _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
b) Titularesdel derecho y la garantía. Doctrina A _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ -
C) Titularesdel derecho y la garantía. Doctrina B _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
d) Carácterde los registrosque son materia de control del hábeasdata _ -
e) El derecho a modificar la informacion
., -_--- -_--- -_-- --_-
f)
. . --

Procedimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
g) El secretode lasfuentesde información periodística _ _ _ - _ _ _ _ - _ _
.,
h) La reglamentacion legal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ReferenciaJurisprudencial

5 6. Hábeascorpus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _____ ___


a) Tiposde hábeascorpus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
b) El caso de la desapariciónforzada de personas -- -_-- --_-- --_-
C) Acción popular que no sesuspende durante el Estado desitio - _ - - _ -
d) Orden escrita emanada deautoridad competente _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
ReferenciaJurisprudencial

SEGUNDA PARTE
AUTORIDADES DE LA NACIÓN

TITULO I GOBIERNO FEDERAL


SECCl6N PRIMERA DELPODERLEGISLATIVO
Art.44.___________________________-__-__-__-__-__-______
5 1. El Poder Legislativoy la democracia representativa _ _ _ _ _-_-
5 2. El Poder Legislativo y el Estado de derecho: de la democracia formal a la de-
mocracia sustancial _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ - _ _ _ _ - _ _ _ _ - _ _ _ _ - _ _ _ _ -
5 3. El Poder Legislativoen el sistema federal _ .
~NDICE GENERAL

CAPITULOI
DE LA CAMARADEDIPUTADOS

Art.45.-------------------------------------------------
., .
5 1. Eleccion directa ...................................
O 2. Simple pluralidad devotos. Distritoelectoral - - - - - - - - - - - - - - - - - -
5 3. Númerode representantes - - - - - - - - - - - ---- ----- ----- - - - -
Art.46.-------------------------------------------------
Art.47.-------------------------------------------------
Art.48.-------------------------------------------------
5 1. Antecedente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Art.49.------------------------------------------------
Art.50.------------------------------------------------
0 1. Elecciones - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
52. Paridad ........................................
Art.51.-------------------------------------------------
Art.52.-------------------------------------------------
. .
0 1. Contribuciones - - - ----- ----- ------------- ----- - - - -
02. Reclutamientode tropas - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Art.53.-------------------------------------------------
,.
O 1. Juicio politico - - - - - - - - - - - - - - . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ReferenciaJurirprudencial

CAPITULO
11
DEL SENADO

Art. 54. - - - - - - - -
Art.55.------------------------ _---------------------
Art.56.-------------------------------------------------
Art.57.-------------------------------------------------
0 1 . Naturaleza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
92. Independencia ....................................
53. Desempate . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . .
04. Práctica institucional ................................
Art.58.------------------------------------------------
.,
8 1. Votacion y desempate ---- . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
52. Acefalia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ReferenciaJurirprudencial

Art.59.-------------------------------------------------
Art.60.-------------------------------------------------
5 1 . Inhabilidad ......................................
ReferenciaJurirprudencial
~NDICE GENERAL

CAP~TULO 111
DISPOSICIONESCOMUNES A AMBAS CAMARAS

Ari.63.-------------------------------------------------
Ari.64.-------------------------------------------------
Ari.65.-------------------------------------------------
Ari.66.-------------------------------------------------
Ari.67.-------------------------------------------------
Ari.68.-------------------------------------------------
Ari.69.-------------------------------------------------
Ari.70.-------------------------------------------------
. .
0 1. Inmunidades legislativas - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
5 2. Privilegios e inmunidades personales .......................
.,
a) La inmunidad de expresion - - - - - - - - - - - - ------ - - - - - - - -
b) La inmunidad de arresto ------ ----- - - - - - - - - - - - - - - - - -
C) El desafuero - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
ReferenciaJurisprudencial

CAP~TULO IV
ATRIBUCIONES DELCONGRESO
Ari. 75. Inc. lo.
-------------
ReferenciaJurisprudencial
-------------------
Incs. 2 O y 3 O . - - - - - - - - - - - - - - - - -
ReferenciaJurisprudencial

lnc.49 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ReferenciaJurisprudencial

lnc.59 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
lnc.69 ..........................................
ReferenciaJurisprudencial
.......................... - -- - - - - - - - - - - -- -
Inc. 7O. - - - - - - - - - - --
ReferenciaJurisprudencial

lnc.89 ..........................................
.,
0 1. Introduccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 2. Presupuesto - - ------------------ ----- ---- ----- ---
. .,
0 3. Cuentasde invenion - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
.,
5 4. Conclusion - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Inc. gO. - - - - - - - - - - - - - --
ReferenciaJurisprudencial
---------------- --
~NDICEGENERAL

Inc. 10. - - - - - - - - - - -
ReferenciaJurisprudencial

Inc.11. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ------- -------_


ReferenciaJurisprudencial

ReferenciaJurisprudencial
........................... - - - - -- - -
Inc. 13. - - - - - - - - - - - - - - -
ReferenciaJurisprudencial
........................... ------- --------
lnc.14. ..........................................
lnc.15. ..........................................
lnc.16. ..........................................
lnc.17. ..........................................
lnc.18. ..........................................
lnc.19. ..........................................
Inc.20. ..........................................
Inc.21. ..........................................
Inc. 22. ..................... ------- -- - - - -- -
ReferenciaJurisprudencial
........................... - - -- - -- -- - --- - -
Inc.23. ..........................................
Inc.24. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ReferenciaJurisprudencial

Inc.25. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Inc.26. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Inc.27. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ReferenciaJurisprudencial

Inc.28. ..........................................
Inc.29. ..........................................
Inc.30. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ReferenciaJurisprudencial

Inc.31. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ReferenciaJurisprudencial

Art.76.-------------------------------------------------
. .,
5 1. La division de poderes - - - - . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
52. Las relacionesfuncionalesde los poderesdel Estadoy su control ------ -
5 3. La reforma de 1994 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ---- ----
54. Materia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 5 . Plazo .........................................
. , ---- . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 6. Basesde la delegacion
ReferenciaJurisprudencial
..............................................
57. División de poderes - - -
~NDICE GENERAL

CAP~TULOv
DE LAFORMACIÓN Y SANCIÓN DE LAS LEYES

CAPITULO
VI
DE LAAUDITOR¡A GENERAL DE LA NACIÓN

CAPITULO
VII
DEL DEFENSOR DEL PUEBLO
Art.86. ----------
Referencia Jurisprudencial
.................................

SECCIÓN SEGUNDA DELPODEREJECUTIVO

Art.87.-------------------------------------------------
O 1. Poder Ejecutivode la Nación - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
. . .
a) Presidencialismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
b) Unipersonal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
c) Presidencialismofuertevs. Presidencialismoatenuado - - - - - - - - - -
ReferenciaJurisprudencial
- Poder Ejecutivo. Divisiónde poderes - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Art.88.-------------------------------------------------
5 1. Mecanismosdesustitución ante la acefalía del Poder Ejecutivo - - - - - - -
a) Enfermedad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
b) Ausencia de la Capital - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
c) Muerte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
d) Renuncia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. .,
e) Destitucion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
f) Inhabilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ReferenciaJurisprudencial
- Antecedentesde IaCSJN - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Art.89.-------------------------------------------------
5 1. Requisitos para serelegido presidenteovicepresidente - - - - - - - - - - - -
~ N D I C EGENERAL

a) Haber nacidoen territorioargentino, hijodeciudadano nativo, habien-


do nacidoen país extranjero - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
b) Calidadesexigidas para serelegidosenador - - - - - - - - - - - - - - - -
Referencia Jurirprudencial
- Igualdadante la ley - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
- Argentinos~extranjeros ------------ ----- ----- ----
Art.90.-------------------------------------------------
.,
5 1. Duracionen loscargos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.,
5 2. Reeleccion - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Referencia Jurirprudencial
- Permanencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
- Conceptodemocrático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Art.91.-------------------------------------------------
.,
5 1. Cesacion del mandato - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
52. Asunción delvicepresidente - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Referencia Jurirprudencial

Art.92.-------------------------------------------------
5 1. Remuneracion
.,
. . . ---- ----- ----- ---- ----- ---- ----- ----
a) Intangibilidadsalarial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
..
b) Exclusividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Referencia Jurirprudencial
. ..
- Intangibilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Art.93.-------------------------------------------------
5 1. Requisitos para tomar posesión del cargo - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
a) Juramento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. ..
b) Creencias religiosas - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
.,
c) Interpretacionamplia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Referencia Jurirprudencial
- Requisitodevalidez.Juramento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
- Libertad de culto. Respetoa lasdiversas identidadesculturalesy religio-
rasen la Argentina - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

CAPITULO
11
DE LA FORMAY TIEMPO DE LAELECCldN DELPRESIDENTE
Y VICEPRESIDENTE DE LANAC16N

CAPITULOIII
ATRIBUCIONESDEL PODER EJECUTIVO
Art.99.Inc. lo ------------------.
Referencia Jurisprudencial
....................
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I I I 1 I I I I 1 1 1 1 I I I
I I I 1 I I I I 1 I I I I I I
1 I I 1 1 1 1 1 1 1 1 1 I I I
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1 I I 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
I I I 1 I I I I 1 I I I I I I
1 I I 1 1 1 1 1 1 1 1 1 I I I
1 1 1 1 1 1 1 1 1 I I I 1 1 1
1 I I 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
1 1 1 I 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
I I I I I I I I I I I I I I I
1 I I I 1 1 1 1 I 1 1 1 1 I
1 I I 1 1 1 1 1 1 1 1 - 1 1 1
1 1 1 I 1 1 1 1 1 1 1 8 I I I
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'LOL '*AV
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6OV
~NDICEGENERAL

5 3. Administrarjusticia bien y legalmente


ReferenciaJurisprudencial

Art.113.-_----_----_----__---__---__---__--___--___--__
., .
5 1. Reglamentacionaplicable -_-__-_-__-_-_- -_-_- -_-_- -_-
5 2. Acordadasde la CSJN _ - _ _ - _ - _ - - _ - _ - - _ - - - - _ - - - - _ - ---

Art.l14._-_-__-_-__-_-__-_-__-_-_--_-_--_-_--_-_--_-_--
5 1. ElConsejodelaMagistraturadelPoderJudicialdela Nación - - _ _ - - -
. .,
a) Composicion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
b) Funcionamiento _ - _ - - _ - _ - - _ - _ - - _ - _ - - _ - _ - - _ - _ - - _ -
c) Com~etencias _ _ - _ _ - _ - _ _ - - - _ _ - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - -
l . ~'eleccióny propuesta al Poder Ejecutivo Nacional de ternas vincu-
lantes para desiqnar maqistrados de los tribunales inferiores a la
~ o r t e ~ u ~ r ede~usticiádela
ma Nación(incs. 1°y2") _ _ _ - _ _ _ -
2. Administrar los recursos y ejecutarel presupuesto que la ley asigna
a la administracióndejusticia(inc.3") - _ - - - _ _ - - _ _ - - -
3. Facultad dedictar reglamentos (inc.)'6 - - - - - - - - - - - - - - - -
4. Facultades disciplinariassobre magistrados del PoderJudicial de la
., .
Nacion (inc. 4") - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ - - _ - _ - - _ - _ - - _ -
5. Iniciarel proceso de remoción (inc. 5") - - - - - - - - - - - - - - - -
Art.llS._-_--_-_--_-_--_----_--------------_----_----_-
5 1. El Juradode Enjuiciamiento de Magistradosdel PoderJudicial de la Nación
. .,
a) Composicion - - _ - _ - - _ - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - _ - - _ - _ - -
b) Funcionamiento _ - - - _ _ - - - _ - - - - _ - - - - - - - - - - - - - - - - -
. .. .,
C) Eljuicio de remocion _ - _ - _ _ - - - _ _ - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - -

CAPITULO11
ATRIBUCIONES DEL PODER JUDICIAL

Art.116. - - _ - _ - - _ - _ - - _ - _
ReferenciaJurisprudencial

Art.117. - - _ - - - - _ - - - - _ -
ReferenciaJurisprudencial

Art.118.-__-_-__-_-__-_-_--_-_--_----_----__---__---__-
5 1. Juicios porjurados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . .
5 2. Territorialidad _ - - _ - _ - - _ - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - - _ - - - -
5 3. Derecho de gentes - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ - - _ - _ - - _ - _ - - _ -
ReferenciaJurisprudencial
- Modelode Justicia. Juicio porjurados _.
- Territorialidad:excepciones
Art. 11s -_ _ - _ -_ _

SECC16N CUARTA DELMINISTERIO PÚBLlCO


Art. 120. _ - _ - _ _ - _ - _ _ - _ - _ _ - - - _ _ - - - _ - - - - _ - - - - _
ReferenciaJurisprudencial
_-__-_--_--_-__-
~NDICE GENERAL

TITULO II GOBIERNOS DE PROVINCIA


Art.121. --------------------------------.
5 1. Arquitectura competencia1- - - - - - - - - - - - - - - - -
Referencia Jurisprudencial

Art.122.-----------------------------------------------
5 l . Arquitectura institucional - - - - - - - _--- --- - -- - -- --
Referencia Jurisprudencial
--------------------. -

Art. 123. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Referencia Jurisp~dencial
- Autonomiamunicipal - - - - - - - - - - - _------ - - - - -- - -
Art.124.-----------------------------------------------
Art.125.-----------------------------------------------
Referencia Jurisprudencial
........................... - - - -- - - - -- - - - - -

Art. 126. ----------------------. -


Referencia Jurisp~dencial
. .
- Facultadesvedadasa las provincias - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
- Leyesdecomercio - - ----- ----- . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. .
- Aduanasprovinciales ................................
- Acufíar moneda - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - -- - -
..
- CodigosCivily de Comercio --------------- ----- ----- ----

Art.127.-----------------------------------------------
Art.128.-----------------------------------------------
Art.129.-----------------------------------------------
.,
5 1. Introduccion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 2. Autonomíasde
. . distritos, de Estados~,de regiones --------------
a) Distrito Federal de México - -- ----- ---- ----- ---- - ----
b) El Distrito Federal de Brasil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . -----
c) Los EstadosAutonómicos de España ....................
. . .
d) El movimiento regional italiano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
e) Los Estados-ciudadalemanes - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
5 3. La Ciudadde BuenosAires - ---- ----- ---- ----- ----- ----
., . .
a) Regulacionconstitucional - - - - - - - - - - - - - - - - - ----- ----
b) Análisisepistemológicoluegodela reforma de 1994 - - - - - - - - - -
54. porquér resulta adecuada lacompetenciaoriginariay exclusiva para IaCiu-
dad de Buenos Aires? - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
55. Neofederalismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
a) Elementosesenciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
b) Tiposoclases - - - - - - - ...........................
c) El Neofederalismoargentino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 6. A modode conclusion
., ---- ----- ----- ---- ----- ---- ----- ----

BlBLlOGRAFiA GENERAL - -
PREÁMBULO

«Noslosrepresentantesdelpueblode la NaciónArgentina, reunidosen Con-


gresoGeneralConstituyenteporvoluntad y elección de las provinciasque la
componen, en cumplimiento de pactos preexistentes*, con el objeto de
constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior,
proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los
beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para to-
dos los hombresdel mundo que quieran habitaren el sueloargentino: invo-
cando la protección de Dios, fuentede toda razóny justicia: ordenamos, de-
cretamosy establecemos esta Constitución para la NaciónArgentina)).

* Pacto del Pilar(23lU1820). Tratado del Cuadrilátero (251111822). Pacto Federal (41111831).
Acuerdo de San Nicolás (311511852).
PRIMERA PARTE
CAPITULO
I
DECLARACIONES, DERECHOS
Y GARANT~AS

Artículo lo.- La Nación Argentinaadopta parasugobierno la forma repre-


sentativa republicana federal, según la establece la presente Constitución.
Antecedentes: CNde 1853,art. lo. Concordancias: CN, arts. 5",6",22,29,31,33,35,36,
38a40.44.87.108.120a123.126.129.

El texto constitucional comienza estableciendo la configuración política del Es-


tadoargentino y la forma de su gobierno. Sin embargo, la cláusula confunde Esta-
do con gobierno, conceptos que son utilizados por el constituyente originario de
modo indistinto.
En realidad la norma determina como forma del Estado argentino el federalis-
mo y el republicanismo, mientrasque para el gobierno adopta la forma democráti-
ca representativa.

5 1. Forma de gobierno.- En conclusión, la administración de losasuntospú-


blicos,deacuerdoal mandatoconstitucional, se realizará bajolaformadegobierno
representativa, en el marco de un Estado republicano y federal.
a) Representativa. Serefierealsistemadegobiernobasadoenlademocraciali-
beral, es decir, aquella en la cual, no obstante la soberanía la detenta el pue-
blo, este no gobierna por sí mismo. Pues bajo el sistema representativo, el
pueblodebedelegarenotraspersonas,a lascualeseligemedianteelsufragio
-conformedeterminadas reglasy procedimientos-para ejercer lasfuncio-
nesde gobierno en su nombre.
PRIMERA PARTE

Esporelloqueen un modelodegobiernodemocráticorepresentativo,el pue-


blo no delibera ni gobierna por sí mismo, pues lo hace a través de sus repre-
sentantes~autoridades establecidos por el diseñoconstitucional del poder.
b) Republicana. El sistema republicano es independiente de la forma de go-
bierno, puescomovimosanteriormente, no necesariamente requierede la
democracia. Esdecir, bien puedeexistir un Estadono democráticocon carac-
terísticas~principios republicanos. ¿Cuálessonentonces los principiosfun-
damentalesy definitorios del sistema republicano?Veamos:
1. Principio de división depoderes. El poder se encuentra dividido respec-
to de sus funciones. En tal sentido, en todo orden republicano debe im-
perar el principio de división e independencia de los poderesy el respec-
tivo control y balance entreellos.
En nuestro paísel poder sedivideen "Poder Ejecutivo", "PoderJudicial"
y "Poder Legislativo".
2. Principio deperiodicidad. Este principio rige para todos loscargosy fun-
ciones públicas electivas y para determinados cargos públicos no electi-
vos, pero cuya importancia en la administración pública podría equipa-
rarlos. Estoesqueen unsistema republicanotodosloscargosdegobierno
son temporales, por consiguiente, nodeben existir cargosvitalicios.
3. Principio depublicidad. Implica la obligación de dar a publicidad todos
ycada unodelosactosdegobierno, con la solaexcepcióndeaquellosam-
paradosen cuestiones de seguridad de Estado.
C) Federal: quelaformadeEstadoescogidaporlaConstituciónseafederalsig-
nifica que, asícomo en términos republicanos el poder se dividefuncional-
mente en ejecutivo, legislativo y judicial, en términosde federalismo el po-
der sedivide territorialmente entre el Estado nacional y las provincias. Lue-
go de la reforma de 1994, se incrementó la relevancia en el sistema federal
de losmunicipiosyseagregó un nuevosujetodel derecho federal: laciudad
Autónoma de Buenos Aires.

Estos órganos regionalescoexisten con el Estado central, con competencias y fa-


cultades propias en un plexo de relaciones de diversos tipos. De la masa de compe-
tencias que las provincias hayan cedido al gobierno central dependerá el mayor o
menoracentodelsistemafederal, dadoqueconformeel art. 121seestablecequelas
provinciasconservantodoel poder no delegadoal Estado federal másel queexpre-
samentese hayan reservado por pactosespecialesaltiempo desu incorporación.
Este principiosignifica que la regla esla competencia excluyentedel estadopro-
vincial, mientras que el estado central tiene competencia como excepción a dicha
regla.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

Referenciajurisprudencia1
Democracia representativa

1- En marzo del año 2005, nuestra Cortesuprema deJusticia de la Nación ha sidoca-


tegórica en su definición de la democracia representativaal sostener que: "La sobera-
nía popularesun principioderaigambreconstitucional queenel sistemademocrático
se integraconel reconocimientodel pueblocomo últimotitulardel poder político pe-
ro, al mismo tiempo, y para cumplir con tal objetivo, pone su acento en los procedi-
mientos habilitados para hacer explícita aquella voluntad, origen del principio de re-
~resentación".
"La vozdel pueblo de la Nación es la fuente más legítima para adoptar decisiones en
una sociedad organizada democráticamente". [CSJN-Fallos, 328:175].
2-Anteriormente,enjuniode2003expresóque: "Lademocracia representativasu-
pone, necesariamente, underecho y un sistema electoral quegaranticea losciudada-
noscertezay seguridad al emitir suvoto, esdecir, un marco legal que no solo permita
la participación plena sinoqueevitey preserveal procesoeleccionario defraudesy ma-
nipulaciones. Tanto la legislacióncomo los controlesjudicialesque al efecto se crean,
debentendera laautenticidaddeunaelección,yaseaensusaspectosprocedimentales
como en la garantía de sus resultadosen cuanto libre expresión de los electoresy res-
peto por su decisión". [CSJN-Fallos, 326:2004].
3- En febrero de 2006, nuestro AltoTribunal, por remisión al dictamen del procura-
dor, sostuvoenreferenciaa lademocraciarepresentativaque: "Los partidos políticos
revisten la condicióndeauxiliaresdel Estadoy sonorganizacionesdederecho público
noestatal, necesariasparael desenvolvimientode la democracia, quecondicionan los
aspectosmás íntimosde lavida política nacionale incluso, la acciónde los poderesgu-
bernamentales". [CSJN-Fallos, 329:187].

República
4- Respecto de los principios republicanos nuestra Corte ha sostenido, específica-
menteencuantoaladivisióndepoderes,que: "ElincumplimientoporpartedelaPro-
vinciadeSantaCruzdeunasentenciadictada por IaCorteSupremadeJusticiadela Na-
ción imponiendo la restitución del Agente Fiscal ante el SuperiorTribunal provincial,
constituye undesconocimiento del principiodedivisión de poderesque las provincias
se han comprometido a garantizar". [CSJN-Fallos, 333:1771,14/9/10].
5- Ensimilarsentidosehabíamanifestadoanteriormenteensentenciadel28deagos-
to de2007 momento en que establecióque: "Lasconsecuencias del control encomen-
dado a la justicia sobre lasactividadesejecutivay legislativarequierenqueel requisito
delaexistencia de un'caso'o'controversia judicial'sea observado rigurosamentepara
la preservacióndel principio de división de poderes". [CVN-Fallos, 330:3777].
6- "La libertad severía amenazada si los poderes ejercieranfacultades no concedi-
da$ si hay algo que ha consagrado la Constitución, y no sin fervor, es la limitación del
poder del gobierno. La Constitución ha establecido, inequívocamente, un sistema de
poderes limitados". [CSJN-Fallos, 330:3160,13/7/07].
PRIMERA PARTE

7- "El principio de separación de poderes y el necesario respeto por parte de los tri-
bunalesde los Iímitesconstitucionalesy legalesquesucompetencia les impone, deter-
mina que la función de los jueces no alcance a interferir con el ejercicio de facultades
que lessonprivativasa otros poderesconarreglo a lo prescriptopor la ConstituciónNa-
.
cional.. ouesde locontrario. se haría manifiesta la invasióndel camoode lasootestades
propiasde lasdemásautoridadesde la Nación". [CVN-Fallos, 328:3193,30'/8/05].

Federalismo
8- "Deacuerdoa lasespecialescaracterísticasconquelaConstituciónNacional ha re-
vestidolaconfiguración políticoinstitucionaldenaturaleza federal, la reglay no la ex-
cepciónconsisteenlaexistenciadejurisdiccionescompartidasentrelaNaciónylaspro-
vincias. debiendo en consecuencia ser interoretadas las normas de aauella de modo
que lasautoridadesde la una y de lasotrassedesenvuelvanarmoniosamente, evitan-
dointerferenciasorocessusceptiblesdeacrecentarlospoderesdegobiernocentral en
desmedro de las facultades provinciales y viceversa, y procurando que actúen para
ayudarseynoparadestruirse".Porremisiónaldictamendelprocurador. [CSJN-Fallos,
334:891,4/8/11].
9- "El sistema federal importa la asignación de competencias a las jurisdiccionesfe-
deral y provincial; lo que no implica subordinación de los estados provincialesal go-
bierno central, pero sícoordinación de esfuerzosy funcionesdirigidos al bien común
general". [CSJN-Fallos, 322:2862,18/11/99].

Art. 2O.- E l Gobierno federal sostieneel culto católico apostólico romano.


Antecedentes: CNde 1853,art. 2". Concordancias: CN, Preámbulo, arts. 5",14,16,19,
20,28,75,inc. 22.99,inc.1 l.

En general, las relaciones entre lglesia y Estado han ido variando de acuerdo a
cadasistemaya laorganización políticadecada Estado,ydelaépocaen laqueaque-
llas sedesarrollaron. Así, existieron Estados en los que la vinculación con la lglesia
fue inescindible, es el caso de los estados teocráticos y los estadosen los que el Rey
eraelSumoPontífice. Enel primerodeellos,el Reyera, porderechodivino, unagen-
te de la voluntad Superior y un representante divino en la tierra. Así sucedió, por
ejemplo, en la mayoría de las monarquías durante la Edad Media.
En el segundo de loscasos, la Iglesiaera dominada por el Poder Político, aunque
seguían unidos: el Rey era el Sumo Pontífice, dictaba leyes ordinarias e intervenía
en el dictado de leyeseclesiásticas.Por ejemplo, duranteel régimen de EnriqueVlll
en Inglaterra.
Por otro lado, existen sistemasen los que la separación entre la lglesia y el Esta-
do esabsoluta, como ser el sistema de los Estados Unidos de América.
Por último, algunos sistemasfueron diseñados para que el Estado brinde algún
nivel de protección a la Iglesia, como es el caso del art. 2'de nuestra CN.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 2 O

La palabra "sostiene" contemplada en la cláusula constitucional ha sufrido di-


versas interpretaciones: algunos autores han interpretado que el término "soste-
ner" no implica una obligación del Estado nacional de financiar o subsidiar econó-
micarnenteal cultocatólico. Por ende, la redacción del art.2'significaría, por un la-
do, la unión moral del Estado con la Iglesia, y por otro, el reconocimiento de la Igle-
siacomo personajurídicadederecho público1.
Sin embargo, esta postura no pareciera inferirse del debate de la Convención
Constituyente2, en tanto el Informede la Comisión Redactora mencionaba que el
Estadotiene la obligación de "mantenery sostener el culto católico, a expensas del
Tesoro nacional".
Este mismocriteriosiguieron algunosconstituyentes, al mencionar que el soste-
nimiento del culto implica "...que se cubriesen los presupuestos que presentasen
los obispos y cabildoseclesiásticos, y que el gobernanteal decretar su pago confor-
me al artículo constitucional que le prescribíaestedeber no ejercía un acto de con-
ciencia sino llenaba un deber de m a n d a t a r i ~ " ~ .
El artículo en comentario, si bien no establece un Estadode tipo confesional, lo
ciertoesque" ... alolargodela historiajustificóquelareligióncatólicatengaunes-
tatus jurídico privilegiado por sobre otros credos, al financiar con fondos del Teso-
ro los sueldos y jubilaciones de arzobispos, al permitir símbolos religiosos en ofici-
naspúblicas, escuelas públicascon formación católica, e t ~ é t e r a " ~ - ~ .
La ley queestableció la necesidad de la reforma constitucional de 1994 no habi-
litó la modificación de la primera partede la Constitución Nacional6-en la que se
encuentra incluido el art. 2'-aunque los constituyentes dejaron ver la intención
de eliminar algunos beneficios de la Iglesia Católica al modificar normas constitu-
cionalesquesí habilita la ley de reforma, como ser el requisito de ser católico para
acceder al cargo de presidente y vicepresidente de la Nación (exart. 76),la fórmula
de juramento de esos mismosfuncionariosque hacía referencia a DlOSy lossantos
Evangelios, la potestad del Poder Ejecutivo de proponer obispos o intervenir en la

' Bidart Campos, Tratadoelementalde derecho constitucionalargentino. 1998, t. l. p. 182.


Congreso General Constituyente de la Confederación Argentina, Imprenta del Orden,
BuenosAires, 1871, sesionesdel21y 27deabrilde 1853.
Bidart Campos, Tratadoelementalde derecho constitucionalargentino, 1998, t. 1, p. 131.
Véase Saldivia Menajovsky, "La remoción del privilegio católico", en Comentarios de la
Constitución dela NaciónArgentina. JurisprudenciayDoctrina:una mirada igualitaria, Gargarella
-Guidi (dirs.), 2016,t. II, p. 53y siguientes.
Para conocer el presupuesto nacional en materia de Culto correspondiente a 2016, véase
http:llacij.org.arlblog/2016/06/07/son-prioridad-los-derechos-hum~
Véanse arts. 6"y 7" de la ley 24.309.
PRIMERA PARTE

aceptación o rechazo de documentos de la Iglesia, la conversión de los "indios" al


catolicismo (exart. 67, inc. 1S), etcétera7.
Mucho antesde la reforma constitucional de 1994 había comenzado a gestarse
el que se conocería más adelantecomo "Acuerdo de Buenos Aires", firmado entre
la Santa Sede y la República Argentina en el año 1966, el que había hecho caer en
desuetudo algunas norrnasconstitucionales, como ser las que establecían el Patro-
nato, el Pase y la ley del Congreso para el ingresode nuevasórdenesreligiosas, la li-
brecornunicación entre la Santa Sede y el clero y fieles locales, y el libre ingreso de
órdenes religiosas.
De esta manera, se ve a lo largo de la historia argentina una clara intención de
nuestros representantes de secularizar las acciones del Estado, pese a encontrarse
los constituyentes de 1994 imposibilitados de modificar la redacción del art. ZO,
cuestión queobstaculiza el caminodel Estado hacia un laicidad democrática plena.

1 Referenciajurisprudencia1
1- La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha afirmado el principio de separación
entre lglesiay Estadoy la independenciadelordencivilrespectodel religioso, en losca-
sos "Correa" (1893). "Sejean"(1986). "Villacampa" (1989)y "Sisto" (1998);asícomo el
reconocimiento de la iurisdiccióneclesiástica v de la normativa canónica en los casos
"Lastra" (1991)y "Rybar" (1992). y de la inmunidadfiscal de la Iglesia respecto de los
bienesdestinadosalaconsecucióndesusfines,en loscasos"RosadeMeloCané"(1911)
y "Didier Desbarats" (1924).

Art.3O.- LasautoridadesqueejercenelGobiernofederal.residenen laciu-


dadquesedeclarecapital de la República por una ley especialdel Congreso,
previa cesión hecha por una o más legislaturas provinciales, del territorio
que haya de federalizarse.
Antecedentes: Reforma constitucional de 1860(CNadhocel25/9/1860). Reformaori-
ginaria: segúnlaConstitucióndelaConfederaciónArgentinade1853:art.3"."Lasau-
toridades que ejercen el Gobierno federal residen en la Ciudad de Buenos Aires, que
sedeclara Capital de la Confederación por una ley especial". Concordancias: CNarts.
13,44,45,54,75, inc. 30,94,99, inc. 18y 129.Art. 3"del Estatuto organizativo de la Ciu-
dad de Buenos Aires. Leyes reglamentarias: Ley s/n del 4/5/53 de capitalizaciónde la
CiudaddeBuenosAires,reglamentariadelart.3°0riginal. Ley 1029del20/9/80quede-
clara Capital de la República al Municipio de la Ciudad de Buenos Aires. Ley 1585 del
31/10/84queensancha la Capital Federal, cediendo la provinciade BuenosAiressuju-
risdicción sobreel municipio de Belgranoy partedel desan José de Flores. Ley 23.512

' Estos ejemplosfueroncitados en Saldivia Menajovsky, "La remoción del privilegio católi-
co", en Comentariosde la Constituciónde la NaciónArgentina. Jurisprudenciay doctrina: una mi-
radaigualitaria, Gargarella -Guidi (dirs.). 2016.t. II, p. 54.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

del 8/6/87 que traslada la Capital de la República a las rnárgenesdel curso interior del
Río Negro, enjurisdiccióndelas provinciasdeRío Negro y BuenosAires. Ley 24.588del
811 1/90 que garantiza los interesesdelEstado nacional en la Ciudad de BuenosAires.

Tal como loexpresa el propio art. 3', el término "Capital" aludeal lugar de resi-
dencia de las autoridades nacionales.
La fijación de la Capital Federal no fue un tema menorteniendoen cuenta la lar-
ga lucha que significó la distribución territorial del poder, pasando por la centrali-
zación en grado máximo (Unitarismo) durante los primeros gobiernos patrios, si-
guiendocon la descentralizaciónen grado máximo (Confederación)a partir de 1820
con el cesede lasautoridades nacionales, producida la caída del último Director Su-
premo Rondeau y finalizando con la elección de la fórmula intermedia (Federalis-
mo) consagrada en 1853.
Juan BautistaAlberdil analiza lasdistintasposturasrespectoa restablecera Bue-
nos Aires como capital de la Confederación Argentina.
Entre los argumentos afavor:
1. Lascapitalesdelas naciones nose decretan, ellasson obra espontánea de las
cosas.
2. BuenosAiresfueciudad capital natural del país bajodossistemasdegobier-
no: el colonial y el republicano.
Entre los argumentos en contra:
1. Ante la falta de gobierno nacional, las provincia de Buenos Aires recibió el
encargodelarepresentaciónexteriordelasdemásprovinciasy bajoestepre-
texto retuvo en sus manos el poder diplomático de toda la Nación, reglar el
comercio, establecer tarifas y percibir la renta de la aduana de las 14 provin-
ciassin que las provinciastomasen la menor parteen la elección del gobier-
nolocaldeBuenosAires,quemanejabasusintereses, ni en la negociaciónde
lostratados, ni recibía el producidode la rentadelaaduana.
2. Se debía terminar con los privilegios de la provincia de Buenos Aires. Los
constituyentes de 1953 optaron por declarar Capital de la Confederación a
laciudadde BuenosAires, pesea nocontar laconvención Constituyenteori-
ginariacon representantes.de BuenosAires, yaqueseencontraba separada
del resto de las provincias desde la revolución del 11/9/1852.

Al ser de cumplimiento imposible este mandato constitucional, el primer presi-


denteconstitucional, JustoJosédeUrquiza, gobernódesdelaCiudad deParaná, ca-
pital de la Provincia de Entre Ríos.

' Alberdi, Basesypuntosdepartidapara laorganizaciónpolíticade IaRepúblicaArgentina,


CapítuloXXVI.
PRIMERA PARTE

Incorporada BuenosAires tras la batalla de Pavón, en 1860 se produce la prime-


ra reforma constitucional, que incorpora las modificaciones propuestas por esta
provinciaqueno habíatenidola posibilidaddeejercer el "PoderConstituyenteOri-
ginario".
Una de las reformas fue el art. 3'que quedó redactado en lostérminosque hoy
conocemos. Seopta por no declararterritorioalguno comosedede lasautoridades
nacionales, siendo una ley del Congreso la que debe fijar el territorio afederalizar-
se, previa cesión de las provinciasdonde seencuentre dicho territorio.
De esta manera, seda a las provincias una doble participación, aprobando el Se-
nado la ley que establece la Capital Federal y a su vez aprobando la cesión del terri-
torio por medio de una ley provincial. Además, con esta redacción el traslado de la
capital no necesita de una reforma constitucional.
Mitre en 1862, ya producida la unificación, se enfrenta con el problema del es-
tablecimiento definitivo de la Capital nacional. Mitre no podía gobernar desde un
territorio influenciado por Urquiza y por ello impulsa la sanción de una ley para el
establecimientode la capital, debateque enfrentó a "autonomistas" Iiderados por
Adolfo Alsina que seoponían a la Federalización de Buenos Aires y los "nacionalis-
tas" con Mitrea lacabeza, queopinaban queBuenos Airesdebía dejar deladosus
intereses individuales y comenzar a pensar en el interés nacional.
Se aprueba finalmente la "ley de compromiso" el 1/10/1862 en la cual se esta-
blecequetanto lasautoridades nacionalescomo las provinciales residirían en laciu-
dad de Buenos Aires por un plazo de cinco años, esdecir que las autoridades nacio-
naleseran huéspedesen la provincia de BuenosAires.
Vencido el plazo de cinco años, el gobierno nacional continuó residiendo en la
ciudad de BuenosAires pero careciendo de autoridad inmediata sobreel territorio
en el quesealojaba. Finalmente, por impulsodel presidenteNicolásAvellaneda, el
20/9/1880sedeclaraa BuenosAirescapital de la República, quedando bajo control
directo de lasautoridades nacionales.
Lejosdeconcluireldebateporelestablecimientode lacapital Federal, al asumir
la presidencia Raúl Alfonsin en 1983, intenta fortalecer el federalismo, que en la
practicase hallabadebilitado, engran medida productode la maladistribución ge-
ográficade la población y lasasimetriasqueesto ocasiona. Lacapital Federal repre-
sentaba para muchos habitantes de las provincias una promesa deoportunidades
laborales y de acceso a estudios universitarios, produciéndose una importante mi-
gración, hacialacapital Federal y Gran BuenosAires,delosvecinosdealgunaspro-
vincias, ya de por sícon escasa densidad poblacional.
Con este panorama, impulsa en 1987el traslado de la capital federal a una zona
comprendida porviedma, Guardia Mitrey CarmendePatagones,enjurisdicciónde
lasprovinciasde Río Negroy BuenosAires(1ey 23.512).
Finalmente factores políticos, económicosysocialeshicieron inviableel traslado
quedando todo en condiciones para hacerlo, la cesión provincial del territorio y la
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

existencia de una ley que declara Capital federal a ese territorio cedido, ley que no
ha sido derogada.
De momento, nose puede provincializar la ciudad de BuenosAires porque la ley
23.51 2 dicequeeso se producirá unaveztrasladadas lasautoridadesal nuevo terri-
torio, es por eso que la Ciudad de BuenosAires es un territorio autónomo y no una
provincia. A su vez, por indicación del art. 129 de la CN, la ley 24.588, regula los in-
tereses del Estado Nacional, mientras las autoridades nacionales continúen resi-
diendo en la Ciudad de BuenosAires.

Art. 4 ' . El Gobierno federal provee a los gastos de la Nación con los fon-
dos delTesoro nacionalformado del dederechos de importación y
exportación, del de la venta o locación de tierras de propiedad nacional, de
la renta de Correos, de las demás contribuciones que equitativa y proporcie
nalmentea la población imponga el Congreso General, y de los empréstitos
y operaciones de crédito que decrete el mismo Congreso para urgencias de
la Nación, o para empresas de utilidad nacional.
Antecedentes: CN de 1853, art. 4". Concordancias: CN, arts. gO, 10 a 12,16,17,20,52,
75, incs. loa50,7:80, 14,126;DADDH,art.XXXVI.

El Estado tiene la responsabilidad de asumir los gastos que por su funciona-


miento irroga, para ello, debe procurarse la obtención de recursos necesarios que
le permitan solventarse. Aestosingresosqueel Estadopercibesegún su presupues-
t o losdenominamos recursosdelTesoro nacional. Del art.4'de la CN podemosdes-
prender que existen, por un lado, recursos ordinarios, estos son: derechos de im-
portacióny exportación-aduana-; productosde la venta o locación detierrasde
propiedad nacional; renta de correos y demás contribuciones -indirectas- que,
equitativamentey de manera proporcional, el Congreso imponga a losadministra-
dos-y por otro, recursos extraordinarios resultantes del empréstito, las operacio-
nes de crédito y lascontribuciones directas-, art. 75, inc. 2" de la CN.
De la coordinación material de las normasconstitucionales podemosdistinguir
recursostributarios, empréstitosy operacionesdecrédito, recursos monetarios, re-
cursos patrimoniales, recursos cuyo origen proviene de actividades industriales y
comercialesdel Estado.
Los recursostributarios sedistinguen en: impuestos, tasasy contribuciones, sien-
do los primeros las prestaciones de dinero exigidas por el Estado, las segundas po-
seenigualcaracterísticapero,presuponeun beneficioalobligado porlarealización
dealgúnserviciopúblico, mientrasqueen lascontribucionesespecialesel beneficio
es por la realización de obra pública.
Los impuestos pueden ser directos o indirectos según puedan o no trasladar la
carga tributaria a terceros, ejemplo del primero ese1impuestos la ganancia y del se-
PRIMERA PARTE

gundo al consumo. A su vez, los impuestos indirectos se clasifican en internos-art.


75, inc. 2",párr. l o (1VA)-y externos-de importación y exportación- regulados
en el art. 75, inc. lo.
Los impuestos directos, de origen son de competencia de las provincias, por en-
de, no coparticipables; los impuestos indirectossi son internos, son coparticipables
y de competencia concurrente entre las provincias y el Gobierno federal; los exter-
nos, al ser aduaneros son de competencia exclusiva del Gobierno federal y por en-
~ ~

de, no coparticipables. La tributación debe respetar los principios constitucionales


de legalidad, igualdad fiscal y noconfiscatoriedad.
Por su parte, el art. 74, inc. 4" reconoce la facultad del Congreso a contraer em-
préstitosparaobtener los recursosfinancierosnecesariosparael logrodela gestión
gubernamental en situaciones en las que los recursos ordinarios por déficit o por
gestionesdegran envergadura lo requiera. El inc. 6"del mismo artículoserefierea
los recursos monetariosal autorizar al Congreso la reglamentación de un bancofe-
deral con facultad de emitir moneda y el inc. 11 a fijar su valor, y el de las monedas
extranjeras. El inc. 5Odelart.75dela CNhacereferenciaa losrec~rsospatrimoniales
quetiene quever con laventa, locación, concesionesy permisosdetodos los bienes
que integran el patrimonio estatal.
Por último, el Estado puede valerse de los recursos provenientes de actividades
industriales y comerciales que provienen de ciertas actividades que por medio de
entes prestadoresde servicios, como el correo o la explotación del juego, loterías y
casinosy comisiones bancariasintegran elTesoro Nacional.

Art. 5O.- Cada provinciadictará para síunaConstitución bajoel sistema re-


presentativo republicano, de acuerdo con los principios, declaracionesy ga- - -

rantías de la Constitución Nacional; y que asegure su administración de jus-


ticia, su régimen municipal, y la educación primaria. Bajo de estas condicio-
neselGobiernofederal,garanteacada provinciaelgoceyejerciciodesusins-
tituciones.
Antecedentes: CNde 185311860,art. 5". Concordancias: CN, arts. lo, 69 31,33,75,inc.
22,121 a 129.
De acuerdo con el modelo de Estado federal seguido por nuestros constituyen-
tes, las provincias son autónomas, y, por ende, conservan atribuciones propias sin
perjuicio de lasdelegadasal gobierno central y aquellas queejercen en forma con-
currentecon este último.
Ello genera que entre el Estado federal y los Estados provinciales existan tres ti-
pos de relaciones:
1. Relacionesdeparticipación. Los Estados locales, a travésdelaCámaradeSe-
nadoresen la que seencuentran representados, ayudan a delinear las pau-
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

tasde gobierno en torno a la adopción de principios sobre losqueseasien-


tan la organización y el funcionamiento del régimen federal.
2. Relacionesde coordinación. La actividad estatal se distribuye entre el go-
bierno central y lasautonomías locales, por loque requiere la coordinación
de las atribuciones y órganosencargadosdecada una deellas.
3. Relacionesde subordinación. En algunos casos particulares, existe un mar-
co de subordinación de los Estados locales al gobierno central. Por ejemplo,
algunasdisposiciones de derecho federal prevalecen sobre las normas loca-
les, lasque carecen devalidezsi secontraponen a aquel1.

Como consecuencia de lo antedicho, la Constitución Nacional establece trescla-


ses de facultades para las provincias:
1. Facultades reservadas. De acuerdo con el art. 121 de la CN, las provincias
conservantodoel poder nodelegadoal Estadofederal. Estoesasí porque los
Estados localespreexistierona la organizaciónfederal y, al momentodecre-
arseeste último, delegaron algunasa favor del gobiernocentral y conserva-
ron otras para sí. Así, por ejemplo, las provincias conservan la posibilidad de
dictar sus propias constituciones, sancionar sus propias leyes, elegir sus au-
toridades y crear sus propias instrucciones locales, sin intervención del go-
bierno federal.
2. Facultadesdelegadas. Setratadefacultadesdelasquelasprovinciassedes-
prendieron en posde la organizaciónfederal. Así, correspondeal Estadofe-
deral la facultad de dictar loscódigos de fondo, las leyesde comercio, nave-
gación ociudadanía (art.75, inc.12, CN);de proveera laseguridaddelasfron-
teras(art.75, inc.16, CN); acuñar moneda, armar buquesde guerra (art. 126,
CN), etcétera.
3. Facultades concurrentes. Se trata de facultades que pueden ser ejercidas
tanto por el gobierno federal como por las provincias. Por ejemplo, promo-
ver la industria0 la construcción deferrocarrilesy canales navegables, impor-
tarcapitales, colonizartierrasde propiedad provincial, etcetera(art. 125, CN).

Teniendo en cuenta, entonces, la preexistencia de las provincias y su marco de


autonomía, nuestrosconstituyentesconsagraronlaautonomía provincial en el art.
5"de la CN, cuyo textooriginal establecía: "Cada provincia confederada dictará pa-
ra sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con
los principios, declaraciones y garantías de la Constitución nacional; y que asegure

' Véaseart. 14de la ley 48


DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

Si bien se trataba de una cuestión puramente de derecho local, la Corte inter-


pretó la cláusula de la Constitución local y sostuvo expresamente la prohibición pa-
ra Zamora de presentarse a una tercera elección5.

Art.6O.- ElGobiernofederal intervieneenelterritoriodelas provincias pa-


ra garantir la forma republicana de gobierno, o repeler invasiones exterio-
res, y a requisición de sus autoridades constituidas para sostenerlas o resta-
blecerlas, si hubiesen sido depuestas por la sedición, o por invasión de otra
provincia.
Antecedentes: CNde 185311860,art. 6". Concordancias: CN, arts. lo, 5", 22,31,75,inc.
31.99.inc.20.123.126a129.

El texto constitucional argentino tienedesdesu origen dos remedios para hacer


frentea lasemergenciasinstitucionales: la Intervención Federaly el EstadodeSitio.
La intervención federal es la forma que encontró el constituyente, en 1860, pa-
ra hacer efectiva la garantía federal enunciada en el art. 5' de la CN; es un instru-
mento institucional de emergencia y por ello, además, de uso excepcional.
Laautonomía provincial noessuprimidaporunaintervenciónfederal,sinoque,
transitoriamente, estavieneasuplira lasautoridades provinciales hastaque lasmis-
mas, nuevamente y como es usual, puedan mantener la paz o preservar sus institu-
ciones.

S 1. Causasque motivan la intervenciónfedera1.- Claramente el art. 6'dispone


lascausales por lascualesuna provinciao la Ciudad AutónomadeBuenosAires pue-
den ser intervenidas:
- Restitución o restauración en caso de incumplimiento o subversión de la for-
ma republicana degobierno. Alejercerpoderconstituyente desegundo gra-
dolasprovincias, segúnelart 54 estánobligadasaobservarlasprescripciones
que el Estado federalle impone en talprecepto. Siun Estado miembro infrin-
giera la norma, alnoasegurarsuadministración dejusticia, la autonomía mu-
nicipal, educación primaria, etcétera, se hallaría incurso en esta causal1.
Para repelerinvasionesexteriores. Elataque de otro país es directamente la
confrontación bélica que lesiona la soberanía del Estado federaly, acceso-
riamente, la integridad institucionalde la provincia que es teatro de opera-
cioneslo cualexplica a simple vista quesea, la invasión exterior, causalde in-
tervención federal.

"UniónCivicaRadicaldelaProvinciadeSantiagodelEsteroc.SantiagodelEstero",2U10/13.
' Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013. p. 147.
PRIMERA PARTE

Para elrestablecimiento de lasautoridadeslocalesen caso desedición. Lase-


dición es la reunión de personas que se atribuyen los derechos delpueblo y
peticiona a su nombresegún reza la CNensuart. 22. Cuando esto ocurre con
la intención de deponera lasautoridadesprovincialesse configura la causal
de intervención federal.
Para repeler la invasión proveniente desde otra provincia. Ninguna provin-
cia, diceelart. 127dela CN, puededeclararnihacerla guerra a otraprovincia.
Sus quejas deben sersornetidasa lajusticia ordinaria ysus hostilidades de he-
cho son actos de guerra civil, calificados de sedición o asonada, que e l Go-
bierno federaldebe reencauzar.

Las primeras dos causales de intervención federal corresponden a la decisión au-


tónomaquetomenlasautoridadesnacionalesylasdossiguientes(sedicióneinvasión
de una provincia por otra) corresponden a solicitud o requisición de las autoridades
locales. Es importante resaltar que el requerimiento de intervención a las autorida-
des nacionales puedeser hecho por cualquiera de lostres poderesdel Estado provin-
cial: el gobernador, la legislatura provincial y el SuperiorTribunal oCorteSupremade
la provincia y a su vez pueden ser intervenidos los tres poderes, doso hasta uno solo.

5 2. Facultades del interventor.- En caso de intervención a los trespoderes del


Estadoprovincial, elinterventor tienea su cargo e lPoder Ejecutivo naturalmente, la
facultad legislativa del Poder Legislativo a través del dictado de decretos leyes y la
puesta en comisión, esto es, la capacidadde cesantearjueces, del PoderJudicialpa-
ra nombrardirectamentea losjuecesde laprovincia incluidoslosdelSuperior Tribu-
nalo Corte Supremaprovincial.

5 3. El órgano nacional que decide la intervención federal.- La reforma consti-


tucional de 1994resolvió esta cuestión al precisar que la competencia para interve-
niruna provinciaesdel Congresodela Nación (art. 75, inc. 31), el poderconstituyen-
te reformador aspiró a poner fin a una antigua práctica que en contra de básicos
principiosconstitucionalesconfirió tal potestad al Poder Ejecutivo.
Esa desacertada modalidad, quea la horadelasestadísticascomputacasi doster-
ceras partesde las intervenciones por exclusiva determinación presidencial, estuvo
amparada por un silencio normativoy la interesada creenciade que intervenir esun
acto eminentementeadministrativo.
La nueva regulación comprende la hipótesisde receso congresional, única opor-
tunidad en la que -a título excepcional-esa potestad podrá ser ejercitada por el
Ejecutivo, quien trasejecutoriar el acto debe convocar al Congreso para queaprue-
be o rechace la intervención decretada (arts. 99, inc. 20y 75, inc. 31)2.

Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013, p. 152


DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

5 4. Designacióndel interventor federal.- La Constitución Nacional no se expi-


desobre lacuestióndecuáleselórganoquedesignaal interventorfederaly quéfa-
cultadestiene paracumplir su cometido.
La costumbre política hace recaer la facultad dedesignación en el Poder Ejecuti-
vo. Esa modalidad atiende al hecho que el funcionario que inviste la calidad deco-
misionadofederal es un representantedirecto detal poder, entrecuyascompeten-
cias se encuentra la de tener a su cargo la administración general del país (art. 99,
inc. 1O). Otrosector de ladoctrina deriva lacompetenciadela potestad presidencial
para nombrar a los empleados cuyo nombramiento no está reglado de otra forma
por la Constitución (art. 99, inc. 7°)3.
RecomendabaEkmekdjian quedada la calidad excepcional y transitoriaquein-
viste el interventor, su gestión debe limitarse al mínimo imprescindible para cum-
plirel objetivofijadoen el menortiempo posible. Lamentablemente, este principio
pocas veces se tiene en cuenta en la práctica y es así que se prorrogan innecesaria-
mente las intervenciones por motivos espurios4.

5 5. Control judicial de la intervención.- Es pacífico en doctrina que la decisión


de intervenir no es revisable judicialmente salvo "gravísima" arbitrariedad, como
por ejemplo, que los extremos alegados para intervenir no fuesen ciertos.
Losquesison pasiblesdecontroljudicial son aquellosactosdel interventorfede-
ral aue excedan el orden normativo o incum~lanla Constitución Nacional o las le-
yes de ella derivadas, por ejemplo, afectando derechosfundamentales.

i Referenciajurisprudencia1
Controljudicial de la inte~ención
federal

Sobreeste planteo la Cortesuprema deJusticia de la Naciónsostuvoquecarecíadeju-


risdicción para examinar la interpretaciónque lascámarasdelCongreso dan al actual
art.81 de la CN, sobre el procedimiento deformacióny sanción de las leyes.
1- "Noexisteunverdaderocaso judicial, puesse pretendeel restablecimientode un
gobierno provisorioy la suspensión de una intervención realizada por el Poder Ejecu.
tivo en cumplimiento de una ley del Congreso". [CSJN-Fallos, 53:420].
2- "Quelos principiosy fines recordadosen el consid. 12 precedente, y la precisa ne-
cesidaddeconsagrary preservar la autonomía de las provincias, garantizada por el art.
l22dela CN. esloauedeterminaaueseaestaCorte.enelmarconormativofederalaoli-
cable, la que juzguesi el interventorfederal está avasallando o no dicha autonomía, o
si porel contrarioestá actuandodeconformidadconaquel". [CSJN-Fallos,327:3852].

Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino,3"ed., 2013, p. 153.


Ekmekdjian, Tratadodederechoconstitucional, 1993, t. l. p. 378.
PRIMERA PARTE

su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación primaria gratui-


ta. Las constituciones provinciales serán revisadas por el Congreso antes de su pro-
mulgación. Bajo estas condiciones el Gobierno federal garante a cada Provincia el
goce y ejercicio de sus instituciones".

Al momentodeincorporarse BuenosAiresa laconfederación, la Convenciónre-


formadorade 1860suprimió laexigenciade laaprobación previa por partedel Con-
greso Nacional de los textos constitucionales dictados por las provincias. Por ende,
estas seencuentran facultadas para dictar sus propias constitucionessin necesidad
deaprobación previa por partedel Congresodela Nación, siempreycuandogaran-
ticen:
- El sistema representativo republicano degobierno.
- Las declaraciones, derechos y garantías consagrados en la Constitución Na-
cional.
- La administración de justicia.
- El régimen municipal.
- La educación primaria2.

NuestraCortesuprema deJusticiade la Nación sostuvoqueel art. S0dela CNexi-


gea losEstadoslocalesunaadecuacióndelasinstitucionesalosrequerimientosexi-
gidos, pero no puedeexigir que lasconstituciones localessean idénticas, una copia
literal o mecánica, ni una reproducción más o menos exacta e igual de la Constitu-
ción Nacional3.
En el caso "Sigane~ich"~ la Cortesostuvo que la pretensión de someter a su pro-
nunciamiento la legitimidad o ilegitimidad de la Constitución de Santa Fe, equiva-
le a revivir el art. 5'de la Constitución de 1853, pero transfiriendo a la Corte Supre-
ma la facultad que aquel precepto atribuía al Congreso.
Sin embargo, más adelante, la Corte Suprema interpretó el art. 152 de la Consti-
tución de Santiagodel Estero, queestableceun períodode cuatroaños parael man-
dato del gobernador de la provincia y la posibilidad de ser reelegido una vez. En el
caso se trataba la cuestión de si Gerardo Zamora podía postularse para un tercer
mandato.

Con respecto a esta última exigenciavaleaclararqueel texto de 1853 establecía la gratui-


dad de la educación primaria, cuestiónquefue modificada con la reforma de 1860.
"Partido Justicialista de la Provincia de Santa Fe c. Provincia de Santa Fe". En el caso se re-
solvió el pedidode inconstitucionalidad de una cláusula de la constitución desanta Fe que exigía
el intervalo de un período para la reeleccióndel gobernador.
PRIMERA PARTE

Intewenciónfederal al PoderJudicial
3- "Si la ley de inte~encióncontemplalacaducidaddel PoderJudicial,el interventor
puede designara los reemplazantes para evitar la paralizacióndel servicio de justicia.
De ser viable debieran ponerse en funcionamiento, lo antes posible, los mecanismos
que conforme a la Constitución local requiera el nombramiento de magistrados por-
que, como ningúnotro poder, el Judicial debeser independiente, sobre todoel Poder
Ejecutivo". [CSJN-Fallos, 154:192].

Facultades del interventor federal


4- "Sobreel punto, esjurisprudenciaasentadadelaCorteaquellaqueseñala que los
actos de los interventoresfederalesen una provincia, no pierden su carácter local en
razón del origen de la investidura de diihos funcionários [CSJN-Fallos, 208:497;
263:539; 270:346y410;300:615, entreotros], auncuandoestosson representantesdi-
rectosdel gobierno nacional, respectodel cual asumen la condicióndeagentes. Esde-
cir, que nosonfuncionariosde lasprovincias, puessustituyena lasautoridadeslocales
y ejercen lasfacultadesque la Constitución Nacional, la provincial y las leyes respecti-
vas les reconocen". [CSJN-Fallos, 297:384; 314:1437].
5- "La Carta Fundamentalde la provincia respeta y garantiza el sistema representa-
tivorepublicano, laeducaciónprimariayel régimenmunicipal,demaneratal quecon-
sidera que no existe razón alguna para aceptar la ilegítima interferencia de un fun-
cionario del gobiernofederal en modificarla.
En ese orden de ideas se exponeque nadie puede sostener'racionalmente'que el in-
te~entorfederaiesdepositario del Poder Constituyente, tal como se lo afirma en los
considerandosdela ley quecuestiona". [CSJN-Fallos, 327:3852].

Art. 7'. Los actos públicos y procedimientos judiciales d e una provincia


-
gozandeentera f e e n lasdemás; y elCongresopuedeporleyesgeneralesde-
terminar cuálserá la forma probatoria deestosactos y procedimientos, y los
efectos legales que producirán.
Antecedentes: CNde 1853, art.7". Concordancias: Preámbulo; CN, arts. 19 8". 10al2,
75bis,inc.12,125y 129.

Tal como se expuso en el comentario del art. l o de la CN, la forma d e Estado es-
cogida al sancionarse esta norma suprema fue la federal. Así en 1853 se puso fin, al
menos desde l o normativo, a las luchas entre quienes privilegiaban la división con
aquellos que postulaban la asociación de los distintos órganos regionales.
Las provincias han conservado todo el poder n o delegado al Estado federal (art.
121, CN),contando desde entonces con competencia propia y excluyente; mientras
queel Estadofederal seencuentra presentede modoexcepcional y a losfinesdega-
rantizar la permanencia de aquella asociación entre las provincias.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 7 O

El artículo en comentario, cuya fuente es la Constitución de los Estados Unidos


de América1,esun claro reflejo deestascircunstancias.Por una parte, las provincias
encuentran en la norma principal el necesario respaldo para queaquellosactos pú-
blicosy en particular lossurgidosde losprocedimientosjudiciales,sean reconocidos
y susefectossean aplicadosen cualquier partedel territorio nacional.Y, por otro la-
do, se obliga a esas mismas provinciasa respetar este mandato cuando en sus terri-
toriosdeban repercutir los efectosde losactosdegobierno dictados por las demás,
siendo que el correcto ejercicio de estas pautas significará el mantenimiento de la
unidad nacional y un adecuado funcionamiento de la cooperación interprovincial.
Las provinciascuentan con su propia división en lostres poderesestatales-Eje-
cutivo, Legislativo y Judicial-, tienen bajo su competencia el dictado de normas
procedimentalesy,sinperjuiciodequedifieranlasnormasdeunasconotras, locier-
toesque IaConstitución aseguraaquíla extraterritorialidad desusactosy delaapli-
cación del derecho.
A partir de allí, todo requisito o límiteque en una provincia se imponga a losfi-
nesde hacervaler losactospúblicosdictadosenotra nodeben sobreponerseaaque-
110s exigidos por la propia provincia de la cual emanó el acto o la orden de procedi-
miento judicial2.
En un correcto funcionamiento del sistema federal lasinstituciones provinciales
son reconocidasen todo el territorio nacional, por lo cual el resto de las provincias
no pueden interferir; principio este denominado de exclusión intraprovincial. Los
efectosque un acto públicoo procedimientojudicialemanadodeuna provinciade-
ben darse en el territorio de otra, corresponde que sean los mismos que aquellos
quese hubieran dadoen la propia provinciaque losdictó.
En estesentido,ycon precisión en losprocedimientosjudicialesquela normain-
voca, en la práctica losmagistradosdeuna provinciaolosjuecesfederalesconasien-
t o en ellas, exhortan a sus pares con ajena competencia, para asísolicitar colabora-
ción con el cumplimiento de las disposiciones efectuadas en un proceso judicial y
que tienen quetener efecto en extraña jurisdicción. Allícorrespondeel control de
los requisitosformales sin más, existiendo luego solamente la obligación de cum-
plir3; lo cual resulta la puesta en práctica de la cooperación entre las provincias en
cumplimiento deesta manda constitucional. Sin perjuicio deello, es preciso desta-

' Elart.lV,SecciónIdelaConstitucióndelosEstadosUnidosdispone: "Encadaestadoseotor-


gará fe y créditos totales a todas las leyes públicas, los registros y los procedimientos judiciales de
todos los Estados restantes. Y mediante leyes generales el Congreso puede prescribir el modo en
que es as leyes,^ dichosregistrosy procedimientosserándemostrados,ylosefeciosconsiguientes".
Gelli. Constitución de la NaciónArgentina, comentada y concordada, 4aed., 2009, t. l. ps.
69~70.
BidartCampos.Tratadoelementaldederechoconstitucionalargentino.2000.t. 1-A, p. 663.
PRIMERA PARTE

car aquíquecierta doctrina ha descartadojustamenteel trámitede losexhortosde


todo aquello que pueda subsumirseen esta norma constitucional4.
Desde otra perspectiva, aunque puede ser complementaria con la recién seña-
lada,encontramosenel análisisdeesteart. 7'de la CNel propósitodemantener por
encima de la individualidad decada provincia al Estado nacional en su conjunto. Si
bien en las relaciones interprovinciales comúnmente participan solo dos, este pos-
tuladoconstitucional buscaqueen todoel territorionacional, cualquierasea la pro-
vincia que dispone los actos en cuestión, exista igualdad en la totalidad del país.
Claroestáquetodoacto públicoo procedimientojudicia1tienedestinoen losin-
tegrantes de la sociedad toda, y es por ello que siendo los habitantes del territorio
nacional igualesante la ley (Preámbuloyart. 16, CN), seacualfuera la provinciadon-
de habitan o donde se encuentren presentes, los derechos o garantías que deban
ejercer0 quecorresponde lessean reconocidosdeben darseen su completitud5.Al
respecto,esla propiaconstitución laqueamplíaestaspautasenelsiguienteart. 8'.
En concordancia con esta sujeción al interés nacional y al objetivo de perma-
nencia en la asociación entre provincias, el artículo indica en su última partequees
el Congreso de la Nación-y no los provinciales-el quedictará la legislación perti-
nente para la correcta aplicación en la práctica de esta prerrogativa constitucional.
No está de más recordar que el Congreso de la Nación se encuentra integrado por
legisladores que representan a todas las provincias, lo que entonces mantiene la
búsqueda de unidad y el respeto por el sistema federal de gobierno.
Además, también es necesario remarcar que ese1Congreso Nacional el que dic-
ta las normasde derecho común (art. 75, inc. 12, CN), depositando en las provincias
el dictado de los procedimientos mediante los cuales debe ejercersey aplicarse ese
derecho supraprovincial. Si esto esasí, cuando se trata de aplicarlo y participan dos
provincias, no es ilógico que sobre lo procedimental en estos casos intervengan los
legisladoresnacionales.Respectoaesta parte de la normaseseñala que, de noexis-
tir tal disposición, cualquiera de las provincias podría anular los defectos de otra y
sembrar el caos en las relaciones políticas y civiles de gobiernos y ciudadanos. Por
ello el Congreso de la Nación dictó, entre otros cuerpos normativos, la llamada Ley
de Autenticación de los Actos Públicos y Procedimientos Judiciales el 26 de agosto
de 1863, locual complementa la manda constitucional.

Referencia jurisprudencia1
1-Respecto a la ley recién mencionada 4 e l 2 6 deagosto de 1863-, la CSJN afirmó
que esa legislación es reglamentaria del art. 7 O de la CN, mandando a dar en losobra-
dosde una provincia entera feen lasdemáscuandosean revestidosde la forma queel
Congresodetermina. En el caso concretosesostuvo que noera aplicabledicha ley, da-

González, Manualde la ConstituciónArgentina 185311860,p. 668.


González, Manualde la ConstituciónArgentina 185311860,ps. 665 y 666.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

do que lo que se pretendió fue hacer valer un poder otorgado en la misma provincia
en la que se otorgó. [CSJN, 1/1/1865, "Cortes Cumplido, Franciscoy otro c. Varas, An-
tonio y otro", CSJN-Fallos, 2:184].
2-Encuantoa lacorrecta aplicacióndedicha leyydeesta normaconstitucional,sese-
ñalóqueel debido respetoaesasnormativasnosolosignifica laenterafeyel créditoen
una provinciadelosactosdeotra,sinoqueseordenaqueseIesatribuyalosmismosefec-
tos que hubieran de producirse en la provincia de donde emanan. [CSJN, 1/1/1876,
"Pintode Aráoz, Florencia", CSJN-Fallos, 17:286. Estadoctrinase reiteróenCSJN, 1922,
"Barraquero, Berta e Hilda c. Maccoppi, Ottorino", CSJN-Fallos, 136:339; y en "Soage,
José Félixc. Provincia de BuenosAires.Arévalo, Antonio y otrosc. Provincia de Buenos
Aires", 1930, CSJN-Fallos, 159:46].
Eneste mismofallo, "Pinto deAráoz", la CorteSuprema sostuvoque lostribunalesde
una provincia no pueden ampararse en la nulidad de los procedimientosdictados en
otra yasínegarleseficacia, yaqueesa nulidadsolo pueden declararlalostribunalesde
la provincia en la que los procedimientostuvieron lugar. Que mientraseso no suceda,
losactossonválidosy surten los mismosefectosentoda la República.
En el referido caso "Barraquero", sobre tutela, y en el mismo sentido que lo recién in-
dicado, la Corte resolvió que no resulta competente la justicia federal para rever los
procedimientos.de losjuecesde provincia, ya quede lo contrario unjuezfederal esta-
ría revisando, modificando oanulando losactosy procedimientosdel jueztutelarque
en el caso había acordado una autorización contando además con el consentimiento
del ministerio pupilar.
3-La Corte indicóque las prescripcionesdeesteart. 7"de la CN, noson unóbice para
el ejercicioen cada una de las provinciasdesusfacultades propias, como porejemplo,
el dictadode legislacioneslocalesy respectodelascualesno puedenextender sobera-
nía. [CSJN, 1924, "Criminal c. Marini, Juan José", CSJN-Fallos, 141:217].

Art. 8". - Los ciudadanos de cada provincia gozan de todos los derechos,
privilegiose inmunidades inherentesaltítulo deciudadanoen lasdemás. La
extradición de los criminales es de obligación recíproca entre todas las pro-
vincias.
Antecedentes: CNde 1853, art.8O. Concordancias: CN, arts. 19 89 14,75, inc.22, y 126.

Conforme la propia redacción del artículo, para su análisis corresponde que sea
separadoendos~pakes.Lo relacionadocon losciudadanosdecadap~ovinciaysu re-
lación con el resto; y por otro lado la obligación de las provincias de conceder la ex-
tradición de loscriminales. La primera, dado que la norma tiene su inspiración en el
art. IV, sección 2"de la Constitución delosEstadosUnidosdeAmérical, dondese ha-

' La normativa norteamericanadispone: "Los ciudadanosde cada Estado tendrán derecho


a gozardetodoslos privilegiosy las inmunidadesde losciudadanosde losdiferentes Estados".
PRIMERA PARTE

ce referencia a los ciudadanos de cada Estado. Y sus diferentes interpretaciones,


trasladables al caso local, oscilan entre las limitaciones que los diferentes Estados
tienen en cuanto prohibición dediscriminar a las personasen comparación con sus
propios ciudadanos, o si está dirigida directamente a las personas como garantía,
reconociéndoles privilegios e inmunidades de igual tenor queel resto.
Es necesario señalar que en nuestra Constitución los términos "ciudadanos" y
"nacionales" nofueronconsideradoscon gran distinción, pudiendosostenerseque
seaplican como sinónimos. Esto diferencia el caso local al de la Constitución nortea-
mericana en la que se inspira, dado que allí la separación entre Estados es más ta-
jantequelasdiferenciasentre lasprovinciasargentinas,siendoaquímenos intenso
el sistema federal.
A partir de lo expuesto podemos afirmar que en el sistema nacional existe una
única ciudadanía, la argentina2. Y es por este motivo queesta norma en comenta-
rio no hacemásqueaclarar que losderechos, privilegiose inmunidadesdecada uno
de los argentinos reconocidos en toda la Constitución Nacional son reconocidos y
garantizados en todo el suelo argentino, más allá de la provincia donde cada uno
de los habitantes nacieron y10 residan. Es en el art. 14 donde la CN enumera los de-
rechosquese les reconocea los habitantesde la nación, sin limitacionessiquiera de
ciudadanía o nacionalidad.
Así, losderechosqueuna provinciaotorgaasusciudadanos han de ser la medida
de los derechos que en su jurisdicción reconozca a los ciudadanos de otras provin-
cias3.Esta interpretación no es distinta a la que se hace sobre el propio art. 20 de la
CNal reconocersea losextranjeros losderechoscivilesde losciudadanosargentinos.
Estas consideraciones no quitan aquellas limitaciones que cada una de las pro-
vincias puedan establecer en sus normas locales respecto a prerrogativas de naci-
mientoociudadanía,ocualquierotracircunstanciaquenosignifiqueunadiscrimi-
nación prohibida, para ejercer el derecho desufragio, para ocupar cargos alcanza-
dos por mediodel sufragio0 integrar algunodesus poderes.
En este último aspecto se reconoce la jurisprudencia de la CSJN en la cual sesos-
tuvoquelosprivilegiosespecialesobtenidosporserciudadanodeunaprovincia, no
tienen por sísolosaseguradosu reconocimientoen lasdemás. El caso "EzequielTa-
bernera" consistíaen la peticióndel reconocimientodentrodela Capital Federal de
aquellas las prerrogativasqueel solicitante tenía como senador de una provincia4.
En cuantoa lasegunda partedel artículoen comentario, conformesurgedel ím-
petu propiode su redacción, cada una de las provinciastienen la obligación decon-
ceder laextradición de las personasimputadas, procesadasy/ocondenadas.LaCons-

Gelli, Constitucióndela NaciónArgentina, comentadayconcordada, 2009,4aed.,t. l. p. 71.


Bidart Campos, Tratadoelementaldederechoconstitucionalargentino.2000.t. 1-A, p.664.
CUN-Fallos, 119:291, de 1914.
57 DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 8 O

titución impone una obligación a las provincias cuando ocupan el rol pasivo en la
extradición; y siempre se trata de una extradición interna, dado que a nivel inter-
nacional es la justicia federal la que tienecompetencia en ello.
Es necesario señalar que mientras el artículo de la Constitución hace referencia
a loscriminales, noesun requisitoquela persona sobre la quesesolicita la extradi-
ción haya sido condenada. Si bien la palabra criminaldebería referir solamente a
quien haya soportado una sentencia condenatoria y firme en su contra, lo cierto es
que la necesidad de que se extraditea un ciudadano desde una provincia a otra lo
es nosolo para el cumplimientode laejecución de una pena, sino también a efectos
de sujetarlo al trámite de cualquier proceso penal.
El instituto de la extradición es propio del derecho internacional, y respecto a la
Argentinaademásdela propia legislaciónsobrela temática5, se han suscriptodiver-
sostratadoscon otros paísesa losfinesdeestablecerlosprocedimientospertinentes,
además de la colaboración en materia penal. En tales documentos se establecen di-
ferentescaracterísticasineludiblesde los procesos, y, fundamentalmente, los requi-
sitos necesarios para que las extradiciones sean viables o, mejor dicho, los motivos
por loscuales un Estado puede negarsea extraditar a una determinada persona.
A diferencia del caso internacional, la extradición entre las provincias no se en-
cuentrasujetaa requisitosdeviabilidad, másallá de la correctadeterminación de la
identidad de la persona requerida y de la vigencia de la orden judicial de su deten-
ción. "Entre las provincias argentinas, la cláusula citada es la ley suprema que alla-
natoda diferencia desoberanía, y convierte en una obligación lo queentre Estados
extranjeros es una prerrogativa" 6.
En consonancia con lo ya analizado sobre la primera parte deeste artículo, todos
los habitantesdel país, másallá del sitiodondeseencuentren,sonsusceptiblesdeex-
tradición interna; pues, son ciudadanosargentinos. La propia Constitución Argenti-
na en su art. '5 dispone queel Estado federal va a garantizar a cada provincia el go-
ce y ejercicio de sus instituciones, siendo la administración de justicia una de ellas.
~ ~

La Cortesuprema deJusticia de la Nación otorgó prioridad a la justicia con sede


en la Capital Federal por sobre la justicia provincial de Santa Fe, ante la necesidad
de ambasadministracionesde juzgar a una misma persona. Sin perjuiciode ello, se
dejóen claro queeseorden de prioridad no debeentenderse como una afectación

Ley 24.767 de Cooperación Internacional en Materia Penal (BO, 16/1/97).Asimismo, la Ar-


gentina suscribió tratados bilaterales en materia penal sobre extradición y colaboración con dis-
tintos paises como Australia, ley 23.729; Bélgica. ley 2239; Brasil, ley 17.272; Corea, ley 25.303; Es-
paña. ley 23.708; Estados Unidos de América. ley 25.126; Francia, ley 26.783; Italia, ley 23.719; Mé-
xico, ley 26.867; PaisesBajos, ley 3495; Paraguay, ley 25.302; Perú, ley 26.082; Reino Unido, ley 3043;
Suiza, ley 8348 y Uruguay, ley 25.304. Además, también suscribió otros tratados y acuerdos regio-
nalesy multilateralessobre la temática.
González, Manualdela Constitución Argentina 185311860. p. 669.
PRIMERA PARTE

a la jurisdicción de losjuecesque intervengan en segundo término, siendoque pue-


den llevar a cabo todas las diligencias necesarias para reunir y conservar los ele-
mentos de juicio. Se señaló que: "En casos en que aparecen discordancias sobre la
aplicación de preceptos meramente formales (...) es evidente el predominio de la
ley dictada por el Congreso en ejercicio de las facultades propiasy a la que lasauto-
ridadesdecada provincia están obligadasa conformarsenoobstantecualquierdis-
posiciónencontrarioquecontengan lasleyesoConstitucionesprovinciales(...)má-
-
ximesi se trata de hacer efectiva la cláusula seaunda del art. 8'de la CN relativa a la
obligación recíproca de la extradición entre las provincia^"^.
También en otroscasos el MáximoTribunal otorgó la prioridad a la justicia capi-
talina, ordenando que el juez provincial correspondiente conceda la extradición
que le fuera solicitada8.
En otro caso descartó la necesidad de resolver en el sentido antes indicado, con-
cluyendoen queno existió cuestión de prioridad a resolver, dadoque ya existía sen-
tencia condenatoria dictada por la justicia provincial. Pero se agregó que esa cir-
cunstancia noobstaa la procedencia de laextradición solicitada por el juezde la Ca-
pital, conformeart. 8'dela C N ~ .

Art. 9'. - En todo el territorio de la Nación no habrá más aduanas que las
nacionales, en las cuales regirán las tarifas que sancione el Congreso.
Antecedentes: CNde 1853, art.9". Concordancias: CN, Preámbulo,arts. 10y 11.43 (in-
corporado por la CN en 1994). Normas reglamentarias: Ley Convenio de Unión com-
plementario del 11 de noviembrede 1859 entre la Confederación Argentina y la Pro-
vincia de Buenos Aires. Ley 230. W611860.Vigente. de alcance general (RN 1857162. p.
308): "Se establecequetodas IasAduanasserán Nacionales".

9 1. Aduanas nacionales. Tarifas.- Una aduana es una dependencia u orga-


nismo del Estado, ubicada en las fronteras de cada paíscuya función es de tipofis-
cal. Se encarga de recaudar los impuestos de ingreso (importación) o egreso (exp-
ortación) de mercaderíasdel país, aplicando las tarifas sancionadas por el Congre-
so Nacional. Ejerce así un control de lo que entra y sale, verificando que esté en or-
den tanto su procedencia, su documentación, el pago de las tarifas aduaneras, et-
cétera, para evitar el tráfico de mercaderías.
Las aduanas son federales, no existen aduanas interprovinciales. Ni las provin-
cias, ni el Estadofederal pueden crear aduanas interiores o provinciales.

' CVN-Fallos, 152:62, "Criminal c. González, Manuel o Ballester, Franciscoo Emilio, etcéte-
ra", 1928.
CVN-Fallos, 213:395. "Pérez, Juan Angel", 1949.
CUN-Fallos, 219:388. "Bastias, José M.", 1951.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

El fin de esta medida fueterminar con lasguerrascivilesdentrodel paísa raízde


lasaduanas.
Recordemosque esta fue la causa de la separación de Buenos Aires del resto del
paísentre 1852 y 1859.Antesexistían lasaduanas provincialesycomo BuenosAires
tenía el puerto más importante del país, toda la mercadería que llegaba para diri-
girseal interior, debía pasar y pagar en la aduana de esta provincia. La nacionaliza-
ción de las aduanasfue una de las causas de los enfrentamientos entre unitarios y
federales. Recién con el Pactodesan JosédeFloresen 1859, laaduana deBuenosAi-
res se nacionaliza.
En 1866, debido al marcado aumento de losgastos nacionales generados por la
Triple Alianza, se reformó la Constitución Nacional en el sentido de garantizar que
los impuestos de importación y exportación fueran exclusivamente de propiedad
del Estado nacional. La reforma constitucional de 1866 modifica el texto del art. 4',
y queda igual al original de 1853.
Losarts. 9", 10y 11 de la CNconvierten a todo el paísen un territorio libre para la
circulación de mercaderíasfabricadas en él, las que solo deben abonar arancel de
exportación cuando salen del territorio nacional, mientras que las fabricadas en el
exterior deberán pagar arancel de importación cuando ingresan. Aestosderechos
o aranceles se los denomina "derechos de importación y exportación" o derechos
aduaneros, los cuales constituyen impuestos indirectos externos cuya creación co-
rrespondeal Gobierno nacional a travésdel Congreso de la Nación y no son copar-
ticipables.
Por su parte, el art. 75, inc. 10de la CN, atribuyeal Congreso la facultad decrear y
suprimir aduanas, y en el inc. lo, consigna que los derechos aduaneros o tarifas
aduanerasserán iguales y uniformes en todo el país. Esto quiere decir que los pro-
ductos que salen o entran al territorio argentino pagan la misma tarifa, indepen-
dientemente de la aduana por la que pasen.

Referenciajurisprudencia1
En 1865. la Corte Suorema de Justicia de la Nación dictó sentencia en la causa "Men.
doza, Domingoc.ProvinciadeSanLuis",declarandoinconstitucionaluna ley dela pro-
vincia deSan Luismediantela cual seestablecíanderechosdetránsito a los oroductos
fabricadosenesaprovinciaquesalíandeella para sercomercializadosen otras. La ley
contrariaba claramente losarts. gO, 10y 11 de la CN.

Art. 10.- Enel interior de la República es libredederechos la circulación de


los efectos de producción o fabricación nacional, así como la de los géneros
y mercancías de todas clases, despachadasen las aduanas exteriores.
Antecedentes: CNde 1853, art. 10. Concordancias: CN, Preámbulo, arts. 9",11.75. inc.
17.
PRIMERA PARTE

5 1. La libre circulación de bienes en el interior.- Este artículo reitera la libre


circulación territorial (art. gO,CN),no hay aduanas provinciales ni interiores, permi-
tiéndose solamente las de frontera y al mando del Gobierno federal. Así se consa-
gra la librecirculación de mercaderías, sean nacionaleso importadas legalmente; a
través de todo el país, estando prohibido el cobro por pasar con mercadería de una
provincia a otra. Los arts. 9",10y 11 de la CN convierten a todo el país en un territo-
riolibrepara lacirculacióndemercaderíasfabricadasenél, lasquesolodeben abo-
nararanceldeexportacióncuandosalen del territorionacional, mientrasquelasfa-
bricadas en el exterior deberán pagar arancel de importación cuando ingresan. A
estos derechos o aranceles se los denomina "derechos de importación y exporta-
ción" o derechos aduaneros, los cuales constituyen impuestos indirectos externos
cuya creación corresponde al Gobierno nacional a travésdel Congresode la Nación
y no son coparticipables.
El sistema constitucional indicaque no pueden existir aduanasinternas, o loque
eslomismo, tarifasaplicablesal traspasodemercaderíasde una provinciaaotra. Di-
cho de otro modo, la circulación territorial de mercaderíasdentro del país no pue-
deser objetodegravamen alguno.
Diferenteesel caso de la "circulación económica" de mercaderías, que nada tie-
nequever con la territorial. Circulación económica implicaque una mercadería in-
gresa a una provincia proveniente de otra, y se incorpora al comercio ocircuito eco-
nómico de dicha provincia. No es que esa mercadería está de paso por el territorio
provincial, sinoqueingresa en el comercio ocircuitocomercial deesa provincia. Esa
circulación económica síesobjeto de gravamen.

Referenciajurisprudencia1
En 1865, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó sentencia en la causa "Men-
doza, ~omin~oc.~róvinciade~an Luis", declarandoinconstitucionaluna leydela pro-
vincia deSan Luis mediante la cual seestablecían derechosdetránsito a los productos
fabricadosen esa provincia que salíandeella para ser comercializadosen otras. La ley
contrariaba claramente losarts. 9", 10y 11 de la CN. En otro fallo posterior "Bungey
Born", pero similar: Se declaró inválido un impuesto que estableció la provincia pro-
ductora de bienesa lasventasquese hicieranfuerade la provincia.

Art. 11.- Los artículos de producción o fabricación nacional o extranjera,


así como los ganados de toda especie, que pasen por territorio de una pro-
vincia a otra, serán libresde los derechos llamadosdetránsito, siéndolo tam-
bién loscarruajes. buqueso bestiasen quese transporten; y ningún otro de-
rechopodráimponérselesenadelante,cuaIquieraqueseasudenominación,
por el hecho de transitar el territorio.
Antecedentes:CNde 1853, art. 11.Concordancias:CN, Preámbulo, arts.gO,10,12,14,26,
75, inc. l o y13.
PRIMERA PARTE

C) Las provinciasno pueden discriminar por razón desu origen, cuandoestable-


cen lascargastributarias,alcomercioexterior(porejemplo,gravando más las
ventas locales de productos importados) o al interprovincial (por ejemplo,
gravando más las ventas locales de productos entrados de otra provincia);
tampoco pueden discriminar por razón del "destino" (por ejemplo, gravan-
do más lasventas locales cuando los productos se trasladarán a otra provin-
ciao al exterior).
d) Las provincias no pueden gravar como "hecho imponible" la entrada o sali-
da de productos.
e) Las provincias no pueden establecer un tributo como condición o con moti-
vo del ejercicio de una actividad cornercial interjurisdiccional.
f) Lasprovinciasnopueden crear impuestosqueentorpezcan,frustren oimpi-
dan la circulación interprovincial cornercial, ni el comercio internacional.

En cuanto al peaje, a diferencia de losderechos detránsito, consiste en una con-


tribución que debe efectuar el usuario de una obra pública (construcción, conser-
vación, o mejora de un camino, puente, túnel, canal, etcétera).
Siendo entonces un tributo, el peajedebe respetar los principios constituciona-
lesde la tributación: legalidad, equidad y proporcionalidad y no confiscatoriedad,
debeser razonableen cuantoasu montoy nodebe haberdiferenciasdiscriminato-
rias, al momento dedeterminar quién lo paga y quién no.
Para el usuario, el peaje estávinculado al cumplimiento de actividadesestatales
v para el concesionario constituye un medio de remuneración de susservicios2.

Art. 1 2 . Los buques destinados de una provincia a otra, no serán obliga-


dosa entrar, anclary pagarderechosporcausadetránsito,sinqueen ningún
caso puedan concederse preferencias a un puerto respecto de otro, por me-
dio de leyes o reglamentos de comercio.
Antecedentes: CNde 1853, art. 12. Concordancias: CN, arts.g0a11,14,16,26,75, incs.
10y 13,126. l0Principio: Libertaddeltránsito "fluvial" interprovincial. Z0Principio:
Igualdad portuaria.

La primera parte de la norma conserva la letra de la Constitución originaria. En


aquellaoportunidad losconstituyentesreunidosen el Congresodesanta Fe, expre-
saron la prohibición de gravar el "tránsito de buques" en todo el suelo Argentino,
reafirmandolosprincipiosconsagradosenlosarts. 9",1 Oy 11 delacarta Magna, que
declaran la inexistenciadeaduanasinteriores; la Iibrecirculaciónen elterritorio na-

"Arenera El Libertador", CSJN-Fallos, 314:596 (1991).


DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

El presente artículo declara al territorio argentino libre de derechos de tránsito


interprovincial.
La prohibición de establecer derechos de tránsito dentro del territorio nacional
tiene claras repercusionesen materia comercial, ya que la libertad de tránsito que
establece rige para las mercaderías, ganado de todas las especies y los medios que
las transportan. Nótese asimismo que la disposición no diferencia en cuanto al ori-
gen de las mercaderías, ya que comprende tanto las producidas o fabricadas en el
país como las producidas o fabricadas en el extranjero ingresadas al territorio de
acuerdoa la legislación aduaneravigente.
No podemos abordar el análisis de esta cláusula constitucional, sin relacionarla
con la libertaddetransitar(derechohumanofundamental)consagradaenelart. 14
de la CNy en los instrumentos jurídicosde naturaleza internacional quetienen je-
rarquíaconstitucional, entrelosqueseencuentran la DeclaraciónAmericana de los
Derechosy Deberesdel Hombre en su a r t . 8 ' ~la Declaración Universalde Derechos
Humanosen su art. 13'.
Cabe destacar que losconvencionales constituyentes de 1853 no solo consagra-
ron la libertad de tránsito, sino que la afianzaron en losarts. 9"y 67, inc. loal esta-
blecer que no pueden existir aduanas interioresy quetoda la temática aduanera es
competencia del Estado nacional.
Losarts. 1 0 , l l y 12 ratifican esta libertad prohibiendo expresamentetodotipo
deaduana interiory el establecimiento dederechosdetránsito en el interiordel te-
rritorio argentino.
Otras libertades vinculadas a esta amplia libertad de circulación son las de tra-
bajar, de comerciar y de navegar.
A la libertad detránsito establecidaen esta disposición se la llama circulación te-
rritorial, y se diferencia de la circulación económica, ya que los productos o merca-
derías sí pueden gravarse, no por el ingreso a una provincia sino por el ingreso a la
faz económica e incorporación a la riqueza provincial. Lo que se busca es que una
provincia no hostilice el comercio de productos originarios o provenientes de otra
y,al mismotiempo, que mantenga su poder impositivocuandodichosproductosse
hallan confundidos con la masa general de sus bienes.

En resumen podemosdecir que:


a) Lasprovinciasnopuedengravarlaimportacióny exportación, porquesetra-
ta de impuestos aduaneros exclusivamentefederales.
b) Las provinciasno pueden gravarcomo "hecho imponible"a la actividad co-
mercial interjurisdiccional (pero sial ingreso o la ganancia queella reporta).

' Hernández, La libertadde transitary elpeajeen Córdoba, en diario "LaVoz del Interior",
Córdoba. ejemplardel lUUO1.
63 DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 12

cionaldemercaderías, tanto nacionalescomoextranjeras y suprime losderechosde


tránsito. Libertades, estas últimas, quea partir de la redacción de esteartículoseex-
panden y alcanzan a la circulación que se realice por los ríos territoriales1.
La prohibición de imponer un impuesto u obligación económica al tránsitoflu-
vial guarda estrecha relaciónconelart.3°delAcuerdodeSan Nicolásdelos Arroyos
(1852)2donde las trece provincias, exceptuando a BuenosAires, acordaron a partir
de la firma del mismo laeliminación delos "derechos" de tránsito que recaían has-
ta entonces sobre la circulación interprovincial de lasvías navegables, siendo el es-
píritu dela norma promover laseconomías provincialeseincitar el progresoyel bie-
nestar de las distintas regiones.
A partir de ese momento, y cimentado sobreel libre tránsito fluvial interprovin-
cial, las embarcaciones pueden circular sin obstáculos de una provincia a otra sin la
obligación deingresar, detenerseopagaralgúncanon por navegaren lasaguasin-
teriores. De esta forma el sistema constitucional garantiza la circulación territorial
ogeográfica de buquesen los ríosjurisdiccionalesy consolida la igualdad comercial
entre las provincias argentinas.
Posteriormente, y alcanzada por la reforma de 1860 se adiciona a esta norma
constitucional una segunda parte3 para consagrar el principio de "igualdad por-
tuaria", cuestión que había sidoomitidaen la Constitución de 1853.
En dicha ocasión la Convención Nacional, basándose en la doctrina de la Consti-
tuciónde losEstadosUnidosdeAmérica(art. I,secc.9a,cláusula6a)establecela"igual-
dad de tratamiento portuario" al prohibir la concesión de preferenciaslegaleso re-
glamentariasque puedan asignar ventajas o privilegios a determinados puertos en
perjuiciosdeotros. Lafinalidad jurídicaesequiparar en igualdada lospuertosdel in-
teriordelpaísmediantelaeliminacióndetodotipodetrabasqueimpidanlalibrena-

' Los"ríos"denominadosinteriores,territorialesonacionalessonaquellosquenacen,circu-
lanymuerenenelterritoriodeunsoloEstado. Nodebenserconfundidosconlas"aguasinteriores",
lasque incluyen a los mares interiores, marescerrados, golfos, bahías, radas, puertos, canales, etcé-
tera.
Art. 3'. "Estando previstoenel art. 9"del tratado referidolosarbitriosquedebenmejorar
lacondicióndeIcomercio interiory recíprocodelasdiversasprovinciasargentinasy habiéndoseno-
taao por una larga experiencia losf~nestosefectos que proauce el sistema restrictivo seguioo en
algunas de ellas, queda establecido que los articulas de producción o fabricación nacional o ex-
tranjeraasicomo losganaoosdetooaespeciequepasen porelterritoriodeLna provincia aotra se-
ránlibresdelosderechosllamadosde tránsito, siéndolo también loscarr~ajes.b ~ q u e s bestiasen
o
que se transportan y que ningún derecho podrá imponérseles en adelante. cualquiera que sea su
denominación, por el hecho de transitar el territorio". Texto del Acuerdo celebrado entre los Ex-
mos. Gobernadoresde las Provinciasargentinasreunidosen San Nicolásde los Arroyos.
Art. 12, CN: "... sin que en ningún caso puedan concederse preferenciasa un puerto res-
pecto de otro, pormedio de leyeso reglamentosde comercio".
PRIMERA PARTE

vegación de lasembarcacionesenlos ríos nacionalesyqueconcedan prerrogativasa


un puerto sobre otro.
La relevanciadeesta norma constitucional esquea partirdel reconocimientode
la librenavegación,seafirmóel principio rector para que ulteriormente ladoctrina
especializada delineara gradualmente los instrumentos jurídicosque hoy regulan
la navegación aérea y la marítima en toda su extensión.

Referenciajurisprudencia1
- "Establecimiento LasMaríasS.A.C.1.F.A.c. Misiones. Provinciades/Accióndeclarati-
va" [CSJN-Fallos, 338:767,1/9/15] - CSJ 3212009 (45-E)/CSI.Interpuso acción declarati-
va decerteza contra la Provinciade Misiones. conelfindeauesedeclare la inconstitu-
cionalidad e inaplicabilidad de la ley. provincial
. - diversasdisposi-
4459 portransaredir
cionesconstitucionalesy repudiar la igualdad portuaria, entre otros. La Corte Supre-
ma declaró la inconstitucionalidad de lasdisposicioneslocales4.

Art. 13.- Podrán admitirse nuevas provincias en la Nación; pero no podrá


erigirse una provincia en el territorio de otra u otras, ni de varias formarse
una sola, sin el consentimiento de la Legislatura de las provincias interesa-
das y del Congreso.
Antecedentes: CNde 1853, art. 13. Concordancias: CN, Preámbulo, arts. lo,
3', 5". 75,
inc.15,121,129.

Trecede lascatorceprovinciasqueconformaban la Confederaciónantesde 1853


estuvieron presentes al sancionar, en ese mismo año, la mencionada Constitución
histórica.
BuenosAires, medianteel Pacto de UnióndeSanJoséde Flores(l959), se integró
luego mediante las reformasconstitucionalesde 1860a loquesería la Federación.
De tal manera, el artículo de referencia constituye la aplicación del federalismo
y garantía de integridad territorial, política y jurisdiccional de las provinciasargen-
tinas. Asimismo, se hace la reserva acerca de la posibilidad de expansión bajo con-
dición de ser decidido por las legislaturasde lasprovinciasinteresadasy por el Con-
greso Federal. A pesar de esto último, la norma admite la posibilidad de transfor-
macionesterritorialesen el Estadofederal previocumplimientode recaudospolíti-
co-institucionales.
Siendo una norma de fuente norteamericana, el equilibrio y las condiciones im-
puestasparatalesmodificacionessematerializan, comosedijo, en dosnivelesdepo-
der, por un lado, el consentimiento de las propias provincias-condición necesaria
pero no suficiente-y por el otro, el del Congreso del Estado federal en su conjunto.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

De la letradel artículosurgen alternativasposibles; en primer lugar, transformar


territorios nacionalesen provinciasargentinas, tal comoocurrió con las provincias
de La Pampa y Chacoen 1951l;de Misionesen 19542;Chubut, Formosa, Neuquén,
Río Negro y Santa Cruz en 195S3;y Tierra del Fuego en 19904; en segundo término,
incorporar un Estado independiente a la Federación, tal esel casode la provincia de
BuenosAiresqueasíloaceptóen 1859;y por último, constituir una nueva provincia
dentro del territoriodeotraso devariascrear unasola. Si bien esta alternativa no se
dioen la historiaargentina,casosimilarocurriócuandoseconstituyóuna nuevaCa-
pital federal5.
Cabe destacarse que no es menor la opinión de especialistas que consideran la
idea de crear regionescomo respuesta a diferentescrisis económico-financierasde
las provincias existentes; lo cual no se vería impedido constitucionalmente, si para
tal fin se cumplieran losrequisitosdel presenteartículo.

Art. 14. - Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes dere-
chos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar
y ejercer toda industria licita; de navegar y comerciar; de peticionar a las au-
toridades;deentrar, permanecer,transitar y salir del territorio argentino;de
publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su
propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de
enseñary aprender.
Antecedentes: CN de 1853, art. 14. Tras las guerras permanentesque caracterizaron
losorígenesdenuestrahistoria, con lasprovinciasdivididas, IasdosConstitucionesan-
terioresa 1853 -de muy breve duración por falta de aceptación por las provincias-
Ilegófinalmentela unificacióndelpaís,yconellalaConstitucióndefinitiva.Enesecon-
texto, esa Carta Magna debía necesariamente establecer derechos básicosde las per-
sonas. Elart. 14fue. desdesuredacciónoriginariaen1853y posterior reformaen 1860,
unafuentefundamentaldederechosparaloshabitantesdelaNación. Concordancias:
CN,arts.gO, 10a12, 14bis, 17, 19,20,23,28,32,33,36a43y75.

El presente artículo estableció, ya desde su génesis, losderechos civiles básicosy


fundamentales-que habrán decompletarse con los sociales y laborales (estable-
cidosen el art. 14 bis); los políticos (especialmente contenidosen losart. 37 a40), y
otros nuevosderechosmás propiosde la más próxima modernidad (como por ejern-

' Ley 14.037(BO, 10/8/51).


Ley 14.294(BOr4/1/54).
Ley 14.408(B0.30/6/55).
Ley 23.775(BO, 15/5/90).
Ley 23.512(BO, 12/6/87).
PRIMERA PARTE

plo, losvinculadosal ambiente, al consumo, einclusoloque haceal hábeascorpusy


hábeas data)'.
El conjuntodederechosquenosocupa-losciviles- han sido fijados, conforme
el propio artículo reza, en favor de todos los habitantes-lo que incluye tanto a los
argentinoscomoa losextranjerosquevivenen nuestro paíse inclusoaaquellasper-
sonasque poseen algún interés en la República-.
Se trata, pues, de un conjunto de derechos dispuestos en forma genérica y míni-
ma. Esdecir, el enunciadoen modoalguno no agotar niex&irotr&dere-
chos, sino simplemente establecer un umbral mínimo que no podrá ser soslayado.
Losmismospodrán serencuadradosy reglamentados, en cuantoasu contenido,
alcanceyejercicio, por leyesdictadaspor el Congreso nacional en lostérminosyfor-
ma dispuestosen la propia Carta Magna, pero,claroestá, sin llegara restringirloso
privar a los ciudadanos de ellos.
Es que estos derechos resultan esenciales y, consecuentemente, se encuentran
protegidos por la propia Constitución contra cualquier ejercicio abusivo del poder
del Estado.
En otras palabras, todo habitantetiene losderechossubjetivosquesedetallan y
el Estado está obligado a respetarlosy, especialmente, a garantizarlos.

Talesderechos, son:
a) Trabajarylo ejercer cualquier industria Iícita, de navegary comerciar.
Estos derechos, en su conjunto, constituyen el derecho a procurarse los me-
dios para vivir y más, a hacerlo con dignidad, realizándose en el proceso. La
Constitución nos otorga, en este artículo, la posibilidad de elección y ejerci-
ciodeunaactividad que permita esedesarrollo personal, yaseaeligiendo un
trabajo0 profesión, ejerciendoy brindando un servicio, odesarrollandouna
industria Iícita o comercio.
En efecto, trabajar, ejercer una industria Iícita, comerciar libremente, desem-
peñar una profesión o empresa, navegar por losespacios aéreos y acuáticos
desplazando personaso mercaderías, son derechos establecidospara todos
los habitantes sin necesidad de ser ciudadanos (en concordancia véase art.
20, CN).
Desde luego queestosderechos, por cuanto tienen su correlato en la bilate-
ralidad propia del derecho, requieren una clara regulación en cuanto a su
ejercicio, que se traduce, por dar solo dos ejemplos, en la intervención esta-

' Algunosautoresclasifican losderechosen: a) Derechosdeprimerageneración(donde in-


cluyena loscivilesy los políticos); b) Derechosdesegunda generación (dondeseagrupan losdere-
chos sociales, económicosy culturales); c) Derechos de tercera generación (entre los que se desta-
can losderechosa la paz, la cultura, un ambientesano), y dl Derechos decuarta generación (don-
dequedan losderechosde las minorías).
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

tal en cuanto a condiciones de trabajo o en políticas medio ambientales re-


guladorasdelaactividad industrial.
Paralelamente, habrá que señalar que el presente análisis no sería completo
siseomitieramencionar,aunqueseaenmodomeramentetangencia1,queta-
les garantías están relacionadas también con la necesidad del Estado de de-
sarrollarseyvincularseconotrospaíses(aligualqueelderechode propiedad).

b) Peticionar a lasautoridades.
Es el derecho que tiene todo habitante para plantear inquietudes, solicitu-
des y10 reclamo ante los representantes de los poderes del Estado.
La contracara deestederechoesel deber de losfuncionarioscompetentesde
dar adecuada respuestaen cada caso. Deallíse deriva, sin ir más lejos, la obli-
gación de los jueces de fallar y la prohibición de guardar silencio aún en au-
sencia de ley.
Peticionar ante lasautoridadeses un derecho obvio y a lavez esencial en to-
do Estado de derecho.

c) Entrar, permanecer, transitarysalirdel territorio argentino.


Estederecho, al que nos referirnossimplementecomo derecho detránsito o
de locomoción, permite, en esencia, entrar en el territorio nacional, perma-
necer en él, fijar domicilio o residencia, cambiarlos, trasladarsede un lugar a
otroy salir del país.
Definitivamente este derecho se encuentra vinculado y es complementario
de otros derechos como el de trabajar, ejercer una industria, navegar y co-
merciar.
SetrataevidentementedeunderechotanesenciaIcomocomplejo por loque
su regulación legal se torna necesaria en todos sus aspectos. Y es que, por
ejemplo, la posibilidad de entraral paísse encuentra íntimamentevinculada
con lasoberanía,mientrasqueel tránsito internoafecta,v.gr., ala propiedad.
Así, migraciones, aduanas, puertos, vialidad, y hasta servidumbres de paso
son cuestiones quese relacionan e interactúan con este derecho.

d) Publicar las ideaspor la prensa sin "censura previa ".


La usualmente denominada libertad de prensa -subespecie de la libertad
deexpresión-esesencialcomoderechocivil y herramientadecontrol en los
denominados Estadosdederecho.
La necesidad de una prensa independiente hace a la base misma, a la exis-
tencia y a la posibilidad desubsistencia del sistema republicano y democrá-
tico. Y esque la función de la prensa incluyedenunciar, ante la opinión pú-
blica, el desempeño de losfuncionarios, sus abusos y negligencias, sus méri-
tos y defectos. Es por ello que su viabilidad y utilidad dependen de la prohi-
bición de toda censura previa.
PRIMERA PARTE

Como señalamos, se trata de un derecho comprendido dentro de la libertad


de expresión. Principalmente, esla posibilidad que poseen los habitantesde
publicar susideasmediantelos mediosdecomunicación, diarios, revistas,te-
levisión, radio, etcétera, sin un previocontrol queelimine palabrasylo ideas
de su idea original.
e) Asociarse con fines útiles.
este derecho-esencial por su vinculación con uno de loselementosdefini-
torios de la naturaleza humana-garantiza la posibilidad de los habitantes
de agruparse con otros.
En efecto, el hombre, en su calidad de animal social, recurre permanente-
mente a vinculaciones con sus pares motivadas en las más variadas razones
quevan desde lo espiritual a lo económico, pasando por lo pragmático y lo
afectivo.
Va de suyo que estederecho solo esconcebible si el fin del que se trata es lí-
cito, quedando, obviamente, excluidas toda unión contraria a la ley, la mo-
ral, la seguridad, o el orden público.

f) Usary disponer de supropiedad.


El derechode propiedad, acuyocontenidose refiereel art. 17, implica, en lo
sustancial, el uso y goce de los bienes de cada persona sin que nadie pueda
interferir, impediroviolar su ejercicio.
Como más adelante severá, la propiedad es inviolable. Tal afirmación reco-
noce, no obstante, un límite en la utilidad pública. En efecto, con funda-
mento en ella, el Estado puede proceder a la expropiación (por ley y, obvia-
mente, indemnizandoal particular).
g) Profesar libremente elculto.
La libertad deculto esel derechoquecada habitante posee de profesar la re-
ligión de su preferencia -o ninguna-, practicando sus ritos y cumpliendo
sus ceremonias respetando lo quesu conciencia indique.
La Constitución Argentina pesea laadopción del cultoCatólico Apostólico y
Romano, permite la libertad deculto en tanto no ofenda el orden moral pú-
blico ni perjudiquea terceros.
Cabedestacar que la libertad deculto presenta dosaspectosdiferentes: uno
interno entendido como libertad de conciencia -o decreencias-que es el
derecho detodo hombre decreer o noen lo que prefiera en materia religio-
sa (especialmentereconocido en el art. 19, CM;y otroexterno, la libertad re-
ligiosa, que incluye la facultad de exteriorizar lascreencias religiosasdel in-
dividuo.
El primerodeellos, en tanto interno, no resultajurídicamenteregulable; en
tanto que el segundo puede ser pasible de ciertas reglamentaciones. Así no
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 14

solo se reconoce en este la propia libertad sino que también comprende el


derecho de lospadresdedecidir la orientación de los hijosmenoresdeedad
en la materia así como el de impartir y recibir formación religiosa y no sufrir
discriminaciones por estos motivos.
h) Enseñaryaprender.
El derechoa la educación importa tanto la posibilidad de recibir educación e
instrucción como la de impartirlas. En nuestro país, esobligatoria la educa-
ción primaria, esto permitea los individuostener una preparación básicaan-
t e los diferentesaspectosde la vida, queva de la mano de la libertad de es-
coger Iibrementea sus maestros.
En cuanto al derecho queasistea todo habitante de enseñar, la misma pue-
deser ejercida en forma gratuita u onerosa, acerca de loque sabe o cree sa-
ber, con los límites que cada especialidad o nivel pueda requerir. Esta liber-
tad incluye en su contenido la decátedra que implica la posibilidad del suje-
t o de expresar libremente, desde la cátedra, sus conocimientos e ideas, sin
que pueda serleimpuesta una línea ideológica.

Referenciajurisprudencia1
1- " ...Losarts.4".. Yv6" de la lev4459de la Provincia de Misionesson inconstitucio-
<

nalesya que la prohibiciónque introducen-morden aevitarquela yerba producida


en su iurisdicciónsea procesada en otra provincia-se muestra contraria a la libertad
de circulación de bienes y productos nacionales que la Constituciónconsagra y con-
culca asi el contenido esencial de las libertadeseconómicastal como lo previó el cons-
tituyente~la igualdadcomercialentre las provinciasargentinas(de1precedente "Na-
var S.A." al cual remitió la Corte)". [CSJN. "Establecimiento Las Marias S.A.C.I.F.A. y
otro c. Misiones, Provincia desIAccióndeclarativa", CSJN-Fallos, 338:767].
2- " ... Nuestra Ley Fundamentalal consagrarel derechoa la librecirculacióninterior

(conf. igualmente: art. 14, CN), en momento alguno hace alusión al instituto del pea-
je el que, por lo tanto, no importa literalmente una violación a las disposiciones con-
tenidasen laconstituciónNacional, todavezquedesutextode ninguna manera pue-
de colegirse que ella se pronuncie por la prohibición de su establecimiento.En nece-
saria congruencia con lo dicho, nada dice tampoco acerca de la existencia de 'vías al-
ternativas'(...) El peaje espara el usuario una contribuciónvinculada al cumplimento
deactividadesestatales (como puedeserlo la construcciónde unavía, o su mejora, am-
pliación, mantenimiento, conservación, etcétera, aun de vías preexistentes). Para el
concesionarioconstituiránun mediode remuneración desusservicios. Deeste modo,
enlos hechos, puedeconcluirel peaje por ser sustancialmentesimilaralprecio pagado
por un servicio, lo que no debe inducir por ello al error de considerarlo desde un pun-
todevista meramentecontractual(...) La Ley Fundamentalse refiereexclusivayespe-
cíficamentea la prohibicióndegravarelmerotránsito de mercaderíasy de los medios
de transporteque se utilicen para su traslado. Ello no torna en inconstitucional cual-
quiergravamenqueafectedealgún modoeltransportey comercio, aun interjurisdic-
PRIMERA PARTE

cionales, si ellos no afectan el ejercicio de potestades nacionales-como puede ser la


contenidaenelart.67, inc. 12delaCN-( ...) La libertaddetránsitodelart. 14dela CN,
solo puedeverseafectada por medidasfiscales o parafiscalescuando estas tornen en
ilusorio aquel derecho, lo que no impide en modo alguno al Estado establecer los tri-
butos que razonablemente requiera el sostenimiento de sus actividades y repartir su
carga de un modo quetambién, razonablemente,estimeadecuadoy conformeal art.
16 de la CN ...".[CSJN, 18/6/91. "Estado Nacional c. Arenera El Libertador S.R.L.", LL,
1991-D-4041.

3- "...Lasempresas periodísticasconfiguran el ejercicio privadodefuncionesde in-


teréssocial y su actividad está dirigida al bien detodosy cada uno de los miembrosde
la comunidad, por lo que, toda medida proveniente del Estado o de los particulares
que no supere el examen de razonabilidad másestricto y que pueda ser interpretada
como limitativa del espacio de libertad en el queel sistema democrático exige quese
desarrolle la tareade prensa, debeser rechazada, todavezque la protecciónconstitu-
cional debe imponer un manejo especialmentecuidadosodelas normasy circunstan-
cias relevantes para impedir la obstrucción o entorpecimiento de la prensa libre y sus
funciones esenciales ...".[CSJN, "Asociación de Editores de Diarios de Buenos Aires
(AEDBA) c. En Res. 746103 AFIPslMedida cautelar", CSJN-Fallos, 337:1117].

4- " ...Si no se encuentra probado en autosque la adecuación del grupo actor al ré-

gimen de licenciasprevisto en la ley 26.522 ponga en riesgo, desde un punto devista


económico u operativo, la subsistencia del grupo ni de cada una de las empresas que
lo integran-y la realidad muestra que existe en el país una gran cantidad de medios
nacionales y locales de pequeñas y medianas dimensiones que operan sin inconve-
nientesenel sector-, noseencuentra afectadoel derecho a la libertad deexpresión,
en tanto no ha sido acreditado que el régimen de licenciasqueestablece la ley ponga
en riesgo su sustentabilidad económica -voto de los jueces Lorenzetti y Highton de
Nolasco-( ...) el art.45de la ley 26.522establece Iímitesa la cantidadde licenciasy re-
gistrosdese~iciosaudiovisualesencabeza de una misma persona (...) las medidasen
cuestión resultan idóneasparacumplirconlosobjetivosmencionados,entanto lasres-
tricciones contenidas en el artículo mencionado aparecen como apropiadas o aptas
para permitir la participación de un mayor número devoces, o al menos poseen enti-
dadsuficientecomo paracontribuirdealgún modoaeseobjetivo,entantoatravésde
dicha limitación se podría evitar la concentracióny ello permitiría una mayor partici-
pación y diversidad de opiniones (...) ellos no comprometen la sustentabilidad eco-
nómicadelasempresasqueintegranelgrupoactorniimpidenaeste-comoa ningún
otro prestador-alcanzar una dimensión de significativa importancia en el mercado
audiovisualy tampoco puede perdersedevista que el régimen de multiplicidad de li-
cenciasimpugnadosurgede la propia leyy nodeunactoemanadode la autoridadad-
ministrativa, ley que, además, ha sido precedida de numerososproyectosdurante los
últimostreinta años, fue debatida ampliamente dentro y fuera del Congreso y final-
mentesancionadapor una importantemayoríade legisladores, representantesdenu-
merosascorrientes políticas(voto de losjueces Lorenzettiy Hightonde Nolasco).
Si bienesclaroqueel Estado tiene la potestaddeadministrarel espectro radioeléctri-
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 14

co, de establecer previamentetérminos de duración y de decidir sobre su renovación


al finalizar los plazos respectivos, es importante considerar que, al asignar una fre-
cuencia u otorgar una licencia, decide cuáles son lasvocesque el público podrá escu-
char durante los años de vigencia de esas autorizacionesy se establecen las condicio-
nessobre las que se formulará el debatedemocrático en los medios de comunicación
y, dada la trascendental importancia que reviste la asignación de una licencia, esevi-
denteque tanto en el momento del otorgamiento como duranteel plazo de su dura-
ción, estas autorizaciones deben estar rodeadas de las mayores garantías posibles
pues, en definitiva, deesa forma se previenen intervencioneso restriccionesalejerci-
cio de la libreexpresión (disidencia parcial del juez Maqueda).
Las normasconstitucionalesqueautorizan la regulaciónestatal del mercado audiovi-
sual no pueden entenderse como una facultad del Congreso para desconocer los de-
rechosde losadministrados, ya que una medida que implica no respetar el término de
duración de una licencia e interrumpe el desarrollo de un proyecto comunicacional
produce una lesión al derecho a la libertad de expresión que ninguna reparación pe-
cuniaria podría remediar eficaze integralmente, en tanto en una sociedad democrá-
tica, el valor de una información no expresada no puede ser mensurado en términos
económicos(disidencia parcial del juezMaqueda).
Las normas restrictivas de losderechos de lasactorascontenidasen el art.45 de la ley
26.522, en la medidaenquearrastrancomoconsecuencia la extinciónforzadadelvín-
culo contractual y voluntario de los usuarios de los servicios de cable que las deman-
dantes prestan, importan una intromisión indebida de la autoridad pública en el ám-
bito de la privacidadque resguarda en plenitud el art. 19, partelade la CN (disidencia
del juez Fayt)". [CSJN, "GrupoClarínS.A. yotrosc. Poder Ejecutivo Nacionalyotro s/Ac-
ción meramentedeclarativa, CSJN-Fallos, 336:1774].

5- " ... Elconceptodefinesútilesquecondicionanelderechodeasociarsesolopodrá


serdefinido ponderandoel alcancedeesederechoenrelaciónfuncional conotrasga-
rantías esenciales del Estado constitucional viqente en la República, como fue subra-
yado en lasdos opinionesdisidentesde la causa 'comunidad ~omosexual~ r ~ e n t i n a '
de CSJN-Fallos, 314:1531. En el voto disidente del juez Petracchidel precedente men-
cionado(consids. 12y 13)serecordóqueen materkde~ibertaddeasociaciónes~aten-
te la interactuación existente, al igual de lo queocurrecon el derechode reunión, con
la ~ibertaddeex~resiónode~ren~a, tal como IoseñalóestaCorteen'Arjones'". [CVN-
Fallos, 191:139].

6- " ... El derecho de reunión tiene su origen en la libertad individual, en A. 2036.XL


(...)No se concibecómopodrían ejercerseestosderechos, cómo podránasegurarselos
beneficiosde la libertad'para nosotros, para nuestra posteridady paratodoslos hom-
bresdel mundoquequieran habitarelsueloargentino',segúnlostérminosconsagra-
toriosdel Preámbulo, sin la libertad de reunirseo de asociarse, para enseñar o apren-
der, para propagar sus ideas, peticionar a lasautoridades, orientar la opinión pública
y tratar otrosfines lícitos ...".[CSJN, "Asociación Lucha por la IdentidadTravestiTran-
sexual c. InspecciónGeneral de Justicia y otro sIRecurso contencioso administrativo",
CSJN-Fallos, 329:5266].
Art. 14 «bis» PRIMERA PARTE

7 - " ...Losderechosconstitucionalesenjuegodebenarmonizarse, tal como la Corte


loseñalóenel caso'Portillo'(C5JN-Fallos, 312:496),al precisarquela interpretaciónde
la Constitución Nacional no debe efectuarse de tal modo que queden frente a frente
losderechosydeberes por ella enumerados (...) Deaquíque resultaría razonableque
las autoridades intenten encontrar una alternativa que permita a los Testigos de Je-
hová el eiercicio de la docencia en la comunidad educativa mediante un espacio don-
deestospuedanejercersuobjecióndeconciencia(...) Porotra parte, nosetratadeuna
cuestión discrecional, dondelaautoridadadministrativa provincial pueda con total li-
bertad reglar qué es lo que pueden o deben hacer los maestros de escuelas primarias
de la provincia con independenciade losefectos que ello tenga en susderechos cons-
titucionales (...) la norma en examen, en tanto exige una participación activa en la
honra a los símbolos patrios (respeto en sentido activo), vulnera la libertad de con-
ciencia, dereligiónydeculto,elderechoa la privacidadyatrabajardelosdocentesque
integran el culto Testigos de Jehová ...".[CSJN, "Asociación de Testigos de Jehová c.
Consejo Provincial de Educación del Neuquén s1Acción de inconstitucionalidad"].

Art. 14bis. - El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de


las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas
de labor, jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución jus-
ta; salario mínimovital móvil; igual remuneración por igual tarea; participa-
ciónen lasgananciasdelasempresas. con control de la produccióny colabo-
raciónen la dirección; proteccióncontrael despidoarbitrario;estabilidaddel
empleado público; organización sindical librey democrática, reconocida por
la simple inscripción en un registro especial.
Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de traba-
jo; recurrira la conciliacióny alarbitraje; el derechode huelga. Los represen-
tantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento
de su gestión sindical y las relacionadasconla estabilidad desu empleo.
El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter
de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social
obliga&rio, que estará a cargo de entidadesnacionales o proviñciales con
autonomía financiera y económica. administradas por los interesados con
participacióndel Estado, sin que pueda existir superposicióndeaportes; ju-
bilaciones y pensiones móviles; la protección integralde la familia; la defen-
sa del bien de familia; la compensacióneconómica familiar y el acceso a una
vivienda digna.
Antecedentes: CN, art. 14bis, Convención reformadorade 1957. DirectivasBásicasdel
Gobiernode Facto (7112155). Concordancias: CN, Preámbulo, arts. 14,16,75, incs. 19,
22a 2499, inc. 6" y 125; PIDESC, art. 2", ptos. l o y6" a 12; CADH, arts. 17y 26; DADDH,
arts.VI, XI, XIV, XV, XXII;DUDH, arts. 24y 25; CEFDM, arts. 1: 4", 11 y 14.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 14 «bis»

5 1. Elart. 14«bis» y su contexto histórico.- El art. 14bisarribóa la CNen tiem-


pos de gran enfrentamiento político y social en la República Argentina, la convoca-
toria a la Convención reformadora es impulsada y realizada por mandato del go-
bierno de facto cívico-militar que depuso y proscribió al presidente Juan D. Perón y
al Partido Justicialista. EscrucialseñalarquePerónconcretólamodificacióndelaCar-
ta Magna en 1949, y que dicho texto, diseñado en líneas generales por el jurista Ar-
turo Sampay, leaportó un perfil más afín a la doctrina del Constitucionalismo Social
para unosy un carizcorporativista paraotros. Comoconsecuenciade la llegada dela
autodenominada "revolución libertadora" la reforma de 1949 es borrada en unto-
do restableciendo en 1957 la Constitución de corte liberal de 1853, con la excepción
dela inclusión del art. 14 bis.
Es para destacar que, por lasvicisitudespolíticasexpuestasmásarriba, la reforma
de 1957 arrastró durante treinta y siete años una ilegitimidad de origen', saneada
recién en la ratificación y modificacionesconstitucionalesdela modificación consti-
tucional de l994*.
Con independencia de los reparosy objeciones, la Junta Consultivacreada por el
gobierno de facto fue integrada también por sectores ideológicamente afinesa la
doctrina del Constitucionalismo Social, radicales y socialistas de la talla de Oscar
Alende, Juan Gauna, Nicolás Repetto y Alicia Moreau de Justo, entreotros, garanti-
zando asíla insercióndel art. 14bismanteniendo la Iíneadel Constitucionalismo So-
cia13 iniciado por las leyessocialistasy radicales en nuestra legislaciónde comienzos
del siglo XX4-5y las constituciones de Weimar, del México zapatista y de las más re-
cientesconstitucioneseuropeascomo la italiana de 1947.
Así la reforma o restablecimiento de la Constitución de 185311860, no queda so-
loen una restauración liberal propiadel positivismomoderno, sinoque rescata0 in-
tenta consagrar en la redacción del artículo bajo estudio de lo que ya comenzaba a
designarse como el paradigma del "Estado Social de Derecho", evolución institu-
cionaldela~~~posguerra mundia16.Aldecir deladoctora Cayuso: "Losderechosso-
cialesse suman a losderech~sciviles"~.

' Decr. 3838157de Necesidad de Reforma y Directivas Básicasdel7/12/55.Véaseen www.de-


recho.uba.arlpublicaciones/lyelrevistas/3/convencion-reformadora-de-la-constitucion-de-
1853.pdf
Ley 24.309deDeclaracióndeNecesidaddeReforma de laconstitucióny suscláusulastran-
sitorias.
Weimary México.
Leyes socialistas. Durante, Leccionesdeconstitucionalismosocial.
LeyesyvaloresRajland.
Deunmundo bipolarla necesidaddeuna Europaoccidental prosperafrentea una URSSen
avancecomunista.
Cayuso. Constitución de la NaciónArgentina comentada, 2007, p. 78
Art. 14 «bis» PRIMERA PARTE

5 2. E l art. 14 «bis» y su análisis.- De su lectura detenida podemos advertir


tres partes claramente identificadas por su temática y destinadas a reglar asuntos
estratégicos para la paz social del país:
- El trabajador como individuo, sujeto de la protección constitucional.
- Los trabajadorescomo colectivo sociopolítico.
- La seguridad social.

a) Laproteccióndeltrabajadorentantoindividuo.- En su primera partela nor-


ma reza: "El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las
que aseguraránal trabajador condicionesdignas y equita tivas de labor, jornada li-
mitada;descanso y v a c a c i o n e s p a g a d o s ; r e t r ~ vitalmóvil;o
igual remuneración por igual tarea; en las ganancias de las empresas,
con controlde laproducciónycolaboración en la dirección;protección contra eldes-
pido arbitrario;estabilidaddelempleadopúblico;. .. ". De estefragmento constitu-
cional se derivan numerosas normas que garantizan la correcta operatividad, vale
aclarar intrínseca,de losprincipiosprotectoriosdeltrabajoy por endedela dignidad
de la persona que presta su fuerza a cambio de su sustento y desarrollo individual y
familiar. Se halla manifiesta la concordancia con el art. 14de la CN en tanto al "de-
rechoatrabajaryejercertoda industria lícita" yconel art.75, inc. 12, encuantoa "dic-
~ ~~

tar IoscódigosdeTrabajoy Seguridad ~ocia1"~asícomosu vínculocon convenciones


y tratados internacionales referidosa la protección detrabajadoresy trabajadorasg.

1. Condicionesdignasy equitativasde labor.- Se puede decir que se encuen-


tran comprendidastodas las normas de protección de la higieney salud en el ámbi-
to laboral y del sistema de previsión de riesgos del trabajolo así como los antece-
dentesde interpretación jurisprudencia1delaCSJN.

2. Jornadalimitada, descansoyvacacionespagados.- Plasma una antigua rei-


~ -

vindicación de los sectores populares que emergió con fuerza como reclamo en
tiemposde la revolución industrial en Europay con la llegada de los inmigrantesde
esa proveniencia a nuestro país quienes desde el anarquismo y más propiamente
desdeelsocialismoencabezaron lasluchasporgarantizartalesderechosl' quease-
guran el merecido ocio para el trabajador.

Leyes20.744~complementarias.
Véase www.lilo.orglsearch5/search.do?searchWhat=ARGENTINA&locale=e~.
lo Ley de RiesgosdelTrabajoy jurisprudencia.
l1 Ley 5291 deTrabajode Mujeresy Menoresy ley 11.317sobre la misma temática. Ley 4461
de Descanso Semanal. Ley 11.933 de Seguro Obligatorio de Maternidad. Ley de Reglamentación
delTrabajoa Domicilio.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 14 «bis»

3. Retribuciónjusta;salario mínimo vitalmóvil.- El salario mínimo, vital y mó-


vil es la basedeequidad en lasretribucionesen el paísy busca establecer un mínimo
de subsistencia para todo trabajador o trabajadora, tal instituto es reglamentado
inicialmenteen 1964con lapromulgacióndela ley 16.459. La institución encargada
de fijar el valor de esta remuneración -que es mensual-es el Consejo del Salario
Mínimo, Vital y Móvil que está presidido por el Ministerio de Trabajo y compuesto
por representantes de asociacionesgremiales y patronales. La Ley de Contrato de
Trabajo20.744~la ley 24.013 en su art. 139 indican sus modosdeactualización.

4. lgualremuneraciónporigualtarea.- Es el postulado que tiene a la protec-


ción de la igualdad ante la ley laboral y el ámbitodel empleode todos los habitan-
tesdela Nación, quien desarrolleunadeterminadatareadeberá recibir la misma re-
muneración quecualquierotroquetenga idéntica labor, evitándoseasídiscrimina-
ciones basadasen género, etnia, religión, nacionalidad u otra condición dediversi-
dad humana. En tal sentido, la ley 20.744 en su art. 81 prevéen concordancia con el
precepto constitucional que: "Elempkadordebedispensara todoslos trabajado-
res igual trato en identidaddesituaciones. Se considerará que existe trato desigual
cuando se produzcan discriminacionesarbitrarias fundadas en razones de sexo, re-
ligión o raza, pero no cuando eldiferente tra tamiento respondaa principiosde bien
común, como e l que se sustente en la mayor eficacia, laboriosidad o contracción a
sus tareasporparte del trabajador".

5. Participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción


ycolaboraciónen la dirección.- La incorporación de este precepto en la Constitu-
ción al momento resulta de un temperamento más simbólico queoperativo, así, a
la fecha y desde 1957 no se ha sancionado ninguna norma que inste a la praxisefec-
tiva. Ello respondea un fuertedebateideológicorespectoa losriesgosquetal prin-
cipio importaríaa una economíademercado liberal.

6. Protección contra el despido arbitrario.- Se trata de otro de los preceptos


que protegeal trabajador en su carácter desujeto individual y frentea la decisión
incausadadelempleador. Paraellolalegislaciónargentina ha previstoalo largodel
tiempo numerosas normas que consideran, en primer término, un sistema indem-
nizatorio que apreciara lascondiciones de trabajo, el salario del trabajador y su an-
tigüedad en el puestode labor12.Luego medidasvinculadasa la previsión social, así
elsubsidiooasignaciónpordesempl&queconstadeunamensu~lidadporunacan-
tidad limitada detiempo luegode producidoel despidoq3.

l2 Ley 25.877104modificatoriadel art. 245de la ley 20.744.


l3 Leyes24.013deEmpleo,TítuloIV,25.371 del Sistema lntegradode PrestacionesporDesem-
pleo para IosTrabajadoresComprendidosenel Régimendela Construccióny 25.191 deTrabajado-
res Rurales.
Art. 14 «bis» PRIMERA PARTE

Por último, en circunstancias de crisis social y económica se ha previsto la prohi-


bición y endurecimiento de las condiciones para el despido del trabajador, como la
conocida ley dela "doble indemnización" 25.972 que preveíasusactividadesmien-
traslatasaestadísticadedesempleosuperarael 10% asícomosusprórrogas, actual-
menteesta no rige.

7. La estabilidad del empleado público.- Esta viene a proteger al trabajador


público de los avatares políticosdel Estado, o mejor dicho, de los cambios políticos
que se producen en las Administraciones Publicas, Nacional, provinciales y munici-
palesen relación con prácticasdel clientelismo político. Resulta deello que loscons-
tituyentesde 1957 establecieron la "estabilidad propia" del empleado público, lo
que no significa que su estabilidad sea absoluta sino que para proceder a su despi-
do deberá realizársele un procedimiento sumario en el que deberán acreditarse
causales de despido y aquel deberá gozar de garantía de defensa, así como acceso
a la revisión judicial detal decisiónI4.
Es interesante destacar que tal estabilidad ha logrado ser burlada por los dife-
rentes gobiernos, sin excepción, a través de las contrataciones temporales a través
de la "locación de servicios", pasantíasy asistencias técnicas, entre otros modos de
reclutamientodefuerza laboral calificada para el Estado, perosin el goce de lasga-
rantíasdel empleo público.

b) Los trabajadorescomocolectivosocio-político.- Tal esque, en el art. 14bis,


losconstituyentesestablecieron lossiguientespreceptos: "... organizaciónsindical
libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial.
Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivosde trabajo; re-
currir a la conciliación y a l arbitraje; e l derecho de huelga. Los representantes gre-
miales gozarán de las garantías necesariasparae l cumplimiento de su gestión sin-
dicaly las relacionadas con la estabilidaddesu empleo.. . ".

1. Organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscrip-


ciónen un registro especial.- El precepto persigue garantizar al trabajador la po-
sibilidad de agremiarse o no, a uno o varios sindicatos del ámbito de su actividad.
Cabedestacar que la Constitución prevé libertad deagremiación y da a losgremios
el derecho de negociar y celebrar los Convenios Colectivos de Trabajo que regula-
rán aspectosvitalesde las condiciones de trabajo y remuneración, recurrira la con-
ciliación y arbitraje frente a conflictos con las cámaras de empleadores o emplea-
doresen particular y otorga, por último, el derecho de huelga.

l4 Fallo "Madorrán, Ma. Cristina c. Administración Pública Nacional slReincorporación"


C.S.M. 1488.XXXVI.2007.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 14 «bis»

No obstante que el sistema prevé el "simple registro" para toda asociación de


trabajadores, leotorga mayor entidad aaquellascon rnayortasa de afiliación dein-
dividuosdandoa estas la "personería gremial". Esteaspectoesobjetodeun amplio
debateenelcampodel derechocolectivodeltrabajo,dejando, poruna parte,aque-
llosquecuestionan laconcentracióny la falta delibertad y, porotra, quienesapues-
tan a que tal concentración también otorga mayor fuerza de negociación y defen-
sa cuandoel sindicato es único.

2. Queda garantizado a los gremios concertar convenios colectivos de traba-


jo.- La Constitución asigna así a los gremios la entidad para proponer, discutir y
convenir con los empleadores y cámaras de empleadores el mejoramiento de las
condiciones mínimasestablecidaspor la legislación y perfeccionarlasen atención a
las particularidadesde la actividad laboral delaquesetrate. El convenioal quearri-
ban las partes deberá ser superador y complementario de las leyes que garantizan
pisos mínimos, el mismo será supervisado y finalmente homologado total o par-
cialmente por el Ministerio de Trabajo. De esta manera el CCTadquirirá fuerza de
ley. Dichosconveniossonconsideradoscomofuentedederechoautónomonoalte-
rable porotras, por ejemplo, leyes posteriores; sin perjuiciodeello se han constata-
do antecedentesjurisprudenciales que indican lo contrarioT5.

3. Queda garantizado a los gremios K... recurrir a la conciliación y al arbitra-


je».- Los conflictos de orden laboral afectan al individuo frente a su empleador,
por categorías, o bien colectivos. Para ello el legislador ha creado distintas normas
que prevén e s t o ~ d i f e r e n d o s ~ ~ - ~ ~ .

4. El derecho de huelga.- Es reconocido en el art. 14 bis frente a causas que


afecten los derechos de los trabajadores y si previamente se han agotado las vías
conciliatorias previstas en la legislación vigente. Así, las mismas no podrán afectar
interesesdeterceros, másalládel queel cese desu actividad implique y,aun en esos
casos reconocerá ciertos Iímites en la medida que dicho cese conlleve un perjuicio
grave en la salud y la seguridad de la población, para ello el Estadodebedeconjun-
t o con las asociacionesde trabajadores adecuar dichos Iímites determinar qué ser-
vicioscuentancon un carácter "esencial" para incluirlosen la legislaciónvigenteT8.

l5 Fallo "Cocchia, Jorge D. c. Estado Nacionaly otro", CVN-Fallos, 316:2624(1993).


l6 Ley 14.786.
l7 Ley 24.635deArbitraje Prejudicial Obligatorio(art. 3").
l8 Ley 25.877, art. 24. Decr. 272106 de Creación de la Comisión de Garantiasy Calificación de
una Actividad comoServicio Esencial.
PRIMERA PARTE

5. Losrepresentantesgremialesgozarándelasgarantíasnecesariasparaelcum-
plimiento desu gestión sindicaly las relacionadas con su estabilidadlaboral.- Es-
ta garantía tiendea proteger el rol de representante sindical y noa la personaque
loejerza, losfuerossindicales previenen la arbitrariedad de losempleadoresquese
traducen en prácticas habitualesque buscan sofocar cualquier atisbo deorganiza-
ción colectiva en las empresas.
El constituyente de 1957 partió de la premisa, lógica por cierto, de la asimetría
de la relación empleado-empleador y de los necesarios dispositivos de compensa-
ción deello, entre losquesecuenta la intervención de las asociaciones sindicales y
sus representantes de basequeson denominados delegadosqg.

C) La seguridadsocial.- El Estado otorgará los beneficios de la seguridadso-


cial, que tendrá carácterdeintegraleirrenunciable. La 1eyestablecerá:elseguroso-
cial obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con au-
tonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participa-
ción del Estado, sin quepueda existir superposición de aportes; jubilaciones ypen-
sionesmóviles. La Constitución sienta las bases para un concepto amplio de justicia
y se adhiere así plenamente a la doctrina del constitucionalismo social; desde ese
punto se perfecciona el Sistema Integrado de Jubilacionesy Pensiones, de asigna-
ción universal por hijo, las moratorias provisionales para aquellas personasque ha-
biendo trabajado a lo largo de lavida hayan sidovíctimasdel trabajo informal, me-
jor conocido como "en negro" y otros tantos recursos que el Estado dispone para
cumplircon el mandatoconstituciona120.Tambiénha promovidoy promueveel de-
bate sobre la movilidad de los beneficiosjubilatorios y laspensiones2'.

- Laprotecciónintegralde la fami1ia;la defensa delbien de familia; la compen-


sación económica familiar y e l acceso a una vivienda digna.- De estos grandes li-
neamientos surgen las normas y políticas de Estado para el fomento de la vivienda
propia, el salario familiar y losgrandes planesde urbanización e infraestructura que
también hacena losnuevosderechosygarantíasincorporadosen la reforma de 1994,
asícomo nuevosdebatestalescomo losderechosde los inquilinos, cuestión que has-
ta hace poco tiempo se circunscribía al ámbito del derecho privadode loscontratos.

Art. 1 5 . En la Nación Argentina no hay esclavos: los pocos que hoy exis-
tenquedan libresdesde lajuradeesta Constitución; y una ley especial regla-

l9 Ley 23.551 de AsociacionesSindicales.


20 Leyes24.241 y 25.994.
21 Gelli.ConstitucióndelaNaciónArgentinacomentadayconcordada.2008.p.218ysiguien-
tes.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 15

rá las indemnizaciones a que dé lugar esta declaración. Todo contrato de


compra y venta de personas es un crimen dequeserán responsableslos que
lo celebrasen, y el escribano ofuncionarioque lo aut0rice.Y losesclavos que
decualquier modo se introduzcan quedan libres por elsolo hechode pisar el
territoriode la República.
Antecedentes: CNde 185311860,art. 15. Concordancias: CN, Preámbulo, arts. lo, 14
bis, 16,17.75,inc.22.

La Constitución de 1853 estableció la extinción de la esclavitud, al declarar que:


"En la Nación Argentina no hay esclavos: los pocos que hoy existen quedan libres
desde la jura de esta Constitución; y una ley especial reglará las indemnizaciones a
que dé lugar esta declaración. Todo contrato de compra y venta de personas es un
crimen dequeserán responsables losque lo celebrasen, y el escribano ofunciona-
rioque loautorice".
Estadisposiciónfuecompletadaconla reformade 1860queagregóel último pá-
rrafo, según el cual: "... Y los esclavos que de cualquier modo se introduzcan que-
dan libres por elsolo hecho de pisar el territorio de la República".
Este artículo significa un importante hito en materia de igualdad, si bien regis-
tra antecedentes a la sanción de la Constitución Nacional. Así. en 1812 se había dic-
tado un decreto prohibiendo lasexpedicionesquellegaban a nuestrascostasconel
fin decomercializar esclavos. Asimismo, la Asamblea de 1813declaró la libertad de
vientres, declarando a la esclavitud como ultrajante a la humanidad, por lo que es-
tablecióque los niñosque nacieran en todoel territorio de IasProvinciasUnidasdel
Río de la Plata serían considerados libres.
Si bien la Asamblea había dispuesto que los esclavos provenientes de países ex-
tranjerosquedarían en libertad, en 1814mediante un nuevodecreto impulsadoco-
mo consecuenciade una protesta diplomática de Brasil, se aclaró que solo quedarí-
an en libertadaquellosqueeran introducidosporvíadecomerciooventa,y de nin-
gún modo aquellos que ingresaban al territorio como servidumbre personal o fu-
gados de otros Estados.
Para algunos autores, el art. 15 "...es consistente con los objetivos del Preám-
bulodeafianzar lajusticiay asegurar los beneficiosdela libertad; conel art. 16 que
establece la igualdad de todos los habitantes ante la ley; con el art. 17 quegaranti-
za que no seexigirán servicios personales sino en virtud de ley o sentencia fundada
en ley; y con el art. 14 bis que asegura la libertad o protección del trabajo en todas
sus formas; como asítambién con la ConvenciónAmericana de Derechos Humanos
(art.6"), laqueadquirió rangoconstitucionalen 1994medianteelart. 75, inc. 22" '.
En relación con la previsión del dictado de una ley que disponga las indemniza-
ciones a que diera lugar la declaración de la libertad de los esclavos existentes en

' Gelli.ConstitucióndelaNaciónArgentina comentadayconcordada,4aed.,20088t.


.l p. 231.
PRIMERA PARTE

1853,valedecir que esa ley nunca fue dictada pero ella constituye una incongruen-
cia con el sistema devaloresde la Constitución por considerarseque, si se disponen
indemnizaciones se está reconociendo algún grado de legitimidad a aquella prác-
tica aberrante2.
Para concluir, resta señalar que, para autores como Gelli, el art. 15 "... conserva
su valor en el rechazo de las formas modernas de trabajo esclavo o tipos de servi-
dumbrequeexisten en la actualidad".

Art. 1 6 . La NaciónArgentina noadmiteprerrogativasdesangre,nide na-


cimiento: no havenella fueros ~ersonalesnitítulosdenobleza.Todossusha-
bitantes son iguales ante la ley, y admisiblesen los empleos sin otra condi-
ciónque la idoneidad. La igualdad es la basedel impuesto y de las cargas pú-
blicas.
Antecedentes: CNde 1853,art. 16. Concordancias: CN, 1°,40, 14.14bis. 17,20,21,37,
52,75,in~s.l~a3~,17,19,22y23.

El art. 16establecela igualdad formal ante la ley, quereconoceantecedentesen


la DeclaracióndeDerechosde1Hombreyelciudadanode Francia,comoasítambién
en la Doctrina de la Suprema Corte de los Estados Unidos de América.
En el primero de los casos, el art. lo
de la citada Declaración establece que: "Los
hombresnacenypermanecen librese iguales en derechos. Lasdistincionessociales
solo pueden basarse en la utilidadsocial". En el mismo documento, el art. 6'esta-
blece que la ley: "... Debe ser la misma para todos, tanto cuando protege como
cuando castiga. Siendo todos losciudadanos iguales a susojos, son igualmentead-
misiblesatodas lasdignidades, puestosy empleos públicos, según su capacidad y sin
másdistincionesque lasderivadasde susvirtudesy la desustalentos" l.
Por su parte, la Enmienda XIV de la Constitución de los Estados Unidos de Amé-
rica dispone que ningún Estado podrá negar a ninguna persona que se encuentre
dentrodesu jurisdicción la protección igual de las leyes.
Esta Enmienda establece la igualdad formal pero no resuelve, por sí misma, los
problemas planteadosacerca decuándo las leyesestablecendesigualdadesirrazo-
nables2.Por ello, la Cortedelos Estados Unidos ha interpretado la misma de mane-
ra amplia estableciendo que determinadas clases o categorías de distinción entre

Zarini, Constitución Argentina. Comentada yconcordada, 1996, p. 80, cit. por Gelli, Cons-
titución de la NaciónArgentina comentada y concordada, 4"ed.. 2008, t. l. p. 231.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

personas resultan sospechosas y originan una discriminación porque no se justifi-


can estrictay rigurosamenteen un interés legítimodel Estado, o bien estánorgani-
zadasen basea la persecucióndegruposque tradicionalmentefueron excluidosde
los derechos o beneficiosque reconocen u otorgan las leyes.
Estosevincula con la historia de los Estados Unidos de América, en la cual existió
una fuerte discriminación racial. El tribunal norteamericano ha sometido a un es-
crutinio o control estricto a esas categoríassospechosas, exigiendo la existencia de
un interés suficientemente probado para sustentar la constitucionalidad de la ca-
tegoría creada. Por ende, la existencia de una categoría sospechosa establecida en
la norma haría presumir la inconstitucionalidad deesta.
La mayoría de la Corte Suprema norteamericana sostuvo en un conocido fallo3
quecuandoel Estadodisponeunadistribución decargoso beneficiosen basea una
clasificación racial, debe probar que la clasificación cuestionada es necesaria para
promover un interésestatalsustantivo, " ... porque cuando una clasificación niega
aun individuooportunidadeso beneficiosqueseconcedenaotros, basadossoloen
la raza o antecedentes étnicos, debeconsiderársela ~ospechosa"~.
En nuestro país, el art. 16 de la CN establece lo que la Corte Suprema de Justicia
de la Nación ha llamado "igualdad detratamiento en igualdad decircunstancias" 5,
eliminando excepciones o privilegios que excluyan a unos de lo que se acuerde a
otrosen las mismas circunstancias "... mediante distincionesarbitrarias, injustas u
hostiles contra determinadas personas o categorías de personas; pero ello no obs-
taqueel legisladorcontempleenformadistintasituacionesqueconsiderediferen-
tes, con tal que la discriminación nosea arbitraria ni importeilegítima persecución
o indebido privilegio de personaso de grupos de personas".
Este artículo fue interpretado por la doctrina y la jurisprudencia desde fines del
sigloXlXy hasta el presentecomo la expresión del derechodelosindividuosa noser
víctimasdetratos arbitrarios, que habilita al Estado a establecer distinciones entre
laspersonassiemprequeesténjustificadasenlaaplicación deun criterio razonable,
locualsignificaque "... debeguardar relación con el fin buscado por la regulación
o la política pública implementada por el gobierno" 6.
La identificación del derecho a la igualdad con el trato no arbitrario encuentra
fundamento en lo que usualmente conocemos como discriminación. Sin embargo,
"... la idea de igualdad como no discriminación ha sido criticada en las últimas dé-
cadasen tanto no contempla situacionesque, si bien no implican tratosarbitrarios,

Caso"Regentof Universityof Californiav. Bakke", 1978.


Gelli, Constitucióndela NaciónArgentina comentadayconcordada,4aed.,2008,t.l. p. 235.
"ValdézCora", CSJN-Fallos. 182:355.
Saba, "El principio de igualdad en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires", en Cons-
titución de la CABA. Edición comentada, Marcela Basterra (dir.). 2016, p. 95y ss.
PRIMERA PARTE

mantienen una desigualdad estructural, sistemática y perpetua de personasde de-


terminados grupos, por el hecho de pertenecer a ellos" 7.
Esto es lo que se conoce como desigualdad como sometimiento, y el Estado de-
be realizaraccionesafirmativassi desea erradicarla, comoserel establecimiento de
medidas tendientes a incluir a ese grupo de personas históricamente excluidas en
determinadasituación. Porejemplo, al establecerla paridad degéneroentrelosre-
presentantesen el Congreso de la Nación.
El art. 16dela CNreconoce la igualdadantela ley regulando una seriedeaplica-
cionestendientesa hacer efectiva aquella igualdad, a saber:
1. Prerrogativas de sangre de nacimiento y títulos de nobleza. Anteriormen-
te, una ley de 1813 había dispuesto la extinción de todos los títulos de Con-
des, Marquesesy Barones, afirmandoque "el despotismo miracon horror la
presencia de los hombresjustos y para hacer insuficientessusclamores,atri-
buye a la naturaleza el ultrajante designio de envilecer a los hombres, solo
porque la fortuna no deslumbró a sus padres con la brillantez del oro y los
prestigios de la ~ a n i d a d " ~ .
2. F ~ e r ~ S p e ~ ~ n aEll efuero
S . personal era una institución hispánicaen virtud
de la cual se posibilitaba el juzgamiento de ciertos individuos por medio de
órganoscompuestos por los de su misma clase sustrayéndolosasí a la esfera
de lostribunalesordinarios, talcornoocurríacon losfuerosmilitary eclesiás-
tico. "La abolición de los fueros personales importa que la condición de la
persona no puedasertenidaen cuentacomoelementocapazdedeterminar
un fuero deexcepción cuando el hecho en s i mismo sea del conocimiento de
la jurisdicción comúnn9.
3. Acceso a losempleos. La norma constitucional exige como única condición
para el acceso a cargos públicos la idoneidad, la que se entiende como apti-
tud para el desempeño del mismo.
Autores como Bielsa entienden que la idoneidad en el sentido constitucio-
nal "... noselimitaúnicamentealaaptitud profesionalotécnicasinoigual-
mente a la calidad de ciudadano, lo cual supone una mayor garantía de fi-
delidad y responsabilidad moral de índole política" lo.
4. Impuestosycargaspúblicas. Aquila igualdad esentendida como una delas
bases constitucionales de la tributación.

Ibídem.
Asambleade 1813, ElredaaordelaAsamblea, Imprenta delosNiñosExpósitos, BuenosAi-
res, 1813, cit. por Baeza. Derechoconstitucional,2006. p. 218.
Baeza. Derecho constitucional, 2006. p. 220.
lo Bielsa. Derechoconstituciona1.1954, p. 251.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 17

Sin embargo, el conceptode igualdad nodebe limitarseal textodel art. 16de


la CN, sino queestedebe interpretarse de manera armónica con otras dispo-
siciones constitucionales, como ser la que establece la igualdad electoral y
cuotas (art. 37), igualdad de calidad devida y oportunidades entre los habi-
tantes de todas las provincias (art. 75, incs. 2"y 19), igualdad en materia edu-
cativa (art. 75, inc.l9), enconcordanciacon los instrumentosinternacionales
de derechos humanos (art. 75, inc. 22) quecontienen normasal respecto, en-
tre otras.

Referenciajurisprudencia1
1- La Corte de Justicia de la Nación ha interpretado que la igualdad de trato ante la
ley implica la obligacióndel Estadodetratarigual a aquellas personasqueseencuen-
tren en iqualdad
- decircunstancias.Así, en el caso "Caille" [CSIN-Fallos, 153:68; 19281
sostuvo que 'O.. . la igualdadantelaleyestablecidaporelart. 16delaConstituciónf...)
no es otra cosa que el derecho a que no se establezcan excepciones o privilegiosque
excluyan a unos de lo que en iguales circunstanciasse concedea otros; de dondesesi-
que que la verdadera igualdadconsiste en aplicarla ley en los casos ocurrentes, según
las diferencias constitutivas de ellos y que cualquier otra inteligenciao excepción de
estederecho escontrariaasupropia naturalezayalinteréssocial".
En igual sentido, en el caso "García Monteavaro c. Amoroso y Pagano" [CSIN-Fallos,
238:60; 19571, la Corte sostuvo que "...la garantía delart. 16de la CNno impone una
rígida igualdad, pues entregaa la discrecióny sabiduría del Poder Legislativo una am-
plia latitud para ordenary agrupar, distinguiendo y clasificandoobjetos de la legisla-
ción, siempre que las distinciones0clasificacionesse basen en diferenciasrazonablesy
no en propósitosde hostilidadcontradeterminadasclasesopersonas".
Másadelante, la CorteSuprema ha adherido, aunqueenvoto minoritario, a la idea de
quealgunascategorías, en principio, nunca parecenser razonablesoa priorison irra-
zonables, por lo que las normas que las establecen se presumen inconstitucionales.
Ellasson similaresa lasque la jurisprudencia de los Estados Unidosdenominó "categ-
oríassospechosas" [VotosdelosjuecesEnriquePetracchiyJorgeBacquéen"Repetto,
Inés María c. Provincia de Buenos Aires s/lnconstitucionalidadde normas legales" y
"Gonzálezde Delgado, Cristina y otrosc. UniversidadNacionaldecórdoba"].
Deesta manera, seconsideróque "...lascategoríasfundadasenelsexonodebenusar-
separa crearo perpetuarla inferioridadlegal, socialy económica de la mujer. En todo
caso, lasclasificacionesfundadasen elsexopuedenserutilizadaspara compensara las
mujerespor las inhabilidades que ellas han sufrido a través de la historia" [Voto del
ministro Enrique Petracchien "González de Delgado, Cristina y otros c. Universidad
Nacionalde Córdoba"].

Art. 17.- La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación pue-


de ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expro-
piación por causa de utilidad pública, debe ser calificada por ley y previa-
PRIMERA PARTE

mente indemnizada. Solo el Congreso impone las contribucionesqueseex-


pre~anenelart.4~. Ningúnse~icio peaonalesexigible,sinoenvirtuddeley
odesentenciafundada en ley.Todo autoro inventores propietario exclusivo
desuobra, invento odescubrimiento, por el términoque leacuerde la ley. La
confiscaciónde bienes queda borrada para siempre del Código Penal argen-
tino. Ningún cuerpo armado puede hacer requisiciones, n i exigir auxilios de
ninguna especie.
Antecedentes: CNde 1853, art. 17. Concordancias: CN, arts.4". 1418a 20,28,52,75,
incs. l0,2", 19,22;76,99, inc.34 124; DADDH, arts.XIII,XXXVl yXXXVII;DUDH, arts. 17
y 27; CADH, arts. 2", 26 y 27.

El art. 17 de la CN enuncia una serie de garantías para usar y disponer de la pro-


piedad; establece el principio de legalidad en materia tributaria y acerca de la res-
tricción de derechos propietarios. En la misma norma, se atribuye al Congreso la
competencia para expropiar bajo condición de indemnizar al afectado. Asimismo,
se reconoce la existenciay protección de la propiedad intelectual y prohíbe al Fisco
la incautación de bienes y a las FF.AA. las requisiciones o la imposición de servicios
novoluntarios.
Acorde con el espíritu de la época, la garantía en cuestión protege el derecho
personal por excelencia de la democracia liberal. Como principio, este artículo es
rector para la posterior reglamentaciónyoperacionalizaciónenelCódigoCivilyCo-
mercial y leyescomplementariascomola Ley de Marcasy Designaciones, ley 22.362,
del 26/12/80 (BO, 2/1/81); la ley en cuanto al Régimen de las Expropiaciones, ley
21.499, del 17/1/77 (BO, 21/1/77) y la Ley del Régimen de Propiedad Intelectual, ley
11.723, del 26/9/33 (BO, 3019133).
A pesar de lo categórica que es la norma en cuanto a sus características absolu-
tas, la incorporación paulatina devarios principios como lo son la función social de
la propiedad, la teoría de la imprevisión y de la responsabilidad objetiva, acentua-
ron un esquema de responsabilidadesy deberes para el ejercicio de dicho derecho.
En el devenir históricode la Nación, dicha interpretación fue sujeta demodificacio-
nes que dan cuenta de la flexibilización dada y, quizás, la más notoria, fuera la re-
forma constitucional de 1949 a pesar de su corta vigencia.
De tal manera, el alcance de la presente norma es general y es necesario exami-
nar las leyes civiles y comerciales, los sistemas tributarios y demás leyes nacionales
para comprender el sentido actual y el alcancede la propiedad entre las partes.
En sentido restringido, la propiedad estaría vinculada a los derechos reales; no
obstante, lavisión doctrinaria mayoritaria -y la sostenida por la interpretación de
laCorteSupremal-sostienequeal hablar de propiedad en losart. 14y 17 dela CN

' "Bourdieuc. Municipalidadde la Capital", CVN-Fallos, 145:307 (1925).


DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

se hace referencia a todos los interesesque un hombre pueda poseer y que tengan
un valor reconocido.
En sentidotaxativo, el art. 17 establecegarantíasde la propiedad consagrandoel
derecho a noser privadode la misma si no es por causa: a) sentencia fundada en ley
y, b) expropiación por causa de utilidad pública, calificada por ley. De igual forma,
en esossupuestos, siguiendoloestipuladoen el art. 18de lacarta Magna,sedebeIle-
gar a esa sentencia mediante el cumplimiento del debido proceso legal y aseguran-
do la defensa de losderechosde propiedad.

El presenteartículo no solo consagra la propiedad sinoquenosadentraen insti-


tutosque requieren un particular análisis:
1. Expropiación. El art. 17 exige para que la figura de expropiación 4 n t e n -
dida comoapropiación que haceel Estadodeun bien-sea procedente, que
esta sedisponga por causa de utilidad pública calificada por ley y sea previa-
mente indemnizada.
Detalforma, paraquelaexpropiacióntengalugarnosoloserequieredeuna
indemnización al expropiado sino una decisión del Congreso que califique
la utilidad pública mediante ley, del bien expropiado.
Como se observa, siendo la expropiación la máxima restricción al derecho de
propiedad, la Constitución dota de extremas garantías para que la misma
prospere. Noobstante, el criterio restrictivo nose mantuvoa lolargodel tiem-
po y se da cuenta de ello en la Ley Nacional de Expropiaciones(ley 21.499) al
momento en que la misma amplía lasatribuciones estatales para expropiar
afin desatisfacer el bien común.
2. Retrocesión. Continuandoconlasgarantías,lafiguradelaretrocesiónemer-
ge de la ley citada u t supra y constituye el reintegro del bien expropiado
cuando a este se le diere un destino diferente o no se le diere ningún desti-
no, desde los dos años en que quedó perfeccionada la expropiación.
3. Propiedadlntelectual. De laamplia garantía mencionada ala propiedad en
general; la figura de la Propiedad Intelectual se constituye con una particu-
laridad que la hace diferente al resto en cuanto a sus características de do-
minio: no es perpetua.
Tal esasí, queel art. '5 de la ley 11.723 estipula un plazo de setenta añosde
garantía para los propietarios de creaciones espirituales, artísticas, científi-
casytecnológicas;plazoapartirdelcual lasobrasingresan al acervode lacul-
tura universal y sirven a una función social.
4. Confiscación. Nuestro sistema constitucional prohíbe la confiscación de
bienes. Asimismo, en materia tri butaria, existen determinados Iímitesqueel
Estado no puedesobrepasar.
PRIMERA PARTE

Art. 18.- Ningún habitantede la Nación puede ser penado sin juicio previo
fundadoen ley anterioral hechodel proceso,ni juzgadoporcomisionesespe-
ciales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hechode la cau-
sa. Nadie puedeserobligadoa declarar contra sí mismo; ni arrestado, sino en
virtud de orden escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en
juiciodela personaydelosderechos. Eldomicilioesinviolable,comotambién
la correspondenciaepistolary los papeles privados; y una ley determinará en
qué casos y con qué justificativos podrá procedersea su allanamiento y ocu-
pación.Quedanabolidosparasiemprela penade muerte porcausas políticas,
toda especiedetormentoy losazotes. Lascárcelesdela Naciónseránsanas y
limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y to-
da medida quea pretexto de precauciónconduzca a mortificarlosmásallá de
lo queaquella exija, hará responsableal juez que la autorice.
Antecedentes: CNde 1853, art. 18. Concordancias: arts. 5". 7", 8",16,17,19,23,24,29,
34,36,43, 59,60,68a 70,75, incs. 12.20, 22,23 y 32.

3 1. Preliminar.- El constitucionalismo clásico ha organizado el Estadoen de-


fensa de los derechos del hombre y sus libertades, y en ese camino la Constitución
en sí, ha sido sindicada como una ley de garantías, propendiendo a proteger al ciu-
dadano -no solo- de las arbitrariedades y violaciones del orden jurídico; brin-
dándole previsibilidad delasconductas propiasy ajenas, y desusefectos. En este or-
den de ideas lasgarantíasconstitucionalescontenidasen la norma analizada son el
soporte de la seguridad jurídica queel sistemaconstitucional brinda1.
Si bien desde el aspecto formal esteartículo no ha recibido agregados ni modifi-
caciones a su texto con la reforma constitucional de 1994, lo cierto es que la jerar-
quización constitucional de los instrumentos internacionales sobre derechos hu-
manos efectuada al definir el constituyente reformador loscontenidosdel art. 75,
inc. 22, del texto fundamental, ha redimensionadosu sentido desde una perspecti-
va claramente garantista y pro homine, realzando con ello el sentido libertario del
sistema constitucional argentino.
Lasgarantíasconstitucionales resultan entoncesy en el contexto antes narrado,
el claro andamiaje en que sesustentael derechoa la tutela jurisdiccional queasiste
al habitantede la República.
Desde la óptica de análisis mencionada, ingresaremos en el tratamiento de los
principios, derechos y garantíasconstitucionales, el contenido del debido proceso
legal, los requisitos de legalidad que deben guiar la recopilación de loselementos
probatoriosencaminadosa ser utilizadosen el proceso, y el modeloconstitucional
de encierro propuesto y diseñado por nuestra Ley Suprema.

' Bidart Campos. Manualdederechoconstitucional, 1979, ps. 398y 399.


DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

5 2. Principios, derechos y garantías constitucionales


"Ningúnhabitante de la Nación puedeser penado sin juicio previofundadoen ley an-
terior al hechodel proceso, ni juzgadoporcomisionesespeciales,osacadode los jue-
ces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a de-
clarar contra si mismo; ni arrestado, sinoenvirtud de orden escrita de autoridad com-
petente. Es inviolablela defensa en juicio de la persona y de los derechos".

a) Debidoproceso legal.- El derecho a la tutela jurisdicciona12delaspersonas,


aunque no seencuentreexpresamente formulado en el texto fundamental, ha sido
concebido como eje central del garantismoconstitucionalargentino, y ese1quecla-
ramenteda marcoy sustentoaesta primera partedelart. 18dela CN. El sistemacons-
titucional proponeaquí que losconflictosentre las personasdebenser resueltos pa-
cíficamente, por un "tercero" ajeno a los mismos, a partir de un procedimiento pe-
culiardenominado "juicio" y queintegra la ideade "debido proceso".
En este sentido, la Constitución establece que las penas criminales solo pueden
ser impuestas después de un juicio fundado en ley anterior alproceso. En conse-
cuencia, la privación de un derecho debe derivarse de una sentencia, cuyo presu-
puesto es un juicio en el que no pueden faltar la acusación, defensa yprueba3, y se
halla integrado por el acceso a unjueznatural, el "debido proceso" y la "sentencia
constitucional".
Abonando lodicho, podemosafirrnar queeste procesodebe resultar idóneo pa-
raelejercicioygocedelosderechosdequienessesujetenaéI;ysi bien "... en losins-
trumentos internacionales consta el instituto del 'debido proceso', caracterizado a
partir de una serie de reglas procesales que deben cumplirse en todo proceso, una
definición másafinada lo revela como el derecho intrínseco quetiene todo ser hu-
manoa participar, de manera efectiva yeficaz, en todas lasdecisionesquepudieran

BienseñalaenestepuntoJiménez,concitaaCross&Harris(dr.desuautoría "Elderechoa
la jurisdicción", enAA.W., Garantíasconstitucionales, 1997. p.45). que: "...Siendo la justicia uno
de losvaloresfundamentales quetodoordenamientojurídicodebe perseguir, su realización cons-
tituye misión primordial decualquier Estadoy en definitiva. loquese pretende realizarcon la con-
sagración deestederecho. es la posibilidad de acceso a un proceso no desnaturalizadoque pueda
cumplirconsu misión de satisfacerlaspretensionesqueallíseformulen".
Como antes lo hemos indicado, luego de la jerarquización que el art. 75, inc. 22 de la CN
efectuó respecto de ciertos instrumentos internacionalessobre derechos humanos, el derecho de
defensa en juiciose ha enriquecidoen un sentidoclaramente garantista y pro homine, enfatizán-
dosequetoda persona tienederechoa seroídaenel marcodel proceso penal, perotambiéndelad-
ministrativo civil. laboral fiscal ode cualquier otra índole, con las debidas garantías y en un plazo
razonable, porunjuezotribunalcompetente, independientee imparcial, establecidoconanterio-
ridad por la ley, para sustanciarsecualquieracusaciónque le involucre, o para la determinaciónde
susderechos(dr.arts.8",ap. 1". CADH. 14,ap. l0,PIDCP).
PRIMERA PARTE

afectar susderechos. La eficacia y eficiencia denotan que no basta con el respeto de


merasfórmulas rituales para tener por satisfecho estederecho, sino quesetrata de
una garantía que solo se cumple cuando puede ejercerse el derecho de defensa de
manera certera y efectivaw4.
Tal garantía no amerita restricción de ningún tipo, es extensiva a los procesos
dondesetraten lasdistintasmaterias-penal, civil, laboral,administrativo-, en to-
dassus instancias y etapas. Asimismo aquellos órganosqueejerzan funciones juris-
diccionalesdeberán hacer suyos los recaudos propiosde la garantía en análisis. So-
breel puntoesimperioso,enordenalejerciciodelcontroldeconvencionalidad-que
guía al ordenamiento interno-, amarrarnosa la jurisprudencia de la CIDH, a la ho-
ra dedeterminar la extensibilidad deestagarantía. Esteórgano judicial del sistema
interamericano ha entendido que "... para satisfacer la garantía establecida en el
art. 7.5 de la Convención en materia migratoria, la legislación interna debe asegu-
rar queel funcionario autorizado por la ley para ejercer funcionesjurisdiccionales
cumpla con lascaracterísticas de imparcialidad e independencia que deben regir a
todo órgano encargado dedeterminar derechos y ob¡igaciones de las En
este sentido, el Tribunal ya ha establecido que dichas características no solo deben
corresponder a los órganos estrictamente jurisdiccionales, sino que las disposicio-
nesdel art. 8.1 de la Convención seaplican también a lasdecisionesdeórganosad-
ministrativos. Toda vez que en relación con esta garantía corresponde al funciona-
rio la tarea de prevenir o hacer cesar las detenciones ilegales o arbitrarias, es im-
prescindible que dicho funcionario esté facultado para poner en libertad a la per-
sonasi su detención es ilegal oarbitrariaU5.
Como lo hemos indicado precedentemente,estagarantíacontempla un amplio
conjunto de prerrogativas, entre las quecabe recordar la presunción de inocencia,
el derechoaseroído,a serasistido por un defensor; a noserobligadoadeclararcon-
tra sí mismo; a que la decisión sea tomada por un juez competente, independiente
e imparcial; designado legalmente con anterioridad al hecho del proceso; de él ob-
tener un pronunciamientofundadodentrodeun plazo razonable; y a recurrirelfa-
110 ante tribunal superior. Estas garantías judiciales que nuestro cuerpo legal fun-
damental acuña, se refuerzan con los instrumentos de derecho internacional, en
particular la CADHqueen el inc. ladesuart. 8'consagra lasgarantíasjudicialesge-
nerales exigibles en todo proceso; mientras que el 2" establece las garantías míni-
masque se ledeben asegurara una persona quesea sujeta a un proceso penal.

Ferrer Arroyo, Eldebido proceso desde la perspectiva de la Corte lnteramericana de Dere-


chosHumanos, en "RevistaJurídica de la Universidad de Palermo", año 14. no1. may. 2015, ps.160
y 161.
CIDH, caso "Vélez Loor v. Panamá", 2311 1/10 (Excepciones Preliminares, Fondo, Repara-
ciones~
Costas).
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

Adentrándonosenel debidoprocesopenal, advertimosa poco andar que la nor-


ma incluye -sin agotarla- una clara referencia al principio de legalidad, cuando
exigeque paraqueuna personasea merecedorade una sanción, su conductadebe
subsumirseen una ley del Congreso dictada con anterioridad al hechoqueseleen-
rostra. En esteorden deideas, el principiodelegalidad resultadeaplicación impres-
cindibleen un Estado democrático de derecho, como límite infranqueable al ejer-
cicio del poder punitivo. Lo expuesto implica que el juez solo entenderá como con-
ductas~erecedorasdesanción,soloaq~ellasquevienenformalmentedesignadas
por el legislador; siendo así como se concreta la clásica formulación nullapoena et
nullum crimen sine lege6.
Con relación al concepto de "juicio previo" y particularmente, en lo que respec-
ta al ámbito criminal, esdel casoenfatizar aquíqueel proceso penal ese1 único ca-
mino que la Constitución permitetransitar para que la sentencia quefinalmentese
dicte, pueda ser aplicada. Es también cierto que el proceso constitucional pasa por
distintasetapas, respecto de lasexigenciasen orden a su propiodesenvolvimiento:
posibilidad, probabilidad y certeza jurídica. Según así lo expresa RuizVadillo7, el
mismo consiste en " ... el estado anímico de quien a través de determinadas prue-
bas, admitidas por el ordenamiento jurídico y desarrolladascorrectamente ante el
juezo losjuecesque han de resolver, bajo los principioslegalmenteestablecidos,al-
canza el convencimiento de que el hecho típicamente antijurídico se realizó y fue
cometido por quien esobjeto de acusa~ión"~.
Deallíqueen estecontexto, es indispensableconsagrareste modelodetutelaju-
risdiccional, quesignifica quetodo aquel que crea tener derecho a algo, pueda acu-
dir a un órgano estatal imparcial afin deque lo atienda, verificandosu razón y, en su
caso, haga efectivo el derecho en cuestión. En consecuencia, constituyeesta una só-
lida y real base para afirmar el conceptode "seguridad jurídica", pues no cabe duda
de que el goce de las libertades ciudadanas solo es concebido en el marco de la vi-

Queaún con igual consistencia, poseedistintaformulaciónen el ámbitode losdelitosvin-


culados al derecho internacional de losderechos humanos. Esta interesante cuestión, que excede
caramente los confines de este aporte, puede ser profundizada en el trabajo de Jimenez titulado
Verdad,justiciayderechosfundamentales, publicadoen la Revista "Infojus" (derecho público), no
2, p. 123 y siguientes.
RuizVadillo, Elderechopenalsustantivoyelprocesopenal, 1997
Señalan aquí Riquert y Jimenez (Teoría de la pena yderechoshumanos, 1997, p. 141). que
"... esconveniente hablardeun'debidoproceso(penal)'ensentidoamplio,queequivalealcamino
totalqueel Estadodeberecorrerhasta laefectivaaplicacióndeuna pena(...) loquelleva a nuestros
autores a interpretar que '... desde la función punitiva del Estado, habrá siempre un (antes y des-
pués>delproceso penal, concebido en tal inteligencia y porel otro, que el derecho procesal penal
no puedeconcebirsesin quese loinserteen esavisióntotalizadora'".
PRIMERA PARTE

gencia de las garantías individuales consagradas por el Estado de Derecho, que se


constituye, deeste modo, en el presupuestobásico y fundamental para su vigencia.
Estimamosentonces, queenmarcar el derechoa la tutela jurisdiccional en el ám-
bitodel Estado de derecho significa, en esencia, quees el Estadoquien estatuye le-
galmenteel proceso penal, y luego-comoderivación de la normativa constitucio-
nal-, establece la garantía en cuestión y hace funcionar legalmente el servicio de
justicia.
Nos enseña Maier que la exigencia de juicio previo impone la necesidad de una
sentenciajudicialcondenatoriafirmeparapoderaplicarunapena: "...Juicioysen-
tenciason aquísinónimos, en tanto la sentencia de condenaesel juiciodel tribunal
que, al declarar la culpabilidad del imputado, determina la aplicación de la pena.
Ello emerge del propio texto constitucional cuando exige que ese juicio esté'fun-
dado en ley anterior al hecho del proceso' (art. 18, CN). De manera quesolo un jui-
cio,en tantoconclusión Iógicade un razonamientofundadoen premisas, represen-
tado por el actoquetécnicamente llamarnossentencia, puede estar fundadoen al-
go, para el caso la ley penal previa al hecho, quese juzga (principio de legalidad en
materia penal), una desus premi~as"~.
Respecto del debido proceso en general, cabe destacar que su indicación en la
norma fundamental no se reduce a identificar una serie de pasos ordenados hacia
un fin, sino más bien, a laconsecucióndeun logroconsistentea laconcreción delva-
lorjusticia, salvaguardando en cada caso la garantía de la defensa en juicio del pro-
cesado, a quien se ha de tener por inocente hasta que sea eventualmente dictada
en su contra unasentencia decondenalo.
Intrínsecamente amañado al requisito de juicio previo, emerge el principio de
inocencia, pues ningún habitante puede ser declarado culpable sino por sentencia
firmequeasíloindique. Elloimplicaqueningunasanción leseráaplicable; gozando
a los ojos del juzgador -mientras dure el proceso-, de la misma situación jurídica
que un inocente. Es por ello que para el Estado, la persona sometida a proceso no
puede ser considerada culpable hasta que recaiga sentencia. Así, el debido proceso
constitucional, se encamina a adquirir la certeza necesaria para quebrar la situación
de inocencia; siendo que cualquier duda - a l valorar la prueba colectada-que no
permita avanzar en tal sentido, operará afavor del imputado (in dubiopro reo)".

Maier, Derecho procesalpenal, t. l. "Fundamentos", 2"ed.. 2002, ps. 478 y 479


lo Ha dicho con referencia a este punto Gozaíni (Introduccion a l nuevo derecho procesal, p.
123). que " ... los principiosgeneralesque integrany estructuran al debido proceso legal, partende
comprenderquelagarantíaconsagradaenelart. 18de la CNrequiere, porsobretodaslascosas.que
nose privea nadiearbitrariamentede la adecuada y oportuna tutela de losderechosque pudieran
eventualmenteasistirley quedicho procesoconcluya conel dictadode una sentencia fundada"
l1 Maier, Derechoprocesalpenal, t. l. "Fundamentos", 2"ed.. 2002, ps.490 a495.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 18

Un componente central del debido procesoeselderechodedefensa. Señalada la


persona como posible autor o partícipe de un hecho punible, debe poder ejercer su
derecho a defensa durante todas lasetapas del proceso, incluyendo la ejecución de
la pena que se resuelva imponer. En el caso "RuanoTorresy otrov. El Salvador", del
511 011 5, laCortelnteramericanadeDerechosHumanos hasubrayadoque "... el de-
recho a la defensa se proyecta en dosfacetas dentro del proceso penal: por un lado,
a través de los propios actos del inculpado, siendo su exponente central la posibili-
dad de rendir unadeclaración libresobre los he~hos~ueseleatribu~en y, porelotro,
por mediodeladefensatécnica,ejercida por un profesional delderecho, quiencum-
plelafunción deasesorar al investigadosobresusdeberesyderechosyejecuta, inter
alios, un control crítico y de legalidad en la producción de pruebas. La Convención
Americana rodea de garantías específicas el ejercicio tanto del derecho de defensa
material, por ejemplo, atravésdelderechoa noserobligadoadeclararcontrasímis-
mo (art. 8.2.9) o lascondicionesbajo lascuales una confesión pudiera ser válida (art.
8.3), comode la defensa técnica (...)La Cortesuprema deJusticia dela Naciónde Ar-
gentina ha considerado que cuando 'la lectura del expediente pone al descubierto
una transgresión a la garantía constitucional de la defensa en juicio de tal entidad
que, másallá de cualquier imperfección en la habilitación de la competencia del Tri-
bunal para conocer de los agraviosexpresados, afecta lavalidez misma del proceso,
dicha circunstancia (...) debeser atendida y resuelta de modo prioritario a cualquier
otra cuestión que se haya planteado. Ello es así, pues constituye una exigencia pre-
via emanada de la función jurisdiccional dedicha Corte el control, aun de oficio, del
desarrollo del procedimiento cuando se encuentran comprometidos aspectos que
atañen al orden p ú b l i ~ o ' " ' ~ .
Podemos mencionar asimismo, que elderecho a defensa implica no solo el de-
rechodeigualdadprocesal(referenciadocomo "igualdad dearmas") sino también
elderecho de audiencia previa, la violación de ambos acarrea la nulidad del proce-
so y encamina al Estado a responder internacionalmente por tales incumplimien-
tos. Uno de los presupuestos básicos de este derecho es el principio de intimación
queconsisteen que la personasindicada como posible responsable, conozca desde
el primer momento loscargosqueobran en su contra y en particulartodosaquellos
quesostienen laacusación, con el fin dealcanzar refutar la acusación, ofreciendo la
prueba dedescargo queel caso amerite.
Por tal razón, es que recae sobre el Estadoel deber de hacer saber no solo el he-
choque se le imputa, sino también losfundamentosprobatoriosdeesaacusación y
su calificación legal.Todolocualdebeser presentadoante losojosdel inculpadode
manera clara, detallada, e integral, para que pueda cabalmente presentar su ver-
sión delos hechosante el órgano jurisdiccional.

l2 CIDH, SerieC, n"303.2015.


PRIMERA PARTE

Aestafaz material, habremos desumar lafaztemporal de este derecho, pues el


tiempo, en más o en menos, impacta de lleno en el ejercicio de estederecho. Así, la
dilación indebida de un proceso judicial, podrá hacer incurrir al órgano gestor del
procesoen un supuestodedenegación dejusticia. Redundatambién negativamen-
te, el tiempo exiguo que se dé para que el defensor del encartado pueda preparar
efectivamentesu acto de defensa.
Abordando ahora la garantía que hace a la duración razonable delproceso, ca-
be destacar que si bien ella es insoslayable para la actuación de cualquier rama del
derecho, resulta ser en el ámbito del proceso penal, una exigencia particularmente
relevante. Es que esta idea de "rapidez" en materia penal se conecta indefectible-
mente con la regla de tutela judicial efectiva, y es demandada así por cada prota-
gonista del proceso criminal: la sociedad, representada por el Ministerio Público;
también por la víctima y por el propio acusado, a quien no se lo debedejarsinedie
en estado de sospecha.
Estagarantía intentasuperar la dolorosa realidad latinoamericana,consistente
en que la crisis de su sistema penal y la ausencia de controles eficaces y garantiza-
dores han hecho que las ya conocidas "demoras judiciales" se convirtiesen en una
modalidad de injusticiavirtualy constante. Cabe por ello y en cada momento histó-
rico de la República, requerir queel derecho interno determinecon claridad quées
un plazo razonable, en términos del art. Bodela CADH.
Claramenteestagarantíaesextensibleatodotipodeproceso,yson criteriosper-
tinentes para analizar su vigencia efectiva, los indicados por la jurisprudencia de la
Corte lnteramericana de Derechos Humanos, a saber: complejidad del asunto, acti-
vidad procesal del interesado, conducta de las autoridades judiciales y afectación
generada en lasituación jurídica de la persona involucrada en el procesoI3.La Cor-
te ha subrayado que en casos complejos "...es necesario tener en cuenta la com-
plejidad de la prueba, la pluralidad de sujetos procesaleso la cantidad devíctimas,
lascaracterísticasdel recursoconsagradasen la legislación interna y el contexto en
el aue ocurrió la violación, asícomo la naturaleza de las acusaciones, el número de
acusados y la situación política y social reinante en el lugar y tiempo de la ocurren-
cia de los hechos" 14.
Este andamiaje jurídico se ve reforzado luego de operada la reforma constitu-
cional de 1994, con la jerarquización constitucional de los más relevantes instru-
mentos internacionales en materia dederechos humanos15.

l3 Caso "Comunidad Indígena Xakmok Kasekv. Paraguay", 24/8/10 (Fondo, Reparaciones y


Costas).
l4 Caso "Comunidades Afrodescendientes Desplazadas de la Cuenca del Río Cacarica (Ope-
ración Génesis)~.Colombia". 2011 1/13 (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparacionesy Costas).
l5 Así, el art. 1.1 de la CADHseñala en lo pertinente, que: "LosEstadosPartesen esta conven-
ción se comprometen a respetarlosderechosylibertadesreconocidosen ella yagarantizarsu libre
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

En concreto, el así denominado derecho a la jurisdicción se integra de uso, por


tres fases: la primera, el acceso al juez natural; la segunda, el debido proceso legal,
y la tercera, la sentencia constitucional.

Referenciajurisprudencia1
1- "Cuando el art. 18 de la CNdispone categóricamenteque ningún habitantede la
Nación será penado sin juicio previo, establece el principio dequetoda persona debe
ser consideraday tratada como inocentede losdelitosquese le imputan hasta queen
un juicio respetuosodel debido proceso sedemuestre lo contrario mediante una sen-
tencia f irme".
"Si bienlasentenciaapelada nosatisfaceelderechodel imputadoaquesucondenasea
revisada deconformidadcon los mandatosquederivan de la presunción de inocencia,
nocorrespondequelacausaseadevueltaparael dictadodeuna nuevadecisión(art.16,
parte 13 ley 48), ya que ello implicaría continuar dilatando una situación de indefini-
ción reñidaconel derechodedefensay el debido procesoysetraduciríaen la lesióndel
derecho que tiene todo imputado a obtener un que defina su posi-
ciónfrentea la ley y a la sociedad, y ponga término al estado desospecha que importa
la acusación de haber cometido un delito, mediante una sentencia que establezca, de
una vez y para siempre, su situación frente a la ley penal". [CSJN, 25/10/16, "Carrera,
Fernando Ariel s/Causa no8398", CSJN-Fallos, 339:1493].

2- "El sistema degarantíasconstitucionalesdelprocesoestáorientadoa proteger los


derechos y no a perjudicarlos: de ahí que lo esencial sea que la justicia repose sobre la
certeza y la seguridad, lo quese logra con la justicia según ley, quesubordina al juezen
lo concreto, respetando las limitacionesformalessin hacer prevalecertampoco la for-
ma sobre el fondo, pero sin olvidar que también en las formas se realizan las esencias
(CSJN-Fallos, 315:106y 329:5903)". [CSJN, 7/7/15, "Becerra, JuanJoséc.Calvi, Juan Ma-
ría y otrosKumplimiento decontrato", CSJN-Fallos, 338:552]16.

3- "La reedición de cuestiones precluidas para anular la absolución del imputado


constituyeunaclaraviolacióndelderechodedefensaenjuicioyeldebidoproc~socon-
sagrados en el art. 18 de la CNy en el art. 8.1 de la Convención Americana sobre Dere-
chos~umanos".[ C S J N . ~ ~ / ~"8eliz,GustavoOsvaldos/Causano14.621
I~, ",CSJN-Fa-
Ilos, 338:875].

ypleno ejercicios toda personaque estésujeta asujurisdicción, sin discriminaciónalguna pormo-


tivosde raza, color, sexo, idioma, religión, opinionespolíticasodecualquierotra índole, origen na-
cionalosocial,posición económica, nacimientoo cualquierotra condiciónsocial". Asuvez, su art.
8.1 reza en lo pertinente. que: "Toda persona tiene derecho a ser oída (...)por un tribunal o juez
competente ...". Y complementandoa las normasanteriores,el art. 7.6, refiereque: "... Todaper-
sona privada de la libertad tiene derecho a ser llevada sin demora ante unjuezo tribunal compe-
tente ...".
l6 CSJN, resúmenesdecasosrelevantes2015, en http:llwww.csjn.gov.ar, p. 84
PRIMERA PARTE

4- "Frenteal fundado reclamo del interesado y la desaprensiva actuación del tribu-


nal a quodemostradaen la dilación-másdecinco años-dedar, enforma oportuna,
el adecuado cauce legal a las actuaciones, se configura unverdaderosupuesto de re-
tardodejusticia, queafecta la garantía constitucionalde defensa enjuicio que incluye
elderechoaobtenerunpronunciamientorápidodentrodeunplazo razonable, por lo
que-conarregloa lo dispuesto porelart.24, inc. 5"deldecr.-ley 1285158-, correspon-
de emplazar a los magistradosqueintegran la sala para queen el plazo de cuarenta y
ocho horasderecibida esta incidencia leimprimaneltrámite previstoalrespectoenel
Código Procesal Penal de la Nación y la resuelvan a la brevedad". [CSJN, 22/5/13.
"Adriana Reisfeld, DianaWassneryJorge LewdQueja por retardodejusticiaenautos.
'Galeano, Juan JoséslCausa n08987"', CSJN-Fallos, 336:477].
5- "Esta Cortejuzgóque la calificacióndedelitosdelesa humanidadestá sujeta a los
principiosdeljuscogens del derecho internacional y que no hay prescripción para los
delitosdeésa laya". [CSJN-Fallos, 318:2148].

b) Jueznatural, imparcia1eindependiente.- El "jueznatural" eselque hasido


creado por lasleyesdel paísydotadopor lasmismasconlajurisdicción respectiva, por
lo que el principio que refiere que todo habitante de la Nación Argentina tiene de-
recho a ser oído por el tribunal o juez instituido por ley para conocer de esa litiscon
anterioridad al hecho que se juzga, constituye la garantía del jueznatural, tratán-
dose estede un concepto institucional (tribunal creado por la ley) y no personal.
Lostribunalesargentinos han indicadoen modo pacífico e invariable, cuatro ca-
racterísticasquedebe reunir el principiode"juez natural": a) competente; b) im-
parcial; c) independiente; d) establecido con anterioridad por ley. "... La noción
de justicia independiente e imparcial es, entonces, un requisito de validez para el
proceso, y una garantía que promete la jurisdicción. A veces depende de factores
externos, como decisiones políticas(v. gr., cuando sedesignan juecescomisionados,
de excepción, con incompetencias manifiestas, etcétera), o situaciones de excep-
ción (v. gr., gobiernos de facto, dictaduras, estados desitio, etcétera) quecompro-
meten la regularidad del trámite y socavan los cimientos del debido proceso; en
otras, se ponderan las calidades de la función y, en consecuencia, la independencia
e imparcialidad pasan a la condición devalores. Cabeaclarar que la independencia
a laquenosreferimosserelacionacon la autonomía quetieneun juez para resolver
liberado de influencias y hostilidades, sin tratar en el punto la independencia fun-
cional como Poder Judicial del EstadonT7.
Son por su parte "comisiones especiales" las que las legislaturas o el Poder Eje-
cutivo designasen para conocer y juzgar en casos determinados, como también

l7 Gozaíni, "Garantías constitucionales del proceso civil", en Constitución de la Nación Ar-

gentinaynormascomplementarias.Análisisdoarinalyjurisprudencial. Daniel Sabsay (dir.)-Pablo


Manili (coord.), 2009. p. 765.
95 DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 18

aquellas personas que el Poder Ejecutivo pudiese nombrar por sí mismo, sin llenar
los requisitos establecidos por la Constitución y las leyes para ejercer la función de
administrarjusticiaal pueblo18.Conestaregulaciónseconsagraaquíelprincipiode
la igualdaden la jurisdicción.
Enseña el constitucionalista Midónlg,que el creciente proceso dedeterioro insti-
tucional producido en nuestras instituciones hasta la recuperación democrática en
1983,enfatizódiversosmodosdeflagrantesviolacionesalagarantíadejueznatural,
desde el funcionamiento de "comisionesespeciales", identificando a estas últimas,
con los órganos transitorios o permanentes, concebidos particularmente para juz-
gar a uno ovarios hechos previamente sustraídos al conocimiento de sus jueces na-
turales20. "Si la jurisdicción consiste, en general, en la potestad de administrar jus-
ticiay lacompetenciaen ladistribuciónque hacela leydelasdiferentesesferasdeco-
nocimientodelostribunalescon baseen criteriosde materia,gravedadocuantía, te-
r r i t o r i o grado,
~ tanto la jurisdicción como lacompetencia, son partedel debido pro-
ceso, pues garantizan que los conflictos sean resueltospor los tribunales regulares,
en I a f o r m a d i ~ h a " ~ ~ .
Respectodeldebidoprocesoengeneral, cabedestacar queel expuestoen la nor-
ma fundamental no se reduce a la identificación de una serie de pasos ordenados
hacia un fin, sino más bien a la consecución de un logro consistente a la concreción
del valor justicia, salvaguardando en cada caso, la garantía de la defensa en juicio
del procesado, aquiense hadetener por inocente hastaqueseaeventualmentedic-
tada en su contra una sentencia d e ~ o n d e n a ~ ~ .

l8 Ha expuestosobre esta cuestiónGonzálezCalderón (Derecho constitucional), que" ... de-


beconsiderarsecomoprincipioesencialenesta materia,establecidoclaramenteenlaConstitución,
quecuando esta ha dicho que ningún habitantede la Nación puedesersacadode losjuecesdesig-
nados por la ley antesdel hechode la causa, no ha querido solamenteque la ley haya creadoel tri-
bunal, sinotambiénqueeljuezo reemplazante legalestéenfunciónoen aptituddeestarlo, antes
del hechoque motiva la causa".
l9 Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 1997. p. 278y siguientes.
20 Señala por ello Midón (Manualde derecho constitucionalargentino, 1997, p. 278). como
algunos casos de comisiones especiales, a la Junta de Recuperación Patrimonial creada por decr.
5144/55,confacultadesjudicialescomolasdearrestarpersonas, incomunicarlas.allanardomicilios.
incautarsede papeles privados, etcétera, justificado luego suaccionar por la Alta Cortede Justicia
de la Nación (cfr. CSJN-Fallos, 238:123).Tambiénel gobierno del Procesode ReorganizaciónNacio-
nal utilizó un procedimiento análogo, instituyendo por decr. 3245, la CONAREPA, también conva-
lidada a su tiempo por la CSJN (LL, 1982-D-92; y LL, 1984-A-505)y aún la creación dedeterminados
casosdetribunales militaresconcompetencia para juzgarel accionardeciviles, tal elcaso de lodis-
puestoporley21.461.
21
Rodriguez Rescia, El debido proceso legaly la Convención Americana sobre derechos hu-
manos, en http:llwww.corteidh.or.crltabla.
22 Ha dicho con referencia a este punto Gozaini, Introducción alnuevo derecho procesal, p.
123). que" ... los principiosgeneralesque integrany estructuran al debido procesolegal, partende
PRIMERA PARTE

El alcance de esta garantía ha sido dimensionadoa travésde losdistintosprece-


dentestratados por nuestra Corte Suprema en la última década: "Quiroga", CSJN-
Fallos, 327:5863, "Llerena", CSJN-Fallos, 328:1491y "Dieser",CVN-Fallos, 329: 3034.

i Referenciajurisprudencia1

1- "Que en este contexto, la imparcialidad del juzgador puede ser definida como la
ausencia de preiuicioso
. . interesesdeestefrenteal casoquedebedecidir,tanto en rela-
cióna laspartescomoa la materia.Asíporejemplo, loexpresa Ferrajoli:'esindispensa-
ble para quesegaranticelaajenidad del jueza losdosinteresescontrapuestos(...) Esta
imparcialidad del juez respecto de los fines perseguidos por las partes debe ser tanto
personal como institucional'(Ferrajoli, Luigi, Derechoy razón, trad. Ibáñez, Perfecto
Andrés,Trotta, Madrid, 1995, p. 581)".
"Puedeversela imparcialidaddesdedospuntosdistintos,unoobjetivoy unosubjetivo.
El primerenfoqueamparaaljusticiablecuandoestepuedatemerlaparcialidaddeljuez
por hechosobjetivosdel procedimiento, sin cuestionar la personalidad, la honorabili-
dad, ni la labor particulardel magistradoquesetrate; mientrasqueel segundo involu-
cra directamente actitudes o intereses particularesdel juzgador con el resultado del
pleito". [CSJN, 17/5/05, "Recursode hechodeducido porel defensoroficial deHoracio
Luis Llerenaen la causa Llerena, Horacio Luiss/Abusodearmasylesiones"-arts. 104y
89, CP- causa no32211.
2- "Los jueces, en contraste con quienes son designados en una lista para intervenir
en casos excepcionales cuentan -al momento de asumir la función provisoria- con
una designaciónajustada a los procedimientosque,conformea la Constitución Nacio-
nal, los habilitan a administrarjusticia en forma independiente e imparcial, aseguran-
do lasgarantíasconstitucionalesyconvencionalesdelosjusticiables-confr.'Aparicio'
cit., consid.24-( ...) losjuecesgozandelagarantíadeestabilidadypermanenciacomo
forma deasegurar su independencia (CSIN-Fallos, 314:881 y 749; 315:2386; 324:1177y
325:3514)". [CSJN,4/11/15, "Uriarte, Rodolfo Marceloyotroc.Consejodela Magistra-
tura de la Nación dAcción meramentedeclarativade inconstitucionaIidad"].

"El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles


privados; y una ley determinará en qué casosy con qué justificativos podrá proceder-
se a su allanamientoy ocupación".

La Constitución Nacional garantiza que el domicilio de la persona es inviolable.


Deallideriva la circunstancia deque losallanamientos de domiciliodeben ser efec-
tuados con estricto respeto a las formas legales, so pena de invalidarse los procedi-

comprenderquelagarantíaconsagradaenelari. 18dela CNrequiere, porsobretodaslascosas,que


nose privea nadiearbitrariamentede la adecuada y oportuna tutela de losderechosquepudieran
eventualmenteasistirleyquedicho procesoconcluyacon el dictadode una sentencia fundada".
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

mientosefectuadosen violación a tal regla. Así, la eminente jerarquía que presen-


taen nuestrosistema constitucional la inviolabilidaddedomicilio, debeserconcor-
dada al igual que el derecho a la inviolabilidad de la correspondenciay los papeles
privados, con el interés social en la averiguación de los delitos y un correcto y razo-
nable ejercicio del poder de policía estatal23.
Esen definitiva, el propiotexto fundamental el queasí lo prevé cuandoautoriza
en la mismacláusula, la reglamentación del mencionado derecho, mediante una ley
quedebedeterminarenquécasosy conquéjustificativos, podrá procederseasualla-
namiento u ocupación. Resultaevidente,enestesentido, que la íntimaconexión ha-
bida entre la inviolabilidad del domicilio (en particular, de la "morada"), y la digni-
dad de la persona, loque obliga a extremar recaudosal reglamentar tal cláusula.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación tuvo ocasión de ratificar esta regla, al
fallar los obrados " F i ~ r e n t i n o " ~relacionando
~, la inviolabilidad del domicilio y los
papeles privados, con el derecho a la privacidad que consagra la primera parte del
art. 19de la CN. En el caso, ya1evaluar la maneraenquela policía había ingresadoal
domicilio en cuestión, invalidó el así denominado "consentimiento i res unto", en-
tendiendoqueel avalofrecido por la familia del detenido para el ing;esoasu hogar
se encontrabaviciado por la presión ejercida por los preventoresal interrogarlos.

C) La regla de «exclusión».- Lógicamente, deriva de tal garantía el resguardo


quecadaciudadanotieneanteel ejerciciode poder quedetentael Estadoen la bús-
queda de la verdad procesal, y es por ello que el principio de libertad probatoria,
particularmentevigente en las investigaciones penales, encuentra su valla infran-
queableen estagarantía. Para evitar llevar adelante su incorporación al procesoen
violación a lasgarantíasconstitucionales, comienza afuncionar la regla de laexclu-
sión probatoria. Así, tanto la prueba obtenida ilegalmente, como la que derivede
esta manera, ya fuese ella directa o indirecta, no puede ser valorada por el órgano
jurisdiccional. Esta última referencia aludea laasídenominada "doctrinadelosfru-
tos del árbol envenenado", aplicable no solo para la garantía en análisis sino tam-
bién para aquella que asegura el derecho de no declarar contra sí mismo, recha-
zando particularmente la confesión obtenida por medios ilegales.
Según se lo ha señalado con acierto: "... La regla de exclusión fue receptada en
nuestro país-por primeravez-en el casolCharles Hermanos', en el cual, merced
a un allanamientosin orden judicial, seincautan documentosque luego se preten-
de utilizar contra los imputados. Sostuvoallí la Cortesuprema de Justicia, la invali-
dezprobatoriadetalesinstrumentos, puestoque, siendo losmismosel resultadode
unasustraccióny deun procedimiento injustificabley condenado por la ley,aunque

23 Jiménez, Derecho constitucionalargentino, t. ll.


24 Cfr. CSJN, "Fiorentino, Diego Enrique". CSJN-Fallos. 306:1752. año 1984.
PRIMERA PARTE

se lleva a cabocon la finalidad dedescubriry perseguir un delito0 de una pesquisa


desautorizada y contraria a derecho, la ley, en el interésde la moral y de la seguri-
dad y secreto de las relaciones, las declara inadmisibles. Similar criterio mantuvo el
AltoTribunal en Ioscasos'Montenegro', en quese invalidan losdichosdel imputa-
do que permiten encontrar mercadería robada al habérselos obtenido mediante
torturas, y 'Fiorentino', en que el ingreso a un domicilio sin orden de allanamiento
permiteencontrar drogas"25.

m Referenciajurisprudencia1

1- "Noesviolatoriodel art. 18de la CNel procedimiento porel cual la policía, al de-


tener a una persona porconsiderarla infractora de la ley dejuegos, lesecuestró losso-
bres de correspondencia recién retirados del correo por ella y los entregó al juez ins-
tructor, sin haberlosabierto". [CSJN, 1937, "PabloSiganevichs/lnfraccióna la ley2313
desanta Fe", CSJN-Fallos, 177:380].
2- "La correspondencia certificada está fuera de la jurisdicción de la Aduana y es in-
violable, pero puede ser abierta por mandato judicial, con el objeto de descubrir un
delito". [cfr. CSJN-Fallos, 135:57].
3- "Queel art. 18de la CNestableceque'el domicilioesinviolable (...), y una ley de-
terminará en que casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y
ocupación'. Se consagra así el derecho individual a la privacidaddel domicilio de todo
habitante-correlativo del principio general del art. 1% en cuyo resguardo se deter-
minalaqarantíadesuinviolabilidad.oponibleacualquierextraño,seaparticularofun-
-
cionario público. Si bien la cláusula constitucional previó la reqlamentación
- del tema
porvía de una ley, son diversas las leyesespecialesquecontienen disposicionessobreel
modo en que puede efectuarse el allanamiento en determinadas materias, y en parti-
cularesen algunasconstitucionesyen loscódigosde procedimientoslocalesdondese
regulan las excepcionesa la inmunidad de domicilio. Aunque en rigor no resulta exi-
gencia del art. 18que la ordendeallanamientoemanedelosjueces, el principioesque
se reconoce a los funcionarios la posibilidad de obviar tal recaudo (...) por otra parte,
admitidoquefueen lasentenciaquelos progenitoresnoautorizaronel allanamiento,
aparece carente de lógica derivar la existencia de un supuesto consentimiento tácito
por ausencia de oposición expresa al registro, cuando ya se había consumado el ingre-
so de losextrañosa lavivienda, máximesisetiene en cuenta el modo como sedesarro-
llaron los hechossegúnsurgedelostestimoniosdefs. 104y 115. Esperar unaactitudde
resistenciaenesecaso importaría reclamaruna postura noexigibleconarregloa la con-
ducta ordinaria de las personas. LoexpuestoyIafalta deextremosdenecesidadque im-
pidieran proceder de acuerdo a la ley recabando la pertinente orden judicial, lleva a
concluirenlailegitimidaddel allanamiento.Queenconsecuencia,establecidaenelsub

25 Anselmino, Lasgarantías constitucionalesyla regla de exclusiónprobatoriaen el proceso


penal. en"Anales", no42,2012.sedici.unlp.edu.arlpp.116.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

lite la invalidezdel registrodomiciliario, igual suertedebecorrerel secuestro practica.


do en esascircunstancias". [CSJN, "Fiorentino", CSJN-Fallos, 306:1752].

"Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie
detormentoy losazotes. Las cárcelesde la Nación serán sanasy limpias, para seguri-
dad y n o para castigode los reosdetenidos enellas, y t o d a medidaquea pretextode
precaución conduzca a mortif icarlos más allá de l o que aquella exija, hará responsa-
bleal juezque laautorice".

En lo que se refiere a las penas26,el texto fundamental prohíbe enfáticamenteel


establecimiento de la pena de muerte por causas políticas27,y además, los tormen-
tos y azotes28,señalando asimismo, que las cárceles de la Nación deben ser sanas y
limpias, para seguridad y no para castigo de losdetenidos en ellas.
Respectodelasgarantíascarcelarias,cabeseñalarqueunavezterminadoelpro-
ceso constitucional con el dictado de una sentencia condenatoria, y aún antes, da-
da la excepcional circunstancia del encarcelamiento de un ciudadano durante el
proceso, el propiotextosupremoseñalaque lascondicionesde detención nodeben
exceder de aquella mortificación propia de la pena impuesta y a ser cumplida, o las
propias de una encarcelaciónpreventiva.
En consecuencia, las garantías para aquellas personasque han sido privadas de
su libertad, se concretan en el contextoy a partir de la fórmula constitucional, que
alexpresarque "... lascárcelesson paraseguridady noparacastigodelosreos",de-
ja traslucir el implícito fin de la readaptación social. Ello ha sido expresamente rati-
ficado por el art. 5.6'dela CADH, en tantoenunciaque: "... laspenasprivativasde
la libertad tendrán como finalidad esencial, la reforma y readaptación social de los
condenado^"^^. Esta norma se complementa con los arts. So, inc. 2" de la CADH, 25
dela DADHy 1Odel PIDCP, desdeel art. 75, inc. 22de la norma fundamental citada.

26 Debemosaquiresaltarelrnandatodelart. 17delaCN,relacionadoconelpresente, y porel


quese prohíbe la confiscaciónde bienes, concebida como pena. Desde ya que esta prohibición no
impide el decomiso del producido de delitos reguladoen el art. 23 del CP, que no es otra cosa que
la pérdida de lasgananciasquegeneróel delito perpetrado.
27 Aunqueen los hechos, luegodeladerogacióndelCódigodeJusticiaMilitar(dr. ley26.394).
y lo dispuesto en el art. 4'de la CADH, la pena de muerte no podría ser reimplantada entre noso-
tros. si no se reformase previamente la Constitución y se quitara por esa vía la jerarquía constitu-
cionalqueel reformadorde 1994leotorgóa eseinstrumento internacionaldederechos humanos.
28 Tambiéndefinen la prohibiciónpara imponertratoscrueles, inhumanosodegradantes, los
arts.4.3de la CADHy 7"del PIDCP, en linea con la EnmiendaVlll de la Constitución estadounidense.
29 Cabedestacaraquíquesi bien la normativa de nuestrosistema constitucional instituyeco-
mofin de la penael de la readaptación social, noexcluyeotrosfinesdeella, aunqueclaramente, in-
terdicta al régimen carcelario como modalidad de castigo. En este sentido, señala el art. 5.2 de la
Art. 18 PRIMERA PARTE 100

Claramente tal normativa, en consonancia con la Reglas Mínimas para el trata-


miento de reclusosde las NacionesUnidas-vía art. 18, CN-, resultan un estándar
de aplicación internacional hacia las personas privadasde libertad quese encuen-
tran en el país.
Desdeel plano infraconstitucional, entre todas las n o r m a s ~ i g e n t e sel~ Código
~,
Penal argentino en su art. 144 ter, sanciona "... con reclusión oprisión de ocho a
veinticinco añose inhabilitación absoluta yperpetua e l funcionariopúblico que im-
pusiere a personas, legítima o ilegítimamenteprivadas de su libertad, cualquiercla-
se de tortura.
Esindiferente que la víctima se encuentrejurídicamentea cargo del funcionario,
bastando que este tenga sobreaquella poder de hecho.
Igualpena se impondrá aparticularesque ejecutaren los hechosdescritos.
2) Sicon motivo uocasión de la tortura resultare la muerte de la víctima, la pena
priva tiva de libertadserá de reclusión o prisión perpetua. Sise causare alguna de las
lesionesprevistasenelart 91, lapenaprivativa delibertadserá dereclusiónoprisión
de diez a veinticinco años.
3) Por tortura se entenderá no solamente los tormentos físicos, sino también la
imposición desufrimientospsíquicos, cuando estos tengan gravedadsuficiente".
Sobre esta normativa, la doctrina destaca la naturaleza pluriofensiva del delito,
involucrandotambién la libertad en su sentido másextensoyamplio, comprendien-
do la integridad psíquica y moral de la persona, lavida, la dignidad humana, el ho-
nor. En este marco, la prohibición absoluta de la tortura pertenece hoy en día al do-

CADH que: "... Toda persona privada de libertadserá tratada con el respeto debido a la dignidad
inherente alserhumano".
30 "Ley 24.660 de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad. Decr. 18/97: Reglamentación
del art. 33 de la ley 24.660. Decr. 1136197: Reglamentación del Capitulo IXde la ley 24.660. Decr.
396199 de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad. Decr. 1139100: Reglamentación de la ley
24.660. Decr. 807104: Reglamentacióndel art. 174de la ley 24.660. Decr. 303196: Reglamento Gene-
ral de Procesadosque, noobstanteseranteriora la ley24.660continúavigentecon lasreformas in-
troducidas por losdecrs. 18197y 1634107.Anivel provincial, cada una de lasveintitrésprovinciasar-
gentinasy la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dispone de un Código de Procedimientosen Ma-
teria Penal y demás legislación pertinente. El principal distrito penitenciario, la provincia de Bue-
nos Aires. aplica la ley 12.256queapruebasuCódigode Ejecución Penalytambién lasdisposiciones
nacionales. Entodo el paislostribunalesfederalesaplican la legislaciónfederal y la ley 24.660. Las
normas legalesy reglamentariasespecificasque regulan la actividad del Servicio Penitenciario Fe-
deral son las siguientes: Constitución Nacional. Ley Orgánica del Servicio Penitenciario Federal,
aprobada por la norma defactoquellevael n020.416."RespuestasalCuestionariodeConsultacon
Motivo del InformeTemáticosobreDerechos Humanosde las Personas Privadasde Libertad en las
Américas", Relatoría sobre los Derechos de las Personas Privadas de la Libertad, Comisión Intera-
mericana de Derechos Humanos,APDH, 2009.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

miniodeljuscogensinternacional, y adscribea toda la dimensión del derecho inter-


nacional de losderechoshumanos, entendiendoquetal obligación nodebesuspen-
derse siquiera en lascircunstancias másdifícilesque puedeatravesar un Estado3'.
En esta línea de análisis, consideramos importante enfatizar en la problemática
de la sobrepoblación carcelaria por la que atraviesa el sistema. En tal sentido, los re-
cursosque sedisponen para sobrellevar la obligación autoimpuesta, obviamentese
encuentransobrepasados,sinquesepueda advertiraquíunapolíticadereversión32.
El informedelaño201 5, sobreel estadode lascárcelesfederalesargentinasefec-
tuado por la Procuración Penitenciaria de la Nación Argentina, describe las princi-
palesvulneracionesa losderechos humanosdetectadasduranteel encierro33.

' Bombini - Diorio, "Torturas", en Código Penal. Comentado. www.pensamientopena1.


com.ar, ps. 6y 7.
32 "... Durante los últimos años la población privada de libertad en Argentina ha crecido de
forma ininterrumpida. Basta conver la evolución de la tasa de encarcelamiento, que según las es-
tadisticasoficiales para 2015trepó a 168.5 personas presascada 100.000 habitantes, para identifi-
car queel incrementose produjotantoen términosabsolutoscomo relativos. Esta tendencia se ha
re~licadoenelSPF.donde-oara hacerfrentea la crecientedemanda decu~o-desde2014seam-
plió progresivamente la capacidad dealojamiento de los establecimientos penitenciarios, sin con-
siderarciertoscriteriosobjetivosae habitabilidad. Pesea estas medidas, sedetectaron algunosfo-
tos de sobrepoblación en los complejos penitenciarios que alojan a varones adultos del Afea Me-
tropolitana de Buenos Aires. Durante las primeras semanas de2017 en las cárcelesfederalesse ha
.
vueltoa suoerarel récord históricode Dersonasdetenidas.. Deroademásdesdeel20deenerose re-
gistra sobrepoblación general, es decir, hay más personas encarceladasque la capacidad total de
alojamiento del sistema penitenciario. Y a pesar de que se volvió a incrementar el cupo de aloja-
miento declarado. nose ha podido contenerel fenómeno". La ProcuracionPenitenciaria alerta de
la existencia de sobrepoblación deSewicio Penitenciario Federal, en www.ppn.gov.ar, p. 1.
33 "... La producciónde muertes bajocustodia se encuentra íntimamente relacionada con la

regularidad y sistematicidad de una diversidad de prácticas estatales vulneradoras de derechos,


quesuelenocurrircomplementariamente. Esteorganismohapodidoadvertirlaintima relaciónen-
tre esos fallecimientos y la vigencia del recurso a la violencia para gestionar la prisión, el uso exa-
cerbadodel confinamientoen solitario, la cancelación delacceso a derechoseconómicossocialesy
culturales (enpamculara una atencion a la saludyalimentacion adecuadas), y la obt~racióndevi-
as legitimas de reclamo y petición condicionanoo a las personas detenidas al inicio de medioas de
fuerza extremas. Estas prácticas penitenciariasson observaoas regularmentejuntoa un oébil con-
trol juaicial. un LISO irreflexivo de la prisión preventiva (y restrictivo de meoidasalternativas al en-
cierro), y la falta deeficacia y exhaustividaden lascausasjudiciales iniciadas precisamente para in-
vestigar esas muertes, cuando se inician. Esas prácticas estatales, claramente lesivas de derechos
fundamentales, atraviesan latotalidaddelsistema penitenciariofederal.auncuandosevean con-
centradas en lasdenominadas prisionesde máxima seguridad paravaronesadultos. Esefenómeno
de concentración se refleja también en la desigual distribución espacial de fallecimientos bajo cus-
todia, observada a su vez ante las agresionesfisicas de agentes penitenciarios y el uso del aisla-
miento". Informeanual2011 Lasituacióndelosderechoshumanosenlascárcelesfederalesdear-
gentina, en www.ppn.gov.arlsites/defaultlfiles/Resumen, ps. 8 y 9 (el resaltado nos pertenece).
PRIMERA PARTE

En la Argentina, el derecho internacional de los derechos humanos hafavoreci-


do yfortificado la justiciabilidad de losderechossocialesy en particular el derecho
a lasaludde la poblaciónengeneral. Perocuandonosadentramosenel universode
las personas privadas de libertad, los instrumentos dederechos humanos no logran
penetrar 1osmuros.Sepresentan comoparchesdecontenciónante la profundaero-
sión de los derechos sociales -entre otros- que se les niegan a quienes en princi-
pioselesprivadela Iibertadatravésdelencierro. Deellodan cuenta, nosolo lospro-
nunciamientosjudiciales de la última década, sino los estudiose informes presen-
tados por las distintas organizaciones gubernamentales que se ocupan de este co-
lectivo,antelaComisión lnteramericanadeDerechosHumanos34,aligual que lo ha
efectuado la Relatoríasobre los Derechosde PersonasPrivadasdeLibertad en su úl-
timo informesobre la República Argentina no 15111635.
Sin desconocer la durísima realidad que a la fecha presenta en los hechos el régi-
mencarcelarioargentino,entendemosquedebepromoverseenestaetapa,másque
en ninguna otra, la actuación de lasgarantíasconstitucionalesantes referidas, aun-
quedesde una perspectiva social más acentuada y -por supuesto-más realista.

Referenciajurisprudencia1
1-"Existe cuestión federal en lostérminosdel recurso extraordinariosi la sentencia
del Superior Tribunal de provincia declaró inadmisibles los remedios locales por los
cualesse había cuestionadoelrechazodelaacciónde hábeascorpuscolectivopresen-
tada afavordelastotalidaddelosdetenidosqueseencuentranalojadosenestableci-
mientosprovincialesy/oencomisaríasprovincialessuperpobladas-enel caso, pores-
taren riesgosusaludysuvida debido a lascondicionesde higiene-dadoquesecues-
tiona la inteligencia y el alcanceotorgado al art.43 de la CN, como así también la vio-
lacióndesuart. 18, in finey diversas normascontenidasenlostratados, convenciones
y documentos internacionalesque forman parte del bloque constitucional". [CSJN,
3/5/05, "Verbitsky, Horacio s/Hábeascorpus", CSJN-Fallos,328:l 146]36.
2- "Resulta arbitrario el pronunciamiento que declaró abstracto el tratamiento del
hábeas Corpus correctivo interpuesto con el fin de obtener el inmediato traslado de
veintiún detenidosy luego ingresó a examinar la situaciónque atravesaba el estable-
cimiento penitenciario en cuestión a la luz de las exigenciasconstitucionales-argu-

34 Como porejemplo.lospresentadosporlaComisión Permanentepor la Memoria:"Ref.Au-


diencia durante el 141" periodoordinariodesesionessobre"Situaciónde las personas privadasde
libertaden la provincia de BuenosAires, Argentina". en www.comisionporlamemoria.orglcomi-

lnformedeRelatoriasobrelosDerechosdePenonasPrivadasdeLibertadrealizavisitaaAr-
gentina, no151116.en http:llwww.oas.orgles/cidhlprensalcomunicadosl2Ol6ll5l.asp,19110116.
36 CSJN, Suplementode actualización, septiembre, 2013. www.csjn.gov.ar, p. 217.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

mento que, precisamente, había dado fundamento a los agraviosque antesse había
rehusadoconsiderar-loqueevidenció una autocontradicción,puestal proceder im-
portóotorgaren la misma resolución una naturalezaindividuala laacciónalexigirque
lascondicionesdenunciadasafectarana sujetosdeterminadoseimpedir de tal modo
el examen de losagravioscon la extensión pretendida pero, por otra parte, entendió
suficiente laverificaciónde la prohibición contenida en el art. 18 de la CN para dispo-
ner medidasqueregularizaranlascondicionesdedetención". [CSJN, 1611 1/09,"Rive.
ra Vaca, Marco Antonio y otro s/Hábeascorpus", C5lN-Fallos, 332:254413'.

Art. 19.- Las acciones privadasde los hombres quede ningún modo ofen-
dan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están solo re-
sewadasa DIOS, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habi-
tantede la Naciónserá obligadoa hacer loque no manda la ley, ni privadode
lo que ella no prohíbe.
Antecedentes: CNde 1853,art. 19. Concordancias: CN, arts. lo, 1414bis. 15,16,17,
incs. 2'y .'3
18,20,28,33,76,99,

El presenteartículo, pilarfundamental de cualquierdemocracia liberal, da cuen-


ta de dos principios básicos, el de privacidad que incluyeen nuestro país a la intimi-
dad y el principio de legalidad.
Este precepto fue tomado del art. 157 de la Constitución deVenezuela de 1811,
que a su vez lo tomó del art. 5" de la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano, de 1789. Dichotexto establece: "La ley notienederechoa prohibir más
acciones que las nocivas a la sociedad. Todo lo que no está prohibido por la ley no
puede ser impedidoy nadie puedeser obligado a hacer loqueella noordena"'.
En el capítulo primero, secc. 7", del Estatuto provisional de 1815, tuvo vigencia
positiva por primeravez, en nuestroderecho patrio, elantecedentedel artículoque
estamosanalizando. Elart. Ideesetextodisponía: "Lasaccionesprivadasde los hom-
bresquede ningún modoofenden al orden público, ni perjudican a un tercero, es-
tán solo reservadas a DIOS y exentas de la autoridad de los magistrados". El art. 11,
por su parte,expresaba: "Ningún habitantedel Estadoseráobligadoa hacer lo que
no manda la ley clara y expresamente, ni privado de lo queella del mismo modo no
prohíbeW2.
La Comisión de Negocios Constitucionales, que redactó el proyecto sometido al
soberanoCongresoConstituyentedeSantaFeen 1853, mantuvoel textodel art. 19,
unificado.

37 CSJN. Suplementodeactualización. septiembre, 2013,www.csjn.gov.ar, p. 280

' Ekmekdjian, Tratadodederechoconstitucional, 1993.t.ll, p. 390.


Ekmekdjian, Tratadodederechoconstitucional, 1993.t.ll, p. 390.
PRIMERA PARTE

El diputado constituyente correntino Pedro Ferrésolicitó la inclusión de la frase


"moral y orden público", en la primera partedel artículo. El texto definitivo, como
se sabe, reemplazó el orden de aparición de ambosconceptos, aplicando el adjeti-
vo "pública" a la moral, para distinguirla claramentede la moral privada3.

5 1. Privacidad e intimidad.- Pero nosadentramos en la norma y principian-


dotenemosquevolvera la alusión dela privacidad comogéneroy a la intimidad co-
mo especie; aquísiguiendo a Ninoentendemos la privacidad como principiodeno
interferencia o sea que resguarda de la interferencia estatal a la privacidad enten-
dida esta como las acciones realizadasen privado.
Según Nino, la doctrina y jurisprudencia han confundido sistemáticamente el
derecho a la privacidad y el derechoa la intimidad. Si bien el primero presupone al
segundo, se trata de dosconceptos diferentes, cuya regulación seencuentre en ar-
tículos distintos de la Constitución. La privacidad a la quealude al art. 19, CN, se re-
fiere a acciones privadas "no en el sentido que no son o no deben ser accesibles al
conocimiento público, sino en el sentido de que si violentan exigencias morales so-
lo lo hacen con las que derivan de ideales de una moral privada, personal o auto-
rreferente..."4.
La privacidad sevincula al contenido de losactos, queseentenderán privadosen
tanto solo afecten al propio agente y no dañen a terceros, sin importar el lugar o el
medioen que son realizados. En cambio, la intimidad se refierea un ámbitoexento
del conocimiento generalizado de otros. El derecho a la intimidad, si bien sedes-
prendedel art. 19, CN, comotantosotrosderechos, seencuentra reguladoespecífi-
camenteen el art. 18, CN, en tanto se protege el domicilio, los papeles privados y la
correspondencia epistolar5.

5 2. Orden y moral públicos y perjuicio a terceros.- El art. 19 resguarda de la


interferencia estatal algo más que la privacidad entendida, según se dijo, esta co-
mo acciones realizadasen privado.
Lanorma,ejecentraldel principiode libertadjurídica, no impone una moral pri-
vada, ni un modelo de vida, ni un ideal de la perfección personal, diseñados por el
Estado.
Dejaello libradoa la moral,a lasconvicciones,a losprincipiosreligiososdelasper-
sonas y de la sociedad civil. Únicamente interviene, impidiendo o imponiendo con-
ductascuandoestasofendanal orden, a la moral pública o perjudiquen a un tercero.

Ekmekdjian, Tratadodederechoconstitucional, 1993,t.ll, p. 391.


Nino. Fundamentosdederechoconstitucional. 2005,p. 316.
Nino. Fundamentosde derechoconstitucional. 2005,p. 333.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

Como puede apreciarse, la protección constitucional es debida en tanto y en


cuantoel accionar delagentenoofenda: a) el orden público; b) la moral públicao,
c) causen perjuicioa un tercero6.
a) El orden públicoesunvalorjurídicoque,asociadoalaideadeseguridad,con-
lleva con su existencia a un estado de bienestar para la sociedad toda. Claro
estáquetratándosede un concepto jurídico indeterminado, la noción essus-
ceptible de las más diversas interpretaciones conforme la visión y discreción
de losdetentadoresde turno7.
b) Algomuy parecidoocurrecon la ideademoral pública. Peroesteterreno-sin
dejardeserdificultosoparasudeterminación-ofreceperspectivasmásalen-
tadoras para su individualización cuandoseapelaa lasformasdevidaacep-
tadaspor lacomunidad, como lo hiciera lacorteal sentenciar en "Ponzetti de
Balbín". Esdecir, a lospatronesdecomportamiento medio que regularmen-
t e observa la sociedad8.
Ahora bien, desde que moral y derecho son cosasdistintas, porque la prime-
ra persigue la paz interior del individuo y el segundo la paz externa de laso-
ciedad, viene al caso indagar sobre el rol del Estado para conciliar la obser-
vancia del derecho y el acatamiento a las reglas moralesque la sociedad pre-
dica.
Para responder a la inquietud debemos tener presente como regla medular
que el Estado no puede compeler a sus habitantes a ser morales, porque su
propósito noes hacervirtuososa los hombres, ni puede prohibirtodo lo que
la moral condena. Debe, decía Bidart Campos, conformarseen cuidar la mo-
ral en orden al bien común y no a lavirtud personal de la población9.
La propuesta es parteesencial de una concepcióndemocrática, en la idea de
que los hombrestienen autonomía para elegir y desarrollar su propio ideal

C) El del daño a un tercero esquizá el más detectable de los tres recaudos, por-
que una elemental regla de convivencia exige no dañar a otro. Desde luego
que así como existen claras demostraciones de lesión a terceros, ocurren
también hechosdedifícil intelecciónfrentea loscualesel intérprete tendrá
que apelar al estándar de razonabilidad para juzgar, frentea un hechocon-

Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed., 2013, p. 254.


Midón. Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013, p. 254.
Midón. Manualdederechoconstitucionalargentino, 3'ed., 2013, p. 255.
Midón. Manualdederechoconstitucionalargentino, 3'ed., 2013, p. 254.
'O Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013. p. 254.
PRIMERA PARTE

creto, si concurre o no el presupuesto de trasgresión a terceros. Esqueel da-


ño debedemostrarse ytenersuficienteentidad para justificar la intromisión
en la vida privada de otro. Una simple molestia no basta para que ella sea
prohibidalT.

5 3. Legalidad.- El art. 19 de la CN expresa de un modo genérico el principio


delegalidad, principioquetienesu principal antecedenteen la Declaración deDe-
rechosdel Hombre y del Ciudadano de la Francia de 1789.
DiceGelli queel principio de legalidad está vinculado con el debido procesoad-
jetivo de Juan Francisco Linaresy estecon el debido proceso legalT2.
El primeroexigeelcumplimientodeunaseriede procedimientosafin dequelos
actosqueafecten derechos o garantías constitucionalessean legítimosT3.
El principio de legalidad requiere la existencia de ley emanada del Congreso y
sancionada y promulgada por el Poder Ejecutivo siguiendo los requisitosconstitu-
cionalesT4.

m Referenciajurisprudencia1

Derecho a la privacidad e intimidady derechoa la imagen


1- " ...protegeunámbitodeautonomíaindividualconstituidoporsentimientos, há-
bitosvcostumbres,las relacionesfamiliares,la situacióneconómica, lascreencias reli-
giosas, lasalud mentalyfísicay, ensuma, lasacciones. hechosodatosque,teniendoen
cuenta lasformasdevida aceptadas por la comunidad están reservadasal propio . . indi-
viduo y cuyo recon~cimiento'~ divulgación por los extraños significa un peligro real y
potencial para la intimidad. En rigor, el derecho a la privacidad comprende no solo la
esfera doméstica, el círculo familiar y de amistad, sino otros aspectos de la personali-
dadespiritualofísicadelaspersonas,talescomola integridadcorporalo la propia ima-
gen, y nadie puede inmiscuirse en lavida privada de una persona ni violar áreasde su
actividad no destinadas a ser difundidas, sin su consentimiento o el de sus familiares
autorizadosparaello ...". [CSIN-Fallos, 306:1892].

Intimidady consumodeestupefacientes

2- " ...No sedebe presumirque la tenencia de drogas para uso personal entodos los
casostengaconsecuenciasnegativaspara laéticacolectiva, puescabedistinguir laéti-
ca privada de las personas, cuyatrasgresión está reservada por la Constituciónal juicio
de DIOS, y la ética colectiva en la que aparecen custodiados bienes o intereses de ter-
ceros (...) Lasconductasdel hombrequese dirijan solo contra sí mismo, quedan fuera

l1 Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino,3"ed.. 2013, p. 255.


l2 Gelli, Constitución dela NaciónArgentina, comentadayconcordada,4aed., p. 391.
l3 Gelli, Constitución dela NaciónArgentina, comentadayconcordada,4aed., p. 391.
l4 Gelli, Constitución dela NaciónArgentina, comentadayconcordada,4aed., p. 391.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 20

del ámbitodelasprohibicionesquepuedeimponerla ley(...) Laconstrucciónlegal del


art.6'. al prever una pena aplicables unestado decosas, y al castiqar
- la mera creación
de un riesgo, permiteal intérprete haceralusiónsimplementea perjuiciospotenciales
y. peligrosabstractosy
- no a dañosa tercerosy a la comunidad. Además no está proba-
do que la prevención penal de la tenencia, y aún la adicción, sea un remedio eficiente
para el problema que plantean lasdrogas ...". [CSJN-Fallos, 308:1392].
3- " ...debeser invalidado, puesconculca el art. 19, CN, en la medida enque invade
la esfera de la libertad personal excluida de la autoridad de los órganosestatales. Por
tal motivo se declara la inconstitucionalidad de esa disposición legal en cuanto incri-
mina la tenencia de estupefacientes para uso personal que se realice en condiciones
tales que no traigan aparejado un peligro concreto o un daño a derechoso bienes de
terceros". [CVN-Fallos, 332:1963].

lntimidad y pruebashemáticas
4- " ...queello podía ser utilizado para obtener elementosde prueba que posibili-
ten la condena deaquellosa quienesconsidera susverdaderospadresyla ley procesal
autoriza a proteger (...) En estesupuesto, el dato esencial para denegar la extracción
radicaenque, si una persona mayordeedad no quiereconocersu identidad, el Estado
no puede obligarlo a ello, aun cuando a través de la medida esté en juego la investi-
gación de un ilícito penal". [CSJN-Fallos, 326:3758].

lntimidady comunicaciones
5- " ...las previsionesde la ley exhibenvaguedad (...) de las que no resulta claro en
qué medida pueden las prestatarias captar el contenido de las comunicacionessin la
debida autorizaciónjudicial, ytal comoestá redactada la norma, existeel riesgodeque
los datos sean utilizados para fines distintos de aquellos previstos ...". Ese grado de
ambigüedad e imprecisiónconducía a que " ...las restriccionesautorizadas por la ley
estén desprovistasdel imprescindiblegradodedeterminaciónqueexcluye la posibili-
daddequesuejecuciónconcreta poragentesdelaadministraciónquedeenmanosde
la más libre discreción de estos últimos, afirmación que adquiere primordial relevan-
cia si seadviertequedesde 1992esla Dirección deObservacionesJudicialesde IaSIDE,
que actúa bajo la órbita del poder político, la que debe cumplir con los requerimien-
tos que formula el Poder Judicial en orden a la interceptación de las comunicaciones
telefónicas u otros mediosde transmisión que se efectúen por esoscircuitos.( ...) la in-
jerencia solo puede producirseallídonde existan datosfácticos o indiciosque permi-
tan suponerquealguien intenta cometer, está cometiendo o ha cometido una infrac-
ción grave o donde existan 'buenas razones' o 'fuertes presunciones' de que las in-
fraccionesestána puntodecometerse ...". [CIIN-Fallos, 332:111].

Art.20.- Losextranjerosgozanenel territoriode la Nacióndetodos losde-


rechos civiles del ciudadano; pueden ejercer su industria, comercio y profe-
sión; poseer bienes raíces, comprarlosy enajenarlos; navegar los ríos y cos-
Art. 20 PRIMERA PARTE

tas; ejercer libremente su culto; testar y casarse conforme a las leyes. No es-
tánobligados aadmitir la ciudadanía, nia pagarcontribucionesforzosasex-
traordinarias. Obtienen nacionalización residiendo dos añoscontinuos en la
Nación; pero la autoridad puede acortareste término a favor del que lo soli-
cite, alegando y probandoservicios a la República.
Antecedentes: CN de 1853, art. 20. Concordancias: CN, Preámbulo, arts. 14a 19,21,
2225.75, incs. 1;2°, 12, 18, y22.

La disposición establecida en este artículo es concordante con los principios es-


tablecidos en el Preámbulo de la Constitución Nacional, en relación con la idea de
bienestar general y el aseguramiento de los beneficios de la libertad para todos los
hombresdel mundoquequieran habitar en el suelo argentino.
Esta norma establece lo que se conoce como la igualdadmaterial, en el sentido
dequeprohíbeutilizarla pautadenacionalidad paradiferenciaren categorías nor-
mativas' yfue inspirado en el proyecto deAlberdi2, quien tenía comoobjetivosde-
sarrollarpolíticasinmigratoriaspara poblar, estimularelcomercioy la industria, ha-
bitar el desierto y, de ese modo, engrandecer al país3.
Deesteartículosederivaqueninguna personaextranjeranecesitaadquirir laca-
lidad de ciudadano para ejercer sus derechos civiles en el territorio argentino y re-
sulta una obligación ineludible del Estado evitar la imposición de contribuciones
forzosasa losextranjeros por su calidad detal.
Si bien existen restricciones legales en relación con el ingreso y la permanencia
ilegal en el país, con el objeto de proteger el interés público y la seguridad, lo cier-
to es que los extranjeros que residen en nuestro país legalmente no se encuentran
obligadosaadquirir laciudadanía para permanecer en el país, aunque pueden ha-
cerlo si así lo desean, residiendo dos años seguidos en el territorio de la República
Argentina.
La cláusula constitucional establece que la autoridad puede acortar este térrni-
no a favor del que lo solicite, alegando y probando servicios a la República. Al res-
pecto, la ley 346, sancionada en 1869, estableció qué tipo de servicios están inclui-
dosen la disposición: haber desempeñadocon honradez empleosdela Nacióno de
lasprovincias, dentro ofuera del territorio de la República; haberservidoen el ejér-
cito o en la escuadra o asistido a accionesde guerra en defensa de la Nación; haber
establecido en el país una industria o introducido invención útil; ser empresario o

' Sobre la cuestión del análisisde lascategoríasirrazonablesy sospechosas.véasecomenta-


rioalart. 16dela CNenestaobra.
Alberdi. Basesypuntosdepartida para laoqanizacionpolítica de la República Argentina,
derivadosde la ley que preside eldesarrollo de la civilización en América delSur, 1852.
Conf. Gelli, Constitución de la NacionArgentina, comentadayconcordada, 4"ed.. p. 374.
109 DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 21

constructor de ferrocarriles, en cualquier provincia; formar partede alguna coloni-


zación, siempre que posean alguna propiedad raíz; habitar o poblar en las Iíneasde
fronteras ofuera de ellas; haberse casado con mujer argentina4.
Si bien unavezadquirida la nacionalidadargentina losextranjerosquedanequi-
parados a los nativos en materia de derechos políticos, ellos tienen algunas restric-
cionesestablecidasenla propiaconstitución Naciona1,comoser la imposibilidad de
postularse al cargo de presidente y vicepresidente de la Nación, en tanto se exige
para su postulación haber nacido en el territorio argentino, o ser hijodeciudadano
nativo (art. 89, CN).
Vale hacer una aclaración conceptual entre el término "nacionalidad" y el tér-
mino "ciudadanía". Aunquealgunosautoresse refieren indistintamente aambos,
el primero ese1vínculode un individuocon una nación, y el segundo refierea laap-
titud para ser titular dedeberesy derechosjurídicosy políticos.

Referenciajurisprudencia1
El art.20fueinterpretado pornuestraCorteSupremaenel caso " R e p e t t ~ " enel~ , cual
seanalizóla prohibicióndeeiercercomo maestraennuestro paísa unaciudadana nor-
teamericani. Esta había sido-establecida por una norma pro"incia1, y lacorte por una-
nimidad declaró la inconstitucionalidad de aquella disposición, amparando el dere-
cho de la maestra extranjera.
Másadelante, nuestro ~ á x i m o ~ r i b u ntuvo
a l la oportunidaddeexpedirsesobreel re-
quisito deveinte añosestablecido por ley para acceder a una pensión por invalidez6.
Enelcaso,declaróinconstitucionaldichoplazoconsiderandoquelapensiónsolicitada
no era equiparablea una pensióngraciable, sino que se trataba de un beneficio de la
seguridad social.
Para así decidirlo, la Corte sostuvo que, teniendo en cuenta que la pensiónapuntaba
a asegurar la subsistencia, la condición de veinte años de residencia para su otorga-
mientocomprometía el derecho a la vida reconocidoen la Constitución Nacional y en
tratadosinternacionalesdederechos humanosconjerarquíaconstitucional,queel Es-
tado seve obligado a garantizar por medio de acciones positivas.
Si bien el voto en mayoría no realizó una interpretación del art. 20 de la CN, los minis.
trosPetracchiyArgibayconsideraron,segúnsuvoto, queresultabadiscriminatorioes-
tablecer mayoresexigenciasa extranjerosque a nacionalespara otorgar el beneficio.

Art.21.- Todociudadanoargentinoestáobligadoaarmarseendefensade
la patria y de esta Constitución, conforme a las leyes que al efecto dicte el
Congreso y a los decretosdel Ejecutivo nacional. Los ciudadanos por natura-

Art. T.ley 346.


"Repetto, Inés M. c. Provincia de BuenosAires". CSJN-Fallos, 31 1:2272,1988
"Reyes Aguilera, D. c. Estado Naciona1",4/9/07.
PRIMERA PARTE

lización son libres de prestar o no este servicio por el término de diez años
contados desde el día en que obtengan su carta de ciudadanía.
Antecedentes: CNde 1853, art.21. Concordancias: CN, Preámbulo, arts. 17,20,22,36,
52,75,incs.16,25,27y28,99,incs.12a15,119,126y127.

El art. 21 resulta una de las disposicionesoriginalesdenuestra Constitución, por-


ta consigo el ideal de unidad y reunificación enraizado en concepto clásico de Esta-
do-Nación luegodedécadasdeguerracivil ydivisiónentreunitariosyfederales.Asi-
mismo busca indicar la unicidaddel mandodelasfuerzasmilitaresen una únicaau-
toridad civil-Poder Ejecutivo nacional-y laorganización funcional de lasfuerzas
armadas de acuerdo al criterio del Congreso nacional.
Ahora bien, el texto dispone e impone la obligación de los ciudadanos de ar-
marse en defensade la Patria, ellose haráconforme con las leyesque reglamenten
su ejercicio' y acorde con un margen de interpretación que garantice la razonabili-
dad y la nocolisión con otrosderechosy garantíasconstitucionales. Paraello preve
en su contenido el mando civil único,residente en el Poder Ejecutivo nacional y las
disposiciones de organización y promoción de cuadros militares los hace recaer en
poder del Congreso nacional2.
En concordancia con lo expuesto se previó una ley de Servicio Militar Obligato-
rio 17.531 en la que se preveían causalesdeexcepciónal cumplimiento del SMO por
razones de incapacidad física, motivos familiares o bien por cursar el seminario re-
ligioso,fueradeellastodoslosvaronesdedieciochoañosdebíancursarycumpliral
menos un año de servicio militar.
Tal reglamentación omitióelfenómenosocial, politicoy cultural que conlleva la
"objeción de consciencia", es decir, aquellas personasque por convicción ideológi-
ca y10 religiosa abjuran de lasarmascomo medio para la solución deconflictostan-
t o individualescomonacionales.Así,solo luegodelantecedenteconocidocomoca-
so "Portillo" laCorteSupremadeJusticiadela Nación reconoceconalgunosIímites
la "objeción de conciencia" y concede en aquellos casos que se presenten que el
SMO puede ser cumplido por quien invoque la objeción a través de tareas que no
impliquen el manejo y utilización detecnología bélica3.
Valecomentar que, en otras naciones, lascuales reformaron total o parcialmen-
tesustextosconstitucionalesduranteelsigloXX, laobjeción deconcienciaestá pre-
vista4, talesson loscasosdeAlemania y España.

' Art. 2V de la CN.


Arts.99, incs. l2,13 y 14y 75, inc.27delaCN.
'Portillo,Alfredos/lnfracciónalart.44, ley 17.531". CVN-Fallos, 312:496(1989).
Gelli, en Constituciónde la NaciónArgentina, comentada yconcordada. 2008, p. 381
I DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 22

Luego de la dramática experiencia del terrorismo de Estado -actuado desde


gruposparamilitaresy militares-, el conflicto armado por la recuperación delas Is-
las Malvinas en la que conscriptosfuesen enviados al combate sin los elementos y
pertrechos que el entorno exigiera y la consiguiente deslegitimación de la imagen
de las fuerzas armadas en el país, a lo que se le sumaron, las sucesivas crisis econó-
micas, la desfinanciación y el resonantecaso deabuso deautoridad y homicidio del
conscripto Omar Carrasco5en la Brigada del Ejércitode la provincia del Neuquén, la
ley orig~inariadel servicio militar obligatorio fuemodificadaenvirtud de un servicio
militarvoluntario, profesionalizado y remunerado. Ello ha implicado un cambiode
paradigma y adecuación del principio establecido por nuestra Constitución Nacio-
nal a los tiempos que corren, siempre dejando subsistente la obligación dedefensa
de la patria para sus ciudadanos.

Art. 2 2 . E l pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus repre-


sentantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada
o reunión de personasque se atribuya los derechos del pueblo y peticione a
nombre de este, comete delito de sedición.
Antecedentes: CNde 1853, art.22. Concordancias: CN, Preámbulo, arts. 1: 14,21,30,
36, 39 y 40; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, art. 21; Convención
Americana sobre Derechos Humanos, art. 15; DeclaraciónAmericana de los Derechos
y Deberes del Hombre, art. XXIV. Leyes reglamentarias: Ley 49 del 14/9/1863, art. 25
(derogada). Ley 11.179. Código Penal de la NaciónArgentina, arts. 230a 236.

Argentina adopta la democracia representativa o indirecta como forma de go-


bierno, esdecir que, siendo el pueblo titular del poder delega su ejercicio en repre-
sentantes que serán designados según los mecanismos establecidos por la propia
Constitución en la parte orgánica, dedicada a lasautoridades nacionales.
A partir deeseacto dedelegación, dotamosa nuestrosrepresentantesde poder
político, es decir, deenergía o capacidad de mando para conducir los destinosde la
Nación.
Sin la prohibición quecontieneesteart.22, el poder político de los gobernantes
y la estabilidad misma de las institucionesestarían en riesgo. De esta manera se po-
ne Iímitesal derechode peticionar y se intenta evitar quesesuplante la representa-
ción política popular electiva, para imponer o forzar determinadas soluciones por
medio del uso de la fuerza.
Detodas maneras la Constitución Nacional, a partir de la reforma de 1994, ha in-
corporado dos mecanismosde democracia semidirecta que son, la iniciativa popu-

Véase en www.perfil.comlpolicialcarrasco-22-anos-del-caso-que-puso-fin-al-se~icio-mili-
tar-obligatorio-0405-0044.phtml.
113 DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 22

ble que no puede suspenderse, interrumpirse ni hacerse cesar, excepto en loscasos


expresamente previstos por la ley, sin embargo, en procura de la paz social y frente
a los métodos represivos utilizados especialmente durante el último gobierno de
fado, lasautoridadesse muestran reaciasaejercerel poder punitivo del Estadores-
pecto al delitodesedición, que en esteanálisis nosocupa.
Lacortesuprema de Justiciade la Nacióntuvooportunidad deexpedirse respec-
toalderechodereunión ysu límitecon eldelitodesedición en 192g1enlossiguientes
términos: "Que, el derecho de reunión ha sido concebido en un concepto eminen-
temente político por el Congresodela Nación, el cualal sancionar el art. 25,ley49del
14/9/1863, ha afirmado que 'no se reputará sedición la reunión de una población o
deun númerocualquieradeciudadanosdesarmadosyenorden,sinpretensionesde
atribuirse la soberanía del pueblo, celebrada con objeto de reclamar contra las in-
justicias,vejacionesy mal comportamientodelosempleadosdelaNación'.Yaunque
esa ley ha sido derogada por el Código Penal, constituye un valioso antecedente le-
gislativo, en el sentidodequetanto laaprobación y el aplausocomo la críticaserena
y mesurada respecto de la actuación de losfuncionariosdel gobierno, pueden cons-
tituirelobjetodelderechodereunión. Sielart.230del CPreprimesolamente lasreu-
nionesviolatoriasde la Constitución, es porque lasotras, son lícitas. No repite el art.
25 de la ley de 1863, porque lasleyespenalesno hacen relaciónodefinición de losac-
tos correctos, sino de los prohibidosy reprimidos. Losotrosestán bajo el amparo del
art. 19, CN. Sería una burla, decía Mr. Foxen el año 1797, reconocer al pueblo el de-
recho de aplaudir, de regocijarsey de reunirse cuando es feliz, y negarle ese mismo
derecho para censurar0 deplorar lasdesgraciasy sugerir el remedio. En el últimoca-
so la discusión de los agravios, supremo privilegio de los hombres libres, habría sido
coartada y amenazada".
Resumiendo, se penaliza con el delito desedición descriptoen el art. 22, prácti-
cas antidemocráticasque ponen en crisis la institucionalidad de losgobiernos legí-
timos.
Sin embargo, a menudo y para no caer en la figura delictiva, sobre la base de re-
clamos realesy atendibles, seinvoca la "voluntad del pueblo" para arrancarlea los
gobiernosdemocráticos determinadas medidas o, lisa y llanamente, deponerlos2.
Atentoal contexto históricoactual denuestro país, lacrisiseconómicay social, la
proliferación de protestassociales, buscarel equilibrioentreel legítimoderechode
peticionar ante lasautoridades, el de libertad deexpresión, el derecho de reunión,
o el derecho de huelga y el resguardo del orden institucional adquiere una impor-
tancia trascendental.

' Comité RadicalAcción(l929). CVN-Fallos. 156:81 del 5111/29.


Sharp, "De la dictadura a la democracia", Ed. Alb. Einstein Instituto, EE.UU., 2011. donde
paradójicamenteelabora la doctrina de los"golpessuaves".
Art. 23 PRIMERA PARTE

Art. 23. - En caso de conmoción interior o de ataque exterior que pongan


en peligro el ejercicio de esta Constitución y de las autoridades creadas por
ella, se declarará en estado de sitio la provincia o territorio en donde exista
la perturbación del orden, quedando suspensas allí las garantías constitu-
cionales. Peroduranteestasuspensión no podrá el presidentede la Republi-
ca condenar por sí ni aplicar penas. Su poder se limitará en tal caso respecto
de las personas, a arrestarlas o trasladarlasde un punto a otro de la Nación,
si ellas no prefiriesen salir fuera del territorio argentino.
Antecedentes: CNde 1853, art. 23. Concordancias: CN,arts.43,61,75, inc. 29,99, inc.
16y 109.

El estadodesitioes una institución jurídica quetiene por objeto responder a si-


tuaciones de excepcionalidad, fruto o resultado de emergencias sociales, políticas
yloeconómicasoacontecimientos naturalesque produzcan "conmoción interior"
o de un "ataque exterior" que pongan en riesgo la vigencia de las instituciones re-
publicanas, las autoridades constitucionales y10 la entidad soberana del Estado.
El objeto de la institución es la protección del orden constitucional y de lasauto-
ridades legítimas. En consecuencia, no se suspende lavigencia de la Constitución ni
se altera la división de los poderes. Por otro lado, la plenitud de las facultadesque
concede la norma fundamental debe ser de interpretación restrictiva y de aplica-
ción limitada.
Si bien el artículo no establece el tiempo que debe tener de vigencia del estado
de sitio, la característicade la institución como las consecuencias de su declaración
supone que la duración debeser breve (fue por sesenta díasen 1985, portreinta dí-
as en 1989)y estar prevista en el acto de declaración.
En cuanto a la extensión o ámbito territorial puede ser en la provincia o territo-
rio dondeexista laperturbación, debeentenderseque la declaración puede alcan-
zar todo el territorio nacional, másde una provincia, una región o un lugar (inclu-
so),ciudad (Rosarioen 1861, lacapitalen 190l)siempredeterminadocon precisión.
La ConvenciónAmericana sobre DerechosHumanosen el art. 27.1 autoriza Da-
ra casosde guerra, de peligro público u otra situación deemergencia la suspensión
delasobligacionescontraídasconmotivodela Convención "siempreque talesdis-
posicionesno sean incompatibkscon las demás obligaciones que les impone elde-
rechointernacionalynoentrañen discriminación alguna fundada en motivosdera-
za, color, sexo, idioma, religión u origen social". No pueden ser suspendidostodos
los derechos ni lasgarantíasjudicialespara su protección. Es obligación del Estado
informar la suspensión a los Estados Parte de la disposición que la ordena, los moti-
vosde la suspensión y la fecha en que concluirá la misma.

5 1. Conmoción interior y ataque exterior.- La conmoción es una perturba-


ción o alteración lo suficientemente gravequeafecta el orden público, la paz oar-
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

monía social. No importan solo actos sediciososo deviolencia, sino también los pro-
vocados por acontecimientos socialeso económicos, incluso por hechosde la natu-
raleza (terremoto) que pongan en peligroel orden constitucional y lasautoridades
legítimas.
El ataque exterior que es una agresión, es lanzarse, arremeter o asalto de fuer-
zas armadas, debe tener igual gravedad. No exige la declaración de guerra previa
sino actos que signifiquen un estado de beligerancia. Dentro del concepto consti-
tucional y las modalidades de la guerra moderna, también supone que el hecho
pueda ser inminente, próximo a suceder o existan indicios gravesdesu ocurrencia.

5 2. Suspensión de las garantías constitucionales.- La expresión es impreci-


sa o por lo menos laxa. De una lectura rápida todas las garantías y derechos se po-
drían suspender pero esa totalidades potencial, pues queda ajustada al principio
de razonabilidad. Entoncessolo podrán ser suspendidasalgunas.
Las garantías y derechos que quedan suspendidos serán los que guarden rela-
ción con los hechos o acontecimientos aue motivaron la conmoción interior0 ata-
que exteriorque produjeron la declaración del estado de sitio y necesario para re-
mover o menear lo quecausa el peligro.
Las restriccionespueden alcanzartantoa la libertad personal comoaotrosdere-
chos,eldeasociación, reunión, huelga,etcétera, porsupuesto, siemprequeguarden
relacióncon lascausasdelestadodesitioy el peligroquese pretendeeliminaro neu-
tralizar.

5 3. Prohibición presidencial.- El presidente tiene la prohibición expresa de


condenar y aplicar penas, lo quese relaciona con la prohibición del art. 109 de "ejer-
cer funciones judiciales". Sin duda el objeto o sentido de la prohibición es que no
haya un desbordeinstitucional ante la plenitud depoderesquedisponeladeclara-
ción del estado desitio, desapareciendo la división funcional del gobierno.

54. Traslado y10 arresto.- Durante lavigencia delestadodesitioel Poder Eje-


cutivo está autorizado a trasladar de un puntoa otrode la República o arrestar a las
personas. Tanto el arresto como el traslado son medidas de seguridad que tienen
por objeto separar o aislar a la persona de las causas que motivaron la declaración
del estado de sitio.
El arresto como el traslado deben ser ordenados mediante un decreto, que reú-
na condiciones devalidez (lugar,fecha, causa o motivación, identificación de la per-
sona,firma). En lostérminosdel art. 18el presidentees laautoridadcompetente.
Los lugares de detención no deben ser los mismos en los que están internados
presos comunes o condenados por la comisión de delitos, pues el arrestado en vir-
tud del art. 23 no es un delincuentesino quesu detención seefectúa por razonesde
seguridad.
PRIMERA PARTE

lar regulada en el art. 39afin deque losciudadanos puedan presentar proyectos le-
gislativos, y la consulta popular vinculantey novinculante establecida en el art. 40,
mecanismo que le permite a las autoridades saber la opinión del pueblo en mate-
rias de su competencia.
Con la finalidad de proteger el orden institucional, la Constitución Nacional des-
cribeciertasconductasy establecequequienes incurran en ellascometen un delito,
son los llamados delitos constitucionales.
El presenteartículocontiene unode losdelitosconstitucionales,laconductades-
cripta es que fuerzas armadaso reunión de personasse atribuyan losderechosdel
pueblo y peticionen a nombredeestey el delitoesel desedición.
Si bien a toda personacuya conducta encuadre en la descripción de un delito se
le aplicará la sanción que para tal delitoseestablezca, el art. 22 nocontienesanción
alguna y por lo tanto debemos remitirnos al Código Penal de la Nación Argentina
quevendría a ser la reglamentación de esta disposición constitucional.

ElCódigoPenaldelaNaciónArgentinaestablece: Delitoscontralospoderespú-
blicos y el orden constitucional, Capítulo II, Sedición: art. 230: "Serán reprimidos
con prisión de uno a cuatro años:
1. Los individuos de una fuerza armada o reunión de personas, quese atribuye-
ren los derechos delpueblo ypeticionaren a nombre de este (art. 22, CN).
2. Los quese alzaren públicamente para impedirla ejecuciónde las leyes nacio-
nales o ~rovincialeso de las resoluciones de los funcionarios ~úblicosnacio-
nales o provinciales, cuando el hecho no constituya delito más severamente
penado p o r este Código".

El bien jurídico protegidoes lavigencia plena del Estadoconstitucional de dere-


cho. Setrata de un delito de actividad,. aue
. admite únicamente la forma dolosa di-
recta que consiste en el conocimiento del o los autores que intervienen en alguna
de las conductas anteriormente indicadas. En cuanto al sujeto activo, es necesaria
la pluralidad de personas, ya quede lo contrario, la conducta podría quedar subsu-
midaenofensastalescomo la desobediencia, la resistencia, oel atentadoa laauto-
ridad, por partede actores individuales.
El Código Penal, asuvez, reglamentacómodebeactuarseantelaexteriorización
del delito de sedición, estableciendo que la autoridad nacional más próxima a los
hechos intimará hasta dosveces a los autores para que se retiren y, en caso de que
asíno lo hagan, deberá hacer usode lafuerza públicaparadisolverlos.Siantelasin-
timaciones así lo hacen, solo serán enjuiciados los promotores o directores, a quie-
nesse reprimirá con la mitad de la pena establecida para el delito.
En materia procesalcorresponderáal Ministerio Fiscalelejerciciodelaacción pe-
nal pública, lo queobliga a los fiscales a ejercerla deoficio. Esta noes una facultad
que pueda utilizarsediscrecionalmente, sinoqueconstituye una obligación ineludi-
PRIMERA PARTE

El arresto no puede convertirse en una pena, por lo cual, la privación de la liber-


tad nodebesersinedie, sino constituir una medida de seguridad y preventiva.
El presidentede la República podrá disponer el traslado de la persona, estéo no
arrestadaen un lugardiferente asu residenciasinqueello pueda convertirseen una
pena o sanción, sea por la distancia de su residenciao por las condiciones del lugar
(temperaturasextremas, lugar inhóspito, sin garantíasdevida higiénica, etcétera).
En el caso que la personase encuentrearrestada y además sometida a un proce-
so judicial, una situación no involucra a la otra, puesen una está sujeta al Poder Eje-
cutivo y en otra al Poder Judicial por causas y objetivosdiferentes. Si es puesto en li-
bertad o ejerció el derecho de opción puede no efectivizarse por orden judicial,
igual ocurriráa la inversa.

5 5. Derechode opción.- La persona sujeta a alguna de las restricciones(tras-


lado o arresto) que autoriza el art. 23, puede optar salir del país. Esta es una facul-
tad plenamente operativa, en su caso, cualquier reglamentación no puede ir más
allá del trámite meramente burocrático. Tampoco puede ser suspendido el dere-
cho, puede ser ejercido en cualquier momento y otorgado inmediatamente por el
Poder Ejecutivo facilitando el ejercicio de la opción.
La situación esdiferente si la persona está sometida a un procesojudicial. Ejerci-
do el derecho de opción solo podrá ser efectivo si en el procesojudicial no está dis-
puesto el arresto o detención.

5 6. Elamparo y el hábeas corpus.- Ambasgarantíasnosesuspendenpor en-


contrarse reguladasen el art. 43 de la Constitución y son el medio idóneo para con-
trolar la razonabilidad delasconsecuenciasdelestadodesitio. En casocontrario im-
portaría que el estado de sitio suspenda también la vigencia de un artículo de la
Constitución, cuandoel fin de la institución esrnantenerelejerciciodeellaysusau-
toridades. Sin perjuicio de lo señalado, la ley 23.098 (art. 4') dispone la admisibili-
dad y procedencia del hábeas corpus paraverificar la legitimidad de la declaración
del estado de sitio; la relación entre el arresto y la situación que dio origen a la de-
claración del estado de sitio; la agravación ilegítima de la forma y condiciones en
quesecumplela privación de lalibertad queen ningúncasopodrá hacerseefectiva
en establecimientosdestinadosa la ejecución de penasy el efectivoejerciciodel de-
recho de opción.

Referencia jurisprudencia1

1- LaCorteSuprema deJusticia dela Naciónenel leadingcase"Alem" [CSJN-Fallos,


54:432]dijo que: "El estado de sitio (...) es un arma de defensa extraordinaria que la
Constitución ha puesto en manos de los poderes políticos de la nación, para que, en
épocastambiénextraordinarias( ...) Elestadodesitio,lejosdesuspenderelimperiode
la Constitución, sedeclara para defenderla, y lejosdesuprimir lasfuncionesde los po-
derespúblicosporella instituidos, lessirvedeescudo contra lospeligrosdelasconmo-
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

cionesinterioresódelosataquesexteriores.Toda medidaque, directaóindirectamen-


te, afecte la existencia deesos poderes públicos, adoptada envirtud de las facultades
queelestadodesitioconfiere,seríacontrariaa laesenciamismadeaquellainstitución,
yviolaría lospropósitoscon que la ha creado el art.28de la Constitución". Cabeseña-
lar que en virtud de ello la Corte declaró que durante el estado de sitio la inmunidad
de arresto de los legisladores no sesuspende.

2- Las medidasque se adoptan durante el estado de sitio están sujetasal control de


razonabilidad, así lo sostuvo la Corte en el caso "Sofía" [CSJN-Fallos, 243:504] dispo-
niendo límitesal respecto. En principio paraelTribunal lasmedidasadoptadassonpri-
vativas del Poder Ejecutivo por lo que no serían revisables. en consecuencia, "el con-
trol procedería salvo casos estrictamente excepcionales (...) a) Tratándose de la fa-
cultad de arrestar o trasladar personas de un punto a otro de la Nación, si mediara
transgresiónfranca yostensiblede loslímitestrazadosporla Ley Fundamental.Verbi-
gracia, si el Presidentedela República aplicara una pena o si, debidamente requerido
al efecto, negara el derecho de opción para salir del territorio argentino, en circuns-
tanciascomo lasque motivaron los precedentes.de CSJN-Fallos, 170:246y 197:483. b)
Respecto de la generalidad de las medidas de ejecución del estado de sitio, cuando
ellas sean clara y manifiestamente irrazonables, es decir, cuando impliquen medios
quenoguarden relaciónalgunaconlosfinesdel art.23.Tal loquesucedería, porejem-
plo, si hoy y con invocaciónde la ley 14.785se impidiera a un extranjeroel ejerciciodel
derechoatestaroacasarseconformea lasleyes, reconocidoporel art.20dela CN.Que
al ejercer el control de razonabilidad de los actos ejecutados en virtud del art. 23, los
jueces deben referirlo a la causa constitucional e inmediata del estado de sitio, situa-
ción de conmoción interior y no a los motivos concretos que el legislador haya men-
cionado como susfactores iniciales".

3-Añosdespuésenel caso "Zamorano" [CSJN-Fallos, 298:441]entendióquesi bien la


declaración del estado de sitio no es susceptiblede revisiónjudicial, sí están sujetos al
control de razonabilidad el ejercicio de los poderes presidencialessobrelas libertades
constitucionales.En"Timerman"[CSJN-Fallos, 300:816]exponeque: "El controldera-
zonabilidad puedeabarcarun dobleaspecto: a) la relaciónentre la garantía afectada
ydel estadodeconmocióninterior; b) laverificacióndesiel acto restrictivoguarda pro-
porción adecuada con losfinesperseguidospor la declaracióndelestadodesitio". El es-
tado de sitio es un "recurso extremo y transitorio para preservar y no para suprimir el
imperiode la Constitución".

4- LaCortereivindicó, "...ensucarácterdetribunaldegarantíasconstitucionales,el
control jurisdiccional sobre la aplicación concreta de tales poderes. Dicho control, le-
josde retraerseen la emergencia, debe desarrollarse hasta dondeconvergen suscom-
petenciasy losvaloresde la sociedadargentina confiadosa su custodia". ["Marino",
CSJN-Fallos, 304:10271.

5- El Tribunal vuelve sobre conceptos de su antigua doctrina en el caso "Granada"


[CSJN-Fallos, 307:2284], pero se expide sobre la legitimidad de la declaración del esta-
do de sitio a la que se refiere el art. 4 O de la ley 23.098. "Esto es, dice, excluido el exa-
Art. 24 PRIMERA PARTE

men de fondo-o sea el atinentea la apreciación de los hechosdeterminantesdelac-


to-, resta el juicio queconciernea los requisitosdecompetenciay deforma enel cual
queda excluido lo relativo nosoloa las modalidadesextrínsecasdela leyodel decreto
declarativosdel estado de sitio, sino también a posibles requisitossobreel contenido
necesario del acto, como loson el plazo expreso y la determinacióndellugar ...".
6- Con referencia a otras restriccionesdiferentesa la libertad personal la Corte reco-
noció esta facultad sobreel derecho a la organización sindical en "Sindicato Argentino
de Músico" [CSJN-Fallos, 248:800]; la libertad de imprenta en "Tierra Nuestra".Sema-
nario "Azul y Blanco" [CSJN-Fallos, 250:826];derechodereuniónen "Movimiento Po-
pular Argentino" [CSJN-Fallos, 253:44]; la libertaddeexpresiónen"Mallo" [CSJN-Fa-
llos, 282:3921.
7- El derechodeopción presenta dosaristas:su restricción para salirdel paísy su Iimi-
tación en el destino. En el caso "Moya" [CSJN-Fallos, 303:696] el MáximoTribunaldi-
jo que la suspensión de lasgarantíasconstitucionales no alcanza al derecho de opción
porquefueestablecidoparaqueestévigentedurantelaemergenciayprotegerla liber-
tadde las personas.Enel caso "Urteaga" (LL, 1983-B-341)reiterandoalgunosconcep-
tosde"Moya"dijoque "la reiteradae indefinidadenegatoriade la opción importaría
reducirla al mero ejercicio del derecho de peticionar de tal modo que equivaldría a su
supresión". En el caso "RodríguezAraya" [CSJN-Fallos, 200:253] la Corte sostuvo que
el presidente no tiene facultad "para fijar lugarde residenciaenel extranjeroa quien,
habiendo sidodetenido(...) formula opción para salirdel país".

Art. 24. - El Congreso promoverá la reforma de la actual legislación en to-


dos sus ramos, y el establecimientodel juicio por jurados.
Antecedentes: CNde 1853, art. 24. Concordancias: CN, arts. 75, inc. 12 y 118.

La primera parte de esta norma es el resultado de un lapso importante de la his-


toria política de nuestro país.
Al momento de la creación de nuestra primera Constitución Nacional, losconsti-
tuyentesentendieron necesario exhortar al Poder Legislativo a cumplir con su prin-
cipal función cual es la de legislar, pero particularmente para reformar las normas
hasta entoncesaplicables.
Así, al tiempo de la primera Constitución tal mandato a los legisladores resultó
imperioso para la búsqueda de una independenciajurídica. Pues, políticamenteen
1810se inició el proceso de emancipación, siendo que en 1816 se declaró la formal
independencia del Reino de Españay recién para 1853 con la Constitución se logró
la soberanía del país en el orden interno. Esta norma fundamental dispusoal Esta-
do en sí, y atribuyóa los órganos y poderesestatales susfunciones.
Hasta entonces existían normas jurídicas, pero tenían diferentes orígenes y ob-
viamente resultaban algunascreadasfuera de los principiosy propósitosdel nuevo
Estado. La norma entonces no significó otra cosa que establecer la prerrogativa
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

constitucional de instalar legislación propia y autónoma, y en sintonía con losprin-


cipiosfundamentalesqueesa misma norma fundamental estaba instalando.
Es por ello que, actualmente, tras la reforma constitucional del año 1994 parece
redundante esta parte del art. 24 considerando lo señalado en el art. 75, inc. 12 so-
brelasatribuciones legislativasdel Congreso; normaqueademásesde mayor espe-
cificidad que laaquíanalizada.

5 1. Juicio por jurados.- Este mismo artículo escuetamente instruye al Poder


Legislativoaconformar mediante ley el establecimientodel institutodel juicio por
jurados; y como muchas otras normas de la Constitución, tiene su fuente en su par
norteamericana l.
Si bien esaes la fuente directa, corresponde mencionar que al ser el juicio porju-
rados un sistema de enjuiciamiento totalmente compatible con el proceso penal
acusatorio-la potestad pertenece a la ciudadanía y no a un monarca, y lasdecisio-
nes son de índole colectiva, además de la inmediación probatoria, el debate oral, y
la pasividad del órgano que juzga-, tiene sus raícesen el derecho ateniense y lue-
go en el romano, habiendo formado parte de la transición del régimen aristocráti-
co al democrático y de la monarquía a la república, respectivamente. Luego, desde
el siglo Xlll estas formas de participación popular fueron desapareciendo ante la
aparición de los sistemas monárquicos y la colocación de la justicia en manos de
quienes detentaban el poder.
Al derecho norteamericano llegó a partir de la implementación de lasestructu-
rasdel proceso acusatorio, siendo el jurado la institución primaria del common law.
Los inmigrantes inglesestrasladaron esto a los Estados Unidosde América.
Luego, en lo que respecta a Europa, se instauró el sistema pero de un modo mix-
to; esto es, tribunales integrados por jueces permanentes y jurados accidentales,
donde los legos resolvían las cuestionesde hecho y losjuristas lasdederecho. Otras
constitucioneseuropeasy mástarde latinoamericanas proyectaron la instauración
del juicio por jurados.
Hasta el momento, más allá de los proyectos legislativos que se presentaron, el
Congreso nacional ha omitido cumplir con esta manda constitucional; circunstan-
cia por la que se considera que se configura así una inconstitucionalidad por omi-
sión legislativa2. Es que, además, la reforma constitucional de 1994 mantuvo esta
imposición.

' En el art. III, Sección 23 inc. 3" la Constitución de los Estados UnidosdeAmérica, ensu par-
te pertinente, dispone: "El juiciodetodoslosdelitos, exceptoen loscasosdejuicio político, se hará
porjurados ...".
Gelli, Constitución de la Nación Argentina, comentada y concordada, 4"ed.. 2009,t. l. p.
409.También, Jauchen. Derechosdel imputado, 2007,p. 226.
Art. 24 PRIMERA PARTE

Pese a los actuales proyectos de puesta en marcha, la real aplicación del institu-
t o en algunas provincias y los trabajos doctrinarios sobre la temática, en antiguos
fallos la CSJN le quitaba ese tono de mandato que se observa en la letra de la Cons-
titución hacia los legisladores.Señalaba quesoloera una recomendación y que no
debía concretarsede inmediato (CSJN-Fallos, 115258; 208:21 y 22S)3.
Desde el punto de vista de las atribuciones legislativas sobre el derecho de for-
ma que cada provincia mantiene para sí, en esta parte de la Constitución se genera
una excepción a ello, ya que el juicio por jurados resultaría una implementación
práctica en los procesosjudicialesy,sin embargo, la Constitución disponeque sea el
Congreso nacional-y no los provinciales-el quedebelegislar al respecto. Otravi-
sión puede resultar la que enseña que la Constitución dirige esta manda solo en lo
que respecta entoncesa la justicia federal y a la correccional y criminal con sedeen
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hasta tanto no se transfiera la competencia
de todos los delitos a la justicia local.
Por su parte, el juicio por jurados significa la activa y directa participación de la
~ ~

sociedad en l~scas~s~enales-propiode ~os~obierno~detinte~artici~ativo, repu-


blicanos y demócratas-, donde un grupo de integrantes legos decidirán sobre la
intervención o no de determinada persona en los hechosylosobresu culpabilidad,
másallá del derecho aplicable a loscasosconcretos. Desde allíque el juicio porjura-
dos sea una garantía de los imputadosal ser juzgados por personas libres e impar-
ciales;excluyendoasíla decisión sobresu condición deacusadode lasesferasdejue-
cesdel Estado.
Este sistema que impone nuestra Constitución contiene el propósito de instau-
rar un determinado tipo de procedimiento garantizador y participativo, donde el
poder jurisdiccional seencuentra en personascomunesy paresdel acusado.
En la Argentina, más allá de anecdóticos precedentes donde fue puesto en ejer-
cicio el sistema del juicio por jurado4, lo cierto esque en la provincia deCórdoba (no
9182,vigencia 111105)yluegoen laprovinciadeBuenosAires(no14.543,BO,20/11113)
~ -

se dictaron las respectivas leyesdondese instauró la aplicación de este instituto y se


pusoenfuncionamiento.Tambiénen loscódigosdeprocedimientopenal delaspro-
vinciasdel Neuquén (sanción2411111l)yChubut(sanciónaño2006)sedispusolaapli-
cación de este procedimiento.

Jauchen, Derechosdelimputado, 2007,p. 235.


"En lo que hacea la historia. ademásdel mandatoconstitucional desde 1853y detodoslos
que le precedieron, y el de muchasde lasconstitucionesprovinciales, hubovigencia de juradosen
Chubut en la década de 1870,cuando loscolonosgalesesserigieron autónomamente por normas
propias, que incluían el juicio porjurados. También se preveía el jurado para juzgar los delitos de
abigeatodelCódigoRuraldela ProvinciadeBuenosAires(1826-1866)y losdelitosdeimprentaaco-
gidos en 181 1 por el Triunvirato" (Anitua, Apuntessobre la reciente ley de juicio porjurados bo-
naerense. en "Revista de Derecho Penal y Criminología". año IV, no 1,feb. 2014. p. 219.nota l).
121 DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Arts. 25/26

Art. 25.- E l Gobierno federal fomentará la inmigración europea; y no po-


drá restringir, limitar n i gravar con impuesto alguno la entrada en el territo-
rio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, me-
jorar las industrias, e introducir y enseñar lascienciasy lasartes.
Antecedentes: CNde 1853,art.25. Concordancias: CN, Preámbulo;arts. 14,20,21,75,
incs. 18y 19, 125; CADH.art.22, incs.6"a9".

La presente norma está inspirada en el pensamiento y el proyecto deJuan Bau-


tista Alberdi que, sumada a la invitación realizada en el Preámbulo, cimientan lo
quesería la política migratoriadela República. Detal forma, en palabrasdel prócer:
"Gobernar es poblar"; y en ese lema se inspira dicho artículo. En consecuencia, y a
la Iuzdesus pensamientosy losdesu época, la presente norma teníacomofinalidad
poblary desarrollaen lo económicoy cultural a la joven Nación.
Detal manera, siendoel fomentode la inmigración un instrumentoclave para el
Gobiernofederal resulta razonable reglamentar el ingresoy permanenciadelosex-
tranjeros deacuerdo a las necesidades sociales y económicas del país.
En relación al Preámbulo, la norma citada resulta para muchos discriminatoria
cuando solo se hace mención a la inmigración europea e incluso, lostratados de de-
rechos humanoscon jerarquía constitucional impedirían tal limitación deépoca.
Asimismo, como fenómeno jurídico de la modernidad, los tratados de integra-
ción regional suscriptos por el país, como lo eselTratadodeAsunción quedioorigen
al Mercado Común del Sur (MERCOSUR), pueden ampliar dicha disposiciónen tanto
establezcan la librecirculación de nacionalesde los paísesfirmantes del Tratado.
Como síntesisa lo dicho, la ConvenciónAmericana sobre Derechos Humanos en
su art. 22, incs. 8"y 9"-conjerarquíaconstitucional-establece limitacionesal Con-
greso en cuantoa la protección de extranjerosen territorio argentinoy su eventual
expulsión.
De tal forma, la norma de referencia representa el espíritu de la época, pero de
ninguna manera debe ser interpretada de manera literal, idea que se refuerza con
las normasdederecho internacional posteriores a las que el país suscribió.

Art. 26. - La navegación de los ríos interiores de la Nación es libre para to-
das las banderas, con sujeción únicamentea los reglamentosquedicte la au-
toridad nacional.
Antecedentes: CNde 1853, art.26. Concordancias: CN, Preámb~lo;arts.9~a 12,14,75,
incs. 10 y 13 y 126. 1°Principio: libertadde navegación-para los buques de todos los
países-.
Esta norma constitucional sienta el principio que permite que las "embarcacio-
nesdetodas lasnacionalidades" naveguen libremente porlosríosinterioresdel pa-
íscon el solocompromisodequesesometan al régimenjurídico queen materia dic-
Art. 26 PRIMERA PARTE

ten las autoridadesargentinas. Si bien la norma originaria sufrió una modificación


',
en 1949 para imponer un mayor poder reglamentario al gobierno federal, volvió
a recuperar la letra natural en la reforma de 1957.
Armonizandocon losprincipiosde losarts. 9"a 12, losconstituyentesde 1853,si-
guiendo el liberalismo alberdiano, declararon abierta la navegación de los ríos na-
cionales a los barcos de todos los países del mundo, con la clara intención de impul-
sar el progreso general del país mediante la entrada al territorio del comercio y la
industria extranjera. Esta libertad fluvial significó, en especial, la apertura de los
puertos de las provinciasal comercio directo con Europa, privilegio que dejaba de
ser exclusivo del puerto de BuenosAires.
A consecuencia de esto, empiezan a generarse relaciones internacionales que
sustentadas en estos principios constitucionales, dieron nacimiento a los tratados
que el general Urquiza firmó con los representantes del Reino Unido, Francia y los
Estados Unidos de América el 10 de julio de 1853 en San José de Flores3.
No resulta ocioso mencionar que la bandera, también llamada pabellón, que
enarbola un buque indica la nacionalidad del mismo, por lo tanto, la consecuencia
deesa nacionalidad esque la embarcación queda sujeta a un orden jurídico deter-
minadoel queseráaplicabletantoa las personasqueestén a bordodel barcocomo
a los hechos y actosque se produzcan en el mismo.
Consecuentementees más que evidente que, al tratarse de buques extranjeros
navegando en aguas jurisdiccionales, sean las autoridades nacionalesquienes, por
cuestiones de soberanía, impongan las normas a las que deberán sujetarse dichas
naves. Esta relación de internacionalidad, es decir, convivencia de ordenamientos
jurídicos distintos, fue tenida en cuenta por la Ley Suprema, y es por eso que en el
art. 75, incs. 10y 13 expresamente le atribuye al Poder Legislativo las facultades de
crearlasnormassobre la librenavegación delosríosinteriores; la habilitación delos
puertos; regular el comercio interprovincial y con las naciones extranjeras; entre
otras potestades reglamentarias.
Finalmentese puedecolegir que la Constitución imprimeun régimen legal más
moderno que deja atrás las disposiciones legales, que en materia de navegación
acuática, habíamos heredado de España como legado de la Colonia y, a otros ins-
trumentos jurídicos que los primeros gobiernos patrios celebraron con potencias
extranjeras.
Ideológicamente creadeforma sistemática un mecanismojurídicodondecoexis-
ten la librecirculación interprovincial, uncomerciolibredederechosdetránsito(arts.

' Art. 18, CNde 1949: "La navegaciónde losriosinterioresdela Nación eslibre paratodas
las banderas, en cuanto nocontraríe lasexigenciasde la defensa, la seguridad común oel bien ge-
neral del Estadoy consujeción a los reglamentosque dicte la autoridad nacional".
Lostrestratadosfueron aprobados porel Congreso mediante la ley 14del111U1854
123 DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 27

9"a 12, CN); el derecho de navegar y comerciar (art. 14, CM y la libre navegación in-
terprovincial de buquesdetodaslas banderas (art. 26, CN)forjando un vínculo entre
la Nación Argentina con aquellos países que expresan su nacionalidad a través de
las banderasqueizansusembarcaciones. Enunciando en estepunto,quela regula-
rización yfiscalizacióndeestasactividadesestarán acargodela Nación (art. 75, incs.
10y 13, CN) como órganosuperior a lasprovinciasy por ser partede los poderesque
estas le han delegado (art. 126, CN).

Referenciajurisprudencia1
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido que corresponde al Congreso
de la Nación reglar el comercio marítimo y terrestre con las nacionesextranjeras(art.
75, inc. 13, CN;exart.67, inc. 12, CN). [CSJN, "Agencia Marítimasan Blas5.R.L.c. Pro-
vincia deChubut s1Repetición de impuesto Buenos Aires", 2/4/85].

Art.27.- ElGobiernofederalestáobligadoaafianzarsusrelacionesdepaz
y comercio con laspotenciasextranjeraspormedio detratados queestén en
conformidad con los principios de derecho público establecidos en esta
Constitución.
Antecedentes: CNde 1853, art. 27. Concordancias: CN, arts. 31.43.75. incs. 13 y 15.

5 1. La Constitución Nacional de 1853.- La élite queconformó el grupo cons-


tituyente quesancionó la Constitución de 1853 tuvoen miras reforzar nosolo la in-
dependencia del territorio denominado "argentino" respecto a su anterior condi-
ción de colonia de la Corona Española. Ese objetivo implicaba, de suyo, dejar una
Constitución que consolidara tanto la relación de poder hegemónico en el territo-
riofrentea losgrupossociales y políticosvencidoso, simplemente, ignoradosoex-
cluidos de su participación, como que asegurara límites al ejercicio del poder insti-
tucional. Con el objeto de evitar que las nuevas relacionescomerciales con Estados
mejor posicionados, pusieran en riesgo el andamiaje diseñado para ejercer plena-
mente la soberanía nacional, respectoal Iibrecomerciocon lasdemás potenciasex-
tranjeras, losconstituyentesde 1853ordenaron un Iímite precisoa la aceptación de
condicionalidades propuestas por aquellas para firmar tratados de paz y comercio
con el Estado naciente. Ese Iímite era-y sigue siendo-el art. 27, in fine, cuya fun-
ción estratégica searticulócon lossiguientesartículosde las dos partesen la que se
dividióe1textoconstitucional.Asaber: losarts. lo, 31,33, CN, 1lO(hoy 116)dela CN.
Fundamentaremos lodicho:
a) La forma de gobierno representativa, republicana y federal que adopta la
Nación Argentina (art. lo,CN) integra el derecho público nacional. El mode-
lo teórico elegido implicaba una división de poderes con diferenciación es-
tricta defunciones-atribuciones, competencias-de cada órganocon par-
PRIMERA PARTE

ticular énfasis en el Poder Judicial y en los principios de orden público como


losde tutela judicial efectiva, debido proceso, garantía de la defensa -pro-
pios del sistema republicano-.
b) Respectoaltema en trato, losconstituyentesde 1853tenían claro la presión
a la que seve sometido el gobierno federal de un Estado desigual en forta-
leza militar, institucional y económica en relaciones internacionales sujetas
a la lexmercatoria, frentea Estadosdel resto del mundo con economíascon-
solidadas. La literalidad constitucional, por ende, cierra la posibilidad -al
gobiernofederal-desucumbira la tentación deexponer losderechosy ga-
rantíascontenidosen la parte dogmática y, mucho másaún, lasatribuciones
del Poder Judicial que hacen a la forma de gobierno determinada en el art.
1"delaCN.Deallíqueelart. llOdelaCN(hoy 116)ordenaque: "correspon-
de a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la Nación, el conoci-
miento y decisión de todas lascausasque versen sobre puntos regidospor la
Constitución, yporlasleyesdela Nación; ...yporlostratadosconnacionesex-
tranjeras(. ..);delosasuntosen quela Naciónseaparte; ..." l.Estoasíporque
la jurisdicción nacional -o soberanía jurisdiccional- es parte inescindible
de la soberanía. "La soberanía es un elemento moda1de la estructura diná-
mica delaforma política moderna (...) Es, pues, poresencia, unacualidaddel
poder (en el Estado, que no reconocea ningún otro por encima deél: ese po-
der es el poder constituyente, tal como lo señala Carlos Sánchez Viamonte
(...) Comoelemento oatributodel Estadoafirma su individualidad, autode-
terminación e independencia respecto de los otros Estados particulares. Es
comprendidacomosoberanía exteriory notiene un sentidodesuperioridad
osupremacíasinodeequivalencia, deigualdad jurídica (...) en este punto no
hay alternativa: se tiene o no se tiene el atributo de la soberaníau2.Eso fue
claro para losconstituyentesde 1853yasífuesancionada IaConstitución Na-
cional de 1853 respectoa la defensa irrestricta del derecho público nacional
en materia de tratados con los que se pretendiera afianzar las relacionesde
paz y comercio con naciones extranjeras.
C) La pirámide jurídica del art. 31 puso a los referidostratadosde pazy comer-
cio, en condición infraconstitucional y supralegal. Losinversoresextranjeros

' Lajurisdicciónfederalsedetermina por razón de la materia o porrazóndelas personas. La


jurisdicción atribuida porel art. 116de la CN lo es por razón de la materia, "con prescindencia ab-
solutadelaspersonas,porloquenopuedeseralterada ni modificadaenmaneraalguna,cualquiera
sea la nacionalidad ovecindad de las partes interesadas en el juicio" (cfr. CSJN-Fallos, 27:453. Cita
deGonzálezCalderón, en Derechoconstitucionalargentino, 3"ed.. t. III, p.456)
Fayt, Derechopolítico, 1988. ps. 269 y 270.
125 DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 27

o los Estadosextranjeroscon losque se pretendiera firmar un tratado de los


del art. 27 de la CN,deberían ajustarsea los jueces de la Nación y estos, al re-
solverdiferendosdeestetipoen losquela Naciónfuera parte, deberíanapli-
car la legislación nacional en la cual, los tratados firmados quedaban some-
tidosal plexo normativo constitucional.
d) El texto constitucional señala expresamente la existencia del principio de la
soberaníadel puebloydelaformarepublicanadegobiernodelquenacenlos
derechosnoenumerados(art.33,CN). "Si el Estadofueselasíntesismoralex-
presiva delavoluntad social, losderechos individuales hubieran sidodetodo
punto innecesarios (...) Los derechos del hombre son para los individuos lo
quela soberanía para el pueblo: el dorninioy la posesión de sírnisrno" 3. Por-
que, como ha dicho la Corte de la norma inconstitucional: "... siempre im-
portadesconocer unactode poder deinmediata procedenciadelasoberanía
popular, cuya banalización no puede ser republicanamente ~aludable"~.
e) Lamejordoctrinay lajurisprudenciadelaCorteSupremadeJusticiadela Na-
ción definalesdel sigloXIXy principiosdelXXasumió las responsabilidades
ordenadas por la Constitución histórica respecto al tema en trato. Nótese
que esta defensa de la soberanía era concornitantea la oleada independen-
tista y de conformación de constituciones para los nuevos Estados de nues-
tra América, que sentían repugnancia de retrotraerse a una situación colo-
nial -por lo menos frente al centro imperial del que, en años de lucha, ha-
bían logrado autonomizarse-.
1. Así, la doctrina Calvo5señaló la obligada sujeción de losextranjerosa las
leyesyjuecesnacionalesen razón de que, de lo contrario, los pueblos re-
lativamentedébilesestaríana merceddelospoderosos.Agregandoque
resulta menester recordar que "... los Estados soberanos son indepen-
dientes e iguales, principio olvidado completamente por los que sostie-
nen la necesidad de las convenciones extranjeraso de la aplicación de la
regla (en el caso, inglesa) a los Estados americanos".
2. En el año 1916el entonces procurador general de la CSJN doctor José Ni-
colás Matienzo enunció la doctrina de que el principio de la soberanía
nacional impone que la jurisdicción argentina no puedeser transferida

DeSánchezViamonte, cit. por Fayt, Derechopolítico, 1988, p. 276.


CSJN-Fallos, 328:1491, consid. 27in re"Llerena"-cit. por Bianchi. Elderecho constitucio-
nal en la jurisprudencia de la Corte Suprema entre 2003y 2007,LL, ejemplar del 18/2/08, p. 1; LL,
ejemplardel20/2/08, p. 1, nota317-.
Calvo. Derechointernacionalteórico-práctico de EuropayAmérica, París, 1868.
PRIMERA PARTE

a tribunales o árbitrosextranjeros por convenciones particulares ni pac-


tos internacionales6. En línea con dicha doctrina, Sampay señala que
"... los países dominantes, inversores de escasos capitales suyos, pero
apropiadoresen gran escala de recursos naturalesy financieros nativos,
imponen a los países dominados una administración de justicia a d hoc:
las controversias de intereses en los que son partes, deben ser dilucida-
das en los tribunales del exterior que ellos determinan; sin eufemismo
hablando: antesusjueces.Comoesdeobservar, setratade una fibra más
de lasque componen la coyunda con que atan a su yugo a los paísesde-
pendientes. Décadas atrás la Corte Suprema de Justicia llegó a hacer su-
ya la doctrina Matienzo gracias al empeño de uno de sus miembros, el
doctor Benito Nazar Anchorena, que fue también un juez ejemplar en
cuanto atañe a la defensa del patrimonio nacionalu7.Sampay se refería
al fallo del 16111136, in re "Compte y Cía. c. lbarra y Cía." (CSJN-Fallos,
176:218). Endichacausasetratabainclusodeuncontratodederechopri-
vado (de fletamento) concertado en un momento en que la Argentina
dependía para el transporte de sus productos de flotas mercantes ex-
tranjeras. El entonces procurador Juan Alvarez señaló "... la casi totali-
dad de nuestro comercio exterior se hace en buques extranjeros y, por
ello, es asunto que afecta directa e inmediatamente a la economía na-
cional determinarlosderechosy obligacionesdequienestomana su car-
goel transportede tales riquezas. Si su regulación sedeja, por completo,
en manos de los particulares, el Código Argentino tendría el carácter de
ley supletoria, y habría desaparecido la facultad del Congreso para dic-
tar normasobligatoriasal respecto. Lascompañíasnavieraspodránpres-
cindir, cuando les plazca, de nuestra jurisdicción (...) Lasgrandesempre-
sasextranjerasobtendrían, prácticamente, una especie de privilegio de
extraterritorialidad (...) Doy por reproducidosa este respecto los argu-
mentos que, en sentido concordante, hizovaler ante V.E. el ex Procura-
dor General Dr. Matienzo en la causa de 'Fallos, 138:62'. Es cierto que
pueden someterse a árbitros muchas de las cuestiones surgidas entre
particulares; pero de ahí no se deduce que lo sea también la soberanía
nacional, o siquiera quetalesárbitrosqueden fuera de la jurisdicción de
losjuecesy leyes argentina^"^. Solotresmesesnecesitó lacorte nacional
para fallar en dicha causa. En efecto, dictó sentencia el 16111136suscrip-

Cfr. sudictamen como procuradorgeneral de la CSJN-Fallos, 138:62.


' Cfr. Realidadeconomica, 1972, no 11, p. 72.
Cfr.dictamendelprocuradorJuanAlvarez,defecha13/8/36.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

ta por losjuecesAntonio Sagarna, Luis Linares, Benito Nazar Anchorena


y Juan B.Terán en el sentidodeque "... careciendodeMarina Mercante
la Nación Argentina, forzosamente sus habitantes importadores y ex-
portadores deben someterse a las reglas que el interés y el espíritu na-
cionalista -y no pocasveces un mal disimulado menosprecio o descon-
fianza por lasleyesyjuecesdel país-lesdicta en forma decláusulaspre-
fijadas, impresas e ineludibles de un contrato de adhesión (en lenguaje
actual, ~lá~sulasdeim~osición osujeción); y así, IaConstitución ~ac&nal,
las leyes federales y el Código de Comercio, cuando no el mismo Código
Penal, a pesar de sus categóricasdeclaraciones y mandamientos, son le-
tra muerta frente a quienes, monopolizando el transporte, fijan su ley
(...)La jurisprudenciaextranjeraseorienta hacia ladesaprobación o ine-
ficaciadelascláusulasenloscontratosdefletamentoque( ...) prorrogan
la jurisdicción para el conocimiento de dichos contratos. Así la Corte de
Casación del Reino de Italia, en fallo del 3/3/1926 decidió que: 'lascláu-
sulasde contratosqueanulan la competencia delostribunales italianos
son nulascomo contrariasal orden públicodeque participa la organiza-
ción de lajurisdiccióny comocontrariasa lasoberanía del Estado aquien
esascláusulasdenieganuno de sus atributosesenciales' ".
3. Asuvez,frenteadictámenesdelaProcuracióndelTesorodelaNaciónque
habían convalidadoleyesnacionalesderenunciaa lasoberanía nacional,
el doctor Enrique Bacigalupo -titular de la referida Procuración- por
dictamen del 25/6/73 (Ref.: "Colección de dictámenesde la Procuración",
t. 126, p. 382 y SS., asunto: nota 168173Ministeriode Hacienday Finanzas)
señalóque "... alestar dispuestoen laConstituciónquelascausasenque
la Nación es parteson decompetencia delaJusticia Nacional (art. 1OO), es
claroqueello nosólonoresuIta modificable por lavoluntad de las partes
(art. 1197, Cód. Civil) sino que tampoco lo es por ley del Congreso, dado
que estas no pueden alterar lo reglado por la Constitución". Y haciendo
mérito del precedente de CSJN-Fallos, 176:218, recordó que la Corte:
"... refiriéndose a materias regulables por la voluntad de las partes, dijo
(...)que tal renuncia no resulta aceptable'tenidosen cuenta los fines de
resguardo de la soberanía nacional que al fuero federal se atribuye, una
prórrogaafavordelajusticiaextranjera,en hechosqueserefierenanues-
trocomerciocon otras naciones'". Ahora bien, si esto losostuvo lacorte
en materiasdederechoprivadoen losqueestaba interesadoel orden pú-
blico, con más razón cuandosetratadeactosdederecho públicoquefor-
man parte de la actividad gubernamental del Estado (actos «jure impe-
rii») como sucede con los empréstitos y operaciones de crédito público y
con el poder tarifario del Estado en materia de empresas concesionarias
de servicios públicos.
PRIMERA PARTE

5 2. Según la última reforma constitucional (1994)


a) Losconstituyentesde 1994dejaron intacta la literalidad normativadel art.27
CNde la llamada "Constitución histórica". Noasí, lo acontecidocon el art. 31 en ra-
zón de la incorporación del art. 75, inc. 22 de la CN-instrumentos internacionales
de DDHH-. La modificación, en estecaso, esdefundamental importanciatodavez
que la pirámide jurídica se modificó deesta forma: a partir de su sanción, el rango
supremo en la jerarquía normativa nacional la tiene la Constitución + los instru-
mentos internacionales incorporados, en las condiciones de su vigencia, y los a in-
corporar de idéntica materia. Ambos forman el bloque federal de constitucionali-
dad. Por debajo de ellos siguen estando los tratados de paz y comercio con poten-
ciasextranjeras,quedesde hacetiempo conocemoscomoTratadosde Promoción y
ProteccióndeInversiones(TPPl)g~TratadosBilateralesdeInversiones10osimilarse-
. .
gún sus características. Estostratadosde paz y comercio-con la denominación ac-
tual que usemos- ya no solo están subordinados a la Constitución Nacional sino
que están -como deben estar- subordinados a los instrumentos internacionales
de derechos humanosa losqueel Estado nacional se ha obligado. Con esta modifi-
cación, los constituyentes respondieron a la presión social en el sentido de contra-
rrestarelavancevertiginosodelaaplicación depolíticasneoliberaleslapidariaspar-
ticularmente para los sectores másvulnerados de la población. La expectativa fue
quelaliteralidad normativadelosarts.75, inc.22,CN+31, CN+27, CN+ 116(ex100),
CN, funcionaran como una revolución copernicana o galileana al interior del siste-
ma jurídico al que deben someterse losórganoscon función de poder del Estado.
Es de especial importancia-respecto a la norma aquíestudiada- el hecho de
queel art.75, inc. 22dela CNseñaleque losinstrumentosinternacionalesqueloin-
tegran lo son "en las condiciones de su vigencia". Por ende, la Convención Ameri-

Estos tratados comerciales - c o m o IosTIB. AMI y demás modalidades- prevén mecanis-


mos para la solucióndecontroversiasentreempresasy Estado, por mediode arbitrajes internacio-
nales como los que administra el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativasa Inver-
siones (CIADI; ICSlDsegúnsusigla en inglés-dr. su página web-)
lo Los llamados "tratados bilaterales de promoción recíproca" (TIBs) no sonverdaderamen-

tetales habida cuenta quela cláusula de la "Nación másfavorecida"quetodoselloscontienenuni-


versalizansus basesjurídicasyreafirman la delegacióntransnacional de la jurisdicción nacional so-
berana decada uno dedichos paísesenfavorde lostribunalesdel ClADl u otrosconsimilarfunción
estratégica para el capital financiero globalizado y el poder político a su sombra. En función a la
cláusula de "la Nación más favorecida", los inversores externos interpretan que la Argentina no
puedeconcedera unos paísesventajas inferioresa lasqueconcedea otros.Así. por ejemplo. elTBI
celebradoentrelaRepúblicaArgentinayladePanamá.aprobadoporlaley24.971 incluyeunacláu-
sula que estipula que la modificación oderogación de las leyes entre las medidassimilaresa la ex-
propiación (conf.suart. 5'). Setrata, seseñaló, de unacláusula deestabilización legal, quedebería
recalificarsecomo" ... cláusula del inversormásfavorecido" (conf. LL, 2003-F-1283).
129 DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 27

cana sobre DerechosHumanos (Pactodesan José de Costa Rica) se incorpora al blo-


quefederal deconstitucionalidad con la reservaformulada por la RepúblicaArgen-
tina al art. 21 de aquella, el cual -en clara sintonía con el art. 27 de la CN-expresa-
mente prescribe: "El Gobierno argentino establece que no quedarán sujetas a re-
visión de un tribunalinternacionalcuestionesinherentesalapolítica económicadel
Gobierno. Tampoco considerará revisable lo que los Tribunales nacionales deter-
minen como causas de 'utilidadpública'e 'interéssocial', nilo que estos entiendan
por 'indemnización justa'" 'l.

b) En el mismo sentido ha puntualizado Conesa: "En la materia de la interpre-


tación del art. 100de la CN(actual116) soy deopinión quedeben quedar excluidos
de la prórroga de la jurisdicción los asuntos referentesa actosen los que el Estado
actúacomo poder público, esto es, actosiureimperii, Iimitándosela posibleprórro-
ga,con mucha prudencia y restricción asuaplicaciónen aquellosotroscasosdonde
el Estado se comporta como podría serlo un particular en el área del derecho priva-
do, es decir, cuando actúa iure gestionis. En términos prácticos, esto significa que
cuando el Ministerio de Economía o la Secretaría de Hacienda celebra un contrato
de empréstito público, actúa como poder público, con iure imperiiy no puede pac-
tar la prórroga de jurisdicción. Y, por lo tanto, las sentencias de un juez del Estado
de Nueva York condenando a la Argentina a pagar a tenedoresde bonoses nula, o
talvez, como diceGoldschmidt, ine~istente"'~.
EldoctorGuillermoMuñoz-magistradoargentinocuyofallecimientoseguimos
lamentando-explicaba con prístina claridad : "El arbitraje en los contratos inter-
nacionales celebrados por el Estado: el mecanismo es el siguiente. Se otorgan seis
meses para las negociaciones amistosas. A partir deese momento las partes pueden
elegirentrepresentarsealosjuecesargentinosoauntribunalarbitralextranjero.En
realidad,estaalternativa,soloestá previstaen lostratadosfirmadosen un primerpe-
ríodo. Lo quesecreó con esta posibilidad fue un espejismo, una caricatura de la doc-
trina Calvo. Les explico por qué. En esos tratados se exigió al inversor extranjero so-
meter su controversia a la decisión de los tribunales argentinos, pero ese someti-
mientovinoenvueltopordoscondicionesque, en realidad, lequitaban esecarácter:
a) El sometimiento seefectúa por un períodode 18 meses. Si a su vencimiento nose
dictó sentencia, lo cual es bastante previsible, se puede recurrir al arbitraje interna-
cional; b) Si en ese plazo sedicta sentencia pero las partescontinúan en disputa, es

l1 Reserva efectuada porel gobierno nacional durante la presidencia del Doctor Raúl Alfon-
sin en su instrumento de ratificación de fecha 14/8/84, y tramitada con arreglo a la Convención de
Viena sobre el Derecho de IosTratadosdel 23 de mayo de 1969.
l2 Conesa,Defaultyreestructuracióndeladeuda externa, LL, "Suplemento Especial", 11/2003,
p. 69 y SS.,en especial ps. 78y 79.
PRIMERA PARTE

decir, si el fallo no lasconforma, también se puede recurrir al arbitraje. ¿Quétipode


sentencia sea esa?¿Qué habrá sido de la cosa juzgada? La verdad es que no lo sé. En
realidad, la obligación a este sometimiento previo, no deja de ser un pasatiempo,
una hipócrita mueca institucional que aniquila el valor de las sentencias judiciales.
En lostratados posteriores la cuestión sesinceró y seadmite recurrir directamenteal
arbitraje. Lo normal, entonces, será recurrir a árbitros del Centro Internacional de
Arreglosde DiferenciasRelativasa Inversiones(CIADI) quees un organismo que tie-
nesu sedeenWashington, y está íntimamentevinculadoal Banco Mundial (...)Todo
lo que pueda decir el legislador resultará de muy difícil aplicación para modificar lo
ya hecho. Salvo, claro está, que beneficie a los inversores extranjeros. El Estado ar-
gentino renunció, pues en estos dilatados espacios [el autor se refiere a prestación
de servicios públicos esenciales] a su potestad legislativa, si la ejerce se arriesgará a
pagarenormessumas.Tambiénrenuncióen estosvitalesespaciosalajurisdicción de
susjuecesporque,deseguirseciertasinterpretacionesdoctrinarias,todasestascues-
tionesse resolveránen Washington" 13.

C) Siendo procurador del Tesoro de la Nación, el hoy ministro de la Corte Supre-


ma de Justicia doctor Horacio D. Rosatti, en una nota doctrinaria, recordaba a Joa-
quín V. González al afirmar este que el art. 27 de la CN constituye una limitación a
los poderes del Congreso "...de manera queen ningún caso puede comprometer,
en forma alguna de arbitraje, el honor, la soberanía y los interesesesencialesde la
Nación". Agregaba Joaquín V. González -según nos recuerda Rosatti- " ... por
consiguiente, el Congreso argentino no puede autorizar un pacto compromisario
con otra nación para someter a arbitraje puntosque afecten cualquiera de los prin-
cipiosfundamentalesde la CN"14.

d) Mesesantes de que la defensa del derecho público nacional en la materia en


trato seviera fortalecido con la Declaraciónde la Cumbrede presidente^'^, fueaus-
piciosa en ese sentido la Declaración del Consejo de Decanos de Facultades de De-
rechode Universidades Públicas de fecha 20/5/05, sosteniendo la inconstitucionali-
dad de la prórrogadejurisdicción en favor delostribunalesarbitrales.

e) Asu vez, el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación-ley 26.994- por su


art. 1651, úItimopárrafo,estableceque: "LasdisposicionesdeesteCódigorelativas

l3 Muñoz, El arbitraje en los contratos internacionales celebrados por el Estado, AeDP-10


"Actualidaden el Derecho Público", Cuatrimestral, 5"año. Segunda Época, may.-ago. 1999, ps. 83
a 92, en especial ps. 90a 92.
l4 González, Obrascompletas, 1935, t.Xl, p. 210.
l5 Cumbrequese reunió en Mardel Plata, en nov. de2005.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS

al contrato de arbitraje no son aplicables a las controversias en que seanparte los


Estados nacional o local".
A lo que cabe añadir que: si bien la Convención de Viena Sobre Derecho de los
Tratados, en su art. 27, estipula que: "Una parte no podrá invocar las disposiciones
de su derecho interno como justificación del incumplimiento de un tratado. Esta
norma se entenderá sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 46 (de la Convención)",
el cual también estipula: "El hecho deaueel consentimiento de un Estado en obli-
garse por un tratado haya sido manife;tado en violación de una disposición de su
derecho interno concernientea la competencia para celebrartratados no podrá ser
alegado por dicho Estado como vicio de su consentimiento a menos que esa viola-
ción sea manifiesta y afectea una norma de importancia fundamental de su dere-
cho interno".

5 3. Síntesis.- La jurisdicción -atributo de la soberanía- no puede ser dele-


gada, salvo: a) en el casodel art. 75, inc. 24de la CN-deallí la suspensión del Para-
guayenel Mercosurluegodelgolpeinstitucionala Lugo-; b) larevisiónporlaCor-
te IDH de sentencias definitivas de la CSJN mediando afectación de derechos hu-
manos; c)pordefeccióndelajusticiaargentinaenmateriadedelitosdelesahuma-
nidad (art. 108, CN). Tratándose de controversias en materia de derecho público
económico (v. gr., concesión de obras y servicios públicos, incluidos los bancarios,
operacionesdecrédito público, actividadesde interés público, etcétera), la prórro-
ga dejurisdicción-no obstante lo acordado en IosTIBS-es inadmisible.
La privatización delajusticia-en pugna con un modeloconstitucionaldedesa-
rrolloeconómico y social autónomocon justicia propia indelegable (art. 75, incs. 19
y 23, CN)-poneen crisis lasoberanía política y económica nacional. Quienesargu-
mentan que el derecho interno no puede invocarse como justificación del incum-
plimientode un tratado (primera partedel art. 27dela Convención devienasobre
el Derecho de IosTratados), eluden el reenvío que en su segunda parte hace al art.
46 de la misma Convenciónquejustifica dicho incumplimiento cuando severifique
unaviolación manifiesta queafectea una normadeimportancia fundamental pa-
ra el derecho interno -como son las que integran el derecho público nacional-,
cuya defensay aseguramientosiguesiendoel Iímiteclaro impuesto porel art. 27 de
la CNfrentea decisiones politicasfuncionalesal modelo deépoca del sistema socio-
económico g l ~ b a l i z a d o ' ~ .
El "sentidocomún" naturalizado por losaparatosideológicosdel Estadoasume
el clichéde la renuncia a loscontenidosdel derecho público nacional como única al-
ternativa para lograr la inversión extranjera directa -por ejemplo, delegando ju-

l6 N~~referimos,obviamente,alaspoliticascorrespondientesalsistemacapitalistaensumo-
delo neoliberal de época.
PRIMERA PARTE

ri~dicción'~-oel salvavidas de plomo de un arbitraje en el ClAD1180similar, o en


tribunalesjudicialesde NuevaYorklgodel Reino Unido20.
Porlaclaudicacióndefuncionariospúblicosquetraicionan loscompromisosalos
queel Estadoseobligó internacionalmenteen instrumentosde derechos humanos
hoy constitucionalizados, la posibilidad deejercerlos plenamenteenvida pasaa ser
-paravastossectoressociales invisibilizados-como relatosfantásticosde un libro
de cuentos. Las atribuciones de los órganos con funciones de poder del Estadoy la
propia normade rangosuperior, quedancomocáscarasdeunfruto internoquena-
ció podrido. La renunciaal derecho públicoconculca loqueel PreámbulodelaCons-
titución y su contenido, señalan y ordenan prioritariamente: la construcción de una
convivenciasocial en la queestéasegurada la igualdad real de oportunidadesy tra-
to y el pleno goce y ejercicio de todos los derechos reconocidos por la Constitución
y por los tratados internacionales de derechos humanos a todos los habitantes, en
particular, a mujeres, niños, ancianos y personas con discapacidad (art. 75, inc. 23,
CN).Deallíque,sisu honra,dignidady bienesquedarenamerceddegobiernooper-
sona alguna -justamente, a partir de la renuncia hecha al art. 27, CN-sería apli-

l7 Algunasleyesque prorrogan lajurisdicciónjudicial argentina afavordejuecesotribunales

de extraña jurisdicción: ley 16.432, arts. 48 y 83; ley 20.548, art. 7"; ley 24.156 (de administración fi-
nanciera y sistemasde control del sector público nacional). ari. 58, párr. 2". in finey ley 11.672 com-
plementaria permanente de presupuesto, t.o.1999, segúndecr.689199, an. 16.Todasellas regulan
materiadeempréstitosycrédito público-plenamenteincluidosenel ari.75, incs.4"~7", CN-.As¡-
.
mismo.. ~ r e v é n
mecanismosde solución de controversias en materia de inversión Dor mediode tri-
bunalesdearbitrajeajenosa lajurisdicciónjudicialargentina (ley24.098192aprobatoria delTBI con
la República FederaldeAlemania; ley24.099192-Suiza-; ley 24.100192-República Francesa-; ley
24.1 17192-Suecia-; ley 24.1 18/92 -España-; ley 24.122/92 -Italia-; ley 24,123192-Bélgica y
Luxemburgo-; leyes24.124/92y 24.356194-Estados Unidos de América-; ley 24.125192-Cana-
dá-; ley 24.184192-Gran Bretaña elrlandadel Norte-; ley 24.238/94-Austria-; ley 24.340194-
Turquía-; ley 24.397/94-Dinamarca-; ley 24.352/94-Países Bajo*; ley 24,593195-Portugal-;
ley 24,771197-Israel-y ley 25.353100-Federación Rusa-).
l8 La ley queaprobóla convenciónquedaorigenal CIADI,quelleva n024.353, si bienfue pro-

mulgada el 22/8/94, dos días antes de la entrada en vigencia de la reforma constitucional de 1994
(2418194, conf. disposición transitoria decimosexta) fue publicada en el Boletín Oficial con poste-
rioridad, el 2/9/94, y entróenvigencia el 18111/94, esdecir, con palmaria inconstitucionalidad. tan-
to a lafechadesancionarsey aprobarse la ley 24.353 deconformidadcon lascláusulasindicadasen
lospuntos 1,2y3precedentes,cuantoalafechadepublicarseyentrarenvigencia,deconformidad
con la cláusula mentada en el presente punto 4. Nótese también que ningún Estado de nuestra
América firmó la Convención constitutiva del ClADl a finales de los'60 mientras que en la década
de los'90fueron 154paises quedelegaron jurisdicción al referido organismo de la órbita del Ban-
co Mundial.
l9 Cfr. decr. 319104. art. 8".
20 Cfr.decrs.29117.231117y 334117.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 28

cablea quienes loconsintieren, promovieren ofirmaren, la sanción impuesta por el


art. 29dela CN-tachade "infametraidor a la Patriau-.
Frenteadecisionespolíticasquepretende hacer de IaConstituciónuna mera ho-
ja de papel o un catálogo ilusorio, hacemos nuestra la defensa del derecho público
nacional en el sentido del que habló Monteagudo al señalar: "Ningún pueblo ha
derogado ni puede derogar sus derechos; su propensión a la salud pública es una
necesidad que resulta de organización moral; y su amor a la independencia es tan-
to mayor, cuanto es más íntimoel convencimientoquetiene de su propia dignidad:
él lasostendráconsusfuerzasfísicas,si el quedirigesuopinión desenvuelveestaap-
titud. Al hombre ilustradotocaestedeber, y sus lucesson la medida de losesfuerzos
con que debe contribuir (...) Confirmada por la experiencia la causa de nuestros
males es tiempo de repararlos, destruyendo en los pueblos toda impresión contra-
ria a la inviolabilidad de sus derecho^"^^.

Art. 28. - Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anterio-


resartículos. no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejer-
cicio.
Antecedentes: CNde 1853, art.28. Concordancias: CN, arts. lo,
14a 19,31,99, inc.2"
y116.

Comentamos este artículo que tiene su fuente y antecedente en la cláusula 20


del proyecto de Constitución de Juan Bautista Alberdi de donde la tomaron direc-
tamente los constituyentesde 1853.
Sesostienequeel art. 14de la CNestableceque losderechosquedicho texto re-
conoce se ejercen ". .. conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio.. . ". Esto
significa que los derechos no son absolutos, ya que pueden ser restringidos por la
reglamentación de su ejercicio, mediante una ley del Congreso1.
LaCorteSupremadeJusticiahaexpresadoquenoexistenderechosabsolutosen
la Constitución Nacional y que todo derecho debe ser compatibilizado con los de-
más derechos enunciados en la Constitución, con los derechos de la comunidad y
con losdeberesqueaquella establece2.
La ley o la norma jurídica que reglamenteel ejercicio de losderechos no los pue-
den alterar de manera alguna, esesto lo que prohíbe expresamente el artículo que
aquíse comenta y a este límitesedenomina principioderazonabilidad.

21 Monteagudo. Escritos, publicado porel Senado de la Nación. 1989, ps. 249y 250
' Ekmekdjian, Tratadodederechoconstitucional, 1993. t. III. p. 1.
Ekmekdjian, Tratadodederechoconstitucional, 1993. t. III, p. 1
Art. 28 PRIMERA PARTE

Estamosviendoun muy valiosoaportea nuestro sistema constitucional con la li-


mitación que marca esta norma porque según ella las leyes no pueden disminuir,
restringir ni alterar derechos.

5 1. Principio y control de razonabi1idad.- Nos dice Quiroga Lavié que el le-


gislador no puedeviolar el sentido normativosustantivo, y elloocurrecuandoéI no
actúacon razonabilidad3.
La razonabilidad es la adecuación de sentido en que se deben encontrar todos
los elementos de la ley, entre sí (esto se denomina razonabilidad interna) y con la
Constitución (razonabilidad externa de la ley).
Esto noquieredecir ni másni menosque la ley reglamentaria delaConstitución
Nacional debe ser justa.
Haro, en un meditado estudio sobre el tema, recuerda el significado etimológi-
co del vocablo. "Razonable", enseña el maestro cordobés, deriva del latín rationa-
bilis, adjetivo quesignifica arreglado,justo, conformes razón. Muy expresivamen-
te quiere decir el que posee la razón; el que piensa u obra de una manera que no
puedecensurarse; el queevidencia un juiciosanoy normal4.
En consecuencia, la razonabilidad emerge como un estándar o patrón destina-
do a determinar si las leyes reglamentariasguardan correspondencia con la Consti-
tución.Todo lo irrazonable es injusto, arbitrario, repele al derecho y es por lo tanto

Linaresdefinea lo razonable como loaxiológicamenteválidosegún lascircuns-


tanciasdel caso; lo oportuno, lo convenienteen función detodoslosvalores6.
La conceptualización precedente, al poner el acento en la nota estimativa, em-
barca al tema de la razonabilidad en un juicio de ponderación que necesariamente
deben realizar losjuecesa la hora de examinar si la norma impugnada guarda con-
gruencia con la Constitución. Si lo razonable es lo axiológicamenteválido, el con-
trol de constitucionalidad pasa, necesariamente, por detectar si losvalores orden,
seguridad, paz, solidaridad, cooperación, justicia, quedesea realizar la normaque
se impugna escompatiblecon la ley mayor7.

5 2. Razonabilidad técnica y razonabilidad jurídica.- Como vimos, Linares


distinguió dos manifestacionesde la razonabilidad. La interna que conduce a la ra-
zonabilidad técnica y la externa que sustenta la razonabilidad jurídica.
En la razonabilidadtécnicase hablademediosrazonablesparaobtenerciertofin.

Quiroga Lavié, Constituciónde la Nación Argentina comentada, 1997, p. 157.


Haro, Constitución, gobierno y democracia, 1987, p. 239.
Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3aed., 2013, p. 280.
Linares,Razonabilidaddelasleyes, 1970.
Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013, p. 281.
135 DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 28

Aquí la legislación aparece como eficaz instrumento social para lograr ciertos
objetivos. Por ejemplo, la ley 11.157congelólosalquileresy prorrogóloscontratos,
restringiendo el derechode propiedad, para impedirel incremento degentesin ca-
sa habitación en tiempos de escasez de vivienda; mientras se logró el objetivo bus-
cado la Cortedeclaró la razonabilidaddela ley, cuando hubooferta suficientedevi-
viendasdeclaró la inconstitucionalidad de la misma8.
La razonabilidad técnicaesunasimple relación deadecuaciónentre losmotivos,
medios y fines, pero no resuelve nada sobre la justicia de la medida adoptada. Esto
ya es patrimonio de la razonabilidad jurídicag.
La razonabilidad externaojurídica procuraqueel acto legislativo, razonableen
lo interno (razonabilidad técnica) sea justo.
La razonabilidad externa de la ley debe satisfacer no solo la coherencia de ella
consigo mismasino, también, con el plexo devaloresquetieneel ordenamientoju-
rídico: solidaridad, cooperación, orden, seguridad, etcétera, son razonables cuan-
do sefundan en la idea de justicia, entoncessi la ley contradiceestosvalores en for-
ma notable ella será también irrazonablelo.
Puede ocurrir que una ley sea razonable desde el punto de vista técnico, pero
irrazonableen lo jurídico.
Por ejemplo: técnicamente es razonable no aumentar lossalarioscuando la pro-
ducción del países insuficiente, perosi detodos modoscontinúa la inflación el con-
gelamiento se torna injusto y por lo tanto irrazonable".
La razonabilidad jurídica admite dos modalidades, la razonabilidad de ponde-
ración y la razonabilidad de selección.
Laprimeraesuntipodevaloraciónquesedacuandoconsideramosjustoqueuna
determinadaprestaciónseimputeaunantecedente. Porejemplo,esrazonableque
a unguardavidasseleexijaque,aúna riesgodesu integridad física salve lavidaaje-
na y no lo es que se demande un comportamiento similara quien nosecomprome-
tióa tal servicio12.
La razonabilidad de selección se conecta con el principio de igualdad. Concurri-
rá si a iguales antecedentes se imputan igualesconsecuentes.Por ejemplo, es razo-
nable que todos los sujetos que integran una misma categoría impositiva tributen
el mismo porcentajey no loesqueseadmitan excepcionesfundadasen laaltura, el
color de la piel o la religión que practican13.

Quiroga Lavié, Constitucióndela Nación Argentinacomentada. 1997, p. 157.


Linares,Razonabilidaddelasleyes, 1970.
lo Quiroga Lavié, Constitucióndela Nación Argentinacomentada. 1997, p. 157.
l1 Quiroga Lavié, Constitución dela Nación Argentina comentada, 1997, p. 157.
l2 Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino. 3"ed.. 2013, p. 282.
l3 Linares, Razonabilidaddelasleyes, 1970.
Art. 28 PRIMERA PARTE

3 3. Razonabilidad y autorrestricción.- La Corte ha dicho, reiteradamente,


quea lostribunales no lescabeverificar el acierto, la desventaja de una norma, oen-
trar a meditar su bondad o procedencia, por cuanto ello importaría asumir compe-
tenciasreservadasalapolíticalegislativatrazada porlosdemáspoderesdelEstadot4.
La autolimitación jurisdiccional resulta atinada en tantoquesu finalidad inme-
diata es la de impedir queel PoderJudicial devenga en Legislativosustituyendocri-
terios que la Constitución depositó en otrosdepartamentos del EstadoT5.
Perocomo la consecuencia de ese enunciado termina en una dilatada extensión
que-tomada al piede la letra- impediría a lostribunales tornar efectivo el con-
trol de constitucionalidad, la propia Corte-en más de una oportunidad- se vio
obligada a evadir los límitesdesu propia autorrestricción.
Entonces para determinarla razonabilidad en función de los mediosinstrumen-
tadosporel legislador para lograrlosobjetivospropuestos por una ley, esnecesario
auscultar, en buena medida, el éxito deesos medios, su acierto y ventajas.
Lo cierto es que en nuestro derecho el control de la pauta de razonabilidad, en
cuantosustento básicode losactos legislativos, en buena medidatermina reposan-
do en el grado de activismo judicial que para la época de su planteamiento tiene o
no el poder llamado a juzgar losactos de los otrosdos16.

Referenciajurisprudencia1
1- "BuenosAires, 13 de abril de 1860.Vistosy considerando:quees un hecho y tam-
. .
bién un orincioio de derecho constitucional aue la oolicía de las orovinciasestá a car-
go de sus gobiernos locales, entendiéndose incluido en los poderesquese han reser-
vado el de oroveer lo conveniente a la seauridad. salubridadv moralidadde susveci-
nos; y que, por consiguiente, pueden lícitamente-dictarleyes;reglamentoscon estos
-
fines, no habiéndoseaarantido porel art. 14de la CNa los habitantesdela República
elderechoabsolutodeejercersuindustriao profesión, sinoconsujeciónalasleyesque
reglamentansu ejercicio: que siendo esto así, la justicia nacional sería incompetente
para obligara una provincia, que ha prohibido lascorridasdetoros,a soportar la cons-
trucción de una plaza para dar al pueblo ese espectáculo, auncuando pudiera ella ca-
lificarsedeestablecimiento industrial, comose pretende, yel ejerciciodeesa industria,
no ofendiera el decoro, la cultura y la moralidadde lascostumbrespúblicas; por estos
fundamentos, se confirma, con costas, el auto apelado de foja 12; y satisfechasaque-
IIasyrepuestoslossellos,devuélvanse.FranciscodelasCarreras.SalvadorMaríadel Ca-
rril. Francisco Delgado.José Barros Pazos. Benito Carrasco". [CSIN-Fallos, 7:152].
2- "Quesifueseaceptablela reglamentaciónimpuestaal azúcar, podría hacerseex-
tensiva a toda la actividad industrial, y lavida económica de la Nación, con las liberta-

l4 CYN-Fallos, 261:409; 209:245.


l5 Midón. Manualdederechoconstitucionalargentino.3"ed.. 2013. p. 283.
l6 Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino,3"ed.. 2013, p. 283.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 29

des que la fomentan, quedaría confiscada en manos de legislaturaso congresos que


usurparían por ingeniosos reglamentos, todos los derechos individuales. Los gobier-
nosseconsideraríanfacultadospara fijar alviñatero la cantidadde uva que lees lícito
producir, al agricultor 1adecereales;al ganadero ladesusproductos;y así hasta caer en
un comunisko de Estado en que losgobiernosserían los regentesdé la industria y del
comercio, y losárbitrosdel capital y de la propiedad privada ...". [CSJN-Fallos, 98:24].
3- "Que no debeconfundirse la restricción legislativa de losderechosencaminadaa
evitar perjuiciosa tercerosen el goce de otros derechosanterioresa la Constitución o
emanadosdeella ode las leyes, con la restriccióntendientea proporcionar al público
en general o a determinadasclases sociales, alguna ventaja o beneficio: en el primer
caso, la acción legislativa es, en absoluto, necesaria para la existencia misma de laso-
ciedadquerequierela recíproca limitacióndelasactividades humana$enelsegundo,
nadie puedeser privado de su propiedad, coartado o restringido en el uso de ella, sin
previa indemnización, comoestá expresamentedispuestoenelart. 17dela leyfunda-
mental". [CSJN-Fallos, 116:116].
4- "Que si bien lostribunales no están llamadosa examinar la oportunidad y conve-
nienciasde las medidaslegislativasoadministrativastendientesa proteger la salud pú-
blica, es incuestionableque de acuerdo con losarts. 14,17,19,20 y 28 de la CN, la doc-
trinay la jurisprudencia pueden resolverencircunstanciasextraordinariasdemanifies-
toeinsalvableconflictoentreaquellasyla leyfundamental ...". [CSJN-Fallos, 118:278].

5- "Ese art. 28fue sugerido a losconstituyentesdel'53 por el art. 20 y otrosdel pro-


vecto de Alberdi, quien había dedicado a recomendar ese .precepto
. varios párrafos de
susBases, observandoque( ...)el mismopensadorqueensusBaseshabíaechadolosci-
mientosde la estructura constitucional del país(...) con notable insistencia hacecons-
tarlaoposicióndesusdisposicionesconloquesehadadoenIlamarespíritunuevo, por
el que, a título de reglamentación, de poder de policía, de promover el bienestar ge-
neral, ode razónde Estado, se atribuyea este la dirección providencial de la actividad
económicadelos habitantesdela Nación ...". [CSJN-Fallos, 136:170].

Art. 29. - El Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional, ni las Le-


gislaturas provincialesa los gobernadoresde provincia, facultades extraor-
dinarias, ni la suma del poder público, niotorgarlessumisionesosupremací-
as por lasque lavida, el honoro lasfortunasde los argentinosquedena mer-
ced degobiernos o persona alguna. Actos deesta naturaleza llevan consigo
una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen, consientan o fir-
men, a la responsabilidady pena de los infamestraidoresa la patria.
Antecedentes: CNde 1853, art. 29. Concordancias: CN, arts. lo,
5', 17 a 19,23,33,36,
76,99, inc. 39 109, 119.

La cláusula original de la Convención Constituyente de 1853 que se reproduce


fue precedida por un tiempodeespíritu defacción en la Argentina dondese le ha-
Art. 29 PRIMERA PARTE

bían concedido facultades extraordinarias y la suma del poder público a Juan Ma-
nuel de Rosas (las primeras también autorizadas al gobernador Viamonte), gober-
nador de Buenos Aires durante poco menos de dos décadas.
Es así que los argentinos que, ya vencido Rosas, habían padecido durante largo
tiempo su persecuciónes a quienes les toca el dictado de una Constitución que re-
gulepolítica yjurídicamentede unavez y para siemprea nuestro país.
Podemos decir que, estrictamente y siguiendo a Gelli, las facultades extraordi-
nariasimplicanelejerciciodefuncionesjudicialesy lasumadel poder públicoel uso
y concentración detodo el poder; al otorgar las primerasse abre el camino a lasdic-
taduras, con lassegundasyaestamosen una dictadura'.
Rosas gobernó su primer período con facultades extraordinarias y el segundo
mandato lo asumió con la suma del poder público, Gelli entiende que la dictadura
era legal porquedichasatribucionesfueron otorgadas por la legislatura provincial
y la suma del poder público, además, confirmada por plebiscito popular2.

5 1. Facultades extraordinarias y suma del poder público.- Para precisar aún


más los conceptosvertidos nos ilustra el profesor Midon al respecto:

a) Facultadesextraordinarias.- Son aquellasquenofiguran en laconstitución


como propias del Ejecutivo.Acordadas supone asignar potestadesfuera de lo ordi-
nario,esdecir, másdeaquellasquela propiaConstituciónconfierea ungobiernore-
gular3.

b) Lasuma delpoderpúblico.- Consiste en imputar a un poder la totalidad de


las competencias quecorresponden a losotros dos. La prohibición -por ejemplo-
inhibe al Ejecutivo a subsumir lasfacultadesde los poderes Legislativoy Judicial4.

C) Sumisiones.- Son las que se imponen a una persona causando degradación


y alterando el principio de igualdad ante la ley. Específicamentesignificasujetar, su-
bordinar, abatir o humillar a losargentinos5.

4 Supremacías.- Se otorgan al conferir a una persona superioridad o preemi-


nencia en detrimento de quien no accede a dicha jerarquía6.

' Gelli, Constitución de la Nación Argentina, comentaday concordada,4aed., p. 435.


Gelli, Constitución de la Nación Argentina, comentada yconcordada, 4"ed., p. 435.
Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013, p. 313.
Midón, Manualde derechoconstitucionalargentino, 3aed., 2013, p. 313.
Midón. Manualdederechoconstitucionalargentino. 3"ed.. 2013. p. 314.
Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013, p. 314.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 29

La concesión de poderes tiránicos debe tener un modo cualificado de ostenta-


ción, consistente en que la vida, el honor o la fortuna de los argentinos queden a
merced de algún gobierno o persona.

5 2. Nulidad insanable y traición a la patria.- Los efectos atribuidos a los ac-


tosque estamos describiendo llevan consigo dosefectos:
- Nulidad insanable.
- Pena detraición a la patria.

Entendemosque lanulidad insanablequedescribelaConstituciónNacional bus-


ca, principalmente, que las consecuenciasde los incumplimientos se tengan como
no ocurridos.
Pero la sanción prevista para los ilícitos es la misma prevista para quienes come-
ten el delitodetraición a la patria.
Lo de castigar con la misma sanción dos delitos distintos (Traición a la Patria y
Concesión de Poderes Tiránicos) es consecuencia de una estimación del constitu-
yentequeencontró equivalente la gravedad de estasconductas. Masdebe quedar
en claro quequienestransgredan esta norma no son traidores a la patria, sino au-
toresde un delito distinto, cuya pena essimilar a la detraición7.
El delito detraición a la patria está previsto en losarts. 214 y 215 del CPcon pe-
nasdediezañosde prisión y hasta reclusión perpetua.

Referenciajurisprudencia1
1- "La ley de sospechososdel29 de abril de 1870 de la provincia de San Juan, limita-
da adarfacultadal Poder Ejecutivo portiempodeterminadopara el arresto ytraslado
de personas sospechosas, implica la concesión de facultades que corresponden al es-
tadodesitio.ynolasextraordinariasqueprohíbeelart.29delaConstitución". [CSJN-
Fallos, 2:423].
2- "El Congreso no ha violado el art. 29 de la Constituciónal sancionar la ley de pa-
tentes 10.366~sancionarcon multa a losdefraudadores, puesello no implica el ejerci-
cio, ni la delegación defacultadesextraordinarias". [CSJN-Fallos, 151:429].
3- "La interpretaciónque atribuyese al derecho de reunión una extensión que per-
mitiera emplearlo para entronizar latiraníao unsistema políticoque llevara al mismo
resultado, sería incongruente con lo dispuesto en los arts. 29 de la Constitucióny 227
del CP. El art.29de la CN impideel ejercicio del derecho de reunióncuando estetuvie-
re por objeto proponer la consideraciónde un sistema político, por el cual la vida, el
honor o la fortuna de los argentinos o extranjeros domiciliados en el país queden a
merceddealgún gobierno o persona". [CSIN-Fallos, 191:389].

Midón. Manualdederechoconstitucionalargentino,3"ed., 2013. p. 314.


Art. 30 PRIMERA PARTE

4- "La inmunidaddeopiniónqueestableceel art. 60dela CNnoalcanzaalsupuesto


desuart. 29, decuyo textose infiereque la responsabilidadde los legisladoresquein-
curran en la prohibición por él señalada, no puede quedar simultáneamente desvir-
tuada por aquella norma. La inmunidaddel art.60constituye la regla; la responsabili-
dad y la pena del art. 29, la excepción". [CSJN-Fallos, 234:250].
5- "Ni el Congreso de la Nación ni el poder que ejerza sus funciones puedenválida-
menteamnistiarel hecho previstoenel art.29de la CN, que por lostérminosenfáticos
en que está concebido, por los antecedentes históricosque lo determinaron y por la
circunstancia de hallarse incorporado a la ley fundamental está fuera de la potestad
legislativa". [CSJN-Fallos, 247:387].

Art. 30.- La Constitución puede reformarse en el todo o en cualquiera de


sus partes. La necesidadde reforma debe ser declarada por el Congreso con
el voto de dos terceras partes, al menos, de sus miembros; pero no se efec-
tuará sino por una Convención convocada al efecto".
Antecedentes: CNde 1853, art. 30. Concordancias: CN, arts. 53,59,66,70,75, inc. 22,
81 y 83.

5 1. Introducción.- El dispositivo bajo análisis regula ni más ni menos que la


herramienta de reforma de la Constitución. Las sociedades evolucionan y se trans-
forman; esa necesidadtambién debetener un correlato normativo, y a ello apunta
el art. 30. Toda vez que el procedimiento de reforma se halla pautado por esta re-
gla, quedan fuera de su consideración los procesos de "mutaciones constituciona-
les", quedenotan loscambiosque la constitución material ejerce sobre la formal'.
La cuestión de la alterabilidad de la norma fundamental preocupó al constitu-
cionalismo ya desde los primeros tiempos. La vertiente norteamericana vio las dos
posturas. Por un lado, la tesitura deJames Madison, máscauta a la hora de propiciar
reformas y decidido partidario de la longevidad constitucional. No nos olvidemos
que los incipientes Estados Unidos habían sido gobernados bajo el influjo de la plu-
risecularConstitución británica. Porelotro, laesbozadaporThomasJefferson,quien
consideraba que lasconstitucionesdebían ser revisadascadageneración, en tantoy
en cuanto "los muertos no debían gobernar a 10svivos"~.En la otra corriente que
confluye en la configuración del constitucionalismo, la acuñada en Francia, encon-
tramosecosdela posiciónjeffersoniana.Así, elcélebreart. 1°delTítuloVIIde IaCons-

' Bidart Campos -Carnota, Derechoconstitucionalcomparado, 1998, t. l. p. 167.Se ha dicho


con acierto que mutacióny reforma no son fenómenosaislados, sino sucesivos, ya que cuando no
hay margen para la elasticidad.corresponde recurriral ajusteformal.Diaz Ricci, Teoríade la refor-
maconstitucional, 2004, p. 65, siguiendoen el puntoal profesorespañol Pedro CruzVillalón
Elkins-Ginsburg-Melton, The EnduranceofNationalConstitutions, 2010, p. 1.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 30

titución de 1791enfáticamente proclama: "la Nacióntieneel derecho imprescripti-


blea cambiar su Constitución".

5 2. El dispositivo.- Cabe consignar que la regla en comentario se aparta de


su homóloga de los Estados Unidos de América, una prueba más de que la Consti-
tución de 1853 fue una adaptación y no una copia del texto norteamericano apro-
badoen Filadelfiaen 17873.Enefecto,elart.VdelaConstituciónde IosEstadosUni-
dos, prevédosmecanismosde propuestasdeenmiendas: a) por dosterceras partes
delCongreso(alIísecoincideconelsistemaargentino); b)porlasolicituddedoster-
ceraspartesde las legislaturasestaduales.Porotrolado, haydosvíasderatificación:
1) la que efectúen tres cuartas partesde las legislaturas, o 2) convencionesIlama-
das también en tres cuartas partes de los Estados. Como puede apreciarse fácil-
mente, la presencia de los~stadosesmás~ravitanteen el caso norteamericano4, in-
cluyéndoseuna cláusula pétrea que impide reformar la representación política pa-
ritaria en el Senado.
El modelo argentino esdistinto, entonces, al incluir diversasetapas bien diferen-
ciadas: l. Una "pre-constituyente", a través de una declaración formulada por el
Congreso; II.Laelaboracióndelareformapropiamentedicha,acargodeunaAsam-
blea. Es que "el sistema de reforma constitucional argentino se corresponde con el
modelofrancés. Estesuponela intervención conjunta dedoscuerposde naturaleza
representativa: el Parlamento ordinario y una Convención extra~rdinaria"~.
Varios lineamientos en esta materia fueron tomados de Juan Bautista Alberdi.
Ensu "ProyectodeConstitución" anexadoa "Basesy puntosdepartida",Alberdies-
tablecía la posibilidad de reforma total de la Constitución (art. 37); laveda tempo-
ral de revisiones constitucionales por el lapso de diez años (íd.); la necesidad de re-
forma (art. 38), aunque la misma la podía~declararel Congreso o una convención;
el umbral dedostercios para que prosperase la moción de reforma (art. 39), pero ya
fuese del Congreso o de las legislaturas. Como seve, el constituyente originario si-
guió considerablemente a Alberdi (incluso en ubicar a la problemática de la refor-
ma en la primera parte de la Constitución), pero no totalmente.

5 3. Petrificación temporal y contenidos pétreos.- Comodijimos, Alberdi pro-


pugnaba un lapsodeunadécadasin reformas, quefuecomoquedóredactadoel art.

Carnota, "Elfederalismo judicial argentino en clave comparada con el de los Estados Uni-
dos", en Derechofederal (susimplicanciaspráctica~Walter F. Carnota (dir.), 2005, p. 14.
Demuestraquenuestrofederalismoesmuchomenosdescentralizado.Carnota.Elsistema
federalargentino, 2015, p. 14.
Diaz Ricci, "La reforma de la Constitución", en Constitución dela NaciónArgentina ynor-
mas complementarias.Análisis doctrinalyjurisprudencial. DanielA. Sabsay (dir.), 2009, t. l. p. 1154.
Art. 30 PRIMERA PARTE

30ensuversión primigenia. La reformadel 860retocónecesariamenteelartículo,ya


que sólo habían transcurrido sieteaños desde la sanción de la Constitución.
Fiel a su espíritu ecléctico, como se observa al abogar por una "federación uni-
taria", Alberdi es partidariode reformasgradualesde IaConstitución. En el 5 34de
"Bases", señala con claridad: "Conservar la Constitución ese1secreto detener Cons-
titución". Cree en los cambios evolutivos generados por "la interpretación, el co-
mentario, lajuri~prudencia"~,
~ ~
másque lasdecisionesdrásticasodraconianasde re-
emplazo. La prohibición de diez años se inscribe en ese marco. Pero, asimismo, fiel
al espíritu de progresoque informaentre otras normasa losarts. 24,25 y 75, inc. 18,
CN,Alberdi noimpide una modificación total. Esun netoexponentedel liberalismo
romántico, al exponer un gobierno mínimo, decuestionesfundamentales, sin afa-
nes casuistas o reglamentaristas. Sabe que la evolución podrá dictar otras alterna-
tivas, y no establece contenidos inmodificables para la posteridad, las famosas
"cláusulasde eternidad" que marca la doctrina. La Argentina reconoceasí "conte-
nidos pétreos" (elementos que los autores reputan inmodificables, como la forma
de gobierno o la de Estado), pero no "cláusulas pétreas" (normativamente, noexis-
te óbice para cambiar ningún artículo constitucional). Como diceGelli, "los conte-
nidos pétreosson siempre meta jurídico^"^.

54. Revisiónjudicial de los pmcesosde reforma constitucional. Sus problemas


a) La línea sentencialdela Cortesuprema deJusticia dela Nación.- Dichatra-
yectoria, jalonada por seis pronunciamientos clave, va desde una tesitura de nula
revisibilidad judicial, al considerarla "cuestión política no judiciable" (political

Alberdi, Basesypuntosdepartidapara la organizaciónpolítica de la República Argentina,


1991, p. 177. Esta observación del genial tucumano hoy se apoya en contemporánea sociología
constitucional:"Cualquieraseanloslímitesdel poderdereforma,quedaclaroqueunaconstitución
-o un orden constitucional- puede cambiar sin enmienda constitucional formal. Innumerables
estudiosde historia constitucional-algunosmásamplios,otrosmásfocalizados-hanechado luz
acerca de cómo lasconstituciones y los órdenesconstitucionales han cambiado, perose han man-
tenido igual, y cómo a las instituciones, valoresy doctrinas les ha ido a lo largo del tiempo". Bran-
don, "Constitutionalism", en The OxfordHandbookofthe U.S.Constitution, Tushnet, Mark -Gra-
ber, Mark A - Levinson. Sanford, 2015, p. 774.
Gelli. Constitución de la NaciónArgentina, comentaday concordada. 2008, t. 1, p. 442. Pa-
ra BidariCampos, porejemplo, "en nuestra Constitución. loscontenidospétreosnoimpidensure-
forma, sino su abolición. Ellos son: la forma de estado democrático; la forma de estado federal; la
forma republicana de gobierno; la confesionalidaddelestado". Bidart Campos, Tratado elemen-
taldederechoconstitucionalargentino, 2000, t. 1-A, p.485 (énfasisoriginal). Sin embargo, en la li-
teralidad constitucional argentina existen algunos indicios. El ari. 17 nos habla de que "la confis-
cación de bienesqueda borrada parasiempredel Código Penal argentino" (el subrayado nos per-
tenece);elart. 18,asuvez.prescribeque"quedanabolidosparasiemprela penademuerteporcau-
sas políticas, toda especie detormentos y azotes" (id.). etcétera.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 30

question), hasta autoasignarse el Alto Tribunal la máxima capacidad revisora, ter-


minando ahora -en un círculo completo-con una postura restrictiva nuevamen-
te. Lo primero denota auto-restricción (self-restraint) por partede los magistrados;
lo segundo, un marcado "activismo judicial", fiel al espíritu imperante hacia fines
del siglo XX y comienzos del siglo XXI8. Nuestra CSJN registra en esos precedentes
laslíneasmaestrasen lascualesse resume la discusión del control judicial de una re-
forma constitucional.
El primerodeelloses "Soria deGuerrero, Juana A. c. BodegasyViñedosPulenta
~nos."~,fallado por elTribuna1en el año 1963.Allí, en el marcodeun litigiodonde
laactoracuestionaba la legalidad desu despidoalegandoque se había Ilevadoaca-
bo en contravención al derecho de huelga y sin respetar la tutela sindical de la cual
gozaba, la demandada se defendió cuestionando la constitucionalidad del art. 14
bisde la CN, introducido en la reforma del año 1957. Sostuvo, sobre el punto, que
dicha norma no se había incorporadoformalmentea la CNdado que la convención
reformadora había incumplido los recaudos del reglamento interno que aquella
misma había dictado.
La CSJN, por mayoría, decidió rechazar la queja de la demandada al entender
que no constituía una cuestiónjusticiable examinar elprocedimiento adoptado en
la formaciónysancióndela leyfundamental. Noobstante, elTribuna1sentó unaex-
cepción: "En el supuesto de demostrarse la falta de concurrencia de los requisitos
mínimos indispensables quecondicionan la creación".
A su vez, la década de 1990 traería consigo cuatro casos que integran el elenco
jurisprudencia1basa1de la CSJN en esta materia: "Ríos, AntonioJesúss/Plantea nu-
lidad parcial de la reforma constitucional, medida de no innovar"lO, "Polino, Héc-
tor y ot. c. Poder Ejec~tivo"'~, "Romero Feris, José A. c. Estado Nacional. Poder Eje-
cutivo Nacional ~ I A m p a r o "y~ "Fayt,
~, Carlos S. c. Estado Nacional dProceso de co-
nocimiento" 13.
En los tres primeros la Corte se abstuvo de ejercer el control de constitucionali-
dad: en "Ríos" por considerar que la cuestión era ajena a su conocimiento por tra-

Bobbioseñalaba que el siglo XXI seria el "siglo de los jueces". Desde una veta comparati-
va, Hirschl detecta la existencia de una "juristocracia". Hirschl, TowardsJuristocracy(The Orighs
andconsequencesofthe NewConstitutionalism), 2007. Para una descripcióndel fenómeno del rol
protagónicode losjueces,Tate, Neal C. -Vallinder, Tborjorn (eds.), 2005.

lo CYN-Fallos. 316: 2743 (1993), si bien en el contexto del control de una reforma constitu-

cional subnacional.
l1 CYN-Fallos, 317: 335 (1994).
l2 CYN-Fallos, 317:711 (1994).
l3 CYN-Fallos. 322:1616 (1999).
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 30

tudiodel control deconstitucionalidad. Entendemosqueello esasí, pues, admitir el


control judicial de una reforma constitucional importa reconocer que el órgano ju-
dicial, en tanto poder constituido, tiene la facultad de juzgar los alcances de un fe-
nómeno social y político sumamentecomplejo, como lo es el poder constituyente.
Tal como se afirmara, toda constitución "al mismo tiempo quees punto de Ilega-
dadeunprocesopolítico,espuntodepartidadeunordenamientojurídico"t9,loque
se aplica tanto al poder constituyente originario como al derivado. En este sentido,
expresavanossi que "en ambossupuestosestaríamosanteelejerciciode una misma
sustancia de poder, tanto cuando se constituye inicialmente como cuando se refor-
ma ulteriormente: siemprees poder constituyente" 20.Noobstante, essabidoqueel
ejercicio del poder constituyente implica modificar, en mayor o menor medida, la
asignación defacultadesconferidasa los poderesconstituidos. De allíquesediscuta
respecto de la convenienciay oportunidad de que el Poder Judicial, en tanto poder
constituido, controleel ejercicio dedicho poder.
Así como la declaración de inconstitucionalidad de una norma es una herra-
mienta que debe ser utilizada como ultima ratio, más delicado y excepcional aún
debeser el ejercicio del control de constitucionalidad sobreel poder constituyente,
puesto que "cualquier revisión del proceso de reforma toca el nerviovivo del siste-
ma político" 2t. En virtud de ello, y dejandode lado la discusión respecto de la even-
tual "lesión a la garantía de inamovilidad de los jueces", llama poderosamente la
atención que un tribunal con aguda sensibilidad política, como lo es la CSJNZZ,en
ejercicio de susfunciones, haya desconocidoen "Fayt" la trabajosa labor quecon-
lleva conformar lavoluntad popular necesariapara ejercer el poder constituyente,
fallando en contra del ejercicio del mismo en una resolución que se asemeja más al
sistema de control deconstitucionalidad europeo, que al nacional.
La postura mayoritaria en "Schifftin" en suma pone en valor a través del carta-
bón deladeferencia, lavoluntad del pueblosoberanoexpresado por mediodel po-
der constituyentederivado. Losjuecespueden excepcionalmentecontrolar ese pro-
ceso, pero no son sus dueños dado que el mismo tiene naturaleza política y ello es
congruente con una sociedad democrática. La deferencia hace que el umbral de
control sea másexigente: solo mediando extralimitación losjueces podrán interfe-
rir en la decisión de una Asamblea reformadora.

l9 Carnota, Normasconstitucionales (su elaboración). 2009, p.12.


20 Vanossi, Teoría vonstitucional, 2013, t. l. p. 106, reseñando la postura de LinaresQuintana
y deSánchezViamonte.
21 Gelli, Constitución de la NaciónArgentina, comentada yconcordada, 2008, t. l. p. 449.
22 Se ha dichocon sagacidad que laCorteSuprema"es poder,tiene poder,ejerce poder,com-
partepoder". BidartCampos, La CorteSuprema(eltribunaldelasgarantíasconstitucionales), 1984.
p. 20.
PRIMERA PARTE

Así, el art. 30 de la CN es el dispositivo que el propio derecho se da para revali-


darse y disminuir la tensión entre norma y vida, entre deber ser y ser; en definitiva,
una "válvula de escape". Por ello, la doctrina que sentó la Corte en "Fayt" -ahora
desechada-no solo lesionaba el régimendemocráticosinoque, al privarleal siste-
ma desu capacidad de reactualizarse, auguraba posturasantisistémicas,de lascua-
lesel mundo ya está siendo testigo en puntoafaltasocarenciasde legitimidad ins-
t i t ~ c i o n a lBienvenido
~~. sea pues el nuevo cambio decriterio.

Art. 3 1 . Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia


se dicten por el Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la
ley suprema de la Nación; y las autoridades de cada provincia están obliga-
das a conformarse a ella, no obstante cualquiera disposición en contrario
que contengan las leyes o constituciones provinciales, salvo para la provin-
cia de Buenos Aires, los tratados ratificados después del Pacto de 11de no-
viembre de 1859.
Antecedentes: CNde 1853, art. 31. Concordancias: CN,arts. 27,29,30,36,75, incs. 22
y24.108y116.

Analizando la norma en detenimiento, la misma contiene dos principios ele-


mentales del ordenamiento jurídico nacional: el principio desupremacía constitu-
cional y el principio dejerarquía de las fuentesdelderecho.
Sobreel primero, el art. 31 declara lasupremacíade IaConstitución Nacional so-
bretodoel orden jurídicoargentino. De modotal, y en relación al art. 30, las normas
inferiores no pueden vulnerar la Constitución Nacional ni las leyes dictadas por el
Congreso nacional y paraesto, el art. 116establecea partirde 1994el control difuso
-cualquiertribunal puedeejercerel control-dedicho principioa travésde la Cor-
te Suprema y lostribunales inferiores.
A pesar deesto último, el ápice de esta estructura de control lo encontramos en
la ley 48de 1863cuandose reglamentó el recurso extraordinario federal como ins-
trumento decontrol constitucional.
Sobreel segundo principio citado, el de jerarquía constitucional, no existen du-
dasquelaConstitución Nacional como Ley Suprema bajoesteartículo prevaleceso-
bretodoelordenamientojurídicoinferior; noobstante, laubicacióndelasotrasdos

23 Francia y Holanda rechazaron en su momentoa la Constitución europea y fue la causa de-


terminantedesufracaso;enjuniode2016GranBretañaoptó porsalirsedela Unión Europea ("Bre-
xit"), locual ha sido avalado porel Parlamento de Westminster, mientrasque en diciembre de ese
mismo año, el electorado italiano desechó lasvastaspropuestasreformistas del ex primer ministro
Matteo Renzi.
Art. 30 PRIMERA PARTE

tarse de un tema relativo al derecho público provincial; en "Polino", por entender


que los actores no habían sustentado su agravio; en "Romero Feris", en fin, el Tri-
bunal desestimó la demanda por entender que la disputa se había tornado inofi-
ciosa por haber cambiado la circunstanciaquele había dadoorigen.
Distintasfueron lasconclusionesen "Fayt". En el caso, CarlosS. Fayt, en aquel en-
tonces magistrado de la CSJN, interpuso acción declarativa de certeza, pidiendo se
declarase la nulidad absoluta del art. 99, inc. 4", párr. 3'de la CN, por entender que
dicha norma importaba una restricción no habilitada por el congreso nacional a la
garantía de inamovilidad de losjueces (art. 110, CN) 14. En su decisión, la CSJN dispu-
so declarar la nulidad del citado art. 99, inc. 4", párr. 3"y de la DisposiciónTransitoria
Undécima, "introducidasen la Ley Suprema por una de las Convenciones Constitu-
yentesque gozaron de mayor legitimidad en la historia del país" 15, gatillando una
suertede "contrarreforma" constitucional.
Estatesiturafuerevisada por laCorteSupremaensuactuaIintegración-por ma-
yoría-en "Schiffrin, Leopoldo" (sentencia del 28/3/17). Mediante la introducción
del "criterio deferente" l6 - d e la voluntad popular- como principio interpretati-
vo, el fallo, una versión posmoderna de "Soria de Guerrero", revierte la "contrarre-
forma" que había traído aparejada la postura de "Fayt" sentando una jurispruden-
cia más respetuosade la democraciaT7.
Con todo, en su fallo la CSJN consagra tres excepcionesal principio mencionado:
a) Existenciadegrave y ostensiblediscordancia sustancial entre la ley de reforma y la
actividad de la Convención Constituyente; b) Afectación sustantiva y grave del sis-
tema republicano por parte de la Convención; c) Lesión sustantiva y grave por par-
te de la Convención de derechos fundamentales inderogables que integran el con-
tenido pétreo de la CN18.

b) Valoración del controljudicial de las reformas constitucionaler- El control


judicialdel poderconstituyenteimportaelcapítulomáscríticoenloquerefiereales-

l4
A este efecto, es menester aclarar que la Ley Declarativa de Reforma Constitucional (ley
24.309)consagróen su ari. 6Ola sanciónde nulidad para todo aquelloquecomportase una modifi-
cación, derogaciónoagregado de lacompetencia establecidaen losarts.2"y 3"dedicha norma, es
decir, del llamado "Núcleode Coincidencias Básicas".
l5 Gelli, Constitución de la NaciónArgentina, comentadayconcordada, 2008, t. l. p. 463.
l6 Cfr. consid. 8"del voto del doctorJuanCarlos Maqueda.
l7 "Lasconsecuenciasde una interpretaciónjudicial que no parta de una altísima deferencia
hacia la expresión del pueblo reunido en asamblea constituyente pueden implicar el desconoci-
miento de un presupuestoesencial de nuestra democracia según el cual la Constitución materiali-
za un pactode unión nacionalentretodoslosciudadanos"(consid.8°, del votodeldoctorJuanCar-
los Maqueda).
l8 Cfr. consid. 16 del votoqueabreel acuerdo.
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 32

fuentes mencionadasporesta norma-las leyesde la Nación y lostratadosinterna-


cionales-generó diferentes interpretaciones.
Si bien el debate suele ser extenso, la reforma constitucional de 1994 y la inter-
pretación armónica entre losarts. 27,31 y 75, incs. 22 y 24despejódudasen materia
de interpretación y dispuso que lostratados tienen jerarquía superior a las leyes.
Por último, cabe señalarse que propio de las formas en que los Estados se rela-
cionan en las últimasdécadas, normasemanadasde los procesosdeintegración re-
gional generan un nuevodebateen materiadejerarquías.
Sobre este punto, la interpretación que prevalecesobre el art. 75, inc. 24, indica
que la producción normativadentrodeun procesode integración regionalencuan-
t o a delegación de competencia y disposiciones que se adopten en el seno de dicho
organismo, deben prevalecer sobre las leyes internassiempre y cuando rija el prin-
cipio de reciprocidad entre los tratantes.

Art. 32.- E l Congresofederal nodictará leyes que restrinjan la libertad de


imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal.
Antecedentes: CNde 1853, art.32. Reforma de 1860. Concordancias: CN, arts. 14y43

Esteartículo se incorpora con la reforma de 1860y tiene su fuenteen la Enmien-


da Ide la Constitución de los Estados Unidos de América.
Para una interpretación adecuada del texto es oportuno tener presente que la
Enmienda diceexpresamente: "El Congreso no hará ley alguna (...)que coarte la
libertaddeexpresiónodela prensa ...". Storycuandola interpretadicequenosig-
nifica garantizar que se pueda escribir o imprimir lo que se quiera. "Los términos
de la Enmienda noacuerdan una licencia semejante; ellos no significan otra cosa si-
no que todo ciudadano tendrá derecho a decir, de escribir, de imprimir su opinión
sobrecualquier asuntoquesea, bajorestriccionesúnicasdeuno herira nadieensus
derechos, ni en sus bienes, ni en su reputación, de noturbar la tranquilidad pública
y de no intentar el derrocamiento del Gobierno"'.~anto~élezSarsfield en la Con-
vención del Estado de BuenosAiresencargada deexaminar la Constitución Federal
como en el lnformede la Comisión Examinadorade la Constitución Federal del 3 de
abril de 1860 coinciden en que corresponde la reglamentación y la represión del
abuso de la prensa a la soberanía provincial.
Ajustarnosa esta motivación histórica nosconduceadesconocer la realidad tem-
poral en que fue dictada la norma, tiemposen que los medios de prensa no tenían

' JosephStory, Comentariosobrela ConstitucióndelosEstadosUnidos,trad. por NicolásAn-


tonio Calvo, 1888, p. 578. En igual sentido: Paschal, Digesto de derecho federal. Anotacionesa la
Constituciónde EstadosUnidos,trad. porNicolásAntonioCalvo, laed., 1888.t. l. p. 527.
PRIMERA PARTE

la expansión y penetración que se produce a partir del siglo XX, los diarios o perió-
dicosteníanalcancesustancialmentelocaIyrepercutíanenellugar;elinc. 12delart.
75 que faculta al Congreso dictar el Código Penal estaría desplazado por el art. 32;
el principiode igualdad notendríaaplicación al existir diversa legislación penal so-
bre la prensa en cada provincia. El art. 32 está dirigido a un tiempo distintoal actual
lo que obliga a integrarla con otras normasde la Constitución, en consecuencia, el
Congreso puededictar leyes que reglamenten la libertad de prensa (art. 14) siem-
preque noalteren su ejercicio (art. 28) y sobredelitosen manera uniformeen toda
la República (art. 75, inc. 12) de lo que están excluidas las provincias(art. 121).
La incorporación deesteartículotuvo por únicoobjeto fortaleceroapuntalar la
libertad de prensa protegida en el art. 14 de la Constitución.
Una interpretación dinámica sin perder devista el fin de la norma sitúa dosám-
bitosdeanálisis: 1 . La prohibición al Congreso de dictar normasquerestrinjan la li-
bertad de imprenta y 2. Establecer la jurisdicción federal sobre la prensa.
El objeto es la prensa, no otra libertad como puede ser la deexpresión.
La restricción al Congreso noesimpedirla regulación sobre la prensasinoqueno
sea arbitraria en lostérminosdel art. 28. La regulación razonablees la permitida al
Congreso, y tiene alcance a todo el país.
Losdelitosde prensa, aquellosquesecomentan a travésde la prensa, necesaria-
mente son tipificados y sancionadosen el Código Penal de la Nación con aplicación
en todo el territorio de la República. No es una restricción a la prensa, el delito que
se comete por medio de la prensa es sustancialmente un delito que el instrumento
utilizado noaltera su criminalidad ydebesersancionado.
Con motivodel caso "Kimel v.ArgentinaU(215108) de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, sesanciona la ley 26.551 que reforma el Código Penal de la Na-
ción y noconstituyen delitosdecalumniaseinjuriascuando están referidasa asun-
tos de interéspúblico o las que no sean asertivas.
La expresión de no establecer la jurisdicción federal sobre la prensa esa losfines
de impedir sustraer la competencia local a las provincias, siempre que el bien tute-
lado no tenga naturaleza federal.

m Referenciajurisprudencia1
1- Hasta la década del '70 la Corte siguió su precedente "Acevedo" [CSJN-Fallos,
30:112] que envirtud del art. 32 son las leyes locales lasquedebendefiniry determi-
nar loscaracteresde losdelitosque puedan cometersea travésde la prensa.
2- En "Saborido" [CSJN-Fallos, 124:161] precisa que la reglamentaciónen materia
de Iibertaddeimprenta esatribuciónde las legislaturaslocales (o porel Congreso Na-
-
cional eierciendo lasfacultadesde leaislatura de la Ciudad de BuenosAires). Lassen-
tenciasdictadasporeltribunal localquefueranfundadasexclusivamenteenel Código
PenaldelaNaciónsininvocarnormaprovincialqueincorporelas penasdelmismocon-
traría ala& 32 de la Constituciónya1 18dela misma porelque "ningún habitantede
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 32

la Naciónpuedeserpenado sinjuicioprevio fundado en leyanterioralhecho delpro-


ceso". El art.32 de la Constitución, al disponer que nosedictarán leyesque
. . restrinjan
la libertaddeimprenta, no ha queridoampararla impunidaddelosdelitoscometidos
por medio de la prensa, sino reservar su reprensión en las provincias a sus propias le-
gislaturas y al H. Congreso en la Capitaly Territorios Nacionales y que admitida la fa-
cultad de reprimirlosen las legislaturaslocales, facultad que se ha ejercitado en la ca-
si totalidaddelasprovincias, n~podíadesconocerselamismaaptitudo potestad en las
autoridadesde la Capital.

3- En "Porfilio" [CSJN-Fallos, 155:57] expresamente señala que la prohibición del


art. 32 no tiene por objeto la impunidad de los delitos sino reservar la represión a las
legislaturasprovinciales.

4- Apartirde"Ramos" [CSJN-Fallos, 278:62] la Cortecambiasudoctrina por enten-


derqueno hay razónomotivopara reconocerexclusivamentepotestadlegislativas las
provinciasenmateriadedelitoscometidospormediodelaprensayexcluírselasdeotros
delitos. Esto exige una interpretación que nose desnaturalice elprincipio de la unifor-
rnidaddela legislaciónpenalart 67, inc 7 7 enloqueatañeadelitoscornetidosporrne-
diodela prensa. La normaconstitucional tiene porobjetoquea la prensa nose la regu-
lecon leyesfederalesy mucho menosquetenga jurisdicciónfederal, exceptoen losca-
sosquecorresponda la competencia por razón de las personas.

5- Lacompetencia dela justicia federal según lostérminosdel art.32esexplicada por


la Corte en el caso "Calvate" [CSJN-Fallos, 1:297] dice que "la abstención que por él
se imponea lajurisdicciónfederal, está circunscriptaa aquellas infraccionesdelas leyes
comunesque pueden ser castigadas por IosTribunalesde Provincia quienes competen
hacer cumplir sus preceptos; como son: lasofensasa la moral, y demásque secometan
-
abusandodel derechoaarantidoa la orensade ooderdiscutir librementetodaslas ma-
terias religiosas, filosóficas y políticas; las injurias y calumnias inferidasa personas pri-
vadas, o a empleadoscuyasfaltasespermitido denunciar o inculpar, porque la Consti-
tución no les ha concedido inmunidad (...); pero que de ningún modo se extiende a
aquellos delitos que, aunque cometidos por medio de la prensa, sonviolacionesde la
ConstituciónNacional, o atentadoscontra el orden establecido por ella, y puesto bajo
el amparo de lasautoridadesque ha creado para sudefensa".

6- En "Gorostiaga" [CSJN-Fallos, 33:228] dijo que la justicia federal es incompeten-


te para conocery resolverenlosdelitoscometidospor mediode la prensa. En "Criminal
c. Salva" [CSJN-Fallos, 114:60] rechazó la jurisdicciónfederal para juzgaracusaciones
porabusosodelitosdeirnprenta,yase tratedepublicacionescontrala Nación, ya dede-
sacatos, injurias, calumniasodepropaganda contra la subsistencia de las instituciones
yla incitaciónadesobedecerlas.Endefiniti~a~enelcaso "Ramos"-yacitado-diceque
no contraviene "las limitacionesdel art. 32, el principio constitucional de que los deli-
toscomunes previstosenel Código Penal dualquiera sea el medioempleado para su
comisión-, deben ser juzgados por los tribunales federales o por los provinciales, se-
gúnquelascosasylas personascaiganbajosusrespectivasjurisdicciones, comoloman-
da la última partedel art.67, inc. 11 de la CN.
PRIMERA PARTE

Art. 33. - Las declaraciones, derechos y garantías que enumera la Consti-


tución no seránentendidoscomo negacióndeotrosderechos y garantiasno
enumerados; pero que nacen del principio de la soberanía del pueblo y de la
forma republicana degobierno.
Antecedentes: Esteartículo no correspondea la redacciónoriginalde 1853,fue intro-
ducido en la reforma de 1860. Concordancias: CN, arts. lo,
5". 75, inc. 22.

Losderechosygarantíasdeordenconstitucional existeny gozan devigencia más


allá de su previsión escrita en las denominadas Constituciones. Es decir, los textos
constitucionales no agotan ni pueden restringir al derecho y a las garantías consti-
tucionales.
Por consiguiente, nodebemosconfundir lasdeclaraciones, losderechosy lasga-
rantías de nivel constitucional -cuya causa origen radica nada más ni nada menos
queen lasoberanía popularyel republicanismo-conelderechode laconstitución,
para evitar justamente una retroalimentación distorsiva o restrictiva.
En tal sentido, el art. 33 -cuyo antecedente en el derecho constitucional com-
parado se encuentra en la IX Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de
América- tiene como finalidad salvar las omisiones y silencios de la Constitución
escrita respecto de todas aquellas declaraciones, derechos y garantías no previstos
expresamente en el articulado, pero que nacen del "principio de la soberanía del
pueblo y de la forma republicana de gobierno"; fenómeno al cual se reconoce co-
mo la consagraciónde losderechos implícitos.
Precisamente, el reconocimiento de los derechos implícitos nos impide identifi-
car de forma lineal a las Constituciones normativas con el derecho constitucional,
pues, losconvencionalesconstituyentesensu labor dediseñar loscuerposnormati-
voscorren el riesgodenoadvertir la existenciao bien no incluirotrosderechosy ga-
rantíasque están por fuera de las discusiones y problemáticas de época.
La necesidad de incorporar en el artículo examinado la letra de losderechos im-
plícitos al orden del derecho de la Constitución, funciona entonces como un rease-
guro ante las limitaciones propias de todos los contextos históricos e ideológicos
que inexorablemente influyen en la inteligencia jurídica.
Sucede ademásqueen el caso del derecho constitucional la actualización del ca-
tálogoescritoessignificativamente másdificultosa y requieredemayoresnivelesde
consensoqueenel restodelderecho positivo; pueslaConstituciónesmuchomásque
un merotexto jurídico, es un texto multidisciplinar y sumamentecomplejocuya re-
forma "debeser declarada por el Congresoconelvotode dosterceras partes, al me-
nos, desus miembros" y luego ser llevada a cabo por una Convención constituyente
convocadaal efecto (art.30).Vemosentonces,comodealgunamanera-a partirdel
art. 33-se suaviza la rigidezcaracterística de nuestra tipología constitucional.
Unanotadistintivade losderechosimplícitosesqueestosabarcanatodotipode
derechos y garantías cualquiera sea su carácter y naturaleza; en otras palabras, la
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 33

amplitud de la fórmula del art. 33 permite incorporar bajo su denominación tanto


a los derechos individuales como colectivos, derechos fundamentales como patri-
moniales, derechos sociales, económicosy culturales como civiles y políticos, por ci-
tar soloalgunos.
Otra consecuencia importante del reconocimiento de los derechos implícitos es
su exigibilidad en sede judicial, pues comovimos, el conjunto de derechos y garan-
tías de orden constitucional no es patrimonio exclusivo de la Constitución escrita,
de tal modo se tornan válidos, vigentes y por tanto exigibles jurisdiccionalmente
también aquellos derechosy garantías no previstosde manera expresa.
Por último, y no por ello menos importante, debemos resaltar la extensión del
efecto de la disposición analizada por sobre otras cláusulas constitucionales, espe-
cialmente respecto del art. 75, inc. 22 incorporado en la reforma operada en el año
1994.
Portanto, la fuerza normativa del art. 33 alcanza a todo el plexo del derecho in-
ternacional de losderechos humanos reconocido por el inc. 22 del artículo precita-
do.Así, debemosentenderentoncesquetambién existen losderechosimplícitosen
relación a todos aquellos que no están expresamente incluidos en dichos instru-
mentos internacionales pero que a su vez derivan de la soberanía popular.

i Referenciajurisprudencia1
1- La Corte Suprema de Justicia de la Nación reconoció la existencia de cuestión fe-
deral envirtud de derechos implícitos. En tal sentido expresó que "existe cuestión fe-
deral suficienteenel marco del recurso interpuestocontraladecisióndelaCorte local
que desestimó el recurso deducido contra la sentencia del Tribunal de Enjuiciamiento
local que destituyó a un magistrado, puesto que la defensa pone en discusión el al-
cancede lagarantíadejuezimparcial reconocidadentrodelosderechosimplícitosdel
art.33 dela CN. [Sentenciadel 7/10/14, CSJN-Fallos, 337:1081].
2- También el AltoTribunal afirmó la protección mediante acción de amparo de los
derechos implícitos.
Sostuvo en tal sentidoque: "El art. 29 inc.d) de la ley 16.986 halla suquicioentanto se
admita el debatede inconstitucionalidadenelámbitodel proceso deamparo, cuando
al momento de dictar sentencia se pudiese establecer si las disposiciones impugnadas
resultano no clara, palmaria o manifiestamenteviolatoriasde lasgarantíasconstitu-
cionales que este remedio tiende a proteger, e impedir este análisis en el amparo es
contrariarlasdisposicioneslegalesquelofundancomo remedio paraasegurarlaefec-
tivavigenciade losderechosconstitucionales, explícitoso implícitos". [Sentenciadel

3- ExpresóeljuezFaytque "el amparoesel remedio paraasegurarlaefectivavigen-


cia de losderechosconstitucionalesexplícitoseimplícitos, y el cauce para preservar el
juegoarmónicodelasgarantíasquelosprotegen,cumpliendodeestemodoconsufun-
ción esencialde preservarlasupremacíaconstitucional" (votodeldoctorCarlosS.Fayt).
[CSJN-Fallos, 321:2767].
Art. 34 PRIMERA PARTE

4- Unodeloscasosemblemáticossobreel reconocimientode la existenciayefectivi-


dadde losderechos implícitostuvosuorigenen la accióndeamparo iniciada porel Dr.
Ekmekdjian mediante la cual reclamaba su derecho de réplica, rectificación o res-
puesta basándosepara elloen el art. 33 de la CNy en el art. 14del Pacto deSan José de
Costa Rica, dando Iugaral célebrecaso "Ekmekdjian, Miguel Ángel c.Sofovich, Gerar-
do y otros". [CSJN-Fallos, 315:14921.
Allí la Corte por mayoría, y mediante argumentos que exceden la cláusula bajo estu-
dio, se manifestó a favor del reconocimiento en juego. Sin embargo, parte de la disi-
dencia integrada por IosjuecesEnriqueSantiago Petracchi, MolinéO Connor, Ricardo
LeveneyAugusto César Belluscio, sostuvo que excluida la consagraciónexpresadees-
tederecho por la Constitución, el derechode réplica, rectificación o respuesta noseen-
cuentra contenido entre los implícitosque reconoceel art. 33.

5- El juez Petracchi había sostenido con anterioridad que "nuestra Constitución es-
tablece, en su primera parte, un esquema deordenada libertad que está conformado
oor losderechos básicosde los individuos. Se constituve así una trama de ubicación de
los individuosen la sociedad en la queseentrelazanderechosexplícitose implícitos".
Del voto del doctor EnriqueSantiago Petracchien: "Sejean, Juan Bautistac. Ana Ma-
ría Zaksde Sejean". [CSJN-Fallos, 308:2268].
6- Específicamente, respecto de la interpretación armónica que debe hacerse entre
el art. 33 y el art. 75, inc. 22, la Cortese ha pronunciado en sentido favorable al expre-
sar en la sentencia dictada en el caso "Llerena, Horacio Luis" el 17/5/05 lo siguiente:
"Existe cuestiónfederal suficiente si la defensa pone en discusión el alcance de la ga-
rantía de juez imparcial reconocida dentro de losderechos implícitosdel art. 33 cons-
titucional, y que se deriva de lasgarantíasde debido proceso y de la defensa en juicio
establecidasenel art. 18 de la CNy consagrada expresamente en losarts. 26 de la De-
claraciónAmericana de los DerechosyDeberesdel Hombre, 14.1 del Pacto Internacio-
nal deDerechosCivilesy Políticos, 8.1 delaconvención AmericanasobreDerechosHu-
manos, 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que forman parte del
bloquede constitucionalidad federal envirtud de la incorporación expresa que efec-
túa el art.75, inc.22 dela C N . [CSJN-Fallos, 328:1491].

Art. 34. - Losjueces de las cortesfederales no podrán serlo al mismo tiem-


pode lostribunalesde provincia, ni el sewiciofederai. tantoen locivil como
en lo militar da residencia en la provincia en queseejerza, y que nosea la del
domicilio habitual del empleado, entendiéndoseesto para losefectosdeop-
tara empleos en la provincia en queaccidentalmenteseencuentren.
Antecedentes: CNde 1853, art. 34. Concordancias: CN, arts. lo,
59 24,53,59,75, incs.
12y20,99,inc.4~108,121 a123y129.

La presente norma ponede resalto la cuestión de las incompatibilidades, referi-


das concretamente al Poder Judicial (los magistrados), cuestión que si uno analiza
es un correlato de lo que ocurre con el poder central y local, ya queel Poder Judicial
DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 35

forma parte integrantedel Estado, ateniéndoseen Iíneasgeneralesa lasmismas re-


glasqueparalosrestantespoderes. El mismoseencuentraorganizadoenforma ho-
rizontal y cuenta con atribuciones propias.
En estesentidoseñala BidartCampos1: "Dada laformafederaldenuestrorégi-
men constitucional, coexistenen el Estado dosadministracionesdejusticia,queson
la federal y la provincial o local".
Consecuentemente, la presente limitación ha sido fijada por la ConvenciónCons-
tituyente, en la reforma de 1860, loque importadecirquetienesustentoen un he-
cho desingular importancia: setratade lavoluntad soberana del pueblo, expresa-
daatravésdeunórgano-comoloeslaConvención Reformadora-quecuentacon
el más alto grado de representatividad.
Finalmente y a modo de reflexión, resta decir que nodebe pasar por inadvertida
lagarantíaquesubyacedetrásdela presente norma, quees la de la independencia
entre losdos fueros (federal y local), con el claro objetivo de sostener la imparciali-
dad de los magistrados y la seguridad jurídica.

i Referenciajurisprudencia1
Poder Judicial. Competencias.Carta Magna

-Un interesante precedenteen la materia dictado el 23/3/17, esel criteriosentado por


nuestroMáximoTribunalen el fallo "Shiffrin, Leopoldo Héctorc. Poder Ejecutivo Nacio-
nal s/Acción meramentedeclarativa".Eneste pronunciamientoseanalizaron lascom-
petenciasy poderesde la ConvenciónConstituyente-en uncaso nacionaly enel otro
provincial-para la reforma de la Carta Magna.
Sedejóestablecidoqueel " ...estándardel másamplio respeto hacia la actividadde la
ConvenciónConstituyente,tienesustentoenunhechodesingularimportancia:setra-
ta de lavoluntadsoberana del pueblo ..."(consid. 1l);Asimismo, que: "El PoderJudi-
cial no puedeanalizarla conveniencia de lasdecisionesdelosconstituyentesnidesco-
nocer un presupuesto esencial de nuestra democracia, según el cual la Constitución
materializa un pacto de unión nacional entretodos losciudadanos"(consid.12).

Art. 3 5 . Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 has-


ta el presente,asaber: ProvinciasUnidasdel Ríodela Plata, RepúblicaArgen-
tina.ConfederaciónArgentina.seránenadelantenombresoficia1esindistin-
tamente para la designación del Gobierno y territoriode las provincias, em-
pleándose las palabras "Nación Argentina" en la formación y sanción de las
leyes.
Antecedentes: CNde 1860, art. 35. Concordantes: CN, 1; 84y 87.

' Bidart Campos, Tratadoelementalde derecho constitucionalargentino, 1995, t. II. p. 533.


Art. 35 PRIMERA PARTE

5 1. Introducción.- El topónimoargentinaseacunó en el célebre poema épi-


co Argentina yconquista del Río dela Plata con otrosacaecimientosdelosreinosdel
Perú, Tucumány e l Estado delBrasil (1602), escrito en el ocaso de su vida por el clé-
rigo, soldadoy poetaespañol, Martín Del BarcoCentenera.Apartirde1sigloXVI co-
mienzan losenvíosde plataa España atravésdel afluentedescubierto por Solís, por
loquese lo identificacon el nombre Río de la Plata, títulodel quesevaleel poetaes-
pañol para identificar a la zona como Argentina (el país de la plata).
Desde esta creación estrictamente literaria (1602) a la formalización por parte
del presidentede la Nación, Santiago Derqui, mediantedecretodel 8deoctubrede
1860, en la Ciudad de Paraná, Provinciade Entre Ríos, del nombreoficial de nuestro
país (República Argentina) no solamente transcurrieron más de 250 años sino que
seocultadetrásdeesta historia, unatramadeconflictoseconómicos,socialesy,fun-
damentalmente, políticos.
El art. 35 de la CN ha quedado, así, congelado en el tiempo como testimonio de
dichascrisis, recordándonos hasta laactualidad quenuestra Constitución Nacional,
nuestra Ley Fundamental, no solamente reviste un carácterjurídico trascendental,
sinoquesecaracteriza por ser el productodirecto de nuestra propia evolución his-
tórico-política.

5 2. Origen del artículo.- Laversión original de la Constitución Nacional san-


cionadael lo de mayo de 1853 en la Ciudad desanta Fe, como resultado de lavicto-
ria del General Justo José de Urquiza sobre Juan Manuel de Rosas en la Batalla de
Caseros (3 de febrero de 1852)y la posterior separación del Estado de BuenosAires
a partirdela revolución del 11 deseptiembredel mismoaño, nocontenía mención
alguna respecto del contenido del actual art. 35.
Fuereciéna partir dela primer reformaconstitucional operadaen 1860queelart.
35 de la Carta Magna adquiere el contenido que se sostiene hasta la actualidad. Es
menester contextualizar históricamente esta reforma para interpretar losobjetivos
que los reformadorestuvieron en la incorporación del texto del artículo en estudio.
Vigente la Constitución Nacional de 1853, y separado el Estado de BuenosAires
de la Confederación de la Argentina o de las Provincias Unidas del Sud, varios fue-
ron los motivosque llevaron a las demás provinciasa intentar, por diversos medios,
incorporar nuevamente a la rebelada ex provincia a la confederación, producién-
dosefinalmenteen octubrede 1859lasegunda batalladecepedaen la que Buenos
Aires resulta derrotada. Luego de lavictoria en el campo de batalla, el General Jus-
toJosédeUrquiza muevesusfuerzasa lasafuerasdela Ciudad deBuenosAires, re-
calandoen unosde lospalaciosdelaaristocráticafamilia Unzué,enSan Joséde Flo-
res (actual barrio de Flores).
Allíambos bandosenviaron emisariosy sefirmóel conocido PactodesanJoséde
Flores en el que las provincias confederadas aceptaban que, a losefectosde la pre-
tendida reincorporación de BuenosAires, se someta a revisión el texto constitucio-
155 DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANT~AS Art. 35

nal de 1853, lo que desembocó en la reforma constitucional de 1860y la incorpora-


ción del actual texto del art. 35, entre otras modificaciones.

3 3. Trasfondo histórico del art. 35. Crisis de consolidación del Estado nacio-
nal.- Variosfueron losantecedentescon losquecontóel constituyentede 1853y
el reformadorde 1860, desde el escrito elaborado por el fiscal de la Real Audiencia
de Charcas, Victorián de Villava en 1797', pasando por el Estatuto Provisional de
1815,el ReglamentoProvisionalde1817, losproyectosconstitucionalesdelaAsam-
blea del añoXIII y las Constituciones Nacionalesde 1919 y 1926, ambas derogadas
poco tiempo después de haber sido sancionadas.
Del estudio dedichasfuentesy otrosdocumentos históricosse puede evidenciar
que nuestro país fue identificado mediante diversos términosa lo largo de sus pri-
merosañosdeautonomía: Provinciasdel Ríode la Plataa partir de 1810, Provincias
Unidas de Sud América (Acta de la Independencia de 1816), Provincias Unidas del
Ríode la Plata (juramentodel primer presidenteBernardino Rivadavia), Federación
Argentina, confederación de las~rovinciasunidasdel sur, ConfederaciónArgenti-
na (durante IosgobiernosdeJuan Manuel de Rosas) y, finalmente Argentina o Re-
pública Argentina desde el referido decreto de Derqui.
Por esta diversidad semántica y contexto político antes desarrollado, el refor-
madorconstituyentede 1860dispusoque: "Lasdenominacionesadoptadassucesi-
vamente desde 1810 hasta el presente (...) serán en adelante nombres oficiales in-
distintamente para la designación del Gobierno y territorio de las provincias, em-
pleándose las palabraslNación Argentina'en la formación y sanción de leyes". De
modo que curiosamente y sin perjuicio del decreto del mismo año, nuestro país pa-
rece poseer constitucionalmente másnombresqueel de República Argentina.
Ahora bien, eltextodel art.35desnuda nosolamenteuna mera heterogeneidad
terminológica, sino que esfiel reflejode una crisis histórica deconsolidación del Es-
tado nacional y deafianzamientodela identidad nacional, pero porsobretodaslas
cosas demuestra que en su génesis la discusión sobre cómo darse los pueblos re-
cientementeliberadosunaconstitución propia,a la luzdel principioderetroversión
del poder soberano al pueblo, encierra la problemática disyuntivadequérégimen
político debería instaurarse en nuestro novel país.
Es aceptado en las corrientes historiográficas modernas2que la consolidación
del Estado nacional se gesta durante la década de 1880, bajo la presidencia deJulio

' Goldman,"Constitución",enLenguajeyrevolución.ConceptospolíticosclaveenelRíode
la Plata 1780-1850.2008, p. 35.
La corriente historiográfica tradicional de la que Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López
fueron sus máximos ex~ositoressostenía la idea de aue la consolidación del Estadofue reced di da
por la existencia de una nación y de una identidad nacional fuerteque permitió concretar la gesta
revolucionaria. Los trabajos deT. Halperin Donghi. Reforma ydisolución de losimperiosibéricos.
Art. 36 PRIMERA PARTE

A. Roca. Alasumirel mandato, sietedécadasno habían bastado paraconstituir una


unidad política, ni muchomenospara legitimar uncentrode poderquehicieraefec-
tivasu capacidad decontrol a lo largo y a loancho del territorio nacional3.
Es decir queaún casi treinta añosdespuesde la sanción de la Constitución Nacio-
nal, existía una dicotomía entre teoría y práctica o, en otros términos, entre consti-
tución y realidad política de un país. Según algún historiador nacional, ya conside-
rado clásico, la llamada generación del '37 intentó durante este proceso de consoli-
dación, limar las asperezas entre los distintos focos de poder existentes en nuestro
país despuésde la gesta revolucionaria, teniendo como máximo exponente teórico
a Juan Bautista Alberdi, quien en su obra Lasbasesypuntosdepartidaparalaorga-
nizaciónpolítica de la RepúblicaArgentina (1852), consagró los cimientos teóricos
queguiarían la redaccióndel texto constitucional por el constituyentede 18534.
La fórmula alberdiana, de naturaleza mixta, puesto que intentaba combinar la
racionalización jurídica proveniente de la vertiente liberal y las autoridades tradi-
cionales existentesentonces, principalmente en las provincias del interior del país,
notuvoefectosinmediatossobrela/nstauracióndeun régimen políticoestable. Re-
cién con la ya mencionada primera presidencia de Julio A. Roca, la unidad política
comenzabaavisualizarsecomo un objetivo alcanzable.
El art.35dela CNseyergueentoncescomo prueba irrefutablede su carácter po-
lítico, de su historicidad, sancionada en el marco de un siglo conflictivo, que sentó
las bases, para bien o para mal, de la formación definitiva de nuestro país.
Solamente por ello parecejusto que el artículo continúe formando parte inte-
gral del textoconstitucional, contraalguna posición que lo puedellegar aconside-
rar anacrónico e innecesario.Pero, por otro lado, y despuésdetodo también se en-
cargade ponerlea nuestro paísun nombre propio, quizáelloexpliquemejorsu con-
tinuidad y la no derogación en la última reforma constitucional de 1994, en la que
ni siquiera sediscutiósu contenido.

CAPITULO
11
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS

Art.36.- Estaconstitución mantendrásu imperioauncuandoseinterrum-


pieresu observancia poractosdefuerza contra elorden institucionaly el sis-
tema democrático. Estos actos serán insanablemente nulos.

1985y Guerra, Modernidade independencia. 1992, sentaron las bases para modificar dicha inter-
pretación y orientarsea la mencionada en estecomentario.

Botana, El orden conservador. La política argentina entre 1880y 1916, p. 25.


Romero, LasideaspolíticasenArgentina, 1946, p. 133 y siguientes.
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 36

Susautoresserán pasiblesde la sanción prevista enel art.29, inhabilitadosa


perpetuidad paraocuparcargos públicos y excluidosdelos beneficiosdel in-
dulto y la conmutación de penas.
Tendrán las mismas sanciones quienes, como consecuencia de estos actos,
usurparen funciones previstas para las autoridades de esta Constitución o
lasde las provincias, losque responderán civil y penalmentedesusactos. Las
acciones respectivasserán imprescriptibles.
Todos los ciudadanos tienen el derecho de resistenciacontra quienes ejecu-
taren los actosdefuerza enunciadosen esteartículo.
Atentará asimismo contra el sistema democrático quien incurriere en grave
delito doloso contra el Estado que conlleve enriquecimiento, quedando in-
habilitado por el tiempo que las leyesdeterminen para ocupar cargos o em-
pleos públicos.
El Congresosancionará una ley sobreética pública para elejercicio de lafun-
ción.
Concordancias: CN, arts. 1: 59 64 21 a 23,29,31,33,37,38,43,44,77,85
a 87,90,99,
inc.5", 100,108,116,119a123,127a129.

5 1. Supremacía constitucional.- Este artículo declara expresamente la su-


premacía de la Constitución Nacional aun en el caso deverseinterrumpido el orden
institucional, en un claro intento de superar por medio de una disposición legal lo
que reiteradamente haafectado ala historiade nuestra Repúblicaduranteel pasa-
do sigloXX.
En el período referido(específicamenteentre1osaños1930y 1983) la Argentina
sufrióseisgolpesde Estadoque impusieron gobiernosde facto. En la mayoríade es-
tosgobiernos, se reemplazaron a los integrantes de la Cortesuprema deJusticia (y
a los magistrados inferiores) quienes convalidaban los actosdel poder de turno, a
través de la aplicación de Estatutosy Reglamentacionesdictadas por este, alterán-
dose de aquel modo el imperio de la Constitución Nacional. Las consecuenciasjurí-
dicas y socialesdeello resultaron devastadoraspara el posterior desarrollo de la vi-
da institucional y política argentina.

52. Ineficacia y penalidades.- La norma establece la ineficaciajurídica delos


actos de fuerza ejecutados durante la inobservancia de las disposiciones de la Car-
ta Magna contra el orden institucional y el sistema democrático, calificándolos de
"... insanablernentenulos ...", también como un modo de evitar cualquiertipo de
justificación jurídica expost facto.
Losautoresdeestetipodehechosseráncastigadoscon la penadelosinfarnestrai-
doresde la Patria, quetambién prevé el art. 29 de la CN, conforme la tipificación de
losarts. 214 y 215 del CP(véasetambién el art. 227, CP). Se prevéademás la imposi-
ción de la pena de inhabilitación absoluta perpetua para ocupar cargos públicos.
Art. 36 PRIMERA PARTE

Los artículos del Código Penal referidos prevén una pena de diez a veinticinco
añosde prisión o reclusión, y prisión o reclusión perpetua, más la inhabilitación ab-
soluta perpetua si tomarelasarmascontra la Nación, se uniera asusenemigoso les
prestare cualquier ayuda o socorro.
Las mismas penas se establecen para aquellos que, como consecuencia de estos
actosdefuerza, usurparen cargos públicos nacionaleso locales.
Asu vez, como otro modo deevitar la impunidad, se establece que dichas penas
nopodránserindultadasniconmutadasporel Poder Ejecutivo. Noseexcluyeexpre-
samente la posibilidad de que el Poder Legislativo dicte leyes de amnistía, sin em-
bargo, la Corteal analizar la posibilidad deconceder la amnistía respectodel delito
de traición a la patria (art. 29, CN) las ha rechazado1.

53. 1mprescriptibilidad.- Lasaccionespenalesparaperseguirestetipodede-


litos resultan imprescriptibles. A nuestro modo de ver, esta definición apareja dos
problemas:
1. La contradicción existente con el tercer párrafo del art. 67 del CP.
2. Laaplicaciónaloscasosdecorrupciónprevistosporelquintopárrafodelmis-
mo art. 36 de la CN.

Con respectoal primer problema, elart. 67del CPestableceque: "... Elcurso de


la prescripción de la acciónpenalcorrespondientea losdelitosprevistosen losarts.
226 y 227bisse suspenderá hasta el restablecimiento del orden constitucional.. . ".
Comovemos, los hechosque tipifican losarts. 226y 227 bisdel CPresultanclaros
casos de interrupción del orden institucional y del sistema democrático por inter-
mediodeactosdefuerza, por lo quesegenera unaevidentecontradicciónentrelas
normas, debiendo primar la Ley Fundamental en este caso.
Asuvez, se ha discutido si la imprescriptibilidad queestableceel tercer párrafo
tambiénseextiendeal quinto, que trata acerca de lacorrupciónestatal. Sin embar-
go, entendemos que la misma no resulta aplicables los casos referidos, en tanto la
propia Ley de Ética Pública reformó el art. 67 del CPy solo estableció la suspensión
de la prescripción durante el desempeño del cargo público.

5 4. Derecho de resistencia.- Los ciudadanos tienen el derecho reconocido


constitucionalmente a oponerse en forma activa a cualquier acto de fuerza que se
ejerza en contra del orden constitucional o el sistema democrático. Entendemos
que la norma fundamental empodera a toda la población de la Nación para resistir
activamentecontra todo intentode imposición deun gobiernodefactoy nosoloa
los "ciudadanos".

' CSJN, 17/2/56, "Cooke, JohnW. y otros", LL, 86-422; ídem, 8/2/56, "García, Juan C. y otros",
11.82-223;JA. 1956-11-5; ídem, 21/6/57. "Perón, Juan D. y otros", CSJN-Fallos, 247:387.
159 NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 36

5 5. Corrupción.- El textose proponeincorporar un mecanismodeprotección


del Estadofrentea losreiteradoscasosdecorrupciónquese hanexperimentadoen
nuestro país. Con eseobjetivo, equiparaal gravedelito dolosocontra elEstado que
conlleve enriquecimiento con el atentado contra el sistema democrático que con-
tiene el primer párrafo de la norma, pero no efectúa una descripcióntípica del de-
lito de corrupción. Las definiciones de grave delito y enriquecimiento deberían ser
establecidas en cada caso en particular.
En nuestro derecho penal, la única disposición que menciona en forma expresa
la definición de losdelitosespecialmentegravesesel art. 277, inc. 3", ap. a) del CP,
siendo aquel cuya pena mínima fuera superior a tresaños de prisión. De este mo-
do, quedarían fuera de esta normaaquellosdelitosque prevean una pena mínima
menoradichomonto. Sinembargo,hayautoresqueentiendenquedebensertam-
bién ponderadosademásde la severidadde las penas, el dañoocasionado y todo el
conjunto de circunstancias que rodean el caso2.
Por otro lado, debe tenerse en cuenta que nuestro país ha celebrado dos con-
venciones contra la corrupción: Convención lnteramericana contra la Corrupción
(Caracas, 29/3/96), aprobada por ley 24.759, del 4/12/96 y Convención de las Nacio-
nes Unidascontra la Corrupción (NuevaYork, 31/10/03), incorporada por ley 26.097
del 10/5/06, ambassin rango constitucional.

5 6. Ley de Ética Pública.- Por último, seencomienda al Congreso de la Nación


lasanciónde una leysobre ética pública paraelejerciciode lafunción, quefinalmen-
te fue promulgada con fecha 26/10/99 (ley 25.1 88). Esta ley dispone un conjunto de
deberes, prohibiciones e incompatibilidades aplicables a todas las personas que se
desempeñen en la función pública en todos los nivelesyjerarquías. Se crea una Co-
misión NacionaldeÉtica Pública, integrada por onceciudadanosde reconocidosan-
tecedentesyprestigiopúblico,que no podrán pertenecer al órganoque losdesigne
y durarán cuatro años en su cargo. También dispuso la reforma del Código Penal en
varios artículos relacionados con el decomiso del producto de los delitos, prescrip-
ción de la acción penal, delitos específicos de cohecho y tráfico de influencias.

Referenciajurisprudencia1
Inhabilitación para ocupar cargos públicos

1-La Corte Suprema ha rechazado la facultad de la Cámara de Diputados para re-


chazar el diuloma de un diuutado electo. con fundamento en su inhabilidad moral
(art. 64, CN) porencontrarsesospechadode haber participado de la última dictadura
militar (1976-1983). sin que el nombrado haya sido efectivamente condenado me-

Volosin, Corrupción imprescriptible, en http:llbastiondigita1.comlnotaslcorrupción-h-


prescriptible.
161 NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 38

contrarel sufragio,el derechoaconstituir partidos políticosoformar parte de ellos


y el derecho de reunión y manifestación de manera implícita.
En cuantoa lascaracterísticasdelsufragio, existe en la historia nacional un largo
proceso que comenzó con la ley 140 por la cual se establecía el sufragio no obliga-
torioy público. Recién, con la ley más innovadora en esta materia, la ley Sáenz Peña
8871 se estableció lo que hoy conocemosel sufragio universal (aunque para enton-
cessolovotaban hombres), individual, obligatorio y secreto.
El criterio de universalidad sevio efectivo recién mediante la ley 13.010 que in-
corporó a las mujeres a los padroneselectorales con derecho a elegir y ser elegidas.
Asimismo, si bien el derechoa elegiresuniversa1,existen limitacionesencuanto
a laedad en tanto que pueden hacerlo losargentinosnativosy poropción desde los
dieciséis añosy los argentinos naturalizadosdesde los dieciocho años, siempre que
figuren en el padrón electoral y exhiban documento habilitante. También podrán
votar los procesados que se encuentren cumpliendo prisión preventiva; y los ar-
gentinos residentesen el exterior quese hayan inscripto.
Agregado a esto, el sistema electoral argentinodispone la obligatoriedad cons-
titucional del sufragio y establecesanciones para el caso de incumplimiento de tal
deber sin justificar la no emisión delvoto.
Por último, es destacable que en la reforma constitucional del '94 existía una
cláusulatransitoria que remitía en forma indirecta a la ley de cupofemenino24.012
y al entoncesdecs-regl. 379193.
En loquedicha ley sedispusofuequelaslistasdepostulantesquesepresentenpa-
ra cargos nacionales "... deberán tener mujeresen un mínimo del 30% de los candi-
datosa loscargosa elegir y en proporcionescon posibilidad de resultar electas ...".
Siendo así, y ante la ambigüedad del texto citado, el descontento en cuanto al
incumplimiento de dicho cupo Ilevóa la derogación del decreto reglamentarioan-
teriormente mencionado y a su sustitución por el decr. 1246100.

Art. 38.- Los partidos políticosson institucionesfundamentalesdel siste-


ma democrático.
Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto a es-
ta Constitución, la que garantiza su organización y funcionamiento demo-
cráticos, la representación de las minorías, la competencia para la postula-
cióndecandidatosa cargospúblicoselectivos,elaccesoa la información pú-
blica y la difusión de sus ideas.
El Estado contribuye al sostenimiento económico de sus actividades y de la
capacitación de sus dirigentes.
Lospartidospolíticosdeberándarpublicidaddel origen y destinodesusfon-
dos y patrimonio.
Concordancias: CN, arts. lo, 5,6,14,16,22,28,33,37,54,77, párr.2Oy99, inc.3". párr.3".
Art. 38 PRIMERA PARTE 162

Finalizado el gobierno de facto surgido del golpe militar ocurrido el 24/3/76, la


Nación Argentina recuperó la democracia no con poca resistencia y dolor, restau-
rando la plena vigencia de la Constitución Nacional y el Estado dederecho abroga-
dosporun bandocastrense.Noobstanteello,desdediciembrede1983perdurauna
deuda de la cual aún es acreedor el pueblo argentino: la instauración y consolida-
ción de una democracia sustantiva, tonificada por la plena participación política
ciudadana,fortalecida por laéticadela función publicadedirigentes honestosy pa-
triotasque honren la representación de la que son investidos para velar por los in-
teresesdel pueblo fuente originaria de la soberanía.
Estos son los presupuestosinexcusablespara restaurar una nación políticamen-
te soberana, libre de toda dominación extranjera como rezan las actas de la inde-
pendencia formal del 9 de julio de 1816, para instaurar la justicia social y preservar
la herencia histórica.
El desafío de nuestro tiempo, ademásde repensar un diseño políticoque fragüe
en la reformulación de un nuevo pacto federal que redima la autonomía delas Ián-
guidasy exhaustasprovinciasparael desarrolloequilibrado y armónicodelaNación
Argentina, consiste en avanzar hacia una democracia sustantiva, es decir, partici-
pativaque supere la mera formalidad de sufragar periódicamente para proclamar
dirigentespolíticosportadoresdeun chequeen blancoquegeneralmentedesdela
política de cenáculovan en contra de los intereses nacionalesperdiendo toda legi-
timidad y provocando el descrédito del sistema democrático y el desentendimien-
t o del ciudadano en una anomia generalizada.
Para dejar atrás esa democracia distorsionada, desfigurada y vacía de su verda-
derocontenido-elgobiernode,poryparaelPueblo-, con el fin desuperarel pro-
ceso degenerativo que conduce a la parodia y el simulacro de derechos, debemos
entender que la participación protagónica de los ciudadanos en la vida política, es
savia vital que alimenta toda verdadera democracia que exige y reclama el activis-
mo cívico que pueda trocar el círculo vicioso en círculo virtuoso. A esas exigencias
debe responder la garantía del goce pleno de los derechos políticos, no solo como
un derecho humano inalienable, sino también como herramienta esencial para la
transformación y desarrollo equitativo de una sociedad que aspira a una dinámica
constante hacia el progreso en todos los ámbitos, no solo políticos, sociales y eco-
nómicossino también culturales y espirituales.
La reforma constitucional de 1994 consumada tardíamente luego del proceso
reformistaconstatadoen toda Suramérica cuyocomienzo puede ubicarseen El Sal-
vador en el año 1982, hasignificado en lo queal tópico sub examen nos importa, un
avance, ya que losconstituyentesestablecieron en la cúspide del ordenamiento ju-
rídico (art. 38) que los partidos políticosdetentan el monopolio para la postulación
de candidatos a cubrir cargos políticos.
Pero sobretodo porque receptaron importantes innovaciones, como la iniciati-
va popular (art.39), reglamentada por ley24.747queotorgaa laciudadanía la pre-
PRIMERA PARTE

diante un procesojudicial pordichodelito. Deestemododispusoque: "una interpre-


tación correcta del art.36de la CNy de lostratadossobrederechos humanos, cuando
establecensancionesdecarácter pena1,serequiereel cumplimientodeun procesoju-
dicial. Enesteaspecto, el dictamendelaComisióndePeticiones, PoderesyReglamen-

lo respondía a la participaciónactiva reconocida y probada queel diputadoelectotu-


vo con el terrorismo de Estado (art. 36, CN) y específicamente al encuadre de su con-
ducta en IasConvencionessobre Genocidio y Tortura (art. 75, inc. 22, CN). Esta Corte
ha sido clara respecto de la persecución de los autores de los delitos de lesa humani-
dad, pero es necesario reiterar que ello debe ser compatible con el debido proceso.
Ningún ciudadano puedeser privadodel derechoa ser sometido a proceso y a defen-
derse ante un juez imparcial". [CSJN, 13/7/07, "Bussi, Antonio c. Estado Nacional",
B.903.XLI.

lmprescriptibilidadde la corrupción
2-La Cámara Federal de Apelacionesde La Plata ha decretado la imprescriptibilidad
delosdelitosqueimpliquenactosdecorrupción.entendiendoque"elart.36citadotie-
ne porfinalidad ampliar lasdisposicionesdelart. 29de la Constituciónsancionando los
actosqueinterrumpieren Iaobse~anciadelaLeyFundamental, equiparandoestacon-
ducta conlacastigada porel art.29, cuyassancionesseextiendenaquienesaraízdees-
tosactos usurparen lasfuncionesde lasautoridades legítimas, siendo imprescriptibles
las acciones (penales) respectivas. Y a esos atentados contra el sistema democrático
equipara
. . también el art. 36a quienesincurrieren en qravedelitodolosocontra
- el Esta-
doqueconlleveenriquecimiento. Esobvioquela imprescriptibilidada la quese refiere
el tercer párrafodel art.36tambiéncomprende los hechosdescriptosen lostres párra-
fosanteriores, porquecarecería de sentidoquesolo la usurpación defunciones referi-
da fuera imprescriptibley no, encambio, la accióncorrespondienteal propioart.29y a
losdospárrafosqueextiendenel campodeeste últimode la manera indicada". [CFLa
Plata, Sala 11,6/10/16, "M. D. M. y otros 51296 en función del 292, 172, 54 y 55, CP", FLP
3290/2005lCAl].

Art. 3 7 . Esta Constitucióngarantiza el pleno ejerciciodelos derechos po-


líticos, con arreglo al principio de la soberanía populary de las leyes que se
dicten en consecuencia. E l sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio.
La igualdad real de oportunidades entrevarones y mujeres para el acceso a
cargos electivos y partidarios se garantizará por acciones positivas en la re-
gulación de los partidos políticosy en el régimenelectoral.
Concordancias: CN,arts. lo, 16,33,38a40,45,51,54,75, inc.23,94a98;DUDH,art.21;
PIDCP, art. 25; CADH, art. 23.

La norma en análisis es por excelencia una garantía constitucional sobre los de-
rechos políticos de los ciudadanos basadosen la soberanía popular ya existente en
la Constitución Nacional. Entre los derechos políticos garantizados podemos en-
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 38

rrogativa de presentar proyectos de ley para que sean tratadosen la Cámara de Di-
putados~ laconsulta popular (art.40) reglamentada por la ley 25.432, paraconocer
la voluntad de la ciudadanía sometiendo avotación un proyecto de ley. Ambos ins-
titutos han pretendido la ampliación de derechos en una democracia semidirecta,
para la injerencia de la ciudadanía en asuntosde relevancia político-social.
La experiencia histórica nos indica a más de dos décadas, que esas reformas sa-
ludables, resultan insuficientes para alcanzar una democracia sustantiva y un Esta-
do garantede losderechos humanosy el bienestar general para instaurar las con-
dicionesmínimasindispensablesparala realización plenae integraldel hombre, la
familiay lacomunidad.
El sistema político argentino ha entrado en una pendiente decadente por el
bastardeodel sistema representativo; dicho retroceso parecevincularsea la admi-
nistración de la dependencia, la resignación al subdesarrollo y la injusticia social;
esa situación lleva inherente la deslealtad, la corrupción, el soborno y la impuni-
dad, loquefinalmenteacarrea la indiferencia y el descreimiento ciudadanoen vir-
tud al desprecio generalizado hacia la política y la consubstanciación con la cosa
pública.
En esteasunto, la ciudadanía no puedenegar su responsabilidad, porquelos par-
tidos políticos son expresión de nuestra sociedad, de modo que no será posible res-
taurarel prestigiodeesas institucionesesencialesde la democracia representativa,
si antesnosembramos para su germinación en la conciencia cívica delacomunidad,
el compromiso cívico-político con el destino común, la tolerancia y laética del servi-
cio público, comoantídoto natural contra la corrupción política y la deslealtad a la
soberanía popular, considerando que parasuperar la frustración colectivaque pro-
duceaquelladistorsión, hacefalta un presupuesto insoslayable:voluntad y sobera-
nía política.
Para el gobiernosoberanoe independienteen favor de los intereses nacionales
y contra el poder gigante de los interesesde las corporaciones multinacionales, ha-
cefalta manosy conciencia limpias, de lo contrarioel Estadocooptado por factores
depoderelitista, resultainstrumentoconvoluntadviciadaencorsetadoymenguado
coactivamente en su margen de maniobra, para la exclusiva ejecución de políticas
que no responden a los interesesde las mayorías.
La pretensión detransformar la realidad queno nosconforma será ilusoria, tiras
de papel que se las lleva el viento, si el ciudadano medio no es educado desde tem-
prana edad para la comprensión de que aquellos derechos políticos traen apareja-
dosresponsabilidadescívicasqueexcedenelderechoavotaryserelegido,desdeallí
debe propenderse a la tonificación de la conciencia política colectiva para que los
ciudadanos protagónicamente avancen hacia una participación activa en la vida
democrática, que exceda el sufragio cada dos o cuatro añosen los comicios.
La sociedad debe realizar un aporte concreto y cotidiano en los partidos políti-
cosytambiénen lasdiferentesorganizacionesintermediasdelPuebloenlasquena-
PRIMERA PARTE

turalmente se coaligan los miembrosde la comunidad para defender sus intereses,


considerandoqueel hombreatadoaconcepcionesindividualistasoanónicas,no ha
de realizarseen una comunidad que no se realice.
Con este escueto esbozo identificamos el mojón desde donde partimos, agre-
gandoqueel art. lo de la CNde la RepúblicaArgentina, escoge laformadegobier-
no democrática representativa por la cual el pueblo -titular de la soberanía- no
delibera ni gobierna por sí mismo, sino que lo hace a través de sus representantes
postuladosa travésde partidos políticos para cubrir loscargos previstos por la Cons-
titución, a los que se accede mediante el sufragio obligatorio, universal, igual y se-
creto (art. 37) con la finalidad de hacerse cargo de la administración de los asuntos
públicosy paragobernar en su nombre.
Sabemosqueel derecho-deber devotar surgedel art. 37de la CNal caracterizar
al sufragiocomouniversa1, igua1,secreto y obligatorio, reforzado por el art.45que
establece que la Cámara de Diputados se conformará con representantes elegidos
directamente por el pueblo al igual queel presidente de la Nación en el art. 94. Por
su parte, el derecho a ser elegido también emergedel citadoart. 37 que recepta la
igualdad efectiva deoportunidades entrevarones y mujeres para acceder a cargos
electivosy partidarios y del art. 45 de la CN. Pero cabe decir que el primer derecho
político en una democracia representativa no esvotar y ser elegido, sino ser repre-
sentado fielmente.
Dichoesto, la primer reflexión quese nosocurre para quelasaspiracionescomu-
nesde nuestra sociedad se concreten, es que la condición o cualidad fundamental
que deben ostentar esos representantes que hablan y deciden en nombre del Pue-
b10,esladeerigirseen leales, honestosyjuramentadosmandatariosdelasoberanía
popular, es decir, honorables y fieles apoderados de los interesesdel cuerpo social,
custodiosdel bien común con obligaciones preestablecidassurgidasde programas
vinculantes, explícitamente desarrollados y adecuadamente publicitados en el se-
nodela comunidad queaspiran conducir.
Esos presupuestos que hacen a la legitimidad de la representación y la sanidad
delademocracia participativa,chocacon la idea decastasocial o "clase politica" cu-
yos privilegiados miembros puedan hacer y deshacer libresde todo mandato vincu-
lante. La dependencia, el subdesarrollo, la exclusión social y el sufrimiento devas-
tos sectores de la sociedad que no pueden gozar de los tan proclamados derechos
humanosde raigambreconstitucional (art. 75, inc. 22, CN), permiten inferir que el
sistema no está funcionando adecuadamente.
La institucionalización de la instrucción a los parlamentarios locales y naciona-
les, la rendición de cuentas y la posibilidad de revocartítulos por mandatario infiel,
pueden ser herramientasválidas para sanear la crisis de representatividad que hoy
se constata. En sintonía con ello la Constitución de la ProvinciadeTierra del Fuego,
Antártida e Islas del Atlántico Sur, otorga al Poder Legislativo local, en el art. 105,
inc. 6"la prerrogativa de instruir a los senadores nacionalesde su jurisdicción para
NUEVOS DERECHOS Y GARANTiAS Art. 38

el cumplimiento de su gestión, cuando se debatan asuntos de relevancia que invo-


lucren los interesesde la provincia.
Vemos saludable este dispositivo, ya que la legislatura local, expresión del pue-
blo y caja de resonancia de los distintos sectores políticos de la provincia, contra-
rresta en alguna medida esa mengua al sistema federal argentino que -por man-
dato del Pacto de Olivos-implicó la reforma de 1994 al instaurar el tercer senador
por la minoría, loqueclaramentedesnaturaliza el carácter dela representación de
los senadores que son de las provinciasy no de los partidos.
Va de suyo que lo primero que debe garantizar el Estado a través del poder ju-
risdiccional electoral, son comiciostransparentes mediante mecanismoságiles,fia-
bles y seguros que den plena garantía de transparencia y seguridad del resultado
como cabal y cierta expresión de lavoluntad de la ciudadanía, considerando el res-
peto a la voluntad genuina del cuerpo electoral manifestado libremente como la
esencia de la democracia.
Los numerosos fraudes electorales denunciados en la historia de nuestro país
ocurridos medianteel sistema desufragiocon boletaen soporte papel han genera-
do en la actualidad iniciativasque impulsan el voto electrónico. Nodescartoa prio-
ri esesistema innovador, perocon prudencia y cautela cabe ponderar que los países
europeos pasaron de los sistemas clásicos al voto electrónico y vuelto a aquellos, a
partir de las experiencias negativas y frustrantes vividas. En esos países se constató
que el voto electrónico no resulta tan seguro como se publicita porque puede ser
vulnerado mediante sistemas informáticos sofisticados instrumentados por hac-
kers, que finalmente pueden manipular los resultados, violando la voluntad de la
soberanía popular.
Ese regreso a las formulas clásicas de sufragio se produjo no solo por la posible
manipulacióndel resuItado,sinotambién porlacomprobacióndeque medianteac-
cesibles dispositivos que se comercializan libremente acondicionados fuera de los
establecimientos donde se desarrollan los comicios, puede vulnerarse el principio
del voto secreto con relativa facilidad, tal cual se ha probado en Holanda, además
de que la memoria de las máquinas utilizadas, también puede ser rastreada en mi-
ras avulnerar el voto secreto. Esdecir, se ha comprobado que el sistema es permea-
ble a ataques externos que menoscaban la fiabilidad y seguridad del voto electró-
nico.
Sin agotar allí nuestro análisisfinalmentedecimosqueen la RepúblicaArgenti-
na los científicos del CONlCETjunto a expertos informáticos de las más relevantes
universidadesargentinas en el año 2016 han afirmado que es imposible construir
un software invulnerable, es decir que mediante ese mecanismo no se garantizan
el secreto del voto, la transparencia y certeza en el resultado y menosque sea audi-
tableparapoderdemostrarfehacientementelanomanipulacióndelescrutinio.Pe-
ro cabedecir que notodos lossistemassoniguales, parece ser que unosson másfia-
blesqueotros, unosestán conectadosa red informática, otrosno, algunossistemas,
Art. 38 PRIMERA PARTE

además del voto digital, prevén la réplica del voto en soporte papel para ser intro-
ducidoen la urna garantizandoasíla auditabilidad del resultado. Demanera queel
tema tiene sus bemoles y deja abierto el debate que no parece agotado.
DichoestoydesdeaquellasdirectricesemergentesdelajurisprudenciadelaCor-
te Suprema consideroque el control estatal sobre lasagrupaciones políticasdonde
los simples ciudadanos y los dirigentes se reúnen, organizan, debaten programas
políticosy postulan representantes, no debeextralimitarseso pena de una pérdida
deautonomía deestos para la toma independiente desusdecisiones, en todo caso,
la fiscalización prudentey equilibrada deaquellas, debearmonizarsecon losobje-
tivos estratégicostrazados por el Estado, la Nación y las provincias, reglamentados
en la letra de la ley de todo el sistema jurídico-político vigente, pero además con la
misma realidad.
El Estadono debecontrolar la acción política ni mucho menos la ideologíadelos
partidospolíticos, pero laausenciadefiscalización puedeconspirar contra lagaran-
tía detransparencia, democracia interna y finalmente contra el principio de repre-
sentatividad de nuestro sistema, ademásde habilitar eventuales prácticas partido-
cracias quevayan en desmedro de los derechos políticos de los ciudadanos, lo que
propendeal descreimientode la comunidad.
Para encontrar los adecuados lineamientos de esa trascendente función fiscali-
zadora del Estado, preservando la autonomía de los partidos perogarantizando su
democracia interna, con el fin develar por el cumplimiento de la ley, pero también
coadyuvando a la sanidad y desarrollo del sistema democrático y representativo y
propiciando la convivenciay la participación democrática, debemos partir desde la
siguiente plataforma que desdeña rigorismos o formalismosadsolemnitatem:"la
Constitución Nacional y el ordenamiento jurídico de que es base normativa, deben
ser examinados como un todo coherente y armónico en el cual cada precepto reci-
be y confiere su inteligencia de y para los demás. De tal modo, ninguno puede ser
estudiadoaisladamentesinoenfunción delconjunto normativo, esdecir, comopar-
tes de una estructura sistemática considerada en su totalidad. Esa interpretación
debe tener en cuenta, además de la letra, la finalidad perseguida, y la dinámica de
la realidad, reacia asercontenida en fórmulas inmutables" '.
Como vemos, el derecho electoral -como regla general- debe considerarse
queno rigen lasfórmulassacramentalesinmutablesyque habrádeanalizarsecada
caso y conflicto concreto desde los paramentos de la Constitución y la ley pero a la
luz de las circunstancias de tiempo, modo y lugar en el marco de la sana crítica y las
reglasdela lógica. De manera que para llegara1 equilibrio prudentey armónicoen
el eiercicio del deber fiscalizador de la iusticia electoral en miras a esos obietivos de
participación ciudadana que arriba propiciamos, debemos ponderar con pruden-

' CSJN, 16/11/89. Recunoextraordinario,"UCR-CFI. FREJUPO".


NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 38

cia, primero la realidad y luego auscultarla desdeel prisma detodo el ordenamien-


t o jurídico analizado de manera conglobante.
En ese camino el derecho electoral debe propender a la efectiva vigencia de la
democracia, de la representación con respeto al principio de soberanía popular, lo
que habilita superar obstáculosy rigorismosformales para que, respetando las re-
glas del proceso, prevalezcan los derechos políticos de los ciudadanos. De allí que
no podemos otorgar preeminencia a la forma por sobre la sustancia a partir de un
excesivo rigorismo procedimental porquenose puedeexcluir ciudadanosde la par-
ticipación en la vida democrática que voluntariamente han escogido, a partir de
una interpretación restrictiva de la ley.
Cabe entoncestener en cuentaque el art. 29 de la ConvenciónAmericana impi-
de la exégesis restrictiva respecto de la interpretación acerca del alcance de los de-
rechos, y en ese camino prohíbe la suspensión, supresión o limitación deesosdere-
chos, y expresamente veda la posibilidad de excluir los derechosy garantías inhe-
rentes a la persona humana que derivan de la forma democrática y representativa
de gobierno. El principio pro homine que instaura esa norma como pauta de her-
menéutica informa todo el sistema dederechos humanosfundamentales entre los
que se encuentran los derechos políticos, impone realizar a los magistrados la exé-
gesis más amplia, más extensiva de las normas cuando se trata de reconocer dere-
chos protegidose inversamente impone una interpretación restringida cuando se
trata de establecer restriccionesa los derechos, porque la interpretación del orde-
namientojurídico debe estar siempre enderezada en favor del hombre.
Como conclusión, una adecuada interpretación de las normasen juego-en ese
caso, constitucionales y electorales- exige privilegiar entre muchas y variadas in-
terpretaciones posibles, aquella que respeta con mayor fidelidad lavoluntad de la
ciudadanía, evitandofrustrar la legítimaexpectativadelosciudadanos, en quien re-
posa la soberanía popular.
El art. 38de la CNdispone la competencia de los partidos políticos para la postu-
lación decandidatosacargospúblicoselectivospara ladirección política del Estado
y garantiza su libre funcionamiento en base a principios de democracia, represen-
t a c i ó n participacióndelasminorías,
~ porquelavidademocrática internadelospar-
tidos políticos es la base fundamental de la representación popular y de la sobera-
nía del Pueblo, ámbito institucionalizado para afianzar el sistema representativoy
democrático argentino.
Ergo, los partidos no son instituidos para fomentar la partidocracia y obstaculi-
zar losderechosde losciudadanos,sino para afianzar lademocracia,esdecir,el ejer-
cicio de la soberanía popular a travésdel sistema representativo de nuestra forma
de gobierno. Por lo tanto, aquella fiscalización equilibrada, moderada y prudente,
persigue evitar aquella deformación de la práctica partidaria que en ocasiones se
constata propiciada pordeterminadossectoresdedominiocontingentequeejercen
circunstancialmente el poder interno partidario, de espaldas y en detrimento del
PRIMERA PARTE

derecho de losciudadanosen condición desimplesafiliados, pero primerosdestina-


tarios y acreedores de losderechos políticos instituidos con rango constitucional.
Dichocon otraspalabras, losarts. lo, 37y 38de la CNestablecen lagarantía ato-
do ciudadano del pleno gocey ejercicio de losderechos políticosy nosestán dicien-
do que los partidos políticos no son un fin en sí mismo, sino ámbito idóneo de de-
batetransparenteydemocráticocon reconocimientoy garantía de la participación
de lasminoríasy herramienta efectiva paraque el pueblo, quedetenta la soberanía
popular, pueda alcanzar los altos objetivos de la comunidad nacional plenamente,
sin obstáculos, ni distorsionessubalternas, a través de los representantes que elige
de manera periódica y libre y en quienes delega el ejercicio del Gobierno de la Re-
pública democrática y federal.
Lospartidospolíticosson loquela Constitución establecey loquelaCorteSupre-
ma como última intérprete.
En esa inteligencia el Pacto de San José de Costa Rica ratifica con fuerte intensi-
dad la participación política reconocida en nuestra Constitución Nacional, porque
reconoceexpresamentelosderechospolíticosenelart.23, queson deaquellosque,
en los términos del art. 27 del Pacto, no pueden suspenderse bajo ninguna excep-
ción, ni siquiera en casos extraordinarios de guerra o conmoción interior, lo que es
indicativode la fuerza queellostienen en dichosistema.
De lodichosecolige que los partidospolíticoscomo instrumentosfundamenta-
lesdel sistema democrático, libresen su creación y en el ejercicio de sus actividades
que ejercen el monopolio para la postulación de candidatos a cargos públicos elec-
tivos, existen por y para el régimen representativo de nuestro sistema democrático
y noestepory paraaquellos. Por lotanto, la función esencialdel poderjudiciaIelec-
toralestribaenfiscalizarlosparael cumplimientodetodoel ordenamientojurídico,
y esencialmente para garantizar el régimen representativo de nuestro sistema de-
mocrático, evitando toda actividad tendiente a debilitarlo o desnaturalizarlo y ga-
rantizando el goce pleno del ejercicio libre de los derechos políticos.
Una de lasaristasfundamentalesen dondeel poder jurisdiccional electoral ya sea
local ofederal debe poner la atenta mirada de su fiscalización, es en el control de los
padrones partidarios.de lasdiferentesagrupacionesquedesarrollanactividad en ca-
da jurisdicción ya que de ellos depende directamente el pleno goce de los derechos
políticos. En este sentido, la negligencia, falta de transparenciay toda manipulación
en la confeccióndelospadronespartidariosola inactividaddevidainternadelospar-
tidos no puede conculcar derechosfundamentales y es con el fin tuitivo de garanti-
zarlosque el poder estataljurisdiccional debe intervenir para su exhaustivo control.
Partiendo de la premisaque los poderes del Estado deben limitar su actuación a
la fiscalización y control del cumplimiento de la ley por parte de los partidos políti-
cossin incurrir en indebidas intromisionesen el ámbitode reserva partidario, la Cá-
mara Electoral precisamenteviene a fortalecer lo que aquí se afirma, cuando dice:
"Losjueceselectoralesdeben en el ejerciciodesusfuncionesefectuar una correcta
169 NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 38

fiscalización de los padrones, a fin de asegurar una efectiva transparencia de los


procesos internosde participación democrática" 2.
La potestad del poder electoral jurisdiccional incluye la fiscalización improrro-
gableeimpostergableparaquesegaranticen lasmínimascondiciones,paraquelos
partidos no sean objeto desospecha por falta detransparencia y manipulación sec-
torial contraria al ordenamiento nacional y local, considerando que los desajustes
eventualesdelospadronespartidariosgeneralmenteobstaculizan la participación
política de los ciudadanos excluidos y por lo tanto no garantizan efectiva transpa-
rencia, y sobretodo no garantizan aquellaparticipacióndemocrática impuesta por
la Constitución Nacional.
La Cámara Nacional Electoral impone al fuero electoral el control de lavigencia
efectiva de losderechos, atributos, poderes, garantías y obligacionesqueconfiere
la Ley Orgánica de los Partidos Políticos 23.298, no solo de los partidos, sus autori-
dades y candidatos sino también de sus afiliados3 ya que son estos finalmente los
mismos ciudadanos que participan protagónicamente en el proceso democrático
que eligea los representantes del pueblo y a quienes el poder judicial electoral de-
be garantizar efectivamente el derecho a votar y ser elegido.
La responsabilidad política de los ciudadanos y los deberes de participación po-
pular activa, es fundamental considerando la tesis "a mayor participación, mayor
legitimidaddemocrática,acentúa, pues, la presenciapolíticadel poderelectoralco-
mo algo justo y valioso, al contrario, los sistemas poco participativos, pierden legi-
timidadM4.
Por eso motivoesmisiónfundamentaldel poderjudicial electoralvelar por lacon-
fección de padronesciertos, depurados, transparentes y aproximadamente unifor-
mesen ambosfueros, tantoel local comoel federal, atravésdesuentrecruzamien-
toen sintoníacon loque propone la Excma. Cámara Nacional Electoral que hadicho
que "la supervisión y la depuración de los registros de afiliados debe ser perma-
nente5, ademásde propiciar la necesidad de que los partidos políticos no adopten
procedimientos internosqueobstruyan esa actualización sino que prevean las me-
didasconducentes necesarias para queel padrón refleje la composición efectiva de
su cuerpo electoral interno y no resulte desactualizada6.
Por otro lado es pertinente aclarar que la jurisprudencia establece que los parti-
dos politicosqueactúan enelorden provincial ydistrital ostentan dospersoneríasju-
rídicasdiferentes,tal cual lo ha establecido la Excma. Cámara Nacional Electoral, por

FalloCNEno4495/11.
FallosCNE, n02247/97, 250U99y 2601199. entre otros.
Sagüés, Manual de derecho constitucional. 2007. p. 261.
Cf. CNE, fallos nros. 65~88.3153/03,3409/05,3488/05,3971/07 y 3997108.
Cf. CNE, fallos nros. 3847107,3997108y 432U10.
PRIMERA PARTE

esoambosfueroselectoralestienenresponsabilidadesconcurrentesydebenrealizar
unenormeesfuerzodecooperaciónycoordinaciónparaqueesadoblepersoneríaju-
rídica de un mismo partido, nosetraduzca en la conformación de dos partidos políti-
cos inconexosy escandalosamentedesiguales en lo que respecta al padrón partida-
rio, siempretratando de evitar en una misma jurisdicción, el desconcierto, la incerti-
dumbre e inseguridad,y lo más grave, conculcación de derechosfundamentales.
Lo dicho no pretende desconocer lo establecido por la Cámara Nacional Electo-
ral en función de la doctrina emanada de la Corte Suprema que ha establecido que
cuando se verifica la concurrencia de normas y autoridades de aplicación en rela-
ción a actoscomunes y vinculados a ambosórdenesde partido: provincial y de dis-
trito, el principio de supremacía constitucional instituido por el art. 31 de la CN
"aconseja estar a la aplicación de las normasfederales y a su respectiva autoridad
de aplicación" 7.
Reitero, una de las misiones primordialesde losórganosdeaplicaciónen compe-
tencia electoral, en miras a garantizar la transparencia de las elecciones, la partici-
pación plural y democrática y elderecho y garantiade losderechospoliticos, es-en-
tre otras- coordinar esfuerzos para la confección mancomunada de padrones, no
digo idénticos, pero por lomenossimilares,actualizadosy depurados, considerando
que aquel sistema representativoesel que seconstruyedesde loscimientosde la or-
ganización democrática de los partidos políticos, cuya misión esencial es postular
candidatosqueemergendela amplia participación políticadesusafiliadosincluidas
las minorías, en igualdad, registrados en un padrón que refleje fidedignamente el
cuerpo real del electorado, sin proscripciones ni discriminaciones.
En ese marco, necesariamentedebemos propender a una coexistencia armóni-
ca y articulada, para queel ejercicio del poder jurisdiccional de ambosórdenes, im-
pregnadodeun profundoespíritu cooperativo,justo y razonable, no resulteesqui-
zofrénicoy por lotanto incompatibleo contradictorio para el ciudadanoytambién
para las organizacionesque la comunidad se da para el logro de sus fines más ele-
vadoscomoson lospartidospolíticos, indispensablesparalavidademocráticay tra-
cción del sistema representativo.
Porquedisponer órdenesjurisdiccionalescontradictorias,que conculquen dere-
chosconstitucionalesy quecoloquen a losciudadanosy a los partidos políticosen la
disyuntivadeoptar por unou otrofueroparacumpliroincumplir mandatoslegales
simultáneos e incongruentes, no resulta compatiblecon nuestrosistemajurídico.
Por último, en loqueatañea la misión delosjueceselectorales, recordemosque
todos los órganos que conforman el aparato gubernamental del Estado, tienen la
obligación de realizar control constitucional y convencional de los hechos que Ile-
gan a su conocimiento. Esto es lo que ha dicho la Corte lnteramericana en reitera-
das opiniones consultivasy fallos, respectode lasobligaciones de los Estados Parte

CUN-Fallos, 305:326yaclaratoria.
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 38

-como lo es la República Argentina-en virtud al deber de respetar y garantizar


(arts. l o y2")el plenogocede losderechosdel Pacto de San JosédeCosta Rica (a par-
tir de la reforma de 1994, texto constitucional vía art. 75, inc. 22, CN), dictando de-
recho interno o removiendo obstáculos en el caso de ser necesario adoptando las
medidasde todo carácter quefueren necesarias para hacer efectivos los derechos.
Como conclusión, cabedecir quetras losaltosobjetivosaquíenunciados, la diri-
gencia políticadebe restaurar el concepto y la conducta de laética en la función pú-
~ ~

blica, dibecumplir nosolo las promesassinolos programaselectoralesexplicitados


en lascampañasy deberían recurrir intensamente a la herramienta del art. 40de la
CNyaquenoexistemayor legitimidad que laconsultaaquiendetenta lasoberanía
popular para auscultar los anhelos de la ciudadanía respectode los grandes temas
nacionales.
Por su parte, el Pueblo de la Nación debe realizar renovadosesfuerzos,ejercien-
do activamente los derechos políticos receptados en la Constitución y el Pacto de
San José de Costa Rica, participando activa y protagónicamente, utilizando las he-
rramientas que confiere el sistema, aportando ideas, tomando iniciativas como la
del art. 39 de la Carta Magna, impulsando debatea travésde lasorganizacionesin-
termedias, en miras a tonificar con contenido cívico la alicaída democracia argenti-
na para evitar fricciones y frustraciones inútiles que solo perjudican la vida demo-
crática de los ciudadanos y de la comunidad nacional, postergando aun, la realiza-
ción de nuestro pueblo y la grandeza de la Nación.
La comunidad nacional es la responsabledel afianzamiento de los derechos po-
Iíticosa partir de la concienciasocialy políticacolectiva porque la participación pro-
tagónica y activa en los asuntos de gobierno incide drásticamente en el destino de
la comunidad. Poresodebemos pensarquelasfrustracionesdel pasado pueden ser
pista de despegue para nuevos y fructíferos desafíos y entonces en esta nueva ins-
tancia podamos proponernos el desafío de alcanzar renovados términos de convi-
vencia tolerantea partir del disenso para llegar al consenso.
La sociedad argentina tiene la obligación de tender a la unidad, debe poner su
mejor esfuerzo para aportar ideas desde todas las miradas con el fin de alcanzar la
síntesis, para conformar un programa y un modelo argentinoy plasmarloen un nue-
vo pacto social y político no solo para el reconocimiento de derechosesencialesque
deben ser respetadosy garantizados por el Estado, sinotambién asumiendo losde-
rechospolíticoscomounconjuntodedeberes-derechosqueotorganfacultadespe-
ro también nos imponen responsabilidadescomo ciudadanos, no solo cívicas y po-
líticas, sino también económicas, socialesy culturales.

Referenciajurisprudencia1
1- La CorteSupremadeJusticiade la Nacióndefinela democracia representativa de
este modo: "La soberanía popularesun principiode raigambre constitucional queen
el sistema democráticose integra con el reconocimientodelpueblo como últimotitu-
Art. 38 PRIMERA PARTE

lar del poder político pero, al mismo tiempo, y para cumplir con tal objetivo, pone su
acento en los procedimientos habilitados para hacer explícita aquella voluntad, ori-
gendel principiode representación. ~avoz'delpueblode'la ~acióneslafuentemásle-
gítima para adoptar decisiones en una sociedad organizada democráticamente".
[CVN-Fallos, 328:175,2005].

2- La CorteSuprema también ha dicho que: "La democracia representativasupone,


necesariamente, un derecho y unsistema electoral quegaranticea losciudadanoscer-
teza y seguridad al emitir suvoto, esdecir un marco legal que no solo permita la parti-
cipación plena sino que evite y preserve al proceso eleccionariodefraudesy manipu-
laciones. Tanto la legislación como los controlesjudiciales que al efecto se crean, de-
ben tender a la autenticidad de una elección, ya sea en susaspectos procedimentales
como en la garantía de sus resultadosen cuanto libre expresión de loselectoresy res-
peto por su decisión". [CSJN-Fallos, 326:2004].

3-Creopertinentecitarlodichoporel másaltoTribunaldelaRepúblicaencuantodes-
conocevalidezaaquellasdecisionesquemedianteel uso irregulardelasformas, searri-
ba asolucionesobjetivamente injustas, esecriterio loestablecelaCorteSuprema cuan-
dodice "consustentoenargumentosdecorteformal, elTribunal desconocióa losrecu-
rrentesel derecho a participar en el proceso eleccionario (...) De tal modo el a quo hizo
prevalecer la oportunidaden quese integraron los recaudosformalesdelinstrumento
en quese funda el derecho invocado, por sobre la sustancial concurrencia de losextre-
mosexigidos por la Constituciónlocal, con loquedesnaturalizótal exigenciaendesme-
dro de los derechos constitucionales que los recurrentesdijeron afectados. Al resolver
deesa manera, obvióel reconocimientodequeel derechoelectoraltiendeagarantizar
la efectiva vigencia del principio democrático de la representación popular, lo que per-
mitesuperaróbicesformales no sustanciales para que, sobre las reglasdel proceso, pre-
valezcan los derechos de losvotantes y de los partidos políticos beneficiados". [CSJN,
4/5/95, "Apoderado FRE.JU.PO.", LL, 1995-D-184; Sabsay, Daniel A,, Tratadojurispru-
dencialydoctrinario. Derecho constitucional. Partedogmática, t. II, vol. 1, La Ley, 201O].

4- Sobre lafunciónde los partidos políticos, la CorteSuprema diceen reiterada doc-


trinaqueson: "auxiliaresdel Estado, organizacionesdederechopúblico noestatal ne-
cesarios para el desenvolvimiento de la democracia y portanto, instrumentos del go-
biernocuya inrtitucionalizacióngeneravínculosyefectosjurídicosentrelosmiembros
del partido, entre estos y el partido en su relación con el cuerpo electoral, y con la es-
tructura del Estado.
Asimismo avanza en su definición y afirma que los representantes son del Pueblo ar-
gentinosegún el Preámbulo de la CNy esdeber de los partidosevitar la partidocracia,
y enriquecer consu acción el régimen representativoy fortaleceren el elector la men-
talidad democrática, "porque la espina dorsal de todo sistema electoral y detodo sis-
tema político esel ciudadano elector que forma en conjuntoel cuerpo electoral cons-
tituido por hombresy mujerescomunesquetienenel derechodesufragary que pose-
endiscernimiento para elegir a sus representantes".
Todas lasconclusionesarribavertidassecomplementan con lodicho por la Corte Inte-
ramericana deJusticia, "La democracia representativaesdeterminanteen todo el sis-
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 39

tema del que la ConvenciónAmericanasobre DerechosHumanosformaparte, y cons-


tituyeun
. principio
. reafirmado por losEstadosamericanosenla CartadelaOEAinstru-
mento fundamental del sistema interamericano, en el que la relación entrederechos
humanos, democracia representativay los derechos políticos en particular es funda-
mental".
Dicha relación ha quedado plasmada en la Carta Democrática Interamericana, apro-
bada en 2011, durante el vigésimo octavo período extraordinario de Sesiones de la
Asamblea General de la OEA. En dicho instrumento se señala que: "Son elementos
esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a losderechoshu-
manos y las libertadesfundamentales, el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al
Estado dederecho; la celebracióndeelecciones periódicas, libres, justasy basadas en
el sufragio universal, y secreto como expresiónde la soberanía del pueblo; el régimen
plural de partidos y organizaciones pontificiasy la separacióne independenciade los
poderes públicos. La Corteconsideraqueel ejercicioefectivo de losderechos políticos
constituye un finen sí mismo y a la vez, un medio fundamental que lassociedadesde-
mocráticastienen para garantizar los demás derechos humanos previstos en la Con-
vención. [Corte IDH, 6/8/08, "Castañeda Gutman v. México", Excepciones prelimina-
res,fondo, reparacionesycostas].

5- DichoTribunalsupraestatal ha dicho tambiénquecuando un Estado ha ratificado


un tratado internacional, como la ConvenciónAmericana, susjuecesestánsometidosa
ella, loque lesobliga avelar porqueel efecto útil de la Convención nosevea mermado
oanulado por laaplicaciónde leyescontrariasasusdisposiciones, objetoyfin. Habién-
dose reconocidoel deberde losiuecesdomésticosdeefectuar el control deconvencio-
nalidadexofficio respectoacláusulasinternacionales,jurisprudencia y recomendacio-
nesde la Corte IDH y Comisión IDH, también queda incluido deoficio, el control de las
omisionesinconvencionales(citaenSilvia B. ~alaciodecaeiro,Tratadodederechoshu.
rnanosysuinfluencia enelderechoargentino, La Ley, BuenosAires, 2015, t. 1, p. 15).
Fue también la Corte lnteramericana la que dijo en el precedente "Velásquez Rodrí.
guezv. Honduras" en la sentencia del 29/7/88. " ~ s t aobligación implica el deber de los
Estados Partedeorganizartodoel aparatogubernamental y, engeneral, todas lases-
tructurasa travésde lascualesse manifiesta el ejercicio del poder público, de manera
tal que sean capaces de asegurar jurídicamente el libre y pleno ejercicio de los dere-
chos humanos". Considerando que el último intérprete de la Convención Americana
sobre Derechos Humanoses la Corte IDH y por eso la doctrina que emerge desu juris-
prudencia es guía para la interpretación de las normas convencionales, desde que la
Argentina reconoció sucompetencia. [CSJN, 7/4/95, "Giroldi", G-342-XXVI].

A r t . 3 9 . Losciudadanostienenelderechodeiniciativaparapresentarpro-
yectos de ley en la Cámara de Diputados. El congresodeberá darles expieso
tratamiento dentro del término dedoce meses.
El Congreso, con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miem-
bros de cada Cámara, sancionará una ley reglamentaria que no podrá exigir
PRIMERA PARTE

másdel tres por ciento del padrón electoral nacional, dentro delcual deberá
contemplar una adecuada distribución territorial para suscribir la iniciativa.
Noseránobjetode iniciativa popular los proyectosreferidos a reforma cons-
titucional, tratados internacionales, tributos, presupuesto y materia penal.
Antecedentes: CN de 1853,art. 39. Concordancias: CN,arts. lo, 22; DisposiciónTran-
sitoria Tercera.
La iniciativa popular fue introducida por la reforma de 1994 sin que alterara sus-
tancialmentela "forma representativarepublicana" adoptada por nuestraconstitu-
ción(art.lo)nilaprohibiciónqueelpueblodelibereogobiernodirectamente(art.22).
Es un procedimiento para quea travésde la participación del pueblo se promue-
va y trate un proyecto legislativo.

El ejercicio de esta modalidad de participación política no está en conflicto con


los arts. loy 22 sino quese integra por tres razones:
a) La representatividad republicana no excluye modalidades de participación
directa como la iniciativa popular.
b) La iniciativa popular no importa atribuirse los derechos del pueblo ni susti-
tuye a sus representantes.
c) El objeto fundamental de la institución es corregir viciosde la "representa-
tividad", estrechar la relación "representado-representante", proveer a su
transparencia; de ninguna forma la sustituye.

De tal manera que tanto la iniciativa como la consulta popular (art. 40) se inte-
gran al concepto de república representativa, "adoptado" (en la terminología del
art. 17 por la misma Constitución sin conflictos ni incongruencias.
El Congresodela Nacióncon unasensibledemorasancionala ley24.747(fuesan-
cionada el 27111196 y la Cláusula Transitoria Tercera disponía que la ley reglamen-
taria debía dictarse dentro de los ciento ochentas días de sancionada la reforma
constitucional) paracumplir con el segundo párrafodel art. 39.

Los presupuestosquele impone la norma constitucional al Poder Legislativo son:


1. La iniciativa popular debe ser presentada en la Cámara de Diputados de la
Nación.
2. Los proyectosde ley que surjan de la iniciativa popular deberán sertratados
dentro del término de doce meses por el Congreso Nacional.
3. La ley reglamentaria no podrá exigir másdel tres por ciento del padrón elec-
toral nacional para suscribir la iniciativa.
4. El porcentaje establecidodeberá considerar "una adecuada distribución te-
rritorial".
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 39

5. No podrán ser objetode iniciativa popular los proyectos referidosa la refor-


ma constitucional.

Estos extremos son cumplidos por la ley 24.747. La naturaleza política de la ini-
ciativa justifica sobradamente que solo los ciudadanos argentinos pueden ejercer
estederecho y se integracon la limitación del art. 20de la CNque garantiza a losex-
tranjeros el goce de los derechos civiles pero no los políticos.
Los requisitos que impone permiten precisar la forma en que debe ser presenta-
da la iniciativa, esto es que esté "... redactada en forma de leyen términosc1aros"y
con "... exposicióndemotivosfundada". La identificación y domicilio de los promo-
tores, descripción ". .. delosgastosyorigendelosrecunosqueseocasionarenduran-
te elperíodo previo a presentar elproyecto de iniciativa popular ante la Cámara de
Diputados"y lasfirmasde los peticionantes "... conla aclaracióndelnombre, apelli-
do, número y tipo de documentoy domicilio que figure en elpadrón electoral" (art.
5"). Lajusticiaelectoral eslaobligadaaverificarla autenticidad delasfirmas(art. 7').
El legislador se mantiene deñtro del "techo" del tres por ciento y establece que
lainiciativarequerirálafirmadeun númerodeciudadanosnomenoral unoconcin-
cuenta por ciento del padrón electoral de por lo menos seis distritos electorales; se
cumpleasí la adecuada distribución territorial. La segunda partedel art.4'dela ley
establece otra base de consideración porcentual para cuando la materia de la ini-
ciativa interese únicamentea una región. Allíel unocon cincuenta por cientoesso-
bre la totalidad del padrón electoral de las provincias que componen exclusiva-
mente la región.
La ley deja una cuestión sin resolver. El inc. 19, párr. 2"del art. 75 de la CNdispone
que el Senado será la Cámara de origen para las iniciativas que tengan por objeto:
"Proveeralcrecimiento armónicodela Naciónyalpoblamientodesu territorio;pro-
mover políticas diferenciadas que tiendan a equilibrar e l desigual desarrollo relati-
vo deprovinciasyregiones. Para estasiniciativas, elsenado será Cámara de origen",
mientras que el art. 39 dispone que los proyectos de iniciativa popular deben pre-
sentarse en la Cámara de Diputados. Buscando la integración entre ambas disposi-
cionesdebieran sertratadas primero por lacámarade Diputados para queverifique
los requisitos de admisibilidad y luego girados al Senado. Habilita esta interpreta-
ciónquelasmateriasocuestionesseñalasenel inc. 19noestánexpresamenteexclui-
dasen el art. 39; además este artículo no manda que el proyecto tenga como Cáma-
radeorigen a la de Diputadossino que debe presentarseallíel proyecto. Sin preten-
der caer en "formalismo" que resulta válido diferenciar entre "iniciativa" y "ori-
gen". Lo primero, a quien está facultado para promover o iniciar un proyecto de ley
y lo segundo, quien está facultado para comenzar su tratamiento legislativo.
Las materias excluidasde iniciativa popular obedecen a diversos motivos. La ley
24.309 prohibíaa la Convención Constituyenteen el art. 7': "... introducir modifi-
cación alguna a las Declaraciones, Derechos y Garantías contenidos en el Capítulo
177 NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 40

La Constitución Nacional es clara a este respecto, la consulta en cuestión a reali-


zarsese Ilevaráa cabo sobre un proyectode ley y el acto por el cual el Congreso de-
cideconvocarla no es susceptible de veto por el Ejecutivo.
La nota mássalientees, por primeravez, lano participación olaexistenciadeuna
leysin la participación del Poder Ejecutivoqueen latradición institucional opera re-
gularmente en calidad de colegislador según lo previsto en el proceso constitucio-
nal de formación y sanción de las leyes (arts. 77 a 84) de la CN, con la atribución de
observar la sanción de una ley a través del veto.
Pero nosoloseotorga preeminencias lavoluntad congresional a la horadefor-
malizar la convocatoria, también el precepto confiere carácter vinculante a la de-
terminación popularcuandoella resuelve asertivamentesobrelaconsulta hecha.A
esos efectos la ley 25.432, reglamentaria de la consulta, dispone que la misma será
vinculante,válidayeficazcuando hayaemitidosuvotonomenosdel35%delosciu-
dadanosinscriptosen el padrón electoral nacional, sincomputarseaesosefectoslos
votos en blanco (arts. 4" y 13, ley 25.432)2.
Como si fuese poco, si la mayoría necesaria se pronuncia en favor de la sanción
(mayoría devotosválidosafirmativos, dice la ley), el proyecto, por segundavez, sin
necesidad de promulgación del Poder Ejecutivo se convierte automáticamente en
ley y debeser publicadoen el Boletín Oficial.
Tengamosen cuenta el poder que le asigna en este párrafo y con este instituto en
particular laconstitución Nacional a laciudadaníaa travésdelCongresodela Nación.
La reglamentación mencionada aesteartículo constitucional ha previsto el caso
de que un proyecto de ley sea sometido a consulta popular vinculante y no obten-
ga un resultado positivo.
Dispone la normativa reglamentariaenestecasoqueelproyectono podráser rei-
terado sino despuésde habertranscurrido un lapsodedosañosdesde la realización
de la consulta, ni repetirse la consulta duranteese término (art. So, ley 25.432).
El rechazo a la consulta popular cierra el paso temporal para su tratamiento y a
la vez extiende la prohibición al Congreso de la Nación para tratar la iniciativa en
ese período dedosaños.

52. Leyesexcluidas.- Según el art. l o d ela ley25.432, no podrán ser objetode


consulta popular vinculante los proyectosque ya tengan un procedimiento especí-
fico en la Constitución Nacional o por la determinación decámara deorigen ya pre-
dispuesta~por necesitar una mayoría calificada.

Leyes excluidas de tratamiento a través deconsulta popular:


a) La propia reglamentación delasmaterias, procedimientosy oportunidad de
laconsulta popular, art.40.

Midón, Manualde derechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013. p. 101.


Art. 40 PRIMERA PARTE

Único de la Primera Parte de la Constitución Nacional" y por otro lado, no se con-


templabaen el art. Zolareformadel art. 30por loque habilitar la reformaconstitu-
cional a través de la iniciativa hubiera sido "nula" (art. 6'). Por otra parte, los tra-
tados internacionales forman parte o constituyen instrumento de la política exte-
rior del país, en consecuencia, implica la responsabilidad internacional del Estado
loque haceevidentela exclusión. Por último, lostributos, presupuestoy lascuestio-
nes penalesconstituyen temasque requieren conocimientosespeciales,evaluacio-
nes técnicas, que deben estar distantes de las mayorías cuyas motivaciones en mu-
choscasos son frutos de pasiones o provocadas por meras circunstancias.

Art.40.- E1Congreso.a iniciativa de la Cámara de Diputados, podrá some-


teraconsulta popular un proyectodeley. La ley deconvocatoria no podráser
vetada. Elvoto afirmativo del proyecto por el pueblo de la Nación lo conver-
tirá en ley y su promulgación será automática.
- - ~

El Congreso o el presidente de la Nación, dentro de sus respectivas compe-


tencias, podrán convocar a consulta popular novinculante. En este caso el
voto no será obligatorio.
El Congreso, con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miem-
bros de cada Cámara, reglamentará las materias, procedimientos y oportu-
nidad de la consulta popular.
Concordancias: CN, arts. lo, 22,39,40,77,78,80,83.

En este art. 40 se ubican bajo el nombre genérico de "Consulta popular" lasdos


figuras restantes, incorporadas en 1994 a la Constitución Nacional, denominadas
de participación o de democracia semi-directa.
El referéndumconstitucionalen la primerapartedelartículo(primerpárrafodel
mismo) y la consulta popular no vinculante inmediatamente a continuación en el
segundo párrafodel mismo.

5 1. Consulta popularvinculanteodecisoria.- En cuantoa la cuestión del no-


men iuriso la denominación del instituto de la consulta popular vinculante, refe-
r é n d u m plebiscito,
~ nosaclaraGelli quesegúnsea la materiaserá uno uotro, refe-
réndum cuando sea el pronunciamiento sobre una norma concreta y plebiscito
cuando refiera el pronunciamiento a un acto o cuestión de importancia guberna-
mental oestatall.
Escompetenciayresortedel Congresoformalizarestetipodeconsultacon lacon-
dición además por mandato constitucional que la iniciativa debe partir de la Cáma-
ra de Diputados, el tratamientodel proyectoempieza entoncesen la cámara baja.

' Gelli, Constitución de la NaciónArgentina comentadayconcordada, 2" ed., 2008. t. I


Art. 40 PRIMERA PARTE

b) La conveniencia de una reforma constitucional, art. 30.


C) La posibilidad de ejercer el derecho de iniciativa, art. 39.
d) La sanción dela ley convenioa los finesdela coparticipación federal quere-
gula el art. 75, inc. 2".
e) El establecimiento y modif icación deasignacionesespecíficasderecursosco-
participables, art. 75, inc. 3".
f) La promociónde politicasdiferenciadasquetiendan aequilibrareldesigual
desarrollo relativo de provincias y regiones, al crecimiento armónico de la
Nación y al poblamiento de su territorio, art. 75, inc. 19.
g) La perspectivadeconstitucionalizar o denunciar un tratadocon la jerarquía
conferida por el art. 75, inc. 22.
h) La aprobación o rechazo de tratados de integración, art. 75, inc. 24.
11 El funcionamiento de la Auditoría General de la Nación, art. 85.
fl Las leyes sobre reclutamientodetropasy contribuciones, art. 52.
k) La ley que debe dictarse para regular la emisión dedecretosde necesidad y
urgencia, art. 99, inc. 3".
I) LareglamentaciónyfuncionamientodelConsejodelaMagistraturaydelJu-
radode Enjuiciamiento de Magistrados, arts. 114y 115.
m) Las leyes electoralesy sobre partidos políticos, art. 77.

53. Consulta popular novinculante.- El segundotipodeconsulta introduci-


do por el constituyente es la llamada consulta popular novinculante.
Es justamente esta figura, ahora constitucional en el ámbito local y nacional la
quetieneel antecedente másvalioso, o unode los másvaliosos,en su utilización co-
mo instrumento participativo directo del pueblo.
Nos referirnosal decr. 2272 de 1984que convocó a la ciudadanía a una consulta
popular en relación a las negociacionesque realizara nuestro país con Chile por el
diferendo relativoa la zona del canal de Beagle-y en concordancia con la llegada
de la democracia-se insinuó el valor deeste tipo de recetas participativas3.
Adiferenciadel primer caso comentado, aquílavoluntad populartiene una im-
portancia simbólica casi desde que los poderes políticos del Estado pueden contra-
venir lodecidido por ella en lasurnas.
Noobstante, loapuntado, siel proyectosometidoaconsulta porelCongresoob-
tieneel voto afirmativo de la mayoría absoluta devotosválidosemitidos, el mismo
queda incorporadoal plan de labor parlamentaria de la Cámara de Diputadosy de-
berá ser tratado por el Congreso, quien podrá aprobarlo o rechazarlo (art. 8', ley

Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013, p. 99.


179 NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 41

Otra diferenciasustancial entreambostiposdeconsulta radicaen queelvotode


los ciudadanosesobligatoriocuando la consulta legislativa esvinculantey setorna
facultativo si ella no esvinculante. Resulta congruente con la función pública que
traduce el sufragio el hecho de que su emisión sea obligatoria cuando el dictamen
popular versará sobre una iniciativa que, tras la realización del acto comicial, pue-
de convertirse en ley de la Nación4.
Por otra parte, con la finalidad deevitar el aprovechamiento políticoque puede
darseal instituto la leyexigequeel día fijado para la realización deunaconsultapo-
pular no podrá coincidir con otro acto eleccionario (art. 14, ley 25.432).
Mencionamos para finalizar que la exigencia de la mayoría absoluta de la tota-
lidaddelosmiembrosdecada Cámara impuesta por laConstituciónenel últimopá-
rrafo del art. 40 para el dictado de la ley reglamentaria, se mantiene para la even-
tualidad de cualquier modificación ulterior a la legislación yadictada.

Art.41.- Todoslos habitantesgozandelderechoaunambiente~ano~equi-


librado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades producti-
vas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las genera-
cionesfuturas; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará
prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley.
Lasautoridadesproveerána la proteccióndeestederecho,ala utilización ra-
cional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y
cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambien-
tales.
Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos
mínimos de protección, y a las provincias, las necesarias para complemen-
tarlas, sin queaquellas alteren las jurisdicciones locales.
Se prohibe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencial-
mente peligrosos, y de los radiactivos.
Concordancias: CN, arts.lo,.'5 :8 10 a 12,14,16.20 a 22.25.28.33.42.43.75. incs.1 O,
12,13,18,19,22a24,30;121,124,126.

5 1. Preliminar. La reforma constitucional de 1994 amplió el plexo de dere-


chos y procesos constitucionales (individuales y colectivos), y es entre los primeros
nombrados, que habremosde ubicar a la cláusula ambiental constitucional. Desde
ella no solo podemos afirmar la consagración del derecho constitucional a un me-
dio ambiente sano, sino también la captura de diversas herramientas de política y
gestión que coadyuvaran a la efectividad de esta prerrogativa.

Midón, Manualde derechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013. p. 103.


PRIMERA PARTE

Tres aspectos normativos son los que permiten la consolidación de este y otros
derechos humanos que integran el sistema, incluso a travésde nuevas formas pro-
cesales. Así, trabajaremos sobre el diseño constitucional del derecho a un ambien-
te sano, para lo cual debemos necesariamentedetenernos en los conceptos de de-
sarrollo humano, bien jurídico, y daño ambiental; luego, nos concentraremosen el
continente y contenido del federalismo de concertación y finalmente, abordare-
mos la prohibición de ingreso al territorio nacional de residuos potencialmente ra-
dioactivos.

5 2. E l derecho a un medioambientesano y el deber de tutela.- Al consagrar


como norma constitucional la protección del ambiente, el constituyente argentino
de 1994-habilitado por ley 24.309-, ha impuesto un nuevo derecho humano pa-
ra los habitantes, que conlleva asimismo un objetivo programático nacional en
cuanto establece un imperativo jurídico del cual se pueden derivar efectivas accio-
nes para la tutela de este bien colectivo.
Este derecho se inserta en un colectivo de nuevos derechos humanos, que pro-
tegen lascondiciones básicasdevida y el entorno, necesariospara que losciudada-
nosy la sociedad en su conjunto, desarrollen unavidadigna.Todosellos nacen en la
década del '60como consecuencia del desgastede la ideología liberal individualis-
ta; el sistemaeconómico propuestoporelcapitalismo; motorizados por lasacciones
reivindicativasde movimientosverdesocupadospor la destrucciónde la naturaleza,
aconsecuenciadeldesarrolloeconómico ilimitado. "... En esta Iíneade pensamien-
to y acción encontramos la urgencia de autores como Leff (2006:13), de distinguir
entre ambiente y ecología: El ambiente no es la ecología, sino la complejidad
l...

del mundo; es un saber sobre las formasdeapropiación del mundo y de la natura-


lezaatravésdelasrelacionesde poder que se han inscritoen lasformasdominantes
de conocimiento'. Y esto es importante porque la cuestión ambiental surge clara-
mente como resultado de la crisis civilizatoria del capitalismo, desde finalesde los
añossesenta del siglo pasado" l.
Entonces, cuando hablamosdel derecho al medio ambiente, referimos un dere-
cho humanoqueparticipadelascaracterísticasy principiosqueinformanelsistema
en su totalidad: indivisibilidad, universalidad e interdependencia. Según Vázquez
y Serrano, cuando nosreferimosa la indivisibilidadeinterdependenciadelosdere-
chosfundamentalesdebemoshacer "...unaprimeradistinción,entrelostérminos
queayudan a diferenciarlos. Mientrasel prefijo intersignifica'entre'o'en medio',
el prefijo in indica 'negación', de tal forma que la palabra interdependientes ex-
presa vinculación entre derechos, y la palabra 'indivisible', la negación de separa-

' Gallego Rarnirez, E l d e s a r r o l l o h u r n a n o s u s t e n t a b l e n o e s p o s ~ r n oLa. cons-


trucción de (algunas)alternativasdesdeabajo, en www.herrarnienta.corn.arlherrarnienta-web-31.
181 NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 41

ción entre ellos. Así preliminarmente conviene entonces señalar que los derechos
humanos son interdependientes en tanto establecen relaciones recíprocas entre
ellos, y son indivisibles en la medida en que no deben tomarse como elementosais-
lados o separados, sino como un conjunto. La interdependencia señala la medida
en queel disfrutedeun derechoen particularo un grupodederechosdependen pa-
rasuexistenciade la realización deotroderechoode ungrupodederechos( ...) Por
su parte, la indivisibilidad niega cualquier separación, categorización o jerarquía
entre losderechoshumanos. El as~ectocentral deeste criterio esaue IosEstadosno
están autorizados a protegery garantizar una determinada categoría dederechos
humanosen contravención deotra, sino quetodos losderechos humanos merecen
la mismaatención y urgencia. Bajoesta lógica, "... laexistencia real decada unode
los derechos humanos solo puede ser garantizada por el reconocimiento integral
de todos ellos" 2.
Apartirde lodicho, noesun yerroadmitirqueestederechovienea reforzar-des-
desufazsupraindividual-al derecho humanoa laviday al derechoa lasalud-in-
dividual y colectivo-. Como surge de la jurisprudencia de la Corte lnteramericana
de Derechos Humanos y de la Corte Europea de Derechos Humanos, queda claro
que "... existe una relación innegable entre la protección del medio ambiente y la
realización deotrosderechos humanos. Lasformasen que la degradación ambien-
tal y los efectos adversos del cambio climático han afectado al goce efectivo de los
derechos humanos en el continente ha sido objeto de discusión por parte de la
Asamblea General de Organización de los Estados Americanos y las Naciones Uni-
das. También se advierte que un número considerable de Estados Partes de la Con-
vención Americana ha adoptado disposiciones constitucionales reconociendo ex-
presamenteel derechoa un medioambientesano. Estosavancesenel desarrollode
los derechos humanos en el continente han sido recogidosen el Protocolo Adicio-
nal a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales protocolo de San Salvadorn3.
Losconstituyentestomaron como antecedentes para diagramar la nueva regla
constitucional, distintas fuentes normativas del derecho internacional. Los analis-
tas del derecho ambiental internacional proponen como un punto de partida del
derecho fundamental al ambiente, la celebración de la Conferencia de Naciones
Unidassobre Ambiente Humano y Desarrollo, de la cual deviene la Declaración de
Estocolmo de 1972. El documento contiene una serie de principios y recomenda-
ciones que centraban la preocupación mundial en el ordenamiento ambiental de

Cfr. Vazquez-Serrano,Losprincipiosdeuniversalidad,interdependencia, indivisibilidady


progresividad.Apuntespara su aplicaciónpráctica, en www.juridicas.unam.mx,ps. 152 y 153.
3 Corte IDH, 3/4/09. "Kawas Fernandezv.Honduras". pto. 148, p.47.
PRIMERA PARTE

los asentamientos humanos, los recursos naturales y la contaminación ambiental,


entreotros puntos. Sin embargo, el consensoallíalcanzado no logrócompromisos
concretos de las naciones participantes.
Fue recién en 1992-dosañosantesde la reformaconstitucionalargentina-que
seapruebaen laciudad de RíodeJaneiro, la DeclaraciónsobreMedioAmbientey De-
sarrollo, en la cual participaron 178 naciones, y dondeseconcretaron 27 principios.
Previoa esta declaración, dos instrumentos prepararon el camino: la Declaración
de Nairobi de 1982, precedida por la evaluación de la declaración y el plan deacción
establecidodiezañosantesen Estocolmo; y en el lnforme denominado "Nuestro Fu-
turocomún" surgidoen el ámbitodelaComisión Mundial sobreel Medio Ambien-
te y el Desarrollo, por acuerdo de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Este
informe fue mejor conocido como lnforme Brundtland, por el nombre de la presi-
denta deestacomisión, Gro Harlem Brundtland, entoncesprimera ministrade No-
ruega. "... el informe(...)sedioaconocerenTokio(Japón),el27defebrerode 1987,
y emitió recomendacionesqueversansobreavivar el crecimiento, cambiar la calidad
del crecimiento, conservar y reforzar la base de recursos, asegurar un nivel sosteni-
ble de población, reorientar la tecnología y afrontar los riesgos, integrar el medio
ambiente y la economía en la toma de decisiones, reformar las relaciones económi-
cas internacionalesy,finalmente, reforzar lacooperación internacional. La labor de
la Comisión Brundtland fue sumamente relevante, ya que después de ella, la Asam-
blea General de las Naciones Unidas reconoció la interdependencia entre el desa-
rrollo y el medio ambiente, y acordóconvocar, para 1992, a un nuevo encuentro de
carácter internacional para observar y examinar la correspondenciaentre desarro-
llo y medio ambienten4.
En estecontexto, el medioambientecomoobjetodeun derechoy un debercons-
titucional coincide, para Jordano Fraga, con la noción de medio ambiente como
bien jurídico. "... Es precisamenteel reconocimiento con rango constitucional del
derecho 'a un medio ambiente adecuado al desarrollo de la persona'el quedistin-
guecomo bien constitucional al medioambiente" 5. Existe un vinculo ineludibleen-
treelderechodeincidenciacolectivaal medioambiente y el bienjuridicoambiental
supraindividualque locontiene. Este bien jurídicosecaracteriza por la utilidadque
brinda a la sociedad en su conjunto, sin exclusión de ningún tipo; lo cual trae como
nota característica de disfrute, su indivisibilidad.
Esesteunbienjurídicodenaturalezaesencialmentecompleja,ydearmonización
costosa, ya que se halla en potencial conflicto con otros bienes decorte constitucio-
nal. Noes menos cierto que su carácter sistémico e integrador obliga a un replanteo

Cantu Martinez,Ascensodeldesarmllosustentable, Ciencia UANL. año 18. n075. sep.-oct.


de2015, p. 35.
Jordano Fraga, Laproteccióndelderechoaunmedioambienteadecuado, 1995, p. 81
183 NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 41

completo del molde estatal en que se ubica, penetrando con sus presupuestos am-
bientalesen las políticas públicassocialesyeconómicas; con el objetivode rediseñar
un Estado social en el que se preservey promocione el pluralismo, la transparencia
de la gestión, y la participación ciudadana orientada de una manera sustentable6.
El derechoconsagradoen estacláusulaesentoncesunodeaquellosderechoshu-
manosdeincidenciacolectivacapturadosdurantela úItimaetapaconstitucional.Tal
conceptualización, ancladaen másdeunadesusnormas7,invitaa reformular-a ni-
vel infraconstitucional- el modelo tradicional tripartito quedistinguía entredere-
chossubjetivos, interés legítimo e interesessimples8.
Diremos además, que la prerrogativa en análisis se caracteriza por pertenecer a
un grupo indeterminado de ciudadanos, y recae sobre un bienjurídico indivisible,
de uso común, no disponibleporlaspartes. Losderechosdeincidenciacolectivason,
portalesrazones,derechossupraindividualesque "... puedencaracterizarsecomo
aquellos que, teniendo por titulares a una pluralidad indeterminada de personas,
presentan como objeto de tutela una pretensión general de uso o goce de un bien
jurídico insusceptiblede fragmentación en cabeza de cada reclamante, desde que
tienen ante todo, un carácter impers~nal"~.
En esta modalidad dederechos, todos aquellosque losdisfrutan, cargan con el
deber de su custodia, y por ende se expande la legitimación para peticionar por
ellos.Acompañamoslapropuestaqueafirmaqueinstituirestederechoimplica, asi-
mismo, una garantíaprocedimentalque impone y habilita la participación ciuda-
dana en la gestión de administración pública, cuando desde la actividad se dispon-
gan políticasque involucren la materia ambiental directa o indirectamente. La re-
gulación normativa "... de los derechos procedimentales emanados del principio
de participación, consagradosen ladeclaraciónde Río y el ConvenioAarhus(...) ha
favorecido la procedimentalización del derecho al medio ambiente adecuado, ar-
ticuladodeesta manera una auténticaexigibilidadjurídica paradichodere~ho"'~.
Nuestra Constitución establece el derecho a un medio ambiente, que participa
dedeterminadascalidades, debe sersano, equilibrado yaptoparaeldesarrollo hu-
mano. Al informar en la Convención reformadora sobresu procedencia, Elba Rou-

Conf. Jiménez, estudio introductorio "El derechoa viviren un medio ambiente sano en el
marco del desarrollo sostenible". en Esaín, CompetenciasAmbientales, 2008.
Arts.41.42 y43 de la CN.
Balbín,Sobrelalegitimacionenelprocesodeamparo, LL.2001-8-1172.
CSJN, "Defensor del Pueblo de la Nación- inc.dto. 1315c. EN-PEN-dtos. 1570101y 1606101
s/Amparo ley 16.986". consid. 10.
'O Ríos, "La configuración del derechoal medioambiente adecuadocomo derecho procedi-
mental", en Derecho internacionaly comparado delmedioambiente: temasactuales, Antoni Pi-
grau Sole-Borras Pentinat (dirs.), 2014, p. 69.
PRIMERA PARTE

let, subraya que la primer calidad a exigirle a l medio ambiente es sanidad; indica
que el concepto "sano" nosolamente tienequever con la preservacióny noconta-
minación de los elementos que componen al ambiente, sino además con todos
aquellos ámbitos construidos por el hombre. Puntualmente, señala que "...sano,
significa una ciudad con cloacas, con agua corriente, control del ruido y de lasema-
naciones, y con espaciosverdessuficientesenrelacióncon el espacioconstruido. Sa-
nosignifica unavivienda adecuada, seca, aislada y luminosa; un ámbitode trabajo
-ya sea una fábrica o una oficina-, adecuado a sufunción, seguro y confortable.
Sano significa que las escuelas donde los niños y los adolescentes pasan una gran
parte desu vida tengan este mismo tipo de condiciones, pudiendo hacer extensivo
lo mismo a los hospitales, las cárceles, etcétera" ll.
Podemos advertir entonces, que la fórmula sano yequilibrado, con la cual seca-
lificaal medioambiente, nosedetieneen la meraadjetivación, sinoqueva másallá,
apuntando a la calidad de vida de la población. La protección constitucional seex-
tiende entonces más allá de los bienes ambientales, ya que aquísepropendela tu-
teladelacalidaddevidadeloshabitantes,garantizandoconestaconsagración nor-
mativa que se cumpla el programa modelado por el estado social puesto en crisis.
Todo nos guía hacia el nuevo paradigma dedesarrollo hoy constitucionalizado.
En esta línea entiende Rosatti que la cláusula constitucional permite: a) desde el
punto devista científico, considerar al ambiente nosolocomo un conjunto deele-
mentossino-básicamente-como un conjunto decomplejas relacionescuyoequi-
librio debe ser mantenido, y b) desde el punto de vista meta-científico (o filosófi-
co), considerar al hombre involucrado, comprendido en la protección, y no mera-
mente rodeadode un entornosobreel que seautoasignefa~ultadessobreéI~~.
Se refuerza de este modo, la calificación desalubridad, con la de medio ambien-
te "equilibrado", explicándose que ella "... no es una noción que se refiere a los
equilibrios naturalesdel ambienteintangible, aquel donde el hombre no hatenido
ninguna actividad. Significa el equilibrio de los ambientes transformados por el
hombre, loquequieredecirquea las modificaciones a que se someteese ambiente
se le deben buscar respuestas que sean equivalentes, en condiciones aceptables, a
lasqueresultandela propia actividad del hombre. Esemismoambientedebeserap-
topara el desarrollo humano. Quiero resumir esteconcepto dedesarrollo humano
en la noción "pascaliana" de desarrollo, a saber: "es el desarrollo de todos los hom-
bres y de'el todo'del hombre"13.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) promovió "... el
concepto dedesarrollo humano definido como el proceso deampliación de laspo-

l1 ActasConvención NacionalConstituyente, 20/7/94. p. 1612.


l2 Rosatti, Derechoambientalconstihicional. 2007. p. 56.
l3 ActasConvención NacionalConstituyente, 20/7/94. p. 1613.
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS

sibilidadesdeelegir de los individuosque tienecomo objetivo expandir la gama de


oportunidadesabiertasa las personas paravivir unavida saludable, creativa y con
los medios adecuados para desenvolverse en su entorno ~ o c i a l " ' ~ .
Seingresaasí, al análisisdel modelodedesarrolloquesedefineen la normacons-
titucional -tipología que se repiteen otras cláusulas-; ya quearmónicamente, el
constituyenteva limitando la libertad que el habitante tiene sobre el aprovecha-
mientode los recursos naturales, ya lavez, otorga garantíasparaexigir la real con-
creción deestevotrosderechosauesistémicamente habilitan la concreción del mo-
delodedesarr0.110humano, para'locualamplía lasformasdeaccesoala justicia y los
sujetoslegitimados para peticionar.
Esteconcepto de desarrollo deja entonces de lado la satisfacción económica co-
mo variable única, para concentrarse en una visión que integra al ser humano, en
sus capacidades. "... Es decir, el objetivo del desarrollo no es incrementar el pro-
ducto, sino propiciar que la gente disponga de una gama mayor de opciones, que
pueda hacer máscosas, vivir unavida más larga, eludirenfermedadesevitables, te-
ner acceso a la reserva mundial de conocimientos, etcétera. A destacar quecapaci-
dades y opciones están íntimamente relacionadas y que ambas, a su vez, están es-
trechamente asociadas a la libertad, ya sea una libertad negativa (verse libre del
hambre, porejemplo)ouna libertad positiva(porejemplo, libertad para lograr más
plenamente la vida que unola ha elegido" 15.
Ahora bien, este desarrollo humano, para ser perdurable en el tiempo -de ge-
neración, en generación- debe prosperar bajo el prisma de la sustentabilidad. La
lectura integral del artículo, incluso como componente del modelo de desarrollo
encriptadoen lan~rmafundamental~~,debeencaminarsea habilitarlageneración
de actividades productivas actuales, en tanto ellas no condicionen la calidad de vi-
dadelasgeneracionesfuturas. Con ello, el constituyenteintentódefinir un lazode
coordinaciónentre losconceptosdeambiente y desarrollo, con unasana utilización
delosrecursos, para concretarel plan deunavidadigna-en igualdad y derechos-
de las personas presentesy de lasgeneracionesfuturas.

Referenciajurisprudencia1
1- "El reconocimientodeestatusconstitucionaldel derechoal gocede unambiente
sano, asícomo la expresa y típica previsiónatinente a la obligación de recomponer el

l4 López-Calva-VélezGrajales, "El conceptodedesarrollo humano, su importanciay aplica-


ción en México", en Estudiossobredesarrollohumano. oct. 2003-1, p. 6.
l5 Griffin, Desarrollo humano: origen, evolucióne impacto, www.otmdesarrollo.comldesa-
rmllohumanolGriffinDesarrolloHumano.pdf, p. 13.
l6 Nótese que no es la única vezque en el texto constitucional se alude al desarrollo, este se
emplea encuatroocasiones más:art. 75, incs. 17.19.124.125de la CN.
PRIMERA PARTE

daño ambiental no configuran una mera expresiónde buenosy deseables propósitos


para las qeneraciones
- del porvenir, supeditados en su eficacia a una potestad discre-
cional de los poderes públicos, federaleso provinciales, sino la precisay positiva deci-
sióndel constituyentede 1994deenumeraryjerarquizar con rango supremo a un de-
recho preexistente, que frente a la supremacía establecida en el art. 31 de la CNy las
competencias regladas en el art. 116 de esta Ley Fundamental para la jurisdicción fe-
deral, sostienen la intervención deestefuerode naturalezaexcepcional para losasun-
tosen que la afectación seextienda másallá de uno de los Estadosfederadosyse per-
siga la tutela que prevé la Carta Magna". [CSJN, 2016106, "Mendoza, Beatriz Silvia y
otros c. Estado Nacional y otros s/Daños y perjuicios (daños derivados de la contami-
nación ambiental del Río Matanza - Riachuelo)", M. 1569.XL, CSJN-Fallos, 326:2316,
"Suplementode DerechoAmbiental", 2012, en www.csjn.gov.ar, p. 1501

2- "...La acción interouesta oor Juan Schroder ouede ser calificada como un su-
puesto de ejercicio de derecho; de incidencia cole;tiva que tiene por objeto un bien
colectivo (ladefensadel medioambiente).Tantoenestesuouestocomocuandosetra-
ta de la tutela de derechos individuales o de incidencia colectiva referentes a intere-
ses individuales homogéneos la comprobación de la existencia de un 'caso' es im-
prescindible(art. 116, CN; art. 29 ley 27; y CSJN-Fallos, 310:2342, consid. 7: 31 1:2580,
consid. 3"; y 326:3007, consids. 7" y 8". entre muchos otros) desde que no compete a
losjueceshacerdeclaracionesgenerales o abstractas, sino decidircolisionesefectivas
de derechos (CSJN-Fallos, 2:253; 24:248; 94:444; 130:157; 243:176; 256:104; 263:397,
entremuchosotros)quedebenseractuales". [CSJN,415/10,"Schroder,Juanc.INVAP
S.E. y E.N. s/Amparo", CSJN-Fallos, 333:570, "Suplemento de Derecho ambiental",
2012, en www.csjn.gov.ar, p. 1261.

3- "En cuestionesdemedio ambiente, cuando se persigue la tutela del bien colecti-


vo, tiene prioridad absoluta la prevencióndel dañofuturoy, en esesentido, la realiza-
ción de unestudiode impacto ambiental previo al inicio de lasactividades nosignifica
una decisión prohibitiva del emprendimientoen cuestión, sinoantes bien una instan-
cia de análisis reflexivo, realizado sobre basescientíficasy con participación ciudada-
na". [CSJN, 2/3/16. "Martínez, Sergio Raúl c. Agua Rica LlcSuc.Argentinay su propie-
taria Yamana Gold Inc. y otros slAcción de amparo", CSJ 131412012 (48-M)lCSl, "Su-
plemento Ambiente", 2016, en www.csjn.gov.ar, p. 61".

3 3. Calidad del ambiente que tutela el sistema constitucional.- Hemos men-


cionadoquelaConstitucióntambiénpropicióloscontornosdel bienquemerecetu-
tela, al concentrar la preservaciónsobre el patrimonio natural, entendido como el
conjunto de paisajes, restosfósiles, aerolitos, meteoritos y demás cuerpos celestes,
y del patrimonio cultural. Respecto de la diversidad biológica a cuya protección
también deberán proveer las autoridades, ha sido considerada en forma amplia,
con inclusión de la diversidad genética. En esta línea, la Constitución no aporta un
concepto de medio ambiente, pero nos presenta loselementosque lo integra, esto
es, recursos naturales, patrimoniocultural, patrimonio natural, diversidad biológi-
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS

ca, y dos instrumentos de política que lo definen: educación ambiental e informa-


ción ambiental.
El constituyente se hainclinadoporadscribiraunaconcepciónampliadel medio
ambiente. Entrelosautoresquedefienden esta postura, MoladeEsteban defineal
medioambiente humano como "...el hombrey su entornovital; esto es, el marco
comprensivo y mutablede loselementos,condicionesycircunstanciasde todoorden
(físicas y orgánicas) en el que el hombre desenvuelvesu vida. Nada, por tanto, esab-
solutamente extraño al concepto de medio ambiente", o el propuesto por Zaqueod
deZogon, que define el medio ambientecomo "la síntesis histórica de las relaciones
de intercambio entresociedad y naturaleza en términosdetiempoy espa~ios"'~.
Siguiendo a Jordano Froga llegamosal estudio que el mismo efectúa, con rela-
ción al patrimonio natural y el cultural-histórico. En tal inteligencia detalla que no
se puedeaquídejardetutelaral medio urbanodel ambiente, y por ello, no tieneló-
gica excluir también de este ámbito, al patrimonio histórico que conforma el pri-
mero. Asíadmitequedeterminados bienesdel patrimonio histórico pueden ser bie-
nesambientales, no solo por la etiqueta jurídica que se le imponga sino porqueen
la realidad física, es imposibledelimitar lo cultural de loambiental, apareciendodi-
chosvalores indisolublemente unidos, como un paraje que hiciera referencia a un
hecho histórico y portal mereciera protección 18.

54. Acercadel dañoambientalquecalifica elsistema. Toda acción antrópica


extremaque impactede maneradisvaliosasobreeste bienjuridico, habrádesertra-
tada como una actividad dañosa. Concretado el daño ambiental, este generará
prioritariamente la obligación de recomponer, lo cual implica como opción prima-
ria devolver a la situación exante, lo cual resulta extremadamente difícil no obs-
tante pueden darsesituacionesquesi bien no son equivalentespropician un balan-
ce aceptable. Lo expuesto no excluye -además- el reclamo indemnizatorio y su
consecuente obligación de recomponer en los términosque establezca la ley.
Esta nueva y particular modalidad de "daño" hoy ha sido receptada por nuestro
nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. Las reglas de reparación del daño pro-
ducidosobreeste bien juridico no podrán equipararse a lasqueotorgan protección
a losderechossubjetivos, simplemente porqueeste tipodedaño conculcaotrotipo
de prerrogativas, que-como ya mencionamos- han sido bautizadas por el consti-
tuyentereformadorde 1994como "derechosdeincidenciacolectiva"19.En estecon-

l7 Cit. porlordano Fraga, La protección delderechoa un medioambienteadecuado, 1995, p.


61.
la Jordano Fraga, La proteccióndelderechoa un medioambienteadecuado, 1995, p. 105.
l9
Esta posiciónfueasumida porlaSCBAenautos"Almadac.CopetroS.A.", 1915198y en, "An-
c0reS.A. y otrosc. Municipalidad de Daireaux", 19/2/02; allíel doctor Negri dijo: " ... consideroque
PRIMERA PARTE

texto, el legislador y en consecuenciael intérpretejudicial (arts. l o y2",CCCN) habrán


deelegir nuevos mecanismosderesolución del conflicto, acordesa este paradigma.
No debemos olvidar, que no estamos aquí dentro de la estructura del derecho
subjetivo, sino pensando al ambientedesdeel esquema de derecho-deber. Esto im-
plica, entre otras cosas, hablar de nuevas formas de acceso a la tutela de este bien
jurídico particular, asícomo reglas de prevención y reparación que se presentan en
el Código Civil y Comercial (arts.l711,1716, y 1756, CCCN, entreotros).
De manera precisa, Sozzo indica que la constitucionalización del derecho priva-
do encierra un movimiento de aproximación de este último hacia el texto funda-
mental, generandocon ello una conexidad relevanteentreel derecho privadoy los
derechosfundamentales que habilita la transformación de las técnicas de resolu-
ción "... de loscasosdederecho privado, a partirdenuevastecnologías propiasdel
sector constitucional, como el juicio de ponderación, la regla de proporcionalidad
o los procedimientosdecierrede cláusulasgenerales"20.

Referenciajurisprudencia1
1- "Escompetenteen instancia originaria la Corte Suprema de Justicia de la Nación
con relacióna la pretensiónque tiene por objeto exclusivo la tutela del bien colectivo
configurado por el ambiente, respecto de lo cual tiene una prioridadabsoluta la pre-
vención del daño futuro, en segundo lugar debe perseguirse la recomposiciónde la
polución ambiental ya causaday finalmente, para el supuesto de daños irreversibles,
setratará del resarcimiento". [CSJN, 2016106, "Mendoza, BeatrizSilviay otrosc. Esta-
doNacionalyotrosslDañosyperjuicios(dañosderivadosdelacontaminaciónambien-
taldel RíoMatanza-Riachuelo)",M. 1569.XL. CSJN-Fallos, 326:2316, "Suplemento De-
recho Ambiental", 2012, en www.csjn.gov.ar, p. 1501.
2- "El objeto de la recomposicióny la prevención de la contaminaciónambiental,
mediante un plan integral para el saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo,de-
besercomplementadoinstrumentalmente,ordenándosela acumulacióndetodoslos
litigiosrelativosa laejecucióndelplan poranteeljuezencargado, y declarándoseque
el procesoproduceIitispendenciarespectode lasdemásaccionescolectivasquetengan
por objeto una controversia sobre el mismo bienjurídico, auncuando seandiferentes
el legitimado activo y la causa petendi". [CSJN, 8/7/08. "Mendoza, Beatriz Silvia y
otros c. Estado Nacional y otros s/Dañosy perjuicios (daños derivados de la contami-

debedarse particularimportanciaala prevencióndeldañoalmedioambiente".Comosostienedi-


cho autor, "para que no sea una fórmula meramente declarativa, la ConstituciónNacionalseanti-
cipa y constitucionalizael llamadodañoambientaly laobligaciónconsecuente.estableciendo una
nueva categoría de dañosqueobligana recomponerloocasionado ...", JA, 2002-IV-fasc.6, p. 30.

20 Sozzo. La resistematización de la regulación del consumo en el Proyecto de Código Civil


2012, en www.infojus.gob.arlrevistas/derechogrivado,p. 80.
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS

naciónambiental del Río Matanza - Riachuelo)", CSJN-Fallos, 331:1622, "Suplemento


DerechoAmbiental", 2012, en www.csjn.gov.ar, p. 1761.
3- "...Reconocimientode estatusconstitucionaldel derecho al gocede un ambien-
te sano, asícomo la expresa y típica previsiónatinente a la obligación de recomponer
el daño ambiental (art.41, CN) no configuranuna mera expresiónde buenosy desea-
blespropósitos para lasgeneracionesdelporvenir, supeditadosensueficaciaa una po-
testad discrecional de los poderes públicos, federales o provinciales, sino la precisa y
positiva decisión del constituyente de 1994 de enumerar y jerarquizar con rango su-
premo a un derecho preexistente". [CSJN, 23/U16, "Cruz, Felipa y otros c. Minera
Alumbrera Limited y otro iSumarísimo", CSJ 15412013 (49-C)/CSl, "Suplemento Am-
biente", 2016, en www.csjn.gov.ar, p. 121.
4- "Enasuntosconcernientesa latuteladeldañoambiental,lasreglasprocesalesde-
ben ser interpretadasconun criterio amplio que, sin trascender el límite desu propia
lógica, ponganel acento en su carácter meramente instrumental de medio a fin, que
en esoscasosse presenta una revalorizaciónde las atribucionesdel tribunal al contar
con poderes que exceden la tradicional versión del juez espectador". [CSJN, 2/3/16,
"Martínez, Sergio Raúl c. Agua Rica Llc Suc. Argentina y su propietariaYamana Gold
Inc.yotross/Accióndeamparo",CSJ 1314/2012(48-M)/CSl, "SuplementoAmbiente".
2016, en www.csjn.gov.ar, p.61.

5 5. Competencias complementarias en materia ambiental.- Hemos men-


cionado que la particularidad de estos derechos y la característica del bien jurídico
protegido analizado, ameritan la facilitación de piezas que permitan construir y
sostenerel nuevoparadigma. Ellasindefectiblementevendrán-según lo interpre-
tamos-de la mano del asídenominado "federalismo de concertación".
Dentrode esteesquema, la norma fundamental le impusoal Estado nacional la
obligación de dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de pro-
tección del derecho al medio ambiente que allí se consagra, los que luego habrán
de ser complementados por las legislaturas provinciales, sin que se alteren en el
punto lasjurisdicciones locales.
Advertimos aquí, que luego de patentizar una nueva forma de concurrencia en
las potestades legislativas, la reforma de 1994 impuso al legislador, en materia de
federalismo ambiental, el dictado de un particular tipo de normas: las denomina-
das "leyes de presupuestos mínimos", que rompen con una clásica modalidad de
distribución en materia legislativa, definida por nuestro federalismo decimonóni-
co. Es que antes de producirse la reforma de 1994-como lo apuntáramos prece-
dentemente-, a la Nación le correspondía en todos loscasos, y aún en el implícito
contextoqueel art. 33 habilitaba para la regulación ambiental, el dictadode leyes
de "fondo" y a las provincias, lasde "forma" o procesales.
Hoy, al regular la materia ambiental, el legislador nacional puedeadentrarseen
cuestiones de forma, en tanto y en cuanto su tratamiento implique la generación
de "presupuestos mínimos", y las provincias están también habilitadas para regu-
PRIMERA PARTE

larciertascuestiones "defondo" siemprequeellasresultencomplementariasdelos


mentados "presupuestos mínimos que el Congreso de la Nación debe establecer
por imperativo del t e ~ t o f u n d a m e n t a l " ~ ~ .
Por esta reforma, los Estados locales delegaron en el Estado nacional el dictado
de normas de presupuestos mínimos, reservándosetodas las facultades necesarias
para complementarlas. Las provincias, entonces, pueden legislar sobre las mismas
temáticasvinculadasal medioambientesobrelasque ha legislado la Nación. Los Es-
tadoslocalespuedenasí,aumentarlasexigenciasimpuestasporla Nación-siempre
que las mismas sean razonables-, nunca disminuirlas. Tal complemento no tiene
por quéser igual en todos los Estados provinciales, sino que este responderá a pro-
blemáticas~característicasambientales propiasdel territorio, asícomo toda aque-
lla que derive de política propia del Estado local del que se trate22.
Desdeesterepartodecompetenciasambientalesaparecerá el desarrollo global
de legislación ambiental que contendrá vinculaciones en sentido vertical y hori-
zontal. Mientras lasvinculacionesverticalessedarán en normasdediferentesórde-
nes, esdecir, entre las leyes nacionalesde presupuestos mínimos, complementarias
provincialesy/ocomplementariasmunicipales;lasvinculacioneshorizontalessege-
nerarán entre las normas dentro de un mismo orden, esto es, entre las normasfe-
deralesde presupuestosminirnosentre sí, o lascomplementarias e n t r e ~ í ~ ~ .
La propuesta de la complementariedad ambiental constitucional manda a que
ambosórdenes-federal y local-legislen sobre la misma materia, y asíel constitu-
yente le da paso al federalismo de concertación. La voluntad del constituyente ha
sidoqueambosórdenes normaran, a travésde distintostipos normativos, ejercien-
dofuncionesparcialessobreel mismocuerpo material. Poresodotódeexclusividad
aambos, sobredichassubfunciones. En esta misma línea seestablecen limitaciones,
entre ellas: a) las normas.de presupuestos mínimossolo pueden establecer protec-
cionesliminaresuniformessininterferiren lasfacultadesquelosámbitoslocalesde-
tentan sobre los recursos naturales y ambiente en general (arts. So, 124, CN); b) las
provincias no pueden contener en sus reglas de complemento menor protección
que la adjudicada por el g ~ b i e r n o f e d e r a l ~ ~ .
Desde la sanción de la norma ambiental constitucional, distintasnormasdepre-
supuestos minirnosfueron sancionadasy en igual sentido las respectivas normas.de

21 Conf.Jiménez, Losderechoshumanosde tercerageneración. 1997.


22 Garcia Minella, "Ley general del ambiente, en busca de una interpretación de la nueva le-
gislación", en Derecho ambiental, su actualidad de cara al tercer milenio. Eduardo Jiménez (co-
ord.), 2003.
23 Esain -Garcia Minella, Derechoambientalen IaProvinciadeBuenosAires. 2013, t. l. p. 69.
24 Esain -Garcia Minella, Derechoambientalenla Provincia deBuenosAires, 2013, t. l. ps. 76
a 78.
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS

complemento. Unade lasnormasnacionalesde mayor impacto hasido la Ley Gene-


ral del Ambiente, ley 25.675; es esta norma la que establece-en su art. 6'-, como
conceptode presupuesto mínimoaquel que "... concedeuna tutelaambientaluni-
forme o común para todo el territorio nacional, y tiene p o r objeto imponer condi-
ciones necesariasparaasegurarla protección ambiental. Ensu contenido, debepre-
verlascondicionesnecesariasparagarantizarla dinámica de lossistemasecológicos,
mantenersucapacidadde carga y, en general, asegurarla preservación ambientaly
el desarrollo sustentable ".
Este microsistemajurídico ambiental, que seva gestando a la luz de la reforma,
con su mecánica deaplicación y principiosdeinterpretación ese1que seconectae in-
tegra en el Código Civil y Comercial a travésdel art. 241 25.
El mismo párrafo impactasobreladefinición de la competencia judicial en mate-
ria ambiental, y asíseadviertecon lasanción de la Ley General del Ambiente, queen
su art. 7°26,ha definidoa la competencia local como regla para loscasosambienta-
les siendo la excepción la competencia federal; refrendando deesta forma el princi-
pio general constitucional según el cual la materia ambiental es competencia judi-
cial provincial y solo se atribuye competencia en razón de la materia a la justicia na-
cional en lossupuestosdecontaminación con efectos interjurisdiccionales, creando
-o refrendandovieja doctrina-un supuesto dela intervención de la justicia nacio-
nal cuandoexisteun interé~federalfundante~~.

Referenciajurisprudencia1
1- "Envirtud de un análisisarmónico de la ley 24.051 y el art.41 de la CN, queatribu-
ye a la Nación la facultad'de dictar las normas que contengan los presupuestos míni-
mosde proteccióndelambiente, y a las provincias, lasnecesariaspara complementar-
las, sinqueaquellasalterenlasjurisdiccioneslocales', correspondela competencia or-
dinariacuandonoseverifica unsupuestodeafectaciónfuera deloslímitesdeunapro-
vincia". [CSJN, 15/2/95, "Lubricentro Belgrano sllnf. ley 24.051 ",Cm-Fallos, 323:163,
"Suplemento DerechoAmbiental", 2012, en www.csjn.gov.ar, p. 141.
2- "Lasobligacionesque incumben a la Naciónen la tutela ambiental no sonexclu-
sivas ni excluyentes de las que competen a sus unidadespolíticas en susesferas de ac-

25 Cosentino-Lorenti, La mecánicadelospresupuestosmínimosyla responsabilidadcivilam-


biental resarcitoria en elnuevo Código Civily Comercialde la Nación. en "Revista de DerechoAm-
biental", n043.jul.-sep. 2015, p. 77.
26 Ley 25.675, art. 7'. "La aplicación de esta leycorrespondealostribunalesordinariossegún
corresponda porel territorio, la materia, o laspersonas.
En loscasosqueelacto, omisión osituacióngenerada provoque efectivamentedegradación o
contaminaciónen recursosambientalesinterjurisdiccionales, la competenciaseráfederal".
27 Esain -García Minella, DerechoambientalenlaProvinciade BuenosAires, 2013, t. l. p. 92.
PRIMERA PARTE

tuación sino que, en Estadosde estructura federal, pesan sobre ellas responsabilidades
semejantes, &etambiénseproyectansobrelasentidadespúblicasy pri;adasquesede-
senvuelvenen este ámbito, ya quede lo contrario, las leyessancionadasenla materia no
dejarían de ser sino enfáticas enumeraciones pr~~ramáticasvacíasde operatividad".
"...Corresponde reconocer a las autoridades locales la facultad de aplicar loscriterios
de protección ambiental que consideren conducentes para el bienestar de la comuni-
dad para laquegobiernan, asícomovaloraryjuzgarsilosactosquellevanacabosusau-
toridades, enejerciciode poderes propios, afectanel bienestar perseguido, puessi bien
laConstituciónNacional,establecequelecabealaNación'...dictarlasnormasquecon-
tengan los presupuestos mínimos de protección', reconoce expresamente lasjurisdic-
ciones localesen la materia (art. 41, párr. 3"; CSJN-Fallos, 329:2280 y 331:699). En tales
condiciones, la Nación legisla las pautas mínimasde protección, y al ser esta una facul-
tad compartida por su objeto, la autoridad provincial ejerce la porción del poder esta-
talquelecorrespondecon baseconstitucional;extremoqueimplicaquela provinciaen
su ámbito propio realiza en plenitud una atribución que traduce un grado devalora-
ción con relaciónal fin especial decarácter preventivo que persigue, la protección del
medioambiente". [CSJN, 3111/15, "Papel Prensa S.A. c. Estado Nacional (BuenosAires,
Provincia de s/Acción meramente declarativa", "Suplemento Ambiental", 2016, en
www.old.csjn.gov.ar, ps.80y811.

5 6. Prohibición de ingreso de residuos peligrosos.- Al momento de consa-


grar este párrafo final el constituyentetuvoen cuenta el grado de peligrosidad que
conlleva este tipo de residuos, desde su generación, transporte y disposición final.
Por tal razón prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos radioactivos, en
forma clara, precisa y enfática. Ello no admite mayor debate ni reparos, ya que es
operativa y no se encuentra subordinada a ninguna reglamentación. Claramente
compartimosconJiménez, en cuantosostieneque laletraconstitucionalofreceuna
clara pautaesencial deacción a IasfuturaspolíticasdeEstadoen materia degestión
y control ambiental, pues el EstadoArgentino no ha de desentendersede generar
avances en materia nuclear, desarrollada con fines pacíficos, si esta es una decisión
elaborada democráticamente, pero aun estas políticas de desarrollo y manipuleo
tendrán ciertos límites: uno de ellos estará dado por la veda de ingreso de residuos
radioactivos al país, por las razonesy el lapso que sea28.

Art.42.- Losconsumidoresy usuariosde bienesyse~iciostienenderecho,


en la relación de consumo, a la protección de su salud, seguridad e intereses
económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad deelección, y
a condicionesde trato equitativo y digno.

28 Jiménez, "Necesarias precisionesde la prohibición constitucionalde ingreso al territorio

nacional de residuos actual o potencialmentepeligrosos y de los radioactivos", en Derecho am-


biental, suactualidadde cara al tercermilenio, 2004, p. 511.
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 42

Las autoridades proveerán a la protección de esos derechos, a la educación


para el consumo, a la defensa de la competencia contra toda forma de dis-
torsión de los mercados, al control de los monopolios naturales y legales, al
de la calidad y eficiencia de los servicios públicos, y a la constitución de aso-
ciaciones de consumidores y de usuarios.
La legislaciónestablecerá procedimientoseficacesparala prevencióny solu-
cióndeconflictos, y los marcos regulatorios de los servicios públicos decom-
petencia nacional,-previendo la ñecesaria participación d i l a s asociaciones
de consumidores y usuarios y de las provincias interesadas, en los organis
mos de control.
Concordancias:CN,arts.l0.10a12,14,16a20,25,28,33,41,43,75.incs.10,12a 14,18,
19;99,incs. loy 2",100,inc. lo, 109,126.

Esta norma fueunode losvaliosísimosartículosintroducidospor la Convención


Constituyentede 1994e importó una modificación sustancial en laconcepción libe-
ral de la Constitución de 1853, teniendo como fuente losarts. 51 y 52 de IaConstitu-
ción española de 1978.
Comienza identificando a la categoría de sujetos alcanzados por la protección
constitucional, así refiere a "los consumidoresy usuarios de bienes y servicios", pa-
ra despuésdelimitar su ámbitodeaplicación: "en la relación deconsumo".
Para obtener una definición detalesconceptospodemos recurrir a la Ley de De-
fensa del Consumidor (ley 24.240), que nos brinda las siguientessignificaciones:
a) Consumidoro usuario. Seconsidera consumidora la persona física0 jurídi-
caque adquiere0 utiliza,en forma gratuita u onerosa, bienesoserviciosco-
modestinatariofinal, en beneficio propioo desu grupo familiarosocial.
Quedaequiparadoalconsumidorquien, sinser partedeuna relación decon-
s~m~c~m~c~nse~~en~iaoenocasióndeella,adquiereoutiliza bienesoser-
vicios, en forma gratuita u onerosa, como destinatario final, en beneficio
propioo desu grupo familiaro social (art. lo).
b) Relacióndeconsumo. Eselvínculojurídicoentre el proveedory elconsumi-
doro usuario (art. 3').

Aclaradoello,vemosqueel primer párrafodelartículoenestudioenuncialossi-


guientes derechosde losconsumidoresy usuarios:
1. Derecho alaproteccióndesusalud. Acá debeentendersesalud en su sentido
másamplio, incluyéndosealaviday a la integridad personal, que bajo ningún
supuesto puedeverseafectada por los bienesy serviciosqueseconsumen.
2. Derechoa laprotección desuseguridad. Está estrechamentevinculado a la
salud y su preservación, comoasítambién al derechoa la información. Refie-
re a la forma en que se utilizan o comercializan los bienes, y10 se prestan los
Art. 42 PRIMERA PARTE

servicios y en qué condiciones, de modo tal que no generen peligro alguno


para la salud o integridad física de los consumidoreso usuarios.
3. Derecho a la protección desusintereseseconómicos. Toda relación de con-
sumo es susceptible de afectar directa o indirectamente intereses económi-
cosdel consumidor o usuario, ya sea por el precio del bien o servicio, por su
calidad, por la relación de ambos, por incumplimientos contractuales o pre-
contractuales (oferta), etcétera. Máxime si tenemos en cuenta las desigual-
dades existentes entre ambos sujetos.
4. Derechoa unainformaciónadecuadayveraz. El proveedor deun bien oser-
vicio está obligado a suministrar al consumidor en forma cierta, clara y deta-
lladatodo lo relacionadocon lascaracterísticasesencialesdelos bienesy ser-
viciosque provee, y lascondicionesdesu comercialización (véaseart. 4', ley
24.240, ref. ley 27.250).
Este deber de información impuesto por la Constitución es un resortedevi-
tal importancia en el derecho de consumo y comprende no solo los aspectos
precontractuales, contractuales, sino también losvinculados al uso del bien
ogocedel servicio, todo locual resulta crucial para laemisión de un consenti-
miento informado al tiempo decontratar y para resguardar la salud y segu-
ridad de losconsumidores y usuarios.
5. Derecho a la libertaddeelección. Tiendea evitar queel consumidor o usua-
rio sea compelido, forzado, inducido o directamente engañado a consumir
un bien oservicio.Su elección debeservoluntaria y con pleno conocimiento
de lo queseconsumeo usa (suscaracterísticas, virtudes y defectos), deahísu
íntima interacción con el derechoa la información enunciado.
6. Derecho a condicionesde trato equitativo y digno. El trato digno importa
el derecho detoda persona de ser respetada como tal. La existencia del dere-
cho a la dignidad humana es uno de los principiosfundamentales del hom-
bre, que encuentra basamento en nuestra Constitución y en tratados inter-
nacionales, aunque en la relación de consumo es uno de los derechos que
más seencuentra expuesto.
La Ley de Defensa del Consumidor disponeque los proveedoresdeberán abs-
tenerse de desplegar conductas que coloquen a los consumidoresen situa-
cionesvergonzantes, vejatoriaso intimidatorias (véase art. 8'bis).
Por su parte, el trato equitativo no solo comprende a la igualdad de trata-
mientofrente a otros consumidoresy usuarios, sino también la igualdad de
tratamiento frente al proveedor de bienes y servicios.
La doctrinaentiendequeestetratodignoy equitativo importa a su vezel re-
conocimiento del derecho al acceso al consumo,entendidocomo la posibili-
dad dequetodoslossectoresdela población puedanconsumir, sindistinción
alguna.
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 42

Todos estos derechos tienden a proteger a la parte más débil, el consumidor


o usuario.Además, nivelan lasdesigualdadesexistentesenla relacióndecon-
sumo, en donde las empresas proveedoras de bienes y servicios detentan la
posición más dominante.
Pasando a analizar el segundo párrafo de la norma bajo examen, tenemos
que se poneencabezadel Estadoel deber de proteger losderechosenuncia-
dos y de proveer las siguientes obligaciones: a) educación sobre consumo;
b) defensa de la competencia contra toda forma de distorsión de los merca-
dos; c)controldelosmonopoliosnaturalesylegales; d)controldelacalidad
y eficiencia de los servicios públicos; e) constitución de asociaciones de con-
sumidores~ de usuarios.
7. Educaciónsobre consumo. Esta obligación constituye un correlato del de-
rechode informacióny delderechoa la educación previstoen el art. 14dela
CN, en tantoy en cuantoobliga al Estado nacional agarantizar la instrucción
desus habitantes en materia de consumo. A su vez, se condice con la estruc-
turadel sistema educativodiagramada en el art. 75, inc. 19de la CN.
Tal premisa partede un concepto amplio de educación, no solo comprensi-
vo del ciclo de enseñanza básica. Debe propenderse a la continua capacita-
ción no solo de los docentes, sino también de los sectores de la administra-
ción pública involucradosen la prestación de servicios, de los integrantesde
lasasociacionesdeconsumidores, elaborarsey publicarse materialesdidác-
ticosy deestudio para la formación de losconsumidores, efectuar campañas
de capacitación, etcétera.
8. Algunospilaresnormativosenmateria dederecho de consumo. Tenemos la
Ley deAbastecimiento(20.680), la Ley deDefensadel Consumidor (24.240), la
Ley de Defensa de la Competencia (25.156) y la Ley de Lealtad Comercial
(22.802), entre otros.
9. Serviciospúblicos. La temática de acceso al consumo, la relación entre los
prestadores de servicios y los usuarios, el control de su calidad y eficiencia
constituye un tema crucial en materia de consumo, pues los servicios públi-
cosson esenciales, ya quesatisfacen necesidades básicaseindispensablesde
los usuarios (v. gr., agua corriente, redes cloacales, electricidad, gas, telefo-
nía, entreotros).
Quien no puede acceder a un servicio público o accede en forma deficiente,
indefectiblementesufre un menoscabo en derechosde raigambre constitu-
cional, como la dignidad, la salud, lavida.
Enseña Lorenzetti que la finalidad del servicioespública cuandotiendea sa-
tisfacer una necesidad de un gruposocial o de la sociedad en su conjunto. Es-
tafinalidad públicaadmiteuna regulación intervencionista por partedel Es-
tado, laquedebeestar guiada por principiosconstitucionales, talescomo: el
Art. 42 PRIMERA PARTE

incremento de la competencia en el mercado; la eficacia del servicio; la in-


terpretación restrictiva de los privilegios concedidosal oferente; el reparto
de riesgos limitado por los derechos constitucionales de acceso al servicio
esencial.
La Ley de Defensa del Consumidor refierea lasempresas prestadorasde ser-
vicios públicos a domicilio, y dispone que deben entregar al usuario cons-
tancia escrita de las condiciones de la prestación y de losderechos y obliga-
ciones de ambas partes contratantes; y colocar en toda facturación que se
extienda al usuario y en las oficinas de atención al público cartelescon la le-
yenda: "Usted tienederecho a reclamar una indemnización si le facturamos
sumasoconceptosindebidoso reclamamosel pagodefacturasyaabonadas,
ley 24.240" (art. 25). Igualmente, aclara que aquellas que cuenten con le-
gislación específica y cuya actuación sea controlada por losorganismosque
ella contempla serán regidos por esas normas y por la presente ley. En caso
dedudasobre la normativa aplicable, resultará la másfavorable para elcon-
sumidor.
Finalmente, el último párrafo del artículo en comentario deja en manos de
la legislación, el deber deestablecer: a) procedimientoseficacespara la pre-
vención y solución de conflictos; b) marcos regulatorios de los servicios pú-
blicos de competencia nacional, previendo la necesaria participación de las
asociacionesde consumidoresy usuarios y de las provincias interesadas, en
losorganismos de control.
10. Lasasociacionesdeconsurnidoresyusuarios. Las mismascumplen un rol vi-
tal en laprotecciónydefensa de losinteresesdelosconsumidoresyusuarios,
como asítambién en su educacióny orientación. Constituyen una derivación
del derecho de todo habitantede la Nación a asociarsecon fines útiles, con-
sagrado en el art. 14de la CN.
La Ley de Defensa del Consumidor faculta a lasasociacionesde consumido-
res a sustanciar los reclamos de los consumidores de bienes y servicios ante
los fabricantes, productores, comerciantes, intermediarioso prestadoresde
servicios que correspondan, que se deriven del incumplimiento de la pre-
sente ley (art. 58). Además, las legitima a iniciar acciones judiciales (art. 52).
De igual manera, se encuentran habilitadas a promover acción de amparo
(art. 43, CN).
Explica Gelli que las atribuciones concedidas a los organismos no guberna-
mentalesdedefensa de losconsumidores proporcionan un canal decontrol
de los grupos económicos quienes, en ocasiones, constituyen monopolios
naturales o legales. Aquellas asociacionesfacilitan la visibilidad de los pro-
blemas que aquejan a los usuarios y consumidores y operan como foro de
manifestación del poco equitativo y dignotratoque lasempresasbrindan, o
pueden brindar susclientescautivos.
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 42

Referencia jurisprudencia1
Principio protectorio

1- "La normacontenidaenelart.42dela CNrevela laespecial protecciónqueelcons-


tituyentedecidió otorgar a los usuarios y consumidoresen razón de ser sujetos parti-
cularmente vulnerables y este principio protedorio juega un rol fundamental en el
marcode loscontratosdeconsumodondeel consumidor seencuentra en una posición
de subordinaciónestructural". [CSJN-Fallos, 340:172,14/3/17].

Seguridad
2- El másAltoTribunal enestosúltimosaños ha tenido la ooortunidaddeanalizaren
diversas oportunidades el derecho a la protección de la seguridad del consumidor o
-
usuarioenlosserviciosoúblicos.brindándonoslassiauientesconceptualizaciones: "La
interpretación de la obligación de seguridad que tiene causa en el contrato de trans-
porte de pasajeros, debe ser efectuada con sustento en el derecho a la seguridad pre-
visto para losconsumidoresy usuariosenel art.42de la CN(...) la incorporacióndelvo-
cab~ó'se~uridad'en l a ~ a r t á ~ a ~esunadecisiónvalorativaqueob¡igaa
na, lospresta-
dores de servicios públicosa desempeñarconductasencaminadasalcuidado de lo más
valioso: laviday lasaluddeloshabitantes, ricoso pobres, poderososodébiles,ancianos
oadolescentes,expertoso profanos". [CSIN-Fallos, 337:1431,11/12/14].
3- "Aquel conceptodebeserentendidocomounvalorquenosolodebeguiar lacon-
duda del Estadosinotambién la de losorganizadoresdeadividadesque, directa o in-
. . la no-
directamente. sevinculan con la vida o la salud de las oersonas. Por otra Darte.
ci~ndese~uridad trata de impedirqueel poder dedominación de una parteen dicha
relaciónafecte losderechosdeauienesseencuentranensituacióndedebilidad; esde-
cir, el consumidor y el usuario. A partir de esa premisa, el transportista debe adoptar
las medidas atinentesa la prevención de los riesgos que la prestaciónprometida aca-
rrea para el consumidor o sus bienes". [CSJN-Fallos, 333:203,9/3/10].
4- "Que los usuariosy consumidores son sujetos particularmente vulnerables a los
queel constituyente decidió proteger de modo especial, y por lo tanto no correspon-
de exigirles la diligencia de quien celebra un contrato comercial. Un comercianteexi-
giría a un colega una serie de pruebas y de información para celebrar un contrato de
transporte de mercaderíasvaliosas, y si no lo hace, no podrá invocar su propia torpe-
. -
za. En cambio. el usuario de un servicio de subterráneos.. aue sale del vaaón rodeado
degente, sin poderversiquiera el piso, apretujadoy empujado hacia lasalida, no pue-
dedesempeñarel mismoestándardediliaencia.Seríacontrarioa lascostumbresvhas-
taabsurdoqueantesdesubirexigierainformaciónsobrelasmedidasdeseguridadque
tieneelvagón, oen losmomentospreviosal descenso interrogaraal guarda, quetam-
poco suele estar presente, sobre los riesgosqueexistenen ese acto.
El ciudadanocomúnqueaccedea unvagón desubterráneostiene una confianzafun-
dada enqueel organizadorse ha ocupado razonablementedesuseguridad. Elloesasí
porque la prestaciónde servicios masivos presenta un grado de complejidad y anoni-
mato que resultan abrumadorespara quieneslos reciben. El funcionamiento regular,
el respaldode lasmarcasydel Estadoesloquegenera una apariencia jurídica quesim-
Art. 42 PRIMERA PARTE

plificany los hacen posible. El fortalecimientode la apariencia jurídica y de la confian-


za son esenciales para estos sistemas, que no podrían subsistirtanto si se negara pro-
tección jurídica a las marcas, como si se exigiera que el consumidor se comportara co-
mo un contratanteexperto que exigiera pruebase información antesde usar el servi-
cio". [CSJN-Fallos, 331:819,22/4/08].
5- "Cabeconsiderartambiénel derechoa laseguridad previstoenel art.42de la CN,
queserefierea la relacióndeconsumo,queabarca nosoloa loscontratos,sinoa losac-
tos unilateralescomo la oferta a sujetos indeterminados, quees precisamenteelcaso
que se presenta en autos. Detal modo, la seguridad debeser garantizada enel perío-
do precontractual y en lassituacionesderiesgo creadas por loscomportamientos uni-
laterales, respectodesuietosnocontratantes. Cada norma debeser interpretadacon-
formea suépoca, yenestesentido, cuandoocurre uneventodañosoen unespectácu-
lo masivo, en unaeropuerto, oen unsupermercado, serádifícil discriminarentrequie-
nescompraronyquienesno lo hicieron, oentrequienesestabanadentro del lugar, en
la entrada, o en los pasos previos. Por esta razón esqueel deber de indemnidad abar-
catoda la relacióndeconsumo, incluyendo hechosjurídicos, actosunilaterales,o bila-
terales". [CSJN-Fallos, 330:563,6/3/07].

Informaciónadecuada, veraz e imparcial


6- "La capacidad de acceder a una información con estas características es un ele-
mento fundamental de losderechosde losusuarios.. ,oueseseconocimientoesun ore-
supuesto insoslayable para poder expresarse fundadamente, oír a todos los sectbres
interesados. deliberarvformar opinión sobre la razonabilidad de lasmedidasauese
adoptaren por partedélasautoridadespúblicas, intentandosuperar lasasimetrksna-
turalesqueexisten entre un individuoy el Estado que habrá defijar la tarifa de losser-
vicios públicos". [CSJN-Fallos, 339:1077, 18/8/16].

Tratodigno
7- "Que la Constitución Nacional obliga a los prestadoresdeserviciosa losconsumi-
doresa brindarles un trato digno (art.42, CN). El tratodigno al pasajerotransportado
significa quesedeben adoptar medidas para quesea atendido como una persona hu-
mana con dignidad, contemplando la situación de quienes tienen capacidades dife-
rentes, oson menores, o notienen la instrucciónnecesaria para comprenderelfuncio-
namiento de loquese leofrece. Ello incluye la adopciónde medidas para que el pasa-
jero nodescienda empujado por una marea humana con riesgo desu integridadfísica
y para que viaje de un modo razonablemente cómodo". [CSJN-Fallos, 331:819,
22/4/08].

Participaciónciudadana en los serviciospúblicos


8-"Queen materia tarifaria la participaciónde los usuariosde unservicio público no
sesatisfaceconlamera notificacióndeunatarifa yaestablecida. Deacuerdoconlode-
sarrollado precedentementeesimperativo constitucional garantizar la participación
ciudadana en instanciaspúblicasdediscusióny debatesusceptiblesdeserponderadas
por la autoridad de aplicaciónal momentode la fijación del precio del servicio.
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 42

Estasaudienciasconstituyen una de lasvarias maneras de participación ciudadana en


la tomadedecisionespúblicas.5inembargo. nosonla únicaalternativa constitucional,
entantoel art.42 ~omoseexpresó-no las prevé ni explícita ni implícitamente, sino
quedeja en manosdel legislad& la previsióndel mecaniimo que mijora~e~ureaque-
Ila participaciónencadacas.o.De la redaccióndelart.42sedesprendelaclara intención
delosconstituyentesde1994dequeconsumidoresyusuarios-expresamenteenlafor-
ma deasociaciones, e implícitamentede un modo genérico-participen en la elabora-
ción de ciertas disposiciones de alcance general a cargo de la Administración cuando,
como en el caso, al fijartarifas, puedan proyectar losefedossobre losderechose inte-
resesdeaquellos (conf. doctrina de la disidencia de IosjuecesLorenzettiyzaffaroni en
CSJN-Fallos, 329:4542). La participación de los usuarios con carácter previo a la deter-
minación de la tarifa constituye un factor de previsibilidad, integrativo del derecho
constitucionala una información'adecuadayveraz"'. [CSJN-Fallos, 339:1077,18/8/16].

Defensa decompetencia
9-"Existe una elaborada doctrina en el área del derecho del consumidor que explica
cómo las redescontractuales pueden producir cautividad mediante la restricción de las
opciones que el público tiene a su disposición. La defensa de la competencia, que está
prevista como derecho de incidencia colectiva (art. 43, CN), importa la regulación del
mercado para evitar la constitución de monopolios y el abuso de posición dominante,
yaque, enamboscasos,seperjudicaa la población.Esteprincipioconstitucionalsecon-
cretaen las normasdederechopúblicoque regulan lacompetenciay en lasdederecho
privado, que, porejemplo, exigen unaf unción procompetitiva en loscontratos.El prin-
cipio es que en un modelo de mercado perfecto, cuanto más oferentes existan, más
competencia habrá, mejorarán los preciosy la calidad de los productos, y losconsumi-
dores recibirán los beneficios. En cambio, si hay pocos oferentes con capacidad de im-
ponersusdecisionesenunmercadorelevante,podránaumentarlospreciosodisminuir
la calidad, perjudicando a los usuarios". [CSJN-Fallos, 336:1774,29/10/13].

Legislacióndeserviciospúblicos nacionales

10-"El art. 42 del nuevo texto, en la parte pertinente de su tercer párrafo, dispone
que'la legislaciónestablecerá (...) los marcos regulatoriosde losservicios públicos de
competencia nacional', y la legislacióna lacual serefierenopuedeserotraquelaema-
nada del Congresode la Nación en ejerciciodelospoderesimplícitosconferidos por el
art. 75, inc. 32 de la Carta Maqna. De tal modo, la reqlamentación del servicio telefó-
nico esfacultad delegada por¡asprovinciasa la ~ación,quea aquellaslesestávedado
ejercer, ni siquiera so pretexto de una supuesta demora en el dictado de normas que
pongan en ejercicio cláusulas programáticas de la Constitución, ya que la facultad
transitoria de sancionar códigos no se extiende a otras materias de jurisdicciónfede-
ral (art. 126)". [CSJN-Fallos, 321:1074,28/4/98].

Legislaciónprovincial en materia dederechodeconsumo

11-"El carácterdeorden públicodela ley nacional de protecciónal consumidor(art.


65) no impide que las provincias e incluso las municipalidades, dentro de sus atribu-
Art. 43 PRIMERA PARTE

cionesnaturales, puedan dictar normasquetutelen losderechosdelosusuariosycon-


sumidores, en la medida que no losalteren, supriman o modifiquen endetrimento de
lo reguladoen la norma nxional". [CSJN- all los, 330:2081,8/5/07].

Ari. 43. - Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de am-
paro,siempreque noexista otromedio judicial más idóneo, contra todoacto
uomisióndeautoridades públicasodeparticulares,queenforma actualoin-
minente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad
manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tra-
tadoo una ley. Enelcaso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidaddela
norma en quese fundeel acto u omisión lesiva.
Podráninterponer esta acción contra cualquierforma dediscriminacióny en
lorelativoa losderechosqueprotegenalambiente,a la competencia,al usua-
rio y al consumidor, así como a los derechos de incidenciacolectiva en gene-
ral, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a
esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y
formas de su organización.
Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los
datos a ella referidosy de su finalidad, queconsten en registros o bancos de
datos públicos, o los privadosdestinadosa proveer informes, y en casodefal-
sedad o discriminación, para exigir la supresión, rectificación, confidenciali-
dad oactualizacióndeaquellos. No podrá afectarseelsecretodelasfuentes
de información periodística.
Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la li-
bertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones
dedetención.0 eneldedesapariciónforzada de personas, la acciónde hábe-
ascorpus podrá ser interpuestaporelafectadoo por cualquiera en su favory
el juez resolverá de inmediato, aun durante la vigencia del estadodesitio.
Concordancias: CN, Preámbulo, arts. 14 14,16,18,19,23,28,29,33,37,41,42,75, inc.
22,99, inc. lo,
100, inc.4". 116.

9 1. Amparo.- El amparo es la garantía destinada a proteger, a través de un


proceso expedito, rápido y sencillo, los demás derechos lesionados que no son al-
canzados por el hábeas corpus (por ejemplo, trabajar, comerciar, navegar, peticio-
nar, propiedad, asociación, etcétera)'.
Sus orígenes se remontan al año 1957. En esa oportunidad la Corte lo admitió
pretorianamentefundando la creación en el art. 33 de laconstitución, que da cabi-

' Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013, p. 147.


NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 43

da a derechos y garantías no enumerados pero que nacen del principio de la sobe-


raníadel pueblo y de la forma republicana de gobierno.

5 2. Característicasy antecedentes
a) Elamparo esacción, no recurso.- Sin agotar las característicasnos referire-
mos, como esde usoen el grado universitario, a lasmássignificativasy, siguiendoli-
neamientoslegislativosanteriores,decimosqueeslapropiaconstitución laqueaho-
ra califica al amparo como acción.
Ello significa queel amparo es un proceso autónomo y comporta para quien lo
instaejerciciodel derechoa lajurisdicción, con toda la secuelaqueel acceso a lostri-
bunales representa para un justiciable.

Ratificando esa calidad de "acción" la doctrina explica que estamos en presen-


cia de ella por las siguientes razones2:
1. Elamparoconstituyeunamanifestacióndelafacultadjurídicaconsistenteen
acudir ante un órgano jurisdiccional, solicitando la concrecióndedetermina-
da consecuenciajurídica: la tutela, declaracióno reconocimientode un dere-
c h o pretensión
~ jurídica mediante la eliminación de la lesiónconstitucional.
2. El amparo no actúa específicamente como medio tendiente a reformar o
anular una resolución dentro de un proceso, en esa instancia o en otra supe-
rior o distinta.
3. El acto procesal inicial lo constituye la demanda deamparo, comienzo de un
litigio, en tanto queel recurso no essino un acto dentro o en el curso de un
proceso. Así, dentro del proceso deamparo, existen verdaderos recursos.
4. El amparo,cuandosedan lospresupuestos,estádotadodeplenaautonomía
y tiene vida propia y excluyente de remedios procesales conexos. No actúa
como accesorio deotra pretensión ni puede, por lo mismo, tener por objeto
satisfacer finalidades ajenas a las que lo identifican y singularizan entre los
procedimientosjudiciales.

A tenor de los archiconocidosy estudiados antecedentes del amparo a nivel na-


cional es que nos limitamosa replicar lasenseñanzasde ~ i d ó n ~ s o btoda
r e lacues-
tión que ocupaesta parte, estoes, la consagraciónde la garantía en ciernes por par-
te de los tribunales y el posterior retroceso legislativo que tuvo, a nuestro parecer,
a su turno con el dictado de la ley 16.986de 1966.

Morello -Vallefin, Elamparo. Régimenprocesal, 4"ed.. 2000. p. 8.


Midón. Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed., 2013. p. 525.
Art. 43 PRIMERA PARTE

b) El caso ~ S i r i » ~ . -En el recordado caso del epígrafe, la Corte da vida al am-


paro.Veamosqué hechosdeterminaron la causa.
Angel Siri, director y propietario del diario "Mercedes" de la provincia de Bue-
nos Aires, recurrió a la justicia alegando que su medio de difusión se hallaba clau-
surado con custodia policial y sin motivación alguna, loque lesionaba las libertades
de imprenta y trabajo. Previamente,todas lasautoridades a quienesse requirió in-
formesobre los motivos detal medida adujeron desconocer el hecho e ignorar las
razones de la clausura.
En primera y segunda instancia, los tribunales rechazaron la demanda de Siri,
quien vanamente solicitaba el cesede la clausura.
La Corte, al revocar el pronunciamiento, sostuvoque, para cumplir con el deber
judicial de proteger lasgarantíasconstitucionalesde manera eficaz, debía apartar-
sedesu tradicionaldoctrina. "... Comprobada, comoestaba, la restricción delas li-
bertades de imprenta y trabajo correspondía restablecerlasen forma inmediata
porque las garantías constitucionales existen y protegen a los individuos por el so-
lo hecho deestar consagradas por la Constitución, e independientementede las le-
yes reglamentarias".

C) El caso «KO~S.R.L.»~.- Un año después, la Corte extendió los alcances del


amparo. En "Siri", la tutela restañó una lesiónproducidaporactosdeautoridadpú-
blica. A partir de "Kot S. R.L. ", la garantía será cobertura también para actos arbi-
trariose ilegales emanadosde particulares.
La firma en cuestión tenía un conflicto laboral con su personal y ante la negativa
de la patronal de reincorporar a agentes cesanteados los trabajadores tomaron la
planta fabril. Los procedimientosordinariosimpulsadospor la sociedad paraobte-
ner la desocupaciónfueron rechazados por la justicia quesobreseyó penalmente a
losocupantes por el delitodeusurpación.
Se hizovaler, entonces, una acción deamparo porafección a losderechosde tra-
bajar y propiedad, la que tras ser rechazada llegó a la Corte para su consideración.
"... Siempre queaparezca, dijo la Corte, de modo claro y manifiesto la ilegitimidad
de una restricción, cualquiera, a alguno de los derechos esenciales de las personas,
así como el daño grave e irreparable que se causaría remitiendo el examen de la
cuestión a los procedimientos ordinarios, administrativos o judiciales, correspon-
derá que los jueces restablezcande inmediato el derecho restringido por la rápida
víadel recursodeamparo.Nada hay, ni en laletranienelespíritudelaConstitución,
que permita afirmar que la protección de los llamadosderechos humanosestécir-
cunscripta a los ataques que provengan solo de autoridad: menos aún en los tiem-

- Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013, p. 525.


Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013, p. 526.
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 43

pos presentes, donde grandes empresas, consorcios, sindicatos, asociaciones pro-


fesionales, asumen un enorme poderío material oeconómico".

d) Ley 16.9866.- En el año 1966 nuestra legislación receptó formalmente el


amparo con el decr.-ley 16.986.
El instrumento, forjadoen la directrizdeque la improcedencia deesaacción era
la regla, bien pronto Ilevóa la doctrina a calificarla como "ley del desamparo".
A tenor de dicho instrumento el amparo no procedía, siquiera frente a la afec-
ción de derechos esenciales por conductas manifiestamente arbitrarias o ilegales:
cuando existían otros remediosjudicialeso administrativos; cuando el acto impug-
nado emanaba de un órganodel Poder Judicial; cuando su tramitación comprome-
tiera la regularidad, continuidad yeficaciadeun serviciopúblicooactividadesesen-
cialesdel Estado; cuando fuera necesariodeclarar incon~titucionaluna ley, decreto
u ordenanza; cuando el acto objetado haya sido adoptado por aplicación de la ley
de defensa, etcétera.
Si bien escierto que muchas.de las restriccionesapuntadas fueron amenguadas
por la jurisprudencia, no lo es menos que la suerte de un amparo terminaba siem-
presujetoa ladiscreciónjudicial. Comoentrenosotros, generalmente, ladiscreción
de la justicia está asociada al juicio de un tribunal, cuando no al compromiso de los
juecesparanocambiarnada,elamparovivióen unazonadepenumbras.Existíafor-
malmente, pero dependía del arrojo del juez. Esto es lo que quiso cambiar la refor-
ma comoveremos en el punto siguiente.
A su tiempo-en el plano legislativo-, el amparo contra actos de particulares
cobró vigencia con la ley 17.454 (art. 321, CPCC)en 1967.

e) Acciónexpeditayrápida.- Quiroga Lavié7,a la sazón constituyentedel '94,


destacaqueen el senode lacomisiónqueelaboróel proyectodel art.43,seempleó
el vocablo "expedita" como calificativo de una acción abierta que no debía ser tra-
bada con obstáculos.
Afindequela protección seaeficienteyserealiceentiempoútil laacción es,ade-
más, rápida.
Ello supone sencillez y celeridad en el trámite, para que la urgencia queconsti-
tuye la razón de este tipo de procesosseasatisfecha sin demoras, con la prontitud
de un decisorio que permita restañar un daño experimentado o, en su caso, evitar
la futura afección8.

Midón. Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed., 2013, p. 527.


' Quiroga Lavié, "El amparo, El hábeasdata y el hábeascorpusen la reforma de la Consti-
tución Nacional", en La reforma explicada por miembros de la Comisión de Redacción, 1994. p.
112.
Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013. p. 531.
Art. 43 PRIMERA PARTE

Q Inexistenciadeotra víajudicialmásidónea.- Lavía del amparoes pertinen-


te para reclamar el derecho pretendido, en tanto y en cuanto no exista otra vía ju-
dicial más idónea.
¿Cuándo existe una vía judicial más idónea que el amparo? Únicamente, cuan-
do esa ruta es más suficiente para el objeto pretendido, o sea más apta, másexpe-
dita, más rápida, másefectiva aún que el mismo amparo para conjurar la lesiónque
padeceel justiciable.
La fórmula constitucional, aunque ventajosa con los precedentes legales de la
16.986 que imponían el agotamiento previo de la vía administrativa para intentar
el amparo, no hasido del todo feliz.
Hubiera sido más apropiado, al objeto garantista del instituto, precisar lo inne-
cesario de la extinción de cualquier vía para la interposición del amparo. Pero el
constituyente no lo entendió así.

5 3. La reforma constitucional de 1 9 9 4 . La reforma constitucional de 1994


tiene mucho de reparadora en lavida de la acción de amparo en la historia precisa-
mente de la madre de lasgarantíasjurídicasargentinas.
Como dice Jiménez, el proceso reformador de 1994 ha cumplido, al regular en
forma expresa la figura del proceso constitucional deamparo, cancelando una deu-
da de larga data contraída con el sistema constitucional argentinog.
Bien podemos entonces señalar, que el proceso de amparo, consolidada ahora
su raízconstitucional, luegodesu creación pretorianay posteriorcercenamiento le-
gal tal como lo hemos comentado, aparece como un modo suficientee idóneo de
tutela judicial contra la lesión, restricción, alteración o amenazasde derechosy ga-
rantías emergentes de la carta fundamental o de los instrumentos internacionales
suscriptospor el paíso de la leylo.
También podríamos referir que la reforma del '94 nosconstitucionalizó un am-
paro de carácter restrictivo quecumple entonces un papel supletorio, subsidiarioo
residual y que no opera si hay otras rutas procesales idóneas.
Asu tiempo también desde la señalada reformaeljuezqueentiendeen lacausa
del amparo puededeclarar la inconstitucionalidad de la norma en que se fundan el
acto o la omisión lesiva, si esque así lo entendiere.

a) M~dalidadesdelagravio~~.- El perjuicio que induce a una persona a pro-


mover amparo es producto de un acto u omisión deautoridad pública o de particu-

Jiménez, CorteSupremadelusticia de la Nacion.Máxhosprecedentes. Derechoconstitu-


cional, Pablo L. Manili (dir.),2013,t. lll, p.444.
l o Jiménez, CorteSupremadeJusticiade la Nación.Máximosprecedentes.Derechoconstitu-
cional. Pablo L. Manili (dir.), 2013. t. lll, p.444.
l1 Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013, p. 536
NUEVOS DERECHOS Y GARANTiAS Art. 43

lares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altereo amenace con ar-
bitrariedad e ilegalidad manifiesta su derecho cierto.
La lesión, en cuanto forma másagravada dedaño, no es otra cosa que la imposi-
bilidad absoluta o transitoria de ejercer el derecho pretendido.
La restricción es una modalidad más atenuada del género lesión, concurre toda
vezqueseopera una reducción o limitación a un derecho.
La alteración traeconsigo la idea decambio en el modo deejercicio de un dere-
cho.
La amenaza es la inminencia de que el derecho puede experimentar una lesión,
restricción o alteración, es también causal habilitante del amparo. Convengamos
que, en todos los casos, la afección debe ser real, efectiva, tangible, concreta e ine-
ludible.

b) Arbitrariedad0 ilega1idadmanifiesta.- Para la promoción del amparo no


basta con la invocación de lesión, restricción, alteración o amenaza de un derecho.
Es indispensable que el acto lesivo sea expresión de arbitrariedad o ilegalidad ma-
nifiesta (patente, clara). Es que, de lo contrario, si la alegada arbitrariedad o ilega-
lidad no resultan manifiestas, sería menester mayor demostración o prueba, lo que
es incompatiblecon la celeridad exigida por la Constitución para lavía del amparo.
Pareceincontestablequela primeradelasnocionesnoofrece ningún tipodedu-
das. Lo ilegal es lo contrario a lo legal.
El concepto de arbitrariedad, en cambio, es menos preciso y más extenso. El vo-
cablo, recuerda Sagüés, tuvo en la Argentina un interesantedespliegue por parte
de la CorteSu~remade Justicia de la Nación con es~ecialreferencia a lassentencias
judiciales basadasen la mera voluntad de l~sjueces'~.
En una aproximación comprensiva, Escriche involucra en loarbitrario, al proce-
der o dictamen según el propio capricho y contra las reglas de la razónT3.

C) Hechoscomprendidos.- Lareformaharatificadoloquelajurisprudenciayla
ley asu tiempo reconocieron, en cuanto al tipo de hechoscomprendidoscomodeter-
minantes para la promoción de unjuicio deamparo. Son losactos u omisión deauto-
ridad pública o de particulares, que en forma actual o inminente lesionen derechos,
los que habilitan el ejercicio de la acción.
Queda cubierto así, un amplio universo de posibilidades, que involucra no solo
el quehacer estatal en toda su dimensión, sino las conductas de particulares en su
más amplia acepción. Tal es la exégesis que se infiere de la composición normativa,
en la queal adjetivo "todo", precediendo a lasvocesacto u omisión, denota la com-
pletitud dedichas conductas.

l2 Sagüés, Leydeamparo, 1979.


l3 Escriche, Diccionario razonado de legislaciónyjurisprudencia, 1907, p. 202.
Art. 43 PRIMERA PARTE

d) Declaracióndeinconstitucionalidad.- Por otra parte, el legislador extraor-


dinario ha ampliadoel radio decobertura de la tutela del amparo. Con la ley 16.986
ella alcanzaba a los derechosy garantías explícita o implícitamente reconocidos por
la Constitución Nacional. Ahora, la Constitución extiendeel perímetro abarcando
derechosy garantías reconocidospor ella misma, los tratados y las leyes.
En suma, todo acto legislativo -cualquiera sea su calidad, formal o material-
de encuadrar en las hipótesis que la Constitución prevé, autoriza la acción rápida y
expedita del amparo.
Otra directriz innovadora de la reforma de 1994es la que incluye la facultad de
los jueces para que en el proceso de amparo declararen la inconstitucionalidad de
la norma en quese funde el acto u omisión lesiva.
El hecho de que exista un precepto inconstitucional no es, desde 1994, argu-
mentoválido paradesestimarunamparo, porquetodotribunaltienesuficientepo-
testad -conferida por la Constitución- para hacer lo que antes le estabavedado,
estoes, declarar la inconstitucionalidad de la norma impugnada.

5 4. Amparo colectivo.- La reforma del '94 en el segundo párrafo del art. 43


queaquícomentamos ha institucionalizadoel amparocolectivo para conferirtute-
laaunarepresentativa porcióndederechosdetercerageneración,queen lasemán-
tica jurídica aparecen bajo la denominación de derechos colectivos, intereses difu-
sos, intereses colectivos, etcétera.
Lo "colectivo" de la garantía que se instrumenta -y esta es la diferencia con el
amparo individual- está conectado al hecho de que la lesión, restricción, altera-
ción o amenaza de los derechos, expande su proyección afectando a una porción
cuantificada de la sociedad. Ya no se trata de proteger, únicamente, el interés indi-
vidual. Ha cobrado idea que los interesescolectivos merecen adecuado resguardo
jurisdiccional, tanto como losde particulares14.

a) Hechosqueautorizanla tuteladelocolectivo.- Al individualizar los hechos


que autorizan la interposición de un amparo colectivo, la Constitución habilita su
procedencia en lossiguientes casos:
- Contracualquierformadediscriminación.
- Contra la afección a derechos que protegen el ambiente.
- Contra la afección a la competencia, considerada como derecho.
- Contra la afección a los derechos del usuario y10 consumidor.
- Contra la afección a todo derecho de incidencia colectiva.

l4 Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013, p. 540


207 NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 43

En principio, ladeterminacióndelosderechosqueautorizan lapromocióndeun


amparo por discriminación encuentra su punto dearranque en el art. 16 de IaCons-
titución, queestatuyeel principiodeigualdad ante la leyT5.
Ensanchandosus perspectivas, con la mismajerarquía de ley suprema, el art. lo
del Pacto de San JosédeCosta Rica alojasupuestosqueprohíben discriminación al-
gunapormotivosderaza,color,sexo, idioma, religión,opinionespolíticasodecual-
quier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cual-
quier otra condición social 16.
Esta clasificación no es cerrada, por el contrario es compresiva de todos los su-
puestosqueademás no aparecen en ella.

b) Legitimadospara su interposición.- Están legitimados procesalmente pa-


ra interponer amparo colectivo:
- Elafectado,
- El Defensor del Pueblo,
- El Ministerio Públicoy,
- Las asociaciones que propendan a esos fines.

1. Elafectado.- Cuando se trata del afectado, el reclamo para proteger el in-


terés difuso no es irrestricto, ni ilimitado, sino que debeexistir una relación de cau-
salidad; esdecir que el interéscolectivo debetraducirseen alguna afectación, aun-
que fuere indirecta o refleja, respecto del accionante. Serávecino, será usuario, ra-
dicado o turista, pero siempre deberá experimentar una vinculación por razón de
consumo, vecindad, habitabilidad, u otra equivalente0 análoga.

2. Defensor del Pueblo.- En el caso del Defensor del Pueblo, su legitimación


guarda correspondencia con la misión que la Constitución ha encargado a estefun-
cionario, quien debe realizar la defensay protección de losderechos humanosy de-
más derechos, garantíase intereses tutelados por la Ley Fundamental (art. 86, CN).
Empero, laley24.284quereglamentaestafiguraconstitucional haestablecidoun
límite sustanciala su actuación, consistente en que: "Si iniciada la actuación se inter-
pusiere por persona interesada recurso administrativo o acción judicial, el Defensor
del Pueblodebesuspendersu intervención". Confundamentoen lodispuesto portal
precepto lacorte ha dichoque" ...si bien el art. 86dela CNprescribequeel Defensor
del Pueblo tiene legitimación procesal, ello nosignifica que losjueces nodeban exa-
minar en cadacaso, si correspondeasignaraaquel el carácterdetitular dela relación

l5 Midón. Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013, p. 540.


l6 Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.,2013, p. 540.
Art. 43 PRIMERA PARTE

jurídica sustancialen quesesustenta la pretensión, comoesexigibleen todo proceso


judicial (...)queal respectodebeseñalarsequelaley24.284excluyeexpresamentedel
ámbitode lacompetencia del órganodemandanteal PoderJudicial yestableceque
si iniciada su actuación se interpusiere por persona interesada recurso administra-
tivooacción judicial, el Defensor del Pueblodebesuspender su intervención"17.

3. Ministerio Público.- Muy parecida es la razón por la que puede interponer


un amparo colectivo el Ministerio Público, en cuanto órgano independiente, que
tiene por misión promover ". .. la actuación de lajusticia en defensa de la legalidad,
de los intereses generales de la sociedad.. ." (art. 120).
Podemos afirmar en este caso que hasta el presente dicho órgano haya invoca-
do su calidad de tal para representar intereses colectivos.

4. Asociaciones.- Finalmente, la habilitación de las asociaciones como justo


pretensor.
Para la plena actuación deesasentidades, es indispensablequeel Congresodicte
la ley determinando los requisitosy formasdeorganización dedichasasociaciones.
La realidad diceque, ya pasadasdosdécadasdesdesuconsagración constitucio-
nal, el Legislativo no ha dado cumplimiento a la prescripción constitucional.
Ayuda a lasasociacioneslaoperatividad dela manda constitucional para que las
rriismassean legitimadasactivas para defender losderechosqueestamostratando.

m Referenciajurisprudencia1

1-"La accióndeamparo, admitida para latuteladelosderechoshumanosconsagra-


dos por la Constitución Nacional, no autoriza a recurrir a ella para obviar lostrámites
legalesnifrustrarlasmedidasadoptadasnormativamentepara la prevenciónyrepre-
sión de los hechos ilícitos". [CSJN-Fallos, 258:227].
2- "No adolece de ilegalidado arbitrariedad manifiesta la imposiciónde sanciones
disciplinarias a un alumno por parte de la universidad privada donde estudia, en uso
de lasatribucionesconferidas por su estatuto, aprobado por el Poder Ejecutivo, y so-
bre la basedelaponderacióndecircunstanciasdehechoqueelrecurrenteadmitióco-
mo ciertas". [CSJN-Fallos, 271:147].
3- "El recursodeamparono autoriza asustituira losjueces propiosdela causa en las
decisiones que les incumben, ni a reiterar cuestiones resueltas definitivamente".
[CSIN-Fallos, 250:224].
4- "La demanda de amparo no es pertinente para la reiteración de procedimientos
judicialesconcluidosni para laextensióndelacompetenciajudicial enmateriasajenas
aella, como puede serel conflictodejurisdicciónentrereparticionesadministrativas".
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 43

5- "Todos los jueces nacionales, dentro del ámbito de sus respectivasjurisdicciones


territorialesy sindistincióndefueros, son competentespara conocer dedemandasde
amparo que no se refieran a la libertad física o corporal". [CSJN-Fallos, 263:296].
6- "El procedimientodeamparo nosustituye lasvíaslegalesestablecidas para la de-
cisión de lascontroversias entre particulares referentes a susderechos contractuales,
ni constituyeel trámite pertinente para la ejecución de resolucionesjurisdiccionaleso
de índole arbitral". [CSJN-Fallos, 245:449].
7- "Si bienen losprocedimientosdeamparo nodebenextremarse lasexigenciasfor-
males atinentes al fundamento del escrito de interposicióndel recurso extraordinario,
ellonoeximedecumplirenformamínimacontalesrequisitos". [CSJN-Fallos,266:271].
8- "La accióndeamparoconstituveunremedioexce~cional,cuvautilizaciónestá re-
servada para aquellos casos en que la carencia de otrasvías legales aptas para resol-
verlas pueda afectar derechosconstitucionales, máxime cuando suapertura requiere
circun;tanciasmuy particulares, caracterizadasporlaexistenciadearbitrariedadoile-
galidad manifiesta, y la demostración, por añadidura, de que el daño concreto y gra-
ve ocasionado solo puede eventualmente ser reparado acudiendo a la vía urgente y
expedita del citado proceso constitucional". [CSJN-Fallos, 317:1128].
9- "Los derechos difusos -y los colectivos- rebasan la clásica noción del derecho
subjetivo, y definen un interéscomún a satisfacer. El derecho a la preservacióndel pa-
trimoniocultural esunderechosubjetivodecarácterdifuso, ya que perteneceatodos
loshabitantesdela provinciaelderechoaexigirsuprotección.Correspondeconfirmar
la sentencia que hizo Iugara la acción deamparotendiente a quese ordenara a la ad-
ministración provincial de Córdoba de cualquier medida que importe disponer o au-
torizar a terceros la destruccióno modificación estructural o alteración por cualquier
medioque importedetrimentoa losvalores históricos, arquitectónicosy estéticos(...)
si en el pliego del Concurso de Iniciativa Privada para la puesta envalory re-funciona-
lización de él no aseguró debidamente el valor que expresa y contiene la finca, al no
lucirlascondicionesquealIíseconsignancomoexigenciasineludibles".[CACC!iaCór-
doba,"Vaggione, Rafaelc.Gobiernodela Provinciadecórdoba", ED, 159-359,conno-
ta de Bidart Campos, Germán J.].
10- "Respectodelosagraviosesgrimidosporlaactora relativosa lafaltadeinformes
sobre el impacto ambiental de las obrasceñido a dicho partido (San Isidro), debedes-
tacarsequeen el contextoy característicasdela obra emprendida -remodelación del
acceso norte-todos los aspectosa considerar, soluciones a propiciary medidas a im-
plementar no pueden parcializarse según jurisdicciones, elaborando uno para cada
zona comprometida: por tanto, debe rechazarse la acción de amparo interpuesta".
[Juzg. Fed. San Martín, sentenciafirme, inre "Municipalidad deVicente Lópezc. Esta-
do Nacional (MEOSP)", ED, 161-354, con nota deValls, Mario F. y Valls, Florencia M.].
11- "La cuestión comprometida en la causa supera los intereses de las partes y con-
mueve a la comunidad entera al encontrarse en tela de juicio la posibilidad cierta de
preservarelmedioambientey,enconsecuencia,el presupuesto mismodel ejerciciode
cualquier derecho. Ellodebe interpretarse en tal sentido, puesel medio ambientedel
Art. 43 PRIMERA PARTE

hombre no es otra cosa que la 'circunstancia vital' en la que está inmerso y que debe
proveerle loselementosque habiliten sudesarrollo, oal menos, su subsistenciaencon-
dicionesdignas.Si por el contrariose priva al ser humanode esa'circunstancia'sedes-
conoce su propia esencia ya que sin un ambiente fértil que posibilite esa superviven-
cia,elhombreessolounaabstracción". [CSJN, 17/11/94,"Louzan,Carlosc.Ministerio
deEconomíayObrasy ServiciosPúbiicos", disidencia delosdoctoresFayt, Leveney Ló-
pez, CSJN-Fallos, 327:1658].
12- " ...c) Igual suertedebencorrer losagraviosvinculadosconla existenciadeotras
vías administrativasque obstruirían la procedencia de este recurso excepcional. En lo
concerniente a este aspecto, el art.43 de la Constitución, para supuestos como los de
autosenque podría producirsela lesiónconarbitrariedado ilegalidad manifiesta, im-
plica la derogación orgánica de este requisito, por resultar incompatible con sus dis-
posiciones. En efecto, su texto estableceque procederá la acción expedita y rápida de
amparo, siempreque noexista otro mediojudicial másidóneo. Laobligada aplicación
directa de esa norma constitucional para decidir el caso torna improcedente el plan-
teoefectuado". [CACAF, Sala III, "Schroder, Juanc. Estado Nacional (SRNAH) s/Ampa-
ro", LL, ejemplar del 6/1U94, p. 71.

5 5. Hábeas data.- El hábeas data, por varias razones, es la novedad absoluta


en este grupo degarantíasconstitucionalesquese introdujeron en el año 1994 en
el artículo quecomentamos.
Dice Quiroga Lavié que estamos ante una variable del derecho a la intimidad
consagradotradicionalmenteen el texto del histórico art. 19 de la C N ' ~ .
Mejorando lo dicho Ekmekdjian dicequeel fundamento del hábeas data estri-
ba en otorgar una garantía especial al derecho a la intimidad. Como lo hemossos-
tenido desde hace bastante tiempo, el derecho a la privacidad o a la intimidad es
una consecuencia o derivación del derecho a la dignidadTg.
Medianteeste instrumento, todo individuo tiene derechoa solicitarjudicialmen-
te la exhibición de los registros -públicos o privados- en los cuales se hayan in-
cluido sus datos personaleso losde su grupo familiar, para tomar conocimiento de
su exactitud y a requerir la rectificación, o supresión dedatos inexactosu obsoletos
oqueimpliquendiscriminación (porejemplo, laconfesión religiosa, si el registro no
tiene por objeto constatartal situación). Este instrumento tiende a proteger al in-
dividuo contra calificacionessospechosas incluidasen registros (especialmentees-
tatales, aunque también pueden serlo privados), que -sin darle derecho de con-
tradecirlas-pueden llegar a perjudicarle de cualquier modo, por ejemplo, las Ila-
madas "lista~negras"~~.

la Quiroga Lavié, ConstituciónArgentina comentada, 1997. p. 243.


l9 Quiroga Lavié, ConstituciónArgentina comentada, 1997. p. 243.
20 Ekmekdjian-Pizzolo. Hábeasdata. 1996.
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 43

Pero, en un principioquese remonta a la historia de la represión ilegítima en la


Argentina, la preocupación de la incorporación de este instituto giró en torno a la
necesidadde protegera las personasfrentea losdistintos registrosquedeellas pu-
diesen tener los organismosdeseguridad del Estado2'.

a) La finalidaddelaprotección.- Lafinalidaddel hábeasdataesimpedirqueen


bancoso registrosdedatosse recopile información respectode la personatitular del
derecho que interpone la acción, cuando dicha información esté referida a aspectos
de su personalidad que están directamente vinculados con su intimidad, no corres-
pondiendo encontrarse a disposición del público o ser utilizados en su perjuicio por
organismos públicoso entes privadossin derecho alguno quesustentedicho uso22.

b) Titularesdelderechoylagarantía. Doctrina A 23.- Delaclara redacción del


art.43, párr. 3", encuantolegitimaa toda persona "...para tomarconocimientode
losdatosaella referidos ...",fluyeincuestionablequien esel titular del hábeasdata.
Como en nuestroderecho el conceptode persona sedesdobla en doscategorías.
la de las personas de existencia física y personasjurídicas, la ley ordinaria ha segui-
do el criterio impuesto por el Código fundamental de no distinguir allí donde este
no distinguió, por lo que los representantesde las personasjurídicas pueden ejer-
cer análogo derecho y10 garantía.

C) Titularesdelderecho y la garantía. Doctrina B24.- Al buscar el hábeas data


únicamente que el titular oel damnificado tome conocimiento de los datosa él re-
feridos nosencontramos con una variantedel amparo individual.
Es una acción de carácter personalisirno en la que ningún tercero podrá tomar
conocimientos de datos de otra persona ni de otras circunstancias registradas que
no sean las propias.
Esasiqueel conocimiento porel actor únicamentees para poder justificar su pe-
tición ante la justicia ya sea esta de supresión, rectificación, confidencialidad o ac-
tualización de los datos propios.

d) Carácterdelosregistrosquesonmateriadecontroldelhábeasdata.- Losre-
gistros pueden ser públicoso privados.
Los públicos no tienen especificacióny el acceso es irrestricto, esdecir, sean ellos
decarácter administrativo, de la administración centralizada o descentralizada,exis-

21 Cafiero, ConvenciónNacionalConstituyente, 30aReunión.3"Sesión Ordinaria, 12/8/94, p.


4151153.
22 Quiroga Lavié, Constitución Argentina comentada, 1997, p. 245.
23 Midón. Manualdederechoconstitucionalargentino, 3'ed., 2013, p. 273.
24 Quiroga Lavié, Constitución Argentina comentada, 1997. p. 245.
Art. 43 PRIMERA PARTE

tentestantoen organismoscivilescomo militares como de seguridad, sin embargo


el acceso a estos podría verse restringido por razones de la "defensa común" que
predica el Preámbulode la Constitución N a ~ i o n a l ~ ~ .
Cuando los registrosson privados paraser materiadecontrol habilitadoa través
del hábeas data deberán estar destinados a proveer informes, esto evita la afecta-
ción de los bancosdedatosqueson exclusivamentede recopilación dedocumenta-
ción, tal es el caso de los archivos periodísticos o científicos; esta última aclaración
tiene importancia en el resguardo de la libertad de prensa.

e) Elderechoamodificarlainformación.- Estasson lasmodificacionesquepo-


ne la Constitución Nacional en cabeza del actor:
1. Supresión de la información: cuando ella fuere falsa o, siendo legítima,
no hubiere sido autorizado su registro por el damnificado, salvo compe-
tencia dispuesta por ley por la autoridad oel particular que tienea su car-
go el banco d e d a t ~ s ~ ~ .
2. Rectificacióndela información: cuando la mismafuere incorrecta, node-
biendo el titular del derecho justificar daño alguno como consecuencia
de dicha incorrección.
3. Confidencialidad de la información: prohibir su publicidad, salvo por im-
perio razonable de la ley.
4. Actualización de la información: cuando hubiere nuevos datos no inclui-
dosen el registro2'.

f ) Procedimiento.- La garantía del hábeas data se desarrolla en dosetapas: la


prejudicial y la judicial propiamente dicha. En la primera, la persona que pretende
la exhibición del registro y, en su caso, la corrección de losdatosasentadosen él, de-
benotificarfehacientementea la empresa titular del bancodedatos, su pretensión
de que se le exhiban sus datos incluidos en él. Esto debe hacerse por carta-docu-
mento, telegrama, notificación notarial o cualquier otro m e d i ~ f e h a c i e n t e ~ ~ .
Si la entidad requerida consiente en ello, y no hubiera ningún dato que rectifi-
car o suprimir, queda consumado el ejercicio del derecho. Si, en cambio, se niega a
exhibirlos haciendo caso omiso del requerimiento, o si exhibiéndolos pretendiera
mantener losdatoscuestionados, negándosea rectificarlosoacancelarlosen su ca-
so, entonceses procedente lavia judicial establecida en el tercer párrafo del art. 43.
En otras palabras: para que la vía judicial sea procedente, entendemos que debe

25 Quiroga Lavié, ConstituciónArgentina comentada, 1997, p. 245.


26 Quiroga Lavié, ConstituciónArgentina comentada, 1997. p. 245.
27 Quiroga Lavié, ConstituciónArgentina comentada, 1997. p. 246.
28 Quiroga Lavié, ConstituciónArgentina comentada, 1997, p. 246.
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 43

existir una negativa expresa o implícita (el silencio ante la interpelación) de la enti-
dad propietaria de losdatos, ya que-de otra manera-seestaría obligandoa esta
a litigar, quizá innece~ariamente~~.

g) Elsecreto delasfuentesde informaciónperiodística.- En nuestra opinión,


pese a la ubicación de la frase, como final del párrafo del art.43 dedicado al hábeas
data, esta prohibición no limita solo el ejercicio de esa garantía, sino que seextien-
de a cualquier pretensión, judicial o extrajudicial, de violar el secreto de las fuentes
de información periodística, por cualquier tipo decausa o concepto30.
En efecto, la generalidad y el estilo claro y terminante de la oración final del ter-
cer párrafodelart.43 noda pie para ningunaduda: elsecretodelasfuentesdeinfor-
mación periodística no puede ser afectado, no solo por el hábeasdata, sino en nin-
gún caso. Además, la operatividad de esta cláusula, aun cuando no exista ley regla-
mentaria, es indiscutible, porqueimplica unaobligación deno hacer3'.

h) La reglamentación Finalmente, en noviembre de 2000, se sancio-


nó la ley 25.326 que reglamenta el procesojudicial de hábeas data.
En lo atinenteal procedimiento, cabe destacar las siguientes normas.
La acción de protección de los datos personales o de hábeas data procederá: a)
para tomar conocimiento de los datos personales almacenados en archivos, regis-
troso bancosdedatospúblicoso privadosdestinadosa proporcionar informes, y de
la finalidad deaquellos; b) en loscasosenquese presuma la falsedad, inexactitud,
desactualización de la información de que se trata, o el tratamiento de datos cuyo
registro se encuentra prohibido en la presente ley, para exigir su rectificación, su-
presión, confidencialidad o actualización (art. 33).
En el proceso podrá intervenir en forma coadyuvante el Defensor del Pueblo
(art. 34).
En todo lo no reguladoen esta ley, seaplicará el procedimiento quecorrespon-
de a la acción de amparo común y supletoriamente por las normas del Código Pro-
cesal Civil y Comercial de la Nación, en lo atinente al juicio sumarísimo (art. 37).
El accionante deberá alegar las razones por las cuales entiende que en el archi-
vo, registro0 bancodedatos individualizado obra información referida a su perso-
na; los motivos por loscualesconsidera que la información que leatañe resulta dis-

29 Quiroga Lavié, Constitución Argentina comentada, 1997, p. 246.


Ekmekdjian, Tratado dederecho constitucional, 3aed., act. por Pablo L. Manili. 2016, t. IV,
p. 87.
Ekmekdjian, Tratado dederecho constitucional, 3"ed.. act. por Pablo L. Manili, 2016, t. IV,
p. 87.
32 Ekmekdjian, Tratado dederecho constitucional, 3"ed.. act. por Pablo L. Manili, 2016, t. IV,
p. 89.
PRIMERA PARTE

criminatoria, falsa o inexacta yjustificar que se han cumplido los recaudosque ha-
cen al ejercicio de los derechosque le reconoce la presente ley (art. 38).
El juez podrá disponer el bloqueo provisional del archivo en lo referenteal dato
personal motivo del juicio cuando sea manifiesto el carácter discriminatorio, falso
o inexacto de la información dequese trate (art. 38).
Admitida la acción el juez requerirá al archivo, registro o banco de datos la re-
misión de la información concerniente al accionante. El plazo para contestar el in-
forme no podrá ser mayor de cinco días hábiles, el que podrá ser ampliado pruden-
cialmente por el juez (art. 39).
Al contestar el informe, el archivo, registro0 banco dedatosdeberá expresar las
razones por las cuales incluyó la información cuestionada y aquellas por las que no
evacuó el pedido efectuado por el interesado (art.41).
En el casodeestimarse procedente la acción, seespecificarási la información de-
be ser suprimida, rectificada, actualizada o declarada confidencial, estableciendo
un plazo parasu cumplimiento. El rechazodelaacción noconstituye presunción res-
pectodela responsabilidad en que hubiera podido incurrirel demandante (art.43).

Referenciajurisprudencia1
1-"Que, asimismo, en particular referenciaa la acción de hábeasdata, la lectura de
la norma constitucional transcripta permite derivar con nitidez los perfiles centrales
que habilitanel ejercicio del derecho allí reconocido, motivo porel cual laausenciade
normas regulatoriasdelosaspectosinstrumentalesno esóbice para suejercicio, pues
en situaciones como la reseñada, incumbe a los órganos jurisdiccionales determinar
provisoriamente-hasta tanto el Congreso Nacional proceda a su reglamentación-,
lascaracterísticas con que tal derecho habrá de desarrollarseen loscasosconcretos".
[CSJN-Fallos, 31 5:1492].
2 -"Quelapretensióndelactorquedirigecontra el Estado nacional, el Estado Mayor
Conjunto de las FuerzasArmadasy el Gobiernodela Provincia de BuenosAires-esob-
tener datosrelativosa~destinode~u hermano~enito~or~e-qué habíasucedidoconél,
cuál había sido su destino, dónde se encontraban sus restos-, supuestamenteabatido
en juliode 1976, según noticiasperiodísticasquehabrían informado sobre unepisodio
violento. Esdecirqueloquesereclama no es la'liberacióndelfamiliar', sino teneracce-
soa losdatosobrantesenlosregistrosestatales,militaresociviles,dedonde pudiera re-
sultareldestinodesuhermanodesaparecidodurantelasIuctuosascircunstanciasquevi-
vióel país.Tampocosetrata, enestademanda, de unaacciónde persecución penal con-
tra sujetosconcretos.sinode una demanda contencioso-administrativa,queel actorde-
nomina 'amparo de hábeas data', destinada a provocar un pronunciamientode losor-
ganismosoficialesdemandados, estoes, el cesede una conducta omisiva que, ajuiciodel
actor, menoscabasusderechos constitucionales". [CSJN-Fallos, 321:2767].
3-"La falta de reglamentaciónlegislativa no obsta a la vigencia de ciertosderechos
que, por su índole, pueden ser invocados, ejercidos y amparados sin el complemento
dedisposiciónlegislativaalguna". [CSJN-Fallos, 321 :2767].
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 43

4-"Lasgarantíasindividualesexisteny protegena losindividuosporel solo hechode


estar consagradasenla Constitución, e independientemente de las leyes reglamenta-
rias.5 la lectura de la norma constitucional queconsagra el hábeasdata permitederi-
var con nitidez los oerfilescentralesaue habilitan el eiercicio del derecho. la ausencia
de normas regula;orias de los aspec;os instrumentaies no es óbice parasu ejercicio,
Dues en estas situaciones incumbe a los óraanos
- .jurisdiccionales determinar oroviso-
riamente -hasta tanto el Congreso Nacional proceda a su reglamentación-, las ca-
racterísticasconqueelderechohabrádedesarrollarseenloscasosconcretos". [CSJN-
Fallos, 321:2767].
5-"La amplituddelosalcancesdel hábeasdata, tantoen lo relativoa la exigencia de
licitud, lealtady exactituden la información, comoen lo que haceal acceso de lasper-
sonaslegitimadasconformecon la coincidenteopinión de institucionesy organismos
internacionales, encuentra limitaciones, fundamentalmente, en razones de seguri-
dad y defensa nacional". [CSJN-Fallos, 321:2767].
6-"Eneljuzgamientoquecomprometeaunagarantíanoreglamentada,seestáexa-
minando no una ley sino una constitución, destinada por su naturaleza a fijar el mar-
co de la acción del legislador, con la visión de quien sienta las bases normativas gene.
ralesquegobernarán lavida de lasfuturasgeneraciones". [CSJN-Fallos, 321: 27671.
7-enel juzgamientoquecomprometea unagarantía noreglamentada, laópticadel
juzgador no debe manejarsecon estricto apego a las pautas hermenéuticasde quien
examina un código, que aspira a prevertodas las contingencias posibles-dentro del
alcancede laslimitaciones humanas-, sinocon aquellasquesolo sedetengan ante lo
incompatiblecon el textoy permitan respetarsuespírituyfinalidades". [CSJN-Fallos,
321:2767].

5 6. Hábeas Corpus.- En el cuarto párrafo del artículo que comentamos la


ConvenciónConstituyente Reformadorade 1994introduceexpresamenteyde ma-
nera novedosa la garantía del hábeascorpus, garantía esta que ya tenía consagra-
ción legal en la República Argentina a través de la ley 23.098 y también en las pro-
vincias, generalmente, en los distintos códigos de procedimiento en materia penal
de las mismas.
Esta garantía como es pacíficamente entendido está destinada a dejar sin efec-
t o cualquiertipo de lesión a la libertad física, ambulatoria o de locomoción.
El hábeascorpusprotegepororden constitucional, art. 18dela CN, la prohibición
de ser ". .. arrestado sino en virtudde orden escrita de autoridadcompetente.. .".

a) Tipos de hábeas Corpus.- La Constitución Nacional se ocupa de los cuatro


supuestos básicos y clásicosque habilitan la procedencia del hábeas Corpus.
1. Elhábeascorpusclásicooreparador. Protegelalesiónalalibertadfísicaam-
bulatoria, el ejemplomásconocidoesel de recuperar la libertad anteunade-
tención emanada deautoridad incompetente.
Art. 43 PRIMERA PARTE

2. Elhábeascorpusrestringido. En este caso se protege la libertad restringida


de locomoción, porque quizá no se ha perdido dicha libertad, pero la misma
tieneuna restricción como, por ejemplo, la imposibilidad detransitarporde-
terminados lugaresosufrir algún tipodevigilancia excesiva.
3. Elhábeascorpuscorrectivo. Quees el quese procura y acciona una persona
legalmenteprivadadesu libertadquepadecedeun agravamientoen lasfor-
maso condicionesdedicha detención, cuando, por ejemplo, se le impide co-
municarsecon sus familiares, etcétera.
4. Elhábeascorpuspreventivo. Ocurre cuando el individuo puede llegar a ser
privado de su libertad ambulatoria, aquí el sentido de la garantía esentera-
mente preventivo.

b) Elcaso de la desaparición forzada depersonas.- Se formula expresamente


en el texto constitucional la hipótesisdirectamentevinculada con la recientey trá-
gica historiavivida en nuestro paísen ladictadura militardelosaños 1976-1983,en-
tonces desde 1994 procede el hábeas Corpus ante el hecho de la desaparición for-
y
zada de personas aun si ninguna autoridad se hace cargo del arresto la desapari-
ción si sea imputable a una autoridad pública, lo cual también nos señala la plena
operatividad de la cláusula en cuestión.

C) Acción popular que no se suspende durante el Estado de sitio.- La expresa


constitucionalización del hábeascorpus ratificó dostópicos ligadosa su funciona-
miento, que ya habían sido reguladosen la ley 23.09733.
El primeroesel de la legitimación de la persona que puede interponer esaacción.
La Ley Fundamental resuelveel tema habilitando "...al afectado o cualquiera en
su favor". Si no soloel afectado por la lesión, restricción, alteración oamenaza de la
libertad física, sino cualquier persona puede radicar la denuncia, va de suyo que el
Hábeas Corpus se ha constitucionalizado como acción popular34.
Lasegundacuestión inserta en estetítulorespondea un precisoenunciado de la
ley mayor -siguiendo el norte anticipado de la ley 23.098- resuelve definitiva-
mente lo que en su momento fue debate en doctrina. La minoritaria tesis quesos-
tuvo un sector del pensamiento jurídico cuandoaducía quedurante el Estadodesi-
tio la única garantía suspendida era la del h a b e a s c ~ r p u s ~ ~ .
Precisamente,lo que ha hecho la Constitución es reforzar la vigencia del institu-
to del hábeascorpusquenosesuspende ni aun duranteel estado de si ti^^^.

33 Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013, p. 517.


34 Midón, Manualde derechoconstitucionalargentino, 3aed., 2013. p. 517.
35 SánchezViamonte. Elconstitucionalismo.Susproblemas. 1957, p. 325,
36 Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013, p. 518.
NUEVOS DERECHOS Y GARANT~AS Art. 43

d) Orden escrita emanada de autoridad competente.- Observa Sagüés que


tres, son, normalmente, lasfuentesqueotorgancompetencia paracapturar perso-
nas, a saber:
1. La Constitución misma, que expresa o tácitamente alude a funcionarios o
magistrados con facultad para arrestar.
2. La ley ordinaria, que por medio de sus prescripciones, autoriza (algunasve-
ces obliga) a determinados funcionarios (y hasta particulares) a arrestar.
3. La ley internacional, merced a los convenios o tratadosdel caso37.

Mas quien asume la determinación debe dejar constancia impresa de ello, por
eso la imposición de la orden escrita. La demanda es formal, pero su existencia ge-
nera certidumbre a la hora de deslindar responsabilidadespara conocer la identi-
dad dequien laadoptóy losmotivosqueinspiraronla misma. Además, dicha orden
debe ser motivada en algunoscasosy debidamente fundada en otros. No es lo mis-
mo el arresto que se practica por la autoridad policial de una persona imputada de
la supuesta comisión de un hechodelictivo, que la sentencia condenatoria que pro-
nuncia un tribunal. En el primer caso es posibleque quizá baste con expresar el mo-
tivo que suscita la privación; en el segundo, en cambio, es indispensable que la de-
cisión estédebidamente fundada en el derecho vigente38.
También están investidos de la potestad de arrestar39:
a) El presidentedela Nación,en usode lasatribucionesqueel Estadodesitio le
confiere (art. 23, in fine).
b) Las Cámarasdel Congreso, cuando repriman faltas que afecten a los miem-
brosdel Poder Legislativo.
C) Laautoridad policial,cuandosorprendain fragantial autor deun hechocri-
minoso o haya indiciosdeculpabilidad.
d) Losagentesfiscalesatenor de la atribución conferida por el Código Procesal
de la Nación.
e) Loscapitanesdebuques,aeronavesoconductoresdetrenes,porhechosaca-
ecidos en el servicio a su cargo.
f) La justicia municipal de faltascomo sanción disciplinariao por conversión de
la multa impuesta cuando esta no es pagada por el contraventor.
g) La autoridad militar, a militaresporyfaltasal estado militar.

37 Sagüés, Derecho procesalconstitucional. Hábeascorpus, 3aed., 1998, p. 153.


Midón, Manualdederechoconstitucionalargentino. 3"ed.. 2013, p. 518.
39 Midón, Manualde derechoconstitucionalargentino, 3"ed.. 2013. p. 518.
Art. 43 PRIMERA PARTE

h) Los particulares, en loscasosde in fragantidelito, con cargo de poner al dete-


nido en forma inmediata a disposición de la autoridad policial más próxima.

Aunque esdeseable, q u e a l momento de operarse la detención de una persona


exista laorden escritaemanadadeautoridad competente, hay ocasionesen quere-
sulta materialmenteimposible contar con ella al consumarseel arresto.
El caso más frecuente se plantea cuando la policía procede a la aprehensión del
autor de u n hecho sorprendido in fragantien la comisión de u n delito. En t a l caso,
la orden escrita será sobreviniente al arresto y t a l circunstancia en modo alguno
enerva la legitimidad d e la privación. El propósito d e la Constitución ha sido la de
proteger la libertad física ante su arbitrario menoscabo y n o evitar la represión le-
gal del delito.

Referenciajurisprudencia1
1-"Nadie puedeser mantenido en prisión sinorden escrita deautoridad competen-
te, ni por hechos que no hayan sido clasificados de antemano como delitos, y todo
aquel que se halle restringido de cualquier manera en su libertad individual, puede
acudir porsío portercerosa la autoridad judicial competente pidiendo quese investi-
gue la causa de su prisión y en caso de resultar esta impuesta por autoridad incompe-
tente según la ley para dictarla, se ponga al preso inmediatamente en libertad. Esta
amplitud del hábeascorpuseslaquecorrespondea la tradición del recursoenel dere-
cho angloamericano, fuente inmediata del nuestro, asícomo a la letra y el espíritu de
la Constitución Nacional". [CSJN-Fallos, 5:316].

2-"El hábeascorpusnopuede prosperaren loscasosenque, constando la existencia


de undelito, la prisiónse ha ordenadocondatosque hacenal detenidosospechoso de
ser autor o cómplice en su perpetración. Porque pudiendo servir, en tales casos, para
otorgar la impunidada losdelincuentes. sedaría a aquel recurso unefectocontrarioa
su propósito, inmoral, subversivo del orden, peligroso para la seguridadquecon él se
ha queridogarantizary que resulta siemprecomprometida por la ejecucióndecríme-
nesy delitosque noson reprimidoscon las penas legalesyqueestimulan su repetición
con el ejemplo de la impunidad". [CSJN-Fallos, 9:382].

3-"Para la procedencia del recurso de hábeascorpus se requiere que el carácter ile-


gal de la restricciónde la libertadqueseinvoca sea actual, esdecir, contemporáneo de
la decisiónjudicial del caso, de modo que si tal ilegalidad no existeen el momento de
dictarseel pronunciamientode la CorteSuprema, correspondedesestimar el remedio
intentado". [CSJN-Fallos, 270:119].

4-"Si media exhorto judicial requiriendo la extradición, no esadmisible que la de-


tencióndel acusado impliqueviolación del art. 18de la CN, porfalta deorden del juez
competente. La demoraenel envíode la custodia para sutraslado noautoriza adecla-
rar la procedencia del hábeas Corpus, pues mientras no se resuelva la extradición, la
consideración deese punto resulta inoficiosa". [CSJN-Fallos, 244:283].
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 44

5- "El hábeascorpus noautorizaa sustituir a losjueces propiosdela causa en lasde-


cisionesque les incumben, sin perjuicio de los recursos legalesencaso de existir agra-
vioconstitucional.TaIdoctrinaylaestrictaaplicacióndelCódigodeProcedimientosen
lo Criminal impidenenervar,por lavía mencionada, la decisiónde la autoridad militar
competente que sanciona con arresto a todo ciudadano que infrinja lo dispuesto en
un bando". [CSJN-Fallos, 279:40].

6 - "El procedimientoseñaladoparaelhábeascorpusescompletamentesumarioento-
dos loscasos, y dentro deél debenventilarse los hechosy todas lascausas, cualesquiera
quefueren,quelesirvandefundamento,sinsujeciónalasformasdilatoriasdeljuicioor-
dinario en el procedimiento común, que le son extrañasy sin otra regla ni guía que las
discrecionalesque imponga la naturaleza misma excepcionaly privilegiadadel recurso
y que basten a llenar lascondicionesesencialesdetodojuicio". [CSJN-Fallos, 183:68].

SEGUNDA PARTE
AUTORIDADES DE LA NACIÓN

TITULO
I
GOBIERNO FEDERAL

SECCIÓN PRIMERA
DEL PODER LEGISLATIVO

Art.44. - Un Congreso compuestodedosCámaras, una de Diputadosde la


Nación y otra de Senadores de las provincias y de la ciudad de Buenos Aires,
será investido del Poder Legislativo de la Nación.
Antecedentes: CNde 1853, art. 36. Concordancias: CN, arts. 13 22,37,39,40,45 a 86,
99,inc.2oa9o,13,15,16,18a20;100,párr.2"eincs.6oy8"a13,101,104a106,108,114
a119,124,125y 129.
El art. 44 de la CN marca el inicio de la Segunda Parte de la ley fundamental. En
ella, los constituyentesorganizan a las~utoridadesde la ~ación,~oreso se la cono-
cecomo la "Parteorgánica" de IaConstitución. ElTítulo Primeroorganiza el Gobier-
no federal, y la primera sección deeseTítulo está destinada al Poder Legislativo.
La denominación de este cuerpo colegiado como Congreso de la Nación es ade-
cuada ya queel sistema degobierno que adopta nuestra Nación ese1Presidencialis-
mo. La división del Congresoen doscámarasresponde a la existencia dedostenden-
ciascontrapuestasen nuestroderecho patrio, los unitariosy los federales. Al respec-
t o explica Alberdi en sus Bases, remarcando la similitud con lo que fue la redacción
delaConstitución norteamericana: "Allítambién, comoentrenosotros, sedisputa-
Art. 44 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

ban el poderío del gobierno las dos tendencias unitaria y federal, y la necesidad de
amalgamarlasen el senode un sistema compuesto..." l.Una cámara destinada a re-
presentar a las provinciasen su autonomía regional llamada Cámara de Senadores,
yotra,que representeal pueblodelaNación. La representaciónen la primeraesigual
para cada provincia, de manera que las decisiones quese tomen en su recinto refle-
jen en un piede igualdad lavozdecada una de las regionesqueconforman nuestro
país. La representación en la Cámara de Diputados corresponde al pueblo de la Na-
ción, y será proporcional a la cantidad de habitantes.

Acontinuación trabajaremos lossiguientes aspectos:


1. El Poder Legislativo y la democracia representativa.
2. El Poder Legislativo y el Estado de derecho: de la democracia formal a la de-
mocracia sustancial.
3. El Poder Legislativo en el sistema federal.

5 1. E l Poder Legislativo y la democracia representativa.- En Elespíritudelas


leyes, Montesquieu identificatresespeciesdegobierno:la república, la monarquía
y el despotismo, y explica "queel gobierno republicano es aquel en que el pueblo
en cuerpo ó solo parte deél ejerce la potestad soberanau2.Es en el cuerpo legislati-
vo, en el que la discusión colectiva se pone de manifiesto en cuerpos colegiados, en
losque lasdecisionessontomadasa partir del principio dedecisión de las mayorías.
El movimiento constitucionalista y codificador del siglo XIX coloca al Poder Le-
gislativo en una posición de privilegio, tanto en Europa como en América. Dice el
historiador inglés Hobsbawm en su libro La era de la revolución 1789-1848: "Si la
economía del mundo del sigloXIXse formó principalmente bajo la influencia de la
Revolución Industrial inglesa, su política e ideología se formaron principalmente
bajo la influencia de la Revolución Francesau3.Francia proporcionó el Código de
Napoleón de 1804queseconvirtióenelvehículodedivulgación desu política eide-
ología. Ejerció gran influencia en los paísesde Europa continental y setrasladóa las
colonias europeas en América.
ElsigloXIXseráelsiglodeloslegisladoresquienesdaránestructuralegala IosEs-
tadosqueseconstituyen como democracias liberales. La crisisdel absolutismo mo-
nárquicoen Franciadiolugaraqueen 1787seconvocaraa la Asambleade Notables
para convalidar las peticiones del gobierno, y en 1789 a los Estados Generales (vie-
jaasambleafeudal que habíaquedadodesarticuladadesde 1614). Estemodelode-

' Alberdi, Basesypuntosdepartida para la organizacionpolítica de la RepúblicaArgentina,


1891. p. 155.
Montesquieu, Elespíritude lasleyes, 1906.
Hobsbawm,Laera dela revolución 1789-1848.2012, p. 57.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 44

liberativoseinstalaríaapartirdeentonces. En 1791sesancionalaConstituciónfran-
cesa. En el Título III referido a los Poderes Públicos se delega en una Asamblea Na-
cional la potestad legislativa. "Artículo Primero. La Asamblea Nacional que forma
el cuerpo legislativoes permanentey no secomponemásquede una Cámara".
Las colonias inglesas en América logran su independencia a partir de la revolu-
ción de 1776, y en 1787 dictan su constitución que sirve de modelo a la nuestra. La
Constitución deFiladelfiade 1787 poseeunacláusula similara nuestroart.44: el art.
1, Sección 1: "Todos los poderes legislativos aquí otorgados serán confiados a un
Congreso de los Estados Unidos, que estará formado por un Senado y una Cámara
de Representantesu4.
Lademocraciaformal o procedimentalvinoaestablecerel quién yel cómosede-
cide en un Estado democrático, instalando el principio de decisión de las mayorías.
Las reglasde lademocracia representativa, entendida como forma degobierno, es-
tructuran laexpresióndelasoberanía popular, y el art.44denuestra CNindica quié-
nes son las autoridades que tomarán las decisiones por el pueblo: "Un Congreso
y
compuesto de dos Cámaras, una de Diputados de la Nación otra de senadores de
lasprovinciasydelaciudaddeBuenosAires,será investidodel Poder Legislativode
la Nación". En IosCapítulos l o y2"deesteprimer título, Sección Primera, sefijan los
requisitosparaserdiputadoosenador. En el Capítulo3"sefijan reglasdefunciona-
miento relativas a ambas cámaras legislativas y en el Capítulo 4" se establecen las
atribucionesconferidasaestaautoridadfederal.Finalmente,enelCapítulo5"sees-
tablece el procedimiento para la toma de decisiones de este cuerpo colegiado, es
decir, el cómo sedecide, bajo el título "De la formación y sanción de las leyes".
El sigloXX, sinembargo, muestra lacrisisdel Poder Legislativo. Dice Ekmekdjian
en su Tratado de derecho constitucional5 que esteórgano ha perdido la capacidad
mediadora para conciliar los interesessociales dentro de su recinto. Agrega que la
complejidad delaadministración del Estadohatransferidoa laórbitadel PoderEje-
cutivo la facultad de iniciar proyectosde ley que requieren del estudio de equipos
técnicos especializados. A esto se suma, en nuestro país, el modelo de gobierno
adoptado por nuestra Constitución, marcadamente presidencialista6.El Ejecutivo
nosolo participa en el proceso deformación de las leyessinoquetambién posee po-
testad legislativa propia a través de los decretos de necesidad y urgencia y de la de-
legación defacultadeslegislativasqueleotorgael Congreso.Ycontinúaesteautor:
"A las mencionadasrazones pueden agregarse otras. La más importante, en nues-
trocriterio, es la deformación de la democracia de partidosque se ha transformado
en partidocracia (...) queobliga a los legisladoresavotar por disciplina partidaria,

Currie, Introducción a la Constitución de los Estados Unidos, 1993. p. 145.


Ekrnekdjian, Tratadodederechoconstituc~onal,2001, t. II, p. 393.
El presidencialisrnoseacentuóaún rnása partirde la última reforrnadel año 1994
Art. 44 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

prescindiendo de lo que les dicta su propia concienciam7.El mandato representati-


vo de los ciudadanos ha sido reemplazado por el mandato imperativo de los parti-
dos políticos. El debilitamiento deeste poder coincideen nuestro país con la hiper-
trofia del Poder Ejecutivo. A su vez, los holocaustosdel siglo XX, que contaron con
el apoyo de las mayorías, terminarán de poner en crisis ese modelo.

5 2. El Poder Legislativo y el Estadodederecho:delademocraciaformala la de-


mocracia sustancial.- ~errajoli,en Derecho y razón8explica la noción de estado
dederecho diferenciando la acepción que lovincula con el "gobierno por las leyes"
de la que hace referencia al "gobierno bajo las leyes". El primer supuesto, herencia
griega que opone el gobierno por las leyes al gobierno de los hombres, incluyetesis
tan diversas como las derivadas de la doctrina medieval para fundamentar jurídica-
mente la soberanía, el pensamiento liberal moderno que marca los límitesal poder
estatal y propone la idea de un estado mínimo, la doctrina iusnaturalista del respeto
a las libertades fundamentales por parte del derecho positivo, la teoría constitucio-
nalista inglesa y norteamericanasobre la división de poderes, entreotras.
En el Estado de derecho bajo las leyes, el principio de autoridad funciona en el
sentido inverso al principio de libertad que rige para los ciudadanos. Conforme la
manda constitucional del art. 19, las personastienen todo permitido salvo lo prohi-
bido por las leyes. A la inversa, las autoridades, conforme al Estado de derecho en-
tendido como gobiernosub lege, tienen todo prohibido salvo lo estrictamente per-
mitido o autorizado por las leyes.
Cuando Ferrajoli se refiereal Estadodederecho comoel gobierno bajo las leyes,
diferencia a su vez el sentido débil, lato oformal, que indica que la autoridad o po-
der debe ser ejercido bajo las leyes que lo confieren u otorgan, ejercido en la forma
en queesas leyes prescriben. Por su parte, el sentidofuerte, estricto0 sustancial del
gobierno bajo las leyes, hace referencia a quecualquier poder o autoridad debe ser
limitado por la ley, tanto en las formasen queesejercida esa potestad, como en los
contenidos de sus decisiones. Es decir que el control del poder conferido puede ser
formal o bien,formal y sustancial. El Iímiteal poder públicosecircunscribe, en el pri-
mercaso, a lascondicionesformalesdeotorgamientodel poder por lasleyesy, en el
segundo caso, incluye ademásel control sustancial sobre lasdecisiones del gobier-
no. Este Estado de derecho bajo las leyesen sentido fuerte, es propio de los Estados
constitucionalesque imponen un límite al ejercicioválido de cualquier poder, Iími-
te que esa la vez formal y sustancial.
La regla que invistedepoderal Congreso federal en nuestro paísgdebeser inte-
grada al restodel complejo normativo constitucional, fundamentalmente, a aque-

Ekmekdjian, Tratadodederechoconstitucional.2001, t. IV, p. 147.


Ferrajoli, Derechoyrazón. Teoría delgarantismopenal, 1995, p. 856
Art.44dela CN.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 44

llas reglascontenidasen la primera parte de la Ley Suprema, en la quese reconocen


los Iímitessustancialesal poder. De manera que, el Poder Legislativo federal debe-
rá respetar losespaciosdedecisión que no están disponiblesa su actividad legislati-
va, comoconsecuenciade los Iímitesdel Estadodederecho. Asuvez, deberá sujetar
su labor a lasobligacionesque le imponeel Estadode derecho.
Loslímitesimpuestosa ladecisión delasmayoríassehallandeterminados por los
derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, consagrados y garantiza- ~ -

dosen la primera partede la Ley Fundamental.Valgacomoejemplo, loslímitesalas


decisiones de los legisladores federales con relación a la propiedad privada y su in-
violabilidad; la protección del trabajo asegurando al trabajador, entre otras, condi-
cionesdignas y equitativas de labor, jornada de trabajo limitada, descanso y vaca-
ciones pagas; el reconocimientode los partidos políticoscomo institucionesfunda-
mentales del sistema democrático y su libertad para su creación y funcionamiento
dentro del respeto a la Constitución; la potestad de iniciativa popular para presen-
tarproyectosdeley antelaCámaradeDiputados;elderechodelosciudadanosago-
zar de un ambiente sano, etcétera. Asimismo, a partir de la reforma constitucional
de 1994, el art. 75, inc. 17, incorpora la obligación de reconocer la preexistencia ét-
nicay cultural de los pueblosoriginariosargentinos; y el inc. 22 del mismoartículo,
incluye con rango constitucional a los siguientestratadosy convenciones sobre de-
rechos humanosquecomplementan losderechosy libertadesfundamentalesdela
Constitución Nacional, y que funcionan también como límite a la actividad del le-
gislador: "La DeclaraciónAmericana de IosDerechosy Deberesdel Hombre; la De-
claración Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Dere-
chos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Cultura-
les; el Pacto Internacional de DerechosCivilesy Políticosy su Protocolo Facultativo;
la Convención sobre la Prevencióny la Sanción del Delito de Genocidio; la Conven-
ción Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Ra-
cial; la Convención sobre la Eliminación detodas las Formasde Discriminación con-
tra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhu-
manoso Degradantes; la Convención sobre los Derechosdel Niño"'O.
Asu vez, la Constitución Nacional prevé la celebración de nuevostratadosy con-
',
venciones sobre derechos humanos1 que se sumarán al bloque de convencionali-
dad/constitucionalidad marco de la actividad legislativa del poder público.
Lasautoridadesdelgobiernofederal,yen particularel Poder Legislativoquees-
tamosanalizando, noestán habilitadosparadecidirrespectodecualquiercuestión.
El estado de derecho entendido como límite sustancial al poder público es impues-
to en garantía de las libertades y derechosfundamentales de los ciudadanos.Y co-

lo Art. 75, inc. 22 de la CN


l1 Los que deberán seraprobados por el Congreso, y requerirán del voto de las dos terceras
partesde la totalidad de los rniernbrosde cada Cámara para gozardejerarquía constitucional.
SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

mocorrelatoaestosderechosderivadosdelalibertaddelosindividuos,el poderpú-
blicotieneprohibicionesrespectodelafacultaddelegislar. El procedimientodede-
liberación y búsqueda de consenso utilizando la regla de la mayoría, no habilita a
los legisladores a crear cualquier tipo de reglas. Tampoco podrán hacerlo si, even-
tualmentealcanzaran la unanimidad en eseconsenso. Siguiendoa Ferrajoli: "Ni si-
quiera por unanimidad puede un pueblodecidir (oconsentirquesedecida)que un
hombremueraosea privadosin culpadesu libertad, que pienseoescriba, onopien-
se o no escriba. de determinada manera.. aue . no se reúna o no se asocie con otros.
que se case o no se case con cierta persona o permanezca indisolublemente ligado
a ella, quetenga o no tenga hijos, que haga o no haga tal trabajo u otras cosas por
el estilo" 12. En esto reside la excepción al principio de respeto irrestricto de lavo-
luntad mayoritaria en el estado dederecho.
Los legisladores, asuvez, están llamadosa decidir cuestionesque no pueden de-
jar deser decididas por el poder público envirtud de la autoridad conferida. Losde-
rechos sociales, culturales y económicos reconocidos por la Constitución y por las
Convenciones Internacionales sobre Derechos Humanos, imponen al poder públi-
co la obligación de legislar sobre determinados temas. El Estado de derecho social
exige entonces al poder público acciones positivastendientes a cumplir con las ex-
pectativas de los ciudadanos respecto de los derechos sociales, culturales y econó-
micos reconocidos a nivel convencionallconstitucional. Son las garantías sociales
positivasque tienen por función mejorar lascondicionesdevida de los ciudadanos
y no solo conservar lascondicionesexistentes.
Cuando el legislador omite la prohibición de legislar sobre un determinado es-
tado de cosas, es decir, cuando viola el deber de no hacer impuesto como el límite
por el Estado de derecho, crea una normavigente pero inválida, subsanable a tra-
vés desu anulación por el mismo legislador, o bien, a travésdel control deconven-
cionalidadlconstitucionalidad ejercido por el Poder Judicial de manera difusa y con
alcance relativo. Cuando el legislador omite legislar para hacer operativo el ejerci-
cio de un derecho económico. social o cultural reconocido en el bloaue convencio-
nallconstitucional, genera una laguna normativaquetambién deberásersubsana-
da. Esa ausencia de norma que regule el ejercicio de un derecho reconocido no es
fácilmentesubsanable, ya queescompetenciadel legislador lacreación denormas.
Será en el ámbito del Poder Judicial en el que esas lagunas normativas se comple-
ten, a partir de la interpretación integradora que hagan los juecesen los casos par-
ticulares y con alcance relativo a las situaciones concretas. Esta función activa del
servicio dejusticia en lasdemocraciasactuales,ha hecho quealgunosautores plan-
tearan queel siglo MIes el siglo de los juecesT3.

l2 Ferrajoli, Derechoyrazón. Teoría delgarantismopenal. 1995, p. 859.


l3
Ferrajoli sostiene en una ponencia titulada "El juezen una sociedad democrática'' publi-
cada porelcentrode EstudiosdeJusticiade las Américas (CEJA)que"unfenómenocomúna todas
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 44

Dicho todo esto, jcuál ese1alcancedel concepto dedemocracia derivado del Es-
tadodederechoque prevégarantíasliberalesysocialespara losciudadanos?Elcon-
cepto de democracia ha evolucionado a lo largo de los últimos dos siglos, desde la
democracia representativa yformal, a las másavanzadasdemocraciasdeliberativas
y sustanciales. En Derecho y razón el filósofo florentino explica: "Llamaré demo-
cracia sustancial o social al 'estado de derecho' dotado de garantías efectivas, tan-
to liberales como sociales, y democracia formal o política al 'estado político repre-
sentativo', esdecir, basadoen el principiodemayoríacomofuentedelegalidad"'4.
Democracia sustancial o social que refleja los intereses y las necesidadesdetodos, y
no solo los de las mayorías. Y a su vez, profundiza en esta conceptualización cuan-
doaclaraque lacalificación desustancial en oposición aformal, hace referencia a lo
que se debeo no se debe decidir en una democraciay no solamente a quién y cómo
decide. Y democracia social en oposición a la representativa, que refleja la tutela y
la realización concreta de los intereses primarios de todos y no solo de la mayoría.
Finalizo este apartado con la síntesis propuesta por Ferrajoli "Un proyecto de de-
mocracia social forma por tanto un todo único con el de un Estado social de dere-
cho: consiste en la expansión de los derechos de los ciudadanos y, correlativamen-
te, de los deberes del Estado, o, si se quiere, en la maximización de las libertades y
de lasexpectativasy en la minimización de los poderes"15.La democraciasustancial
requiere de un Estadodederecho liberal mínimoen términosderestriccionesdelas
libertades de losciudadanosy a la actividad represiva del Estado; y un Estado social
dederecho máximo, reflejado en la maximización de lasexpectativasmaterialesde
los ciudadanos y la correlativa expansión de las obligacionesdel Estado encargado
de hacerlasefectivas.

5 3. El Poder Legislativo en el sistema federal.- Dos ideas habían llegado en


el siglo XIXa las Provincias Unidas del Río de la Plata con relación a la forma de dis-

lasdemocraciasavanzadas,que lasdistinguedel modelode Estado paleoliberal, esla crecienteex-


pansión del papel de la jurisdicción. tomada en su másamplio sentido, que comprendetanto la ci-
vil y la penal como la administrativa y la constitucional. Esta expansión obedece a múltiples razo-
nes, de lasqueseñalarédos, ambasestructurales:una ligada al cambio en la estructura del sistema
jurídico, producidoenlasegundamitaddeestesigloconsuevoluciónenlasformasdelestadocons-
titucional dederecho; la otra ligada a la transformacióndel sistema político, producida porelcon-
temporáneodesarrollodel Estadosocialy,enconsecuencia.porlaintervencióndelEstadoen laeco-
nomia y en la sociedad". CEJAes unorganismo internacional. creado en 1999 por las instituciones
del Sistema Interamericano. Su sede está en Santiagode Chile y sus miembros son todos los paises
integrantes activos de la Organización de Estados Americanos. El articulo se encuentra en
http:llwl. cejamericas.orglindex.phplbibliotecalbiblioteca-virtuaIldoc~vie ~12707-el-juez-en-
una-sociedad-democr%C3%Altica.html.
l4 Ferrajoli. Derechoy razón. Teoría delgarantismo penal, 1995, p. 864.
l5 Ferrajoli, Derechoy razón. Teoría delgarantismo penal, 1995, p. 866.
Art. 44 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

tribución del poder desde una perspectiva geográfica: la europea de la mano de


Francia con la constitución de la Repúblicay el Código de Napoleón que proponía
un modelo centralizado de poder16;y el federalismo norteamericano que recono-
ce las autonomías de los Estados que conforman ese país. En Lecciones fundamen-
talesde d e r e c h o p ~ l í t i c oZaffaroni
~~ y Risso explican el concepto defederalismo, a
partir de los ensayos sobre filosofía política que los políticos estadounidenses Ha-
milton, Madison y Jay publicaran entre 1787 y 1788: "Para estos federealistas, el
principioconstitucionalenquesefundael Estadofederaleslapluralidaddecentros
soberanoscoordinadosentresí,de tal manera que al gobierno federal, competen-
te respecto de todo el territorio de la federación, se le confiera una cantidad míni-
ma de poderesindispensablespara garantizar la unidad políticay económica".
Desde la independencia hasta el dictado de la Constitución del año 1853, perío-
doqueseconocecomode laorganización nacional, ambas ideologías-unitarismo
yfederalismo-, intentaron imponerse en lossucesivos proyectosconstitucionales.
El historiador Romero, en su Breve historia dela Argentina refiere cuál fueel resul-
tadode la contienda entreesasdosformasde pensar el poder: "La constitución de
los Estados Unidosy las Basesypuntosdepartidapara la organizaciónpolítica dela
RepúblicaArgentina, que había escrito Alberdi en Chile con motivo de la reunión
del Congreso, fueron los elementos de juicio con que contaron los constituyentes
para la redacción de la carta fundamental. El texto consagró el sistema representa-
tivo, republicano y federal de gobierno, se creó un poder ejecutivo fuerte, pero se
aseguraron los derechos individuales, lasautonomías provincialesy, sobre todo, se
garantizaron la libre navegación de los ríos y la distribución de las rentas naciona-
les" la. Noolvidemosqueesta declaración constitucional sobrela forma deorgani-
zación del poder provocó la secesión de Buenos Aires, que organizó su vida institu-
cional de manera paralela al resto de la Confederación hasta el año 1860.
El reconocimiento de las autonomías de las Provincias Unidas del Río de la Pla-
ta19y laconsecuenteadopción del sistemafederal en la Constitución Nacional en el
año 1853~0, define la estructura bicameral del Poder Legislativo nacional ofederal.
Los representantes de las provinciasen igual número formarán un recintodenomi-
nado Senado de la Nación. Los representantes del pueblo conformarán la Cámara
de Diputadosdela Nación.

l6 El modelodeEsiadounitariose refleja en la composición unicameraldel Poder Legislativo


francés.
l7 Rissoy otros, Leccionesfundamentalesdederechopolítico, 2012. p. 216.
l8 Romero, Breve historiadelaArgentina, 1996, ps. 91 y 92.
l9 Conf.arts. So, 121 y ss.de la CN.
20 Conf.art. lodelaCN.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 45

Hacia el interior de nuestro país, ocho de lasveinticuatro provinciasZ1han adop-


tadoel sistema bicameral parasuspropiaslegislaturas,con representantesdelasre-
gioneso municipiosy representantesdel pueblo provincial, queocupan recintosse-
parados,siguiendoel modelo federal delaConstitución Nacional.Al respecto, la re-
forma constitucional del año 1994 ha reconocido en el art. 123 lasautonomías mu-
nicipales, debiendo las provinciasdictar sus propias constituciones "asegurando la
autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden institucional,
~ -

político, administrativo, económico y financiero". Las provincias que han seguido


este modelo bicameral en la estructura del Poder Legislativo son: BuenosAires, Ca-
tamarca, Corrientes, Entre Ríos, Mendoza, Salta, Santa Fey San Luis.

CAPITULO
I
DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

Art.45.- La Cámara de Diputados se compondrá de representantes elegi-


dos directamente por el pueblo de las provincias, de la ciudad de Buenos Ai-
res, y de la Capital en caso de traslado, que se considerana este fin comodis-
tritoselectoralesde un solo Estadoy a simple pluralidad de sufragios. E l nu-
mero de representantes será de uno por cada treinta y tres mil habitantes o
fracción que no bajededieciséis milquinientos. Despuésdela realizaciónde
cada censo, el Congreso fijará la representación con arreglo al mismo, pu-
diendo aumentar pero nodisminuir la base expresada para cada diputado.
Antecedentes: CN de 1826, art. 10. Concordancias: CN, arts. 14 22,38,44.

9 1. Elección directa.- Postulado de la democracia popular. En una interpre-


tación hermenéutica de la norma constitucional, sedetermina para la composición
de la Cámara de Diputados la elección directa por medio del sufragio y la represen-
tación de la totalidad de la población del país como unidad política global y no al
pueblo de sus respectivas provinciaso distritosque loseligieron. De ello se deduce
que losdiputados no pueden tener la representación de los partidos, puesestos re-
presentan al pueblo de la Nación, quien esel titular de la soberanía popular.
Son los partidos políticos los organismos que postulan candidatos para los car-
goslegislativos(art. 38, CN), y ellos losque pueden aplicarlesancionesdisciplinarias
y hastaexpulsarlosdel partido político, pero nodesu banca, porqueel legislador no
representa al partido político, sino a todos los habitantesdel país.

21 Si consideramos a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como un territorio provincial, si


bien el nuevo art. 129 de la CNconforme la última reforma operada en el año 1994 no es claro en
esta denominación.
Art. 45 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

Lociertoesque dadas lascircunstanciasdeactuación de la Cámara y tan solo con


observar el desarrollo de una sesión parlamentaria -fazfáctica-surge en primer
lugar que los diputados son reconocidos por el distrito concreto por el cual fueron
electos, se individualizaacadadiputadoa una provincia. En segundo lugar, el siste-
ma representativo de tipo partidocrático, que atribuye a estos el monopolio de la
representación política, con lo cual podría afirmarse que los diputados electos re-
presentanasusrespectivospartidospolíticos.Tambiénpuedeafirmarseque1oscan-
didatoselectos no seencuentran guiadosa una conducta determinada en el ejerci-
cio de la labor legislativa.
Conforme ley 23.298 solo pueden elegirse entre los candidatos propuestos por
los partidos políticos quienes utilizando criterios de racionalidad a la hora de pos-
tular a los candidatos, y resulta ser el pueblo el que elige entre los propuestos, que
debe actuar con capacidad cívica al emitir el sufragio. Pero lo que no puede desco-
nocerse que, aún existiendo casos excepcionales de cultura cívica, el voto del pue-
blo resulta ser condescendiente con el partido político simpatizante.

5 2. Simple pluralidad de votos. Distrito electoral.- El pueblo de las provin-


cias, de la Ciudad de BuenosAires y de la Capital en caso de traslado, se consideran
como distritos electorales a los fines de la división del mapa electoral y la determi-
nación de representantes de cada distrito, integrantes de un solo Estado y la elec-
ción de los diputados se realiza en forma independienteen cada distrito electoral.
Es el Congreso nacional el facultado para sancionar las leyes reglamentariasdel
sistema para la elección de losdiputados, debiendo respetarseel principio de "sim-
ple pluralidad de sufragios" que establece la norma, como así también la composi-
ción de los distritos electorales. El hacedor de la norma utiliza la fórmula "simple
pluralidad desufragios" lo quedebeser interpretado como haber obtenido la ma-
yor cantidad devotos aunque no se pase la mitad del total de lossufragios.

5 3. Numero de representantes.- La norma correctamente se adecua a cir-


cunstancias políticas y sociales cambiantes -criterio dinámico- proponiendo un
método que permite determinar la cantidad de sus integrantes en forma propor-
cional al númerode habitantes. Claroestá quea laépoca en quefuesancionada la
Constitución no existía una base para determinar la cantidad de población existen-
te en cada provincia, con lo cual se reglamenta la norma histórica del art. 46 quees-
tableció para la primera legislaturael mínimode dosdiputadosquedebían serele-
gidosen algunas provincias.Y hasta 1947tampoco lasmujeresseencontraron com-
prendidas dentro de la representación parlamentaria.
También lanorma hafijadounacantidadderepresentantesqueseleasignaaca-
da provincia con la técnica legislativa "treinta y tres mil o fracción de dieciséis mil
quinientos", cuya base resulta ser el piso mínimo. Esta base puede ser modificada
en función del "censo general" (art.47).
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 46

Seestableceque luego de realizadocada censo el Congresofijará la representa-


ción con arreglo al mismo, pudiendo aumentar pero no disminuir la base expresa-
da para cada diputado (reforma de 1898), con lo quequeda permitidosoloaumen-
tar. Repárese que la reforma de 1994 previó que la Capital Federal, en caso de ser
trasladada de la Ciudad de BuenosAires, tenga representación en Diputados.
En la actualidad, la Cámara de Diputados de la Nación está integrada por 257
miembros. Ese número se ha mantenido desde la provincialización de Tierra del
Fuego, y conforme surgede la ley defacto22.847/83,estableció la fórrnula parade-
terminar cuántos diputados le correspondían a cada distrito, en base al censo de
1980, introduciendootramodificacióndepiso:cincodiputadosatodoslosdistritos.
Además, la ley introdujootroelementodistorsivoalestablecerdosIímitesmínimos:
a) ningún distrito puedetener menosde cincodiputados, y b) ningún distrito pue-
de tener menosdiputados que los que tenía en el Congreso en 1976 cuando se pro-
dujoel golpe militar.
Una interpretación coherente y relacionada con la tesis de la representatividad
nos lleva a concluir que másallá de losesfuerzosepistemológicos, el dato empírico
nos presenta una disparidad al no tratarse de un sistema automático de aumento
poblacional reflejado en cada censo, lo quetambién traería aparejado un aumen-
to de las bancasactuales, toda vez que el último Censo 201Odemostró un aumento
de población de27,9 millonesa40millonescon locual deberíasuponer un ajusteen
las bancasdediputadosy deaplicar la fórrnula de la ley el total dediputados pasa-
ría de 257 a 327. No menoscierto es que se han realizado en democraciatrescensos
de población y nunca se ha revisado el número de diputados.
Concluyendoeste apartado resulta queel postuladoderepresentación del pue-
blo es antológicamente imposible, pues los datos duros nos indican que existe una
distorsión entre la relación población-diputado; no se han respetado los cambios
demográficos contenidos en la norma fundamental. Por otro lado y ya derrotado
tal principio, no resultaser IaCámaradeDiputadosla querepresentaaIelectorado,
quedando a merced y respondiendo a los patrones programáticos de las agrupa-
cionespoliticas. Esto no sucedeen el Senado, que tiene unacomposiciónfijadetres
senadores por provincia. En realidad, habría queestudiar una posible disminución
del númerode miembrosde la Cámara.

Art.46.- Losdiputados para la primera Legislaturasenombraránenla pro-


porción siguiente: por la provincia de Buenos Aires doce; por la de Córdoba
seis; por la de Catamarca tres; por la de Corrientescuatro; por la de Entre Rí-
os dos; por la deJujuy dos; por la de Mendoza tres; por la de La Rioja dos; por
la de Salta tres; por la de Santigao cuatro; por la de San Juan dos; por la de
Santa fe dos; por la de San Luisdos; y por la deTucumán tres.
Antecedentes: CNde 1826, art. 11; ConstitucióndeEE.UU., art. l. Secc. Za.
Arts. 47/48 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 230

Esteartículosecircunscribea un acontecimiento histórico: "primera legislatura"


y decontenido transitorio, no resultandodeaplicación metodológicaa la postrede
su creación, su mantenimiento contextual constitucional no tiene relevancia axio-
lógica. Tal es asíque la misma debió ser suprimida con la reforma de 1994. Lo cierto
es que manteniendo vigencia normativa debe interpretarse en forma sistemática
con las disposicionescontenidas en los arts. 45 y 47.

Art.47. - Para la segunda Legislatura deberá realizarseel censo general, y


arreglarsea él el número dediputados; peroestecensosólo podrá renovar-
secada diez años.
Antecedentes: CN de 1826, art. 12; Constitución de EE.UU., art. l. Secc. Za, cláusula 4a;
CNde 1853, art.35.

Al igual que locomentado en el artículo antecedente, este pragmatismo consti-


tucionalfueestablecido paraser utilizado "para lasegunda Legislatura" con locual
se repara su contenidovetusto. Si bien la cláusula en análisis establece un sistema
pragmático que debeseguirse para la segunda legislatura, efectúa una indicación
programática respecto a la renovación de los sucesivoscensos: "...podrá renovar-
se cada diez años ...". Esto último y atendiendo a la semántica introducida por el
legislador estableceel carácterfacultativo detal disposicióna efectos deefectivizar
otro censo dentro del plazo establecido, con objeto de actualización poblacional y
número dediputados.
Retórica de su aplicación resulta ser que el primer censo (año 1869) no se realizó
para la segunda legislatura, con lo cual nose respetó el imperativo de la norma, inte-
grándose la realidad poblacional con la banca dediputadosen latercera Legislatura.

A r t . 4 8 . Para serdiputado se requiere habercumplidolaedaddeveinticin-


co años, tener cuatroaños de ciudadanía en ejercicio, y ser natural de la pro-
vincia que lo elija, o con dos años de residenciainmediata en ella.
Antecedentes: Proyecto de Alberdi, art. 62; Constitución de los EE.UU., art. l. Secc. Za,
cláusula 2a. Concordancias: CN, art. 64.

Lascondicionesquedebecumplirel diputadoson decarácter restrictivoy deben


exigirseal momentode la incorporación del diputadoa la Cámara, estasson:
- LaedaddeveinticincoañosesalmomentodeincorporaciónalaCámara,con
lo cual previo a ello, ya sea durante la campaña electoral, puede no cumplir
tal requisito.
- Cuatroañosdeciudadaníaenejercicio,estaseobtienealhabercumplidolos
dieciocho años de edad o en el supuesto de extranjeros desde el día queob-
tienen la carta de ciudadanía por sentencia firme.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 48

- Ser argentino nativo, por opción o naturalizado, debiendo, en este último


supuesto, tener al menoscuatroañosdeciudadanía en ejercicio antesdeser
incorporado a la Cámara.
- Originario de la provincia donde se lo elige; en su defecto tener una resi-
dencia inmediata, no interrumpida dedos años.

Lasinhabilidadesaligualquelasincompatibilidadesparaelejerciciodelcargoim-
piden el acceso al cargo funcional en el Congreso. Por ejemplo, algunas personasex-
cluidas del padrón electoral (v. gr., losdementes declarados por sentencia firme, los
declarados judicialmente, los sordomudos que no pueden darse a entender por es-
crito, losrebeldesdeclaradosencausa,condenadosconsentenciafirmeendelitosdo-
losos, etcétera); respecto a las incompatibilidades, se refiere específicamente al per-
sonal superiorosubalternode las FuerzasArmadasen actividad oen situación de re-
tiro,cuando hayansidollamadosaprestarservicios,losmagistradosyfuncionariosdel
Poder Judicial nacional, provincial y tribunales de falta municipales; los que desem-
peñaran cargos directivoso fueran apoderadosdeempresasconcesionarias.de servi-
ciosyobraspúblicasdelaNación,provincia, municipalidadesoentidadesautárquicas
o descentralizadaso de empresasque exploten juegos de azar (art. 33, ley 23.298).
Las inhabilidadessuspenden transitoriamenteel ejercicio de losderechospolíti-
cos, puedenvariar por habercesado lascondicionesque sedaban, o el cumplimien-
to de los plazos.
Respectoa las inhabilidadesse ha incorporado al Código Electoral Nacional (ley
19.945)elart.60bis,queestablecequelaslistasdecandidatosquepresenten lospar-
tidosPolíticosnoestarán integradas por quienesseencuentren condenadosporcrí-
menesdelesahumanidad.Agregandoque,estainhabilitaciónseextiendealospro-
cesados por dichos crímenes. Dicha medida cesará de pleno derecho con el dictado
desentenciasabsolutorias y en caso que la misma fuera condenatoria, será deapli-
cación lodispuestoen el primer párrafodel artículo. Antecedentede ello fue la ac-
ción de amparo promovida por Antonio Domingo Bussi contra el Estado nacional,
quien resultabasercandidatoa diputado nacional por el distritoelectoral de la pro-
vincia deTucumán.

Antecedente
- El diputado EmilioJ. Hardoy, por el partidoconservador Porteño, quien fue
elegido cuando apenas tenía veinticuatro años (1936); se demoró la apro-
bación de su diploma, a la espera dequeél cumpliera la edad requerida.
- En 2009 la Cámara Nacional Electoral resolvió la impugnación de la candida-
tura a diputado nacional de Néstor Kirchner (FPV), siendo el argumento de
losimpugnantes(UCR)laexigenciadel requisitode residenciainmediataan-
terior de al menos dosañosen la provincia de Buenos Aires, surgiendo que
el candidato desde el año 2003 se encontraba residiendo en Olivosejercien-
SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

do el cargode presidentedela Nación, continuandosu residenciaen el lugar


en 2007 cuando fue electa su esposa. La Cámara Nacional Electoral rechazó
por unanimidad el recurso de apelación distinguiendo dos conceptos res-
pecto al domicilio electoral (último registrado en el documento nacional de
identidad) y el domicilio de residencia, al que se refiere la Ley Fundamental:
es el lugar de permanencia de una persona siempre que esté inscripta en el
registro electoral del distrito en el cual se postula como candidato.
También resolvió la Cámara Electoral las impugnacionesa las candidaturas
de los diputados nacionales de Daniel Scioli y Sergio Massa (FJV) en la Pro-
vincia de BuenosAires, con fundamento en el art. 72 de la CN-incompati-
bilidad constitucional-queprohíbequelosgobernadoressean candidatos
a diputadososenadores nacionalessin previoconsentimientodela Cámara,
y que por manifestaciones públicas estos habían comunicado que de resul-
tar electos no asumirían sus cargos. El juez electoral rechazó las impugna-
cionesconsiderandoqueelart. 164del Código Nacional Electoral admiteex-
presamenteque un candidato electo renuncieantesdeasumir. El juez tam-
bién explicó que la jurisprudencia y la doctrina argentinas han resuelto que
el art. 72 de la CN establece "una incompatibilidad funcional", porque pro-
híbequeseejerza simultáneamente el cargo de gobernador con el de dipu-
tado o senador nacional, debido a lo cual, en caso de resultar electo, el ejer-
cicio de una de lasdosfunciones produceautomáticamentelacesación en la
otra. La sentencia señala también que en la práctica electoral argentina ha
sido habitual, en todos los partidos políticos, presentarse como candidato
para un cargo sin abandonar el que se estaba ejerciendo, como sucedió en
los casos de Carlos Menem, Fernando de la Rúa y el propio Néstor Kirchner,
que se presentaron como candidatos a presidente, sin renunciar a sus res-
pectivos cargos de gobernador. También cita otros casos, como el de Eduar-
do Duhalde, que se presentó como candidato a gobernador siendovicepre-
sidente de la Nación; el de Cristina Fernández de Kirchner, que presentó su
candidatura a presidenta siendo senadora nacional; y los de Álvaro ~ l s o g a -
ray y Jorge Altamira, quese presentaron simultáneamente comocandidatos
a presidentey diputado, siendoevidentede antemanoque, de resultar elec-
tos, ambasfuncioneseran incompatibles, por loque la asunción de una im-
plicaba la automática cesación en la otra.
Elvoto minoritario del juez DallaVía considera que el art. 72 de la Constitu-
ción establece una causal de ineligibilidad, y nodeincompatibilidadfuncio-
nal, por lo que losgobernadores no se pueden presentar como candidatosa
diputadosy senadores nacionales, aun cuando la costumbre lo haya admiti-
do. Para la candidatura de Massa, el juez sostiene que seve afectada por al-
gunas manifestaciones periodísticas sobre su intención de no asumir el car-
goquecrearonun "estadodeincertidumbre"en laopinión pública,conduc-
233 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Arts. 49/50

ta que si bien reconoce que no se encuentra expresamente prohibida, tam-


poco puede considerarse permitida, debido a los "principios vitales" de la
Constitución, por lo que considera quese trata de un abuso dederecho que
debe sancionarsecon la anulación de la candidatura.
Enelcaso "Rozasyotros" de2009, lacámara NacionalElectoralentendióque
quien no es nativo de un distrito puede ser candidato para ser electo en él si
tiene una residencia no inferior a la de cuatro años y tiene su domicilio elec-
toral registrado en ese lugar. Cuando el registro electoral no tiene una anti-
güedad de cuatro años, la residencia por un período no inferior puede ser
acreditada por diversos mediosde prueba, excluyendo prueba testimonial.

A r t . 4 9 . Porestavez IasLegislaturasde las provincias reglarán los medios


de hacerefectiva laeleccióndirectadelosdiputadosdela Nación; para losu-
cesivo el Congreso expedirá una ley general.
Antecedentes: CNde 1826, art. 14; CNde 1853, art.37.Antesde 1994llevaba el n041.
Concordancias: CN, arts. 45 a 47,50 y 51.

Norma decontenido histórico, que tal como se propuso en el análisis deeste ca-
pítulo debió ser suprimida. Lo cierto y concreto que la norma ha tenido aplicación
por el Congreso de la Nación a travésde la legislación sobre sistemaselectorales. Si
bien la Constitución no se ha pronunciado por un sistema electoral, el cual ha ido
mutando a lo largo de la historia, podría darse en el futuro una ley rígida dictada
por el Congreso nacional respecto al sistema electoral.

Art. 5 0 . Los diputados durarán en su representación por cuatro años, y


son reelegibles; perola~alaserenovarápor mitadcada bienio; acuyoefec-
t o los nombrados para la primera Legislatura, luego que se reúnan, sortea-
rán los quedeban salir en el primer período.
Antecedentes: CNde 1826, arts. 16 y 17. Concordancias: CN, Preámbulo, art. lo

La duración de la labor representativa para los diputados es por un período de


cuatro años, y pueden resultar reeligidos por el mismo período. Este sistema ideado
por el constituyente de duración enel cargo y renovación leotorga un tono dinámi-
co a la hora de la renovación por mitades lo cual no severía reflejado si se produjera
la renovación cadacuatroaños. Respetando la periodicidad y la publicidad delosac-
tosdegobierno, todavez que se rindecuenta de la actividad desarrollada.Asu vez,
la renovación de la sala por mitad cada dosañostiene por objeto no perjudicar la ac-
tividad legislativa quesevienedesarrollando y respeta la continuidad de gestión.
Repáreseque la norma contiene nuevamente una cláusula histórica respecto a
losnombrados para la Primera Legislatura,aI reglamentar el sorteo para losquede-
Art. 50 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

ban salir en el primer período (primer sorteo: 1855); esta contemplación originaria
y en principio transitoria no ha caído en desuso a lo largo de la historia de las insti-
tucionesargentinas, pues luego de losgobiernosde facto (1930,1943,1955,1962,
1976), con la reinstalación de la democracia, esa contemplación ha posibilitado la
renovación por mitadescada dosaños.Tras la recuperación del Sistema Democráti-
coConstitucional el lodediciembrede 1983, lasrenovacionesparcialesse hacen en
esa fecha, cada dos años, y no al comienzo del año legislativo, que es el primero de
marzo de cada año.

5 1. Elecciones.- El sistema actual para la elección de los diputadosy lossena-


doresse realiza mediante las elecciones primarias, abiertas, simultáneasy obligato-
rias(PA50) para la elección deloscandidatos, conforme ley 26.571 y Ley Orgánicade
los Partidos Políticos 23.298, que entiende por agrupaciones políticas a los partidos
políticos, confederacionesy alianzas participantes en el proceso electoral. Y deno-
mina elecciones primarias a las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obliga-
torias (art. 18). seguidamente reglamenta que: " ~ o d a s l a s a ~ r u ~ a c i o n e ~ ~ o l í t ~ a s
procederán en forma obligatoria a seleccionarsuscandidatosacargospúblicoselec-
tivosnacionalesydeparlamentariosdelMercosurmediante eleccionesprimarias, en
forma simultánea, en todo el territorio nacional, en un solo acto electivo, con voto
secreto y obligatorio, aun en aquellos casos en que se presentare una sola lista.. ."
(art. 19), respetándose laselecciones periódicasde autoridadesy organismos parla-
mentarios.

5 2. Paridad.- En tal elección debe respetarse el cupo de un tercio de candi-


datasqueestablece la Ley decupo Femenino, conforme ley 24.01 2, que sustituyeel
art. 60del decr. 2135183, con las modificaciones introducidas por las leyes23.247 y
23.476, establece un piso respecto a mínimo de mujeres que deben respetar las lis-
tasde lasagrupaciones políticas, introduciendo al género femenino en ámbitos de
decisionesde poder y rompiendo la disparidad existente entre hombres y mujeres
en el ámbito del Parlamento y dominio masculino en los partidos políticos, así dis-
pone que: ". .. Laslistasquesepresenten deberán tenermujeresen un mínimo del
30% de los candidatosa los cargosa elegiryenproporciones con posibilidad de re-
sultarelectas.. . " (art. 88).
En la provincia de Buenos Aires, la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Pari-
dad de Género (octubre 2016), donde se estableció un cupo del 50% de los lugares
en las listas para mujeres y se dispuso que el orden debía tener una "alternancia y
secuencialidad entre sexos p o r binomios ...", tomando en cuenta el género que
aparecía en el DNI del candidato independientemente de su sexo biológico.
Este porcentual del 50% de paridad de la representacióncomo pilar de reforma
política tiene tratamiento en el proyecto de ley en el Senado y la Cámara de Diputa-
dos,con objetodegarantizarenformaequitativaelaccesoa loscargospúblicosyaso-
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO

ciacionessindicalestantoa hombrescomo mujeres, con la modificación del art. 60bis


del Código Nacional Electoral (ley 19.945) proponiendo que las listas que se presen-
ten deberán postular mujeresen un porcentajedel cincuenta por ciento sobre lascan-
didaturasdeloscargosa elegir y en proporción a las posibilidadesde resultar electas.
Finalmente, la ley 27.412 aprobada en diciembre de2017 consagró el principio
de paridad degénero en las listasdecandidatosa legisladoresnacionales.Reafirma
compromisos internacionalessobre participación de lasmujeresen la política, en la
toma dedecisiones, en estratosde poder con objeto deerradicar lasdesigualdades
de las sociedades patriarcales, logrando su modificación con la presencia de muje-
rescuantitativay cualitativamenteen espaciospolíticos, reafirmandoconceptosde
transversalización en cuanto a la perspectivade género.

Art. 51.- En caso devacante, el Gobierno de provincia, o de la Capital hace


proceder a elección legal de un nuevo miembro.
Antecedentes: Proyecto de Alberdi, art. 49; Constitución de los EE.UU., art. 1, Secc. 23
cláusula 5". Concordancias: CN, arts.45,46 y 48a 50.

Pueden darse los supuestos devacancia del cargo en caso de muerte, renuncia,
separación, inhabilidad o incapacidad sobreviniente. Según la manda constitucio-
nal, es el gobierno de la jurisdicción correspondiente elque debe proceder a una
nueva elección de un diputadoen reemplazo del antecesor, ello con motivode que
no se prevé la elección de diputados suplentes para cubrir loscargosen los supues-
tosdevacancia.
En el ámbito de aplicación-derecho subconstitucional-ese1 Código Nacional
Electoral (leyes 24.444 y 26.571) en el art. 164, que establece en caso devacancia la
sustitución por el primer candidato titular de su lista y asísucesivamente. Agotada
la nómina de candidatostitulares, loscargosvacantesserán cubiertos por los candi-
datossuplentesqueestén en la lista. Claramente, el diputado suplente a la hora de
acceder al mandato no puedeserle computado su tiempo degestión por el total de
cuatro años, lo que generaría una disparidad en el cómputo del tiempo, pues Iógi-
camente no podrá superar el tiempo restante hasta alcanzar loscuatroañosdeges-
tión. Lo que debegarantizarse es la efectiva representatividad de la Cámara y la re-
novación desus integrantesen la totalidad y el cupo femenino debiendoasegurar-
se a las mujeres la igualdad real deoportunidadesen el acceso a loscargos públicos,
segúnfuera expuestoen el comentariodel artículo precedente.
Esta postulación realizadaporelCódigoElectoral hatraídoaparejadasopiniones
a favor de su inconstitucionalidad, posturas de Bidard Camposy LinaresQuintana,
todavezque la manda constitucional estableceen forma precisa que para loscasos
devacanciaaposterioridebe realizarseuna nueva elección, puesen casocontrario
se estaría afectando la representatividad popular, facilitando la manipulación por
Art. 52 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

parte de las agrupaciones políticas al utilizar figuras en cargos titulares que luego
renuncian y dar lugar a las figuras suplentes desconocidas por el electorado, pres-
cindiendo de lavoluntad de los mandantes.
Si bien la reforma del '94 no trató el tema de la elección de los diputados suplen-
tes, es el derecho consuetudinario funcional el que avala la practicidad de realizar
una sola elección con diputados titulares y suplentes, debiendo los organismos de
contralorefectuar lasdenunciascorrespondientesencasodeadvertirmaniobrasque
afecten la ética del comportamiento político. Esta alternativa deelección desuplen-
tes apartándose del mandato constitucional nos sitúa nuevamente en el postulado
deque las bancas pertenecen a los partidos políticos y no al puebloque loseligió.

Art. 52. - A la Cámara de Diputadoscorresponde exclusivamente la inicia-


tiva de las leyes sobre contribuciones y reclutamiento de tropas.
Antecedentes: Carta Magna del Rey Juan sin Tierra de junio de 121 5; Constitución de
losEE.UU., arts.I,Secc.7a,cláusula la;ProyectodeAlberdi,art.65. Concordancias: CN,
arts.4~16~17~19~44,61~75~inc.2~.

Las Cámarasde Diputadosy Senadores contribuyen a la formación de la ley, a su


vez, en el procedimiento legislativo se leda intervención al presidente con función
colegislativa, elloen consonancia con el sistema presidencialista argentino. El siste-
ma de iniciación de tratamiento de proyectos de ley puede ser en cualquiera de las
cámaras, salvo las excepciones previstasexpresamenteen la Constitución. Tal esasí
que la Cámara de Diputados como Cámara de origen, tiene la siguientecompeten-
cia: proyectos relativosa lascontribu~iones~ recl~tamientodetropas(art.52, CN),
iniciativa popular legislativa (art. 39, párr. lo, CN) y deconsulta popular vinculante
(art.40, párr. lo, CN).

5 1. Contribuciones.- El artículo se refierea la competencia exclusiva respec-


t o a la iniciativa decreación y modificación de impuesto. Dice la norma en su prime-
ra parte "... leyessobre contribuciones ... ". De esta formulación normativacons-
titucional sederiva la legitirnidaddadaa losdiputados, quienes representan al pue-
blo del Estado en su totalidad, resultando necesaria su intervención como Cámara
deorigen para la formulación de proyectosen materiatributaria, cuyo norteserá la
sanción de una ley por partedel Congreso (sistema bicameral).
Sin desmedrode la competencia exclusivade iniciarla, noexisteveda para que el
proyecto impositivo sea impulsado por el Senado, pero la prioridad detratamiento
lova a tener la Cámara de Diputados.
Esta facultad del Estado de exigir contribuciones a las personaso bienesquese
encuentran en su jurisdicción deriva del poder deimperiodel Estado, enmarcando
toda la materia tributaria a la legalidad en cuanto a su creación, de igualdad entre
lossujetos pasivosde la contribución; noconfiscación de la propiedad privada; pro-
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 53

porcionalidad dela capacidad contributiva; equidad respectoal montodel impues-


toen síy la oportunidad en quese loaplique, generalidad y retroactividad sin afec-
tación de la garantíaa la propiedad privada.
La semántica normativa nos lleva a preguntarnos si los proyectos que no son de
tipo impositivo, como por ejemplo, la ley de presupuesto, dedesgravación imposi-
tiva, exencioneso privilegios, quedan comprendidos en el concepto utilizado "ley-
esdecontribuciones", por lo quea nosotros respectaentendemosque la técnica le-
gislativa utilizada resulta ser genérica a toda legislación sobre contribuciones con
lo cual debe tener tratamiento en la Cámara de Diputados, a quien le pertenece la
prerrogativa exclusiva. Queda impoluta la facultad de revisión de la Cámara dese-
nadores(art. 81, CN).

5 2. Reclutamiento de tropas.- Siguiendo los lineamientos expuestos prece-


dentemente, la iniciativa ytratamientocomoCámaradeorigen parael supuestode
una ley de reclutamiento de tropas es de competencia de la Cámara baja, quedan-
do para los senadores, la discusión del proyecto y si hubiera modificacionesdevol-
verán el proyecto a la Cámara para su análisis, discusión y voto (siguiendo los pasos
de sanción de leyes) para luego pasar al Poder Ejecutivo para su veto.

Art. 53.- Solo ella ejerce el derechode acusar ante el Senadoal presidente,
vicepresidente, al jefede gabinete de ministros, a los ministros y a los miem-
bros de la Corte Suprema, en la causas de responsabilidad que se intenten
contra ellos, por mal desempeñoo pordelitoen el ejerciciodesusfunciones;
o por crímenes comunes,despuésde haber conocidodeellos y declarado ha-
berlugara la formación decausa por la mayoría dedosterceras partesdesus
miembros presentes.
Antecedentes: CNde 1826, art. 53. Concordancias: CN, arts. 59,60,99, inc. 5", 114.1 15y 118

5 1. Juicio político.- El juicio político esderivación del sistema republicanode


gobiernoy de la responsabilidad legal y política delossujetos que la conforman. Se
determinan competenciasexclusivasyespecíficas para cada una de IasCámaras, así
a la Cámara Baja se le ha otorgadoel derechodeacusar, la Cámara Alta tiene lafun-
ción dejuzgar. Siendo el fin mismo del juicio político resolver la destituciónlremo-
ción del acusado, quedandosujetoaacusación,juicioy castigo conforme leyesyan-
te lostribunalesordinarios.
Como acto jurisdiccional, en la etapa acusatoria rigen las reglas del debido pro-
ceso, al igual que en el juicio penal, otorgándole al acusado la garantía de defensa
y prueba, el juicio debeser público y el falloacusatoriodebeser motivado. Sisevio-
la en esta etapa una garantía individual, como por ejemplo, el debido proceso o la
defensa en juicio, cabesiempreel control jurisdiccional, como lo ha resuelto la Cor-
SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

Nodebemosolvidarnosque rige, al igualqueenel procedimientopenal,el prin-


cipiode non bisinidem,vedandotoda posibilidad de un nuevo procedimiento acu-
satorio por los mismos hechos que fueron rechazados en un procedimiento ante-
rior, surgiendoqueanteel rechazode la acusación o por no haber alcanzado la ma-
yoría prevista dedosterciosde losvotospresentes, esto genera laclausura con fuer-
za equivalente a la cosa juzgada.
Entendemosqueeste principiodebeaplicarseaun cuando la causa de responsa-
bilidadsea por "mal desempeño" siemprequeseestén tratando losmismoshechos.
La manda constitucional no prevé la suspensión del funcionario, en el momento
deser acusado, pero la repercusión pública difiere, lo cual puede justificar la proce-
dencia de la acusación sin que seconsidereviolado el debido proceso:
a) Sujetospasivos. Nos encontramos ante una nómina concluyente de sujetos
pasivos de juicio político, que conforme el artículo son: el presidente, el vi-
cepresidente, ministros, miembros de la Corte Suprema de Justicia y el jefe
de gabinete de ministros; este último incorporado por la reforma constitu-
cional del '94.
En la redacción anterior se mencionaba también como sujetos pasibles del
juiciopolíticoa losmiembrosdelos "... demástribunalesinferioresde la na-
ción ...". Su exclusión se debe a si prevé un enjuiciamiento especial impul-
sado por el Consejo de la Magistratura y efectivizado por un Jurado de En-
juiciamiento.
Rige la inmunidad procesal que gozan los funcionarios determinados taxati-
vamente por la manda constitucional, que posterga el proceso común hasta
quese hayan producidociertosactos-juicio político-anteelcongresode la
Nación.
b) Causas de responsabilidad. Las causas de responsabilidad están especifica-
dastaxativamente en la manda constitucional, y estasson: a) mal desempe-
ño; b) delito en el ejercicio de sus funciones o por crímenes comunes. Vea-
mosacontinuación cada una deellas.
1. Mal desempeño. Nos encontramos ante una terminología amplia en
cuanto al abanico de casos hipotéticos que puedan quedar enmarcados
dentro de tal formulación normativa, lo que no sucede en los restantes
dos supuestos, donde preexiste un marco legal definido justamente en
la ley penal o en la propia Constitución. A contrario sensu podemos de-
cirqueel buen desempeño esaquelloqueesaceptado por la mayoría de
la gente, pero ello no deja tampoco aclarado la indeterminación de la
fórmula legislativa.
Aello podemos agregar que no puedecrearse un normativa infraconsti-
tucional que determine cuáles serían los supuestos que corresponden al
mal desempeño, pues resultaría inconstitucional. Entonces queda pre-
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 53

guntarnos cómo funciona la formulación en análisis, y entendemos que


esdiscrecional paraelSenadoestablecerdeacuerdoasujuicio,valorando
si tal ocual conductaencuadra dentrodel mal desempeño. Lo que puede
llegaratraeraparejadouna utilizaciónguiada porinteresespolíticosafa-
vor o en contra de la acusación y posterior destitución, al no contar con
una terminología clara y precisa como sí resultan ser las restantes pres-
cripciones normativas.
2. Delitos en el ejercicio de sus funciones o crímenes comunes. No existe
problema de interpretación. Los delitos tienen que estar tipificados en
la legislación penal, dictadaconanterioridad a laconductaconsiderada
como causal del enjuiciamiento político, con lo cual el Senado tiene que
enmarcarsedentrode las figurasdel Código Penal.
Cabe preguntarnoscómodebeser la actuación de la Comisión de Juicio
Político en la Cámara de Diputados, ya que tal como lo expusimos ante-
riormente, equiparamos el juicio político a las garantías procesales del
juicio penal, o sea, debe la Comisión efectuar una verdadera acusación
(descripcióncircunstanciadadel hechodelictuoso, participación y mate-
rialidad delictiva), entendemosqueen todos loscasosen queseencuen-
tre pendiente la remoción de los sujetos contenidos en la norma, por la
comisión de un delito penal, debe realizar una adecuaciónde la conduc-
ta imputadaenformaconcretaa la figura penal. En el mismo sentido en
los supuestos en que no proceda la acusación. Esta interpretación pare-
cesera nuestrocriterio lacorrecta, puesdeben aplicarse los mismosprin-
cipios ya sea para acusar o para desestimar, con objeto de no dar lugar a
duda en cuanto a la verosimilitud de lasformulaciones que se realizan
cuando están en juego el prestigio de losórganos degobierno. Pues rei-
teramos, el fin del juicio político es remover o noal funcionario, y nocas-
tigar, abrir la compuerta para que los órganos jurisdiccionales corres-
pondientes procedan conformea la ley, con locual tal resoluciónvotada
favorablemente no resulta vinculante para los tribunales penales.
Entendemosque la inmunidad penal de ninguna manera puede retardar
o entorpecer la investigación penal, debiendo guiarse el procedimiento
de destitución -juicio político- por la celeridad del tratamiento en el
Congresoafin degarantizar el ejerciciode poder de la jurisdicción penal.
C) Mayoría especialpara acusar. Se requiere la mayoría especial de las doster-
ceras partes de los miembros presentes para acusar anteel Senado.
Una interpretación hermenéuticadelanormanosllevaalaconclusióndeque
lamayoríadelasdosterceraspartesdesusmiembrospresentesesparalascau-
salesde responsabilidad, ya sea por maldesempañoopordelitosen el ejerci-
cio de sus funciones o por crímenescomunes; si la intención del constituyen-
t e hubiese sido otra, estaría legisladaotra mayoría para el caso específico.
Art. 53 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Referenciajurisprudencia1
Previo a entrar a analizar algunoscasosdejurisprudencia parlamentaria y de la Corte
Suprema de Justicia respecto a los tópicostratados, debemos remarcar que a lo largo
de la historia argentina no se ha empleado el juicio político contra presidente ovice-
presidentesdelaNación, ni paraeljefedegabineteni ministros, habiendotenidoapli-
cación para lo jueces.
- JuezDavid Klappenbach, dequien sedispuso la remoción por la causal de mal de-
sempeño por un altercado en la vía pública con una persona femenina que resultaba
mantener relaciones. El diputado Domingorena sostuvo en la acusación ante el Sena-
do que el juez había producido escándalo al haber discutido en la vía pública. La Co-
misión sostuvoque " ...Unjuezquecaeenel comentario público, cuyavida noseajus-
ta a normaséticas(...) es un hombrequeestá dando lugara la suspicacia pública, aun-
que sus fallos sean ajustados a la ley, porque su vida no se encuentra ajustada real-
mentea losvalores morales (...) siemprese ha habladodequeeljuezdebetener algu-
navirtud más, algo distinto al restodel común de la gente, es lo quetenemosquecui-
dar con toda severidad en la República".
- JuezAugusto C. Belluscio. Enel juicio políticoal integrantede la Cortesuprema,
el despacho mayoritario de la Comisión especializada de Diputados lo encontró res-
ponsablede "estardirectamente implicado en unepisodio policial ocurridoel 25/7/89
en laciudaddeparís, Francia,encuyotranscursoperdiólavidalaciudadana MirthaAli-
cia Schwartzmann. Esta sesuicidó siendo testigo deello el magistrado y que de lasac-
tuaciones surgía el carácter de concubina de la occisa. Hasta ese momento el magis-
tradonoteníadisueltosuvínculo matrimonial, habiendodeterminadodichoepisodio
que su esposa iniciara juicio de divorcio, el cual fue decretado por el juez por la causal
deadulterio. El despachode la Comisión especializada consideró que la participación
de un ministro de la Corte Suprema Argentina en un hecho de esa naturaleza, afecta
la imagen pública que tiene nuestro paíscon la consiguiente deshonra detener en su
más AltoTribunal un ministro implicadoen un episodiodeesascaracterísticas(Cáma-
ra de Diputados, Orden del Día n0616, p. 2251).
Sinembargo, llevadoa plenoel despachodecomisión, el mismo nocontócon losdoster-
ciosexigidospor la Constitución para disponer la acusacióndel magistrado. El argumen-
to másfuerte invocado porel despachodeminoríafuequeenel sumario realizadoen la
Comisión se habíaviolado, enformaflagrantey manifiesta, el Reglamentode la Comi-
sióndeJuicioPolítico.art.13, porquenose habíacitadonioídoalenjuiciado,comoman-
da dicho reglamento, violándose, detal forma, la defensa en juicioy el debido proceso.
- JuezZito Soria, incursoen mal desempeño por "irregular usoy disposición de au-
tomóviles secuestrados por el tribunal", "entrega en depósito de efectos secuestra-
dos" y "depósitosen cuentas personales de fondos destinados al personal del juzga-
do", entre otros hechos (Orden del Día no348).
- Juez Nicosia, por lascasualesde mal desempeño: "familiaridad de trato con pro-
fesionales", "excesivaceleridadentramitacióndecausas" e"irregu1aridadesen la de-
signación de peritos" (Orden del Día no1099).
- Juez Luis Armando Balaguer, por "adoptar decisiones procesales para las cuales
era manifiestamente incompetente", "no observar la circunspeccióny decoro que le
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 54

impone su investidura", "hacer genéricas imputacionesde delitosa funcionarios pú-


blicos" y "conducta desarreglada por reiterada falta de pago de deudas" (Orden del
Día no1726).
- JuezVera Ocampo, por notable impericia y desconocimientode las normasjurí-
dicas.
- Juez BeatrizCelia Marino, por "decidir causassin el mínimo estudio de los temas
en debate", "arbitrariedad manifiesta en las resolucionesde mero trámite" y "trato
incorrecto a empleadosy litigantes" (Ordendel Día no1065).
- En el caso de Isabel Martínez de Perón, la Corte sostuvo que los jueces carecen de
jurisdicción para juzgar al presidente de la República, mientras no sea destituido en
juicio político, enconsecuencia, la sentenciajudicial dictada enesascondiciones. esde-
cir, antesde la destitución, carecede la fuerza de la cosa juzgada (sentenciade 1977).
- JuezMoliné O'Connor, la CorteSuprema integrada porconjueces, consideró cons-
titucional la decisión del Senado de disponer la suspensión preventiva del magistrado
enjuiciado. Se sostuvo que por el hecho de que el Senado de la Nación cumplió con la
mayoría calificada de losdostercios, exigida por la Constitución, al disponer la suspen-
siónse respetóeldebido proceso.Además, los magistradosLealde Ibarray Moralesdes-
tacaron lagravedadquesupondría mantenerensusfuncionesaunjuezque podríaen-
contrarse sin aptitud para dirigir su persona o encontrarse que el enjuiciado preten-
dieraevitarsudestituciónatravésdeeventualesacuerdosespurios, loqradosmercedal
ejercicio pleno de sus funciones judiciales. Sin embargo, el Álto ~ r i b u i aexigió
l que la
suspensiónse dispusiera por un lapso razonable, por de lo contrario, si fuera she die,
"una mayoría legislativa circunstancial" podría mantener suspendidoalpresidentede
la República, a los ministros, o a los integrantesde la Corte hasta terminar sus manda-
tos. La Corte dispuso que la suspensión no podía ser dispuesta sin goce de haberes, in-
vocando el carácter alimentario de losmismos.

CAP~TULO
11
DEL SENADO

Art. 54. - E l Senado se compondrá de tres senadores por cada provincia y


tres por la ciudad de Buenos Aires, elegidos en forma directa y conjunta, co-
rrespondiendo dos bancasal partido político que obtenga el mayor número
devotos, y la restanteal partido político que lesiga en número devotos. Ca-
da senadortendrá unvoto.
Antecedentes: EnmiendaXVll de 1913deEE.UU.,art.I, Se~c.3~,
cláusula ladelacons.
titución de los EE.UU.

Los senadores son elegidos en forma directa por sistema mayoritario, denorni-
nado de lista incompleta, por el pueblo de losdistritos electorales. Luego de la re-
forma del '94, el constituyente estableció que la Cámara secompondrá por tres se-
nadores por provincia y tres por la Ciudad Autónoma de BuenosAires.
SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

Otrora, eran las legislaturas provinciales las que elegían a sus representantes,
siendoel cuarenta y ochoel númerode integrantes. Con la nueva reforma la simple
mayoría solo elige una representación mayoritaria, dos bancas para el partido o
alianza que obtenga el mayor número devotos y una banca para el que le siga en
número de votos, logrando una representación participativa de los sectores del
cuerpo electoral y garantizando la representación de un senador por la minoría en
cada provincia. Actualmente la composición total de la Cámara Alta esdesetenta y
dos miembros.
Repárese que con la modificación introducida a esta norma en 1994 se ha ex-
cluido la representación de la Capital Federal en el Senado, para el supuestodeque
ella no seencontrare ubicada en la Ciudad de Buenos Aires, con lo cual si en el futu-
ro cambia lacapital a otraciudad esta noelegirá senadores.
La norma antecedenteestablecíaque: "El Senadosecomponededossenadores
por cada provincia y dos por la Capital"; parecía que lossenadores por la Capitalve-
nían a representar al Estado federal, más que al distrito Capital. Ahora la represen-
tación de Buenos Aires en el Senado se fija como representación de una ciudad-Es-
tado por la manda constitucional.
Laelección en argentinay conforme ley 26.571 que modifica la ley 23.298-Ley
de los Partidos Políticos-estableció la representación mínima de sexo establecida
en la ley 24.01 2; a su vez se reafirma la formación de alianzas electorales entre los
partidos políticos para presentar lista decandidatos comunes.
Esa partir de la sanción de la ley 26.571109, queel puebloelectoral tieneuna ma-
yor participación en la preselección de los candidatos a cubrir cargos públicos elec-
tivos nacionalesy de parlamentarios del Mercosur mediante elecciones primarias,
en forma simultánea, en todoel territorio nacional, en un soloactoelectivo, convo-
t o secreto y obligatorio (art. 19).
Se establecieron dos votaciones: la primera de ellas a desarrollarse el segundo
domingodeagosto de losaños impareselegimos, en EleccionesPrimarias, entrelos
precandidatoipresentados por los distintos partidos políticosy alianzas, para defi-
nir quiénes serán los candidatos en las Elecciones Nacionales; y el cuarto domingo
de octubre de año impar, donde se eligen a representantes para distintos cargos
electivos nacionales, entre los candidatos proclamadosen las Elecciones Primarias.
Lasagrupacionespolíticas-estoes, partidospolíticos, alianzasyconfederacio-
nes de partidos- (art. 10, ley 23.298) son las únicas instituciones habilitadas para
postular precandidatos en las Elecciones Primariasy presentar candidaturasen las
Elecciones Nacionales.
Los que pretendan cubrir los distintos cargos electivos, deberán ser postulados
por una agrupación política, pudiendo esta constituirse como: Partido Político,
Alianzao Confederación, cumpliendo los requerimientosestablecidos por lasleyes
previamente citada5.Y 1oseledoresconformeCódigoElectoral Nacional, decr. 2153,
ley 19.945 modificada por leyes20.175,22.838~22.864, son losargentinos nativos
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 55

y por opción, desde los dieciséis años de edad, y los argentinos naturalizados, des-
de losdieciocho añosdeedad, que no tengan ninguna de las inhabilitaciones pre-
vistas en la ley (art. lo).
Concluyendo, cabe preguntarnos si efectivamente existe una verdadera repre-
sentación en el Senado de las provincias con menor peso frente a las provincias de-
sarrolladas, lociertoesque la balanza se inclinaa cuestionesestructurales políticas.
Normativamente se establece una representación fija para cada una de las provin-
cias del territorio nacional -tres senadores por cada provincia y tres por la ciudad
de Buenos Aires-, y por otro lado se fija una representación de las minorías parti-
darias, con lo cual debería sopesar a la hora de tomar determinacionesconforme a
las necesidadesdelosterritorios representados, alejadosde intereses partidocráti-
cos. En lafazfácticasepalpitaquelatomadedecisionessonfundamentalmentepo-
Iíticas determinadas por el partido dominanteen el país.

Art. 55. - Son requisitos para ser elegido senador: tener la edad de treinta
años, haber sido seis años ciudadano de la Nación, disfrutar de una renta
anualdedos mil pesosfuertesode una entrada equiva1ente.y sernaturalde
la provincia que lo elija, o con dosaños de residencia inmediata en ella.
Antecedentes: Proyectode Alberdi, art. 57, Constitución de los EE.UU., art. l. S e ~ c . 3 ~ .
cláusula 3a. Concordancias: CN, arts. 54,62,64,66,67,72 a 74,105.

Tal comose ha comentado en el art. 48 respecto a los requisitosexigidos para ser


diputado y la diferencia de ambas normas, ha dado a una interpretación bivalente
en cuanto al momentode reunir el cumplimiento de los requisitos para uno u otro
congresista (elecciónlincorporación).Lo cierto esquedeambas normas resulta una
diferencia interpretativa, excluyendo una ampliación sustancial del momento exi-
gibleparasu cumplimientoen el casodelaCámaradeSenadores, claroestáque una
interpretación extensivade la norma puede ser utilizada para favorecer situaciones
excepcionales, en donde la labor interpretativatoma un valor diferente. En el caso
preciso de los senadores la fórmula utilizada en el precepto no da lugar a otra in-
terpretacióndiferentealoqueallísedetermina,estoesque losrequisitosdebenser
reunidos por el candidato almomento de la elección.
Seexigen seisañosde ciudadanía, diferenciándosedel requisito requerido para
ser diputado (cuatro años), si bien ambos cargos demandan compromiso, respon-
sabilidad y experiencia, en la labor legislativa, elaumentodevienecomprensible en
la madurezcívica para el desarrollode la laboren el Senado, mayor responsabilidad
en cuantoa la labor congresista, noolvidemosquees lacámara desenadoresquien
tiene mayor número de competenciasprivativas.
La exigencia de los dos mil pesos fuertes o una entrada equivalente resulta ser
una de las tantas cláusulas obsoletas contenidas en nuestra Constitución, este su-
Art. 56 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

puesto normativo careció de todo fundamento desde su origen. Su incorporación


porel Constituyentede 1853seapartadelespíritu dela República,entendemosque
su existencia debió haberse suprimido en la reforma del '94.
Ser natural de la provincia que lo elija o el alternativo de dos años de residencia
continua e inmediata en ella, esequivalenteal exigido para losdiputados.

Art.56.- Lossenadoresduranseisañosenelejerciciodesu mandato, y son


reelegibles indefinidamente; pero el Senado se renovará a razón de una ter-
cera parte de los distritos electorales cada dos años.
Antecedentes: Proyecto de Alberdi, art. 26; Constitución de los EE.UU., art. l. Secc. 3a,
cláusulas lay Za Concordancias: CN, arts. 54,55,62,74.

El tiempode ejercicio demandato establecidoen la normaconstitucional deseis


años, queen su redacciónanterior era de nueveañoscon renovación porterciosca-
da tresaños, muestra la disminución del periodo de ejercicio en el cargo.
En relación a la renovación ~arcialcada bienio resulta ser eauivalentecon la fór-
mula de los Estados Unidos de América, respetándose la renovación paulatina de
los congresistas.
Sin embargo y párrafo aparte nos lleva al análisis del precepto "reelección inde-
finidamente" (no establecida para los diputados). Entendemos que, no se corres-
ponde con un modelo ideal de Estado democrático de derecho, de transparencia
de las instituciones de poder y en la gestión, de controlar el desarrollo del poder
público. Esta clasede normas, al igual que lasque rigen a nivel provincial y munici-
pal de reelección indefinida para senadores, diputados, gobernantes, intenden-
t e ~consejales,
, etcétera; deben ser extirpadas del ordenamiento jurídico, pues el
fundamento principal está dado en evitar el monopolio de poder por partede las
agrupaciones políticas donde solapadamente se ocultan intereses de poder y go-
bierno, y hasta privilegioseinteresespersonalesde losquedetentan lasbancas,ol-
vidándose del verdadero sentido del órgano, de la República, del sistema demo-
crático de gobierno, de los valores de la representatividad de las provincias en el
Senado.
Mantener dentro de nuestro derecho constitucional la utilización sistemática
-replicada en normas infraconstitucionales- de tales prescripcionesnormativas
tales como las reelecciones indefinidas, iguala nuestro sistema a sistemasautorita-
rios de control de poder y de arbitrariedad. Si bien podría argumentarse a contra-
rio que la voluntad soberana del pueblo se encuentra expresada en el sufragio, no
puede el sistema republicano de gobierno avalar mandatos in eternum, propio de
las monarquías, loque conlleva indefectiblementea abusodel mismo; no hacefal-
ta traer a colación ningún antecedente en la historia democrática universal para
apoyar una tesis de reelección indefinida.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 57

Art. 57. - El vicepresidente de la Nación será presidente del Senado; pero


notendrávotosino en el casoque haya empate en lavotación.
Antecedentes: CNde 1853, art. 45; Constituciónde los EE.UU., art. l. 5 34 cláusula 4a.
Concordancias: CN, arts. 53,58,59,75, inc. 21,92y 93.

En esteartículoseasigna al vicepresidente de la Nación su única función perma-


nente: la presidencia del Senado. El sentido de asignar este rol al vicepresidente es
ladegarantizar el equilibrio federalde laCámara,yaqueencomendar latareaaun
senador implicaría menguar la representación de su distrito deorigen. Su restante
función constitucional, desuplirla faltatransitoria opermanentedel presidentede
la Nación, esdegran importancia política pero meramenteeventual en el plano ins-
titucional.
En su condición de presidentedel Senado, elvicepresidente de la Nación tiene la
representación del cuerpo y todas las facultades necesarias para citar a sesiones,
conducirlas y garantizar su normal desarrollo. Tiene a su cargo, además, la facultad
de disponer el giro a comisionesde los proyectos de ley, resolver deforma fundada
el carácter secreto de una sesión, y llevar el Diario de Sesiones. Fuera de ello, para
garantizar el principio dedivisión de poderesy el equilibrio federal, el reglamento
del Senado establece que "el Presidente no discute ni opina sobre el asunto que se
delibera" (art. 33). El único modo en que puede emitir un voto en el marco de una
sesión esen el caso de un empate.
Tieneasucargo, además, funcionesadministrativastalescomonombrary remo-
ver al personal de acuerdo con la legislación vigente; proveer lo necesario a fin de
garantizarlaseguridad de lasdependenciasde la Cámara; dirigirlasSecretariasy su
personal; ejercer el poder disciplinario sobre el personal; y elaborar el proyecto de
presupuesto de gastos y de sueldos de la Cámara.
A su vez, en su condición de presidente nato del Senado preside también la
Asamblea Legislativa, esdecir, la reunión deambascámarasdel Congresoa losefec-
tosde realizar el escrutinio de la elección para renovar loscargosde presidentey vi-
cepresidente; recibir el juramentode loselegidos para esoscargos; presidir la aper-
tura del período de sesionesordinarias; considerar los motivosde la eventual dimi-
sión del presidente; y llevar a cabo sesionesde homenaje.

5 1. Naturaleza.- La doctrina ha debatido intensamente cuál es el encuadre


institucional del vicepresidentede la Nación. Se hasostenido quees un órgano que
existe en el ámbito del Poder Ejecutivo, o en el Legislativo aunque la mayoría en-
tiende que se trata de un órgano "extra-poder" o "híbrido", que debe ser encua-
drado en uno u otro ámbito según lascircunstanciasy la función particular queen
cada caso desempeñe. Entoda hipótesis, la letra deesteartículo, quedice que es un
órgano "del" Senado, indica que se trata de una figura independiente del presi-
dentede la Nación con funcionesordinarias propiasdel Poder Legislativo.
SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

5 2. Independencia.- La figura del vicepresidente de la Nación no tiene an-


tecedentesen IasConstitucionesde 18190 1826, nien el proyectodeAlberdi. El ar-
tículoen cuestión, asícomo la institución entendida como figura autónoma, reco-
nocen su fuenteliteral e inmediata en la Constitución delosEE.UU.
De acuerdo con la doctrina norteamericana, la vicepresidencia fue un subpro-
ducto del sistema adoptado para elegir al presidente. Unavezquesedecidióque el
Colegio Electoral elegiría al titular del Poder Ejecutivo, se temía que los electores
provenientesdelosdistintosEstadosnovotenal candidato másapto, sinoquesein-
clinen por algún candidato de compromiso, de su distritodeorigen. Se previó, en-
tonces, que cada elector emita dos votos, a fin de mitigar el sesgo localista, consa-
grando al segundo candidato con más sufragios como vicepresidente. Una vez es-
tablecido este mecanismo, fue que se pasó a considerar qué función podría tener
este funcionario que, como es obvio, podía ser un adversario político de quien re-
sultara electo presidente.
A partir de esta circunstancia, y del hechode queel vicepresidentetiene un man-
dato popular que no puedeser revocado por decreto, es posibleafirmar que lafigu-
ra del vicepresidente fue concebida por el constituyente como una institución con
plena independencia política y funcional respecto del presidentede la Nación.

5 3. Desempate.- Cuando el Senadoseencuentra sesionandoy, llegadoel ca-


so, se produce un empate en la votación, el vicepresidente de la Nación tiene el de-
recho y el deber constitucional de definir la suerte del proyecto de ley en conside-
ración. En efecto, si unavotación seempataseabrirá una nuevadiscusión, se repe-
tirá enseguida la votación, y si esta vuelve a resultar empatada, decide con su voto
(art. 213, Reglamento del Senado). En tal hipótesis, una práctica institucional razo-
nable demuestra que más allá de la prohibición reglamentaria para deliberar, el vi-
cepresidentedela Nación ha hecho usode la palabra parafundamentarsudecisión.
Asuvez, elvicepresidentedela Nación también puededesempatar en el caso de
lavotación para laelección deautoridadesdelacámara (art. 3', Reglamentodel Se-
nado) y en lascuestionesde merotrámitedurante la sustanciación de un juicio po-
lítico. No puede ejercer la función de desempate en el caso del fallo definitivo, ya
que en tal supuestoel empateimplica lisa y llanamente un fallo absolutorio.

5 4. Práctica instituciona1.- El voto de desempate ha sido emitido en nurne-


rosasocasiones. En losEE.UU.,fuentede nuestrosistema, elvotodesempateseerni-
tió en 244 oportunidades. John Adams, el primer vicepresidente estadounidense,
desempató en 29 oportunidades.
En nuestro país la situación ha sido más infrecuente, pero con un alto impacto
político. En 2008, elvicepresidentede la Nación, JulioC. Cobos, dirimió con suvoto
la suerte de un proyecto que creaba retenciones móviles a la soja: se pronunció en
contra del proyecto remitido por el Poder Ejecutivo, sellando con esto su rechazo.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 58

Luego, en 2010,el mismo Cobosvolvió a emitir un voto dedesempateen contra de


lavoluntad del Poder Ejecutivo, locual permitió lasanción deun proyectode leyque
consagrabael 82% del salario mínimo,vital y móvil para la jubilación mínima.

Art. 58. - E l Senado nombrará un presidente provisorio que lo presida en


caso de ausencia del vicepresidente, o cuando este ejerce las funciones de
presidente de la Nación.
Antecedentes: CNde 1853, art. 46; Constitución de los EE.UU., art. l. 5 34 cláusula 5a.
Concordancias: CN,art. 88.

El presidenteprovisoriodel Senadoesun senador dela Naciónqueresultadesig-


nado por sus pares porel terminode un período parlamentarioy con posibilidad de
reelección para presidir el Senadoen casodeausenciatransitoria odefinitivadel vi-
cepresidente de la Nación.
Deesta manera, el presidenteprovisorioestáfacultadoconstitucionalmentepa-
ra suplir todas las funciones atribuidas al vicepresidente de la Nación como presi-
dentedel Senado, tanto en la faz parlamentaria como en la administrativa. En este
último aspecto, debe destacarse que el presidente provisorio integra la "Mesa de
autoridades" prevista en el art. '5 del Reglamento del Senado, integrada también
por un vicepresidente, un vicepresidente l o y un vicepresidente 2".La Mesa se ve
asistida por dos secretarios y tres prosecretarios, y tiene por objeto garantizar la
adecuada labor legislativa.
En caso de ausencia o impedimentodel presidente, presidente provisional, vice-
presidente y vicepresidentes l o y '
2 de la Cámara, presidirán las sesiones los presi-
dentes de las comisiones, según en el orden de prelación establecido en el Regla-
mento del Senado.

5 1. Votación y desempate.- Cuando la Cámara esté presidida por el presi-


denteprovisoriou otrosenadorsegún elordendesucesión reglamentarioy estede-
see tomar parteen alguna discusión, cederá la Presidencia a quien corresponda se-
gún el reglamento, y novolverá aocuparla hastaquese hayavotadoel puntoen dis-
cusión.
Seplantealadiscusiónacercadesielpresidenteprovisorio,enloscasosenlosque
preside la sesión por ausencia del vicepresidente de la Nación, puede emitir el voto
de desempate previsto en el art. 57 de la CN.
Al respecto, y másallá dealgunaopinión doctrinariaqueconsidera aesta una fa-
cultad "exclusiva y excluyente" del vicepresidentede la Nación, existen numerosos
antecedentes históricos en los cuales el presidente provisorio votó a los efectos de
desempatar. El primerodeellos, en 1854,durante la presidencia de Urquiza, cuan-
do sevotó la ley de derechos diferenciales, la que resultó empatada en dosoportu-
Art. 58 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 248

nidades, y debió ser desempatada por el presidente provisional Mateo José Luque.
Más modernamente, en 2001, Mario Losada desempató la votación del art. 10 del
proyecto de ley de ajustefiscal, afavordel proyectooficialista. Y en 2002, Juan Car-
los Maqueda emitió un voto de desempate para sancionar la ley 25.602 de deroga-
ción de la ley desubversión económica.

5 2. A c e f a l í a . De conformidad con la ley 20.972 (y sus modificatorias), en ca-


so de acefalía por falta de presidente y vicepresidente de la Nación, el Poder Ejecu-
tivo será desempeñado transitoriamente, en primer lugar, por el presidente provi-
soriodel Senado, hastatantoelCongreso reunidoen Asamblea haga ladesignación
a que se refiere el art. 88de la CN.
Estosignifica, pues, que el presidente provisorio del Senado noactúa en calidad
de presidente de la Nación como sí lo hace el vicepresidente de la Nación sino que
actúa con el título y fórmula siguiente: "El presidente provisional del Senado en
ejercicio interino [o definitivo] del Poder Ejecutivo".
Resulta habitual que el presidenteprovisoriodel Senado ejerza deforma interi-
na el Poder Ejecutivo, en el marco de una falta transitoria del presidente y el vice-
presidentede la Nación. Fueradeello, en tresocasioneshistóricasel presidente pro-
visoriodel Senadodebió ejercer el Poder Ejecutivoantesituacionesdevacancia de-
finitiva por la faltasimultáneadel presidente y elvicepresidentede la Nación: José
M. Guidoen 1962, y F. Ramón Puerta y Eduardo O. Camaño, ambosen 2001.

m Referenciajurisprudencia1

1- La Cortesuprema se negó a tomarle juramento a un juez nombrado en comisión


por el presidente provisorio del Senado, limitandoasílasatribucionesconferidasa es-
te funcionario por la ley de acefalia en los casos devacancia transitoria del Poder Eje-
cutivo. [Acordada del 14/3/1903, CSJN].

2 - Por otro lado, la Corte Suprema ha resuelto que, al recibir el juramento constitu-
cional al presidente provisional del Senado y homologarel acto de la asunción defini-
tiva del mando presidencial, actuó "en el desempeño de la función Queinviste, la cual
presuponeeldeberdeasegurar lasubsistenciaycontinuidaddelordenconstitucional,
únicavalla cierta contra la anarquía oel despotismo". [CSJN-Fallos, 252:177].

3- En idéntico sentido, ha resuelto que "en caso deacefalía de la República y de au-


senciadelCongreso, procedequeel PresidenteProvisionaldel Senado prestejuramen-
to ante la Corte Suprema, a la que no incumbe pronunciarse acerca de las causas de-
terminantesde la'falta'de presidenteyvicepresidente de la Nación. En consecuencia,
tanto el juramento recibido por la Corte Suprema como la homologación de la asun-
ción del mando por el Presidente Provisional del Senado han sido estrictamentejurí-
dicosy pertinentes, por lo quecorresponde no hacer lugar al pedido dequesedeclare
nula el acta deaquel juramento". [CSJN-Fallos, 252:288].
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 59

Art.59.- AlSenadocorrespondejuzgarenjuicio públicoa losacusadospor


la Cámara de Diputados, debiendosusmiembros prestarjuramento para es-
teacto.Cuandoel acusadosea el presidentede la Nación,elSenadoserá pre-
sidido por el presidentede la CorteSuprema. Ningunoserá declaradoculpa-
ble sino a mayoría de losdos tercios de los miembros presentes.
Antecedentes: CNde 1826, art. 26; Constitución de los EE.UU., art. 1, Secc. 3a, cláusula
6a. Concordancias: CN, arts. 53.60.

Es el Senado el encargado de juzgar en juicio político a los acusados por la Cá-


mara de Diputados, y tal como se ha reseñado al comentar el art. 53, siendo el fin
mismo del juicio político el resolver la destituciónlremoción del acusado o su abso-
lución.
La norma constitucional precisa que para constituirse el Senado en "tribunal"
(no como jueces, sino actuando en una faz administrativa y como órgano político
de gobierno) sus miembrosdeben prestar juramento.
Esel Reglamentodel Senadoquedisponelasformalidades parael juramento. Así
loestableceelart.3°cuandoaludeaaue "... losmiembrosdel Senado~restaránan-
te él el juramentode'administrarjusticiacon imparcialidad y rectitud;onformea la
Constitución y a las leyesde la Nación' ...".
Cuando el acusado fuera el presidente la Nación, la Cámara de Senadores será
presidida porel presidentedelaCorteSupremadeJusticianacional; entodoslosde-
más casos ejercerá la presidencia el vicepresidente de la Nación o el senador electo
en caso devacancia (véanse normas precedentes), salvo y tal como plantea Bidart
Campos, si el enjuiciado esel vicepresidente de la República, corresponde que pre-
sida el Senado el presidente de la Corte Suprema.
Para ladeclaración deculpabilidad,en lostérminosdeljuicio políticoosea lades-
titución, el preceptoconstitucional requierela mayoría de losdosterciosde lospre-
sentes para dictar sentencia; no alcanzando la mayoría requerida se procederá a la
absolución del acusado, no obstante ello, entendemos que en todos los casos a so-
metimiento del órgano de juzgamiento la resolución debeestar fundada. Remiti-
mos a lo comentado en el art. 53 en cuanto a los derechos y garantías de que debe
estar revestido el procedimiento del juicio político.
El procedimiento del juicio político en la Cámara de Senadores del Reglamento
del Senadode la Nación prevéen su art. loquecuando "... la Cámara de Diputados
comunique al Senado que ha resuelto acusar a alguno de los funcionarios públicos
a que se refiere el art. 45 de la Constitución, si el acusado fuera el Presidente de la
Nación, el del Senado lo comunicará inmediatamente al Presidentede la Corte Su-
premadeJusticia paraqueconcurraa presidirlo el día queseñale; y asíqueloverifi-
que, los miembrosdel Senado prestarán anteél el juramento de "administrar justi-
cia con imparcialidad y rectitud conforme a la Constitución y a las leyes de la Na-
ción". Si el acusado fuesealguno de losotrosfuncionariosde que habla el mismo
SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

artículo, el juramento se prestará ante el Presidentedel Senado, el Presidente Pro-


visorio o el Vicepresidente del Senado, cuando les corresponda presidirlo, debien-
do estos dos últimos, en tal caso, prestarlo ante la Cámara. El Secretarioy el Prose-
cretario del Senado jurarán antequien presida el Tribunal".
Una vez oída la acusación "... se dará traslado al acusado para que la conteste
en el términodequincedías, prorrogablessoloen razón deladistancia ..." (art. 39.
En cuantoal proveimientodeprueba: "... Laspruebasseránofrecidasjuntamente
con los escritos de acusación y defensa, debiendo las partes acompañar toda la do-
cumental quetuvieran en su poder. Si no lotuvieran a su disposición la individuali-
zarán (... )Si se dispusiere la apertura a prueba, seordenará la remisión de la docu-
mentación individualizada por las partesqueconsiderase conducente, la quese re-
querirá medianteoficioseñalandoel plazo para su cumplimiento".
Las medidas de prueba deberán ser pedidas y practicadas dentro del plazo per-
tinente.Alosinteresadosincumbeurgirparaquesean diligenciadasoportunamen-
te. La defensa se presentará porescrito,sin perjuiciodeque el acusado,si losolicita,
puede ampliarla en forma oral ante el tribunal. Finalizado este trámite el Senado
podrá suspender preventivamente al acusado en el ejercicio de sus funciones sus-
pendiendo asimismo el pago desus retribuciones (art. 4 ').
Continuando con la producción de prueba disponeel art. :'5 "En caso de quese
haya ofrecido prueba el Senado se reunirá a fin de determinar si corresponde la
apertura a prueba. Esta sesión podrá ser pública o secreta. La prueba ofrecida por
las partessolo podrá desestimarse por el voto de lasdosterceras partes de los sena-
dores presentes. No se admitirán las pruebas que fueren manifiestamente impro-
cedentes, superfluas o meramente dilatorias".
Paraelsupuestode noabrirseel procedimientoa prueba, deberáatenerseal pro-
cedimientoindicadoporlosarts. l o a 16inclusive(art. 16).Acontrariosensudeabrir-
se el juicio a prueba "... el término máximo para la producción de la misma será de
treinta días. El procedimiento se ajustará a lo que dispone el Código Procesal Penal
de la Nación ..." (art.6'). La pruebasesustanciaráantelaComisióndeJuicioPolítico.
El tribunal, por mayoría absoluta de los miembros presentes, puede establecer que
su producción se realice también ante los miembros de otras comisionesvinculadas
con el tema o ante el tribunal en pleno. Todos los miembrosdel tribunal y de la Co-
misión acusadora de la Cámara de Diputados podrán formular preguntasa los códi-
gos y peritos. También lo podrán hacer el acusado y sus apoderadosy letrados.
Luego, vencido el término de prueba y producida esta, el presidente designará el
día para recibir losalegatos.Según el art. 10: "El tribunal procederáinmediatamente
adeliberar en formasecretasi son ciertos loscargosquesele imputan al acusado".Ya
entrandoen laetapafinal, y unavezterminada lasesiónsecreta,eldíaqueeltribunal
acordare, en sesión pública sedirigirá a cada uno desus miembrosy les preguntará si
el acusadoesculpabledeloscargosqueselehacen, debiendo hacer una pregunta pa-
ra cadacargoque laacusacióncontenga. La única respuestaserá"Sí" o "No" (art. 11).
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 60

También se decide, actocontinuo, mediante preguntaa lossenadoressila decla-


ración de inhabilidad será portiempo indeterminadoodeterminadosi no hancon-
currido losdos tercios para establecer locontrario. Si resultare quees portiempo li-
mitado, una comisión de tres miembros, nombrada por el presidente del tribunal
propondrá, en la misma sesión, el lapso. Sobre esta proposición votará el tribunal,
requiriéndose para aceptarla dos tercios de los votos, bien entendido que si se de-
secha el proyectode la comisión sevotará enseguida, por el orden en que se hagan,
lasmodificacionesquese propongan sobreel término. Si aun en estecaso noseob-
tuviesen los dos tercios requeridos, deberá entenderse que para el fallo definitivo
prevaleceel término menor (art. 15).

Art. 60. - Su fallo no tendrá más efecto que destituir al acusado, y aun de-
clararle incapaz de ocupar ningún empleode honor, deconfianza o a sueldo
en la Nación. Pero la parte condenada quedará, noobstante, sujeta a acusa-
ción, juicio y castigo conforme a las leyesante los tribunales ordinarios.
Antecedentes: CNde 1853, art. 52. Concordancias: CN, arts. 53 y 59.

Elari.60integradoalasdisposicionesconstitucionales53y59adoptan laversión
americanadel impeachmentel cual en el orden nacional esdenominado por ladoc-
trina y la jurisprudencia "juicio político". La finalidad principal de este tipo de pro-
ceso es de carácter institucional, y no es otra más que proteger y asegurar el buen
funcionamientodel poder públicoy en su caso, paraello, separar del cargoaquien
no se desempeña conforme los requerimientos institucionales pertinentes.
Bajo esta exclusivafinalidad,el art.60de nuestro plexo baseestablecequeelfa-
Ilo del Senado no tendrá más efecto que destituir al acusado, sin embargo -y no
obstante el juicio político tiene taxativamente establecidas sus únicas causales de
procedencia en el art. 53 y ninguna de ellasalude expresamente a la inhabilidad-
el fallosenatorial puede también inhabilitar al destituido.
Antiguamenteexistieron ciertasdiscrepanciasen doctrina en tornoa si la inha-
bilitación es una sanción accesoria de la remoción o una sanción principal al igual
que esta1.
Comoya loexpresamosenotraoporiunidadjuntoconel profesorZaffaroni, la lec-
tura del texto constitucional no nos provoca dudas interpretativas sobre la acceso-
riedad de la inhabilitación, al menos por dos motivos. En primer lugar, se reconoce a
la inhabilitación como una sanción accesoria desde el momento que bien puede no
aplicarse. Es decir, se puede destituir sin inhabilitar más no inhabilitar sin haber sido

' En tal sentido véase Vanossi, La posibilidad constitucional deljuicio político a los ex fun-
cionarios,JA, ejemplar del 28/8/85. ps. 51 a 55.
Art. 60 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

previamentedestituidoelfuncionario. Elconstituyenteutilizaeladverbio "aunWque


significa "inclusive" elcual seemplea normalmentecomoequivalentea "hastau2.
En segundotérmino, cabeobservarqueel Senado no tiene laobligación de inha-
bilitar, pues "su fallo no tendrá más efecto quedestituir al acusado".
Esdecir, el únicodeber constitucional del Senadoconforme loestablecido por la
letra del art. 60esdisponer que el funcionario-encontrado incurso en alguna de
lascausalesde remoción-abandoneel respectivocargoantesde queseagoten los
plazos legalesde permanencia, mas no su inhabilitación.

51. Inhabilidad.- Siguiendo un silogismo básicopodemosaseverarquelape-


naaccesoriadeinhabilitación debe basarseenalgunaclasedeinhabilidad. En otras
palabras, a toda declaración de inhabilitación le corresponde necesariamente al-
gún tipo de inhabilidad que la sustente.
Ahora bien:~Quéclasedeinhabilidadesreconocenuestrodiseñoconstitucional
que sean susceptibles de provocar el mal desempeño?
Solo la inhabilidad de tipo mental o psíquica producto de una patología y la in-
habilidad comocapacidad técnica requerida para lafunción, puesto que la "inhabi-
lidad moral", aun referidaa la moral individualo personaldel funcionario, incurri-
ría en la contradicción de violar la reserva del art. 19 de la CN.
Debe igualmente descartarse que "inhabilidad moral" se refiera a la moral pú-
blicaengeneral, puesestasolo procederíacuando-y sin incurrirenexcesosdesen-
sibilidad- un comportamiento verdaderamente escandalosodel funcionario esté
directamentedirigidoaofenderodenigrarelcargoqueocupayasuvezgenereuna
verificable desestabilizacióninstitucional, pues aunque este comportamiento asu-
ma formas escandalosas o groseras, si no repercute concreta y directamente en la
dinámica institucional no constituye causal de mal desempeño.
Finalmente restaconsiderar la posibilidaddeentender la "inhabilidad" en refe-
rencia a la llamada ética republicana. Sin duda se trata de un concepto ambiguo y
en consecuencia riesgoso, puesto que la conducta republicana es producto de una
valoración subjetiva objetivablesolo subjetivamente, esdecir, apenasalguien la in-
tenta definir lo hace desde su propia ideología y sistema de creencias.
Bajo la comprensión precedente podemos concluir que la única especie de inha-
bilidad admitida por la norma fundamental es la psíquica o técnica. Por consiguien-
te, si ladestitución seapoyaen lacausaldemaldesempeñoyaccesoriamenteseapli-
ca la inhabilitación, el plazo de esta es el de la recuperación de la facultad mental
quegeneróel proceso0 bien la capacitación profesional pertinente.
Además-comovimos- la inhabilitación es un castigo accesorio y en virtud de
ello reúne todasy cada una de las limitaciones de la pena, entre lascualesse halla la

Zaffaroni -Risso,"Inhabilitación yjuicio políticoen Argentina", en Laciencia delderecho


procesalconstitucional,Eduardo Ferrer Mac-Gregor-ArturoZaldívarLelode Larrea (coords.), 2008.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 60

temporalidad. Pues debemos recordar que n o es admisible dentro de u n sistema


constitucional y convencional de derecho la posibilidad de aplicar penas o sancio-
nescuyasconsecuencias permanezcan imborrablesdurante toda lavida del sujeto.
Sostener l o contrario significaría crear una nueva clase de ciudadanía degradada y
condenada d e por vida a la muerte civil.
Por lotanto, toda interpretación que postulecomo jurídicamenteválida la posi-
bilidad de una pena de incapacitación o inhabilitación perpetua además d e reve-
larse incompatiblecon las inhabilidadesaceptadaspor nuestraConstitución Nacio-
nal contradice el paradigma del derecho internacional de los derechos humanos y
la centralidad de la persona.

Referenciajurisprudencia1
Respecto de la habilidad moral nuestra Corte Suprema ha sostenido que: "la inhabi-
lidad moral que menciona el art. 66 de la CNes alternativa a 'inhabilidad física' y, por
ende, conformea la terminología de la época, está referida a lo que hoy sedenomina
'inhabilidad mental o psíquica', setrata de lasviejas'facultadesdel alma'o'del espíri-
tu', esdecir, 'facultades morales'con lasque la psiquiatría precientífica hacía referen-
cia al correcto ejercicio del juicio crítico como síntesis adecuada de la actividad cons-
ciente" (votodel doctor Eugenio Raúl Zaffaroni), precedente "Bussi, Antonio Domin-
ao c. Estado Nacional s1Am~aro".sentencia del 13/7/07.
"0 puede entenderse que 'inhabilidad moral' (...) tenga un contenido referido a la
moral individual o personal del diputado, .poraueental
. caso la Constitución incurriría
en la contradicción deviolar la reierva del art. 19 de su propio texto" (voto del doctor
Eugenio RaúlZaffaroni) del precedentecitado.
Específicamenteen cuanto a la denominada moral republicana, en el fallo analizado
el juez sostuvo que "entender la 'inhabilidad moral' a la que se refiere el art. 66 de la
CNen referencia a la ética republicana del diputado implicaría un concepto bastante
difuso y, en consecuencia, riesgoso, puesto que la conducta republicanaes interpreta-
dadediversa maneray, porende, productodeunavaloraciónsubjetivaque,apenasse
intenta objetivar, directamentedesembocaen la ideología o concepcióndel mundo y
de la política quetenga quien la enuncia".
Encambio ladisidenciaacargodelosjuecesPetracchiyHigthondeNolascosebasóen la
siguienteestructuralógica: "el rechazodeldiploma del diputadoelecto, consustentoen
su inidoneidad moral ante la evidencia de que tuvo un rol protagónico en un régimen
responsablede gravesviolacionesde los derechos humanos, se ajusta a las prescripcio-
nesdelderecho internacional en la materiay contribuyea su efectiva realización".
Refiriéndonosahora a la cuestión de la pena accesoria de inhabilitación, corresponde
resaltar lo sostenido por el juezzaffaroni en lasentenciadel 6110109 recaída enel caso
"Mazza, Ángel E. s/Amparo - medida cautelar", allí, el magistrado sostuvo que "en
funcióndel propio principio republicano la Constitución no puedeserautocontradic-
toria, la excepciónque permiteal Senado imponer una pena de inhabilitación, previs-
ta en el texto anterior a la reforma de 1994, debe considerarse cancelada por su pal-
maria contradicción con lasdisposicionesdelostratados internacionalesde derechos
Arts. 61/62 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

humanosqueahoraformanpartedeesta, por locual el principioprohornine haceca-


er laviqencia
- de esa previsióndelart. 60y. en consecuencia, detodas lasdisposiciones
constitucionales provincialesquesiguensu modelo.
Así, las normasque habilitan la imposiciónde la penadeinhabilitación porcuerposle-
gislativos, como el art. 60 constitucional y todos los textos provinciales que siguen su
modelo, quedan en las respectivasconstituciones como cláusulas obsoletas, es decir,
de imposibleaplicaciónenrazónde los principiosdeno contradicciónypro hornine".

Art.61.- CorrespondetambiénalSenadoautorizaral presidentede la Na-


ción para que declareen estadodesitio, uno ovarios puntosde la República
en caso de ataque exterior.
Antecedentes: Comisión Redactora en la Convención de 1853. Concordancias: CN,
arts.23.75, inc.29.99, inc.3". 16.

Esta es la facultad reservada exclusivamente al Senado de autorizar al presiden-


te de la República, para declarar el estado de sitio en caso deataque exterior.
Es el art. 23 de nuestra CN el que autoriza la declaración del estado de sitio en la
provinciaoterritoriodondeexistaconmoción interioroataqueexterno,que hagan
peligrar la Constitución y lasautoridadesque ella ha creado. Su efecto principal es
la suspensión de lasgarantíasconstitucionales. Resultandoser la facultad del presi-
dente la dearrestar a las personasy trasladarlasdentrodel país, salvo queellas pre-
fieran salirdel territoriodel Estado. Pero aun así, existeuna prohibición expresa pa-
ra el Poder Ejecutivo consistenteen noarrogarsefuncionesjudiciales, como conde-
naro aplicar penas.
Este recurso fue utilizado por Justo José de Urquiza en 1854, poco tiempo des-
pués de sancionada la Constitución.
En el año 1865 (Guerradel Paraguay),el presidenteBartoloméMitre, encontrán-
dose en receso, el Congreso declaró el estado desitio. Esta es una atribución que le
confiereel art. 99, inc. 16, "... en caso deataqueexterioryporun tiempo limitado,
con acuerdo delsenado.. .".
En el supuestocontempladoenel texto normativo, en el casodedarse un ataque
exterior, el procedimiento a seguir es a travésde un decreto de necesidad y urgen-
cia, cuya competencia resulta ser del presidente de la Nación, con convocación in-
mediata al Senado para su autorización.

Art. 62. - Cuando vacase alguna plaza de senador por muerte, renuncia u
otra causa, el Gobierno a que corresponda la vacante hace proceder inme-
diatamente a la elección de u n nuevo miembro.
Antecedentes: Constituciónde los EE.UU., art. l. secc. Za, cláusula 5a. Concordancias:
CN, arts, 51.54a 56.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 63

La elección inmediata del nuevo senador por parte del Gobierno no resulta via-
bleen la actualidad.
Véanse los comentarios efectuados para la Cámara de Diputados (art. SI), pues
le corresponderá asumir al senador suplente, el que se eligió juntamente con el ti-
tular, en laselecciones generales.

CAP~TULO
III
DISPOSICIONES COMUNES
A AMBAS CÁMARAS

Art. 63.- Ambas Cámaras se reunirán por sí mismas en sesiones ordinarias


todos los añosdesdeel primerode marzo hastaeltreinta de noviembre. Pue-
den también ser convocadasextraordinariamente por el Presidentede la Na-
ción o prorrogadas sus sesiones.
Antecedentes: CNde 1853, art. 52. Concordancias: CN, arts.44,65,99, incs. 89 9".

Nosaproximamosa losaspectossalientesdelderechoparlamentario,quesecen-
tran básicamenteen dospuntos: uno restringido, que refierea lasdisposicionesque
determinan el orden y método de trabajo de cada Cámara y el amplio, que alude
al conjuntode normasjurídicasque regulan la estructuray funcionamiento de las
cámaras.
El tiempoempleadoensusprocedimientos: lafijacióndel períododesesionesor-
dinarias, sumado a la práctica de que el Congreso no las prorroga por sí mismo, ha
conducidoa reducirel rol del Congresoya queseacrecientela preeminenciadel Po-
der Ejecutivo sobreel Legislativo. Asimismo, nuestra Constitución no contiene nin-
guna norma general queestablezcadequé modotrabajan lascámaraspara ejercer
lascompetencias.
Por último, el artículo alude a las sesiones ordinarias que se inician el lo
de mar-
zo y concluyen el 30de noviembre, lo que implica mayor agilidad y eficacia, respec-
t o al período ordinario anterior a 1994 que iba de mayo a septiembre. El Ejecutivo
tiene la "obligación constitucional" deconvocarlasyabrirlas; si no lo hace, el Con-
greso tiene competencia para reunirse de pleno derecho, y debe hacerlo. Coordi-
nando esta norma con la del inc. 9"del art. 99, leemos en él que el presidente de la
República: "prorroga lassesionesordinariasdel Congreso, o lo convoca a sesiones
extraordinarias, cuando un grave interésde orden o de progreso lo requiera". En-
tendemosqueesindiscutibleenlaexégesisdeestostextos: a)quesoloelpresiden-
te puede convocar a sesionesextraordinarias; b) que el presidente "puede prorro-
gar" las ordinaras; c) a contrario sensu, que el Congreso no puede autoconvocarse
a sesionesextraordinarias.
Art. 64 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 256

Entrelassesionesreconocidaspor el orden jurídico hallamos: a) preparatoriasy


b)ordinarias, quea lavez pueden ser: detablas uordinarias, especiales, secretas, ex-
traordinarias~de prórroga.

Art. 64. - Cada Cámara es juez de las elecciones, derechos y títulos de sus
miembros en cuanto a su validez. Ninguna de ellas entrará en sesión sin la
mayoría absoluta de sus miembros; pero un número menor podrá compeler
a los miembrosausentesaqueconcurranalas sesiones,en los términosy ba-
jo las penas que cada Cámara establecerá.
Antecedentes: CNde 1853, art. 53. Concordancias: CN,arts. 66,67,70,72,73.

En primertérmino, el artículo prevé la atribución deunafacultad delascámaras,


queesprivativa de cada una deellas (competencia propia) y que suele incluirseen-
tresus "privilegios" colectivos. Por lo general, seejercita en lassesiones preparato-
rias para constituir la Cámara. Es la que el artículo contiene en la fórmula de que:
"Cada cámara esjuez de laselecciones, derechosy títulosde sus miembrosen cuan-
toasuvalidez ...".
Cabeobservar, queel textodicequecadaCámara "esjuez" peronodicequesea
juez "exclusivo". Esta acotación debe tenerse presente para el momento de anali-
zar si es una facultad queadmiteo nocontrol judicial.
Otro de los tópicosque merecen atención y que hace a la dinámica parlamenta-
riaya ladefinicióndesusdeliberacionesesel quórum: estaexpresión significael nú-
merode miembrosquese necesita para que un órgano colegiado puedaconstituir-
se, funcionar y adoptar decisiones. Cuando el número de miembros que compone
un órgano colegiado eselevado, resulta difícil la asistencia de todos; de ahíque se
arbitre un quórum para que, con número suficiente, pero inferior a la totalidad, el
órgano pueda ejercer su función. Nuestra Constitución contiene una disposición
general y básica sobre quórum; ninguna de lascámarasentrará en sesión sin la ma-
yoría absoluta de sus miembros. Afirma Bidart Campos1que mayoría absoluta no
es, como vulgarmente se sostiene, la mitad más uno, sino más de la mitad de los
miembros, que es cosa distinta, porque si -por ejemplo-suponemos 187 legisla-
dores, más de la mitad son 94, mientras la mitad más uno son 95.Antela imposibili-
dad desesionar sin quórum, el art. 64añadeque un número menor podrá compe-
lera losmiembrosausentesaqueconcurrana lassesiones, en lostérminosy bajolas
penasquecada Cámara establecerá.
Acerca de la facultad de compeler expresada, se trata de una atribución especí-
fica decada Cámara. En loquerespectaa su potestad disciplinaria, la cláusula debe
leersey aplicarse en concordancia con el art. 66.

' Bidart Campos. Manualde la Constituciónreformada, t. III.


257 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Arts. 65/66

Art. 65. - AmbasCámaras empiezan y concluyen sus sesiones simultánea-


mente. Ninguna de ellas, mientras se hallen reunidas, podrá suspender sus
sesiones másdetresdías. sin el consentimiento de la otra.
Antecedentes: CNde 1853, art. 54.Antesde la reforma de 1994, llevabael no57. Con-
cordancias: CN, arts. 63.64 99, incs. 8'. 9".

Si advertimos en el mecanismo de sanción de las leyes, no cabe duda de que la


Constitución ha previsto e impuesto el tratamiento de los proyectos de ley (delibe-
ración y aprobación) por cadacámara separadamente, comoenunciamos utsupra.
Es básico el principio de igualdad de ambas cámaras a fin de cumplir los actos de su
competencia. Ello significa que no prevalece una cámara sobre la otra en nuestro
sistema,comosipuedeserloladeloscomunesenGran Bretaña. Lasdosson iguales,
y los actos del Congreso son actos complejos en los que concurren dos voluntades
también iguales corno indicamos utsupra. Otra pauta de trabajo es la simultanei-
dad de lassesiones: ambascámarasempiezan y concluyen sus sesiones simultánea-
mente; ninguna deellas, mientrasse encuentren reunidas, podrá suspender sus se-
siones más de tres días sin consentimiento de la otra. La coordinación del trabajo
parlamentario parece haber exigidoesasimultaneidad y, dada la generalidad de la
norma, extendemos su aplicación: a) a todo tipo de sesiones constitucionales (or-
dinarias, de prórroga y extraordinarias); b) tanto a los actos del Congreso como a
los privativos de cada Cámara.

Art. 66.- Cada Cámara hará su reglamento y podrá con dos tercios de vo-
tos, corregir a cualquiera de sus miembros por desorden de conducta en el
ejercicio de sus funciones, o removerlo por inhabilidadfísica o moral sobre-
vinientea su incorporación, y hasta excluirlede su seno; pero bastará la ma-
yoríade unosobre la mitaddelos presentes para decidiren las renunciasque
voluntariamente hicieren de sus cargos.
Antecedentes: Proyecto de Alberdi, art. 47; CN de 1826, art. 38; Concordancias: CN,
arts. 75, inc. 32; Constitucióndelos EE.UU., art. 1, Secc. 5a, cláusula Za.

Del texto constitucional surge la prerrogativa dada a cada Cámara del Congreso,
dedictarsusreglamentos,conarregloal espíritu delaConstitución. Estaatribución la
ejercen en forma exclusiva y excluyente ambas Cámaras, y hacen al funcionamiento
correctoy ordenadodelasmismas,sonnormasjurídicasyobligatoriasparasusmiem-
brosy personal queseencuentren dentro de laórbita desu jurisdicción congresual.
Los reglamentos de las Cámaras de Diputados y Senadores de la Nación contie-
nen normas para su funcionamiento, asíseestablecencomisiones internasen cada
órgano bajoel títulode Comisión de Labor Parlamentaria (arts. 58y 59, Reglamen-
todeDiputados) ycomisionespermanentesdeasesoramiento(arts. 61 al 114bisdel
Reglamento). Para la Cámara de Senadores son las comisiones permanentes (arts.
SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

60a 84 terdel Reglamento) y lascomisionesespeciales,bicamerales, mixtase inves-


tigadoras (arts. 85 a 88, Reglamento de Senadores).
Lasdisposicionescontenidasenambosreglamentossonsusceptiblesdecontralor
judicial en cuanto al contenido e interpretación de sus normas, así lo sostuvo la Cor-
teSupremadeJusticia cuando resolvióqueel control deconstitucionalidad se ejerce
nosolocuando la normaa interpretaresdeaquellascontenidasenla Ley Fundamen-
tal, sino cuandosetrata de preceptos reglamentariosfederalesdictados por una cá-
mara en ejercicio de las facultades que aquella otorga en su art. 66. Si el Senado ha
autorregulado su funcionamiento a través de un reglamento, una hipotética viola-
cióndelmismoquelesionaraderechosindividualesnopodriaquedarexentadelcon-
trol de los magistradosde la República (Caso "Binotti", CSJN-Fallos, 330:2222).
Conforme al texto constitucional y por voto dedostercios de sus miembros pre-
sentes las potestadesdisciplinarias aplicablesa los legisladores son las siguientes:
a) Corregir a cualquiera de sus miembros por desórdenes de conducta en el
ejercicio de sus funciones. Ese1apercibimiento como sanción aplicableal le-
gislador, con objetode preservar el orden del debate, supuesto contempla-
doenelart. 181del ReglamentodelaCámaradeDiputadosquedisponeque
ningún diputado podrá ser interrumpido mientrastenga la palabra, y cuan-
do el orador falta al orden violando las prescripciones del art. 180 que esta-
bleceque son absolutamente prohibidas lasalusionesirrespetuosasylas im-
putaciones de mala intención o de móviles ilegítimos hacia las Cámaras del
Congreso y sus miembros; o cuando incurreen personalizaciones, insultoso
interrupciones reiteradas (art. 185).
Cuando el diputado es llamado al orden tresveces, el presidente propondrá
a lacámara prohibirleel usodelapalabra(art. 186). Esteúltimosupuestose-
ría de apercibimiento con una sanción complementaria.
Además, se prevé un apercibimiento para el caso de inasistencia injustifica-
da de un senador a dos reuniones de comisión (art. 102, Reglamento dese-
nadores).
Entendemosquela interpretación deeste precepto debeser restrictiva, sien-
do la Constitución Nacional la que contextualiza el poder de corregir desór-
denes de conducta desus miembrosen el ejercicio desus funciones (conduc-
talsanción), ello no significa enmarcar dentro de la formulación normativa
unacantidadindefinidadeconductas. Lalimitaciónvaavenirestablecidapor
la conducta desplegada por el sujeto y la que se encuentra reglamentada en
losestatutos respectivosparacadacámara, dirigida soloa aquellosactosque
perturben o alteren el correcto desenvolvimiento de la labor parlamentaria.
b) Removeryhastaexcluiraloslegisladoresporinhabilitaciónfísicaomoralso-
brevinientea su incorporación. Aquí la remoción o exclusión está dada por
causa de una inhabilidad física o moral posterior a la incorporación, siendo
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 66

el objeto principal de la norma-siguiendo una coherencia de análisisgra-


matical- la preservacióndel buen funcionamiento y decoro de la Cámara.
Si bien entre las locuciones "remoción" y "exclusión" no existen diferencias
conceptuales en cuanto al resultado que se obtiene, la localización del se-
gundotérminoen laoración unidoporelconector "y",queanuestroenten-
der engloba las causales mencionadasde inhabilidad física o moral de la re-
moción, taIcomoseexplicaráen el puntosiguiente, laelección porunau otra
estarádeterminada pordiferentessituacionesqueconsideren para cada ca-
so, por ejemplo: una enfermedad mental sobrevinientedará Iugara una re-
moción, y no así respecto a alguna causal referida a la inmoralidad de una
conducta que afecta el decoro y el honor de la Cámara.
Sin entrar en valoracionessemánticasya losfinesdeestablecerla competen-
cia de lascámarasen este sentido, resulta necesario precisar el alcance de las
inhabilidades "físicas" y "morales" para luego determinar si corresponde la
remoción o la exclusión. Sorteando los problemasde interpretación ambiva-
lente respecto a la imprecisión utilizada por el constituyente y evitar abusos
cuando se pretenda asignarles un contenido a la formulación por "causal de
inhabilidadfísicao moral", estamosencondicionesdeafirmarqueambossu-
puestos deben ser de una entidad suficiente para encontrar justificada la re-
moción oexclusióndel congresista. Con ello queremosdecir que no cualquier
problema de salud o cuestión moral habilita la remoción o exclusión.
En relación a las causales de inhabilitación moral, tenemos un límite consti-
tucional que excluye lasconductas que, aunque se las considere inmorales,
seencuentren dentro del ámbito de privacidad de las personas (art. 19, CN).
Hay un dotedediscrecionalidad por parte de las cámaras respecto a la apre-
ciación de las causales, y a su vez de control judicial de inconstitucionalidad
para los supuestos de resultar irrazonables o abusivas.

Las cámaras pueden aceptar renuncias de sus miembros, estableciendo la man-


da constitucional que para ello bastará la "... mayoría de unosobre la mitadde los
presentespara decidir en las renunciasque voluntariamente hicieren asuscargos".
La renunciadebeservoluntaria, puesacreditadaalgunacuestión queafecte lavo-
luntad del legislador que la propone (v. gr., amenaza, intimidación, abuso de poder,
etcétera) la misma puedeser revocada. La renuncia debe ser fundada, y aunquefue-
ra indeclinablepuedeserrechazada,puesloquedebeprevaleceresel interésdel pue-
blo representado y no la voluntad del legislador. A contrario, Ekmekdjian' sostiene
queaunsiendoindeclinableestadebeser aceptada "porquedeotro modonoseejer-
cería unaviolencia moral inadmisible sobreel legislador". Consecuentemente,debe
sostenerseen el supuesto de denegaciónde la renuncia por la Cámara, si la misma se

' Ekmekdjian. Tratadodederechoconstitucional,t . l.


Arts. 67/70 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

encuentra fundada en razones parlamentariasvalederasy no alcanzado la mayoría


requerida en la norma constitucional, esta debe ser rechazada. De todas formas, si
fueraarbitrariao nofundadaencuestionesrelevantesparaelfuncionamientodelór-
gano, procederá el controljudicial de razonabilidadde la resolución (art. 18, CM.

Art. 67. - Los senadores y diputados prestarán, en el acto de su incorpora-


ción, juramentodedesempeñar debidamenteelcargo, y deobrar en todo en
conformidada lo que prescribeesta Constitución.
Antecedentes: CNde 1826,art.20;ConstitucióndelosEE.UU., art.VI, ~láusula3~.
Con-
cordancias: CN, arts. 59.93. 112.

Es la propia Constitución laquedisponeel momentoen quedebetomárselejura-


mentoa losdiputadosysenadores, estableciendola formalidad con la cual se reviste
el actoceremonial de juramento, con la fórmula de "... desempeñardebidamente
elcargo, y de obraren todo en conformidada lo queprescribeesta Constitución".
Por su parte, los reglamentos de cada una de las Cámaras establecen fórmulas
complementariasa la mencionada pero respetandola mandaconstitucional(conf.
arts. 10, Reglamento de Diputadosy 10, Reglamento de Senadoresde la Nación).

Art. 68. - Ninguno de los miembrosdelCongreso puede ser acusado, inte-


rrogado judicialmente, ni molestado por lasopinionesodiscursos que emita
desempeñandosu mandatode legislador.

Art. 69.- Ningúnsenadoro diputado, desdeel día de su elección hasta el de


su cese, puede ser arrestado; excepto el casodeser sorprendido "in fraganti"
en la ejecución de algún crimen que merezca pena de muerte, infamante, u
otra aflictiva; de lo que se dará cuenta a la Cámara respectivacon la informa-
ción sumaria del hecho.

Art. 70. - Cuando se forme querella por escrito ante las justicias ordinarias
contra cualquiersenadoro diputado,examinadoel méritodelsumarioen jui-
cio público, podrá cada Cámara, con dos tercios de votos, suspender en sus
funcionesaIacusado,y ponerloadisposicióndeljuezcompetenteparasujuz-
gamiento.
Antecedentes: CNde 1853, art. 59; CNde 1949, agregó "de lospresentes".Se lo elimi-
nó en 1956.

5 1. Inmunidades legislativas.- Por una cuestión deorden metódico-sistemá-


tico, opinamosque losarts. 68a70 merecentratarseconjuntamente.Consagranlas
inmunidadeslegislativas, que se interpretan establecidosen interés del Parlamen-
261 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Arts. 68/70

tooCongresocomoórgano, y tienen comofinalidad asegurar la independencia, el


funcionamiento y lajerarquíadel mismo. Estirnamosqueconformeeldesarrollode
derecho público, correspondería sustituir aquella denominación por la expresión
garantíasde funcionamiento o tutelas funcionalesqueseotorgan a un órgano de
poder, tanto si tales garantías cubren al órgano-institución como si protegen a los
órganos-individuo, porqueen amboscasostienden a resguardaral Congresoy asus
cámaras, que actúan a travésde las personasque son sus miembros. Seotorgan pa-
ra el buen funcionamiento del órganoy no para privilegio o beneficio personal de
quienes lo forman, parece que debe interpretárselas en el sentido de que no pue-
den ser declinadaso renunciadas.
Afinesdel sigloXlXenelfallodeCSJN, 15/12/1893, "Alem", CSJN-Fallos, 54:432, el
Máximo Tribunal sostuvo que la Constitución no ha buscado garantizar a los miem-
brosdel Congresocon una inmunidad quetengaobjetivospersonales, ni por razones
del individuo mismo a quien se hace inmune; son altos fines políticos-agregaba-
los que se ha propuesto, y si ha considerado esencial esa inmunidad es precisamen-
te para asegurar no solo la independencia de los poderes públicos entre sí, sino la
existencia misma de las autoridades creadas por la Constitución. Las garantías le-
gislativassedividen en dosgrandesgrupos: a) colectivasy b) lasprime-
ras conciernen al cuerpo o cámara en conjunto y como órgano-institución para fa-
cilitarel ejerciciodesu función y lossegundosse refieren a la situación oactuación
individual decada hombreque es miembro del cuerpoocámara, pero no en prote-
cción a su persona, sino a la función que comparte integrándolo, para tutelar su li-
bertad, su decoro y su independencia. Comprendemos que ambas garantías com-
parten una igual naturaleza de resguardo al órgano, a su función, a su dinámica, a
su independencia. Entre los privilegios colectivos encontramos: a) el juzgamiento
por cada Cámara de la validez de elección-derecho-título de sus miembros; b) la
competenciadecadacámara para hacer su reglamento; c)el poder disciplinariode
cada Cámara sobre sus propios miembros, y aun sobre terceros extraños; á) el de-
recho de cada Cámara de hacer comparecer a su sala a los ministros del Poder Eje-
cutivo; e) la aceptación de las renunciasque hacen de sus cargos los legisladores.
Entre los privilegios o inmunidades personalesquedan incluidos: a) la inmuni-
dad de opinión y expresión; b) la inmunidad dearresto; c) el desafuero; á) la die-
ta. Eldesafueroesa lavezuna prerrogativa "personal" "colectiva";loprimero, por-
que protegeal legislador; lo segundo, porque implica para la Cámara la disponibi-
lidad de poner o no a sus miembros a la orden de un juez.
Reflexionemosa continuación respecto a cada una de ellas. Previo a ello, abor-
damos lo siguiente: a) El juicio de las elecciones-remitimos a lo abordado utsu-
pra-, b) El reglamento decadacámara: La potestad de dictar el propio reglamen-
t o concede acadacámara la competencia deestablecer su estatuto interno, por su-
puestoquesin exceder ni alterar las normas.de laconstitución. c) El poderdiscipli-
nario por el que las Cámaras pueden corregir, remover y expulsar a sus miembros.
Arts. 68/70 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 262

Cabe destacar el art. 66, quedispone quecada Cámara podrá, con dosterciosdevo-
tos, corregir a cualquiera desus miembros por desorden de conducta en el ejercicio
de susfunciones, o removerlo por inhabilidad física o moral sobreviniente a su in-
corporación, o hasta excluirle de su seno. En consonancia con ello, la corrección ca-
be por cualquier hecho que altereo perturbeel trabajo parlamentario de la Cáma-
ra (por ejemplo, insultos, agravios, interrupciones reiteradas, etcétera). La sanción
puedeser un llamamiento al orden, un pedidodequeretirelasexpresionesofensi-
vaso lasaclare, la privación del usode la palabra, una multa, etcétera). La exclusión
no implica asignación expresa de causal en el art. 66. Mientras la remoción requie-
re inhabilidad, la exclusión queda librada a la discreción de la Cámara, pero siem-
pre, como todo ejercicio de competencias por los órganos del poder, en forma ra-
zonable~ no arbitraria.Ante cualquiera de las hipótesisdesanción disciplinaria pa-
rece lógico exigir que se resguarden el debido proceso y la defensa, para asegurar
la razonabilidad de la medida. Pensamos que la remoción y la expulsión tienen ca-
rácterdefinitivo, oseaqueel legislador removidooexpulsadodeja de sertal y pier-
de su banca; ello no solo por la índole de la medida, sino porque es necesario pro-
veer a la cobertura de la vacante, ya que las cámaras deben contar con la totalidad
desusmiembrosen forma permanente para asegurar su funcionamiento.

5 2. Privilegios e inmunidades personales

a) La inmunidadde expresión.-Teniendo en cuenta que el Congreso es órga-


no eminentemente deliberativo, esta garantía ha sido considerada como impres-
cindible para el desempeñodel cargodesus miembros por loqueningunodeellos
puedeser acusado, interrogadojudicialmente ni molestado por lasopinioneso los
discursos que emita desempeñando su mandato de legislador (art. 68). Discursos y
opiniones significan toda expresión oral o escrita vertida en el desempeño del car-
go, con ocasión del mismoy en cumplimiento desufunción, aunque no sea en el re-
cinto de sesiones -también, por ejemplo: en el seno de las comisiones, en despa-
chos escritos, en investigaciones parlamentarias, o por la reproducción en la pren-
sa de opiniones vertidas en el Congreso-, pero siempre con suficiente conexidad
funcional con el cargo de legislador. Por esos discursosy opiniones no cabe: acusa-
ción, interrogatorio judicial, ni molestia. El no ser molestado implica que tampoco
el propio partidodel legislador puede incomodarlo por opiniones protegidasen el
privilegio, y por ende, el partido no puede aplicarlesanciones.

b) La inmunidadde arresto.-Los arts. 69 y 70 admiten la procedencia de causa


judicial, máximecon la aplicacióndela ley 25.320queprevédiversosmecanismosyla
incorporación de los medios probatorios al proceso que se desarrolle en cada situa-
ción. El primerodeellosdiceque ningúnsenadorodiputado, desdeeldíadesuelec-
ción hastael desu cese, puedeserarrestado,exceptoelcasodesersorprendidoinfra-
263 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Arts. 68/70

gantien laejecución dealgún crimenque merezca penade muerte, infamante u otra


aflictiva, de lo que se dará cuenta a la Cámara respectiva con la información sumaria
del hecho. Setrata de inmunidad dedetención o privación de la libertad corporal. El
artículo abarca dos supuestos: a) uno, que es el genérico, y se refiere a la imposibili-
dad dedetención; b) otro, queessu excepción, y que prevé la única hipótesisen que
ladetenciónesposible. Setratade laexencióndeprivacióndela libertadcorporal; no
es, por ende, inmunidad de proceso. Bien que no puede privarsedela libertad a un le-
gislador-salvoelsupuest~señalado-, puedeiniciarsecontraél lacausa penaly tra-
mitarse mientras no se afecte su libertad corporal ni se dispongan medidas de coer-
ción personal. Se consensúa en doctrina que donde el constituyente escribió crimen
debe leerse simplementedelito. En cambio, al correlacionar elvocablo "crimen" con
las penasqueenumera la norma (de muerte, infamante,oaflictiva)esfácilcompren-
der queel autor de IaConstitución apuntócon esasexpresionesaincriminacionesde
gravedad, cualquiera sea su nombre en la legislación penal del momento. La expre-
sión in fragantiadmitetresinterpretaciones; puedequerer decir: a) solamenteen el
instante de cometer el delito, de forma que, pasado ese momento, la detención no
procede; b) también en la tentativa; c) también después de cometido el delito si se
descubre al legislador cuando huye o se oculta, o se lo sorprende con instrumentos,
efectos o armas que permiten presumir la comisión del delito inmediatamente des-
pués de consumado. Dado que nos inclinamos por una interpretación restrictiva de
losprivilegiosparlamentarios,acogemoslasinterpretacionesampliasquefavorecen
la posibilidad del arresto, y por eso creemosque en cualquiera de lastrescircunstan-
cias antes referidasdebeentenderseque se sorprendeal legislador en la comisión in
fragantidel delito, porqueen todasellas hay evidencia instantánea del mismo.

C) Eldesafuero.-Por último reparemos en este instituto previsto en el art. 70;


esallanar la inmunidad, para que el juez pueda plenamenteactuar su competencia
en el proceso penal. Dice el artículo que cuando se forme querella por escrito ante
las justicias ordinarias contra cualquier senador o diputado, examinado el mérito
del sumario en juicio público, podrá cada Cámara con dos tercios devotos, suspen-
deren susfuncionesal acusado y ponerlo adisposición deljuezcornpetente para su
juzgamiento. Consiste en un antejuicio; en un impedimento que posterga ciertos
actos en el proceso penal común hasta que se hayan producido otros actos: desa-
fuero, destitución, etcétera. Y en nuestro régimen ni siquiera dilata la iniciación del
proceso -con más razón a partir de la vigencia de la ley 25.320-sino solo la priva-
cióndela libertad o lacondena. Sin necesidaddedesafuero previo, eljuezpuede in-
~ ~

coar lacausa penal; ellosurge con evidenciadelartículo,quecomienzaexpresando


formación de querella, y prosigue refiriéndose al examen del sumario, y a la puesta
adisposicióndel acusadoantejuezcompetente. La Cámara examina el sumario, in-
clusodesdeel puntodevista de laconveniencia política; si no sedispone el desafue-
ro, el juez no puededictar sentencia. Una vez que la Cámara ha dispuesto el desa-
Arts. 68/70 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 264

fuero de u n legislador, la prerrogativa queda allanada solamente para la causa pe-


nal queda origen a la medida, y n o es posible que en virtud de esedesafuero sesus-
tancien otros procesos judiciales por hechos distintos. Toda otra causa penal nece-
sita que la Cámara tome conocimiento e información paraque resuelva si, respecto
a cada una, procede o n o desaforar.

Referenciajurisprudencia1
1-Acerca de la inmunidad de expresión, en el caso de la CSJN, 19/9/1864, "Fiscal c.
BenjamínCalvete",CSJN-Fallos, 1:340, se resolvió que esta inmunidad debe interpre-
tarseen el sentido másamplio y absoluto.
2-En 1960,enelfallodelaCSJN"Mario MartínezCasas", CSJN-Fallos, 248:462, IaCor-
te reiteróy especificó su doctrina, quecreemospuede resumirseenlassiguientesafir-
maciones: a) la inmunidad del art. 68 destinada a garantizar la independencia fun-
cional de lascámaras legislativas, integra en nuestro régimen el sistema representati-
vo republicano; b) el carácter absoluto de la inmunidad es requisito inherente a su
concreta eficacia; c) pero los posiblesabusosdebenser reprimidos por los mismos le-
gisladores sin afectar la esencia del privilegio. Interesa también destacar el decisorio
de la CSJN "Varela Cid", 1992, CSJN-Fallos, 3151470, donde la Cortedirimió el conflic-
tocompetencialdelasiguientemanera: a)porlasconductasexpresivasduranteelde-
sempeño del cargo legislativo no cabe enjuiciamiento; b) por las opiniones vertidas
con anterioridad, la competencia incumbe a la justicia nacional de primera instancia
en lo correccional de lacapital. Pensamosquelaaplicaciónque la jurisprudencia dela
Corteha hechodelart.68esexacta.conformelanormaconstitucional.Encambio.des-
de el punto de vista valorativo y con más razón, ponderándolo a partir de la vigencia
de la ley 25.320, aquella norma escriticable, porque la impunidadtotal y absoluta con
la que un legislador en ejercicio desu mandato puede injuriar, calumniar ofender, et-
cétera, no pareceéticamentesostenible, Así: a) la inmunidad no alcanza a opiniones
vertidascon prescindenciadel desempeñoconcretodelcargo; b) la inmunidad noam-
para el otorgamiento defacultadesextraordinarias incriminado por la propia Consti-
tuciónenelart.29; c) la inmunidad no impidequeel legisladortenga quedeclarar en
causa - penal o civil-de terceros, siempre que su deposición noverse sobre hechos
relacionadosconopiniones propiascubiertas por el privilegio parlamentario.
3-En cuanto al desafuero, sin perjuicio de lo expuesto en los Comentarios, la CSJN,
26/6/50, i n re "Balbín, Ricardo", CSJN-Fallos, 217:122, estimando que la suspensión
del acusado despoja al legislador de sus inmunidades, y, por ende, durante todo el
tiempode la suspensión y hasta la reincorporación a la Cámara, susactosse rigen por
-
el principio de la iqualdad de todos los habitantesante la lev. El art. 70 enfoca dosfa-
cultades de ejercicio optativo -y no obligatorio- por la Cámara; dice que esta po-
drá: a) "suspender" al acusado, y b) ponerlo a disposicióndel juez. Cuando resuel-
vedesaforar, cabe suponer que no necesariamentetiene que hacer ambascosas; po-
dría poner al acusado a disposicióndel juezsin suspenderlo (a menos que, ordenada
la privación de libertad, la detención del legislador le impidiera desempeñarsecomo
tal).Sindudasquelalectura, interpretaciónyaplicacióndeestasdoscláusulas,deben
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO

realizarse bajo el prisma de la mencionada ley de fueros, en todo aquello que fuese
pertinente.
El tópico merece un apartado que lovincule con el juicio político: el juicio político impli-
ca un antejuicio que mientras no concluye en destitución impide promover el proceso
penaly significa inmunidadde proceso, en cambio, el desafuero noobsta a la iniciación
y sustanciacióndeljuicio penal. Acerca de la jurisprudencia en materia dedesafuero, la
CorteSupremadeJusticiade la Nación, a travésdenumerososfallos,ha puntualizadoel
alcance de esta inmunidad, que resumimos en las siguientes afirmaciones: a) el juez
puedeformar el sumario y averiguar la verdad del hecho sin previo desafuero, pero no
puede arrestar al acusado hasta que la Cámara de la que es parte allane la prerrogativa
(CSJN, 28/10/1873, hre"Procurador Fiscalc. NicasioOroño", CSJN-Fallos, 14:223); b) los
arts.69~70 noseoponen a la iniciacióndeaccionescriminalescontraun legislador, nia
queseadelantenlosprocedimientosdeljuiciomientrasnoseafectesulibertad personal
porordendearrestoo prisión(CSJN, 29/12/39, inre "Héctor ConteGrandc. MarceloZu-
nino", CSJN-Fallos, 185:360); c) Luego la Corteconfirmósuanteriorjurisprudencia en el
sentidodeaue la inmunidad oarlamentaria no imoideinstruirsumariocriminal oara in-
- -
vestiaar la conducta de los leaisladoresentanto no seafede la libertad oersonal de los
mismos por orden de arresto o prisión, provisional o definitiva, y no hizo lugar al argu-
mento de invalidez de un auto de procesamiento dictado mientras el leaislador recu-
rrentese hallaba enel exterior, porque la audienciafijada para recibirledeclaraciónin.
dagatoria tenía fecha establecida paradespuésdesuceseenelcargo dediputado.

Art. 71. - Cada una de las Cámaras puede hacer venir a su sala a los minis-
trosdel Poder Ejecutivo para recibir lasexplicaciones e informesque estime
convenientes.
Antecedentes: CN de 1853, art. 60. Concordancias: CN, arts. 53.56, 59,100, párr. 2".
incs.9"all. 101,104,106.

Cada Cámara puede hacer venir a su sala a los ministrosdel Poder Ejecutivo para
recibir las explicaciones e informes que estime convenientes. Lo que siempre sede-
nominóinterpelación aestellamadoqueefectúan lascámaraspara hacercompare-
cera los ministros.
Sin perjuiciodelodispuestoen elart.71,ahoraelart. 101 haceobligatoria lacon-
currencia del jefe de gabinete de ministros al menos una vez por mes, alternativa-
mente, a cada una de las cámaras. La finalidad es informar sobre la marcha delgo-
bierno.
Asimismo,eljefedegabinetepuedeserinterpeladosegúnlamismanormaaefec-
tosdetratar una mocióndecensura, y puedeser removido, todoello con las mayorí-
as previstas para el caso.
Finalmente,elart. 100, inc. 11disponequealjefedegabinetelecorrespondepro-
ducir los informes y explicaciones verbales o escritos que cualquiera de las cámaras
soliciteal Poder Ejecutivo.
SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

Despuésde la reforma constitucionalde 1994, que ha mantenido el art. 71 y ha


agregado el art. 101, hemos de diferenciar la interpelación a losministrosy la inter-
pelación al jefe degabinete. Opinamos que la interpelación posee únicamente una
finalidad informativa, tiene que recaer solo en cuestiones o materias que guarden
conexidad funcional con una o más competenciasdel Congreso o desus cámaras.
En cambio, eljefe degabinete tiene responsabilidadpolítica anteel Congresoen
virtud del art. 100, de loqueinferimosque:
a) Ensudeberdeinformaralascámarasen lostérminosdelart. 101sobrelamar-
cha de gobierno, pueden aquellas requerirle puntualmente cualquier infor-
me referidoa materiaspropiasdecualquier ministro, oel panorama decon-
junto, o la gestión personaldel jefede gabinete.
b) Deesta información no cabe decir que limite su finalidad a un conocimiento
de utilidad para el Congreso, ya que además puede derivar a una moción de
censura y hasta la remoción del jefede gabinete.

Ladisconformidad de lascámarasrespectode losinformesquerecibendelosmi-


nistros, o del Poder Ejecutivo a través del jefe de gabinete, solamente reviste el al-
cance de una expresión adversa, pero queno resulta vinculante.
La única excepción en cuantoal efecto queestamosanalizandoviene expuestaen
elart. 101cuandoprevéla mocióndecensuraylaremocióndeljefedegabinete; lamo-
cióndecensura puede provenirde unasolacámara, en cuyocaso nosurteefectodes-
titutorio, y la remoción necesitaelvotocoincidentedecada Cámara, osea, de lasdos.

Art. 72. - Ningún miembro del Congreso podrá recibir empleo o comisión
del Poder Ejecutivo, sin previo consentimiento de la Cámara respectiva, ex-
cepto los empleos de escala.
Antecedentes: CNde 1826, art. 1";Constitución de los EE.UU., art. l. Se~c.6~.
cláusula
Za. Concordancias: CN, art. 105.

La cláusula en análisisalude a la incompatibilidad de los congresistas en ocupar


"simultáneamente" empleoo comisión del Poder Ejecutivo. En el supuesto que, el
comprendidoen la norma, seencuentreen algún cargo a sueldo del Ejecutivo, de-
berá renunciar o solicitar el consentimiento de la Cámara respectiva, ya sea para
continuar0 iniciar en el mismo.
Repárese en que esta norma no resulta concordante con la Constitución de los
Estados Unidosde América, ya queesta prohíbe que los legisladoresocupen cargos
durante su mandato (art. 1, secc. 6a, cláusula Za). Nuestra legislación es relativa en
cuantoa la prohibición, puesadquiriendo el legislador la autorización de la Cáma-
ra podrá acceder al cargo, en forma momentánea y mediando la suspensión de ta-
reasen la legislatura.
267 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Arts. 73/74

Los empleos a escala o de profesión son cargos superiores de la administración


pública, yaseadel Poder Ejecutivo, PoderJudicial oPoder Legislativo,obtenidospor
concurso O por ascensos en la carrera administrativa, para estos supuestos de ocu-
pación simultánea de cargos a sueldo, este deberá pedir licencia hasta concluir su
mandato.
Así, por ejemplo, el Reglamento para la Cámara de Senadores de la Nación pre-
vé en el art. 31 en relación a empleos o comisiones del Poder Ejecutivo que: "Los
permisos que la Cámara acuerda a alguno de sus miembros para desempañar em-
pleosocomisionesdel Poder Ejecutivo incompatiblescon laasistenciaalassesiones,
duran solo el año legislativo en que son otorgados".
La norma adquiere relevancia prácticaa la hora de mostrar transparencia respec-
tode lasactividades+extra banca-que puedan realizar loscongresistasymássi por
esa labor reciben unacontraprestación económica (sueldoocomisión), debiendo po-
ner en conocimiento de sus integrantes la adquisición de un vilipendio proveniente
deotro órgano de gobierno-Poder Ejecutivo-; se apoya en postuladosque hacen
a la demoEracia representativa y a la división de poderes, que exigen el ordenado,
transparente, coherente, decorosoy profesional ejercicio de la función pública.

Art. 73. - Los eclesiásticos regulares no pueden ser miembros del Congre-
so, ni los gobernadores de provincia por la de su mando.
Antecedentes: Proyecto de Al berdi, art. 4'. Concordancias: CN, arts. 48,55,105.

Al igual que lovenimossosteniendoen relación a otrascláusulasconstituciona-


les desuetudas (véase el comentario al art. 55) existentes dentro del conjunto de
normasjuridicasescritas perosin vigencia ni aplicación racional, puesellas irían en
contra deotrasdisposicionescontenidasen la propia Constitución y hasta en textos
incorporados a ella. El precepto aquí legislado contiene la prohibición para ser
miembro del Congreso a loseclesiásticos regulares, y la prohibición a los goberna-
doresde ser legisladoresen representación de la provincia a cuyofrenteseencuen-
tran;estasnormasdebieron ser derogadasen la última reforma. BidartCamposcon-
sidera esta restricción anacrónica, debido a que cualquier legislador se encuentra,
hoy en día, más ligado, incluso por mandato imperativo, a la conducción desu par-
tido que un eclesiástico regular a su orden. Y respecto a que los gobernadores per-
tenezcan a algún órgano del Congreso, aceptar este precepto sería violatorio del
sistema federal y de división de poderes.

Art. 74.- Los servicios de los senadores y diputados son remunerados por
el Tesoro de la Nación, con una dotación queseñalará la ley.
Antecedentes: Proyecto de Alberdi, art. 43, CN de 1826, art. 22; Constitución de los
EE.UU., art. l. Se~c.6~.
cláusula la.
Art. 75 ( l o ) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Del Tesoro Nacional provienen los fondos para la remuneración de los congre-
sistas, cuyo montoes fijado por ley del Congreso en conjunto.
A pesar de ello, la norma constitucional no dispone la inalterabilidad de la re-
muneración de los legisladores que síestá regulado para el Poder Ejecutivo y el Po-
derJudiciaI (arts.92,107y 110).
Respectoal montoquefijeel Congresocomo remuneración yen casodeserexor-
bitante el estipendio fijado en relación a la situación económica del Estado nacio-
nal, resulta facultad del Poder Ejecutivovetar la ley.
Las retribuciones que reciben los legisladoresestán gravadas por el impuesto a
lasganancias.
Los reglamentos de cada Cámara establecen las retribuciones de los legislado-
res, denominadas "dietas", que según su texto pueden ser disminuidas, como por
ejemplo, al ausentarseel legislador sin licencia; puede perderseel derecho a la die-
ta, encasodel cumplimientode la licenciaotorgada sin presentarse al recinto; odi-
rectamenteno percibirse la dieta en casode licencia sin gocede sueldo (arts. 1By 20,
~eglamentodi la Cámara de Diputados). En concreto,a¡ normativa reglamentaria
vaticina que cuando los diputados, que sin autorización de la Presidencia, faltaren
a alguna sesión no se les abonará la dieta correspondiente a aquellassesionesen la
que hubiesen estado ausentes, y aunque dichas sesiones no se hubiesen realizado
por falta dequórum (art. 23).
La reglamentación para la Cámara de Senadoresdela Nación estableceque una
vezincorporadoslossenadoresgozandelaremuneraciónquefijala ley,desde lafe-
cha de inicio de su mandato odesde la queestablezca el Senado al aprobar su títu-
lo (art. 12).
En relación a las licencias, las cualessiempre son por tiempo determinado, esta-
blece la misma sanción para el tiempo en que se exceda de la licencia otorgada con
la pérdida del derecho a dieta (art. 26). Además, en los supuestos de inasistencia in-
justificada de un senador a cuatro reunionesconsecutivasdecomisión,esto signifi-
cará un descuento en su dieta.

CAPITULO
IV
ATRIBUCIONES DEL CONGRESO

Art.75.- Inc.l0. Legislarenmateriaaduanera. Establecerlosderechosde


importación y exportación, los cuales, así como las avaluaciones sobre las
que recaigan, serán uniformes en toda la Nación.
......................................................

Antecedentes: CNde 1853,art.67, inc. lo. Concordancias: CN, art. 99 que recibió las
reformasde 1860,1866,1949y1994.
269 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 ( l o )

En primer lugar,Sortheixl postula: "Participamosdel criterio, unánimeen ladoc-


trina y jurisprudencia argentinas de que nuestros derechos de importación son im-
puestos. Si nosreferimosa un impuesto, hablamosdeunaobligación (esdecir una re-
lación jurídica personal) exlege de derecho público con características propias pero
que, por su esencia, tiene la estructura jurídico-formal de toda obligación jurídica".
Si bien se refería a losderechosde importación, podemos interpretarextensivamen-
te su noción a los derechos de exportación. Asimismo, Jarach2 afirma: "El tributo
aduanero es un impuesto y como tal tiene por causa la capacidad contributiva y, en
particular, la capacidad contributiva que resulta de la importación de una mercade-
ría paradestinarlaal consumoo al comerciooal empleo productivo en el interior del
país". Villegas3comparte estos conceptosy señala que "los gravámenes aduaneros
son impuestosexclusivamentenacionalesytienen,asimismo,lascaracterísticasdeser
impuestosindirectos, realesy permanentes( ...) Losimpuestosdeaduanason,enton-
ces, losgravámenesa la importación oexportación de mercaderíaso productos".
Ahora bien, Luqui disiente e indica que losderechos deaduana no son impues-
tos. El texto constitucional "no usa los términos impuestos ni contribuciones, posi-
blemente debido a la función que esos gravámenes cumplen como 'medios' o 'ins-
trumento~'"~.
En suma,el impuestoaduanerocumple,a lavez,finesfiscalesyextrafiscales. De-
penderádecada supuestoen particular considerado por el legislador paradetermi-
narsu impactoen mayoromenormedidaen suestablecimientooenel montodesu
alícuota. Será destinatario de los montos recaudados, el Tesoro nacional, por man-
dato del art. 4'de la Constitución.

Referenciajurisprudencial
- La Cortesuprema ha establecido que talesderechosson impuestos, haciendo suyo
el criterioquedominaba en doctrina, pronunciándoseel1514114en"Camaronera Pa-
tagónicaS.A.".Cabedestacarqueel holdingdel caso-la inconstitucionalidaddeuna
resolución ministerial-ha presentado disidenciasensuconformación.Sinembargo,
en lo relativo a la naturalezajurídica del derecho aduanero, coincidieron la mayoría y
la minoría enquesetratade un impuesto por lasrazonesutsupra apuntadas.Apesar
quela expresión "impuesto" haya desaparecidoconla reforma de 1866, el citadotex-
to echa luz sobre la redacción original de la Constitucióny sobre sus modificaciones.
Enefecto, el vocablo "impuesto" y la fecha topede losderechosdeexportacióndesa-

' Sortheix, "La estructura del hecho gravado por losderechosde importación", en Derecho
aduanero,t.V, 1973, ps. 294y 295.
Jarach, Elhecho hponible, 3"ed.. 1996, p. 170.
Villegas, Curso de finanzas, derecho financiero y tributario, 2005, p. 844.
Luqui. La obligación tributaria, 1989, ps. 127 y 128.
Art. 75 (2"/3") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 270

parecieron con dicha reforma, motivada en la necesidad de recursos que generó la


guerra del Paraguay. Ello, por cuanto el Tesoro iba a perder el ingreso de losderechos
deexportación, estando el país inmerso eneseconflicto.

...2". Imponer contribuciones indirectascomo facultad concurrentecon las


provincias. lmponer contribuciones directas, por tiempo determinado, pro-
porcionalmente iguales en todo el territoriode la Nación, siempre que la de-
fensa, seguridad comúny bien general del Estado lo exijan. Las contribucio-
nes previstaseneste inciso, con excepciónde la parteo el total de las queten-
gan asignación específica, son coparticipables.
Una ley convenio, sobre la basede acuerdos entre la Nación y las provincias,
instituirá regímenesdecoparticipacióndeestas contribuciones,garantizan-
do la automaticidaden la remisión de los fondos.
Ladistribuciónentrela Nación,lasprovinciasy IaciudaddeBuenosAiresyen-
treestas, seefectuará en relacióndirecta a las competencias, servicios y fun-
ciones de cada una de ellas contemplando criterios objetivos de reparto; se-
rá equitativa, solidaria y dará al logro de ungrado equivalente de
desarrollo, calidad de vida e igualdadde oportunidadesen todo el territorio
nacional.
La ley convenio tendrá como Cámara de origen el Senado y deberá ser san-
cionada con la mayoria absoluta de la totalidad de los miembrosde cada Cá-
mara, no podrá ser modificada unilateralmenteni reglamentaday seráapro-
bada por las provincias.
No habrá transferencia de competencias, servicios o funciones sin la respec-
tiva reasignaciónderecursos.aprobada por ley del Congresocuandocorres-
pondierey por la provincia interesada o la ciudad de BuenosAires en su caso.
Un organismo fiscal federal tendrá a su cargo el control y fiscalización de la
ejecucióndeloestablecidoenesteinciso,según lodetermina la ley, laquede-
beráasegurarla representacióndetodaslas provinciasy IaciudaddeBuenos
Aires en su composición.
3". Establecery modificar asignaciones específicas de recursos coparticipa-
bles, portiempo determinado, por ley especial aprobada por la mayoria ab-
soluta de la totalidad de los miembrosdecada Cámara.

Concordancias: CN, ambos incisosconcuerdan entre sí; el inc. 3"concuerda con el art.
75, inc. 19.

En virtud de la materia vemos conjuntamente estos dos incisos. Básicamente,


existen diversas concepciones para clasificar los impuestos en directose indirectos.
Las clásicas son: 1) La que señala que son impuestos directos los que se aplican so-
271 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (2"/3")

bre la renta y el patrimonio, y son indirectos aquellosque gravan el consumo. 2)


Aquella que indica queson impuestosdirectos losqueel contribuyentedeiureque
la ley designa como responsable, esel mismo queel contribuyente de facto (quien
soporta la carga impositiva), al tiempo queconsidera indirectos a aquellos impues-
tosque presentan una traslación de la carga impositiva del contribuyentedeiureal
contribuyente de facto. Si bien esta traslación puede presentarse en distintossen-
tidos (haciaadelantesi se latraslada al consumidor; hacia atrás, si se la traslada a los
factores de la producción; lateral, si se la traslada a otras empresas), debe conside-
rarse solo la traslación hacia adelante, es decir, hacia el consumidor.
Las recaudacionestributarias en la Argentina provienen principalmente de los
impuestos indirectos (impuesto al consumo, IVA, combustibles, etcétera), que so-
brepasan las recaudaciones provenientes de los impuestosdirectos (impuesto a las
ganancias o a la renta, el impuesto al patrimonio neto de las personas, el impuesto
a los capitales de empresas, estos dos últimos acaban de ser derogados).
En primer lugar, cabe consignar que corresponden a la Nación: a) Los derechos
aduaneros exclusivamentey en forma permanente (arts. 4", 9", y 75, inc. 2"); b) Los
impuestos indirectos en concurrencia con las provincias y en forma permanente
(arts. 4" y 75, inc. 2"), y c) Impuestosdirectos con carácter transitorio y siempre que
se den las circunstancias establecidas en el art. 75, inc. 2".
Por otra parte, corresponden a las Provincias: a) Los impuestos indirectos en
concurrencia con la Nación y en forma permanente (arts. 4' y 75, inc. 29; b) Im-
puestosdirectosen forma exclusivay permanente salvo que la Nación haga uso de
lafacultadestablecidaen elart. 75, inc.2":Correspondeal Congreso "establecerim-
puestos directos por tiempo determinado proporcionalmente iguales en todo el
país, y bajo la condición de ser necesariospara la defensa, seguridad común y bien
general del Estado".
En loquerespectaal régimendelacoparticipaciónfederal, recordemosquelaCor-
te Suprema de Justicia sostuvo su constitucionalidad en dos fallos de noviembre de
1958y de noviembre de 1961, en contra de loquesostenían losdoctores Segundo Li-
naresQuintanay Germán Bidart Campos. Es recién a partir dela ley 14.390que puede
decirsequeexiste un sistema decoparticipación, seguido devarias leyes, hasta llegar
a lasdos últimas leyes, ley 2021, año 1973, ley 20.221, año 1975, ley 23.548, año 1988.
La coparticipación deimpuestoses un mecanismo por el cual el gobierno central
asigna recursosa los nivelesdegobiernos inferioresen un sistema federal. Esdecir,
un sistema de centralización de la recaudación tributaria y distribución de recursos
fiscales entre la Nacióny las Provincias.
En este orden de ideas, Antonio Hernández5manifiesta que la reforma definió
con claridad ladistribución decompetenciasentreel gobierno federal y provincias,

Hernández. La coparticipación impositiva federal, 2008, ps. 8 y 9


Art. 75 (2"/3") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

en relación a lostributosindirectosexternos, como nacionales-en el inc. l o d e lart.


75-; a los tributos indirectos internos, con carácter de concurrentes-en el inc. 2",
párr. lo, del art. 75-, y a lostributosdirectos, como correspondientessolo en forma
excepcionalal gobierno federal-en el inc. 2", párr. 2", del art. 75-, tal como lo ha-
bían señalado la doctrina y la jurisprudencia en relación al texto originario.
lnmediatamentedespués, refiereelautor,el inc.2"delart.75estableciócomoco-
participables a los tributos indirectos internos y a los directos que en forma excep-
cional recaudeelgobierno nacional, salvo la parteoeltotal deellosquetenganasig-
nación específica. Esta última cuestión fue objetode intensas negociaciones, ya que
fue un sistema comúnmente utilizado para detraer fondosde la masa coparticipati-
va perjudicandoa las provincias, y por ellose fijaron especialescondicionesenel inc.
3O.Tampoco integran la masacoparticipablelostributosquecorrespondenalaspro-
vinciasqueposeenrecursosnaturales,v.gr.,regalíaspetroleras,comounaderivación
desu propiedad, reconocidaen elart. 124dela Leysuprema. En relación a la ley-con-
venio el autor expresa: "Dicha ley-convenio debe cumplir además las siguientes
condicionessegún la Ley Suprema: 1) El Senado es la Cámara de origen. 2) La san-
ción debe ser con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cá-
mara. 3) No puede ser modificada unilateralmente. 4) Tampoco puede ser regla-
mentada. 5) Debe ser aprobada por las provincias. 6) La distribución entre la Na-
ción, las provinciasy laciudad de BuenosAires, y entreestas, se efectuará en relación
directa a lascompetencias, servicios y funcionesde cada una de ellas, contemplando
criteriosobjetivosde reparto. 7) Estoscriteriosdebenser: laequidad, lasolidaridad y
la prioridad para lograr un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igual-
daddeoportunidadesentodoelterritorio nacional. La incorporacióndel institutode
la ley-convenioa la Constitución es, para nosotros, una trascendental reforma desti-
nada aafianzar el federalismodeconcertación, en uno de loscapítulos másconflicti-
vosde la historia argentina: la relación financiera entre la Nación y las provinciasw6.
Susana Palacio7,en su publicación, recuerda que en el año 1999 se crea la ley
25.1 52 de Convertibilidad Fiscal: se forma un fondo anticíclico, es decir, que no se
puedegastar másque lo recaudado. Pocosmesesmástardesefirmael Compromiso
Federal entre la Nacióny las provincias, ley 25.235 (año2000). En el año2001 searri-
baa unCompromiso Federal para el Crecimientoy la Disciplina Fiscal (ley 25.400). En
febrero de2002 se crea la ley 25.570 por la cual: "Las partesse comprometen a san-
cionar un régimen integral de coparticipación federal de impuestos antes del
31/12/02 que, sobre la base de lo establecido precedentemente, incorpore los si-
guientescomponentes: a) La creación de un Organismo Fiscal Federal, conforme a

Hernández, La coparticipación impositiva federal. 2008, ps. 8 y 9.


Palacio, Coparticipación federal, en http:llwww.saij.gob.arldoarinaldacc030057-pala-
cio-coparticipacion-federal. htm.
273 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (2"/3")

lo previsto en el inc. 2"del art. 75 de la CN; b) La constitución de un Fondo Anticícli-


co Federal financiado con los recursos coparticipables, a los fines de atemperar los
efectos de los ciclos económicos en la Recaudación; c) Un régimen obligatorio de
transparencia de la información fiscal de todos los niveles de gobierno; d) Meca-
nismos de coordinación del crédito público y del endeudamiento de los gobiernos
provincial y de la Ciudad Autónoma de BuenosAires; e) Evaluaciónde una descen-
tralización defuncionesy serviciosdesdeel ámbito nacional al provincial; f ) La im-
plementación de la armonización y financiamiento de los regímenes previsionales
provinciales; g) La definición depautasquepermitanalcanzar una simplificación y
armonización del sistema impositivodetodoslosnivelesdegobierno; h) Lacoordi-
nación y colaboración recíproca de losorganismosde recaudación nacionales, pro-
vinciales, de laciudad Autónomade BuenosAiresy delosmunicipios; 4 Establecer
indicadoresde distribución sobre la recaudación incremental, en base a competen-
cias y funciones, que aumenten la correspondencia y eficiencia fiscal, y La des-
centralización de la recaudación y laadministración detributos nacionalesa las Pro-
vincias que así lo soliciten, y sea aceptado por la Nación". Aun hoy no tenemos ley
que reglamenta la cláusula bajo análisis.
Acercadel inc. 3", si bien laconstitución ha prescrito la integración dela masaco-
participable con los impuestos indirectos internos y losdirectos que correspondan
a la Nación en forma excepcional, según el inc. 2" del art. 75; ha admitido la posibi-
lidad de detracción de una parte o de la totalidad de ellos mediante asignaciones
específicas. Sin embargo, como por estavíase afectóelfederalismo, el inc. 3"del art.
75 ha establecido requisitos especiales para ellas. En efecto, se ordena que las leyes
queestablezcan o modifiquen asignacionesespecíficasderecursoscoparticipables
tengan tiempo determinado y que sean sancionadas por un quórum especial de la
mayoría absoluta de la totalidad de los miembrosdecada Cámara. Reiteramos que
sobre todo este último requisito es muy importante como garantía para las provin-
cias, yaque noes fácil alcanzardichoquórumen latarea legislativa, sin un altogra-
do de consenso.
Referenciajurisprudencia1
1- LaCorteSupremadeJusticiadelaNaciónenelcasoCSJN,24/11/15, "SantaFe,Pro-
vincia de c. Estado Nacionals1Acción declarativa de inconstitucionalidad", CYN-Fallos,
338:135,señaló que los pactosfiscales, como lasdemáscreaciones legales del federa-
lismo de concertación, configuranel derecho intrafederal y se incorporan unavez ra-
tificadospor las legislaturasalderecho público internodecada Estado provincial, aun-
que con la diversa jerarquía que les otorga su condiciónde ser expresión de la volun-
tadcomún de losórganossuperioresdenuestraorganizaciónconstitucional: nacióny
provincias, y prueba desucategoría singular esque noes posiblesuderogaciónunila-
teral por cualquiera de las partes. La esencia misma del derecho intrafederal impone
concluir que lasleyes-convenioy lospactosquelocomponen noseencuentranenuna
esfera de disponibilidad individual de las partes, y solo pueden ser modificados por
Art. 75 (2"/3") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

otroacuerdo posteriorde la misma naturaleza, debidamenteratificado por leyesema-


nadas de las iurisdicciones inte~inientes.Las asiqnaciones
- específicasde recursos co-
participablesconstituyentransferenciasdeingresosde lasprovinciasafavordealgún
sector especial y es por esta razón, a los efectosde poner a resguardo los intereses de
las jurisdicciones locales, que los convencionales constituyentes destacaron tanto la
"integralidad" de la masa coparticipable, como el carácter excepcional de estas asig-
naciones, disponiendoquesolo puedenserfijadaspor un tiempodeterminadodedu-
racióny con una finalidad determinada. Ellassolo pueden ser establecidas porel Con-
greso Nacional sobre una parte o el total de la recaudación de impuestos indirectoso
directosen particular, portiempodeterminadoy mediante la sancióndeuna leyespe-
cial con lasreferidas mayoríasagravadasdeambasCámaras, y esta esla única yexcep-
cionalfacultadcon la quecuenta la Nación para afectar losimpuestosque integran la
masa coparticipable, sin necesidad decontar con un Pacto o la previa conformidad de
las provincias y de la Ciudad Autónoma de BuenosAires, corresponde declarar la in-
constitucionalidaddel art.76dela lev26.078en loatinentea ladetraccióndel15% de
la masa de impuestoscoparticipablespactadaenla cláusula primera del "Acuerdo en-
tre el Gobierno Nacional v IosGobiernosProvinciales" del 1218192-ratificado oor la
ley nacional 24.130- si, a pesar de una conducta institucional prolongada que se ex-
tendió durantecatorce años, con la sancióny promulgación de la norma cuestionada
se prorrogó de manera unilateral lavigencia dedicha detraccióny se pretendió mutar
su naturaleza iuridica. Entendió qbe la obliqación del Estado nacional de restituir los
recursos copa¿icipables detraído; ilegítimamente tiene su fundamento en un deber
previo, específico y determinado, establecido en el RégimendeCoparticipaciónFede-
ral, quesurgentanto de la ley-convenio23.548comode la Constitución Nacionaly ello
excluye la aplicación del régimen de responsabilidadextracontractual. Por último, es
vital para el Estado constitucional dederecho, teneren cuenta loqueadvierte el fallo
acerca del vasto tiempo transcurrido: casi diecinueve años desde la fecha fijada en la
disposición transitoria sexta de la Constitución Nacional para establecer un régimen
de coparticipación conforme lo dispuesto en el inc. 2"del art. 75 y la reglamentación
del organismo fiscal federal, resulta imperiosa la necesidad de la sanción de una ley-
convenio en lostérminosdel artículocitado, sobrela basedeacuerdosentrela Nación
y las provincias, que instituya regímenes de coparticipación de las contribuciones di-
rectas e indirectas, garantizando la automaticidad en la remisión de losfondos y una
distribución que contemple criteriosobjetivosde reparto, que sea equitativa, solida-
ria y quedé prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad devida
e igualdad deoportunidadesentodoel territorio nacional.
Finalmentey vinculado a las asignaciones específicas la Corte Suprema de Justicia de
la Nación escontundenteen el consid. 25 del decisiorio precedentemente menciona-
do: "... las asignacionesespecíficas solo pueden ser establecidaspor el Congreso Na-
cional sobre una parte o el total de la recaudación de impuestos indirectoso directos
en particular, por tiempo determinado y mediante la sanción de una ley especial con
las referidas mayoríasagravadasdeambasCámaras, y que esta es la única y excepcio-
nalfacultadconlaquecuenta la Nación paraafectarlosimpuestosqueintegran la ma-
sa coparticipable, sin necesidad decontar con un Pacto o la previa conformidadde las
provinciasy de la CiudadAutónoma de Buenos Aires".
275 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (4")

...4". Contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación.


...............................................

Antecedentes: CN de 1853, art. 67, inc. 3". Concordancias: CN, arts. 4'y 125.

Compartamos algunos conceptos acuñados p o r ~ l b e r d ial~ respecto:


, "El crédi-
to es un recurso introducido en nuestras rentas argentinas desde la época y por las
urgencias de la revolución contra España, como medio extraordinario y como ele-
mento moderno degobiernoy de progreso industrial.Todas IasConstitucionesar-
gentinas, promulgadas o proyectadas, admitieron el crédito público entre los pri-
meros elementos del naciente Tesoro argentino. Un convencimiento tan perseve-
rante y uniforme no podía existir acerca de un recurso criminal y ficticio. La Consti-
tución argentina comprendeen el recurso del crédito nacional losempréstitos y las
operacionesdecréditocon lo cual admiteel ejerciciodetodoslosmediosconocidos
para levantar fondos por medio del crédito del Estado. Muchasson las formas que
puedetomarladeuda pública, muchoslosmodosdequesepuedeendeudarala Na-
ción, pero todos ellos son modificaciones del empréstito o préstamo, que es el me-
dio genérico y común de poner en ejercicio la confianza que inspira el Estado para
obtener los fondos ajenos, que el público nacional o extranjero pone a su disposi-
ción bajo diversascondiciones.Las formas másconocidasy ordinarias del emprésti-
to de fondos hecho a la Nación son lassiguientes: lo. Empréstito propiamente di-
cho. 2". Fondos públicos con interés. 3". Fondos públicos sin interés. 4". Deuda
consolidada. 5".Deuda no consolidada. 6".Deuda flotante, o billetes de oficinas
delTesoro porcontribucionesanticipadas. 7".Papel moneda ...".
ConformeloseñalaVillegasg, el empréstito no es un verdadero ingresofiscal, si-
no un traslado de la financiación de un gasto públicoa lasfuturasgeneraciones. Su
fundamento, en el caso de lasemergencias, es la solidaridad, y en el delasempresas
de utilidad nacional es un principio de justicia distributiva, ya quetodas lasgenera-
cionesquese beneficiarán con laobra deben soportarsu costo. Parael mismoautor,
el crédito público del Estado nacional consiste en "la aptitud política, económica,
jurídica y moral deun Estado para obtener dinero0 bienesen préstamo".
Para un sector importante de la doctrina clásica, el empréstito público esconsi-
derado un instrumentodegobiernodecarácterexcepcionaly extraordinario. Ental
sentido, ha señalado Marienhoff que, desde el punto devista económico, la vida

Alberdi, "Sistema Económico y Rentísticode la Confederación Argentina", en Organiza-


ción de la ConfederaciónArgentina, t. II, ps. 173 a 176, y op. cit., Cap. X, "De los diversos medios de
ejercerel crédito públicode la Confederación", ps. 273 a 276, al respecto.
Villegas, Curso de finanzas, derecho financiero ytributario, Za ed.. 1977, p. 79; Spisso. De-
recho constitucional tributario. p. 43 y ss.
lo Marienhoff, Tratadodederechoadministrativo, t. III, "Contratosde la administración Pú-
blica, Teoría general y de loscontratosen particular", 1997, p. 677.
Art. 75 (5") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN 276

institucional de la Nación debe desenvolverse de acuerdo a las previsionesde la ley


de presupuesto.Apartarsede este para recurrir sistemáticamente al empréstito im-
plicaviviren el desorden. No essensato ni aceptablegobernar oadministraren ba-
se a empréstitos.
Asimismo, la ley24.156,ensuart.56, párr.2",definealcréditopúblicocomo "... la
capacidadque tiene el Estado de endeuda~econ e l objeto de captar medios de fi-
nanciamientopara realizarinversionesreproductivas,para atendercasosdeeviden-
te necesidadnacional, para reestructurarsuorganización opara refinanciarsuspa-
sivos, incluyendo losintereses respectivos". El tercer párrafo del mismo artículo es-
tableceque: "Seprohíberealizaroperacionesdecréditopúblicoparafinanciargas-
tos oaerativos".
Un sector de la doctrina, entre los que se cuentan Sabsay y Onaindia", incluso
Vanossi, ya habían puesto de manifiesto las dificultades de orden práctico que im-
plicabael tratamientoo"arreg10" dela deudaexterna por partedel Congresoen su
totalidad; para el segundo de los autores nombrados, se trataría de dificultades si-
milares a la pretensión de que 1os"arreglos" sobre límites se agotaran en el Con-
greso con el debate legislativo. Tal pretensión resulta de cumplimiento imposible
en la práctica, al igual que ocurrecon las negociacionespor la deuda externa.

i Referenciajurisprudencial

1-La CorteSupremadeJusticiadela Nación ha señaladoqueel Congreso únicamen-


te interviene cuando arbitra los medios para viabilizar los pagos, reconociendoel de-
rechodepeticióndelosacreedoresquepuedenacudiranteelCongreso. [CSIN-Fallos,
2:36].
2-El Congresotarnbiéntienela oportunidaddeintervenirparaestablecerenuna ley
las condicionesdel retiro o conversión de los títulos de deuda pública emitidos por el
Estado, entérrninosobligatoriospara lostenedoresde los mismosyel Poder Ejecutivo
encargado deefectuar la conversión. [CSIN-Fallos, 104:355].

... 5'. Disponer del uso y de la enajenación de las tierras de propiedad na-
cional.

Antecedentes: CNde 1853, art. 67, inc.4". Concordancias: CN, art.4".

La propiedad inmuebledela Nación estáexpresamente mencionadaen el art.4'


que establece como recursos de la Nación los originados en la locación y venta de
tierras desu propiedad, en el art. 75, inc. So, la facultad del Congreso de disponer el

l1 Sabsay -0naindia. La Constituciónde losargentinos. 1998, comentario al art. 75, subtítu-


lo"Atribucioneseconómicofinancierasdel Congreso".
277 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (6")

uso y enajenación de tierras de propiedad nacional, y en el inc. 18, la de usar dichas


tierras para planes decolonización. Luque12destaca que: "Formar un Estadoy de-
limitar el territorio constituían pasos necesarios, para ello el Congreso tiene facul-
tades de fijar los límites provinciales y disponer el uso de la enajenación de las tie-
rrasde propiedad nacional (art. 75, incs. 5" y 15, CN)" 13.
Este inciso concuerda con lo establecido en el art. 4', en cuanto dispone que los
fondosdelTesoro nacional seintegran, entreotros, con el producto delaventay lo-
caciónde tierras nacionales. PuccinelliI4sostieneauetiene importanciafundamen-
tal en la medida en que le permite ejercer determinadas políticas relacionadascon
el bien común, considerando las particularidades poblacionales, sus necesidades
habitacionales o productivas, etcétera.

...6'. Establecery reglamentar un banco federal con facultad deemitir mo-


neda, así como otros bancos nacionales.

Antecedentes: CNde 1853, art. 67, inc. 5'. Concordancias: CN, arts.44 75, incs. 11.12
y 19,126.

En el seno de la Convención, hizo usode la palabra en nombrede la Comisión de


Redacción, el convencional Juan Carlos Maqueda-actual miembro de la Corte Su-
prema de Justicia de la Nación- quien explicitó que el sentido de la reforma era
adecuarel actual Banco Central, en su denominación y concepción, al Estadofede-
ra1,citando comoejemplos las institucionessimilaresdelos EstadosUnidosdeAmé-
rica, Suiza y Alemania 15.
El carácterfederalqueahora le impone la Constituciónal bancoencargadode la
emisión de la moneda -postula Quiroga LaviéT6- "no es solo una cuestión de
nombre, sino que define la política constitucional en el sentido de que las provin-
cias deberán intervenir en el gobierno de dicha institución. Será el Congreso, por

l2 Luque. La igualdadjurídica delasprovhciasargentinas, en http:llrevistacumlaude. comlas-


setsl3-luque-referato.pdf.
l3 Anderson, citado en Luque, La igualdadjurídica de lasprovinciasargentinas. 2000, p. 53.
l4 Puccinelli. ElCongreso Argentinoen la Constitución NacionalapropósitodeIsesquicente-
nariodesusancion, 2" premio de la convocatoria del Senado de la Nación por investigar: "El Poder
Legislativo en la Constitución Nacional", con motivo de los 150 años de la Constitución Nacional,

l5 Comoconsta en el DiariodeSesionesde la ConvenciónNacional Constituyentede 1994, t.

IV, p. 3819y siguientes.


l6 Quiroga Lavié. Constitucióndela NaciónArgentina comentada, 1996, p. 358 y siguientes.
Art. 75 (6") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

ley, quien definadicha intervención, para locual puedeservir de modelo laorgani-


zación federativa de la Reserva Federal en los Estados Unidos".
La ley 24.144 establece que el Banco Central es una entidad autárquica (art. l o )
cuya misión primaria y fundamental es preservar elvalor de la moneda (art. 3'). En
el diseño desu política monetaria y financiera "... no estarásujetoa órdenes, indi-
caciones o instruccionesdel Poder Ejecutivo Nacional" (art. 3'). Es el agente finan-
cierodel Estado nacional (art. 22), y quien emite billetesy moneda "... conformea
la delegación de facultades realizadas p o r el Honorable Congreso de la Nación"
(art. 17). El art. 30determina queel Banco Central "... eselencargado exclusivo de
la emiriónde billetesymonedasdela NaciónArgentina ... ". El mismoartículo pun-
tualizatambién que "... ningúnotroórganodelgobiernonacional(. ..)nilasmu-
nicipalidades, bancos u otras instituciones cualesquiera, podrán emitir billetes ni
monedasmetálicas, niotrosinstrumentosque fuesen susceptiblesdecircular como
moneda".
Por otra parte, el inciso hace mención a "otros bancos nacionales", en referen-
cia a los actuales de la Nación, Hipotecario y de Desarrollo.
En cuantoa laregulacióndelamoneda,afirma~alla~ía~~que: "Elanteriorart.
67, inc. 10,fuereformadoen 1994porel nuevoinc.75, inc.6"( ...) Nosolosehacam-
biadolaanteriorexpresión'banco nacional'por'bancofederal', enfatizandoelva-
lor del federalismo sino que también en el mismo sentido se ha eliminado la frase
queel mismotuviera su sedeen la Capital Federal, de manera queahora cabe la po-
sibilidad de que el mismo pueda establecerse en cualquier parte del territoriofe-
deral, y aun, quetenga sucursaleso sedes descentralizadas. De loque hastaaquíse
lleva dicho cabeformular, a manera deconclusión preliminar, queel constituyente
ha colocado la competencia sobre el régimen monetario constitucional en manos
del Congreso de la Nación, del Poder Legislativo, conforme surge de los ya citados
arts. 75, incs. 6"y 11 y del art. 126. Es al Congreso a quien corresponde fijar el valor
de la moneda y el de las extranjeras, como asimismo el de acuñar moneda metálica
e imprimir billeteso 'papel moneda', siendo que las Provinciastienen expresamen-
t e prohibida la acuñación y solo podrían crear bancos con facultad de emitir bille-
tes con autorización del Congreso, habiéndose interpretado que tal facultad solo
serviría a los fines de crédito pero no al curso legal o forzoso". El autor invoca el
pensamiento de Alberdi respecto a que la emisión irrestricta y descontrolada era
endeudamiento público noautorizado. Para decirlo con sus propias palabras: "El
papel solo es moneda cuando es convertible a la vista y al portador, es decir, cuan-
do no esemitido por el gobierno, deudor supremo y soberano, a quien nadie pue-
de obligarle a pagar cuando no quiere (...) El papel moneda, o la deuda-moneda
es la obra y la expresión de los malosgobiernos, como ellos son la obra y la expre-

l7 Dalla Vía, El régimen constitucionalde la moneda, en http:llwww.derecho.uba.arlpubli-


cacionesllyelrevistas/75/el-regimen-constitucional-de-/a-moneda.pdf
279 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 ( 7 " )

sión de esa moneda de guerra, de calamidad y tiranía. Con toda su civilización re-
lativa, un paísen queloscambiosse hacen por una moneda sinfijeza, esun paísen
el estado primitivode lospueblosque noconocen la compra-venta, sinoel trueque
y la permuta".
En esta cláusula no podemos omitir un tema excluyente de índole institucional:
la eventual adopción de una moneda única en la región que "supone nosolamen-
te la búsqueda de una moneda fuerte sino también la necesidadde que esa mone-
da refleje las relaciones de un mercado ampliado. La etapa embrionaria que atra-
viesa el Mercosur, que es algo más que una zona de libre comercio; algunos la de-
nominan 'unión aduanera imperfecta' y otros 'unión aduanera incompleta', hace
quesea necesario, con carácter previo, un serio cronograma decoordinación de po-
líticas macroeconómicas para superar asimetrías, afin de consolidar un mercado, y
a partir deallí, poder pensar en la conveniencia o no de una moneda única, pero no
antes", indica el autor.
Referenciajurisprudencia1
1- La Cortesuprema de Justicia de la Naciónseexpidióoportunamente respectoa la
facultad deestablecery reglamentarun bancofederal, enautos "Banco Nacional c.vi-
Ilanueva, Francisco", 21/9/1876, dondeconsideróquelaley había creado un banco na-
cional con facultad de emitir billetes, que cumplía una función estatal, más allá de la
forma social adoptada desde lo jurídico; dijo en tal oportunidad la Corte que: "...El
Congreso, eligiendo el sistema de una gran compañía por acciones, no ha hecho más
que seguir los mandatosde la ciencia y losconsejos más caracterizados...".Y en otra
parteagregó:" ...Lafacultaddeemitirmoneda puedeserdelegada por el Congresoa
un ente no estatal ...". [CSJN-Fallos, 176:5].
2- LaCorteSupremadeJusticiadela NaciónenCSJN-Fallos, 36:177 hadichoque: "El
Congreso está constitucionalmente habilitado para crear una o más especies de mo-
neda para el país, imponer su curso legal y hasta suspender los pagosen metálico".

... 7O. Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación.

Antecedentes: CNde 1853, art. 67, inc. 2". Concordancias: CN, arts.4"~75, inc. 8".

Estacláusulaexhibe un triple abordaje: histórico, institucional y literal, según la


visión deVanosi18que expresa "queal tiempo de la sanción constitucional (1853),
se afrontaba el dato inocultable de la deuda pública externa pertenecientea cada
una de las provincias argentinas hasta ese momento confederadas; pero por sobre

l8 Vanosi, Elmarcoconstitucionalde la deuda externa, en http:llwww.ancmyp.org.arluser/


fileslE1%20marco-vanosi.pdf.
Art. 75 ( 7 " ) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN 280

todo estaba allí gravitando la situación aún pendiente de la deuda originada mu-
chosañosantescon el créditode la firma británica Baring Brothers, concernientea
la provincia de Buenos Aires". Asimismo, la palabra "arreglar" está apuntando en
esoscasosa la necesidadde concordar con otros(sujetoso Estados) ideaesta que su-
giere la índole no unilateral de la capacidad que sedespliega desde el poder.
Un clásico sector doctrinario ha considerado prudente centralizar la consolida-
ción de aquella deuda pública externa; subrayando que en la voluntad constitu-
yente de 1853 se reconocía la deuda anterior (de las provincias) y se centralizaba la
deudafuturaenel manejodel PoderFedera1,queno hacen másqueconfirmarlacon-
tundenteconclusión según la cual esta rara avisdel inc. 7" del art. 75, nunca ha te-
nidoaplicación autónoma en el verdaderosentidodesu enunciado-según la óp-
ticadel mencionadoautor-; y que, por lo menosa partirde la generalización delos
fenómenos inflacionarios en la economía internacional, dicha norma aparece co-
mo un anacronismo. Además todo lo atinente al servicio de la amortización e inte-
reses de la deuda, figura y debe constar en el presupuesto de gastos de administra-
ción de la Nación (inc. 84;y, por lo tanto, esa es la norma y la oportunidad constitu-
cional para el ejercicio del rol legislativo en el tema que nos preocupa. En definiti-
va, la materia de la deuda externa es, desde un enfoqueconstitucional-administra-
tivo, una materia de competencias distribuidas o repartidas para ser asumidas y
ejercidas por distintosórganosy en diferentes momentosdel iter constitucional.
En ese orden de ideas, la Procuración del Tesoro de la N a ~ i ó npostula
'~ que del
juego armónico de los arts. 4" y 75, inc. 7" de la CN surge la competencia del Poder
Legislativodearreglar lovinculadocon ladeuda pública. Sin embargo, lacompleji-
dad de la deuda externa argentina, tanto por su magnitud cuantitativa cuanto por
la multiplicidadde los bonoscolocadosen el mercadoy la heterogeneidad desuste-
nedores ha motivado que, en la práctica, la facultad previamenteenunciada sede-
sagregue en un sinfín de actos, negociaciones, contrataciones y procedimientos;
por ello, y sin perjuicio de lo expuesto por el texto constitucional, ha sido notorio el
~ ~~

creciente protagonismo del Poder Ejecutivo en las distintas etapas de la negocia-


ción, reservándose la actuación congresional a la fijación de criterios rectores para
la negociación y10 a la crucial instancia del análisis previo a la aprobación o desa-
probación de lo actuado.

Referenciajurisprudencia1
1- En esteaspecto, la CorteSupremadelusticia de la Naciónse ha pronunciado obi-
terdictumqueel Congreso únicamente intervienecuandoarbitralosmediosparavia-
bilizar los pagos, reconociendo el derecho depetición de los acreedores que pueden
acudiranteel Parlamento. [CSIN-Fallos, 2:36].

l9 15/3/04, Dictamen 10U04.t.248, p.452.


281 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (8")

2-Del mismo modo,el Congresotambiéntienelaoportunidaddeintervenirpara es-


tablecer en una lev lascondicionesdel retiro o conversión de los títulos de deuda DÚ-
b~icaemitidos~orél ~stado,entérminosobli~atorios~aralostenedoresdelosmismos
y parael Poder Ejecutivoencargadodeefectuarlaconversión. [CSJN-Fallos, 104:355].

...S". Fijaranualmente,conformea las pautasestablecidasen el párrafo del


inc. 2 O de este artículo, el presupuesto general de gastos y cálculo de recur-
sos de la administración nacional, en base al programa general degobierno
y al plande inversiones públicasy aprobarodesecharlacuenta de inversión.

Antecedentes: CNde 1853/60, art. 67, inc. 7'. Concordancias: ley 24.156, art. 4 1 CN,
arts.75, incs.2", 59 7"y 9'. 8285.99, incs. 1°y 10, 100, incs.6"~7".

5 1. El art. 75 de la Carta Magna expresa lasfacultadesinhe-


rentes al Órgano Legislativo, que en conjunción con el Ejecutivo, en determinados
aspectos, estructuran la organización nacional, provincial y municipal.
En lo atinenteal tema queseventila en el presenteinciso, correspondeal Congre-
sode la Naciónfijarel presupuestogeneral y aprobarodesechar lascuentasdeinver-
sión, esdecir, nosencontramosante una función decaráctereconómicaauedebe ser
estudiada junto a la financiera (art. 75, incs. 4'a 9'y 14) e impositiva (inc. 20,art. 75).
No obstante, es de técnica el análisis de estos incisos en forma armónica con el
resto de la normativa concordante. De este modo se complementan los arts. 4", 82,
85,99, inc. 10y 100, incs. 6"y 7"de la CN; ademásde los inherentesde la Ley de Ad-
ministración Financieray de IosSistemasdeControl del Sector Público Nacional (ley
24.1 56 y sus modificatorias).
La presente norma sedivideen dosgrandestemas, por un lado, el relativoa la ma-
teria presupuestariade la Nación argentina y, por otro, a lascuentasde inversión.
En efecto, sedesarrollará en dicho orden la temática abordada, haciendo hinca-
pié en su tratamiento conjunto con losdemás incisos mencionados anteriormente.

5 2. Presupuesto. El presupuesto general de gastos y recursos es un docu-


mento que contiene el cálculo de ingresosy gastos pievistospara cada períodofis-
cal,yque,sistemáticamente,debeconfeccionarel6rganoEjecutivodeacuerdocon
las leyesy prácticasque rigen su preparación, para someterlo despuésal Congreso,
con cuyaaprobaciónsecontarácon un instrumentodegobiernode importancia bá-
sica para el manejo del patrimonio público del país2'.

20 Sobre el ensayo de este inciso del art. 75 de la CN, debo rnencionaryagradecer la colabo-

ración del abogado y docente, doctor Federico Daniel D'Angelo.


21 Ossorio, Diccionariode cienciasjurídicas,socialesypolíticas.1999. p. 792.
Art. 75 (8") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Resulta conveniente resaltar que los convencionales constituyentes lo definie-


roncomoel instrumentodegobiernoy herramientadeplanificacióneconómica22.
La ley de presupuestoespor lotanto laexpresión del programa de gobierno que
el Ejecutivo aspira durante un ciclo económico-financiero, por ello es también Ila-
mada "ley deleyes".
Correspondeal Órgano Ejecutivo su confección, ello por atribución constitucio-
nal receptada en el art. 99, incs. 1°y 10 en conjugación con el art. 100, incs. 6'y 7'.
Es decir, es el Ejecutivo el que a través del jefe de gabinete de ministros realiza,
ejecuta y hace cumplir el presupuesto general.
En efecto, es el Poder Ejecutivo quien confecciona dicha ley, mientras queel je-
fe de gabinete de ministros, en virtud de poseer el ejercicio de la facultad de ad-
ministración, esquien debe enviar al Congresoel proyecto de ley de Presupuesto y
ejecutarlo.
Sin embargo, las facultades del jefe de gabinete no termina allí, sino que el art.
37dela ley24.156 loautorizaadisponer lasreestructuracionespresupuestariasque
considere necesarias, dentro del total aprobado por cada presupuesto, quedando
comprendidoslosgastoscorrientes,gastosdecapital,aplicacionesfinancierasy dis-
tribución de finalidades.
Esdecir, dichofuncionariocarecede límites paradecidirqué, cómoycuándo mo-
dificar y disponer del presupuesto, con la única salvedad, conforme lo expresa la
doctora Gelli, del impedimentodeaumento desu m ~ n t o t o t a l ~ ~ .
La facultad descripta anteriormente ha sido motivo de acalorados pronuncia-
mientos, quea lafecha, continúan.
Cabe preguntarsesobre la constitucionalidad dedichoartículoque prescribe el
textomencionadoenvirtud deuna modificaciónal art.37de la ley24.156yaquese
contrapone deforma manifiesta con el art. 20del mismo cuerpo legal y con el con-
tenido del art. 99, inc. 3" de la Carta Magna.
Resulta por lo tanto pertinente refrescar el contenido de dichas normas, y de ese
modo el inc. 3" del art. 99 refierea los decretos de necesidad y urgencia emitidos por
el Órgano Ejecutivocon el límite de noserválidossi refieren a materia penal, tributa-
ria, electoral o de régimen de partidos políticos. El art. 20 de la ley 24.1 56 reza en su
parte pertinente: ". .. Contendrán normasqueserelacionendirectayexclusivamen-
te con la aprobación, ejecucióny evaluación delpresupuesto del que forman parte.
En consecuencia, no podrán contener disposiciones de carácterpermanente, no po-
drán reformar o derogar leyesvigentes, nicrear, modificar o suprimir tributos u otros
ingresos.. .".

22 Diario de Sesiones, p. 3177 y Obra de la Convención Nacional Constituyente 1994, t. VI. p.


5371, en Sagüés. Manual de derecho constitucional,Zaed., 2012, p. 466.
23 Gelli. ConstitucióndelaNaciónArgentina.Cornentadayconcordada,4aed..201 1.t. II, p. 165.
283 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (8")

El anteriorart. 37era concordantecon la norma precedente peroenvirtud delas


leyes26.124y27.342fuemodificadoyexpresa: "... EljefedeGabinetede Ministros
puede disponer las reestructuraciones presupuestarias que considere necesarias
dentro delrnonto totalaprobado ..."24.
Del análisisde losartículos referidosresulta quela actual facultad dedisposición
de reestructuración del jefe de gabinete de ministros es inconstitucional.
En defensa de lo antedichose puedeesgrimirque la determinación y asignación
de los gastos públicos es una atribución pura y exclusiva del Órgano Legislativo en
virtud de lo prescripto por el inc. 8"del art. 75 de la CN. Tampoco mediante la ley
27.342 secumplecon los requisitos propiosde la delegación legislativa prevista por
el art. 76de la Carta Magna, por lo que no puede argumentarsedicho instrumento.
Asimismo, el inc. 7"del art. 100del supremo texto nacional preve la posibilidad
al jefe de gabinetede disponer de partidasdel presupuesto nacional ya quesolo lo
habilita a emitir decisionesadministrativasy,claro está, quetal instrumento carece
deeficacia para modificar las partidasdegastos.
Menos aún corresponde proceder a dichas modificaciones presupuestariaspor
medio de Decretos de Necesidad y Urgencia, tal y como viene ocurriendo en la Ar-
gentina a lo largo del tiempo (verbigracia, el DNU 2609/12), ya que esel Congreso
de la Nación el que autoriza y limita al Ejecutivo a cumplir con las previsionesesta-
blecidas por la ley de presupuesto.
En similar sentido, se transgredeel art. 2Ode la ley 25.152 que, como lo expresa
el doctor Spessot, establece los principiosde la integralidad, y unidad presupuesta-
ria, paraseratendidosde manera simultánea, yaqueen relación al primero, al rea-
signar las partidas, se lasexcluyedel plan global preventivo financiero, que refleje
la realidad política, tornándolo en un presupuesto incompleto, con las consecuen-

24 Art. 37 de la ley 24.156 (modificado por ley 27.342): "Quedan reservadasalCongreso Na-
cional lasdecisionesqueafectenel montototal del presupuestoyel montodel endeudamiento pre-
visto, asícomo las partidasque refierana gastosreservadosy deinteligencia. EljefedeGabinetede
Ministros puede disponer las reestructuracionespresupuestarias que considere necesarias dentro
del monto total aprobado. Dichas reestructuraciones no podrán superar el siete coma cinco por
ciento parael ejercicio2017y el cinco porciento para el ejercicio2018y siguientes, del montototal
aprobado porcada ley de presupuesto, ni el quince porciento del presupuestoaprobadoporfina-
lidad. cuandosetratede incrementosdegastoscorrientesendetrimentodegastosdecapital ode
aplicacionesfinancieras, y10 modificacioñesen la distribución de lasfinalidades.~talesfines,ex-
ceptuase al jefe de Gabinete de Ministros de lo establecido en el art. 15 de la ley 25.917. Las rees-
tructuraciones presupuestarias realizadas por la Jefatura de Gabinetede Ministros, en función de
lasfacultadesestablecidasenel presenteartículo, deberán ser notificadasfehacientementea am-
bascomisionesdePresupuestoy Hacienda del Honorablecongresodela Nacióndentrode loscinco
díashábilesdesudictado,especificándoselosmontosdinerarios,finalidadesdelgasto,metasfísicas
y programas modificados. La reglamentación establecerá los alcancesy mecanismos para efectuar
las modificacionesa la ley de presupuestogeneral que resulten necesariosdurantesuejecución".
Art. 75 (8") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

ciasqueelloimplicay,segundo, lavulneraciónespalmariaporquenoposibilitaque
todos los gastos públicos se encuentren comprendidos en un solo documento y de
este modo se transgrede la garantía del principio de claridad que deriva del princi-
pio d e r a ~ o n a b i l i d a d ~ ~ .
Por último, y en la misma línea argumentativa, seconsidera que la facultad dis-
crecional del jefe degabinete de ministrosvulnera los principios establecidosen el
inc. 2"del art. 75de la CN, ya quedicha norma en su tercer párrafo prescribeque la
distribución se hará atendiendo a criteriosobjetivosde reparto, en forma equitati-
va y solidaria26.
En efecto, como expresa el doctor Risso, la remisión que el ap. 8" haceexpresa-
menteal2"dela misma norma escardinal y porelloobligaaquela previsión presu-
puestaria de los recursosestatalesno sea netamente discrecional, ya que la misma
se encuentra sujeta a prioridades evidentemente de sólida vinculación a los dere-
chos humanos27.

3 3. Cuentasde inversión.- El Congreso de la Nación Argentina tiene la obli-


gación decontrolar cómo el Órgano Ejecutivo ha gastado losrecursosasignadosen
la ley de presupuesto.
Ello debe ser llevado a cabo por la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de
Cuentas, creada por la ley 24.1 56 en sus arts. 127y 128 e integrada por seis senado-
res, seis diputados y personaltécnico.
Sin embargo, la realidad evidenciaquedichoorganismo haconstituido unadeu-
da pendientedel Legislativo. En efecto, es la Auditoría General de la Nación (véase
art. 85, CN) quien efectúa dicho control en virtud de ser el organismo que dictami-
naacercadel estadode lascuentasdela Administracióncentral (control externo)28.

25 Spessot, Presupuestoyfederalismo.Desatinosde un D.N.U. que lesiona principiosrepubli-


canos, en"Revista El DerechoConstitucional", SerieEspecial. ejemplardel 16/5/13. p. 7; y "El Poder
Legislativo", en Manualdeinstitucionesdederechopúblico,CapituloX; Carlos M. Negri(dir.); 2016.
ps. 268 a 272
26 Att. 75, inc. ZO, párr. 3Ode la CN: "La distribución entrela Nación, lasprovinciasyla ciu-
dad de BuenosAires y entre estas, se efectuará en relación directa a las competencias, sewiciosy
funciones de cada una de ellas contemplando criterios objetivos de reparto; será equitativa, soli-
dariaydaráprioridadallogrode ungradoequivalente de desarrollo, calidadde vida eigualdadde
oportunidadesen todo el territorio nacional".
27 Risso, Constitución, economíaypoderiEsla Constituciónunlímitepara la intervencióndel
Estado en la economía?, en "Revista de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional"; De-
batesdeActualidad; La intervencióndel Estadoen la Economia,AñoXXVIII, no206,ene.-jun. 2013.
p r 101y 102.
28 Veaseinfra, el comentario al art. 85deesta obra.
285 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (9")

5 4. Conclusión.- La atribución concedida al Congreso de la Nación en mate-


ria económica residede manera precisa en el inc. 8"del art. 75 de l a CN.
Dicha norma debe ser estudiada y analizada coordinadamentecon losarts. 75,
inc. 2" de la Carta Magna y 20 y 37 de la ley 24.156, sin olvidar los arts. 99, inc. 10 y
100, incs. 6"y 7"de la Carta Magna en relación con la ley 26.124.
Es decir, el presupuestoes un instrumento a travésdel cual el Estado actúa sobre
laeconomía, peroello no implica quesea una ley fiscal por locual el jefedegabine-
te no puede crear, modificaro suprimir tributos.
En esteorden de ideas, la facultad concedida al jefe degabinetede ministros por
el art. 37 de la ley 24.1 56 (función otorgada mediante ley 26.1 24), resulta a todas lu-
ces inconstitucional, ya que modifica por imperium del Poder Ejecutivo las partidas
presupuestariasquefueronaprobadasporelCongresodelaNaciónyellolohaceme-
dianteunasimpledecisión administrativa, loqueesclaramenteviolatoriodelart. 31
de la Carta Magna y del principio republicano de división de poderes(art. lo, CN).
Asimismo, es el Congreso el encargado de aprobar odesechar lascuentasde in-
versión de losgastosqueel Ejecutivo realizó duranteel período anteriory queel je-
fe degabineteejecutó. Si el órgano legislativodesapruebadichascuentasmedian-
te una ley, no puede el Ejecutivo vetarla, ya que de ese modo se alteran principios
republicanosy laarmonía legislativa contenidaen el juegorecíprocodel art. 75, inc.
8"con el art. 85 de lasuprema norma nacional.

...9'. AcordarsubsidiosdelTesoronacionala las provincias, cuyas rentas no


alcancen, según sus presupuestos, a cubrir susgastosordinarios.

Antecedentes: CNde 1853, art. 67, inc.8". Conconlancias: Ley 23.548, art. 3". inc. d).

La redacción orginaria corresponde al inc. 8"del art. 67 de 1853. Si nos retrotra-


emosen la historia constitucional, seadviertequeel 18deabril de 1853 la Comisión
de NegociosConstitucionales,integrada por Pedro DíazColodrero, Martín Zapata,
Juan del Campillo, Manuel Leiva, Pedro Ferré, Juan María Gutiérrezy Juan Benjamín
Gorostiaga produjo el Informe Proyecto de Constitución para la Confederación Ar-
gentina que indicaba acordar suplementos del Tesoro Nacional a las provincias cu-
yas rentas no alcancen, según sus presupuestos, a cubrir sus gastos ordinarios, ha-
ciendo llevar a cada provincia una cuenta particular de estos suplementos, que de-
berán reintegrarseen proporción que mejoren sus rentas. El antecedente inmedia-
t o de la cláusula, especialmente según la redacción dada por la Comisión de Asun-
tosConstitucionalesde 1853, fueel art. 150 de la CNde 1826.
En primer término, es necesario distinguir los subsidios del Tesoro Nacional a las
provincias aquí previstos, del Fondo de Aportes del Tesoro Nacional a las Provincias
creado por la Leydecoparticipación Federal delmpuestos23.548(arts.3: inc. d, y 59.
Art. 75 (1 0) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

La cláusula constitucional del actual inc. 9", art. 75 de la CN prevé como atribu-
ción del Congreso de la Nación acordar subsidios de carácter no reintegrable a las
provincias, cuyas rentas no alcancen acubrir susgastos ordinarios.
Relacionándola con el Fondo de AportesdelTesoro Nacional a lasProvincias(art.
3", inc. d, de la ley 23.548), coincidimos con la interpretación adoptada por la Co-
misión Federaldelmpuestosy con el criterioadoptado por ~ e r t e a ~ el ~ sentidode
en
que se trata de dos instituciones distintas: una de fuente tributaria y otra presu-
puestaria.
En el año 2006 el Ministerio del Interior solicitó a la Comisión Federal referida
que considerara la posibilidad de interpretar si la Ciudad Autónoma de BuenosAi-
res, con su nuevo estatus jurídico/constitucional, sería beneficiaria del Fondo de
Aportes del Tesoro Nacional a las Provincias establecido por la ley 23.548. Aquella
entendió, siendo la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tributaria del citado fondo
por la forma de calcular su financiación (aun cuando esté a cargo del Gobierno na-
cional), debería también considerársela como eventual beneficiaria.
Acerca de las aplicaciones prácticas que se hicieron durante una década de este
Fondo deATN, hacemosreferenciaa un lnformede Auditoría de IaSindicaturaGe-
neral de la Nación (mayo de 1997), en el cual se pone de manifiesto el desvío siste-
mático hacia fines y10 destinatarios no contemplados en la ley de creación.

i Referenciajurisprudencia1
-En numerosospronunciamientos,nuestro MáximoTribunalsostuvo el mismo crite-
rio, invariable a través del tiempo en el sentido de que se tratan de subsidios acorda-
dos por el Congreso de la Nación cuanto de Aportes del Tesoro Nacional: Los aportes
delTesoro Nacional entregadosa la Provincia sincargode reingreso, unavez recibidos
se incorporan al patrimonio provincial. [CSJN, "Raffo y MazieresS.A.C.1.F.". CSIN-Fa-
Ilos, 310:2235; CSJN, 23/2/99. "A.C.I.S.E.R. s1Defraudación de las rentas nacionales",
CSJN-Fallos, 322:203].

... 10.
Reglamentar la libre navegación de los ríos interiores, habilitar los
puertos que considere convenientes, y crearo suprimir aduanas.

Antecedentes: CNde 1853, art. 67, inc. 9". Concordancias: CN, art. 26.

En tal sentido, un amplio sector de la doctrina postula lo propio. Villegas Basavil-


baso ha expresado que "el cauce de los ríos navegables interprovinciales pertenece
alasprovinciasy noala Nación". Diez sostieneque: "Encuantoalostitularesdeldo-

29 Bertea, Subsidios del Tesoro Nacional a las Provincias, en http:llwww.federalismofiscal.


comlwp-content/uploads/2010l12lSubsidios-del-Tesoro-Nacional.pdf
287 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (1 0)

minio público fluvial (...)el dominio es provincial, salvo en la parte correspondiente


al territorio de Tierra del Fuego y las islas australes" y de igual forma se manifiesta
Bielsa30.
En consecuencia, las provincias conservan todo el poder no delegado al gobier-
no nacional (art. 121) y no ejercen el poder delegado por la Constitución al gobierno
federal (art. 126), razón por la cual la Nacióntienejurisdicción (en carácterdecom-
petencia de reglar el o los usos) exclusiva en todo lo atinente al tráfico internacio-
nal e interprovincial, pero no podría pretender regularlo dentro de los límites pro-
vinciales.
Por lo que el resto de los puertos (los que se utilizan al tráfico local o los deporti-
vos,porqueasílodisponelaley nacional),deberánserhabilitadosoautorizadospor
las respectivas autoridades locales.
Tal habilitación,facultaddel Congresode la Nación (art.75, inc. lo), esdelegada
mediante la ley en tratamiento en el Poder Ejecutivo, con la obligación decomuni-
cación al mencionado cuerpo legislativo en el término de diez días hábiles a partir
de la fecha del respectivo decreto.
Por losarts. 11y 12de la ley 24.093sedisponelatransferenciaa las provinciasen
cuyos territorios se encuentren los puertos de propiedad y10 administrados por el
Estadonacional, estableciendo un requisitoespecial en el casode los puertosde Ba-
hía Blanca, Quequén, Rosarioy Santa Fe.
En efecto, en estossupuestos, la ley nacional dispuso quecon carácter previoa la
transferencia, deberían constituirse sociedades comerciales o entes públicos no es-
tatales, paralagestióndedichospuertos,en la quedeberán estar representados, la
provincia, el o los municipiosen cuyo territorio se encuentre y "... lossectorespar-
ticulares interesados en e l quehacer portuario, comprendiendo a los operadores,
prestadores de servicios, productores usuarios, trabajadores y demás vinculados a
la actividad.. . ".
Por otra parte, es necesario señalar algunos aspectos de la mencionada ley, que
dispone la transferencia de esos puertos, por lo que la Nación no tiene facultades
para establecer cómo deben administrar las provincias sus bienes, ya que la mayo-
ría de los puertos no pertenecían a la Nación-no habían sido adquiridos por com-
pra o efectuada la cesión territorial con intervención de las Legislaturaslocales-,
sino solo habilitadoso construidos por ella, sobre terrenos provinciales ni, tampo-
co, la misma puede determinar cómodebe llevar a cabo su administración una pro-
vincia, atento lo dispuesto por el art. 122 de la CN.
Asimismo, el decr.-regl. 769193 establece el objeto de los entes mencionados y la
conformación, en cuantoa lossectoresdeactividad,quedeben integrarlos; determi-
na quién será la autoridad de aplicación de la ley; dispone las prestaciones mínimas

30 Citados por Gordillo en Tratado de derechoadministrativo,, t. IX, Cap. XVIII, "El dominio
público".
Art. 75 (1 1) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

quetendrán que proveer los puertosde uso público, ya sea en forma directa o por in-
termedio deterceroscontratados a tal fin; tipifica lasfaltas gravesy el procedimiento
quedebecumplirse,aclarandoquelaresoluciónfundada porlaqueseaplicaunasan-
ción, habilita lavía recursiva en lostérminosde la ley 19.549 y complementarias.
Entre los aspectoscentrales:el art. 20 de la ley determina como responsabledel
puerto, aquiense le hayaotorgadola habilitación del mismoy el art. 12 expresaque
laspersonasjurídicasqueadministren y exploten los puertos mencionadostendrán
lafacultaddedeterminarel propiotarifariodeservicios,debiendoinvertirenel mis-
mo puerto el producto de su explotación.
Concluimosestasbreves consideraciones, con referencias a la jurisdicción y con-
trol: todos los puertos estarán sometidos a los controles de las autoridades nacio-
nalescompetentes, conforme a las leyes respectivas, incluida entre otras la legisla-
ción laboral, de negociación colectiva y las normas referentes a la navegación y el
transporte por agua, y sin perjuicio de lascompetenciasconstitucionales locales.
Respecto a la ley nacional, con injerencias desmedidas sobre atribuciones pro-
vinciales, omite temas de importancia como la delimitación del dominio portuario
y la prestación de servicios portuarioscomo el practicajeo el remolque.
En lo que concierne a las aduanas, la Constitución consagra una pauta básica:
prohibir lasaduanasinteriores, esdecir, provinciales, lo cual implica el principio de
la libre circulación de bienes por todo el interior del país sin restriccionesni contro-
lesde ninguna especie. La doctrina entiendeque lo prescripto en susarts. 9',10,1 l
y 12, impregna la cláusula objeto deestas reflexiones.

1 Referenciajurisprudencia1
-Reiteradamente ha resueltoqueel dominiosobrelosríoslespertenecea las provin-
ciasy no a la Nación.
La Corte Suprema de Justicia, en autos "Provincia de Buenos Aires c. NaciónArgenti-
na", reconocióque no essuficiente la existencia dejurisdicciónnacionaloel comercio
interestatalquepuedaIlevarseacaboenuncursodeagua, paraexcluireldominiopro-
vincial, el cual en el caso de los ríosTigre y Luján, resulta indudable.Añadeel AltoTri-
bunal queesedominioautorizaalasprovinciasaejercertodoslosderechosque lesse-
an inherentes, incluso el de cobrar un canon de fondeadero a la Gendarmería Nacio-
nal, por la utilizaciónde unespejo deagua ubicado en uno deesoscursosde agua.

...11. Hacersellarmoneda,fijarsuvalory elde1asextranjeras;y adoptarun


sistema uniforme de pesos y medidas para toda la Nación.

AntecedentesCNde 1853, art.67, inc. 10. Concordancias:CN, arts.75, incs.6"y 19,126.

En 1875 sedicta la ley 733quefijael "Peso Fuerte" y en 1881 toma forma, con la
sanción de la ley 1130, un sistema bimetalista atenuado con base en el "Peso Oro"
289 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (1 2 )

o Argentino queera convertible. Lesiguieron el peso "moneda nacional", el peso


"ley 18.188",el "pesoargentino", el "austral" y el pesode la ley 23.928, deconverti-
bilidad. En este último caso, el contexto se completaba con variasdelegaciones del
Legislativoen el Poder Ejecutivoy principalmenteen el Bancocentral.
MásalládelasatribucionesconcedidasexpresamentealLegislativoen el art. 75,
se plantean problemas constitucionales a considerar en orden a la delegación le-
gislativa de facultades monetariasen el Poder Ejecutivo. En tal sentido, la jurispru-
denciade la Cortesuprema deJusticia de la Nación haadmitido ladelegación defa-
cultades legislativas en materia monetaria en el Banco Central de la República Ar-
gentina, como utsupra lo dejamos señalado.
Conformesurgede losya arts. 75, incs. 6"y 11 y 126, reposa lacompetenciasobre
el régimen monetario constitucional en la esfera parlamentaria. Es al Poder Legis-
lativo a quien corresponde fijar el valor de la moneda y el de las extranjeras, como
asimismoel deacuñar moneda metálicaeimprimir billeteso "papel moneda", sien-
do que las provincias tienen expresamente prohibida acuñarlas y solo podrían cre-
ar bancoscon facultad deemitir billetescon autorización del Conareso, - . habiéndo-
se interpretado que tal facultad solo podría ser útil a los fines de crédito pero no al
curso legal oforzoso.

n Referenciajurisprudencia1
- La Corte Suprema de Justicia de la Nación en CSIN-Fallos, 52:431 y CSIN-Fallos,
149:195..ha .oostulado: "La Facultaddeacuñarmonedaesunadelascaracterísticasbá-
sicasdel Estadosoberanoen tantoquelean Bodin, el principalteóricode la Soberanía,
decía en 1576 aue acuñar moneda imoortaba 'una de las señales de suorema autori-
dad'", como e; CSIN-Fallos, 36:177 en el sentido que: "El Congreso está constitucio-
nalmente habilitadoDara crear una o másesoeciesdemonedaDara el oaís, imoonersu
curso legal y hasta suipender los pagosen metálico"

...12. Dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y
Seguridad Social. en cuerpos unificados o separados, sin que tales códigos
alteren las jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación a lostribu-
nales federales o provinciales, según que las cosas o las personas cayeren
bajosus respectivasjurisdicciones;y especialmente leyesgenerales para to-
da la Nación sobre naturalización y nacionalidad, con sujeción al principio
de nacionalidad natural y por opción en beneficio de la argentina: así como
sobre bancarrotas, sobre falsificación de la moneda corriente y documen-
tos públicos del Estado, y las que requiera el establecimiento del juicio por
jurados.

Antecedentes: CNde 1853160, art. 67, inc. 1l.Concordancias: CN, arts. 126,129.
Art. 75 (1 2 ) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Estamosantelasdenominadasleyescomunes,que son aquellasque emanan de


la facultad reconocida al Congreso nacional de dictar los códigos mencionados, en
cuerpos unificadoso separados, sin que ello altere las jurisdicciones locales, corres-
pondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales, según que las co-
sas o las personas cayeren bajo sus respectivasjurisdicciones (art. 75, inc. 12). Allíse
entrelaza la normativa en forma metódica, organizada y sistemática.
Es una vieja herencia del racionalismo clásico, que elaboraba las reglas de con-
ducta general, sistematizadasen un "Código" que pretendía contener todas lasre-
ferencias posibles sobre la materia en cuestión. La reforma de 1994agrega que es-
ta normación puede hacerseen cuerpos unificadososeparados, comoel CódigoCi-
vil y Comercial, Penal, etcétera.
Cabeindicar quesedestaca la legislación sobre naturalización y ciudadanía: su-
jeta al principiodeciudadanía natural y poropción, en una formulación garantista
quesolucionaviejosproblemasinterpretativosrespectode laconstitucionalidad de
una regulación legal de la figura de la ciudadanía por opción y que recibe la im-
pronta de los nuevos principiosdel derecho internacional en la materia a partir de
los tratados internacionales con rango constitucional (art. 75, inc. 22), como tam-
bién la ley sobre falsificación dela moneda corriente. Pareciera que por su carácter
federal, el banco aludido en el inc. 6"debe incorporar a representantes de las pro-
vincias en sus órganos de conducción y administración.
Intentamos interpretar también que la emisión monetaria no puede ahora dis-
ponerse sin encaje metálico o respaldo suficiente de manera habitual y permanen-
te, como mero recursofiscal.
Acercade la leysobrejuicio por jurados BidartCampos3' entiendeque hadever-
se como una ley-marco a aplicarse en jurisdicción penal del fuero federal y local, y
de carácter federal. Asimismo, deja margen reglamentario a la legislación provin-
cial y en la actualidad podría incluirseen la categoría de la normativa propia del de-
recho procesal constitucional.

m Referenciajurisprudencia1
- Envirtudde esta cláusula, es potestad del legislador nacional dictar loscódigosde
fondo (por ejemplo, regular losaspectossustancialesdel régimengeneral de lasobli-
gacionesy -en consecuencia- sus modos de extinción), estando vedado a las juris-
dicciones localesdictarreglas incompatiblesconlasconsagradasenaquelloscódigo$
como así también la obligatoriedad de acatamiento de la doctrina emergente de los
precedentes por parte de los tribunales inferiores [CSJN, 26/3/09, "Casa Casmma
S.R.L."],debiendoseñalar-además-queenesteúltimofalloelSuperiorTribunal na-
cional reiteró losfundamentosdadosen el fallo "Filcrosa".

31 Bidart Campos. Manualde la Constituciónreformada.t. III, Cap. XXXIII.


291 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (1 3/14)

...13. Reglarelcomerciocon lasnacionesextranjeras, y de lasprovinciasen-


tre sí.
......................................................

Antecedentes: CNde 1853, art. 67,inc. 12. Concordancias: CN, arts. 99 75, inc. lo.

Estosignifica queel Congresotiene la atribución de reglar el comercio marítimo


y terrestre con las naciones extranjeras, y de las provincias entre sí. Respecto al pri-
mero, la norma debe ser conjugada en concordancia con el régimen aduanero de
carácterfederal, también a cargo del Poder Legislativo. El árnbitoquecircunscribe
la cláusula reconoce el que fue delineado por la redacción del viejo inc. 12 del artícu-
lo del texto constitucional.
Asimismo, el vocablo "comercio" no solo es tráfico o intercambio sino también
comunicación, esdecir, el tránsitode personas, el transporte, el usode Internetapli-
cado a las relaciones industriales-comerciales,la navegación, la energía eléctrica e
hidroeléctrica, servicios telefónicos, etcétera, alcanzando a cosas, productos, mer-
caderías, personas, pensamientos, etcétera.

Referenciajurisprudencia1
- A la luz del pensamiento de Bidart Campos y la jurisprudencia, se proponen las si-
guientespautasdeaplicación en la materia:
a) el crucede una frontera interprovincial4e personas, bienes, mercaderíaso infor-
mación-escompetenciadel Congreso, b) perocomercio interprovincial nosoloesel
entablado entre provincias sino el que se extiende o afecta a otras provincias o al co-
mercio exterior, c) con la interpretación del "efecto sobre el comercio" la competen-
cia del Congresoseexpandecadavezqueel comercio interno de una provincia secom-
bina con el comercio exterior o interprovincial imposible de dividir, 4 las provincias
no pueden adoptar medidas que directamente regulen el comercio exterior o inter-
provincial, ni que lo obstruyan, dificulten o intervengan en él, e) el comercio que se
localizadentrode una provincia no puedeser regulado porella sielloafecta el comer-
cio exterior o interprovincial y si en tal supuesto ya ha sido regulado por el Congreso,
f) si un asunto comercial (exterior o interprovincial) incumbe al Congreso, las provin-
cias no pueden legislar sobre él, g) las leyes provincialesque sin regular el comercio
exterior0 interprovincial lo afectan incidentalmente, recayendo enforma directa so-
breel comercio puramenteinterno, solosonválidasmientrasel Congresose inhibede
actuar.

...14. Arreglar y establecer los correosgenerales de la Nación.


Antecedentes: CNde 1853, art. 67,inc. 13. Concordancias: CN, art.42.

El correo fueel primer servicio público reguladoen el país. En 1876, sesancionó


la ley 816, mediante la cual se dispuso que la Dirección General de Correos y Telé-
Art. 75 (1 5) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

grafoscontrolara y prestara de maneraexclusiva,el servicio postal. Esta ley rigiódu-


rante noventa y seisaños, hasta queen 1972fue reemplazada por la ley 20.216, que
creó la empresa ENCOTEL, ratificó el monopolio estatal del servicio y estableció los
derechos del usuario frente al operador postal. En 1993, cuando el Poder Ejecutivo
aprueba el decr. 1187, se concluye el proceso de desregulación, al suprimir la reser-
va postal exclusiva a favor del Estado nacional. El carácter público del correo ema-
na de la Constitución Nacional. En el texto original de 1853160, se estipuló que sus
rentas integrarían los fondosdel Tesoro nacional y que una de las atribucionesdel
Congreso es la de arreglar y establecer los correos generales de la Nación. Talesdis-
posicionesnofueron alteradasen la reformaconstitucional de 1994. En 1997, sede-
cidió la privatización del servicio postal estatal. El Tesoro nacional dejó de recibir el
aporte de fondos previsto en la Constitución y, en 2003, el Poder Ejecutivodetermi-
nó el regreso decorreo Argentino a manos del Estado. La eliminación de la reserva
postal exclusiva significó laapertura de un mercadoqueactualmentesedivideen-
tre el correo oficial y firmas privadas. En efecto, del análisis del mercado postal se
observa la existencia de dos sectores diferenciados. En el primero de ellos operan
Correo Argentino y prestadores privadosde gran tamaño.

...15. Arreglar definitivamente los limites del territorio de la Nación, fijar


los de las provincias, crear otras nuevas, y determinar por una legislaciónes-
pecial la organización, administración y gobierno quedeben tener los terri-
torios nacionales, que queden fuera de los límites que se asignen a las pro-
vincias.

Antecedentes: CNde 1853, art. 67, inc. 14. Concordancias: CN, art. 118.

Ya el viejo art. 67, inc. 14, determinaba que los límites interprovinciales eran fi-
jados por el Congreso de la Nación, en su redacción originaria.
Es dable indicar que la voluntad del constituyente de 1853 se orientó a que las
provincias nuevas que surgen por creación del Congreso, no puedan pactar con el
Estadofederal al tiempo desu creación. O sea que, cuando el Congreso crea nuevas
provincias, las erige en igualdad de estatus jurídico y político con las catorce pree-
xistente~al Estadofederal. La ley de creación no puede disminuir ese estatus, por-
que si bien las provincias nuevas y posteriores a 1853-1860no concurrieron al acto
constituyenteoriginario, aparecena posteriori integrándoseen paridad eigualdad
de situación con las demás.
Esta cláusula se halla estrechamente ligada a la seguridad nacional, y por ende,
debe leerseen concordanciacon losarts. 6", 21,23 y 75, incs. 16,25,26,27,28,29y 31.
Finalmente, cabe destacar en línea a las facultades compartidas entre Nación y
provincias, cuando lasconstitucionesprovincialescontienen en algunodesusartícu-
los una definición decuáles son loslímitesde la provincia, la norma pertinente solo
293 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (1 611 7 )

debe interpretarse como declarativa del ámbito geográfico respectivo, y no como


sustitutiva de la competencia que el Congreso tieneen la materia.

...16. Proveer a la seguridad de las fronteras.

Antecedentes: CN de 1853, art. 67, inc. 15. Concordancias: CN,arts. 23,75, incs. 25 y
29,99, inc. 16.

Señalernosen primer lugar, que laesferacornpetencialdel Congreso sedelimita


en estascuestionespor losarts. 6", 21,26y 75, incs. 15,16,25,26,27,28,29 y 31 de la
CN. Entre lo cuales, la reforma ha introducido modificaciones en los contenidos
constitucionales de los incs. 16,26,27 y 31 del art. 75.
Esta potestad congresional la atribuye la Carta magna, en carácter dedefensa y
precaución, de estrechovínculo con la materia de seguridad, pero que se relaciona
básicamentecon el ámbito internacional, por sus obviasconnotaciones. El conven-
cional constituyente ha desarrollado una labor deadecuación para dar sentido a la
reformaensuconjunto,eliminándose, por supuesto, la parte desu redacciónorigi-
nal concerniente a conservar el trato pacífico con los indios y promover su conver-
sión al catolicismo. Francamente incompatible hubiese resultado su vigencia en el
estado actual del derecho constitucional interarnericano.

...17. Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos índigenas


argentinos.
Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e
intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la po-
sesión y propiedadcomunitariasdelastierrasquetradicionalmenteocupan;
-~ ~

y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano;


ningunadeellasseráenajenable, transmisiblenisusceptibledegravámenes
o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos
naturalesy a los demás interesesque losafecten. Las provincias pueden ejer-
ce concurrentemente estas atribuciones.

Concordancias: CN,arts. 75, incs. 18.19 y 22,124.

La norma es un exponente de la reforma de 1994, ya que la materia que regula se


encuentra incluidaen el Núcleode CoincidenciasBásicasde la ley 24.309. Quiroga La-
vié32ha señaladoque la manda constitucional al Congreso de la Nación que le impo-
neel deber de "regular la entrega deotrastierrasaptasy suficientes para el desarro-

32 Cfr. Quiroga Lavié- Benedetti -Cenicacelaya, Derecho constitucionalargentino, 2001


Art. 75 (1 8) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

110 humano" pone en cabeza deeste órgano el deber dedictar reglas sobre distribu-
cióndelastierrasyqueestesistema "... podrádisponerdeunrégimendedistribución
de tierras públicas provincialesdiferente, que deberá ser respetado por cada Provin-
cia. Enestecasonocorresponde ninguna reparaciónal patrimonio provincial, porque
la afectación territorial está dispuesta por la propia Constitución Nacional ...".
De profundo contenido humanista, la cláusula consagra el derechoa ladiferen-
cia, que es una expresión del derecho a la identidad personal y que se relaciona ín-
timamente con él. Prevé también el reparto de competenciasentre el Estadofede-
ral y las provincias.
El derecho debe armonizarse entre valores, historia, instituciones, tradiciones,
principios, objetivos, obligaciones, responsabilidades, etcétera y conformar un
cuerpoontológicoen su conjunto; perofundamentalmentedebetener siempreen
cuenta que las libertades públicas, las garantías individuales y los derechos consti-
tucionales de las personas que habitan una comunidad determinada, nunca pue-
dan apartarsedesu destinocomún dejusticia, desolidaridad, delaética de losprin-
cipios, de la igualdad y de la grandeza de la condición humana.
Este pensamiento radica en el fin último de la regulación de lasacciones huma-
nas, que debe ser el de mantener ese equilibrio que permita el crecimiento, pro-
greso y desarrollo de la persona humana y de todo un pueblo bajo un sistema que
permita la libertad plena en todossusaspectos.Esto es lo queestá plasmadodema-
nera genial en el art. 19 de la CN: "Las accionesprivadasde los hombresquede nin-
gún modo ofendan alorden y a la moralpublica, niperjudiquen a un tercero, están
solo reservadas a DIOS, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habi-
tante dela Nación será obligado a hacerlo que no manda la ley, niprivado de lo que
ella noprohíbe".

...18. Proveer loconducentea la prosperidad, al adelanto y bienestardeto-


daslas provincias, y al progreso de la ilustración,dictando planes de instruc-
ción general y universitaria, y promoviendo la industria, la inmigración, la
construcción de ferrocarriles y canales navegables, la colonización de tierras
de propiedad nacional, la introducción y establecimiento de nuevas indus-
~ ~

trias, la importación de capitales extranjeros y la exploración de los ríos in-


teriores, por leyes protectoras de estos fines y por concesiones temporales
de privilegios y recompensasdeestímulo.

Antecedentes: CNde 1853, art. 67, inc. 16. Concordancias:CN,arts. 75, incs. 19y 22,125.

Veamos las políticaspara el desarrollo, la cultura y lascuestionespoblacionales:


El inc. 18delart.75olacláusuladel progresoesdeunaamplitud manifiestayenglo-
ba en su enunciado una temática que, sin carácter taxativo, equivale a los conteni-
dos del bien común y de lo que hoy sedenomina desarrollo. Proveer lo conducente
295 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (1 9)

a la prosperidad del país, al adelantoy bienestar de todas las provinciasy al progre-


so de la ilustración, abarca aspectos materiales y culturales, a tono con las grandes
pautas del Preámbulo. Además, la extensión del progreso y del bienestar a "todas
las provincias" otorga a la cláusula una dimensión territorial y social que abarca a la
integralidad geográfica y poblacional de todo el Estado, sin exclusiones ni margi-
namientos dentro de la federación.
Para el progreso de la ilustración, se atribuye al Congreso la facultad de dictar
planes de instrucción general y universitaria. Esta terminología comprendeel line-
amiento y la estructura de la educación en todos los niveles y ciclos, para la ense-
ñanza en jurisdicción federal y provincial, y para la enseñanza privada (no estatal).
También corresponde precisar el vocablo "planes", que admitedoble acepción:
a)en unsentido "técnicom-pedagógico, essinónimode plan deestudioso listadode
asignaturas; b) en un sentido "político"-pedagógico, equivale a planes de acción y
organización del sistemaeducacional(planeamientodefines, niveles, ciclos, pautas
de funcionamiento, títulos, etcétera). Creemosquela competencia del Congresoen
materia de "planes" debe entenderse referida al sentido "político-pedagógico" y
no al "técnico-pedagógico".
El contexto político social actual exigedetenernos brevementea reflexionar la
cuestión de la inmigración, tan ligada a las políticas de excepción o de emergencia
en los úItimostiemposcomo en el siglo pasado. La producción social delaemergen-
cia ha sido un recurso habitual de la política moderna de cara a la intensificación del
control social y la legitimación demediosexcepcionalescreadosparaafrontarla.Ve-
moscomo tanto en América como en Europa, aún para poder funcionar, dicha pro-
ducción necesita generar un cierto clima de pánico difuso frente a un fenómeno
presentado como peligroso y potencialmente destructivo, así como la percepción
de un determinado grupo social como enemigo, como lo reflejan cada tanto, olea-
dasde manifestacionesdeautoridades políticas con alto grado de responsabilidad
en la democracia. Esto ocurre hoy de modo paradigmáticocon la inmigración.
En el último párrafo se alojan dos mecanismosbásicos para arribar a los fines pro-
puestos: a) el otorgamiento deconcesionestemporalesdeprivilegios y promesasde
estímulos (en forma restrictiva y por tiempo determinado) y b) las leyes protectoras
detalesfinalidades, quegeneraun amplioespectroinstrumental,desdeelarbitriole-
gislativo, paraque el legislador genere políticasdefomento y estímulosa esos fines.

...19. Proveer lo conducente al desarrollo humano, al progreso económico


con justicia social, a la productividad de la economía nacional, a la genera-
ción de empleo, a la formación profesional de lostrabajadores, a la defensa
delvalor de la m0neda.a la investigación y al desarrollo científico y tecnoló-
gico, su difusión y aprovechamiento.
Proveer al crecimientoarmónicode la Nacióny al poblamiento desu territo-
rio; promoverpolíticasdiferenciadasquetiendanaequilibrareldesigualde-
Art. 75 (1 9) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 296

sarrollo relativodeprovinciasy regiones. Para estas iniciativas.el Senadose-


rá Cámara deorigen.
Sancionar leyes deorganización y de basede la educación queconsoliden la
unidad nacional respetando las particularidades provinciales y locales; que
aseguren la responsabilidad indelegabledelEstado, la participación de lafa-
milia y la sociedad, la promociónde losvaloresdemocráticos y la igualdad de
oportunidades y posibilidades sin discriminación alguna; y que garanticen
- ~ -~ -

los principios degratuidad y equidad de la educación pública estatal y la au-


tonomía y autarquía de las universidades nacionales.
Dictar leyesque protejan la identidad y pluralidad cultural, la libre creación
y circulación de lasobras del autor; el patrimonio artístico y losespacioscul-
turales y audiovisuales.

Concordancias: CN, arts.41,75, incs. 2', 17,22y 23,125.

En primertérmino, cabe consignar acerca del desarrollo humano, que loverda-


deramenterelevantenoesdetodosmodoseljuicioo lavaloraciónmoral-cuyaau-
sencia esen cualquier caso grave-, sino la práctica individual y social de principios,
estándares y normas más elevados éticamente. En todas las sociedades se produce
una tensión entre el nivel normativo y el nivel práctico de nuestros juicios éticos.
Nunca nos acabamos de comportar socialmente del modo que consideramos que
deberíamos comportarnos todos en beneficio tanto propio como del común. Esta
tensión puede resultar extraordinariamentecreativa en un contextode pluralismo
valorativo y desociedadesabiertasa la experimentación y el aprendizaje.
Las relaciones recíprocasentre el ordenamiento político y los fenómenos cultu-
rales dan basea un creciente interés de los poderes públicos por la evolución de las
manifestaciones sociales. El cometido del derecho constitucional a ese respecto es
ambivalente. Por un lado, lasconstituciones basadasen el reconocimiento de las li-
bertadeslimitan las posibilidadesdeactuación del Estado, yaqueespecialmentelos
derechosfundamentalesdanvía libreen la libertad social a las orientacionescultu-
rales y a las formas de conducta basadas en ellas. Por otro lado, es necesario anali-
zar si bajo lasfórmulasde progreso y de promoción del bienestar general, la Cons-
titución no faculta a las autoridades, o incluso lasobliga, a proteger, cuidar las con-
vicciones y promover actitudes y formasdevida culturales indispensables o al me-
nos beneficiosaspara la sociedad en su conjunto.
En esta sociedad del conocimiento que en gran partevadotándosetecnológica-
mente, ello se subsume como una tensión básica entreel derecho de propiedad in-
telectual, integrante necesario del concepto de derecho de la propiedad más ge-
nérico y porotro, con elderechodeaccesoa lasmanifestacionesculturalespor par-
te de los habitantes de la Nación. A su vez, tal circunstancia se da en momentos en
que el acceso por lnternet hace fácil la copia y difusión anónima de obras de terce-
297 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (1 9)

ros en violación a dichos derechos individuales. Entre el Copyrighty el Copyleft, se


ha abierto una brecha que genera cuestiones constitucionales básicas. Ergo, nue-
vosdesafíossurgenen un nuevoescenariodonde la libertad cultural protegidades-
de la perspectivadelosderechosfundamentales, por un lado, y la preocupación del
Estadopor la cultura, por otro, en orden a la definición e implementación de políti-
casy proyectoscomunes o complementariosde investigación, innovación, transfe-
rencia y producción tecnológica, que se ha planificado en el seno regional, deben
conjugarse a fin de garantizar el pleno acceso a la cultura en consonancia con pro-
secución de los cometidos estatalesen aras de su íntegra satisfacción.
En baseal Protocolo de Integración Cultural, del cual la Argentina es Estado Par-
te, losministrosdeCulturadel bloquefirmaron, en 2008, la "Declaración de Integra-
ción Cultural del MERCOSUR", en la cual se reconoce la cultura como un elemento
primordial de los procesos de integración, fortalecimiento de la democracia y la in-
clusión social, para lograr el desarrollo regional sostenible. Ya en el plano de la tec-
nología informática, esimportante habilitar políticasdesubvencionesparaobtener
un Iibreaccesoa la red sin restriccionesya un precio accesibley esa este planoal que
están destinados los puntossubsiguientes:
a) Derechoaldisfrutedeobrasbajodominiopúblico. Normalmentelasobras
literarias, comerciales o científicas tienen un tiempo donde rinden benefi-
cios a sus creadores y luego pasan a ser de dominio público para el libre dis-
frutecolectivo. Peroen losúItimosaños, lasempresasquevivendelaobrade
otraspersonas, han conseguido queestetiemposea cadavez más largo has-
ta nivelespocorazonablesllegandoa un puntoenelqueel beneficio no pue-
de recaer en el propio autor o creador. Esta situación lleva a que muchas
obras se pierdan o no puedan ser libremente aprovechadas ya que se debe
seguir pagando por algo que se creó hace mucho tiempo. Algunos estudios
han subrayado quetoda obra que no pasa a dominio público se pierde. Por
lotanto,esnecesariopotenciareltraspasodelasobrasadominopúblicodes-
puésde un tiempo inferior al actual.
b) Derechoa l usode cualquiersistema operativo ycualquierprograma queres-
pete los estándares de comunicación abiertos. El intercambio de informa-
ción se haconvertidoen unacuestión central para la gestión eficazy para to-
do tipo deactividades. Por ello, debemosfomentar que este intercambio se
pueda llevar a cabo fácilmente y además proteger la información que se
transcribe. El usodeestándaresabiertosen estesentido nosasegura, queto-
da persona pueda acceder a la información sin limitaciones sociales, econó-
micas, políticas o legales. Por ello, no esde recibo que solo se pueda acceder
a la información utilizando un determinado sistema operativo (general-
mente Windows) y un determinado navegador (generalmente Internet Ex-
plorer). Estos casos son especialmente graves cuando es la Administración
Art. 75 (1 9) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN 298

Pública la que impone estas restricciones. El uso de estándares abiertos ga-


rantiza quese pueda elegir librementequé navegador o sistema operativo
utilizar.
C) Derecho alacceso universaldigital. El acceso universal a Internet, especial-
mente en zonas rurales y en grupos desfavorecidosy minusválidos, debe de
estargarantizado.Además,en laszonasurbanasel usodel Wi-fipúblicooac-
ceso inalámbrico a la red tiene que ser una realidad. Este despliegue de in-
fraestructura~debe de ir acompañado de programasdeformación a la ciu-
dadanía. La lucha contra la brecha digital puede contribuir a mejoras am-
bientales y sociales y a esa meta los pueblos deben dirigirse habida cuenta
del bien común que hoy constituye Internet. Los bienescomunesson bienes
queseproducen,seheredanosetransmitenen unasituacióndecomunidad,
quetiene un carácter "común" indicando aquello que tieneo puede tener
unvalor, un interés, unautilidad, unméritoyque,asuvez, recibeopuedere-
cibir protección jurídica.
En este contexto entendemos los bienes culturales, estos se producen en un
tiempo, espacio y cultura determinados, tienen incorporadosvalores y pro-
ducen a través de usos y costumbres, conocimientos, técnicas o códigos que
los preexisten, de manera queconstantementeson utilizados y reutilizados
en la producción intelectual. Estos bienes pueden estar almacenados, regis-
trados o codificados de diversas formas, pero por sus características tienen
un carácter común, circulan libremente, son compartidos, están incorpora-
dosyviven en cada persona deformadistribuida.
Porestosmotivos, el desarrollo rápidodelastecnologíaselectrónicasy delas
redes de medios de comunicación e información crea un problema serio,
pues se debe mantener un equilibrio dentro del ambiente digital, entre la
protección legal de losderechos de autor y los conexos, y el acceso público a
trabajos literarios, científicosy artísticos, asícomo a losserviciosculturales.
Sería aconsejableestablecer rápidamente un conjunto de Iineamientosge-
nerales, juntocon disposicionestipo, para introducir una legislación nacio-
nal -que reposa en el plexo normativo constitucional queconsagra losde-
rechosfundamentalesmencionados utsupra, elart. 75, inc. 19, el inc. n) del
art. 3" (Objetivos Específicos) del Tratado Constitutivo de la Unión de las
Naciones Suramericanas (UNASUR), la ley 26.032 y los decrs. 1279197 y 5541
97-, con el fin de armonizar lascondiciones hacia un acceso lícito y equita-
tivo a las obras, y a los servicios culturales protegidos en el ciberespacio.To-
do esto reclama acciones transnacionales conjuntas de los Estados, los ar-
tistas, las organizaciones inter-gubernamentales (por ejemplo, la Organi-
zación Mundial de la Propiedad Intelectual), no gubernamentales, los or-
ganismos de gestión colectiva y los ciudadanos, tanto individual como co-
lectivamente.
299 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (20122)

En lo demás, las innovaciones refieren a la educación, especialmente la con-


sagración de los principios deequidad y gratuidad para la educación públi-
ca estatal y la autonomía de las universidadesnacionales.

...20. Establecertribunales inferiores a la Corte Suprema deJusticia;creary


suprimir empleos, fijar sus atribuciones, dar pensiones, decretar honores, y
conceder amnistías generales.
......................................................

Antecedentes: CNde 1853.art.67. inc. 17. Concordancias: CN.arts.99, incs.6"~19,108.

Entre los temas previstos, la concesión de amnistías no sufrió cambios con la re-
forma de 1994. Se trata de un acto de gobierno, esencialmente político y de sobe-
ranía, cuyasconsecuenciasexcedenla potestad ordinaria de legislar en materia pe-
nal, y queconsisteen una atribución discrecionaldel Congresode olvidar, en forma
general, determinados hechosdelictuosos-sean políticosocomunes-en arasdel
interés común, de la tranquilidad y del bienestar públicos.

...21. Admitir o desechar los motivos de dimisión del presidente ovicepre-


sidente de la República; y declarar el caso de proceder a nueva elección.

Antecedentes: CNde 1853, art. 67, inc. 18. Concordancias: CN, art. 88.

Por la presente disposición, el Congreso tiene la competencia para aceptar o re-


chazar las razones de la renuncia que presenten tanto el presidente como el vice-
presidentedelaNación,comoasimismolaobligacióndelcuerpoparaconvocarauna
nueva elección en caso de ser aceptada tal renuncia. No se verifica en la misma nin-
guna modificaciónsignificativa,sinembargo, lavoluntaddelconstituyenteseorien-
te a adecuar la redacción, ponderando que la forma de elección de las autoridades
mencionadas se ha modificado y por lo tanto sería ilógico la vigencia de la facultad
del Poder Legislativo, deescrutiniode losvotosy definir los resultadoselectorales.

...22. Aprobarodesechartratadosconcluidosconlasdemás nacionesy con


las organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los
tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Decla-
ración Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre De-
rechos Humanos; el Pacto lnternacional de Derechos Económicos, Socialesy
Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Proto-
colo Facultativo; la Convenciónsobre la Prevencióny la Sanción del Delito de
Art. 75 ( 2 2 ) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Genocidio; la Convención Internacionalsobre la Eliminación detodas las For-


masde Discriminación Racial; la Convenciónsobrela Eliminacióndetodaslas
Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención contra IaTortura y
otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención so-
brelosDerechos del Niño; en lascondicionesdesuvigencia,tienen jerarquía
constitucional, noderogan artículoalgunode la primera partedeesta Cons-
titución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías
por ella reconocidos. Solo podrán ser denunciados, en su caso, por el Poder
Ejecutivo Nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de la totali-
dad de los miembros decada Cámara.
Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser
aprobados por el Congreso, requerirán del voto de las dos terceras partes de
la totalidad delos miembrosdecadacámara para gozardelajerarquía cons-
titucional.

Concordancias: CN,arts.2', 10.14.14bir. 16a20,27,30,31,37a43,75, incs. 17.18.19,


23 y 24,125.

En materia de derechos humanos, la Constitución Nacional en su art. 75 contie-


ne tres incisos alusivos a ellos, que hacen de eje a otras numerosas menciones que
informan el sistema democráticoy el dederechos humanos.Son losincs. 22,23y 24.
Previoa referirnosal significadotrascendente queimplicósu incorporación con
rango constitucional, corresponde dejar sentado que los tratados internacionales
que enuncia la norma, en cuanto fuenteinternacionaldel derecho interno, confi-
guran una fuente extraestatal, aun cuando ingresar a nuestro derecho interno ya
que conservan su naturaleza de tratados. Sin perjuciodeello, Bidart Campos33nos
enseña que: a)el Congreso posee una competenciaespecíficacuandonuestracons-
titución le impone intervenir (para aprobarlosodesecharlos) antesdeque se losra-
tifique internacionalmente por el Poder Ejecutivo y, a veces, antes de que el Ejecu-
tivo proceda a denunciarlos en sede internacional; b) el Congreso está obligado a
ajustara elloslalegislación, sea derogando la que lesesopuesta, sea reformando la
existente. Asimismo, se recuerda que todo tratado, cualquiera sea su materia y su
jerarquía, es de naturaleza federalporlo que sus normasson susceptiblesde desa-
rrollo y reglamentación por ley del Congreso con vigencia para todo e l territorio
cuando requieren de aquella para funcionar en el derecho interno.
Es dable afirmar que cuando el Congreso asigna jerarquía constitucional a un
tratado dederechos humanosqueya se halla incorporadoa nuestro derecho inter-
no (o sea, que ya fue aprobado por el Congreso y ratificado en su momento por el

33 Cfr. Bidart Campos. Manualdela Constituciónreformada,t.III, Cap.XXX.


301 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (22)

Poder Ejecutivo), no corresponde una nueva ratificación internacional, ya que el


efectodeaquella jerarquía constitucional es propio exclusivamentede nuestro de-
recho interno. Cuando el Congreso atribuyedicha jerarquía a un tratadoquetoda-
vía no ha ingresadoal derecho interno (o sea, que no ha sido ratificado en sede in-
ternacional por el Poder Ejecutivo), es menester aguardar tal ratificación para que
ingreseal derecho interno y para quedentro desu ordenamiento revista el mismo
nivel de IaConstitución.
Dicho ello, lo relevante para la cooperación trasnacional a partirdelaaplicación
de los estándaresdederechos humanosvienedado por la dimensión queadquiere
la doble fuente que la Constitución Nacional reconoce a nuestro orden jurídico-la
propiadel derecho internodel Estadoy la internacional-, como lo reconoce Bidart
Campos34,siendo la fuente internacional la que auxilia a la primera en carácter de
cobertura subsidiaria, coadyuvándola, máxime cuando se trata de dar centralidad
y mayor valor a la persona humana y deasegurarle lasgarantías s máseficaces.
Teniendo en cuenta que es el propio poder constituyente que dictó la Constitu-
ción Nacional el aueconcilia lasdosfuentes~recedentemente mencionadasen una
unidad -en cuyovértice ubica el derecho internacional-, es indudableque la de-
cisiónyvoluntaddeaquel poderson lasqueconsienten situaraesteúltimoenel pla-
no más alto del ordenamiento jurídico, siendo la fuente interna, la que lo hospeda
con jerarquía superior al propio, desde su fuente primaria.
Comovemos,elderechointernacionalpenetraenelderechointernoquele brin-
da recepción,asu vez-aprovechamos paraesbozareltema-asumeal derecho in-
ternocuandoeste esmásgeneroso y holgadoen su sistema dederechos, a travésde
la aplicación de la teoría del margen de apreciación nacional por parte del juez del
derecho interno, cuando las particularidades localeso regionalesasí lo ameriten.
Por ello, el orden jurídico argentino descansa sobre el derecho interno, por lo
que se torna exigibleal agotamiento devía interna; en caso de eventualesfallasde
tales mecanismos, recién entoncesseacudeal Sistema Interamericano de Derechos
Humanos.
Así las cosas, la ClDH tiene como finalidad: a) lograr efectividad y aplicación en
la jurisdicción interna; b) investir dentro deella de titularidad dederechos a cuan-
tas personasforman partede la población deesos Estadoso están sometidasasu ju-
risdicción; c) crear responsabilidad y obligación internas-además de las interna-
cionales concomitantes-en orden al fin descripto en el punto a), y a la recíproca
necesidad de ajustar las internasa las internacionales.
Recapitulando, la sanción de la Convención Americana sobre Derechos Huma-
nos -junto a los demás tratados sobre derechos humanos-, constituyeron hitos
fundamentales para la universalizacióndelosderechos,incorporándoseal derecho

34 Cfr. Bidart Campos. Elderechode la Constituciónysu fuerza normativa. 1995.


Art. 75 (22) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 302

interno en nuestra reapertura democrática y luego alcanzando jerarquía constitu-


cional en 1994.
En términos generales, no existen discrepanciasacerca de la supremacía del de-
recho internacional de los derechos humanos con relación a la legislación infra-
constitucional-y si existeaún disidenciasal respecto en la doctrina, la hacevalera
la luzdel art. 27 de la CN-de maneratal que laevolución del derecho públicocon-
temporáneo y lasdecisiones de lostribunales debetransitar por lossenderosdees-
ta prelación normativasinvacilación alguna, como productodefluidosdiálogosju-
risdiccionalesydoctrinariosen la región.
En estesentido, un reciente pronunciamiento de la Cortelnteramericana de De-
rechosHumanos(Corte IDH), que afectaa la Argentina, ha ordenadoqueen un pla-
zo razonable se adecue la legislación interna en lo que a delitos contra el honor se
refiere, por encontrarse en contradicción con cláusulas convencionalesy, más pre-
cisamente, con el principiode legalidad.
En primer lugar, cabedestacarqueen el casoespecíficodelmarconormativoque
propone la CADH, la República Argentina ha aceptado sometersea la jurisdicción
de la Corte IDH en los términos del art. 62.3.
Siendo así y atento el estado relevante que ha cobrado el sistema interamerica-
node protección delosderechos humanos, la CorteIDH debeser reputada como un
verdadero tribunal constitucional regional, con capacidad de impugnación sobre
las disposiciones del orden doméstico que se encuentren en contradicción con la
Convención, como de hecho lo viene haciendo en numerosos precedentes.
Enesteordendeideas, podemosconcentrarlosdesafíosactualesdelosderechos
humanosen lossiguientesaspectos, en torno a la dimensión y alcancede los dere-
chosa partir de estas innovaciones.Veamos: Lavigencia de losderechosy garantías
civilesypolíticosconstituyeunaasignaturaqueenbuenamedidaseencuentrapen-
diente, peroque, en realidad, se minimiza si la comparamoscon el desafíoque im-
plica, particularmente para nuestra región, la consagraciónde losderechoseconó-
micos, sociales y culturales. No podemos dejar de señalar que la pobreza extrema
constituye unaviolación generalizada atodos losderechos humanos, civiles, políti-
cos, sociales, económicos y culturales, la que afecta seriamente la institucionalidad
democrática, que desvirtúa la democracia y torna dificultosa la participación ciuda-
dana, el accesoa lajusticia y la plenavigencia, en general, de losderechoshumanos.
En este orden de ideas, el Preámbulo del Pacto Internacional de Derechos Econó-
micos, Socialesy Culturalesconsigna reconociendoquecon arregloa la Declaración
UniversaldeDerechos Humanos no puede realizarseel ideal del ser humano libre li-
berado del temor y de la miseria, a menosque se creen condiciones que permitan a
cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales, tanto como
de sus derechos civiles y políticos. Esto significa que será factible el desarrollo y la
consolidación de losderechos individualessi la comunidad no se encuentra en con-
dicionesde satisfacer sus necesidades básicas en el plano económico, social y cultu-
305 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (24)

Dictar un régimen de seguridad social especial e integral en protección del


niñoen situación dedesamparo, desdeel embarazo hasta la finalización del
período de enseñanza elemental, y de la madre durante el embarazo y el
tiempo de lactancia.

Concordancias: CN, arts. 14bis, 16,75, incs. 17,18,19y 22.

Esta previsión normativadebearticularsecon la políticasolidariatendienteal lo-


grode la igualdad real entre las personas, viabilizando lasacciones positivaso me-
didas de discriminación inversa.
Esdecir, la reformaconstitucional en el marco de la cual actuó la Convención Na-
cional Constituyentede 1994, también produjo, entreotrosaspectos, la necesidad
deasegurar el principiode igualdad atravésdeaccionespositivasy la inexcusablee
impostergable intervención detodas lasautoridades públicasen talestareas, en un
escenario donde es imposible perder devista el enfoque axiológico que suministra
la expresión "afianzar la justicia" de nuestro Preámbulo.
Todo ello impone la aplicación devalores y principiossuperioresdemocráticos,
la exigibilidad, la interpretación evolutivay la justiciabilidad delosderechosy cons-
triñeal Estadoargentinoadisponerincondicionalmentedetodoslosesfuerzosy re-
cursos posiblesen el cumplimientode lasobligaciones internacionalesasumidasen
tal ámbito interamericano. Solo será posible a a través de una justicia constitucio-
nal comprometida, prudentey responsable, quegarantice la plenavigencia de los
derechos humanos,enel respeto irrestrictodel margendeapreciación nacional que
deben utilizar losjuecesde lostribunalesde nuestroderecho interno, en la búsque-
da de lassolucionesmásjustasque pueda brindar nuestro Estado de derecho.

... 2 4 Aprobartratadosde integración que deleguen competenciasy juris-


dicción a organizaciones supraestatales en condiciones de reciprocidad e
igualdad, y que respeten el orden democrático y losderechos humanos. Las
normas dictadas en su consecuencia tienen jerarquía superiora las leyes.
La aprobación de estos tratados con Estados de Latinoamérica requerirá la
mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara. En el ca-
sodetratadosconotrosEstados,elCongresodelaNación,conla mayoríaab-
solutade losmiembrospresentesdecadaCámara,declararála conveniencia
de la aprobación del tratado y solo podrá ser aprobado con elvoto de la ma-
yoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, después de
ciento veinte días del acto declarativo.
La denuncia de los tratados referidos a este inciso, exigirá la previa aproba-
cióndela mayoría absolutade la totalidadde los miembros decada Cámara.

Concordancias: CN, arts. 27,30,75, incs. 22 y 23


303 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 ( 2 2 )

ral, por loqueentendemosqueesinnegable lafuerzaexpansivaque, al menosdes-


deel plano normativo, ha originado la reforma constitucional de 1994 en el campo
de los derechos humanos.
Puede considerarse entonces, que la cláusula que se analiza irradia fuerza nor-
mativa (en términos de Bidart sobre la ampliación de derechos explíci-
tos (v. gr., arts. 37,41,42, CN); los procesosconstitucionalesdelamparo, hábeascor-
pus y hábeas data (art. 43); la construcción de nuevo paradigma del principio de
igu~ldad,enelquesedebeconjugarlaigualdadformal(art. 16)con lai&aldadma-
terial(artículos constitucionales 37 y 75, incs. 2', 19 y 23), y la adjudicación de jerar-
quía constitucional a los instrumentos internacionales en materia dederechos hu-
manosenunciados (art. 75, inc. 22, párr. 2") como lo señalamos precedentemente y
queseaprueben bajolascondicionesallíestablecidas,conformandoel bloquecons-
titucional federal, que rige el sistema normativo.
Estoscambiosenel ordenamiento normativosefacilitan a partir dela lavigencia
de los principiospro homineo favorlibertatisypro actione, con loscriterios herme-
néuticosquevienen por añadidura: interpretación de buena fe,pacta suntservan-
da y los atinentes al objeto y el fin de los tratados; la consolidación de la pauta que
determina la imposibilidad de alegar la existencia o inexistencia de normas de de-
recho interno para dejar de cumplir compromisos internacionales, y la ineludible
responsabilidad internacional en caso deincumplimientodeestos.

Referenciajurisprudencia1

1-Por la ley 23.054, a pocosmesesdeladvenimientodelEstadodemocrático,Argen-


tina aprobó IaConvenciónAmericanade DerechosHumanosysesometióa lajurisdic-
ción de la Corte lnteramericana de Derechos Humanosy la Comisión lnteramericana
de DerechosHuman0s.A partir deallísustribunalesinciaron unsenderojurispruden-
cial defrondosocapital intelectualen consonancia a losaportesdelosórganosreferi-
dos, que intentandelinearyconsolidarel sistema dederechoshumanoscomodesafío
de estostiempos.Veamos brevemente los hitoscentralesdeestederrotero.
En19921aCSJNinicióelcamino.quecontinúadesarrollando.dereconocimientodelde-
recho internacional de los derechos humanos en el derecho interno ("Ekmekdjian",
1992, "Fibraca", 1993, "Hagelin", 1993, "Giroldi",1995, "Arce", 1997, "Petric", 1998,
"Dotti", 1998). ~ u e el~~ribunal
o admitió el carácter supralegaly para nosotrossupra-
nacional de los tratados y sus normas derivadas a través de "Café La Virginia S.A." y
"Dotti", queincluyeron lasnormasdesegundogradoenlostratados, loquedevinoen
ladelegacióndepoderesenlostratadosdeintegración previstosenIaConstituciónNa-
cional.

35 Bidart Campos. Elderecho dela Constitucionysufuerzanormativa, 1995.


Art. 75 (23) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 304

Señalemostambiénque la Constitución admitetambién la delegación de poderesen


lostratadosde inteqración (art.75, inc.24). locual da carácter normativo supranacio-
nal a la normativa del MERCOSUR y otros; ello incluye las normas de segundo grado
en lostratados, como lo admitió la Corte en "Café La Virginia S.A." y "Dotti".Admite
así el carácter supralegal y para nosotros supranacional de los tratados y sus normas
derivadas.
Nopodemosdejardeincluirenestasbrevesreferencias, lassolucionesyopinionescon-
sultivasde losórganosdeaplicaciónde lostratados, quesonconsideradasderechoin-
terno por la Cortedesde hace dosdécadas ("Giroldi", "Arce", entre otrosfallos). Con
la evoluciónjurisprudencial,se profundiza el proceso de concientizaciónen la cultura
jurídica porel respetode losderechoshumanosatravésdeuna sentenciaejemplarpor
la queel AltoTribunal declaró la inconstitucionalidad de las leyesdeobediencia debi-
da y punto final: El caso "Simón", en el cual se constata quizás, la autonomía de cada
votocomo unsello inconfundibledecada magistrado, con un lenguaje propioque los
distingue, como pocasveces había sucedido entrequienescomponen la CSJN.
Un apartado especial merecen los precedentes de la CSJN "Mazzeo" [CSJN-Fallos,
330:3248], "Videla" [CSJN-Fallos, 326: 28051y "Rodríguez Pereyra" pronunciado en
el año 2012 que progresivamente admitieron el control de convencionalidad de las
normasen nuestro país, receptando de este modo el caso "Almonacid Arellano", ex-
pedido por la Corte IDH enel año2006.
2-Este reconocimiento ha sidocapital enel afianzamiento del derecho constitucio-
nal interamericano porqueotorga los elementos necesarios para el diálogo jurispru-
dencial entre lostribunalesdel sistemadederechoshumanos, a partirdeabordar una
serie de principios fundamentales y pautas interpretativas insoslayables que infor-
man el orden referido, como ha sucedido en el caso [CSJN, "Q. C. S. c. CABAslAmpa-
ro", CSJN-Fallos, 335:452], donde los magistradosde la CSJN, al fallar a favor del de-
-
recho de acceso a la vivienda diana en la admisión de una acción de amoaro inter-
puesto por la madre del menor, receptaron las pautas y estándares básicos de inter-
pretación del Comité de la Convención de los Derechos Económicos, Socialesy Cultu-
rales, para su efectivo cumplimiento en casos de personas en situación de "extrema
vulnerabilidad".
Dichasinstanciasdialóqicassonesencialesparael desarrollodenuestrasiudicaturas,
porque juegan un rol determinante que incluso alcanzan a desplazar él debate en
torno a la obligatoriedaddel seguimientodelassentenciaspronunciadasporlaCor-

Endichoobjetoestribaelcompromisodecimentaraquellasrelacionesjurisdiccionalesy
expandir (en definitiva) susefectos en arasde la consolidacióndel orden democrático.

... 23.Legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen la


igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los
derechos reconocidospor esta Constitucióny por los tratados internaciona-
lesvigentessobrederechoshumanos, en particularrespectode los niños, las
mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad.
Art. 75 (24) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Abordar la superestatalidad implica explorar las formaciones supranacionales.


Elvocablosupranacionalfueacuñadoen 1929 por Arthur Salter, ycaracteriza-se-
gún Paul Reuter-a una asociación permanentede Estadossoberanos,de nuevoti-
po, que difiere de las restantes organizaciones internacionales, ya que presentan
las siguientes notas36
a) Posee un ordenamiento jurídico autónomo y actúa con independencia de
losgobiernosdelos Estadosmiembros, que le están subordinados.
b) Tiene instituciones propias, y está dotada de personalidad jurídica, con ca-
pacidadjurídicadeejercer competenciasdeterminadas,transferidas por los
Estados miembros.
C) Adopta, por mayoría o unanimidad, decisiones obligatorias, directamente
aplicablesen el ámbito interno de los Estados partes.
d) Se relaciona en forma directa con los particulares decada unode los Estados
miembros.
e) Se trata de una organización internacional próxima a las estructuras políti-
cas estatales.
f) Posee intensosvínculos sustanciales de fines y objetivos que superan las clá-
sicas uniones de Estados.

El concepto de supranacionalidad denomina una forma de integración inter-


media, yaquesupone unacomunidad integradadenaciones,con unaorganización
propia y autónoma; pero una organización que no llega a constituir un nuevo Esta-
do, sinoquesecircunscribeal ejercicio limitado de lasfuncionesestatales.
El derecho emanado delTratadode Integración del Mercosurconforma el dere-
chocomunitario, que prevalecesobreel derecho interno:
a) Por los caracteres y objetivos propios que presenta y las limitaciones libre-
menteadmitidas a las competenciasestatales.
b) Porelcarácterobligatorioydirectamenteaplicabledeciertosactoscomuni-
tarios.
C) Por la obligación de los Estados de abstenerse de adoptar medidassuscepti-
blesde poner en peligro losobjetivos comunitarios.
d) Porqueelprincipiodeprimacíadelderechocomunitariotornainaplicableel
derecho internovigente,e impideel nacimiento legítimodenuevosactosin-
compatiblescon el ordenamiento comunitario.
e) Porque los Estados asociados poseen la obligación de adecuar o derogar el
derecho interno incompatiblecon el ordenamiento comunitario.

36 AutorescitadosporCalduchRafael,en"Lasorganizacionesinternacionalesgubernamen-
tales", en RelacionesInternacionales, 1991.
307 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (24)

f) Porque el ordenamiento interno derivado o de ejecución está subordinado


al ordenamiento comunitario.
g) Porque el derecho interno determina losórganos y procedimientos compe-
tentes para ejecutar la normativa comunitaria.

La denuncia de los tratados referidosen este inciso exigirá la previa aprobación


de la mayoría absoluta de la totalidad de losmiembrosdecada Cámara.
1. Conesta reciente reforma, la Argentinase poneatonocon lasexigenciaspro-
piasde los actuales movimientos integracionistas regionales.
La norma incorporada habilita a suscribirtratadosde integración, sin aclarar
si el delegatariodebeser una organización supranacional delacual la Nación
Argentina forme parte.
2. Tratándosede Estadosde Latinoamérica, la aprobación de lostratadosde in-
tegración que deleguen competencias y jurisdicción, requerirá mayoría ab-
solutadelatotalidaddelosmiembrosdecadaCámara;simétricamente, lade-
nuncia de dichos tratados, debe ser aprobada por la mayoría absoluta de
componentesde cada Cámara.
3. Como contrapartida del ingreso a los sistemas de integración se reclama: a)
reciprocidad; b)igualdad; c) respeto del orden democrático y d) respetode
losderechos humanos.
4. Dichos tratados no poseen jerarquía constitucional, pero sí tienen jerarquía
superior a las leyes.
5. EIderechocomunitarioderivado(normasdictadasenconsecuenciadelostra-
tados de integración), también tiene jerarquía superior a las leyes, incorpo-
rándose automáticamente al derecho interno, sin necesidad deintervención
de ningún órganode poder interno.

Finalmente, es el Mercosur quien debe adaptarse a la Constitución Nacional; y


ello en virtud de la naturaleza infraconstitucional de lostratados respectivos, sien-
do IosEstados losresponsablesy garantes únicosy exclusivos, antelacomunidad in-
ternacional, del cumplimiento de losderechos humanosestablecidos en los pactos
internacionales; en cuyo mérito no pueden ceder o delegar la titularidad de la so-
beranía que les es inherentey necesitan para dar cabal cumplimientoa susobliga-
ciones internacionales.

Referenciajurisprudencia1
- La Constituciónadmitetambién la delegación de jurisdicción y competencia en los
tratadosde integración(art. 75, inc. 24). lo cual da carácter normativo supranacional
a las normas del MERCOSURy otro$ ello incluye las normas de segundo grado en los
tratados, como loadmitió IaCSJNen "Café LaVirginia S.A." y "Dotti".Admiteasíel ca-
rácter supralegaly para nosotrossupranacional de lostratados. [CSJN, 13110194, "Ca-
Art. 75 (25127) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

féLaVirginiaS.A.", LL, 1995-D-277,C572:XXIII;CSJN, "Dotti", DJ, 1998-3-233,CSJN-Fa-


110s. 321:1226].

... 25. Autorizar al Poder Ejecutivo para declarar la guerra o hacer la paz.
......................................................

Antecedente5:CNde 1853.art.67, inc.21. Concordancias:CN,arts.75, inc.27.99, inc. 15.

En ordena los poderesmilitares, el artículo ponerenvigorel estadodeguerraco-


mo instituto de emergencia. Pero ese estado de guerra no es la ley marcial como
transferencia plena de la jurisdicción civil a la jurisdicción militar para toda la pobla-
ción. Hay que observar que la Constitución no somete la declaración de guerra a re-
quisitosde situación, comosílo hacecuando prevé causalesdeprocedenciade la in-
tervención federal o el estado de sitio; ello significa que, respetada la competencia
formal antes referida, depende del criterio, discreción y la prudencia del Congreso
y del Poder Ejecutivo declarar o hacer la guerra, y la paz, según lo consensúa la doc-
trina, comotambién entiendeque unavezdispuesta la guerra por losórganoscom-
petentes, la misma queda habilitada por la Constitución. Esto no significa que en
ocasión de la guerra quede permitido violar la Constitución, ni que los poderes de
guerra se encuentren por encima a ella, o sean susceptibles de usarse de cualquier
manera. Hay que distinguir entonces dos situaciones: a) lo decidido -la guerra-
que no es inconstitucional, pero si puede llegar a configurar una inconstitucionali-
dad, de qué modo se procede, b) es decir, cómo se usan esos poderesde guerra.

...26. Facultaral Poder Ejecutivo para ordenar represalias, y establecer re-


glamentos para las presas.

Antecedentes: CNde 1853, art. 67, inc. 22. Concordancias: CN, art. 75, inc. 25.

En esta previsión normativadesaparece la redacción original deatribución de la


facultad de otorgar patentesdecorso, manteniendo ladedictar represaliasyregla-
mentos para las presas.

...27. Fijar las fuerzas armadas en tiempo de paz y guerra, y dictar las nor-
mas para su organización y gobierno.

Antecedentes: CNde 1853, art. 67, inc. 23. Concordancias: CN, art. 126.

Esatinadoseñalarqueesta normativa habríaqueconjugarlaconel art. 126, que


prohíbe a las provincias armar buques de guerra o levantar ejércitos, salvo el caso
de invasión exterior o de un peligro tan inminenteque no admite dilación, dando
luego cuenta al gobierno federal.
309 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (28129)

Atribuye al Congreso la facultad de dictar normaspara la organización y elgo-


bierno delasfuerzasarmadas, quese traduceen elcódigo deJusticia Militar. Esde-
cir, solamente puede instituir el fuero militar -corno subraya Bidart Campos37-
como fuero real para tutelar bienesjurídicosdeespecífica y estricta naturaleza mi-
litar. Esa esla finalidad. De excederse de dicho ámbito, colisionaría con la Constitu-
ción. Paralaplena vigencia de lasinstitucionesdel Estado de derecho, es esencialno
excedersesobrehechosocuestiones (ytambién lugares)ajenosaaquellafinalidad
para las fuerzas armadas, máxime si tenemos en cuenta que la jurisdicción militar
constitucionalmente ceñida como fuero real -si esqueel Congreso la implanta-
es unajurisdicción "especia1"pero no una "comisión especial" delas prohibidas por
el art. 18; lode "especial" significa queesdistinta de la jurisdicción judicial.
En síntesis, si hayexceso, hay inconstitucionalidad. Y el "para" vieneaquererde-
cir algo así como que "las afecte en cuanto institución" existente para la defensa y
la seguridad.
Referenciajurisprudencia1
1-Apartirde la reformaal Código Militar por la ley 23.049~dela nueva jurispruden-
cia de la Corte, desde 1984la validez constitucional de las leyesque organizan los tri-
bunales castrenses depende de la existencia de revisiónjudicialsuficiente de los pro-
nunciamientosquedictan:sussentencias handesersusceptiblesdeunrecursoanteun
tribunal judicial (y ello porque lostribunales militares no son tribunales del PoderJu-
dicial, aunquesíde la Constitución).
2-Enel caso "AndrésG.Villalba".falladoel 1111/88, la Cortesuprema consideróque
el recurso judicial contra sentencias de los tribunales militaressolo esviable respecto
de losdelitosqueson objetodecondena, excluyéndosedel alcance del recurso lassan-
cionesdisciplinarias. [CSJN, 1111/88, "AndrésG. Villalba", LL, 1989-B-1091.

...28. Permitirla introduccióndetropasextranjerasenelterritoriode la Na-


ción, y la salida de las fuerzas nacionalesfuera de él.

Antecedentes: CNde 1853, art. 67, inc. 25. Concordancias: CN, arts. 23.99. inc. 16.

...29. Declararenestadodesitiounoovarios puntosde la Naciónencasode


conmoción interior, y aprobar o suspender el estado de sitio declarado, du-
rante su receso, por el Poder Ejecutivo.
------------------------------------------------------

Antecedentes: CNde 1853, art. 67, inc. 26. Concordancias: CN, arts. 23.99. inc. 16.

37 Bidart Campos, Manualdela Constitución reformada, t. III, Cap. XXX.


Art. 75 (28129) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Esunadelasfacultadespropiasdelgobiernofederal,quehansidodelegadaspor
las provincias. En virtud de lo previsto se le asigna al Congreso para que declare el
estado de sitio, en uno o varios puntos del país; asimismo, el art. 99, inc. 16 subraya
que es una atribución del Congreso, se trata de una facultad delegada al gobierno
nacional lacual las provincias no pueden ejercer. En tornoa laautoridad competen-
te para declararlo, la Constitución describesegún cuál fuesesu causal de proceden-
cia: conmoción interior oataqueexterior: si ladeclaración deestadodesitio fuecon
respecto a una conmoción interior le corresponderá al Congreso (arts. 75, inc. 29 y
99, inc. 16); al presidente, en caso de receso del Congreso (arts. 75, inc. 29 y 99, inc.
16). En cambio, si la declaración es con motivo de un ataque exterior; será compe-
tencia del presidente con acuerdo del Senado y por un término limitado (art. 61 y
99, inc.16); o en caso de recesodel Congreso, también le corresponderá al presiden-
te por un término limitado declararlo (art. 99, inc.16). Se recuerda que en caso de
ataque exterior siempre será necesario el acuerdo del Senado; ya que la Constitu-
ción solo faculta al Poder Ejecutivo en caso que el Congreso seencuentre en receso
y solo por conmoción interior; en cambio, si es por ataque exterior, le corresponde-
rá al presidente convocar al Senado para obtener su acuerdo. Deacuerdo con nues-
tra Constitución cuando se declara el estado de sitio durante el receso del Congre-
so, el presidente debe convocarlo inmediatamente para que ratifique o suspenda
la declaración de estado de sitio.
Enambossupuestosserequierequeloshechostengan una magnitudque ponga
en peligro la vigencia de la Constitución y de las autoridades creadas por ella. Cabe
destacar que el Poder Judicial es competente para controlar, en cada caso concreto,
la razonabilidad de los actos particulares que se ejecutan con motivo de la vigencia
del estado de sitio, y sin que ello importe cuestionar la validez del acto general de-
clarativo del estado desitio, siendo aquella doctrina sentada por la CSJN, in re "Gra-
nada, Jorge Horacio s/Recurso de hábeas Corpus en su favor", 3/12/85, CYN-Fallos,
307:2284, al destacar queson facultades privativas de los poderes Legislativo y Eje-
cutivolasreferentesa laaureciacióndelascircunstanciasde hechoauetornanacon-
sejable la adopción del estado desitio, por lo cual la revisión deesos poderes no re-
sulta factible por losjueces. Con respecto al control judicial de la legitimidad de la
declaración del estado de sitio, previsto por el art. 4'de la ley 23.098, la CSJN seña-
Ióqueel mismose refierea losrequisitosdecompetenciay deforma, por loqueese
control no abarca el examen sobre la aplicación política de los hechosquedetermi-
naron la declaración de estado desitio.
Su efectoeslasuspensión delasgarantíasconstitucionales; pero deacuerdo con
Badeni38,existen varias doctrinas con posturas distintas de acuerdo a las garantías
quesesuspenden duranteel estadode sitio; agrupándolas.de lasiguientemanera:

38 Cfr. Badeni, Tratadodederechoconstitucional, 2006.


31 1 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 75 (30)

a) suspensión de todas las garantías y derechos constitucionales; b) suspensión de


todas las garantías y libertades constitucionales con exclusión de las referentes al
funcionamiento de los poderes públicos; c) suspensión de aquellas garantías y li-
bertades constitucionales cuyo ejercicio impida el logro de los objetivos persegui-
dos por la declaración deestado de sitio, y d) suspensión de las garantías constitu-
cionalesrelacionadascon la libertad físicade 1aspersonas.Alrespecto, IaCSJNa par-
tir de 1972amplía aún másel control judicial, atendiendoa la teoría finalista, cuyo
principal expositorfueBidartCampos, en lacual ladeclaración deestadodesitioso-
losuspendeaquellosderechoscuyoejercicioseaperjudicial para la preservacióndel
orden constitucional, esdecir, sedebe investigar si la medida restrictiva en cuestión
tiene relación directa con la emergencia que sequiere conjurar.
Lacláusuladebe leerse, interpretarsey aplicarseen concordanciacon losarts.99,
inc. 16y 23.

...30. Ejercer una legislación exclusiva en el territoriode la capital de la Na-


ción y dictar la legislación necesaria para el cumplimiento de los fines espe-
cíficos de los establecimientos de utilidad nacional en el territorio de la Re-
pública. Lasautoridades provinciales y municipalesconse~aránlos poderes
de policía e imposiciónsobreestosestablecimientos,entanto no interfieran
en el cumplimiento deaquellos fines.

Antecedentes: CNde 1853, art. 67, inc. 27. Concordancias: CN, arts.4"~121.

Precisar un concepto de establecimientos de utilidad nacional no es fácil por la


naturaleza que presentan, por tal motivo la doctrina ha trabajado en clasificacio-
nesque los comprendiesen.
El viejo art. 67, inc. 27 rezaba: "Corresponde al Congreso (...)ejercer una legisla-
ción exclusiva en todo el territorio de la Capital de la Nación y sobre todos los demás
lugaresadquiridos porcompra ocesión en cualquiera de las provincias, para estable-
cerfortalezas, arsenales, almacenes u otrosestablecimientosde utilidad nacional".
En este orden de ideas, el instituto siempre ha sido objeto de discusión en doc-
trina, cualquiera fueseel tópico desde el que se lo aborda. Lascontroversiasque se
suscitan entre el Estado nacional y las provincias y municipios por la regulación de
la infraestructuradedeterminadosespacios, comolosaeroportuarios, porejemplo,
constituyen una derivación del siempre conflictivo tema de las potestades regula-
torias sobre los establecimientos de utilidad nacional.

Referenciajurisprudencia1
1- Antes de la reforma de 1994, la CSJN, in re "Dirección Provincial de Rentas de la
Provinciadesanta Cruzc.YPF", postulaque la facultad provincialno puedemenosca-
Art. 75 (31) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

bar, condicionar ni impedir el interés nacional por el criterio de compatibilidad. Posi-


ciónqueestribaenel principiodesupremacíanacional,válidoparadirimirsituaciones
de conflicto, como idea consular que rige la materia. La Corte concluye que "es pro-
cedente que el Gobierno nacional libere a determinadas entidades o actividades del
pago de gravámenes nacionalesy localessiemprequelo estimeadecuado".
2- En"5atecna CostaAfuera5.A.c. Provincia deBuenosAires", de 1993, lacorte, con
nueva integración, aplicó la tesisde la no interferencia, entendiendo queel impuesto
a losingresosbrutosencuestiónerainconstitucional por interferircon la finalidaddel
establecimiento.

...31. Disponer la intervención federal a una provincia o a la ciudad de Bue-


nos Aires.
Aprobaro revocar la intervencióndecretada, durante su receso, porel Poder
Ejecutivo.
......................................................

Concordancias: CN, arts..'6 21.99. inc. 20.

Surgen en estoscinco incisos lasatribucionesen materia deseguridad nacional,


comotambién de losarts. 6", 21 y 23 de la CN. La reforma cambió en loscontenidos
de los incs. 16,26,27 y 31.
En lo concerniente a los institutos de emergencia hallamos: a) la intervención
federal y b) el estado de sitio, cuya declaración requiere -como principio gene-
ral-de lavoluntad congresional.
En cuantoa la intervenciónfederal, el art. 75, inc. 31 aclara cuál ese1 rol del Con-
greso y del Poder Ejecutivo (se debe concordar esta norma con el art. 99, inc. 20 de
la CN),y básicamente hay quesubrayar: lafacultad dedisponerla le incumbeal Con-
greso mediante el dictado de una ley, la atribución excepcional de disponerla por
parte del Poder Ejecutivo, pero solo en caso de receso del Poder Legislativo, el he-
cho de que en el mismo acto en que decreta la intervención federal debe convocar
al Congreso para su tratamiento, la competencia del Congreso para aprobar o re-
chazar la medida. Es un remedio excepcional, para auxiliar y no para castigar a las
provincias.
Según sus causales de procedencia, previstas en el art. 6'de la CN, su finalidad,
sea su causa doméstica (sedición) o interprovincial (invasión de otra provincia) es
fundamentalmente protectora, y seenderezaaayudar a lasautoridadeslocales; no
obstante, puede involucrar un carácter de sanción o represión con respecto a los
protagonistas del hecho delictuoso de la sedición o de la invasión. Estasfiguras es-
tán aludidasen losarts. 22 y 127 de la CN.
El auxilio de la intervención debeser requerido por lasautoridadesconstituidas
dela provincia. Debeentenderseportaleslosórganostitularesdealgunodelostres
313 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Arts. 75 ( 3 2 ) , 76

poderes: gobernador, legislatura, superior tribunal de justicia, aun cuandoel texto


originariode 1853 mencionabasoloal gobernadory a la legislatura.

Referenciajurisprudencia1
- En la causa judicial por la intervenciónfederal a la provincia de Santiago del Este-
ro. declarada en el año 2004.. cuvas
* controvertidas circunstancias seventilaron en el
ámbito de la CSJN, in re, "Zavalía, José Luis c. Provincia de Santiago del Estero s/Am-
paro", 211914, Z. 236.XL, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se pronunció por
la defensa de la autonomía de la provincia mencionada ante la pretensión de refor-
mar la Constitución provincial en el contextodetal instituto deemergencia, desape-
gándose de ese modo, del dictamen del procurador general de la Nación, por lo que
el MáximoTribunal dejó sin efecto el cronograma electoral proyectado, en el enten-
dimientoquelasauto~idadesprovincialesdebíanserelegidas por la voluntad popu-
lar a partir del funcionamiento de las propias instituciones provinciales. [CSIN-Fa-
Ilos, 327:3852].

...32. Hacertodas las leyes y reglamentos que sean convenientes para po-
ner en ejercicio los poderes antecedentes, y todos los otros concedidos por
la presente Constitución al Gobierno de la NaciónArgentina.

Antecedentes: CNde 1853, art. 67, inc. 28. Concordancias: CN, art. 28.

Es la normativaqueconfierelos poderesimplícitos. Y hay unanimidad en queen


la distribución de competenciasentre Estado federalyprovincias hay "delegación"
implícita afavordel primero.
Es indispensable advertir que al reconocerse los poderes implícitos para poner
en ejercicio los poderes "antecedentes" del Congreso, y "todos los otros concedi-
dos" por la Constitución algobierno federal, la Constitución no cercena la autono-
mía e independencia de los demás poderes; o sea, no otorga al Congreso una com-
petencia que permita lesionar la división de poderes ni intervenir en el área propia
de competencia o en la zona de reserva de los otros.
Podemosalojar en esta cláusula, la baseconstitucional de la facultad de investi-
gación queejerceel Congreso a travésdesuscomisionesinvestigadoras. En segun-
do lugar, hay que buscar la baseconstitucional de la facultad de investigación. Si es
que acaso la facultad investigadora se reputa "implícita", pero, como tantasotras
materias, constituyen materia opinable.

Art. 76.- Se prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, salvo


en materias determinadas de administración o de emergencia pública, con
Art. 76 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 314

plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación que el


Congresoestablezca.
La caducidad resultante del transcurso del plazo previsto en el párrafo ante-
rior no importará revisión de las relacionesjurídicas nacidas al amparodelas
normas dictadas en consecuencia de la delegación legislativa.
Concordancias: CN, arts. lo, 29,99,incs..'2 3", 100,inc. 12;DisposiciónTransitoriaOc-
tava.

La importanciadelalimitacióna la delegación legislativanacedelamismaCons-


titución cuando en su art. lodice: "La Nación Argentina adoptaparasugobierno
la forma representativa republicana federal, según establece la presente Constitu-
ción", como dice Laurence H. Tribe, el principio de No Delegación del Poder Legis-
lativotienesus raícesen la Separación de Poderes, quees un principio básico estruc-
tural del sistema degobierno tripartito republicano'.
Porelloesimportante saberque: "El gobiernoconstitucional esun gobiernode
poderes limitados. 'Dadme un gobierno popular cuyos poderes nosean limitadosy
divididos -decía Estrada-: tendréis el despotismo de las muchedumbres o de las
oligarquías que las fascinan. Ahora no satisface al hombre una simetría inconsis-
tente ni un derecho nominal; ni la multiplicidad de los opresores legales, ni la parti-
cipación ilusoria en una soberanía desarreglada que le absorbe. ¡Qué nos importa
en nombrede lostiranos! En pocas palabrasse encierran los medios de garantir el
orden democrático: enfrenar el poder, regenerar el poder; en otros términos, dig-
nificarlo, porque el poder no es grande sino en cuanto es justo y fe~undo"'~.
Así, con la plena vigencia de la Constitución Nacional, el poder debe estar limi-
tado, es decir que la actividad desarrollada por los poderes del Estado y principal-
mente la delegación debería desenvolverse en los límites expresados en la Carta
Fundamental.

9 1. La división de p o d e r e s . La Carta Fundamental ha sido organizada bajo


el imperio de la división de poderes; Midón nos enseña que: "Esa ley mayor ha or-
ganizadotrespoderesconfiriendoacadaunosuspropiosatributos, potestadesque
en el máximode la simplificación seenuncian afirmandoqueel Ejecutivogobierna
y administra; el Legislativo legisla y controla, y el Judicial resuelve conflictosy con-
trola la constitucionalidad de las leyesy actosu3.
~ ~

Así, podemosdecirque "... la mayorseguridad contra laconcentracióngradual


de losdiversos poderesen un solo departamento reside en dotar a losque adminis-

Conf. LinaresQuintana,Tratadode la ciencia delderechoconstitucional. p. 52. t. II, en no-


t a 4649;José M. Estrada, La política liberalbajo la tiranía de Rosas, Obrascompletas, 1953.
Midón, OrganizaciónyfuncionamientodelCongresodela NaciónArgentina, 2013, p.409.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 76

tran cadadepartamentode los mediosconstitucionalesy losmóvilespersonalesne-


cesarios para resistir las invasiones de l ~ s d e m á s " ~ .

5 2. Las relacionesfuncionalesde los poderesdel Estadoy sucontrol.- Estra-


da señala que "el principio republicano, es la limitación de los poderes de los go-
biernos. Esa limitación esesencial. Ello constituyeel carácter de un gobierno libre.
Un gobierno es liberal en razón de la fuente de donde emanan sus poderes; un go-
biernoesliberal en razón de la limitación de la autoridad quedesempeña (...)En el
orden político dela RepúblicaArgentina, esta limitación existe, porquelos poderes
solo invisten funciones perentoriamente limitadas por la Constitución y divididas
entre sí, y porque además las funciones y el papel del Estado está dividido entre di-
versos elementos ..." 5.
Las funciones gubernamentales no constituyen compartimentos estancos, sino
que se encuentran relacionadasy se controlan mutuamente. En este repetido senti-
doresuItarelevanteentenderquelaConstitución,como"cartadenavegación" haes-
tablecidoclaramenteladivisióndepoderes,perocoordinados,esdecir,noexistentres
gobiernos, sino todo locontrario, existe un gobierno, divididoen tres ramas.

5 3. La reforma de 1994.- En referencia a la reforma constitucional de 1994,


creo importante poner de relieve y leeren forma resumida lodicho pordosconven-
cionales constituyentes, así podemos observar que el convencional Natale decía
que: "Cuando el Congresoaprobaba estas leyesdelegando atribucionesen el Po-
der Ejecutivo, lo hacia inquieto y preocupado. Ahoradicha delegación se institucio-
naliza, aunquesedice quetambién se la limita, puescaducaráa loscinco añosde la
vigencia de la disposición respectiva(...)Vamosa transformar al Congresode la Na-
ción en un enorme palacio muyvistoso perovacíode poder, y concentraremosenor-
mes potestades legislativasen el órganoejecutivo. Esta es la realidad concreta de la
reforma constitucional quesevaa aprobar en esta Convención" 6yc~ntinúa:"Pre-
gunto lo siguiente: con la existencia de poderes Ejecutivo y Legislativo integrados
simultáneamente, teniendo en cuenta que ya no estaremos con el esquema de la
Constitución vigente, con periodosde mandatos deseis, cuatro y nueve años para
presidente, diputados y senadores, respectivamente, contrariamente a loque aho-
ra se propone, esdecir, cuatro, cuatroy seis; cuando elijamos presidente, diputados
y una cantidad de senadores y se produzcan las euforias electorales que todos sa-
bemos que existen en el momento del triunfo, j n o se pensará que ese será tiempo
propicio para quemayorías parlamentariasestén dispuestasadelegar atribuciones

Conf. Hamilton - Madison-Jay, EIFederalista, 1987, p. 220.


Estrada, Cursode derechoconstitucional, federalyadministrativo, 1895, p. 203.
Versión taquigráfica del 28 dejuliode 1994.
Art. 76 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

en el Poder Ejecutivo? Mucho me temo que sí. Temo que al influjo de los triunfos
electorales la delegación legislativa funcione como una cuestión habitual, espe-
cialmentecuandose haga cargo el nuevo Poder Ejecutivo" 7.
Quiroga Laviéeselconvencional quesustentacon mayorsolidezintelectual la in-
corporación de la delegación legislativa a la Constitución Nacional. Rescatamos de
susexposicionesen la Convención lo siguiente: " ... aquíse ha dicho en forma insis-
tente y enfática que la nueva Constitución viene a instalar la delegación legislativa.
La prohíbey solo la permiteen asuntosadministrativosy en cuestionesdeemergen-
cia, sobre bases legislativas establecidas por el Congreso y por tiempo determina-
do ...". Luego de referirse a nuestros antecedentesen delegaciones legislativas, di-
ceque: "Estova a concluir a la luz del nuevo texto constitucional, porque lo que es-
tá permitidoessolamente la delegación en materia administrativa. Algunosrocesse
han levantado en este tema ignorando que en materia administrativa toda la doc-
trina reconoce la validezde losdecretosautónomos, que son aquellos quesedictan
dentro de las facultades propiasdel poder administrador cuando no existe ley. Aho-
~ ~

ra estas materias estarán sometidasa una regulación legal de bases legislativascon-


troladas por los jueces. Se trata dever una restricción que lejos deser unavía para la
instalación de la indeseada delegación legislativa resulta quizás hasta excesiva ...".
Dice el convencional, al referirse a la emergencia como causa de la delegación
que: "... El miedo se instala a partir de pensar que el Congreso delegue cada vez
que observe que hay una emergencia. En realidad se trata de un acotamiento a la
potestad del decretode necesidad y urgencia porque previamente habrá una dele-
gación a partir de bases ...".
Por último, el convencional Quiroga Lavié dice que: "Desde el punto de vista
doctrinario no por cuestiones arbitrariassino, insisto, por la razón sustancial de lo
quesignifica una facultad privativa0 exclusiva no puedeser materia dedelegación
en ningún caso lasleyes penales, porquetienen reserva legal en la propiaconstitu-
ción. Tampoco pueden serlo, por la misma o equivalente razón, las cuestiones im-
positivas, de expropiaciones, amnistías generales, el estado de sitio, y en el caso de
la intervención federal solo podría serlo para que el Poder Ejecutivo indique quien
ejercerá el cargo de interventorfederal".Agrega queestarían excluidosde la dele-
gación los códigos de fondos, lasleyesorgánicasde distintasrnaterias "sobre todo
lasque regulan el ejercicio del poder de policía de losderechos lo cual no figura en
el textoconstitucional pero constituye una cuestiónjurídica establecida en la Cons-
titución Española, que justamente prevé que la reglamentación general de los de-
rechosesmateriadeleyesorgánicas. Puedehaber unadelegación legislativaen ma-
teria de poder de policía quetienda a restringir puntualmente un derecho, pero no
una regulación general u orgánica del ejercicio de un derecho". Y agrega quetam-

Versión taquigráfica del 28dejulio de 1994.


GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 76

poco puede ser materia dedelegación la ley de presupuesto por ser un acto de con-
trol, tampoco lostratados internacionales porque tienen un procedimiento explí-
cito, etcéteras.
En cuanto a los requisitos del art. 76 de la Constitución Argentina, la misma es-
tablece condiciones para poder llevarsea cabo, a saber: la Materia; el Plazoy IasBa-
ses de la delegación.

5 4. Materia.- En lo que respecta a este punto, resulta esencial considerar la


ambigüedad y ladeterminación genéricade esteconcepto. En tal sentido, la redac-
ción se refiere a dos materias, específicamentea las de "administración" y "emer-
genciapública". Porcuantoen referenciaala "Administración",comodiceGelli,no
resulta sencillo determinar esta materia, y tal situación conlleva a un grave proble-
ma para determinar esta materiag. En lo que respecta a la "emergencia" debe en-
tenderse que la misma es una situación excepcional que altera a la sociedad o a al-
gunos de sus sectores, impidiendo el normal funcionamiento del gobierno, y espe-
cialmente poneen riesgo al núcleo duro de la sociedad -en referencia a la búsque-
dadel bien común-, por cuantoexiste una fragilidad institucional, económicaoso-
cial. Porello,comoprimeraconclusión,podemosdecir,que "emergencia pública" no
es una materia, esta es una situación excepcional, impre~isible'~, la cual no puede,
bajo ningún aspecto, considerarse "materia". Por lo tanto, como expresa Quiroga
Lavié: "Resulta claro que la figura constitucional de la 'emergencia'equivale a un
concepto jurídico indeterminado, el cual, a partir del nuevo art. 76, debe ser deter-
minado no por el Ejecutivosino por las bases del Congreso, caso por caso"' l.

5 5. Plazo.- Estedebeser consideradocomoeltérminootiemposeñaladopa-


ra una determinada cosa, como dice Ossorio: "Constituye un vocablo de constante
usoen materia jurídica, porquesignificael espaciodetiempoque la ley unasveces,
el juezen otraso las partes interesadasfijan parael cumplimientodedeterminados
hechosjurídicos ..."12. Así, el plazo de ;1 delegación, debe ser indefectiblemente,
breve, cierto, expreso y perentorio, de tal manera que sea decisivo o concluyente,
que no sea necesaria una declaración legislativa.

Versión taquigráfica del 28 dejuliode 1994.


Gelli, Constitución de la NaciónArgentina. Comentada yconcordada, 4"ed.. 201 1, t. II, p.
622.
lo
CSJN-Fallos, 238:123; LL, 87-113, "situaciones que derivan de acontecimientos extraordi-
narios, imprevisibleso bien inevitablescon los recursosordinarios, yquetiene una repercusiónmuy
honda yextensa en lavida social. desuertequedemandan también remediosextraordinarios".
l1 Quiroga Lavié, Constitución dela NaciónArgentinacomentada. 1996. p.497 y siguiente.
l2 Ossorio, Diccionario de cienciasjurídicas, políticasysociales, 1997, p. 759.
SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

3 6. Basesde la delegación.- La Carta Fundamental disponequeel Poder Eje-


cutivo ejerza la delegación ". .. dentro de las basesde la delegación que elcongre-
soestablezca ...". En tal sentido, y conformevenirnosdesarrollando,las "basesde
delegación" son las que el Congreso "delega", pero tiene sus límites establecidos
específicarnente,y no pueden ser parte de la política legislativa.

Referencia jurisprudencia1
1-La Corte Suprema, en esta materia, fue pordistintoscaminos,asíen el caso "Delfino
y Cía."dijo: "Queciertamente, el Congreso no puededelegarenel Poder Ejecutivooen
otro departamento de la Administración, ninguna de las atribuciones o poderesque le
han sido expresa o implícitamente conferidos. Es ese un principio uniformemente ad-
mitidocomoesenciaIparael mantenimientoe integridaddel sistemadegobiernoadop-
tadopor laconstitucióny proclamadoenfáticamenteporesta enel art.29.Willoughby,
p. 1317; Cooley, 7aed., p. 163". donde establece que la ConstituciónArgentina: "con-
fiere el poder de reglamentación, tanto al Congresocomo al Poder Ejecutivo. Al prime-
roseloatribuyededosmodosdistintos: a)enrelaciónaobjetosciertosydeterminados,
reglamentarun Banco Nacional(art.67, inc. 5"). reglamentarel comercio marítimo (art.
67, inc. 12). establecer reglamentosparalaspresas(inc,22),formar reglamentosyorde-
nanzasparaelgobiernodelosejércitos(inc.23),0 b)seleconcededeun modogeneral
e indeterminado 'para hacer todos los reglamentos que sean convenientespara poner
enejerciciolospoderesantecedentes'(art.67,inc.28).Asuturnoel inc.2"deIart.B6,au-
toriia al poder~jecutivopara expedir las instruccionesy reglamentosqueseannecesa-
riospara laejecución delasleyesde la Nación, cuidandode noalterar su espírituconex-
cepcionesreblamentarias". [CSJN- all los, 148:430, sent.del20/6/27].

2-En el fallo "Mouviel". la Corte orofundiza el criterio restrictivo4efinido oor la


misma-con referencia a los edictos policiales, diciendo en aquel entonces: "Que es-
taCorte,endecisionesanteriores, hadeclarado laconstitucionaIidaddelosedictospo-
licialesconel fundamento deque 'no hay delegación defuncioneslegislativasal con-
ferir al poder administrador o a ciertas reparticiones, la facultad de fijar
. específicas
.
normas de policía, crear infraccionesy. fijar
. sancionescorrespondientes, dentro de Ií-
mitesestab¡ecidosporla mismaley,sinoejerciciodelafacultadreglamentariaquepre-
ceptúael inc. 29 del art.86dela CNconformada, esclaro, al espírituy letrade la ley re-
glamenta'ydequeeledictopolicial novulnera lagarantíaestablecida parelart. 18de
la Constitución, que requiere para lavalidezde una sanción penal la existencia de una
ley anterior, pues constituye una simple consecuencia de la autorización legislativa
contenida en el art. 17 del Cód. de Procedimientoen lo Criminal, y estan obligatorio,
porconsiguiente,comolaleymisma [CSJN-Fallos,155:178y 155:185; 156:323; 169:209;
175:311; 191:388y 191:497; 192:Bl; 193:244; 199:395;206:293;208:2253,entreotros]"
y continúa: "Toda nuestra organización política y civil reposa en la ley. Losderechosy
obligacionesde loshabitantesasícomolas penasdecualquierclasequesean, solo exis-
ten envirtud de sanciones legislativasy el Poder Ejecutivo no puede crearlas ni el Po-
derJudicialaplicarlassifalta la leyque laestablezca [CSJN-Fallos, 178:355] ...". [CSJN-
Fallos, 237:636, sent. del 17/5/57].
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 76

3-La Corte, en el fallo "Pratticoc. Basso y Cía.", en lo que respecta a las prestaciones
patronales, establecidos en los convenios, sostuvo que "tratándose de materias que
presentan contornos o aspectos tan peculiares, distintos y variables que al legislador
no le sea posible prever anticipadamente la manifestación concreta que tendrán en
los hechos, no puedejuzgarse inválido, en principio, el reconocimiento legal de atri-
bucionesquequeden Iibradasal arbitrio razonabledel órganoejecutivo, siempreque
la política legislativa haya sido claramente establecida (ver sobreeste punto: Cámara
deDiputados, 1946, t.XI, p. 828).Yello, habida cuenta deque, en talessupuestos, ese
órgano no recibe una delegación proscripta por los principios constitucionales, sino
que, al contrario, es habilitado para el ejercicio de la potestad reglamentaria que lees
propia (art. 86, inc. 2"). cuya mayor o menor extensión dependedel uso que de la mis-
ma potestad haya hecho el Poder Legislativo [CSJN-Fallos, 148:430, consids. 12 y 15;
199:483, consid. 11, y otros]. 9) Que así corresponde entenderlo en la especie, sobre
todo en atención a que el problema debatido esdeaquellosque demandan una par-
ticularceleridaden la acción, afindequenosefrustraraeldesigniodeproteger lacon-
dición económica de lostrabajadoresfrente a procesoscomúnmente rápidosy difícil-
mentecontrolablesdeencarecimientoo alza del costo de la vida.Y requiere, asimismo,
elconocimientodedatosofactoresacercadeloscualesesnaturalquelaautoridadad-
ministrativa posea una máscompleta información, obtenida merceda sucontactoco-
tidiano e inmediato con la realidad económica y social del país". [CSJN-Fallos, 246:
345, sent. del 2015160].

4-En el caso "Cocchia, Jorgec. Estado Nacional", la Corte le otorgó "rangoconstitu-


cional" a la delegaciónpropia, si bien llamándola "impropia" o "reglamento de eje-
cución sustantiva". La discusión era saber si era constitucional el decr. 817192, el cual
derogaba todos losconvenioscolectivosdetrabajo relacionadosconla actividad por-
tuaria~ marítima. El decretofuecalificado porel Ejecutivocomo"reglamentodelega-
do" por cuanto la ley 23.696en su art. 10[131permite la modificación propuesta por el
PEN. [JA, 1994-11-5571.

5-Enestefallo, el MáximoTribunal, dijoquesi para laaplicación práctica de la ley re-


sulta necesaria la actividad de la Administración Pública, "inevitablemente el Poder
Ejecutivo deberá disponer cómo se llevará a cabo tal actividad, siempre cuidando de
no contradecir la ley así reglamentada. Se trata, en definitiva, de normas de procedi-
miento para la adecuada aplicación de la ley por parte de la Administración Pública:
sonreglamentosdeejecuciónadjetivos. Distintoesel supuestodeloqueesposiblede-

l3 Este articulo dice: "Elacto que declara 'sujeta a privatización'puede referirsea cualquie-

ra de lasformasdeprivatización, sea totalo parcial, pudiendo comprendertantoa una empresa co-


mo a un establecimiento, bien o actividaddeterminada.Con elmismo régimen que elindicado en
elartículo anterior, el decreto del Poder EjecutivoNacionalpodrádisponer, cuando fuere necesa-
rio, la exclusión de todos los privilegios y10 cláusulas monopólicasy10 prohibicionesdiscriminato-
rias, aun cuando derivaren de normas legales, cuyo mantenimiento obste a losobjetivosdela pri-
vatización o que impida la desmonopolizacióno desregulacióndel respectivo servicio".
321 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Cap. V - Introito

favor del reglamento,en áreasinicialmentereservadasdela ley, extendiendo la po-


testad reglamentaria más allá de su ámbito ordinario, pero con carácter ocasional,
teniendo en miras una regulación concreta, habilitando al Ejecutivo caso por caso,
sin quebrar por elloel principio constitucional desubordinación del reglamentoa la
ley [CSJN-Fallos, 31 1:2339,con remisión al dictamen del Procurador General] ...".
En consecuencia estiman que las leyes invocadas (23.696,23.697,23.928,23.981 y
24.093)"aun cuando establezcan una política gubernamental de privatizacionesy
desregulaciones, no pueden ser invocadascomonormasque brinden un 'patrón in-
teligible' (discerniblestandard) que habiliteal Poder Ejecutivo, bajo el subterfugio
de las facultadescontempladas en el art. 86, incs. l o y 2"de la CN, a derogar leyes la-
borales, a suspender o derogar convenciones colectivas de trabajo o a limitar dere-
chos y garantías personalesconsagradas en la Ley Fundamental, en un evidente ex-
ceso respecto de las materias, esencialmentetécnicas, que han constituido normal-
mente el objeto de las limitadasdelegacionesconsentidaspor este Tribunal" 14.
Claramente, la Cortesuprema estableció, a partir dedistintos estándares, y mu-
chos razonamientos distintos, la constitucionalidad de la delegación legislativa, y
el convencional constituyente de 1994 lo estableció en el texto constitucional.

v
CAP~TULO
DE LA FORMACIÓN Y SANCIÓN
DE LAS LEYES

Previoa introducirnosen losartículosconstitucionalesqueahora nosconvocan,


parece propicio formular algunas breves consideraciones relacionadas con este
parcial.
Nos señala Pereira Pinto que la ley es la expresión de la voluntad del Poder Le-
gislativo', aunqueesdableseñalar, que la mismaseintegradetresetapas: la inicia-

l4 EljuezPetracchiendisidenciadijoque: "Unelementalprincipiodelsistemarepublicanode
gobierno prohibe aceptar que el Poder Ejecutivo esté facultado -por mera invocacióndel art. 86,
inc. 2". CN-a efectuarperse una reglamentación dederechosconstitucionales,como ocurreen el
casoconelderechoreconocidoenelart. 14bisdela Ley Fundamental,cuandoelCongresonohaque-
rido regular legislativamente la materia. Aun en la hipótesisdeque se creyera que la intención del
Congreso no ha sido totalmente diáfana sobre el punto. también correspondería concluir que el
Congresono ha abordadoloconcernientea losserviciosprestadosporempresasprivadas.Estoesasí,
puestoda nuestra organización política y civil reposa en la ley y en que los derechos y obligaciones
de loshabitantessoloexisten envirtud desancioneslegislativas, no pudiendo el PoderEjecutivocre-
arlas, ni el Poderludicial aplicarlas, si falta la ley que losestablezca (CSJN-Fallos, 191:248)".
l Pereira Pinto, Temasdederechoconstitucional, 1987, p. 359.
~ a pV. - Introito SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

tiva, queconsisteen la propuesta o introducción del ensayo; la llamada "constituti-


va", que es la discusión y luego sanción de ese proyecto; y por último, la promulga-
ción y publicación que está encomendada en este caso al Poder Ejecutivo Nacional.
Podemos ir diciendo con Bidart Camposque la sanción de una ley es un acto com-
plejo tanto intra como interórgano.
En el primer caso porque parasuconformación como proyecto,concurren lasvo-
luntadesde las dos Cámaras del Congreso.
También lo es interórgano o externamente complejo, puesdeben intervenir dos
poderes independientes del Estado como son el Legislativo y el Ejecutivo; este últi-
mo como vimos renglonesatrás, al integrar el acto con la promulgación y publica-
ción2. EsquecomodiceCayuso,el Poder Ejecutivoasume lacalidaddecolegislador,
con asignación defunciones propiasy exclusivas3,másallá dealgunasdistinciones
que haremos a este respecto.
Es obvio añadir que la Constitución y los tratados internacionales -en particu-
lar losen ella incluidossegún su art. 75, inc. 22-, son fuentes ineludiblesen el dic-
tado de las normas.
Es interesantey bien didáctico loque nosaportael Manualdela Constitución re-
formada de Bidart Campos, llamado "Formación y sanción de leyesen el Poder Le-
gislativo", dondecon clara explicación, refieretrescaracteresque toda ley debete-
ner. Estosson: lacoherencia consigo mismay con la demás legislaciónvigente-sal-
vo claro está que se trate de una reforma o modificación de ella-; el ser completa,
esdecir, no debe ofrecer resquiciospor losque puedan filtrarsedificultades para su
interpretacióny aplicación; y porúItimo,sercontestecon un principiodeeconomía,
en tanto no diga más de lo que resulte necesario4.
Cierto es que los problemas interpretativos de las leyes en general merecerían
un extenso tratamiento por separado, en virtud de que se tropieza a menudo con
ese problema; pero ello no es óbice para que se lo trace como presupuesto necesa-
rio e ideal de toda norma.
Recordemospor otra parte, también, que la reforma de 1994 modificó la mayo-
ría de losartículossobreeste particular, al tiempo que quedó también cambiada su
numeración como enseguidaveremos.
Vale sí recordar que la referida reforma introdujo la iniciativa popular y la con-
sulta popular, en los actuales arts. 39 y40, respectivamente, como elementos parti-
cipativos en la sanción de las leyes.

Bidart Campos, Manualdela ConstituciónArgentina reformada, 2008, t . III, p. 594.


Cayuso, Constitucióndela NaciónArgentina. Comentada, 2007, p. 279.
Barón. Centro de Implementación de Políticas Públicas para la equidad y el crecimiento,
2003, p. 10y siguientes.
323 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Cap. V - Introito

Podemosreferir aunque en otro sentido, y como premisa en este breve introito,


queal analizar el texto constitucional, tropezamosen estecampo con cuatro prohi-
biciones.
La primera de ellas tiene quever con la imposibilidad de la delegación legislati-
va en favor del Poder Ejecutivo, salvo en materias determinadas de administración
de emergencia pública (art. 76); lo que ofrece asimismo al decir de Bidart Campos,
inconvenientesala horade interpretar este permiso, como resultan ser lavaguedad
de lasmateriasa delegar, asícomo la definición de las basesdeesadelegación5.
Otraveda consisteen queel Poder Ejecutivo no puedeemitirdisposicionesdeca-
rácter legislativo, según lo disponeel art. 99, inc. 3", párr. 2".
Aeste respecto, nosenseña el autor recién citadoquemásalládeello,aunquela
norma dada por el Poder Ejecutivo en virtud de esta delegación tenga formalidad
de decreto, su naturaleza en verdad es de ley, pues es expresión de la voluntad le-
gislativa delegada6; si bien es cierto quea eseargumento podrá oponérsele aquel
queafirmeque loquesedelegaes la materia, pero noel contenido.
Por otra parte, laactual redacción constitucional prohíbetambién la promulga-
ción parcial de las leyes por parte del poder administrador, aunque con alguna ex-
cepción como luego veremos más específicamente al referirnos al art. 80 constitu-
cional, quese ocupa de la materia.
Finalmente impide por medio de su art. 82 la tácita sanción de las leyes.
Podemos ir adelantando entonces, que la labor legislativa consiste fundamen-
talmente en la producción de proyecto de normas de carácter general. Y decimos
fundamentalmente, porque las distintascámaras pueden también elaborar otros
instrumentos como resoluciones, declaraciones, comunicacionesy pedidos de in-
formesentrevarios.
La etapa legiferanteatribuida por la Carta Magna al Congreso es entonces pro-
pia y exclusiva de esteórgano de poder, quien tiene a su cargo la fase constitutiva
de la ley; esdecir, aquella en la que radica y consisteel ejerciciode la función legis-
lativa. ES apropiado agregar, ante un apurado comentario que esgrima que re*ta-
ría lafasede la eficacia quelecabeal Ejecutivo, queahora nosestamos refiriendoal
tránsito propiamente legislativo, y en lo que tiene quever con el despliegue analí-
ticodel proyecto.
Porelloy en puridad, cabeañadirque loqueemanadel Congreso noes lasanción
de una ley sino de un proyecto de ley, pues para que el instrumento sea tal, es nece-

Barón, Centro de Implementacion de Políticas Públicas para la equidad y el crecimiento,


2003,p. 156.
Barón. Centro de Implementación de Políticas Públicas para la equidad y el crecimiento,
2003,p. 157.
Art. 76 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

nominar'delegación impropia'-poroposición a la antes indicada delegaciónen sen-


tido estricto, donde existe unaverdadera transferencia de la competencia o deiación
de competencia- la que ocurre cuando el legislador encomienda al Ejecutivo la de-
terminación de aspectos relativos a la aplicación concreta de la ley. según
- el juicio de
oportunidad temporal o de conveniencia de contenido que realizará el poder admi-
nistrador. No existe aquítransferencia alguna decompetencia. El legislador define la
materia que quiere regular, la estructura y sistematiza, expresa suvoluntad, quees la
voluntad soberana del pueblo, en un régimenen sí mismo completo y terminado, pe-
ro cuya aplicaciónconcreta-normalmenteen aspectos parciales-relativa a tiempo
y materia o a otras circunstancias, queda reservada a la decisión del Poder Ejecutivo
que, en nuestro caso es, junto con el Legislativoy Judicial, gobierno de la Nación Ar-
gentina. El Poder Legislativo, muy por el contrario de transferirla, ejerce su compe-
tencia, y dispone que el Ejecutivo aplique, concrete o 'ejecute' la ley, según estándar
inteligiblequeel mismo legisladorestableció,esdecir, laclara política legislativa, la Ió-
gica explícitao implícita, perosiemprediscernible,queactúacomo un mandatode im-
perativocumplimiento por partedel Ejecutivo. Estosreglamentostambiénseencuen-
tran previstosen el art.86, inc. 2"de la CN-una norma que, no puededejardeser ad-
vertida, noseencuentraensusimilar norteamericana, loque refuerzaaún máslacons-
titucionalidad,ennuestrosistema,deesetipodedecretos-porloque,enrealidad,son
tambiéndecretosdeeiecuciónde la ley, aunquecon uncontenidodiverso que losana-
lizados bajo ese nombreen primer término. Setrata de reglamentosde ejecución sus-
tantivos ya que no tienen como finalidad establecer el procedimiento según el cual la
Administración aplicará la ley -aunque también puede hacerlo- si no regular, por
mandato del legislador, la concreta aplicación de la ley en la sustancia misma del ob-
jetoofinalidadporelladefinidos. Esta segunda especie de reglamentosdeejecución
-que solo impropiamente pueden denominarse'de1egados'-también, por supues-
to, encuentra el límitedel citadoart.86, inc.2: in fine, no puedenalterar el espíritu de
la ley, esdecir, la política legislativaquesurge del texto aprobado por el Congreso. Por
ello no solo con relación a la norma reglamentada, sino con respecto a todo el bloque
de legalidadqueconforma, con dicha ley, unsistema, un'programa degobiernoapro-
bado por el Congreso' ...". [Ylarri, La división de poderesen la emergencia económica
en Argentina].

3 7. División de poderes.- Creemos y resulta acertado lo expresado en las di-


sidenciasde Fayt y Belluscio, porcuantoestosdicenque: "En los regímenesdel Po-
derejecutivo deorigen presidencialista-que recibesu legitimación del pueblo so-
berano- las delegaciones legislativas que favorecen la concentración del poder
provocan, aun cuando están inspiradasen razonesde emergencia y de interés ge-
neral, la rupturadel presupuestode base. Si la emergencia noobtieneotra respues-
taqueunadelegación de la facultad de hacer en cabezadelÓrgano~jecutivoesevi-
denteque ha muerto el Estado constitucional dederecho". Continuando con esta
idea, sostienen que el "...Tribunal admitió una suerte d e impropia delegación le-
gislativaa f i n deafrontarsituacionescambiantescon una eficacia propia del Órga-
n o Ejecutivo, mediante una controlada y limitada apertura que el Congreso hace a
~ a pV. - Introito SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

saria la etapa ulterior de la eficacia ejecutiva; aunque no debemos perder de vista


queen lossupuestosdeconsulta popularvinculanteque comovimosprevé el art. 40
constitucional,yaquellosenlosqueanteun rechazodel poderadministradorambas
Cámarasdel Congreso insisten con losdosterciosde losvotosdecada unade ellas, la
promulgación es inevitable, lo que noscoloca entoncesen otra perspectiva.
En cuantoa laspartesqueconformaneseproyectodeleyy regresandoal Manual
ya mencionado precedentemente, es obvio que tiene que mencionarse en primer
término la parte prescriptiva que es el núcleo mismo de la ley, y que se integra con
el articulado que prescribe la normativa que la conforma.
Luego aparecen los considerandos, aunque no todas las leyes o proyectosde ley
los tienen. Se trata en realidad de aquella introducción al texto en sí, donde el le-
gislador explica las razones que lo llevaron al dictado de la norma.
También están losfundamentos, queson aquellosquejustifican la presenciadel
proyecto, aunque tampoco resultan obligatorios, pero sí parecen útiles para avalar
las circunstancias técnicas y políticas que la explican. Estos suelen ser más extensos
que los considerandos, sobretodo a la hora de la justificación política del acto7.
Una última cuestión que creo preciso referir en esta muy apretada pero necesa-
riasintesis previa, y aunqueresulte propia deotraetapa deanálisis; esla posibilidad
onoqueuna ley pueda sertachada de inconstitucional por partedel PoderJudicial.
Ante esta propuesta es atinadoefectuar un descanso para distinguir la cuestión
en lo quetiene quever con su articulado ante una eventual colisión con las mandas
constitucionales, sobre lo que no cabe abrigar duda alguna y asegurar así una res-
puesta positiva.
Mas la inquietud puede presentarseacercadel examen judicial sobre el tránsito
del dictado de la norma en sí, es decir, en relación al trámite de su dictado, so pre-
texto de encontrarnosante una de las llamadascuestiones políticas no judiciables.
Esto es lo que sostuvo la CorteSuprema al señalar que el procedimiento de san-
ción de leyes, en principio, no es revisablejudicialmente. Sin embargo, trazó allí la
excepción paracasosenquese hubiesen descuidado lospresupuestosmínimosein-
dispensables(CSJN-Fallos, 256:556)recordado por Gelli8. Este criterio se lleva inclu-
so al procedimiento de reforma constitucional; lo cual parece lógico si tenemos en
cuenta que la Corte resulta ser el último garante del control deconstitucionalidad.
Más adelante partió de la misma doctrina en cuanto a que no alcanzan en prin-
cipio lasfacultadesjurisdiccionales paraexaminar el procedimientoadoptadoen la
formación de las leyes; aunque agregó que no existe ese escollo cuando una de las
partes hacevaler un derecho subjetivo contra obligaciones impuestas por una ley

Bidart Campos. Manualdela ConstituciónArgentinareformada, 2008, t. III. p. 8 y siguien-


tes.
Gelli, Constitución de la NaciónArgentina comentada yconcordada, 4" ed., 2008. p. 281.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 77

que a su juicio no llegó a ser tal. Extendió la consideración a la especie de incumpli-


miento de los requisitos mínimos e indispensables que condicionan la creación de
la ley9;si bienalgodespuésenel tiempoañadióquela impugnación delas leyescon
fundamento constitucional no puede formularse de manera abstractalo.
Formuladas asíestasconsideraciones previas queseentendieron necesarias,va-
yamos de unavez por todasal análisis particular de los artículosdeeste tramo de la
Constitución.

Art.77.- Lasleyespuedentenerprincipioencualquieradelascámarasdel
Congreso, por proyectos presentados por sus miembros o por el Poder Eje-
cutivo, salvo lasexcepcionesque establece esta Constitución.
Los proyectosde ley que modifiquen el régimen electoral y de partidos polí-
ticosdeberán seraprobados por mayoría absoluta del totalde los miembros
de las Cámaras.
Antecedentes: CNde 1853, art. 65; CNde 1949, art. 69. Concordancias: CN, aris. 39.40.
52.75. inc. 2", p á r r . 4 " ~19, párr.2"infine,99, inc. 3".

El artículoviene a reemplazar al 68 anterior a la reforma de 1994, con una modi-


ficación queveremos párrafos más adelante.
Seseñaló ya queelcongreso intervieneen estesegundo momento del tránsito
legislativo, queesel que tiene quever con la discusión y sanción del proyectode ley
sometido a su análisis.
El trámite se realiza separadamente en cada una de lascámaras, lasquecuentan
con un estatus parificado. Ambasson igualesal decir de Bidart Campos, y estosac-
tos del Congreso son complejos, y en los que concurren dos voluntades también
iguales1.
Dentrodeesa igualdad,valeañadirqueencualquieradeellaspuede iniciarseel
estudiodel proyecto, salvo lasexcepcionesquese encuentran repartidasa lo largo
del articulado de la Constitución y a lasqueseatenderá en este ítem apenasdentro
de un par de párrafos.
El actual texto constitucional no consigna de modo expreso en el art. 77 dichas
excepciones para lo quees necesario, insisto, repasar otras normasdel mismo texto
fundamental. Síesdableapuntar queel anterior art. 68 mencionaba a las leyesso-
brecontribucionesy reclutamientodetropascomodenecesariocomienzoen IaCá-

l Bidart Campos, Manualdela ConstituciónArgentina reformada, 2008, t. III, p. 70.


SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

maradeDiputados, aclaraciónestaque noapareceenelactualart. 77, aunque esas


exigencias siguen estando en el texto de la Constitución.
Veremosentonces, quedeben tener inicio por IaCámaradeSenadores: 1 ) la ley-
convenio entre el Estado federal y las provincias que instituyen el régimen de co-
participación impositiva (art. 75, inc. 2"), y 2) las leyes que provean al crecimiento
armónico de la Nacióny al poblamiento de su territorio, y que promuevan políticas
diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias
y regiones(art. 75, inc. 19).
Deben encambioser iniciadasen IaCámaradeDiputados: 1) las leyessobrecon-
tribuciones (art. 52); 2) lasquese refieren al reclutamientodetropas (mismoartícu-
lo), y 3) las leyesvinculadas a proyectos presentados por los ciudadanos de acuer-
do a lo autorizado por el art. 39. También es resorte de esta Cámara, la decisión de
someter un proyecto a consulta popular de conformidad con el dictado del art. 40.
Solo restadecir, siguiendoacayuso, queel Proyectode Alberdi no preveía excep-
ción alguna en cuanto a la Cámara en la cual las leyes debían tener iniciativa2.
Recordemosqueaquellaen la cual secomienza el tratamientodeun proyectose
la denomina "cámara iniciadora" o "deorigen", mientrasque lasegundaesllama-
da "cámara revisora".
Pero por otra parte, en la reforma de 1994 se añadió además la posibilidad que
cualquier ciudadano puede presentar proyectosde ley en la Cámara de Diputados,
con excepción de aquellos referidos a la reforma constitucional, tratados interna-
cionales, tributos, presupuestoy materia penal; lo cual significa instalar un sistema
máspropiodelasconstitucionesmodernascomonosanunciabaya Ekmekdjian pre-
cisamenteantesde esta modificación en la Carta Magna3.
Esta formade participación ciudadanaseencuentra previstaen el art.39,queim-
pone al Congreso dar expreso tratamiento a los proyectos así introducidos, en un
tiempo que no supere los doce meses. La ley que reglamenta este ejercicio fue san-
cionadaen 1996bajoel no24.747,yesconocidacomo"lniciativalegislativapopular".
Tengamos presente además, que por el art. 40 se prevé la consulta popular pero
ante un proyecto ya introducido oportunamente y que no debe confundirse, por
ende, con el derecho que venimos refiriendo. Solo diremos que en el caso de esta
consulta popular cabe que sea previa a la sanción, porque efectuada esta es obvio
que no tendría razón de ser.
Recordemos, por otra parte, que la sanción mediante la consulta popular vincu-
lante, librada a la decisión del Congreso, por iniciativa de su Cámara de Diputados
y según reza este art. 40, no puede ser objeto de veto presidencial; por lo tanto,

- Cayuso, Constitucióndela NaciónArgentina. Comentada, 2007, p. 283.


Ekmekdjian,Análisispedagógico dela Constitución Nacional, 1988, p. 110.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO

cuando este cuerpo electoral -que no es un órgano del poder estatal-vota afir-
mativamenteel proyectoquesele hasometidoaconsultavinculante,el mismoque-
daautomáticamenteconvertidoenley, ytambién su promulgación esautomática4.
Yendo al modo ordinario del tratamiento parlamentario de un proyecto dire-
mos, siguiendo una vez más al didáctico Manualde la Constitución reformada, de
Bidart Campos; queal mismo se lo iniciaasignándole un númerode expedientede
la siguiente manera: NN 0123-5-09, lo cual se lee: el apellido del autor del proyecto,
un númerodecuatrodígitosquesecorrespondecon el del expediente administra-
tivo internodel órgano; una letra queseñala la procedenciadela iniciativa (asíDco-
rrespondea Diputados; Spor Senado, PE por el Poder Ejecutivo, OVpor Oficialesva-
rios-funcionarios u organismos públicos que excluyan a los anteriores-o IP por
Iniciativa Popular); yfinalmente losdosúItimos númerosquesecondicen con el año
de presentación o actualización.
Desde ya que hay que tener en cuenta que esa identificación lo es para el trámi-
te interno en el Congreso, pero no se refiereal número de ley que llevará el proyec-
t o en caso deser aprobado5.
Más adelante y siguiendo con estas explicaciones, se escribe que el proyecto in-
gresa por Mesa de Entradas donde se le asigna el número de expediente del modo
recién explicado, y de acuerdo al tema, se lo gira a la o a las comisiones de asesora-
miento de la cámara respectiva. En efecto, un asunto puede requerir el tratamiento
de dos o más comisiones, en cuyo caso pueden tratarlo en reunión plenaria o, en su
defecto,podráprocedercadaunaenformaindividual. Encualquiercasodebeservo-
tado como condición indispensable, portodas las comisionesa lascualesse giró.
Los miembros de la o las comisionesfinalizan su labor con el dictamen de un des-
pacho. Si al momento de realizar su tarea no existiera una decisión unánime se re-
dactarán dictámenesde mayoríay minoríaque pasaránal tratamiento del plenario.
Los dictámenes pueden ser de varios tipos: a) por unanimidad (pleno acuerdo
entre los miembrosde una comisión); b) por unanimidad con modificaciones (res-
pecto al texto del proyecto original); c) de mayoría, con o sin disidencias u obser-
vaciones (el dictamen está avalado solo por los diputados que integran el bloque
mayoritario, más eventualesapoyosdeotros partidos); d) de minoría, con o sin di-
sidencias parciales (el dictamen solo está avalado por un grupo menor de diputa-
dos); e) en minoría (que nodebe confundirse con el anterior, ya queen este caso es
un únicodictamenfirmado por una representación minoritaria, antereiteradasau-
sencias de la mayoría a la hora de votar o ante la renuencia de esta a pronunciarse
sobredeterminado asunto).

Bidatt Campos, Manualdela ConstituciónArgentina reformada. 2008, t. III, p. 152.


Bidatt Campos, Manualdela ConstituciónArgentina reformada, 2008, t. III, ps. 7 y8.
Art. 78 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Finalmente, el dictamen o losdictámenesen caso de no haberse logrado unani-


midad, se giran a Labor Parlamentaria para su inclusión en el Plan de Labor deesta,
con el fin desertratadodespuésenel recinto porel Plenario delacámara en sesión.
El mecanismode lascomisionestiene laventajade poder convocarcon mayorfa-
cilidad y agilidad, la participación de distintos personajes ajenos al Parlamento pa-
ra recabar opiniones, consultas específicas, etcétera, en pos de un mejor producto
legal.
Para concluir, el repetido manual nos diferencia los distintos tipos de proyecto
según su grado de incidencia en el sistema legal.
Asílos mismos pueden ser: total o parcialmente proactivos,y total o parcialmen-
te reactivos.
Los totalmente proactivos, que son aquellos que crean un nuevo instrumento,
dan expresión a losvacíos legaleso bien integran regímenesnuevosa partir del sur-
gimiento de una necesidad (política, social, económica, etcétera); o dan respuesta
en todo caso, a la generación de un hábito o costumbre desconocidos y a veces di-
rectamente inimaginables en otro tiempo.
En cuanto a los parcialmente proactivos, que modifican solo en parte un instru-
mento ya existente, son en los que el legislador introduce modificaciones a una ley
en vigencia; modificacionesquesegúnsu alcance, pueden sersupletoriaso amplia-
torias para completar una faltao añadir un campoen la pieza.
Desdeel extremocontrario, lostotalmente reactivos, se refieren a iniciativasque
propugnan la eliminación total de un instrumento legalvigente.
Mientras tanto, los parcialmente reactivos, modifican también una legislación
ya existente, pero tiene por cometido una eliminación acotada de la misma6.
Vemos así que este artículo nos introduce en el no siempre fácil tránsito de un
proyecto de ley.

Art.78.- Aprobadoun proyectodeley porlaCámaradesuorigen, pasa pa-


ra su discusión a la otra Cámara. Aprobado porambas, pasa al Poder Ejecuti-
vo de la Nación para su examen; y si también obtiene su aprobación, lo pro-
mulga como ley.
Antecedentes: CNde 1853, art. 66. Concordancias: CN, arts. 77 a 84.

El artículoesigual al anterior art. 69 y contempla lagénesissimple de la norma.


Esclaro que en todos loscasosdeben participar por separadoambas cámaras las
que habrán de contar con el número de legisladores mínimos necesarios previsto,
para cada situación concreta (quórum).

Bidart Campos, Manual de la Constitución Argentina reformada, 2008. t. III, p. 19 y si-


guientes.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 79

Una vez aprobado el proyecto, es enviado al Poder Ejecutivo, quien lo examina


antes de su promulgación.
Esteexamen, como bien nos explica Gelli, sevincula a la constitucionalidad y ra-
zonabilidad del proyecto; y luego a su conveniencia, oportunidad y eventual efica-
cia. Si el proyecto pasaesta evaluación, es promulgado medianteun decretodel Po-
der Ejecutivoy se convierteen ley. Aunque nosurgede la Constitución sinode la ley
civil, cabe agregar que se lo habrá de publicar en el Boletín Oficial1.

Art. 79. - Cada Cámara, luego de aprobar un proyecto de ley en general,


puede delegar en sus comisiones la aprobación en particular del proyecto,
con el votode la mayoría absoluta del total de sus miembros. La Cámara po-
drá, con igual número devotos, dejar sin efecto la delegación y retomar el
trámiteordinario. La aprobaciónencomisión requeriráelvotode la mayoría
absoluta del total de sus miembros. Una vez aprobado el proyecto en comi-
sión, seseguirá el trámiteordinario.
Concordancias: CN, arts. 77,78,80a 84.

Esta normadada por la reformade 1994esnovedosay permite la posibilidad dela


aprobación en particular por las comisiones de cada una de las Cámaras de los pro-
yectossometidosasuexamen,tránsitosobreloqueyaseanticiparaal tratarelart. 77.
Nosapunta Bidart Camposqueen realidad no setrata de una delegación, pues
se da dentro de un mismo órgano, por lo quees más propio hablar de una "imputa-
ción defunciones"'.
Se definieron las comisiones legislativas aunque de modo más global y con an-
terioridada la última reforma,como: " ... desprendimientosdel propiocuerpo(...)
que en virtud del privilegio colectivo de toda asamblea popular de darse su regla-
mento o dictar las normasdesu funcionamiento, desígname, ya sea de modo per-
manente o transitorio o para misionesdeterminadas, con el objeto que asesoren al
cuerpo mediante tareasespecializadas, fiscalicen funciones administrativaso de la
rama parlamentaria o investiguen hechos y circunstancias que el cuerpo ha consi-
derado necesario para adoptar medidasya en el plano de la responsabilidad de los
funcionarioso en el ámbito de la legislación. De lastareas precedentemente recor-
dadas, deriva la clasificación de las comisiones parlamentarias: permanentes, tran-
sitorias e investigadoras" 2.

l Gelli. ConstitucióndelaNaciónArgentinacomentadayconcordada,4aed.,2008,t. l. p. 287.

l Bidart Campos, Manualdela ConstituciónArgentina reformada. 2008,t. III, p. 150


Romero, Estudiosconstitucionales, 1959,p. 172,cit. por Pereira Pinto, Temasde derecho
constitucional. 1987,ps. 360 y 361.
Art. 79 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

SeñalaGelli,quela ley 24.309dedeclaración de la necesidad de la reformacons-


titucional dispusoen el Núcleo de CoincidenciasBásicas, puntoG, f)-incluidoen el
art. 2"- la propuesta de establecer procedimientos de aprobación de leyes en ge-
neral en plenario y en particular en comisiones; y la compatibilidad de las posicio-
nesde lascámaras por comisionesdeenlace bicameral. En dirección a esos logrosse
habilitó la reformadel entoncesart. 69 de la CN, quien soloadoptó la primera par-
te de la proposición3. Podemos agregar, siguiendo a Cayuso, que ese apartado G,
inc. f), tuvo como propósito el de agilizar la sanción de los proyectos de ley alivian-
do el trabajo del pleno de las Cámaras4.
Por cierto que está en cada una de ellas optar o no por este mecanismo, pues el
artículo constitucional no da dicho camino de manera imperativa, sino precisamen-
tede modo discrecional; por lo quedebemosconcluir incluso, quesi bien ambasCá-
maras pueden escoger esta alternativa, también puede ocurrir queadopte esta vía
una sola de ellas.
Tengamos además presente, la ventaja que esta delegación conlleva, cual es la
de poder intercambiar pareceres y atender propuestas e inquietudes de protago-
nistasajenosalámbito parlamentario con la clara posibilidad dearribar a un mejor
texto legal en el caso.
Ahora bien, esta potestad privativa de cada Cámara puede, a su vez, ser dejada
sin efecto unavezotorgada, loque por otro lado pareceobviodecir queesta decli-
nación debiera serlo antes que la respectiva Comisión termine su cometido, o pre-
vio a que alguna de ellas lo haya hechosi se confió avarias el estudio del proyecto.
Sostener locontrario no parececondecirsecon lasventajasqueeste mecanismotie-
ne y menos aún acierta con la celeridad, si esqueel dictamen ya se emitió.
Esverdadque el artículo no prevé la situación en caso quesea más de una la Co-
misióna laqueseechómano, yen esa inteligencia podríacaber la posibilidaddeque
la Cámara se conforme con lasconclusionesde una de ellas.
En cuanto al número de legisladores necesariospara esta elección, la da la mis-
ma Constitución cuandoexige quese cuentecon el voto de la mayoría absoluta del
total de sus miembros; esdecir, el voto de más de la mitad.
Bidart Campos señala que esa mayoría absoluta rige para proyectos comunes,
pero cuando se trata de una ley que requiere un quórum mayor por expresascláu-
sulasconstitucionales,se ha detrasladar esa exigencia al supuesto de la aprobación
en comisión. De lo contrario, el agravamiento del quórum podría ser fácilmente
burlado5.

Gelli, Constitución de la Nación Argentina comentada y concordada, 4a ed., 2008, t. 1, ps.


288 y 289.
Cayuso, Constitucióndela NaciónArgentina. Comentada, 2007, p. 284.
Bidart Campos. Manualdela ConstituciónArgentinareformada, 2008. t. III. p. 151.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO

Si uno repasa el texto constitucional encuentra varias normas que acentúan el


quórum necesario, estableciendo de ese modo uno especial.
Así reclaman mayoría absoluta de la totalidad de los miembros decada Cámara:
1) el art. 39 en relación a la ley reglamentaria del derecho a la iniciativa popular le-
gislativa; 2) el art. 40para reglamentar las materias, procedimiento y oportunidad
de la consulta popular; 3) el art. 75, inc. 2O, párr. 4", para la ley convenio en materia
impositiva; 4)elart.75, inc.3", paraestablecery modificarasignacionesespecíficas
de recursos coparticipables por tiempo determinado; 5) el art. 75, inc. 24, para la
aprobación de ciertos tratados de integración con Estados de Latinoamérica; 6)
mismo artículo e inciso para tratadoscon otros Estados (si bien en estecasose refie-
re a la mayoría absoluta pero de los miembros presentes) para declarar la conve-
nienciade laaprobación, aunque para ellaes necesariala misma mayoría que para
el resto de loscasosquevenimos refiriendo; 7) el mismoartículo e inciso para la de-
nuncia de dichos tratados; 8) el art. 79, para delegar en sus comisiones la aproba-
ción particular del proyecto (aunque en este caso esa mayoría es para cada una en
particulardeacuerdoaloquedijimospárrafosatrás); 9)mismoartículoyconlamis-
ma salvedad, para dejar sin efecto esa delegación; 10) mismoartículo para la apro-
bación en comisión; 7 1) art. 81, para ciertasadicioneso correccionesde un proyec-
t o (aunqueesta norma tienevariantesy se refierea los presentes); 12) el art. 85, re-
ferido a la ley reglamentaria de la Auditoría General de la Nación; 13) art. 99, inc.
3", párr. 4", en relación a los decretos de necesidady urgencia; 14) art. 101 para in-
terpelaraljefedeGabinetede Ministros(acá la mandase refiereacadacámara); y
75) art. 114 para la ley que reglamenta el Consejo de la Magistratura.
La Constitución exige a su vez dos tercios de los votos para: 1) acusar ante el Se-
nado al presidente, vicepresidente, jefe deGabinetede Ministros, ministrosy miem-
bros de la CorteSuprema deJusticia de la Nación (art. 53, y referido a ese número de
miembros presentesdelacámarade Diputadosy para loscasosallíprevistos); 2)de-
clarar culpablea los nombrados (en este caso bajo la misma modalidad, aunque por
la Cámara de Senadoressegúnreza el art. 59); 3) para loconcernientea los tratados
internacionalesde conformidad con el art. 75, inc. 22, aunque la mayoría se debe in-
tegrar sobre la totalidad de los miembros y no de los presentes; 4) para ciertas hipó-
tesis en caso de adiciones o correccionesa un proyecto de ley (art. 81, otra vez en re-
lación a lospresentes); 5) parael tratamientodeun proyectoanteobse~acionesdel
Poder Ejecutivoy su insistencia,deacuerdocon el art. 83; 6) para ladesignación y re-
moción del Defensor del Pueblo (art. 86 en relación a los presentes), y 7) para desig-
nar el Senadoa los miembrosde IaCorteSuprema (art. 99, i n c . 4 " ~por los presentes).
Desdeya que esta síntesis no significa quevaya a haber delegación siempre, pe-
ro pareció apropiado referirla en esta parte del comentario.
Cabeconcluir diciendo, que la aprobación en general del proyecto, debe hacer-
se en el Pleno quien considera el despacho de comisión o losdespachosde mayoría
Art. 80 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Art. 80. - Se reputa aprobado por el Poder Ejecutivo todo proyecto no de-
vuelto en el término de diez días útiles. Los proyectos desechados parcial-
menteno podránseraprobadosenla parterestante.Sinembargo, las partes
noobsewadas solamente podránser promulgadassitienenautonomía nor-
mativa y su aprobación parcial no altera el espíritu n i la unidad del proyecto
sancionado por el Congreso. En estecaso será de aplicación el procedimien-
to previsto para los decretosde necesidady urgencia.
Antecedentes: CN de 1853, art. 67; CNde 1949, art. 71. Concordancias: CN, arts. 77 a
79,81 a8499, inc.39art. 100,inc. 13.

Esta norma dada también por la reforma de 1994, reproduce en su primera ora-
ción el viejo art. 70, mientrasque el resto desu contenido resulta novedoso.
Nosseñala Gelli que la fuentees la Constitución de los Estados Unidosde Améri-
ca, peroa diferencia de ese texto, la nuestra no prevé el llamado "veto de bolsillo"
que permite al presidente -cuando el proyecto ha sido aprobado a menos de diez
diasde finalizadas lassesionesdel Congreso-guardar el mismo hasta la reanuda-
ción de las sesiones. Sobre el punto, la Constitución de los Estados Unidos dispone:
"Si el Presidente no devuelve un proyecto dentro de los diez días (exceptuadoslos
domingos)de habérsele presentado, el mismo será leytal como si lo hubierafirma-
do, a menosqueel Congresocon lasuspensióndesussesionesimpida la devolución
en cuyocaso no será ley", deconformidad con el art. 1, sección 7a, inc. 2"'.
El artículo de la Constitución Nacional hace referencia entonces, a la promulga-
ción tácita que seda cuando el Poder Ejecutivo no la devuelveobservada al Congre-
so dentro de los diez días útiles (hábiles) desde su recepción para aquel cometido.
Valeefectuar un descansoen este punto para aclarar que la prohibición a laque
hacíamos referencia en el introito en cuanto a la sanción tácita de las leyes, sevin-
cula con el dictado del art. 82 y en referencia a una geografía distinta a la que aho-
ra estamos tratando, y a la que atenderemos en esa oportunidad.
Luego deesta manda y continuandocon el texto constitucional, veremosque, si
bien semantieneel principiogeneral según el cualvetada parcialmenteuna ley no
podrá ser aprobada la parte restante, el constituyente reformadorde 1994dispuso
la excepción a dicho principio, bajo la premisa deque la promulgación parcial de las
partes no observadas, tenga autonomía normativa, y su sesgada aprobación no al-
tereelespíritu ni la unidaddel proyectosancionadoporelCongresoyvetadoen par-
te por el órgano ejecutivo. La norma dispone que para estos supuestos de excep-
ción, será aplicable el procedimiento de control previsto para losdecretosde nece-
sidad y urgencia queautoriza el art. 99, inc. 3", constitucional.

' Gelli, Constitución de la Nación Argentina comentada y concordada, 4" ed., 2008, t. l. p
289.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 80

Una vez más nos apunta Gelli que, en efecto, de la posibilidad de observaras-
pectos parciales de la ley no se seguía en el texto anterior la atribución de promul-
gar las partes no vetadas de la norma; y ello por dos motivos. En primer lugar, por-
que la Constitución se pronunciaba expresamente sobre el punto al disponer que
"desechado en el todoo en parte un proyecto por el Poder Ejecutivo,vuelvecon sus
objeciones a la Cámara desu origen ..." (viejo art. 72); y además, porque aunque el
Congreso no estaba facultado para volver sobre las partes de la ley ya sancionadas
y no objetadasen su momento por el poder administrador, la promulgación parcial
recortaba laatribución del legislativo para rechazartodoel proyectocuando IasCá-
maras discrepaban (ya que una de ellas las aceptaba y la otra las rechazaba) acerca
de lasobservaciones del presidente.
Agregaasimismo,quela reformaconstituciona1 producida en 1949yyaderoga-
da, había incorporadoexpresamenteestaalternativadela promulgación parcial en
el entoncesart. 832.
Esimportantetenerpresente,sin embargo, quelacuestión Ilegóa lacortelaque
pudoexpedirseen 1 9 4 1 , ellodebidoa
~ lac~nfusiónentrevetoy~romulgación par-
cial. Sobreesta úItimaqueeslaqueahora puntualmentenosocupa, entendióel Má-
ximoTribunalquenodebía pronunciarseenelcaso,dadoquelosactores habíansu-
fridoen estesupuesto lasconsecuenciasdelveto parcial y no lasde la promulgación
también parcial3.
Sin embargo, la Cortevolvió a ocuparse del asunto años después aunque antes
de la reforma de 1994; oportunidad en la cual, sostuvo la constitucionalidad de la
promulgación parcial cuando la parte vetada fuera escindible y su separación no
provocara detrimento en el conjunto del proyecto4. La posibilidad de esa separa-
ción entonces entre lo vetado y lo promulgado es así lo que se ha tenido en cuenta
para arribar a esta postura.
Esta doctrina, nosagrega Cayuso, ha sido así ratificada por el actual art. 80 de la
CN5.
Pareciera que debemos concluir entonces y a partir de esta decisión, que antes
del permiso constitucional dado por la reforma, era el Poder Judicial quien se reser-
vaba el examen en cada caso para definir en qué supuestos esa escisión era posible
con la consecuente promulgación parcial.

CSJN-Fallos, 189:156,cit.entreotrosporla mismaGellien ConstituciondelaNaciónArgen-


tina ~omentadayconcordada,4~ed., 2008, t. l. p. 292.
CSJN-Fallos. 268:352. "Colella c. Fevre y Basset". 1967.
Cayuso, Constitucióndela NaciónArgentina. Comentada.2007, p.280,quientambiéntrae
el fallo.
Art. 80 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Luegode la reformatambién ha habido pronunciamientosdelaCortesobre pro-


mulgación parcial de las leyes6.
Luego en un decisorio del año 2000y aunque no se apartó de la norma constitu-
cional ni desu propia doctrina, lacorteentendióen un asuntovinculadoal tematri-
butario, que la promulgación parcial no era posible, precisamente porque ambas
posibilidades no eran separablesal tratarse de una misma norma jurídica7.
NosañadeGelli queen cuantoa la declaración deinconstitucionalidaddela pro-
mulgación parcial; si el proyecto constituye una sola unidad, declarado el remedio
respecto a la parte promulgada, no existe ley. Si en cambio coexistenvarias unida-
des legales, la inconstitucionalidad de una de ellas no arrastra a las demás8.
Tenemos entonces que el art. 80 de la CN en su actual redacción, permite en de-
terminadas circunstancias la promulgación parcial de las leyes.
Esasdeterminadascircunstanciastienen quever con que la parcialidad promul-
gada tenga autonomía normativa y no altere el espíritu ni la unidad del proyecto
sancionado por el Congreso.
Es obvio que la autonomía se relaciona con la posibilidad de bastarse a sí misma
para su funcionamiento y que este no dependa entonces, de la parte que el Poder
Ejecutivo haya observado.
Por otro lado, también deberíamos descartar la promulgación de una parte de
la ley que constituya una excepción respectoa una reglavetada e incluso a la inver-
sa, ya que ello atentaría contra la referida unidad pero sobre todo contra el espíri-
t u de la norma.
Desdeya y aunque sea redundante decirlo, no podemos suplir cualquier caren-
cia deese tipo ni de otro, a travésde una normativa salida del seno mismo del órga-
no administrador.
En cuanto ala unidad queel poder presidencial no puedealterar, nosexplicaGe-
Ili que no esotraque la unidad política, esdecir, el acuerdogeneral al que llegaron
los legisladoresaprobando unas disposiciones, porque al mismo tiempo se sancio-
naban otras-en referencia a las observadas-, aunque estas y aquellas pudieran
dividirsejurídicamente9.
Cabe sí agregar, que sin perjuicio de las ventajas prácticas que este mecanismo
conlleva, dicha licencia debeseratendida con sumocuidadoso riesgo deaumentar
la discrecionalidad del Ejecutivo a la hora de sopesar el equilibrio entre ambos po-
deres del Estado.

CVN-Fallos, 318:445,"Servicio Nacionalde ParquesNacionalesc. Franzini, Carlos", 5/4/95.


' CVN-Fallos, 323:2256,dadoenautos"Famyl S.A. c. EstadoNacionalslAccióndeamparo",
29/8/00.
Gelli, Constitucióndela NaciónArgentinacomentadayconcordada.4aed..2008,t.l. p. 300.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 81

nes introducidaso insistir en la redacción originaria, a menosque las adicio-


nesocorrecciones las haya realizado la revisora pordos terceras partes de los
presentes. En este ultimo caso, el proyecto pasará al Poder Ejecutivo con las
adiciones o correccionesde la Cámara revisora, salvo que la Cámara de ori-
gen insista en su redacciónoriginaria con el voto de lasdos terceras partesde
los presentes. La Cámara de origen no podrá introducir nuevas adiciones o
correcciones a las realizadas por la Cámara revisora.
Antecedentes: CNde 1853, art. 68. Concordancias: CN, arts. 77a 80.82a 84.

Esteartículo se correspondecon el anterior art. 71, aunque con algunasmodifi-


cacionescomo enseguida se atenderá.
Ahora bien,alosfinesdeuna mejorcomprensión deesta normay dadoloexten-
so de la misma y susvariantes, se muestra propicio efectuar un tratamiento parcia-
lizado sin descuidar, por cierto, su análisisintegral.
Enesainteligencia,cabecomenzarseñalandoqueel primersupuestoquesepre-
véesel del rechazototal del proyecto por parte de una de lascámaras. En estecaso
la solución es simple: dicho intento no podrá repetirse en lassesionesdeeseaño.
El artículo no hace distinción alguna lo que nos denota unavez más lo parejo de
ambasen la elaboración del acto complejo que hablábamosal comienzo, y sin per-
juicio de la prioridad dealguna de ellasen la introducción dealgunos temascomo
vimos al tratar el art. 77.
A propósito del período ordinario de sesionesvale recordar que la reforma de
1994amplió la duración de lasmismasfijándolasentre el lo de marzo y el 30de no-
viembredecadaaño, mientrasqueanteriormenteloerandesdeel l o d emayoal 30
deseptiembre (arts. 63 y 55, respectivamente), refiriendo Bidart Campos, que la tó-
nica dada por la reforma, tiendea proporcionar mayor eficacia y rapidezcon la am-
pliación del período, añadiendoque lascámaras pueden reunirse por sí mismas pa-
ra comenzar la etapa ordinaria, aunque el presidente de la República no haga su
aperturaformal1.
Cabe preguntarseen primer lugar, y sin perjuicio del tiempo de duración del pe-
ríodo ordinario, a qué se refiere la primera oración de este artículo cuando escribe
que los proyectos desechadostotalmente no podrán repetirse en ese año.
Es claro y así lo ha entendido la doctrina, que se está haciendo referencia no al
tiempo calendario, sino al año parlamentario, que es aquel que corre desde el día
constitucionalmente fijado entre la apertura, y hasta el inmediato anterior a la pró-
xima vez que ella se realiza2o sea en que es abierta; incluyéndose de ese modo no
solo las sesiones ordinarias, sino también su prórroga y las extraordinarias.

' Bidart Campos, Manualdela ConstituciónArgentina reformada. 2008, t. III, p. 148.


Gelli. ConstitucióndelaNaciónArgentina comentadayconcordada,4aed.,2008.t.l. p.302.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 80

En relación al veto presidencial, vale aclarar en primer término que la Constitu-


ción no lo denomina de esa manera, sino que se refiereal accionar del Poder Ejecu-
tivocomoel dedesechar un proyecto.
Señaladoello,valeagregar queesta facultad presidencial puede tener distintos
alcances.
En efecto, y yendoal art.83, podemos leer queel presidentetiene la posibilidad
de vetar -o desechar para escribir con más puridad de acuerdo al texto- el pro-
yecto en su totalidad, estando entonces obligado a devolver el mismo con sus ob-
servacionesa lacámara de origen, iniciándose allíel proceso llamadode insistencia
legislativa, que consiste en la posibilidad de que el Congreso insista con el ensayo
original con losdosterciosde susvotos, loque lleva al proyectoa consagrarseen ley
sin posibilidad de otro escollo. Lo mismo ocurre, recordemos, con la ley queemerge
luego de la consulta popular que prevé el art.40dela Constitución.
Más allá de esto, no coincido con quienes sostengan que esta posibilidad presi-
dencial noseve limitada por otrotipo de ley, yaqueel propio art.40 impideese re-
sorte para la ley de convocatoria a consulta popular.
También el veto puede ser solo parcial, lo que permite dos posibilidades: que se
promulgue como vimos la parte no objetada o no hacerlo, según que esta última
tenga o no autonomía normativa, y no afecte la unidad de la que hablábamosape-
nas párrafos atrás.
Concluye Gelli que en consecuencia el veto, sea total o parcial, no puede decla-
rarse inconstitucional, salvo que se efectúe fuera del plazo, en cuyo caso sería ine-
xistente y no inconstitucional lo.
Me permito señalar quedistinta suerte debiera correr el veto a una ley que dis-
pone la convocatoria del art. 40y de acuerdo a lo que recién vimos.
Finalmente y en lo quea este artículo respecta, cabe referirnosa la última dispo-
sición del mismo en cuanto a quesi el presidente decidevetar parcialmente una ley
y promulgar la parte restante, debe atenerse al procedimiento establecido por la
Constitución para los decretos de necesidady urgencia.
En estesentido, el art. 99, inc. 3", prescribeen su párr. 3", queelloserá decididoen
acuerdogeneral de ministrosquedeberán refrendarlos juntoal jefedeGabinete.
Agrega el siguiente párrafoqueeljefedeGabinetede Ministros personalmen-
tey dentrodediezdíassometerá la medidaaconsideraciónde la Comisión Bicame-
ral Permanente, cuya composición debe respetar la proporción de las representa-
ciones políticas de cada Cámara. Añade al final que: "Una ley especial sancionada
con la mayoría absolutade la totalidad de los miembrosdecada Cámara regulará el
trámitey losalcancesde la intervención del Congreso".

'O Disidencia del ministrovázquezen el ya referidocaso"Famyl S.A. c. Estado Nacional i A c -


ción deamparo", y en consonancia se había pronunciado Alfredo M. Vítolo en El vetoylapmmul-
gaciónparcialde lasleyes, LL, ejemplar del 1/8/00, cit. por la autora en la p. 267.
Art. 81 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Se preguntaGelli y laseguimosen esta inquietud,siel sometimientodelque ha-


bla el artículo lo es de la totalidad del proyecto o de solo el texto aprobado y pro-
mulgad~~~.
Lo cierto es que se ha sancionado la ley 26.122 de Creación de la Comisión Bica-
mera1Permanente y reglamentado el procedimiento de control de los decretos de
promulgación parcial delas leyes, aunque antesdesu dictadocayuso nosdecíaque
esa falta noeximía laobligación constitucionalque pesabasobreel órgano legisla-
tivo para ejercer el control sobre el tipo de decretos en los casos que considera que
la promulgación parcial estáafectandola integridad sustantivade la leyvetada par-
cialmente. Ello se debía dar, en oportunidad de ejercer las facultades que le reco-
noceel art. 83 -insistencia con mayoría agravada respecto al textovetado-. Des-
deyaquetambiénestáelcontroldeconstitucionalidad por partedel PoderJudicial,
aunqueestese daríaante un casoconcretoquefuera llevado asu cono~imiento'~.
Un interesante precedente sobre la falta de ley reglamentaria del procedimien-
todecontrol delosdecretosdepromulgación parcial de leyes, nostraeGelli, recor-
dando que "... la Corte Suprema rechazó la inconstitucionalidad de la promulga-
ción parcial de la Ley de Educación Superior en basea que ello no puede cercenar la
facultad colegisladora que cabe al Poder Ejecutivo, reafirmada, según la Corte, en
la reforma constitucional de 1994. A másdeello, en el caso concreto, consideróque
la promulgación parcial que se impugnaba no había afectado la autonomía nor-
mativa y había dejado inalterado el objetivo central de la norma" 13.
Estosconceptosfinales desde ya son útilestambién para ser llevadosa la altura
delospárrafosenquenosreferíamosaesa posibilidad y la unidad y autonomía nor-
mativa o no de lo que sedecide promulgar.

Art.81.- Ningún proyectode ley desechado totalmente por una de IasCá-


maras podrá repetirseen las sesiones deaquel año. Ninguna de las Cámaras
puededesechartotalmente un proyectoque hubiera tenido origen enella y
luego fuera adicionado o enmendado por la Cámara revisora. Si el proyecto
fuere objeto de adiciones o correcciones por la Cámara revisora, deberá in-
dicarse el resultado de la votación a fin de establecer si tales adiciones o co-
rreccionesfueron realizadas por mayoría absoluta de los presentes o por las
dos terceras partes de los presentes. La Cámara de origen podrá por mayoría
absoluta de los presentes aprobar el proyecto con las adiciones o correccio-

l1 Gelli, Constitucióndela NaciÓnArgentinacomentadayconcordada,4aed.,2008,t. l. p. 295.


l2 Cayuso, Constitucióndela NaciónArgentina. Comentada, 2007, p. 280.
l 3 Cayuso, Constitucióndela Nación Argentina. Comentada, 2007, ps. 298 y 299, en referen-
cia al fallo "Ministerio de Cultura y Educación - Estado Nacional s/Art. 34de la ley 24.521".
Art. 81 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Un tema por demás interesante en este campo tiene que ver con determinar
cuándo hay identidad entre dos proyectos, ante el riesgo de alterar esta manda
constitucional, ya que, so pretexto de un ropaje distinto puede tentarse con el aná-
lisis de un proyecto similar al rechazado, vulnerando, se insiste, el precepto quees-
tamosanalizando.
En su anterior obra escrita antes de la reforma, Bidart Campos nos traía en este
punto el concepto de Montes de Oca, quien, recogiendo los antecedentes nortea-
mericanos, refiereque hay identidad de proyectos-y por ende, prohibición de re-
petirse- cuando se proponen los mismos objetivos, aunque el texto y las palabras
estén redactadosde mododistinto; y portanto no la hay -y existeentonces lapo-
sibilidaddeunonuevoa pesardel rechazoanterior-, siseempleanmediosdiferen-
tes para llegar al objeto buscado aunque setrate del mismo3.
Másaún, podemos estar ante dos proyectos con iguales fines y medios y no ser
ambos idénticos, situación que si bien no es muy probable, tampoco es imposible
que se presente. Tal es lo que ha ocurrido en un supuesto sobre intervención fede-
ral a una provincia que llegara a la Corte, que fuera rechazadoy vuelto a presentar,
cuando lascircunstanciasquemotivaron la primeradesestimación semodificaron4.
Esdecirentonces,que habráquever cadacasoen particulary analizarloendetalle
para saber cuándo estamosante una repeticiónvedada por la norma y cuando no.
Perocomodijimos, la posibilidad del rechazototal es la primeradelastresalter-
nativasquecontemplaelartículo,y consiste, como nosexplicaGelli, en laatribución
decualquiera de lascámarasde bloquear por razonesdeconveniencia u oportuni-
dad política, propuestas normativas con las que disiente; armonizando de ese mo-
do la solución constitucional, con el criterio de la doble e igual representatividad
institucional en el Congreso: la democrática y lafedera15.
Ellovale reiterar, tienequever con el rechazo absoluto del proyecto. Distinto es
el caso de los proyectos adicionados o corregidos, por parte de la Cámara revisora;
es decir, donde existesolo una diferencia parcial, y es allídonde juegan lasotras so-
luciones que ofrece el artículo.
Apareceasí la segunda de lasfraccionesque merece nuestraatención en cuanto
escribe la Constituciónque "... ningunadelasCámaraspuededesechartotalmen-
teun proyectoque hubieratenidoorigenenellayluegofueraadicionadooenmen-
dado por la Cámara revisora.Si el proyectofuereobjetodeadicionesocorrecciones
por la Cámara revisora, deberá indicarse el resultado de la votación a fin de esta-

' Bidart Campos, Manualdederechoconstitucionalargentino, 1981, p. 596.


CVN-Fallos, 53:420,"Cullenc. Llerena".de1893,cit. porGelli, Constitucióndela NaciónAr-
gentinacomentadayconcordada,4aed.,2008,t.l. p s . 3 0 2 303dela
~ pieza referidasagregandoque
alliseacogió la doctrina de lascuestiones políticas nojudiciables.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO

blecer si talesadicionesocorreccionesfueron realizadaspor la mayoríaabsoluta de


los presentes o por las dosterceras partes de los presentes ...".
Comencemos diciendo que la norma constitucional no particulariza el trámite
en relación a ninguna de las Cámaras dado, como se dijo, la paridad de ambas más
alládealgunasituación que merezcael inicioenalgunadeellas.Soloseindicaaque-
Ila en la que el proyectotuvieraorigen y la "revisora".
Este es el supuesto donde no hay un rechazo total del intento legislativo, sino
que al arribar a la segunda de las Cámaras, esta introduce adiciones o enmiendas
que noaciertacon laaprobaciónen ladeorigen,circunstanciaen lacual yyanosva-
mosadelantando, deberávolvera la inicial para continuar ladiscusión.
El parcial es simple y solo resta agregar, la necesidad que impone el artículo de
establecer si esos cambios propuestos fueron acordados por mayoría absoluta de
los presenteso las dos terceras partesde los mismos a partir de lo cual dependerá el
resultado que tenga en la primera para saber la suerte que en definitiva tendrá el
proyecto.

En efecto, y nosintroducimos yaen losrenglonessiguientesdel artículo, puesse


pueden dar diferentesvariantes, disponiéndose entonces:
1. Si la Cámara revisora introduce lasadiciones o correccionescon mayoría ab-
solutadesusmiembrospresentes,seabrendosposibilidades:a) ladeorigen
acierta con esoscambiosy entonces el proyecto seenvía al Ejecutivo para su
eficacia; o b) la de origen insiste con la misma mayoría (o desde ya con una
mayor), será el proyecto inicial el que primará y asíserá remitido para su san-
ción como ley.
2. Si la Cámara revisora introduce sus adiciones o correcciones con las dos ter-
ceras partesdesus miembros presentes, se presentan entoncestres posibles
soluciones: a) la de origen coincide y seda la misma situación que en el caso
anterior; b)ladeorigensoloalcanzaamantenersuversiónoriginalcon ma-
yoría absoluta sin llegara lasdos terceras partesde sus miembros presentes,
triunfa entonces la postura de la revisoray asíse remitirá al Ejecutivo para su
sanción, y c) la Cámara de origen insiste en su postura con la misma mayo-
ría, esdecir, dosterceras partesdesus miembros, situación en lacual será una
vez más el proyecto original el que seenviará para su eficacia.

Lo anterior demuestra la importancia que tiene la Cámara deorigen, ya quean-


te la igualdad en la votación será el diseño aprobado por esta el que prevalecerá.
Políticamente no es menor a la hora de introducir un proyecto en la Cámara en la
que secuenta con mayoría a favor, al menosapriori.
Paraconcluir este punto,valetraer unavezmásaGelli, quien nos refierequeen
la reforma, en el afán "... dealigerar el procesodesanción deleyessesuprimieron
dosdelosreenvíosdel proyectodeunacámaraa laotra, medianteel mecanismode
Art. 82 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

registrar el número de votos obtenidosen la Cámara revisora a su favor de las adi-


ciones o correcciones que hubiera dispuesto, indicando si lo fueron por la mayoría
absolutao por lasdosterceraspartesde los presentes ..."6.
Conocer medianteesa indicación, en efecto, permiteevitar mayoresenvíosy re-
envíos entre lascámaras.
Y nosañadeconaciertola mismaautora: "Aunqueenesencia,elcriteriodepre-
ferencia se mantienecon losmismosrequisitosqueen el sistema anterior, de loscin-
co tratamientos posibles entre las dos Cámaras del Congreso, solo quedaron tres.
Por otro lado, la Cámara deorigen no puede introducir nuevasadiciones o correc-
ciones a las efectuadas por la Cámara revisoray, con ello, la Constitución mantiene
un criteriode rigidezque noes razonable, puesimpideel trabajoarmónico queen
ocasiones salva el proyecto de ley del bloqueo reglamentario7.
Para concluir con el artículo y repitiendo lo recién escrito, solo resta apuntar la
última oración que establece que la Cámara de origen, recibido un proyecto adi-
cionado o corregido por la revisora, no puede a su vez introducir nuevoscambios;
es decir, o acepta los allí incorporados, o se mantiene en su postura de acuerdo a lo
quevimospárrafosatrás. Estacuestiónentendemosquenoofrecemayor dificultad
interpretativa.

Art. 82. - La voluntad de cada Cámara debe manifestarse expresamente;


se excluye, en todos los casos, la sanción tácita oficta.
Concordancias: CN, arts. 76 a 81.83.84.99. inc. 34 100, incs. 12-13.

Setrata de una disposición novedosaintroducida por la reforma. El artículo pro-


hibe la sanción tácita de las leyes y es esta la prohibición a la que nos referíamos al
comienzodel capítulo.
Señala Cayusoqueel art. 82 ha descartadoal silenciocomo modo para prevenir la
voluntad del órgano legislativo. La cuestión esde suma trascendencia en materia de
decretosdelegados, promulgación parcial y decretosde necesidad y urgencia1; pues
esabsolutamente imposiblequeesesilencio desuscámarassignifiqueaprobación2.
En la Convención Nacional Constituyente se ha concluido a este respecto que el
órgano legislativo debe expresarse en todos los casos, pues "... ha sido prohibida
la sanción ficta o tácita. La primera es el silencio y la otra es la expresión por otros
medios(...) No podrá haber másdecretosconelsilenciodelCongreso,quedebe ha-

Gelli,ConstitucióndelaNacionArgentinacomentadayconcordada,4aed.,2008,t.I,p.304.
Gelli. ConstituciondelaNacionArgentinacomentadayconcordada,4aed.,2008,t.I,p.304.

' Cayuso, ConstituciondelaNacionArgentina. Comentada, 2007, p. 281.


Cayuso. Constituciónde la NaciónArgentina. Comentada, 2007. p. 160.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 83

blar, decir y expresarse, según la Constitución, con lo cual derogamos para siempre
la tristedoctrina sentada en el caso'Peraltal, que lediovalor positivo al silencioco-
mo expresión del Congreso. No hay más silencio del Congreso que pueda interpre-
tarse comoconsentimiento al Poder Ejecutivo . . . " 3 .
En el caso "Peralta" la Corte había dadovalor jurídico de aceptación al silencio
del Congreso4,y es esta doctrina de la Corte la que la reforma de 1994 contradice.
El problema -al decir de Gelli-, es que "... a pesar de ser tan precisa y clara la
disposición que emana del art. 82 de la CN, el congreso la ha so*layadoal regla-
mentar el procedimiento de control de los decretos delegados, de los decretos de
promulgación parcial de leyes y de los decretos de necesidad y urgencia. Si bien el
art. 22dela ley 26.122disponequeel rechazooaprobación del decreto debeserex-
preso, no establece plazo para que ello ocurra. Por otro lado, según lo establecido
por el art. 24deesa ley, la derogación del decreto requiere el rechazodeambascá-
maras. Con ello, basta con que una Cámara guarde silencio para que los decretos
mantengan ~ i g e n c i a " ~ .

Art. 83. - Desechado en el todo o en parte un proyecto por el Poder Ejecu-


tivo, vuelve con sus objeciones a la Cámara de su origen: esta lo discute de
nuevo, y si lo confirma por mayoría dedos tercios devotos, pasaotraveza la
Cámara de revisión. Si ambas Cámaras lo sancionan por igual mayoría, el
proyecto es ley y pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación. Las vota-
cionesdeambasCámarasseránenestecasonominales, ~ o r s i Dorno;vtan-
o ~ -
t o los nombres y fundamentos de los sufragantes. como las objeciones del
Poder Ejecutivo, se publicarán inmediatamente por la prensa. Si las Cáma-
ras difieren sobre las objeciones, el proyecto no podrá repetirseen las sesio-
nesde aquel año.
Antecedentes: CNde 1853, art.69; CNde 1949, art.72. Concordancias: CN,arts. 77.78,
80.81.84.

El texto del artículo es idéntico al del art. 72 anterior a la reforma de 1994, y no


contempla el caso de diferencias entre las Cámaras del legislativo como lo hace el
art. 81, sinoque, ese1casoen queel proyecto fue aprobado por eseórgano, remiti-
do al Poder Ejecutivo, y es este el que lo objeta mediante el llamado "veto" presi-

ConvencionalOrtiz Pellegrini. Diario deSesionesde la Convención Nacional Constituyen-


te, 1994, t. II, ps. 2451 a 2453, también cit. por Cayuso, Constitución de la Nación Argentina. Co-
mentada, 2007, p. 281.
CUN-Fallos. 313:1513, autos "Luis Arcenio Peralta y otro c. Nación Argentina (Ministerio
de Economía - B.C.R.A.)", dadoen el marcode un amparo.
Art. 83 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

dencial; siendo dable reiterar que la Carta Magna no lo llama así, sino que habla de
desecharlode maneratotal o parcial, adiferenciadeotrasconstitucionescomo, por
ejemplo, la de los Estados Unidos de América, que señala que si el presidente no lo
aprueba lo devolverá con susobjeciones'.
La Constitución dispone, como vimos en su art. 78, que aprobado un proyecto
por ambas Cámaras pasea1Poder Ejecutivo para su examen y si también en esa ins-
tancia es aprobado, este lo promulga como ley.
Esa atribución examinadora del presidente al decir de Gelli, comprende la eva-
luación de los aspectosformales y materiales de la ley, su eventual inconstituciona-
lidad y,fundamentalmente, laoportunidad, convenienciaoeficaciade la norma. Es
-agrega-, unverdaderocontrol de legalidad y razonabilidad; yasíel rechazoope-
ra como un criterio de revisión del juicio legislativo, que obliga al Congreso a eva-
luar nuevamente el texto sancionado2.
Allí señalaba la autora anteriormente que la institución del veto, antiguo ins-
trumento de control de la monarquía sobre el parlamento, fue vista con descon-
fianza por IosEstadosdela Unión Norteamericanaquienesse resistieron a incluirla
en susconstituciones locales. Por ello la Constitución Federal de los Estados Unidos
limitó losalcances de la institución admitiendo el veto presidencial para impedir la
ley, y, por esa vía, estableció un control interórganos de ida y vuelta entre el presi-
dente, con atribución deveto, y el Congreso, con capacidad para insistir en la san-
ción de la ley mediante una mayoría agravada. Además, la Constitución de Estados
Unidos dispuso (...) solo la alternativa del veto total a losproyectosde ley generan-
do, con ello, un efectodecontrol social importante. Ciertamente, elvetototal cons-
tituyeuna medidaque implica un altocosto político parael presidente, por la apti-
tud que posee para detener la sanción de la ley, dictada en concurrencia de lasvo-
luntadesde los representantesdel pueblo y de los representantes.de los Estados lo-
cales, y en el párrafosiguiente apunta queen nuestro país, "... se perfilócomo un
mecanismodecontrol sobreel Congreso, por partedel Poder E j e c ~ t i v o " ~ .
Este instituto, como veremos, impide o al menos demora el tránsito de un pro-
yecto de ley sancionado por el Congreso.
Lo primero que prevé el artículo, entonces, es que el presidente deseche el pro-
yecto aprobado. Ocurrido ello, debe regresar con lasobjeciones a la Cámara de ori-
gen, quien lovuelvea debatir, etapa conocidacomode "insistencia".
Si la Cámara deorigen loconfirma con lasdosterceras partesde losvotos, pasa a
la Cámara revisora, quien también lo sometea discusión y si lovuelvea aprobar con

' Corwin. La Constitución delosEstadosUnidosysusignificado actual, trad. de Anibal Leal,


1987,p. 60.
Gelli. Constitución de la Nación Argentina comentada y concordada, 4" ed., 2008. t. l. ps.
306y 307.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 83

la misma mayoría especial quevenimosrefiriendo,vuelveal Poder Ejecutivo quien


lodebe promulgar sin otroanálisis.
Recordemosqueestesupuestoyel deconsulta popular previstoen el art.40, son
los únicoscasosdepromulgaciónautomática, aunque en el que estamostratando,
dicha automaticidad esa lavez relativa si pensamosqueobedecióa un ida y vuelta
previo entre los poderes Ejecutivo y el Legislativo.
Desdeya que la necesidad que la insistencia provenga de ambascámarasobede-
cea la confluenciadevoluntadesde la aue nos hablaba la Corteen elva referidocaso
" ~ a m y l " y~ debe
; añadirse aunque parezca obvio quesi la mayoría reunida al menos
en una deellas no alcanza a lasdosterceraspartes,triunfará el veto presidencial.
Decíamos antes precisamente que el "veto" presidencial impide o demora la
sanción del proyecto, pues se dará una u otravariantesegún se logreo no la insis-
tencia legislativa.
Recordemos también, que si la objeción del Poder Ejecutivo es solo parcial se
puede promulgar la ley deesa manera con la parte restante, siemprequeseden los
extremos quevimos al tratar el art. 80.
El artículo señala, asimismo, que en esta etapa de la discusión en el Legislativo el
votodebeser nominal y solo por el síoel no. Entendemosqueelloobedeceaqueel
debatesobre la sustancia del proyectose realizó ya oportunamentey en esta etapa
solo resta saber si cada una de lascámaras insistirá o no con la necesidad de su san-
ción y con la mayoría requerida.
La normaen tratamientoexige, por otra parte, la publicación de losdebatesy de
las objeciones del Poder Ejecutivo por medio de la prensa. La razón es obvia, como
bien nosseñala Ekmekdjian, pues demuestra la importancia de la publicidad de los
actosdegobierno en un sistema republicano5.
Finalmente, el artículodispone quesi hay diferenciaentre IasCámarasacercade
lasobjeciones(esdecir, no se logra en ambas lasdosterceraspartesde losvotos pa-
ra insistir acercadelasanción y prevaleceel veto), el proyecto no podrá repetirseen
lassesionesdeaquel año.
Esto tiene relación en cuanto al cómputo del plazo, con lo ya dicho al comentar
el art. 81. Esútil referir loqueestablecía el art. l 0 d e l a ley 13.640, modificado por la
23.821 que rezaba: "Todo proyecto de ley sometido a la consideracióndel Congre-
so que no obtenga sanción en unadesusCámarasduranteelaño parlamentario en
quetuvo entrada en el cuerpo0 en el siguiente, setendrá por caducado. Si obtuvo
sanción en alguna de ellas en el término indicado, este se prorrogará por un año
más.Todo proyectodeley aprobadocon modificaciones por lacámara revisora que
no termine el trámiteestablecido por el art. 72de la CNen el año parlamentario en
que obtuvo la referida aprobación o en el siguiente, se tendrá por caducado". Ca-

CíIN-Fallos, 323:2256.
Ekmekdjian, Análisispedagógico de la Constitución Nacional, 1988, p. 112
Arts. 84/85 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

beañadirque la ley 13.640esdel año 1949ysu reformade 1990, esdecir,antesde la


reformaconstitucionalde1994, razón por lacual, además, se hace referenciaalart.
72 que contiene la misma fórmula que la del actual art. 83 como vimos.
Valeagregartambién, que el caso de proyectosoriginadosen la iniciativa popu-
lar, es el único supuesto en el cual el Congreso deberá darles expreso tratamiento
dentro del término de doce meses, conforme lo prescribeel art. 39 constitucional.

Art.84.- Enlasancióndelas1eyesseusarádeestafórmula:ElSenadoyCá-
mara de Diputados de la Nación Argentina, reunidos en Congreso, etcétera,
decretan o sancionan con fuerza de ley.
Antecedentes: CNde 1853,art. 70;CNde 1949,art. 74.

La norma essimilar al anteriorart. 73y comoesfácil observar, serefierealaspec-


t o formal de la redacción.
Vale notar como nos apunta Gelli, que esta expresión ritual incluye la mención
deambascámarasy la denominación NaciónArgentina, deentretodas lasque ofi-
cializael art. 35'.
Es apropiado, asimismo, referir lasobservacionesque nosdejara Bidart Campos
en cuanto a que el texto constitucional contiene dos inexactitudes. En efecto, los
proyectos reciben aprobación en cada Cámara por separado, por loque las leyes no
sesancionan reunidasambasCámaras"en Congreso" comoseescribe.
En segundo lugar, que no escorrectoconsignar elverbo "decretan", puesel Le-
gislativo no lo hace, sino que legisla2,mención que también nos aporta Gelli3. La
precisión del lenguaje no es un detalle menor en lostextos legalesy particularmen-
te en estecaso, puesse trata de la Constitución Nacional.

Art. 85.- E l control externo delsector público nacional en susaspectos pa-


trimoniales, económicos, financieros y operativos, será una atribución pro-
pia del Poder Legislativo.

' Gelli, Constitución de la Nación Argentina comentada y concordada, 4aed., 2008,t. l. ps.
309y 310.
Bidart Campos. Manualdela ConstituciónArgentina reformada, 2008,t. III, p. 164.
Gelli,ConstitucióndelaNaciÓnArgentinacomentadayconcordada,4aed.,2OO8,t.I,p.310.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 85

El examen y la opinión del Poder Legislativo sobreel desempeño y situación


general de la administración pública estarán sustentados en los dictámenes
de la Auditoría General de la Nación.
Este organismo de asistencia técnica del Congreso, con autonomía funcio-
nal, se integrará del modoque establezca la ley que reglamenta su creación
y funcionamiento, que deberá ser aprobada por mayoría absoluta de los
miembros de cada Cámara. El presidente del organismo será designado a
propuesta del partido político deoposicióncon mayor número de legislado-
res en el Congreso.
Tendrá a su cargoel control de legalidad, gestión y auditoría de toda la acti-
vidadde la administración pública centralizada y descentralizada, cualquie-
ra fuera su modalidad de organización, y las demás funciones que la ley le
otorgue. Intervendrá necesariamente en el trámite de aprobación o recha-
zo de lascuentasde percepción e inversión de los fondos públicos.
Concordancias: CN, arts. 1: 36,75,inc.8". 99, 100, 120.

La ley 24.1 56 de Administración Financieray de los Sistemasde Control del Sec-


tor Público Nacional -sancionada el 3019192 y promulgada en octubre del mismo
año-legislólacreación de la Auditoría General de la Nación (AGN) en el marco del
TítuloVII denominado "Del Control Externo", haciéndola depender del Congreso
'.
Nacional Dicho cuerpo normativo dispuso además sobre sus características, fun-
cionese integración.
Pero fue la reforma constitucional del año 1994 la que le otorgó a esta institu-
ción la jerarquía máxima ante la necesidad decombatir la corrupción en lossecto-
res administrativos. Considerando los altos costos y el gran perjuicio que a la socie-
dad le provoca lasirregularidadeseilícitospor partedequienestienenasu cargo la
función pública administrativa, llevara la AuditoríaGeneral aese nivel provocaría,
en principio, la instalación delosnecesariosmecanismosdecontrolpara que lafun-
ción de esta dependencia cumpla con sus propósitos.
Es que se puede emparentar la corrupción pública, en cuanto a los agravios que
provoca, a las infraccionesy delitostributarios que todocontribuyente essujeto pa-
sivodeocasionar. "La corrupción administrativaesuna cuestión de interésgeneral,
pues expande el desánimo en la población, desacredita las instituciones, agrava las
cargas públicas en términos de presión tributaria y sustrae recursos que, de lo con-
trario, podrían aplicarseasatisfacer necesidadessocialesenáreastan crucialescomo

' Esta legislacióntambiéncreóla SindicaturaGeneraldela Nación,comoórganodecontrol


internodel Poder Ejecutivo Nacional. Esta institución, ante la reforma constitucional del año 1994.
no iba a alcanzar la jerarquía constitucional quesise leotorgóa la Auditoría General de la Nación.
Art. 85 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

la salud, la educación y la creación de trabajo con inversión pública genuina" *. Nó-


teseque afecta en losderechossociales, en las necesidadesbásicasqueel Estado de-
be otorgar a losciudadanos.
Señaladaestacircunstanciaresultaalarmante para losfinesrepublicanosquelas
entidades pasibles de control por esta institución, en lugar de ajustarse a las reco-
mendacionesque puedan hacerse sobre sus actividades y resultados, se resistan a
ello tal como se ha conocido públicamenteen alguna ocasión. No quieredecir que
los organismos se encuentren todos en infracción o llevando a cabo sus tareas por
fuera de los parámetros correspondientes, sino que existe una búsqueda de evitar
quealguna recomendación o llamadodeatención tomeestado público, o quesea
visibledeterminada ineficiencia en lafunción.
Por otra parte, en cuanto a la tarea propia de este organismo, el art. 85 de la CN
leotorga la facultad deemitirdictámenes, losqueserán de utilidad al Congreso Na-
cional, siendoeste último el quetienecomo atribución el control del sector público
en cuestión.
El nexo entre ambas dependencias-AGN y Congreso Nacional- resulta ser la
Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas -también creada por la ley
24.1 5 6 , siendo la queademáscontrola a aquel organismodictaminador.Y si bien
la Constitución le confierea la Auditoría General su autonomía funcional, lo cierto
es que la legislación (ley 24.1 56, art. 116) establece que su estructura orgánica, sus
normas básicas, la distribución de sus funciones y sus reglas de funcionamiento es-
tarán establecidas por dos Comisiones del Congreso Nacional; todo lo cual no solo
poneen riesgoesa autonomía sinoquelimita la libertad en susfunciones, yaqueel
personal que la integra cuenta con aptitudes técnicas para su desempeño pero ba-
jo lineamientos políticosy con inestabilidad en loscargos.
Las circunstancias marcadas, esto es, la ausencia de total sujeción de los orga-
nismos de administración pública a los señalamientos de la Auditoria General y la
dependencia política de la Auditoria General, torna dificil que los propósitosde su
creación y su posterior jerarquización constitucional sean satisfechos del modo
pretendido.
Es pertinente indicar que pasados másdeveinteañosdesde la reforma constitu-
cional (1994), no se legisló sobre la ley reglamentaria del funcionamiento de la Au-
ditoríaGenera1dela Nación quela propiaConstituciónordena;y esporelloqueper-
manece aplicable la referida ley 24.1 56 anterior a la jerarquización constitucional
de la Auditoría General de la Nación a raíz de la cual surgen los inconvenientes ya
indicados.
Sin perjuicio de ello, cabeseñalar que la función de la Auditoría General esposi-
tiva y que en otros casos diferentes órganosde administración se han sujetado a las

Gelli, Constituciónde la Nación Argentina. Comentadayconcordada.4"ed.. 2009, t. II, p


311.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 86

indicacionesdictaminadas.Porejemp10,el INCUCAladoptódistintossistemasdese-
guridad;yen laórbitadel MinisteriodelInterioryTransporteoportunamenteseor-
denó adoptar las recomendacionesde la entidad de control que nos ocupa.
En cuanto a la labor de la Auditoría en sí, examina la legalidad y la gestión en la
producción de las tareas de cada uno de los organismos públicos; dictaminando y
considerando sobre lasdecisionesque influyen en materia financiera, económicay
patrimonial.
Y sobre losefectosdesu tarea, es preciso indicar que nada dice la legislación an-
te el incumplimiento de aquellas recomendacionesque la Auditoría efectúe hacia
organismos públicos, siendo necesario en búsqueda de los objetivos propios de su
creaciónyjerarquización que sean atendidosy que lasdependenciaspúblicassesu-
jeten a ello.
Además, sien lafunción propiadela Auditoríaseconocencircunstanciasquepo-
drían presumir que ha existido la comisión de algún delito por partede los respon-
sables de losdistintos organismos públicos bajo control, deben enviarse lasactua-
cionespertinentesa la justicia penal parasu consideración.
Si bien los informes de la Auditoría General de la Nación no son vinculantes ni
obligatorios, síson consideradosdegran interésy utilidad. Por ello, por ejemplo, en
el caso "Mendoza" de la Cortesuprema deJusticiade la Nación, resueltael 8deju-
lio de2008, sobre la situación del Riachuelo, en el marco del activismodel Superior
Tribunal se requirió a la Auditoría General de la Nación quetome intervención pa-
ra controlar y analizar el cumplimiento de las disposiciones del fallo, particular-
mentesobre quienes integran los órganosque tienen a su cargo la administración,
representación y fiscalización de la recomposición del daño ambiental en la Cuen-
ca Matanza - Riachuelo.

CAP~TULO
VII
DEL DEFENSOR
DEL PUEBLO

Art. 86.- E l Defensor del Pueblo es un órgano independiente instituido en


el ámbito del Congreso de la Nación, que actuará con plena autonomía fun-
cional, sin recibir instruccionesde ninguna autoridad. Su misión es la defen-
sa y protección de los derechos humanos y demás derechos, garantías e in-
tereses tutelados en esta Constitución y las leyes, ante hechos, actos u omi-
siones de la Administración; y el control del ejercicio de las funciones admi-
nistrativas públicas.
El Defensor del Pueblotiene legitimación procesal. Esdesignadoy removido
porelCongresoconelvotode lasdosterceras partesdelos miembrospresen-
Art. 86 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 348

tesde cada una de las Cámaras. Goza de las inmunidades y privilegiosde los
legisladores. Durará en su cargo cinco años, pudiendo ser nuevamente de-
signado por una sola vez.
La organizacióny el funcionamientodeesta institución serán regulados por
una ley especial.
Concordancias: CN, art. 43.

En general ladoctrinaseñalaal Defensorcomo un "control-preventivo" delaac-


tividadadministrativay protector delosderechos humanos. Sin duda la misiónque
le otorga la Constitución es muy amplia, inclusoen algún caso puedesuperponerse
con la misión del Ministerio Público (art. 120), pues la tutela de todos los derechos
humanosydemásderechos, garantíaseinteresespuede coincidir con la defensa de
la legalidad de los intereses generalesde la sociedad.
El Defensor del Pueblo adquiereestatusconstitucional por esta disposición.
El Congresode la Nación, con anterioridad a la reformade 1994, crea el Defensor
del Pueblo mediantela ley 24.284. La figurase instituyedentrodelámbitodel Poder
Legislativo, sin que reciba instrucciones de ninguna autoridad y con el objetivo de
". ..protegerlosderechoseinteresesdelosindividuosyla comunidad frentea losac-
tos, hechosy omisiones de la administración pública nacional.. ." (art. 1O). Una Co-
misión Bicameral, presidida por el presidente del Senado, proponea IasCámarasde
uno a trescandidatos para ocupar el cargo de Defensor del Pueblo, debiendo elegir
ambasCámarasconelvotodelosdosterciosdesus miembros presentes(art. 2'). Du-
ra cinco añosen su cargo y puede ser reelegido una sola vez (art. 3').
Esta ley dispone que el Defensor puedecesar por renuncia; por vencimiento del
plazo del mandato; por incapacidad sobreviniente; por haber sido condenado me-
diante sentencia firme por delito doloso y por notoria negligencia en el cumpli-
mientode losdeberes del cargoo por haber incurridoen la situación deincompati-
bilidad prevista por la ley en el art. 7'(art. 10). En los casos de renuncia y deconde-
na, el cese lodisponen los presidentesdeambasCámaras;mientrasque por incapa-
cidad sobreviniente y negligencia o incompatibilidad se dispone por el voto de los
dosterciosdelosmiembrospresentesdeambasCámaras,previodebateyaudiencia
del interesado (art. 11).
La leytambién leotorga la inmunidadde "... serarrestadodesdeeldíadesude-
signación hasta eldesuceseosuspensión ...",y esta última puede dictarse por am-
bascámarasen casoqueseledicteautode procesamiento (art.12).
El Defensor del Puebloestá obligado a presentar anualmente un informeantes
del 31 de mayo de cada año a IasCámaras, pero en casodegravedad puede presen-
tar un informe especial. Estos informesdeben ser enviadosal Poder Ejecutivo de la
Nación parasu conocimiento (art. 31).
Luegode la reformaconstitucional, la ley 24.284esmodificada por la ley 24.379.
Las reformas que merecen destacarse son: el cese en caso de incapacidad sobrevi-
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER LEGISLATIVO Art. 86

niente lo disponen los presidentes de ambas Cámaras (art. 5'); sobre las inmunida-
des la modificación que sedispone al art. 12 dice que: "ElDefensordel Pueblo go-
zará de las inmunidades establecidasp o r la Constitución Nacional para los miem-
bros del Congreso ..." agregándose a la inmunidad de arresto (art. 7'), lo que per-
mite aseverar que el Defensor también tiene inmunidad de palabra o expresión
(conf.art.68, CN);yqueel informequeordenaelart.31 debeser publicadoenelBo-
IetínOficialyen losdiariosdesesionesdeambasCámaras.EsfáciIdeadvertirqueel
constituyentede 1994 siguió lasdisposicionesde la ley 24.284.
No creemos que la institución que estamos tratando sea efectivamente un ór-
gano extrapoderes, no está al margen o fuera dealgunosde los poderes. Es cierto
que no forma partedel Congreso, pero la misma normadiceque escreadoen su ám-
bito. Es un "órgano del Congreso" y actúa como un "delegado" de este en lasacti-
vidadesde investigación quedesarrolla. Esindependiente de los poderesconstitui-
dos para cumplir la misión constitucional, deallíque tiene propia y exclusiva capa-
cidad para decidir dentro desu ámbito, y por la estabilidad que tiene su titular, fru-
~ ~

t o de las mayorías agravadas para su designación y remoción (dos tercios de losvo-


tos de los miembros presentesde cada Cámara) y por la duración en el cargo (cinco
años y la posibilidad de una reelección). Pero ninguna de estascaracterísticasper-
miten calificar al Defensor del Pueblo como órgano extrapoderes, másaún cuando
lasfuncionesqueleasigna la Constitución son innatasdel Poder Legislativo, pues la
misión que le encomienda la Constitución en el art. 86 es una derivación de las re-
guladas en los incs. 23 y 32 del art. 75 y a diferencia de este, no puedeperse limitar
ocontrolara la Administración, necesitadel mismo Congreso (como sería en el me-
canismodel juicio político)odel PoderJudicial (como resultadodeladenuncia que
está autorizado a realizar conforme la legitimación procesal quese le acuerda) pa-
ra el ejercicio pleno desus atribuciones.
En conclusión, este órgano tiene atributos que garantizan su independencia
frente a los Poderes Legislativo y Ejecutivo, pero su rol es de auxiliar del Congreso.
Ejerce una fiscalización amplia pero un "control" limitado por carecer de medios
propios que lo hagan eficaz. Deberá recurrir siempre indefectiblemente al Poder
Judicial oal Poder Legislativosegún el caso, y estafiscalización soloalcanza al Poder
Ejecutivo y a quienes prestan servicios públicos, conforme la expresión "funciones
administrativas propias".

Referenciajurisprudencia1
-La Cortecon motivode losautos"Centrode Estudios para la Promociónde la Igual-
dady IaSolidaridad" (18/8/16, FLP008399/2016/CS001)señaló la importancia de la De-
fensoría del Pueblo en razón de su función constitucional: el cargo de Defensor del
Pueblo de la Nación, institución creada por la ConstituciónNacional como órgano es-
pecíficamentelegitimadoenla tutela de losderechosdeincidenciacolectivaenlostér-
minos de sus arts. 86 y 43, se encuentra vacante, circunstancia que repercute negati-
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 88

Referenciajurisprudencia1
Poder Ejecutivo. División de poderes

1-El presidente de la Nación ejerce la administración general de la Nación. En este


sentido, hay quesercuidadososa losefectosde respetar la divisiónde poderes, yaque
sin perjuiciodequela reformaconstitucional del año 1994atenuóelsistemapresiden-
cialista, concomitantemente concentró, por otro lado, en la cartera Ejecutiva un po-
der interesante. Para Gelliesa tensiónse reflejóen IajurisprudenciadelaCorteSupre-
ma deJusticia de la Nación endossentenciasparadigmáticasporque describeny acep-
tanel desplazamientodel ejedel poder hacia el ejecutivoy porquejustifican, exhiben
y quizásdefinen una nueva división de poderes. El primero de esosfallos, denomina-
do "Fernández Arias" al admitir la constitucionalidad de los tribunales administrati-
vos, IaCorteSupremadijoqueelloconstituía " ... unodelosmodosuniversalesderes-
ponder, pragmáticamente, al premioso reclamo de los hechosquecomponen la reali-
dad de este tiempo, mucho másvasta y compleja que la que pudieron imaginar los
constituyentesdel siglo pasado; y seasienta en la idea deque una administraciónágil,
eficaz y dotada decompetencia amplia es instrumento apto para resguardar, en de-
terminados aspectos, fundamentales intereses colectivos de contenido económico y
social (...)doctrina tendiente a adecuar el principio de la división de poderesa las ne-
cesidadesvitalesdela Argentina contemporánea ...". [CSJN-Fallos, 247: 6461.
2-En estesentido la autora entiende que, al exigirseel control judicial sobre la juris-
dicción administrativa se atenuó la división del poder acentuándose los controles, al
menosjudiciales.Porotraparte, señalaqueseencuentraelantecedente"Peralta"que
orofundizó el criterioesbozadoen "FernándezArias" acerca de la división de ooderes.
ello fue, para convalidar losdecretosde necesidad y urgencia antesdequeestosreci-
bieran tratamientov habilitación constitucional en la reforma del año 1994.
Porentonces, IaCorteSupremadeJusticiade la Naciónsostuvoqueladivisiónde pode-
resconstituía una categoría histórica, queordenaba el poder de la autoridad mediante
frenos y contrapesos sin por ello desestimar la necesaria coordinación, cuya finalidad
consistía en qarantizar la libertad individual. El Tribunal Supremo señaló " ... que el
principiodedivisióndepoderesnopodía interpretarseentérminosqueequivalie;anal
desmembramiento del Estadoo invalidaranel sistema republicanoal queservía (...) la
multiplicidaddefuncionesyámbitosenque,enlaactualidad,el Estadodesarrollasuac-
tividad ...". [C5JN-Fallos, 313:1513].Gellisostieneensuanálisisjurisprudencialquelas
afirmacionesalasquearribael MáximoTribunal,seencuentranenderezadasa mostrar
la necesidaddeflexibilizarel principio dedivisión de poderes por razonesdeeficaciay
complejidadtécnica legislativadealgunasfuncionesestatales, porejemplo, la delega-
ción legislativa.

Art. 8 8 . En casodeenfermedad, ausencia de la Capital, muerte, renuncia


o destitucióndel Presidente, el Poder Ejecutivo será ejercido por el vicepre-
sidentede la Nación. Encasodedestitución,muerte, dimisióno inhabilidad
del Presidente o vicepresidente de la Nación, el Congreso determinará qué
SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

vamenteenel accesoa lajusticiadeunnúmero indeterminadodeusuarios,por loque,


habida cuentadelasrelacionesquedebenexistir entrelosdepartamentosdel Estado,
corresponde exhortar al Congresode la Nación para que proceda a su designación de
acuerdo a lo establecido enel art. 86citado.
Con respecto al alcance de su competencia en "Frías Molina, Nélida N. c. Caja Nac. de
Prev. de la Ind. Com. y Act. Civiles" (CSJN-Fallos, 318:384) dijo: "Que atento a lo dis-
puesto por losarts. 86 de la CN, y 14,16 y21, inc. b), de la ley 24.284, modificada por la
ley 24.379, el señor Defensor del Pueblo carecedecompetencia para formular exhor-
tacionesalTribunal sobrelascausasentrámite". Enconsecuencia lacompetencia leal-
canza exclusivamentesobre losotrosdos poderesdel Gobierno.
La Corteen "Defensor del Pueblode la Naciónc. MinisteriodeEconomíay Obrasy Ser-
viciosPúblicos" (CSJN-Fallos, 326:2777) sin ponerenduda la legitimación procesal que
"si bien el art. 86 de la Carta Magna prescribe que el Defensor del Pueblo tiene legiti-
mación procesal, ellonosignificaquelosjuecesnodebanexaminar,encadacaso,sico-
rrespondeasignaraaquel el carácterdetitulardela relaciónjurídicasustancialen que
sesustenta la pretensión, comoesexigibleen todo procesojudicial [conf. CSJN-Fallos,
323:4098 y sus citasde CVN-Fallos, 310:2943; 31 1:2725; 318: 13231". Concluyendo, de
conformidadcon la ley no24.284que"si iniciada suactuación'se interpusiese por per-
sona interesada recurso administrativo o acción judicial, el defensor del Pueblo debe
suspender su inte~ención'(art.21)[CSJN-Fallos, 321:1352y 323:4098]".
Cabe señalar que para interpretar la legitimación procesal del Defensor debe necesa-
riamenteintegrarseel art.86conel art.43 de la Constitución, lo indicó la Corteen "De-
fensor del Pueblo de la Nación - incidente dto. 1316/02 c. E.N. - P.E.N.- dtos. 1570101y
1606101dAmparo ley 16.986" [CSJN-Fallos, 330:2800] y dijo: "Queen el citadoart.86de
la CNse prescribequeel Defensor del Pueblo'tiene legitimación procesal'. Esta dispo-
sición debe ser complementadacon lo establecido en el art.43 del mismo cuerpo nor-
mativo". En este aspecto, debe recordarse que las normas constitucionales deben ser
analizadascomo unconjuntoarmónico, enquecada una hade interpretarsedeacuer-
docon el contenido delasdemás. Esdecir,quelasnormasconstitucionalesnodebenser
interpretadas en forma aislada e inconexa, sino como partes de una estructura siste-
mática considerada en su totalidad, evitando que la inteligencia dealguna deellas al-
tere el equilibrio del conjunto [conf. doctrina de CSJN-Fallos, 301:1122, voto del juez
Mario Justo López; 302:1461, disidencia del juez Mario Justo López; 312:122; 315:71;
317:1195,votodeljuezD.2080.XXXV111.D.2113.XXXVIII.Defensordel PueblodelaNa-
ción - inc. dto. 1316102~.E.N. - P.E.N.-dtos. 1570101 y 1606/01 dAmparo ley 16.986 -5-
Fayt; 321:885, voto del juez Fayt; 324:3219, entre muchos otros]. En consecuencia
"...queda exceptuada de la legitimación del Defensor del Pueblo contemplada en el
art.43, párr. 2"de la Carta Magna la protecciónde losderechosquesondecarácter pa-
trimonial, puramenteindividuales,cuyoejercicioytutelacorrespondeexclusivamente
acada unodelos potencialesafectados (doctrinaquesurgede Iascausas'ColegiodeFo-
noaudiólogos de Entre Ríos c. Estado Nacional slAcción de amparo', y 'Cámara de Co-
mercio, Ind.y Prod. de Resistenciac. AFlP slAmparo' [CSJN-Fallos, 326:2998 y 30071".
Porotrotambién es reconocida la participación del Defensordel Pueblocomotercero
en el proceso: Que la conclusiónalcanzada con respectoa la inadmisibilidad de la am-
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 87

pliaciónde demanda perseguida no conlleva a denegar la participación en el sub lite


requeridaporel DefensordelPueblodela Nación, puesuna decisiónenesesentidose-
ríafrustratoriade las facultades procesales reconócidas a dicho órgano por el art. 86
de la CNy, con particular referencia a causasen que se persigue la recomposicióndel
ambiente dañado, por la ley 25.675, en cuyo régimen está típicamente reglada la in-
tervencióncomotercerosdeIossujetoslegitimadoscuandosetratadeunprocesopro-
movido con anterioridad por otrode lostitulares habilitados(arts. 3431 y 32).
De allí que, en definitiva, corresponda admitir la participación del Defensor del Pue-
blode la Nacióncomotercerointeresadoenlostérminosdela ley 25.675~deacuerdo
con lo previsto en el art. 90del CPCCN". [CSJN, 24/8/06, "Mendoza, Beatri2S.y otrosc.
Estado Nacional y otros", CSJN-Fallos, 329:3445].

SECCldN SEGUNDA
DEL PODER EJECUTIVO
CAP~TULO
I
DE SU NATURALEZAY DURACIÓN

Art. 87. - El Poder Ejecutivo de la Nación será desempeñado por un ciuda-


dano con el título de"Presidentede la Nación Argentina".
Antecedentes: CN de 1853, art. 74. Concordancias: CN, arts. lo,
88,89,90,100,102,
103,106.

5 1. Poder Ejecutivode la N a c i ó n . En nuestrosistemaconstituciona1el Poder


Ejecutivo esdetipopresidencialista y decorte unipersonal, esdecir, esdesempeña-
do por una sola persona a la cual se la denomina "Presidentede la Nación". Si bien
estadisposición "centralista" fue mantenida por losconstituyentesdel año 1994, el
espíritu reformistaseguiócardinalmenteen la búsquedadelaatenuación del cen-
tralismo, tan característico, en este Poder Ejecutivo.
En el texto ordenado de 1860se sustituyó el término "Confederación" que em-
plea la Constitución Nacional de 1853, por el de "Nación", tal como diceahora. La
actual numeración fue producto de la reforma del año 1994, correspondiendo el
texto anterior al art. 74.

a) Presidencia1isrno.- Una de lasfuentesdirectasdel presenteapartado resul-


tóserlaConstitución de IosEstados Unidosde América, ernergiendosu nota uniper-
sonal directamente de la cláusula que encabeza el art. 11, secc. 1a, cláusula la.
Nues-
tro sistema es presidencialista, ya queen la Ley Suprema se mantieneel mismo tex-
tode la CNde 1853 (art.74). El modeloinicialdel texto históricode1853fuelaCons-
titución de Filadelfia de 1787, pero con algunas modificacionesque establecieron
un presidencialismo aún más fuerte en sus competencias, ello, dada la influencia
Art. 87 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

ejercida deJuan Bautista Alberdi que siguió el antecedente de la Constitución Chi-


lena de 1833 l.

b) Unipe~ona1.- El Poder Ejecutivo seconfía y encarga a una sola persona ba-


jo el título de "Presidente de la Nación". El vicepresidente, el Jefe de Gabinete, ni
los ministros integran el Poder Ejecutivo, ya que esta jefatura es unipersonal de ti-
tularidad yejercicioexclusivamente. Si bien lacláusula norteamericanaque hacere-
ferencia en dicha norma a la existencia del vicepresidente, le confiere el Poder Eje-
cutivosolamente al presidentede losEstadosUnidos2.Si bien actúan bajo laórbita
del Poder Ejecutivo, lo hacen en calidad de secretariosde Estado del Presidentede
la Nación.

C) Presidencialismo fuerte vs. Presidencialismoatenuado.- Uno de los nortes


principalesde la reforma constitucional de 1994fue la atenuación del sistema pre-
sidencialista, en búsqueda de unoque descentralice lasdecisionesque hacen al go-
bierno federal e incumben a toda la república, en dicha tarea se han introducido
una seriede modificaciones, talescomo: a) Fortalecimiento delcongreso median-
tevariadasreformas,seintentó un mayorequilibriodentrodelosdistintospoderes
que integran el sistema republicano. En estesentido, se amplió el período desesio-
nesordinarias, se creó la figura del jefe deGabinete de Ministros, que debe rendir
mensualmente informe antecada una de IasCámaras, pudiendodichocargo remo-
verseporunvotodecensuray la creación deórganosdecontrol quetienen relación
funcional con el mismo. b) Reducción de lasatribuciones delpresidente en la de-
signacióndelosmiembrosdelPoderJudicial;esto se logró a travésde la creación del
Consejo de la Magistratura (cuerpo que se integra a través de una composición va-
riada y distribuida entre diputados, senadores, jueces, abogados de la matrícula,
académicos). c)JerarquizaciónconstitucionaldeórganosdecontrolcomolaAudi-
toría Generalde la Nación, el DefensordelPuebloy el Ministerio Público, todo ello,
con la finalidad de profundizar el control propio del sistema republicano3. Desde
otra perspectiva, algunasdisposicionesqueseincorporaronen la reforma de 1994,
van en dirección de consolidar un presidencialismo fuerte y unipersonal; en este
sentidopodemosmencionar: a)Atribucionesejecutivasenordenadictardecretos
denecesidadyurgencia (art. 99, inc. 3'). b) Decretosdepromulgaciónparcialdele-
yes (art. 80). c) Decretosdelegados (art. 76)4.

' Hernández, en Constitución de la NaciónArgentina y normas complementarias. Análisis


doctrinalyjurisprudencial, Daniel A. Sabsay (dir.). t.4,2010, p. 39.
Quiroga Lavié, en Constitucióndela NaciónArgentina (comentada), 5"ed.. 2012. p. 565.
Hernández, en Constitución de la NaciónArgentina y normas complementarias. Análisis
doctrinalyjurisprudencial, Daniel A. Sabsay (dir.). t.4,2010, p.42.
Gelli, Constituciónde la NaciónArgentina.Comentada yconcordada, 4"ed.. 2009, t. II, ps.
323 a 327.
Art. 88 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

funcionario público ha de desempeñar la Presidencia, hasta que haya cesa-


do la causa de inhabilidad o un nuevo presidentesea electo.
Antecedentes: CN de 1853, art. 72. Concordancias: CN, arts. 3". 57,58,75, inc. 21,87,
89.90 a 93.99, inc. 18.

5 1. Mecanismos de sustitución ante la acefalía del Poder Ejecutivo.- Diver-


sosautoressindican comofuentedeesta disposición el art. II, Secc. la, cláusula 6ade
la Constitución de los Estados Unidos de América' ya que la estructura literaria de
ambas normases la misma2.Como seobserva de la simple lectura la disposición se
divideendosvérticescentrales. Ensu primera parte,estableceel mecanismodeejer-
cicio transitorio del Poder Ejecutivo colocándolo a este, explícitamente, en la figu-
ra del vicepresidente. El segundo segmento trata las distintas posibilidades de au-
sencia de ambos (presidente y vicepresidente), para lo cual se decide colocar en el
Congreso Nacional la responsabilidad de ungir a quien ejercerá la titularidad de la
cartera Ejecutiva. Básicamente, esteartículo prevéen susdistintasvariables los me-
canismosdesustituciónfrentea la posibilidaddeacefalíadel Poder Ejecutivo. La pa-
labra "acefalía" proviene del griego aképhalosy del latín acephalus, cuyo signifi-
cado es la falta decabeza.

a) Enfermedad.- Elpresupuestoatiendeacuestionesdesaludtransitoriasque
impidan el ejerciciodel cargode presidente. Latransmisión del mandooperade ma-
nera automática a cabeza del vicepresidente de la Nación, previa comunicación al
Congreso Nacional. Teniendo en cuenta que el ejercicio del Poder Ejecutivo es acci-
dental y transitorio, el vicepresidente no necesita prestar juramento como presi-
dente para el ejercicio del cargo.

b) Ausenciadela Capital.- Si bien ladisposición de manera literal serefierea la


ausenciadela "Capital" (CiudadAutónomadeBuenosAires),elpresentepresupues-
to resultó ser objeto de omisión en la reforma del año 1994 donde debió ser supri-
mido y10 modificado. Atendiendo el carácter de imposible cumplimiento de lo dis-
puesto, el art. 99, inc. 18 (incorporado en la reforma del año 1994) se constituye co-
moel regulador en lamateria, estableciendoquesoloen loscasosdeausenciadelpa-
ís, el primer mandatario deberá solicitar permiso al Congreso de la Nación, el reem-
plazo natural será el vicepresidente de la Nación.

c) Muerte.- La primera hipótesis del articulado establecededeceso del presi-


dente, en este caso, el vicepresidente de la Nación deberá asumir la titularidad del
Ejecutivofederal y prestar juramento como primer mandatario.

' Gelli, Constitución de la NaciónArgentina. Comentada yconcordada, 4aed.,2009, t . II, ps.


327a 337y Quiroga Lavié, en Constitucióndela NaciónArgentina (comentada), 5"ed.. 2012, p. 568.
Quiroga Lavié, en Constitucióndela NaciónArgentina (comentada), 5aed.,2012. p. 568.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 88

d) Renuncia.- En caso de dimisión del presidente de la Nación, asume el vice-


presidente por sucesión natural. La renuncia se presenta anteel Congreso Nacional
quien podrá expedirse sobre la aceptación o rechazo de lostérminos y motivos em-
pleados, sinembarg0,estará imposibilitadodenoaceptarla (art. 75, inc.21, CN).Re-
sulta lógica ladisposición, todavezqueseríaabsurdoy arbitrario pretender lasuje-
cióndeuna personaa la primera magistratura nacional, cuando este nodeseaejer-
cerla. El dispositivotambién establece quesi la renuncia esefectuada porelvicepre-
sidente dela Nación, deberá ser el Congresoquien tenga la responsabilidad de es-
tablecer el mecanismo de sucesión hasta la materialización de una nueva elección.
El Poder Legislativo tendrá dosalternativas posibles: la primera en forma anticipa-
da y general, sancionando una ley especial que establezca quién cubre el cargo; la
segunda, decidiendo en cadacasoen particular3.

e) Destitución.- La única manera de acceder a ello es mediante la determina-


ción de culpabilidad en un proceso de juicio político de quien ejerce la titularidad
del Poder Ejecutivo. Cualquier otra forma de destitución del presidente de la Na-
ción, devieneperseinconstitucionalycolocaasusprotagonistascomoautoresprin-
cipales de un liso y llano Golpe de Estado.

f ) Inhabilidad.- Establecidaesta causal en el segundo segmento del articula-


do, el mismo se entiendeque puede ser utilizado por el Congreso federal, usando
la mayoría absoluta y no la calificada, en caso deenfermedad4. Se entiende que la
inhabilidad es una causal ajenaa lavoluntaddelsujeto(porejemplo,enfermedad),
mientrasque el mal desempeño involucraría solo actos intencionales.

Referenciajurisprudencia1
Antecedentes de la CSJN

1-Existeunmagro precedentejurisprudencialemanadode IaCorteSupremadeJus-


ticia de la Nación, en cuanto se expidiófrente a un supuesto de acefalía presidencial.
El casosedioen la aparentecausal de "destitución" dél porentoncespres.identede la
NaciónArturo Frondizi(derrocado mediante un golpe militar)^ la posterior legitima-
cióndelaCorteSupremadeJusticia de la Naciónaltomarlejuramentoalporentonces
presidente previsional del Senado, José María Cuido, ello, mediante la aplicación de
losarts. 1°y40delaleyvigentedeacefalían0252,siendo inconsistentesconlosarts.88
y 53 de la CN5.Frente a estossucesos, se interpuso un pedido de recusacióncontra los
miembros del Máximo Tribunal, en primer lugar, porque había tomado juramento

Zarini, ConstituciónArgentina. Comentadayconcordada,2004, p. 344


QuirogaLavié, en ConstitucióndelaNaciónArgentina (comentada), 5"ed., 2012, p. 569.
Gelli, Constitución de la NaciónArgentina.Comentadayconcordada.4"ed.. 2009, t. II, ps.
327 a 337.
Art. 89 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

(puesto en funciones) a Guido y por otra parte se solicitó la reposiciónen el cargo de


presidente al derrocado Frondizi, la CorteSupremaentendió quese habia dado la hi-
pótesisdeacefaliapresidencial.Ademásdeello, loscortesanosagregaronqueno lein-
cumbia al Tribunal pronunciarse acerca de las causas que determinaron la "falta" de
presidentey vicepresidente de la Nación. argumentando cuestionesdecompetencia
originaria. [CSJN-Fallos,252:177;enidenticosentido, CSJN-Fallos, 252:285y 252:288].

Art. 89. - Para ser elegido Presidente ovicepresidente de la Nación, se re-


quiere haber nacidoen el territorio argentinonoserhijodeciudadano nativo,
habiendo nacido en paísextranjero; y las demás calidades exigidas para ser
elegido senador.
Antecedentes: CNde 1853,art. 73. Concordancias: CN, arts. 16,55,75,inc. l2,93.

9 1. Requisitospara serelegido presidenteovicepresidente.- La principal re-


forma que operó en la convención reformadora del año 1994sobreel presente dis-
positivo fue la exclusión del requisito depertenecera la comunión católica, apostó-
lica yromana como requisito sine qua non para poder acceder a los cargos de presi-
dente y/ovicepresidente de la Nación, establecidosen el antiguo art. 76 el cual dis-
ponía: "...ParaserelegidopresidenteovicepresidentedelaNación,serequiereha-
ber nacido en el territorio argentino, o ser hijo deciudadano nativo, habiendo naci-
doen paísextranjero; pertenecer alacomunión católica,apostólica, romanay lasde-
máscalidadesexigidasparaser electo senador ...". Bajoestosparámetros,también
debió modificarse los requisitos para el juramento queahora regula el art. 93 (véase
comentario respectivo). En definitiva, para serelectopresidenteovicepresidentede
la Nación, se requieresolo la nacionalidad argentina y lascondicionesexigidas para
serelectosenador nacional (conf.art. 55, CN). Porotra parte, ladoctrinasostieneque
respecto del momento temporal para reunirtalesrequisitos, debemencionarse que
deacuerdo a la legislación reglamentaria, dichos recaudostienen queser cubiertos
al momentodeoficializarsel~fórmulaporlajusticiaelectoral,esdecir,antesdelafe-
cha de la elección, a fin de permitir su control por la judicatura.

a) Habernacidoen territorioargentino, hijodeciudadanonativo, habiendona-


cidoenpaísextranjero.- Seexigeciudadaníaonacionalidadargentina. El hijode
ciudadano nativo, nacido en país extranjero, también puede ser electo presidente
ovicepresidentedela Nación. Enel úItimocaso,sedebeoptar porlaciudadaníana-
cional ante el juezfederal competente'.

b) Calidades exigidaspara ser elegido senador.- Regulado en el art. 55 de la


rN, se requiere: a) Treinta años de edad cumplidos. b) Haber sido seis años ciuda-

' Zarini. ConstituciónArgentina. Comentadayconcordada.2004, p. 345.


GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 90

dano de la Nación si es argentino por opción. Respectode la exigencia de disfrutar


de una renta anual de dos mil pesosfuerteso de una entrada equivalente ha caído
en desuso, y la de ser natural de la provincia que lo elija o con dos años de residen-
cia inmediata en ella, no es aplicable porque el presidentey vicepresidente no son
elegidos por provinciaalguna2.

Referenciajurisprudencia1
Igualdadantela ley
1-El art.89seencuentraestrechamentevinculadoconlasregulacionesdelart. 16de
la CN. En esta línea la Corte Suorema deJusticia de la Nación. se ha exoedido frente a
diversoscasosvinculadosa la igualdad ante la ley queestableceel texto fundamental.
Acerca de la nacionalidad como criterio diferenciador para ejercer el derecho consti-
tucional de enseñar, la CSJN en el caso caratulado "Reoetto" declaró la inconstitucio-
nalidaddeuna normaque imponía la nacionalidadargentina para enseñarenel nivel
de educación preescolar. [CSJN-Fallos, 31 1:2272].

Argentinos y extranjeros
2- Otra controversia llegó a manos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en
el antecedente "Gottschau". Enesta o~ortunidaddebióexaminar lavalidezconstitu-
cional de la diferenciación entre argentinosy extranjeros, para acceder a un cargo de
secretaria de primera instancia enel PoderJudicialde la CiudadAutónoma de Buenos
Aires.Trasel derrotero judicial iniciado por la amparista Evelyn Patrizia Gottschau, de
nacionalidad alemana, a quien se ledenegó la inscripciónal concurso para acceder al
cargo mencionado, en todas las instanciasjudiciales(inclusiveelTribunal Superior de
Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), el conflicto llega a la CSJN median-
te recursoextraordinariofederal, declarando por unanimidad, la inconstitucionalidad
de la norma que impedía a la extranjera concursary eventualmente acceder a la fun-
ción pública, considerando irrazonable la disposición cuestionada. El Tribunal Supre-
mo estableció queel art. 16 de la CN " ...no establece una equiparación rígida, como
el art.20de IaConstitución [entreciudadanosyextranjeros], sinoqueimponeunprin-
cipiogenérico [igualdadante la leydetodoslos habitanteslqueno impidediferencias
legítimas ...". [CSJN-Fallos, C. S. G. 841.XXXVI].

Art. 90.- E l Presidentey vicepresidenteduranen sus funciones eltérmino


de cuatro años y podrán ser reelegidoso sucederse recíprocamente por un
solo período consecutivo. Si han sido reelectos o se han sucedido recíproca-
mente no puedenserelegidospara ningunodeamboscargos,sinoconelin-
tervalo de un período.
Antecedentes: CNde 1853, art. 77. Concordancias: CN, arts. 91.94a 98.

Quiroga Lavié, en Constitución de la NaciónArgentina (comentada), 5"ed.. 2012, p. 571 y


siguientes.
Art. 90 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

51. Duraciónenloscargos.- Esteartículofueelejecardinaldelareformacons-


titucional del año 1994. El objetivo, insertar la reelección del titular del Poder Ejecu-
tivo de manera inmediata. Anteriormente se encontraba regulado en el art. 77 del
texto constitucional y disponía: "... El presidente y vicepresidente duran en sus em-
pleosel términodeseisaños; y no pueden ser reelegidossino con intervalo de un pe-
ríodo ...". La modificación del articulado implicó una variedad interesante entre el
antiguoart. 77y el actual art. 90. Primigeniamente, se rechazabala reeleccióndel bi-
nomio presidenciable, por ende, la anterior disposición impedía: a) Que el presi-
dente fuera electo como vicepresidente de manera inmediata; b) Que el vicepresi-
dente sea electo presidente; c) Que el presidente y vicepresidente cesantes por jui-
cio político fueran inmediatamente reelectos, y d) Que el presidente y el vicepresi-
dente de facto fueran presidente y vicepresidente de iure, cuando se restablecía la
normalidad constitucional'. Con la nueva reformulación encarnadaenelactualart.
90, se arriban a conclusiones totalmente distintas. a) El mandato de presidentey vi-
cepresidenteesdecuatro años. b) Cesadoque fuera elmandato, amboscandidatos
sa~ientes~ueden volveraserreelectosindistintamente en cada cargo. c) Culminado
elsegundo mandato inmediato, deberán dejarun períodopara una nueva elección2.
El fundamento dado por el convencional García Lema, miembro coinformante
del despacho mayoritario, fue la adopción del modelo estadounidense: reducción
del período presidencial a cuatro años, con la posibilidad de una reelección; en to-
tal, dos mandatos. Indicó que tal era la práctica en los países másdesarrollados3.

5 2. Reelección. La cláusula reformada dispone la reducción de seisa cuatro


años del período presidencial. García Lema señala la regla al establecer que si am-
bos funcionarios han sido reelectos o se han sucedido recíprocamente no pueden
ser elegidos para ninguno de ambos cargos, ello implica que la reelección del vice-
presidente en el mismo cargo no le permite tampoco ir por una nueva elección co-

Referenciajurisprudencia1
Permanencia

1- La prohibiciónde la reelecciónpresidencial no lastima ni el derecho a ser elegido,


ni a elegirde losquedesearían la reelección, ni losderechos humanos, ni el poderelec-

' Zarini, ConstituciónArgentina. Comentadayconcordada,2004, p. 346y siguientes.


Zarini, ConstituciónArgentina. Comentadayconcordada,2004, p. 346y siguientes.
"Diario de Sesiones", ps. 2213 y 2214, en Obra de la Convención Nacional Constituyente
1994, t.V, ps.4884~4885.
QuirogaLavié, en Constituciónde la NaciónArgentina (comentada), 5"ed.. 2012, p. 573y
siguientes.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO

toraldel pueblo.Tampocolasnormasquevedanlareelecciónparacargoselectivosobe-
decena una razón persecutoriao discriminatoria, sino quetiendena preservar el prin-
cipio republicano,'garantizando la necesaria periodi;idad de los mandatos. [CNE,
1998, "OrtizAlmonacid,JuanC.", cit. por M.A.Gelli].

Concepto democrático
2- LaCorteSupremadeJusticiadela Naciónal momentodeexpedirseenelcaso "Or-
tiz Almonacid" sostuvo que la imposibilidad de reelección del gobernante resulta
compatible con la democracia (cfr. voto de Bossert) siendo uno de los pilares funda-
mentales,-si no el (cfr.votodePetracchi).
[CSJN, 1999, C. S. 0.20. XXXIV].

Art. 91. - El Presidentede la Nación cesa en el poder el mismo día en que ex-
pira su período de cuatro años; sin queevento algunoque lo haya interrum-
pido, pueda ser motivo de que se le complete más tarde.
Antecedentes: CNde 1853, art. 75. Concordancias: CN, art. 90.

5 1. Cesación del mandato.- La doctrina especializada es pacífica en coincidir


que la disposición abarca tanto a la figura del presidente de la Nación como a la del
vicepresidente. El mandato expira el día exacto en que se cumplen los cuatro años
desdequese asumiera el ejercicio del Poder Ejecutivo.
Ningunadelascausalesdeinterrupciónqueestableceeltextoconstitucional (por
ejemplo: enfermedad, licencia y10 ausencia), habilita una prórroga en el cumpli-
miento del mando presidencial. Esdecir, cesa inexorablemente al momento decum-
plirse loscuatro años, contados desdeel día de la asunción.
Elfundamentode la norma reposaen queel mandato popular seencuentra suje-
t o a plazoy por ende no puede prorrogarse afin de proteger el principio democráti-
col. También seentiende quedicha prohibición respondea principios republicanos
y de orden jurídico-político, así como también al propósito de impedir maniobras
tendientes al continuismo en el poder, frustrando el acceso de los nuevos mandata-
rios electos2.

5 2. Asunción del vicepresidente. Para los casos en donde el vicepresidente


de la Nación deba asumir ¡a titularidad del Poder Ejecutivo por algunasde las cau-
sales establecidas en el art. 88 (acefalía), sea en el período temporal que sea, ejer-
cerá el cargo hasta completar el período de cuatro años, contando desde el día en
queel presidente de la Nación sustituido asumiósusfunciones.

' Gelli. Constitución de la NaciónArgentina.Comentadayconcordada. 4"ed.. 2009, t. II, ps.


344 y 345.
Zarini, ConstituciónArgentina. Comentadayconcordada,2004. p. 348y siguientes.
Art. 92 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Referenciajurisprudencial
Relacionadosal artículo en comentario, resultan los antecedentesque se describirán
enel oertinenteanálisisdelart. 93 de la CN.

Art.92.- El Presidentey vicepresidentedisfrutandeunsueldo pagado por


el Tesoro de la Nación, que no podrá ser alterado en el período de sus nom-
bramientos. Duranteel mismo período no podránejercerotro empleo, ni re-
cibir ningún otro emolumento de la Nación, ni de provincia alguna.
Antecedentes: CNde 1853, art. 76. Concordancias: CN, arts. 3476,107,110.

5 1. Remuneración.- Esta disposición establece la regulación de dos cuestio-


nes. La primera, la intangibilidad y reaseguro del salario del presidente y vicepresi-
dentede la Nación. En una segunda parte, estableceuna prohibición en cuantove-
da la posibilidad deejercer cualquierempleoajenoa lasfuncionesejecutivas, como
así tampoco percibir ningún tipo de emolumento salarial alguno, ni nacional, ni
provincial. Emolumento significa beneficio, utilidad, o lucro derivado de un cargo,
empleo o destino.

a) lntangibilidadsalaria1.- Si bien el sueldo es intangible, y no puedeser alte-


rado el mismo no impide quesea actualizado para mantener el valor real. Tampoco
pueden, con motivooen ocasión deldesempeñodesusfunciones, recibirobsequios
O donaciones sean cosas, servicios o bienes, tal como lo prescribe la Ley de Ética Pú-
blica 25.188'.

b) Exclusividad.- Tanto el presidente de la Nación, como el vicepresidente tie-


nen prohibición explícita, del textoconstitucional, deejercer cualquiertipodeactivi-
dad porfueradelafunciónpública, inclusivesila mismasepretendieradesarrollarad-
honorem. No pueden ejercer actividad privada vinculada a su profesión, ni siquiera
desempeñar la docencia. La dedicación deambosfuncionariosdebe ser exclusiva.

i Referenciajurisprudencial
lntangibilidad

1-La inalterabilidaddelasremuneracionesen másoenmenos, noimpidequeenel


caso de desvalorización de la moneda los salariosseactualicen. En efecto, conforme
jurisprudenciadelaCorteSuprema delusticiadela Naciónenelantecedente"Camu-

' Gargarella -Guidi, Comentariosde la Constitución de la NaciónArgentina. Jurisprudencia


vdoctrina: Unamiradaigualitaria. 2016, t. l. ps. 620a 644.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 93

sso c. Perkins", aplicada por interpretación analógica, no existiría una modificación


sustancial enel montode lo debidocuandoseaplicala actualización pordepreciación
monetaria. [CSJN-Fallos, 294:434].

Art. 93. - Al tomar posesión de su cargo el presidente y vicepresidente


prestarán juramento, en manos del presidente del Senado y anteel Congre-
so reunido en Asamblea, respetando sus creencias religiosas, de "desempe-
ñar con lealtad y patriotismo el cargode Presidente (o vicepresidente) de la
Nacióny observary hacerobservarfielmente la Constitución de la NaciónAr-
gentina".

5 1. Requisitos para tomar posesión del cargo.- La reforma constitucional


del año 1994 sobre el presente opúsculo obtiene como resultado un importante y
significativoavanceentérminosdepluralidad, respetoreligiosoy multiplicidadcul-
tural, lo que sin dudas se convirtió, particularmente, en una trascendental refor-
mulación del texto constitucional.
Esta aseveración se desprende de la simple lectura del texto anterior, el cual se
constituía de la siguiente manera: Art. 80. "Al tomar posesión de su cargo el Presi-
denteyvicepresidenteprestarán juramentoen manosdel ~residentedel~enado (la
primera vez del presidente del Congreso Constituyente), estando reunido el Con-
greso, en los términossiguientes: 'Yo N.N., juro por DlOS Nuestro Señory estossan-
tos Evangelios, desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de Presidente (o vi-
cepresidente)de la Nacióny observary hacerobservarfielmentelaConstitución de
la Nación Argentina. Si así no lo hiciere. DlOS y la Nación me lodemanden"'.
Asimismo, esteartículo se encontrabaen concordanciacon aquel que establecía
los requisitos para ser elegido presidente de la Nación, que disponía: Art. 76. "Pa-
ra ser elegido Presidenteovicepresidentede la Nación, serequiere haber nacidoen
el territorio argentino, o ser hijo de ciudadano nativo, habiendo nacido en paísex-
tranjero; pertenecer a la comunión católica apostólica romana, y las demás calida-
des exigidas para ser elegido senador". De igual modo, la reforma constitucional
delaño 1994da lugar al nuevoart. 89 (reemplazandoelantiguoart. 76) suprimien-
do las exigencias de confesión católica, apostólica y romana:
Es porello, que resultasignificativa la modificación introduciday su nueva refor-
mulación, en el entendimiento quesecimienta, a travésde ella, el compromiso de
la Nación Argentina en conceptos democráticos y republicanos, consolidando un
espíritu que respeta la pluralidad y la libertad de culto.

a) Juramento.- Significa que el mismo aparece como condición de validez


formal para desempeñar el cargo. La doctrina mayoritaria coincideque de negarse
Art. 93 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

a prestarloosise hicieraasuncióndel cargoantesde prestarlo, el títuloquedaríavi-


ciado y sería formalmente presidentede factol. Minoritariamentesesostieneque
si el presidente ha accedido al cargo en eleccionescorrectas y cumple con los requi-
sitosdel art. 89dela CN, lafaltadejuramentonopuedeintervertirsutítulo, convir-
tiéndolo consecuentementeen un presidente de facto2.

b) Creenciasreligiosas. Las reglasdel anteriorart.80dela CNestablecíanque


se debía jurar por "DIOS y los Santos Evangelios", ello, en concordancia con los re-
quisitos queestablecía el antiguo art. 76, el cual colocaba como requisito de validez
para ser elegido presidente de la Nación "pertenecer a la comunión católica apos-
tólica romana". Tras la reforma constitucional del año 1994, los constituyentes su-
primieron ambasdisposiciones, dandoespacioalosnuevosarts.89y 93, loscualespri-
vilegiaron un mayor resguardoy respetodelascreenciasreligiosasdelosfuturospre-
sidentesyvicepresidentes, resultandoacorde con la invocaciónde DIOS quedispone
el Preámbulo de la Carta Magna y con el principio de libertad de cultos, el cual tam-
o sido obieto de modificación en 1994 (d.
~ o c ha Intervención del doctor García Le-
ma en la Convención Nacional Constituyente "Diario de Sesiones"). Conforme las
nuevas disposiciones, parte de la doctrina, entienden que no podría alegarse la ob-
jeción deconciencia basada en que la propia religión prohíbejurar3.

C) 1nterpretaciónamplia.- Si bien el nuevotextoconstitucionalviró hacia una


concepción más amplia, se adviertecierta laxitud en la nueva redacción, en cuanto
dispone, en un pasaje, "respetando suscreenciasreligiosas". De la lectura literal se
podría interpretarqueel juramento imponeel respeto de loselectos hacia sus "cre-
enciasreligiosas". Entonces, podríasurgir el interrogante: ~ Y sesateo?,
i es por ello,
que la deducción del artículo aquícomentado debe realizarsede una manera am-
plia, ya que concordantementese debe entrelazar con el nuevo art. 89 el cual, ex-
plícitamente, no requiere de ningún tipo de pertenencia religiosa como requisito
excluyente para ser elegido presidente de la Nación. En este marco, el juramento
podrá serlo en convicciones religiosas, morales o filosóficas. La interpretación am-
pliadel articulado robustece lacalidad plural queguiócardinalmenteel espíritu de
la reforma introducida por losconstituyentes.

' Bidart Campos. Tratado elemental de derecho constitucional argentino. 2000. t. ll-B. ps.
262a 265. En misma línea. Sagüés, Manualdederechoconstitucional. 2"ed.. 2012, ps. 300a 303.
Ekmekdjian, Tratado dederecho constitucional(Constitución dela NaciónArgentina, co-
mentada y anotada con legislación, jurisprudenciay doctrina), 1999. t. V. ps. 41 a 43.
Gelli, Constitución de la NaciónArgentina. Comentada yconcordada, 4"ed.. 2009, t. II, ps.
347a 350.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 93

Referenciajurisprudencial
Requisito devalidez. Juramento
1-El 9/12/15, la titular del Juzgado Federal no1 con competencia Electoral de la Ciu-
dad Autónoma de Buenos Aires, doctora María Romilda Servini de Cubría, debió ex-
pedirsefrente a un planteo realizado por el binomio electo (Macri - Michetti), como
presidentey vicepresidentede la Nación, respectivamente, los cualesdedujeron me-
dida cautelar de no innovar, afin de que seordenea la presidentasaliente que seabs-
tenga de continuar ejerciendo la primera magistratura a partir de las00:OO horasdel
1011U15. La jueza, luego de encauzar las actuaciones en los términos del art. 322 del
CPCC,declarócuál eslafechadefindel mandatodel presidentesalienteeiniciodel en-
trante, el momentoenquetomará posesióndelcargoesteúltimo, yquienestará acar-
go de la Presidenciaentreambostérminos.
Planteada la cuestión. resolvió: "Si bien el mandato del oresidente vviceoresidente
* .
de la Nación electoscomienzaa las00:OO horasdel día 10/1U15, esto es, luego deque
culmineel mandatodecuatroañosdel ~residentesaliente,essoloaoartirdequepres- . .
tenjuramentoante IaAsamblea Legislativaque tomaránposesióndelcargo, pueseste
esun requisitodevalidezineludible para el ejerciciode la Presidenciade la Nación, en

virtud de lo dispuesto por el art. 93 la CN.corresponde declarar que desdeel inicio
del mandato presidencial -a la medianoche del día 10/1U15-y hasta tanto el presi-
dente y vicepresidentede la Nación electosjuren como tales, quien estará a cargo de
la Presidencia de la Nación será el presidente provisional del Senado, puesel Congre-
sodela Nación, poratribución del art.88dela CN, asíloestablecióenel art. l0delaLey
deAcefalía-ley20.972, modificada por la ley25.716-". [JNCCF, nol, enautos "Ma-
cri, Mauricio y otro s/Formula petición - medida cautelar de no innovar", causa no
7954/2015. Secretaría Electoral].

Libertadde culto. Respetoa lasdiversas identidadesculturalesy religiosasen la Argentina


El entonces candidato a gobernador de la Provincia del Tucumán (José J. Alperovich)
envísperasde los comiciosdel29/6/03, promovió acción de amparo y, en subsidio, ac-
ción meramentedeclarativatendiente a impugnarel art. 80 de la Constitución provin-
cial, que exige al gobernador electo jurar por los "Santos Evangelios", manifestando
que no profesaba el credo católico, apostólico y romano. La Sala I de la Cámara Con-
tencioso Administrativo, hizo lugar a la acción de amparo, declarando la inconstitu-
cionalidad del precepto cuestionado. En dicha oportunidad los jueces sostuvieron:
"Esinconstitucional laexigencia dejurar por IosSantosEvangeliosalasumircomoGo-
bernador de la Provincia del Tucumán-art. 80, Constitución local-, pues no habién-
dose previsto que la profesión de cierta religión sea requisitosine qua non para acce-
deradichocargo, laexigencia norespondeobjetivamentea razonesinstitucionalesni
guarda correlato con losderechosygarantíasde IasCartasMagnas nacionaly provin-
cial, exhibiendo una naturalezaproscriptivaydiscriminatoria-arts.75, inc.22, CN;23,
Convención Americana sobre Derechos Humanos 2Oy 26, Pacto Internacional de De-
rechoscivilesy Políticosy ley 6664del Tucumán-".Alperovich jurósobre la Biblia he-
brea, elTanaj, deacuerdoa su fejudía. [CCA,Tucumán, Sala I,2/5/03, "Alperovich, Jo-
sé J. c. Pcia. deTucumán", LL, 2003-E-490, con nota de GermánJ. BidartCampos].
Art. 94 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

CAPITULO
11
DE LA FORMAY TIEMPO DE LA ELECCIÓN
DEL PRESIDENTEY VICEPRESIDENTE
DE LA NACIÓN

Art. 94.- E l Presidentey el vicepresidente de la Nación serán elegidos di-


rectamente por el Pueblo, en doble vuelta, según lo establece esta Constitu-
ción. Aestefin el territorio nacional conformará un distrito único.
Antecedentes: CNde 1853, arts. 78 y 79. Concordancias: CN, arts.45,49,54,95,97,98.

Una de las principales reformasde la Constitución Nacional en el año 1994es la


queestablecióqueel presidenteyel vicepresidente dela Nación serán elegidosme-
diante elección directa por el pueblo d i l a Nación Argentina, es decir que cada su-
fragiotieneigual pesoquelosdemás, independientementedecuál sea la población
del distrito electoral en el que seemita.
Tal modificación suprimió la elección indirecta de los electores, que se traducía
en el sistema de juntas o colegios electorales que había regido desde la Constitu-
ción de 1853.
El electorado era llamado cada seis años para que, mediante el sufragio, se eli-
gieran a losmiembrosdeloscolegioselectoralesquienesluego,en cada distrito, ten-
drían la responsabilidad de la designación del presidente y de su eventual reem-
plazante. En cada jurisdicción, el colegio electoral se componía del doblededipu-
tados y senadores que correspondía enviar al Congreso federal. A su vez, en el su-
puestodequededichoscolegiosnosurgieralavoluntad mayoritariaafavordeuna
fórmula de candidatos, era el Congreso de la Nación quien debía efectuar la elec-
ción.
Una fuente de inspiración al procedimiento indirecto de elección fue la Consti-
tución de los Estados Unidos de América de 1787, concepción que fue incorporada
en su art. ZO, Sección la,y que aún se mantiene. Las ventajas sostenidas de tal pro-
cedimientosecentrabanen queun número pequeñode personas, escogidasporsus
conciudadanos, estaríaen mejorescondicionesparadiscerniryobtenerlasinforma-
ciones necesarias para tan importante designación, expresaría el criterio del pue-
blo al respecto, desdeque no constituían un cuerpo pre-establecido, sino queeran
elegidos para ello y en tal circunstancia. De tal manera, los funcionarios del Poder
Ejecutivo nacional serían seleccionados, primando la reflexión, el interésgeneral y
un espíritu de concertación y conciliación, buscando además una menor oportuni-
dada lostumultosy losdesórdenes,a lavezquesefacilitaría la legalidad detan im-
portante acto, haciendo más sencillo el escrutinio.
A su vez, se sostenía que el sistema de elección indirecto consolidaba el sistema
federal del Estado, debido a la participación equitativa de las provincias en la inte-
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 94

gración del Poder Ejecutivo nacional, en tanto un candidato no sería impuesto ex-
clusivamente por la decisión de loselectoresde losdistritos más poblados, en detri-
mentode las provinciaspequeñasy medianas.
En contraposición con ello, desdeque el Estadotomó como forma de elección la
directa, existe una preeminencia notoria de losdistritoscon mayor densidad de po-
blación, pues son pocos los que, en los hechos, definen la elección presidencial. Sin
perjuicio de ello, se considera a este procedimiento más democrático que el ante-
rior.
Con el surgimiento en la Argentina de losgrandes partidos políticos, la neutra-
lidad delosintegrantesdeloscolegioselectoralesfuequebrada, entantoestoseran
seleccionados con intermediación partidista y, en consecuencia, sus decisiones se-
guían loslineamientosqueeran impuestosporel partido políticodelqueformaban
parte.
En efecto, sedioen la práctica, que losciudadanosbasaban susdecisionesdevotos
en lasfórmulas presidencialesdelospartidos políticosy noen basea las personasque
representaríanal electorado, cuyos nombre*, por cierto, aparecían pequeños en las
boletas, en lasque primaban losnombresde lafórmula presidencial propuesta.Ende-
finitiva, setrataba ya de eleccionesdirectasenmascaradasdeindirectas.
El doctor García Lema, convencional por Buenos Aires en el año 1994, destacó
que la elección directa, ademásdedejar de lado la presencia de intermediarios "de
esos clubes de notables que fueron en su momento los colegios electorales", res-
pondeprimariamentea una necesidaddelaciudadaníaen el sentido deconocer en
términos inmediatosel resultado de laselecciones.
Asuvez, se incorporó la segundavuelta electoral, con la finalidad degarantizar
queel presidente de la Nación cuentecon un importante apoyo populary así, llevar
acabosu mandatocon mayor legitimidad, ademásdequeestesistema desegunda
vuelta otorga a los ciudadanos mayor libertad, en tanto al emitir el sufragio en la
primera vuelta, lo hacen eligiendo a su candidato según cuestiones políticas, ideo-
lógicas y personales, mientras que en la segunda vuelta optaran por el candidato,
de entre los posibles, que más se asemeje a sus convicciones o a sus intereses.
Por último resta mencionar que para la elección de presidente y vicepresidente
de la Nación, la elección se realizará por distrito único, todo el territorio nacional
constituye un solo distrito electoral.
Casos.- El 14/5/95 se celebró la primera elección directa de presidente v. vicepresi.
.
dentedela NaciónArgentina, mediante~a~uefuereele~idocornojefede~stado~ar-
IosSaúl Menem, siendosucompañerodefórmulaCarlosRuckauf.El82.08% delosciu-
dadanos aptos para emitir su voto participaron del sufragio. El justicialismo ganó la
elecciónconel porcentajedevotosdel44.9%.correspondientesa7.818.036,seguidos
por unaalianza electoral entre un nuevo partido político, el Frente PaísSolidario(Fre-
paso), con la fórmula José Antonio 8ordón - CarlosÁlvarez, obteniendo el 28.4%. co-
rrespondientesa la cantidaddevotosemitidosde4.934.814.
Art. 95 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

En losucesivo, cadacuatroañosfueroncelebradas, sin interrupciones, laseleccionesdi-


rectas.de presidentey.vicepresidente
. de la Nación.Así, el 24110199, con el 48.37% de los
votosemitidos, equivalentea 9.167.404sufragios. la fórmulaganadorafue IadeDela
~ ú -Álvarez,
a por el partidoAlianza; en lavotacióncelebradael día 27/4/03, el candi-
datoa presidenteCarlosSaúl Menemobtuvoel24,45%de losvotos. mientrasqueen
segundo lugar el candidato Néstor Kirchner obtuvo el 22.24%. dándose así lascondi-
cionesparacelebrarseunasegundavueltaelectoral, peroantela renunciadeMenem,
fue promulgado presidente Néstor Kirchner. La siguiente elección ocurrió el día
28110107, mediante la queseconsagró presidenteCristinaFernández, conel45,28% de
losvotos. En la siguienteelección,Cristina Fernándezfuereelecta el día 23110111, con el
54,11% devotosen su favor. Luego, el 22/11/15 mediante una segunda vuelta, fueele-
gidocomo presidente MauricioMacri, quienobtuvoel51,34% delosvotos.

Art. 95. - La elección se efectuará dentro de los dos meses anteriores a la


conclusión del mandato del Presidente en ejercicio.
Concordancias: CN, arts. 9496 a 98.

Mediante el presente artículo, se encuentra limitado el plazo en el que se debe-


rán llevara cabo laseleccionespresidenciales, pues imponequedeben ocurrir den-
trode los dos meses anterioresa la fecha en queconcluya el mando presidencial de
aquel que seencuentre en ejercicio.
Si bien pareciera ser un lapso elástico, lo cierto esque al existir la posibilidad de
que deba realizarse una segunda vuelta -ballotage-y que, en su caso, debe ocu-
rrirdentrodelostreintadíasdecelebradalaprimera,lasalternativaspara lasfechas
a celebrarse laseleccionesse reducen considerablemente.
Es el Poder Ejecutivo quien convocaa laselecciones, lasquese encuentran regu-
ladasporel Código Nacional Electoral, previendo los mecanismos, reglasy procedi-
mientos de la celebración de los comicios.
Con el restablecimiento de la democracia en el año 1983, resultó electo presi-
denteel doctor Raúl RicardoAlfonsín. Fuesu decisión el asumiral poder el día 10de
diciembre, como símbolo de compromiso con los derechos humanos'. En lo sucesi-
vo, todos los presidenteselectos han asumido el 10 dediciembre, por lo que losco-
miciossiempre tienen lugar en el mesdeoctubre de los añoselectorales.
La cercanía de la fecha de elecciones presidenciales respecto al cese del manda-
t o del presidente en ejercicio puede considerarse bienvenida en razón a que los

' El DiadelosDerechos Humanossecelebratodoslosañosel10dediciembre.Seconmemo-


ra el día en que. en 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la DeclaraciónUni-
versal de los Derechos Humanos.En 1950, la Asamblea adoptó la Res.423(V), invitandoa todoslos
Estados y organizaciones interesadas a que observen el 10 de diciembre de cada año como Día de
los Derechos Humanos.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 96

electores podrán tener un panorama completo deaquellas decisionesdegobierno


que se hayan adoptado en los úItimoscuatro añosy asícontar con la posibilidad de
un abarcado análisis a los fines de decidir su voto, más aun cuando el mismo presi-
dente en ejercicio se postula para ser reelegido o cuando sus más cercanos colabo-
radores resultan candidatos.

Art. 96.- La segunda vuelta electoral, si correspondiere, se realizará entre


lasdosfórmulasdecandidatosmásvotadas, dentrode lostreinta días dece-
lebrada la anterior.
Concordancias: CN, arts. 94,95,97,98.

se llamasegundavueltaelectoral-o ballotage-al sistema que tiene lugarcuan-


do ninguna de las fórmulas presidencialesha obtenido la mayoría-en principioab-
soluta-en el escrutinio, de modotal quedebe celebrarse una segundavotación en-
tre lasdosfórmulasque hayan logrado la mayor cantidad devotosa su favor.
Así, en la primeravueltacadaelectorelegiráasufórmulapredilecta entretodas
lascandidateadas.Luego, en el caso detener quecelebrarse una segundavuelta, la
ciudadanía deberá dejar de ladosusafinidadese identificacionesmáspróximas pa-
ra votar, puesto que deberá elegir por una de las dos fórmulas que compongan la
segunda ronda, por haber sido las másvotadasen primera instancia.
Puede sostenerse que una de las razones de ser de este procedimiento es que el
presidente y vicepresidente que resulten electos en segunda vuelta, consigan un
mayor consenso por partedel pueblo, esdecir, mayor legitimidad a losfuncionarios
electos para gobernar.
Asu vez, previene la existencia del multipartidismo, de la propagación de agru-
pacionescreadastan solo por la especulación deobtenerventajas políticasy no por
las ideologíase interesesquepuedan unira ciudadanos por identificarse con ellas.
Así,esteprocedimientodeballotagegeneramayorescoaliciones,alianzasyacuer-
dosentrelospartidospolíticos,debidoalporcentuaIdevotosafavorqueseexigepa-
ra poder obtener los cargos electorales pretendidos. En efecto, el número de parti-
dos políticos será menor, estableciéndose menos alternativas, pero con ideologías
fuertementedefinidas.
Este instituto apareció por primera vez en Francia, pues en su Constitución san-
cionada en el año 1958, el art. 7' establece la doble vuelta para la designación del
presidentedela República, y en su art. 24 prevé el mismosistema para la elección de
los miembros de la Asamblea Nacional -Cámara de Diputados-.
En América Latina el ballotagecomenzó a ser adoptado en los procesosde tran-
sición a la democracia quetuvosu inicio hacia finesde la década del '70, en búsque-
da de institutosque aseguren la gobernabilidad, la permanencia del Estadode de-
recho,enfrentandolascausasquecomúnmenteinfluyeronenlasrupturasdelossis-
temas democráticos.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO

rrespondidocelebrarse el 18/5/03,sin embargo, Carlos Menem desistió de presentar-


se, siendo así proclamado presidente Néstor Kirchner.
Finalmente, el instituto del ballotage incorporado mediante la reforma constitucio-
nal de 1994,fue estrenado en las eleccionespresidencialesdel año 201 5.En la prime-
ra vuelta, celebrada el 15 de octubre, la fórmula que másvotos obtuvo Daniel Scioli -
CarlosZannini alcanzó el 37,08%, mientras que la fórmula Mauricio Macri - Gabriela
Michettifuelasegundamásvotada,obteniendoel34,15%.Así,sediolugaralasegun-
davuelta, llevadaacaboel22denoviembredeesemismoaño. mediantelaquesepro-
clamó presidente Mauricio Macri, con el 51.34% devotosa su favor.

Art. 9 7 . Cuando la fórmula que resultare másvotada en la primera vuel-


ta, hubiere obtenido más del cuarenta y cinco por ciento de losvotosválida-
mente emitidos, sus integrantes serán proclamados como Presidente y vice-
presidente de la Nación.
Concordancias: CN, arts. 94.95.96.98.

Mediante el presente artículo, se encuentra la primera alternativa posible para


que una fórmula presidencial sea promulgadavictoriosa, sin quedeba llevarsea ca-
bo la segundavuelta electoral.
Así, cuando el binomio de candidatos másvotado obtenga a su favor el 45% de
losvotosafirmativos, se los proclamará presidentey vicepresidente de la Nación, sin
importarel porcentajeobtenido por lafórmulaque lesigaencantidaddevotos. Pa-
ra el escrutinio de losvotos se tendrán en cuenta solo los afirmativos, a los fines de
establecer si alguna delasfórmulascandidateadasalcanzael45% sobreel total de
los votos positivos. Es decir que, los votos en blanco no se computan, de modo que
estaopcióndevotodaventajaa la primera minoría, en tanto leserá másfácil alcan-
zar el porcentaje requerido.
El porcentual establecido no fue una decisión unánimeentre losconvencionales
de 1994,ejemplodeelloesloreferido porconesa MonesRuizl al sostenerque: "Úni-
camente la capital, la provincia de BuenosAires, Santa Fe y Córdoba constituyen el
66,spor cientodel padrónelectoral. En consecuencia,a travésdeestosdistritoselec-
torales se puede manipular la elección de presidente y vicepresidente. Para ser ele-
gidosenformadirectadeberíarequerirseel45porcientodelosvotosen lamitad más
uno de los distritos electorales. Así se reflejaría el interés de las provincias y el régi-
menfederal degobiernoconsagrado por nuestraconstitución Nacional".
A los finesde realizar el escrutinio, no resulta deaplicación la leyde lemas, pues
recuérdese que el presente artículo y el siguiente refieren que las elecciones serán
respecto de fórmulasy no de partidos políticos. Dicha ley se basa en que cada parti-
do político constituye un lema y, todas las fracciones internas de un mismo partido

' Convención Nacional Constituyente18" Reunión-3"Sesiónprimaria, 27/7/94.


Art. 98 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

pueden presentarsecomocandidatosen la elección, constituyendoestos los suble-


mas, esdecir, sin efectuar internas partidarias previoa laelección general. Luego, el
total de votos que se adjudicará a cada lema (partido político) será la sumatoria de
losvotos que hayan recibido los sublemas de ese partido, beneficiándose con el re-
sultado, quien dentrodel partido hayaobtenido la mayor cantidad devotosa sufa-
vor. Finalmente, accede al cargo en disputa aquel candidato con mayoría devotos,
que pertenezca al partido político que máscantidad devotosobtuvo.
Originariamente este sistema fue pensado para que las internas de los partidos
políticos se diriman en las elecciones generales y así, evitar la división dentro de un
partido. Lejosdeello, y todavezque las diferencias partidariasnose resuelvan me-
diante internas, los conflictos existentes en un partido se trasladarán hacia el ejer-
cicio del poder, que en definitiva perjudicará a la sociedad. El apoyo que tenga el
candidato electo dentro de su partido, severá condicionado por la cuota de poder
que reclamen aquellos otros candidatos que con los votos a favor del sublema que
representaban, aportaron a que el lema gane la elección.
Otro problema que encuentra este método es que el elector no sabe, en última
instancia, a quién beneficiará su voto. Pues la voluntad popular se desplaza de un
candidato a otro y, a su vez, puede darse la situación de que el candidato que indi-
vidualmentemásvotosobtuvoa sufavor(sub1ema) nogane la elección, puestoque
no pertenece al partido que mayor cantidad devotosobtuvo.
Casos.- Hastalaactualidad,ensolodosoportunidadesIlegaronalpoderdosfórmu-
lasdecandidatoscuyaproclamaciónfuea raízde haber alcanzado (ysuperado) e145%
de losvotosafirmativos.La primera deellasfue la fórmula presidencial Fernando De
la ~úa-Carlos~lbertoÁlvarez, porel partidoAlianza,obteniendoel48,37% delosvo-
tos, en las eleccionespresidencialesdel 24110199.
Luego, mediante laseleccionespresidencialesdel23110111,se promulgó reelectacris-
tina Elisabeth Fernández de Kirchner, por el partido Justicialista Frente para la Victo-
ria, con un porcentajedel54,11% devotospositivos.

Art. 98.- Cuando la fórmula que resultare másvotada en la primera vuel-


ta hubiere obtenido el cuarenta por ciento por lo menosde losvotosafirma-
tivosválidamenteemitidos y,además,existiere unadiferencia mayor dediez
puntos porcentuales respecto del total de los votos afirmativosválidamen-
te emitido sobre la fórmula que le sigue en númerosdevotos, sus integran-
tes serán proclamados como Presidente y vicepresidente de la Nación.
Concordancias: CN, arts. 94a 97.

En el presente artículo, se encuentra establecido el mínimo porcentaje devotos


afirmativos, por el cual una fórmula presidencial puedeser automáticamente pro-
clamada victoriosa, prescindiendo de la segunda vuelta electoral y sin haber alcan-
zado el cuarenta y cinco por ciento de losvotos a los que refiere el art. 97 de la CN.
371 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 99 ( l o )

En efecto, un presidente y vicepresidente de la Nación podrán ser proclamados


en dichos cargos con haber alcanzado el 40% de los votos afirmativos, siempre y
cuando, además, su fórmula presidencial haya obtenido en el escrutinio de los vo-
tos positivos, una diferencia de 10 puntos porcentual respecto de la segunda fór-
mula que lesigueen cantidad devotos.
Al respecto, el doctor García Lema -convencional por Buenos Aires en el año
1994-refirióque "el pisodel cuarenta porciento y ladiferenciadediezpuntosen-
treel primero y el segundo está destinado a dotar al presidenteque
seaelectodelafuerzay el respaldosuficientede laciudadanía paragobernar. El mis-
mo propósitocumple la banda entreel cuarenta y cuarenta y cinco por ciento".
En otro sentido, se ha sostenido que la cifra impuesta en el presente artículo, lo
fue para satisfacer los requerimientos recíprocosde quienes acordaron la reforma
constitucional de 1994-Partido Justicialista y Unión Cívica Radical-y no, en fun-
ción de la permanencia de las instituciones.
Estesistemade porcentajes ha generado que losdistintos partidos políticos rea-
licen alianzas políticas, incluidos aquellos que, salvo excepciones, no las concreta-
ban.

Casos.- El primer caso en el paísde proclamar a un presidente y vicepresidente, por


haber obtenido el porcentajey ventaja de puntos porcentuales normadoseneste ar-
tículo, sucedió en las eleccionesdel1415/95, oportunidad en que resultó ganadora la
fórmula CarlosSaúl Menem -CarlosRuckauf, porel partido Justicialista, habiendoob-
tenidoel44,9% devotosafirmativos, mientrasque lasegundafórmulaencantidadde
votospositivos,fue la deJoséAntonio Bordón -Carlos "Chacho"ÁIvarez, por la alian-
za FrentePaísSolidario(FREPASO),obteniendoenestecaso,unresultadoelectoraldel
28,4 % de losvotos positivos.
Luego, medianteelsistemaquedisponeelpresenteartículo,tuvooportunidadde ha-
bersido proclamada Cristina Elisabeth FernándezdeKirchner,enlaseleccionesdel día
28110107, habiendo obtenido su fórmula el 44,92% de losvotos afirmativos, con una
diferencia de22 puntosporcentualesrespectodelasegundafórmula másvotada, por
la ConfederaciónCoaliciónCívica,que obtuvoel22,95%.

CAPRULO
III
ATRIBUCIONES DEL PODER EJECUTIVO
Art. 99.- El Presidentede la Nación tiene las siguientesatribuciones:
lo. Es el jefesupremode la Nación, jefe del gobierno y responsable político
de la administración general del país.
Antecedentes: Constituciónde 1853160, art. 83, inc. lo: Eseljefesupremode la Confe-
deraciónytieneasucargolaadministracióndelpaís. Concordancias: CN, art.99, incs.
2", 4", 6" a BO, 10a 14; 17.19. Legislación: ley 22.520; decr.-regl. U2017 (BO,311117).
Art. 96 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

En nuestro país, losconvencionalesde 1994seapartaron del antecedente nacio-


nal del año 1972, puesto que bajaron el porcentual mínimo para que loscandidatos
a presidentesobtengan elcargo. En la primera incorporación dela doblevuelta, me-
diante la enmienda constitucional del 24/8/72, se exigía para lograr la victoria elec-
toral, la mayoría absoluta de losvotos válidos emitidos y, de no alcanzarlo ninguna
fórmula, tendría lugar una segunda vuelta, en la que participarían todos los candi-
datosque hubiesen logrado másdel15% de losvotosemitidosválidamente.
En efecto, la reforma constitucional de 1994 incorporó un modelo de segunda
vuelta mediante mecanismos de complicados cálculos de porcentajes, que no en-
cuentra antecedentealguno y que, puede decirse, podría no cumplir el rol especial
del ballotagedeotorgar mayor legitimidad popular al presidenteelecto, con tal so-
loel40% devotosen su favor, sin alcanzar la mayoríaabsoluta.
Luego, es en el Código Nacional Electoral donde se prevén las distintas contin-
gencias que pueden suceder en el lapso existente entre la ya celebrada primera
vuelta y el momento en que se lleve a cabo la segunda, o bien, después de esta y la
asunción de los electos1.
Casos.- En laseleccionesdel 1113173, lafórmula másvotada Héctor Cámpora -Vicen-
t e Lima por el FrenteJusticialista de Liberación (FREJULI), no llegó a la mayoría absolu-
ta por muy poco, obtuvoe149,59%. La fórmulaque lesiguióen númerodesufragiosfue
Ricardo Balbín -Eduardo Gamond por la Unión Cívica Radical (UCR), con el 21.30% de
votosensufavor. Enesa ocasión, el radicalismo renuncióa la segundavuelta.
Luego de la reforma constitucional de 1994, la primera oportunidad que hubo en el
paísde llevarsea cabo un ballotagefueen loscomiciosdel27/4/03, en tantoquela dos
fórmulasmásvotadasfueronCarlosMenem -JuanCarlosRomero, por la Alianza Fren-
t e por la Lealtad con el 24,45% y, Néstor Kirchner- Daniel Scioli por la Alianza Frente
para la Victoria con el 22,24% de los votos a su favor. La segunda vuelta hubiera co-

l CódigoElectoral Nacional(Ley 24.444.sancionada23dediciembrede 1994, promulgada ll


deenerode 1995) Art. 152.-Dentro del quinto día de proclamadas lasdosfórmulas másvotadas.
éstasdeberán ratificar porescritoante la Junta Electoral Nacional de la Capital Federalsu decisión
de presentarsea la segundavuelta.Si una deellas no lo hiciera, será proclamada electa la otra. Art.
153.-Encasodemuerteorenunciadecualquieradeloscandidatosdelafórmulaque hayasidopro-
clamado electa, seaplicará lodispuestoen el art. 88 de la Constitución Nacional. Art. 154.-En ca-
sodemuertedelosdoscandidatosdecuaIquieradelasdosfórmulasmásvotadasen la primeravuel-
ta electoral y antesde producirse la segunda, seconvocará a una nueva elección. Encasode muerte
de unode loscandidatosdecualquiera de lasdosfórmulas másvotadasen la primeravuelta electo-
ral, el partidopolíticooalianza electoral que represente, deberá cubrir lavacancia enel términode
siete(7)díascorridos.a losefectosdeconcurrir a la segundavuelta. Art. 155.-Encasode renuncia
de losdoscandidatosdecualquiera de lasdosfórmulas másvotadasen la prirneravuelta, se procla-
maráelecta a laotra. Encasoderenuncia de unode loscandidatosdecualquiera delasdosfórmulas
másvotadasen la prirneravuelta electoral, no podrá cubrirse lavacante producida. Para elcasoque
la renunciaseadel candidatoa Presidente. ocupará su lugarel candidatoavicepresidente.
Art. 99 ( l o ) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Señala el artículo en comentario lasatribucionesquela Constitución haconferi-


do a un Poder Ejecutivo, que denota hoy en el sistema del Texto Fundamental ar-
gentino, una increíblefortaleza. Es real queJuan BautistaAlberdi -númen de nues-
tra Constitución-fue partidario de lo que llamó un "ejecutivo fuerte"', pero una
vez que fuera instituido con tales características, este último usó y abusó de lasfa-
cultadesque le otorgara su originario art. 86 (actual art. 99), con origen en 1853, y
reformaen 1860,ampliandogenerosamentesusatribuciones,aexpensasdeaquelIas
que perdían los restantes poderes del Estado, en particular el Legislativo.
La reforma de 1994 no ha producido en este texto de la Constitución grandes
cambiosesenciales.Se suprimieron tres incisosdel original2, y se le ha agregado el
inc. 20, relativoa la intervención federal, con lo que a la fecha el art. 99 de la Consti-
tución posee dos incisos menosque su precedente86.Aun cuandocatorce desusin-
cisos han sido objeto de reformas, en la mayoría de los casos se perfeccionaron gi-
roslingüísticos, ose añadieron variantesde contenidos yaexistentes.
En definitiva, y aun cuando lasatribucionesdel presidente de la Nación estable-
cidasen el art. 99de la Carta Fundamental nodenoten, luegodeoperada la reforma
constitucional de 1994, cambiossustanciales, lociertoesque hoy solocincode losin-
cisosdelviejo art. 86conservan su redacción original, como seguido loveremos3.
Luego de producida la reforma constitucional de 1994, el ejercicio de la adminis-
tración general del país se encuentra a cargo del jefe de gabinete de ministros (art.
100, CN), figura esta que pretende insertar en el sistema constitucional vernáculo,
una tenue limitante al poder presidencial, proveniente de lossistemas parlamenta-
rios, sin advertirse la tremenda dificultad de lograr la amalgama propuesta por el
reformador4.Debequedarclaroempero, queel presidente retiene, y ahorade ma-

l Según lo expresa Ekmekdjian, Tratado de derechoconstitucional. t. V, p. 62, cuando citan-


doa Alberdi expresó, que "... elloseleeclaramenteen las'Bases'.Tienevarias razonesque lo llevan
a afirmar esta tesitura: 'dadle todo el poderal Ejecutivo, pero dádselo a través de la Constitución'.
Algunasdeellasson: imponerelordenen un paísanárquicoy batido por lasguerrasciviles, suadmi-
ración porel sistema norteamericano, desengañado del sistemafrancésy los antecedentes históri-
cosdenuestro país, tantolosanterioresa 1810, como losde nuestros primerosgobiernos patrios".
El relativo a la jefatura de la Capital (inc. 3").atentodetentarahora este distrito de auto-
nomía,~elejercicio presidencialdel patronato, ensusincs.8"y 9'(loquede hecho ya había sidosu-
primidocon la vigencia del concordatocon la Santa Sedede 1966).
Como bien lo ha señalado el querido Ekmekdjian, Tratadode derecho constitucional, t.V,
p. 63, estas reformas noalcanzaron suobjetivode "atenuación"en el fuerte presidencialismoque
imperaba en la sociedad argentina hasta el año 1994, sino que finalmente consolidaron su poder,
aumentándolo ostensiblemente (véase, para cotejo, nuestro Derecho constitucional ayentino,
2000, t. III, en particularCapítuloXXV, 25.1, p. 11y SS.).
Hem0~expue~toennuestroDerechoconstitucionalargentino.2000.t.III.p.8l.que" ... al
haberdesglosado la Constitución la titularidad del ejerciciode lafunciónadministrativa, el siste-
373 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 99 ( 2 " )

nera explícita, la jefatura de gobierno, la que de por sí importa, más allá de haber
delegado su ejercicio, el mantenimiento del manejo de la administración pública.
Máximecuando el texto fundamental ratifica su condición de responsablepolítico
de la administración general del país.
Asimismo, al instituir ahora el texto fundamental la autonomía de la ciudad de
BuenosAires, el presidente de la República ha perdido la "jefatura inmediata y lo-
cal"deestaciudadyqueantesdetentaba. Hoysolo restan bajosu poder, lassiguien-
tesJefaturas: a)deEstado,puesrepresentaalaRepúblicafrentealacomunidadin-
ternacional; b) de Gobierno5 (responsable político de la Administración), ya que
tienea su cargo administrar los servicios públicosque presta el Estado; c) Coman-
danteen JefedelasFuerzasArmadasdela Nación (art. 99, inc. 12, CN), loqueratifi-
cala circunstanciadeque en el sistema constitucional argentino, las FuerzasArma-
das de la República son órganos estatales, dependientes del Poder Ejecutivo de la
Nación.
Referenciajurisprudencial
1 - " ... las resoluciones ministeriales adoptadas dentro del ámbito de las funciones
propias del ministerio, y con fundamento normativo en la ley, n o adolecen de invali-
dezconstitucional" [Cfr. CSJN-Fallos, 259:157].

...2".
Expide las instrucciones y reglamentos que sean necesarios para la
ejecución de lasleyesde la Nación, cuidando de noalterar su espíritucon ex-
cepciones reglamentarias.

Antecedentes: Reforma de 1860:art.86, inc.Zo.Sustituyeel término"Confederación"


(Constitución de 1853, art. 86, inc. ZO)por el actual "Nación", y ordena su numeración.

ma constitucional de la reforma ha trazado underrotero de gestión quequizá podría conflictuar


los ámbitos del quehacer del presidente y su ministro coordinador del Gabinete. Nosotros cree-
mos de todas maneras que este prolegómeno de conflictividad es solo 'aparente', toda vez que
no ha habidodescentralización con imputación especifica de funciones-o solo mínimamente,
respectodecuestionesnimias-en laConstitución,sinosolamenteparadesconcentrartareasque
usualmente recaen en cabeza del presidente". Por ello es claro que las potestades generales del
jefe de gabinete de ministros" ... solo serán resultado de la supervisión, subordinación, odelega-
ción de los poderes que tenga el presidente" (cfr. Sabsay -Onaindia, La Constitución de losargen-
tinos, p. 318).

Ekmekdjianenseñaba (del autorcitado Tratadodederecho constitucional, t.V, p. 65). que


"la atribución de ser'jefe de gobierno'conferida al Poder Ejecutivo en un sistema presidencialista
es incorrecta ya queallíel gobiernoestá formado por lostres poderesdel Estado".
Art. 99 ( 2 " ) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Expide las instruccionesy reglamentosqueseannecesariospara la ejecución de las le-


yesde la Nación, cuidando de no alterar su espíritu con excepciones reglamentarias
y ejerce la policía de los ríos provincialespara asegurar lo dispuesto por el art. 68, inc.
14. Concordancias: arts. 28.75. inc. 32.76.

Nosencontramosaquífrenteal poder reglamentario del Poder Ejecutivo. Eses-


tala atribución quelecorresponde en esencia y por excelenciaal presidente. El "de-
creto" es su instrumento básico para gobernar el país.
La reforma constitucional de 1994acuerda al Poder Ejecutivo potestades legis-
lativas propias-excepcionales, y en situación de emergencia-y también delega-
das -derivadas también de contextos previos de emergencia focalizados por el
Congreso-. Ello ha producido un giro de la mayor importancia en el tratamiento
de estas cuestiones, desbalanceando peligrosamente el equilibrio que debe presi-
dir la ingeniería del sistema constitucional (en general) y el quese debe mantener
entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo de la Nación (en particular), con gra-
ve perjuicio para el último mencionado, pero mucho más para la supervivencia de
la República, tal como fueconcebida en el sistema de la Constitución.
Respecto de los decretos reglamentarios6, la Constitución les impone guardar
congruencia, ciñéndose para ello, al principio de razonabilidad establecido en el
art. 28, o sea, no deben alterar con excepciones, el espíritu de las leyes que regla-
mentan. Sin ley, no puedeexistir decreto reglamentario, habiendo sido concebido
este tipo de decretos para reglar pormenores que hacen a la ejecución y aplicación
de la ley, ellos encuentran allísu claro y expreso límite7.
Si ese1Congresoel que declara la necesidadde reglamentación de la ley, asílo in-
dicará al sancionarla, naciendo entonces la obligación reglamentaria del PEN. La
derogación de la ley priva además, como consecuencia lógica de su accesoriedad,
devigencia al decreto que la reglamenta.
Losreglamentosautónomos,también llamados "independientes", remiten a la
competencia específica del presidentede la Nación, como jefede la administración
pública nacional (art. 99,inc. lo, CN).Aquí el PEN no reglamenta una ley, sino que
ejerce competencias constitucionales propias, como es el caso del Estatuto para el

LOSdecretos reglamentarioso ae ejecución son entonces actos de alcance general, oicta-


dos por el Poder Ejecutivo, con efectosjuridicos sobre terceros.
' Bien señala en este punto Balbin -"Losaecretos reglamentariosy de necesiaao y ~rgen-
cia". en Constitución de la Nación Argentina. Daniel Sabsay (dir.).t. 4. p. 153-. que "...el limite
constitucional de la potestadreglamentariadel Poder Ejecutivo-no alterarel espíritu de la ley-
debe interpretarseenlossiguientestérminos:porun lado,el decreto no puedemodificar,derogar
osustituir la leysopretextodesureglamentación, y porel otro, el decretodebeobseivarelproce-
dimiento que prevé la Constitución" enfatizando este calificado actor, que aquí aparece nítida-
mente la subordinacióndela administracióna la legislación.
375 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 99 ( 2 " )

PersonalCivil de la Administración Pública. En el caso, el decreto no sería accesorio


del dictadodeuna ley, ya queel Congreso no legislaestascompetenciaspropiasdel
Poder Ejecutivo8.
Asimismo, entendemosqueel jefe de gabinetede ministrossolo ejercerá esta
potestad en muy contados supuestos, como lo es el de la organización de reunio-
nes de gabinete.
En ciertas ocasiones, el Poder Ejecutivo asumeciertasfunciones legislativas que
la Constitución ha encomendado al Congreso. Estos son casos conocidos como de
legislación detraída a l Congreso, o reglamentosdelegadosg. Existe también la de-
legación reglamentaria impropia, que la doctrina y jurisprudencia mayoritariastie-
nen por subsistenteluego de la aparición del art. 76 de la CN, y que se da cuando la
propia ley faculta a reparticiones administrativas subordinadas al Poder Ejecutivo,
a realizar ciertas reglamentaciones. Nosotros nos pronunciamos en contra de este
tipo de delegación impropia, por considerar que nuestra República requiere dele-
gisladoresque asuman plenamente sus roles.

Referencia jurisprudencia1
1- "...Si bien losreglamentosintegranla ley, elloesasíen la medidaenquerespeten
su espíritu pudiendo ser invalidados -como violatorios del art. 86(99), inc. 2' de la
CN- como ocurre en cuanto el apartamiento del decr. 9630164 del espíritu de la ley
16.507 que pretendió reglamentar". [CSJN-Fallos, 300:516].

2- "... En lossupuestosdedelegación'impropia',el legisladorencomiendaal Ejecuti-


voladeterminacióndeciertosaspedosrelativosa laaplicaciónconcretadela ley,según
el juicio deoportunidadtemporal o deconveniencia decontenido que realizará el po-
deradministrador;talesreglamentosse hallancontenidosenel art.86(99), inc. 2"de la
Constitución. Tratándose de materias que presentan contornos tan peculiares, distin-
tosyvariablesqueal legislador n o lesea posible preveranticipadamente la manifesta-
ciónconcretaquetendránen loshechos, no puedejuzgarseinválido,enprincipio,el re-

s En contra. Balbín-"Losdecretosreglamentarios y de necesidady urgencia", en Constitu-


ción delaNaciónArgentina, DanielSabsay(dir.), t.4, p. 159-, quienentiendeque los reglamentos
autónomos deben ser rechazadosdado queel poder de regulación en ningún caso es propio y ex-
clusivodel presidentesegúneltexto constitucional, y además, la administracióngeneral del país no
suponenecesariamenteeldictadodedecretosconcarácterexclusivoporpartedelpresidente,pres-
cindiendode lavoluntaddel Congreso.
La reforma constitucional de 1994 ha constitucionalizadoesta modalidaddeejerciciode
la potestad legislativa, que nosotros personalmenteconsideramos inconvenienteen un sistema
republicano que pretende revitalizar los alicaídos roles del Congreso. Así lo hemos señalado en
nuestroDerechoconstitucionalargentino(t. III, p. 87 y ss. y CapítuloXXXIII), a cuya lectura remiti-
mos.
Art. 99 (3") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

conocimiento legal de atribuciones que queden libradas al arbitrio razonable del ór-
gano ejecutivo, siempre que la política legislativa haya sido claramente establecida".
[CSJN, 1993, autos "Cocchia, Jorge c. Estado Nacional y otro", CSJN-Fallos, 316:2624].

... 3 O . Participa de laformaciónde las leyes con arreglo a la Constitución, las


promulgay hace publicar.
El Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e
insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo.
Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir
los trámitesordinariosprevistos por esta Constituciónpara la sanción de las
leyes, y no se trate de normas que regulen materia penal, tributaria, electo-
ral o el régimende los partidos políticos. podrá dictar decretos por razones
de necesidady urgencia, los que serán decididos en acuerdo general de mi-
nistros quedeberán refrendarlos, conjuntamenteconel jefedegabinetede
ministros.
El jefe de gabinete de ministros personalmentey dentro de los diez días so-
meterá la medida a consideración de la Comisión BicameralPermanente,cu-
ya composicióndeberá respetar la proporción de las representaciones polí-
ticasdecada Cámara. Esta comisión elevará sudespacho en un plazo de diez
díasal plenariodecadaCámara para suexpresotratamiento,elquedeinme-
diato consideraránlas Cámaras. Una ley especial sancionadacon la mayoría
absoluta dela totalidad de losmiembrosdecadaCámara regularáel trámite
y losalcances de la intervención del Congreso.
...........................................................
Antecedentes: CN de 1853, art. 83, inc.4"; CNde 1949, art. 83, inc. 4". Concordancias:
CN, arts.76a78.80,81,83, 100, incs.3"~102.

La función legislativaeslaquehacaracterizadoenelpasadoalperfildelcongre-
so de la Nación, aunque ello ha ido decreciendo con el correr de los turbulentos
tiempos transitados luego por nuestra República. Aún así, el reto de los modernos
sistemasconstitucionales, pasa por intentarel recuperodetalesrolesencuantofue-
ron resignados, y también por propiciarque los legisladorestiendana ocupar otros
espacios de no menor significación, como lo son el de control, y el intento de ge-
nerar en su seno el ámbito idóneo que permita reinstalar el debate público de las
ideas.
En tal contexto debe ser destacado que el trazado de la potestad legislativa no
excluyóal Poder Ejecutivodesu intervención, sino más bien lollamóacolaboraren
todaslasetapas,con mayoromenor intensidad,segúnel momentoinstitucionalde
que setrate.
377 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO A r t . 99 (3")

En el siguiente cuadro, trataremos de sistematizartales intervenciones:

ROL DEL PODER EJECUTIVO EN EL PROCESO LEGISLATIVO


PARTlClPACldN DEL PODER EJECUTIVO EN CADA UNA DE LAS ETAPAS DE LA FORMACldN DE LA LFV

ETAPA DE INICIATIVA ETAPA CONSTITUTIVA ETAPA DE EFICACIA


Invitación hecha Se cumple porante La cumple exclusivamente
al legislador para adoptar el Congreso de la Nación el Poder Ejecutivo mediante
una norma jurídica conforme los procedimientos la adopción de ciertos acios
que a tal fin establece que dan efectividad a la ley
la Constitución

Puede presentar un proyecto El Poder Ejecutivo puede Promulga la ley, loquesignifi-


de ley en cualquiera participar en esta etapa ca que aprueba el proyecto ya
de lascámaras del Congreso, de discusión por intermedio sancionado por las cámaras.
suscrito porel ministro desus ministros, que pueden Técnicamente la promulgación
del ramo o el jefe de gabinete, concurriral recinto a expresar esel acto solemne, por el
en su caso. Lodebeacompañar sus pareceres en forma que el presidente atestigua
con unaexposición de motivos, voluntaria, pero sin voto la existenciade la ley y ordena
y presentarlo por ante su cumplimiento.
lacámaraque atalfin dispone Estose materializa por
IaConstitución, oen laque el decreto que dicta el Poder
deseesi no hay disposición Ejecutivo, teniendo por ley
constitucional en contrario de la Nación al proyecto
que aprobó el Congreso.
Si bien noexiste en nuestro
derecho la promulgación
tácita, siexiste la sanción tácita
de la ley, si el presidente no
vetao promulga el proyecto
en el plazo de ley (diez dias).
También debeel Poder Ejecuti-
vo hacer publicar la ley, luego
de promulgarla, lo que implica
el deber republicano
de divulgación de la norma
promulgada.
Puede también el Poder
Ejecutivo no promulgar la ley,
y en consecuencia, rechazarla,
promulgarla parcialmenteo
vetarla, total o parcialmente.

Abordando ahora el ejercicio de la potestad legislativa de emergencia por par-


te del Poder Ejecutivo, cabe aclarar que la misma había sido reconocida por la juris-
Art. 99 (3") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

prudencia, con anterioridad a la reforma constitucional de 19941°. Se trata del dic-


tadodereglamentos, por partedel Poder Ejecutivo,en materiasque IaConstitución
reserva-de uso-al Congresode la Nación, razón por la cual se los ha llamadotam-
bién decretos-leyes.
Nosotrossostenemos,aún cuando la realidad cotidiana hubiesecontrariadoesta
postura,queel dictadodeDecretosde Necesidady Urgencia no puededarsesinoen
situación degraveemergenciade la República, ya que noseconcibeque en situacio-
nes denorrnalidadinstitucional,el presidentede la República asuma potestades le-
gislativassin siquiera obtener una delegación legislativa por partedel Congreso.
Escierto queel Texto Fundamental ha establecido al Estado desitio como el úni-
co estado de excepción por el que puede decidirse la suspensión de las garantías
constitucionales. También dispone la Carta Fundamental un cuidadoso mecanismo
para la viabilización de esta figura emergencial, reglando cuidadosamente la ac-
tuación de los poderes públicosdurante su vigencia extraordinaria. Por esta simple
razón, nosotrosentendíamosque admitir el dictado de losdecretosde necesidady
urgencia antes de operada la reforma de 1994, era lisa y llanamente inconstitucio-
nal, pues la Constitución no reglaba la existencia de un estado de excepción en cu-
yo decurso su habilitación fueseviable.
Pese a tal postura restrictiva, la doctrina y particularmente la jurisprudencia,
abrieron paso a estas infecundas regulaciones que quiebran -tal lo interpreta-
mos-drásticamente la vigencia de la regla republicana de división de poderes. A
ello debesumarse, el hecho deque la reforma de 1994 constitucionalizó el institu-
to. Es en tal contexto que esbozaremos un breve análisis de la figura, en los párra-
fosquesiguen.
Respecto del supuesto fáctico que habilita hoy al Poder Ejecutivoa avanzar hacia
laasuncióndefacultadeslegislativasquenisiquieraelCongresodeIaNaciónle hade-
legado, la doctrina de losautoresescoincidente dequesetrata del "Estado de Nece-
sidad",quecoloquealsistemaconstitucionalenelbordedelcolapso. Peroaúnasí, pa-
rala Constitución noresuItasuficienteporsísolalanecesidad, yaqueserequieretam-
bién que seevidencie "urgencia" para el dictadodel mencionado acto normativo.
Creemos nosotros que es entonces la falta de previsión normativa o de funcio-
namiento normal del Congreso, la nota distintiva que debe tener este "estado de

'O Cfr. CSJN en autos "Peralta", LL, 1991-C-518.Esta práctica. claramenteerosionantedel sis-
tema constitucional, había sido iniciada ya en el siglo pasado, habiendo aumentado paulatina-
mente en forma considerable su dictado desde la recuperación del sistema democrático en 1983.
Desde allíy hasta el momentode la reforma de 1994, seemitieron alrededorde quincedurante el
gobierno del doctor Raúl Alfonsín (1983-1989). y másdeciendurante la adminisiracióndel doctor
Carlos Menem-hasta 1992-.Antesdeoperada la reforma de 1994, la doctrina liderada por Ger-
mán Bidart Campos-y a la queadscribimos-losconsideró inconstitucionales. Otrosectorlosad-
mitia porno habersidoellos prohibidosen elTexto Fundamental.
379 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 99 (3")

necesidad", diverso del que habilita la declaración del Estado de Sitio, el funciona-
miento del poder de policía de emergencia o, en su caso, la Intervención Federal.
Debeadvertirseentonces,para habilitarestafiguradeexcepción, unasituacióncrí-
tica, consistente en la parálisisdel sistema -o parte de él-frente a un hecho con-
creto, con repercusionesinstitucionales,querequierela necesidad inmediatadeac-
tuación, para salvaguardarel bien común seriamentecomprometido, decaraa una
amenaza que-además de actual-debeser gravee inminente.
Deberáentoncesacreditarseenelcasoconcreto: a)lainevitabilidaddelaacción
emprendida; b) la razonable adecuación del mencionado decreto con la norma
constitucional habilitante, y c) la razonablevinculación del dictadodel decreto, con
lasituacióndecrisisquepretendidamentelesirvedefundamento.Conello,nosper-
mitimosdiscrepar con aquellosque han sostenido que el dictado de un DNU pudie-
se tener base "supraconstitucional", ya que el mismo debe encontrar su justifica-
ción en el mismo sistemajurídico-político que admite su generación.
Si bien el art. 99 en su inc. 3" pareciera adscribir a la tesis prohibitiva respecto de
la generación de éste tipo de decretos: "... El Poder Ejecutivo nopodrá en ningún
caso y bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir disposiciones de carácter
legislativo ... ",lanormaaclara luegoquesi bien niegasu procedenciaenformage-
nérica, vedando al presidente adoptarla porsíen ningún caso, admite su excepcio-
naldictadoen el marcoemergencial determinado por el Poder Ejecutivo1', contro-
lable tanto por el Congreso de la nación, cuanto por el Poder Judicial, en sus res-
pectivos ámbitos.
Creemos nosotros que se trata de un "acto complejo", generado en un contexto
deemergencia, que no puedeser resuelto solamente por el presidente-en ningún
caso, señala la norma-sinoque requiere paraviabilizarla medida ademásdesuvo-
luntad, el acuerdofavorable de los ministros, con refrendo conjuntosdeellosy elje-
fe de gabinete de ministros, quien asume responsabilidad política en su dictado.
Solo así, el DNU en cuestión estará en condiciones de entrar en vigor (adrefe-
réndum de su aprobación del Congreso, y sujeto a ulterior revisión judicial). Pero
además, esta normativa excepcional, no puedeser dictada en casosqueinvolucren:
a) materia penal; b) materia tributaria; c) materia del régimen de partidos políti-
cos; d) materiadel régimen electoral12.

l1 Esta habilitaciónemergencial debesuponer, en nuestrocriterio. la existencia decrisis ins-

titucional, lo que implica-cuanto menos-un contexto de parálisistotal del sistema, ocasionada


porhechosgravese inminente~~frentea losquenoexista respuesta ninguna de partedel PoderLe-
gislativo, aún pesea habersidorequeridasu intervención. Estoes, imposibilidady no inconvenien-
cia en legislar la cuestión.
l2 Aellodebeagregarse necesariamentela materia dedeclaraciónde necesidadde reforma

de la Constitución, al tratarse esta de una cuestión pre-constituyente y no legislativa, regulada ex-


presamenteenel art. 30 delTextoFundamental.
Art. 99 (3") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 380

Una vez generado el Decreto de Necesidady Urgencia, para el cual el Acuerdo


Generalde Ministrosy losrespectivosrefrendos, resultaesencial,debeeljefedega-
binete de ministros presentarlodentrodel plazo establecido por la Constitución, al
Congresode la Nación, afin deoperativizar elcontrol "político" queatalfin impo-
ne la ley 26.122, reglamentaria de la norma constitucional, por parte de una Corni-
sión BicameralPermanente I3,quepuedeactuar "deoficio" si eljefedegabineteno
remiteel DNU para su conocimientoy evaluación.
El decreto en cuestión quedará aprobado cuando sea ratificado por ambas Cá-
maras del Congreso, que por mandato constitucional y legal deben actuar "de in-
mediato" aunque no se les fije un plazo cierto a tal fin. Igualmente, su ratificación
no lo torna en "ley formal" ya que, por ejemplo, el Poder Ejecutivo no puedevetar-
lo. Si ambas Cámaras lo rechazan, cae, y si una de ellas se pronuncia por la aproba-
ción y la otra por el rechazo, el mismo seguirá vigente14.
Es real también que según el régimen legal vigente, los derechos nacidos en el
contextodel DNU dequesetratese incorporan comoadquiridosoconsolidados ya
que-en su caso-el rechazo solo tiene efectos hacia el futuro.

Referencia jurisprudencia1
1- " ... Con arreglo a una razonable exégesisde losarts. 68 a 73 y 86, inc. 4" [actuales
arts. 75 a 80 y 99, inc. 3"] de la CN, la promulgación y publicación de una ley son actos
distintos. En consecuencia, si la ley 17.391 esexpresa en el sentido de que sus normas
rigendesde la promulgación, debedejarsesinefecto la sentencia que no la aplica por-
que el despido ocurrió antes de su pulicación, entendida por la Cámara como sinóni-
mo de promulgación". [CSJN, autos"Suárez", CSIN-Fallos, 2753741.

2- "...Únicamenteen situacionesde gravetrastorno queamenacen la existencia, la


seguridad o el orden público o económico, que deben ser conjuradas sin dilaciones,
puedeel Poder Ejecutivo Nacional dictarnormasquedesuyo integran lasatribuciones
del Congreso, siemprey cuando sea imposiblea estedar respuesta a lascircunstancias
deexcepción. En consecuencia, el ejerciciode la prerrogativa en examen está sujeto a
reglasespecíficas que exigen un estado de excepción y el impedimento de recurrir al

l 3 La Comisión Bicameral Permanente controla el ejercicio de las potestades legislativasdel

Poder Ejecutivo.Tiene carácter permanente y cumple sus funciones aun en los periodos de receso
del Congreso. El dictamen de la Comisión es en principio obligatorio, pero novinculante respecto
del "pleno"de lascámaras Legislativas. La ley disponequela Comisiónseintegra porochodiputa-
dos y ochosenadores, designados por el presidente de sus respectivascámaras,a propuesta de los
bloques parlamentarios, respetando la proporción de las representaciones políticas, durando en
susfuncioneshasta la siguiente renovación de la Cámara a la que pertenecen, y puedenser reelec-
tos. El quórum para quesesioneestaComisiónes igual a la mayoría absoluta desusmiembros(nue-
ve miembros).
l4 Refiereasimismola ley 26.122, que lascámaras no pueden introducirenmiendas, agrega-
doso supresionesaltexto del Ejecutivo, limitándosea suaceptación o rechazo.
381 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 99 (4")

sistema normal deformacióny sanción de las leyesy contemplan, además, una inter-
vención posterior del Poder Leqislativo". [CSJN, 7/12/04, "Lequizamón.
- RomeroAbel
y otra c. INSSJy P. s / 0 r d i n a r i o " . ~ ~ ~ ~ ~ - 327:5559].
~allos,

...4'. Nombra losmagistradosdela Corte Suprema con acuerdo del Senado


por dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública, convocada al
efecto.
Nombra losdemásjuecesde lostribunalesfederales inferioresen basea una
propuesta vinculante en terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo
del Senado, en sesión pública, en la quesetendrá en cuenta la idoneidad de
los candidatos.
Un nuevo nombramiento, precedido de igual acuerdo, será necesario para
mantenerenelcargoacualquieradeesos magistrados.unavezquecumplan
la edad de setenta y cinco años. Todos los nombramientos de magistrados
cuya edad sea la indicada o mayor se harán por cinco años, y podrán ser re-
petidos indefinidamente, por el mismotrámite.
...........................................................
Antecedentes: CNde 1853, art. 83, inc. 5'. Concordancias: arts. 53, 59,60,75, inc. 20,
99, inc. 19, 108a 112, 114, 115y disposicionestransitorias.

La actual redacción del inc. 4" se encuentra en línea con las reformas habidas al
procedimiento para la designación de magistradosfederales, en particular con la
creación del Consejo de la Magistratura15. En función de estas reformas, el presi-
dentesolo nombra sin la intervención del Consejo de la Magistratura, a los miem-
brosde la CorteSupremadeJusticia de la Nación, previoacuerdodel Senado, quien
requiere de la nueva mayoría calificada dedosterceras partesdesus miembrospre-
sentes para prestarlo. Esta nueva mayoría, válida para prestar acuerdo a todos los
juecesfederales, pareciesedestinadaa intentar el logrodeun másconsolidadocon-
senso para tan trascendentes nombramientos.
Cabedestacar aquíademás, quecon su actual redacción, la norma fundamental
estipula que todas las sesiones de acuerdo, son ahora pública^'^.
Respecto de los demás jueces federales, ellos son nombrados por el presidente
con acuerdo del Senado en sesión pública, aunque en basea una previa propuesta
vinculanteen terna, queefectuarádel Consejodela Magistratura,yen laqueseten-

l5 Art. ll4dela CN.


l6 Con ello se ratifican los dichos del juez Brandeis, de la Suprema Corte de Justicia nortea-
mericana, quien había señalado a su tiempo, que" ... la luz del sol es el más poderosode los desin-
fectantes".
Art. 99 (4") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

drá en cuenta la idoneidad de los candidatos. Esta novedad, introducida por la re-
formade1994,seráanalizadaendetallealabordarseelestudiodelart.114delTex-
t o Fundamental.
El último párrafo de este inciso, que determina el cese del Acuerdo de los Magis-
trados Judicialesal cumplir estossetentay cinco años, quienes podrán obtener nue-
vosacuerdos-renovables por cincoaños más, sin limitaciones-a partirdeallípara
mantenerseen suscargos, fue declarado nulo por la CorteSuprema deJusticia de la
Nación, en un pronunciamiento sin precedentes en nuestra historia constitucional,
aduciéndose para ello que la Convención Reformadora había excedido sus potesta-
des al efectuartal reforma, violando lo expresamentedispuesto en la ley 24.30917.
Al dictar recientemente el precedente "Schifrin", el CimeroTribunal vuelve so-
bresus pasosy reivindica lavalidezconstitucional de la norma, luegodeque un pre-
cedente, firme en primera instancia, había validado la doctrina "Fayt" frente a un
pedido expresode la magistrada Highton de Nolasco, quien luego se excusa devo-
tar en el caso con el que la Corte volvió sobre sus pasos, dieciocho años después, y
con una nueva integración.

Referencia jurisprudencia1
1- " ...Noe~istenienelart.2~nienelart.3~delaley24.309ninguna intención, niex-
plícita n i implícita que permita determinar racionalmente que se autorizó a la Con-
venciónConstituyenteafijar untérminoa lagarantíadeinamovilidaddelosjuecesfe-
deralespor razón de su edad.
Tampocopuedeadmitirserazonablementeque, conmotivodela reformadeunacláu-
sula relativa a las atribuciones del Poder Ejecutivo en la designación de los magistra-

l7 NOSreferirnosal precedente"Fayt".ensentenciadel19/8/99(ED,ejemplardel17/9/99; LL,


ejemplardel 3111/99), suscripto por losministrosNazareno, MolinéO'Connor, Belluscio, Boggiano.
López. Vázquez y Bossert (los dos últimos por suvoto, y con disidencia parcial), y con la disidencia
del ministro Petracchi. Nosotros, con reservas expresadas en nuestro Derecho constitucional ar-
gentino(2000.t. 111, p . 4 1 9 ss.),avalamoslasolución.aunqueentendimosquelacuestióndebió
~ ha-
bersidoresueltaconla intervencióndeconjueces.sosteniendoqueaúnsila inamovilidaddelosjue-
ces nofuese un contenido imprescindible para el sano funcionamientodel sistema democrático, lo
cierto esque la Convenciónnoseencontraba habilitada para modificaresta garantía defunciona-
miento del Poder Judicial. Solo podía modificar las atribuciones del presidente de la Nación para
nombrary removerjueces. pero noalterar lasgarantías institucionalesdefuncionamientodelaju-
dicatura argentina. En contra, el prestigioso jurista Antonio María Hernández, quien adujo para
sostener la constitucionalidad de la norma, entre otras razones, la existencia de potestadesimplí-
citasen la Convención Constituyente, quevalidaronsuaccionar.Aúnasí, y dieciochoañosdespués,
la Alta Cortede Justicia, en suactual composición, revisa su anterior posición y reivindica la consti-
tucionalidad de la norma constitucional al fallar los obrados "Schifrin". EI voto mayoritario se in-
tegróconlosjuecesLorenzetti, Rossattiy Maqueda (estosúItimosporsuvoto)y ladisidenciadel mi-
nistro Rosenkrantz. La magistrada Hightonde Nolasco seexcusó de intervenir.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 99 (4")

dosfederales-materia sí habilitada para su reforma-, la Convención Reformadora


incorporara una cláusula nítidamente extraña a las atribucionesdel Poder Ejecutivo,
como lo es la concerniente a la inamovilidad de losiueces, que afecta uno de los prin-
cipios estructuralesdel sistema político establecid; por lo;constituyentes de 1853".
[CSJN, 19/8/99, "Fayt, CarlosSantiago c. Estado Nacional s/Proceso de conocimiento",

2 - "...Así las cosas, teniendo en consideraciónque el presentecaso es sustancialmen-


te similar al resuelto por la Corte Suprema, y que no se han presentado nuevos argu-
mentosquejustifiquenapartarsedeIoalIídecidido,correspondeseguirel criterioadop-
tadoenel precedentecitado". [Juzg.Cont.Adm. Fed. no6,101U17, "Hightonde Nolas-
co, Elena Inésc. E. N.s/Amparo ley 16.986". Firmeen laInstancia,causa no83.656/16].

3- " ... Elestándarutilizadoenel precedente'Fayt'presentaconsecuenciasque,dege-


neralizarse, demuestran claramente su improcedencia". [CSJN, 15912012 (48-5).
28/3/17, "Schifrin, ~eo~oldo~éctorc.~oder~jécutivo~acionals/~cciónmeramentede.
clarativa", del votodel doctor Lorenzetti].

4- " ... Esclaro que la ley 24.309, incluyó el artículo referidoa la actualización de las

atribucionesdel Poder Eiecutivocomo unode lostemas habilitados para sertratados


esigualmente inocultableque, entre esasatribuciones, seencontraba la imprescindi-
bleinte~encióndel Poder Ejecutivoenel procesodedesignacióndejuecesfederales"
(...)entalescondiciones. cabeconcluirqueelconstituyenterealizóunaexégesisracio-
nalmente posibledel alcancede la norma habilitante; pues, aunque nosea la única in-
terpretación sostenible de aquella, esevidente que tiene sustento jurídico suficiente
enla letradela ley24.309y, sinduda alguna, noconstituyeunagrave,ostensibleycon-
cluyente discordancia sustancial que haga absolutamente incompatible la habilita-
ción conferida y la actuación llevada a cabo por la Convención Constituyente que, de
manera manifiestaeindisputabledesconozca lavoluntadquetuvoelCongresoalejer-
cer su función preconstituyente mediante las previsionesestablecidasen la ley decla-
rativadela necesidaddelareforma". [CSJN,28/3/17, "Schifrin, Leopoldo Héctorc. Po-
der Ejecutivo Nacional s/Acción Meramente Declarativa", del voto del doctor Loren-
zetti, 15912012 (48-S)].

5- " ... La doctrina utilizada enel caso'Fayt'debeserabandonaday sustituida por un

nuevo estándar de control, que sea deferente y respetuoso de la voluntad soberana


del pueblo". [CSJN, 28/3/17, "Schifrin, Leopoldo Héctor c. Poder Ejecutivo Nacional
s/Acción meramentedeclarativa", del voto del doctor Maqueda, 15912012 (48-S)].

6- "...El caráctervitalicio no es un elemento consustanciala la noción de inamovili-


dad ni un requisito constitutivo del Estado de derecho y del sistema republicano".
[CSJN, 28/3/17, "Schifrin, Leopoldo Héctor c. Poder Ejecutivo Nacional s/Acción mera-
mente declarativa", del voto del doctor Rosatti, 15912012 (48-S)].

7- " ...El texto de la ley 24.309, no habilitó a la convención para reducir la duración
del mandatodelosjueces,fijandounplazodiferentealqueestaba regulado porel art.
96 [actual art. 1101de la Constitución.
Art. 99 (5") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Permitirque la convención regulecuestionesqueantes noestaban contempladas por


el artículo cuya reforma es habilitada, sería de la máxima qravedad,
- pues, por esesen-
cilla expediente, se liberaría a la convención de todos los reaseguros, controlesy Iími-
tes creados por la Constitución e impuestos por el Congreso". [CSJN, 28/3/17, "Schi-
frin, Leopoldo Héctor c. Poder Ejecutivo Nacional s/Acción meramente declarativa",
del voto disidente del doctor Rosenkrantz, 15912012 (48-S)].

... 5 O . Puede indultar o conmutar las penas por delitos sujetos a la jurisdic-
ciónfederal, previo informedeltribunalcorrespondiente,exceptoen losca-
sos deacusación por la Cámara de Diputados.
...........................................................
Antecedentes: CNde 1853, art. 86, inc. 11. Concordancias: CN, arts. 63,104.

Esesta la denominadaen doctrina "función jurisdiccional del Poder Ejecutivo".


En este contexto, es "indulto" el acto jurídico por el que la autoridad competente
para hacerlo, deja totalmente sin efecto una pena aplicada por sentencia firme,
emanadade un tribunal también competente para dictarla. Por otra parte, la "con-
mutación de penas es el acto jurídico por el que la autoridad competente para ha-
cerlo, cambia la pena impuesta por sentencia firme de tribunal competente, por
otra más benigna.
El indulto extingue exclusivamente la pena, y siempre es particular y referido a
persona o personas individualizadas.
Entendemosnosotrosque este institutoesen realidad un resabiode los poderes
monárquicos, ejercidos de uso para otorgar el perdón, a modo de graciaT8.El insti-
tuto hasido fundadoen la necesidaddevalidar los "finesdel Estado" y laadecuada
realización de las funciones gubernativas conducentes a la consecución de ese rol
fundamental. Nos referimosaquía la realización de losfines preambularesdecon-
secución del bien común y afianzamiento de la justicia.
De lo expuesto, cabe derivar que cuando el presidente usa su competencia en
materia de indulto o conmutación de penas, actúa comoórganodegobierno, con
facultad para realizar la justicia en una situación concreta y determinadatg.
Las figuras en cuestión funcionan deesta manera: en principio, el presidente de
la Nación solo puede indultar o conmutar penasen causas que se encuentren suje-
tasa lajurisdicciónfederal, y antesde hacerlodebe requerir un informeal tribunal
que entiende en lacausa, lo que se realiza por lavía del Ministerio de Justicia.

l 8 Creemosqueeste institutonodebería tenercabida sistémica en el contextode un sistema


constitucional republicano. donde todosdebemossometernosal imperio de la ley.
l9 Creemos entonces, siguiendo aquí a Bidart Campos, que tanto el indulto como la conmu-
tación de penas, son aaosdeclara y neta naturaleza política y nojudicial.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 99 (5")

Existendiscrepanciasendoctrinarespectodelaoportunidadenquedebesercon-
cedido:si lofuesedespuésdecometidoeldelito(peroantesdeiniciadoelprocesoju-
dicial), entendemosqueseviolaría el p r i n c i p i o d e inocencia q u e poseetoda persona
sometida a proceso, c o m o asimismo, e l derecho de l a víctima a conocer laverdad.
Si se concede después d e c o m e t i d o e l delito, pero antes d e culminar el proceso
judicial y a iniciado en su contra, se violarían a q u í t a n t o el p r i n c i p i o d e inocencia,
c u a n t o las reglasdel debido proceso y el derecho d e l a v í c t i m a a conocer l a verdad.
En vez, si se concede después de c o m e t i d o el d e l i t o y u n a vez dictada sentencia de
condena e n c o n t r a d e l a persona a ser i n d u l t a d a -que se encuentre f i r m e y con-
sentida-, el indulto puede ser concedido, y a que su eventual o t o r g a m i e n t o , res-
petandolasformalidadesexigidaspor IaConstitución, respeta plenamentelosmár-
genesdispuestos e n e l t e ~ t o f u n d a m e n t a l ~ ~ .
Nuestrasfiguras no proceden para loscasosdel juicio político2', ni para lassitua-
cionesdefinidasen el art. 36 d e l texto f u n d a m e n t a l .

Referencia jurisprudencia1
1- " ... El titulardel Poder Eiecutivoestáfacultado para indultara personassometidas
a proceso(...) El indultoa prócesadostienesus~ímites.~ restriccione;en la propiaconsti-
tución Nacional, quecondiciona su ejercicioal previo informede lostribunalescompe-
tentesy sujeta la validezconstitucional de su ejercicio, en última instancia, a la decisión
de la Corte". [CSJN, 1992, "Aquino, Mercedes s/Denuncia", CSIN-Fallos, 315: 24201.

2- " ... El indulto es u n perdón de la pena y n o de la condena (...)por l o tanto al con-


servar su vigencia la condena, declarativa de hechosdelictivosque la motivaron, sub-

20 Discrepamosconla doctrina que interpreta que la "pena" a que se refiereel textofunda-


mental. afin deviabilizarestafigura, sea la quegenéricamentedescribeel Código Penal para lafi-
gura en cuestión, lo que permitiría otorgar indultos oconmutacionesde pena a personas "proce-
sadas" pero sin condena. Es quesegún lo interpretamos, su aceptación permite un serio y preocu-
panteflancode infiltración del Poder Ejecutivoen el ámbito propiodel PoderJudicial,vedado por
losart.29.109.75, inc.22yconc.dela CN.Si bien IaCorteSupremadeJusticiadela Naciónse ha mos-
tradovacilanteen este punto, sus pronunciamientos más recientes adoptan la doctrina quejusta-
mente rechazamos.Detodos modos, este proceder ha merecido el reproche al Estado nacional por
parte del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, que decidió oportunamente que "... el
indultootorgadoa un procesadoes incompatible con normasde la DeclaraciónAmericanade De-
rechos Humanos, y la CADH, por lesionar el derecho deacceso a la justicia y a la protección j~dicial,
y por incumplimiento oe la obligación asumida por el Estado Argentino para efectivizartales de-
rechos" - d r CIDH. Informe no28delU10192frentea la impugnación oel decr. PEN (Argentina) n"
100U92. qbefuera declarado inconstitucional por la Cortesuprema de J~sticiade la República Ar-
gentina enel caso"Aquino"del14/10/92-.
2'
Para Bidart Campos. tampoco pueden indultarse losdelitosconstitucionalesasidefinidos
porel propio texto fundamental (arts. 15,22,29,36 y 119). Sin coincidircon tal postura, salvo para
el caso del art. 36, que incluye expresamente esta veda, s i aceptamos que el presidente no podría
indultarse a simismo.
Art. 99 (6'17") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

siste la declaración de culpabilidad y permanece destruida toda presunción de ino-


cencia". [CSJN-Fallos, 316:832].

...6". Concedejubilaciones, retiros, licenciasy pensiones conforme a las le-


yes de la Nación.

Antecedentes: CNde 1853, art.83, inc.7". Concordancias: CN, arts.14bis. 75, párr. 39
inc. 20.

Son estos, actos de administración referidos a los empleados de la Administra-


ción Pública Nacional, y la Constitución hace aquí referencia a aquellos que se en-
cuentran vinculados al sistema jubilatorio de reparto en las cajas estatales de la se-
guridad social. Por tratarse estos de una forma de seguro social, no los concede el
Poder Ejecutivo, sino derechamente losorganismosdel sistema previsional. En este
momento, tal atribución es ejercida por la Administración Nacional de Seguridad
Social (ANSeS), ley 24.241 22. Hoy la ley 26.245 unifica el sistema en el Sistema Inte-
grado de la PrevisiónSocial (SIPA).
Señala E k r ~ e k d j i a n
respecto
~~ de las licencias referidas en este inciso, que son
aquellas correspondientes al personal de la administración pública, que en los he-
chos no son concedidastampoco en forma directa por el presidente, sino por los je-
fes de las diversas de~endenciasadministrativas.
Finalmente, respecto de los "montepíos" a que antes se refería la norma, ellos
eran concesiones efectuadas a particulares para establecer cajas de ahorro u otor-
gar préstamos prendarios, con el objeto de socorrer a viudas y huérfanos. Al mo-
mento de operarse la reforma de 1994, ya ellos habían caído en desuso.

Referenciajurisprudencial
- " ...El instituto de la pensióntiendea proteger el núcleo formado por los integran-
tesde la familia cumpliendo, deeste modo, conel obietivo constitucionalde alcanzar
la protección integral de la familia mediante un sistema de seguridad social". [CSJN,
26110193. "Vila, Cándido c. Caja Nacional de Previsión de la Industria, Comercio y Acti-
vidades Civiles"].

...7".
Nombra y remueve a los embajadores, ministros plenipotenciarios y
encargados de negocios con acuerdo del Senado; por sí solo, nombra y re-

22 Cfr.BOdel 18/10193, n024.745.Esta leyfueaciualizada y10 modificadas lafecha por 1088


normasdediversa índole.
23 Ekmekdjian, Tratadodederechoconstituciona1.t.V, p. 119.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 99 ( 7 " )

muevealjefedegabinetede ministrosy a losdemásministrosdel despacho,


los oficiales de su secretaría, los agentes consulares y los empleados cuyo
nombramiento no está reglado de otra forma por esta Constitución.

Antecedentes: CNde 1853, art. 83, inc. 10. Concordancias: arts. 16,72,75, inc. 20.99.
inc.4", 13,19 y disposicióntransitoria duodécima.

Lafacultad de nombrary remover al personal diplomáticoesexclusiva del Poder


Ejecutivo, aun cuando deba contar para ello con el Acuerdo del Senado. Nos en-
contramos nuevamente, como en el caso del art. 99, inc. 3", entre otros, de un acto
complejoque parasu culminación requiere, en estecaso, laconcurrenciade dosdis-
tintos poderes de Estado24.
Aún con lo expuesto, queda claro que es aquí el presidente quien propone-es
su facultad-yel Senadoquien acuerdatal nombramiento. Ello noinhibeal primer
mandatario de ameritar, al momento de la postulación, las razones por las que se
elige aesecandidato y noa otro. De todas maneras, esclaro queestosfuncionarios
no son pasiblesde remoción por juicio político, ya que estees un procedimientoes-
pecial solo reservado para aquellos indicados expresamente en la pertinente nor-
ma constitucional ata1 fin.
Es-finalmente- potestad expresa y exclusiva del presidente, la de nombrar al
jefe de gabinetede ministros, a los restantes ministros de su despacho, oficiales de
su secretaría, agentesconsulares.
También nombraaaquellosempleadoscuyo nombramiento no está reglado de
otra forma por la C o n ~ t i t u c i ó n ~ ~ .

Referenciajurisprudencia1
-" ...La discrecionalidad no essinónimo de arbitrariedad, porque los titularesde los
poderes estatales no pueden convertir a los actos de la Administración en reflejos de
caprichosindividuales". [CNCiv.,SalaA, 1/7/91, "GallardoF.c.MunicipalidaddelaCiu-
dad de BuenosAires", ED, 143-4071.

24 Claro es que para perfeccionarestas designaciones. asicomo las de losjueces. se requiere


del dictado de undecretoque los ponga enfunciones.Aúnasi.el actose perfecciona con el Acuer-
dode1Senado.y unademoraenponerenfuncionesal nombrado porpartedelPoder Ejecutivo, una
vez prestado el Acuerdo respectivo, implicaría una omisión inconstitucional que daría derecho al
electo para ocurrir en justicia.
25 BienenseñanaquiVicente-Barroso,ConstituciónFederaldelaRepÚblicaArgenthaComen-
tada, p. 320,que" ... porsu parte, como remanentedesujefatura administrativa(hoy parcialmente
compartida en cuantoa su ejercicio, coneljefedegabinete), lequeda la atribuciónde nombrar por
simismoatodootrofuncionarioquenotenga unmodoespecialdedesignaciónprevistoporelcons-
tituyente, laqueseejercitadeun modo paraleloa laqueseconsagraenelinc.3"delart. 100".
Art. 99 (8'19") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

... 8". Haceanualmentelaaperturade lassesionesdelCongreso, reunidasal


efecto ambas Cámaras, dando cuenta en esta ocasión del estado de la Na-
ción, de las reformas prometidas por la Constitución, y recomendando a su
consideración las medidas que juzgue necesariasy convenientes.
...........................................................
Antecedentes: CNde 1853, art. 83, inc. 11. Concordancias: CN, arts. 63,104.

...9". Prorroga las sesiones ordinarias del Congreso, o lo convoca a sesiones


extraordinarias.cuando ungrave interésdeordenode progreso lo requiera.

Antecedentes: CN de 1853, art. 83, inc. 12. Concordancias: CN, arts. 63 a 67.99, inc. 8O.

Los incisos precedentes, que remiten necesariamente al análisis del art. 63 y SS.
de la Constitución, están referidosen esencia a las relacionesentre el Poder Ejecuti-
voy el Legislativo, queobligan en estesupuestoal presidentea brindar un informe
anual al Congreso, quien actúa como "control horizontal" del sistema constitucio-
nal, pero asimismo le imponen al Poder Ejecutivo la puesta en funcionamiento del
Parlamento. determinando no solo su Dotestaddea~erturadelassesionesordina-
r i a ~sino
~ ~la, desu prórroga en caso deser ello menester.
Apartirdeacaecida la reformaconstitucionalde 1994, esta importantísima reu-
nión de la "Asamblea Legislativa" para proceder a la apertura de las Sesiones Or-
dinariasdel Congreso, puede realizarseen cualquiera de lasdoscámaraslegislati-
vasvnosolamenteen el recintodel Senadode la Nación, comoantes lo indicaba la

Al "abrir" lassesionesordinarias del Congreso, el presidente de la Nación efec-


túa-de uso-un recuentodeloslogrosobtenidos, produciendoundetalledelasi-

26 "Antesdeoperarse la reformade 1994, existía la duda dequésucedería si el presidente no


lasconvocaba afinde leerallísudiscursodeapertura: ladoctrina. engeneral, sostenía que la aper-
tura de lassesionesdelcuerpo legislativo no podía dependerde la voluntad del Poder Ejecutivo, y
en consecuencia. se aceptaba que ellas pudiesen comenzar aún sin ser convocadasa la lectura del
discurso inaugural por partedel presidente. Detodos modos, ha señalado en este punto Pellet Las-
tra (El poderparlamentario, p. 185). que en nuestra historia constitucional no siempre los presi-
dentes han respetado esta apertura. En 1930, al 6deseptiembre. momento del golpede Estadoal
gobierno de Irigoyen, el Congreso no había sesionado ni una sola vez, dado que ni el presidente
abrió lassesiones, ni el Parlamentoseautoconvocó. Hoy la reforma de 1994 ha disipado esta duda.
y conforme lodisponeel art. 63 de la CN: "... ambascámarasse reuniránporsímismasen sesiones
ordinarias" (textual de la norma, la cursiva me pertenece).
27 BienexpresanaquíSabsay-Onaindia, La Constitución delosargentinos, p. 244, que" ... el
cambio respondea necesidadesdetipo material, puesel recinto del Senado, dadassus reducidasdi-
mensiones, desde hace mucho tiempo ya noera utilizadoa estosefectos".
389 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 99 (1 011 1)

tuación en queseencuentra la Nación, y planteaademás, losobjetivospolíticospa-


ra el año parlamentario, así como las principales leyes que espera apruebe el Con-
greso en el período que se inicia28.
Expresa además el inc. 9" del art. 99, el contexto en que la convocatoria a sesio-
nes extraordinarias del Congreso puede ser efectuada por el presidente de la Na-
ción, y esto es, cuando un grave interés de orden o progreso lo requiera29.No nos
queda duda alguna deque la Constitución asigna aquíal presidente, la competen-
cia exclusiva para convocar a estetipo de sesiones,. aue
. son aauellas inducidas ante
la evidente necesidadde queel congreso de la e ación ejerzade modo inmediato y
urgente, sus competencias específica^^^.

...10. Supervisa el ejercicio de la facultad del jefe de gabinete de ministros


respecto de la recaudación de las rentas de la Nación y de su inversión, con
arregloa la ley o presupuesto de gastos nacionales.

Antecedentes: CNde 1853, art. 83, inc. 13. Concordancias: CN, arts.4". 94 16, 17, 52,
75, incs. 1°a4", 7O. 8: 100, inc.7". 126.

Es esta una facultad quecon anterioridad a la reforma de 1994, era propia e in-
delegable del presidentede la Nación. Ahora la ejercita el jefe de gabinete de mi-
nistros(art. 100, inc. 7", CN),con supervisión por parte del primer mandatario, en su
carácter de jefey responsablepolítico de la administración general del país.

...11. Concluyey firma tratados, concordatos y otras negociacionesreque-


ridasparael mantenimiento de buenas relaciones con lasorganizaciones in-

28 Bien expresa aqui el reconocido constitucionalista Toricelli, Organización constitucional


delpoder, t. II, p.43, que este discursodeapertura "...tiene un carácter netamente político".
29 Esta última frasefue extraída del proyectodeConstitucióndeJuan B.Alberdi(1852),aun-
quede lasactasdela pertinentesesiónconstituyente (1853). nosurgefundamentoalguno para su
inclusión. La lógica indica que la norma se refiere a supuestos de gravedad tales como la declara-
ción de guerra, la intervención federal dispuesta por el presidente en receso del Congreso, etcéte-
ra.Claroesquela determinaciónde laextremagravedaddelcaso, quedadentrodela esferadedis-
crecionalidad del Poder Ejecutivo, y no puede ser cuestionada por el Congreso.
Por esta razón, es de práctica parlamentaria habitual que el marco de debate en esas se-
siones; queda limitado al temario impuesto por el presidente. habiéndose aqui ampliado la res-
tricción a materias legislativasque no se relacionen con el tema para queel Congreso ha sidocon-
votado a sesionar. No cabe entonces hablar en estos supuestos, de autoconvocatoria, o de exten-
sión del temarioa tratar, por partedel Congresode la Nación.
Art. 99 (1 1) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

ternacionales y las naciones extranjeras, recibe sus ministros y admite sus


cónsules.
-------------------------------------------------------

Antecedentes: CNde 1853, art.83, inc. 14. Concordancias: CN, arts. 27.31.75. incs. 13,
15,22a24;99,inc.7~116,117,126.

Es claro que existen elementos propios de la política internacional, que imponen


al sistema constitucional argentinodeterminada distribución de competenciasenes-
ta materia, razón por la cual un tratado internacional debidamenteaprobadoy con-
cluido, resulta ser siempre un acto complejo para el ordenamientojurídico local.
También hemosseñaladoen otro puntodenuestroanálisis,queenel manejo de
las relaciones exteriores, la autoridad política radica en el presidente3', perotam-
bién radicaella en el Congreso, actuandoambos poderesde Estadoen ciertoscasos
de modo independiente, y en otros, en forma conjunta, cuando de la celebración
de instrumentos internacionalesse trata32.
Respectodelrol quelaConstitución le imponeal presidenteen esta materia,que
incluye la ratificación de los tratados internacionales, puede ser expuesta en dos
sentidos, ya queel primer mandatariovincula finalmente, luego de la aprobación
del Congresoa la Nación, a travésde la ratificación, o puede liberarla desus obliga-
ciones con su denuncia.
Por ello, es del caso resaltar que fuera de las limitaciones constitucionales y le-
galesantes señaladas, la competencia presidencial en esta materia es plenaria.

Referenciajurisprudencial
1- " ...Lasdeclaraciones, derechos y privilegios sustentados por la Nación en sus de-
bates en el fuero internacional por el órgano de los poderes que creó y autorizó ple-
namente para elloensu leyfundamental, pudieransertraídosajuicio, discutidosyde-
sautorizados ante otro de sus ooderes internos. a instancias del interés orivado v en
pugna con losaltos interesesgenerales del Estado, concíbese, desde luego cuanto in-
conveniente de trascendental imoortancia no traería un conflicto semeiante para la
respetabilidady decoro del país".
" ... Esta política firma de la Nación sustentada persistentementeen lasdeclaraciones

y actos internacionalesdelPoder Ejecutivoquequedan relacionados, durante la larga y


accidentada gestión diplomática a quedio lugar el tratadode Iímitescon el Paraguay
y debe prevalecersu autoridad históricay su eficaciajurídicasobre lasaisladasafirma-
cioneshechasadlibitumen librosde propaganda comercial y política;y esta autoridad

Veaseal respecto, nuestro comentarioal inc. 1" del art. 99de la CN


Señala en este punto Sola, Manual de derecho constitucional, ps. 253 y 254, que era en-
toncesnormal" ... quelosconstituyentesargentinos,siguiendoelejemplodelosnorteamericanos,
consideraranfunción primordialdel gobiernofederal, el manejode lasrelacionesexterioresy par-
ticularmente que el presidentefuera un actorcentral en ellas".
391 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 99 (1 211 5)

de lasdeclaracionessolemnesdel gobierno argentino formuladasen aquella oportu-


nidad acerca de la indiscutiday evidente iurisdicción y dominio nacional sobre el terri-
toriodel Chaco, no puededemanera algunaserdesconocidani puestaenduda por los
tribunalesde justicia de la Nación y de lasatribucionesque la Constitución ha dado al
presidente para representación diplomática y conclusión de los tratados internacio-
nales". [CSJN, "Fisco Nacional c. MadameLynch", CSJN-Fallos, 115:189].

...12. Escomandanteenjefe detodas las FuerzasArmadasde la Nación.

Antecedentes: CNde 1853, art.83, inc. 15. Concordancias: CN,arts.21,52,75, incs. 16,
25 y 27; 99, incs. lo,
13 a 15; 126.

13. Provee los empleos militaresdela Nación:conacuerdodel Senado, en la


concesión de los empleos o grados de oficiales superiores de las FuerzasAr-
madas; y porsísoloen elcampode batalla.

Antecedentes: CNde 1853, art.83, inc. 16. Concordancias: CN,arts.21,75, incs.20.27;


99, incs. 12, 14, 19.

14. Dispone de las FuerzasArmadas, y corre con su organización y distribu-


ción según las necesidadesde la Nación.

Antecedentes: CN de 1853, art. 83, inc. 17. Concordancias: CN, arts. 21.75. incs. 25 a
28,99, incs. 12a 14.

15. Declara laguerra y ordena represaliasconautorizacióny aprobacióndel


Congreso.

Antecedentes: CNde 1853, art.83, inc. 18. Concordancias: CN, arts.21,52,75, incs.25
a 28.99, incs. 12 a 14.

Nos encontramos aquícon los poderes militaresy de guerra del presidente. De-
be ser señalado, que en ese contexto, el primer mandatario de la República con-
centra en sí la mayor jerarquía institucional de las FuerzasArmadas de la Nación.
Con la reformadela ley 26.39433, nosolose derogaelviejoCódigodeJusticia Mi-
litar, sinoquetambién seabordan a este respecto, lossiguientescincopuntosprin-

33 Recomendamos, para profundizarel tema, la lectura de nuestra obra, escrita en conjunto


conTazza.Sistemajurídicomilitar.2010;queaborda la problemáticaencuestión, endetalle. loque
excedeal resumido análisisqueconvocael presentetrabajo.
Art. 99 (1 211 5) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

cipales: 1)el tratamientode losdelitosesencialmente militares, se hará por ante la


jurisdicciónfedera1,con loqueseeliminaeldenominado "fueromilitar" paraeljuz-
gamiento de delitos cometidos por miembros de las Fuerzas Armadas; 2) se modi-
ficó el Código Penal de la Nación y el Código Procesal Penal de la Nación, tipificán-
dose los delitos esencialmente militares, fijándose la pena para el personal militar
responsable y estableciéndose un procedimiento penal militar para tiempos de
guerra y otrosconflictosarmados, a lo que se agrega un anexo con instruccionesa
ser impartidas a la población civil para tiempo*deguerra y otros conflictos arma-
dos, y las facultades conferidasa las autoridades militares respecto de la población
civil en el marco de esas instrucciones; 3) se elimina en forma definitiva la pena de
muerte del ordenamiento jurídico argentino; 4) se reformula el régimen discipli-
nario militar, respetándoseen el nuevo trazado las garantías constitucionales, y la
vigencia plena de losderechos humanos, adecuándose también lasconductassan-
cionadas y los procedimientos, a las necesidades del servicio militar moderno, y 5)
se legisla un reordenamiento de los servicios de justicia en el ámbito militar, creán-
dose un servicio de justicia común a la totalidad de las FF.AA., en un intento deeli-
minación deaquella burocracia probadamente ineficiente y redundante.
Desarrollaremos, seguido, y siguiendo aquí el muy solvente esquema trazado
por F a r r a n d ~cuálesson
~~, los rolesquevinculan y subordinan la institución militar,
al presidente de la Nación:

VINCULACIONES DE LAS FUERZAS ARMADAS Y EL PODER EJECUTIVO


MODALIDADES CONSTITUCIONALES DE LA SUBORDINACIÓN DE LA INSTlTUCldN MILITAR
AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

ELEMENTO ELEMENTO ELEMENTO ELEMENTO ELEMENTO


CAUSAL SUBJETIVO TEMPORAL MODAL TELEOLÓGICO
¿PORQUÉ SE LAQUIÉNSE ¿CUANDOSE i c d ~ SE
o ¿PARAQUÉ
MANDA? MANDA? MANDA? MANDA? SE MANDA?
Mando es la Las atribuciones La comandancia La atribución Es claro que en
autoridad y presidenciales en jefe no de mando se nuestro sistema
responsabilidad de comandancia implica la desarrolla en constitucional,
conquese ha de las FF.AA., obligación de ejercicio de la causa final del
investido se ejercen tanto asumir personal- funciones poder y su
adeterminada en tiempos de mente el co- administrativas ejercicio, es el
persona para paz como en mando de las pero la atribu- bien común,
conducir una tiempos de fuerzas militares ción militar en el contexto
unidad, y denota guerra. en campaña. de "mandar" democrático.
poder legal El ámbito tem- Los presidentes será efectuada El sometimiento
sobre los Urquiza y Mitre en ejercicio
poral del poder de las FF.AA..
subordinados. presidencial en se situaron de la función

34 Farrando, "La Jefatura Militar", enAA.W.,Atribucionesdelpresidenteargentino,p. 481


vss. Recomendamos la íntegra lectura del capitulo.
393 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO A r t . 99 (1 211 5)

El presidente este punto, (a su tiempo) al administrativa a la Constitución


ejerce constitu- comprende la frente de las o de gobierno. y a las leyes,
cionalmenteel totalidad del fuerzas militares El presidente consolida
mando supremo período por en campaña. ejerce su mando el derecho a la
de las FF.AA., elque ejerce El presidente en razón de que libertad. y
por delegación sus funciones. comanda por posee grado particularmente
de las provincias, medio de militar, de ellas mismas:
porelloel presi- órdenes que y devenga los Fuerzas Arma-
dente representa desde el punto honores que se das en un
lacúspide de la de vista juridico, corresponden contexto
pirámide revisten la al mismo. democrático.
administrativa forma de actos Así, y debido a Coincidimos con
militar, y órgano administrativos. su comandancia, Bidart Campos,
jerárquico
La característica tiene en tanto señaló
superior de esa
de las órdenes las siguientes que toda
organización.
que imparte funciones: doctrina sobre
Las FF.AA. el presidente de direcciónlre- el poder
representan una al ejercer este glamentarias, de político, debe
modalidad de rol, es la nombramientos, coincidir
desconcentra- discrecionalidad. de ejecución, en la necesidad
ción "sui Actúa disciplinarias y y conveniencia
generis", que ejerciendo su derivadas. de someterle y
implica, por un comandancia subordinarle a
lado, la distribu- en rol político, él, la estructura
ción funcional de en tiempos de militar.
lacompetencia guerra ya en rol
de ladefensa administrativo,
nacional, y por el en tiempos
otro, la existen- de paz.
cia de una legis-
lación especial
que las rige
(fuero militar).

CONSTITUCIÓN NACIONAL Y FUERZAS ARMADAS


ROLES EXPRESAMENTE ATRIBUIDOS AL PRESIDENTE DE LA NACIÓN

EMPLEO MILITAR PROVISIÓN DE DISPOSICI~N UTILIZACI~N


Y FUNCI~N EMPLEOS DE FUERZAS DE PODERES DE
PÚBLICA MILITARES MILITARES GUERRA POR PARTE
DEL PRESIDENTE

El Presidente provee CONACUERDO DEL A f i n demantener La declaración de


losempleosmilitares SENADO y consolidar la paz guerra (hoy en
de la Nación (salvo Implica unagarantía interior, puede: desuetudo en el
delegación que haga federal afavor de las Llevara todas las derecho internacio-
expresamente en el provincias. fuerzas militares, sin nal), le incumbe al
Art. 99 (1 6) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Jefe de Gabinete, Una manera de evitar recabaracuerdo presidente en el


en aquellos ascensos queel presidente del Poder Legislativo, ejerciciode la función
o nombramientos que favorezca deun puntoaotro gubernativa que
no requieran acuerdo discrecionalmente de la República. compete al Poder
del Senado. a sus "amigos". Disponerel manejo, el Ejecutivo.
La facultad Setratade una actua- alta y la baja de las En virtud de sus
de nombramiento. ción específicade la tropas reclutadas, en poderesde guerra, no
implica también denominada "teoría formadiscrecional. puedeel presidente
la de remoción de loscontroles". de la Naciónviolar la
(el Congresoesel que Dentro desu facultad
SIN ACUERDO DEL dedistribución, puede Constitución, ni
crea losempleos quebrantar las
militares). SENADO trasladar, concentrar, o
hacer permaneceralas garantías
Los grados inferiores de los ciudadanos.
al de Coronel y sus fuerzasmilitares
equivalentes. nacionalesen
determinado punto del
Los grados superiores,
país,y tambiénalas
cuando lo sea "en miliciasprovinciales, en
comisión"durante los
cuantosean llamadas
recesos del Congreso. porel ejército nacional.
Cualquier grado. en el Paradisponerlasalida
frentede batalla. delastropasmilitares
del país,debe recabar
autorización
del Congreso.

Referencia jurisprudencia1
1- " ...la declaración d e guerra faculta a losórganosdegobiernoquedeban condu-
cirla, ejecutiva o legislativamente, a realizar t o d o l o necesario q u e n o esté expresa o
indudablemente prohibido por la legislacióndel país, hasta donde l o permitan u o b l i -
guen las necesidades militares y los intereses económicos políticos conexos con aque-
llas". [CSJN, 1948, "Química Bayer S.A. c. Nación Argentina s1Expropiación inversa",
CSIN-Fallos, 21 1:497].

2 - "...El estado d e guerra comienza en el momento d e la declaración deella, aun-


que la lucha militar n o haya comenzado, y subsiste mientras nose haya formalizado la
paz". [CSJN, 1946, "Mari, C é s a r K a r t a deciudadanía", CSIN-Fallos, 204:418].

...16. Declaraenestadodesitio unoovarios puntosde la Nación,en casode


ataque exterior y por un término limitado, con acuerdo del Senado. En caso
deconmocióninteriorsolotieneestafacultadcuandoelCongresoestáenre-
ceso, porque es atribución que corresponde a este cuerpo. El presidente la
ejerce con las limitacionesprescriptasen el art. 23.

Antecedentes: CN d e 1853, art. 83, inc. 19. Concordancias: CN, arts. 23,29,43 in fine,
61.75, inc. 29,109.
395 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 99 (1 7 )

Cabe aquí remitir, en principio, al comentario del art. 23 del Texto Fundamental,
regulatoriodel principal institutodeemergencia regulado por nuestraConstitución.
Laconstitución leofrece aquícompetencia excepcional y portiempo limitadoal
presidente paradeclararl0,en el casodedarseel supuesto en que la Nación seviese
agredida por un ataque a su integridad territorial, independencia o soberanía de
parte de una potencia extranjera (ataque exterior).
Aún así, esta excepcional atribución requiere del Acuerdo del Senado de la Na-
~ i ó n ~ ~ .
Para el restante supuesto previsto por la Carta Fundamental (conmoción inte-
rior, que ponga en grave peligro a la Constitución Nacional o sus autoridades que
ella crea), ladeclaración escompetencia regular del Congresode la Nación, pudien-
doelpresidentedeclararlosolamenteenelexcepcionalsupuestodenoencontrarse
el Poder Legislativo reunido en sesiones36.En estecaso lequeda a loslegisladores la
potestad de aprobarlo, rechazarlo o suspenderlo al reunirse n ~ e v a m e n t e ~ ~ .

Referenciajurisprudencia1
1- " ...la manera como el Poder Ejecutivo ejerce su facultad privativa de arrestar y
trasladar personasduranteelEstado desitio noestá sujeta al contralor de lostribuna-
lesdejusticia, salvo lasfrancastransgresionesa los Iímitesconstitucionalesy en cuan-
to estas puedanexigir el restablecimientodederechosy garantíasconfiadasasufun-
ción, a la queson extrañoslosexcesosquepueda cometerdicho poder en el uso de las
mencionadasfacultades". [Cfr. CSJN-Fallos, 23:257,en autos "José FedericoGarcía"].

...
17. Puede pedir al jefe de gabinete de ministrosy a los jefes de todos los
ramos y departamentos de la administración, y por su conducto a los demás
empleados, los informes que crea convenientes, y ellos están obligados a
darlos.

Antecedentes: CNde 1826, art. 98. Concordancias: CN, art. 99, incs. 1", ZO,79 10,100.

35 Estesupuestosolo haacaecidoentrenosotros.enelcasodelaguerracontra Paraguay, don-


deel Estadode Sitiofue declarado porel presidente Mitredada la invasión detropas paraguayasa
la provincia de Corrientes.Bien señalan en este punto Vicente - Barroso (ConstituciónFederalde la
RepublicaArgentinacomentada, p. 324). queesta fueuna declaraciónanómala. "... puesto que la
disposiciónpresidencialsedictó el 16 deabril de 1865y por noestarreunidoel Congreso en sesiones
ordinarias,elAcuerdodelSenadoFederalseprestóconposterioridad,el16demayodelmismoaño".
36 N ~ s ~ t r ~ s e n t e n d e m ~ s q u e a úesteexcepcional
nen supuesto. el presidentedebeconvocar
inmediatamenteal Congreso para quetrate la cuestión.
37 Remitimosaquíal más profundo estudioquede la figura efectuamosen nuestroDerecho
constitucionalargentino,2000, t. II, y que excede el acotado marco de análisis queamerita la pre-
senteobra.
Art. 99 (1 8/19) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Si bien este inciso sevincula directamente con el art. 100del texto fundamental,
a cuyo análisis remitimos, debemos expresar aquí, que esta atribución se relaciona
directamente con la responsabilidad política que el inc. lo de este artículo pone en
cabeza del presidente de la Nación, y de allíderiva la potestad presidencial de su-
pervisión, respectode la actuación desusdependientes, en la instancia administra-
tiva de su actuación38.
Este inciso no hace, en consecuencia, másque ratificar la relación jerárquica que
de hecho y de derecho existe entre el presidente de la Nacióny todos sus ministros.

...18. Puedeausentarsedel territoriode la Nación, con permisodelcongre-


so. En el receso de este, solo podrá hacerlo sin licencia por razonesjustifica-
das de servicio público.
-------------------------------------------------------

Antecedentes: C N d e 1853, art. 83, inc. 21. Concordancias: CN, arts. 34 88,129.

Claramente no se trata esta de una atribución del presidente, sino una expresa
limitación a su movilidad, en tiemposde ejercicio desu mandato39.En realidad ha-
bíaoperadoaquíunaclara "mutaciónconstitucional", puesel presidenteseausen-
taba diariamente de la Capital Federal para pernoctar en la quinta presidencial de
Olivos, sita en territoriode la Provinciade BuenosAires, y ello no podía concitar in-
fracción ninguna.
Es por ello que la reforma flexibiliza adecuadamente la norma en cuestión, se-
ñalando que tal autorización solo debe recabarseen caso de la salida del presiden-
te del país, ello por estrictas razones de gobierno y administración. Lo que resulta
más apropiado.

... 19. Puedellenarlasvacantesdelosempleos,querequieranelacuerdodel


Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en
comisión queexpiran al fin de la próxima Legislatura.
-------------------------------------------------------

Antecedentes: C N d e 1853, art. 83, inc. 23. Concordancias: CN, art. 99, incs.4', 7O, 13.

38 Señala aquíEkmekdjian, Tratadodederechoconstitucional,t.V, p. 144, que "...práctica-


mentetoda ladoctrina está deacuerdoen queesta cláusula essuperabundante, ya que la facultad
que le atribuye al presidente, surge del poderjerárquico que tiene sobre todos los ministros y de-
más funcionarios y empleados, dado su carácter de jefe de la Administración Pública". Nosotros
compartimosesta reflexión.
39 Ekmekdjian, Tratado de derechoconstitucional, t. V. p. 145, con cita a AgustíndeVedia, ex-
presa que deantiguo. esta normativa seencuentrafundada "...en motivos históricos; más concreta-
397 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 99 (1 9)

Son estos los denominados "nombramientos en Comisión", a partir de los cua-


lesse faculta al presidentede la Nación a nombrar por síafuncionariosy magistra-
dos que de uso deben serlo con acuerdo del Senado en casos puntuales y con estric-
tos limites.
En principio, las vacantes así producidas deben acaecer al momento de encon-
trarse en receso, el Senado que debe prestar el pertinente acuerdo. En este punto,
la doctrina mayoritariay la propia jurisprudencia delaCorteSuprema deJusticia de
la Nación, han señalado queel término "queocurran durantesu receso", debeser
interpretado comoabarcativodeaquellascircunstanciasen lascualeslavacanciase
produce durante el período de sesiones, pero que subsisten al tiempo en queel Se-
nado se encuentra en receso40.
Por nuestra parte, entendemos que la norma debe ser interpretada en el senti-
do más estricto de su literalidad. Lasvacantes en cuestión deben producirse, tal lo
interpretamos, en momentos del receso del Senado. No antes ni después. Concor-
damos en este sentido, con lo señalado por Pérez Guilhou4', en cuanto a que los
nombramientos en cuestión son provisorios o interinos, efectuados solo para ase-
gurarel funcionamiento del cargovacante, sin detrimento de lasfunciones propias
del Senado, de prestar acuerdo.
Esta atribución tiene sellado su limite en la propia norma constitucional, ya que
estos nombramientos durarán en principio, mientras el Senado no rechace el plie-
go del nombrado en comisión, negando el correspondiente acuerdo. Dada esta si-
tuación, el funcionario en cuestión deberá abandonar el cargo.
Pero también puede perfeccionar este nombramiento temporario, prestando
acuerdo, con lo que el candidato adquiere entonces, la estabilidad que otorga la
Constitución.
Finalmente, si el Senado guarda silencio en el siguiente período desesionesor-
dinarias posterior al nombramiento en comisión del candidato, el nombramiento
expirará automáticamente el 30 de noviembre de ese año, con lo que el "comisio-
nado" deberá también dejar el cargo.

menteen la circunstanciadeque la provincia de Buenos Airesen 1853 seseparadela Confederación


y, sinembargo,el art. 3"de laconstitución, establecía lacapital Federal en la ciudaddeBuenosAires".

40 Cfr. Gonzálezen"Informede la Comisión de AsuntosConstitucionalesdel H. Senadode la

Nación",el24/8/17,DiariodeSesiones,año 1917.t. II, p.713; ídem.CSJN, Res. 1494190, ED,ejemplar


del 2B/U91,concomentariofavorabledeBidartCampos. ED.ejemplardel281U91.Se haentendido
entonces, que el Congreso se encuentra en receso cuando notiene sesiones ordinarias, extraordi-
n a r i a s ~de prórroga. La voz"próxima legislatura" incluye a las sesionesordinariasy lasde prórro-
ga, noasía lasextraordinarias.
41 Pérez Guilhou, "El Ejecutivo, y el acuerdo del Senado", en AA.VV., Atribucionesdelpresi-
dente argentino, p. 400.
Art. 99 (20) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

El presidentetiene potestad para renovar el nombramiento, oefectuarotra pos-


tulación "en comisión" si vuelven a darse las circunstancias previstas por el Texto
Fundamental.
Referencia jurisprudencial
1- " ...sinperjuiciodelaopiniónque pudo habernosmerecidolageneracióndel pro-
cedimientodispuesto porelart.99, inc. 19, por partedel señorpresidentedela Nación,
es claro que la ulterior adopción, por parte del Alto Dignatario, de la mecánica esta-
blecida en el decr. 222103 que regula solamente la facultad presidencial de nombrar
magistrados de la Corte Suprema de Justicia de la Nación conforme l o dispone el art.
99, inc. 4" del Texto Fundamental (art. 1" ysus considerandos), y. se encuentra actual-
mente en pleno proceso decumplimiento, revierte la tesitura del análisisoriginal ha-
bido eneste expediente, y claramente lo torna de tratamientoabstracto (rnootcase),
porfaltadeca&.a (arts. 1;6y 117, CN)". [CFAMardel Plata, 5/1/16, "Incidente de Re-
cusaciónconCausa, Parte Demandada en Autosorbaicete, Mariano Joséc. Poder Eje-
cutivo de la Nación s/Amparo ley 16.986". expte. FMP32281/2015/1].

... 20. Decreta la intervención federal a una provincia o a la ciudad de Bue-


nos Aires en caso de receso del Congreso, y debe convocarlo simultánea-
mente para su tratamiento.

Concordancias: CN, arts. 5", 6', 75, inc.31,122,123,129.

La nueva incorporación, efectuada por los convencionales constituyentes en


1994, es relevantetodavezque pone "coto" a un exceso del Poder Ejecutivo quese
había tornado en abusoa la fecha de la reforma constitucional.
Es que originariamente, el art. 6'del texto fundamental señaló que la potestad
de decidir una intervención federal, le corresponde al gobierno federal. La inter-
pretación clásica situaba estaatribución en el ámbito del Poder Legislativo, pero in-
numerables intervencionesfederalesdispuestaspor el Poder Ejecutivo, entendien-
do que la atribución correspondía a ambos, ameritaron la sesuda reforma, que in-
volucra tanto al inc. 20del art. 99 cuantoal inc. 31 del art. 7 ~ ~ ~ .

42 Cabe señalar aquí que entre la recuperación democrática, en 1983 y hasta la reforma de
1994, se produjeron en el país cuatro intervencionesfederales. La primera, en 1991, a la provincia
deTucumán en todos sus poderes, por parte del PEN, en receso del Congreso (decr. 103191); la se-
gunda, tambiénen 1991. a la Provincia decatamarca ensu PoderJudicial ampliada luegoa los res-
tantes poderes provinciales, por parte del Poder Ejecutivo, con el Congreso en funcionamiento
(decrs. 566191 y 71U91); la tercera, en 1992. a la Provincia decorrientes, ensu Poder Ejecutivo, am-
pliada luegoa su PoderJudicial, por partedel Poder Ejecutivo, tambiénconel Congreso enfuncio-
namiento(decrs. 241192~1447192). y la última en 1994, a la Provincia desantiagodel Estero en sus
tres poderes, por partedel Poder Legislativo de la Nación (ley 24.306).
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 100

en la conducción política del país se había observado cuando se conformó el "Con-


sejo para la Consolidación de la Demo~racia"~, creado por decreto del 24/12/85, en-
tre cuyos dictámenes se destacaba la implantación de un sistema semipresidencial
osemiparlamentarioque distinguieraclaramenteentre la jefatura del Estado (pre-
sidente) y la jefatura del gobierno (primer ministro), esta últimasometidaa la con-
fianzade lacámara baja3.Emperoallísesosteníaqueel primerministrotendríade-
pendencia tanto del presidente, como de la Cámara de Diputados4.

ElcoordinadorfueNinoysusconsejerosfueron:doctorOscarAlbrieu,doctorJoséAntonio
Allende. doctor lsmael Amit, doctor Leopoldo Bravo, doctor Genaro Carrió, doctor Raúl Dellepia-
ne, doctorGuillermo Estévez Boero, doctor René Favaloro. Gral. de Brigada (r) Ricardo Flouret, se-
ñorEnriqueNosiglia.doctorJulio H.Olivera,doctora Ema PérezFerreira,doctorOscarPuigrós,doc-
tor Angel Robledo. Rvdo. FernandoStorni, doctorJorgeTaiana. doctorAlfredoVítolo, señora Ma-
ría Elena Walsh ydoctor Emilio Weinschelbaum.
Asimismo, el mentado Consejo contó con una ComisiónTécnicadividida en cinco subcomisio-
nes. Cada subcomisiónestaba integrada por un coordinador, integrantesy asesores.
La Subcomisión 1estudió los"Alcancesdela reforma". Sucoordinadorfue Raúl Dellepiane, sus
integrantesfueron Genaro Carrió, Oscar Puigrósy Angel Robledo. y susasesores: RobertoThomp-
son, doctorJosé Antonio Rios, doctor Gastón Dassen, doctor Fernando Barrancos y Vedia, doctor
Carlos Rosenkrantzy doctor Marcelo Alegre.
La subcomisión2 tuvo a su cargo el analisisde "Poderes del Estado y sus relaciones". Fue coor-
dinada porel doctorGenaroCarrió, sus integranteseran Raúl Dellepiane, lsmaelAmityJoséAnto-
nio Allende. y losasesoresfueronIosdoctoresGabriel Bouzat, Daniel Sabsay, AlfredoVítolo(h). Mi-
guel de Dios,AlejandroCarrió, GustavoCosacov, Carlos Balbin, EnriqueCarranza, Eduardo Esteva,
Gastón Dassen. Fernando Barrancosy Vedia, Enrique Peltzer, Félix Memelsdorff y el señorJavier
Saran.
Encuanto a la subcomisión 3, quecentró suscometidosen "Atribucionesde las provinciasy fe-
deralismo". estuvo coordinada por Emilio Weinschelbaum, fueron sus integrantes Leopoldo Bra-
vo, José Antonio Allende e lsmael Amit; y sus asesores Daniel Sabsay, Jorge Lavopa, Carlos Balbin,
Jorge Lotes, Eduardo Esteva, EnriqueCarranza, José Antonio Rios, JuanCarlosAgulla.
Porsu parte, la subcomisión4tuvoporobjeto el análisisde"Descentralización, participación e
institucionalización de los partidos políticosy lasasociacionesintermedias". Su coordinación estu-
vo a cargodel doctor Guillermo Estévez Boero, fueron sus integrantes los doctor AlfredoVítolo y
Oscar Puigrós. El grupodeasesoresestaba integrado por:Carlos Balbín, Miguel de Dios, JoséAnto-
nio Rios, RobertoThompson. Enrique Carranza, Alfredo Carella, Mario Reznik, Pedro Tarak, Félix
Memelsdorff, Fernando Barrancosy Vedia y Robertode Michele.
Finalmente, la subcomisión 5examinó la "Parte doctrinaria". Su coordinador fue el doctorAl-
fredoVitolo.SusintegranteseranAngel Robledo,OscarPuigrósy GenaroCarrió; y losasesoresfue-
ron: EnriqueCarella. Fernando BarrancosyVedia, Mirna Goransky, Martin Farrell,Jaime Malamud
Goti. Carlos Rosenkrantzy Roberto Gargarella.
Balbuena, ElJefe de Gabinete de Ministros. Aproximación y perspectivas, elDial-DC21EO,
ejemplardel 19/9/16.
DictamenpreliminardelConsejopara la Consolidaciónde la Democracia, 1986, y Reforma
Constitucional. Segundo Dictamen del Consejopara la Consolidaciónde la Democracia, 1987.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 100

Deallíque hoy resulta claro que la potestad de disponer la intervenciónfederal


a una provincia, oa la ciudad deBuenosAires, como ladeaprobaro revocar una in-
tervencióndecretada por el Poder Ejecutivo durantesu receso, le incumbe al Poder
Legislativode la Nación, y solo excepcionalmenteal presidenteen el casode receso
legislativo, quien simultáneamente a dictarlo, debe convocar al Congreso para su
tratamiento.

CAPITULO
IV
DEL JEFE DE GABINETEY DEMÁS MINISTROS
DEL PODER EJECUTIVO

Art. 100. - E l jefe de gabinete de ministros y los demás ministros secreta-


rios cuyo número y competencia será establecida por una ley especial, ten-
drán a su cargo el despacho de los negocios de la Nación, y refrendarány le-
galizarán los actos del presidente por medio de su firma, sin cuyo requisito
carecen de eficacia.
Al jefe de gabinete de ministros, con responsabilidad política ante el Con-
gresode la Nación, le corresponde:
1. Ejercer la administracióngeneral del país.
2. Expedir los actos y reglamentosqueseannecesarios para ejercer las fa-
cultades que le atribuye este artículo y aquellas que le delegueel presi-
dente de la Nación, con el refrendo del ministro secretario del ramo al
cual el actoo reglamentose refiera.
3. Efectuar los nombramientos de los empleados de la administración, ex-
cepto los que correspondan al presidente.
4. Ejercerlasfuncionesyatribucionesqueledelegueelpresidentede la Na-
ción y, en acuerdode gabinete resolver sobre las materiasquele indique
el Poder Ejecutivo, o por su propia decisión, en aquellas que por su im-
portancia estime necesario, en el ámbito de su competencia.
5. Coordinar, preparar y convocar las reuniones de gabinete de ministros,
presidiéndolasen caso de ausencia del presidente.
6. Enviar al Congreso los proyectosde ley de ministerios y de presupuesto
nacional, previo tratamiento en acuerdo de gabinete y aprobación del
Poder Ejecutivo.
7. Hacer recaudar las rentas de la Nación y ejecutar la ley de presupuesto
nacional.
8. Refrendar losdecretosreglamentariosde las leyes, losdecretosquedis-
pongan la prórroga de las sesiones ordinarias del Congreso o la convo-
Art. 100 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

catoria de sesiones extraordinarias y los mensajes del presidente que


promuevan la iniciativa legislativa.
9. Concurrira lassesionesdelCongresoy participarensusdebates. perono
votar.
10. Una vez que se inicien las sesiones ordinarias del Congreso, presentar
junto a los restantes ministros una memoria detallada del estado de la
Naciónen lo relativo a los negociosde los respectivos departamentos.
11. Producir los informesy explicacionesverbalesoescritosquecualquiera
de lascámarassolicite al Poder Ejecutivo.
12. Refrendar los decretos que ejercenfacultades delegadas por el Congre-
so, los que estarán sujetos al control de la Comisión Bicameral Perma-
nente.
13. Refrendarconjuntamenteconlosdemásministroslosdecretosdenece-
sidad y urgencia y los decretos que promulgan parcialmente leyes. So-
meterá personalmentey dentro de los diez días de su sanción estos de-
cretosa consideración de la Comisión Bicameral Permanente. E l iefede
gabinete de ministros no podrá desempeñarsimultáneamente otro mi-
nisterio.
Antecedentes: CNde 1853, art. 84. Concordancias: CN, arts. 53,59,60,99,100 a 107.

5 1. Generalidades.- La figura del jefedegabinete fue una de las novedades


introducidas por medio de la reforma constitucional del año 1994. Con su incorpo-
ración, se buscabarestarlepoderenciertosaspectosal presidente, sobretodoente-
masvinculados a la organización de los ministerios, a la administración del país y a
la designación del personal del Poder Ejecutivo.
No podemos soslayar que nuestro país siempre se caracterizó por figuras presi-
denciales muy fuertesque acaparaban casi la totalidad de decisiones, por lo que a
través de la actuación del jefe de gabinete se pretendía rnorigerar esa situación y
efectuar un reparto de las funciones que permitiera alcanzar más y mejores resul-
tados.
Deallíquenuestrosisternafueracalificado(aún losigasiendo)cornounrégirnen
hiperpresidencialista', ya que evidenciaba una importante preponderancia del
Ejecutivo, en relación a los poderes Legislativoy Judicial. Un esbozo de ese cambio

' El concepto de hiperpresidencialismo es obra de Nino y fue desarrollado en su obra Fun-


damentosde derecho constitucional, 1992. En palabras de Hernández, podemos decir que "...se
caracteriza porlaconcentracióndelpoderenelpresidente. másalládelascompetenciasfijadaspor
la Constitución, en desmedro de la división y equilibrio de los poderes y de los principios de la de-
mocracia constitucional ...", en Elhiperpresidencialismoyla RepúblicaFederal,versión en linea en
http:llwww.acaderc.org.arldo~rinalarticuloslel-hiperpresidenc~a . .federal1...lfile.
Art. 100 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Frutodel acuerdo dela Rosaday del pacto de Olivos5,alcanzadostrasarduasdis-


cusiones, entre los meses de octubre y noviembre de 1993, por los doctores Carlos
SaúI Menem y Raúl Ricardo Alfonsín, lasdosfigurasmás representativasdelospar-
tidos políticos principales, se logró la realización de la Convención Constituyente,
quese reunió entreen IasciudadesdeSanta Fe y Paraná, a lo largodetres meses. Fi-
nalmenteytrasdurasdeliberaciones,el22/8/94, seaprobódefinitivamentela refor-
ma constitucional, en la ciudad de Olivos, provincia de Buenos Aires.
Un temacentralquecruzólosdebatesfueeldela reduccióndel poderdelafigu-
ra presidencial.
Entreesascuestionespodemos memorar, la introducción de la figura del jefede
gabinete de ministros, la reducción del período presidencial a cuatro añoscon una
sola reelección-objetivo principal perseguido por el doctor Menem, presidenteen
ejercicio-, lacreacióndel ConsejodelaMagistratura-parael procesodeselección
demagistrados-, laautonomíadel MinisterioPúblico Fiscal, laincorporacióndeun
tercer senador por provincia, etcétera.
Desde la recuperación de la democracia, durante el gobierno del doctor Alfon-
sín, se fue desarrollando la idea de acercarse hacia un sistema parlamentario, en el
cual el Poder Legislativotuviera una porción importantedel ejercicio del poder pú-
blico, en desmedrode lafigura presidencial. La introducción delcargodejefedega-
binetede ministros pretendía reforzar esa idea.
De hecho, en el núcleo de coincidencias básicas (fruto del pacto de Olivos), el tí-
tuloqueencabezabael análisisdelosmotivosdela incorporación dedichafiguraera
"Atenuación del Sistema Presidencialista". Allíse explicaba el modoen queselode-
signaría, cómo sería el procedimiento para su remoción, tanto por parte del presi-
dente, como del Poder Legislativo, ya que proponía un mecanismo para que cual-
quiera de las cámaras, a través de una moción de censura, pudiera, alcanzando las
mayorías requeridas, remover de su cargo al funcionario.
Pasados varios años de la reforma constitucional y analizando cómo ha sido el
papel decada una de las personasque llevó adelante esa función, parececlaro que
los resultados no han sido satisfactorios, al menosen cuanto a losobjetivos plante-
ados inicialmente.
Aestefuncionario, conforme el diseño quese planteó para la figura, podemos
atribuirledosobjetivosprincipales. El primeroy que resultabade por síun gran de-
safío, era el de atenuar el presidencialismo.

Sesancionóel29/1U93 la ley 24.309denominada "Declaraciónde Necesidad de Reformar


la Constitución Nacional".Allí. seexpusoelfruto de dicho pacto, esdecir, el núcleode coincidencias
básicas, que contenía detalles de ciertos acuerdos políticos previos. Entre ello y en lo que aquí im-
porta, seexpusieron las razonesque motivaron la introducción de la figura del jefedegabinetede
ministros.
Art. 100 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

20/12/01y el 23/12/01;tras la asunción deAdolfo RodríguezSaá,fue designado Jor-


ge Obeid, entre el 2311 2/01 y el 3011 2/01;al asumir Eduardo Camaño, designó a An-
tonio Cafiero, quien permaneció entre el 30/12/01y el 2/1/02;luego, con la llegada
de Eduardo Duhaldea lacasa Rosada, el cargo fue ocupado por JorgeCapitanich en
su primer período, entre el 2/1/02y el 3/5/02;
y Alfredo Atanasof, entre el 3/5/02y el
25/5/03.
Al asumir la presidencia el doctor Néstor Carlos Kirchner, designó en el cargo a
Alberto Fernández, quien presenta la particularidad de ser el único que se sostuvo
pese a un traspaso de mando, ya que inició sus labores aquel 25/5/03y permaneció
hasta el 23/7/08,época en la cual ocupaba la presidencia la doctora Cristina Fernán-
dezde Kirchner.
Posteriormente, fueron designadosen el cargo, Sergio Massa, entre el 23/7/08y
el 7/7/09; Aníbal Fernández en su primer período, entre esedía y el 10/12/01;lo su-
cedió Juan Manuel Abal Medina, entreesa fecha y el 2011 1/13,IuegoJorge Capita-
nich, en su segundo período, entre aquel día y el 26/2/15,para concluir durante la
presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, con el segundo período de Aníbal
Fernández, entre ese día y el 10/12/15.
Luego, al asumir el mando el ingeniero Mauricio Macri, designó en el cargo a
Marcos Peña.
En definitivaytal comofue esbozadoanteriormente, el cargosiemprefue reser-
vado para personasdesumaconfianza y muy cercanasa la figura presidencial, aho-
ra bien, delanálisisdequienesfueron designados, nossurgenal menosdoscuestio-
nesparaapuntar. La primera esque nuncafuedesignada una mujer en el cargo. La
segunda, que lajefatura degabinete, nuncafueejercida poralgúnfuncionariovin-
culado a la oposición o al menos que no sea del partido que gobierna.
Luego deefectuada la introducción, correspondeadentrarnosen lasdisposicio-
nesquesurgen del presente artículo.
Seimponemencionarqueel gabinetenacionalestácompuesto poreljefedega-
binete de ministros, los ministros secretarios, los secretarios de la s residencia de la
Nación y los secretarios de la jefatura de gabinete de ministros qe; designe dicho
jefe (art.,'2 decr. 977195).
A lo largo del tiempo y a la luzde las modificaciones introducidas, ha cambiado
el númeroconstitucional de ministeriosque componían lo que se denomina el ga-
binete nacional, ya que en 1853 el número era de cinco, la reforma de 1898 lo am-
plióa ocho, mientras que la reforma de 1994,dejó en manos de la ley respectiva la
cantidad decarteras. Bajo ese amparo, se dictó la ley 24.1908,que en su art. l o pro-
gramó ocho ministeriosg.

Promulgada de hechoel 7/1/93,


Sagüés, Elementosdederecho constitucional.3aed..2003, ps. 572 y 573.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 100

Creemos que no se ha logrado esta meta, toda vez que resulta difícil imaginar
queun integrantedel gabinete pueda morigerarel poderdel presidente,si deél de-
pendey es él quien puede removerlocon una simple decisión, y solo le ha delegado
funcionesadministrativas6(art. 99, inc. 7", CN).
Como segundo objetivo se habría propuesto que el jefe de gabinete actuara co-
mo nexocon el Poder Legislativo,esdecir, que pudiera comparecer en cualquierade
lascámarase informarsobrela marchadel gobierno (nosoloen loque hacea laobli-
gación mensual que estipulael art. 101, cN). brindarexplicacionessobredetermina-
dostemas, haceraclaraciones, incluso, transmitirleal presidentey al gabinete, aque-
llascuestionesqueprovengan del Congreso, esdecir, actuarcomoun verdadero me-
diador y fomentar el diálogo entre ambosestamentos.
En palabrasdel constituyente Enrique Paixao, lo que realmente se pretendía era
que "... la figura esté colocada en un lugar que la transformeen el punto decontac-
t o permanente entreel órgano ejecutivo y el Congreso de la Nación, y queen ella se
asiente la totalidad de las relacionesentre ambos, tanto de ida como devuelta, tan-
t o en las iniciativasdel Poder Ejecutivo, cuantoen el procedimiento deconcurrencia
al Congreso ..."'. Apartirdeello, se introdujo la facultad de remoción del Congre-
so, más con críticas en cuanto a la modalidad, dada su difícil concreción. A su turno,
hablaremosdeello.
En cuanto a quienes ejercieron el cargo, podemosdecir, que hemos tenido jefes
de gabinete que actuaron como verdaderos defensores del presidente de turno,
otrosque parecíanactuarcomovocerosdel presidenteyotrosquenocumplíancon
lasobligacionesque la CN le acordaba, en cuanto a la periodicidad de asistencia al
Congreso.
En definitiva, la conclusión a la que podemosarribar es que ese puesto fue reser-
vado para individuosdesuma confianza del presidente, quetrabajaban a su compás
y cumplían losdeberesqueel devenir político requería.
Desde la creación del cargo,fueronvarios los hombrescercanosal presidentede
turno que ocuparon el lugar, veamos.
Durantelasegunda presidenciadeldoctorCarlosSaúlMenem,quienesocuparon
el cargo fueron: Eduardo Bauzá, que lo hizo entreel 8/7/95 y el 5/6/96 y Jorge Rodrí-
guez, que lo hizo entreel 516196~ el 10112/99, fecha en la queasumió Fernando De la
Rúa. Durante su presidencia, quienes ocuparon la jefatura de gabinete fueron: Ro-
dolfoTerragnoentreel10112199 y el 6110100; y Chrystian Colombo, entreel6110100 y
el 20112/01. Durante esos turbulentos tiempos, en los cuales en pocos días se suce-
dieron en el cargo de máximo mandatariovarios individuos, durante la breve presi-
dencia de Ramón Puerta, el cargo fue ocupado por Humberto Schiavoni, entre el

Debatesdela ConvenciónConstituyente. dichosdel constituyente Antonio Achem, p.668


Diario de Sesiones, p. 2212.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 100

El presidente es el encargado de designar tanto al jefe de gabinetecomo a cada


uno de los ministros.

En loque hacea lasatribucionesdeljefedegabinete, 5agüés10,quesigueelplan


expositivo de Rodolfo Barra, detectó tresclases de competencia del funcionario:
a) Administrativas. Ejerce la administración general del país (como veremos
en el inc. l o deeste artículo). Efectúa los nombramientosdel personal de la
administración, que no le correspondan al presidente (inc. 3"de este artícu-
lo); hace recaudar las rentasdela Nacióny ejecutar la ley de presupuesto (inc.
7"deesteartículo) ycumplelasfuncionesy atribucionesque ledelega el pre-
sidente en materia administrativa, o las resuelve en reunión de aabinete ba--
josu indicación (inc. 4"deesteartículo). Para estefuncionario estávedada la
subdelegación (art. 12,decr. 977195).
b) Materialmentelegislativas. Debe expedir losactosy reglamentos que sean
necesariospara ejercer las facultadesque leotorga este artículo, ademásde
las que el presidente le delegue, con el referendo del ministro del ramo al
cualelactooreglamentoserefiera,quesegúneldecr.977195,sedenominan
"decisionesadministrativas" (art. 7'). También puedeemitir "resoluciones"
que no requieren refrendo o legalización de ministros, concernientes a los
asuntos internosdesu jefatura (art. 8', decr. 977195).
En este marco, tiene además la función de enviar al Congreso los proyectos
deley de ministeriosy presupuesto, previotratamientoe~acuerdod~gabi-
nete y aprobación del presidente (inc. 6"deeste artículo).
C) Institucionales. DeberefrendarlosdecretosreglamentariosquedicteeIpre-
sidente, losquedispongan la prórroga de lassesionesordinariasdelCongre-
so, la convocatoria a extraordinarias y los mensajes del presidente que pro-
muevan iniciativaslegislativas (inc. 8"deesteartículo).También debe refren-
dar losdecretos presidencialesqueconcretanfacultades legislativasconferi-
das por el Congreso, bajoel control de la Comisión Bicameral Permanentede
esti(inc. 12 deeste artículo). Debe preparar, convocary coordinar las reunio-
nesdel gabinetedeministros, presidiéndolasen ausenciadel presidente(inc.
5"deesteartículo), empero, pueden ser presididas por elvicepresidentesi es-
tá en ejercicio de la primera magistratura y decide concurrir (art. :2 decr.
977195). Con relación al Poder Legislativo, puede concurrir a las sesionesdel
Congresoy participar en susdebates, mas no puedevotar (inc. 9"de esteartí-
culo), debe presentar la memoria del estadode losnegociosal iniciode lasse-
sionesordinarias(inc. 1 Odeesteartículo),produciry presentardemaneraver-
bal o escrita los informesque cada Cámara le requiera al Ejecutivo (inc. 1 1 de

'O Sagüés, Elementosde derecho constitucional,3"ed.. 2003. ps. 578 a 580.


Art. 100 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

este artículo) y finalmente, concurrir alternativamente a cada sala, una vez


por mes para informar sobre la marcha del gobiernoy en caso deser interpe-
lado o censurado (art. 101).

Porotro lado, del presenteartículosurge quetantoel jefedegabinete, como los


ministros secretarios, deben refrendar y legalizar los actos del presidente por me-
dio desu firma, sin la cual carecen deeficacia.
Si bien pareciera que ambos términos aluden a la misma acción, lo cierto esque
por legalizar podríamos entender, siguiendo el diccionario de la Real Academia,
quees "darestadolega1aaIgo"y "comprobarycertificar laautenticidaddeunafir-
ma o un documento". Empero, siguiendo una línea de tinte jurídico y recogiendo lo
indicado por Sagüés, podemosagregar que el término "importa probar laautenti-
cidad deunafirmay el cargodequien la ha hecho" (Escriche),el ministrodesempe-
ña un rol del tipo notarioofedatario, yaque por ejemploacredita que tiene ante sí
un decreto, queestá suscripto por el presidente de la Nación, o por quien estéa car-
go del Ejecutivo, esa labor reviste carácter formal (Romero) 'l.
Por su parte, refrendar puede implicar la autorización de un acto del presidente.
Esteacto, según la corrienteque se siga, puede ser calificado como complejo ya que
conjuga el productodedosvoluntades(1ade1presidentey ladel ministrorefrendan-
te); simple, ya queen realidad noconjugaambasvoluntadesporqueencualquierca-
so primaría la del presidente (que puede remover al ministro) y finalmente, puede
ser denominado complejo, pero desigual (por la primacía presidencial)12.
Ahora bien, que pasa si se produce una confrontación entre el ministro y el pre-
sidente en relación al refrendodeun acto. Podemosafirmar que, en esecaso, el ac-
t o sin refrendo del ministro carece de trascendenciajurídica práctica.
Se supone que si es el presidente el que escoge a sus ministros secretarios (con-
forme lo indica el art. 99, inc. 7"), aquellos deberían acompañar la política presi-
dencial en su correspondiente área. Por lo tanto, en caso de una eventual confron-
tación, lo más lógico sería la salida del ministro para evitar que la figura presiden-
cial seviera afectada, empero, dependa cuál sea el vínculo, losaludablesería que el
presidenteoyera el consejodel ministro, supuestamente, especialistaen la materia
y decida contando con esa opinión si el acto debe materializarse.

5 2. Análisis en particular de los incisos.- Como veremos más adelante, este


artículo en sustrece incisos, delimita lasfunciones, deberesy obligacionesdel jefe
de gabinete y plantea de qué modo la figura interactuará con el plantel de minis-
tros y, por supuesto, con el presidente y el Poder Legislativo.

l1 Sagüés, Elementosdederecho constitucional, 3aed., 2003, p. 586.


l2 Sagüés, Elementosde derecho constitucional. 3aed.. 2003, ps. 586 y 587.
407 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 100 (1°/2")

Ejercer la administración general del país.


lo.
.............................................................
Esta función podría decirse que es la principal y la primera muestra de que los
cambiosnofuerontodoloprofundoqueel Consejo para IaConsolidación de la De-
mocracia hubiera querido.
El jefedegabineteejerce laadministracióngeneraldel país, masnoocupasu je-
fatura, quesigue encabezadel titulardel Poder Ejecutivo. Eso sedesprendedel art.
99, inc. lodela CN, porcuantoallíse señala queel presidenteesel jefedegobierno
y responsable político de la administración general del país.
Como dijimos anteriormente, existe una relación jerárquica entre presidente y
jefe de gabinete, ya que primer mandatario esquien lo designa, ante quien rinde
cuentas -además del Congreso-, quien lo puede remover de manera directa,
quien leda instrucciones, quien puedereasumirsusfunciones(yaveremos un claro
ejemploal tratarel inc.3"deesteartículo) y quien puedeavocarsealaresoluciónde
cuestionesque estén en manos del jefe degabinete.
Si seguimos lo lineamientos del decr. 977195, en su art. lo
al establecer el ámbito
deacción del funcionario, indica quees un asistente del presidente. Clarasdiferen-
cias se marcan con la convicción inicial que pretendía separar de las jefaturasa car-
godel presidente,aquellacorrespondientealaadministración.Sialgunadudaque-
daba, esta fue zanjada con el dictado de ese decreto, el presidente sigue siendo el
jefe y el funcionarioa cargo de la jefatura de gabinete, el administrador.
Como hemosvisto, la persona escogida para ocupar el cargo por cada unode los
mandatariosera desu íntima confianza.

...2O. Expedir los actos y reglamentos que sean necesarios para ejercer las
- -

facultades que le atribuye este artículo y aquellas que le delegue el presi-


dentede la Nación, con el refrendo del ministro secretariodel ramo al cual el
acto o reglamentose refiera.

Por un lado observamosal analizar este inciso queel jefe de gabinete ostenta la
facultad de expedir actos particulares y reglamentos generales, en el marco de las
funcionesque le otorga este artículo y en aquelloscasos referidosafuncionesdele-
gadas por el presidente, siempre debiendo contar para ello con el refrendo del mi-
nistro correspondienteal asunto en cuestión.
Antes de avanzar, debemossentar una posición en cuanto a la jerarquía que os-
tenta el jefede gabinete, dentro del Poder Ejecutivo. Hay quienessostienen que es
el superior jerárquico del resto de los ministros, otros que postulan que está en un
mismo nivel. Si observamostal como hemosseñalado,el modoen queesdesignado
y sobretodo, la responsabilidad anteel Congresoy la facultad del Poder Legislativo
de removerlo previa moción de censura y conformando las mayorías correspon-
Art. 100 ( 2 " ) SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

dientes, parecieraquesuestatusesdiferentealdel restodelosministrossecretarios,


ya que ocuparía un sitial superior. También pareciera desprenderse esa presunción
a partir de su desempeño cercanoa la figura presidencial, en basea lasfacultadesy
obligacionesque leasigna la Constitución Nacional.
En definitiva,efectuandounanálisisde la realidad, a másdeveinteañosdelain-
troducción de la figura y el modo en que se ha desempeñado cada uno de los que
ocuparon el cargo, nos enrolamosen la postura deque el jefe de gabinete, efecti-
vamente, se encuentra un escalón por arriba de los restantes ministros secretarios.
Ahora bien, ello no obstaa queen el ejercicio desusfuncionesy tal como lo exi-
ge este inciso, el jefe de gabinetedeba contar con el refrendo del ministro del área
respectiva, al momento de dictar un acto o un reglamento.
El refrendoesel modo por el cual el ministro del área pertinentecoloca su firma
para completar lavalidezdel actoo reglamento dictado por el jefe degabinete.
Podemos pensar que el refrendo poneen crisis la postura anteriormente indica-
da, que sostiene que este funcionario se encuentra por encima de los ministros se-
cretarios; entendemos que loquesepretendiópor medio deesa exigencia fue pro-
piciar una actuación mancomunada entre los integrantes del gabinete, ya que si el
jefe de gabinete puede dictar actos relativos a los departamentos de cada uno de
los ministros, nos parece saludable que contengan su referendo.
En este sentido, se ha considerado en el dictamen 9011997 de la Procuracióndel
Tesoro de la Nación, que "... el refrendo del ministro secretario del ramo requeri-
do por el inc. 2"del art. 100de la CN para losactosy reglamentosqueexpida el jefe
de gabinete, es diferente del previsto por la primera parte del art. 100 para los ac-
tosdel presidente; esterefrendodel inc. 2"equivalea requerir el concurso de lavo-
luntaddel ministro del ramoen la formación de1acto;en efecto,siel ministrodera-
mo no quiere refrendar, el jefe de gabinete no puede tomar la decisión por sí, por-
queel refrendo es un requisitoexigido por la Constitución para lavalidezdel acto;
tampoco puede requerir el refrendodeotro ministroy mucho menos removera tal
ministro, yaqueesa facultad esexclusivadel presidente ..." 13.
GelliT4se pregunta qué podría ocurrir en caso de que el ministro secretario del
áreacorrespondientesenegaseafirmar. Exponeque lafirma deaquel no podríaser
suplida por la del jefe de gabinete, ni por la deotro ministro. Por lotanto, quedarí-
an dosalternativas,osellegaa unentendimientoy seconsensualadecisión,o bien,
según el predicamento quetenga el jefe degabinetecon el presidente, esto podría
motivar un pedidoderenunciade partedel primer mandatario haciael ministrodís-

l 3 PTN dictamen 9011997 - 222:43. del 21/7/97, Expediente: 79414-85, Procurador: Rodolfo

Alejandro Díaz. Id SAlJ: N0222053.


l4 Gelli, Constitución de la NaciónArgentina. Comentada yconcordada, 3"ed.. 2007, ps. 874
a 885.
409 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 100 (3"/4")

colo. Esto último, claramenteen el marcode laarena política y no como parte de las
atribuciones del jefedegabinete.
Resta mencionar que el jefe de gabinete no puede por sísolo emitir decretos de
urgencia, de promulgación parcial de leyes, delegados ni autónomos y que, el ins-
trumento por el que se expresan susactos recibe el nombre dedecisión administra-
tiva.

...3". Efectuar los nombramientos de los empleados de la administración,


excepto losquecorrespondan al presidente.
...........................................................
El decr. 227116 restablece la facultad al jefe de gabinete de designar al personal
del ámbito de la administración pública nacional, centralizada y descentralizada,
en cargo de rango y jerarquía inferior a subsecretario, que corresponda a la dota-
ción de planta permanente o transitoria. Esa facultad había sido reasumida por el
Poder Ejecutivo, por medio del dictadodel DNU491102, en el marcode la situación
crítica quevivía el país por aquellos tiempos (mes de marzo de2002). Ese DNU fue
reglamentado poreldecr.60ll02y mantenidoenel tiempo hastaeldictadodeldecr.
227116, empero, con el fin deagilizarlostrámites,fue morigerado porel dictadodel
DNU 577103, que delegaba en el jefe de gabinete, la celebración, renovación y10
prórroga de todacontratación de serviciospersonalesydeobra intelectual, quesu-
pere los $2.000; para el caso de que el monto fuera menor, se delegó la facultad en
el ministro, titular de Secretaría presidencial o el Jefe de la Casa Militar, según co-
rrespondiera. Finalmente, dicha facultad fue abrogada por el dictado del decr.
227116.

...4O. Ejercer las funciones y atribuciones que le delegue el presidente de la


y,
l ación en acuerdo de gabinete resolver sobre las materias que le indique
el Poder ejecutivo,^ porsu propia decisión,enaquellasqueporsu importan
cia estime necesario, en el ámbito de su competencia.
...........................................................
Al analizar este inciso lo primero quesurgees una clara dificultad paradetermi-
narfehacientementecuáles son lasfunciones y el campo deacción del jefe degabi-
nete-en este marco-.
Si bien parece, tal como señaló Gelli, que esta norma dispone dos tipos de com-
petencia, aquella vinculada a la derivada por la delegación del presidente-en las
materiasquecrea pertinentes-y la otra desu propia actividad en el senodel gabi-
nete, en la cual pareceadquirir algún gradodeautonomía, yaquedeja asu propia
decisión la graduación de la importancia de los asuntos de su competencia. Indicó,
además, que son indelegables en el jefe de gabinete las materias de excepción re-
Art. 100 (5") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

conocidasal presidenteen laconstitución yaquellasfacultadesdelegadasal primer


mandatario por el CongresolS.
Lo cierto es que, nos parece que se debería haber consignado de manera preci-
sa, enumerando qué clase de funcionesy atribuciones debía atender el jefedega-
binete, tanto por delegación presidencial, como por su propia decisión, es por ello
que consideramos poco precisa la redacción de este inciso. Empero, no podemos
soslayar que para haber procedido de esa manera, se debería haber efectuado un
altísimo esfuerzo por parte de los redactoresde la norma para imaginar una inde-
terminadacantidad deescenariosy posibilidades, dadoel dinamismoque reviste la
actividad política.
Endefinitiva,creemosquenofuecasuaIelmodoenquesedelimitólaactividaddel
jefede gabineteen esteapartado, ya que le permite al primer mandatarioy a su más
cercano colaborador, un margen de maniobra para atravesar alguna crisis interna,
observandocomo un posibletamizaquel que imponela ley de ministeriosT6,aunque
aquella también presenta una redacción que permite interpretacionesdiversas.

... 5 O . Coordinar, preparar y convocar las reuniones de gabinete de minis-


tros, presidiéndolas en caso de ausencia del presidente.

El papel preeminente que parece atribuirle al jefe de gabinete, respecto de los


restantes ministros, no parece sertal en la realidad. Si bien aparececomo el hombre
-hasta aquí han sido todosde ese género losque ocuparon el cargo- más cercano
a la figura presidencialy el que debería oficiar de nexo entreel titular del Poder Eje-
cutivo y los ministros, lo cierto es que formalmente, la Procuracióndel Tesoro de la
Nación al evaluar su jerarquía lo colocó en igualdad con los titulares de lasdiferen-
tescarteras. Ello, al resolver que anteun recursojerárquico interpuestoanteuna de-
cisión de uno de los ministros, no debía ser el jefedegabinetequien lo resolviera, si-
noel presidente.Altratarsu estatus,eldictamen 9011997dela PTN hasostenidoque:
"... Peseala denominación de'jefedegabinetedeministros'queelart. 100de la CN
otorga al citado funcionario, de lasexpresiones'restantes ministros' y'otro ministe-
rio', contenidasen losincs. 10y 13, párr. 2"del mismoartículo, respectivamente, pue-
de inferirse que el desempeñado por el jefe de gabinete, si bien con ciertas compe-
tencias específicamentediscernidas en el texto constitucional, constituye uno más
entre IosDepartamentosde Estadoreguladosporlosarts.102a 107deaquel; encon-
secuencia, nocabe interpretar laexistenciadeunajerarquíadeestesobre'losdemás

l5 Gelli, Constitución de la NaciónArgentina. Comentada yconcordada, 3aed.,2007, ps. 875


y 876.
l6 Ley 22.520, publicada el 23/12/81,textoordenado pordecr.438/92del12/3/92.
41 1 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 100 (6")

ministrossecretarios', deconformidad con lo prescriptoporel art. 100de la CN(conf.


Dict. 219:167; 221:133, dictamen 3668106de la ONEP) ..." j7.
Lociertoesque, tal como lo hemos indicado anteriormente, másallá de lascues-
tiones técnico jurídicas, lo cierto es que el protagonismo, el vínculo directo con el
presidente y con el Poder Legislativo e incluso con los ministros secretarios, parece
colocar al jefede gabineteen una posición desuperioridad respecto de lostitulares
de lasdiferentes carteras.
Loanteriormenteexpresado nosirvede base paraentender loque propugna es-
ta norma.
El jefe degabinete no tiene en su ámbito deacción una materia determinada co-
mo los ministros secretarios, por lo tanto se leasignó la función de coordinar la reali-
zación de las reunionesde gabinete, lascualespor regla son presididas por el primer
mandatario. La duda que se plantea es si, ante la ausencia de aquel debe ser el vice-
presidentequien tomeel mandode las reuniones0 bien, tal como lo impone la parte
final de este inciso, sea el jefe de gabinete quien lo haga. A nuestro criterio, debería
tenerla prioridad paraoc~pares~ugarelvicepresidenteyencasodequeaquelseen-
cuentre imposibilitado deasistir, sea el jefe degabinetequien la presida.

...6'.Enviaralcongreso los proyectosde ley de ministerios y de presupues-


to nacional, previotratamientoenacuerdodegabinete y aprobación del Po-
der Ejecutivo.

Efectuando un análisis individual de la norma pareciera ser de fácil interpreta-


ción y práctica. Ello, todavez que refiere a dos leyes en particular (la de Ministerios
y la de Presupuesto nacional) y a la actividad desarrollada en el seno del gabinete,
previo a su remisión al Congreso.
Ambas leyes revisten gran importancia, de allísu particulartratamiento y la in-
tervención concreta que al jefe de gabinete leatribuye la Constitución.
En lo que hace a la Ley de Ministerios, entendemos que las modificaciones que
puedan proponerse surgen de la dinámica propia de la actividad política y de la ne-
cesidad de, por ejemplo, crear o suprimir alguna cartera. Por lo tanto, el jefede ga-
binetedebeactuar como un intérpretede lasnecesidadesconcretasdecadauna de
lasáreas, para plasmarlasdebidamenteen el proyecto, luegodeun análisisintegral
de cada situación. Recordemosque las modificaciones que a esa ley se introducen,
se realizan por decretola.

l7 PTN Dictamen 9011997 - 222:43. del 21/7/97. Expediente: 79414-85, Procurador: Rodolfo
Alejandro Diaz, Id SAlJ: N0222053.
l8 Ejemplodeelloesla modificaciónqueseintrodujoalart. l0de la ley22.520, pormediodel
decr. U2017dictado el 31/1/17.
Art. 100 (7O18") SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN 412

Asimismo, en relación a la Ley de Presupuesto, podemos decir que resulta muy


sensible y es el presidente, junto al jefe de gabinete y los ministros, quienes la ela-
boran. La función del jefedegabinetesería la de reunirtodosloselementospara su
elaboración, debiendo consensuar con los ministros, las modificaciones que se in-
troduzcan, ya queaumentar el presupuesto en algún área, hará que indefectible-
mente, se reduzca en otra y se genere con ello interminables discusiones, que po-
drían incluso derivar en la no sanción de la ley y la aplicación del presupuesto para
el período anual que se iniciará, tal como se proyectó para el quese termina.
Recordemosque la Ley de Presupuestos se trata en el Congreso (art. 75, inc. 89,
cerca del final del año legislativo y hemos sido testigos de arduas peleas debido a
modificaciones interanualesque se pretendieron imponer.
Por otro lado, tal como lo sostiene Gelli, debemos incluir en este marco, lo que
dispone el siguiente inciso, ya que coincidimos con la autora en que ambos tienen
íntima relación, en particular en lo relativo al presupuesto de la Nación 19.

...7". Hacer recaudar las rentas de la Nacióny ejecutar la ley de Presupuesto


nacional.

Esteincisoguardarelación directacon el art. 99, inc. 10. Nocaben dudasdeque ha


sido puesto en cabeza del jefe de gabinete la obligación de hacer recaudar las rentas
dela Naciónydeejecutarel presupuesto. El10,endesmedrodel titulardelacarterade
hacienda. Empero, esta última actividad debe ser monitoreada por el presidente de
la Nación, quien generalmentedelegaesecontrol en su ministrodeeconomía. O sea,
si bien como hemossostenido, el jefedegabineteseencuentraen una relación desu-
perioridadjerárquica respectodelosministrossecretarios,aquísedala particularidad
dequeescontrolado poralguien queostentamenorjerarquía, elloesposiblemerced
a la cesión de atribucionespor partedel primer mandatario.

... 8". Refrendar los decretos reglamentarios de las leyes, los decretos que
dispongan la prórroga de las sesiones ordinariasdel Congresoo la convoca-
toriadesesionesextraordinariasy los mensajesdel presidenteque promue-
van la iniciativa legislativa.

Sobre losalcancesy significado del refrendo nos hemos referido anteriormente


al analizar el inc. 2"de este artículo.

l9 Gelli, Constitución de la NaciónArgentina. Comentada yconcordada, 3"ed.. 2007, ps. 876


v877.
413 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 100 (9'11 1)

Ahora bien, consideramosque este inciso essumamenteclaro y concreto, indi-


candoquedecretosen particulardebencontenerel refrendodeljefedegabinete.
Ello, no obsta a quesegún la materia que trate un proyecto de ley o un decreto re-
glamentario, deba poseer además la firma del ministro secretario del área perti-
nente.

...gO. Concurrira lassesionesdel Congresoy participaren sus debates, pero


novotar.
...........................................................

Debemosdistinguir entre esta facultadque también poseen los ministrossecre-


tarios, deacuerdoa lo estipulado en el art. 106 de la CNy la obligación deconcurrir
mensualmente de manera alternativa aambasCámarasqueimponeel art.101 dela
CN.
Consideramos que puedeconvertirse en una herramienta sumamente útil que
podría eventualmente permitir que una discusión parlamentaria sea destrabada a
partir de los aportesdel jefedegabinete. También, pensamosquede ser utilizada
de manera coherente, esta facultad le permitiría al jefe de gabinete, acrecentar y
cultivar el vínculo entre el presidente y el Poder Legislativo.

...10. Unavezquese inicien lassesionesordinariasdelCongreso,presentar


junto a los restantes ministros una memoria detallada del estado de la Na-
ción en lo relativo a los negocios de los respectivos departamentos.

Esta obligación acompaña a la que le impone a los ministros secretarios el art.


104. Esunapresentaciónquedebecontener unaevolucióndelosucedidoen lospe-
ríodos anteriores y lo que se proyecta para el ejercicio que se inicia. El jefe de gabi-
netedebeacompañaral ministro quedeba exponer acerca del estadodesu cartera
y aportar sus pareceres en línea con lo pretendido por el presidente de la Nación,
con quien previamente deben coordinar las cuestiones a exponer.

...11. Producir los informes y explicaciones verbales o escritos que cual-


quiera de las Cámaras solicite al Poder Ejecutivo.

Esta norma obliga al jefe de gabinete a representar al presidente de la Nación


ante cualquiera de las Cámaras del Congreso, con el objeto de brindar las explica-
ciones(en formaverbaloescrita)que han sido requeridassobrealguna cuestión en
particular, al titular del Poder Ejecutivo. Va desuyo que previo a ello, debeconsen-
suar su discurso con el presidente.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 101

En lo que hace a la disposición inicial, se deja a salvo la otorgada al Congreso en


el art. 71 de la Constitución y proponequeel jefedegabineteconcurra unavez por
mesa presentar un informeque contenga datossobre la marcha del gobierno. Con
ello se trató dedar sentido a la idea primigenia de la instauración del cargo, relati-
vaa la mayor influencia del Poder Legislativo en la realidad política del país, ya que
estefuncionario debía actuar como un verdadero nexo entre ambos poderes. Con-
sideramos que el objetivo no sealcanzó, o al menos no del modo en que fue plane-
ado, ya que el jefe de gabinete, como inicialmente se pretendía, es designado por
el presidentey no por el Congreso; y tampocoseimponesanción alguna anteel in-
cumplimiento decomparecer.
Porlotantoconsideramosque haquedadocomo una reglademerocarácterilus-
trativo.
Empero, losvaivenesde la política en nuestro país, al caracterizarse por la fuer-
te improntadel presidente, permitirían eventualmenteque un posible cimbrona-
zodelagestión activelaeyección del jefedegabinetey nodel presidente. Esdecir,
seriacomo un verdadero fusibleante el peligro dederrumbedela figura presiden-
cial.
Esa circunstancia podría presentarse de dos maneras. Una, siendo su salida pro-
piciada por el mismo presidente, y la otra, por la disposición contenida en la segun-
da parte del artículo, que describe el método con el que cuentan las cámaras del
Congreso paracesaren el cargoal jefedegabinete.
Comoexpusimosal tratar el artículo anterior, el equipo liderado porCarlosNino
proponía en losaños'80, que se avanzara en la educación del pueblo y de las insti-
tuciones, como objetivo de máxima hacia una democracia parlamentaria. Luego
esa ideafuetrocando para buscar objetivos más realistasy se instalóel debateacer-
cadequémanerasepodía participar delasdecisionescotidianasal Poder Legislati-
vo. Así, se pensó inicialmente en la introducción de la figura de un jefe de ministros,
primer ministroo ministrocoordinador,queibaaserdesignado porelCongreso,co-
mo en los sistemas europeos. Empero, con las dificultades políticas que cruzaron la
sucesión de mando entreel doctor Raúl Alfonsín y el doctor Carlos Menem, llegó la
morigeración en la profundización de los cambios y searribóa un acuerdo por me-
dio del cual se introdujo al jefe de gabinete de ministros, designado por el presi-
dente y con responsabilidad ante aquel y anteel Congreso. Situacionessimilaresse
dieron en otros ámbitos. Lo que durante el gobierno de Alfonsín parecía orientar-
se haciacambiosdeavanzada, con el avenimientode Menem, loscambiostomaron
otro rumbo.
Sentado el panorama quecondujoal resultadoqueconternplamosenesteartícu-
lo, avanzaremosen el análisisdesu segunda parte.
El mecanismo que se había pensado para la remoción del jefe de gabinete era
mucho mássimple queel que finalmente se sancionó. Ya que, en la realidad, alcan-
zar las mayoríasque exigeeste artículo resulta casi imposible.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 103

Pero si deaquellosactosse derivan delitos, al ministro que no firmó le puedecaber


de todas maneras responsabilidad penal por eventuales encubrimientos y por vio-
lación de losdeberesde funcionario público ..." l.

Art. 103. - Los ministros no pueden por sí solos, en ningún caso, tomar re-
soluciones, a excepción de los concerniente al régimen económico y admi-
nistrativo desus respectivos departamentos.
Antecedentes: CNde 1853, art.86; CNde 1860,art.89. Concordancias: CN,arts.71,76,
99,incs.1",6°y17,100,inc.10y102.

El espíritu de esta norma estriba en el carácter presidencialista del régimen de


gobierno de nuestro país, al que analizamos en detalle anteriormente.
Partimosde la basey el límiteque parece reducir el campo detoma de decisión
autónomade los ministros, soloatemasconcernientesal régimen económicoy ad-
ministrativo de sus respectivosdepartamentos.
Si analizamos las diferentes redacciones que tuvo este artículo, advertiremos a
simplevista que nunca estuvo contemplada la delegación de facultades del presi-
dente, en los ministros.
lnclusoexistieron posturasquesostenían que aquello era repugnantea la Cons-
titución, porque allíno estaba previsto taxativamente.
Empero, la realidad como siempre marca diferenciascon las reglas. Si no existie-
ra la posibilidad de que el Poder Ejecutivo ponga en cabeza de losministrosciertas
funciones, principalmente relacionadas a temas administrativos, tornaría imposi-
ble el ejercicio del cargo, por la cantidad de asuntos a atender.
Como explica Comadiral, siguiendo el principio del paralelismo de las formas,
para que sea procedente la delegación de una facultad constitucional del presi-
dente, ello, debería estar previsto en la Constitución.
El autor efectuó un análisisdecómoseconstruyóesteartículoa lo largode la his-
toria. En tal sentido recordóque "... en la redacción original de 1853, seestablecía
que: 'Los ministros no pueden por sí solos, en ningún caso, tomar resoluciones sin
previo mandato o consentimiento del Presidentede la Confederación; a excepción
de loconcernienteal régimen económico y administrativode susrespectivosdepar-
tamentos'. Dichoen otrostérminos, pareceríaqueestaba prevista la posibilidad de
que los ministros tomaran resolucionesen aspectosque no se refirieran a loeconó-
mico y administrativo de sus respectivos departamentos, previo mandato o con-

Gelli, Constitución de la NaciónArgentina.Comentadaymncordada, 3"ed.. 2007, p. 884.


l Comadira, La delegación de facultades del Poder Ejecutivo, publicado el 2/10/12, elDia1-
DC1969.
Art. 103 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

sentimiento del presidente, es decir, previa delegación. Sin embargo, en 1860 es


modificadoelentoncesart.86y, bajoel número89,actual103,seseñala:'Losminis-
tros no pueden por sísolos, en ningún caso, tomar resoluciones, a excepción de lo
concerniente al régimen económico y administrativo de sus respectivos departa-
mentos'. Seadvierte, pues, quecon la nueva redacción seeliminó la posibilidad de
la adopción de resoluciones previo mandato o consentimiento del presidente ..."2.
Continuandocon el análisisencarado,Comadira sostenía que el fundamentode
dicha reforma surgía del texto realizado por el Redactor de la Comisión Examina-
dora de la Constitución Federal de 1860,que en ese sentido expuso que "... ya se
habíavisto el monstruoso caso de ministros mandados lejosde la persona del presi-
dentey ejecutando actos de autoridad, por delegación y representación del Poder
Ejecutivo, con lo quevenían a estar en ejercicio dos o tres poderesejecutivos al mis-
mo tiempo, resultando que el funcionario electo por toda la Confederación para
desempeñar el Poder Ejecutivo, podía delegar estas facultades en un individuo de
su propia elección ...", por otro lado, también destacó que en el debate de la Con-
vención del Estado de BuenosAiresencargada del Examen delaConstitución Fede-
ral, Sarmiento decía "... lo que ha ocurrido en San Juan, ha de servir a mi juicio de
protesta contra la delegación de facultades del presidente en otras personascomo
se hizo con la Comisión que fue a San Juan ejerciendo la autoridad suprema del Po-
der Ejecutivo, y que con el consentimiento de él se han creído autorizados para ha-
cer monstruosidades.Todo esto ha nacidode haber salido de losprincipiosordina-
rios: nose puede invocarlaorden del presidentesin undecretoque lleve lafirmadel
presidentey los ministros . . . " 3 .
En relación a las críticas esbozadas respecto de la redacción inicial, que propició
la indicada reforma, Comadira citó a Joaquín V. González, quien apuntaba que la
Constituciónde1853dabaalosministros "... facultadparatomarresolucionespor
sísolos'previo mandato oconsentimientodel presidente'; en cuyocasoejercíanto-
da la plenitud del Poder Ejecutivo, y por lo tanto, se desnaturalizaba su carácter
constitucional ..."y "... porque importaba investir al ministrodemayor poder que
el del presidente, y anular el principio de responsabilidadsolidaria porqueera 'con-
traria a todo principio de buen gobierno y peligrosa para las libertades públicas';
pues, una persona extraña a la designada por el pueblo podría por delegación del
presidente, ejercer su poder sin las formas y condiciones esenciales a todo acto de
autoridad regular. Era, además, unadelegacióndesoberaníacontraria al principio
republicano de Gobierno ..."4.

Comadira, La delegación de facultades del Poder Ejecutivo, publicado el U10/12, elDia1-


DC1969.
En la séptima sesiónordinariade7/5/1860.
González, Manualdela ConstituciónArgentina, 17"ed.. ps. 575y 576.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Art. 103

De esta manera se advierte, entonces, que no solo no estaba contemplada en el


textoconstitucional ladelegación defacultadesdel Poder Ejecutivoen losministros
-ni en ningún otro órgano- sino que, deliberadamente, en la Constitución de
1860, se procuró evitarla5.
Sin embargo, al interpretar los alcances del art. 89 -actual 103- con anteriori-
dad a la reforma de 1994, la Corte Suprema de Justicia había sostenido en el prece-
dente "~anzeri"~-concita de "Pomaru7-que nocorrespondíaatribuirleadicho
artículo una inteligenciaestricta, yaqueestableceque "... losministrosnopueden
por sí solos tomar resoluciones-a excepción de las concernientes al régimen eco-
nómico y administrativo de sus respectivos departamentos- ello, señala el límite
de su actuación autónoma, pero no se opone a que ejerzan atribucionesque pue-
dan serválidamentedelegadas por el presidente de la Nación. Ello,sin perjuicio,va
de suyo, de la potestad presidencial para dejar sin efecto, modificar o convalidar
-sea de oficio o a petición de parte interesada- los actos de los subordinados je-
rárquicosa quienes se haya conferido el ejercicio de esas facultades delegadas ..."
(consid. 2" del voto compuesto por los ministros Roberto Chute, Marco Aurelio Ri-
solía, Luis CarlosCabraly José Bidau).
En el precedente citado, la Corte abrió la queja ante la denegatoria del recurso
extraordinario, para revocar la inconstitucionalidad de la Res. 505158 del ministro
deTrabajo y Seguridad Social, resuelta por la instancia anterior con la sola cita del
mentado art. 89 de la CN.
Ahora bien,debemosesperar hastael año 1994,cuandoseintrodujo lafiguradel
jefedegabinetedeministros, paracontemplareneltextoconstitucional laexpresa
posibilidad dequeel presidentedeleguefacultadesenesefuncionario(art. 100, inc.
4"), lascualesseencuentran limitadasa lasatribucionesde administración relativas
a las competenciaspropias del presidente de la Nación conformeseestipule expre-
sa y taxativamente por decreto (decr. 977198).
Empero, conformeseñala el maestro Bidart Campos, debemosdiferenciar entre
delegación eimputación defunciones.
A la delegación podemosentenderla como la transferencia parcial del ejerciciode
la competencia de un ente u órgano a otro ente u órgano de donde se genera, res-
pectivamente, ladelegación intersubjetivae interorgánica8.Constituyela excepción

Comadira, La delegación de facultades del Poder Ejecutivo, publicado el U10112, elDial-


DC1969.
CSJN, 10110169, "Panzeri, Luciano y otroc. Banco Di Nápoli", CVN-Fallos. 275:79.
' CSJN. 20111168, "Porma. Gregorio J. c. Nación Argentina (Min. De Relaciones Exterioresy
Culto) sIAmparo", causa P. 487.
Comadira.Procedhientosadministrativos. LeyNacionaldeProcedimientosAdministrati-
vos, anotadaycomentada, Laura Monti (col.), t. l. 2003, p. 159.
Arts. 100 (1 211 3), 101 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN 414

... 12. Refrendar los decretos que ejercen facultades delegadas por el Con-
greso, losqueestaránsujetosalcontrolde la Comisión BicameralPermanen-
te.

Esta obligación va en línea con las delegaciones que el Congreso hizo en el pre-
sidente de la Nación, de acuerdo a lo estipulado con el art. 76. Los decretos delega-
dos, ademásdel refrendo deljefedegabinetey la firma del primer mandatario, de-
ben llevar la del ministro secretario del área que corresponda.

...13. Refrendarconjuntamenteconlosdemásministroslosdecretosdene-
cesidad y urgencia y los decretos que promulgan parcialmente leyes. Some-
terá personalmente y dentro de los diez días de su sanción estos decretos a
consideración de la Comisión Bicameral Permanente.
El jefedegabinete no podrá desempeñar simultáneamenteotro ministerio.

Obse~amosque por medio de la presente norma se deja en claro que losdecre-


tos de necesidady urgencia y los que promulgan parcialmente leyes, ostentan una
jerarquía superior, ya que requieren la conformidad, a través del refrendo del ga-
bineteen pleno.
La prohibición impuesta al jefedegabineteen la partefinal del incisoresultara-
zonable por cuanto esa función requiere una actividad de dedicación plena y ocu-
parsede unacartera en particular, podría resentirel ejerciciodeese cargo.Además,
toda la normativa referentea refrendosestipuladosfuncionesseparadas,ladel mi-
nistro secretario y la del jefede gabinete.

Art. 101. - El jefe de gabinete de ministros debe concurrir al Congreso al


menos una vez por mes, alternativamente a cada una de sus Cámaras, para
informardela marchadelgobierno,sin perjuiciodelodispuestoenelart.71.
Puedeser interpeladoa los efectosdel tratamiento de una moción decensu-
ra, porelvotodela mayoríaabsoluta dela totalidaddelos miembrosdecual-
quiera de las Cámaras, y ser removido por elvoto de la mayoría absoluta de
los miembros de cada una de las Cámaras.
Concordancias: CN, arts. 71,100,104,106.

Elartículocontienedosdisposiciones,laprimeradeellas,queponeencabezadel
jefe de gabinete la obligación de concurrir una vez por mes alternativamente a las
cámaras del Congreso, a fin de informar sobre la marcha del gobierno, y la otra, re-
lativa al método por el cual el funcionario puedeser removido desu cargo, por par-
te del Poder Legislativo.
Art. 102 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Si bien desde la instauración del cargo, varias fueron las mociones de censura
presentadas, lo cierto esque hasta el momento, ningúnjefedegabinetefue remo-
vido de su cargo por este mecanismo.
En definitiva, podemosconcluir que noseríasaludable parael rumbodelgobier-
no quese llegue al extremo de que la salida del jefedegabinete sea por medio de
este procedimiento, lo lógico, llegado tal punto, esque el funcionario por decisión
propia dimita o bien quesea el presidentequien lesolicite la renuncia.

Art. 102.- Cada ministro es responsable de losactos que legaliza; y solida-


riamente de los que acuerda con sus colegas.
Antecedentes: CNde 1853.art.85;CNde 1860, art.88. Concordancias: CN, arts. lo,
53,
59,60,71,80,99,incs.3"y9", 100,inc~.2",6~,
10y 13,103y104.

Ha quedadoclaro a lo largodel análisisdeeste capítulo queel presidenteosten-


ta en nuestroordenamiento una importanteconcentración de podery entresusfa-
cultadesestá la de designar a los integrantes de su gabinete.
En ese marco, suponemos que el presidente escoge entre los individuos más ca-
paces para ocupar cada una de las carteras. Ello, en razón de la difícil y sensible ta-
rea quedeberán afrontar. Esloqueseconocecomo responsabilidad funcional.
Además de ello, los ministros secretarios tiene a su vez otras responsabilidades.
La que podría decirse más importantees la política, ya que una decisión en su carte-
ra con consecuencias negativas para el rumbo del gobierno, podría costarle nosolo
su puesto, sinotambién acarrearle responsabilidad a nivel judicial.
Debemostener presenteademás,que el refrendode un decreto0 la firma de un
acto desu cartera legenera responsabilidad penal, civil y administrativa. No gozan
deinmunidadesen elejerciciodesu cargoyestán obligadosa refrendaraquellosac-
tos presidencialesvinculadosa susdepartamentos.
Tambiénestán obligados, en acuerdogeneral ycomocondición devalidez,a re-
frendar junto al presidente y el gabinete en pleno, los decretos de necesidad y ur-
gencia y losdepromulgación parcial de leyes.
Podría darseel caso, deque un ministro noestédeacuerdo con la decisión presi-
dencial vinculada a su área o incluso con alguno deaquellos actos mencionados en
el párrafo anterior. En ese supuesto, tienen dos posibilidades. La primera, detinte
más político, sería la de negociar por medio del jefedegabinete o directamente an-
teel primer mandatario, la introducción de las modificacionesque considere perti-
nente. La segunda, más drástica, sería la de su salida, ya sea a travésde la renuncia
por propia decisión o por pedido del primer mandatario.
En relación a los actos que acuerda con suscolegasde ministerios, Gelli sostiene
que "... si nofirma losrespectivosdecretos,soloesresponsablepolíticamente,y ello
variará con el grado de compromiso que asuma respecto de la política en cuestión.
Art. 104 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN 420

a uno de loscaracteresdela competencia, la improrrogabilidad. En definitiva, loque


se transfiereesel ejercicio deuna determinada competenciay no su titularidad.
En cambio, según el autor antescitado, setolera la imputación defunciones pro-
pias del Poder Ejecutivo, en favor de los ministros, siempre que no se transfieran
aquellasde carácter personaIísimo9.
En el mismosentido, sobreel punto, seexpresóSagüés, quien al referirsea la Ley
de Ministeriosen relacióna que prevéqueel presidente pueda poner en cabeza de
los ministros facultades vinculadas a las materias que les competen, entiende que
en rigor, setratadeuna imputacióndefuncionesmásquedeunadelegacióndeatri-
buciones, en virtud de que la delegación se produce de un órgano a otro y aquies
inter-órgano, o sea, dentro del Poder E j e c u t i ~ o ~ ~ .
Como conclusión de todo lo expuesto podemos afirmar que para que exista la
posibilidad de delegar, debe haber una norma expresa que lo autorice; que antes
de la reforma constitucional de 1994 la delegación de facultades del Ejecutivo no
estaba contemplada en la Constitución Nacional -empero se mencionaron prece-
dentesdelacorte Suprema deJusticiade la Nación que proponían una interpreta-
ción menos rígida del entoncesart. 89-, que en la actualidad, serían delegablesde
partedel Poder Ejecutivo en losministros-a travésdel jefe de gabinete-, solofa-
cultades estrictamente administrativas -no políticas, ni institucionales ni vincula-
das a actos de gobierno- y que la delegación directa del presidente en los minis-
tros, si bien contemplada en la Ley de Ministerios, sería de dudosa constitucionali-
dad, si se le reconoce preeminenciaal jefedegabinete p o r s ~ b r e a q u e l l o s ~ ~ .

Art. 104. -Luego que el Congreso abra sus sesiones, deberán los ministros
del despacho presentarle una memoria detalla del estado de la Nación en lo
relativo a los negocios de sus respectivos departamentos.
Antecedentes: CNde 1853,art.87;CNde 1860, art.90. Concordancias: CN, arts. lo,
63,
71.99. inc. 17.100, inc.10y 106.

Para iniciar, podemosdecirque una memoriadetallada es un informedelosavan-


cesy retrocesosquecada unade lascarterasha evidenciado en su materia a lo largo

Bidart Campos, Manualdela Constituciónreformada, t. III, 1997, p. 293; Comadira, Proce-


dimientos administrativos. LeyNacional de ProcedimientosAdministrativos, anotada y comenta-
da, Laura Monti (col.), t. l. 2003, p. 159.
lo Sagüés, Elementosde derecho constitucional, 3"ed.. 2001, t. 1, p. 584; Comadira, Pmcedi-
mientosadministrativos. Ley Nacional de PmcedimientosAdministrativos, anotada y comentada.
Laura Monti (col.), t. l. 2003, p. 159.
l1 Comadira,Procedimientosadministrativos. LeyNacionaldeProcedimientosAdministrati-
vos, anotadaycomentada, Laura Monti (col.). t. 1,2003. p. 159.
421 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER EJECUTIVO Arts. 1051106

del períodoanteriory losobjetivosque plantea parael queseinicia, paraqueel Po-


der Legislativo lleveadelante loscontroles inherentesa sus funciones.
Podría pensarse que en la práctica, dicha presentación parece haber sido reem-
plazadacon el discurso presidencial brindadoal iniciodelassesionesordinarias(art.
99, inc. 8",CN), en cuyo acto el presidente exponeverbalmente aquello que indica-
mosen el primer párrafo, repasando la actividad de cada área ministerial. Empero,
ese acto, no obsta a que los titulares de cada cartera deban cumplir con la obliga-
ción quesurge deesteartículo. El informesedebe presentarporescritoy debeserdi-
rigido a la presidencia decada una de lascámarasy de ser necesario, se instará la pre-
sencia del ministro requerido.
Finalmentepodemosmencionar,queal igual quese ha indicadoal momento de
tratar la presentación mensual del jefe degabinete de manera alternativa ante ca-
da Cámara, noseimponeaquíninguna penalidad parael ministroqueno cumpla.

Art. 105.-No pueden ser senadores ni diputados, sin hacerdimisióndesus


empleosde ministros.
Antecedentes: CNde 1853, art.88;CNde 1860, art.91. Concordancias: CN, arts. 1448,
55y 72.

Aquísedeja sentada una incompatibilidad que prohíbe el ejercicio simultáneo


dedoscargosenelámbitodelEstado,unoalqueseaccedeporvotopopularyelotro
por designación directa del presidente.
Conforme lo explica Sagüés, por medio de esta regla se propone afianzar la se-
paración de los poderes Ejecutivo y Legislativo, nota característica de los sistemas
presidencialistas(en los parlamentariosesusual que losmiembrosdel gabinetefor-
men partedel Parlamento)'.
En la realidad política del país, muchas veces los titulares de alguna cartera se
destacan en sus labores y ello les permite lanzar sus candidaturasa legislador, cues-
tión que también resulta útil para que el partido gobernante consiga sumar esca-
ños en ambas cámaras. En ese caso resulta claro que deberían renunciar a su cargo
como ministro. Empero, si un legislador es designado ministro en el Poder Ejecuti-
vo, ha sido usual en la práctica que se le conceda licencia para ocupar ese cargo.

Art. 106. -Pueden los ministros concurrir a las sesiones del Congreso y to-
mar parte en susdebates. pero novotar.
Antecedentes: CNde 1853, art.89;CNde 1860, art.92. Concordancias: CN, arts. 14 71,
1 0 0 , i n ~ s . 6 ~ .10y
9 ~ , 11,101,103y 104.

' Sagüés, Elementosde derecho constitucional, 3"ed., 2001. t. l. p. 590


Art. 107 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

A diferencia de lo que establece el art. 71 de la CN, el aquí tratado faculta a los


ministros a concurrir a lassesiones del Congreso, incluso a tomar parte en los deba-
tes respecto de las materiasque sean desu competencia, empero lesveda la posibi-
lidad devotar, ya que no integran ninguna de lascámaras.
Muchasvecesesta posibilidad sirve para que en sesiones, el especialista del ga-
binete presidencial, representeal primer mandatario con el objeto de aclarar cues-
tiones relativas a la sanción de alguna ley que revista interés para el área.
El títuloXIXdel ReglamentodelSenadodela Nacióntratalascuestionesatinentes
a la asistencia de los ministrosydel jefedegabinete, en lostérminos relativosa losca-
sosde losarts. 71 y 101 de la CN, mas respecto a lo aquíestablecido nada sedice.
Diferente ese1 Reglamento de la Cámara de Diputados que en su Capítulo XXlll
contempla el modo en que setratará la concurrencia de algún ministro al recinto.
En su art. 203 dispone: "los ministros del Poder Ejecutivo pueden concurrir a cual-
quier sesión y tomar parte en el debate. Podrán ser asistidos, cuando lo consideren
conveniente, por los secretarios de estado dependientes de sus respectivos minis-
terios, losqueasimismo tendrán derecho a participar en el debate. Unosy otrosse-
rán equiparados en el uso de la palabra".
Sobrelaconcurrenciaobligatoriaqueestipulael art. 71 de la CN, seocupael art.
204 y subsiguientesdel mismo ordenamiento.
Parte de la doctrina (Bielsa, Bidart Campos) entiende que cuando los ministros
concurren al Congreso, por iniciativa propia o por convocatoria del Poder Legislati-
vo, gozan también de las inmunidadesy privilegios propiosde diputados y senado-
res. Sin embargo, la Constitución no impone tales beneficios, que por su excepción
no deben ser objeto de una interpretación extensiva, sino restrictiva1.

Art. 107.-Gozarán por sus serviciosde unsueldoestablecido por la ley, que


no podrá ser aumentado ni disminuido en favor o en perjuicio de los que se
hallen en ejercicio.
Antecedentes: CNde 1853.art.90;CNde 1860, art.93. Concordancias: CN, arts. lo,
74,
92,110yl20.

Lasremuneracionesdebenserimpuestasporunaley delcongreso, lociertoesque


aquínoseestablececomoen el casodelos magistradosla intangibilidad de las remu-
neraciones(art. 110, CM, por loquelo r e ~ a t i v ~ aaumentoodisminución,
su actúa co-
mo una cláusula de protección de quienesejercenel cargo, máximecuando en el Po-
der Legislativola mayoría no está en manosdel partido oficialista. Si no existiera esa
cláusula, podría darse el extremo de que los sueldos se reduzcan de tal manera que

' Sagüés, Elementos de derecho constitucional. 3" ed., 2001, t . l. p. 591.


GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 108

obligara al gabinete a dejar sus lugares-partiendo de la base de que, los que even-
tualmenteocupan esos lugaresson los máscapacitadospara hacerlo-.
Cabe también mencionar que es posible la actualización de los sueldos en caso
dedepreciación monetaria-por ejemplo, por inflación-, dadoquevedar esta po-
sibilidad generaría una disminución tácita de las remuneraciones.
Finalmente, conforme sostiene Gelli, "... las retribuciones de los funcionarios
debenserdecorosas. Loquelosprincipiosrepublicanosexigendeellosnoesque per-
ciban salariospaupérrimos, sinoquesean honestosy eficientes ..." l.

SECCIÓN TERCERA
DEL PODER JUDICIAL
CAPITULO
I
DE SU NATURALEZAY DURACIÓN

Art. 108. -El Poder Judicial de la Nación será ejercido por una Corte Supre-
ma de Justicia, y por los demás tribunales inferiores que el Congreso esta-
bleciere en el territorio de la Nación.
Antecedentes: CNde 1853,art. 91. Concordancias: Preámbulo, arts. lo, 5',16,18, 19,
3475,incs.12;20y22,99,inc.44109a117.129.

Fiel asuformade Estado Republicano (división de poderes) y Federal (Gobierno


Nacional y Provincias), la Constitución Nacional ha establecido dentro de la estruc-
tura del Estado, el Poder Judicial de la Nación, atribuyéndole a este poder del Esta-
do la función jurisdiccional administración de Justicia.
En virtud de este régimen federal, se organizó el sistema de justicia en la Repú-
blica Argentina bajo un doble orden judicial, constituido, por un lado, por el Poder
Judicial de la Nación, con competencia federal (conf. arts. 116y 117), y por el otro,
por los PoderesJudicialesdeIasProvinciasyde la CABA, con competencia ordinaria
o local (conf. arts. So, 75, inc. 12y 129).
El art. 108estableceque, el Poder Judicial dela Naciónestá integrado por la Cor-
te SupremadeJusticia-Tribunal máximodel paíscreado por laconstitución Nacio-
nal-; y demás tribunalesinferiores, integrados porjuecesytribunalesde múltiples
instancias, que son creados por ley del Congreso en todo el territorio de la Nación
(conf. art. 75, inc. 20, CN).

' Gelli, Constitución de la NaciónArgentina. Comentadayconcordada, 3"ed.. 2007, ps. 889


y 890.
Art. 108 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

Cabeagregar, que luego de la reforma constitucional de 1994 han pasado a com-


ponertambién el Poderjudicial, el Consejodela Magistratura y el JuradodeEnjuicia-
miento, órganosquecarecen defunción jurisdiccional (conf. arts. 114y 115).

51. LaCorteSupremadeJusticiadelaNación.- LaCorteSupremaesla"cabeza


del Poder Judicial". Ejerce la jefatura detodoel Poder Judicial de la Nación, consa-
grándosecomoel másaltotribunal de la República, encargado develar por losde-
rechosconstitucionales. Esel intérprete final de la Carta Magna y custodio desu su-
premacía. Ejerce en instancia última el control de constitucionalidad, siendo este
poder político, porque puedecontrolar los otros poderes del Estado a través de di-
cho control. Tiene en consecuencia, como fin, garantizar la eficacia en el logro del
bien común, la legitimidad y juridicidad de la actuación estatal y la activa defensa
de los derechos humanos.
Si bien el art. 108dispuso la existencia de una CorteSuprema, no fija el número
de miembros que deben integrarla, dejando, de tal modo, librado al Congreso su
determinación. En sus inicios, la Constitución Nacional de 1853 disponía en el art.
91, queel Poder Judicial de la Nación sería ejercido por una CorteSuprema de Justi-
cia compuesta por nueve jueces y dos fiscales. Posteriormente, la reforma de 1860
suprimió la cantidad de jueces, dejando en manos del Congreso la determinación
del númerode integración del órganosupremo. A partir dela ley nacional 27 (1862)
queorganizólajusticiafederal,sedeterminóquelaCorteestaría integradaporcin-
co miembrosy un procurador general.
En 1960, por ley 15.271 del Congreso de la Nación, se llevó a sieteel número de
jueces, pero en 1966volvió a la composición anterior de cinco jueces y un procura-
dorgeneral, integración quese mantuvo hastaelaño 1990, momentoen queelevó
a nueve los miembros, y el procurador general ya no formó parte de esta (ley
23.774). Finalmente, la ley 26.183, aprobada en ambas Cámaras y promulgada el
15/12/06,dispuso lareduccióndel númerodeintegrantesdelaCorteSupremaacin-
co, los que componen actualmente el Tribunal Supremo.
Cabe mencionar que la Corte no comenzó a funcionar sino hasta el 15 de enero
de 1863, toda vez que para ello debía instituirse previamente-tal como lo exigía
la Constitución Nacional- el Poder Judicial de la Nación, y dictarse, en consecuen-
cia, las leyesque le brindaran el marco adecuado para ejercer su función. Este obje-
tivoseIlevóadelantea partir delaño 1862, con lasancióndecuatroleyes: en primer
lugar se sancionó la ley nacional 27, que estructuró la justicia federal. A esta le con-
tinuaron, la ley 48 que establece la jurisdicción y competencia de los tribunalesfe-
derales, la ley 49, sobre competencia penal federal, y ley 50, que dispuso normas
procesales básicasantedichostribunales.

5 2. Tribunales inferiores a la Corte Suprema de Justicia.- Los "tribunales in-


feriores" son todos losjuzgadosytribunalesfederalescreadosy establecidospor el
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 108

Congreso, órgano encargado de atribuir y distribuir las competencias entre dichos


tribunales-respetando las reglasestablecidasen losarts. 116 y 117de la Constitu-
ción-, y sancionar la normas procesalesen el ámbito federal.
En virtud deello,afin deestructurar la justicia federal, ademásdelas leyesmen-
cionadas, se reorganizó la justicia nacional a través del decr-ley 1285158, ratificado
por la ley 14.467, y lasdisposicionesmodificatoriasque lo sucedieron.
Enelaño 1991,con la ley24.050,deCompetencia Penaldel PoderJudiciaI,secre-
aron nuevosórganostribunaliciosen el territoriodel país, quedandoestedividido
en 17 jurisdiccionesfederalesque intervienen en losasuntos sobre materia federal
que ocurren en susjurisdicciones: Comodoro Rivadavia, General Roca, Bahía Blan-
ca, Mendoza, Córdoba, Tucumán, Salta, Resistencia, Corrientes, Posadas, Paraná,
Rosario, Mar del Plata, Ciudad de Buenos Aires, San Justo, La Plata y San Martín.

m Referenciajurisprudencia1

Supremacíade la Corte
1-Según su propia jurisprudencia, la Corte nacional ha puesto de manifiesto quesu
carácter supremo, implica que sus decisiones son finales, con lo cual es el Tribunal de
última instancia enel país, y ningún otro puede revocarlas. [CSJN. 17/9/85, "Hilande-
ría Olmoss/Solicitud de intervención del órganojudicial", CSJN-Fallos, 307:1709].

2- Enel fallo [CSJN,3/9/85, "CarlosEduardoGuardiayotra", CSJN-Fallos, 307:1601],


la CSJN sostuvoque: "La Corte, en usodelacompetenciaqueleatribuyenla Constitu-
cióny las leyes essuprema; esa supremacía ha sido reconocidadesde loscomienzosde
la organizaciónnacional;susdecisionessonfinales;yningúntribunal nacional o local,
puededesconocer la necesidadinstitucionalde respetoyacatamientoa lasdecisiones
de aquella".

3- Por otra parte, afirmó su "condición de órgano supremo y cabeza del Poder Judi-
cial"en losfallossiguientes: [CSJN, 1973, "Venini, HoracioJuan", CSJN-Fallos, 286:17];
[CSJN. 1995, "MerciadrideMorini, MaríaTeresas/Presentación(UniónCívica Radical)",
Cm-Fallos, 31819861; CSJN, 2015, "R.,M.A. c. F.,M.B. dReitegro de hijo", CSJN-Fallos,
338115751, entreotros.

4- Además, la CSJN se ha definido como "la intérprete final de la Constitución, y su-


premo custodio de garantías constitucionales", en el fallo [CSJN, 19/4/77. "Pérez de
Smith, Ana y otros", CSJN-Fallos, 297:338].

Obligatoriedadde lassentenciasdelaClDH en lasdecisionesdela Suprema Corte dela Nación


5- Con posterioridad, y a raízde la ratificaciónde la Convención lnteramericana so-
breDerechosHumanos(PactodeSanJosédeCostaRica),vigenteparalaArgentina por
ley 23.054, e incorporadacon jerarquía constitucional enel art. 75, inc. 22, la doctrina
de la CSJN ha ido evolucionando progresivamenteenmateria decumplimientode re-
Art. 108 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

soluciones dictadas por las Corte lnteramericana de Derechos Humanos, sin que ello
menoscabesu condición deTribunal Supremo del Estado Argentino.

6- Enel precedente [CSJN, 2003, "JoséMaríaCantos", CSIN-Fallos, 326:2968], sostu-


voque"correspondeaestaCorte,comoórganosupremodeunodelospoderesdelGo-
biernoFedera1,aplicarenlamedidadesujurisdicción, lostratadosinternacionalesenlos
queel paísestá vinculado, a fin deevitar que la responsabilidadinternacional de la Re-
pública quedecomprometida ..."(votosde losdoctores Maqueday Boggiano).

7- Por otra parte, la CSJN se expidió en la causa [CSJN, 2004, "Espósito, Miguel Án-
gel dlncidente de prescripción de la acción penal promovido por su defensa Bulacio,
WalterDavid", E224.XXXIXI. dandocumplimientoalacondenainternacional,queim-
plicó "dejarsinefecto" y10 "revocar"un pronunciamientodelaCorteSuprema, porel
que se había declarado la prescripciónde la acción penal enfavor del Comisario Espó-
sito. En dicha oportunidad sesostuvo queen el caso, la decisión de la Corte IDH resul-
taba "de cumpiimiento obligatorio p&a el Estado argentino (art. 68.1, CADH), por lo
cual también (...) esta Corte, en principio, debe subordinar el contenido de susdeci-
sionesa lasdedichotribunal internacional". [CSIN-Fallos, 327:5668]. Incluso, la Corte
Suprema fuemásallá enel pronunciamientodel caso [CSJN, 2005, "Simón, Julio Héc-
tor y otros slprivación ilegítima de la libertad", cuando afirmó que tanto la jurispru-
dencia de la Corte IDH como lasdirectivasde la ClDH constituyen una "imprescindible
pauta de interpretación de los deberes y obligaciones derivados de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos", CSIN-Fallos, 328:2056].

8- Mantuvotambiénesta postura,enelfallo [CSJN. 2011, "Derecho, RenéJesússIln-


cidentede prescripcióndela acción penal", CSIN-Fallos, 334:1504], cuandovoIvióa de-
jar sin efecto su propia decisión, que había declarado extinguida la acción penal por
prescripción y sobreseído parcial y definitivamente en la causa a René Jesús Derecho.
Através del voto del doctor Maqueda, expresó: "La Corte Suprema, como uno de los
poderesdel Estadoargentino,debecumplirlasentenciadeltribunal internacionaldic-
tada en el caso'8uenoAlvesv.Arqentina'que
- impone, como medida desatisfaccióny
garantíadenorepetición, laobligacióndeinvestigar loshechosquegeneraronlasvio-
laciones denunciadas, obliqación que si bien es de medios, importa una tarea seria y
eficaz, y cuya exégesis debéefectuarse en el marco de lo dispuésto por el art. 68 de ;1
ConvenciónAmericana sobre DerechosHumanos, que poseejerarquía constitucional
(art. 75, inc.22, CN)".

9- Inclusoel másAltoTribunal nacional en suvoto mayoritario del fallo [CSJN, 2013,


"Carranza Latrubesse, Gustavoc. Estado Nacional -Ministerio de RelacionesExterio-
res- Provincia dechubut, etcétera", CSIN-Fallos, 336:1024], expresó lo siguiente: "si
un Estado suscribe y ratifica un tratado internacional, especialmente si trata dedere-
chos humanos, comoesel caso de la ConvenciónAmericana, tiene la obligaciónde re-
alizar sus mejores esfuerzos para aplicar las recomendacionesde un órgano de pro-
tección como la Comisión que es, además, uno de losórganos principalesde la Orga-
nización de los EstadosAmericanos (OEA)".
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 108

10- Finalmente, la CSJN dictó la Res. 477115, en el Expediente Administrativo no


4499113 envirtud de la condena impuesta a la República Argentina, enel fallo "Moha-
med, Oscar Albertov. Argentina', motivo por el cual expresó, que a partir de la refor-
ma constitucional de 1994. lassentenciasdela Corte lnteramericana de Derechos Hu-
manosdictadasen causasen que la Argentina sea parte "...deben ser cumplidas por
los ooderesconstituidosen el ámbito desu comoetencia y, en consecuencia, son obli-
gatoriaspara la Cortesuprema delusticia de la Nación. Por ello, esta Corte, como uno
de los poderes del Estado argentino conforme lo previsto en el art. 68.1 de la misma
Convención, debecumplir la sentencia del tribunal internacional".

11-El criterioadootadoen losorecedentesmencionadoshastaaauí havariadocon-


siderablemente, a raíz de un fallo reciente de la corte Suprema queviene a poner un
límite al cumolimiento oor
. .Darte del Tribunal Nacional de los pronunciamientosde la
Corte IDH, cuandoestos modifican decisionesadoptadasenla justicia nacional.
Así, enel fallo "Ministeriode RelacionesExterioresyCultosinformesentencia dictada
enel caso'Fontevecchia y D'Amitov.Argentina' por la Corte lnteramericana de Dere-
chos Humanos", de fecha 14/2/17. la CSJN resolvió, por mayoría, que no resultaba po-
sible concretar la revocación formal de un decisorio naciónal, por considerar qué la
manda internacional impuestaviolaba lodispuestoen losarts.27y75, inc.22de la CN.
Mediantevoto únicode los ministros Lorenzetti, Hightonde Nolascoy Rosenkrantz, y
por el propio voto del ministro Rosatti, se conformó la mayoría que dio un giro en la
postura de la Cortey puso un Iímitea la intervención de lacorte Interamericana, al es-
tablecer que no está dentro de las atribucionesque la CADH otorga a la Corte IDH, el
revocar sentenciasdel MáximoTribunal argentino.
En este fallo, la Corte Suprema desestimó lo requerido por la Dirección de Derechos
Humanosdel Ministerio de RelacionesExterioresy Culto de la Nación, para que cum-
pla, en loquecorresponda y deconformidadconsucompetencia, lasentenciadictada
Dor la Corte lnteramericana de Derechos Humanos. en la causa "Fontevecchia votros
c. República Argentina", de fecha 2911 1111, que consideró al Estado Argentino res-
oonsable de la violación del derecho a la libertad de exoresión de los oeticionantes
iconf.art. 13, CADH), estableciendoenconsecuencia, enire lasmedidasdereparación
del Estado, quesedejesinefectolacondena civil impuestaaJorgeFontevecchiay Héc-
tor D'Amico, en la causa "Menem" de 2001.
El voto conjunto de los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Carlos
Rosenkrantz, consideró que no correspondía hacer luqar a lo solicitado en tanto ello
supondría transformar aia Corte IDH én una "cuarta hstancia" revisora de los fallos
dictados por los tribunales nacionales, en contravención de la estructura del Sistema
Interamericano de Derechos Humanos y de los Principios de Derecho Público de la
Constitución Nacional (consid. 11).
NuestroMáximoTribunalsostuvoquelaCorteIDHseextralimitóensufunción,entan-
to al "revocar" una sentencia local incurrió en un "mecanismo previsto que no se en-
cuentra previsto por el texto convencional" (consid. 12), y en tal sentido, puso de ma-
nifiesto, invocandoel art.63.1 dela CADH,quelaConvenciónAmericana"nocontem-
pla la posibilidadque la Corte lnteramericanadejesin efecto una sentencia dictada en
sede nacional" (consid. 13).
Art. 109 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Detal modo, la Corteexpusoqueel constituyente ha consagradoenel art.27 una "es-


fera de reserva soberana", delimitada por los Principiosdederecho públicoestableci-
dos en la Constitución Nacional, a los iuales los tratados internacionalesdeben aius-
tarsey con loscualesdeben guardar conformidad, expresandoenconsecuencia, que:
"Entre dichos principios inconmoviblesse encuentra, sin duda alguna, el carácter de
esta Corte como órgano supremo y cabeza del ~oder~udicial, c o n ~ ~ r m e s u r ~ eart.
del
108 de la CN (CSJN-Fallos, 256:114; 289:193; 318:986; 319:1973; 328:2429; 329: 3235,
5913; 330:49,251; 338:1575; entre muchos otros). Revocar la sentencia firme dictada
poresteTribunal implica privarlodesucarácterdeórganosupremodel PoderJudicial
argentinoy sustituirlo por un tribunal internacional, enclara transgresióna losarts. 27
y 108dela C N (consid. 17).
Finalmente, y expresando su negativa de hacer lugar a lo solicitado para que deje sin
efecto la condena civil impuesta, el Tribunal Supremo aclaró en el consid. 20 que:
" ... Lo dicho hasta aquíno implica negarcaráctervinculantea lasdecisionesde la Cor-

telnteramericana, sinotansoloentenderquela obligatoriedadquesurgedelart.68.1


debe circunscribirsea aquella materia sobre la cual tiene competencia el tribunal in-
ternacional (art.63, CADH, arts. 27.75, inc.22y108, CN)".
El voto en disidencia del doctor Maqueda mantuvo la postura adoptada en los prece-
dentesde la Corte, afirmandodetal modoque, "lassentenciasde la Corte Interame-
ricana pronunciadasencausasenlasqueelEstadoarqentinosea
- parte,debensercum-
plidas por los poderesconstituidosen el ámbito de su competencia y, en consecuencia,
son obligatoriaspara la Cortesuprema dela Nación". Y atalfin, el magistrado indicó
que "el deberdecumplir con ladecisiónadoptada por la CorteIDH respóndeaunprin-
cipio básico del derecho sobre la responsabilidadinternacional del Estado, según el
cual losEstadosdebenacatarsusobligacionesconvencionalesinternacionalesdebue-
nafe(pactasuntservanda),ydeconformidadconlodispuestoenlaConvencióndeVie-
na sobre el Derecho de IosTratados de 1969, no pueden, por razones de orden inter-
no, dejar de cumplir las obligacionesya asumidas, so pena deverse comprometida la
referida responsabilidad".

Art. 109. -En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funcio-
nesjudiciales,arroganeel conocimiento de causas pendienteso restablecer
lasfenecidas.
Antecedentes: CNde 1853, art. 95. Concordancias: CN, arts. lo,
18,23,29,36,99, incs.
19 3". 5"y 16; CADH, art.8".

Esteartículo no ha sido introducidoni modificado por la última Asamblea Cons-


tituyentequesecelebróenelaño 1994.Fue partede laredaccióndelaConstitución
Nacional de 1853,quelo incorporó comosu art. 95 con el objeto de reafirmar la di-
visión de poderesque es inherente a la forma republicana de gobierno, adoptada
en su art. lo, cuyos pormenores han sido abordadoscon anterioridad y a loscuales
cabe aquí remitirse.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 109

Esta cláusula constitucional encuentra motivaciones históricas, por las cuales se


buscó limitar el ejercicio de poder público por partedel Poder Ejecutivo y, en conse-
cuencia, evitar queasumiera la suma del poder público. Es por esta razón queesta
norma específicadebeser complementada con el art. 29 de la CN, por el cual se pro-
híbe al Congreso nacional y a los legisladores provinciales que concedan al Ejecuti-
vofacultadesextraordinarias; entendiéndose portalesel ejercicio defuncionesju-
diciales.
Lasatribucionesjurisdiccionales,según laformadegobiernoadoptada,son mo-
nopoliodel PoderJudicial, locual implica que ese1quedetenta el ejercicioexclusivo
de la función jurisdiccional; esto es, la aplicación del derecho para resolver los con-
f l i c t o s ~"causas", según la terminologíaempleada por el art. 116de la CN.
La razón deser de esta reservajurisdiccional quese poneen cabeza el Poder Judi-
cial se erigecomo una garantía republicanaque, ademásdelosfinesyaexplicitados,
pretende asegurar la vigencia de las garantías constitucionales previstas por el art.
18dela CN(v. gr.,juez natural, defensadela personayel patrimonio, entreotras). De
esta manera, loquese períeccionaa partir deestacl~usulaeslaseparaciónde los po-
deresque resultan esencialmentepolíticos(LegislativoyEjecutivo),con la resolución
deconflictosquesesuscitan adiarioen lasociedad.

5 1. Jurisdicción administrativa.- Más allá de lo expuesto, lo cierto es que


existenactualmenteunagrancantidaddeórganosadministrativosvinculadosadi-
versas materias que forman parte ya sea de la administración central o descentrali-
zada, queejercen en forma cotidiana funciones jurisdiccionales. La actividad quees-
tos llevan adelante es llamada "jurisdicción administrativa", y a partir de estetérmi-
no esque se ha empezado a hablar, no sin discusión, de dos especiesdefunciónjuris-
diccional: una "jurisdicción judicial", y otra, "jurisdicción administrativa" l.
En cuanto al ejercicio válido de esta "jurisdicción administrativa" y su compati-
bilidadcon laprohibicióndispuesta porelart. 109dela CN, IaCorteSupremadeJus-
ticia de la Nación ha adoptado distintos criteriosa lo largo del tiempo, sin terminar
deformar una doctrina pacífica respectoa una posición. Sin perjuiciodeello,como
principio rector podría sostenerse que "[uln criterio aceptable, compatible con el
Estado de derecho y con lo preceptuado por el art. 109 de la CN, consiste en partir
del principioenvirtud delcual'toda laactividaddela Administración Públicaescon-

' Ekmekdjian, Tratado de derecho constitucional. aa. por Pablo L. Manili, 3aed..2016, t.V,
ap. 791, párr. 1". concita a Bielsa,Actojurisdiccionalyactojudicial. LL, 104-820; Cassagne, Elacto
administrativo, op. cit. En contra de esta tesitura: Fiorini, Inexistenciadelacto administrativo juris-
diccional, LL, 101-1027; Gordillo, Tratadodederechoadministrativo, 1997, t. l. p. IX-16; Dromi, De-
recho administrativo, 1995, p. 161; Farrando (h.), en M.W., Manual de derecho administrativo,
1996. p. 32.
Art. 109 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

trolable o revisable por el Poder Judicial, pero cuando se trata del ejercicio de acti-
vidadesdiscrecionalesvaría el alcance o extensión de tal control' "2.
Ahora bien, másallá de esto, lo cierto es que parte de la doctrina ha reconocido
que las ambivalentes decisiones adoptadas por el Máximo Tribunal pueden ser di-
vididas en tres períodos3,con la salvedad de queaún en ellos no ha sido análogo el
criterio aplicado en todos los casos.
En una primer etapa que concurre hasta el año 1955, cuando se produce el de-
rrocamiento del presidente constitucional Juan Domingo Perón, la Corte se orien-
tó, por logeneral, porconvalidar lassancionesquehubieran sidodispuestasporor-
ganismos administrativos siempre que las eventualesvulneraciones al debido pro-
cesoquehubieransidocometidasduranteel procedimientoquederivóenellas, pu-
dieran haber sido subsanables durante el trámite judicial subsiguiente.
Apartirdeesafechay hastaaproximadamenteelaño 1960, seadmitió lafunción
jurisdiccional que ejercían los órganos administrativos competentes, siempre que
se cumpliera con la exigencia de quedurante los procedimientos llevadosadelante
se hubiera asegurado la garantía del debido proceso. Fue entoncescuando la Cor-
teanulódistintasresolucionesque habiendosidodictadaspororganismosadminis-
trativosen ámbitosy materiasque resultaban competentes, noverificaban el cum-
plimientodetal requisito. Esto ocurrió, por ejemplo, en diversoscasosen losque no
se había oído al interesado en sede administrativa, ni se le había dado tampoco
oportunidad de defenderse4.
Finalmente, el comienzode latercery últimaetapaseproducea partir dela san-
ción del célebre caso "Fernández Arias, Elena c. Poggio, José s/Sucesión", cuya sen-
tencia recayó el 19/9/60. Fue entoncescuando seacuñó el principio de "control ju-
dicial suficiente", según el cual se exige una doble revisión, tanto de los hechos co-
mo del derecho que hubieran sido objeto de la instancia previa, como garantía pa-
raqueel ejercicio de "jurisdicciónadministrativa" por partedeórganosdelaadmi-
nistración resulte compatible con los extremos de la Constitución Nacional.
En este casoconcreto, la Corteconvalidó esta actividad al entender que "escom-
patible con la Ley Fundamental la creación de órganos, procedimientos y jurisdic-
cionesespeciales-deíndoleadministrativa-destinadosa hacer másefectiva yex-
pedita latutela de los interesespúblicos, habidacuenta de lacrecientecomplejidad

Gelli. Constitución de la Nación Argentina comentada y concordada. 4" ed., 2008, p. 452,
párr. 34 con cita a pautas establecidas por la CNCAF (caso "Edelman", 11/5/97 y caso "Marenco",
16/4/98) citados en Coviello, El controljudicialde la administraciónpública en la República Argen-
tina, JUS Rivista di ScienzeGiuridiche.Estrato. AnnoXLVII. Maggio-Ago. 2000, p. 218.
Linares, La garantía dedefensa antelaadministración, LL, 142-1137y siguientes.
LL, 96-477; ídem, CVN-Fallos, 243:201.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 109

de lasfuncionesasignadasa la administración. Esa doctrina, tendiente a adecuarel


principio de la división de poderes a las necesidades vitales de la Argentina con-
temporánea, y a delinear el ámbito razonabledel art. 95 de la CN [hoy 1091, se apo-
ya, implícitamente, en la idea de que esta es una creación viva, impregnada de rea-
lidad argentina y capazde regular con previsibilidad los interesesde la comunidad
en las progresivasetapas de su desarrollo"
En esesentido, sedefinióademásen esa sentencia lo que debe serentendidoco-
mo "control judicial suficiente". Al respecto, sesostuvoqueen unasituación jurídi-
ca que supone litigios entre particulares atinentes a sus derechos subjetivos priva-
dos, tal conceptoquieredecir: a) quedebeexistir un reconocirnientoa los litigan-
tes del derecho a interponer recurso ante losjuecesordinarios; b) quese les debe
negar a los tribunales administrativos la potestad de dictar resolucionesfinales en
cuanto a los hechosy al derecho controvertido.
Sinembargo, laopinión allíexpuesta por lacorte, que marcóel iniciodeesta nue-
va etapa de interpretación, lejos seencuentra de ser pacífica. Existe parte de la doc-
trina queentiendeque la únicajurisdicción queexistees la judicial, y su ejercicio por
expreso mandato constitucional se encuentra estrictamente reservado al Poder Ju-
dicial. Por lotanto,quienescomulgan con estatesituraentienden que "cualquier ley
que otorgueal Poder Ejecutivo oacualquierorganismode la Administración Públi-
cafuncionesdetipo jurisdiccional esviolatoria de losarts. 109,116,23,29 y lo de la
CN, aun cuando exista un recurso de revisión ante un tribunal judicial" 6.
Como fundamento de su postura, seesgrimen argumentostantodesde el pun-
t o devista teórico como práctico.
En cuanto a lo primero, resulta evidente que las prohibiciones explicitadas por
lascláusulasconstitucionalesdemencióndejanen claroque "en ningúncaso" el Po-
der Ejecutivo podrá resolverconflictosmediantelaaplicacióndederecho,yqueaún
actuar como órgano jurisdiccional sujeto a revisión judicial implica una interven-
ción indebida en una "causa pendiente"; lo cual también se encuentra vedado por
mandatoconstitucional. ~ótese,quetodoconflictoquedebaopuedasersome~do
a un control posterior, necesariamentedebe ser considerado como "pendiente" ya
queesto implica queaún no ha sido resuelto ni concluido.
La necesidad de asegurar una estricta división de poderes públicos en cuanto al
ejercicio delaactividad jurisdiccional ha sidotal, queni siquiera durante lavigencia
del estado de sitio el Poder Ejecutivo puedecondenar por sí, ni aplicar penas. Nue-
vamente, secristaliza aquí la notoria raigambre histórica que posee la norma, pues

"Fernández Arias". CSJN-Fallos, 247:646; LL. 100-63.


Ekrnekdjian, Tratado de derecho constitucional, act. por Pablo L. Manili, 3"ed.. 2016, t.V,
ap.791, párr. 17.
Art. 109 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

da cuenta de un marcado esfuerzo por neutralizar todo intento de concentración


de poder desmedidoque pudieraderivar en unaafectación al sistema republicano
de gobierno adoptado.
Por otra parte, desde la perspectivaprácticatambién seexhiben dificultadesque
sonargüidascomofundamentodeesta postura, en atenciónaquelosprocedimien-
tosadministrativosseencuentranatravesadosporviciossustancialesqueafectanlos
derechos y garantías de los individuos. Al respecto, podría mencionarse el debido
ejercicio del derecho de defensa del administrado o el debido proceso, principios
que pueden versevulneradosen los casosen quesea un mismo funcionario el que
instruye el sumario y luego impone la pena a cumplir, o bien cuando los llamados
"juecesadministrativos" son simultáneamente quienesdictan normasdesustancia
legislativa y administran. En estos se observa una clara confusión entre el rol de
"juez" y "acusador" que confluyen en una única persona, mientras que-por otro
lado-seevidencia una contradicción con el mandato del art. 29 de la CN.
A este ejemplo, podría aunársele el hecho de que frente a las sanciones admi-
nistrativasqueson consecuencia deesteejercicio jurisdiccional queseentiende ile-
gal, los recursos que se interponen contra ellos son concedidos, por lo general, "al
soloefectodevolutivo", amenosquecontengan penascorporales.Estodejaenevi-
dencia queduranteel tiempoquetranscurra paraque un jueztomeconocimiento
del caso y resuelva en competencia,el administrado pudo habersufridodañosirre-
parables, como ocurriría en el caso de una clausura de un local comercial. Respecto
a esta situación se ha expedido la Corte, y ha resuelto que si la apelación anteel Po-
derJudiciaI fueconcedida al soloefectodevolutivo, esdecir, si secumple la sanción
administrativasin esperar ladecisión judicial, esto resuItaviolatoriodel "control ju-
dicial ~uficiente"~.

5 2. Jurisdicción militar.- Para quienes aceptaban un desdoblamiento en el


ejerciciode laactividad jurisdiccional, posicionaban a la "jurisdicción militar" como
una especiede "jurisdicción administrativa", queencontrabafundamentoen la re-
lación especial que existe entre el personal militar y el Estado, perofundamental-
menteen las previsionesdel actual inc. 27 del art. 75 de la CN (antes art. 67, inc. 23),
habida cuenta quese reconoce allí la facultad del Congreso dedictar normas para
la organización y el gobierno de losejércitos.
El ejercicio de esta especie "jurisdicción administrativa" por parte de órganos
que dependen del Poder Ejecutivo ha sido avalado por la Corte en basea esta espe-
cífica normativa, al tiempo en que también se reconocía que los Tribunales Milita-
resdependían,funcional yorgánicamente,del PoderEjecutivo nacional.Sinembar-
go, su legitimidad y constitucionalidad ha sido puesta en duda por la doctrina. Al
respecto, se ha dicho que las funciones inherentesal Congreso Nacional en torno a

"Durnit", CUN-Fallos, 284:150.


GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 109

esta materia, se limitan a la facultad de dictar normas legislativas (penales y no pe-


nales), pero noautorizana lacreacióndeunaadministración dejusticia que hasido
reservada al Poder Judicial (arts. 109 y 116, CN).
En punto a ello, cabe mencionar que la redacción que presentaba el Código de
Justicia Militar preveía tanto un recurso de revisión contra sentencias firmes que
emanen de los tribunales militares, como así también de apelación, en tiempo de
paz, contra los pronunciamientos definitivos de estos tribunales, los cuales se sus-
tanciarían ante la Cámara Federal de Apelaciones con competencia en el lugar del
hecho queoriginó la formación del proceso. Sin embargo, parte de la doctrina en-
tendió que tal circunstancia no resultaba suficiente como para subsanar la contra-
dicción que existe entre el funcionamiento de esos organismos y la prohibición
constitucional que fue expuesta con anterioridad.
En este sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se expidió en el caso
"López, Ramónn8,declarando la inconstitucionalidad del procedimiento seguido
ante lajurisdicción militar. Losministros Ricardo Lorenzetti y Eugenio Raúl Zaffaro-
ni formularon en su votoque lostribunales militaresson inconstitucionales porque
no están integrados por jueces independientes y porquedesconocen el derecho de
defensaen juicioal notener, el militar,derechoaelegirundefensorletradodecon-
fianza. Asimismo, sostuvieron que los tribunales militares no pueden considerarse
jurisdicción en sentido constitucional ni internacional, sino tribunales administra-
tivos incompetentes para aplicar penas, porque no se puede permitir que funcio-
nariosdependientesdel Poder Ejecutivo y sometidosa susórdenes, apliquen leyes
penales. Agregando que no se puede desconocer que los delitos deben ser juzga-
dos porjueces-principiode judicialidad-y queel juez requiere independencia y
no puede estar sometido jerárquicamente al Poder Ejecutivo. En efecto, se consi-
deró que lostribunalesadministrativoscomo lo son lostribunales militares no pue-
denjuzgardelitosy lacompetenciamilitaresinconstitucional,entantoviolalaCon-
vención Americana sobre Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos
Civilesy Políticosy la Declaración Universalde los DerechosHumanos.
Al año siguiente del referido fallo del Máximo Tribunal de justicia federal, me-
diante la ley 26.394, sancionada y promulgada el 26/8/08, fue derogado el Código
de Justicia Militar, disponiendo que la competencia que aquellos abarcaban fuera
ejercida por los jueces y tribunalesque la Constitución Nacional y la ley instituyan.

Referenciajurisprudencia1
1- "El tribunal no advierteque pueda haber mediado intromisión del PoderJudicial
en áreas reservadas a otro poder. En efecto, la circunstancia de que la Administración
obrase enejerciciodefacultadesdiscrecionales,en manera alguna puededejarde la-

' CSJN,6/3/07,'~LÓpez,RamónAngelslRecursodelart.445bisdelCódigodeJusticiaMilitar",
causa no2845". L 358-XXXVlll.
Art. 109 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

do el control iudicial suficiente de los actos administrativosde naturaleza iurisdiccio-


nal a queobliga el principiode la separaciónde poderes, ni tampoco puedeconstituir
un iustificativo de la conducta arbitraria-tanto másen una causa desustancia penal
administrativa- puesto que es precisamente la razonabilidad con que se ejercén ta-
lesfacultadeselprincipioqueotorgavalidezalosactosdelosórganosdel ~ s t a d o ~ q u e
permite a los jueces, ante planteos concretos de parte interesada, verificar el cumpli-
mientodediiha exigencia". ["Jalife, Elíass/Amparo", CSJN-Fallos, 316:3077].
2-" ...El control judicial de losactosdenominados tradicionalmente discrecionaleso
de pura administraciónencuentra su ámbito de actuación, por un lado, en loselemen-
tos regladosde la decisión-entre losque cabe encuadrar, esencialmente, a la compe-
tencia, laforma, lacausaylafinalidaddel acto [CVN-Fallos, 315:1361]-y porotro, enel
examen desu razonabilidad( ...) Es precisamente la legitimidad-constituida por la le-
galidad~la razonabilidad-conqueseejercentalesfacultades, el principio queotorga
valideza losactosdelosórganosdelEstadoyquepermitealosjueces,anteplanteoscon-
cretos de parte interesada, verificar el cumplimiento de dichas exigencias, sin que ello
implique la violación del principio de división de los poderesque consagra la Constitu-
ción Nacional (doctr. de CSJN-Fallos, 307:639)". ["Solá, Robertoy otrosc. Estado Nacio-
nal -Poder Ejecutivos/Empleopúblico", CSJN-Fallos, 320:2509 (1997) y en ED, 178-2241,
3-"LafacultaddelCongresodefijarlafuerzadeIíneadetierraomarentiempodepaz
yguerra yformar reglamentosyordenanzas para el gobierno dedichosejércitosautori-
za a organizartribunalesmilitaresque noforman partedel sistemajudicial de la Nación.
Los tribunales militares no forman parte del sistema iudicial de la Nación y. la .iurisdic-
ción militar ha sido organizada como consecuencia del poder atribuido al Congreso de
fijar la fuerza de Iínea detierra y de mar en tiempo de pazy guerra yformar reglamen-
tosyordenanzaspara el gobiernodedichosejércitos(art.67, inc.23, CN) [actualart.75,
inc.271, siendoellaexclusivay excluyenteconrelaciónal PoderJudicialdela Nación, ya
queaquellosestán ensituaciónanálogaa lostribunalesde la Capital yde las provincias
cuando proceden dentrode la esfera desucompetencia". [CSJN-Fallos, 149:175].
4-"La disposición constitucional que niega al presidenteel ejerciciodefuncionesju-
diciales o el derecho de conocer en causas oendientes o de restablecer lasfenecidas.
responde al propósito de poner a los habitantes a cubierto de los posibles abusos de¡
gobierno, asícomo al de marcar bien la Iínea divisoria entre lostres poderes". [CSJN-
Fallos, 149:175].
5-"Queatentoa quela restriccióndela defensa enel procedimientoadministrativo
essubsanableeneltrámitejudicial subsiguiente, el recurrente, quetuvoenesteopor-
tunidad para hacerlasalegacionespertinentesno puedefundareficazmenteenlafal-
ta deaudiencia en el primero, laviolación del art. 18de la C N . ["Fábrica de Agua La-
vandina Balcarce", CSJN-Fallos, 212:458].

ceso oportunidad suficiente para ofrecer y producir la prueba que juzgase necesaria
enordena la acreditacióndesuderecho. Entalescondiciones. la aleqada restricción a
la defensa en el procedimiento administrativo fue subsanada en el irámite judicial y,
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 110

por lo tanto, no es procedente la nulidadahora requerida". ["Argentine Land c. Go.


bierno Nacional", LL, 127-3021.

Art. 110.-Losjuecesde lacortesuprema y de lostribunales inferioresde la


Nación consewarán sus empleos mientras dure su buena conducta, y recibi-
rán porsus servicios una compensaciónquedeterminará la ley, y que no po-
drá ser disminuida en manera alguna, mientras permaneciesen en sus fun-
ciones.
Antecedentes: CNde 1853, art. 96. Concordancias: CN, arts. 14bis. párr. lo,
53.59.60,
74,92,99, inc.4", 107,114, 115.

Conforme ha sido expuesto con anterioridad, la división de poderes constituye


un núcleo fundamental dentrodel sistema republicanoadoptado por nuestrotex-
to constitucional y, asimismo, se posiciona como una de las garantías más impor-
tantesquedetentan los habitantesde la nación para neutralizar losabusosdel po-
der estatal.
En esta inteligencia, la independencia del Poder Judicial es esencial para el co-
rrectofuncionamientodeesteteorema, pues: "Sin un PoderJudicial independien-
te no hay República, no hay Constitución ni derechos individuales, ni límitealguno
al ejercicio del poder. Son los jueces los defensores del hombre común frente a los
crónicos ataques de los detentadores del poder, que permanentemente tratan de
limitar el espaciodela libertad"'.
Esteartículo buscaafirmarlaindependenciadel PoderJudicial parasu buenfun-
cionamiento y en esa inteligencia introduce dos principios: la inamovilidad de los
jueces y la intangibilidad de sus remuneraciones.

9 1. inamovilidad de 1osjueces.- Estagarantíade inamovilidad, mientrasdu-


re su buena conducta, fue incorporada en la Constitución Nacional de 1853 en su
art. 96, y su concepto fue extraído de la Constitución de los Estados UnidosdeAmé-
rica. En la obra deteoría política EIFederalista, deunodelosautoresdedichaCons-
titución,AlexanderHamilton, hadichoque "La reglaquehacedela buenaconduc-
ta la condición para que la magistratura judicial continúe en sus puestos represen-
ta con seguridad uno de los másvaliosos progresosmodernosen la práctica guber-
namental" yagregadoque: "Loshombresprudentesdetodaslascondicionesde-
ben apreciar en su verdadero valor todo lo que tienda a inspirar y fortalecer este
templeen lostribunales, yaque nadietienela seguridad denoservíctimadelosmó-
viles injustosel día de mañana, noobstanteque hoy se beneficie con ellos".

' Ekrnekdjian, Tratado de derecho constitucional,act. por Pablo L. Manili, 3"ed.. 2016, t.V,
ap. 794, párr. 3".
Art. 110 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 436

Conforme el presente artículo, son los magistradosdel Poder Judicial los únicos
funcionariosquedesempeñan su cargo de porvida (con lasalvedad de lo normado
en el art. 99, inc. 4", párr. 3", CN, incorporado mediante la reforma del año 19942).
La inamovilidad protege al magistrado, asu grado y al tribunal en el queejerzafun-
ciones, yaqueeste principio impidequesea removidodesu cargo, seaascendidoylo
trasladado de sede, cuando no mediase su consentimiento. En este sentido, se les
otorga libertad para poderllevaracabosusfuncionesydictarsentenciasjustas, ale-
jados de presiones políticas y de los factores de poder tanto económicos como so-
ciales, sin la carga dequesus fallos pudieran acarrear consecuencias negativas para
el desarrollo desu labor.
Si bien estagarantía es necesaria, no por eso resulta absoluta. Es la misma cláusu-
la constitucional la que relativiza su ejercicio solo a loscasosen losque los magistra-
dos mantengan su buena conducta, ya que resulta inherentea toda sociedad y ejer-
cicio degobierno queexistan jueces deshonestoso negligentes. De esta manera, se
agrega una nueva causa de remoción a las enumeradasen el art. 53 de esta Consti-
tución Nacional, esdecir, a lasde mal desempeño; comisión de un delito en el ejerci-
cio de susfunciones; o por crímenes comunes. En cualquier caso, es el juicio político
la herramienta establecida para poder dar lugar la destitución de un magistrado, ya
sea por aplicación de losarts. 53,59 y 60en el caso de miembrosde la Corte Suprema
de Justicia, o bien el 115 para los juecesde tribunales inferioresde la Nación.
Al respectose ha sostenido que "la permanencia en el empleo establecida por el
art. 11Odela CNparalosjuecesde laCorteSupremadeJusticiadelaNaciónesdeex-
cepción (...)y vinculada a la forma democrática y republicana adoptada por el go-
biernode la Nación (arts. l", 36,50,56,86 y 90, CN). Que tal particularidad -que no
es prerrogativa, privilegio,ventaja, monopolio, ni favor-sevincula principalmen-
tecon losconceptosde buena conducta (art. 11O, CN) eidoneidad (art. 16, CN). Que,
la idoneidad escondicióndeadmisibilidad parael empleo;ergo, parasu permanen-
cia que, en el caso, excede los requisitos del art. 111 de la Carta Magna; es decir, la
buenaconducta no podráexistir sin idoneidad, cuya ausenciaesconstitutiva demal
desempeño (art. 53, CN). Que ello no puede juzgarse en un proceso judicial, sino a
travésdeloque la Constitución designa como causasde responsabilidad,juicio po-
lítico, extraños-en principio-a la jurisdicción de los tribunales judiciales y con el
único efecto de destituir, privar del cargo al funcionario y, según fuere el caso, de-
clararlo incapaz para el futuro de ocupar otroempleo en la Naciónu3.

En cuanto exige que: "Un nuevo nombramiento, precedido de igualacuerdo, será nece-
sariopara manteneren elcargoa cualquiera de esosmagistrados, una vezque cumplan la edadde
setenta ycinco años. Todoslos nombramientos de magistradoscuya edadsea la indicada o mayor
se haránporcincoaños,ypodrán serrepetidosindefinidamente,porel mismo trámite".
Voto de la conjuez de la CVN, Mirta Delia Tyden de Skanata, en causa M. 56.XL. "Recurso
de hecho. Moliné O'Connor, EduardoslRemoción".
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 110

En este sentido, el Estatuto Universaldel Juez, dictado por la Unión Internacio-


nal de Magistrados, refiere en su art. 8: "El juez no puedeser desplazado, suspen-
'
didoo destituido desus funciones másque en loscasos previstos por la ley y con res-
peto del procedimiento disciplinario. El juez es nombrado sin limitación detiempo
o por un periodo limitado en condiciones determinadas, a reserva de que ello no
comprometa la independencia de la justicia. Cualquier cambio referentea la edad
de jubilación no podrá tener efecto r e t r ~ a c t i v o " el
~ yEstatuto del Juez Iberoame-
ricano, en su art. 14 prevé el principio de inamovilidad, disponiendo: "Como ga-
rantía desu independencia, losjuecesdeben ser inamoviblesdesdeel momento en
que adquieren tal categoría e ingresan a la Carrera Judicial, en lostérminosque la
Constitución establezca. No obstante, podrán ser suspendidos o separados de sus
cargos por incapacidad física o mental, evaluación negativa de su desempeño pro-
fesional en loscasosen que la ley loestablezca,odestituciónoseparacióndel cargo
declarada en caso de responsabilidad penal o disciplinaria, por los órganos legal-
mente establecidos, mediante procedimientos que garanticen el respeto del debi-
do proceso y, en particular, el de los derechos de audiencia, defensa, contradicción
y recursos legalesquec~rrespondan"~.
Sin embargo, esto no siempre se cumplimenta dentro de las fronteras de nues-
tro país. El nombramiento de un juez local para que ejerza su cargo por un período
determinado, y más aún cuando este es susceptibledeser renovado, conlleva una
grave afectación a su independencia e imparcialidad. Tal es el caso de la provincia
de Salta, cuya Constitución -dictada el 714198- dispone en su art. 156 que: "Los
Juecesde la Corte de Justicia son nombradospor e lPoder Ejecutivo con acuerdo del
Senado prestado en sesiónpública. Duran seisaños en sus funcionespudiendo ser
nombrados nuevamente.. . ".
Ahora bien, más allá de esto, resulta necesario destacar que la independencia
con la que debe contar un magistrado judicial en el ejercicio de sus funciones para
así asegurar la debida división de poderes debe expresarse, necesariamente, en el
contenido de sus resoluciones. Por ello, los fundamentos por los cuales el juez sos-
tiene sus sentencias se encuentran protegidos por esta garantía constitucional y,
por sí mismos, no pueden ser motivo deevaluación de sus funciones. Al respecto se
ha dicho que "Alfredo Palacios, en ocasión del juicio político a los miembrosde la
CorteSupremadeJusticiade la Nación, señaló,en 1947, que: asícomo ninguno
l...

delosmiembrosdel Congreso puedeser acusado, interrogadojudicialmenteni mo-


lestado por opiniones que emita en desempeño desu mandato; ni el Poder Ejecuti-

Estatuto Universal del Juez, dictado en la Reunión del Consejo Central de la Unión Inter-
nacional de Magistradoseniaipei (Taiwan)el 17de noviembre de 1999.
EstatutodelJuezIberoamericano, dictado en laVI Cumbre Iberoamericanade presidentes
de CortesSupremasyTribunalesSupremosdeJusticia, celebrada en Santa CruzdeTenerife, Cana-
rias, España, losdias23.24 y 25de mayode 2001.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 110

Gore", citado por nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación al abordar esta
problemática en distintas oportunidades7. En aquel, se señaló que: "El Poder Eje-
cutivo tieneel mando de la fuerza pública, el Poder Legislativo disponede losdine-
rospúblicos, mientrasqueel Poder Judicial solo puede juzgar; pero si lasfunciones
judiciales son las másdelicadas, son en cambio las más débiles, por lo que es indis-
pensable asegurarle la más completa independencia. (...) el propósito primordial
de la prohibición dedisminuir lossueldos no es beneficiar a losjueces, sinoa seme-
janza~dela cláusula que dispone la independenciade acción yjuicio, que esesencial
para el mantenimientodelagarantía, limitacionesy principiosde la Constitución y
la administración de justicia (...). Siendo tal su propósito, debe interpretarse no co-
mo un privilegio personal, sinocomo una limitación impuesta al interés público".
Ahora bien, se hadiscutido si la protección constitucional hacia losmagistrados
judicialesselimita onoa la nodisminución nominaldesussalarios. Esto hasido ma-
teria decontroversia envirtud de la falta deactualización correlativa queexistióen
sus remuneracionesdurante períodosdealta inflación que severificaron en la his-
toria del país. Al respecto, se ha dicho que la obligación que asume el Estado como
consecuencia de la intangibilidad de las remuneracionesque debe ser asegurada,
implica también la "...adecuada actualización de losvalores monetarios en épo-
casdeinflación (...)[pues] debe mantenerse incólume la cantidad de bienesy servi-
ciosque el titular puede adquirir con su remuneraciónu8.
Esta problemática fueobjetode discusiónen el leadingcase "Bon~rinoPeró"~, el
cual cuenta con la particularidad que tuvo una integración irregular del MáximoTri-
bunal ya que fueron conjueces los que resolvieron el caso, pues-al igual que había
ocurrido en la instancia anterior- sus miembros y magistrados subrogantes se ex-
cusaron deintervenir. Másallá deesto, lo queaquíinteresaesqueestefallo marcó la
senda en materia de la intangibilidad de la remuneración de los magistrados nacio-
nales, al identificar la intangibilidad con la utilización de cláusulas de actualización
monetaria. En esta inteligencia, señaló que esta garantía constitucional se encuen-
traconferidaal "órgano institución" y al "órgano individuo"; por loquetendía tan-
toa la defensa del derechode la propiedad de los magistradosdemandantes, como
del funcionamiento independiente del Poder Judicial y, en consecuencia, al equili-
briodel sistematripartitodepoderesconsagrado por la Constitución Nacional. Asi-
mismo, seconsideróque la intangibilidad delossalariosesoperativa yquelacorte

' Entreellas,véaseelconsid.8"delvotodelamayoriaen"JorgeA.AlmeidaGansenv.Nación
Argentina (Ministerio de EducaciónyJusticia)", CSJN-Fallos, 313:344.
Ekmekdjian, Tratado de derecho constitucional, aa. por Pablo L. Manili. 3"ed.. 2016. t.V,
ap. 795, párr. 6",con cita a Ekmekdjian, Lasremuneracionesde losmagistradosjudicialesen un fa-
llo de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, LL, 1985-D-671.
"Bonorino Peróc. Estado Nacional". CSJN-Fallos, 307:2174(1985).
Art. 110 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

vo puede atribuirse funciones judiciales, recíprocamente los magistrados no pue-


den ser enjuiciados por lasdoctrinas o conviccionesquesustentenen susfallos por-
que entonces desaparecería totalmente su independencia y quedaría abolido el
principio de separación de poderes'" 6.
En estesentido, laconvención AmericanasobreDerechos Humanosprescribeen
su art. 70, párr. 2": "No podrá exigirse responsabilidaden ningún tiempo a losjue-
cesde la Corte nia losmiembrosde la Comisiónporvotosyopinionesemitidosen el
ejercicio de sus funciones".
En loquerespectaalaintangibilidaddelossalarios,lagarantíaencuentrasufun-
damento en evitar todo tipo de presiones indirectas en ese aspecto económico que
puedan sufrir los magistrados, desde losotros poderesdel Estado. Además preten-
de evitar que los magistradossevean tentadosa dejar suscargos públicosen busca
de lugares para ejercer su profesión quesean mejor rentados, o bien, ser débilesan-
te ilicitos ofrecimientosde compensacioneseconómicas.

5 2. lntangibilidad de las remuneraciones. - Esteartículo, en su segunda par-


te, establece la inalterabilidad de las remuneracionesde los magistradosjudiciales
y, de esta manera, se constituye tanto una garantía de la independencia del Poder
Judicial, como una manera de "afianzarlajusticia" en lostérminosexpuestos por el
Preámbulo.
Lo que se pretende imponer a partir de esta cláusula es que los jueces deben re-
cibir por sus servicios una compensación que será determinada por ley y que, a par-
tir de ella, no podrá ser disminuida en manera alguna mientras permaneciesenen
sus funciones. Así, se pretende evitar que los magistrados sean sometidos a presio-
nes indirectas o sean susceptibles de ser sometidos a la voluntad de los demás po-
deres públicos o incluso a intereses económicos; todo lo cual deriva, a su vez, en un
reaseguro hacia la población en general que, como individuos justiciables, tienen
el derecho aserjuzgadosde manera imparcial y libre.
Este artículo responde a antecedentes históricos, pues fue incorporado por la
Constitución Nacional de 1853y encuentra como fundamento lacartaorgánica de
los Estados Unidos. Sin embargo, si bien setomó esta fórmula extranjera en cuanto
a la protección de las remuneraciones de los magistradosjudiciales, concretamen-
te se buscaba impedir su desvaloración, la redacción final fue incluso más contun-
dente al sostener que esta "... no podrá ser disminuida, mientras permaneciesen
en funciones".
En este sentido, a la hora de interpretar esta cláusula constitucional cobra rele-
vancia lo resuelto por lostribunales de ese paísen el caso "Walter Evansv. J. Rogers

Votodel conjuezde la CSJN, José Alejandro Mosquera, encausa M. 56.XL. "Recursode he-
cho. Moliné O'Connor, Eduardo s/Su remoción", con cita a Palacios, La Corte Suprema ante el Tri-
bunaldelSenado, 1947. p. 252.
Art. 110 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Suprema, en uso de sus poderes implícitos y como cabeza de uno de los poderesdel
Estado, debía asegurarla en los casos concretosya quedebía preservarsela incolu-
midad de lasremuneraci~nesjudiciales~~.
Años más tarde, la Corte ratificó este criterio y entendió que "... uno de los as-
pectos esenciales de la independencia del Poder Judicial consiste en el manteni-
mientodeuna retribución inalterabledelosjueces. En lostiemposactuales, ante la
creciente inflación de los últimos años, ello significa que la remuneración debe
mantener el mismo poder adquisitivo" 'l.
Sin embargo, con posterioridad sedejó asalvoqueestederechoa la intangibili-
daddelasretribucionesdelosmagistradosnoesabsoluto,puesnoconstituyeunpri-
vilegioque pongaasalvoa losjuecesdetoda circunstanciaqueafecte por igual ato-
dos los ciudadanos. En efecto, fue señalado que: "Lo expuesto precedentemente
no significa que los derechos subjetivos basadosen la citada norma deban ser ejer-
cidos de modo irrazonable, ya que todo derecho tiene su límite. En este sentido es-
ta Corte ha fijado esa frontera en el valor de la solidaridad, ya que ha afirmado, rei-
teradamente, que los jueces deben ser solidarioscon el resto de la población (CSJN-
Fallos, 308:1932;313:1371 y314:760)yquela intangibilidad no puedeserinterpre-
tadademodoabsoluto, de manera quetermineconsagrando un privilegio" 12.
En estesentido,correspondeentoncesabordarquérelación existeentreestaga-
rantía y el pago de tributos. Luego de la reforma constitucional, la Corte emitió la
Acordada 2011996, por la cual -sin conocer en un caso concreto- declaró la ina-
plicabilidad al Poder Judicial de la Nación del art. lo,inc. a) dela ley 24.631, en cuan-
to derogaba exenciones por la cual se eximía a los magistradosjudiciales del pago
del impuesto a las ganancias (antes impuesto al rédito).
En eseinstrumento, lacorte hizo remisión al fallo "Nación Argentinac. Rodolfo
Medina", dictado el 23/9/3613, por el cual se había entendido que la disposición le-
gal que comprendía como rédito sujeto a tributación a los haberes percibidos por
losmagistradosfederales,ydestacó lavigenciade la "absoluta intangibilidad delas
compensaciones de los jueces nacionales". En punto a ello, trajo a colación que la
decisión de losconstituyentesde 1994 resultabademostrativade la "inequívocavo-

lo Cabe mencionarenestesentidoquea partir de la última modificaciónde la Constitución


Nacional realizada por la Asamblea Constituyentedel año 1994, "Administrarlos recursosy ejecu-
tarel presupuestoque la ley asignea la administración dejusticia" esuna atribución específica del
Consejode la Magistratura de la Nación(art. 114". inc. 3").
l1 CVN-Fallos, 313:344.
l2 CSJN, "Chiara Díaz, Carlos Alberto c. Estado Provincial", CVN-Fallos. 329: 385.
l3 CVN-Fallos, 176:73. En ese caso, la Corte Suprema fue integrada por conjueces dado que
los miembrosdelTribunal tenían interésen la causa.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 110

luntad" de ratificar esta circunstancia, puessu reiteración había implicado "recono-


cer a la garantía en cuestión el alcance y contenido que, como derecho vivo, le ha-
bía asignado esta Corte Suprema en cada uno de los supuestos en que fue llamada
a intervenir como intérprete final de la Constitución Nacional".
Sin perjuiciodeello, partede ladoctrinaentiendequecomoel impuestoa lasga-
nanciasfue incorporado al sistema tributario argentino con posterioridad a la san-
ción de la cláusula constitucional que garantiza la intangibilidad de los salarios ju-
diciales, no existiría impedimento alguno para que se sancionase una ley que dis-
ponga el pago de este tributoa los magistradosquesean designadoscon posterio-
ridad a la entrada en vigencia de esta nueva y específica normaT4.
Precisamente, esteesel espírituadoptado por laley nacional27.346, publicadaen
elBoletínOficialel27/12116, apartirdelacualseresolviómodificarla Leydelmpuesto
a las Ganancias para que sean alcanzadas las remuneraciones de los "... Magistra-
dos, FuncionariosyEmpleadosdel PoderJudicialde la Nacióny de lasprovinciasydel
Ministerio Público de la Nación ...", aunque con la salvedad que ello ocurrirá solo
". .. cuando su nombramiento hubiera ocurridoapartirdelaño2017, inclusive".

Referenciajurisprudencia1
1- Enelcaso'~Fayt,CarlosSantiagoc.EstadoNacional",del19/8/99,elprocuradorge-
neral de la Nación, sostuvo en lo referido a la inamovilidadde los magistradosque se
tratadeunagarantíadestinadaaevitarquelosotrospoderesconstituidosavancenso-
bre el Judicial y, por lo tanto, ellosjamás podrían ignorarla, pero nada impediría que
sea el propio poder constituyente el que modifique sus alcances. [CVN-Fallos,
322:1616].
2- Confecha3/12/03, el HonorableSenadodelaNaciónresolvió ladestitucióndelmi-
nistrodela CorteSupremadelusticia de la Nación, doctor Eduardo MolinéO'Connor:
"Destituiralacusado,doctorEduardoJoséAntonio MolinéO'Connor,del cargodemi-
nistro de la CorteSupremadeJusticia de la Nación por la causal de mal desempeño en
el ejercicio de susfunciones, en virtud de haber legitimadojudicialmente un proceso
administrativo fraudulento y haber abdicado de manera arbitraria a su responsabili-
daddeefectuarel control deconstitucionalidadenlostérminosdelart. 14dela ley48,
de conformidadcon lo dispuesto por el art. 60 de la CN, con la declaración de que no
queda inhabilitadoparaocuparempleode honor, deconfianzaoasueldodelaNación
yordenarsecomuniqueaquienescorrespondaa losefectosconsiguientes".Anteello,
el doctor Moliné O'Connor interouso recurso de hecho ante el Máximo Tribunal, re-
sultoel1/6/04, manifestandoelconjuezdoctor~osé~lejandro~os~uera~ue"la~ons-
titución Nacional, con arreglo al texto sancionado por los padresfundadoresde 1853

l4 Véase al respecio Gelli, Constituciónde la NaciónArgentina comentaday concordada, 4"


ed.. 2011.
Art. 110 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 442

y mantenido inalterado portodaslas reformas llevadasa cabo hasta la actualidad, ha


éstablecido un mecanismo para juzgar la responsabilidadpolítica de los miembrosde
la Corte Suprema y. .privarlos, eventualmente, de la qarantía de la inamovilidad fun-
cional que prevéel art. 110dela misma ~e~Suprema,il cual seasienta sobreciertospi-
lares insoslayables, que singularizan en nuestra República el modo y el alcance con el
cual seinstrumenta estecontrol institucional al queestá sometida la cabeza del Poder
Judicial de la Nación, dentro del tradicional sistema de frenos y contrapesos que ca-
racteriza al Estado de derecho y a todo gobierno democrático (arts. 53.59 y 60; cláu-
sula transitoria decimocuarta de la reforma de 1994). Estos pilares son: 1. El órgano
encargado de ejercer el mentado control es el Congreso de la Nación, a cuyo efecto
competea la Cámara de Diputadosla atribuciónacusatoria, mientrasquea la Cámara
deSenadoressolo lecorresponde la función juzgadora. 2. Lascausalesquedanlugar
a la responsabilidad política son regladas, consistiendo únicamente en las de mal de-
sempeño o delitos cometidos en ejercicio de las funciones, o la comisión de crímenes
comunes. 3. Lasmayoriasnecesariaspara queambascámaraslegislativas puedan Ile-
vara cabo lasfuncionesencomendadassoncalificadas,puescada una puede, en suca-
so,acusary declararculpablealenjuiciadosolocon losdosterciosdelosmiembrospre-
sentes. 4. Las actuaciones cumplidas por las cámaras legislativas se tramitan en una
causa, en la cual la función juzgadora se lleva a cabo mediante un juicio público".
[M.56.XL, "Recurso de hecho. MolinéO'Connor, EduardosISuremoción"].

3- En el caso "Gutiérrez, Oscar E. c.Administración Nacional de la SeguridadSocial"


del año 2006, la Corte, integrada por conjueces a excepción de la ministra Argibay
quien no se excusó, extendió a los jueces provincialesel alcance de la intangibilidad,
en el entendimiento de que esta veda el cobro del impuesto a lasganancias a los ma-
gistradosjudiciales.[CSJN-Fallos, 329:1092.Cabedestacarqueendisidencia parcial, la
jueza Argibayvotópor rechazarel recursodelademandada,entreotrosmotivos. por-
que no expuso "argumentos suficientes enderezados a que en esta ocasión, la Corte
revise su jurisprudencia en la materia discutida" (consid. 6" de esta disidencia)].

-
4- Sinembarqo, enel caso "Viotti,Ana Maríayotrosc. Estado Nacional", fue resuel-
to que imponer a los magistradosjudiciales el pago de impuestos traía como conse-
cuencia una limitación ensu independenciay devenía indecoroso para la diqnidad de
losjueces, habida cuentaquese 1óssometea;al control del poderádministrádor, área
en la cual se encuentra el cobro y revisión de los tributos. [Juzg. Fed. no2 Mendoza,
5/10/00, "Viotti, Ana María y otrosc. Estado Nacional", LL, 2001-C-233.1.

5- Finalmente, IaCorteSuprematambién tienedichoquemásallá del privilegioque


la intangibilidad del salario judicial, el art. 96 (hoy 110, CN), no exime a los magistra-
dosel contribuira los impuestosconsusotros bienes, sino únicamentecon losque pe-
saran sobre sussueldos. Ello, en razón de que los privileqios
- son excepcionales, mien-
tras que la protección del salario es absoluta, aunque la ley que imponga los impues-
tos, por su generalidad, no pueda sospecharse de atentatoria contra la independen-
cia de losmagistrados.[VotodelconjuezAmadeoen"Nación Argentina c. Rodolfo Medi-
na", CVN-Fallos,176:73 (1936)l.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 111

Art. 111.- Ninguno podrá ser miembro de la Corte Suprema delusticia. sin
serabogado de la Nación con ochoaños deejercicio, y tener las calidades re-
queridas para ser senador.
Antecedentes: CNde 1819, art. 93; CN de1826, art. 112; CNde1853, art. 94. Concor-
dancias: CN, arts. 16,55,99, inc.4".

Esteartículo establece los requisitosespecíficosde idoneidad para poder ser de-


signadojuezde la CorteSuprema. De acuerdocon la norma, es necesario acreditar,
como mínimo, un título de abogado con validez legal en nuestro país, ocho añosde
ejercicio de la profesión y tener las calidades exigidas para ser senador, es decir, al
menostreinta años de edad v haber sido seis años ciudadano de la Nación.
Aestos requisitosse suman lasevaluacionespolíticas, morales o técnicasde ido-
neidad que pueden realizar de modo discrecionaltanto el Poder Ejecutivo como el
Senado en el marco del procesodedesignación.
En este último aspecto, mediante el decr. 222103, el Poder Ejecutivo se ha auto-
limitado en su discrecionalidad política para evaluar los requisitos necesarios para
nominar a un juezde lacorte afin deque, "en la medidade lo posible", los nuevos
miembrosdel tribunal tengan características personalesque permitan "reflejar las
diversidades de género, especialidad y procedencia regional en el marco del ideal
de representación de un país federal".
Tantoen la fasedeselección en el Poder Ejecutivo, como en la de acuerdo del Se-
nado, existen audiencias públicase instancias de participación a fin deconsiderar y
evaluar la idoneidad de un candidatoa juezde la CorteSuprema.

5 1. Abogado de la Nación.- Debe acreditarse la obtención del título de abo-


gado, expedido por una universidad pública o privada reconocida por el Estado na-
cional y que integre el Sistema Universitario Nacional conforme a la ley. Histórica-
mente, se registra el caso de tres jueces que obtuvieron su título de grado en uni-
versidades privadasy el casodeotrosdosjuecesqueobtuvieron su título en univer-
sidadesextranjeras.

5 2. Ocho años de ejercicio.- No sólo es necesario haber obtenido un título


universitario habilitante,sinoqueserequieretambién haberejercidoefectivamen-
te la profesión de abogado. De acuerdo con el dictamen de la Academia Nacional
deDerechoy CienciasSocialesdeBuenosAires,laantigüedad requeridaporlacons-
tituciónsolopuedecomputarsea partir del momentoen queseobtiene una matrí-
culafederal o provincial, o se ingresa a un cargo letrado en el Poder Judicial.
El requisito también es exigido en constituciones más modernas, aunque exi-
giendounatrayectoria másextensa.Así, en Chileyvenezuelaseexigen quinceaños
deejercicio de la profesión, independientementedelaedad del candidato. Esta so-
lución es laadoptadaen España, donde se requieren también quinceaños, o Italia,
donde hacen falta al menosveinte años.
Art. 112 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

5 3. Treinta años de edad.- El requisito de edad mínima, establecido por la


Constitución para loscargosde mayor relevancia institucional, pretende asegurar
un mínimo de madurez, experienciay aptitud. En particular, respectode la CorteSu-
prema, la norma provienede las Constitucionesde 1819 y 1826, aunque allí la edad
exigida era mayorque parael restode loscargospolíticos: cuarentaaños. Luego, en
1853, se modificó este parámetro, a fin de igualarlo con los requisitosdecargosde
presidente, vicepresidentey senador.
Másalládeeste pisoconstitucional seobservaque la práctica institucional hasi-
do ladedesignarjuecesde mayoredad.Así, computando losdatosdeloscientodo-
ce juristas que históricamente integraron nuestra Corte Suprema, la edad prome-
dio de los jueces ha sido de cincuenta y seis añosal momento de su nombramiento.

Referencia jurisprudencia1
1-Se ha resueltoque laafiliacióna un partido políticooel ejerciciode uncargoelecti-
voal momento dela designaciónno impideel nombramientocomojuezde lacortesu-
prema: "Nosurgeexpresao implícitamentedelanormativaaplicablequelaactividadpo-
lítica previadescartela idoneidad paraocuparel cargo deministrode lacortesuprema
de Justicia, ni es razonable extender a quien aún no es funcionario las restricciones im-
puestasporelreglamentopara lajusticianacionala quienessíejercenuncargojudicial".
En el mismo caso se resolvió, además, respectode la legitimación activa requerida pa-
ra impugnar judicialmente una designación, que el carácter de "ciudadano y de abo-
gado que litiga en el foro" es insuficiente, en tanto no permite "demostrar la existen-
ciadeunacausaocontroversia nideunagraviodirecto, sinounsimpleinterésenel res-
peto de la legalidad". [CNCAF, Sala IV, 23/9/03, caso "Padilla"].
2- Porotro lado, se ha resueltoque"losrequisitosa exigirse para postular comojuez
decámara, no podrán superar losestipuladospor el art. 111de la CN, para serjuezde
la Corte Suprema de Justicia de la Nación". [CF Comodoro Rivadavia, 22/5/96, caso
"Blanc Gerzicich"].

Art. 112. -En la primera instalación de la Corte Suprema, los individuos


nombrados prestarán juramento en manos del Presidente de la Nación, de
desempeñar sus obligaciones, administrando justicia bien y legalmente, y
en conformidad a lo que prescribe la Constitución. En lo sucesivo lo presta-
rán anteel presidentede la misma Corte.
Antecedentes: CNde1826, art. 114; CNde1853, art. 95. Concordancias: CN, arts. 67y 93.

La Constitución Nacional establece queel procesodedesignación de losjuecesde


la Cortesuprema culmina con la solemnidad del juramento (o promesa). Deesta ma-
nera, parael ejercicioefectivodel cargo, no bastaqueeljuez hayasidodesignado por
la autoridad competentesinoque es necesario, además, que prestesu conformidad y
asuma libremente losderechos, obligacionesy deberes inherentesa lafunción.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 112

El acto debe llevarse a cabo con pleno respeto de la libertad religiosa, de modo
quedebe permitirseal individuojurar (o hacer promesa) deconformidad con sucre-
do o por su honor.

5 1. Práctica institucional.- Esteartículoseaplicó por primeravezcon motivo


de lainstalaciónoriginaldelaCorteSuprema.Luegodesancionada la ley27,y pres-
tados los acuerdos por parte del Senado, el presidente Mitre tomó juramento a los
flamantes jueces el día 15 de enero de 1863.
Con posterioridad, tal como lo establece el artículo, fue el presidente de la Cor-
te Suprema quien tomó lossucesivosjuramentos.Noobstante,en el sigloXX,como
consecuenciadeladiscontinuidad institucional, el presidentedela Nacióndebióto-
mar nuevamente el juramento a los jueces de la Corte como si se tratara de la pri-
mera instalación del tribunal. En efecto, unavez finalizados losgobiernosde facto,
fuenecesarioqueelnuevopresidenteconstitucionaltomejuramentoalatotalidad
de los jueces de iure de la Corte Suprema, tal como hicieron Frondizi en 1958, Cám-
pora en 1973 y Alfonsín en 1983.

5 2. Efectos.- La administración formal del juramento resulta necesaria, en


primer lugar, desde un punto devista procedimental, ya que el acto permite brin-
dar plenaseguridad jurídica respectodel momentoexactoen el queel funcionario
adquiere los derechosy deberes inherentes a su cargo.
Por otrolado, eljuramentotienevalor político-institucional, yaqueesteesel mo-
do en el queel funcionario asume anteel pueblo la obligación deser fiel a la Consti-
tución,afirmandosu lealtada losprincipiospositivosyaxiológicosquerigenennues-
tro país. En esteaspectosedestaca el concepto de lealtad constitucional, queva ínti-
mamente ligado al desupremacía. En el caso "Marbury v. Madison" (1803)dela Su-
prema Corte de los EE.UU., citado por nuestra Corte en el caso "Sojo" [CSJN-Fallos,
32:120], seconsideróqueel juramento dedefender la supremacía constitucional da
base normativa al sistema decontrol iudicial deconstitucionalidad.
Tanto la doctrina como la jurisprudencia han remarcado que el juramento es
constitutivo del cargo, de modo que sin ese requisito formal no es posible asumirlo
ni ejercerlo. Correlativamente, si el funcionario se negara a prestar juramento, o si
hiciera la asunción del cargo antes de prestarlo, el título quedará viciado y, por en-
de, sería un funcionario de facto. En tal sentido, El Federalista, nros. 44y 70, y Joa-
quín V. González, explican que es recién con la jura que el ciudadano que asume el
cargo compromete su honor, lo cual resulta esencial para ejercer el posterior con-
trol social sobre su función.

5 3. Administrar justicia bien y legalmente.- Se ha señalado a esta expresión


comofuentedelaobligacióndefundar lassentencias, en armoníacon el Preámbu-
lo y losarts. 1O, 17,18y 33 de la CN. Desdeotra perspectiva, se ha señalado el conte-
Art. 113 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

nido axiológico de esta frase, subrayándose la necesidad de que los jueces actúen
imparcialmente, con justicia, equidad, apegoal derecho objetivo, y con aplicación
de los principiosgeneralesdel ordenamiento.

Referencia jurisprudencial
1- Respecto de las facultades que tiene como órgano encargado de tomar el jura-
mento a los maqistradosiudiciales,
- la CorteSuprema ha resuelto que "la Constitución
autoriza a la Corte a dictar su reglamento y, por consiguiente, a fijar las condiciones
con arreglo a las cuales ejercitará su facultad de tomar juramento a los funcionarios
designados por el Poder ~jecutivode hecho o de derechó".
Por tal motivo, la Corte tiene al administrar los juramentos la facultad y el deber "de
examinar y discernir si el acto con motivo del cual se le llama al cumplimiento de una
función propia, reviste o no la validez necesaria por razón del origen o poder de que
emana, y si este poderse hallao no habilitado para expedir el actodequesetrata, ma-
yormente,cuandolaCorte hayadebido intervenirparaqueese podercumplaanteella
el requisito que ha de habilitarlo para el ejercicio de susfunciones". [Acordada del
14/3/1903 y CSIN-Fallos, 201:239].

2-La Corte Suprema ha resuelto que la función de los magistradoscomienzacon su


juramento, y por tal motivo ella "es competente para producir aquellos actos de go-
bierno que, como cabeza de poder y órgano supremo de la organización judicial ar-
gentina, fuesen necesarios para garantizar la investidura de losjueces nacionales, in-
cluido el juiciosobre la existencia dedicha investidura, en la medida en que ella inelu-
diblemente lo requiera". [CSIN-Fallos, 319:339].

3-Enel derechocomparado, el Tribunal Constitucional Español indicóque "para te-


ner por cumplido el requisito no bastaría solo con emplear la fórmula ritual, sino em-
plearla. además, sinacompañarladecláusulasoexpresionesque, de una uotraforma,
vacíen o condicionen su sentido propio, sea cual fuere la justificación invocada para
ello". [Trib. Const. Español, Sentencia 119/1990, del 21/6/90].

Art. 113. -La Corte Suprema dictara su reglamento interior y nombrara a


sus empleados.
Antecedentes: CNde1853/60,art.99;CNde 1853,art.95. Concordancias: CN,arts. lo,
34,75,incs.20y22,99,inc.1°,108,y 114.

La presentenorrnaconstitucional hacealusión al poder reglamentarioqueen su


fazdeactuación administrativay comotitularde unode lospoderespúblicosdelEs-
tado, posee la CorteSuprema deJusticia d e la Nación, ello, en paralelo a su preemi-
nentefunción judicial.
Como cabeza de uno de los poderes d e gobierno, la Corte Suprema en el marco
de su actividad d e superintendencia general del Poder Judicial de la Nación, se en-
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 113

cuentrafacultada a dictar sus propios reglamentos internos, a travésde acordadas


y10 resoluciones, como asítambién a nombrar a su personal.
En la actualidad, la organización interna del Tribunal y la del Poder Judicial en
particular, queda supeditada a lasdecisionesque administrativamente y conforme
a la normativavigente', tomeel MáximoTribunal. En estesentido, valedestacarse
que tal facultad, anterior a la reforma constitucional del año 1994, era másamplia
por cuanto preveía que la CorteSuprema ademásdesu reglamento interior, debía
dictar el reglamento económico que implicaba el manejode la totalidad de los re-
cursosfinancierosdel PoderJudicial, elqueconformeal anterior precepto-ubica-
do en el art. 99 de la CN-, prescribía "dictará su reglamento interior y económico,
y nombrará todos susempleadossubalternos".
Apartirdeaquella modificación efectuada por el constituyente,sesuprimiódel
textoconstitucional el contenidoeconómico reglamentario-la administración fi-
nanciera-~ la palabra "subalternos" en referencia a susempleados, y talesfacul-
tades pasaron al plexo de atribuciones que corresponden al Consejo de la Magis-
tratura a travésdel art. 114, y específicamentedeloquesurgede la redacción de los
incs. 3"y 6"del nuevo textoconstitucional, atribuyéndose de esta forma a este nue-
voórgano integrantedel PoderJudicial, poderesreglamentariosy económicosque
antes eran exclusivosde la Corte.
Al respecto, debe hacerse hincapié que el Consejo de la Magistratura, actual-
mente, se encarga de la administración del Poder Judicial a través, principalmente,
de la Comisión de Administración y Financiera que fiscaliza la Oficina correspon-
diente, todo lo cual se desprende del art.17 de la ley 24.937 y sus modificatorias (le-
yes 24.939,26.080 y 26.855).
Por otra parte, si bien de los nuevostextos constitucionales (arts. 113 y 114, CN)
no parecería haber dudas al respecto, lo cierto es que tales reformas implicaron la
existenciadediscusionesacercadesicorrespondíaquitarlea IaCorteSuprema laad-
ministracióndelosfondosyel poderreglamentariodel PoderJudicial dela Nación.
En este sentido, parte de la doctrina constitucional, vio esta reforma como una
maneradedescomprimirdeactividadesycargasal MáximoTribunal que noleeran
propias a su función judicial2, mientras que, por otro lado, hubo quienes conside-

' Véase en este sentido el Reglamento para la Justicia Nacional y sus modificaciones, actual-
menteenvigencia, quefuereguladoatravésde la Acordada dela CSJN del 17/12/52. queincluyen la
Acordada 34/77 de la CSJN respecto al régimen de licencias para funcionarios y empleados del PJN
(modif. porAcordada lU04)quedelega enel Consejodela Magistratura algunasatribuciones
Gelli.ensucomentarioalart.113,manifestóque: "Sibienesciertoqueelcambiofuepro-
fundo, la cuestión puedeanalizarsedesdeotra perspectiva.En efecto, correspondea otroórgano
del PoderJudicial-el Consejo de la Magistratura-la administración financiera deese podery lo
desembarazade una seriede problemasyactividadesque lequitantiempoy, en algunasocasiones,
Art. 113 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

raron que tal desprendimiento de facultades, hacia un nuevo órgano, implicaba


una manera de restarle independenciaal PoderJudicial que ya no manejaría a tra-
vésde lacortesu presupuesto, comoasítampocoa su personal, interpretándosees-
ta reforma, como un recorte histórico de autonomías que eran propias de la Corte
Suprema3. En este sentido, solo una interpretación armónica de estos preceptos y
de las leyesque reglamentaron el Consejo-como institución que integra el Poder
JudiciaL4, nos puede brindar una perspectivasuperadora afin deevitar conflictos
de competencia administrativa que conculquen la optimización de los recursos en
detrimento de un buen servicio de justicia.
Y para ello, debe considerarse que si bien este artículo y el 114, pueden generar
tensiones en cuanto al manejo de los fondos y el financiamiento del Poder Judicial,
lo cierto esquesu estructura organizativa de gastose inversiones, correspondea la
Comisión de Administración y Financieradel Consejo, pero finalmente la CorteSu-
prema como máxima autoridad del Poder Judicial, tendrá la última palabra en lo
querespectaasu aplicación talcomolo indicaelart. 7'dela ley24.937. Mientrasque
en lo relativo al personaljudicial subalterno, a excepción del que dependa del Con-
sejo, continúa siendo-en la actualidad-facultad de la CorteSupremadeJusticia

perturban la función jurisdiccional. Dados los efectos profundos de esta modificación, resultaba
convenienteque la presidencia del Consejofuera del presidente de la Cortea fin de armonizar las
perspectivassobreaqueIlacuestión"yencuantoalafacultadreglamentariaexpusoque:" ... IaCor-
te la mantienesobresu propia estructura y organización funcional por imperiodel art. 113 y como
cabeza de uno de los poderes del Estado" (véase Gelli, Constitución de la Nación Argentina. Co-
rnentadayconcordada,4"ed., t. 11.2008, ps.476 y 477).Aello, le agregaría queen la actualidad. se
mantiene a travésdel reglamento para la Justicia Nacionaly por intermedio de las Cámaras Fede-
ralesy Nacionales, la Facultad reglamentaria detodo el Poderjudicial, ello, interpretadoen armo-
nía conel ari. 30 de la ley 24.937 y sus modificatorias, queaún así lodispone.

El constitucionalista Ekmekdjian.siguiendoaAlbertoSpota, manifestósudesacuerdocon


talescambios,afirmando,porunladoque, lareglamentacióndel personaldel inc.7"delaley24.937
"...se contradice con el nuevo art.113 de la Constitución Nacional que mantiene las atribuciones
de la Corte Suprema de Justicia de dictar los reglamentos internos, a excepción de los de carácter
económico (...) Algunos autores sostienen que la facultad reglamentaria implica también la atri-
bución de nombrar losempleadosjudiciales. Nosotros negamosterminantementetales implican-
~ias~yaqueladetraccióna laCorieSupremadefacultadespropiasdebeserexpresa"y porotro, res-
pecto al inc. 3"de la misma norma, expuso que" Estesistema, quequita atribucionesdeejecución
presupuestariaa IaCorteSuprema deJusticia,atenta contra la independencia del PoderJudicialde
la Nación ..." (cfr. Ekmekdjian. Tratado de derecho constitucional, t.V, 1999, ps. 352 y 353).
Bidart Campos. con buenatino, y luego de un profundo análisis, concluyóque "el Consejo
de la Magistratura no es un órgano'extrapoderes'que esté fuera del PoderJudicial. sino que'or-
gánicamente' lo integra. No obstante, la'funcióndeadministrarjusticia', encausasde competen-
ciadel PoderJudicialsigueprivativamentereservadaalaCorteylostribunalesinferiores,segúnsur-
gedel art. 108" (Bidart Campos, Manualdela Constituciónreformada, 2008. p.188).
449 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 113

su escalofonamiento, su remuneración y su potestad disciplinaria, como así tam-


bién su organización estructural, de lo cual siguesiendoSuperintendenciaGeneral
del Poder Judicial.

5 1. Reglamentaciónaplicable.- Ley 23.853 de Autarquía Judicial, solo en rela-


ción al articulado aun vigentey que no se oponga a la ley 24.937 y sus modificatorias.
Ley 24.937 (decr. 816199) de Reglamentación y Puesta en Funcionamiento del
consejo de la Magistratura, reformado por 1e~es26.080~ 26.855, esta última con el
alcancedel fallo "Rizzo" de la CSJN quedeclaró la inconstitucionalidad de losarts.
2", 4", 18y 30, y del decr. 577113, más la inaplicabilidad de las modificaciones intro-
ducidascon relación al quórum previsto en el art. 7: al régimen de mayorías y a la
composición de lascomisionesdel Consejo de la Magistratura, deconformidad con
lo previsto en el art. 29 de dicha ley [CSJN-Fallos, 336:760].
De acuerdo a esta normativa, por intermedio del art. 7O, inc.10 de la ley 24.937
-y modificatorias-, entre lasatribucionesdel plenario del Consejo se encuentra
el " Tomarconocimiento delanteproyecto depresupuesto anualdel Poderjudicial
que le remita elpresidente yrealizarlas observaciones que estimepertinentes.. .",
por lo que pareceríaser competencia exclusiva del Consejo, pero seguido a ello, di-
ceel artículo "... parasuconsideraciónporla CorteSupremadeJusticiadela Nación,
debiendo atender a criterios de transparencia y eficiencia en la gestión de los re-
cursospúblicos", loqueequivaleadecir que la Corteaún mantiene, pesea la refor-
ma, y aunque de manera compartida -y otrasveces no tan clara-, la potestad de
expedirse respecto del presupuesto concerniente al Poder Judicial de la Nación.
Másclaro aún resulta ser lo normado por el art. 30de la mencionada norma que
dispone que: "Las disposiciones reglamentarias vinculadas con e l Poder Judicial,
continuarán en vigencia mientras no sean modificadaspor e l Consejo de la Magis-
tratura dentro del ámbito de su competencia. Las facultades concernientes a la su-
perintendencia general sobre los distintos órganos judiciales continuarán siendo
ejercidaspor la Corte Suprema de Justicia de la Nación y las cámarasnacionales de
apelaciones, según lo dispuesto en las normas legales y reglamentarias vigentes;
con excepcióndel Consejo de la Magistratura de la Nación que ejercerásupropia su-
perintendencia ...". Esdecir quedeuna interpretaciónarmoniosadelpreceptole-
gal con el art.113 de la CN, no deja lugar adudasque lasfacultades reglamentarias
en cuantoal personal subalternodel PoderJudicial, quedan actualmenteen manos
de la Corte Suprema de Justicia y en su caso de las cámaras federales o nacionales,
con laexcepción delosempleadosdel Consejode la Magistratura,quequedarán su-
jetosa las disposiciones de ese órgano.

5 2. Acordadas de la CSJN.- Por estos motivosexpuestos, resta hacer alusión a


lasacordadas más importantesde la CSJN, para dar cuenta del poder reglamentario
quese mantiene aún vigente deconformidad con el art.ll3aquíen tratamiento.
Art. 114 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Entre ellas, se encuentran:


La Acordada del 17112152 de la CSJN -y modificatorias-que reglamenta la jus-
ticia nacional.
La Acordada 34/77 relativa al régimen de licencias de funcionarios y empleados
del PoderJudicial dela Nación y su Acordada modificatoria 12/04.
La Acordada 20112 posee valor doctrinario por cuanto la Corte Suprema inter-
pretó allí losalcancesdesu competencia reglamentaria en cuanto a las recategori-
zaciones y remuneraciones del personal judicial dejando sin efecto la Acordada
196106del Consejode la Magistratura exponiendoen el consid. IVque" ... elTribu-
nal ha señalado -con énfasis y reiteración- que las atribuciones concernientes a
lasdecisionesfinales en materia de reestructuracionesfuncionalesy remuneracio-
nesde magistrados, funcionariosy empleadosdel PoderJudiciaI han sido reconoci-
das por la Constitución Nacional y por las leyes en vigencia entre las competencias
que-inequívocamente-correspondan a esta Corte Suprema, en su condición de
titular deeste Departamento del Gobierno Federal" con citasde la Acordada 36104,
consid. 2", y arg. de lasAcordadas8/99,15/04,41/94,2/05 y9105.
Másrecientemente, a travésde laAcordada42116defecha27/12/16, la CorteSu-
prema de Justicia con su actual integración, volvió a reiterar esta doctrina dejando
sin efecto la Res. 4100116 de la Administración General del Poder Judicial de la Na-
ciónyenconsecuencia la Res.644116del PlenariodelConsejodela Magistraturaque
la había aprobado5.

Art. 114.-El Consejode la Magistratura, regulado por una ley especialsan-


cionada por la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros decada Cá-
mara, tendrá a su cargo la selección de los magistrados y la administración
del PoderJudicial.
El Consejo será integrado periódicamente de modoque se procure el equili-
brio entre la representación de los órganos políticos resultantes de la elec-

La controversia sesuscitóen razón dequeel AdministradorGeneral del PoderJudicial, ha-


bía solicitadoal Ministerio de Hacienday Finanzas Públicasel incrementodel crédito y la modifica-
cióndel presupuestogeneral para laAdministraciónNacionaldelejercicio2016, afindecontarcon
los recursosfinancierosnecesarios para efectuaruna recategorizacióndel personalobreroyde ma-
estranza, disponiendo, el Administrador, el pago de suplemento salarial para este colectivo para
quienesocupabanelcargodemediooficialconmásdediezañosdeantigüedad, hastatantosecon-
siderase la recategorización solicitada por la Uniónde Empleadosde la Justicia Nacional, cuestión
que fue rechazada por la Corte Suprema apoyándose en el art. 7" de la Ley de Autarquía Judicial
23.853~cita de los CSJN-Fallos, 308:1519; 319:1973, que indican que la CSJN es la cabeza del Poder
Judicial, teniendo entre sus misiones, asegurar "la indispensable unidad y orden jerárquico en lo
que haceal personal que integra dicho Poder".
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 114

ción popular,delosjueces detodas las instanciasy de los abogadosde la ma-


trículafederal. Será integrado,asimismo, porotraspersonasdelámbitoaca-
démico y científico, en el número y la forma que indique la ley.
Serán sus atribuciones:
1. Seleccionar mediante concursos públicos los postulantes a las magistra-
turas inferiores.
2. Emitir propuestas en ternas vinculantes. para el nombramiento de los
magistrados de los tribunales inferiores.
3. Administrar los recursos y ejecutar el presupuesto que la ley asigne a la
administración de justicia.
4. Ejercerfacultades disciplinarias sobre magistrados.
5. Decidir la apertura del procedimientoderemocióndemagistrados.ensu
caso ordenar la suspensión, y formular la acusación correspondiente.
6. Dictar los reglamentos relacionados con la organización judicial y todos
aquellos quesean necesarios para asegurar la independencia de los jue-
ces y la eficaz prestación de los servicios de justicia.
Concordancias: CN, arts. 38.99. inc.4". 113,115.

9 1. E l Consejo de la Magistratura del PoderJudicial de la N a c i ó n . El Conse-


jo de la ~ a ~ i s t r a t ues
r ael órgano constitucional que tienea su cargo importantes
funcionesdegobiernoy administración del PoderJudicial de la Nación, del quefor-
ma parte.
Si bien tiene su origen en Italia durante la segunda mitad del siglo XIX, su desa-
rrollo más intenso comienza a producirse en Europa despuésde la Segunda Guerra
Mundial, extendiéndose con posterioridad a otras latitudes.
Por esta razón se trata de un órgano que no formó parte de la organización del
poder diseñada en la Constitución de 1853-1860, de manera tal que las funciones
que hoy están a cargo del Consejo de la Magistratura lasejercían el Poder Ejecutivo
(seleccióndecandidatos para ser jueces), el Congreso (promoción del juicio políti-
co a losjueces, a cargo de la Cámara de Diputados) y la Corte Suprema (administra-
ción del Poder Judicial, dictado de reglamentos destinados a la administración de
justicia y potestad disciplinaria sobre losjueces).
El paso más trascendente -y polémico- que dio la reforma constitucional de
1994en la esfera del Poder Judicial de la Nación fue la incorporación del Consejo de
la Magistratura al que se le asignaron esas funciones. Una vez establecido por la
Constitución Nacional, una ley "especial" (esto es, referida exclusivamenteal Con-
sejo de la Magistratura), aprobada por una mayoría "especial" (la mayoría absolu-
ta de la totalidad de los miembros de la Cámara de Diputados) debe regular su or-
ganización yfuncionamiento.Afinesde 1997el Congresoaprobóla ley24.937 (mo-
dificada, entreotras, por las leyes24.939,26.080y 26.855), quees la leyorgánica del
Art. 114 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Consejo de la Magistratura y del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados del Po-


derJudicia1dela Nación.

a) Composición.- El art. l14de la CN nosdicequiénes pueden integrar el Con-


sejo dela Magistratura.
Ellos son: 1. Los representantes de los órganos políticos resultantes de la elec-
ción popular (CámaradeDiputados, CámaradeSenadoresy Poder Ejecutivo Nacio-
nal; 2. Representantes de los jueces de todas las instancias; 3. Representantes de
los abogados de la matrícula federal; 4. Personas del ámbito académico y científi-
co. También nosdice la Constitución queel númerodeintegrantesy la forma desu
designación, que debe ser periódica, serán establecidos por la ley que debe asegu-
rar una composición equilibrada. Estosignificaque ningunode loscuatrosectores
o estamentos (como también se los denomina) que lo integran, resulte hegemóni-
co o predomine sobre losotros.
Deacuerdo con lo quedispone la ley 26.080, que es la que regula actualmente al
Consejo de la Magistratura, secompone de siete representantes de losórganos po-
líticos resultantesde la elección popular (tres diputados, tressenadores y un repre-
sentante del Poder Ejecutivo Nacional); tres jueces; dos abogados y un académico.
Es claro que la composición así establecida ha sido objeto de muchas críticas al re-
sultardesproporcionadacuandouno de losestamentos(queesel procedentedelos
partidos políticos) no solo multiplica por dos, tres y siete veces, respectivamente, a
los restantes, sinoque, por sísolo, tiene más representantesquetodos losdemáses-
tamentos juntos.
Los trece consejeros son nombrados de la siguiente forma: a) tratándose de le-
gisladorescada Cámara designa tres representantes, dos propuestos por el bloque
mayoritario y uno por la primera minoría; b) El Poder Ejecutivo Nacional designa a
su representante; c) Los juecesvotan a quienes los van a representar; d) Lo mismo
hacen losabogados de la matrícula federal, y e) la persona del ámbito científico y
académico es elegida por los rectores de las universidadesnacionales.
Losconsejerosduran cuatroañosen susfuncionesy no son reelegiblesen forma
inmediata.

b) Funcionamiento.- El Consejo de la Magistratura es un órgano colegiado,


por eso adopta sus decisiones en plenario, que es la reunión formal de los conseje-
ros. El plenario puedesesionarcon un mínimodesieteconsejeros(quórum)yresuel-
vecon lamayoríaabsolutade losconsejerospresentes,salvoquelaley requierauna
mayoría agravada (por ejemplo, dos tercios de los presentes para iniciar el proceso
de remoción de un juez por mal desempeño).
El trabajo destinado a preparar las resolucionesdel plenario se hacen en lasco-
misiones del Consejo de la Magistratura, las que una vez que concluyen una activi-
dad elevan al plenario un dictamen con un proyecto de resolución.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 114

La ley vigenteestableció cuatro comisiones, fijó suscompetenciasydeterminó el


número y la procedencia estamental de los consejerosque las integran. Ellas son:
- Comisión deSelección de Magistradosy Escuela Judicial.
- Comisión de Acusación y Disciplina.
- Comisión deAdministración y Financiera.
- Comisión de Reglamentación.

C) Competencias.- Las atribuciones del Consejo de la Magistratura están


enunciadasen losseisincisosdel art. 114de la Constitución.

1. Selecciónypropuesta al Poder EjecutivoNacionalde ternas vinculantespara de-


signar magistrados de los tribunales inferioresa la Corte Suprema de Justicia de la Na-
ción (incs. IOyZO).- Losjuecesde primera instanciaydelascámarasquecomponen
el Poder Judicial de la Nación son designados por medio de un procedimiento que
se inicia en el Consejo de la Magistratura. Para cubrir una vacante de juez o cama-
rista los postulantes participan de un concurso quetramita en la Comisión deselec-
ción. Allí los participantesacreditarán su idoneidad técnica acompañando su título
profesional (deben ser abogados) y antecedentesque permitan valorar su aptitud
para el cargo. Además, deben rendirexámenes(oposiciones)escritosy oralesy con-
currir a una entrevista personal en la Comisión de Selección. Sevalorarán especial-
mente su vocación democrática, su compromiso con la Constitución Nacional y el
respeto de los derechos humanos.
Al concluir su tarea, la Comisióneleva al plenario un dictamen con susconclusio-
nessobreel proceso de selección, ordenando a los postulantes, de mayor a menor,
de acuerdo con las aptitudesdemostradasen el concurso (orden de mérito). El ple-
nario, con una mayoría de dos tercios de los presentes, aprueba por cada vacante
concursada un grupo de tres postulantes (terna), generalmente compuesta por
aquellosqueobtuvieron losmejorespuntajesenel concurso, paraqueel Poder Eje-
cutivo Nacional y el Senado continúen con el proceso de selección. Que la terna sea
"vinculante" significa que no puede ser nombrado otro postulantedistinto de los
que la componen.

2. Administrar los recursosy ejecutar el presupuestoque la ley asigna a la adminis-


tración dejusticia (inc. 3O).- Según la Constitución; le corresponde al Consejo de la
Magistratura administrar los recursos del Poder Judicial de la Nación. De acuerdo
con la ley vigente esta actividad la realiza el Administrador General del PoderJudi-
cial con la fiscalización de la Comisión de Administración y Financiera. La adminis-
tración comprende el manejo y la gestión de la infraestructura (inmuebles, comu-
nicaciones y tecnología), los recursos humanos, los insumos y las inversiones nece-
sarias para la prestación eficaz del servicio de justicia.
Art. 114 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

3. Facultadde dictar reglamentos(inc. 6O).- Esta atribución permite al Consejo


dictar normasdecarácter general destinadasafacilitar el ejercicio de las funciones
que le han otorgado la Constitución y las leyes. También comprende el dictado de
reglamentos destinados a mejorar la eficacia del servicio de justicia y garantizar la
independencia de los jueces.

4. Facultadesdisciplinariassobre magistrados del Poder Judicial de la Nación (inc.


44.- Aefectosde asegurar el buen funcionamientodelaadministración dejusti-
cia la Constituciónasignóal Consejode la Magistratura la potestaddisciplinariaso-
bre los juecesque componen el Poder Judicial de la Nación. La potestad disciplina-
riase inicia con motivo de una acción u omisión funcional que ocasiona una infrac-
cióno irregularidad (falta). Comoconsecuenciadesuejerciciosepuedeaplicaral in-
cumplidor una sanción. Lassancionestienen que estar previstas por la ley, tipifica-
das-esdecir, la ley debe precisar en qué consisten-y no pueden imponerse otras
quelasprevistasen la ley. El art. 14delaley24.937establececuálesson lasfaltasdis-
ciplinarias en las que pueden incurrir los jueces. Entre otras, ellas son: el incumpli-
miento de normas procesalesy reglamentarias; faltar el respeto a otrosjueces, a los
abogados y a los litigantes; inasistencias reiteradas; actos ofensivos al decoro, ina-
sistencias injustificadas y reiteradas a sus funciones.
La ley prevé también que, según la gravedad de las faltas, las sanciones que se
pueden imponer son: advertencia, apercibimiento y multa de hasta un cincuenta
por ciento desus haberes.
El trámitedisciplinario (proceso) se desarrolla en la ComisióndeAcusación y Dis-
ciplina del Consejo de la Magistratura. Al juez imputado se ledebe asegurar el ejer-
cicio del derecho de defensa. Debesaber cuálesson las faltas que se le imputan; po-
der responder a cada una de ellasargumentando por qué no debe ser sancionado
(descargo)y poderofrecery producirtodaslaspruebasquesean necesariaspara ha-
cervaler susderechos. Si se leaplica una sanción, la resolución debeserfundada y el
juez sancionado puede recurrir ante la Corte Suprema para que la deje sin efecto.

5. Iniciar elproceso de remoción (inc. So).- Así como en el Consejo de la Magis-


tratura se inician los trámites para el ingreso de magistrados al Poder Judicial de la
Nación (con excepción de los jueces de la Corte Suprema), también le corresponde
la función dedarcomienzoal procesode remoción deunjuez-también exceptua-
dos aquí los juecesde la Corte, que pueden ser removidos por la vía del juicio políti-
co-como consecuencia desu mal desempeño, o por haber cometido un delito.
Ante el Consejo de la Magistratura se denuncian las conductas del juez (mal de-
sempeño o delitos) que se consideran causales de remoción. De acuerdo con la ley
26.080,son causalesde mal desempeño, entreotras: a) el desconocimientodel de-
recho; b) incumplimiento reiteradodelasnormas; c)gravenegligenciaen el cum-
plimiento de susfunciones; d) losgravesdesórdenesde conducta; e) la aplicación
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 115

reiterada de sancionesdisciplinarias, y f ) el abandono de sus tareas. El Consejo de-


cidirási promoveráo noel enjuiciamientodel magistrado, efectuando, en casoafir-
mativo, su acusación.
El trámitese realiza ante lacomisión de Acusación y Disciplina queexaminará la
denuncia a efectosde establecer la veracidad de lo que allíse manifiesta y, en su ca-
so, si ello reviste la gravedad que justifique dar inicio al proceso de remoción. A tal
efecto puede disponer todas las medidas de prueba que resulten necesarias y, Ile-
gado el caso, dará intervención al juez denunciado para que pueda manifestar y
probar todo lo que considere necesario para su defensa.
Unavez concluida la etapa de instrucción la Comisión eleva al plenario del Con-
sejo un dictamen en el que puede aconsejar: a) la desestimacióndela denuncia; b)
la aplicación de una sanción disciplinaria; c) la acusación del juez denunciado y,
eventualmente, su suspensión mientras tramite el enjuiciamiento.
El plenario del Consejo para decidir la acusación y suspensión del juez necesita
contarcon una mayoríade lasdosterceraspartesdelosconsejerospresentes.En ese
caso,comunicarás~decisiónaljuez,al~uridode~njuiciamieinto,al~ueremitiráto-
dos los antecedentes del caso y designará a los consejeros que actuarán ante el Ju-
rado como parte acusadora.

Art. 115. -Los jueces de los tribunales inferiores de la Nación serán removi-
dos por las causales expresadas en el art. 53, por unjurado de enjuiciamiento
integrado por legisladores, magistradosy abogados de la matrícula federal.
Su fallo, queserá irrecurrible, notendrá másefectoquedestituiral acusado.
Pero la partecondenada quedará noobstantesujeta a acusación, juicio y cas-
tigo conforme a las leyes ante los tribunales ordinarios.
Corresponderá archivar lasactuacionesy, en su caso, reponer al juez suspen-
dido, si transcurrieren ciento ochenta días contados desde la decisión de
abrir el procedimiento de remoción, sin que haya sido dictado el fallo.
En la ley especial a que se refiere el art. 114, se determinará la integración y
procedimiento de este jurado.
Concordancias: CN, arts. 53.59.60.75. inc. 20.99. inc.4'. 108,114 y disposición transi.
toria decimocuarta.

5 1. E l Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados del Poder Judicial de la Na-


ción.- Antesde la reforma de 1994la remociónde losjuecesdel PoderJudicial de
la Nación tramitaba por la vía del juicio político en el cual la Cámara de Diputados
decidía laacusaciónyeraelSenadoel quedebíaexpedirsesobresu destitución. Des-
pués de la reforma y respecto de los jueces a cargo detribunales inferiores a la Cor-
te Suprema de Justicia de la Nación, esa función se encomendó a dos órganoscons-
titucionales nuevos: el Consejo de la Magistratura que, como ya hemos visto, deci-
Art. 115 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

de acerca de la acusación del juez y el Jurado de Enjuiciamiento que es el que, ante


la acusación del Consejo, juzga y resuelve acerca de la remoción o continuidad del
juez enjuiciado. Según establece el art. 115 de la CN, la misma ley "especial" que ri-
ge al Consejodela Magistratura regulará la integración y el procedimiento ante el
Jurado, así lo han hecho lasleyes24.937 y 26.080.

a) Composición.- De acuerdo con la ley 26.080 el Jurado se compone de siete


miembros: a) dos jueces de cámara; b) cuatro legisladores, de los cuales dos pro-
vienen de la Cámara de Diputados, uno por la mayoría y otro por la minoría, y dos
provienendelSenado, tambiénunoporlamayoriay unoporlaminoríay, c)unabo-
gado de la matrícula federal. Todos ellos son designados por sorteo semestral pú-
blico-en diciembrey en julio de cada año-, que se haceentretodoslosintegran-
tes decada uno de losestamentos.
El predominio de los representantes del Congreso (cuatro sobre siete), pone en
evidencia-al igual queen el casode lacomposición del Consejo-queel legislador
al definir la composición del Juradode Enjuiciamiento ha puestoel acento, másen
la naturaleza política de la decisión, de remover, o no, al magistrado, queen el ca-
rácterjurisdiccional del proceso que lleva asu dictado.

b) Funcionamiento.- El Jurado de Enjuiciamiento no es un órgano perma-


nente, sinoqueseconstituyecon losintegrantespreviamentesorteados, afin de re-
alizar el juicio de remoción de un juez acusado por el Consejo de la Magistratura.
Una vez constituido el Jurado designa, entre sus integrantes, al presidente que se
ocupará de la dirección deldebate,defirmar lascomunicacionesquedirijanaotras
personaso autoridades y de representar al Jurado. En caso de que fuera necesario
suplantar al presidente, también se designa a un vicepresidente. El Jurado cuenta
con una Secretaria General, que es permanente, que presta funciones de apoyo.

C) El juicio de remoción.- Se trata de un procedimiento contradictorio (hay


acusación y defensa) y público. Una vez que la acusación efectuada por el Consejo
de la Magistratura es recibida por el Jurado, se da traslado de ella al juez, a fin de
que exponga susdefensasy ofrezca las pruebasdedescargo quesean conducentes
para sostener sus alegaciones. Con posterioridad, la causa se abre a prueba. Las
pruebas son sustanciadas en un debate oral y público, que se realiza en una o más
audiencias ante el Jurado de Enjuiciamiento. Una vez sustanciada toda la prueba,
la parteacusadora (losrepresentantesdel Consejo de la Magistratura) y el juez acu-
sado producen,cadaunodeellos, un informefinal. PorúltimocorrespondealJura-
do pronunciarse por medio de un fallo que puededecidir mantener en su cargo al
juezoremoverlo, en estecasodebe hacerlocon una mayoríade dosterciosde losju-
rados. La sentencia debe ser fundada y pronunciarse sobre las cuestiones alegadas
por las partes y la prueba que se produjo durante el enjuiciamiento. Todo ello en
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 116

función del respeto de la garantía del debido proceso, conforme se deriva de los
arts. 18y 33de la CNy 8"dela CADH.
No obstante que el art. 115 de la CN expresa que el fallo del Jurado es irrecurri-
ble, esa afirmación debe conjugarse con el art. 25 de la Convención citada queexi-
ge un control judicial suficiente paratalesdecisiones. Dichocontrol, que estáacar-
go de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se limita a examinar si se ha respe-
tadoelderechodedefensaenjuiciodel rnagistradodestituido,sin quelacortepue-
da sustituir lavaloración que hizo el Jurado acerca de la remoción del juez, materia
que esdeexclusiva incumbenciadel JuradodeEnjuiciamiento.

CAPITULO
11
ATRIBUCIONES DEL PODER JUDICIAL

Art. 116.-Correspondea lacortesuprema y a lostribunalesinferioresde la


Nación, el conocimientoy decisión de todas las causas queversen sobre pun-
tos regidos por la Constitución, y por las leyesde la Nación, con la reserva he-
cha en el inc. 12del art. 75: y por los tratados con las naciones extranjeras: de
las causas concernientes a embajadores, ministros públicos y cónsules ex-
tranjeros: de las causas de almirantazgo y jurisdicción marítima: de los asun-
tos en que la Nación sea parte: de las causas que se susciten entre dos o más
provincias; entre una provincia y los vecinos de otra; entre los vecinos de di-
ferentes provincias; y entre una provincia o sus vecinos, contra un Estado o
ciudadano extranjero.
Antecedentes: CNde 185311860. Concordancias: CN, Preámbulo,arts.27,28,30,31,
43,75, incs. 12,22 y 24,110~117.

Esteartículoseencuentra incluidoen la SecciónTercera, CapítuloSegundo de la


Constitución Nacional, referido a lasatribucionesdel Poder Judicial, y establece la
competencia de la justicia federal, limitándola a aquellas materiasespecificasque
le asigna la propia Constitución, enumeradastaxativamenteen esteartículo.
En nuestro país, la coexistenciade una justicia denominada ordinaria y una jus-
ticia federal obedece a cuestiones históricas que tienen origen en la formación de
nuestro país y se relacionan con la preexistencia de las provincias por sobre el Esta-
do nacional. Así, ellasson lossujetos primarios del ordenamiento jurídico argenti-
no, ya que poseen todas las facultades que no fueron expresamente delegadas al
Gobierno federal'.

' Para unrnayoranálisisde lacuestión,véasecornentarioalart. 5"realizadosenestaobra.


Art. 116 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Puede verse en esta disposición la influencia del derecho de los Estados Unidos
de América, quien estableció un Poder Judicial federal que garantizara la supre-
macía de la Constitución y de las leyesfederales2.
Valerecordarquelajusticiafederal está integrada porlaCorteSupremadelaNa-
ción,comoTribunal FederalSupremo,y lostribunalesfederalesinferiores,deacuer-
do a lo establecido en el art. 108 de la CN, los que tienen asiento en las provincias y
en la Ciudad Autónoma de BuenosAires.
Como hemosanalizado en comentariosaotrosartículosde esta obra, cada Esta-
do local debeasegurar unacorrectaadministración dejusticia, por loqueresulta de
su competencia interna la organización dela misma. Es por ello que losjuzgados lo-
cales aplican e interpretan las normas de derecho común al momento de resolver
los casosjudicialesque llegan a susestrados.
Sin embargo, hay materias determinadas que escapan de su competencia, por
estarasignadaseneltextoconstitucionaIalámbitodelajusticiafederal. Deestama-
nera, coexistendosórdenesjurídicosen un mismo territorio: el provincial y el fede-
ral, que dan origen a una organización compleja del Poder Judicial. Así, "el Poder
Judicial de la Nación es un poder multiorgánico y el único extendido en todo el te-
rritorio del país, descentralizando la función judicial (...). Esta presencia de los tri-
bunalesfederales a travésde todo el territorio nacional tiene por finalidad acercar
el servicio de justicia -esencial en un Estado de derecho- a los lugares donde es-
tán las personas (...), asegurando el accesoy la vigenciaefectiva del derechoconsti-
tucional a laj~risdicción"~.

La jurisdicción federal tiene lassiguientes características:


1. Essuprema, en tantoaplicae interpreta las normasdecarácterfederal.
2. Esdeexcepción,y la enumeración de los casosen los que se suscita es taxati-
va, por lo que, en caso de existir dudas sobre si un caso resulta competencia
de la justicia local o la federal, debeestarse a la primera.
3. Es improrrogable, privativa y excluyentede lostribunales provinciales, cuan-
do se suscita en razón de la materia. Esto quiere decir que las partes no pue-
den renunciar a ella ni elegir acudir a jurisdicción local cuando el casosusci-
te materia federal.

El art. 116 de la Constitución establece los casos en los que la justicia federal de-
be intervenir en razón de la materia: cuando lascausasversensobre puntos regidos
por IaConstituciónNacional, lasleyesdictadaspor el Congresodela Nacióny lostra-

Garcia Mansilla-RamirezCalvo,Lasfuentesdela Constitución Nacional. Losprincipiosfun-


damentalesdelderecho públicoargentino, laed.,2006, p. 19.
3 Haro, La competencia federal, 2"ed., p.46.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 116

tados con las naciones extranjeras; asimismo, en las causas de almirantazgo y juris-
dicción marítima.
Asimismo, establece casosen losquedebe intervenir en razón de la persona: son
los casos que conciernen a embajadores, ministrosy cónsules extranjeros.
Es importante mencionar que este artículo debe complementarsecon otrascláu-
sulas constitucionalesy demás leyes concordantes, las que terminan de delimitar los
casos sometidosa jurisdicción federal, como ser losarts. 75, inc. 30y 117 de la CN, co-
moasítambién la ley 484queorganiza la jurisdicción y competenciade lostribunales
nacionales.

Vemos entonces que de las normas mencionadasse desprende que entenderán


juzgados federales siempre que seventilen cuestiones relacionadascon ciertos re-
quisitosde la competencia federal, a saber:
1. Competenciaen razóndelamateria. Se refierea loscasosqueversensobre
puntosregidosporlaConstitución Nacional, IasleyesdictadasporeICongre-
so de la Nacióny los tratados con las nacionesextranjeras; como asítambién
a loscasos de almirantazgo y jurisdicción marítima.
Esta cláusula debecomplementarsecon la reglamentación establecida en el
art. 2", inc. l o de la ley 48, la que requiere que los jueces federales interven-
gan en lascausas quesean especialmente regidas por la Constitución Nacio-
nal, las leyes del Congreso y los tratados públicos con naciones extranjeras.
Es por ello que esta competencia existecuando la demanda se basademodo
directo, principal e inmediato en una cláusula constitucional, ley o tratado.
2. Competencia en razón dellugar. Es la que refiereel art. 75, inc. 30 de la CN,
el que establece: "Corresponde al Congreso: (...)Ejerceruna legislación ex-
clusiva en e l territorio de la capital de la Nación y dictar la legislación nece-
sariapara elcumplimiento de los fines específicosdelosestablecimien tos de
utilidadnacionalen e l territorio de la República. Las autoridadesprovincia-
les y municipales conservan los poderes de policía e imposición sobre estos
establecimientos, en tanto no interfieran en e l cumplimiento de aquellos fi-
nes". Del análisis de este artículo surge que los lugares sometidos a compe-
tenciafederal son laciudad AutónomadeBuenosAires, en su carácterdeca-
pital del país, y los establecimientos de utilidad nacional, independiente-
mentede su localización geográfica.
3. Competencia en razón de la persona. Se refiere a la que surge por el carác-
ter de laspartesdel litigio.Así, serán decompetencia federal lascausasenque
el Estado nacional sea parte; las que conciernen a embajadores, ministros y
cónsulesextranjeros; lasquesesuscitenentredoso más provincias; lasquese

Sancionada el 25deagostode 1863


Art. 117 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

susciten entre una provincia y losvecinosde otra; lasque se susciten entreve-


cinosdediferentes provincias; y aquellasquesesusciten entre una provincia,
o susvecinos, contra un Estado o ciudadano extranjero.

En relación con los casos que ocurren entre una provincia y losvecinos de otra
provincia, la Corte ha establecido que no basta con que exista la condición de veci-
nodeotra provincia, sinoqueel casodebeser calificadocomo "causacivil".
Para la Corte, debeentenderse por causa civil, "... a losefectosde determinar la
competencia originaria de esteTribunal por razón de la distinta vecindad o de ex-
tranjería a aquellos litigios regidos exclusivamente por normas y principios de de-
recho privado, tantoen lo que concierne a la relación jurídica deque se trata, como
al examen sobre la concurrencia de cada uno de los presupuestos de la responsabi-
lidad patrimonialventilada ..."5.

i Referencia jurisprudencia1
- La Corte ha sostenido que la competenciafederal prevista por el art. 116 de la CNy el
art. 2". inc. 1"de la ley48 procedecuandoelderechoquesepretende hacervaler sefun-
da directa e inmediatamenteen unoovariosartículosde la ConstituciónNacional, en le-
yesfederalesoentratadoscon lasnacionesextranjeras,esdecir, cuandoel núcleodel re-
clamoversasobrelainterpretacióny losalcancesdeesospreceptos,cuya"adecuadaher-
menéutica resulta esencial para la justa solución del litigio". ["Valot S.A.C. Municipali-
dad decampana s/Acciónde inconstitucionalidad",24/4/03, CSJN-Fallos, 326:1372].

Art. 117.-En estoscasos la Corte Suprema ejercerá su jurisdicción porape-


lación según las reglas y excepciones que prescriba el Congreso; pero en to-
dos losasuntos concernientesa embajadores, ministros y cónsules extranje-
ros, y en los que alguna provincia fuese parte, la ejercerá originaria y exclu-
sivamente.
Antecedentes: CNde 1853. Concordancias: CN, arts. 43,99, inc. 1l.116y 127.

El artículo en comentario no puede ser analizado de modo independiente del


art. 116.
Ello es así, en tanto el art. 116 establece los casos en los que procede la compe-
tencia federal en razón de las cuestiones taxativamente enumeradasen la disposi-
ción, mientras que el art. 117 regula los casos en los que la Corte Suprema ejerce su
jurisdicción por vía de apelación o por instancia originaria.

"Barreto, Alberto Damiány otra c. BuenosAires, Provincia de y otro slDaños y perjuicios",


21/3/06. En el caso se discutía la responsabilidad del Estado provincialy la consecuente cuantía de
la indemnización pordaños reclamados.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 117

Esdecir, para resolversien un casocorrespondeentenderlajusticia localo federal,


primero debemosanalizar el mismo a la luzdel art. 116, el que nosdará la solución.
Unavez queel caso encuadra en alguna de lascausalesdelart. 116, debemos ir a
ver el art. 117 para conocer si la misma debe tramitar en primera instancia e ir cum-
pliendo lasdistintasinstanciasdeapelación, o bien si debepresentarsedirectamen-
te ante la CorteSuprema deJusticia de la Nación. En el primero de los casos, las par-
tesdeberán cumplircon lasdistintas instanciasdeapelación hasta llegar al Máximo
Tribunal por vía de recurso extraordinario federal, en virtud del cual resuelve ex-
clusivamente cuestiones constitucionalesy federales.
Este recurso constituye el mecanismo procesal por excelencia para acceder al
MáximoTribunall, y se encuentra reguladoen el art. 14de la ley48.
Para algunos autores2, la función del recurso extraordinario federal es única-
mente garantizar la supremacía constitucional para hacer efectivos los derechos y
garantías establecidos en aquella.
Otrosapelan a unaconstrucción históricadesufunción, al afirmar que "...esta
instit~ció~fue creada y desarrollada para mantener (...) la unión nacional
de los Estados que se acababan de constituir como Federación, frente al fracaso de
la Confederación. Para ello instituyeron el instrumento decontralor de lavigencia
de la distribución de competenciasotorgadasal Estadofederal, dando esa función
esencial para la dinámica operativa del sistema político total, a la cabeza del Poder
J~dicial"~.
Es por ello que la Corte Suprema de la Nación no actúa como una "tercera ins-
tancia" deapelación ya quesu función no consisteen revisar pruebasy analizar he-

' Antessepodiaaccedera la CorteSuprema porvíaderecursodeapelaciónordinario: Eldecr:


ley 1285158estableceenelart. 24, in~.6~,ap.a,la posibilidaddeapelarantela CorteSuprema, poruna
viadistintaa ladel recursoextraordinariofederal, lassentenciasdefinitivasdelascámarasnacionales
deapelacionescuandoel Estado nacionales parteyel montodisputadoen la causa supera la suma de
$ 10.890.000. Este apartado fue declarado inconstitucional por la propia Corte en el fallo "Anadón,
TomásSalvadorc. CNC" (causaA.494.XLIX 2018115) porconsiderarque resulta ajena a suámbito la re-
visión de sentencias referidasa temasde derechocomún en lasque no se presenta la necesidadde in-
terpretar las normasde la Constitución Nacional y del derecho federal. Ello obligaría a la Cortea ac-
tuarcomountribunalordinarioderevisiónynocomounainstanciaextraordinariaquecumplelafun-
cióndeinterpretarlascuestionesconstitucionalesqueIleganasuconocimiento pormediodel recur-
so extraordinario federal, lo que ademásviola el principio de igualdad al discriminaren la forma de
accedera la revisiónde la Corte, beneficiandoal Estadoy a quieneslitiganen su contra y generando
un privilegio para lascausasqueinvolucranel patrimoniodel Estado.
Véase por ejemplo, Bielsa, La protección constitucionaly el recurso extraordinario. Juris-
dicción dela CorteSuprema, 2"ed.. 1958, p. 45; Bidart Campos, La CorteSuprema.El tribunalde las
garantías constitucionales, 1984.
Spota, Recurso extraordinario. Estadoy evolución actual de la jurisprudencia. Arbitrarie-
dad-Ceriiorari, 2001. p. 21.
Art. 117 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

chos como sí sucede con los juzgados de instancias inferiores sino en interpretar y
resolver las cuestiones constitucionalesque llegan a su conocimiento.
La admisibilidad del recurso está supeditada al cumplimiento de: 1) requisitos
comunes a todos los recursos; 2) requisitos propios de este recurso, y 3) requisitos
formales.
Son requisitos comunes a todos los recursos: la existencia de causa judicial, sen-
tencia de un tribunal dejusticia, cuestión justiciable, y agravio.
~onre~uisitos~ro~io~:laexistenciades~ntenciadefinitivaoe~ui~arableatal,~ue
esta hayasidodictada por el tribunal superior de la causa, laexistenciadecuestiónfe-
deral, una resolucióncontraria al derecho federal invocado por la parte, y la relación
directa e inmediata de la cuestiónfederal con el asunto debatido en la causa.
Por su parte, los requisitos formales hacen a la presentación en tiempo y forma
del recurso extraordinario, cumpliendo los requisitos establecidos en la Acordada
CSJN412007, lafundamentación autónomadel mismoy el mantenimientodel caso
federal en todas las instancias en las que el caso haya sido sometido a análisis.
Por otro lado, existen casosen los que la Corte actúa en competencia originaria,
sin necesidad dequeen el caso intervengan instanciasjudiciales inferiores, a saber:
1. En los asuntos concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranje-
ros. Ello se basa en relacionesde reciprocidad entre Estados, ya que los tres
mencionados son representantes en nuestro país de Estados extranjeros, y,
si bien gozan poresa razón de inmunidaddiplomática, puedenaceptar laju-
risdicción de la República Argentina, en cuyo caso la cuestión es competen-
cia originaria del MáximoTribunal.
2. En los asuntos en los que alguna provincia fuese parte. Ello se basa en ase-
gurar la imparcialidad de la decisión quesetome.

Porotro lado, esimportante mencionarque la ley26.790estableció lafiguradel


persaltum al incorporar el art. 257 bis del CPCCN. Esta disposición permite la pro-
cedencia del recurso extraordinario interpuesto directamente ante la Corte Supre-
ma, prescindiendo del requisito de tribunal superior en aquellas causas de compe-
tencia federal en las que se acredite que entrañan "cuestiones de notoria gravedad
institucional".
La norma entiende que tal existirá en aquellas cuestiones sometidas a juicio que
exceden el interésdelaspartesde lacausa, proyectándosesobreelgeneral o público,
de modo tal que por su trascendencia queden comprometidas las instituciones bási-
cas del sistema republicano de gobierno o los principiosy garantíasconsagrados por
la Constitución Nacional y lostratados internacionales por ella incorporados.
Además, exige que, el caso, sea necesaria unasolución definitiva y expedi-
tay queel recursoconstituya el único remedioeficaz para la protección del derecho
federalcomprometido,a losfinesdeevitarperjuiciosdeimposibleoinsuficientere-
paración ulterior.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 118

Los límites para la actuación d e la Corte en estos casos están dados por la misma
ley, al establecer que ella deberá habilitar la instancia extraordinaria con alcances
restringidosy d e marcada excepcionalidad.
Resta mencionar quesoloson susceptiblesdel recurso extraordinario porvía del
persaltum lassentenciasdefinitivasde primera instancia, las resolucionesequipa-
rables a ellas en sus efectos y aquellas dictadas a título d e medidas cautelares, ex-
ceptuando las causas en materia penal.

Referenciajurisprudencia1
- Conrespectoalcasodeembajadores, ministrosycónsules, hasostenidola Corteque
su inte~enciónencompetenciaoriqinaria- debeencontrarseen "lasaltas razones ins-
titucionales que determinaron su consagración constitucional, y que en el caso res-
ponde a la necesidad de preservar el respetoy la mutua consideración con las poten-
ciasextranjeras, otorgandoa susrepresentantesdiplomáticosunajurisdicciónqueIes
permita el cumplimiento máseficazdesusfunciones ...". [CSJN-Fallos, 334:1640].
En materia de persaltum. nuestro MáximoTribunal ha mantenido un criterio restric-
tivo, rechazando esta figura en numerososcasos ["Grupo Clarín S.A. y otrosc. Estado
Nacional y otro dAcción meramente declarativa-Incidente no 1",CCF 007263/2012/
l/l/CS001,30/12/14; "Manusovich, Rubén Manuel dPer saltum", M. 899.L.RSI. 3017/14;
"Alsogaray, María Julia dPer saltum", A. 1245.XLIX RSI, 17/6/14; entre otros]. Sin em-
bargo, en el fallo "Rizzo" ["Rizzo, Jorge Gabriel (apoderado Lista Gente de Derecho)
dAccióndeamparoc. Poder Ejecutivo Nacional, ley 26.855, medidacautelar(Expte. no
3034/13)", sentencia del 18/6/13], admitió la vía del persaltumy declaró la inconstitu-
cionalidadde l0sarts.2",4~, 18y 30de la ley 26.855 y del decr. 577113. dejandosin efec-
to la convocatoria a elecciones para loscargosdeconsejerosdela magistratura repre-
sentantesde losjuecesdetodas las instancias, de losabogadosde la matrícula federal
y deotras personasdel ámbito académico y científico, sin afectar el proceso electoral
para cargosdediputadosy senadoresestablecido pordecr. 501113.
En unfallo reciente, laCortedecidióquecorrespondeinte~enirencompetenciaorigi-
nariaen uncasoreferidoal reclamodeuna provinciaa un particular pordiferenciasge-
neradasenimpuestossobrelosingresosbrutos["MastelloneHnos.S.A.c.Jujuy, Provin-
ciades1Acción declarativadeinconstitucionalidad",3/5/17, CSJ 1907/2016]. Paraasíde-
cidirlo, remitióa unadecisiónanteriortomada en el caso "OrbisMertig San LuisS.A.1.C.
c. Buenos Aires, Provincia de dAcción declarativa de inconstitucionalidad" [CSJN-Fa-
110s. 326:3890,19/9/06], en la que consideró que "corresponde a la competencia origi-
nariadelaCorteSuprema la impugnaciónconstitucionaldelasleyes 11.490y 11.518de
la Provincia de Buenos Aires, en cuanto exigen para eximir del impuesto sobre los in-
gresos brutos, que el establecimientoindustrial enel cual la eventual beneficiaria rea-
liza su actividad esté ubicadoen jurisdicción provincial, pues la impugnación de lostex-
tos localessefundadirectamenteen la Constitución Nacional".

Art. 118. -Todos losjuicios criminalesordinarios. que no se deriven del de-


recho de acusación concedido a la Cámara d e Diputados se terminarán por
Art. 118 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 464

jurados, luego que se establezca en la República esta institución. La actua-


cióndeestosjuiciosse hará en la misma provincia dondese hubierecometido
el delito; pero cuando Estesecometa fuera de loslimitesde la Nación,contra
el derecho de gentes, el Congreso determinará por una ley especial el lugar
en que haya de seguirseel juicio.
Antecedentes: CNde 1853, art. 99. Concordancias: CN,arts. 24,53,59,60,75, inc. 12.

El art. 118 resulta una norma de carácter procesal en donde se establecen lasdis-
tintas competenciasjudiciales, a saber:
a) Juicios criminalesordinarios, serán juzgados por juradosestablecidosen ca-
da provincia donde se hubierecometidoel delito.
b) Juicios contra el derecho degentes y cometidos fuera de los Iímitesde la Na-
ción, el Congreso deberá determinar por una ley especial el lugar donde se
llevaráadelanteel juicio.

Comoantecedentesdeestepreceptose hancitado mayoritariamentea IasCons-


titucionesde los Estados UnidosdeAmérica y de los Estados Federadosdevenezue-
la,del21 defebrerode 1811.
El art. III, secc. 2,inc. 3"de la Constitución de los EE.UU. dice: "Todos losdelitos
serán juzgados por medio de un jurado excepto en los casos de acusación por res-
ponsabilidadesoficiales,yeljuiciodequese hablatendrá lugar enel Estadoenque
el delito se haya cometido; pero cuando no se haya cometido dentro de los límites
de ningún Estado, el juicio se celebrará en el lugar o lugares queel Congreso haya
dispuesto por medio de una ley".
Por otro lado, el art. 117 de laConstituciónvenezolana de 1811 establecía: "To-
dos losjuicioscriminalesordinariosque nose deriven del derecho de acusación con-
cedido a la Cámara de Representantes por el parágrafo cuarenta y cuatro, setermi-
narán por jurados Iuegoqueseestablezca enVenezuela este sistema de legislación
criminal; pero cuando el crimen sea fuera de los Iímitesde la Confederación contra
el derechodegentes, determinaráelCongreso por una ley particularel lugarenque
hayade seguirseel juicio".
Estas disposiciones de carácter ritual han dado origen a diversas interpretacio-
nesque en ocasionesexceden lo procesal, tal como veremos infra.

5 1. Juicios por jurados.- La primera parte del artículo menciona que los jui-
cioscriminalesordinarios-encontraposicióna losjuicioscriminalesdecarácterfe-
deral-deberán ser juzgados por jurados, salvo quesetratede un juicio político. Se
remiteal derecho de la Cámara de Diputadosdeacusar ante el Senado al presiden-
te, vicepresidente, jefede gabinete, ministros y miembrosde la Corte Suprema por
mal desempeño, delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones o crímenes co-
munes (art. 53, CN).Con la nueva redacción de losarts. 114y l15de la CN, quesein-
465 GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 118

corporó el Consejo de la Magistratura, la atribución del Poder Legislativo seve limi-


tadasoloalosintegrantesdel Poder EjecutivoNacional yalosmagistradosdelaCor-
te Suprema de Justicia de la Nación. Los restantes magistrados solo pueden ser re-
movidos por el Jurado de Enjuiciamiento (véanse leyes 24.397 y 26.080).
El Juicio por Jurados está mencionado en losarts. 24 y 75, inc. 12 de la CN, defi-
niendo una clara orientación haciael modelodejusticia quedebeadoptar la Repú-
blica. También ha sido receptada esta línea en otras constituciones provinciales
(Chubut, Río Negro, Ciudad Autónoma de BuenosAires, Córdoba y Corrientes).
La norma aclara que previamentedeberá existir una ley que establezca en la Re-
pública la institución deJuicio por Jurados. Sin perjuicio que hasta el momento no
existe una ley nacional en tal sentido, sí se ha incorporado el Juicio por Jurados en
varias provincias, a saber: Chaco (ley 7661), Río Negro (nuevo CPP), BuenosAires(1e-
yes 14.543~ 14.589), Neuquén (ley 2784), Chubut (ley 5478) y Córdoba (ley9182). El
nuevo Código Procesal Penal de la Nación (no implementadoaún) lo prevé pero no
lo regula.
Por últimocabe mencionarque existenvariosproyectosdeley sobreel tema (Có-
digodeJusticia Municipal -MunicipiodeGeneral Pueyrredón; La Rioja;Ciudad Au-
tónoma deBuenos Aires; Ley deJuiciosporJuradosde la Nación Argentina).

3 2. Territorialidad.- En lasegunda partedel artículose estableceel principio


de territorialidad entendido como aquel que determina la competencia por el lu-
gar de comisión del hecho, a los fines de procurar la mejor actuación de la justicia.
Ello permite que la investigación y el proceso se lleven a cabocerca del lugar donde
ocurrió la infracción, donde generalmenteseencuentran los elementosde prueba
yfacilitandotambién la defensadel imputado.
La excepción a la regla está prevista para el caso de delitos cometidos contra el
derechodegentesyfuera del territorio nacional, remitiendoa una ley especial que
establecerá el lugar en donde se deberá llevar a cabo el juicio, la que hasta la fecha
no ha sido dictada. Para estos casos, la competencia deberá ser federal en tanto se
vincula con las relacionesinternacionalesquecomprometen al Estado (art. 116, CN).

3 3. Derecho de gentes.- La mención queseefectúa sobre el derechode gen-


tes hasido utilizada por lacortesuprema para fundamentar-medianteuna inter-
pretación dinámica del art. 118 de la CN-la imprescriptibilidad de loscrímenesde
lesa humanidad (votos de los doctores Zaffaroni, Highton de Nolasco y Boggiano,
en autos "Arancibia Clavel" l .
Sin embargo, entendemosqueesta novedosa interpretación "dinámica" -con-
traria a la clásica interpretación literal que predominó en los antecedentes del Má-
ximoTribuna1-debe ser objetada.

' CVN-Fallos, 327:3312.2004; tarnbiénen "Sirnón" 14/6/05, CVN-Fallos, 328:2056


Art. 118 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

El derecho de gentes o ius cogens imperativo se gestó históricamente como un


derecho consuetudinario, es decir, derivado de la práctica frecuente y generaliza-
damenteaceptada por lacomunidad internacional quepermiteindividualizarcier-
tosprincipiosgenerales. Pero este no es el caso del principio de imprescriptibilidad
de lasacciones penales por delitosde lesa humanidad.
En primerlugardebepartirsedelart.21 delaley48del25deagostode1863(con-
temporánea con el texto original de la CN) en donde se establece claramente el or-
den de prelación en el queera valoradoel derecho degentesen aquel momento (se
establece el siguiente orden: Constitución Nacional, leyes nacionales, Tratados in-
ternacionales, leyes provinciales, leyes generales que han regido anteriormente a
la Nación y los principios del derecho de gentes).
Comosurge nítidamentede dicha norma, el derechode gentesconsiderado por
el constituyente de 1853 no podía controvertir los principios y garantías constitu-
cionales (arts. 14,16,18 y 19, CN), por lo que pretender utilizar la mención del art.
118 de la CNcomo fuente de derecho penal internacional nos parece incorrecto.
En segundo lugar, la ley 12.838 (del2111 1/46) aprobó la ratificación a la Carta de
las NacionesUnidas(San Francisco, el 26/6/45), y allí la Repúblicaseobligóa cumplir
de buena fe lasobligacionescontraídasconlosdemás Estados Miembrosde IaOrga-
nización. Además la Carta prevé la creación de una Corte Internacional de Justicia.

tesformalesdel derecho internacional general: a) las convencionesinternaciona-


les, sean generaleso particulares, queestablecen reglasexpresamente reconocidas
por los Estados litigantes; b) la costumbre internacional como prueba deuna prác-
tica generalmente aceptada como derecho; c) los principiosgenerales de derecho
reconocidospor las nacionescivilizadas,y d) lasdecisionesjudicialesy lasdoctrinas
de los publicistasde mayor competencia de lasdistintas naciones, como medio au-
xiliar para la determinación de las reglasdederecho.
Entercer lugar,debetenerse presentequeel art. 53 delaconvención devienaso-
breel ~ e r e c h o d eIosTratados(aprobada por ley 19.865 del 11/1li3) reconoce la su-
perioridad normativa de las normas imperativas de derecho internacional general
(ius cogens), sobre las disposicionesde derecho interno (art. 27). Sin embargo, para
que esta prelación tenga efecto, deben cumplirsealgunos requisitos ineludibles.
Dice el art. 53 citado que "norma imperativa de derecho internacional gene-
ral ... [es una] norma aceptada y reconocida por la comunidad internacional de Es-
tados en su conjunto como norma que no admite acuerdo en contrario y que solo
puedeser modificada por una norma ulterior dederechointernacionalgeneral que
tenga el mismo carácter".

Esdecir, el iuscogens imperativo exige dos recaudos:


a) el reconocimientodelacomunidad internacional en su conjuntoy
b) que no admite acuerdo en contrario.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 118

Nada de esto se da en el supuesto en análisis. Basta con verificar el derrotero que


tuvo que recorrer el tratamiento de la Res. 2391 de la ONU quederivó en la Conven-
ción sobre la lmprescriptibilidad de los Crímenesde Guerra y de Lesa Humanidad.
En efecto,el proyectocomenzóa redactarseen el año 1945y Ilegóa un principio
de acuerdo en el año 1968, pero dicho acuerdo no fue mayoritario. Todo lo contra-
rio, lagran mayoríade la Comunidad Internacional no loacompañó.
De hecho, esta cuestión se trató en la Asamblea General de las Naciones Unidas
el 2611 1/68dondeseaprobó la Res. 2391 con 58votosde los 126miembros, esdecir,
con menos de la mitad del órgano. Para el año 1976, la cantidad de ratificaciones a
la Convenciónsobrelmprescriptibilidad,era de 18sobre 147 paísesmiembrosdela
ONU (12%). Hoy en día (año2017), hay solo 55 miembrosde los 193quecomponen
la ONU que han ratificado la Convención sobre la Imprescriptibilidad de IosCríme-
nesdeGuerra y de Lesa Humanidad.
Esdecir, hasta el momento la Convencióninternacional solo rigeen el 29% de los
países que integran la Comunidad Internacional. Esto nosdemuestra a lasclarasde
que no resultaciertoqueexista unanormaaceptadayreconocidaporlacomunidad
internacionalen su conjunto que no admita acuerdo en contrario, en los términos
de la Convención deViena. Entonces, vemosque la imprescriptibilidad de losdeli-
tosde lesa humanidad no resulta una norma imperativa, ni resulta una costumbre
internacional mayoritaria ya queel 71 %de los miembrosde la ONU no ha ratifica-
dodicha Convención.
En cuarto lugar, el tratado prevéen su art. 7.2 que "... la Convención entrará en
vigor el nonagésimo día siguiente a la fecha en que tal Estado haya depositado su
instrumentode ratificación oadhesión". La RepúblicaArgentina aprobódichacon-
vención el día 1111/95y leotorgó jerarquía constitucional el 20/8/03, por lo que cla-
ramente no puede ser aplicada en forma retroactiva.
Por último, entendemosqueno resulta acertadoafirmar que nuestro paísacepta-
ba la costumbre internacional referida en tanto existen numerososfallosde la Corte
en loscualessedecretóla prescripción de hechoscometidosaúndurante la dictadura
militar ("Juicios lasJuntas",30/12/86; "Camps",22/6/87; "Jofre" 11/2/88; "Hagelin",
25/2/88; "ESMA", 29/3/88; "Agüero", 24/5/88; "Sexton", 15/8/89; "Suárez Mason").
Bastacon detenerse en el fallode laconocida "Causa 13" y confirmado por la Cor-
te Suprema, donde se aplicó la figura del homicidio reiterado, y lo hizo justamente
porquenoexistíaenelderechointernoargentino,al momentodeloshechos, unanor-
maque tipificara el crimen dedesapariciónforzada (carencia delexcerta etscripta).
Tampoco de la detenida lectura del mismo se puede hallar al menos una refe-
rencia a la imprescriptibilidad dedichasfigurasy mucho menos la presencia deesta
costumbre internacionalvigente al momentode los hechosyvinculante para la Re-
pública.
Para concluir, entendemos que no es acertado sostener que la mención al dere-
cho degentescontenidaen el art. 118permitafundamentar la existencia de un ius
Art. 119 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

cogensimperativo respectoa la imprescriptibilidad de las acciones penalesderiva-


dasde los delitos de lesa humanidad ocurridoscon anterioridad a la aprobación de
laConvenciónsobrela imprescriptibilidad de loscrímenesdeguerray de lesa huma-
nidad ocurrida en nuestro país recién el 1111/95.

Referenciajurisprudencial
Modelo de Justicia. Juicio por jurados

1- "Si bien no cabe duda de que loscódigosprocesalesson materia de legislaciónpro-


vincial en función de la cláusula residual, la existencia de disposiciones procesalesenel
Código Penaly lafacultaddel CongresoNacionalpara dictar¡asleyesqut?requieraeles-
tablecimiento del iuicio por
. .jurados, parecen indicar queel Estadofederal ejercecierto
grado de legislacióny orientación en materia procesal, con el fin de lograr un mínimo
equilibrio legislativo que garantice un estándar de igualdadante la ley". [CVN-Fallos,

Territorialidad: excepciones

2- La regla en lacompetenciapenal establecequedebeintervenir el tribunal de la cir-


cunscripciónjudicial dondese ha cometidoel delito, sin embargo, dicho principio no es
absolutoyadmiteexcepcionescuandosefunda"en razonesdeorden públicotendien-
tesa lograr la prontaterminaciónde los procesosrequerida por la buena administración
dejusticia". [CSJN-Fallos, 234:786; 240:456; 259:396; 305:1105, entre otros].

Art. 119. La traición contra la Nación consistirá únicamente en tomar las


-

armas contra ella, o en unirsea sus enemigos prestándoles ayuda y socorro.


El Congresofijará por una ley especial la pena deestedelito; peroella no pa-
sará de la persona del delincuente, ni la infamia del reo se transmitirá a sus
parientes de cualquier grado.
Antecedentes: CNde 1853,art. 103. Concordancias: CN,arts. 15,19,21,22,29,31 y 36.

Todos los absolutismosdel mundo, desde los tiempos de la Roma imperial, ma-
nipularon el concepto de traición para matar a todossus enemigos políticos: basta
recordar queel Tribunal del Pueblo nazista, bajo la idea dedeslealtad, asesinó a mi-
lesde personas.
La Revolución Inglesa y el Iluminismo le habían puesto un freno a estedeporte
letal. Montesquieu advertía que es suficiente que la definición de este crimen fue-
sevaga para que el gobierno degenere en despotismo.
Losinglesestambién habían sidogenerososcolgandoopositores.Blackstoneci-
taba a Montesquieu para propugnar la contención deesta práctica. Los norteame-
ricanosle hicieron casoydefinieron latraición en la Constitución, aclarandoque so-
lo eso era traición y nada más, aunque después consideraron traición también a al-
guna rebelión armada.
GOBIERNO FEDERAL. DEL PODER JUDICIAL Art. 120

En 1853copiamosesafórmulaen nuestra Constitución. El dispositivocambióde


número, perosiemprecon el mismo texto (art. 103 original, 33 de 1949, actual 119).
Toda ladoctrinaconstitucional argentina sostienequeel artículo bajoanálisises
una garantía y que no puede hacerse ninguna extensión arbitraria. No hay consti-
tucionalista que diga otra cosa. Joaquín V. González quizá haya sido el más claro,
pero se puede citar a otros muchos: Bidart Campos, Zarini, Vanossi, etcétera.
Asu vez, la doctrina penal que ha escrito sobre el tema también le asigna la mis-
ma naturaleza de garantía.
La primera parte del art. 119 expresa terminantemente que la traición contra la
Nación consistirá únicamente en tomar las armas contra ella, o en unirse a sus ene-
migos prestándolesayuda ysocorro. Como losubrayan todos losjuristasargentinos
que escribieron sobreesta cuestión.
También por unanimidad, todos losdoctrinariosdelderecho penal, detodos los
tiemposy de lasideologías másvariopintas, afirman queesa definición presupone
una guerra internacional, véase: Gómez, Soler, Núñez, Fontán Balestra, González
Roura, Levene, Creus, por citar solo aalgunos.
En todo lo anterior no hay media biblioteca que diga otra cosa: no hay ningún
folleto, salido de la pluma de algún constitucionalista o penalista argentino, que
sostengaalgodiferente. El art. 18constitucional prohíbela penademuerteporcau-
sas políticas, y si faltase el art. 119, esta disposición hubiese sido burlada, porque
cualquier causa política hubiese podido ser considerada traición. Son dos disposi-
cionescomplementarias, pero que tienen un único objeto históricamente bien de-
finido: evitar la confusión de cualquier delito con la traición, con lo cual la Consti-
tución Nacional quiso erigir un obstáculo a toda tentativa de regresión a los san-
grientos episodiosde las luchasfratricidas del sigloXIX.
Nuestrosconstituyentesno copiaron el art. 119soio por mera imitación, sinotam-
bién-yfundamentalmente-porqueperseguíaneIobjetivodeobstaculizar una re-
gresión a aquellosfusilamientosfratricidas. El texto constitucional expresa con total
claridad que la traición es únicamente lo que ella afirma en su letra dice y nada más,
comogarantía paratodos losciudadanos. En tal sentido, esexpresa lavoluntad cons-
titucionaldequenadie-alcalordecualquiercircunstancia-manipulelaestrictade-
finición de la traición, sabiamente consagrada por nuestra Constitución histórica,
porqueesoimplicaabrirlascompuertasa represaliasyvenganzaspolíticasilimitadas,
o sea, legitimar una regresión a tiemposdeguerra civil, por fortuna superados.

SECCIÓN CUARTA
DEL MINISTERIO PÚBLICO
Art.120.-El Ministerio Públicoes un órgano independientecon autonomía
funcional y autarquía financiera que tiene por función promover la actua-
Art. 120 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

ción de la justicia en defensa de la legalidad de los intereses generales de la


sociedad en coordinación con las demás autoridades de la República.
Está integrado por un procurador general de la Nación y un defensor gene-
ral de la Nación y losdemás miembros que la ley establezca.
Sus miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de remu-
neraciones.
Concordancias: CN, arts. 18,28,36,54,59,68,75, inc. 22.86.

El Ministerio Público es una figura incorporada con la reforma constitucional de


1994, y encuentra sus orígenes más próximos en el derecho español y en el derecho
francés.
En el primero, fue incorporado mediante el texto español de 1978, y tuvo su ori-
gen en la figura del rey como protector de la hacienda real, así como también de-
fensor de los pobres, ausentese incapaces.
En el derechofrancés, la figura más próxima a lo que hoy conocemos como Mi-
nisterio Público es elprocureurduroio abogado de la Corona francesa del medio-
evo,quien en suscornienzosseocupabadevelarporlos interesespersonalesdelrey,
pero luego pasó a defender intereses públicos.
En nuestroordenarnientojurídico la figura fuecreada con el fin de promover la
actuación de la justicia en defensa de la legalidad, de los interesesgenerales de la
sociedad, en coordinación con las demás autoridades de la República.
Setrata de un órgano independiente, con autonomía funcional y autarquía fi-
nanciera. Ello fueasí ya que la intención al momento de su creación fue que no de-
pendiera ni recibiera instruccionesdel Poder Ejecutivo, lo que ha llevado a algunos
autoresadecirquesetratadeun "cuartopoder",aunquelaCorteen un prirnermo-
mentoconsideróquepertenecíaalaórbitadelPoderJudicial, posturaquemodificó
posteriormente.
Si bien el instituto fue contemplado en el texto de la Constitución de 1853, estese
eliminócon la reformaconstitucional de 1860. El textooriginal rezaba: "El PoderJu-
dicial de la Confederación será ejercido por una CorteSuprema de Justicia cornpues-
ta denuevejuecesy dos fiscales, que residirán en la Capital, y por losdemástribuna-
les inferioresqueel Congreso estableciereenel territorio de la Confederación"'.
Con la reforma constitucional de 1860, estetexto fueeliminado pero la figura del
Ministerio Públicoapareciócon la ley 27, denominadade "Organización delosTribu-
nales Nacionales", la que incorporó un procurador general a la Corte Suprema de la
Nación.
Más adelante, la Ley de Organización de los Tribunales de la Capital ~ e d e r a l ~ ,
previólafiguradel MinisterioPúblico,atribuyéndolelafunciónderepresentaryde-

' Art.91, CNde 1853.


Ley 1893, año 1886.
GOBIERNO FEDERAL DEL MINISTERIO PÚBLICO Art. 120

fenderlacosapública,asícomointervenirentodoslosnegociosconcernientesalor-
den público.
La reforma constitucional de 1994 introdujo el instituto a nuestro ordenamien-
to, luego de largos debates sobre la ubicación institucional del Ministerio Público
dentrodeldiseñodeorganizacióndel Estadoy laautonomía respectodel Poder Eje-
cutivo,aunquequedaronsindebatirselascuestionesreferidasaladesignacióny re-
moción de sus miembrosy a su organización interna.
Es por eso que en el año 1998 se sancionó la ley 24.946, que regula la organiza-
ción del Ministerio Público. Este se encuentra integrado por el Ministerio Público
Fiscal y el Ministerio Público de la Defensa. El primero de ellos está compuesto por
el procurador general de la Nación y los procuradoresy fiscalesante susdiversas ins-
tancias. El segundo está integrado por el defensor general de la Nación, losdefen-
soresoficialesantelaCorteSupremadeJusticia,losdefensorespúblicosdemenores
e incapaces, y los tutores y curadores públicos.
Entre lasfuncionesespecíficasdeterminadaspor la ley, seencuentran la de pro-
mover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de los intereses gene-
rales de la sociedad; representar y defender el interés público en todas las causas y
asuntosque conformea la ley se requiera; promovery ejercer la acción pública en
lascausascriminalesycorreccionale$ promover la acción civil en los casos previstos
por la ley; intervenir en los procesos de nulidad de matrimonio y divorcio, defilia-
ción y en todos los relativosal estado civil y nombre de las personas, venias supleto-
rias, declaracionesde pobreza; intervenir en losque se alegue privación de justicia;
velar por la observancia de la Constitución Nacional, las leyes de la República y el
efectivo cumplimiento del debido proceso legal; velar por la defensa de los dere-
chos humanos en los establecimientos carcelarios, judiciales, de policía y de inter-
nación psiquiátrica, a fin de que los reclusos e internados sean tratados con el res-
peto debido a su persona, no sean sometidosa torturas, tratos crueles, inhumanos
o degradantes y tengan oportuna asistencia jurídica, médica, hospitalaria y las de-
más que resulten necesarias para el cumplimiento de dicho objeto, promoviendo
lasacciones correspondientescuando severifiqueviolación; entre otros3.
Para ejercer el cargo de procurador general y defensor general es necesario ser
argentino, tenerochoañosen el ejerciciode la profesión deabogado, y cumplircon
los restantes requisitos exigidosen la Constitución para ser senador. Ambos cargos
son designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado, con el voto de dos
terciosde los miembros presentes.
En relación con el resto de los integrantes, ellosson nombrados por el Poder Eje-
cutivo de una terna presentada por el procurador general oel defensor general, se-
gún corresponda, con acuerdo del Senado por mayoría simple.

3 Véaseart. 25, ley 24.946


Art. 121 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Los integrantesdel Ministerio Público gozan de inamovilidad en suscargos mien-


tras observen buena conducta, hasta la edad de setenta y cinco años, momento en
el quese requiereun nuevo nombramiento por cincoaños. Asimismo, gozan dein-
tangibilidad en las remuneraciones.
Para ser removidos de sus cargos por las causales establecidas en la norma, tan-
t o el procurador general como el defensor general deben ser sometidosa juicio po-
lítico. Por su parte, los restantes integrantes deben ser sometidos a un tribunal de
enjuiciamiento, el que está compuesto por siete miembros.

Referencia jurisprudencia1
- En el fallo "Dugo, Sergio ~/Avocación"~, la Corte consideró que el art. 120 de la CN
noera incompatiblecon la ideadeMinisterioPúblicocomo parteintegrantedel Poder
Judicial ya que la cláusula constitucional lo había dotado deelementos para asegurar
su independencia.
Más adelante, este criterio fue dejado de lado en el fallo "Quiroga, Eduard~"~, en el
que la Corteafirmó que " ... la afirmación de que la'independencia del Ministerio Pú-
blico'introducida por el art. 120de la CNsolo significa la prohibiciónde instrucciones
por partedel PoderEjecutivoaparececomo una meraafirmación dogmática, que des-
conoce el sentido de la separación entre juecesy fiscales como instrumento normati-
vo básico para el aseguramientodel derecho dedefensa".
Este fallo impactóen el alcance que se le dio al concepto de autonomía del Ministerio
Público, en tanto la Corte consideró que ni el Poder Ejecutivo ni el Poder Judicial pue-
de " ...determinar el contenido de losactosdelfiscal".

T~TULO11
GOBIERNOS DE PROVINCIA

Art. 121. - Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta
ConstituciónalGobiernofederal, y elqueexpresamentese hayan reservado
por pactosespecialesal tiempodesu incorporación.
Antecedentes: Pacto Federal de 1831;CN de 1853, art. 101, conel añadidode la última
parteen laconvención Revisorade 1860(art.21).Art. 104delaCNcon lasreformasde
lasconvencionesde 1866,1898~1956. Concordancias: CN, Preámbulo, arts. 14 5.' 6",
31,41,42,44,75,99,116,122a129.

El Estadofederal argentino nacecomoconsecuenciade una historiasignada por


guerras, pactos interprovinciales y un estatuto constitutivo, fruto de ambas, cuyo
texto comentado es el objeto deesta obra colectiva.

CUN-Fallos, 318:322, del 8/3/95.


CUN-Fallos, 327: 5863, del 23/12/04.
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 121

Precisamente, las provinciascomoentespreexistentesa la nación misma,fueron


las unidades político-territoriales que tuvieron una institucionalidad previa a la
construcción del Estado federal. Envirtud deesasdispares institucionalidades ejer-
cieron facultades y competencias en susterritoriosy acordaron, durante un perío-
do, un esquema de colaboración por el cual se atribuyó el ejercicio de algunas de
ellasa la provincia de BuenosAires.
Al momento de organizar el Estado federal, el texto constitutivo estableció ta-
xativamente las competencias que, a partir de ese momento corresponderían al
mismo, y expresó en forma inequívoca dos realidades simétricas: que todos los po-
deres eran originariamente de las provinciasy en virtud de ese título sedelegan al-
gunosdeellosen el naciente Estado federal y, consecuentemente, que las compe-
tenciasque laconstitución naciente noatribuye en formaexplícita o implícita al Es-
tado federal, son conservadas por las provinciasque lo constituyen.
A diferencia de otras construcciones estatales, las provincias no son divisiones
administrativas de un todo sino entes que gozan de la titularidad plena de los po-
deres y en cuya representación ("por voluntad y elección") actuaron los constitu-
yentes que crean el instrumento fundacional del Estado federal, esto es la propia
Constitución.
Ello sedesprendedel texto del Preámbulo de la Ley Fundacional, del análisisde
los antecedentesy del contexto histórico y del propio texto.
Nopuedeatribuirsealconstituyenteimprovisaciónen laeleccióndelosvocablos
con losque redactara la Ley Fundamental y laaplicación en el artículoen comenta-
rio de los verbos "conservar" y "delegar" afirman inequívocamente la convicción
de los representantes de las provincias de ser los titulares de los poderes que por la
Convención de 1853 se atribuyen al Estadofederal, porque solo se delega o se con-
serva lo que efectivamente se posee legítimamente.
El art. 121 en comentario, cuya redacciónoriginaria era: "Las provinciasconser-
van todo el poder nodelegado por esta Constitución al Gobierno federal" es la pie-
dradearcode la arquitectura institucional delfederalismoargentino.
En ocasión de la incorporación de Buenos Airesa la Confederación, la Comisión
Revisora de 1860incorpora la segunda partedel artículo adicionando "y el [poder]
que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su incor-
poración" que se refiereen forma clara al Convenio de Unión del 11 de noviembre
de 1859 o Pacto de San José de Flores por el cual BuenosAires conserva sus propie-
dades, susestablecimientospúblicos, y su autoridad respectodelosmismos, con ex-
cepción de la Aduana, a cambio de lo cual se dieron garantías temporales de índo-
le presupuestaria.

5 1. Arquitectura competencia1.- El presenteartículo es a su vez la argamasa


del edificio federal y la garantía de la sustentabilidad de esta unión en la diversidad
que es la RepúblicaArgentina.
Art. 121 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

De la inteligencia deeste artículo, y susconcordantes, sedesprende la arquitec-


tura institucional que ordena la distribución de lascompetencias-poderesen el
lenguaje original de la Constitución-entre el Estado nacional y lasentidades pro-
vinciales y la Ciudad de BuenosAiresl, que la doctrina denomina relacionesdeco-
ordinación y, con leves variantes terminológicas, clasifica en facultades exclusivas,
concurrentesy compartidas. Respectodelas primeras, se distinguen en delegadas
o reservadas.
Las competenciasexclusivas son aquellas que o bien se delegan en forma total,
explícita y taxativa en la Nación, y las que implícitamente fueran menester para su
ejercicio (delegadas); o bien se establece la exclusividad provincial en otros artícu-
los distintos del que comentamos en el texto constitucional, o se conservan por las
provincias por no haber sido delegadasal Estadofederal (reservadas).
Deesta manera y al solo título de ejemploson facultadesexclusivasde la nación:
legislar sobre aduanasexterioresy establecer los derechos aduaneros (arts. 9" y 75,
inc.14; reglar el comercioexterioreinterprovincial (art.75, inc. 13); intervenir en el
territorio de las provincias (arts. 6", 75, inc. 31 y 99, inc. 20); declarar el estado de si-
tio (arts. 23,75, inc. 29 y 99, inc. 16); proveer a la seguridad de las fronteras (art. 75,
inc. 16);arreglarel pagodelasdeudasinternayexternadela Nación (art.75, inc. 79.
Respecto de las facultades exclusivas de las provincias establecidas en el texto
constitucional -sin perjuicio de las reservadas- podemos citar: dictar su propia
Constitución y sancionarsuscódigosprocesales(arts. Soy123); darsesus propias ins-
tituciones locales, elegir sus gobernadores y demás funcionarios provinciales (art.
122); crear regionespara el desarrolloeconómicoy social (art. 124).
Lasconcurrentessonaquellasfacultades relacionadascon materiasen lasque la
Ley Fundamental atribuyecompetencia común oindistintaal Estadofederalo alos
Estados provinciales y la Ciudad de BuenosAires.
Las facultades concurrentes expresamente contempladas en la Constitución se
relacionan con la imposición de contribuciones indirectas (art. 75, inc. 2"); recono-
cimiento de la preexistencia y derechosde los pueblosoriginarios (art. 75, inc. 17),
la educación la ciencia y la cultura (art. 75, inc. 19) y la competencia del Estadofe-
deral respecto de los presupuestosmínimos de protección, y de las provincias (art.
41, párr. 3"), las necesarias para complementarlas, temas que se tratan en el co-
mentario correspondiente.
Asimismo, una facultad queserá nacional o provincial dependiendo de la mate-
riasobrelaquerecaigaesel ejerciciodel poder de policía, entendidocomo la potes-
tad de regular el ejercicio de los derechos y deberes constitucionales de las perso-

' En este caso, las facultades de las provinciasoriginarias, las creadas con posterioridad a la
sanción de la Constitución y las de la Ciudad de Buenos Aires (conf. art. 129, CN) se asimilan abso-
lutamente.
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 121

nas2, poder que alcanza no solo la intervención estatal para la protección de la se-
guridad y salubridad públicas de evidente naturaleza local, sino que se extiende a
la defensa y promoción del interéseconómico de la sociedad y el bienestar general,
lo que recaerá en el ámbito local o nacional deacuerdo a la naturaleza del caso.
Finalmente, las facultades se denominan compartidas en virtud de su ejercicio
complementarioentreel poder nacionaly el local,cuyadecisión yloejerciciorequie-
re de actos conjuntos o complejos con participación de órganos nacionales y pro-
vinciales.
Aesta última clasificación, lasfacultadescompartidas, corresponde históricamen-
te los actos para la creación de nuevas provincias en el territorio de otra u otras (art.
13), la declaración de una ciudad como capital de la República (art. 3') y, desde 1994,
la aprobación del régimen decoparticipación federal de impuestos (art. 75, inc. 2").
El art. 121 quesecomenta, entonces, estableceel canon genérico: en el modelo
constitucional argentino la regla es la competencia provincial y la excepción es la
competencia nacional. Ello así porque las facultades nacionales son parte de una
enumeración explícitay definida, mientrasque las provincialesson todaslasdemás
que por su extensión y alcance no son enumerables.
Utilizar el términode "enumeración explícita" noexcluye la existenciadeatribu-
cionesque no seencuentran expresamente descriptas en el textoconstitucional pe-
ro cuyo ejercicio resulta razonable a los fines de la consecución del objetivo consti-
tucional atribuidoal Estadofederal. Elloencuentra quicioen el inc. 32del art. 75que
contienelosdenominadospoderesimpIícitosdel Congreso. Estos poderesimplícitos
se refieren a los medios para la realización de facultades que sí se encuentran explí-
citamenteatribuidas al estado federal. Lo implícito no es una franquicia abierta pa-
ra el ejercicio de facultades indeterminadas sino una autorización para proveer lo
necesario parael cumplimientodefacultadesodeberesdel Estadofederal.

m Referenciajurisprudencia1
1-Siendo este parco artículo el númende la uniónfederal, la Cortesupremaha sido
muycuidadosaen interpretarlodemaneradeasegurarelobjetivoconstitucionalbus-
cado siendo, desde los albores de su tarea, fiel qarante
- del sistema de distribuciónde
competenciasestablecidoenesteartículode la Constitución.
Ya en 1864, en autos "Blanco, Julio c. Laureano Nazar" [CSJN-Fallos, 1:170] expresó
"conservan las provinciastodos los poderes que tenían antes de dictarse la Constitu-
ción, a menosque una disposición de esta restrinja o prohíba suejercicio".
2- En el mismo sentido en "Domingo Mendozay Hermano c. Provincia de San Luis",
1865 [CSJN-Fallos, 1:485] expresó: "Losactosdela legislaturade una provinciano pue-

Queencuentra fundamento en el art. 14 de la CNqueexpresa: "todosloshabitantesde


la Nación gozan de lossiguientesderechosconformea lasleyesquereglamentensuejercicio ... ".
Art. 121 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

den ser invalidados, sino en aquelloscasosen que la Constitución concede al Congre-


so Nacional en términosexpresosun exclusivo poder, o en losque el ejercicio de idén-
ticos poderes ha sido expresamente prohibido a las provincias, o cuando hay una di-
recta y absoluta incompatibilidad en el ejerciciodeellos por estasúltimas. Fuera dees-
toscasos, esincuestionableque lasprovinciasretienenunaautoridadconcurrentecon
el Congreso de la Nación. En efecto, la ley de la provincia de San Luisque impone de-
rechosa los productosquesalgandesu territorio, importa el establecimientodeadua-
nas interiores para la percepcióndeesosderechos".

3- Paracompletarel panoramadela primeraetapa de la producciónjurisprudencial


nos referimosal fallo "Empresa Plaza deToros", 1869 [CSJN-Fallos, 7:1501dondeel tri-
bunal cimero establece "iuees un hecho y también un principio de derecho constitu-
cional, que la policía de las provincias está a cargo de sus gobiernos locales, enten-
diéndose incluido en los poderesquese han reservado, el de proveer lo convenientea
la seguridad, salubridad y moralidad de susvecinos; y que, por consiguiente, pueden
lícitamentedictar leyesy reglamentosconestosfines, no habiéndosegarantido porel
~~-

art. 14de la CN a los habitantes de la República el derecho absoluto de ejercer su in-


dustria o profesión, sinocon sujecióna las leyesque reglamentansuejercicio; ...".

4- En 1939, al pronunciarse en autos " FerrocarrilesdelSud c. Municipalidad de Juá-


rez" [CVN-Fallos, 183:190] la Corte afirma: "Donde hay poderesdelegadosal Gobier-
no de la Nación, no hay poderes reservados para losgobiernosde provincia, salvoque
exista una reservaexpresaenun pactoespecial al tiempodela incorporacióndela pro-
vincia".
Los poderesde provincia no pueden ejercerfacultad alguna de lasque han sido dele-
gadasa los poderespúblicosde la Nación, ni deaquellascuyoejercicio por los poderes
provincialesobstaríao haríaineficazelejerciciodelasquecorrespondenalospoderes
nacionales.
Según el art. 104de la CN, poder no delegado es poder conservado, debiendo enten-
dersequesólo es poder reservadoel que ha sido materia de un pacto expreso al tiem-
po de la incorporacióndel Estado a la unión nacional.
Lasatribucionesdel Gobierno de la Nación deben ser interpretadasen forma amplia;
no en el sentido de llegarse a conferir por vía interpretativa nuevos poderes que no
fueran losdelegados, sinoenel entendimientodequelavoluntaddeladelegación ha
sidoabsolutae~cuantoaconferirtodalaextensión decada facultaddelegadaytodos
los medios para hacer efectiva esa extensión.

5- Siguiendo con el derrotero marcado por el Tribunal Superior del Estado, en 1957
setratóel tema delos pactos preexistentesen"Municipalidadde laciudadde Buenos
Airesc. BuenosAires, Prov. de" [CSJN-Fallos, 239:251]. "La Provincia de Buenos Aires
conserva la facultad de legislar y de gobernar, con exclusión de las autoridadesfede-
rales, sobre los establecimientosacerca de los cuales se reservó las facultades que se
enumeran en el Pactodel 11 de noviembrede 1859.
Invocado enjuicioel Pacto del 11 de noviembrede 1859 para asentaren él un derecho
o una facultad, lacortesuprema no puededejardeaplicarlo, yaquenoesposibledes-
conocer suvigencia. Dicho Pacto fueen parteel precio de la unión e integridad nacio-
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 121

nal y respondióa undeterminismo históricoy económicodefuertegravitacióny hon-


do arraigo, de losque los beneficiosobtenidos por el paíssuperan concrecesel sacrifi-
cio que pueden importar lasventajasy exencionesacordadas.
El Gobierno federal no puede impedir o estorbara las Provinciasel ejercicio de aque-
llos poderesque no handelegadoo se han reservado".

6- En 1958se mantuvo la doctrina en "Cardillo, Joseéc. 1nd.y Com. Marconetti Ltda.


S.A." [CSJN-Fallos, 240:311]: "Las provincias, en virtud de su autonomía, tienen den-
tro de sus poderes reservados, la plena potestad normativa correspondientea su cali-
dad de Estadosy nodedivisionesadministrativasde la Nación. Pueden darsesus insti-
tuciones~regirse por ellasy legislar sobresus bienes públicos".

7- Respectodelasfacultadesimpostivas,en "Lusardo, Manuel" [CSJN-Fallos,251:350]


la Corte expresa en 1961: "Las provincias, en ejercicio de los poderes conservados,
pueden establecer libremente impuestossobrelos bieneso lascosasqueforman par-
te de su riqueza general, incluso sobre aquellos que se transmiten rnortiscausa, y de-
terminar los mediosdedistribuirlos.
El criterio deoportunidado acierto con que hansidoejercidas lasfacultadesimpositi-
vasde las provincias, en tanto no sean infringidos preceptosde la Constitución Nacio-
nal, es irrevisablepor parte de lasautoridades nacionales".
La jurisprudencia en las materias relacionadascon esta distribución competencia1 no
ha tenidosino una recepción uniforme, incorporándoseporvía desu producciónacla-
raciones respecto desusalcancespero sinvariar sino para asegurar, y asegurarseel rol
de árbitro final de las controversias que se susciten y afecten el régimen institucional
establecido.

8- Sin perjuicio deabundantes pronunciamientos del Tribunal, el voto del juezCar-


losFaytenlosautos"PartidoJusticialistadela ProvinciadeSantaFec.ProvinciadeSan-
ta Fe",1994 [CSJN-Fallos, 317:1195] resulta meridianamente claro respecto de la doc-
trina sentada desdeel tribunal cimero: "Queafinderesolver la primercuestión plan-
teada, deber reiterarseunavez másquela misión más importantede lacorteconsiste
en interpretar la Constitución Nacional de modo que el ejercicio de la autoridad na-
cional y provincial se desenvuelva armoniosamente, evitando interferencias o roces
susceptibles de acrecentar los poderes del gobierno central en detrimento de las fa-
cultades provincialesy viceversa (...). Que esta Corte, al juzgar sobre la validez de los
actos provincialesdeterminó que no pueden ser invalidadossinocuando hanejercido
unacompetenciaexpresamenteatribuidaporlaConstitución Nacionalalgobiernofe-
deral; o su ejercicio les hubiera sido expresamente prohibido; o este último sea abso-
lutamente y directamente incompatible por parte de las provincias.Así, pues, será ne-
cesario probar que a las provincias les ha sido expresamente prohibido el ejercicio de
laatribucióndequesetrateparajuzgarquenolescorresponde, todavezqueellascon-
servan el poder que en la Constitución Nacional no deleqaron- al qobiernofederal.
- A
este respecto, la interpretación más auténtica del pensamiento de 1853 son las pala.
brasde ¡a comisióndel congresoconstituYenteq;e preparó el proyecto d e ~ o n i t i t u -
ción, al presentarsu despacho: "El sistema federal es la base del proyecto
. . que la comi-
sión ha;oncebido.Segúnél, conservacada provincias~soberanía~ su independencia;
Art. 122 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

segobiernasegúnsuspropiasinstituciones,y laelecciónde magistradosylegisladores


severificaexclusivamentepor la librevoluntaddesushabitantes". Endefinitiva,y en
términosde Brycesobre la formación federal, "la distribuciónde poderesentree/go-
bierno nacional y los de los Estados se ha efectuado de dos maneras: de una manera
positiva, concediendo ciertos poderes al gobierno nacional, y negativamente, impo-
niendociertasrestriccionesa IosEstados.Hubierasidosuperfluoconferirpoderesa los
Estados, porque conservantodos los que no les han sido negadosexpresamente. Un
jurisconsultoencontraríainnecesarioimponerrestriccionesalgobiernonacional, por-
que este no puedeejercer poderesque no le correspondenexpresamente".
9- Enforma más reciente, 2015, el respetode lascompetenciaslocalesse proyecta a la
propia
. . actuaciónde la Cortecomo loexpresala ProcuraciónGeneral a cuvodictamenre-
mitelaCorteSupremaenautos"Gatica, MaríaAlejandras/Sumarioadministrativo",CSJ
375512015lCS1: "La Corte Suprema carece de atribuciones para dirimir conflictos susci-
tados entre tribunalesde la misma provincia-en el caso, entre el SuperiorTribunal de
Justicia y elTribunal Provincial Electoral, ambos.de la provinciadeSan Luis-, puesse re-
fieren a la organización y funcionamiento de los poderes públicos provinciales, situa-
cionesque no excedenel ámbito normativo local, en lostérminosdel art. 121de la CN.

Art. 122.-Sedansuspropiasinstitucioneslocalesy se rigen porellas. Eligen


sus gobernadores, sus legisladores y demás funcionarios de provincia, sin in-
tervención del Gobierno federal.
Origen: Pacto Federal de 1831; CNde 1853, art. 102.Art. 105de la CNcon las reformas
de lasconvencionesde1866,1898~1956. Concordancias: CN, arts.1: 59 69 22,31,45,
54,73,121,123a126.

Para comentar el art. 122constituciona1, lógica consecuencia del art. 121, es im-
prescindible referirseal concepto deautonomía entendiendo queesta seencuen-
tra enmarcada en el frameworkde una relación de integración federal.
La primera acepción del Diccionario de la lengua española de la Real Academia
para el vocablo "autonomía" es: "Potestad que dentro de un Estado tienen muni-
cipios, provincias, regiones u otrasentidades, para regirse mediante normasy órga-
nosdegobierno propios". En el ámbitodel derecho público, laautonomíaesenten-
dida como la capacidad de un ente en un territorio para: a) definir el formato ins-
titucional y normativo; b) elegir sus propios gobernantes, y c) ejercer las compe-
tencias propiassin intervención externa.
El texto en estudiose refiere, consecuentemente, a la forma y elección desusór-
ganosdegobierno y ello nos remite a laarquitectura institucional denuestro país.

3 1. Arquitectura institucional.- El alcancedeesta autonomía abarca nosolo


el diseño de las instituciones, dentro del respeto de lo establecido en el art. 5'de la
CN, sino también asuntos como los sistemas electorales, las formas devotación, la
duración delos mandatosy la forma en quese renuevan, la existencia deformasde
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 122

democracia semidirecta, las fechas de la elección y los órganos que las administran
y lascontrolan.
Por esta razón, hemos afirmado reiteradamente que en la República Argentina
coexisten veinticinco órdenesjurídicoselectoralesdistintos-uno correspondiente
al Estado federal y veinticuatro a los órdenes provincialesy de la Ciudad de Buenos
Aires-', con un mismo númerode autoridadeselectorales diferentes, cuyos únicos
puntosdecontacto son la Constitución Nacionaly la Cortesuprema de Justicia.
Los conflictos en materia electoral provincial se ventilan ante los órganos electo-
ralesquecadaConstitución crea, y soloen algunoscasossonrevisablesportribunales
de justicia locales; como principiogeneral, la materia electoral provincial (o de la Ciu-
dad de BuenosAires) esajena a la competenciaextraordinaria de la CSJN. Sin embar-
go, nuestrotribunal cimero haflexibilizadoeste úItimoaspectocuandoderechospo-
Iíticos garantizados por la Constitución Nacional se encuentran en juego, y siempre
revisando una decisión definitiva de loscorrespondientespoderes provinciales.
En cuanto a la doctrina, el alcance que Bas2,confiere a la autonomía provincial
refiere a "todos los atributos de la soberanía, con relación a los asuntos o materias
comprendidas dentro de sus facultades constitucionales", ampliando su explica-
ción en el siguiente texto: "Podríamos asídecir que la autonomía de las provincias
constituye una soberanía relativa, en cuanto, organizados sus poderes de gobier-
no, de conformidad a la Constitución Nacional, ejercen un poder propio, absoluto
y exclusivo, de legislación y jurisdicción, sobre un número indefinido de materias,
sin más limitación, que no destruir preceptosdeaquella, ni absorber lasatribucio-
nesconferidas al gobierno federal".
Quiroga Lavié3sostiene con claridad que "los derechos políticos del sistema fe-
deral, cuando son ejercidos en el ámbito local, están regulados por las Constitucio-
nes provinciales y no por el sistema de organización federal".
En la misma Iíneaargumental, ~arreraButeler~afirma: "mientraslasnormasde
la Constitución Nacional que reconoceny regulan lasdeclaraciones, derechosy ga-
~ -

rantías obligan plenamente a las provincias, las del Título Primero de la segunda
Parte, tambien denominada 'Parte Orgánica', se deben entender circunscriptas en
su vigencia a la organización de las autoridades federales y las provincias no están

' Coexisten también, en diversas provincias. municipioscon una autonomía relativa en ma-
teria electoral que poseen su propia Carta Orgánica, sus sistemas electorales y hasta autoridades
electoralesdistintasde lasde la provincia a la que pertenecen
Bas, Elderecho federalagentino, 1927. t. 1. ps. 94y 95.
Quiroga Lavié, Constitución de la NaciónArgentina comentada, 2000.
Barrera Buteler, "La autonomía institucional de las provincias", en Constitución de la Na-
ción Argentina y normas complementarias. Análisis doctrinal yjurisprudencial, Daniel A. Sabsay
(dir.)-PabloL. Manilli (coord.), 2010. ps.806a809.
Art. 122 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

obligadasaadecuarseaellassinoal marco genéricoque surge deaquellas(...) en el


ejerciciode su autonomía institucionaly siempredentrodel marcoarriba señalado,
lasprovinciaspuedenorganizarsuPoder Legislativo bajoelsistema bicameral ouni-
cameral o adoptar un sistema degobierno de tipo parlamentario o mixto, en lugar
del presidencialistadelaConstituciónNacionaly admitirono la reeleccióndel titu-
lar del Poder Ejecutivo con el alcanceque juzguen conveniente".
El federalismo electoral como forma deautonomía institucional tiene diversas
manifestaciones: el diseño de las instituciones estatales y partidarias, los sistemas
electorales, losmecanismosdelvotoy losórganosdela gobernanzaelectoral, difie-
ren en sus formas y modelos entre la nación y las provincias, y estas entre sí.
En los casos de elecciones provinciales o de la Ciudad de Buenos Aires, celebra-
dasautónomamente, la norma constitucional esclara y taxativa: no existe relación
necesaria entre los órganoselectorales nacionalesy provinciales, sin perjuicio de la
función de última garantía respecto de los derechos constitucionales que puede
ejercer la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Aunque el constituyenteoriginarionoprevióa la horadesu diseñovasoscomu-
nicantesentre normasy autoridadeselectorales nacionalesy provinciales, la praxis
electoral y el legislador determinaron, en algunos casos, las formas devinculación
entreórdenes operativosy normativos, que en teoría no debían relacionarse.
El régimendesimultaneidad deeleccionesestablecido por la ley 15.262esun me-
canismo integrador por el cual las operaciones electorales siguen un itinerario de
pasossucesivos, en el cual tiene lugar la aplicación de normas de distinto nivel por
distintasautoridades electoralesa distintasoperaciones, pero que, en una ajustada
interpretación, preserva la autonomía institucional de lasdistintas jurisdicciones.

Referenciajurisprudencia1
1- A pesar de la claridad de la doctrina, la actuación de la Corte Suprema ha tenido
momentosde absoluta prescindencia sobre las cuestiones reservadasa la autonomía
consagrada a las provincias por el art. 104, hoy 122, la que, con el correr del tiempo y
en especial con la revalorizaciónde los derechos políticosy electorales, ha debido ce-
der en auxiliode la supremacía que la ConstituciónNacional asigna a losderechospo-
Iíticosentantofundamentales, loque haevolucionadoenel sentidodeadmitirencier-
tosy determinadoscasos. en losque materiasinherentesal sistema republicanodego-
biernoestuvierancomprometidos, a una mayorintervención, loqueseadujo-y com-
parto- no restringe la autonomía sino que la asegura poniéndola en correcta sinto-
nía con el bloquede constitucionalidadfederal.
En losalboresde la actuaciónde IaCorteSuprema nacional, el tribunal tuvooportuni-
dad de fijar una posiciónque se mantienea lo largo de su historia, con lasvariaciones
razonablesquesecitaránenesteestudio;afirma en losautos"Resogalic. Provincia de
Corrientes p/Cobro de pesos" de 1869 [CSJN-Fallos, 7:373]"que la ~onstituciónFede-
ral dela Repúblicaseadoptó para sugobiernocomo Nacióny no para el gobierno par-
ticular de las Provincias, las cuales según la declaración del art. 105, tienen derecho a
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 122

regirse por sus propias instituciones, y elegir por sí mismas susgobernadores, legisla-
doresydemásempleados;esdecir, queconservansusoberaníaabsoluta en todo lo re-
lativo a los poderesno delegadosa la Nación, como lo reconoceel art. 104".
En 1926,enlosautos"BancodeCórdobac.CajadeJubilacionesy Pensionesde Emple-
ados Bancarios", CSJN-Fallos, 147:239, seexpresa: "Deacuerdoconel sistema político
adoptado por nuestra Constitución, los poderesde la soberanía seencuentran dividi-
dosentreel gobierno nacionaly losgobiernosprovinciales: losdel primero revisten la
calidad de supremos y absolutos, y se aplican en todo el territorio de la República, es
decir, aún dentro del perteneciente a las propias provincias los de los segundos, pre-
sentanlosmismoscaracteres, peroúnicamentepuedenserejercitadosdentrode loslí-
mites territoriales de la provincia. Ninguna provincia puede legislar si no escon refe-
rencia a lascosasya las personasquesehallen dentro de su propia jurisdicción. El de-
recho reservado por las provincias, esel defundar un Banco de Estado sin facultad de
emitir billetes, y no el defundar un Banco y sussucursalesen lasdemás provincias".
La producciónjurisprudencia1 se ha mantenido fiel al claro principio federal conteni-
do en forma clara en esta norma suprema, pero alcanza una mayor riqueza, y en este
sentido morigera sucarácterabsoluto en posde una mayortutela de losderechospo-
Iíticosaseguradosatodoslosciudadanossin perjuiciodel lugarde residencia, median-
te los fallos dictados en materia electoral con la vigencia ininterrumpida del sistema
democráticovigentea partir de 1983.

2- En este sentido el criterio tradicional sobre la autonomía provincial esexpresado


enforma magistral en el votodel ministro Carlos Fayten losautos"PartidoJusticialis-
ta c. Provincia de Santa Fe s1Acción declarativa", 1994 [CSJN-Fallos, 317:1195] que ex-
presa: "Que a fin de resolver la primer cuestión planteada, debe reiterarse una vez
másaue la misión más importante de la Corte consiste en interpretar la Constitución
Nacional de modo que el ejercicio de la autoridad nacionaly provincial se desenvuel-
va armoniosamente, evitando interferenciaso rocessusceptiblesdeacrecentar lospo-
deresdelgobiernocentralendetrimentodelasfacultadesprovincialesyviceversa.( ...)
En otras palabras, la interpretación constitucional ha de tender al desenvolvimiento
armoniosodelasautoridadesfederalesy localesy noal choqueyoposicióndeellas;en
efecto,'nada obsta a la convivencia legal y material de losdos principiossiguiendo en
susrespectivoscamposdeacción,sinrocesniconflictosirreparables, quenolos haypo-
siblesdentrode la Constitución, como quiera que nose han instituido en ella poderes
discrepantesy facultadesen discordia, sino al contrario, entidades legalesarmoniza-
dasen la afinidad suprema de la organización social y del bien público, principio y fin
de las instituciones políticasque nos rigen' [CSJN-Fallos, 313:594, voto del juez Fayt y
suscitas].Que,comosesostuvoenCSJN-Fallos,314:1915,elactualart.122delaCNcon-
sagra y preserva lasautonomíasprovincialesal prescribir que las provinciaseligen sus
gobernadores, legisladoresydemásfuncionarios. sin inte~encióndelgobiernofede-
ral y que cada provincia es titular del poder constituyente en el ámbito personal y te-
rritorial que lees propio, afin de dictar para sí una Constitución bajo el sistema repre-
sentativo y republicano, deacuerdocon los principios, declaracionesy garantíasde la
Constitución Nacional (art. S", CN). (...)Autonomía institucional significa que en la
elección de sus gobernadores, legisladores y funcionarios, cada provincia posee una
Art. 122 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N

potestad que nodepende ni puedeser igualada por ningún otro poder. Esta potestad
de darse sus constitucionesy sus autoridadesdentro de una esfera .propia . yexclusiva,
.
reconocidaygarantizada por laconstitución Nacional, lesasegurasuexistenciacomo
unidades políticascon los atributos de la autoridad pública, que ejercitan por medio
deórganoselegidos por ellossin intervención del poder central".
Sin embargo, el criterio no puede ser absoluto y consecuentemente, la Corte Suprema
reafirma su papel de garante del ejercicio de los derechos políticos y electoralesenpro-
nunciamientoscomoel del fallo "Partido Justicialista Distrito Electoral decatamarca c.
Catamarca, Provincia de síAcción declarativa de certeza", 2003 [CSJN-Fallos, 326:193]
quesostiene: "QuelaConstituciónNacionalgarantizaalasprovinciaselestablecimien-
to de sus institucionesy la elección de sus autoridades sin intervención del gobierno fe-
deral (arts. 5Oy 122). lassujeta a ellasy a la Naciónal sistema representativo y republica-
nodegobierno(arts. 1°y 5°)yencomiendaaestaCorteelasegurarla(art. 116)conelfin
de lograr su funcionamiento y el acatamiento a aquellos principios que todos en con-
junto acordaron respetar al concurrira la sanción de la ConstituciónNacional".

3- Ampliando el alcance de la revisión por el tribunal de normas subnacionalesdic-


tadas en virtud del art. 122, en "Hooft, Pedro Cornelio Federico c. BuenosAires, Pro-
vincia de s/Acción declarativa de inconstitucionalidad", 2004 [CSJN-Fallos, 327:5118]
señala: "Al respecto, cabe recordar que la Constitución Nacional garantiza a las pro-
vincias el establecimiento y el ejercicio de sus instituciones, la elección de susfuncio-
narios, sin intervención del Gobierno Federal (arts. 5O y 122), más las sujeta al sistema
representativoy republicano de gobierno y les impone el deber de asegurar la admi-
nistración de justicia (arts. 11.51 y 123). proclama su supremacía (art. 31) y confía a la
-
Corte Suprema de Justicia de la Nación el asequrarla (art. 116). De este modo, ante si-
tuacionescomo la deautos, en la quese comprueba que hansido lesionadasexpresas
disposiciones constitucionalesque hacen a la esencia de la forma republicana de go-
bierno, en el sentidoqueda al término la Ley Fundamentaly queconstituye unode los
pilaresdel edificio porella construidoconel fin irrenunciabledeafianzar la justicia, la
intervención de la Corte no avasalla las autonomías provincialessino que procura la
perfeccióndesufuncionamientoy . asegura
- el cumplimiento de lavoluntaddel consti-
tuyente y de aquellos principios superiores que las provincias han acordado respetar
al concurrira su establecimiento [confr. CSJN-Fallos, 308:1745 y 322:1253]".
Sin perjuicio de ello, reconoce los límites de su intervención en "De N a ~ a e ZSteuer,
Francisco c. Buenos Aires, Provincia de dAcción declarativa", 2007 [CSJN-Fallos, 330:
1114]al afirmarenelvoto mayoritario: "Que, comolodeterminael art. 122delaCons-
titución Nacional, lasprovinciassedansuspropiasinstitucionesyserigen porellas. Eli-
gen sus gobernadores, sus legisladores y demás funcionarios de provincia "sin inter-
vención del Gobierno federal, con la obvia salvedad de que en este precepto la pala-
bra 'Gobierno' incluye a la Corte Suprema, a la que no le incumbe-tal como lo sostu-
vo en el caso registrado en CSJN-Fallos, 177:390, al debatirse lavalidez de la Constitu-
ción de Santa Fe de 1921- "discutir la forma en que las provinciasorganizan su vida
autónoma conformeal art. 105de la Constitución Nacional".
Sin embargo, en 2013 en un fallo innovador en autos "Unión Cívica Radical de la Pro-
vincia de Santiago del Estero c. Santiago del Estero, Provincia de s/Acción declarativa
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 123

decerteza"(U.58.XLIX), la Corteasumeenformainequívoca la potestaddecontrolde


ejerciciodederechosconsagradosenlaconstituciónNacional al sostener: "La necesa-
ria compatibilidadentre el art. 122 +lección provincial de sus representantes-y el
116-Competencia delacorte-delaconstitución Nacional, permiteconcluirquelas
provinciasconservantoda laautonomía políticaqueexigesusistemainstitucional, pe-
ro no impide la intervención del Tribunal en los supuestos en que severifique un evi-
dente menoscabo del derecho federal en debate, puesendicha hipótesis no se avasa-
lla lasautonomías provinciales,sino quese procura la perfeccióndesufuncionamien-
to asegurando el acatamientoa aquellos principiossuperioresque las provincias han
acordado respetar al concurrir al establecimiento de la Carta Magna".

Art. 123. C a d a provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dis-


puesto porelart. +asegurando laautonomía municipal y reglandosualcan-
ce y contenidoen el orden institucional, político, administrativo, económico
y financiero.
Antecedentes: CNde 1853, art. 103. Previoa 1994, rigió el texto provinientede 1860
(art. 106). Concordancias: CN, arts.1; 5",6", 31.34 42.75. inc. 30,122,129.

Para adentrarnos en el análisis de la presente manda constitucional, debemos


mencionar que uno de losobjetivosde la reforma de 1994 era justamente "promo-
ver el desarrollo de la autonomía de los municipios como ámbitos en los que la de-
mocracia asume un papel necesarioy cotidiano" '.
Como puntapié inicial debemos remarcar que el artículo establece una intima-
ción clara a las provinciasa reglamentar su funcionamiento sin interferir con el régi-
men municipal, másaún garantizando la autonomía de los municipios. Ahora, lo in-
teresante de la disposición es que deja por demás claro la naturaleza de este tercer
actordelfederalismo, que hastaese momentoseveníadiscutiendoy del cual remito
a la jurisprudencia analizada. Disposiciónque refleja la descentralización política y
queacertadamentedeja margen de actuación al núcleo más próximoal ciudadano.
El reconocimiento de "autonomía" al municipio lo dota de múltiples prerroga-
tivas, entre ellas la de contar con sus propios recursos económicos, pudiendo a tal
fin establecertributoscon la única limitación deque losmismosrespeten losprinci-
piosdelegalidad, igualdad,finalidad, y noconfiscatoriedad. Resalto la presentefa-
cultad quea mi entender es fundamental para poder hacer efectiva la autonomía
local, yaquesin mediosel desarrollo institucional del municipioes nulo.
Finalmente, una breve mención de que la realidad de cada municipio es dife-
rente por lo cual debemos entender que la autonomía otorgada debe serloenfor-

' Acuerdo de reafirmaciónfederal del 24de mayo de 1990, Luján, Provincia de BuenosAi-
res.
Art. 124 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

ma gradual, progresiva, creciente, de acuerdo a realidad y relevancia socioeconó-


mica decada localidad.
Referencia jurisprudencia1
Autonomía municipal

- El 21/3/89, la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso "Ángela Rivademar


de Martínez Galván c. Municipalidad de R ~ s a r i o abandona
"~ su tradicional postura
acerca de la naturaleza autárquica de los municipios para pasar a reconocerlesun ca-
rácter autónomo. En este sentido expresaba en su consid. 8": "1) Los municipios po-
seen origen constitucional frente al origen meramente legal de las entidades autár-
quicas 2) En lascomunasexisteunabasesociológicaconstituidaporsu población, au-
sente en las entidades autárquicas; 3) Los municipios no pueden suprimirse ni desa-
parecer, dadoquela Constituciónasegura suexistencia, loque noocurrecon losentes
autárquicos; 4) Las ordenanzas municipales tienen el carácter de legislación local,
frente al de las resolucionesadministrativas emanadasde lasautoridades de las enti-
dades autárquica~5) Las comunas poseen el carácter de persona jurídica de derecho
público y necesarias (art. 33, CC),frenteal carácter posible o contingente de losentes
autárquicos; 6) La distinción también se realiza por el alcancedelas resolucionesque
cada uno dicta, en el caso de los municipios, comprende a todos los habitantes de su
circunscripciónterritorial y nosoloa las personasvinculadas, comoesel casode lasen-
tidades autárquicas; 7) Los municipioscuentan con la posibilidad de crear entidades
autárquicasy no parece posible que una entidad autárquica, creea otra entidad simi-
lar dependiente de ella; 8) La elección popular de sus autoridades, es una condición
específica de los municipios, inconcebible en lasentidadesautárquicas. Con posterio-
ridadelAltoTribunalvolvióapronunciarseconmayorprofundidaden latemáticaque
abordamosen losautos "Ponce, Carlos Alberto c. Provincia deSan Luiss/Acción decla-
rativa de certeza" (24/2/05), se declara la inconstitucionalidad de una ley provincial
que habilitabaa laautoridadprovincialaconvocaraeleccionesdentrodelámbito mu-
nicipal, afectando laautonomía del municipio. Enestesentidoexpresóla Corte: " ...Esa
intromisióndeseraceptada, lesionaría la personalidadylasatribucionesdelmunicipio,
pues lasautoridadesconstituidasdebenrespetar el gradodeautonomíaasignadoa los
diferentes nivelesdegobierno por el constituyenteprovincial, cuya preservaciónno ad-
mite limitacionesacotadas por el grado o medida en que las autoridades provinciales
franqueenel ámbito reservadoala libredisposicióncomunal.De no procedersedelmo-
do indicado, aun por mínima que fuera la afectación de las instituciones, se autorizará
un paulatinoy peligrosocercenamientode lasatribu~ionesmunicipales"~.

Art. 124.-Las provinciaspodrán crear regionespara eldesarrolloeconómi-


coy social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus

CYN-Fallos, 312:326.
CYN-Fallos, 314:495, disidencia de losdociores Fayt, Belluscioy Petracchi, consid. 5".
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 124

fines y podrán también generar convenios internacionalesentanto no sean


incompatiblescon la política exterior dela Nación y noafecten lasfacultades
delegadas al Gobierno federal o al crédito público de la Nación; con conoci-
miento del Congreso Nacional. La Ciudadde Buenos Airestendrá el régimen
que se establezca a tal efecto.
Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales
existentes en su territorio.
Antecedentes: Incorporado por la reforma de 1994. Concordancias: CN,arts. 1: 5".
75,incs.2~~19~22~y24,99~incs.1~y11~121a123~125a128.

En la 27" y 28"Reunión de la 3" Sesión Ordinaria de los días 9 y 10 de agosto de


1994, los miembrosde la Convención Nacional Constituyente, debatieron aspectos
sobre la nueva federación de solidaridad pretendida, fundamentosquedieron co-
mo resultado la inclusión del art. 124a nuestra CN.
Sien losaños'90del último siglo, el análisisde la democraciay la libertad deelec-
ción predominaron en el análisisjurídico-político, en la primeradécadadeestesiglo,
esa centralidad, ha pasado a corresponderle a los procesos de integración, que lo
complementan. A partir de la última reforma constitucional, se plantea, de mane-
ra deliberada, un nuevofederalismo de concertación y coordinación dentro de un
plano de subordinación; tal como lo explica Hernández', con la potestad provincial
de crear regiones que tengan en cuenta aspectos culturales, económicos y sociales,
trabajando en la promoción deeconomías regionales.
Con la nueva normativa, las regiones tienen una fuente formal que las origina,
de carácter racional y proyectivo, con el objeto de tender a la igualdad deoportu-
nidades, impulsando la solidaridad entre lasprovinciasa travésde la concertación.
El fortalecimiento institucional local como parte de la descentralización puede fa-
cilitar la construcción de redes de colaboración y cooperación entre los diferentes
nivelesde la administración pública, avanzando asíen la democracia participativa2.
Al respecto sedijo: "Perfeccionar lademocracia exige hacerla más participativa
y más representativa, para lo cual la única vía posible que existeesacercando el po-
der al ciudadano, y ello solo puede lograrse descentralizando territorialmente el
poder del Estado y llevarlo hasta la más pequeña de las comunidades; es decir, dis-
tribuyendoel poder en el territorio n a ~ i o n a l " ~ .

' Instituto de Federalismo2008. Aspectos Procesalesy Económicos al Federalismoargenti-


no",Academia Nacional de Derechoy CienciasSocialesdeCórdoba.
Véase Alburquerque, "Identidad y territorio", en Elgue. Globalización, desarrollo localy
redesasociativas.1999, p.44.
Brewer-Carias,"La descentralizacióndelpoderdelestadodemocráticocontemporáneo",
en La descentralización delpoderen e l Estado contemporáneo, 2005. p. 81.
Art. 125 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACI6N

Asílascosas, la región es una nueva alternativa, unavíadefortalecimientofren-


tea losembatesde un fenómenoqueinfluye, modelay subordinacomo loeslaglo-
balización. El artículoanalizadocontinúa la traditioconstitucional originariaalfa-
cuitar expresamentea las provinciasa celebrar convenios internacionalescumplien-
do con el requisito de comunicar al Congreso Nacional la firma del mismo, si bien la
doctrina seencuentra dividida respecto a si la comunicación refierea la mera infor-
mación o somete materialmente su texto a la autorización del órgano legislativo,
porlaprimeraseinclinan~agüés,~uiroga~aviéy rías^ porlacont~aria~idart~am-
pos, en efecto, debecomprenderse queexistiendo otrasvíascomoel institutode la
intervención federal, la comunicación es al solo efecto informativo, pudiendo el
Congreso Nacional sugerir, solicitar aclaratoria pero, su descontento no funciona
como facultad deveto.
Seguidamente, deja abierto el camino para la regulación dedicha facultad por
parte de la Ciudad de Buenos Aires, quien tiempo después adopta en su Constitu-
ción local el mismo lineamiento queel vertido en el presente artículo.
Cabedestacarqueen nuestro paísconformea losarts.75,99y 121delaCNlapo-
Iítica exterior de la Nación es una materia expresamente delegada al Gobiernofe-
deral, noobstanteesto, la última reforma introduceexpresamentela potestad pro-
vincial y de la Ciudad de Buenos Aires a celebrar convenios internacionales con los
Iímitesqueel mismoartículoestableceyen concordanciacon lossubsiguientes, 125
y 126, esdecir, respetando los lineamientosde políticaexterior de la Nación, lasfa-
cultadesdelegadas al Gobierno federal, todo ello, sin afectar el crédito públicofis-
cal, poniendo en conocimiento de su firma al Congreso Nacional.
Finalmente, elart. 124establecequecorrespondea las provinciasel dominioori-
ginariode los recursosnaturalesexistentesen suterritorio. Debeinterpretarseaquí
que la titularidad de dominio depende de la jurisdicción en que se encuentran di-
chos recursos, si se analiza la intención constituyente se concluye que el reconoci-
miento dominial en manos provinciales no sustraede ningún modo a estos bienes
de la jurisdicción exclusiva del Congreso Nacional quien jurídicamentea través de
sus normas posee la potestad de regular las relacionesque nacen del uso y aprove-
chamiento de los mismos.

Art. 125. -Las provincias pueden celebrar tratados parciales para fines de
administración de justicia, de intereseseconómicosy trabajos de utilidad co-
mún, con conocimiento del Congreso Federal; y promoversu industria, la in-
migración, laconstrucción deferrocarrilesy canalesnavegables. la coloniza-
ción de tierras de propiedad provincial, la introducción y establecimiento de
nuevas industrias, la importación de capitales extranjeros y la exploración
desus rios, por leyes protectoras deestos fines, y con sus recursos propios.
Las provincias y la ciudad de BuenosAires pueden conservar organismos de
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 125

seguridad social para los empleados públicos y los profesionales; y promo-


ver el progreso económico, el desarrollo humano, la generación de empleo,
la educación, la ciencia, el conocimiento y la cultura.
Antecedentes: CNde 1853, art. 104. Concordancias: CN, arts. 14bis, 75, incs. 2", 19,24;
121 a124.126a128.

El primer párrafode la normaalude enformadirectaa la posibilidadquetienen


los Estados locales de celebrar convenios interprovinciales y quién más habilitado
en la materia para afinar su concepto que Frías, quien defineesta institución del si-
guiente modo: "todo acuerdo de naturaleza no política, en el que dos o más pro-
vinciasregulan interesescomunesconconocimientodel Congreso federal" La pri- '.
mera referenciaa realizaresque nosencontramosantedossujetosqueestánen pie
de igualdad, y que llevan adelante un accionar en conjunto de manera voluntaria
con una finalidad concreta. Las finalidades se encuentran enumeradas por la nor-
ma, entre las cuales se menciona: con fines de administración de justicia (un ejem-
plo deesteobjetivo sería el de fijar Iineamientoso criteriosde cooperación interju-
risdiccional)-v.deesta forma también seenumeran otrasfinalidades.
El hecho de encontrarse enumerado los objetivos o finalidades de los tratados
hagenerado receloen ladoctrinaquienes hanvistoen ello una limitaciónconstitu-
cional, propugnando una técnica legislativa más genérica2. Sumado a ello, la ex-
presión "con conocimiento del Congreso", que desde el puntodevistadeinterpre-
tación gramatical parecería que con ello se está solicitando la intervención del Es-
tado en la materia.
Sin perjuicio de lo mencionado, la norma es un claroejemplodefederalismode
~ ~

concekación, esdecir, propone una herramienta a los finesde lograr la integración


hacia adentro posibilitando deesta forma el acercamiento y cooperación de los Es-
tados locales.
El segundo párrafo de la norma contempla una especie de "cláusula comple-
mentaria del pro gres^"^ con el objetivo de mantener la autonomía del funciona-
~ -

miento previsional de sus propios empleados, pero cabe destacar que el plantea-
mientoconstitucional esoptativo para las provincias.En estesentido, Gelli4comen-
ta lasituación particularvivida en la Ciudad deBuenosAirescon lacreación delaca-
ja deseguridad para Abogados, donde sesolicitó la inconstitucionalidad de la Caja
local sobre una visión restrictiva del artículo bajo comentario. Argumentos que no

' Frias, Introducción al derecho publico municipal, p. 91.


Piombo, Teoría generaly derecho de los tratadosinterjurisdiccionalesinternos. 1994.
Dromi, La Constituciónreformada. Comentada, interpretadayconcordada, 1994, p.404.
Gelli. Constitución de la NaciónArgentina comentadayconcordada, 2011, p. 619.
Art. 126 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

prosperaron, reglamentándose el organismo precitado con fundamentos en los


principiosdesolidaridad provisional.

Referenciajurisprudencia1
- La CSJN enoportunidadde resolver en losautoscaratulados "Obra Social para la Ac-
tividad Docente(OSPLAD)c.Catamarca, Provincia deslAcción declarativade inconstitu-
cionalidad", del 20/5/08 manifestó: "...en determinadascircunstanciasse ha reconoci-
do que como consecuencia del poder conservado por las provincias en virtud de lo dis-
puesto porel art. 125dela~~estas~uedencrear~ reglamentar regímenesdeseguridad
social bien que limitada esa facultad al ámbito de los aqentesde su administración pú-
blica, losma~istradosyfuncionariosdesustribunales,l~sintegrantesdesuslegislat;ras
y también, en razón del ejercicio del poder de policía retenido sobre el ejercicio de las
profesionesliberales,respectodeestas últimasactividades". [CSJN, 11/4/96, "Obra So-
cial para la Actividad Docente c. Buenos Aires, Provincia de s/Sumario", 0.124.XXIV,
CSIN-Fallos, 319:408].

Art. 126. -Las provincias no ejercen el poder delegado a la Nación. No pue-


dencelebrartratados parcialesdecarácterpolítico; niexpedirleyessobreco-
mercio, o navegación interior oexterior; n i establecer aduanas provinciales;
niacuñarmoneda; niestablecerbancos con facultad deemitir billetes, sin au-
torización del Congreso Federal; ni dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal
y de Minería, después que el Congreso los haya sancionado; ni dictar espe-
cialmenteleyessobreciudadaníay naturalización, bancarrotas.falsificación
de moneda o documentosdel Estado; n i establecer derechos de tonelaje; ni
armar buques de guerra o levantar ejércitos, salvo el caso de invasión exte-
riorodeun peligro tan inminenteque no admita dilacióndando luegocuen-
ta al Gobierno federal; ni nombrar0 recibir agentesextranjeros.
Antecedentes: CNde 1853, art 105. Concordancias: CN, arts. lo,
121 a 125,127 y 129.

La norma es categórica al disponer que las provincias no ejercen el poder dele-


gadoa la Nación, consagrando una limitación expresaa lassoberaníasprovinciales.
Mención apartecabe efectuar con relación a lascompetencias concurrentes, las
cuales noseencuentran incluidasen la citada prohibición yyafueron analizadasen
el comentario del artículo anterior.
La conveniencia y10 utilidad de la inclusión de este articulo ha sido criticada por
cierta parte de la doctrina, en tanto y en cuando nada aportaría al principio gene-
ral consagrado por el art. 121 de la Carta Magna y a lascompetencias reconocidas
en susarts. 122a 125.
Porsu parte, Quiroga Laviéenseñaque la cláusula cumple la importantefunción
jurídica de precisar cuáles son las materias reservadas por la Constitución al Estado
Nacional.
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 126

Ahora bien, en rigor de la verdad las competenciasexclusivas del Estado nacio-


nal se encuentran diseminadas a lo largo de la Constitución (por ejemplo: la fede-
ralización de las aduanas reguladas en los arts. 4", gO,lO,11,75,incs. l o y 10;la fa-
cultad del Congreso de establecer y reglamentar un banco federal con facultad de
emitir moneda, y dedictar una ley sobrefalsificación demonedacorriente prevista
en losincs. 6",1 1 y 12 del art. 75;laatribución dedictar losCódigosCivil y Comercial
prevista en el art. 75,inc. 12;la cláusula comercial del art. 75,inc. 13;la potestad de
reglamentar la libre navegación de los ríos interiores consagrada en el art. 75,inc.
10;entreotras).
Sin embargo, el mérito de la norma no solo radica en sistematizar en un solo ar-
tículo tales competencias, sino que además consagra prohibiciones específicas pa-
ra las provincias, tales como: ejercer el poder delegado a la Nación, celebrar trata-
dos parciales de carácter político, acuñar moneda, etcétera, constituyendo de esta
manera unvalladar infranqueable para las mismasy unavaliosa herramienta de in-
terpretación de facultades delegadas.
Por otro lado, también amplía el ámbito de actuación de las provincias en su-
puestosexcepcionales, permitiendo con autorización del Congreso, establecer ban-
coscon facultad deemitir monedadecurso legal. Nogozan dedichocarácter las le-
tras provinciales emitidas para cancelar obligaciones y que fueran usadasdurante
la crisis de2002 (v. gr., Patacones, Lecop).
Asimismo, en casode invasión exteriorode peligro inminente quenoadmitadi-
lación, pueden armar buquesdeguerrao levantarejércitos,dando luegocuenta in-
mediatamenteal Gobierno federal.

Referenciajurisprudencia1
Facultadesvedadas a las provincias

1- "La reglamentación del servicio telefónico es facultad delegada por las provin-
ciasa la Nación, que a aquellas les estávedado ejercer, ni siquiera so pretexto de una
supuesta demora en el dictado de normasque pongan en ejercicio cláusulas progra-
máticas de la Constitución, ya que la facultad transitoria de sancionar códigos no se
extiende a otras materias de jurisdicción federal (art. 126, m)". [CSJN-Fallos, 330:
3098, 11/7/07].
2- "La ley 3701 de la provinciade Río Negro, en cuanto elimina el cobro por recone-
xióno retiro de medidoresy cualquierotro tipodemultas porfacturasadeudadaspor
servicios de gas modificando previsiones del Reglamento de Servicios aprobado por
decr. nacional2451192, constituyeun indebidoavancedela provinciasobrefacultades
delegadasa la Nación (arts.75, incs. 13y 32 y 126, CM, toda vezque se introduce en la
regulación de aspectos relativosal funcionamientoy organizaciónde la distribución
del gas, decompetencia exclusiva del Gobiernofederalpor loquedebeser privada de
validezporel principiodesupremacíafederalcontenidoenelart.31 dela C N . [CSJN-
Fallos, 331:2178,7/10/08].
Art. 126 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Leyes de comercio

3- "Que, enel marco normativo referidoal casodeautoscobravirtualidad la noción


orgánica o integradoradel término'comercio', laquedescribióestacorteen CSJN-Fa-
110~.154:104, aixpresarque:'~lderechode la Nación odel Congreso para reglamen-
tar lascomunicacionesentrelas provinciasestanextensoy absoluto, queseconvierte
para el Congreso en el deber devigilar queel intercambio entre los Estadosy la trans-
misión de ideas por cualquier clase de sistema, desde el correo a caballo hasta la tele-
fonía, no sea obstruida o estorbada de un modo innecesario por la legislación de los
Estados(Cooley, Derecho constitucionalreglamentario delcomercio, p. 60)'. Esta con-
cepción del comercio procura evitar que las actividades económicas interjurisdiccio-
nales puedanserentorpecidas,complicadasoimpedidaspor los Estados provinciales,
lo cual conspiraría contra la unidad del sistema federal y su regularfuncionamiento.
Quecuandosetratadeinter~retarelalcancedelasatribuciones~rovincialesenel área
abarcada por la llamada 'cláusula comercial' debe acudirse a esa noción integradora
de la actividad económica en el territorio nacional, auefue la base nosolo de la exclu-
sividadde los poderesdelCongresoenla regulación del comercio interprovincial, sino
también de los que le competen en forma exclusiva en el dictado de la leqislación
- co-
mún a ser aplicada dentro de losterritorios provinciales, por lasautoridades locales".
[CSJN-Fallos, 332:66, 1OIUO91.

Aduanas provinciales

4- "La inadmisibilidaddeaduanasinterioreso provinciales, contenidaenel art.g0de


la CN, noobsta a lavalidezdecontrolesadministrativossobre la circulaciónde bienes.
El art. 10 de la CNtiene por objeto suprimir a los efectos comerciales del tránsito, las
fronterasy lasjurisdicciones interprovinciales, convirtiendo a todo el paísen una uni-
dadterritorial, sobrela cual puedetransitar librementetodaclasedeartículos, sin po-
dersergravadospor impuestoalguno, al pasar por lasdiversasprovinciasqueatravie-
san". [CSJN-Fallos, 316:2797,9/12/93].

Acuñar moneda

5-Al analizar la naturaleza de los pataconesemitidospor la Provinciade Buenos Ai-


res, la CorteSuprema deJusticia soiuvo: "La provinciade BuenosAires mediante ley
12.727 de julio de 2001, había adoptado una decisión similar y autorizado en conse-
cuencia la emisión de las LetrasdeTesorería para la Cancelación de Deudascuyafalsi-
ficaciónse investigaenautos(arts. 11y71).Ahora bien, aúncuando esostítulos hayan
sido nominadosen pesos (art. BI), extingan lasobligacionesquecon ellossecancelan
(art. 11) y puedan aplicarse al pago de obligaciones con la provincia e incluso con el
Banco de la Provincia de Buenos Aires (art. 13). resulta claro que carecen de las cuali-
dades de la moneda de curso legal -esto es, fuerza liberatoria y aceptación irrestric-
ta en todo el ámbito del Estado-quesolo posee la emitida conautorización del Con-
greso nacional (art. 75, incs. 6", 10 y 11, de la CN). Cabe recordar, además, que se trata
de una de lasfacultades que las provincias han delegado expresamente a la Nación y
que, por ende, no conservan (art. 126 ídem)". [CSJN-Fallos, 326:3415,8/9/03].
GOBIERNOS DE PROVINCIA Arts. 1271128

Códigos Civil y de Comercio

6- "Las provincias no ejercen el poder delegado a la Nación y no les está permitido


dictar loscódigosdespuésdehaberlossancionadoel Congreso, precepto que no deja
lugar a duda en cuanto a quetodas las leyesque estatuyen sobre las relaciones priva-
dasde los habitantesde la república, sean personasfísicas o jurídicas, al ser del domi-
nio de la legislación civil y comercial, están comprendidas entre lasfacultades de dic-
tar loscódigosfundamentaIesquelaConstituciónatribuyeexclusivamenteaICongre-
so". [CSJN-Fallos, 150:320].

-
7- "Que al haber atribuido a la Nación la facultad de dictar el Códiqo Civil, los Esta-
doslocales han admitido la prevalencia de las leyesdel Congreso y la necesaria limita-
ciónde no dictar normasque lascontradigan". [CSJN-Fallos, 332:1704,4/8/09].

Art. 127. -Ninguna provincia puede declarar, ni hacer la guerra a otra pro-
vincia. Sus quejas deben ser sometidas a la Corte Suprema de Justicia y diri-
midas por ella. Sus hostilidades de hecho son actos de guerra civil, califica-
dos de sedición o asonada, que el Gobierno federal debe sofocar y reprimir
conformea la ley.

Art.128.-LosgobernadoresdeprovinciasonagentesnaturalesdelGobier-
no federal para hacer cumplir la Constitución y las leyes de la Nación.
Antecedentes: CNde 1853,art 107. Concordancias: CN, arts. lo, 59 31,122,123.

En el marco de las disposiciones atinentes a los Gobiernosdeprovincia llega el


momento deanalizar dosartículos quecoronan el concepto defederalismoconsti-
tucional. Idea nacidade losconstitucionalistasnorteamericanoseno~ortunidad de
revisar losartículosprimigeniosdesu Carta Magnadel4dejuliode 1776. Esasí, que
la estructura de Gobierno federalsurgecomo resultadodelas influenciasque, en El
Federalista, esos pensadoresfueron macerando por años y que, finalmente, intro-
dujeron en 1787 en la Convención celebrada en la oportunidad.
De esta forma, para ceder competenciasy poderesen posde un nuevo gobierno,
aquellosconstitucionalistasfueroncuidadososen protegersus libertadespuritanasy
sus propiedadesa la luz de ese poder central. Esa idea fue trasplantada en la Consti-
tución d e l 853y siguevigentehasta nuestrosdías,atravésde la redacciónde 1994. En
esecontexto, no hayqueolvidar que másalládelascuestioneshistóricaslaNaciónAr-
gentina seconstituyó primera y las provinciassurgencomo consecuencia del art. 5".

' "... A r t 5"de la CN. Cada provincia dictará para síuna Constitución bajo elsistema re-

presentativorepublicano, de acuerdo con losprincipios, declaracionesy garantías de la Constitu-


ción Nacional;yqueaseguresuadministraciÓndejusticia, su régimen municipal, yla educaciónpri-
maria. Bajo deestascondicioneselGobierno federal, garantea cada provinciaelgoceyejerciciode
sus instituciones".
Arts. 1271128 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Ello sin soslayar lo que Bidart Campos entiende que la República se constituyó sobre
la base de las provincias preexistentes2.
Sentado el10,vayamos sin másal análisisde las normasconstitucionalesencues-
tión.
El art. 127 se puede dividir en tres grandes universos: la guerra entre provincias;
la jurisdicción de los litigiosentreellasy la sedicióny la asonada como consecuencia
de actos hostiles entre provincias.
Quizás la llave para desentrañar a la referida norma resulteser la segunda de las
tres hipótesis: la manera legal de resolver los litigiosentre las provincias. En efecto,
dentro del sistema federal, comosedijo, las provinciasceden al poder central parte
de sus atribuciones, sometiéndose a él. De tal manera, al tratar las atribuciones y
funciones de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el art. 116 establece que:
"Corresponde a la Corte Suprema (...) el conocimiento y decisión de todas las cau-
sas (...) las causas que se susciten entre dos o más provincias; entre una provincia y
los vecinos de otra; entre los vecinos de diferen tesprovincias; y entre una provincia
osusvecinos, contra un Estado o ciudadano extranjero".
Siendo ello así, la jurisdicción de lascontiendas interprovincialesseencuentrade-
terminada en lasfacultadesdel Gobierno federal; más precisamenteen la cabeza de
su PoderJudicial, IaCorteSupremade Justicia de la Nación. Portal motivo, la referida
disposición del art. 127 de la CN no es másque un complemento del citado art. 116.
Continuando con ese orden de ideas, la primera de las hipótesis del art. 127 cae
por su propio peso, esto es, si losconflictosquese susciten entreellasserán resueltos
por el gobierno federal -la Corte, como se dijo-: "Ninguna provincia puede de-
clarar, nihacerla guerra a otraprovincia ...". Es más, el solo hecho dearmar a una
provinciacontraotra,sin Ilegaralaescalada bélica importaeldelitoderebelión, pre-
visto y reprimido en el art. 229 del CP3, dentro del título "Delitos contra el Orden
Constitucional y los PoderesPúblicos".
En consecuencia, no puede siquiera armarse militarmentea una provincia contra
otra, ellassolo pueden contar con su propia fuerza policial para controlar el orden.
La últimadelascuestionesqueplantea el artículo tienequever con la definición
de la conducta resultante de que una provincia realice actos de hostilidad militar
contra otra. Deesaforma, reenvía la cuestión a losalcancesde la norma penal men-
cionada (art. 229)estableciéndolacon el términotécnicodesedición; para terminar
reiterando la supremacía del Gobierno federal sobreel provincial.

Ello loexplica a partirdel Preámbulo:" ... Nos, losrepresentantesdelPueblodela Nación


Argentina, reunidosenCongreso General Constituyente, por voluntady elección de lasprovincias
que la componen ...".
" ... Art 229. Serán reprimidoscon prisión de uno a seis años, losque, sin rebelarse contra

elgobiernonacional,armarenunapmvinciacontraotra ...".
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 129

Porotra parte, cabedestacarquea partirde la expansióny crecimientodel dere-


cho humanitario internacional, de la mano de Naciones Unidas, el concepto técni-
codeguerracivil ese1deconflicto armado no internacional. Ello, en la inteligencia
en que no existe un concepto jurídico único de guerra civil pero a partir del art. 3 O
común de los Convenios de Ginebra síde conflicto armado no internacional4.
Para finalizar, resta analizar en este pequeño trabajo el contenido del art. 128.
Se puede comenzar diciendo que tiene interrelación con todo lo que se ha ido ex-
presando, en cuanto al federalismo planteado por la Constitución desde su origen
mismo.
Cabe recordar que la república resulta ser una federación deveintitrés provin-
cias que seencuentran constituidas, como la Nación, por tres poderes; el Ejecutivo,
el Legislativo y el Judicial. Quienes administran a las provincias, a través del ejerci-
ciodeejecutivo, son losgobernadoresdelas provinciasquienes, además, son losen-
cargados de ejecutar y velar por el cumplimiento de las leyes federales en los terri-
torios que gobiernan. Es por ella razón que el artículo de referencia los reputa co-
mo agentesdel gobierno federal.

Art. 129.-La ciudad de BuenosAirestendrá un régimen de Gobierno autó-


nomoconfacultadespropiasdelegislacióny jurisdicción, y su jefedegobier-
no será elegidodirectamente por el pueblo de la ciudad.
Una ley garantizará los intereses del Estado nacional mientras la ciudad de
Buenos Airessea capital de la Nación.
En el marco de lo dispuestoen este articulo, el Congreso de la Nación convo-
cará a los habitantesde la ciudad de BuenosAires para que, mediante los re-
presentantes que elijan a ese efecto, dicten el estatuto organizativo de sus
instituciones.
Concordancias: CN, arts. lo, 3",5", 44,45,54,75,incs. 24 30y 31,99,inc. 20;124,125,
disposición transitoria 15Oy ley 24.588.

5 1. Introducción.- Un hechotrascendental en nuestroordenamiento jurídi-


cofue la inclusióndelaciudaddeBuenosAires(enadelante "CBA")enel nuevoart.
129 de la Constitución luego de la reforma de 1994. Las opiniones doctrinales son
disímilesen cuantoasu estatusjurídico, apoyadasen muchoscasosen laactitud am-
bivalente del constituyente dado que en algunos artículos le ha dado rango pro-
vincial y en otros no.

"... A r t 34 Confliciosno internacionales.En caso de conflicto armado que no sea de índo-

le internacionalyque surja en el territorio de una de lasAltasPartes Contratantescada una de las


Partesen conflicto tendrá la obligación deaplicar, como mínimo, lassiguientesdisposiciones...".
Art. 129 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 494

Esdable resaltar al respecto, queinclinándonos por cualquieradelascorrientes


doctrinarias lo que no cabe duda es que la CBA no es una provincia. Este criterio ha
sidosostenido por el AltoTribunal desde el caso "Cinguneghi" l.
En algunos casos la Constitución Nacional equipara la CBA a una provincia, co-
mo por ejemplo: a) cuando el art. 44 consagra que la Cámara de Senadores estará
integrada por representantes de cada provincia y de la ciudad de BuenosAires; b)
en los casos en que sedispone la distribución de la masa coparticipable y la existen-
ciadeun representantedelaciudad en el organismofiscal (art.75, inc. *,CN); c) la
intervención federal por partedel Poder Legislativo de la Nación (art. 75, inc. 31) o,
del Poder Ejecutivo Nacional, estando en receso el Congreso Nacional (art. 99, inc.
20); d) puede integrar regiones para el desarrollo económico y social, al igual que
celebrar convenios internacionales (art. 124); e) conservará organismosdeseguri-
dad social para los empleados públicos y los profesionales (art. 125) y, f ) tiene fa-
cultadesjurisdiccionales propias (art. 129 y cláusulatransitoria decimoquinta).
Del mismo modo resulta irrefutable que no es un municipio, sino un Estado con
una autonomía especial, dado que según el último artículo citado se leotorganfa-
cultadespropiasdelegislación ydejurisdicción y, con un estatutoorganizativo pro-
pio -o como seconoceen forma generalizada, "c~nstitución"~-.
Peronospreguntamos: IaciudaddeBuenosAires jesunaprovincia?jCómonue-
vo estatus jurídico-político ha modificado el federalismo argentino?

5 2. Autonomías de distritos, de Estados y, de regiones.- El modelo institu-


cional mexicano:

a) Distrito Federalde México.- Al igual que ocurre entre la CBA y la Capital Fe-
deral, laciudad deMéxicoesel DF(en adelante "DF"), sededelos poderesdela Unión
y capital delos EstadosUnidos Mexicanos, ysegún el art.44de la Constitución deMé-

' CSJN. in re: "Cincunegui, Juan Bautista c. Gobierno de la Ciudadde BuenosAiresslincons-


titucionalidad", CSJN-Fallos, 322:2856 (año 1999). En este caso se planteó la constitucionalidad de
la ley 164dela CBA, ratificada pordecr.474, porla cual seconvocaba alelectoradoa que pormedio
de la consulta popularal pueblode la Ciudad manifestara su opinióncon relacióna: si el Gobierno
de la Ciudad de Buenos Airestiene la obligación de defender la Constitución Nacional; frente a la
candidatura del entonces Presidente Carlos Saúl Menem a un tercer mandat0.A lo que la Cortefi-
jó el criterio que la consulta popular no es el método idóneo jurídico y constitucional para defen-
derla Ley FundamentaldelaNaciónyquesonlasinstitucionesnacionalesprevistasenel propiotex-
toconstitucional lasencargadasdevelar porello; ademásdecarecerel Gobiernode la CBAlasatri-
buciones paratal cometido, por resultarque laconsultaviolaría el principiodedivisión de poderes.
al arrogarse el jefe de Gobierno una facultad jurisdiccional que no tiene. Por otro lado, remitién-
doseal dictamendel procuradorfiscal. consideró que la CBAnoes una provincia.
En el preámbulo losconvencionalesde la CBAsancionarony promulgaron el estatuto or-
ganizativo de 1996como una Constitución,deahíqueen la mayoríadecitasdondesela nombra se
la denomina Constituciónde la Ciudad de BuenosAires.
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 129

xico (en adelante "CM") se compondrá del territorio que actualmente tiene, y en el
casodequelosPoderesFederalessetrasladenaotrolugar,seerigiráen EstadodelVa-
Ilede México, con los limitesy extensión que le asigneel CongresoGeneral.
Sin embargo, tiene unadiferencia muy importanteen loque respecta a laauto-
nomía, en lostérminosdel art. 122de la CM, puesel gobierno estáa cargode los Po-
deres Federalesy de los órganos Ejecutivo, Legislativo y Judicial de carácter local.
Según el mismo artículo, son autoridades localesdel DF, la Asamblea Legislativa,
el JefedeGobierno del DFy elTribunal SuperiordeJusticia.
La Asamblea Legislativa del DF se integrará con el número de diputadoselectos
según losprincipiosdemayoría relativayde representación proporcional, median-
te el sistema de Iistasvotadasen una circunscripción plurinominal, en lostérminos
que señalen la Constitución y el Estatuto de Gobierno.
El JefedeGobierno del DFtendrá a su cargoel Ejecutivoy la administración pú-
blicaen la entidad y recaerá en una sola persona, elegida porvotación universal, Ii-
bre, directa y secreta.
El Tribunal Superior de Justicia y el Consejo de la Judicatura, con losdemásórga-
nos que establezca el Estatuto de Gobierno, ejercerán la función judicial del Fuero
Común en el DF.
La distribución de competencias entre los poderes de la Unión y las autoridades
locales del DFse sujetará a lassiguientesdisposiciones(art. 122, CM):
"a) Correspondeal Congreso de la Unión:
1. Legislar en lo relativo al Distrito Federal con excepción de las materias ex-
presamente conferidasa la Asamblea de representantes;
2. Expedir el EstatutodeGobiernodel Distrito Federal;
3. Legislar en materia dedeuda pública del Distrito Federal;
4. Dictar lasdisposicionesgeneralesqueasegurenel debido, oportuno y efi-
cazfuncionamiento de los poderesde la Unión; y
5. Lasdemásatribucionesque leseñala esta Constitución.

b) Correspondeal presidentede los Estados UnidosMexicanos:


1. Iniciar leyesante el Congresode la Unión en lo relativo al Distrito Federal;
2. Proponer al Senado a quien deba sustituir, en caso de remoción, al Jefe de
Gobierno del Distrito Federal;
3. EnviaranualmentealCongresode la Unión, la propuestadelosmontosde
endeudamiento necesarios para el financiamiento del presupuesto de
egresosdel Distrito Federal. Para tal efecto, el ~ e f de~obierno'del
e Distri-
to Federal someterá a la consideración del presidente de la República la
propuesta correspondiente, en lostérminosquedispongala ley;
4. Proveeren la esfera administrativaa laexacta observanciade lasleyesque
expida el Congresode la Unión respecto del Distrito Federal; y
5. Lasdemásatribucionesque le señaleesta Constitución, el Estatuto deGo-
bierno y las leyes".
Art. 129 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

De un análisis somero podemos decir que existen facultades políticas exclusivas


muyfuertesen el Congreso y en el presidentede la Unión limitando la autonomía
del DF, en: a) su aspectonormativo (la realización del estatuto de gobierno del DF);
b)su aspectopolítico (nombramientodel JefedeGobiernodel DFen casode remo-
ción de este) y, c) su aspecto económico (endeudamiento local).

b) El Distrito Federalde Brasil.- El art. 32 de la Constitución de Brasil estable-


ce que:

"El Distrito Federal, prohibidasudivisiónenMunicipios, se regirá por ley orgánica,vo-


tada en dos turnos con intersticio mínimo de diezdías, y aprobaba por dostercios de
la Cámara Legislativa, que la promulgará, atendidos los principiosestablecidosen es-
ta Constitución.
l o Al Distrito Federalson atribuidas lascompetenciaslegislativas reservadasa los
Estadosy Municipios.
2O La elección del Gobernadory del Vice-Gobernador, observadas las normas del
art. 77, y de losDiputadosDistritalescoincidiráconla de IosGobernadoresyDi-
putados Estatales, para mandatode igual duración.
3" A los Diputados Distritalesya la Cámara Legislativaseaplica lo dispuesto en el
art.27.
4" La ley federal dispondrá sobre la utilización, por el Gobierno del Distrito Fede-
ral, de la policía civil y militar del cuerpo de bomberos militar".

C) Los EstadosAutonómicos de España.- Uno de los puntos más controverti-


dosdelaConstitución Española de 1978 noesla regulación desusderechosni desus
garantías, sino lo relativo a la organización territorial de su Estado.
El art. 137 de la Constitución Española (en adelante "CE"), organizael Estadote-
rritorialmenteen: municipios, en provinciasy en 1asComunidadesAutónomasque
se constituyan. Todas estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus
respectivos intereses.

El Tribunal Constitucional español dijo desde un principio (STC411981)que:


Estamosenpresenciade una "distribuciónverticaldel poder político" entreentidades
de distinto nivel, en cuya cúspide tenemos al Estado, titular de la soberanía, a conti-
nuación a lascomunidadesautónomas, caracterizada por su autonomía política y, fi-
nalmente los denominados entes locales, las provinciasy los municipios, dotados de
autonomía administrativa.
Seentiende porautonomíaa aquel reconocimientode undeterminadonivel deauto-
gobierno para lascomunidadesautonómicas, pero no son soberanas, es decir, tienen
un poder limitado.
Aquítenemosunagrandiferenciaentre lasprovinciasespañolasylasargentinas.Alas
primerasselasconsideradotadasdetansoloautonomíaadministrativa, un rango mu-
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 129

cho menorqueen nuestro país, pero sí leencontramosuna mayor similitudcon lasco-


munidadesautonómicas,con ciertasdiferencias.
Estos EstadosAutonómicos se rigen por los llamados "estatutos", si bien son normas
autonómicas, también son normasestatales, pues se aprueban y se reforman por las
CortesGenerales mediante ley orgánica.
Esta posibilidad en nuestro país de aprobación de las constituciones provinciales por
parte del gobierno central fue sustituida con la reforma constitucional de 1860, que-
dandodeestemodo en plenoejerciciodecrearsus propiasconstitucionessininjeren-
cia alguna, siempre que se respeten loscontenidosestablecidosenel art. 5'de la CN.
Elloesconsideradocomogarantía federal.
También mediante las leyes orgánicas, según el art. 150.2 de la CE, puede el Estado
transferir o delegar en las comunidades autónomas, facultades correspondientes a
materia detitularidad estatal como ser: la justicia, la seguridad social, e incluso, las re-
laciones internacionales.
AlserEspaña ungobiernounitarioconfuertestendenciasdescentralizadorasnoincluye
la posibilidaddeejercerjurisdiccióna no ser mediante la negociación desu alcance.

Según Fernando Flores Giménez3:España es, en la actualidad, un país descen-


tralizado que ha establecido laordenación territorial del poder en torno a loquese
ha denominado Estado Autonómico. Esta denominación es original del constitu-
cionalismo español, pues no se encuentra con anterioridad en otra sede (de cons-
trucción doctrinal o deaplicación práctica), y eslaconsecuencia de la falta deacuer-
dodelosconstituyentessobre losmodelosde Estado Federal o Estado Regional.

d) Elmovimientoregionalitaliano.- El advenimiento del Estado unitario, que


se consolidó en 1925, condujo a la suspensión de las autonomías en cuadro de cen-
tralización acentuada de todo el aparato público, según quedó plasmado en la ley
237 del 4/2/26. Luego el art. So de la Constitución de Italia (en adelante "CI"), reco-
nocea la República, como unae indivisible, pero promoverá lasautonomíaslocales,
con amplia descentralización administrativa. Si bien se define como un Estado uni-
tario, da la posibilidad deunadescentralización administrativa.
A talesefectosse constituyen las siguientes regiones: Piarnonte; Valle de Aosta;
Lombardía; Trentino-Alto Adige; Veneto; Friuli-Venezia Giulia; Liguria; Emilia-Ro-
magna;Toscana; Umbria; Marche; Lazio; Abruzzi; Molise; Campania; Puglia; Basili-
cata; Calabria; Siciliay, Cerdeña (art. 131, CI).
Los órganos de las Regiones son: el Consejo Regional, la Junta y su Presidente
(art. 121, CI).
El Consejo Regional ejercerá las potestades legislativas encomendadas a las Re-
g i o n e s lasdemásfuncionesque
~ confieran a estas la constitución y las leyes. Podrá
asimismoformular propuestas de ley a las Cámaras.

FloresGiménez Fernando, 2004:429. "La Democracia interna de los partidos políticos"


Art. 129 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

LaJunta Regional seráel órgano ejecutivode IasRegiones.


El Presidentede la Junta representaráa la Región, dirigirá la políticade IaJunta
y será responsabledeella, promulgará las leyes, dictará los reglamentos regionales
y dirigirá lasfuncionesadministrativas.
Cada Regióntendrá un Estatutoquedetermine, deacuerdocon la Constitución,
su forma de gobierno y sus principiosfundamentales de organización y funciona-
miento. El Estatuto regulará asimismo el ejercicio del derecho de iniciativa y de re-
feréndum sobre las leyes y disposiciones administrativas de la región y la publica-
ción de las leyesy reglamentos regionales (art. 123, CI).
El Estatutoseráaprobadoy modificado porel Consejo Regional medianteleyvo-
tadafavorablementepormayoría absolutadesuscomponentes,endoslecturassu-
cesivascon intervalo no inferior a dos meses, y para la cual no será necesarioel visto
bueno del Comisario del Gobierno (art. 123, CI).
Podrá, sin embargo, el Gobiernode la República plantear ante elTribuna1Cons-
titucional la cuestión de constitucionalidad de un Estatuto regional dentro de los
treintadíassiguientesa su publicación (art. 123, CI).
Sesometeráa referéndum popularel Estatutosidentrodelostresmesessiguien-
tes a su publicación así lo pidiere una cincuentésima parte de los electores de la re-
gióno un quinto de loscomponentesdel Consejo Regional. No se publicará el Esta-
tutosometidoa referéndum de noseraprobado por la mayoríade losvotosválida-
menteemitidos.
El Estatuto decada Región preverá un Consejode lasentidades localescomo ór-
gano de consulta entre la Región y las entidades locales (art. 123, CI).
En síntesis, los Estatutostienen un doble control de constitucionalidad: 1) por
parte del Gobierno de la Repúblicaante el Tribunal Constitucional -dentro de los
treinta días siguientes a su publicación- o, 2) por el pueblo a través del referén-
dumcon lafirmadeunacincuentésima partedelelectoradoounquintodeloscom-
ponentesdel Consejo regional -dentro de lostres meses de su publicación-.
~ -

GiuseppedeVergottinisostiene: "... quemientraselconstituyentequisounase-


rie significativa de condicionamientos para las autonomías, fue muy avaro a la ho-
ra de permitir una participación de las regiones en la organización y lasactividades
de los órganos constitucionales del Estado central. En efecto, las regiones partici-
pan con sus propiosdelegadosen la elección del Jefe de Estado(arts. 75,121 y, 138).
Pero la Constitución no quiso permitirlea las regiones la presencia institucionaliza-
daen el Parlamento previendo una Cámarade las Regiones. De hechoel textocons-
titucional se refiere de manera equívoca a un senado'elegido sobre base regional'
(art. 54, inc. lo), peroestadisposición se refieretan solocomocircunscripcioneselec-
toralesdeunade lasdosasambleasdel Parlamento Bicameral ..."4.

Vergoiiini, 1998:97.
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 129

e) Los Estados-ciudadalemanes.- Bundesland (plural Bundeslander) o Land


(pl. Lander) ese1nombrealemán que designa los Estadosfederadosque componen
los paísesde Alemania y Austria5.
Un Estado federado es, en una de susacepciones, la entidad subnacional en que
se divide una Federación. Se caracteriza por ser una porción de territorio cuyos ha-
bitantes se rigen por leyes propias, aunque sometidos en ciertos asuntos a las deci-
siones del poder federal central. Por lo general, los Estados subnacionales antece-
den al nacional, lo que da coherencia al sistema federal.
Berlín es a la vez la capital de Alemania y un Estadofederado (región de Alema-
nia). La ciudad se confunde geográficamente con el Estado, que es rodeado total-
mente por el de Brandeburgo, del cual seseparó en 1920.
Cada uno de los Estados federales (ofederados) o Lander, que con la reunifica-
ción de las dos Alemanias pasaron de ser l o a ser 16, tiene su Constitución, su parla-
mento (Landstag), cuyosmiembrosson elegidos por cuatroaños mediantevoto po-
pular y representación proporcional, y su gobierno local, con los correspondientes
~ ~ ~ -

kinistros~(educación,policía, gobierno local, asuntos culturales, etcétera). Tam-


bién recaudan impuestossobreel patrimonio, automóviles, herencias,derechos re-
ales, etcétera, y perciben participaciones de los impuestos sobre el salario y renta,
impuesto de sociedades e impuesto sobre el valor añadido. No obstante, algunos
asuntos, como losreferentesa relacionesexteriores, defensa nacional,ferrocarriles
o correos, están centralizados en el Gobierno federal. El sentido "democrático" se
aclara con la afirmación deque "todos los poderesdel Estado emanan del pueblo",
que los ejerce a través de las elecciones y votaciones y por medio de los órganos es-
peciales de la legislación, del Poder Ejecutivoy de la administración de justicia.
Además en Alemania existen tres ciudades con las características de "Estados-
ciudad": Hamburgo, Bremeny Berlín6.
El profesor Otto Gonnenwein, que fue profesor de Derecho Público de la Uni-
versidad de Heidelberg7sostiene: "... Los Estados-ciudad,en su sentido másestric-
to y más próximo al gramatical, son corporacionesterritorialesque reúnen la doble
característica deser: al mismotiempo, Estadoy Municipio, y en loscuales, portanto,
no puede hablarse de Estadoy Municipio como distintos sujetos del derecho ...".
El destacado profesor analiza las particularidades de la organización de cada
unadedichasciudades,expresandoque"solamenteenformaabreviadapuede ha-
cerse una exposición de derecho municipal con respecto a este tipo de corporacio-
nes m~nicipales"~.

Véase http:llwapedia.mobileslEstado-federado.
Hernández(h). 1997:604(notaal pie47).
Otto Gonnenwin. 1967:337. Derecho municipal alemán. Instituto de Estados de Adminis-
tración local (MADRID).
Hernández(h), 1997:604(notaal pie47).
Art. 129 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACl6N 500

5 3. La Ciudad de Buenos Aires- Sus aspectos institucionales que la configu-


ran. Su inserción en la estructura del poder orgánico-territorial:

a) Regulación constitucional.- El poderconstituyente nacional ledioa la CBA


autonomía, con facultades propias-sin intervención de las provincias, ni del go-
bierno nacional- legislativasy jurisdiccionales. Esto fuevotado y jurado entre los
días 22 y 24 de agosto de 1994 en las históricassesionesdela provincia de Santa Fe.
~lloasí,la~iudad,atravésdelart. 129, párr.3"delaCN, poseelapotestaddecons-
tituir sus pautas institucionalesfundamentales;con un poder constituyentequeno
encuentra límite alguno que pudierefijarlecon anterioridad un poder constituyen-
teoriginario.
Pero las limitaciones que tiene el poder constituyente serán las mismas que las
de lasprovinciasdado su carácterde poderconstituyentesecundarioy no primario.
En virtud de ello queda atado a la calidad soberana que ejerce la Nación donde nin-
gún poder está por encima deeste. Esdecir quedeberá la Constitución porteña res-
petar el gobierno federal y los principios, declaracionesy garantíasconsagradosen
la Constitución Nacional.
Másallá de las restriccionescitadas, sedeberá tener en cuenta otro punto impor-
tanteestablecido por lacarta Magnaensuart. 129, mientras BuenosAiresseacapital
de la República, una ley nacional garantizará los intereses del Estado Nacional; esta
normativa se materializó con el dictado de la ley 24.588-llamada ley Cafiero-.
De una rápida lectura de dicha norma se advierte transgresión a los lineamien-
tos dados por la Constitución Nacional convirtiéndose claramente en inconstitu-
cional, al conferirlea la Nación una competencia general, mientrasquea la Ciudad
solo le deja una suerte de competencia deexcepción, efectuando dicha norma un
deslindedecompetencia inapropiada porqueestableceque ella (la Nación) deter-
minaráel alcancedel régimen autónomodegobiernodel nuevo Estadoquesecrea.
Ante ello, los órganos judiciales de la Ciudad no pueden declarar la inconstitu-
cional de la mentada norma, puesestaríamosfrente a un deterioro de las prerroga-
tivas constitucionales, ya que el órgano local no puede dejar sin efecto la ley de
24.588 por ser competenciafederal, atento loestablecido por la propiaconstitución
Nacional en el art. 129 y la Constitución local en la cláusula transitoria segunda.
Si bien, la Carta Orgánica de laciudad porteña en su úItimoartículoestablece la
derogación de todas las normas que se le opongan, que podría interpretarse como
desafiante a la ley Cafiero, la cláusula transitoria segunda, con buen criterio, deci-
dió que lasdisposicionesde la Constitución no podrán entrar en vigor y no tendrán
aplicación en razón de limitacionesde hecho impuestaspor la ley 24.588, hasta que
una reforma legislativao lostribunalescompetentes habiliten su vigencia.
La Constitución dela CBAtuvo muchascríticas, peroesto último nodebe serdesa-
lentador, ya que también lastuvieron la Constitución Nacionalde 1853 por Sarmien-
to; la reforma de 1860 criticada por Alberdi; lo fuetambién la Carta de Filadelfia, cu-
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 129

ya ratificación necesitóel apoyoesforzadode Hamilton, Madison yJay a travésdelos


artículos periodísticosquese dieron a conocer con el nornbrede ElFederalistag.
La creación de este nuevo estatus jurídico fue como una refundación de la Ciu-
dad; muy positivo, dado que no podía entenderse cómo la Ciudad más importante
dela RepúblicaArgentinaeraconducida por personasdesignadasadedo por el pre-
sidente de turno y con un Concejo Deliberante muy discutido, sin poder los ciuda-
danos elegir a la persona que tenga al frente tan importante responsabilidad de
conducción y ostentar poderes legislativosy jurisdiccionales propioslO.

b) Análisis epistemológico luego de la reforma de 1994.- Luego de la incor-


poración de la CBA en la reforma constitucional de 1994 se ha iniciado un intere-
santedebatedoctrinario plurinorninal, por un lado, tenernoslosnegatoriosque re-
chazan la equiparación de la CBA con las provincias, pero realizan consideraciones
especiales sobre su naturaleza jurídica, entre ellosestán 11:
- Ciudadautónoma (Badeni, Francosy Laplacette).
- Ciudad- Estado (Quiroga Lavié, Jorgede la Rúa y Alfonsín).
- Estatusjurídico excepcional (Argüello).
- Distritoautónomo, con una situación intermedia entre un municipio y una
provincia (Creo Bay).
- Entidadsuigenerisdedescentralizaciónterritorialpolíticamenteautónoma
(Bidart Campos).
- Persona de derecho público de existencia necesaria (Sabsay).
- Municipio federado (Frías).
- Autarquía (Spota).
- Autonomía municipal (Natale).

- Entidadestatal (Vanossi).

- Autonomía plena para el gobierno de la CBA (Hernández).

- Semiprovincia (Eduardo Menern y Dromí).

- Estatusprovincial(Ekmekdjian).

M i punto devista, si bien se aleja a considerarla provincia, atento las irnposibili-


dadesconstitucionalesestablecidos por losarts. 6",7", 31,75, incs. 2', párr. 2", 9", 12,
13,15,121 y 122, se acerca más a una solución analítica'episternológico de sus co-
munesdenorninadores, que podría comenzar con el estudio de dos palabras: "ran-

Colautti, 1996: 248.


lo Maraniello, 1999:12.
l1 PerezGuilhouy otros, 1995:429yss. (t. ll)
Art. 129 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

go" y "jerarquizar". La primeraesuna palabragermana 'hring', quesignificacírcu-


lo, quecontienediferentes clases o categoríasde una personaen cuanto a su situa-
ción profesional, social, etcétera. Mientras que 'jerarquizar'es clasificar en rangos
según determinados criterios.
Yjustamente es loque ha pasado con la CBA, donde se la hajerarquizado pasan-
do de ser un municipio, con dependencia directa del Poder Ejecutivo Nacional, a un
Estado con rango provincial con su particular situación política, social y económica.
Muchosson losejemplosquepodemoscitar, para establecer loscasosenqueuna
persona u organismo se ha jerarquizado para poder obtener un determinado ran-
go. Entre ellos el caso de los secretarios letrados de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación que tienen rango de magistrado, pero no son jueces, atento que para su
designación no sesigue el procedimiento establecido por nuestra Ley Fundamen-
tal para la designación de los jueces, pero su sueldo y situación judicial losequipara
a estos. Este es un ejemplo de los muchosque podemos encontrar.
Es por ello que queda completamente claro que la CBA no es una provincia, pero
esun ~stadojerar~uizadoconran~o provincial ycon ellatodaslasco~secuenciasque
traeaparejadosu estatusjurídicofederalsuigeneris, con la posibilidad o node tener
expedita lavía originaria y exclusiva para cualquier litigio en que la ciudad sea parte.

5 4. ¿Por qué resulta adecuada la competencia originaria y exclusiva para la


Ciudad de Buenos Aires?- No debemos olvidar que la ciudad de BuenosAires es
considerada una personajurídica dederecho público y en eseorden, queda sujeta
al fuero de lavecindad, donde puedeacudir, en casodeconflictoscontra una provin-
cia, en forma originaria y exclusiva a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Por lo
tantopuedeIitigarsolocuandointervengaunaprovinciayelasuntoendiscusiónpue-
da ser calificado como "causa civil", es decir, basado en normas de derecho privado
dictadas por el Congreso Nacional en lostérminosdel art. 75, inc 12 de la CN.
Hecha esta salvedad, la verdadera importancia de respetar la autonomía de la
ciudad de BuenosAires en caso de conflictos entre provincias, radica en las prerro-
gativas constitucionales que le fueron otorgadas en el art. 129.
Porque en el año 1994 se ha producido una importante modificación del fede-
ralismo, al incorporar un tercer estamentoal anterior binomio Estadofederal y pro-
vincial, una especie de Ciudad federal.

5 5. Neofederalismo12.- Es la nueva expresión conceptual del federalismo


consensuadoycooperativo integradoa unadinámica máscompleja inclusocon po-
der de policia propio, como el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

l2 Maraniello, La Ciudad de Buenos Aires y el neofederalismo argentino, elDial-DC2258,


ejemplardel 12/5/16.
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 129

a) Elementosesenciales.- Los sistemas políticosy jurídicos son muy variables,


nunca podemos considerarlos como elementos estáticos, pues una de las misiones
más importantes que ostentan es mejorar a las sociedades y procurar el mayor bie-
nestar común para todos los ciudadanost3.
Es por ello, que el sistema federal, luego de más de doscientos años de su incor-
poración en lasrevolucionesconstitucionales,más precisamente en IaConstitución
de los EE.UU., ha sufridocambiosy modificaciones. Aellojustamentese hadenomi-
nadoel "Neofederalismo".
Hoy en día el llamado "derecho constitucional subnacional" o "derechoconsti-
tucional provincial" se ha desarrolladovertiginosamente, a la par de mayores de-
mandas de descentralización, de reafirmación de identidades socio-culturales (co-
mo acontecióen Bélgica, quesetransformóen Estadofederal en 1993)y dedesbu-
rocratización del poder ('devolution').
El Neofederalismosupone unadescentralización mayor del poder, resultando la
forma antitética del Estado unitario (Chile, Colombia). En la actualidad, se confor-
man Estados unitarios con algún margen de descentralización (Francia, Reino Uni-
do),oconconsiderablesgradosdeella,quelleganaserconceptuadoscomoEstados
regionaleso incluso "federo-regionales" (v. gr., Italia y España).
En muchasocasiones, el Neofederalismo ha desarrollado la idea detener un ter-
cer grado de Estado (además del central o provincial o estadual), que adquiere una
autonomía y autogobierno, con características muy particulares.

b) Tiposo clases.- El Neofederalismo puede darse en forma externa o enfor-


ma interna. La primera se desarrolla sobre la basede una delegación de soberanía
a órganos supranacionales que forman verdaderos Estados. Y por el otro lado, en
forma interna los federalismos han creado entidades intermedias que conforman
una trilogía estatal decaracterísticasmuy particulares.
El Tratado de LisboaT4,además de darle a la Unión Europea (UE) personalidad
jurídica propia para firmaracuerdos internacionalesa nivel comunitario, nos ha Ile-
vadoa plantearun nuevoelementodiferenciadorenel conceptodeDerechocomu-
nitario, al acercarlo al fenómeno federal, pero no formando parte en él, sino que
impone la ya amplia tesisdesu esencia supranacional.
El conceptodel Neofederalismoen el ámbitocomunitariova másallá deque un
Estadose hace miembro de un proceso de integración en una zona de librecomer-
cio, pues cuando se hace miembro de una Unidad de Estados, está adoptando una
decisión que trasciende el campo de lo económico y que tiene efectos en cuanto a

l3 Maraniello (dir.). Constitución de la ciudaddeBuenosAires, comentada. 2016.


l4 Firmado por la Unión Europea (UE)en Lisboa el 13dediciembrede2007, eselquesustitu-
ye a la Constituciónpara Europatraselfracasadotratado constitucional de2004.
Art. 129 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA N A C l 6 N

la esencia misma de ese Estado, por cuanto se somete a sí mismo y a sus pobladores
a los efectosjurídicos de las decisionesde los órganos supranacionales.

En relación al Neofederalismo interno, existen dos tipos o clases según la com-


petencia:
1. El Neoferalismo simétrico. Cuando los distintos Estados de una federación
poseen las mismas competencias. Está basado en la igualdad de competen-
cias para cada entidad regional, esdecir, cada territorio tendría los mismos
p0deres.Y estostercerosterritorios quedan bajo control directo del gobier-
no federal, como ocurre, por ejemplo, en Australia con seis Estadosy doste-
rritoriosinternosysieteterritoriosexternos.También tenemosel ejemplode
Canadá, con diez provincias y tresterritorios.
2. ElNeofederalismo asimétrico. Cuando a cada Estado se le conceden distin-
tas competencias, o unos poseen mayor grado de autonomía que otros, se
habladeun Neofederalismoasimétrico. Este últimocasoeselqueostenta la
Argentina luegode la reformaconstitucional de 1994.

C) El Neofederalismo argentino.- En la Argentina el Neofederalismo está re-


gido en primertérmino por las autonomías de los municipios de las provincias (art.
123), aunque dicha autonomía estará reglada en su alcance y contenido conforme
lo quedecida cada provincia.
Existen de hecho municipios que pueden dictar sus propias Cartas Orgánicas
(MunicipiosdeCarta)yotrosqueson Municipiosde Ley (Municipiosde la Ley Orgá-
nica), establecidas por la provincia con vigencia para todos los municipios.
Por otra parte, a tenor del art. 129 de la CN, puede conjeturarseque se ha creado
un "Estadosuigeneris",denominado"EnteAutónomoCiudad AutónomadeBuenos
Aires(enadelanteCABA)",quesibiennollegaaserunaprovincia,tienejerarquíapro-
vincial atento lascompetencias provincialesque le dio constitucionalmente.
Antes del año 1994 la CABA era la Capital Federal de nuestro país, organizada y
administrada por el Poder Ejecutivo Federal. Si bien, ostentabael carácter de muni-
cipalidad carecía detodovalor autonómico, puessus normas eran dictadas por los
Poderes Federales.
Luegode la reformaconstitucionalde 1994, IaciudaddeBuenosAiressiguesien-
docapital de nuestro país, peroen el mismoterritoriosecreó IaCABA, quecomodi-
jimosantesnoesunaprovinciaperotienejerarquíaprovincial,conformandoun Ne-
ofederalismo del siguiente modo: 7) Estadofederal, 2) Estados provinciales, y 3)
EstadoAutónomode la Ciudad de BuenosAires.
Como los tres citados no tienen la misma competenciay no poseen el mismo gra-
dodeautonomía esquedebemosentenderloscomoun Neofederalisrnoasimétrico.
No debemos olvidar, que como ya se dijo, en el mismo territorio de la CABA es-
tán asentados los Poderes Federales producto de estar constituida la Capital Fede-
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 129

ral, y para evitar conflictoscon el Poder Central el art. 129 estableció queel Congre-
so Federal dictará la ley que garantizara los interesesfederales, mientras la CABA
sea capital de la República.
En esta última cuestión está la mayor problemática, pues la jurisdicción judicial
nunca fuealcanzada porcompleto, pues las palabras "con facultades propiasdeju-
risdicción" jamásfueron cumplidas.
El art. 8" de la ley 24.588, que reglamenta el art. 129 de la Constitución, dispone
que la justicia nacional y ordinaria de la Ciudad de Buenos Aires mantendrá su ac-
tual jurisdicción ycompetenciacontinuandoacargodel PoderJudicialdela Nación.
De este modo se puede notar que las facultades propias enunciadas en la Cons-
titución NacionalafavordelaCiudad deBuenosAiressignifica reponer el principio
desoberaníadel puebloy reconocerigualesgobiernospara personasiguales, esde-
cir, los ciudadanos de Buenos Aires tienen los mismos derechos que los vecinos de
cualquiera de las restantes provincias, y la vigencia y reconocimiento de esos dere-
chos no debe depender deque la Ciudad sea o no asiento del gobierno federal.
salvo, quizás,conalgunosconveniosdetransferenciaen materia penal,el restode
losjuzgados nacionalesde la Ciudad de BuenosAires, aun no fueron traspasados.
El proceso no essencillo, como lo sostuviera el Superior Tribunal deJusticia de la
ciudadde BuenosAires, "el problema noes nuevo.Tampoco loson lassolucionesar-
bitradas para resolverlo. La federalización de la Ciudad de Buenos Aires fue el re-
sultadodeun lentoydifícil procesoquecomenzóaesbozarseen 1826y culminócon
la ley de federalización de 1880y la de organización de los tribunales de la Capital
FederaldelSSl. Enaquelentonces, laley 1029(art.7°)dispusoquemientraselCon-
greso no organizara la administración de justicia en la Capital Federal, continuari-
an ejerciéndola los juzgados y tribunales provinciales. Si, en su momento, esos he-
chos noafectaron lafederalización, difícilmente losactuales pongan ahoraen ries-
go laautonomía" 15.
En esta temática, la Corte Suprema deJusticia de la Nación se pronunció en los
autos "Corrales" 'q dondeestablecióque "en atención aquelaConstituciónfede-
ral le reconocea la Ciudad de BuenosAiressu autonomía no puedesino concluirse
que el carácter nacional de los tribunales ordinarios de la Capital Federal esmera-
mentetransitorio y su continuidad seencuentra supeditada a que tengan lugar los
convenios de transferencia de competenciasantes aludidos".
Al respecto, los integrantesde la Corte reconocieron que "si bien el carácter na-
cional de lostribunalesdelaCapital Federal pudotenersustentoen el particulares-
tatus que esta tenía con anterioridad a la reforma constitucional de 1994, lo cierto

l5 TSJ CABA, in re "Pinedo, Federico y otros c. Ciudad de Buenos Aires sIAmparo", expte. no

8/99. res. del 18/2/99. en Constitución yJusticia -Fallosdel TSJBA-, 2001, t. l. p. 7 y siguientes.
l6 CSJN, "Corrales,GuillermoGustavoy otros/Hábeascorpus",9/12/15.
Art. 129 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

es que, producida esta modificación fundamental, las competencias que actual-


mente ejerce la justicia nacional ordinaria, quevale reiterar, no son federales, de-
ben sertransferidasa la Ciudad Autónoma de BuenosAires. Deesta forma, al igual
que lo que ocurre en las jurisdicciones provinciales, estos asuntos deben ser resuel-
tos por la justicia local".
Por lo que, "transcurridos ya más deveinte años de la reforma constitucional de
1994, resulta imperioso exhortar a las autoridades competentes para que adopten
las medidas necesariasa los efectos de garantizarle a la Ciudad Autónoma de Bue-
nosAiresel plenoejerciciodelascompetenciasordinariasen materiajurisdiccionai".
En su parte final, la Corte estableció que la decisión dejó de ser una simple man-
da,yaqueapartirdeestefallo,seabandonael "tradicionalcriteriodelTribunalcon-
formeal cual, a losefectosde analizar si media denegatoria del fuero federal, todos
los magistrados que integran la judicatura de la Capital de la República revisten el
mismocarácter nacional".
Sin embargo, debemos dejar sentado que esta transferencia no puede realizar-
sedecualquier modosino quedeben resguardarse la estabilidad laboral delostra-
bajadores nacionales (art. 14bir, CN), la intangibilidad delas remuneracionesde los
magistrados y funcionarios (art. 110, CN) y los derechos previsionales adquiridos
(art. 125, CN)I7.

5 6. A modo de conclusión.- La CBA luego de la reforma constitucional de


1994 ha logrado una autonomía tan particular que adiecinueve añosdesu regula-
ción en el nuevo art. 129 se está definiendo la extensión y características de su na-
turaleza jurídica frente a diferentes conflictos y problemáticas, desde el plano so-
cial, de seguridad, económico y judicial. Y justamente este último aspecto fue el
abordado en este trabajo, al ser hoy uno de los mayores perjuicios que ostenta el
mentadofederalismo argentino, si tenemosen cuenta quesevejaqueada la juris-
dicción local regulada en nuestra Constitución Nacional.
A modo comparativo, lo más similar a la CBA de los países federales son los dis-
tritosfederalesde México y de Brasil, por ser Estadosqueseasemejana nuestro sis-
tema federal. El primero en comparación con el segundo tiene una autonomía ple-
na con una marcada influencia del Estadofederal que seacentúa en la confección
del Estatuto deGobierno del DF y en materia de endeudamiento público local. En
esemismocontextolosconflictosquepuedanllegarasuscitarseentreelDFy laspro-
vincias oentre el DFy el Estadofederal, son resueltos por la Corte Suprema deJusti-
cia por vía originariay exclusiva.
En los países unitarioseuropeostantoen los EstadosAutonómicos Españolesco-
mo en las Regiones Italianas la centralización en las decisiones políticas sigue sien-

'' Maraniello, El traspaso de la justicia nacionala lajusticia de la ciudaddeBuenosAires, El-


Dial. de1414116.
GOBIERNOS DE PROVINCIA Art. 129

domonedacorrientedelGobiernoCentral. Sinembargo, hayque resaltarquetan-


t o Españacomoltaliaestán pasandopor un procesoque podernosdenominar "Seu-
dofederalización parlamentaria", que ha provocado un grado de mayor descen-
tralización, sin llegara unfederalismocomoel presidencialista americano. Si bien
tenemos regulaciones normativasa tales efectos, esta tendencia resulta máscerca-
na a una organización necesariaque nace de la naturaleza de lascosas.
La CBA ha adquirido un estatus jurídico muy especial, y si bien noes una provin-
cia ni un municipio, suscaracterísticascomo Ente Federado-como lo defineel doc-
tor Zaffaroni e" sudisidencia del caso "CBA c. Tierra del Fuego" por su representa-
ción senatorial que le confiere a la Ciudad Autónoma de BuenosAires la Constitu-
ción Nacional-lehan permitidoadquirir unaimportanciasignificativaen el trama-
do federal.
Aunqueuna partede la doctrinaopinasobreel fortalecimiento de la CBA hacia
unaautonomía plena,entreloscualespodemoscitar:AtilioAlterini, brega paraque
alguna vez el Gobierno nacional cumpla la Constitución y le asigne a la CBA su ca-
r&er de uno de los Estados integrantesde la confederación ~ r g e n t i n aque
, levie-
nesiendo retrasado por la incomprensión, por la mezquindad o a lo mejor por abu-
liadealgunos político^'^. YAgustín Zbar, porsu parte,sostienelanecesidaddeau-
tonomía plena de la ciudad, para que no se lesigan negandolasfacultadesjurisdic-
cionales. La CBAformulóal PoderJudicialdela Nación unaoferta para tomarlosre-
cursos extraordinarios que proviene de las salas de la Cámara Nacional Civil previo
a su acceso a la Cortesuprema 19.
Lo cierto es que el art. 129 de la CN le da "facultadespropiasdelegislación yju-
risdicción" que nopuedenser modificadas por ningunaotra ley provincial ni nacio-
nal. Del mismo modo respecto de su actividad jurisdiccional por parte de su Poder
Judicial, losactos públicosy procedimientosjudicialesdeella gozan deentera feen
lasdemás(art. , '7 CN).
En su consecuencia no compartimos lo decidido por la CSJN en el fallo "CBA c.
ProvinciadeTierradelFuegoyotros" sinoloresueltoanteriormenteenelcaso "CBA
c. Provincia de Chubut" donde prevaleció el régimen de gobierno autónomo con
facultades propias de jurisdicción de la CBA.
Sabemos que en ninguna parte de la CN se encuentran limitadas las facultades
jurisdiccionales de la CBA y no puede surgir la limitación desde una interpretación
jurisprudencial, pues la falta de previsión constitucional y las restriccionesno regu-
ladas, nose presumen en ningún caso.

l 8 Primera Jornada sobre"La Ciudad Autónomade BuenosAires:GestiónPúblicay PoderJu-


dicial", realizada el 15de mayoen el Aula Magna de la Facultadde Derechode la UBA.
l9 Primera Jornada sobrel'La CiudadAutónomade BuenosAires:GestiónPúblicay PoderJu-
dicial", realizada el 15de mayoen el Aula Magna de la Facultadde Derechode la UBA.
Art. 129 SEGUNDA PARTE. AUTORIDADES DE LA NACIÓN

Ello así debemos considerar que los arts. 44,75, incs. 2" y 31,99, inc. 20,124,125
y la incorporación del art. 129a la CN, le ha permitido a la CBAjerarquizarseal ran-
go provincial y a losefectosdeacceder a la CSJN lo puede realizar por la vía origina-
ria y exclusiva.
Por otro lado, la reforma constitucional de 1994 conforme la redacción del art.
129, ha incorporado a la Ciudad de BuenosAires al sistema federal argentino, sien-
do nuevo sujeto en la relación federal, reconociéndole autonomía para ejercer su
propio gobierno, con plenasfacultades de legislación y jurisdicción.
Deallíqueestemosen la Argentinafrenteal Neofederalismo, peroconcaracterís-
ticasdeautonomía muy particulares, dondeexisteuna disparidad decompetenciasy
gradosdeautonomía, considerándolo por lotanto un Neofederalismoasimétrico.
Finalmente, podemos decir que estamos en una etapa de ejecución de autono-
mía plena para la GIBA, en lo que hace a ciertos organismos que por sus funciones
deben pertenecer a la CABAy aún seencuentran en la órbita del Estado Federal, los
queseguramentegradualmente se irán transfiriendo, perosiempre respetando los
derechosconstit~cionales~~.

20 Estabilidad laboral de los trabajadores nacionales (art. 14 bis, CN), la intangibilidad de las
remuneraciones de los magistradosy funcionarios (art. 110. CN) y los derechos previsionales ad-

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