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HIJAS DE LA

SAGRADA FAMILIA
“Como el Padre me amó, yo también os he amado a
vosotros; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi
amor, como yo he guardado los mandamientos de mi
Padre, y permanezco en su amor”
(Jn15,9-10)
CONTENIDO 4

PRESENTACIÓN DE NUESTRAS CONSTITUCIONES. 07

CAPÍTULO PRIMERO.
IDENTIDAD DE LA COMUNIDAD 09

CAPÍTULO SEGUNDO.
NUESTRA VOCACIÓN Y CONSAGRACIÓN 16

2 .1. CONSAGRACIÓN RELIGIOSA. 16


2 .2. FORMULA DE LA PROFESIÓN. 18
2 .3. VOTO DE CASTIDAD. 20
2 .4. VOTO DE POBREZA . 22
2 .5. VOTO DE OBEDIENCIA. 26
2 .6. VOTO DE ESCLAVITUD MARIANA. 28

CAPÍTULO TERCERO.
NUESTRA VIDA DE UNIÓN CON CRISTO. 33

3 .1. LA ORACIÓN DE LA RELIGIOSA. 33


3 .2. LA ORACIÓN LITÚRGICA. 34
3 .3. LAS PRÁCTICAS PROPIAS DE PIEDAD . 35
3 .3 .1 . La lectio divina
3 .2 .2 La meditación de la pasión del Señor.
3 .3 .3 .La adoración perpetua al Santísimo Sacramento.
3 .3 .4 . Los ejercicios espirituales y retiros.

3 .4. LAS PRÁCTICAS DE PIEDAD A LA SANTÍSIMA


VIRGEN MARÍA. 38
3 .4 .1 . El santo rosario.
3 .4 .2 . El ángelus.

4 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


CAPÍTULO CUARTO.
LA CLAUSURA Y NUESTRA VIDA APOSTÓLICA . 39

CAPÍTULO QUINTO.
NUESTRA VIDA FRATERNA. 43

5 .1. EXIGENCIAS DE LA CARIDAD. 45


5 .2. HOSPITALIDAD. 47
5 .3. TRATO CON LA FAMILIA. 47
5 .4. ORACIÓN POR LAS HERMANAS ENFERMAS
Y DIFUNTAS. 48

CAPÍTULO SEXTO.
NUESTRA FORMACIÓN. 49

6 .1. VOCACIÓN Y PRINCIPIOS GENERALES PARA LA


FORMACION DE LAS HERMANAS. 49

6 .1 .1. Formación Religiosa


6 .2. ETAPAS DE FORMACIÓN. 51
6 .2 .1 . Aspirantado.
6 .2 .3 . Noviciado.
6 .2 .4 . Profesion simple.
6 .2 .4 .1 . Admisión a los votos temporales.
6 .2 .4 .2 . Admisión a la profesión perpetua.
6 .2 .4 .3 . Formación permanente.

CAPÍTULO SÉPTIMO.
SEPARACIÓN DE LA COMUNIDAD. 65

7 .1. READMISIÓN. 66
7 .2. DEL TRÁNSITO A UN INSTITUTO. 66

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 5


CAPÍTULO OCTAVO.
GOBIERNO DE NUESTRA COMUNIDAD. 68

8 .1. EL SERVICIO DE LA AUTORIDAD 68


8 .2. EL CAPÍTULO GENERAL 70
8.2.1. Estructura y finalidad.
8 .2 .1 .1 . Convocatoria, composición y funciones.
8 .2 .2 . Las Elecciones Capitulares.
8 .2 .2 .1 . Elección de la Madre Superiora General.
8 .2 .2 .2 . Elección de los miembros del Consejo
General
8 .2 .2 .3. Otras atribuciones del Capítulo General.

8 .3. EL GOBIERNO GENERAL. 74


8 .3 .1 . Nivel General.
8 .3 .2 . La Madre Superiora General
8.3.3. Oficio de la Vicaria General
8 .3 .4 . El Consejo General
8 .3 .5 . Ecónoma y Secretaria Generales.
8.3.5.1. Oficio de la Ecónoma General.
8.3.5.2. Oficio de la Secretaria General.
8 .4. EL GOBIERNO LOCAL. 81
8 .4 .1 . La Madre Superiora Local.
8.4.2. Oficio de la Vicaria Local.
8.4.3. Oficio de las Consejeras Locales.
8.4.4. Oficio de la Ecónoma Local.
8.4.5. Oficio de la Secretaria Local.
8 .4 .6 . Capítulo Local .

CAPÍTULO NOVENO
ADMINISTRACION DE LOS BIENES TEMPORALES. 89

CAPÍTULO DÉCIMO.
LA FIDELIDAD A NUESTRA VOCACIÓN. 91

6 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


PRESENTACIÓN DE
NUESTRAS CONSTITUCIONES
Vivir la Palabra de Dios y todo lo que está escrito en
nuestras Constituciones es permanecer en el amor, es
responder dignamente a los compromisos asumidos en
nuestro bautismo . Debemos conocerlas, amarlas y vivirlas
para que todas nuestras acciones sean iluminadas por la
gracia y así nuestro Padre celestial nos vea a nosotras como
hijas que quieren identificarse cada vez más con su Hijo
muy amado.
Debemos ser obedientes a todo lo que esté contenido en las
Constituciones como Cristo fue obediente hasta la muerte
de cruz a la voluntad del Padre, así caminaremos con la
seguridad de agradarlo a Él todos los días de nuestra vida.
Las Constituciones son la lámpara que ilumina nuestros
pasos en el camino de la fe, ellas nos enseñan a vivir como
hijas de Dios según el carisma de nuestra Comunidad.
En el desarrollo de cada capítulo de las Constituciones, se
encuentran citas bíblicas y citas del Magisterio de la Iglesia
Católica que pudieran omitirse, ya que implícitamente son
el fundamento de lo que está escrito . Sin embargo hemos
querido dejarlas para que al estudiarlas nos hagamos más
conscientes de la verdad, y de esta manera podamos vivir
con mayor certeza que la Palabra de Dios es la roca firme
sobre la que estamos cimentadas y nos esforcemos por ser
más fieles al cumplimiento de sus mandatos.
• “...Dichosos más bien los que oyen la palabra de Dios
y la guardan” (Lc 11, 28) .
• “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos”
(Jn 14, 15).

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 7


Las Constituciones nos enseñan cómo debemos vivir en
nuestro corazón la Voluntad de Dios y cómo trabajar para
la venida de su Reino, así como lo deseó Jesús y lo expresó
en la oración que les enseñó a sus discípulos para dirigirse
al Padre:
•“Venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el
cielo” (Mt 6, 10) .
• “Solo un corazón puro puede decir con seguridad:
“¡Venga a nosotros tu Reino!”. Es necesario haber
estado en la escuela de Pablo para decir: “Que el
pecado no reine ya en nuestro cuerpo mortal...”
(Rm 6, 12). El que se conserva puro en sus acciones, sus
pensamientos y sus palabras, puede decir a Dios: “¡Venga
tu Reino!” (San Cirilo de Jerusalén, catech. myst 5, 13)
(Catecismo de la Iglesia Católica 2819).
• “Adheridos a Cristo, podemos llegar a ser un solo
espíritu con Él, y así cumplir su voluntad: de esta forma
ésta se hará tanto en la tierra como en el cielo” (Orígenes,
or. 26,)...” (Catecismo de la Iglesia Católica 2825).
Seamos siempre dóciles a la voluntad de Dios que se
manifiesta por medio de su Santa Palabra y de nuestras
Constituciones, y como la Santísima Virgen María digamos
a cada uno de sus mandatos: “He aquí la esclava del Señor;
hágase en mí según tu Palabra”... (Lc 1,38)

8 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


CAPÍTULO PRIMERO
IDENTIDAD DE LA COMUNIDAD
Nuestra naturaleza
1. Somos una Asociación Pública de Fieles de derecho
diocesano, con vistas a ser Instituto religioso. Nos
identificamos por ser de vida contemplativa y guardar la
clausura de tipo constitucional.
El centro y la vida de nuestra naturaleza contemplativa
es la adoración perpetua a Jesús Sacramentado; nuestra
naturaleza consiste en esforzarnos por estar en una continua
unión con Dios en cada acontecimiento y en cada hombre
que viene a nuestro encuentro.
“...El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto;
porque separados de mí no podéis hacer nada” (Jn 15,5) .
Consiste además en entregarnos con todas nuestras fuerzas
a la conversión y salvación de las almas viviendo coherente
y radicalmente las máximas del Evangelio, imitando a
Jesucristo en todos los momentos de su vida en la medida
en que nos lo permitan la gracia de Dios y la cooperación
de nuestras fuerzas y dando todo de sí para lograr que el
conocimiento de la intercesión de la santísima Virgen
María llegue a todos los confines de la tierra. Para ello
comprometemos toda nuestra existencia a trabajar por
extender nuestra espiritualidad a todos los hombres desde
nuestra vida contemplativa.

Nuestra finalidad
2. Nuestra finalidad es vivir y hacer que las personas vivan
con Jesús, por Él y en Él para la mayor gloria de Dios .

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 9


Nuestro carisma
3. Vivir a imitación de la Sagrada Familia conforme lo
enseña el Evangelio para preparar la venida del Reino
de Dios por medio de la propagación de la consagración
a Jesús por María; para ello, trabajamos intensamente
desde nuestra vida contemplativa principalmente siendo
fieles a la adoración perpetua al santísimo sacramento,
y evangelizamos a las almas viviendo un testimonio
de fidelidad integra a la palabra de Dios, enseñándoles
a vivirlo desde el estado de vida que cada quien haya
asumido para sí. Somos adoradoras perpetuas de la sagrada
Hostia. Por medio de la contemplación del divino misterio
de la Eucaristía, dedicamos a Dios nuestra vida para que
todas las almas puedan conocer a Jesús y a su Madre
Santísima, para reparar sus sacratísimos corazones por
las ofensas que reciben de la humanidad. Las Hijas de la
Sagrada Familia, llevan la soledad de todos los sagrarios
que se encuentran abandonados en el silencio y en el
recogimiento que diariamente viven y ofrecen todo su obrar
para hacerle compañía en cada sitio donde se encuentre
Jesús Sacramentado. De manera especial cada día hacen
memoria de la pasión del Señor en la que encuentran el
sentido del Sacrificio del altar, que se prolonga en la
exposición al Santísimo Sacramento en donde hallan a su
esposo crucificado perpetuamente para la salvación de la
humanidad.

Queriendo que Cristo sea más amado y adorado por todos


los hombres, tenemos dentro de nuestro carisma la misión
de “hacer conocer, hacer amar y hacer vivir a las almas”
una profunda y verdadera vida interior con la Santísima
Virgen María y difundir su devoción perfecta mediante la

10 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


enseñanza del método de la consagración que enseña San
Luis María Grignion de Montfort. El Santo expresa que la
finalidad de este método consiste en llevar a las almas a que
vivan más perfectamente por Jesucristo, con Jesucristo, para
Jesucristo y en Jesucristo. No escatimamos ningún medio
que sirva para lograr esta misión de nuestro carisma siempre
que se encuentre dentro de lo que fielmente debemos vivir
como religiosas de clausura. Nuestro carisma abarca un
carácter misionero que tiene como ideal llevar a Cristo desde
nuestro testimonio de vida a todos los confines de la tierra,
especialmente a los lugares donde la Iglesia más necesite
de nuestra presencia. El fuego que Cristo vino a encender
en la tierra arde en nuestros corazones para que todo el orbe
conozca nuestra religión católica y de esta forma nuestro
Señor pueda ser más conocido y amado por todos. Es por
esto que nos disponemos como apóstoles misioneros a vivir
en monasterios de tierras lejanas en los que podamos desde
nuestra vida contemplativa anunciar la paz y la caridad
a los más necesitados. De esta forma podremos además
extender el triunfo del corazón Inmaculado de María siendo
que podemos darla a conocer a aquellos que probablemente
aún no lo conocen.

Merece especial atención el testimonio que han de dar los


Institutos de vida contemplativa en las tierras de misión pues
“la vida contemplativa pertenece a la plenitud de presencia
de la Iglesia… (y) por ello es necesario establecerla en todas
las Iglesias nuevas”1, dando “preclaro testimonio entre los
no cristianos de la Majestad y de la caridad de Dios, así
como de unión en Cristo2”.
1 Cfr. Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia Ad Gentes Divinitus,
1965, p. 18.
2 Cfr. Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia Ad Gentes Divinitus,
1965, p. 40.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 11


Nuestra espiritualidad
4. Consiste en vivir la consagración total a María según
lo enseña San Luis María Grignion, para amar más
perfectamente a Jesucristo y Vivir de una manera más plena
la unión con El, por El, para El y en El.

El culmen de nuestra perfección consiste en hacernos
conformes a Jesucristro, unidos y consagrados a él. Por
consiguiente, la mejor devoción es sin duda la que de un
modo más perfecto nos hace conformes a Jesucristo y nos
une y consagra a él. Si tenemos en cuenta que María es,
entre todas las creaturas, la más plenamente conforme su
Hijo, ésta claro que, entre todas las devociones, la que
mejor consagra y hace conforme el alma a nuestro Señor
es la devocion a la Santísima Virgen, su Madre; y cuanto
más una alma esté consagrada a María, tanto más lo estará
a Jesucristo.
“Por tanto, la consagración perfecta a Jesucristo no es
otra cosa que total y plena consagración de sí mismo a la
Santísima Virgen; ésta es la devoción que yo enseño.
“Esta forma de devoción puede llamarse con toda razón
la perfecta renovación de los votos o promesas del santo
bautismo, ya que en ella el creyente se entrega todo él a
la Santísima Virgen, de manera que, por medio de María,
pertecene totalmente a Cristo.
“De ello resulta que uno se consagra simultaneamente a la
Santísima Virgen, y a Jesucristo; a la Santísima Virgen, ya
que ella es el camino más adecuado que el mismo Jesús
escogió para empezar su unión con nosotros y la nuestra

12 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


con él; a Jesús, el Señor, ya que él es nuestro fin último, a
quien debemos todo lo que somos, puesto que es nuestro
Redentor y nuestro Dios.”3
Por esta consagración se hace patente el dominio y la
providencia maternal que tiene María sobre todas las
cosas, pero especialmente sobre las almas fieles, según
lo cual expresa San Buenaventura: “Esclava de María
Reina es cualquier alma fiel, incluso la Iglesia universal”4.
Y afirma Juan Pablo II: “… la entrega a María tal como
la presenta San Luis María Grignion de Montfort es el
mejor medio de participar con provecho y eficacia de esta
realidad para extraer de ella y compartir con los demás
unas riquezas inefables… Veo en ello (la consagración a
María) una especie de paradoja de las que tanto abundan en
los Evangelios, en las que las palabras «santa esclavitud»
pueden significar que nosotros no sabríamos explotar más
a fondo nuestra libertad… Porque la libertad se mide con la
medida del amor de que somos capaces”5.
La consagración, nos invita a querer vivir la vida interior
de la Santísima Virgen María, meditando en el corazón la
Palabra de Dios (Lc 2, 19) para hacer su Voluntad en la
tierra como ésta se hace en el cielo.
Nos esforzarnos por ser dóciles al mandato de su Corazón
Inmaculado: “... Haced lo que él os diga” (Jn 2, 5).

3. MONTFORT, San Luis María Grignon de. Oeuvres completes, Seuil, París
1966, apud Liturgía de las Horas, Tomo II, Editorial Desclée De Brouwer,
S.A. 2013, p. 2121-2122.
4. SAN BUENAVENTURA, Speculum Beatae Mariae Virginis, lect. III, nº 5.
5. Citado por ANDRÉ FROSSARD en No tengáis miedo, Ed. Plaza y Janes,
Barcelona 1982, p. 131-132.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 13


Por medio de nuestra espiritualidad le manifestamos a Dios
y le enseñamos a los hombres que estamos correspondiente
al último querer manifiesto de su Hijo Jesús antes de morir
cuando nos entregó a su Madre: “hijo, ahí tienes a tu
Madre”(Jn19,26).
Vivir la consagración a María, es llevarla a nuestra Madre
a casa (a la vida interior de nuestra alma), (Jn 19, 27) como
lo hizo el apóstol San Juan, es permanecer en unión con
ella como nos dio ejemplo el mismo Jesus (Lc 2, 52), es
conservar una vida de humildad en la que todo lo confiamos
a la medianera de todas las gracias para que se cumpla en
nosotros la voluntad del Padre.
Nuestra misión.
5. Enseñar a las personas a que vivan con santidad el estado
de vida que han escogido a ejemplo de Jesús, la Virgen
María y San José mediante nuestro testimonio, el anuncio
del Evangelio y la propagación de la consagración total a
Jesús por María.

Nuestros patrones.
6. Nuestros patrones son: la Santísima Virgen María bajo
la advocación de nuestra Señora de Guadalupe, San José
su castísimo esposo. San Miguel Arcángel, San Luis María
Grignion de Montfort, San Juan Pablo II.

Nuestra familia religiosa.


7. Somos una familia con “Lazos de Amor Mariano”,
movimiento de fieles del cual nacimos y con el que
compartimos la misma espiritualidad. Mantenemos los
vínculos de una unión espiritual en la que le podemos servir
por medio del testimonio de nuestra vida y el servicio de
nuestro apostolado monástico.

14 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


Nuestra vocación en la Iglesia (sentido eclesial)
8. Nuestra Comunidad mantiene un profundo sentido eclesial,
somos fieles a su Magisterio, estamos unidas al Sumo
Pontífice, somos obedientes a la voz de nuestros obispos que
son los vicarios de Cristo en la tierra. Conservamos siempre un
corazón dócil y obediente a las disposiciones de la Santa Iglesia
Católica para permanecer en verdadera comunión con ella.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 15


CAPÍTULOSEGUNDO
NUESTRA VOCACIÓN Y CONSAGRACIÓN

2.1. Consagración Religiosa.


9. Somos una Comunidad de vida consagrada, en la que
profesamos mediante voto público, los consejos evangélicos
de castidad, pobreza y obediencia. Además profesamos
un cuarto voto llamado, el voto de esclavitud mariana
(Cfr. CIC, Can. 573§ 2).
“La vida consagrada por la profesión de los consejos
evangélicos es una forma estable de vivir en la cual los
fieles, siguiendo más de cerca a Cristo bajo la acción
del Espíritu Santo, se dedican totalmente a Dios como a
su amor supremo, para que, entregados por un nuevo y
peculiar título a su gloria, a la edificación de la Iglesia
y a la salvación del mundo, consigan la perfección de la
caridad en el servicio del Reino de Dios y, convertidos
en signo preclaro en la Iglesia, prenuncien la Gloria
Celestial” (CIC, Can. 573, §1).

10. Queremos vivir nuestra consagración siendo


irreprochables en el amor como el Padre celestial lo quiere.
Esto nos conduce a vivir conforme a Jesús en la práctica
de los consejos evangélicos y de las bienaventuranzas. Por
medio de la profesión religiosa consagra mos nuestro ser al
fin para el cual hemos sido creadas: conocer, amar y servir
a Dios . Por medio de ella, nos donamos permanentemente
a nuestro Creador y a todos sus hijos en el amor, como el
desposorio místico de Cristo con su esposa la Iglesia.
“Por cuanto nos ha elegido en él antes de la
fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en
su presencia, en el amor” (Ef. 1, 4).

16 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


“La vida religiosa, como consagración total de la
persona, manifiesta el desposorio admirable establecido
por Dios en la Iglesia, signo de la vida futura. De
este modo la religiosa consuma la plena donación de
sí misma como sacrificio ofrecido a Dios, por el que
toda su existencia se hace culto continuo a Dios en la
caridad” (CIC Can. 607, § 1).

11. Nuestros votos consisten esencialmente en la renuncia


exterior y sobre todo en el desprendimiento interior de
nosotras mismas, con el fin de seguir e imitar del mejor
modo posible a Jesús; somos conscientes que para amarlo
verdaderamente por medio de nuestros votos debemos
practicar la virtud en cada uno de ellos de manera libre y
voluntaria porque deseamos alcanzar la perfección de la
caridad.

12. Hace parte de nuestra vida consagrada dedicarnos


con todas nuestras fuerzas, en hacer de nuestra mente, de
nuestro corazón y de todo nuestro ser una morada en donde
habite el perfecto amor a Dios y al prójimo.

13. Nuestra Comunidad nos prepara para profesar los votos,


teniendo como modelo a la Sagrada Familia de Nazaret,
y luego nos acepta como miembros de la Comunidad
permitiéndonos establecer los vínculos sagrados de nuestra
profesión religiosa. En nuestra vida consagrada, nos
dedicamos a conocer la santidad con la que Jesús, la Virgen
María y San José sirvieron al Padre para imitarla, enseñarla
en nuestro diario vivir y configurarnos con ellos al pleno
cumplimiento de la Voluntad de Dios.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 17


2 .2 . FORMULA DE LA PROFESIÓN

“Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi


espíritu en Dios mi salvador”.

Por manos de María Santísima y de San José, me consagro


a Dios Uno y Trino para trabajar en todo tiempo para su
mayor gloria y el bien de las almas.

Yo___________________________________ con plena


libertad y siendo consciente de la realeza de mi bautismo,
delante de Dios nuestro Señor y de la Iglesia Universal y
en sus manos Madre María Jesús Morales Rúa, profeso
temporalmente por un año el voto de castidad, pobreza,
obediencia y esclavitud Mariana, queriendo por medio
de ello seguir e imitar en todo a Jesucristo para ser
testimonio vivo de su presencia en la tierra. Entregaré
todo mi ser para vivir en la verdad del Evangelio, de la
Sagrada Tradición y del Santo Magisterio de nuestra
Iglesia católica.

Padre Celestial, me ofrezco a ti como lo hizo tu Hijo muy


amado para que Él continúe en mí su humanidad y se
complete en mi lo que le hizo falta sufrir en su pasión,
así estaré crucificada en el calvario y estaré en perpetua
inmolación como lo está de manera real y verdadera en
la Sagrada Hostia, que adorare día y noche desde mi
vocación contemplativa. De esta forma mi vida será un
reflejo de su amor y entrega por la conversión y la salvación
de las almas y a su vez un acto de correspondencia y
desagravio a Él. Desde la clausura, dedicare todas las
fuerzas de mi corazón a trabajar incansablemente por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
corazón de María, haciendo cuanto más pueda para
que sean conocidos y amados en todos los confines de

18 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


la tierra. Para ello, viviré y difundiré la Consagración
total a la Sma. Virgen según lo enseña San Luis María
Grignon. Trataré de imitar a tu Hijo, que se encarnó por
amor nuestro, dándonos ejemplo de hacernos esclavos de
su Madre para la salvación de la humanidad, así mismo
quiero entregarme enteramente a la santa esclavitud de
amor a María para que viviendo ella en mí pueda dar
a todas las almas al verbo Encarnado y crucificado por
amor nuestro. Yo prometo militar en el ejército de la
Virgen María, según el espíritu y carisma de las Hijas de
la Sagrada Familia, cumplir con nuestras Constituciones
y defender las verdades y tesoros de nuestra Santa Madre
Iglesia estando dispuesta a sufrir todo tipo de tribulación
y persecución con tal de ser fiel a Jesucristo en todo lo que
Él le ha confiado a su esposa (la Iglesia). Reconozco que
no soy digna de recibir el júbilo gozoso del martirio, más
si esto me pidieses Señor, toma mi vida desde ahora por
entero, yo ya no me pertenezco, soy toda tuya y dispuesta
estoy a morir de amor por ti y por las almas.

Santísima Madre, procurare amarte cada día más y mejor


llevándote interiormente de la manera más consciente
posible para que tu espíritu habite en mí y así pueda
darte a los demás. Por ti quiero vivir, trabajar, sufrir y
morir continuamente hasta el día en que sea llamada
al banquete de bodas del Cordero para que la gloria de
tu Hijo Jesucristo resplandezca en todas mis acciones.
Tú que eres la esposa del Espíritu Santo, alcánzame la
gracia de permanecer en el amor como tú lo hiciste, para
vivir en la unidad de la familia divina y ser instrumento
de santificación para la Iglesia. Amén.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 19


2.3. VOTO DE CASTIDAD

“El consejo evangélico de la castidad asumido por el Reino


de los cielos, en cuanto signo del mundo futuro y fuente de
una fecundidad más abundante en un corazón no dividido,
lleva consigo la obligación de observar perfecta contienda
en el celibato” (Cfr. CIC, Can. 599).

14. Somos esposas de Jesucristo, le pertenecemos


enteramente a Él, conservamos virgen todo nuestro corazón
para que en el reine sólo el amor de Dios y en orden a Él,
el amor al prójimo . Es decir, que no tenemos apegos,
ni afectos desordenados por personas u objetos, ya que
estos nos impiden darnos libremente a Dios y a nuestros
hermanos . Nos obligamos con voto a observar continencia
perfecta en el celibato.

15. Negamos el uso mundano de los medios de


comunicación que están contaminados por informaciones
visuales y auditivas innecesarias y además nocivas para
el espíritu (Cfr. CIC, Can. 666). Los usamos sólo para
fortalecer nuestra formación religiosa, actualizarnos sobre
las necesidades reales del mundo y de la Iglesia.

16. Comprendemos que para conservarnos castas es


necesario desahogar nuestra necesidad de amar a los demás y
lo hacemos ofreciendo nuestra vida por medio del sacrificio,
por eso nos negamos a nosotras mismas, cargamos con
nuestra cruz y seguimos a Jesús . Nos aplicamos de manera
prudente a la práctica de la mortificación interior y exterior
para dominar las pasiones de nuestra débil naturaleza y así
poder darnos con un amor más puro y libre a los demás.
“...Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
tome su cruz y sígame” (Mt 16, 24).

20 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


• “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo;
pero si muere da mucho fruto” (Jn 12, 24).
• “Pero quien pierda su vida por mí, la encontrará” (Mt 16, 25).

17. Hace parte de la vivencia del voto esforzarnos por


practicar la virtud de la castidad y la bienaventuranza:
“bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos
verán a Dios” (Mt 5,8).

18. Contemplamos a María y seguimos su ejemplo de


permanecer con un corazón indiviso para Dios, con el fin
de ser fecundas en el amor que debemos dar sin medida a
todos nuestros hermanos. Imitamos a San José que conservo
casto su corazón y su cuerpo como testimonio de su amor a
Dios, por ser el padre adoptivo del Verbo Inmaculado: Jesús.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 21


2 .4 . VOTO DE POBREZA

“El consejo evangélico de pobreza, a imitación de Cristo,


que, siendo rico, se hizo indigente por nosotros, además
de una vida pobre de hecho y de espíritu, esforzadamente
sobria y desprendida de las riquezas terrenas, lleva consigo
la depen-dencia y limitación en el uso y disposición de los
bienes” (Cfr. CIC, Can. 600).

19. Jesús es nuestro modelo para vivir la pobreza evangélica,


pues Él nació pobre, vivió pobre y murió pobre. Él es
nuestra verdadera riqueza.

20. Para la vivencia del voto de pobreza, acogemos la invitación


de Jesús al joven rico: “...Una cosa te falta: anda, cuanto tienes
véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo;
luego, ven y sígueme” (Mc 10, 21).
El voto de pobreza nos lleva a donarnos interior y
exteriormente con toda generosidad de espíritu a Dios y
al prójimo; es decir, que en nuestro diario vivir acogemos
las ocasiones en las que podemos renunciar a nuestros
egoísmos, intereses personales y juicios para servir más
perfectamente a nuestros hermanos.
“Pues conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo,
el cual, siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de
enriqueceros con su pobreza” (2 Co 8,9).

21. Más que la práctica de la pobreza material buscamos


despojarnos de todo aquello que tenemos en nuestro
corazón y que nos impide tener una pobreza de espíritu.
“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es
el Reino de los Cielos (Mt 5,3)”.

22 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


22. Seguimos el ejemplo de la Sagrada Familia, todo lo
poseemos en común, en nada somos singulares, vivimos
con alegría las incomodidades generadas por carencia de
cosas materiales aceptándolas como una ofrenda agradable
a Dios. Bajo causa de necesidad verdadera, la Madre
Superiora Local y la Madre Superiora General permiten
excepciones en este aspecto.

23. Nuestras Casas son sencillas, austeras, desprovistas de


todo lo innecesario, del lujo y de la suntuosidad. Sólo en lo
que hace parte de la sagrada liturgia no escatimamos el valor
económico que se deba invertir, si tenemos los medios, con
el fin de obtener lo mejor para el Señor.

24. Los dones que de Dios hemos recibido los ponemos a


disposición de la Comunidad, sin ambicionar ningún cargo,
desempeñando con amor el servicio que nos sea asignado
para la mayor gloria de Dios.

25. Para enriquecer la vivencia de este voto, además de la


práctica de la pobreza material, buscamos vivir la pobreza
de espíritu; estudiamos el ejercicio de la virtud, a ejemplo
de Jesús, la Virgen María y San José, en todos los momentos
de su vida, disponiéndonos libremente a renunciar a todo lo
que amamos cuando Dios nos lo pide para aceptar lo que Él
provea en nuestra vida.

26. El dinero y los regalos que recibimos los entregamos


a la Madre Superiora y sólo disponemos de las cosas
temporales con su permiso, ya que hemos renunciado
al derecho de propiedad. Lo que prestamos, vendemos
y regalamos también lo hacemos bajo su autorización
(Cfr. CIC, Can. 668 § 2).

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 23


27. Todo lo que ganamos con nuestro propio trabajo o por
razón de la Comunidad lo adquirimos para la Comunidad.
Lo que recibimos en cualquier modo o concepto de pensión,
subvención o seguro, lo adquirimos para la Comunidad
(Cfr. CIC, Can.668 §3).

28. Tenemos sentido de pertenencia con la Comunidad,


tratamos de conservar los bienes temporales que tenemos
y evitamos hacer mal uso de los mismos . No perdemos el
tiempo, lo empleamos del mejor modo, valorándolo como
un don de Dios para servirle a Él y al prójimo.

29. Usamos nuestro hábito como signo de consagración y


de pertenencia a la Comunidad, lo portamos con modestia
y respeto.

30. Antes de la primera profesión, las novicias hacen cesión


de la administración de sus bienes a quienes desean. En
obediencia a la Madre Superiora General, la novicia puede
disponer del uso y usufructo de los bienes que ha cedido en
administración (Cfr. CIC, Can. 668 §1).

31. Con licencia de la Madre Superiora General y de común


acuerdo con ella, antes de la profesión perpetua, la ju-niora
hace una renuncia total a los bienes que posee, por medio de
un testamento válido según el derecho civil. Esta renuncia
tendrá efecto a partir de la profesión perpetua, y todo lo que
pueda recibir después de haber renunciado pasará a ser de
la Comunidad (Cfr. CIC, Can. 668 §1, 2,4).

32. Si una hermana decide retirarse o es dimitida de la


Comunidad, no podrá exigir un pago económico por su
tiempo de trabajo o servicio a la Comunidad en cualquier oficio

24 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


o cargo desempeñado, dado que su incorporación anterior a
ella fue voluntariamente asumida como pertenencia a la misma
sin remuneración personal alguna (Cfr. CIC, Can. 702 § 1).
Sin embargo, la Comunidad deberá proporcionarle una ayuda
conveniente para atender a sus necesidades durante un tiempo
determinado (Cfr. CIC, Can. 702 § 2).

33. Como Comunidad poseemos la capacidad jurídica para


adquirir, poseer, administrar y enajenar bienes temporales
según lo considere la Madre Superiora General, teniendo
en cuenta la legislación civil.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 25


2 .5. VOTO DE OBEDIENCIA.

“El consejo evangélico de obediencia, abrazado con


espíritu de fe y de amor en el seguimiento de Cristo,
obediente hasta la muerte, obliga a someter la propia
voluntad a la Superiora legítima, que hace las veces de
Dios cuando manda algo según las Constituciones propias”
(CIC, Can. 601).

34. Con el voto de obediencia imitamos a Jesucristo que fue


obediente hasta la muerte y una muerte de cruz (Flp 2, 8)
por cumplir siempre la voluntad de su Padre. Todo lo que
sufrimos cuando nos esforzamos por ser obedientes en
contra de nuestra naturaleza rebelde, nos hace semejantes
a Jesús que aprendió sufriendo a obedecer (Cfr. Hb 5, 8).

35. Somos conscientes de que al obedecer a nuestras


Madres Superioras, es al mismo Dios a quien obedecemos,
ya que estas nos orientan conforme al espíritu de nuestras
Constituciones. Y es así como Jesús nos lo enseño:
“Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a
vosotros os rechaza, a mí me rechaza...” (Lc 10,16).

36. Obedecemos de manera inmediata, diligente, abnegada


y alegre, porque “... Dios ama al que da con alegría”
(2 Cor 9,7). Ante una orden dada o una norma que debemos
cumplir no murmuramos, tampoco nos detenemos a juzgar
negativamente, a comparar o a examinar lo que se nos pide.
Obedecemos por amor a Dios.

37. Por medio de este voto vivimos en una donación libre


de todo nuestro ser; como en la Sagrada Familia, decimos
“si” a cada misión o mandato que recibimos, para ello

26 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


utilizamos como lema al responder a la orden que se nos
ha dado las palabras: “Heme aquí que vengo para hacer tu
voluntad” (Hb 10, 9).

38. Enriquecemos la vivencia de este voto por medio del


conocimiento y la práctica de la virtud de la obediencia.

39. El voto obliga de forma grave cuando media un


precepto formal expresado “en virtud de obediencia” por
una Superiora legítima. No obstante, sólo se recurrirá a este
precepto en casos excepcionales y por motivos graves.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 27


2 .6 . VOTO DE ESCLAVITUD MARIANA.

40. El voto de esclavitud mariana, es el que nos identifica


con el espíritu propio de nuestra Comunidad.
San Luis Maria Grignion en el Tratado de la verdadera
Devocion (# 70) explica que la esclavitud mariana, es
una esclavitud amorosa del corazón para con su Madre,
es una esclavitud libre y de la voluntad, considerada
como la más perfecta y gloriosa para Dios, en la que
le confiamos enteramente a la Virgen nuestra vida a fin
de que ella nos enseñe y nos haga cumplir fielmente las
promesas de nuestro bautismo.
Podemos, pues conforme al parecer de los santos
(san Anselmo, San Bernardo, San Bernardino, San
Buenaventura) y de muchos varones insignes llamarnos
y hacernos esclavos de amor de la Santísima Virgen, a
fin de serlo más perfectamente de Jesucristo. La Virgen
Santísima es el medio del cual debemos servirnos para
ir a El. Pues María no es como las demás creaturas,
que, si nos apegamos a ellas, pueden separarnos de
Dios en lugar de acercarnos a El. La inclinación más
fuerte de María es la de unirnos a Jesucristo, su Hijo;
y la más viva inclinación del Hijo es que vayamos
a El por medio de su Santísima Madre. Obrar así es
honrarlo y agradarle, como sería honrar y agradar a
un rey el hacerse esclavos de la reina para ser mejores
súbditos y esclavos del soberano. Por esto, los santos
Padres y entre ellos San Buenaventura, dice que la
Santísima Virgen es el camino para llegar al Señor.
(Cfr, Tratado de la Verdadera Devocion #75, 76)

28 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


41. Somos conscientes de la unión en la que debemos
permanecer con Dios, como la Virgen María lo hizo: “Jesús en
nosotras, en comunión con el Padre, para ser perfectamente
una con Él” (Cfr. Jn 17, 21.). Lo único que nos pertenece
como propio es el don de la libre voluntad que Dios nos ha
dado y por eso le correspondemos a su amor, consagrándosela
a la Virgen María como signo de nuestra entrega incondicional
a su Hijo, para vivir siendo una sola en Él.

42. María es nuestra gran esperanza para llegar a imitar


las virtudes de nuestro Señor Jesucristo, ella va delante
de nosotras mostrándonos el camino para que lleguemos a
amar verdaderamente a Dios como ella lo hizo, guardando
su Palabra en el corazón . María es sobre toda creatura
humana, la obra perfecta del Espíritu Santo que quiere que
todos los hombres viéndola a ella y siguiendo su ejemplo
podamos llegar a ser verdaderos discípulos de Cristo.
Mientas la Iglesia ha alcanzado en la Santísima Virgen
la perfección, en virtud de la cual no tiene mancha ni
arruga (cf. Ef 5, 27), los fieles luchan todavía por crecer
en santidad, venciendo enteramente al pecado, y por eso
levantan sus ojos a María, que resplandece como modelo
de virtudes para toda la comunidad de los elegidos. La
Virgen fue en su vida ejem-plo de aquel amor maternal
con que es necesario que estén animados todos aquellos
que, en la misión apostólica de la Iglesia, cooperan a la
regeneración de los hombres (Lumen Gentium 65).

43. Nosotras reconocemos que ella es el camino más


fácil y seguro para llegar a Jesús y siguiendo el ejemplo
humilde de su Hijo, que se sometió amorosamente a su
Madre mientras crecía en sabiduría y gracia, (Lc 2, 52)
optamos libre y voluntariamente por hacernos esclavas de

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 29


su Corazón Inmaculado, confiando que ella siempre nos
llevará a escuchar y obedecer fielmente la Voluntad de Dios.
• “Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia ante
Dios y ante los hombres (Lc 2,52)”.
• “Pero él dijo: Dichosos más bien los que oyen la
palabra de Dios y la guardan (Lc 11,28)”.

44. Imitamos a la Virgen María, que estaba siempre


disponible a aceptar la voluntad de Dios considerándose
esclava de sus designios. Sin importar cuán difícil o
doloroso sea lo que Dios provea para nosotras, decimos a
semejanza de nuestra Santísima Madre: “He aquí la esclava
de los hijos de la esclava del Señor, hágase en mí según
tu palabra” (Cfr. Lc 1, 38). Somos conscientes de que
ofrecemos a María por amor a Dios el sacrificio de nuestra
voluntad, imitando las virtudes de Jesús y así donarnos
por la santificación y salvación de todos los hombres y la
venida de su Reino.
•... “No pedías holocaustos ni víctimas, dije entonces:
“Aquí he venido”. Está escrito en el rollo del libro que
debo hacer tu voluntad. Y eso deseo, Dios mío, tengo tu
ley en mi interior” (Sal 40 (39), 7- 9).

45. Nos esforzarnos con todo nuestro ser por aprender a


tener los sentimientos de Jesús (Flp 2, 5) como los tenía la
Virgen María y realizar todo lo que nos corresponde cada
día de la manera más perfecta posible para reparar con
nuestros actos todo el desamor que Dios recibe de parte
de la humanidad. Para esto meditamos diariamente las
actitudes de Jesús en el Evangelio.

30 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


46. Reconocemos que sin Dios nada podemos hacer
(Jn 15, 5,) y que El nos ha dejado a su Madre para que
permaneciendo junto a ella estemos seguras de hacer
solo lo que El quiera. Este voto hace que nos esforcemos
por estar continuamente en la presencia de la Virgen,
invocándola continuamente, recurriendo a ella en toda
circunstancia, recordando su manera de agradar en todo
a Dios, abandonándonos enteramente a todo lo que Dios
dispone para nosotros, procurando con todo ello al mismo
tiempo la sola mayor gloria de Dios que es el único fin de
la consagración.
• ...El fin último de la creación es que Dios,
“Creador de todos los seres, sea por fin ‘todo
en todas las cosas’ (1 Co 15,28), procurando
al mismo tiempo su gloria y nuestra felicidad”.
(Catecismo de la Iglesia Católica 294).
• “Orar en los acontecimientos de cada día y de cada
instante es uno de los secretos del Reino revelado a los
“pequeños”, a los servidores de Cristo, a los pobres de
las bienaventuranzas. Es justo y bueno orar para que la
venida del Reino de justicia y de paz influya en la marcha
de la historia, pero también es importante impregnar
de oración las humildes situaciones cotidianas”...
(Catecismo de la Iglesia Católica 2660).

47. Porque sabemos que María quiere que la mayor gloria


sea para su Hijo y que por medio suyo Dios recibe todo
lo que le ofrecemos de una manera más perfecta, en todo
momento renunciamos a nosotras mismas para que sea ella
quien obre en nosotras para agradar a Jesús . Es por eso que
en nuestras acciones tratamos de estar en oración con ella
para invocar su auxilio, reflexionando ¿Cómo actuaria mi

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 31


Madre en este momento si estuviera en mi lugar?, y de esta
forma honrar más a Dios en nuestro actuar.

48. Profundizamos en el conocimiento de la vivencia de


este voto por medio del estudio del Tratado de la verdadera
devoción a la Santísima Virgen María por San Luis María
Grignion de Montfort, de los documentos del Magisterio de
la Iglesia Católica y de los Santos que sustentan de una u
otra forma nuestra espiritualidad.

32 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


CAPÍTULO TERCERO
NUESTRA VIDA DE UNIÓN CON CRISTO.

3 .1 . LA ORACIÓN DE LA RELIGIOSA.

49. La contemplación de las cosas divinas y la unión asidua


con Dios en la oración es nuestro primer y principal deber
(Cfr. CIC, Can . 663 § 1). Procuramos mantenernos en
soledad, en silencio y en recogimiento para favorecer el
encuentro personal con el Señor en todo momento.
“...Orar siempre sin desfallecer” (Lc 18, 1).

50. Nos esforzamos por imitar a Jesús, la Virgen María y


San José, quienes vivían en silencio y oración para escuchar,
reflexionar y comprender la Voluntad de Dios, y así poder
responder fielmente a ella. Este es el espíritu de oración
de nuestra vida religiosa, por eso procuramos vivir como
ellos durante todo el día, aun en medio de los trabajos y
acontecimientos que la conforman.

51. Durante el día hacemos consciente el recuerdo de


la pasión de nuestro Señor Jesucristo para agradecer y
corresponder con nuestros actos al infinito amor que nos
manifiesta en este misterio.

52. Fortalecemos el encuentro personal con Dios por medio


de la reflexión de lecturas espirituales que nos permiten
conocer y amar más al Señor . Es por eso que alimentamos
nuestro entendimiento mediante este ejercicio que favorece
nuestra vida de oración.

53. Realizamos las oraciones en la capilla de manera


comunitaria, es decir unidas a un mismo horario.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 33


3 .2 . LA ORACIÓN LITÚRGICA.

Liturgia de las horas.

54. Diariamente se canta comunitariamente todo el Oficio


Divino: laudes, tercia, sexta, nona, vísperas, completas
y oficio de lectura. Lo hacemos con el mayor respeto y
adoración posible.

Sacramento de la Eucaristía

55. Todos los días celebramos el encuentro más sublime


con Dios en la Santa Eucaristía, lo tratamos de vivir con la
mayor atención, reverencia, conciencia y amor debido.

56. Alimentamos la conciencia de la sublimidad del misterio


que celebramos, profundizando en el conocimiento del
mismo y tratando de perfeccionar su vivencia cada día, pues
sabemos que el fruto de la Eucaristía es transformarnos en
Cristo . Para ello, previamente a la celebración tenemos
un espacio de oración en silencio y recogimiento que nos
dispone a vivir de la mejor manera posible la Santa Misa
y al terminarla nos quedamos en adoración personal con
Jesús Sacramentado.

57. Nos dedicamos a celebrar la Santa Misa con la mayor


fidelidad posible a todo lo que pide la norma litúrgica;
buscamos tener la debida ornamentación, tratando de tener
lo más solemne, bello y digno posible en los símbolos
y signos que recuerdan las realidades celestiales en la
Eucaristía.
Examen de conciencia y sacramento de la penitencia y de
la reconciliación.

34 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


58. Insistimos en la conversión de nuestra alma, durante
el día examinamos nuestra conciencia teniendo presente
el recuerdo de la pasión de Cristo para disponernos a una
verdadera contrición, enmienda y reparación de nuestros
pecados.

59. Nos acercamos con frecuencia al sacramento de la


penitencia y de la reconciliación (Cfr. CIC, Can. 664). Al
reconocer nuestras faltas aceptamos nuestra debilidad y nos
abandonamos con confianza a la misericordia del Señor,
creyendo en su perdón perfecto.

60. La Madre Superiora nos permite acudir con plena libertad


en lo que se refiere al Sacramento de la Reconciliación o a
la dirección espiritual, y además cuida de que dispongamos
de sacerdotes idóneos con los que podemos confesarnos
frecuentemente.
“La confesión frecuente aumenta el recto conocimiento
de uno mismo, crece la humildad cristiana, se
desarraiga la maldad de las costumbres, se pone un
dique a la pereza y a la negligencia espiritual, y se
aumenta la gracia por la misma fuerza del sacramento”
(Cfr. Enc. Mystici Corporis).

3 .3 LAS PRÁCTICAS PROPIAS DE PIEDAD.

3.3 .1 . La lectio divina

61. Para nosotras el encuentro con el Señor por medio de


su Palabra es un alimento indispensable para crecer en su
amor, puesto que es por medio de ella que lo conocemos
y aprendemos a imitarlo y a servirle al prójimo como Él
mismo nos lo enseña con su ejemplo de vida. Dedicamos

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 35


mínimo una hora a la meditación personal de las Sagradas
Escrituras, en especial al Evangelio que corresponde a cada
día, y un domingo al mes compartimos las reflexiones con
toda la Comunidad.

3 .2 .2 La meditación de la pasión del Señor.

62. Todos los días dedicamos aproximadamente una hora


a la contemplación del misterio de la pasión, crucifixión y
muerte de Jesús para alimentar nuestra vida de reparación.
En Jesús crucificado reconocemos todos los excesos de su
amor, las profundidades de su misericordia para devolvernos
a todos la filiación Divina, su sed ardiente por salvarnos, y
así unidas a Él, renovamos nuestra oblación por todos los
miembros de su cuerpo místico.

La Iglesia nunca deja de recordarnos que la justificación


nos fue merecida por la Pasión de Cristo, nos es
concedida mediante el Bautismo, nos conforma con
la justicia de Dios que nos hace justos y tiene como
finalidad la gloria de Dios y de Cristo y el don de la vida
eterna, siendo la obra más excelente de la misericordia
de Dios (Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica 2020).

3 .3 .3 . La adoración perpetua al Santísimo Sacramento.

63. Jesús nos amó hasta el extremo, dejándonos la mejor


prueba de amor que puede darse: quedarse vivo y real
en la hostia consagrada . Nosotras en correspondencia
a su entrega adoramos su presencia perpetuamente en el
Santísimo Sacramento, el cual permanece expuesto de día
y de noche . La Madre Superiora cuida con gran celo que el
apostolado de la adoración perpetua se priorice y conserve
siempre ya que es la vida de nuestra espiritualidad y carisma.

36 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


Cada casa debe tener mínimo el número de hermanas que
se necesita para la adoración nocturna de tal manera que en
cada hora de la noche y del día, el Santísimo Sacramento
este acompañado por una hermana.

64. Ante su presencia guardamos la debida reverencia,


respeto y piedad que merece, recordando que el Señor está
vivo y real en las especies Eucarísticas .

“...habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo,


los amó hasta el extremo (Jn 13,1.)
3 .3 .4 . Los ejercicios espirituales y retiros

65. Valoramos la participación en los ejercicios espirituales


mediante la vivencia asidua de los mismos durante los días
estipulados para ellos . Anualmente vivimos dos ejercicios
espirituales que duran aproximadamente una semana cada
uno, con el fin de fortalecer nuestro carisma y espiritualidad.
Además se programan otros retiros según las necesidades que
se observan en la Comunidad.

“Observaran fielmente los tiempos anuales de retiro


espiritual” (CIC, Can. 663 § 5).

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 37


3.4. LAS PRÁCTICAS DE PIEDAD A LA
SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

3 .4 .1 . El santo rosario

66. El rosario favorece nuestra misión intercesora dentro


de la Iglesia . Lo rezamos todos los días en Comunidad,
por medio de él tributamos un culto especial a la Virgen
Madre de Dios, modelo y amparo de toda vida consagrada
(Cfr. CIC, Can. 663 § 4).

María propone continuamente a los creyentes los ‘misterios’


de su Hijo, con el deseo de que sean contemplados, para que
puedan derramar toda su fuerza salvadora. Cuando recita el
Rosario, la comunidad cristiana está en sintonía con el recuerdo
y con la mirada de María (Rosarium Virginis Mariae 11).

3 .4 .2 . El ángelus

67. Es una oración mariana y cristológica centrada en la


meditación del misterio de la encarnación. Las religiosas
rezamos esta oración a las 6:00 de la mañana, a las 12:00 del
mediodía y a las 6:00 de la tarde . En el tiempo pascual se reza
el “Regina Coeli”.

38 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


CAPÍTULO CUARTO
LA CLAUSURA Y NUESTRA VIDA APOSTÓLICA

68. Somos religiosas de vida contemplativa, nuestra


clausura es de tipo constitucional. En cuanto al modo
concreto de separación del mundo, de manera que sea
“material y efectiva”, nuestros monasterios la realizarán
por medio de rejas.

“…Los Institutos de vida contemplativa tienen una


importancia particular en la conversión de las almas por
sus oraciones, obras de penitencia y tribulaciones, porque
es Dios quien, por medio de la oración, envía obreros a la
mies (Cfr. Mt 9, 38), y abre las almas de los no cristianos
para escuchar el Evangelio (Cfr. Hch 16, 14), y fecunda las
palabras de salvación en sus corazones (Cfr. 1 Cor 3, 7)”6.

Las contemplativas deberemos recordar siempre que


“nuestro apostolado primordial y fundamental consiste
en la misma vida contemplativa, porque tal es, según los
designios de Dios, nuestro modo típico de ser Iglesia, de
vivir en la Iglesia, de realizar la comunión con la Iglesia,
de cumplir con la misión dentro de la Iglesia”7. Para una
contemplativa acordarse de alguna persona, y sobre todo
amarla, significa rezar8.

6. Cfr. Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia Ad Gentes Divinitus,


1965, p. 40.
7. Cfr. Sagrada Congregación para los Institutos de vida consagrada y las
Sociedades de vida apostólica, Conclusiones de la Plenaria de marzo de 1980
(Dimensión Contemplativa de la Vida Religiosa), p. 26.
8. Cfr. SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS, Epistolario, carta 131.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 39


69. Nuestra vida de clausura y apostolado toman su ejemplo
de Jesús, la Virgen María y san José, quienes vivían
una unión perfecta de amor con Dios y con el prójimo.
Meditaban siempre en la Voluntad de Dios para estar
dispuestos a obedecerla, en todo tiempo y servir a todos los
hombres que estaban a su alrededor como lo hicieron en las
bodas de Caná (Jn 2, 1-12).

70. Las casas de nuestra Comunidad cuentan con locutorios


y espacios idóneos para que se lleven a cabo actividades de
evangelización que sirvan como medios para dar a conocer
por medio del testimonio, la propagación de la consagración
a Jesús por María según el método de San Luis y el anuncio
de la Palabra de Dios.

71. Algunas de las actividades que realizamos desde


nuestras Casas como apostolado directo con las personas,
van entorno a la enseñanza de vivir en santidad desde el
estado de vida que han escogido a ejemplo de Jesús, la
Virgen María y San José; además llevamos a las personas
a crecer en la unión con Dios y con la Iglesia mediante
nuestra vida de oración litúrgica y de adoración al Santísimo
Sacramento . Mostramos la alegría de la vida cristiana
mediante el testimonio en nuestros servicios. Brindamos
acompañamientos espirituales a todo aquel que lo necesite
y solicite.

72. Estos apostolados en nuestras Casas, se realizan de


manera organizada y disciplinada cuidando ante todo
nuestra vida de contemplación para que nunca quede como
algo secundario a la acción, sino al contrario la vida de
la oración es para nuestra Comunidad lo principal y más
importante. Es por eso que los huéspedes se someten a
nuestros horarios de atención y oración.

40 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


73. En nuestra Comunidad contamos con las hermanas
externas, son aquellas que dentro de la clausura se
sienten llamadas a proyectar nuestra vida contemplativa
para realizar promoción vocacional, servir directamente
a las personas en nuestras Casas y realizar diligencias
administrativas como el pago de servicios públicos, de
salud y de otra índole que requiera salir de Casa.

74. Acogemos con caridad y misericordia a toda persona


que llega necesitada de la oración, de un consejo, de una
palabra de aliento o de limosna a nuestra Comunidad,
queriendo consolar al que sufre y viendo en el a Jesús que
viene a nuestro encuentro. En la hospedería se brinda la
oportunidad de hacer algunos días de retiro personal. Los
fieles pueden participar en la Santa Misa . El santísimo
Sacramento permanece expuesto durante el día para que las
personas puedan estar en oración.

75. Periódicamente tenemos una reunión con las personas


que con mayor frecuencia asisten a la Comunidad y están
interesadas en llevar una vida de mayor compromiso
cristiano conforme a nuestra espiritualidad.

76. En cuanto a la clausura física de la Comunidad, cada casa


conserva áreas locales en donde los visitantes o huéspedes
no tienen acceso, son espacios en donde solo pueden estar
las hermanas de la Comunidad . Algunos son separados por
medio de puertas y rejas que simbolizan la guarda de la
clausura que conserva la Comunidad (Cfr Can 667 §1).

77. Tenemos un gran celo apostólico por la santificación y


la salvación de los sacerdotes y los religiosos de la Iglesia;
todos los días oramos de manera asidua por ellos, les damos
prioridad para recibirlos en la hospedería y para atenderlos en

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 41


los locutorios. Nos preparamos intelectual y espiritualmente
para ser capaces de responder a todas las necesidades que nos
den a conocer. Conservamos una cercana unión espiritual y
fraterna con los miembros del Movimiento de Lazos de Amor
Mariano, del cual hemos nacimos y de donde hemos recibido
las fuentes de nuestra espiritualidad.

78. Nos formamos en la recta doctrina de la Iglesia


Católica para garantizar una fe verdadera a las personas
que evangelizamos. Nos capacitamos con todos los medios
idóneos para ofrecer calidad en el servicio a las personas.
Respondemos a las demandas de la Iglesia actual según
nuestro carisma y espíritu.

42 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


CAPÍTULO QUINTO
NUESTRA VIDA FRATERNA

79. En el trato mutuo nos esforzarnos por alcanzar la


perfección de la caridad y ésta se desarrolla sobre todo en
el servicio amable, generoso y abnegado que tenemos las
unas para con las otras y en estar dispuestas a dar nuestra
vida desde las cosas más pequeñas, para proporcionarles el
mayor bien que podamos a nuestras hermanas.

“Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus


amigos” (In 15, 13).

80. La medida de nuestro amor es, el amor mutuo que se


vivía en la Sagrada Familia de Nazareth; contemplamos
esta unión en la oración y nos damos cuenta que durante
toda nuestra vida debemos imitar de ellos el trato que
debemos guardar entre nosotras.

81. En las relaciones de convivencia fraterna somos


respetuosas, cordiales, afables y dulces . Reconocemos
cuando hemos ofendido a una hermana y buscamos con
prontitud el perdón, nunca nos vamos al descanso de la
noche sin reconciliarnos cuando hemos tenido alguna falta
con una hermana .

82. En nuestra Comunidad vivimos un espíritu de familia,


en el que no existen competencias, ni individualismos sino
la expansión de un corazón humano que se dona cada vez
más por las demás, que busca salir en todo de sí mismo
para servir, para facilitar o para sanar las necesidades de
las hermanas. Como en un hogar se llevan mutuamente los
gozos, los dolores y entre todos aúnan fuerzas para salir

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 43


adelante, así mismo nosotras cuando notamos que alguna
hermana en particular sufre alguna dificultad de cualquier
índole tratamos de apoyarla, de manifestarle nuestro amor,
entregándonos más aun desde la intercesión en la oración.
De la misma forma cuando una hermana de la Comunidad
es beneficiada, todas nos alegramos como si fuese propio
aquel bien recibido, sin consentir sentimiento alguno
de rivalidad, de envidia o de división pues sabemos que
aunque somos diferentes, es un mismo espíritu el que nos
une, es el mismo Dios al que le servimos.

83. Todas las casas guardan entre si una unión familiar,


en donde se conserva un espíritu de lealtad a todo lo que
conforma nuestra Comunidad . Es decir que no se hallan
diferencias en las formas de vida, en la formación, el
apostolado, la vida fraterna, la oración u otros aspectos que
integran la identidad de nuestra Comunidad.

“Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu;


diversidad de ministerios, pero un mismo Señor;
diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que
obra todo en todos” (1 Cor 12, 4-6).
“Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si
un miembro es honrado, todos los demás toman parte en
su gozo” (1 Cor 12, 26).

84. Una vez a la semana tenemos un espacio de diálogo


comunitario, en el que compartimos nuestras alegrías,
sentimientos, fracasos o problemas vividos. Además
tratamos siempre de reconciliarnos con aquella hermana de
la que hemos estado más distantes por cualquier motivo.
Reunidas en Comunidad nos escuchamos unas a otras,
respetamos la opinión de cada quien, planeamos objetivos a

44 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


alcanzar según nuestra espiritualidad y carisma, revisamos
nuevas estrategias que se pueden emplear para perfeccionar
nuestras relaciones de convivencia o el diario vivir en
nuestra Comunidad.

85. Experimentamos la aceptación de nuestras debilidades,


la comprensión ante nuestros fracasos y la motivación para
levantarnos con más entrega y perseverar en el camino de la
santidad al que hemos sido llamadas . A ninguna hermana
se rechaza, se discrimina, ni se le trata injustamente en la
Comunidad; a todas se nos da la apertura de poder servir
según los dones y gracias que Dios nos ha comunicado y de
vivir nuestra propia personalidad ajustándonos siempre a
las virtudes cristianas que nos enseña la Comunidad.

5 .1 . EXIGENCIAS DE LA CARIDAD

86. Las exigencias de la caridad en nuestra Comunidad son


aquellas que nuestro Señor nos dejó en el Evangelio “Os doy
un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros .
Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros
los unos a los otros” (Jn 13, 34). Recordamos aquella escena
en donde Él, le lava los pies a sus apóstoles y los manda a
que se sientan servidores.
los unos de los otros y esto nos hace comprender cuan poco
será siempre lo mucho que hagamos por darnos a los demás
en la medida que el Señor nos lo exige con su ejemplo de
vida . Es por eso que en todo lo que se trata de caridad
fraterna en nuestra Comunidad tratamos de dar con todo
nuestro ser testimonio del mandato de Jesús.

87. La convivencia comunitaria no depende de una sola


persona, sino de todas. Es la unión, la que da vida al amor. En

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 45


nuestro diario vivir aprendemos a tolerarnos mutuamente,
a aceptar nuestras diferencias, a suplir lo que algunas no
somos capaces de hacer, a darnos sin tener medidas ni llevar
cuentas de nada . Vivir con alegría nuestra vida comunitaria
depende de la fuerza interior del corazón que cada hermana
coloque para vencerse a sí misma y hacer triunfar el amor.

88. La figura de la Madre Superiora es como la de una


buena pastora que lleva a sus ovejas a alimentarse de pastos
abundantes, es decir que les enseña a alimentar la fe mediante
el testimonio vivo de la Palabra de Dios. La Madre es ejemplo
del amor misericordioso que acoge a las hermanas más
frágiles y las inflama de esperanza para luchar con entrega
por su vocación, las hace creer y confiar en sí mismas y las
anima a empezar nuevamente a pesar de las muchas caídas.
Nunca se cansa de amar, de guiar, de comprender y de enseñar
pero cuando debe emplear la corrección lo hace en honor a la
verdad que también le pide ser justa y leal para con quien las
llama a ser dignas imágenes suyas: Jesús.
La Madre Superiora es como un águila que abre sus alas
para acobijar bajo ellas a todos sus polluelos; ella es
cercana a todas las hermanas, no guarda preferencia con
ninguna, es una madre fiel que les abre su corazón y con su
sencillez las invita abrir el suyo sin temor a ser defraudadas
por la falta de discreción; la Madre Superiora es un ser que
ama sin reservas, sin importarle el cansancio, el sueño,
la enfermedad, está siempre dispuesta a darse a todas, a
consolar, a escuchar, a comprender y a perdonar en todo
momento . La Madre Superiora es un reflejo del amor
maternal del Inmaculado Corazón de María.

46 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


5.2. HOSPITALIDAD.

89. Nos caracterizamos por acoger con atención y delicadeza


en los detalles que requiere la hospitalidad a todas las
hermanas que llegan de otras Casas . De la misma forma
lo hacemos con el prójimo, con las personas que quieren
vivir un retiro personal o con los familiares de las hermanas
que llegan a visitar nuestra Comunidad . Recordamos que
nuestros huéspedes son el mismo Jesús que viene a nuestro
encuentro tocando a las puertas de nuestra Comunidad:
“...era forastero, y me acogisteis” (Mt 25, 35).

5.3. TRATO CON LA FAMILIA.

90. No olvidamos que el ejercicio de la caridad es también


para con nuestros familiares, quienes esperan ver el
testimonio del rostro de Dios en nuestro trato cordial.
Aunque para ellos algunas veces sea difícil de comprender,
lo hacemos según la exigencia misma del Evangelio: “Si
alguno viene junto a mí y no odia a su padre, a su madre,
a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas
y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío” (Lc
14, 26). Anteponemos nuestra entrega a la Comunidad
según la enseñanza que hemos recibido. Recordamos que
hemos renunciado a las riquezas afectivas que limitan
nuestra entrega en el servicio por el Reino de los cielos.
Con nuestros familiares guardamos una comunicación
moderada, sin embargo estamos atentas a interceder por
sus necesidades en la oración y cuando acuden a visitarnos
los atendemos con todo el amor y la gratitud que merecen.
Cuando un miembro familiar de primer grado de alguna
hermana se encuentra gravemente enfermo y se requiere de
su presencia ó cuando se encuentra con riesgo de muerte, se
puede ir a visitar con permiso de la Madre Superiora.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 47


5 .4 . ORACIÓN POR LAS HERMANAS
ENFERMAS Y DIFUNTAS.

91. Como signo de comunión fraterna y espiritual,


intercedemos para alcanzar su salud en las oraciones
comunitarias que diariamente hacemos por las hermanas
enfermas, y además ofrecemos la Santa Misa por ellas
según sea su estado de enfermedad.

92. En sufragio por las hermanas difuntas, celebramos la


Santa Eucaristía todos los días durante el primer mes de
fallecidas, una vez al mes durante el primer año de fallecida
y finalmente cada año en la fecha en que murió.

48 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


CAPÍTULO SEXTO
NUESTRA FORMACIÓN

6 .1 . VOCACIÓN Y PRINCIPIOS GENERALES


PARA LA FORMACION DE LAS HERMANAS.

93. Nuestra vocación religiosa es un llamado a entregarnos


sin reservas, sin condiciones, de una manera abnegada,
desinteresada, sólo por amor a Dios y al prójimo. Las
personas que hagan parte de nuestra Comunidad deben ante
todo tener pureza de intención en el llamado vocacional,
buena voluntad y una firme determinación de vivir con
responsabilidad las exigencias de nuestra vida religiosa.

94. Nos revestimos de la armadura de Dios: la verdad, la


justicia, la paz y la espada del Espíritu que es su Palabra,
para permanecer firmes en la fe que profesamos (Cfr. Ef
6,11-18). Formamos religiosas dispuestas a mantenerse
fieles a su llamado y a responder a los desafíos del mundo
que busca cada día cambiar más el sentido de las realidades
eternas con falsas interpretaciones, separarnos de la sana
doctrina, de los sacramentos y de la vida de la gracia
santificante.

6 .1 .1 . Formación Religiosa

95. Nuestra formación está cimentada sobre la roca firme


que es Cristo. Todo lo que enseñamos está basado en la
Sagradas Escrituras, en la tradición de la Iglesia y en el
Magisterio. Formamos religiosas que sirvan con total
entrega a la Iglesia y guarden un profundo celo por ser
fieles a la verdad.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 49


96. Le corresponde a la Madre Superiora, velar para que se
cumpla el plan de formación estipulado para cada etapa de
nuestra vida religiosa, con el fin de que se empleen todos
los medios humanos y físicos necesarios para el adecuado
desarrollo integral de cada hermana de nuestra Comunidad.

97. Las hermanas encargadas de la formación, son las


responsables de enseñar con las palabras y el testimonio el
perfil de una hija de la Sagrada Familia. Deben ser religiosas
fieles en la observancia de nuestras Constituciones para que
puedan formar personas idóneas según el carisma propio
de nuestra Comunidad . Deben ser hermanas capaces de
frenar todo relajamiento por pequeño que observen en sus
formandas, ser personas lo suficientemente maduras para
que no acoliten tibiezas o mediocridades en la formación
y para que sean capaces de discernir si sus formandas,
verdaderamente están preparadas para seguir en la
siguiente etapa y de informar a la Madre Superiora sobre
las que requieren enmendarse o de las que no sean capaces
de vivir honestamente con las exigencias de nuestra vida
consagrada y que ameritan ser despedidas.

98. Las formandas deben ser personas comprometidas


con el aprendizaje que están recibiendo y asumir con
responsabilidad las exigencias de cada etapa de formación.
Debe tener una apertura de corazón frente a las nuevas
enseñanzas recibidas y ser respetuosa con la autoridad y
con las hermanas de la Comunidad.

99. La formación es integral, se alimenta de todas las


experiencias vividas diariamente . Cada etapa de formación
es continua, no es distante una de la otra sino que se
complementan aunque van aumentando sus exigencias.

50 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


100. Todas las hermanas de la Comunidad favorecemos
este proceso dando buen ejemplo a todas las formandas con
la vivencia de las Constituciones, acogiendo pacientemente
a las que manifiestan la necesidad de ser instruidas.

101. Propiciamos espacios de desarrollo espiritual,


favoreciendo el crecimiento autónomo del encuentro
íntimo con Dios que permita formar una identidad con la
vida misma de Jesús y María según el Evangelio . Cada
hermana alcanza el desarrollo autentico de su personalidad,
va madurando en la medida en que avanzan las etapas de
formación en el ámbito espiritual, humano y comunitario.

102. Formamos personas con un espíritu sano, que sean


capaces de salir de sí mismas, de abrirse para darse a los
demás, de vencer sus miedos, de salir adelante en medio de
las pruebas del día a día, para asumir los retos de nuestro
carisma en la Iglesia.

103. Durante el tiempo dedicado a la formación, no les


confiamos a las hermanas que están en el proceso, funciones
y trabajos que impidan o entorpezcan su desarrollo
(Cfr. CIC, Can. 660 §2).

6 .2 . ETAPAS DE FORMACIÓN.

6 .2 .1 . Aspirantado

104. En esta primera etapa de formación se busca que


aquellas personas llamadas a la vocación de la vida
consagrada y que aún no han cumplido la mayoría de
edad puedan vivir dentro de un ambiente religioso que le
favorezca responder a su llamado. San Juan Pablo II enseña
que la vocación tiene con frecuencia como un primer
momento de manifestación en los años de la adolescencia o
en los primerísimos años de la Juventud.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 51


El crecimiento humano que vive la aspirante dentro de
esta etapa, en unión con el cumplimiento de sus deberes de
estudio en los que debe culminar su bachiller dentro de la
vida comunitaria, favorezcan la madurez del llamamiento
divino y el don de poder responder a la vocación con la
conciencia, responsabilidad y libertad necesaria.

Finalidad

105. Que la persona logre discernir con pureza de intención


si realmente tiene un llamado a la vida religiosa, y que
conociendo a la comunidad pueda tener claridad de la
identidad con nuestra forma de vida consagrada.

106. Que la persona logre conocer por medio de una especial


formación religiosa los conocimientos básicos y necesarios
el catecismo de la Iglesia Catolica y que se logren instaurar
hábitos de orden, higiene, disciplina, oración, trabajo y vida
comunitaria.

107. Desde esta etapa nos esforzamos para crear la


conciencia sobre la importancia de la consagración a Jesús
por María según el método de San Luis María Grignion
de Montfort. Es por esto que toda aspirante debe estar
consagrada según el método, antes de ingresar a la siguiente
etapa de formación.

Postulantado
108. Puede ser admitida a esta etapa toda mujer católica
de recta intención que tenga las cualidades exigidas en el
proceso de aspirantado. Podrá ingresar si tiene la adecuada
preparación (Cfr. CIC, Can. 597 §1,2).

52 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


Finalidad.

109. Es un período de crecimiento que ayuda a la persona


a fortalecer la madurez humana y el equilibrio afectivo,
su capacidad de responder a las exigencias de una sana
convivencia y de la vida comunitaria. Le brindamos la
formación intelectual necesaria para que conozca las bases de
nuestro carisma y espiritualidad, doctrina de la Iglesia y de la
vida religiosa en general.

110. Cuando la persona se quiera retirar de la Comunidad,


se le brinda la orientación necesaria para que se sienta libre
en su decisión pero sobre todo para que se encuentre bien
orientada si requiere de ello . De otro modo la Comunidad
puede suspender el proceso si se encuentra que la joven no
es idónea para la vida consagrada, o porque presenta recaídas
continuas en las faltas, resistencia a la formación, negligencia
en el cumplimiento de sus deberes y falta de compromiso con
su proceso. La hermana encargada debe presentar un informe
al respecto y consultarlo con la Madre Superiora, quien le
entregará oficialmente un acta de despedida.
El fin del postulantado es que la persona alcance el mínimo
de madurez necesaria para ingresar a la etapa de noviciado.

Duración.

111. No hay un tiempo determinado para la duración del


postulantado, (no es fijo) aunque no puede ser mas de
dos años, este tiempo dependerá de la candidata y de la
valoración que tenga la hermana encargada de la formación,
la Madre Superiora y el Consejo de la Comunidad.

112. Las aspirantes y postulantes estarán a cargo de una


religiosa idónea de votos perpetuos.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 53


113. Antes de pasar al noviciado, la postulante deberá
vivir un retiro espiritual mínimo de tres días y manifestar
por escrito que desea seguir libre y voluntariamente en la
Comunidad.

6 .2 .3 . Noviciado.

114. El derecho a admitir candidatas al noviciado compete


a la Madre Superiora, en acuerdo con la encargada de la
formación (Cfr. CIC, Can. 641).

“Con vigilante cuidado, la Madre Superiora admite tan sólo


a aquellas que, además de la edad necesaria, tengan salud,
carácter adecuado y cualidades suficientes de madurez para
abrazar la vida propia de la Comunidad; estas cualidades de
salud, carácter y madurez han de probarse si es necesario con
la colaboración de peritos, quedando salvo lo establecido en el
CIC, Can. 220” (CIC, Can. 642).
115. Es admitida válidamente al noviciado:
• Quien haya cumplido mínimo diecisiete años; (Cfr.
CIC, Can. 643 § 1).
• La persona que en caso de haber estado ligada a una
Comunidad de vida consagrada o incorporada a una
sociedad de vida apostólica, lo manifiesta con honestidad.
• La persona que quiere ingresar por libre voluntad, sin
ningún tipo de manipulación o sugestión.
• La persona que no tenga problemas penales o que no
haya contraído deudas que no puede pagar.
• La persona que tenga claro que quiere vivir en la
Comunidad con recta intención.

54 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


Finalidad

“El noviciado tiene como finalidad que las novicias


conozcan más plenamente la vocación divina,
particularmente orientada al carisma propio del
Instituto; que prueben el modo de vida de ésta, que
conformen la mente y el corazón con su espíritu, y que
puedan ser comprobadas su intención y su idoneidad”
(CIC, Can. 646)
116. La dirección del noviciado se le confía a una hermana
de votos perpetuos que tenga las cualidades idóneas para
formar a las novicias según la identidad propia de la
Comunidad (Cfr. CIC, Can. 650 §1,2).

“Se estimulara a las novicias para que vivan las virtudes


humanas y cristianas, se les debe llevar por un camino de
mayor perfección mediante la oración y la abnegación
de sí mismas; se les instruye en la contemplación del
misterio de la salvación y en la lectura y meditación
de las Sagradas Escrituras; se les prepara para que
celebren el culto de Dios en la Sagrada Liturgia; se
les forma para que lleven una vida consagrada a Dios
y a los hombres en Cristo por medio de los consejos
evangélicos, se les instruye sobre la naturaleza, espíritu,
finalidad, disciplina, historia y vida de la Comunidad,
se les imbuirá de amor a la Iglesia y a sus sagrados
pastores” ( CIC, Can. 652 § 2).
“Las novicias conscientes de su propia responsabilidad
colaboran activamente con la maestra, de manera que
respondan fielmente a la gracia de la vocación Divina”
(CIC, Can. 652 § 3).

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 55


117. Todas las hermanas colaboramos en la formación de
las novicias con nuestro ejemplo y orando para que todas
sean capaces de responder idóneamente al llamado de la
vida consagrada (Cfr. CIC, Can. 652 § 4).

118. Cada novicia comparte con libertad y honestidad a


su maestra formadora su experiencia en el día a día, para
trabajar con ella los propósitos que se plantea para su
crecimiento espiritual.

119. El tiempo del noviciado debe ser el espacio más


idóneo en el que se profundice los fundamentos de nuestra
espiritualidad; por ello se dedica tiempo para estudiar los
escritos de nuestro patrono San Luis María Grignion de
Montfort y otros santos que profundicen en la vida interior
de la Virgen María según nuestro espíritu.

Duración

120. El noviciado tiene una duración de un año. Durante


este tiempo se estudian las Constituciones, el directorio y
el patrimonio espiritual de la Comunidad, los cuales nos
guían en el camino de santidad particular al que Dios nos
ha llamado en nuestra Comunidad. También se trabaja en
el alcance de los propósitos planteados en el proyecto de
vida personal de cada novicia según su desarrollo afectivo,
espiritual y comunitario.
Durante el noviciado la religiosa adquiere una mayor
conciencia de la configuración con Cristo a la que debe
llegar.

56 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


121. Además se brindan espacios de retiro para que la
novicia vaya conociéndose más a sí misma y a Dios, para
que fortalezca su entrega total al Señor y así sea consciente
del compromiso sublime que una religiosa asume para con
la Iglesia.

122. El tiempo indicado del noviciado debe emplearse


propiamente en la formación programada para esta etapa,
por tanto las novicias no deben ocuparse de estudios,
trabajos o funciones que no contribuyan directamente a ella
(Cfr. CIC, Can. 652, § 5)
123. Al terminar el noviciado, la novicia será admitida a
la profesión temporal. Si se encuentran dudas acerca de
la vocación de la candidata para nuestra Comunidad se
puede prolongar el noviciado pero no mas de seis meses
(Cfr, Can 653§ 2)

124. Al terminar el periodo del noviciado, la novicia hace


un retiro espiritual de una semana. El noviciado debe
hacerse en una casa designada por la Madre Superiora con
el consentimiento de su consejo.

125. Durante el primer año o año canónico, el noviciado


resulta invalido si las eventuales ausencias del mismo
superan, en total, los tres meses. En tal caso hay que
comenzarlo de nuevo.

126. La Madre Superiora es quien nombra a la maestra de


novicias, y debe conservar las condiciones que inicialmente
se describieron para la hermana que está al frente de un
proceso de formación. La maestra de novicias permanece

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 57


en el cargo siempre que mantenga su intachable conducta
en el servicio que se le ha confiado, de lo contrario no podrá
seguir desempeñándolo. Si la Madre Superiora considera
necesario puede colocar a una nueva maestra una vez
terminado el periodo de las novicias que pasaran a ser
profesas simples.

127. La maestra debe ser una religiosa que enseñe a las


novicias el dominio de sí mismas, debe tener discernimiento
de espíritus para que le enseñe a sus formandas a identificarlos
para no actuar según sus propios movimientos.
Debe vivir la espiritualidad de nuestra Comunidad y ser
capaz de trasmitirla con fidelidad, sin temor de desaprobar
las malas conductas que observe en sus formandas y que
no van acorde con nuestra vida consagrada. La maestra
de novicias no se precipita a aprobar aquellas que no se
ven aptas para ingresar al Profesion simple . Con paciencia
las corrige y las guía para que cambien aquello que no les
permite avanzar en su formación, pero si no ve sincera
disposición y una determinada voluntad de cambio reporta
a la Madre Superiora tales faltas para que sea despedida de
la Comunidad.

6 .2 .4 . Profesión simple.
“Por la profesión religiosa los miembros abrazan con
voto público los tres consejos evangélicos, se consagran
a Dios por el ministerio de la Iglesia y se incorporan a
la Comunidad con los derechos y deberes determinados
en el derecho” (CIC, Can. 654).

58 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


6 .2 .4 .1 . Admisión a los votos temporales.
128. Para la validez de la profesión temporal se requiere que:
• la persona haya hecho válidamente el noviciado.
• la persona haya sido admitida libremente por la Madre
Superiora con el voto de su Consejo.
• la persona entrega a la Comunidad una carta donde pide
que la admitan hacer la profesión de los cuatro votos
de nuestra Comunidad: castidad, pobreza, obediencia y
esclavitud mariana.
• La profesión sea expresa y que la persona
emita la profesión de manera libre y voluntaria
(Cfr. CIC, Can.656)
• Haya recepción de los votos por parte de la Madre
Superiora General (Cfr. CIC, Can. 656).
Finalidad

129. En esta etapa, la religiosa de nuestra Comunidad


crece en la madurez de la fe por medio del encuentro con
el Evangelio; con miras a entregarse perpetuamente a
Jesucristo conforme a nuestra espiritualidad y carisma. La
religiosa se esfuerza por fortalecer su desarrollo como ser
íntegro, para darse a la Iglesia con la mejor calidad humana
y espiritual posible, aportándole así la santidad que debe
vivir como persona consagrada.

130. En el tiempo de la profesión simple, la religiosa adquiere


una mayor conciencia de la idoneidad que se requiere para
vivir la espiritualidad y carisma de nuestra Comunidad . Es
un periodo para asumir con responsabilidad el compromiso
que abarca pertenecer a esta familia religiosa, es decir el

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 59


trabajo ascético que debemos desarrollar para vivir la
perfección cristiana. Por eso en este tiempo se trata de
corregir los vicios que impiden el ejercicio de la caridad, la
práctica de las virtudes y de alcanzar un mayor dominio de
sí mismas, para experimentar la libertad de la que debemos
gozar por ser hijas de Dios.

131. Después de la primera profesión, la formación de


todos los miembros debe continuar, para vivir con mayor
plenitud la naturaleza, la espiritualidad y el carisma propio
de la Comunidad (Cfr. CIC, Can. 659 § 1).

132. Se estudian documentos que forman parte del Magisterio


de la Iglesia, de la vida consagrada, de la teología moral,
bíblica, dogmática, ascética y mística y otros documentos
referentes a la espiritualidad y carisma de la Comunidad .
Además se continúa con el estudio de las Constituciones, el
directorio y el patrimonio espiritual de la Comunidad.

133. Las hermanas profesas de votos temporales estarán a


cargo de una religiosa idónea con votos perpetuos que pueda
acompañarlas en su proceso de crecimiento integral.

134. La maestra de profesas debe ser una persona consagrada,


ejemplar en la vida de oración, virtud y vivencia de los votos;
idónea en toda su conducta y trato con el prójimo . Debe ser
imagen de Jesucristo, quien enseñó y amó buscando los medios
más sencillos para que todos comprendieran su Palabra; Jesús
siempre se mostró cercano y como el amigo a quien se le
confiaba todo, humilde y servicial hasta la muerte de cruz. La
maestra de profesas debe tener un equilibrio entre ternura y
firmeza; debe esmerarse en todo momento por hacer que las
religiosas a su cargo se esfuercen de la mejor manera posible
por vivir con perfección la vida de oración, trabajo, el ejercicio

60 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


de las virtudes cristianas, el trabajo asiduo por la salvación de
todos los hombres, la identidad con los votos que se profesan
y la búsqueda continua de la gloria de Dios y la venida de su
Reino.

135. La religiosa encargada es la máxima responsable de la


formación y orientación personal de cada profesa simple para
que logre el más claro discernimiento, desarrollo, madurez
de su vocación y adecuada preparación para emitir la
profesión perpetua.

136. La ceremonia de la profesión se realiza con la fórmula


y el rito propio de la Comunidad.

Duración.

137. La profesión temporal se hará durante los tres primeros


años por el periodo de un año, y luego por un periodo de
tres años.

6 .2 .4 .2 . Profesión perpetua

138. Cumplido el tiempo para el que se hizo la profesión


temporal, la religiosa que lo pida espontáneamente y sea
considerada idónea, será admitida a la profesión perpetua;
en caso contrario, se debe marchar de la Comunidad
(Cfr. CIC, Can. 657 § 1). Pero si parece oportuno, la
Madre Superiora General puede prorrogar el tiempo de la
profesión temporal por un tiempo no superior a nueve años
(Cfr. CIC, Can. 657 § 2).

139. Corresponde a la Madre Superiora Local, a los


miembros del Consejo Local, a la religiosa encargada del
acompañamiento de las profesas simples en común acuerdo

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 61


con la Madre Superiora General, admitir a la candidata para
la profesión perpetua, si se considera idónea para emitir
estos votos (Cfr. CIC, Can . 720).

140. Cumplido el tiempo de la profesión temporal


de una religiosa de la Comunidad, habiendo causas
justas, la Madre Superiora General competente, oído su
Consejo, puede excluirla de la profesión subsiguiente
(Cfr. CIC, Can . 689 § 1).

La enfermedad física o psíquica, aunque se haya contraído


después de la profesión, si es de tal naturaleza que a juicio
de los peritos hace al miembro del que se trata en el § 1
no apto para vivir en la Comunidad, constituye causa para
no admitirle a renovar la profesión o a emitir la profesión
perpetua, a no ser que la enfermedad se hubiera contraído
por negligencia de la Comunidad o por el trabajo realizado
en éste (CIC, Can. 689 § 2).

141. Las hermanas se forman a la vez en las cosas divinas


y humanas y la Madre Superiora cuida con diligencia de
la continua formación espiritual (Cfr. CIC, Can . 724 § 2).

142. Nuestro camino de perfección por amor a la venida del


Reino es hasta el último día de nuestra vida; la profesión
nos da la seguridad de estar consagradas perpetuamente a
Jesús, sin embargo el haber emitido los votos no garantiza
que la permanencia en la comunidad sea definitiva, puesto
que es el amor a la vida consagrada según nuestro carisma
y espíritu, y la fiel observancia a las Constituciones lo que
nos permitirá ser miembro perpetuo de nuestra Comunidad.

62 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


6 .2 .4 .3 . Formación permanente.

143. La formación nunca se acaba con las etapas de nuestra


vida religiosa, aun después de la profesión perpetua sigue
siendo permanente. Ya que la madurez humana se adquiere
con el amor a Jesucristo y éste debe desarrollarse cada vez
más en el corazón de la religiosa. La profesa perpetua debe
estar en un continuo camino de conversión y de formación
que la oriente hacia la preparación de la vida eterna.

144. Las necesidades de la Iglesia son cambiantes, como


nuevos pueden ser los documentos que se van creando
para poder responder de forma adecuada, coherente y
competente a las necesidades de los tiempos . Es por eso que
nosotras continuamos actualizándonos y profundizando en
el estudio de la sana doctrina de la Iglesia, el Magisterio, la
vida de oración, la perfección cristiana, todo lo que compete
a la vida monástica, a la liturgia sagrada y además de los
conocimientos que nos permitan saber las necesidades de
la humanidad, para guardar una sensibilidad cristiana por
todo lo que acontece a nuestro alrededor. Podemos solicitar
ayuda a otros Institutos religiosos que se encuentren
rectamente orientados con la sana doctrina de la Iglesia,
de manera especial aquellos que veamos que guardan
cierta familiaridad con nosotras por la espiritualidad y el
carisma; de igual forma aunque sea de manera temporal
teniendo en cuenta las condiciones anteriores, las hermanas
podrían asistir a monasterios o Institutos que favorezcan
la formación permanente de las hermanas, las cuales
podrán enriquecer al regresar a toda la comunidad con los
conocimientos adquiridos.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 63


145. En esta etapa, se conocen aún más las capacidades
de las hermanas para asumir un servicio de autoridad o de
formación, lo cual permitirá favorecerá en aquellas que
tengan este perfil la creación de espacios educativos donde
puedan formarse y capacitarse para asumir este tipo de
cargos en caso de hacerse necesario.

146. La Comunidad es un sujeto de formación, es decir


dentro de ella se brindan espacios educativos que optimizan
la calidad del proceso formativo de cada hermana en
nuestra vida consagrada. La Madre Superiora se encarga
de promover el aumento y la actualización de todos los
conocimientos necesarios para enriquecer nuestra vida
cristiana y a su vez perfeccionar siempre nuestro servicio
en la Iglesia.

64 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


CAPÍTULO SÉPTIMO
SEPARACIÓN DE LA COMUNIDAD

Transcurrido el tiempo de la incorporación temporal,


la religiosa puede abandonar libremente el Instituto,
o la Madre Superiora General y la Madre Superiora
local oído su consejo y con justa causa, puede
excluirle de la renovación de los vínculos sagrados
(Cfr. CIC, Can. 726 § 1).
147. Desde que se conoce que la religiosa quiere salir de la
Comunidad, se le darán las debidas orientaciones para que
tome decisiones correctas. Sin ningún tipo de coacción, se
le estimulara a que persevere, a pesar de las dificultades
o circunstancias personales por las cuales ella quiera
retirarse de la Comunidad . Se le brindará un retiro con un
acompañamiento espiritual personal para que la religiosa
pueda tomar decisiones prudentes y acertadas.

La religiosa incorporada temporalmente que lo pida


libremente marcharse de la Comunidad, puede con causa
grave obtener de la Madre Superiora General con el
consentimiento de su Consejo indulto para retirarse de la
Comunidad (Cfr. CIC, Can. 726 § 2).

La religiosa incorporada perpetuamente que quiera


abandonar la Comunidad, después de considerar el asunto
seriamente en la presencia de Dios, puede pedir al Obispo
diocesano el necesario indulto a través de la Madre Superiora
General (Cfr. CIC, Can.727 § 1). Son efectos de la salida, la
pérdida de todos los derechos y deberes provenientes de la
incorporación (Cfr. CIC, Can.728).

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 65


7 .1 . READMISIÓN.

148. Quien hubiera salido legítimamente de la Comunidad


una vez cumplido el noviciado o incluso después de la
profesión temporal, puede ser readmitido por la Madre
Superiora General con el consentimiento de su Consejo.

149. La religiosa que llegue de otro Instituto debe vivir un


periodo de prueba mínimo de un año y la Madre Superiora
una vez estudiado el asunto con su Consejo, le puede permitir
o no la permanencia en la Comunidad, dependiendo de la
madurez, la coherencia de vida, la sinceridad y la pureza de
intención que se conozca de la persona que quiere ingresar
a nuestra Comunidad.

150. Para estos procesos no se deben tomar decisiones


apresuradas. Aun cuando llegase a verse una gran vida
de virtud en la persona que llega, siempre será necesario
esperar con paciencia un tiempo prudente en el que Dios
confirme su voluntad.

151. Además debe venir con una carta de la Superiora


legitima del antiguo Instituto donde reporte su conducta, su
relación fraterna con las hermanas, su estado de salud y su
fidelidad en el cumplimiento de sus antiguas Constituciones.
De lo contrario no podrá ingresar.

7 .2 . DEL TRÁNSITO A UN INSTITUTO.

152. Una religiosa de votos perpetuos no puede pasar de su


propio Instituto religioso a nuestra Comunidad si no es por
concesión de las Madres Superioras Generales de ambas
comunidades y con consentimiento de sus respectivos
Consejos (Cfr. CIC, Can. 684 § 1.).

66 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


153. La religiosa, después de una prueba que ha de durar
al menos tres años, puede ser admitida a la profesión
perpetua en nuestra Comunidad. Pero, si se niega a
emitir esa profesión o no es admitida a ella por la Madre
Superiora General, debe volver a su primer Instituto, a
no ser que hubiera obtenido indulto de secularización
(Cfr. CIC, Can. 684. § 2. ).

154. Hasta su profesión en nuestra Comunidad, quedan en


suspenso los derechos y obligaciones que la religiosa tenía
en su primer Instituto, permaneciendo en vigor los votos;
sin embargo, desde que comienza la prueba está obligada
a observar el derecho propio de nuestra Comunidad
(Cfr. CIC, Can. 685 § 1.).

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 67


CAPÍTULO OCTAVO
GOBIERNO DE NUESTRA COMUNIDAD.

8 .1 . EL SERVICIO DE LA AUTORIDAD.

155. La autoridad de las hermanas que conforman el


Gobierno de nuestra Comunidad no es dada por sus méritos.
Nadie debe considerarse digno de hacer parte del gobierno,
pues es el mismo Dios quien en su misericordia confía esta
misión a través de la bendición que la Comunidad le otorga
a la persona considerada idónea.
Quienes tienen encomendado el régimen de la Comunidad
cuiden de que se observe la unidad del espíritu y
se fomente la participación activa de los miembros
(Cfr. CIC, Can. 717 § 3).

“Los Superiores han de dedicarse diligentemente


a su oficio y, en unión con los miembros que se les
encomiendan, deben procurar edificar una comunidad
fraterna en Cristo, en la cual, por encima de todo,
se busque y se ame a Dios. Nutran por tanto a los
miembros con el alimento frecuente de la Palabra de
Dios e indúzcanlos a la celebración de la Sagrada
Liturgia. Han de darles ejemplo en el ejercicio de las
virtudes y en la observancia de las leyes y tradiciones
del propio Instituto; ayúdenlos convenientemente en sus
necesidades personales, cuiden con solicitud y visiten
a los enfermos, corrijan a los revoltosos, consuelen
a los pusilánimes y tengan paciencia con todos”
(CIC, Can. 619).
“... que el mayor entre vosotros sea como el más joven y
el que gobierna como el que sirve” (Lc. 22,26).

68 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


156. La Comunidad necesita y espera de cada Madre
Superiora que:
• Represente a nuestro Señor y a nuestra Señora de la
manera menos indigna posible, pues gobierna en nombre
de ambos. Por tanto, la caridad y la misericordia deben
ser sus distintivos.
• Se ejercite seriamente en las cosas espirituales y
procure hacerse cada vez más hábil para el gobierno.
• Sea objeto de respeto, más por las virtudes sólidas que
por la autoridad.
• Permanezca gozosamente en la fidelidad a las
Constituciones. Con pretexto de sus ocupaciones, no se
exima fácilmente de la observancia regular . Huya de
toda singularidad, a no ser que la caridad o la necesidad
lo exigieren, a juicio de las Consejeras, a quienes debe
escuchar para su mayor bien y para la gloria de Dios.
• Se esfuerce por ser en todo ejemplar y motivo de
edificación por la mortificación de todas sus malas
inclinaciones y se distinga en la oración, en el deseo de
la perfección, en la obediencia, en la humildad, en la
paciencia y en la modestia.
• Tenga presente que su oficio incluye la maternidad
espiritual . Por tanto, debe manifestar a sus hijas amor,
afecto y amabilidad, dentro de los límites del espíritu
religioso . Esto permitirá que se le acerquen, con entera
libertad y confianza; recuerde que han dejado madre y
personas que los aman para ponerse en manos de nuestro
Señor y del que ocupa su lugar .
• Trabaje por alcanzar la discreción, la firmeza y la
bondad; sepa mezclar la severidad con la dulzura.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 69


Corrija a las religiosas siempre que sea conveniente con
santa decisión pero con prudencia y use palabras llenas
de caridad y de humildad que, lejos de herir, muevan a la
imitación de Jesucristo y de su Santísima Madre.
• Además de tener suficiente talento y preparación, se
esmere en la delicadeza en el trato con las personas
y evite durezas que sean contraproducentes y alejen
inclusive del Señor.

8 .2 . EL CAPÍTULO GENERAL.
8.2.1. Estructura y finalidad.
“El Capítulo General que ostenta la autoridad suprema
en la Comunidad de acuerdo con las Constituciones,
debe constituirse de manera que, representando a todo
Instituto, sea un verdadero signo de su unidad en la
caridad. Le compete sobre todo defender el patrimonio
del Instituto, del que trata el CIC, Can. 578, y procurar
la acomodación y renovación de acuerdo con el
mismo, elegir al Superior General, tratar los asuntos
más importantes, así como dictar normas que sean
obligatorias para todos” (CIC, Can. 631,§1).
8 .2 .1 .1 . Convocatoria, composición y funciones.
157. El Capítulo General ordinario se celebra cada seis
años. Es convocado por la Madre Superiora General con un
año de anticipación, indicando la fecha y el lugar en que se
celebrará.

158. En caso de fallecimiento de la Madre Superiora


General, o cuando esta o su Consejo lo juzguen necesario
con mayoría de votos, será convocado el Capítulo
Extraordinario con seis meses de anticipación, por la Madre
Superiora General o en su defecto, por la Vicaria.

70 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


159. Al Capítulo General le precede una seria preparación
en la que participan activamente todas las Comunidades.
Con en este fin, el Consejo General nombrará, como crea
conveniente, una Comisión Precapitular que organizará el
trabajo.

160. El Capítulo General se compone de:


Miembros por derecho: La Madre Superiora General,
la Vicaria, y demás miembros del Consejo General
la Secretaria y la Ecónoma Generales, y las Madres
Superioras Locales.
Miembros por elección: Las delegadas elegidas por las
comunidades, los miembros elegidos deben superar
ampliamente, en número a los miembros por derecho.
Cada Capítulo.determinará el número de miembros
elegidos para el Capítulo siguiente. No se admite el
sufragio universal (Cfr. CIC, Can. 631§ 2).
161. Las funciones del Capítulo General son:
• Elegir a la Madre Superiora General y a los miembros
del Consejo General.
• Estudiar los asuntos que necesitan aprobación del
Obispo de la Sede Principal.

• Reflexionar sobre el material trabajado en la Comunidad


durante el año precapitular.
• Evaluar la marcha de la Comunidad y planificar para el
período siguiente.
• Legislar según sus propias atribuciones y las concedidas
por la Iglesia.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 71


• Encomendar a la Madre Superiora General y al Consejo
los asuntos que crea convenientes, por razón de urgencia
y necesidad, y darles facultades para decidir sobre ellos.

162. El Capítulo General no puede deliberar válidamente si


por lo menos las dos terceras partes de sus miembros no se
hallan presentes . Para que una capitular se ausente de él,
tendrá que presentar sus razones y someterse al parecer del
Capítulo.

8 .2 .2 . Las Elecciones Capitulares.

8 .2 .2 .1 . Elección de la Madre Superiora Genera.l

163. La Madre Superiora General, es a la Comunidad lo que


la cabeza al cuerpo humano; ya que si ella está sana,todo
él lo estará . Para esto, es necesario que reciba la llamada
de Dios en orden a este cargo y sea elegida legítimamente
(Cfr. CIC, Can. 625§1).

164. Para ser elegida Madre Superiora General debe obtener


la mayoría absoluta de votos. Después de dos escrutinios
ineficaces se procederá a un tercero y hasta un cuarto
escrutinio, pero en este último se hará la votación sobre las
dos religiosas que hayan obtenido mayor número de votos; si
hay empate, será designada la más antigua en profesión y si las
dos cuentan con la misma antigüedad, la de más edad. Dichas
religiosas no tienen derecho a votar en el último escrutinio
(Cfr. CIC, Can. 119, 1v).

165. La nueva Madre Superiora General jurará sobre los


Evangelios y en presencia del Obispo de la Sede Principal
o en su defecto del Vicario y de todos los miembros del
Capítulo, que no hará, ni permitirá voluntariamente cosa

72 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


alguna contra la Comunidad.

8.2.2.2. Elección de los miembros del Consejo General.

166. Nuestra Comunidad está gobernada por una Superiora


General asistida por su Consejo, el cual está integrado por
cinco consejeras.

167. De los miembros del Gobierno General, la Superiora


General, y dos consejeras serán elegidas por el Capítulo
general por mayoría absoluta.

168. La Vicaria, la Secretaria y la Ecónoma General serán


nombradas por la Superiora General.

8.2.2.3. Otras atribuciones del Capítulo General.


169. El Capítulo General debe considerar, en primer lugar,
los asuntos que requieren aprobación del Obispo de la Sede
Principal y los que conciernen a toda la Comunidad. Éstos
pueden ser propuestos por la Madre Superiora General y su
Consejo, la Comisión Precapitular y las Capitulares.

170.
dos tercios de votos favorables, pero necesita la aprobación
sucesiva del Obispo de la Sede Principal . A este Obispo le

entren en vigor (Cfr. CIC, Can. 595, §1).

171. Las Capitulares serán conscientes de la seriedad


e importancia de un Capítulo General. Transmitirán su
contenido con objetividad y guardarán la debida reserva en
lo relacionado con las votaciones.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 73


8.3. EL GOBIERNO GENERAL.

8.3.1. Nivel General.

172. El Gobierno General estará constituido por la Madre


Superiora General y su Consejo de cinco miembros. El
Gobierno General se responsabilizará de colaborar con
todas las religiosas en el servicio que la Iglesia confía a la
Comunidad.

8.3.2. La Madre Superiora General.

173. La Superiora General tendrá la superior representación


de nuestra Comunidad y ejercerá las funciones de primera
autoridad atendiendo al cuidado y gobierno de nuestra
Comunidad a tenor de las presentes Constituciones y del
derecho canónico vigente. Se requiere que la elegida tenga
al menos cinco años de profesa perpetua (Cfr. CIC, can.
623). El Capítulo General podrá dispensar de esta norma
por causa justa. La Superiora General dura seis años en sus
funciones y puede ser reelegida.

174. La Madre Superiora General elegida es el signo de


unidad de la Comunidad y garantiza su fidelidad a la Iglesia,
al carisma, al espíritu fundacional, a las Constituciones y a
las decisiones de los Capítulos Generales. Tiene autoridad
sobre las Casas y religiosas de nuestra Comunidad
(Cfr. CIC, Can. 622). Tendrá siempre en cuenta la gloria del
Señor, y por lo mismo el bien común y el de cada hermana.
A ella le corresponde convocar y presidir el Capítulo
General . Además, si es posible puede asumir la dirección
como maestra de uno de los procesos de formación de la
Casa donde se encuentre.

74 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


175. La Madre Superiora General, oído el parecer de su
Consejo, nombra a los siguientes miembros:
• Secretaria y Ecónoma Generales.
• Formadoras encargadas del postulantado, del noviciado,
del Profesion simple, de la etapa previa a la profesión
perpetua y de la formación permanente.
• Responsable del archivo general, informador general y
demás religiosos con cargos a nivel general.

176. La Madre Superiora General y en compañía con la


Madre Superiora Local oído el parecer de su Consejo, admite:
• A la profesión temporal o a la renovación de los votos.
• A la profesión perpetua.
• A las religiosas de otras congregaciones que piden
entrar a la Comunidad.
• A las que habiendo salido de la Comunidad durante
el Profesion simple, soliciten de nuevo la admisión. En
estos casos el noviciado puede ser atenuado .

177. La Madre Superiora General, oído el parecer de su


Consejo, decide sobre:

• La apertura y cierre de obras y Comunidades.


• Las gestiones económicas importantes o de
administración extraordinaria.
• La deposición por graves motivos, de la Secretaria, la
Ecónoma o de un miembro del Gobierno General.
• El lugar donde ha de celebrarse el Capítulo General.
• La designación de la religiosa que debe suplir, hasta el

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 75


próximo Capítulo General, a una integrante del Consejo
General fallecida, depuesta o impedida.
• La publicación de escritos en materia de religión por
parte de una religiosa de la Comunidad, consultado el
asunto con el Ordinario del lugar.
• El apostolado de cada religiosa.

178. La Madre Superiora General:


• Asume la última responsabilidad en las decisiones .
• Mantiene un diálogo abierto con la Jerarquía de la
Iglesia .
• Representa a la Comunidad ante la Iglesia y ante las
autoridades del país .
• Tiene poder de decisión en todo lo que concierne a la
administración de los bienes muebles e inmuebles de la
Comunidad .
• Cuida de que los bienes de la Comunidad se empleen
evangélicamente, y estén al servicio de su carisma y
espíritu.
• Vela porque en cada casa las encargadas de los procesos
de formación sean personas idóneas que se mantengan
fieles a los lineamientos de las Constituciones y que las
formandas vean en ellas un ejemplar testimonio de vida.

179. La Madre Superiora General ayudada por su Consejo:


• Impulsa con el mayor interés la oración por las vocaciones.
• Asegura la formación permanente de las religiosas.
• Lleva a la práctica los objetivos del Capítulo General.

76 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


• Elabora anualmente la planeación de la Comunidad de
acuerdo con su realidad y las necesidades de la Iglesia.
• Nombra a las Superioras Locales y a sus colaboradoras
(Cfr. CIC, Can. 627, §1).

180. La Madre Superiora General y su Consejo tomarán


contactos frecuentes con todas las Casas y miembros de la
Comunidad, para comprender mejor las realidades concretas
(Cfr. CIC, Can . 628). Cada año la Madre Superiora General
visita las Casas Locales.

181. Si la Madre Superiora General creyese conveniente


renunciar a su cargo, convocará a su Consejo, ante el cual
presenta su renuncia. Si fuere necesario deponer a la Madre
Superiora General, los miembros del Consejo informarán
de ello al Obispo de la Sede Principal.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 77


8.3.3. Oficio de la Vicaria General.

182. La vicaria General es un apoyo directo de la Madre


Superiora General . Se le confían tareas que la madre Superiora
General en ocasiones se ve imposibilitada a cumplir por su
disposición de tiempo y o por cumplir con otros oficios de
inmediata urgencia administrativa o de otra índole.
La vicaria debe velar con gran celo por la observancia
regular de la Comunidad, es como una madre que promueve
y cuida el desarrollo de la espiritualidad y el carisma.
La vicaria cumple con todas las funciones que la Madre
Superiora General le asigne, entre ellas la formación de las
hermanas de la Comunidad.

8.3.4. El Consejo General.

“Conforme a la norma de las Constituciones, los


Superiores tengan su Consejo propio, de cuya
colaboración deben valerse en el ejercicio de su cargo”
(CIC, Can. 627, §1).
“Además de los casos prescritos en el derecho universal,
el derecho propio determinará las ocasiones en las que,
para actuar válidamente, se requiere el consentimiento
o el consejo que habrá de pedirse conforme a la norma
del 127” (CIC, Can. 627§2).

183. Las Consejeras han de tener una gran madurez de


juicio y rectitud de intención; estarán libres de toda pasión
al dar su sentir; esto les permitirá emitir sus opiniones
con sencillez y sumisión. Cuando alguna disienta en las
deliberaciones, las demás deben demostrarle su afecto y
atención. La caridad las unirá estrechamente entre sí y

78 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


han de manifestarse el aprecio mutuo. Solamente debe
moverlas la voluntad del Señor y el bien común. Por eso
es necesario que no estén apegadas a su propio parecer.
Éste no deben darlo con ligereza ni antes de someterlo a la
oración y a la reflexión.

184. Cuando se haya tomado una determinación diferente


del propio voto, no manifestarán disgusto, sino que por el
contrario, apoyarán lo que se haya decidido. Formarán un
todo con la Madre Superiora General, obrarán de acuerdo
con ella y serán siempre agentes de unidad. Si alguna
persona les manifestare descontento, la aconsejarán sabia y
caritativamente, de tal manera que, en cuanto sea posible, la
Madre Superiora General quede a cubierta de toda crítica.

185. Las Consejeras podrán exponer a la Madre Superiora


General las cosas que miran al bien común o particular de
la Comunidad, aunque no sean preguntadas.

186. Todas ellas guardarán secreto inviolable de lo que


hayan sabido por razón de su oficio. No constituye violación
del mismo el consultar al confesor o a otro sacerdote
autorizado que conozca a la Comunidad, para obtener luz
y consejo. Se examinarán frecuentemente sobre lo descrito
anteriormente.
187. No deben entrometerse en cosa alguna del Gobierno
General, antes bien, se portarán con su Madre Superiora
General con tal humildad y sumisión que sean para todas
ejemplo de respeto y obediencia. En las consultas no tienen
más derecho que el de decir su parecer según lo consideren
correcto delante de Dios sobre las cosas que fueren
propuestas por la Madre Superiora General, la cual no está

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 79


obligada a determinar nada inmediatamente ni a seguir la
pluralidad de los votos.

188. Este Consejo se reunirá con frecuencia para tratar lo


relacionado con la observancia regular, así como sobre
asuntos materiales y económicos de la Comunidad.

189. Su elección está especificada en las funciones del


Capítulo General, y su labor en las funciones de la Madre
Superiora General y su Consejo.

8 .3 .5 . Ecónoma y Secretaria Generales.

190. La Madre Superiora General, con el consentimiento de


su Consejo, elige a la Secretaria y Ecónoma Generales.

191. En el tiempo y modo determinados en nuestro


Directorio, las Ecónomas y demás administradoras han de
rendir cuentas de su administración a la Madre Superiora
General y a su Consejo (Cfr. CIC, Can. 636, §2).

8 .3 .5 .1 . Oficio de la Ecónoma General.


192. La Ecónoma General (Cfr. CIC, Can. 636) colabora con
la Madre Superiora General y su Consejo en la búsqueda de
criterios para el empleo evangélico de los bienes. Tendrá
cuidado de informar al Gobierno General sobre la situación
económica de la Comunidad y mantendrá contacto con las
demás Ecónomas de las Comunidades Locales. Actuará en
todo según las orientaciones del Gobierno General.

8 .3 .5 .2 . Oficio de la Secretaria General.


193. Para la colaboración con la Madre Superiora General y
el Consejo, la Secretaria General estará encargada de:
• Clasificar y conservar cuidadosamente todos los

80 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


documentos referentes a la historia y a la vida de la
Comunidad y de sus miembros, guardando estricto
secreto al respecto.
• Asistir a las reuniones del Consejo General en las que
se tratan asuntos que requieran levantar acta y siempre
que le pidan su colaboración, información y ayuda.
• Mantener al día todo lo relacionado con los registros
de profesión, salidas, reingresos y dimisión de las
religiosas y todos los documentos que puedan interesar
a la Comunidad.
• Representar a la Madre Superiora General o a algún
miembro del Consejo cuando por ausencia de los
anteriores u otra imposibilidad no puedan atender a
lo relacionado con el exterior. También, participar en
encuentros y reuniones de movimientos eclesiales e
intercongregacionales .
• Mantener contacto y coordinar el trabajo con las demás
secretarias de la Comunidad.
8 .4 . EL GOBIERNO LOCAL.

194. Con respecto a la erección de Casas nos regiremos por


el siguiente Canon:
• La erección de las casas se hace teniendo en cuenta la
utilidad de la Iglesia y del instituto, y asegurando todo
aquello que es necesario para que los miembros vivan
debidamente la vida religiosa, según los fines propios y
el espíritu del instituto (Cfr. CIC, Can. 610 § 1).
• No se erigirá ninguna casa religiosa si no se prevé
prudentemente que podrá atenderse de manera
adecuada a las necesidades de los miembros
(Cfr. CIC, Can. 610 § 2).

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 81


195. Cada casa debe procurar tener mínimo ocho miembros,
para garantizar el apostolado de la adoración perpetua. En
cada casa se podrán tener todas las etapas de formación. La
madre Superiora General, vela para que todas las Casas sean
iguales en la observancia de la espiritualidad y del carisma,
en la vivencia de los votos,en la vida fraterna, y en el sentido
de vivir a semejanza de la Sagrada Familia.

196. El Gobierno Local estará constituido por la Madre


Superiora Local y su Consejo de cuatro miembros. Los
cuales, son nombrados cada tres años en presencia de la
Madre Superiora General, con posibilidad de una reelección,
pasado un periodo puede ser elegido nuevamente.

197 Los miembros del Gobierno Local deben colaborar y


tener sentido de responsabilidad para:
• La realización personal de cada hermana para vivir en
plenitud su vocación.
• Favorecer el crecimiento de la unidad, para ello
guardan entre si una buena comunicación, son sinceras
y leales al reportarle a la Madre Superiora Local o en
las reuniones que se realizan, todo lo que pueda estar
alterando el bienestar integro de la Comunidad.
• La formación permanente.
• El compromiso en la realización y evaluación del
proyecto comunitario.
• La fidelidad dinámica al carisma que suscita nuevas
respuestas.
198. El Gobierno Local se reunirá con frecuencia para
tratar lo relacionado con la observancia regular, así como
sobre las necesidades que surjan en la Comunidad, asuntos

82 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


materiales y económicos de la Casa.

199. Con respecto a la supresión de Casas nos regiremos


por el siguiente Canon: “Una Casa religiosa legítimamente
erigida puede ser suprimida por el Superior General, de
acuerdo con la norma de las Constituciones y habiendo
consultado al Obispo Diocesano. Sobre los bienes de
la Casa suprimida, ha de proveer el derecho propio
de la Comunidad, quedando a salvo la voluntad de los
fundadores o de los donantes y los derechos legítimamente
adquiridos” (CIC, Can. 616, §1). Los bienes de la Casa
suprimida quedarán a disposición de la administración del
Gobierno General.

200. En caso de que por cualquier motivo la Comunidad en


general (abarcando la totalidad de las Casas que existan)
llegara a acabarse o hacer cerrada, todos sus bienes pasan
a ser propiedad de la diócesis a la que pertenece cada
Comunidad Local, su administración y fines quedan a
cargo del Ordinario del lugar . Ningún bien queda a título
personal de ninguna persona, sin excepción alguna.

8.4.1. La Madre Superiora Local.

201. Cada Casa tendrá una Madre Superiora nombrada para


este servicio por la Madre Superiora General y su Consejo,
previa consulta a la Comunidad. Este nombramiento
será por seis años con posibilidad a un período sucesivo
(Cfr. CIC, Can. 624).

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 83


202. La Madre Superiora Local tiene las siguientes
funciones:
• Representa a la Comunidad ante la Iglesia y ante las
autoridades civiles.

misión y espiritualidad de la Comunidad.
• Mantener vivo el espíritu de las Constituciones; velar
por la formación de las religiosas y autorizar a las
personas para que capaciten a la Comunidad; estar atenta
a las orientaciones del Consejo General y garantizar
que el proyecto comunitario se viva y que se evalúe
periódicamente.
• La Madre Superiora Local le solicita autorización a
la Madre Superiora General sobre las decisiones que
se deban tomar a nivel de la Comunidad Local en
aspectos poco comunes que requieran permisos por su
especialidad o gravedad, es la Madre Superiora General
la que asume la última responsabilidad.
• La Madre Superiora General, con el consentimiento
de su Consejo y después de haber consultado a la
Comunidad, nombrará las Consejeras que colaborarán
con la Madre Superiora en su servicio a la Comunidad
(Cfr. Can 627, §1).

84 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


203. La Madre Superiora Local, oído el parecer de su
concejo, nombrara los siguientes miembros:
• Secretaria y Ecónoma Locales y demás religiosas con
cargos a nivel Local.

204. La Madre Superiora Local, oído el parecer de su


concejo, admite:
• A las personas que quieran experimentar las primeras
etapas de la vida religiosa: aspirantado, postulantado y
noviciado.

205. La Madre Superiora Local, oído el parecer de su concejo,


decide sobre:Las gestiones económicas importantes o de
administración extraordinaria.

• la deposición por graves motivos, de la Secretaria, la


Ecónoma o de un miembro del Consejo Local .


Vicaria Local

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 85


206. La vicaria Local es un apoyo directo de la Madre
Superiora Local. Reemplaza a la Madre Superiora Local en
caso de enfermedad, ausencia o cargo vacante.


Superiora Local en ocasiones se ve imposibilitada a
cumplir por su disposición de tiempo y o por cumplir

de otra índole.

• La vicaria debe velar con gran celo por la observancia


regular de la Comunidad, es como una madre que
promueve y cuida el desarrollo de la espiritualidad y el
carisma.

• La vicaria cumple con todas las funciones que la Madre


Superiora Local le asigne, entre ellas la formación de las
hermanas en la Comunidad.

207. Tienen en cuenta todo lo descrito anteriormente con


respecto a las consejeras Generales para aplicarlo en cada
Comunidad Local.

86 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


8.4.4. Oficio de la Ecónoma Local.
208. La Ecónoma Local colabora con la Madre Superiora
Local y su Consejo en la búsqueda de criterios para el
adecuado empleo y manejo evangélico de los bienes. Tendrá
cuidado de informar a la Ecónoma General sobre la situación
económica de la Comunidad Local y mantendrá contacto
con ella para que actúe en todo según las orientaciones que
esta le indique.
La Ecónoma Local debe velar porque se dé un uso adecuado
a los insumos y bienes de la Casa, llevar registrado los
ingresos y egresos de la Comunidad y gestionar la búsqueda
de benefactores con los que se puedan solventar los gastos
de la Casa.
8.4.5. Oficio de la Secretaria Local.
209. Para el adecuado uso de la información que se debe
conservar registrada en cada casa, la Secretaria estará
encargada de:
• Clasificar y conservar cuidadosamente todos los
documentos referentes a la historia y a la vida de la
Comunidad y de sus miembros, guardando estricto
secreto al respecto.
• Mantener al día todo lo relacionado con los registros
de profesión, salidas, reingresos y dimisión de las
religiosas y todos los documentos que puedan interesar
a la Comunidad.
• Mantener contacto con la Secretaria General y presentar
todos los documentos que esta le solicite.
• Velar para que se cumplan los aspectos que se han
tratado en las reuniones del Gobierno Local.
• Tener al día la información que las hermanas necesiten
para el adecuado flujo de todas las actividades semanales.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 87


8 .4 .6 . Capítulo Local.

210. Con anterioridad al Capítulo General y rigiéndose


por las normas emanadas del Gobierno General, la Madre
Superiora General convocará el Capítulo Local.

211. Todas las Comunidades, conscientes de la importancia


y trascendencia de sus aportes, responden a la convocatoria
del Capítulo General, con la oración y el estudio de los temas
propuestos . Cada profesa, elige a las delegadas al Capítulo
General, de entre las religiosas de votos perpetuos . Todas
tienen derecho a elegir, pero las de votos temporales no
podrán ser elegidas . Acatarán de igual modo, las directrices
del Capítulo General.

88 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


CAPÍTULO NOVENO
ADMINISTRACION DE LOS BIENES
TEMPORALES

212. Los bienes serán administrados de acuerdo con los


principios de la Iglesia y los criterios de la Comunidad:
se evitará cualquier realidad o apariencia de lujo, lucro
inmoderado y acumulación de bienes innecesarios (Cfr.
CIC, Can. 634§ 2).

213. En cada Gobierno Local, la Madre Superiora General


será la última responsable de la administración . La
Ecónoma nombrada por la autoridad respectiva tendrá a
su cargo la gestión económica, que se realizará siempre en
función del bien común, basada en la justicia y sometida a
la obediencia de la Madre Superiora (Cfr. CIC, Can. 636).
Nuestra administración es centralizada, lo cual implica que
toda la parte financiera y contable se maneje desde la Casa
donde se encuentra el Gobierno General.

214. La Madre Superiora General oído su Consejo, podrá


decidir sobre cualquier adquisición, enajenación de bienes
temporales, contratos de compraventa, empréstitos o
hipotecas.

215. El trabajo de administración requiere de personas


con criterios evangélicos y en la medida de lo posible
competencia profesional.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 89


216. La Ecónoma General desempeñará este servicio teniendo
presente el espíritu de la Comunidad, las orientaciones de la
Iglesia y las leyes del país . Podrá realizar válidamente los
actos jurídicos que corresponden a su cargo, pero contando
siempre con la autorización de la Madre Superiora General
(Cfr. CIC, Can. 638, §2).

217. Todas nos sentimos responsables de estos bienes,


ya que pertenecen a la Iglesia y colaboramos para que se
empleen según sus orientaciones y conforme a los criterios
de la Comunidad.

90 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


CAPÍTULO DÉCIMO
LA FIDELIDAD A NUESTRA VOCACION
Y A NUESTRAS CONSTITUCIONES

218. Vivir la plenitud de nuestro bautismo, es el más sublime


ideal de nuestra vocación a la vida consagrada en la Iglesia,
para alcanzarlo debemos mirar, e imitar siempre a nuestra
Madre Santísima, la más perfecta imagen de Jesucristo.

219. Para nuestra Comunidad, la mejor manera de glorificar


a Jesús es viviendo profundamente nuestra esclavitud
Mariana, ya que María nos hace ser verdaderas hijas de
Dios, como ella lo es, nos lleva a hacer lo que Él nos pide,
manteniéndonos siempre fieles a nuestra vocación hasta el
momento final de nuestra vida como ella lo estuvo al pie
de la Cruz y en la espera gozosa de la resurrección de su
Hijo . María, esposa del Espíritu Santo, es la morada en la
que debemos permanecer para ser verdaderas esposas de
Jesucristo y estar siempre en el más íntimo encuentro con
Dios todos nuestros días . Viviendo con todo nuestro ser de
esta manera, nuestra espiritualidad se hará cada vez más
fecunda en la Iglesia.
Dios Espíritu Santo quiere formarse elegidos en Ella
y por Ella, y le dice: En el pueblo glorioso echa raíces
(Bens 24,13). Echa, querida Esposa mía, las raíces de todas
tus virtudes en mis elegidos, para que crezcan de virtud
en virtud y de gracia en gracia. Me complací tanto en ti
mientras vivías sobre la tierra practicando las más sublimes
virtudes, que aun ahora deseo hallarte en la tierra sin que
dejes de estar en el cielo. Reprodúcete para ello en mis
elegidos. Tenga yo el placer de ver en ellos las raíces de tu
fe invencible, de tu humildad profunda, de tu mortificación

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 91


universal, de tu oración sublime, de tu caridad ardiente, de
tu esperanza firme y de todas tus virtudes. Tú eres, como
siempre, mi Esposa fiel, pura y sublime. Tu fe me procure
fieles; tu pureza me dé vírgenes; tu fecundidad, elegidos y
templos (Tratado de la Verdadera Devoción 34).

220. Para llegar a conocer y vivir las riquezas de nuestra


espiritualidad y carisma dadas por el Espíritu Santo,
debemos valorar el don de estar en la presencia de
Dios, en una actitud de silencio, de soledad interior y de
recogimiento que permita ahondar en los misterios de su
amor . De esta manera siempre seremos religiosas que
viviremos enamoradas de Dios y permaneceremos fieles a
nuestra vocación.

221. Seamos siempre fieles a la adoración perpetua a Jesús


Sacramentado, pues esta conserva el sentido de nuestra
vocación y la naturaleza de la Comunidad; ella es nuestra
esencia y fortaleza, sin la adoración perpetua la comunidad
perdería la vida y acabaría por terminarse . Nosotras
nacimos para corresponderle al exceso del amor más grande
de Jesús al quedarse vivo en el Santísimo Sacramento,
desde su presencia vamos a todos los confines de la tierra
sembrando amor y justicia en donde no hay, llevando paz a
donde esté ausente, y avivando la esperanza y la caridad en
quienes lo necesitan. La fidelidad a la adoración perpetua
hará que la Comunidad siempre perdure en el tiempo y de
muchos frutos a la Iglesia.

222. “...sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar


de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que
estaban en el mundo, los amó hasta el extremo” (Jn 13,1).

92 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


222. La verdad que contienen las Constituciones son un
abundante manantial de gracias y méritos para nuestra
santificación, ya que expresan la auténtica voluntad de Dios
por la bendición que han recibido de la Iglesia . Observando
todas sus disposiciones, desde las más pequeñas hasta
las más grandes con amor y espíritu de filial obediencia,
seremos religiosas que agradan a Jesús en todo momento.
De esta forma, Él podrá llamarnos en el instante final de
nuestra vida: “¡Bien, sierva buena y fiel!; en lo poco has
sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo
de tu señor” (Mt 25, 21).

223. La Iglesia espera que seamos, dignas esposas de Cristo


que llevemos en nuestras vidas el estandarte divino del
Evangelio, que dejemos huellas de amor, de sacrificio, de
entrega incondicional por el prójimo a donde quiera que
vallamos, que proclamemos con el testimonio y con la voz
que el Reino de los cielos está en nuestros corazones y que
debemos vivirlo y darlo a todos los hombres.

224. Debemos ser mujeres heroicas en la virtud, perseverar


unidas al Santo Papa y estar siempre dispuestas a dar incluso
nuestra propia vida por la Iglesia . Sin importar cuán difícil
sean las tormentas por las que tengamos que pasar siempre
estaremos unidas al Magisterio, a la Sagrada Tradición y a
la fe verdadera para permanecer fieles a nuestro llamado
de ser Hijas de la Sagrada Familia . Trabajemos para que
nuestras casas estén por todo el mundo si así es la Voluntad
de Dios, démonos sin medida por la santificación de nuestra
Iglesia y seamos para los hombres modelos del amor de
Cristo sin dejarnos vencer por temores, amenazas y
dificultades. Con el testimonio de nuestra vida consagrada
desde la clausura haremos que la luz del Evangelio llegue a
todos los corazones de la humanidad.

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 93


225. Para permanecer en el amor, es necesario guardar
la Palabra de Dios (Jn 15, 10). Para ser verdaderas Hijas
Misioneras de la Sagrada Familia es necesario hacer su
voluntad, expresada en nuestras Constituciones. Así, le
demostramos que lo amamos de verdad, entonces el Padre
vendrá con el Hijo y el Espíritu Santo harán morada en
nosotras.

226. “Jesús le respondió: Si alguno me ama, guardará mi


Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos
morada en él” (Jn 14, 23).

94 CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA.


“No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido
a vosotros y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que
vuestro fruto permanez-ca; de modo que todo lo que pidáis al
Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os
améis los unos los otros”.
(Jn15,16-17)

CONSTITUCIONES HIJAS DE LA SAGRADA FAMILIA. 95

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