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En que consiste el rol social del abogado

no se puede desconocer la importancia que los abogados tienen en un Estado de derecho, la


funcionalidad de su labor. Ya desde la época de Justiniano, la sociedad era consciente del
alcance de la función del abogado (Código de Justiniano “De advocatis diversorum
indiciorum” código, libro II, tít. VII, Ley 14).

Uno de los rasgos más sobresalientes de un Estado de derecho incluyendo


principalmente los abogados

es la garantía de los derechos fundamentales de primera, segunda y tercera generación, y


corresponde a los abogados en su ejercicio, ya sea como intérpretes de las normas
constitucionales en su rol de jueces, o como representantes de los intereses de sus clientes
ante la justicia, o ante las entidades públicas o privadas, lograr el respeto de dichos
derechos, aportando a la construcción de valores sociales tales como la libertad, la igualdad
y la solidaridad.
 
Igualmente, otra de las características del Estado de derecho es que el poder del legislativo
esté limitado por el control judicial. Esa limitación, en Colombia, se ejerce a través del
control de constitucionalidad, luego el rol del abogado, ya sea como juez constitucional o
como accionante conocedor en profundidad del ordenamiento jurídico, es indispensable
para garantizar la efectividad de este control.
 
No se puede ejercer de forma adecuada el derecho a la defensa en los procesos judiciales si
las partes no están debidamente representadas por sus abogados. También, los abogados, en
su rol de asesores, resuelven múltiples controversias de sus clientes de forma preventiva sin
necesidad de tener que acudir a la justicia. La Ley 1127 del 2007, Código Disciplinario del
Abogado, en su artículo 28, establece como un deber profesional prevenir litigios
innecesarios, o inocuos y facilitar los mecanismos de solución alternativa de conflictos.
 
Cuando los abogados deben acudir a la justicia, lo hacen en representación de los intereses
de sus clientes, conociendo en profundidad los hechos, aportando las pruebas necesarias y
creando estrategias de litigio con base en la experiencia, el conocimiento de las fuentes
formales del derecho y en la interpretación que haga de ellas aplicándolas a cada caso en
concreto. También, debe tener una formación filosófica y conocer y entender la realidad
social.
 
El derecho está en constante cambio y, por ello, la formación continua debe hacer parte del
ADN de los abogados quienes siempre seremos estudiantes. Además, un abogado
requiere investigar para crear nuevo conocimiento. El Código Disciplinario del
Abogado, incorpora en su artículo 28, como un deber profesional, actualizar los
conocimientos inherentes al ejercicio de la profesión, y manifiesta en el artículo 34, que
constituye una falta de lealtad con el cliente, aceptar cualquier encargo profesional para el
cual no se encuentre capacitado. Estar permanentemente actualizado implica para el
abogado consultar, casi que diariamente, fuentes especializadas de información que sean
confiables y oportunas; participar en cursos y seminarios; leer doctrina de autores, entre
otras responsabilidades.
 
Ejercer la abogacía implica una relación de confianza que surge entre el profesional y su
cliente, que generalmente implica contarle datos y hechos de su vida privada, que se deben
mantener ocultos para los demás. Por tanto, la probidad, la imparcialidad, la integridad y la
independencia son valores necesarios en un abogado.
 
En la medida en que se ha venido universalizando el acceso a la justicia para los ciudadanos
y las barreras para recurrir a ella poco a poco van desapareciendo, el número de procesos
que ingresan a las diferentes jurisdicciones ha ido creciendo según las estadísticas del
Consejo Superior de la Judicatura (en el 2010 eran 2.474. 151 procesos frente a 2.831.240
en el 2019). En ese contexto, cada vez más el papel del abogado tiene mayor trascendencia,
pues la necesidad de asesoramiento jurídico y representación crece. Además, la
globalización económica y social ha aumentado el carácter multinacional de los casos,
requiriendo los servicios de los abogados.
 
Un abogado es un profesional de la investigación de contexto que le permite lograr la
anticipación del conflicto, si este sucede es un experto negociador y además un promotor
del respeto por la justicia, razón de ser de su rol, compromiso y responsabilidad social.

Conclusión

Las reflexiones que se han hecho a lo largo de este escrito permiten concluir que las
virtudes éticas aquí estipuladas para los abogados deben formar parte de su esencia, para así
alcanzar en su profesión la finalidad social de su profesión. Para ello, se requiere que los
abogados sean conscientes del papel tan fundamental que realizan en una sociedad, en
especial en una sociedad como la colombiana, que está ad portas de un posconflicto, donde
será necesario que el abogado tome la vocería en la solución pacífica de los conflictos. De
muchas maneras los filósofos han insistido en la importancia de reflexionar y fomentar la
ética en el derecho. En este escrito se evidencia esta necesidad, en cuanto a la
implementación de una transformación educativa, centrando el interés en el ser como ser y
no como sujeto procesal. Por último, el derecho debe ser incuestionablemente ético, para
gozar de la calidad de tal. En el actuar de los abogados se requiere tomar conciencia sobre
el obrar bien y muy en especial sobre la dignidad humana para la solución de los conflictos
jurídicos y la participación activa en la protección de la dignidad humana y en su
compromiso ante los seres vivos, acciones que requieren de los abogados juicios prudentes
para una adecuada respuesta jurídica.

2. LA RELACIÓN JURÍDICA ENTRE EL ABOGADO Y SU CLIENTE


No hay una consagración normativa expresa que defina la naturaleza jurídica de la relación
que se suscita entre el abogado y su cliente. Álvarez López resalta la posibilidad de
tipología contractual de gestión de negocios ajenos, de mandato, de arrendamiento de obra
o de arrendamiento de servicios, aclarando la generalidad de aplicación de esta última
figura (2000, pp. 27, 30). Del Código Disciplinario del abogado se extrae su connotación
contractual de prestación de servicios (arts. 19, 28.9, 28.10, L. 1123) 4 .

Conclusión
A modo de conclusión que la conducta de quienes ejercen la profesión de abogado, como
profesional independiente o como miembro de la Rama Judicial, está gobernada, en primer
lugar, por una serie de cánones que la sociedad espera y exige como conducta mínima de
los operadores de la justicia; en adelante, se concreta el entramado normativo que se
impone a su actuar profesional, de conformidad con la naturaleza de la relación jurídica y
su contenido prestacional, en el caso del ejercicio profesional particular, y de acuerdo con
el ámbito de sus competencias, en el caso de servidores públicos.

¿Qué es un abogado del Estado?


Los abogados del Estado son el cuerpo jurídico de la Administración Pública. Y tal como
determina el artículo 447 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, los abogados del Estado,
son los encargados de la representación y defensa del Estado y de sus organismos
autónomos ante los Tribunales en cualquier tipo de pleito en los que éstos intervengan
como parte.
Un abogado del Estado no es ni más ni menos que un abogado al servicio de la
Administración pública que vela por la defensa del interés general. No puede escoger al
cliente ni tampoco los casos que se le presentan. Pero salvo eso, su función es similar a la
de cualquier otro abogado: esto es, defender en juicio a su cliente y rendirle asesoramiento
jurídico. Aunque los abogados del Estado tienen una mayor vocación de servicio público.
Los letrados del Estado están considerados como un cuerpo de élite dentro de la
Administración de Justicia y son muy codiciados por los grandes despachos de abogados de
nuestro país. Sin embargo, casi todos realizan una función callada, personándose en
aquellos procedimientos en los que el Estado sea parte interesada, bien como defensa, bien
como acusación.

¿Cuál es el papel de los abogados en un Estado Social de Derecho?

Uno de los rasgos más sobresalientes de un Estado de derecho, es la garantía de los


derechos fundamentales de primera, segunda y tercera generación, y corresponde a los
abogados en su ejercicio, ya sea como intérpretes de las normas constitucionales en su rol
de jueces, o como representantes de los intereses de sus clientes ante la justicia, o ante las
entidades públicas o privadas, lograr el respeto de dichos derechos, aportando a la
construcción de valores sociales tales como la libertad, la igualdad y la solidaridad.
 
Igualmente, otra de las características del Estado de derecho es que el poder del legislativo
esté limitado por el control judicial. Esa limitación, en Colombia, se ejerce a través del
control de constitucionalidad, luego el rol del abogado, ya sea como juez constitucional o
como accionante conocedor en profundidad del ordenamiento jurídico, es indispensable
para garantizar la efectividad de este control.

14 principios del abogado en Colombia


El abogado en Colombia, como se ha dicho anteriormente cuenta con su codificación
ontológico determinada bajo el Decreto 196 de 1971 y la Ley 1123 de 2007, como todo
ciudadano colombiano, igualmente su actuar está regido por la normatividad del
ordenamiento jurídico colombiano y por lo que estipula la Constitución Política Nacional
de 1991.
1. El abogado servidor de la justicia a través del derecho. El abogado debe tener
siempre, la prevalencia de lo justo, la inequívoca virtud de realizar las cosas de
manera recta. Es así que el abogado usará el derecho como un arma, un arma en la
lucha de su prohijado y en general como un beneficio para la sociedad.
2. Probidad. El profesional en derecho debe ser honrado, justo, íntegro de una recta
conducta.
3. No emplear conocimientos sino al servicio de las causas justas. Bajo el principio de
la autonomía de la voluntad, el abogado debe prescindir de aquellos negocios
jurídicos donde se violenten los lineamientos legales, aquellos, en los que se busca
usar el derecho como un beneficio bajo artimañas engañosas y desleales.
4. Lealtad. Esta lealtad es principalmente a sí mismo, a sus convicciones,
posteriormente es lealtad con su cliente, de nunca defraudarlo, con el juez y con los
servidores judiciales y administrativos, por último, debe ser leal a la ley y a la
sociedad
5. Desinterés. Es verdad que el abogado recibe una contraprestación por sus servicios,
pero el ejercicio no debe ser realizado con un fin de lucro, sino por un amor al
derecho mismo.
6. La veracidad. El profesional del derecho debe buscar la verdad y actuando con
veracidad.
7. Hacer expedita la administración de justicia. El abogado tiene como deber, procurar
la celeridad de las actuaciones, sin buscar proceder con recursos dilatorios, que lo
que buscan es entorpecer el aparato judicial.
8. El abogado debe ser firme. Uno de los principales valores que debe poseer un
abogado debe ser la fortaleza, sin desistir de los negocios jurídicos que realice, solo
por obstáculos o abusos de poder que encuentre en el ejercicio de su profesión.
9. El abogado debe ser estudioso. El derecho se convierte en el arma del abogado, por
ende, debe estar muy bien preparado, debe estar actualizando sus conocimientos
constantemente, replanteando sus percepciones, de acuerdo a los lineamientos que la
ley, la doctrina y la jurisprudencia estipulen.
10. Diligencia y tenacidad. El profesional debe ser diligente en la defensa de los asuntos
que le confieren, siendo insistente hasta la finalización de los mismos.
11. Secreto profesional. Por mandato legal, la información suministrada por el cliente y
que este no quiera ventilar, debe ser guardada bajo el secreto profesional, por este
mismo motivo, el abogado no deberá testificar en relación con dichos asuntos, esta
negación es amparada por ley.
12. Honor y dignidad profesional. Ante todo, el abogado debe guardar el decoro de la
profesión, llevarla con dignidad y sentirse orgulloso de la persona profesional que es.
El abogado debe estar consiente además de la responsabilidad que implica el
desarrollo de su función.
13. El abogado debe tener un profundo sentido humano. El abogado debe entender que,
ante todo, está tratando con seres humanos, personas con emociones, y bajo esta
premisa debe actuar. Se debe tratar de conocer y comprender.
14. Trato con autoridades y colegas. Respeto, lealtad, y decoro en las relaciones con
funcionarios, la contraparte y con otros abogados, debe ser el lema de los abogados,
ante todo debe primar el trato digno en todo momento.
Formación ética de los abogados colombianos
La esencia del acto educativo es el ser humano y en esta denominación reconocerlo como
ser holístico promueve la importancia del otro en la resolución de conflictos mediante el
diálogo de saberes, lo que se constituyen en desafíos permanentes que animan la ruptura de
paradigmas tradicionales, superando la duda y a la incertidumbre propia de una sociedad
que solicita un cambio estructural de lineamientos sociales. Se requiere la formación de
abogados con alto sentido por la vida, éticos, conscientes de que pertenecen a una ciencia
social, cuyo fin primordial es la búsqueda de las soluciones a los conflictos jurídicos por
medio del litigio a través de la justicia ordinaria en los estrados judiciales o mediante la
aplicación de los Métodos Alternativos de Solución de Conflictos comúnmente conocidos
con la sigla MASC (Silvera, Saker & Arboleda, 2015). Educar es atender a todas las
dimensiones de la persona, tanto desde el ámbito escolar familiar como personal. Muchas
veces, tendemos a confundir el término educación con el de enseñanza, teniendo el primero
una dimensión tan amplia que engloba completamente al segundo. Dentro del ámbito del
profesorado de secundaria o de universidad, se considera una obligación profesional
enseñar, pero no así educar. Los profesores deben asumir que, ante todo, se es educador. En
el caso de la disciplina del derecho se educa en el conocimiento y aplicación de códigos,
ley y sentencias, pero en ocasiones se descuida lo humano, no se tienen en cuenta las
emociones en el conflicto cuando estas deberían importar. En la actualidad, la mayoría de
los juristas al resolver los conflictos se limitan a acudir al aparato judicial, para dirimir lo
jurídico, económico o contractual, dejando a un lado la persona, “el sujeto”, las emociones
del ser humano, cuando deberían interesarnos.

https://blog.legis.com.co/juridico/dia-del-abogado-reflexiones-sobre-su-rol-en-la-
sociedad#:~:text=Un%20abogado%20es%20un%20profesional,rol%2C%20compromiso
%20y%20responsabilidad%20social.

https://repositorio.comillas.edu/xmlui/bitstream/handle/11531/541/TFG000492.pdf

https://confilegal.com/20141116-funcion-abogado-16112014-2102/

http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-
86972010000100005#:~:text=El%20deber%20fundamental%20del%20Abogado,de%20su
%20finalidad%20de%20justicia.

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