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1.

Concepto
La misión social del abogado es tan noble, en su concepción doctrinaria, que lo
convierten en un asistente o asesor de aquellas personas que estando limitadas por
desconocimiento de sus derechos o por limitaciones económicas necesitan ser o estar
asistidas por un jurista, conocedor de la ley, aquello explica el que la propia ley da la
posibilidad de nombrar los llamados Defensores de Oficio para que quienes cuentan
por cualquier circunstancia con un abogado que los patrocine o defienda en asuntos
litigiosos que podrían afectar sus derechos o intereses, nunca dejen de tener asesoría y
ayuda jurídica que evite colocarlos en desventaja frente a su contradictor, existe
igualmente el caso de los llamados Defensores de Pobres que tradicionalmente han
permitido tener una asesoría legal en casos o procesos judiciales, en que la persona por
su precaria situación económica no estuviese en capacidad de contratar por sus
propios medios a un profesional de la abogacía.
2. Función social del abogado
La función del Abogado ha sido, desde tiempos romanos, de meticuloso dominio de
actividades de interpretación en problemas de alta complejidad jurídica como
jurisconsulto, pasando después en la Edad Media a aquel que razonaba en las
controversias de otras personas, requiriendo un manejo elocuente y apropiado de la
expresión verbal, así ́ como un profundo conocimiento del Derecho, como vocero. En la
actualidad, las relaciones sociales modernas, implican un entramado de posibilidades y
problemáticas que tienen dimensiones diversas en las interacciones cotidianas en las
que el Derecho, tiene una especial injerencia, y se ha transformado la función del
abogado hacia un defensor que se enfoca y resuelve conflictos concretos que plantea la
realidad social. La institución de la abogacía ha representado en el devenir histórico
una situación particular de quien la práctica, enalteciendo su sabiduría y experiencia y
reconociéndola en la vida social; pero esta condición no ha sido fortuita, sino producto
de una identidad de valores académicos y prácticos.

3. qué actividades puede desarrollar el abogado?


Un Abogado es el profesional responsable de asesorar, orientar y representar a sus
clientes en asuntos legales. Normalmente se tiene la concepción de que estos
individuos lidian mayormente con el derecho penal; sin embargo, tal perspectiva es
errada, ya que existe un diverso número de especializaciones que van desde el derecho
tributario y mercantil, pasando por el de inmigración y el corporativo, hasta el civil y el
internacional. Por lo general, trabajan en firmas jurídicas, en donde se especializan en
un área determinada, asimismo, algunos optan por trabajar de manera independiente
o autónoma. Dependiendo del lugar donde trabajen, estos profesionales tienen
diferentes títulos y responsabilidades. En tal sentido, los Abogados pueden
especializarse en áreas específicas del Derecho, tales como el penal, corporativo,
contratos y garantías, tributario, administrativo, internacional, comercial, en bienes
raíces, de familia y propiedad intelectual o laboral.
4. Requisitos para ser abogado en nuestro país – investigar
ley de la Abogacía
Disposiciones Generales
ARTICULO 1º
Son abogados los que cumplen los requisitos exigidos por Ley y demás disposiciones
que regulan la profesión, declarando que la Abogacía es una función social al servicio
del Derecho y la Justicia. Su ejercicio es una función pública, pero de desempeño
particular.
Artículo 5º.- Son requisitos para ser Abogado:
1) Ser mayor de edad.
2) Haber aprobado los cursos de la Facultad de Derecho y tener cumplidos los
requisitos universitarios.
3) Exhibir el diploma que acredite el título profesional.
4) Presentar Acta Auténtica de juramento de fidelidad a la Constitución Política y leyes
de la República, prestada ante la autoridad competente.
Artículo 6º.- Para ejercer la Abogacía se requiere:
1) Ser ciudadano boliviano.
2) Estar en ejercicio de sus derechos civiles y políticos
3) No estar subjúdice como consecuencia de auto de procesamiento ejecutoriado, por
hechos sancionados con privación de libertad o inhabilitación profesional.
4) No estar suspendido por Resolución del Tribunal de Honor de un Colegio de
Abogados o haberse cancelado su matrícula.
5) Estar matriculado y tener sus obligaciones pecuniarias pagadas conforme a sus
Estatutos, en el Colegio de Abogados de su Distrito.

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