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CULTURA E IDENTIDAD

MÓDULO

DE

CULTURA E
IDENTIDAD
ESMERALDAS — ECUADOR

SEPTIEMBRE - 2021

A. Magno Perlaza
CULTURA E IDENTIDAD
2

TEMÁTICAS DEL MÓDULO:

INDICE.
METODOLOGÍA
1.- INTRODUCCIÓN.
2.- OBJETIVOS:
3.- ANTECEDENTES.
4.- EL DECENIO DE LOS AFRODESCENDIENTES.
5.- LLEGADA DE ESPAÑOLES A ECUADOR
6.- ANDRÉS MANGACHE LLEGA A SAN MATEO.
7.- NAUFRAGIO DE ANTÓN, ILLESCAS Y SUS COMPAÑEROS.
8.- DOMINIO Y EXPANSIÓN DE CIMARRONES.
9.- ILLESCAS Y LAS 67 EXPEDICIONES ESPAÑOLAS.
10.– LA REPÚBLICA DE LOS ZAMBOS.
11.- FRANCISCO, PEDRO Y DOMINGO AROBE.
12.- INCURSIONES DE ESPAÑOLES
13.- EL EMBLEMÀTICO ALONSO DE ILLESCAS.
14.- LOS ILLESCAS, AROBES Y MANGACHES.
15.- LOS JESUITAS Y LA COMPRA DE ESCLAVIZADOS
16.- LA ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD EN ECUADOR.
17.- CREACIÓN DE LA PROVINCIA ESMERALDAS.
18.- REVOLUCIÓN DE CONCHA.
19.- BOMBARDEO A ESMERALDAS.
20.- TERRITORIOS ENTREGADOS POR DEUDA
21.- ACUERDO ICAZA-PRICHETT
22.– COMUNA RÍO SANTIAGO CAYAPAS.
23.- CULTURA Y VALORES.
24.- MÚSICA Y DANZA
25.- PROTAGONISTAS DE LA RESISTENCIA
26.- CUENTOS DE TRADICIÓN ORAL
27.- LA DECIMA DE TRADICIÓN ORAL
28.- ENFERMEDADES Y COMIDA
29.- MÚSICA Y DANZA
30. – PROCEDIMIENTO DE LOS TALLERES

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METODOLOGÍA DEL
PROCESO

“Pensando en grande dando pasos pequeños”, proponemos un


proceso sencillo, con formas de actuar y relacionarnos, funda-
mentado en valores, como el respeto, la solidaridad, la puntua-
lidad, la cortesía, la verdad, etc., partiendo del fondo de expe-
riencias, de lo cotidiano, de lo sencillo y natural para catapul-
tarnos a la conquista de espacios y escenarios justos, sin dis-
crimen donde todos tengamos el mismo valor, las mismas
oportunidades, iguales condiciones, donde se viva la equidad,
donde se parta de lo positivo, en donde el error es parte de la
vida una oportunidad para crecer, aprender, mejorar, así como
el éxito.

La metodología, se fundamenta en el buen trato, el cariño, el


afecto y respeto por la persona, es activa, participativa y re-
creativa; partiendo de lo cotidiano, y basada en la construc-
ción del conocimiento, en donde todos aprendemos de todos;
donde se recrea el conocimiento desde el hacer, el sentir y el
pensar, en donde se considera el:

Desarrollo de un proceso educativo recreacional permanente.

Promueve una reflexión y participación permanente, propician-


do acciones personales, familiares y sociales de sensibilización
y defensa de su cultura e identidad, con cariño y respeto para
todos.
Construcción de un espacio distinto y diferente, donde poder

opinar, cuestionar, proponer y sugerir, formas más justas y hu-

manas de relacionarnos vivir; espacio este donde nada es ab-

soluto ni definitivo, sino que es una construcción colectiva.

Construyamos una sociedad que Proteja, Valore y Respete

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2.–

1.- Generar espacios de discusión, análisis y reflexión en torno a los


aspectos, que constituyen la historia e identidad del Pueblo Ne-
gro.

2.- Conocer, analizar y difundir los aportes del Pueblo Negro y los
procesos de negación de la identidad.

3. – Revisar algunos eventos importantes en la historia del país.

4. – Reconocer personajes de la historia del pueblo afrodescendien-


te.

5.- Reconocer con orgullo nuestras particularidades étnicas cultura-


les difundiendo los diferentes aspectos que la conforman.

6.- Evidenciar y reflexionar sobre los problemas medio ambientales


que afectan a nuestra provincia y nuestra participación activa en
defensa de lo nuestro.

7.- Crear un material pedagógico educativo, base que recoja la his-


toria y tradición del Pueblo Negro, que servirá como aporte al
proceso educativo del país.

8.- Potenciar el rol de la mujer Negra dentro de la sociedad ecuato-


riana.

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3.- ANTECEDENTES
Recordando al hermano mayor, Juan García y sus importantes enseñanzas, quien decía que
Territorios Ancestrales, se refiere a un área geográfica determinada, un gran pedazo de la
montaña madre, un espacio de naturaleza que se encuentra bajo la influencia cultural y bajo el
control social y político de una o varias comunidades, caseríos y/o barrios del mismo pueblo o
nacionalidad que comparten una historia en común.

El pueblo afroecuatoriano desde cientos de años atrás es dueño de una muy rica y abundante
tradición cultural, que se ha mantenido y transmitido de generación en generación por medio
de la historia oral.

“Los Negros del Ecuador tenemos que estar muy conscientes que después de tantos años de
memorizar una historia acomodada, enmarcada en el etnocentrismo y respaldada en la conti-
nua negación de lo nuestro, cada uno de nosotros tiene la necesidad de reconocerse y encon-
trarse dentro de si mismo con sus propias raíces africanas.

Se nos ha relacionado con lo malo, se nos ha menospreciado, debemos re escribir libros, dis-
cursos, refranes, repensar con justicia y dignidad lo actuado, desaparecer términos como
mano negra, lista negra, alma negra, historia negra, negros sentimientos, relacionándolo con
lo terrible, con lo malvado y vergonzoso; sólo basta preguntar y bueno quien observó el color
del alma o de los sentimientos, todos estos prejuicios, son reproducidos desde décadas y a
dia- rios y muchos lo llevan como joroba a la espalda y no meditan en su contenido; porque no
sa- ben o porque no les conviene o interesa hacerlo.

Los negros que hoy iniciamos este interesante encuentro con nuestra verdadera identidad, de-
bemos recordar que somos nosotros los mismos negros, los que más necesitamos
ejercitarnos en el “uso” de nuestra identidad.

Después de más de 500 años de represión y negación de las identidades, a lo largo y ancho
de esta nuestra América mestiza, los hijos del Pueblo Negro, vemos con mucha esperanza,
que la identidad y la cultura de nuestros pueblos, se transforman y convierten en temas de
interés y actualidad, tanto para el estado como para una parte importante de la sociedad, que
antes los negaba y los excluía; apreciamos en esta apertura una naciente voluntad, que revo-
luciona y propicia cambios de enorme importancia en los distintos escenarios de nuestra
socie- dad; contamos con la esperanza que estas voluntades de apertura y cambio se
sostengan y se afiancen, y que los espacios que hoy se sugieren para reflexionar sobre tan
importante temáti- ca, se hagan extensible a otros aspectos de la vida de nuestros pueblos,
que por muchos años estuvieron al margen del reconocimiento de sus derechos.

Según la historia oficial que se enseña en los establecimientos educativos sólo se habla de los
españoles, de los mestizos e indígenas por ello existen algunos referentes como: Francisco
Pizarro, Eugenio Espejo, Pedro Vicente Maldonado, indígenas como Rumiñahui, Atahualpa;
pero no se habla de nosotros los negros, pareciera que no viviéramos en este país, se habla
de los que nos esclavizaron y nos obligaron a trabajar, pero no dicen nada de los que hicimos
el trabajo, porque es una deuda de sangre y dolor, que pretenden que todos olvidemos.

En la escuela no se enseña nada de los negros, por que en los libros no se encuentra nada de
nuestra historia, todo lo que dicen es sobre otros grupos étnicos, conocemos muy poco sobre
nuestra historia, no porque nos falte gana de saber, sino porque la sociedad y el estado no tie-
ne interés en enseñarnos, nuestra historia es sólo un resumen mal hecho de todo lo que ha
sido nuestra participación en la construcción del país.

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4.– EL DECENIO DE LOS AFRODESCENDIENTES.

Lo que viven las comunidades negras en el Ecuador, y la urgente necesidad de


propiciar un compromiso del Estado ecuatoriano, expresado en atención pública
y pleno ejercicio de sus derechos, a fin de generar acciones que mejoren las
condiciones de vida, apegadas al Buen Vivir, que ordena nuestra Constitución y
su enlace directo con la resolución 68/237 de la Organización de las Naciones
Unidas, emitida el 23 de diciembre de 2013, que proclamó el Decenio Interna-
cional de los Afrodescendientes, importante hecho que inició el primero de
enero del 2015, y que se extiende hasta el 31 diciembre del 2024.

Decenio que ha sido ganado a partir de una larga, permanente e interesante lu-
cha, evidenciada en movilización, participación y gestión estratégica llevada
adelante por diferentes actores, entre ellos organizaciones comprometidas en
esta noble causa. Sin lugar a duda esto es fruto de extensas discusiones y ne-
gociaciones entre Estados y organizaciones, conscientes de que las cadenas de
la discriminación racial continúan tristemente menoscabando a hombres, muje-
res y niños”, como acertadamente lo expresó Martin Luther King, cincuenta años
atrás, en la marcha por los derechos civiles de los afroamericanos.

Otro hecho significativo es la Resolución 69/19 de la misma ONU, la cual fue


emitida el 21 de noviembre de 2014, que resuelve el levantamiento de un
“Monumento permanente, en un justo homenaje y recuerdo de las Víctimas de
la Esclavitud y de la trata transatlántica de las personas esclavizadas”, impor-
tante monumento que constituye como expresa Diógenes Díaz en el “El Dece-
nio de la integración de los pueblos”, en un recordatorio de la tragedia y el ho-
rror de un sistema inhumano, de la trata transatlántica de esclavos, que des-
arraigó de sus hogares de 15 a 20 millones de hombres, mujeres y niños, envia-
dos y negociados como carga, a las Américas y que recibieron un trato inhu-
mano, injusto y despreciable, sometidos a tortura, abuso y trabajo forzoso; uno
de los más graves crímenes de lesa humanidad que no han sido adecuadamen-
te estudiados, ni sus consecuencias en la sociedad actual debidamente recono-
cidas. (Diógenes Díaz, 2015: 11).

Como en diferentes partes del mundo, en Ecuador es fundamental el reconoci-


miento y la reparación de los daños que aún sufren las comunidades, y que re-
quieren una restitución de derecho, expresado en una vida llena justicia, que
garantice espacios de respeto, desarrollo y dignidad. La Constitución de la repú-
blica en su Art.1, reconoce al Ecuador como un Estado constitucional de dere-
cho y justicia social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultu-
ral, plurinacional y laico.

Parte de este proceso en Ecuador es el decreto 060, el mismo que señala: Art.
2, se decreta los 365 días de combate al racismo, la discriminación racial y la
construcción de una sociedad intercultural. Art. 3, adóptese una política laboral
de acciones afirmativas, para sectores sociales históricamente discriminados.

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5.- LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES A ECUADOR


El 21 de septiembre de 1526, Bartolomé Ruiz de Estrada avista por 1era. vez
costas ecuatorianas y llega a San Mateo, llamó mucho la atención al ver a los
nativos luciendo piedras esmeraldas y adornos de oro. Pertenece a los conoci-
dos como los 13 de la fama y uno de los integrantes de la segunda expedición
de Francisco Pizarro al Nuevo Mundo, fue el primero en recopilar datos sobre el
Imperio Inca; en 1529 se le nombró como Piloto Mayor del Mar del
Sur. Bartolomé Ruiz de Estrada, nació en 1.482 en Huelva – España – y muere
en Cajamarca en 1.532.

6.- ANDRÉS MANGACHE LLLEGA A SAN MATEO


En 1.541, Andrés Mangache, llega a San Mateo. Los Mangache son la primera
población de cimarrones asentadas en Esmeraldas. Llegó junto a una indígena
nicaragüense, huidos de un barco anclado en la bahía de San Mateo, tuvo dos
hijos: Francisco, que más tarde tomaría el apellido de Arobe y Juan que manten-
dría el apellido Mangache, se dice ambos guardaban rencor hacia Alonso de
Illescas, pues lo acusaban de la muerte de su padre Francisco de Arobe que era
conocido como “Capitán de San Mateo”, era amigo de los españoles y sirvió de
gran ayuda para los náufragos que llegaban a la zona. Juan y Francisco son los
más conocidos; aunque tuvo más hijos e hijas. Francisco de Arobe y Juan Man-
gache. El grupo de los cimarrones Mangache se asentó por la Bahía de San
Mateo y zonas aledañas.

7.- NUAFRAGIO DE ANTÓN, ILLESCAS Y SUS COMPAÑEROS El mercader


Illescas se ubicó primero en Sto. Domingo, luego pasó a Lima, negociaba con
ropa, armas, caballos, aceite de oliva y con personas esclavizadas. En 1553 uno
de sus barcos sale de Panamá rumbo a Lima, luego de 30 días de navegación,
se encontraba doblando el Cabo de San Francisco, ensenada de Portete, actual
cantón de Muisne, en donde la tripulación decide bajar a tierra a descansar junto
a 17 negros y 6 negras, para que les ayudasen a buscar agua, leña y productos
para continuar el viaje. Mientras estaban en tierra, la fuerte marea hizo que el
barco chocara contra los arrecifes de la costa. Los españoles con dificultad sal-
varon sus vidas y pertenencias; sin poder capturar a los esclavizados que se
internaron en la selva, empujados por el deseo de libertad.

8.- DOMINIO Y EXPANSIÓN DE CIMARRONES


El cimarrón Enrique cambia su nombre a Alonso de Illescas e inicia su liderazgo
en este territorio. Los negros cimarrones liderados por Antón se adueñaron de
un pueblo de indígenas llamado Pidí una localidad de la tribu de los niguas, cu-
yo jefe era Chilindauli. En un ataque de Antón junto a la tribu de los niguas en
contra la tribu de los belicoso campaces, provoca la muerte de varios indígenas
y 6 negros entre ellos el líder Antón, tomando el liderazgo el cimarrón Alonso de
Illescas “Con el transcurso del tiempo, por medio de guerras y alianzas, fue ex-
pandiendo su poder y fama por toda la costa, desde Bahía de Caráquez hasta
Buenaventura, Colombia”. Del enfrentamiento los cimarrones pasaron a la adap-
tación, hasta que mezclándose con los indígenas de la región dieron origen a
las poblaciones de zambos y afroecuatorianas libres. Los cimarrones aprendie-
ron la lengua de los indígenas, coordinaron y con disciplina instruyeron a su po-
blación en el arte de la guerra y en el amor por la dignidad y libertad. Conocían
el manejo y elaboración de las armas, y el cronista cuenta que: “el negro Alonso
de Illescas y sus antecesores han puesto a estos indios en saber pelear con ar-
diles y cautelas, cosa que los indios antes no usaban”. El primer jefe de este
grupo de esclavizados que se convirtieron en cimarrones, sabemos que se lla-
maba Antón; y el segundo fue Alonso de Illescas.

Construyamos una sociedad que Proteja, Valore y Respete

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9.- ILLESCAS Y LAS 67 EXPEDICIONES ESPAÑOLAS

Los cronistas cuentan que los “negros en alianza con los indígenas rechazaron a
más de 60 expediciones militares de los españoles, que en distintas épocas inten-
taban someterlos”.

Hacia finales del 1.500 y comienzos del 1.600 los negros cimarrones dominaban y
controlaban casi todo el territorio de la provincia de Esmeraldas, desde el Río Es-
meraldas hasta Coaque y Cabo Pasado, en Manabí, puesto que aumentaron en
número como también en poder.

Mantuvieron por todos los medios necesarios su independencia. Esta obsesión


por encontrar riquezas les embrujó al llegar a las costas de Esmeraldas, pues
encon- traron grandes piedras de esmeraldas y oro en posesión de los nativos, lo
cual multiplicó su interés por controlar este territorio y concretar el acostumbrado
sa- queo que caracterizó a los invasores, que no tuvieron reparo en llamarse a sí
mis- mo conquistadores.

Su insistencia fue tal que desde 1.526 hasta 1.804 se han registrados documenta-
damente, nada menos que 67 incursiones al territorio esmeraldeño, de las cuales
al menos 29 fueron de tipo militar. 11 (Alcina-Mormo-Peña, 1976: 115-21).

En lo referente al territorio de Esmeraldas fueron al menos 29 las incursiones de


tipo exclusivamente militar, que emprendieron los españoles con el ánimo de so-
meter a esta población y su territorio, esto desde 1.526 hasta 1.804.

10.- LA REPÚBLICA DE LOS ZAMBOS

Los cimarrones lograron el reconocimiento de las autoridades coloniales y de algu-


na forma fueron los principales interlocutores con las autoridades de la Real Au-
diencia de Quito. En documentos de la época, la región fue definida como la
“República de los Zambos de las Esmeraldas”. Entendiéndose para esta época,
“una República de los Negros libres”. Esmeraldas fue durante muchos años, la zo-
na con mayor presencia de negros cimarrones. El oidor, Juan del Barrio, vivió en
San Mateo, Esmeraldas, entre el 1.598 y 1.600; siempre tuvo amistad con los prin-
cipales negros cimarrones y mulatos libres. Las autoridades españolas se preocu-
paron de mantener la relación con los líderes cimarrones y mulatos, a través de
los doctrineros y de otras personas relacionadas con ellos.

La Audiencia y Cancillería Real de Quito (1563-1822) fue el más alto tribunal de


la Corona española en los territorios de la Provincia o Presidencia de Quito, dentro
del Virreinato del Perú, que después formaron parte del Virreinato de Nueva Gra-
nada.

Para 1.577, el Presidente de la Real Audiencia de Quito, Pedro Garica de Valver-


de y el Obispo Mons. De la Peña, enviaron a Esmeraldas al Presbitero Miguel Ca-
bello de Balboa, con la misión de someter pacíficamente a los cimarrones, para lo
cual las autoridades de Quito nombraron a Alonso de Illescas “Gobernador de la
provincia”, cargo que no aceptó a fin de mantener la libertad y la autonomía que
habían logrado construir. Miguel Cabello de Balboa tuvo que regresarse a Quito
sin ningún resultado.

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11.- FRANCISCO, PEDRO Y DOMINGO AROBE


En 1599 el capitán Francisco de Arobe con sus hijos Pedro y Domingo, de 56, 22 y
18 años de edad respectivamente, quienes eran caciques de la actual región de Es-
meraldas.

Los tres personajes, que habitualmente vestían mantas y camisetas como los indíge-
nas de la región, fueron retratados a la usanza europea con jubón y capa españoles,
además de adornos de oro utilizados por los indígenas andinos, como collares, nari-
gueras, orejeras, bezotes y sortijas de barba por el quiteño Andrés Sánchez Gálquez
en 1599, cuadro que se conserva en Madrid, en el Museo El Prado, esta pintura de
1.599, fue mandada pintar por Juan del Barrio de Sepúlveda, oidor de la Real Au-
diencia de Quito, para enviársela como recuerdo al rey Felipe III de España, y así
demostrar la conversión y adoctrinamiento de los llamados cimarrones, esclavizados
negros huidos de los barcos europeos naufragados en las costas de América, que
acababan convirtiéndose en caciques de poblados indígenas y por eso se les consi-
deraba libres.

12.- INCURSIONES DE ESPAÑOLES


La hazaña del descubrimiento de América, no podría explicarse sin la tradición militar
de guerra de cruzadas que imperaba en la Castilla medieval, y la Iglesia no se hizo
rogar para otorgar el carácter sagrado a lo que dieron en llamar “conquista”. El papa
Alejandro VI, que era de origen valenciano, convirtió a la reina Isabel en dueña y se-
ñora absoluta del Nuevo Mundo”.

La obsesión por encontrar riquezas les sedujo al llegar a las costas de Esmeraldas,
pues encontraron grandes piedras de esmeraldas y oro en posesión de los nativos;
situación que multiplicó su interés por controlar este territorio y tomar las codiciadas
riquezas. Para cumplir con este cometido, no tuvieron reparo en el uso de todo tipo
de métodos, haciéndose llamar conquistadores.
Según el historiador José Alcina Franch (Valencia, 23 de agosto de 1922 – Madrid,
16 de octubre de 2001), su insistencia fue tal, que durante el periodo comprendido
entre los años 1.526 y 1.804, se han registrados documentadamente, nada menos
que 67 (sesenta y siete) incursiones al territorio esmeraldeño, de las cuales se puede
señalar que al menos 29 fueron incursiones de tipo militar. Importante es señalar,
algunos elementos fundamentales que ayudan a explicar las reiteradas victorias de
los españoles sobre los pueblos indígenas; estas radican en el hecho de que las cul-
turas indígenas de América y sus comunidades, no conocían invenciones como el
hierro, ni sus múltiples usos, elemento clave para la elaboración de todo tipo de ar-
mas, que va desde pistolones, espadas, cañones, armaduras y más elaboradas
a través de este; tampoco conocían la pólvora, elemento que tanto les impactó y se
convirtió en pieza clave para alimentar las armas y cañones; al igual que descono-
cían del papel, la brújula, el vidrio, y sobre todo la rueda, invento fundamental que
facilitó, el transporte de armas, provisiones, personas y alimentos, de manera rápida
y eficiente.

Se puede apreciar que las 20 primeras incursiones militares, se realizaron en apenas


35 años, es decir desde 1.531 hasta 1.564, tomando en cuenta lo costoso y arriesga-
do de las mismas, nos da una idea de la importancia que le dieron a la conquista de
este apreciado territorio, pero la presencia de Alonso de Illescas fue por 1.555; luego
del liderazgo de Antón, y la muerte del héroe Illescas, que se da por el año 1.600 y
según los datos que arroja el cuadro, estas penetraciones militares, se presentan
aproximadamente hasta 1.596.

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Es decir, después de su muerte, no se dieron penetraciones militares


(Resumido de Alcina-Mormo-Peña, 1976: 115-21). A pesar de que cada incur-
sión militar tiene aspectos interesantes, y personajes diferentes, es necesario
destacar cuatro de estas ambiciosas penetraciones; debido al número de per-
sonas empleadas que se registran en las mismas y a sus repercusiones, pues
en la última se termina tomando prisionero al propio Alonso de Illescas y a su
familia. Dos de estas importantes incursiones militares, se produjeron entre
1.535 y 1.564; la primera realizada por el capitán Gonzalo Díaz de Pineda, esta
operación militar, la número 16, reunió nada menos que a más de 1.000 (mil)
personas, quien partiendo desde Quito – Sicchos, recorrió la provincia de Es-
meraldas con 200 (doscientos) soldados y 800 (ochocientos) indígenas.

La segunda incursión de tipo netamente militar que fue la número 20 (veinte),


es la realizada por Francisco de Orellana, con más de 650 (seiscientos cin-
cuenta) personas, quien partiendo desde Manabí, llegó a Esmeraldas con 150
(ciento cincuenta) soldados y más de 500 (quinientos) indígenas. Las dos res-
tantes incursiones, son la número 23 y 24 respectivamente, tienen como prota-
gonistas al capitán Andrés Contero y su yerno, el capitán Martín Carranza; es-
tas 2 importantes incursiones a Esmeraldas, fueron organizadas desde el sur,
buscando penetrar a profundidad el territorio de las Esmeraldas. La primera se
realizó entre 1.568 y 1.569, por la cuenca del río Daule-Babahoyo, cuando el
gobernador del Perú Lope García "envió de comisión al capitán Andrés Conte-
ro, que pocos días había salido de pacificar y poblar los Quxos, para que fuese,
poblase y pacificase las provincias de las Esmeraldas".16 (Carranza, 1897:
cxxxiv).

Una vez reunidos muchos caballos, 40 soldados y ganado, siguiendo el curso


del río Babahoyo, se disponían a llegar a Esmeraldas, sin embargo las dificulta-
des, el hambre y el tiempo de no andar ese camino, provocaron que se perdie-
ran por aquellos espesos bosques. En la segunda expedición los capitanes
Contero y Carranza empiezan a organizarla en febrero de 1569 Contero en-
vía a Carranza, que regrese por río en balsa hasta Guayaquil. A principio de
julio de 1569, Carranza envía algunos soldados por mar hasta cabo Pasao "con
el servicio y manimiciones " y por tierra a los restantes. En agosto, con todo
dispuesto en Cabo Pasao, salieron al norte por la costa, llegando a Coaque a
los 4 días. "En 28 de agosto, en las poblaciones de Campaz, envié a llamar de
paz a los caciquez comarcanos; vinieron de guerra y diéronme una guaçavara.
El 2 de septiembre, me dieron otra cruelìsima guaçavara y quedó la gentetan
herida que me fué fuerza retirar aquella noche". como indica el propio Martín
de Carranza en su narración.17 (Carranza, 1897: cxxxvii-viii.). Es en esta épo-
ca en la que Carranza incursiona por el territorio de los belicosos Campaces,
que fue tomado prisionero Alonso de Illescas, libreado por Gonzalo de Ávila y
su compadre Escobar.18 (Cabello, 1945: 24-26).

Luego de la primera incursión que realizó con 40 soldados entre 1568-1569,


Andrés Contero19. Salió de Porto Viejo, con su yerno Martín de Carranza, y
llegaron a Portete entraron con soldados tierra adentro, llevando por capitán y
caudillo a Martín de Carranza, pudo capturar a Illescas y a su familia, media-
namente multiplicada, y pudo darle alcance, por la acción engañosa del Reve-
rendo Escobar, quien siendo fraile novicio del Monasterio de las Mercedes de
Panamá, salió antes de la pacificación y con el hábito se metió en un barco
que iba para el Perú, llegó a la costa desamparado del barco, por tierra, enfer-
mo lo dejaron cerca de la bahía de San Mateo y hallándolo Illescas, no tenía

Da y tendrás en abundancia

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esperanza de vida, lo llevó a su casa lo curó, y puso en disposición de seguir su


camino.

Durante el tiempo que estuvo, le bautizó los hijos y se hicieron compadres, luego
de esto, el Reverendo Escobar, tomando hábito secular, se salió al Puerto Viejo y
llegó a verse con Andrés Contero, coordinando la acción de captura de quien le
había socorrido, además se enlisto entre los invasores, presumiendo mucho de
buen líder, este como de mal compadre; este fue quien dio la ubicación y conven-
ció Illescas para dialogar con los españoles, luego de lo cual, Illescas junto a su
familia, fueron tomados prisioneros por Andrés Contero. Cabe resaltar que entre
los soldados estaba

Gonzalo de Ávila, hombre bajo de estatura, gran trabajador y extremado arcabu-


cero20. y excelente nadador, nacido en la isla de Tenerife, a los trece años, su
tío le envió en un navío de Guinea a Cabo Verde, de allí a la Isla Española y de
ésta a Panamá, , Gonzalo entabló amistad con el preso Illesca y con su hija la
mulata María, con la que luego se hicieron pareja y tuvieron una hija llamada
Magdalena. Fue esta amistad la que permitió que Illescas se libere de sus capto-
res. Sin embargo Gonzalo de Ávila contó con el apoyo del compadre de Illescas,
el padre Escobar, quien se quedó atascado en una ciénaga, y no los pudo se-
guir. A partir de esto Gonzalo se constituyó en un acompañante y apoyo perma-
nente. Los escritos señalan que Illescas tenía entre catorce o quince mujeres.

Cabe indicar que el capitán Carranza muere en Esmeraldas en una confrontación


con los indígenas, Alcina y peña concluyen que si Carranza muere a manos de los
"centinelas" o indios de guarnición que defendían el área sagrada de la
"Tolita" (86). Esto quiere decir que por la costa había llegado al corazón del territo-
rio de Esmeraldas.

13.- EL EMBLEMÀTICO ALONSO DE ILLESCAS.


Este importante y emblemático estratega según los escritos revisados, nació alre-
dedor de 1528, en África en la región de Cabo Verde, actual Senegal, a la edad de
entre los 8 y 10 años fue capturado y llevado como esclavizado a España, bautiza-
do y confirmado en Sevilla con el nombre de Enrique. Más tarde tomó el nombre de
su amo, Alonso de Illescas tuvo la oportunidad de aprender a más de las lenguas
africanas, el español; así como la de los indígenas esmeraldeños; supo cómo tratar
y defenderse de los españoles, orientó y guió a los negros e indígenas y pudo com-
binar la estrategia y capacidades de ambos pueblos, incluidas técnicas de ataque y
defensa, para conseguir mantenerse libre del yugo y la opresión.

Se volvió hábil en el uso de las armas, que con especial destreza aprendió a fabri-
carlas, también entonaba instrumentos musicales propios de las grandes familias
de la época. Las diferentes incursiones españolas, tuvieron como problema princi-
pal a más de los feroces pueblos indígenas de la época, la dificultad de enfrentar a
Alonso de Illescas, y su alianza negro indígena e incluso española. En este perso-
naje, que es reconocido como héroe Nacional por el Congreso del Ecuador, el 2 de
octubre de 1997, resalta su permanente y particular forma de defender y preservar
tanto la autonomía de su gente como la libertad de los pueblos de negro e indíge-
na, que lideró y mantuvo al margen del dominio y sometimiento de los españoles.
Sus permanentes estrategias, defensa y victorias, frente a las reiteradas pretensio-
nes de dominio y control español, lo convierten en el líder negro más importante y
en el máximo referente del proceso de negritud en Ecuador.

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Se ganó el odio, admiración y hasta el respeto de las autoridades, y por las múltiples
ayudas brindadas a los náufragos, así como su cuidado, socorro y ayuda a llegar a
lugar seguro. Gaspar Suárez de Figueroa, Secretario de aquella Audiencia, el 28 de
julio de 1577, entrega al presbítero Miguel Cabello de Balboa la provisión y cédula
de perdón general para Alonso de Illescas, Gonzalo de Avila, Jhoan y Francisco,
mulatos, y sus acompañantes, carta y provisión de franquezas y libertades de la
Real Audiencia, en nombre de su Majestad el Rey, a todos prometía, especialmente
al mismo Illescas, al cual nombraba y criaba Gobernador de aquellas Provincias y de
los que en ella residen. Balboa, al parecer no de buen gusto por lo que se deja ver
en sus escritos, pues califica reiteradamente de bárbaro a Illescas y a los suyos; sin
embargo, nada dice de las masacres de los españoles en sus variadas invasiones.
Miguel Cabello de Balboa, parte el sábado 25 de agosto de 1577.

Este nombramiento no se pudo efectivizar por varios inconvenientes que se presen-


taron y por ello las penetraciones militares continuaron, frente a lo cual Illescas supo
rrechazarlas derrotando uno tras otro a los capitanes españoles. Estos acometían a
la empresa, con el afán de buscar las esmeraldas, el oro, la madera, la tierra, y tam-
bién para evitar que los negros se aliaran con los piratas ingleses y causaran daños
a los intereses españoles. Alonso de Illescas fue también “diplomático”, pues, si bien
por un lado luchaba contra los españoles; por el otro sabía convertirlos en amigos,
ayudando a los numerosos náufragos que encontraba en las playas a recuperarse
de salud y luego les facilitaba su retorno.

Alonso de Illescas también fue un ejemplar, digno y gran gobernante. Nunca se


dejó sobornar. Rechazó el título de gobernador, que el presidente de la Real Au-
diencia, le ofreció por escrito y le hizo llegar a sus manos, por intermedio del sacer-
dote Miguel Cabello de Balboa. Es de notar que muchos capitanes perdieron toda
su hacienda para lograr el título de gobernador de las Esmeraldas. Este negro ci-
marrón, huido de la esclavitud, que según las leyes del momento, merecía casti-
gos, se permitió rechazar el indulto real y la gran oportunidad de ser gobernador
por cuenta del Rey. Supo adiestrar y aplicar múltiples estrategias.22, que le permi-
tieron, preparar a sus guerreros, con sistemas de intensas prácticas y mucha disci-
plina, a fin de siempre estar preparados para defender, su espacio de frontera.23,
su tierra, su familia, su libertad y su cultura. Sin duda, un verdadero símbolo de lu-
cha, resistencia e inteligencia; un icono que marca la historia de los descendientes
de africanos en el Ecuador.

Los esfuerzos y la siembra realizada por personas durante la historia de la humani-


dad, que deciden entregarse por entero a procesos de desarrollo social, crecimiento,
solidaridad y justicia, siempre se encontrarán con mezquinas opiniones que inútil-
mente pretenden invisibilizarlas, sin saber que estas nunca morirán, simplemente,
porque permanecen, intactos, aunque muchos pretendan desconocerlo, el peso de
la historia les garantiza permanecer con fuerza y firmeza, como vibrantes ejemplo e
impulso para todo aquel que lo requiera y necesite.

Esmeraldas y el país cuenta con suficientes muestras de valentía y heroicidad para


inspirar un trabajo permanente de avance y desarrollo, es por ello que nuestra Es-
meraldas está cruzada por frases como: “Libre por rebelde y por rebelde grande”, es
un espacio inundado de jolgorio, de arrullo y maraca, que juntos danzan al son de
cununo, el bombo y el mágico sonido de la marimba, que guarda y recrea de mane-
ra diaria, y permanente, el legado cultural, lleno de tradición y ancestralidad, que la
convierte en uno de los pocos referente de la cultura del Pueblo afroecuatoriano, el
cual debe ser valorado y protegido por la sociedad en general, pues allí habita el co-
razón mismo de la tradición ancestral y la fortaleza de las costumbres de la negritud
ecuatoriana.

A. Magno Perlaza
CULTURA E IDENTIDAD
1

14.- LOS ILLESCAS, AROBES Y MANGACHES


Después de la muerte de Alonso, algunos de sus hijos se destacaron como líderes importan-
tes de esta región; entre ellos podemos anotar: Enrique, Alonso, Sebastián, Baltasar, Jeróni-
mo, Justa y María. Su padre supo transmitirles su espíritu cimarrón y el anhelo de autonomía
y libertad para los pueblos que habitaban la tierra de las Esmeraldas. En diferentes ocasiones
las autoridades coloniales invitaron a subir a Quito a los líderes y principales negros cimarro-
nes para los sacramentos y hacerse amigos. El 2 de febrero de 1600, algunos de los principa-
les cimarrones negros de las Esmeraldas, en la Iglesia de San Blas, recibieron el sacramento
de la confirmación, en presencia de las principales autoridades de Quito. Los cimarrones eran
prácticamente intermediarios entre las autoridades y los pueblos de las Esmeraldas. Al no po-
der dominarlos, la Audiencia de Quito mantenía buenas relaciones con ellos. Por ejemplo, en
1616, la Real Audiencia de Quito solicitó el apoyo de los negros cimarrones de Coaque y Ca-
bo Pasado, para que envíen sus gentes a trabajar en la carretera que Martín de Fuica estaba
abriendo de Quito a Bahía de Caráquez.

15.- LOS JESUITAS Y LA COMPRA DE ESCLAVIZADOS


Desde 1627, los Jesuitas compraron mano de trabajo esclavizada en los muelles de Cartage-
na de Indias, para suplir la mano de obra que necesitaban sus “muchas propiedades y labo-
res.” El grupo preferido por los jesuitas y muchos otros esclavistas era el de los Mina los cua-
les procedían de Costa de Oro, en el Golfo de Guinea. Los Mina eran comercializados casi
absolutamente por los portugueses. Para los años de 1659, hay quejas públicas ante la Real
Audiencia de Quito de que los Jesuitas acaparaban el comercio del azúcar, la panela y los
cordobanes, lo cual muestra que sus haciendas estaban en funcionamiento para esta época.
A partir de 1660, aparecen en Cartagena otras personas vinculadas al comercio de esclaviza-
dos para la real Audiencia de Quito. Según los documentos de la época el más importante era
el criollo Juan de Espinosa, de quien algunos de sus esclavizados adoptaron el apellido. Por
los documentos de la época podemos saber que en los años de 1680, se acrecentó la impor-
tación de esclavizados por parte de los Jesuitas, para incorporarlos a las haciendas de la re-
gión del Chota; trajeron esclavizados bozales, que tenían fama de ser más rendidores en el
trabajo que los esclavizados criollos, que venían de otras regiones de América. Más tarde, los
Jesuitas compraron cañaverales y trapiches en La Concepción, que comprendían 180 caballe-
rías de terreno. En el mismo año, compraron a su competidor Espinosa la famosa hacienda
de Cuajara, en la cuantiosa suma de 22.000 pesos.

La hacienda tenía trapiches, sus tierras no podían medirse del todo, por lo extensas que eran.
La compra de estos dos latifundios obligó a los jesuitas a invertir en una nueva importación de
esclavos y la información de la época dice que: “Desde 1690 trajeron a varios Carabalies co-
mercializados por los ingleses desde el Golfo de Biafra. Cinco años más tarde, los Jesuitas
trajeron los primeros Congos”. No es una coincidencia el hecho de que, en1695, empezara el
período más activo en el tráfico de esclavos por Cartagena de Indias. Para 1715, el auge ne-
grero había llegado a su nivel más alto por la demanda de mano de obra esclavizada. Para
estos años los Jesuitas poseían un total de 234 esclavos, 92 de ellos en Cuajara y 142 en
otras tres haciendas: Carpuela, Chalguayacu y Caldera. Los estudios hechos sobre las ha-
ciendas de los jesuitas, nos muestran que entre los años de 1745 y 1767, los Jesuitas com-
praban un promedio de 7 esclavos por año, para cada hacienda. Solo en sus haciendas de
Cuajara, el número de esclavizados llegaba a la suma de 129 hombres y 135 mujeres.
Los apellidos más comunes eran: Congo, Mina, Espinosa y Carabalí. Hacia 1760, los Jesuitas
realizaron las últimas compras de africanos en los mercados de Cartagena y Portobello.
En1767, son expulsados de España y las colonias americanas. Según un inventario de la
época, se pudo ver que dejaban ingenios de azúcar ubicados en Caldera, Carpuela, Coangue,
Cuajara, Chamanal y La Concepción. En las haciendas quedaron 2.615 esclavizados; de ellos
1.324 estaban destinados a trabajos en las haciendas cañeras. La salida de los Jesuitas no
trajo ningún beneficio para los esclavizados. Ocho años después, 1775, el entonces Presiden-
te de la Real Audiencia, Juan Diguja, nombró administradores públicos para las haciendas y
otras propiedades de los jesuitas. En 1784, se empezaron a vender las haciendas a chapeto-
nes o criollos ricos de la ciudad de Quito. Por ejemplo, en 1784, don Pedro Calixto Muñoz
compra 6 haciendas al valor de 20.000 pesos la propiedad, incluidos los esclavizados.

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16.- LA ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD EN ECUADOR


La libertad de los negros esclavizados se produjo lenta y paulatinamente, de acuerdo a
los procesos históricos y a la toma de conciencia libertaria de los pueblos. En este pro-
ceso, los esclavizados fueron sujetos importantes para lograr su libertad. Para algunas
personas, la abolición era importante, pues veían en los esclavizados un recurso políti-
co y militar estratégico. Otros en cambio, veían amenazados sus intereses económicos
que en buena medida dependía de los aportes que el trabajo de los afroecuatorianos
les daba.

En 1821 Simón Bolívar, impulsó el proceso hacia la abolición se inició con la Ley de
“Libertad de Vientres”, El gran aporte que los batallones de afroecuatorianos y afroame-
ricanos de muchas regiones dieron para las luchas libertarias, no fueron suficientes pa-
ra que los esclavizados alcanzarán la libertad. En el Ecuador. 21 de julio de 1851, el
General José María Urbina, Pudo completar este proceso expidiendo el decreto de la
Abolición de la Esclavitud, cuyo texto dice: “Considerando que los pocos hombres es-
clavos que todavía existen en esta tierra delibres, son un contrasentido a las institucio-
nes republicanas que hemos conquistado y adoptado desde 1820, un ataque a la reli-
gión, a la moral ya la civilización, un oprobio para la república. Se decreta la manumi-
sión de los esclavos”.

17.- CREACIÓN DE LA PROVINCIA DE ESMERALDAS


Desde el Congreso Nacional se expide el decreto por el cual el cantón de Esmeraldas
se une a la provincia de Imbabura. El cantón Esmeraldas deja de pertenecer a la provin-
cia de Pichincha. Este decreto se mantuvo vigente hasta 1843, cuando vuelve a perte-
necer a Pichincha. Se ordena el cambio de cabecera cantonal La cabecera del cantón
Esmeraldas continuó en San Mateo. Este sitio había sido escogido por los pobladores
de Esmeraldas sobre todo por ser un lugar estratégico para la defensa, en caso de
inva- sión y ataque de piratas.

En pleno régimen republicano, Esmeraldas progresaba poco. A lo mucho vivía de la ex-


plotación de los recursos naturales, productos tales como: el caucho, la tagua, la vaini-
lla, la madera, etc.; productos vitales para la incipiente economía de la provincia. La
educación permanecía abandonada, había pocas escuelas. A nivel de salud, se vivía en
un ambiente amenazado por las enfermedades y epidemias. Existieron dos razones
fundamentales que animaron al gobierno central a responder a la solicitud de los pobla-
dores de la región, con el fin de que el cantón Esmeraldas fuera declarado provincia: se
facilitaría la apertura del camino y se podrían fijar impuestos a los productos locales.

Se dio el terreno para construir el nuevo centro de la ciudad, integrada por dos canto-
nes, conformados así: Cantón Cara: con las parroquias de Esmeraldas, Atacames, San
Francisco del Cabo, Muisne. Como cabecera cantonal Esmeraldas. Cantón Carondelet:
con las parroquias de Rioverde, Ostiones, La Tola, Cayapas, San Lorenzo del Pailón,
Concepción del Oro, Cachaví y San Francisco de los Ríos. Como cabecera cantonal La
Tola. La Provincia de Esmeraldas y su primer Gobierno siendo Esmeraldas ya una pro-
vincia, se nombra como primer Gobernador al quiteño Camilo Borja; y como primer Co-
mandante de armas al Coronel Ramón Valdez, esmeraldeño. De esta manera, se inicia-
ba una nueva etapa para la provincia de Esmeraldas y su gente. Pese a esto, la provin-
cia necesitaba de mucho apoyo, esfuerzo y trabajo para estar a la altura de las demás
provincias.

El 20 de noviembre de 1847 se da la provincialización de Esmeraldas; por así haberlo


dispuesto el Congreso Nacional de 1847; y ejecutado por el entonces presidente de la
República, Vicente Ramón Roca.

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18.- REVOLUCIÓN DE CONCHA

Carlos Concha Torres, nace en Esmeraldas el 11 de agosto de 1864 y muere en


Esmeraldas el 12 de abril de 1919, un militar, odontólogo y también un político
ecuatoriano, se convirtió en un líder de la revolución liberal, a la cual le entregó su
fortuna y dejó de lado su profesión, para combatir junto a Eloy Alfaro. Más tarde,
encabezó una revolución en la provincia contra el gobierno de Leonidas Plaza, pa-
ra vengar la muerte del Viejo Luchador.

En 1897, durante el primer período presidencial de Eloy Alfaro, fue designado Go-
bernador de la provincia de Esmeraldas, cargo en el que actuó hasta 1900. Luis
Vargas Torres (Esmeraldas, Ecuador, 1855-Cuenca, Ecuador, 20 de marzo de
1887) fue un revolucionario, político y militar ecuatoriano clave en la Revolución
Liberal de Eloy Alfaro. Al poco tiempo asistió como diputado por la provincia de
Esmeraldas a la Convención que convocada por el Presidente de la República, Dr.
José María Plácido Caamaño, se reunió en Quito desde el 11 de octubre hasta el
26 de abril de 1884, y en ella defendió con energía los principios liberales, a pesar
de que la Asamblea era dominada abrumadoramente por la mayoría conservado-
ra. Fue fusilado el 20 de marzo de 1887 en la Plaza Mayor de Cuenca, sin dar la
espalda al pelotón de ejecución y sin permitir que le vendaran los ojos. La noche
anterior había escrito algunas cartas de despedida y un mensaje titulado Al borde
de mi tumba, cuyas últimas palabras eran: "Quiera Dios que el calor de mi sangre
que se derramará en el patíbulo enardezca el corazón de los buenos ecuatorianos
y salven a nuestro pueblo". Al triunfar la Revolución Liberal en 1895, sus restos
fueron trasladados a Guayaquil y, en 1953, a Esmeraldas, donde hoy reposan

Reseña de la Revolución. El descontento popular por la crisis económica y social


que se vivía en la región, sumados a los deseos de los liberales locales de “vengar
la sangre de Alfaro”, que había sido ajusticiado en Quito, motivaron el estallido de
una revolución en la provincia de Esmeraldas.

Bajo la dirección del entonces Coronel Carlos Concha, firme militante liberal y que
tenía como uno de los objetivos principales “tumbar la argolla” de la oligarquía, mi-
les de campesinos, pequeños propietarios, excombatientes alfaristas, entre ellos
miles de afroecuatorianos, se movilizaron y lucharon bajo la bandera y los ideales
de la revolución de Concha.

24 de septiembre de 1913. Los revolucionarios intentaron tomar la ciudad de Es-


meraldas. No lo lograron ya que las tropas gubernamentales, que iban hacia Gua-
yaquil, se encontraban en la ciudad. Concha y sus seguidores se internaron en las
montañas para desatar una guerra de guerrillas, que se extendió a la provincia de
Manabí. Los sucesos de Esmeraldas ganaron simpatía en todo el país, cientos de
obreros y campesinos de otras regiones levantaron sus acciones de protesta.

El gobierno debió dedicarse a fondo para contener la fuerza revolucionaria, que


empezaba a formarse en muchos rincones de la Patria. Las tropas que el gobierno
envió a Esmeraldas para aplacar los ánimos, fueron derrotadas por las tropas
conchistas, en una batalla que la tradición oral recuerda como: “la batalla del Gua-
yabo”

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19.- BOMBARDEO A ESMERALDAS. “la batalla del Guayabo”. Después de mu-


chos enfrentamientos donde los unos y los otros ganaron y perdieron “batallas”, el
propio Plaza debió ponerse al frente de las acciones; bombardeó la capital de la pro-
vincia y otras poblaciones del norte y finalmente ocupó militarmente la ciudad de Es-
meraldas. provincia que son recordados por la memoria colectiva. Los enfrentamien-
tos armados se prolongaron hasta 1916, período del Presidente Baquerizo Moreno,
cuando los altos oficiales de Carlos Concha firmaron el Armisticio en el cual se ponía
fin a la revolución. Son muchos los historiadores que coinciden en que la fuerza de las
tropas revolucionarias, que se sumaron a la revolución de Concha, alimentaba sus
ideales en los deseos de poner fin al concertaje y otras injusticias sociales que pesa-
ban sobre los pobres de ésta y otras regiones del Ecuador.

El 16 de diciembre de 1913, el presidente Leonidas Plaza, inicia un bloqueo del puerto


de Esmeraldas, su intención clara, era impedir el que este pueblo heroico se abaste-
ciera de productos de primera necesidad, una forma de controlarlo y castigarlo por la
contundente derrota los 180 combatientes liderados por Carlos Concha impusieran a
casi 2.000 soldados del gobierno en la batalla y legendario combate de El Guayabo,
entre el 10 y el 12 de diciembre de 1913. Al conocer de la derrota, el presidente Plaza,
lleno de rabia y resentimiento, ordenó que el Cazatorpedero “Simón Bolívar” que dis-
parara el 24 de diciembre contra la población civil, para dispersar a los 1.200 hombres
de Concha.
La indignación fue tal que el presidente Leonidas Plaza dio la orden de bombardear y
destruir a este pueblo que defendía sus ideales y su dignidad, el 24 de diciembre de
1913, en la víspera de la Navidad, a la ciudad de Esmeraldas, que estaba bajo el con-
trol del prócer Carlos Concha Torres; pero por la resistencia del comandante de la na-
ve bombardera y por gestiones de la ciudadanía, los cañonazos fueron dirigidos con-
tra Tachina, La Boca (actual balneario de Las Palmas) y los alrededores de la ciudad.
El 26 de diciembre de 1913 hubo un segundo bombardeo, lo que demuestra que Es-
meraldas fue una provincia mártir, cuya heroica resistencia merece la admiración de
las nuevas generaciones y del pueblo ecuatoriano, en especial en homenaje a las de-
cenas de muertos y heridos que ofrendaron su vida por la defensa de sus ideales.
Se bombardeó, según el historiador Walter Rivera, las poblaciones de Esmeraldas,
Tachina, las Piedras y la Boca, en el norte de la provincia.

20.- TERRITORIOS ENTREGADOS POR LA DEUDA Después de la separación de la


Gran Colombia, el Ecuador fue víctima del injusto reparto de la enorme deuda contraí-
da por los países que formaban la Gran Colombia: Ecuador, Venezuela, Colombia,
Perú y Bolivia; el porcentaje para la República del Ecuador fue del 21%. Un precio
demasiado alto para la incipiente economía de la naciente República del Ecuador.
Fueron los presidentes Vicente Ramón Roca y más tarde el General José María Urbi-
na, quienes afrontaron tal compromiso, que con el andar de los años, se convirtió en
una enorme deuda para las futuras generaciones de ecuatorianos. La “deuda de la
independencia” había sido adquirida con algunos países de Europa. El dinero de esta
deuda lo utilizaron los líderes de nuestra independencia para financiar los gastos de
las guerras que nos liberaron al final del dominio de los colonizadores. Al momento de
separarnos de la Gran Colombia, el Ecuador no tenía los recursos económicos para
cubrir las exigencias de pago, por parte de acreedores. Ante esta situación, el go-
bierno de aquella época decidió pagar esta deuda con tierras y recursos naturales.
Fue entonces cuando se pensó que el mejor lugar para adjudicar tierras a favor de los
poseedores de los bonos de la Deuda Inglesa, eran las tierras del norte y del sur de la
provincia de Esmeraldas. Las negociaciones se perfeccionaron mediante algunos
contratos. Entonces se da paso a la entrega de100.000 cuadras en el delta del Pailón,
en el norte de Esmeraldas. Además de esta entrega, el gobierno proporciona 100.000
cuadras más en surde la provincia, entre los ríos Sálima, Atacames, Súa. Estas tierras
fueron valoradas por los negociadores, en tres pesos cada cuadra. Región Tonsupa,
Atacames, Sua.

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21.- ACUERDO ICAZA-PRICHETT

En septiembre de 1857, durante el gobierno del presidente Francisco Robles García, se


suscribió el acuerdo Icaza-Pritchett, se firmó con los tenedores de los bonos para pagar
la porción de la ‘Deuda Inglesa’, para financiar la guerra de independencia de España,
como parte de la Gran Colombia.

Se entregaron los terrenos de la actual provincia de Esmeraldas o sea estas últimas


200.000 ‘cuadras’. Posteriormente los tenedores de los bonos, le vendieron sus dere-
chos de posesión a la compañía Ecuador Land Co. Limited, la que a su vez subarrenda-
ría estos terrenos a otras compañías, como la Grindale Co., La Pailon Co. y la Esmeral-
das Handelgesellschaft (Casa Tagua).

El sector de San Lorenzo del Pailón, que en esa época pertenecía a la provincia de Im-
babura, debido a que nuestra provincia se crea el 20 de Noviembre de 1847 en el go-
bierno de Vicente Ramón Roca Rodríguez.

A este sector los ingleses lo hicieron su dominio, donde acuñaron e impusieron hasta
moneda propia, a la que denominaron ‘El Pailón’. Era casi un estado dentro de otro es-
tado. Tal es así, que entre los 1887-1889 hubo un problema entre los moradores de
esas tierras y el gerente de la Compañía El Pailón Co., Mr. Thompson, que quería efec-
tuar desalojos de familias que tradicionalmente habían residido en esos lugares., porque
no estaban de acuerdo con lo poco que se les pagaba por las recolecciones de produc-
tos en esos terrenos.

Por eso Mr. Thompson pidió ayuda a la Corona Inglesa que para proteger los intereses
de sus súbditos mandó nada más, ni nada menos que un buque de guerra de 6.000 To-
neladas, que permaneció anclado en este puerto hasta cuando lo consideraron conve-
niente.

La entrega de estas tierras a una compañía extranjera trajo muchos efectos negativos
para los pobladores afroecuatorianos de la región; que se convirtieron en usuarios ilega-
les de los recursos de los territorios donde habían vivido por cientos de años. Se les pri-
vó de los derechos y garantías que les otorgaba la Constitución y las leyes de la Repú-
blica; tales como: libertad de comercio, de asentarse en cualquier lugar y de aprovechar
los frutos naturales del suelo. La Compañía Inglesa era la única que podía explotar los
bosques y comercializarlos productos de esas tierras; eran dueños de los recursos y de
las vidas de los pobladores de estos territorios.

La tradición oral de las comunidades negras recuerda que: “Estos arrendatarios dispo-
nían de feroces guardabosques que más de una vez asesinaron a los campesinos que
intentaban extraer de los bosques algún producto natural como tagua, madera, caucho.
En otras ocasiones se destruían o incendiaban las casas de los pobladores, para obli-
garlos a desocupar dichos lugares”. Por muchas ocasiones, desde Esmeraldas, se de-
nunciaron las depredaciones y atropellos hacia los afroecuatorianos.

Los gobiernos obligados por los compromisos de la deuda, toleraban muchos abusos y
crimines, por parte de la Compañía Inglesa y sus sirvientes locales, contra los esmeral-
deños. Después de una serie de denuncias y luchas permanentes por parte de las po-
blaciones afectadas, se consiguió que las tierras concedidas a la Compañía Inglesa fue-
ran devueltas al Estado, en el Gobierno del Ing. Federico Páez, en 1937; con lo cual la
deuda siguió creciendo para mal de los ecuatorianos. Finalmente, la deuda inglesa se
acabó de pagar en su totalidad bajo el gobierno del General Rodríguez Lara, en 1972.

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22.– COMUNA RÍO SANTIAGO CAYAPAS


la Comuna “Río Santiago Cayapas”, espacio territorial comprado por los afrodescen-
dientes asentados aquí, esta compra se realizó en 1885, a la dueña de estas tierras,
doña Josefina Wier de Viteri, quien vende las mismas a un grupo de representantes de
esta comuna, ante la presencia del primer Alcalde de Esmeraldas. El valor fue de 3.200
sucres por las 72.000 hectáreas, se pagó 1.200 sucres en calidad de anticipo y los
2.000 restantes fueron garantizados por el Banco Central, los mismos que fueron paga-
dos por la comuna en oro físico. Se calcula que los negros y negras de la comuna Río
Santiago Cayapas, durante 60 años estuvieron pagando en oro físico, al Estado ecua-
toriano. Se dice también que los Negros acumulaban oro durante 6 meses, pues el via-
je entre ir y regresar a Quito, requería de los 6 meses restante, según los antiguos, se
pagó demás por estas tierras, debido a temas de cálculo.

La comuna creada en 1952 como Cabildo, cuenta con 56 pueblos, distribuidos en 9


parroquias y 47 recintos, con una población aproximada de 18.300 habitantes, en su
mayoría afro ecuatorianos, unidos por lazos de sangre, cultura y condición social.
Cuenta con una extensión territorial de más de sesenta mil hectáreas, ricas en recur-
sos naturales renovables y no renovables. Esta comuna tiene un largo pasado, es así
que la Enciclopedia afroecuatoriana en su sección “Esmeraldas y la deuda inglesa”,
indica que después de la separación de la Gran Colombia, el Ecuador fue víctima del
injusto reparto de la enorme deuda contraída por los países que la conformaban, de tal
manera que el porcentaje asignado a pagar al Ecuador fue del 21%, y frente a la au-
sencia de recursos, se decidió realizar este pago entregando nuestras tierras y sus pre-
ciados recursos naturales.

El documento indica que se entregaron 100.000 cuadras de tierra, en el Delta del Alto
Pailón en el norte de Esmeraldas, a una Compañía Inglesa, siendo la única que podía
explotar estos recursos, quienes se sentían dueños de recursos y vidas de los poblado-
res de estos territorios. La tradición oral de las comunidades negras recuerda que:
“Estos arrendatarios disponían de feroces guardabosques que más de una vez asesi-
naron a campesinos que intentaban extraer algún producto natural. En ocasiones des-
truían o incendiaban casa de pobladores, para obligarlos a desocupar dichos lugares”.
Los gobiernos obligados por los compromisos de la deuda, toleraban abusos y crimi-
nes. Se consiguió la devolución de estas tierras al Estado, en el Gobierno de Federico
Páez, en 1937; con lo cual la deuda siguió creciendo para mal de los ecuatorianos. Fi-
nalmente, la deuda inglesa se acabó de pagar en el gobierno de Rodríguez Lara, en
1972.

Un elemento interesante que precede a la Comuna “Río Santiago Cayapas”, es que


este espacio territorial, fue comprado por los afrodescendientes asentados aquí, esta
compra se realizó en 1885, a la dueña de estas tierras, doña Josefina Wier de Viteri,
quien vende las mismas a un grupo de representantes de esta comuna, ante la presen-
cia del primer Alcalde de Esmeraldas.

El valor fue de 3.200 sucres por las 72.000 hectáreas, se pagó 1.200 sucres en calidad
de anticipo y los 2.000 restantes fueron garantizados por el Banco Central, los mismos
que fueron pagados por la comuna en oro físico. Se calcula que los negros y negras de
la comuna Río Santiago Cayapas, durante 60 años estuvieron pagando en oro físico, al
Estado ecuatoriano. Se dice también que los Negros acumulaban oro durante 6 meses,
pues el viaje entre ir y regresar a Quito, requería de los 6 meses restante, según los
antiguos, se pagó demás por estas tierras, debido a temas de cálculo.

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Los destrozos al medio ambiente, generan la progresiva desaparición de vida


natural, las fuentes de alimento, trabajo, tradiciones y costumbres, siendo un
atentado al proceso cultural y social que son virtud y sustento, para las comuni-
dades que viven en este fundamental espacio de ancestralidad.

Estos efectos se ven con mayor claridad, cuando se trata del lugar en donde se
convive, práctica y recrea las principales formas y tradiciones que identifican al
pueblo afrodescendientes, con manifestaciones múltiples y propias de religiosi-
dad, gastronomía, música y décimas, como parte de su riqueza e identidad an-
cestral.

En Apuntes sobre la historia de los afrodescendientes en el Ecuador, John An-


tón Sánchez señala que un examen de los antecedentes históricos de su pre-
sencia en Ecuador, constituye una revisión crítica de la historia de negación y
ocultamiento. Precisamente, de acuerdo con Franz Fanon, este tipo de historia
ha sido constituida como un instrumento eficaz de los poderosos para afianzar
sus estrategias de explotación, enajenación y sometimiento a los pueblos ex-
plotados y esclavizados. Es pertinente recordar el pensamiento de José de
Souza Silva, cuando señala “La descolonización ha sido recolonización por
otros medios: deudas externas, privatizaciones, ayuda internacional, etc.”, se
empata precisamente con lo que acontece en esta prodigiosa zona norte y con
la población negra de la provincia de Esmeraldas.

Cobra sentido lo expresado por Aníbal Quijano al señalar que “en efecto, el ca-
pitalismo un patrón de dominación – explotación – conflicto, articulado en torno
del eje capital – trabajo mercantilizado”, lo cual en buena medida explica lo que
ocurre en estas comunidades, pues existe la presencia de todos estos perver-
sos elementos, los cuales persisten en un ambiente de angustia y desespera-
ción, pues en muchas ocasiones los conflictos se presentan entre amigos y fa-
milias, unas que asumen deben defender sus débiles y escasos ingresos en las
mineras y otros que reclaman y se resisten a continuar viviendo o sobrevivien-
do en la contaminación y las enfermedades.

Claramente se evidencia una actitud y predisposición contundente a la irracio-


nal explotación de los recursos naturales, sin respetar los efectos o daños que
puedan generarse al maximizar las utilidades y llevar al mínimo los costos, es
decir que poco o nada se invertirá por remediar, prevenir o evitar daños colate-
rales, aunque estos sean a las personas y a la vida de la madre tierra.

No cabe duda que, las empresas y los capitales individuales transfieren garan-
tizan que el impacto ambiental y los efectos negativos sean asumidos por las
comunidades, mientras las utilidades y beneficios se multiplican a favor de es-
tas. Situación que se evidencia en la realidad socioeconómica que vive y se
desenvuelven los moradores de este ancestral territorio.

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23.- CULTURA Y VALORES


Los afroecuatorianos, o el pueblo negro del Ecuador, es un grupo étnico del
Ecuador formado por los descendientes de esclavizados se asentaron en su mayoría
en la provincia de Esmeraldas, en el valle del Chota (Carchi e Imbabura). El aspecto
más visible y conocido de la cultura afroecuatoriana es la música, la marimba está
reconocida como patrimonio inmaterial por la UNESCO el 2 de diciembre de 2015,
durante la X Sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patri-
monio Cultural Inmaterial considera la marimba esmeraldeña digna de entrar a la
Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de Humanidad y se carac-
teriza por usar marimbas, bombos y otros instrumentos. Se trata de la música negra
de la provincia de Esmeraldas, ubicada en la costa norte del país.

Los hombres y mujeres de esta comunidad cantan relatos y poemas, acompañando


sus interpretaciones con movimientos rítmicos del cuerpo, en diversos eventos de
carácter ritual, religioso o festivo para celebrar la vida, rendir culto a los santos o des-
pedirse de los difuntos. La música de marimba se acompaña con el cununo, bombo,
guazá y las maracas. Este elemento del patrimonio cultural inmaterial está profunda-
mente arraigado en las familias, así como en las actividades de la vida diaria. Por
eso, se considera que sus practicantes y depositarios son los miembros de la comu-
nidad en su conjunto, sin distinción de sexo o edad. Las personas de mayor edad de
la comunidad desempeñan el papel esencial de transmisores de las leyendas y na-
rraciones de la tradición oral a las generaciones más jóvenes, mientras que los profe-
sores de música supervisan la transmisión de los conocimientos musicales. La músi-
ca de marimba y los cantos y danzas tradicionales propician los intercambios simbóli-
cos, comprendidos los de alimentos y bebidas. También fomentan la integración a
nivel familiar y colectivo, gracias a prácticas ancestrales que fortalecen el sentimiento
de pertenencia a un grupo humano específico vinculado a un territorio y un pasado
histórico comunes.

Los ritmos más comunes y familiares son:

El chigualo: celebración navideña, los nacimientos, los villancicos y el velorio del


Angelito.
El arrullo: Es un canto grave y dulce, que sirve para enamorar a las personas.
El Andarele: de carácter festivo, los cantores contestan al solista en forma de estribi-
llo.
El alabao: pertenece al ritual de velorios cuando la muerte de un adulto.
La caderona: el solista inicia la estrofa, mientras el coro repite el estribillo.

Por otro lado están las comunidades negras del Valle del Chota en la sierra norte en
la frontera entre las provincias de Imbabura y Carchi en donde se desarrolló el ritmo
conocido como Bomba del Chota, usualmente se la toca con tambores junto con ins-
trumentos de origen español o mestizo como son la guitarra, el requinto o el gïiro. En
ritmo y velocidad puede variar desde un tiempo ligero bailable hasta una intensidad
veloz típica de muchos ritmos africanos o afro-americanos en donde destaca el ritmo
y la percusión así como el movimiento de cadera y el bailar pegado en formas eróti-
cas.

Otra variación es la llamada Banda Mocha que en sus inicios estuvo compuesta por
instrumentos rudimentarios como hojas de naranjo, flautas, machetes, bombo y
cor- netas hechas de calabazo seco, además de puros, pencos, peinillas, etc.

Es un ritmo que acompaña las fiestas diversas en el Valle del Chota y es muy escu-
chado especialmente en la Sierra Norte del Ecuador desde Carchi, Imbabura hasta la
ciudad de Quito donde existe una fuerte comunidad afrochoteña.

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24.- MÚSICA Y DANZA


La Concepción y Salinas conservan una serie de elementos tradicionales y un fuerte
. mienzan
contenido étnico; son, además, exclusivos de este grupo, y sólo muy recientemente co-
a aparecer en ellas algunos aspectos que muestran el influjo de la cultura do-
minante. Se trata de música hecha por los negros y negras de la sierra ecuatoriana con
un equipo instrumental muy propio y, fundamentalmente, destinada a la recreación del
mismo grupo.
A pesar de que las expresiones musicales difieren notablemente de las de la población
afroesmeraldeña, el baile, en cambio, muestra aspectos similares. Revisemos un poco
los instrumentos característicos de los negros de la Sierra ecuatoriana, para luego pro-
fundizar las dos formas musicales propias: “la bomba”y “la banda mocha”. Instrumentos
Musicales Tradicionales: El equipo instrumental está compuesto de instrumentos de so-
plo y de percusión extraordinariamente sencillos, obtenida directamente de la naturale-
za, con una mínima elaboración; pero en cambio exigen de los intérpretes una gran ha-
bilidad y un profundo conocimiento de la música afroecuatoriana. Entre los instrumentos
de soplo están: La hoja de naranjo se coloca doblada y, sujetándola con ambas manos,
entre los labios; con un soplido especial se le saca un sonido que se parece al del clari-
nete.

Los puros, hechos de calabaza, operan amplificando el soplo o el sonido de la laringe


de la persona que lo entona. Los tubos de fibra de cabuya se elaboran simplemente cor-
tando una hoja de cabuya que no está abierta, de tal manera que se obtiene un cilindro
hueco y abierto en ambos extremos, uno de los cuales sirve como embocadura; dan di-
ferentes sonidos de acuerdo al largo y al diámetro del cilindro. Los Grupo “Las Tres Ma-
rías”. Las flautas de carrizo son similares a las que utilizan los indígenas de las provin-
cias de Imbabura y Carchi. Los instrumentos de percusión son: La bomba, las maracas,
el bombo, la caja o tambor, el güiro o raspador y los platillos. La guitarra, aunque no es
un instrumento autóctono, fue incorporado hace muchos años y ocupa también un lugar
importante en la música afro del Valle del Chota y Cuenca del Río Mira especialmente
en la expresión musical que conocemos como bomba.

De los instrumentos de percusión la bomba es la que presenta mayores detalles; es el


más específico de la población negra de la Sierra ecuatoriana. Se trata de un bombo
pequeño, cuyo aro cilíndrico, de una longitud mayor de 30 centímetros, está hecho de
madera de balso, ambos lados van cubiertos de cuero de chivo, se toca golpeando uno
de los lados con las manos. El güiro es un instrumento de raspadura, consiste en una
calabaza o en un trozo de guadúa, dentado; y se toca raspándolo con una peinilla. La
Banda Mocha: La banda mocha es un grupo orquesta compuesto de doce a quince mú-
sicos; su nombre se da por los instrumentos de soplo que la integran y, en particular los
diversos tipos de puros son “recortados” o “mochos”.

Se puede afirmar que este tipo de bandas constituyen una versión local afro, de las ban-
das del pueblo. Componen una banda mocha los siguientes instrumentos: 2 a 3 hojas
de naranjo 3 a 4 puros 2 a 3 tubos de fibra de cabuya 1 a 2 flautas de carrizo1 bombo 1
caja o tambor1 güiro y platillo Los integrantes de la banda son solo varones y la gran
mayoría de ellos son mayores. Los integrantes de la banda manifiestan la falta de inte-
rés de los jóvenes por aprender a tocar los instrumentos. La música interpretada por la
banda es sólo instrumental; casi nunca se acompaña de voces. Se interpretan diversos
géneros musicales: pasillos, cumbias, porras, pero sobre todo “bomba” que es el ritmo
tradicional afro de la región. Es mucho más importante el sentido que la técnica en la
ejecución. La Bomba, es la expresión musical más tradicional y característica de los ne-
gros del Chota y Cuenca del Mira, es interpretada normalmente por un trío o un cuarte-
to: una bomba, dos guitarras y en ocasiones maracas. Son canciones relativamente
más melódicas que la música instrumental de la banda mocha, aunque con un inconfun-
dible ritmo dado por la ejecución de la bomba. La bomba es esencialmente bailable.

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25.- PROTAGONISTAS DE LARESISTENCIA

Durante los siglos que duró la esclavitud, hubo en el Valle del Chota, La Concepción y
Salinas, distintos actos de resistencia y rebeliones. Las haciendas donde vivían los
esclavizados pasaron a manos del Estado, que las dirigía por medio de administrado-
res. A finales de enero de 1778, tres familias esclavizadas de la hacienda de La Con-
cepción huyeron a Quito para presentar al presidente Diguja una serie de quejas refe-
rentes al maltrato que recibían por parte del administrador.

Entre los miembros de la comisión estaba Martina Carrillo. Las quejas de la comisión
eran las siguientes: Los esclavizados no recibían la cantidad suficiente de comida, tal
como lo estipulaba la ley; la renovación de vestuario no se efectuaba a su debido tiem-
po. Se obligaba a los esclavizados a trabajar los domingos hasta el medio día, restán-
doles tiempo para el descanso y para trabajar sus pequeñas huertas. Los esclavizados
recibían castigos demasiado rigurosos e injustificados, pues eran cumplidos en sus
labores.” El Presidente Diguja los recibió y los escuchó, pues consideraba que los es-
clavizados tenían derecho a recurrir a la autoridad superior. Pero cuando volvieron a
La Concepción, fueron duramente castigados: a uno de ellos, le dieron 500 latigazos
por ser el jefe de la Comisión; a Martina le dieron 300 latigazos.

Seguido el proceso legal al administrador de la hacienda, los negros siguieron esclavi-


zados; pero habían conseguido mejorar las condiciones de todos sus compañeros y
sentar un precedente. Francisco Carrillo y Polonia Francisca Méndez, Francisco Ca-
rrillo nació en La Concepción, alrededor de 1750; siendo su madre Martina Carrillo,
nacida por 1730. Este hombre contó con el apoyo de su mujer Polonia Francisca Mén-
dez. Llevó una larga lucha contra el poder de los patrones. Los obstáculos eran tan
grandes y numerosos que hacía falta una fuerza de carácter excepcional para superar-
los y llegar hasta el final, en una época en donde la clase dominante se aferraba a sus
privilegios. Francisco Carrillo fue parte del grupo de esclavizados de la hacienda La
Concepción considerado como “excedente” por los nuevos dueños; fue vendido a la
hacienda de Tumbabiro. En 1807, siendo líder Francisco Carrillo, había sido castigado
ya en varias ocasiones.

El 25 de noviembre del mismo año, el Abogado General de los esclavizados, pidió que
se vendiera a la pareja, después de realizar un avalúo. Los dos esposos pidieron que
los avaluara el antiguo administrador de La Concepción, quien considerando la edad
de Francisco, los estimó en cuatrocientos pesos. Francisco Carrillo se opuso rotunda-
mente a que le separaran de sus hijos, que quedaron en la hacienda de Tumbabiro
padeciendo hambre y castigos, a pesar de que trabajaban con toda la buena voluntad
en tareas que eran superiores a su edad. Si los hijos estaban a su lado, él podría edu-
carlos cristianamente. Liberación de Francisco Carrillo y Polonia Francisca Méndez se
dio el 6 de abril de 1816. El 10 de octubre de 1818, fueron avaluados sus hijos: Martín,
Mariano y Bartola, en 240, 235 y 200 pesos respectivamente; y fue el mismo Francisco
Carrillo quién ofreció la suma de 675 pesos por ellos .Un poco más de trece años de
luchas fueron necesarios para que Francisco Carrillo consiguiera su libertad, la de su
esposa y sus hijos. Por eso esta pareja es un ejemplo de lucha y resistencia para el
pueblo afroecuatoriano. Fulgencio Congo fue acusado de favorecer la insubordina-
ción de los trabajadores y de haber liderado en algunas ocasiones varias sublevacio-
nes. Tenía tres hijos: Alejandro, Salvador y Eduardo. Varios fueron los reclamos que
Fulgencio Congo hizo al presidente de la Real Audiencia, entre ellos: malos tratos y
abusos de parte del administrador; “continuos azotes, látigo de cabestro, grilletes en
los pies y en el cuello, la carlanca, encierros en la cárcel, improperios y desaires, pala-
bras insultantes.”

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Denunció que las raciones alimenticias, compuestas por carne y maíz, que daban a los escla-
vizados, eran insuficientes hasta para un niño. Concluía diciendo que: “Cristo murió por todos,
también por los pobres miserables”. Con el fin de demostrar la culpabilidad de Fulgencio Con-
go, el prior de los Padres Agustinos pidió que se recojan testimonios; en el interrogatorio, los
propietarios de la hacienda afirman de Fulgencio lo siguiente: “Era el cabecilla de todos los
levantamientos contra el mayordomo y el capitán, por lo menos en tres ocasiones.

En una ocasión, totalmente armado, no habría respetado ni la Capilla. Los amotinamientos


procedían todos de la familia de Fulgencio, integrada por 9 miembros, dando mal ejemplo a
los esclavizados, favoreciendo el ocio. Alejandro, hijo de Fulgencio, a pesar de los latigazos
que le daban a todos los rebeldes, se rehusaba a trabajar y se daba al cimarronaje.

El administrador dijo que: “Sí había mucho látigo”; que era porque los hacendados se queja-
ban del robo de ganado y eso pasaba en la misma hacienda Tababuela; por eso castigaban
con severidad.” “En cuanto a la alimentación, argumentó el mayordomo que los alimentos
eran distribuidos cada quince días. Además, los esclavizados tenían sus huertas, que les da-
ba alimentación suplementaria, y vendían algodón”.

El 21 de junio de 1799, terminaron las averiguaciones; si bien no se sabe como terminó el


juicio, con toda probabilidad la peor parte la tuvo Fulgencio, pues el Barón de Carondelet era
severo. Cristóbal de La Trinidad y Bernarda Loango Grijalva: Imbabura 1.790 De Cristóbal de
la Trinidad se decía que era un hombre que había causado mucho perjuicio a los esclaviza-
dos por haber seguido su “mala doctrina”. Frecuentemente estos líderes, que tenían una pro-
funda convicción de libertad, dirigían las protestas y reivindicaciones.

Cristóbal de la Trinidad puso su denuncia, como hombre viejo, enfermo y esclavo de la ha-
cienda de Carpuela, que todavía permanecía en Temporalidades. Cristóbal de la Trinidad fue
enviado a trabajar al trapiche, lo cual afecto todavía más la salud. Volvió a presentar su recla-
mo, para que lo liberaran del trabajo y lo dejaran vivir libremente con su mujer en la hacienda.

Lo que le fue concedido, pero sin darle su ración de víveres. Cristóbal de la Trinidad contestó:
“que me dejen vivir libremente en la hacienda con mi mujer, aunque sea alcanzando dicha
contribución; no es justo que a un viejo como yo, se le quite la ración y muera de hambre”.

Cristóbal de la Trinidad y Bernarda Loango Grijalva. El 15 de Julio de 1791, Cristóbal pre-


sentó una segunda demanda, en la cual pedía la protección de todos los esclavizados ancia-
nos, que tenían derechos de ser exonerados de los trabajos no aptos para su condición. Para
las autoridades, Cristóbal constituía un problema. Por lo que decidieron “venderlo a cualquier
precio” y, si nadie quería comprarlo, liberarlo y dejarlo ir donde él quiera.

El 4 de enero de 1792, la Real Audiencia concedió a Don Cristóbal y su mujer la manumisión


y la libertad de vivir donde mejor les pareciera; pero le prohibieron volver a pisar la hacienda
de Carpuela, bajo la pena de 15 días de cárcel a la primera desobediencia y, si reincidía, lo
condenarían a cadena perpetua. Cristóbal de la Trinidad fue un auténtico líder, que motivaba
la conducta de los suyos. Se puso al servicio de sus hermanos en cada etapa de su vida,
adaptando su lucha a sus propias fuerzas, pensando en el bien común.

Se le reconoce como el primer afroecuatoriano que luchó por los derechos de las per-
sonas de la Tercera Edad. En Julio de 1789, Ambrosio Mondongo, un negro recio y torrento-
so como el río, sin poder tolerar por más tiempo los ultrajes y los atropellos contra él y sus
hermanos, se alzó contra sus esclavizadores. Según los autos seguidos por Don Carlos Arau-
jo, en el año de 1879, en dos haciendas que pertenecían a la jurisdicción de Salinas: San Jo-
sé y Puchimbuela, de su propiedad, “habían huido cinco piezas de esclavos”, convirtiéndose
éstos en rebeldes. El valor de Ambrosio Mondongo fue seguido por otros esclavizados que
buscaban libertad y dignidad.

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26.- CUENTOS DE TRADICIÓN ORAL

Podemos decir que son dos las expresiones más importantes de


este tipo de literatura: el Cuento y las Décimas. En cuanto al conte-
nido de los cuentos, podemos señalar que en ellos se hace eviden-
te un mundo de lo real, un cambio de elementos en donde el “débil”
es el victorioso en base a su ingenio y perseverancia, mensajes
que motivan y animan a usar la creatividad y la astucia para salir
adelante y enfrentar de la mejor manera la adversidad.

En los cuentos, dentro su contenido, está también la moraleja, que


tiende a favorecer y presentar lo que puede ser la conducta de los
débiles. Cuando el tema del cuento no está relacionado con el Tío
Tigre y Sobrino Conejo, sino que se refiere a otros temas, como los
cuentos de personajes, el contenido insiste en los cambios que se
explican en hechos como los de presentar a los negros en el poder,
ser poseedores de grandes riquezas, etc.

Los cuentos, muy usados en el pasado; ahora son poco utilizado.


Los cuentos de la tradición oral son un símbolo fundamental de la
cultura ancestral del pueblo afroecuatoriano.

27.- LA DECIMA

La décima es la riqueza poética de la tradición oral, del pueblo


afroecuatoriano, a través de esta se transmiten, historias, enseñan-
zas, costumbres, eventos significativos. Se trata de un poeta y
compositor que preserva con la oralidad la historia y sus hechos
más relevantes, además son queridos, admirados y respetados en
las comunidades y las familias, que disfrutan en los diferentes es-
cenarios tanto en fiestas, en las calles, reuniones, muchas veces al
son y el encanto de la marimba, bombos, cununos y maracas.

Las décimas relatan historias vividas, pero también lo hacen a per-


sonajes imaginarios como a la Tunda, el Riviel, la Gualgura, o a los
santos o seres divinos, a Dios, Jesús o a la Virgen María. Es decir
pueden ser dedicado a lo humano o a lo divino.

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Ejemplo de Décima.

El proverbio africano citado por Eduardo Galeano en 1997: “Hasta que los leones tengan
sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador”.

AL MUNDO QUIERO EXHORTAR, LA VERDAD DE LOS HECHOS INVESTIGAR

La OIT lo ha recomendado y ante el mundo, así está proclamado


en el acuerdo169, está claramente expresado
que ningún grupo o estado, tiene derecho a negar
la identidad, que a un pueblo pueda afirmar.
I
En Ecuador nuestra historia empezó, con lucha por la igualdad
con nuestros cimarrones ofreciendo la vida por su libertad
traídos contra su voluntad, todos ellos africanos
luego de ser separados, de hijos, padres y hermanos
alejados de la madre tierra y cultura, sin motivo aparente
para ser esclavizados y discriminados hasta el presente
reconocemos y honramos las raíces, que nos cubren con ternura
fuente de una rica y abundante, ancestralidad y cultura
que hemos mantenido con dignidad, y es nuestro legado
la OIT lo ha recomendado y ante el mundo, así está proclamado
II
Mi abuela siempre lo dijo, agarra tu cultura y respeta tu tradición
y que sea transmitida a toda generación
no olvides de dónde vienes, que esa es toda mi herencia
nuestra historia que por ahora es oral, debe tener su presencia
es real y verdadera, aunque todavía no ha sido registrada
lo que vas a escuchar, es una historia acomodada
basada en injusticia y menosprecio, es una negación acordada
cuando te quieran desconocer, tu identidad ten agarrada
aprende a desaprender y recuerda tu derecho a ser siempre respetado
En el acuerdo169, está claramente expresado
III
Es el etnocentrismo que insiste en negar, lo diferente y diverso
para justificar y no reconocer lo actuado, que sigue siendo perverso
un grupo de iluminados definieron lo que era bueno e ideal
dieron color al bien, pero también pintaron el mal
y así la maravillosa noche y su fascinante
negrura
por ser negra era mala, contradiciendo su hermosura
y el transparente día se lo tildó de blanco, vinculado al bien
todo se calculó, el negocio incluyó, dolor y muerte también
no se ha reconocido, pero la identidad es una expresión sin par
que ningún grupo o estado, tiene derecho a negar
IV
todo se acomodó y los cercanos al poder como siempre lucraron
nuestra contribución y aporte se escondió y en la sociedad lo ignoraron
ahora se habla, que, igualdad y justicia siempre ha existido
que recordar la verdad de lo ocurrido, es solo un complejo de alguien reprimido
que reconocer el enorme daño ocasionado, no tiene cabida ni coherencia
que, por un bien mayor, todo hay que olvidar, pues no tiene sentido ni pertinencia.
Pero al mundo quiero exhortar, que la verdad de los hechos se debe investigar
para así reconocer, los derechos violentados, y acciones afirmativas implementar
porque nuestra cultura compartir, simplemente es ratificar
la identidad que, a un pueblo pueda afirmar.
Por: Magno Perlaza Rodríguez, 4-08-2019, Alhaurín de la Torre, Málaga, España.

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28.- ENFERMEDADES Y COMIDA

Existen males o enfermedades originadas en el plano espiritual,


energético, y que su cura se hace con rezos y montes especia-
les, los cuales son usados y transmitidos como parte de la me-
dicina ancestral del pueblo afroecuatoriano, hablamos del es-
panto, el malaire, o el mal de ojo, cuando están ojeados, o el es-
panto de agua, entre otros.

La riqueza gastronómica del pueblo afroecuatoriano es inmen-


sa, con exquisitos platos que son un deleite para todos quienes
tienen el placer de disfrutarla, así tenemos, encocao, pandas,
tapao, agua zurumba, mazamorras, cazabe, shampoo, prepara-
dos con diversos tipos de productos, entre ellos variedades de
pescados y carnes de todo tipo.

29.- MÚSICA Y DANZA

La música y la danza culturales de raíces africanas de la pobla-


ción asentada en Esmeraldas, fueron su soporte y aliciente en
momentos de resistencia y expresión corporal y espiritual, así
tenemos instrumentos que conforman la música tradicional del
pueblo afroecuatoriano como la marimba, el bombo, el cununo,
el guasa, las maracas.

Es mucho más importante el sentido que la técnica en la ejecu-


ción.

La Bomba: La Bomba, la expresión musical más tradicional y


característica de los negros del Chota y Cuenca del Mira, es in-
terpretada normalmente por un trío o un cuarteto: una bomba,
dos guitarras y en ocasiones maracas.

Son canciones relativamente más melódicas que la música ins-


trumental de la banda mocha, aunque con un inconfundible rit-
mo dado por la ejecución de la bomba.

La bomba es esencialmente bailable; es el sonido de la bomba,


más que la música instrumental de la banda mocha, lo que invi-
ta a la danza.

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POSIBLE RUTA DEL TALLER, CLASE O REUNIÓN.

30.- PROCEDIMIENTOS:

1.- DINÁMICA DE PRESENTACIÓN E INTEGRACIÓN: El o la Facilitadora re-


visa y escoge la Dinámica, pensando no sólo en motivar, relajar o generar espa-
cios de confianza, sino respeto y buen trato en los diferentes momentos, así co-
mo presentarse y abordar el contenido de la Temática, apoyándonos en la ex-
presión corporal y la afectividad. Luego de esto hacemos Acuerdos y Compro-
misos que salgan del grupo: como respetar la opinión ajena, cuidar el espacio y
los materiales que tenemos, no criticar ni burlarse, etc. Escribirlos y tenerlos
siempre a la vista, para apoyarse en estos cuando sea necesario. Los ejercicios
de estiramiento y respiración adecuada también ayudan y relajan. Siempre ten-
ga a mano una funda de caramelos, que siendo algo sencillo , es importante (10
minutos aproximadamente).

2.- MOTIVACIÓN Y REFLEXIÓN: Aprender jugando es la clave, para ello re-


saltemos la importancia de que en la Familia, en los centros Educativos y en los
espacios cotidianos existan relaciones con responsabilidad, respeto, llenas de
comprensión, en donde no prevalezca la fuerza , la prepotencia, maltrato, atro-
pello o el grito, sino el cariño y el respeto. Propiciar participación, diálogo, cues-
tionamientos. Sin interrumpir, ni objetar para que fluya todo el Sentir, el Hacer y
el Pensar que los cruza. Es un ceder la palabra en forma sincera, no olvide los
principios metodológicos que siempre deben acompañarnos (20 minutos más o
menos).

3.– TRABAJO GRUPAL: En estos momentos realizamos un juego que permita


formar tres grupos, cada grupo se le pedirá que se ponga un nombre, que se
reúnan, dialoguen, sobre lo que sucede, Uno en los Hogares, el segundo en los
Centro Educativos y el tercero en el barrio, luego deberán hacer 4 cosas.
1. Dramatizarlo.
2. Seleccionar una persona que relate el proceso.
3. Ponerse un nombre agradable y
4. Preparar una barra creativa para el grupo. Usted debe acompañar a cada
grupo, no decidiendo por ellos, sino propiciando reflexión y análisis, apoye y
brinde seguridad, pues ellos poseen un valioso y amplio Fondo de experiencia,
y pueden encontrar sus propias respuestas. (45 minutos aproximadamente).

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POSIBLE RUTA DEL TALLER, CLASE O


REUNIÓN.

PROCEDIMIENTOS:

4.– REFRIGEIO, DINÁMICA DE MOTIVACIÓN.

Escribirlos y tenerlos siempre a la vista, para apoyarse en estos cuando sea


necesario. Los ejercicios de estiramiento y respiración adecuada también
ayudan y relajan. Siempre tenga a mano una funda de caramelos, que sien-
do algo sencillo , es importante (10 minutos aproximadamente).

Es momento para aprovechar y repartir el refrigerio o los caramelos, lo cual


sirve para movernos de lugar, compartir con los integrantes de los otros gru-
pos, oxigenarnos, siempre apoyados en los participantes.

5.- EXPOSICIÓN Y RETROALIMENTACIÓN DE TRABAJOS GRUPALES

A esta altura del proceso los grupos deben estar listos, por ello nos ponemos
de acuerdo en el orden de presentación, se recomienda iniciar presentándo-
se con su nombre.

Luego el Socio drama, después los demás grupos señalan que apreciaron,
posteriormente la persona que relata explica lo que quisieron mostrar, si al-
guien del grupo desea aportar, lo hace y concluye la presentación con la ba-
rra respectiva.

Esta parte del proceso permite reflexionar sobre las formas inadecuadas de
relacionarnos, en los diferentes Ámbitos en que nos desenvolvemos, esté
atento a fin de anotar en la pizarra todos los elementos que le ayuden a evi-
denciar desde lo positivo la necesidad de tratarnos con amor y respeto.

Lo beneficioso de esto y como cruza a las personas la forma como somos


tratados en los diferentes Ámbitos, como las personas ejercen el poder, sean
adultos, jóvenes y niñez, pues se replica y como se cosecha lo que se siem-
bra, pues el respeto, la tolerancia y la paciencia logran frutos distintos, a los
de la fuerza, el golpe, la reacción violenta o el insulto.

Refuerce que todo esto, está relacionado con los Derechos, y que todo Dere-
cho implica responsabilidad y compromiso, nadie se beneficia del dolor, la
amenaza o el maltrato. si nos hubieran tratado con más amor, respeto y pa-
ciencia en nuestra Infancia, ¿cómo seriamos ahora los adultos con la Niñez y
los Adolescentes?.

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POSIBLE RUTA DEL TALLER, CLASE O


REUNIÓN.

PROCEDIMIENTOS:

6.– EVALUCIÓN – CONCLUSIÓN, ACUERDOS Y COMPROMISOS

El siguiente y último escalón es la Evaluación y la Conclusión del encuentro,


aquí debemos resumir la parte más importante que haya surgido, aclarando
que siempre quedarán cosas por analizar, pues es sólo uno de tantos en-
cuentros que se necesitan, lo más importante es la Persona como el ser prin-
cipal y centro de aprendizaje.

Se le pide a los participantes que señalen cuales son los aprendizajes más
importantes o las conclusiones finales como lecciones para mejorar nuestra
forma de relacionarnos con los demás, esto nos permitirá como último paso
establecer acuerdos y compromisos inmediatos, se recomienda que se refie-
ran a expresar afecto, cariño t buen trato con las personas con las que nos
relacionamos, sea un abrazo, un te quiero mucho, o un cuenta siempre con-
migo, etc.

TIEMPO Y RECURSO:

Lo importante es que las Personas participen, a partir de esto, es recomen-


dable, contar con Marcadores, Papelotes, cinta masking, refrigerio de ser
posible y algo en que anotar.

A. Magno Perlaza

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