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Concepto
La misión social del abogado es tan noble, en su concepción doctrinaria, que lo
convierten en un asistente o asesor de aquellas personas que estando limitadas por
desconocimiento de sus derechos o por limitaciones económicas necesitan ser o estar
asistidas por un jurista, conocedor de la ley, aquello explica el que la propia ley da la
posibilidad de nombrar los llamados Defensores de Oficio para que quienes cuentan
por cualquier circunstancia con un abogado que los patrocine o defienda en asuntos
litigiosos que podrían afectar sus derechos o intereses, nunca dejen de tener asesoría y
ayuda jurídica que evite colocarlos en desventaja frente a su contradictor, existe
igualmente el caso de los llamados Defensores de Pobres que tradicionalmente han
permitido tener una asesoría legal en casos o procesos judiciales, en que la persona por
su precaria situación económica no estuviese en capacidad de contratar por sus
propios medios a un profesional de la abogacía.
2. Función social del abogado
La función del Abogado ha sido, desde tiempos romanos, de meticuloso dominio de
actividades de interpretación en problemas de alta complejidad jurídica como
jurisconsulto, pasando después en la Edad Media a aquel que razonaba en las
controversias de otras personas, requiriendo un manejo elocuente y apropiado de la
expresión verbal, así ́ como un profundo conocimiento del Derecho, como vocero. En la
actualidad, las relaciones sociales modernas, implican un entramado de posibilidades y
problemáticas que tienen dimensiones diversas en las interacciones cotidianas en las
que el Derecho, tiene una especial injerencia, y se ha transformado la función del
abogado hacia un defensor que se enfoca y resuelve conflictos concretos que plantea la
realidad social. La institución de la abogacía ha representado en el devenir histórico
una situación particular de quien la práctica, enalteciendo su sabiduría y experiencia y
reconociéndola en la vida social; pero esta condición no ha sido fortuita, sino producto
de una identidad de valores académicos y prácticos.