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Carácter oficial, aprobado por Decreto No. 683 del 8 de Nov. de 2002
#MejorMeQuedoEnCasa
Y Resolución No. 2411 del 23 de Nov. de 2004
DANE 170708000186 - NIT. 823 001 103 0
E-mail : inedjfkennedy@yahoo.es
GRADO: 6º
ACTIVIDAD 1
1. Analice la frase: “ni el más fuerte, ni el que se adapta, sino el que coopera sobrevive en grupo.
2. ¿Qué es la solidaridad? Y de dos ejemplos de solidaridad.
3. ¿Por qué debo ser solidario?
4. Escribe un acontecimiento o hecho histórico de solidaridad. Descríbalo con dibujos.
INSTITUCIÓN EDUCATIVA JOHN F. KENNEDY Por ti, Por mí, Por todos.
Carácter oficial, aprobado por Decreto No. 683 del 8 de Nov. de 2002
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Todo mi cuerpo me habla de la relación que tengo con los demás. Cuando conozco a una persona ella me
transmite información que nutre y alimenta mi actuar, opinar y decidir. Pero muchos influyen en nuestra vida,
en mi formación como persona pero debo ser autentico, mi identidad y autoestima. No estoy solo necesito de
los demás y ellos de mí, no solo lo material sino mis ideas, lo espiritual, brindar buenos consejos, ayudar
colaborar, ser amigables. Todas las buenas opiniones, sugerencias y acciones benefician al grupo de la
misma manera ello aportan a nuestra vida.
ACTIVIDAD 2
1. ¿Por qué es importante la comunicación en las relaciones interpersonales?
2. Analice las siguientes frases y de cada una un ejemplo:
a) no estamos conformes con el quehacer de los demás.
b) como lobos hambrientos acechando a los demás.
c) los aciertos son nuestros y jamás de los demás.
d) lo más bello es dar y servir a los demás sin esperar nada a cambio.
3. ¿Cuál frase le agrada? y ¿Por qué?
SE COMPARTIR
COMPARTIR: es partir con el otro lo que tengo, mis pensamientos, sentimientos, acciones y hasta lo material.
Comparto mis cualidades capacidades, habilidades sentimientos, con el fin de ser útil, sentirme admirada, y
respetada. Viviendo en sana convivencia.
Como humanos necesitamos apoyarnos mutuamente, no podemos prescindir de los demás, tenemos el deber
y la obligación de compartir lo que somos sabemos tenemos.
Compartir es participar con el otro mi ser que es mi vida.
Cuando compartimos las alegrías, tristeza, y dificultades solucionamos pues encontramos muchas salidas.
Cuando amo comparto doy no lo que no me sirve lo que nos hace falta.
Comparto cuando le dedico tiempo al otro, hago presencia, nos ponemos en su lugar la escuchamos la
ayudamos.
Cuando renuncio algo para bienestar y la felicidad del otro. Así como mama comparte con sus hijos y
esposos. Ella se desgasta como una vela que se consume lentamente.
Comparto cuando soy generoso, me doy al que me necesita la felicidad del otro es ser responsable.
ACTIVIDAD 3
1. Analice la frase: compartir, compartir con alegría, porque el mundo se olvidó de compartir.
2. ¿Qué es compartir?
3. Lee la frase subrayada en el texto y explica qué entiendes.
ACTIVIDAD 4
1. Lee la siguiente anécdota y responde las preguntas en tu cuaderno.
Lecciones para pensar sobre la forma en que tratamos a las personas. Siempre recuerde a aquellos a
quienes sirve.
En los días cuando el helado de crema con chocolate costaba mucho menos, un muchachito de 10 años entró
a la cafetería de un hotel y se sentó a la mesa. Una mesera puso un vaso de agua en frente de él.
“¿Cuánto cuesta el helado con chocolate?” preguntó.
- “Cincuenta centavos,” replicó la mesera.
El muchachito sacó un manojo de su bolsillo y estudió sus monedas.
- “Bueno, ¿cuánto es un plato de solo helado de crema?” inquirió.
Para este tiempo más gente estaba esperando por mesa y la mesera estaba poniéndose impaciente.
- “Treinta y cinco centavos,” bruscamente replicó.
El muchachito contó de nuevo sus monedas.
- “Deme un helado de crema solo,” dijo.
La mesera le trajo su helado de crema, puso el recibo en la mesa y se retiró.
El muchachito terminó de comer su helado, pagó en la caja y se fue. Cuando la mesera regresó empezó a
llorar en cuanto limpiaba la mesa. Allí, colocados pulcramente al lado del plato vacío, estaban dos monedas
de cinco centavos y cinco de a centavo.
Ella comprendió en ese momento que el muchachito no le pidió inicialmente el helado con chocolate porque
no le quedaba dinero suficiente para dejarle a ella una propina.
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www.luisprada.com.
Consultado el 22 de junio de 2010.
a) ¿Cuál fue la acción del niño que provocó las lágrimas de la mesera?
b) ¿Qué valores se evidenciaron en la actitud del niño?
c) ¿Por qué crees que el niño sacrificó su deseo a favor de una desconocida?
d) ¿En qué situaciones se puede demostrar interés por personas que no conocemos?
e) ¿Se puede afirmar que el egoísmo dificulta la convivencia en sociedad? ¿Por qué?
En esta sopa encontrarás muchas palabras que fortalecen la solidaridad. Con las letras que sobran formarás
una frase que has leído.
ACTIVIDAD 5
Lee el siguiente cuento y contesta las preguntas
“BAJO UNA SETA”
“Había una vez una hormiga que quedó atrapada bajo la lluvia muy fuerte que empezó a caer.”
Hormiga: -¿Dónde podré protegerme? “En eso la hormiguita divisó una hermosa seta y se metió debajo
esperando que dejara de llover”. “Pero la lluvia era cada vez más fuerte.
Después de un rato llegó una mariposa con sus alitas tan, pero tan mojadas, que ya no podía ni volar, se
arrastró hasta la seta y dijo”:
-Hormiga, hormiga, ¡déjame cobijarme debajo de la seta! Estoy toda mojada, tengo frío y no puedo volar.
La hormiga le contestó: -El espacio es muy pequeño, pero no importa, estaremos muy apretadas, pero en
buena armonía.
“La mariposa y la hormiga se cobijaron en la seta mientras seguía lloviendo más y más. Al poco rato llegó un
pequeño ratoncito corriendo y dijo”:
-¡Déjenme entrar debajo de la seta! Estoy todo empapado.
La hormiga y la mariposa le contestaron: -Bueno casi no hay espacio para ti, pero no importa. ¡Nos
apretaremos un poquito para que tú quepas!
“La lluvia era cada vez más fuerte, parecía que no iba a cesar nunca más y en eso llegó una paloma mojada y
temblorosa”. -Todas mis plumas están mojadas, mis alas están cansadas… ¡Déjenme que me seque y
descanse bajo la seta hasta que deje de llover!
El ratoncito le contesto:-Pero es que aquí ya no hay espacio. Y la palomita les pidió: -Apriétense un poquito…
Entonces el ratoncito dijo: -Está bien vamos todos a apretarnos un poquito más, mirad que mojadita está
nuestra amiguita.
“Entonces llegó corriendo una liebre y dijo: -¡Escóndanme que me persigue la zorra!. La hormiga les dijo a los
demás: -¡Pobre Liebre! Vamos a apretarnos un poquito más.
“Acababan de esconder a la liebre bajo la seta cuando llegó corriendo la zorra y husmeando enfurecida el
aire dijo: -¿Han visto ustedes a la liebre? ¿Seguro que no está escondida aquí? Y la mariposa le contestó:
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-¿Cómo podría esconderse aquí si no hay espacio? Así que la zorra miró a su alrededor refunfuñando y se
marchó. “Por fin dejó de llover y el sol volvió a brillar en el cielo radiante.
Extrañada la hormiga se pregunta: -¿Cómo es posible? Antes apenas cabía yo solita debajo de la seta, y
luego ha habido sitio para los cinco.
“En eso una rana que lo había visto todo desde un sitio cercano se acercó a la seta riendo y croando y le dijo:
-¡Amiga hormiga, no te das cuenta que la magia está en la solidaridad! ¡Cuando nos ayudamos todo se
resuelve!
“Finalmente todos miraron la seta y comprendieron porqué, al principio, la hormiga apenas había cabido y, sin
embargo, al final los cinco animalitos habían logrado meterse debajo de la seta.”
La vida de las personas se construye a partir de los sentimientos. Tanto los sentimientos como las emociones
nos mueven a actuar de una forma determinada, nos permiten sentir y vivir de acuerdo con nuestras propias
aspiraciones y necesidades.
El valor de nuestros sentimientos está arraigado en lo más profundo de cada uno de nosotros, pues en
realidad, quien puede expresar lo que siente o no, es cada persona que lo experimenta y sabe lo que sucede.
ACTIVIDAD 1
1. ¿Por qué son importantes los sentimientos?
2. ¿Cómo puedes identificar tus sentimientos?
3. ¿De qué manera se pueden fortalecer nuestros buenos sentimientos?
4. ¿Qué podemos hacer con los sentimientos negativos?
Así se comprende que los sentimientos no se imponen ni se ordenan. Ellos son personales y se deben
respetar. Pero el respeto debe ser mutuo, no puede exigir que me respeten mis sentimientos mientras yo no
respeto los de los demás.
Cada sentimiento es digno de admirar, de respetar, cada persona puede ordenar su vida según los
sentimientos que haya definido. Es importante saber dónde me encuentro, pues la sociedad me exige que yo
respete los sentimientos y la cultura donde vivo.
ACTIVIDAD 2
Lee el cuento y responde las preguntas:
Regalos de Navidad
La conferencia de regalos de navidad de aquel año estaba llena hasta la bandera. A ella habían acudido todos
los jugueteros del mundo y muchos otros que no eran jugueteros pero que últimamente solían asistir y los que
no podían faltar nunca, los repartidores: Papá Noel y los tres Reyes Magos.
Como todos los años, las discusiones tratarían sobre qué tipos de juguetes eran más educativos o divertidos,
cosa que mantenía durante horas discutiendo a unos jugueteros con otros, y también sobre el tamaño de los
juguetes. Si, sobre el tamaño discutían siempre, porque los Reyes y Papá Noel se quejaban de que cada año
hacían juguetes más grandes y tenían muchos problemas para transportarlos.
Pero algo ocurrió que hizo aquella conferencia distinta de las anteriores: se coló un niño. Nunca hubo un niño
durante aquellas reuniones y para cuando se dieron cuenta, un niño estaba sentado justo al lado de los Reyes
Magos, sin que nadie fuera capaz de decir cuánto tiempo llevaba allí, y seguro que era mucho.
Mientras Papá Noel discutía con un importante juguetero sobre el tamaño de una muñeca muy de moda, éste
le gritaba acaloradamente:
-“¡Gordinflón, si estuvieras más delgado, más cosas te cabrían en el trineo!"
El niño se puso en pie y dijo:
-Está bien, no discutan. Yo entregaré todo lo que no puedan llevar los Reyes ni Papá Noel. Los asistentes
rieron a carcajadas durante un buen rato sin hacerle ningún caso. Mientras reían, el niño se levantó, dejó
escapar una lagrimita y se fue de allí cabizbajo. Aquella navidad fue como casi todas, pero algo más fría. En la
calle, todo el mundo continuaba con sus vidas y no se oía hablar de todas las historias y cosas preciosas que
ocurren en navidad. Cuando los niños recibieron sus regalos, no se alegraron, parecía que a nadie le
importaba aquella fiesta.
En la conferencia de regalos del año siguiente, todos estaban preocupados ante la creciente falta de ilusión
frente a la navidad. Nuevamente comenzaron las discusiones de siempre, hasta que de pronto apareció por la
puerta el niño de quien tanto se habían reído el año anterior, triste y cabizbajo. Esta vez iba acompañado de
su madre, una hermosa mujer. Al verla, los tres Reyes dieron un salto: "¡María!, y corriendo fueron a
abrazarla. Luego, la mujer se acercó al estrado, tomó la palabra y dijo:
-Todos los años, mi hijo celebraba su cumpleaños con una gran fiesta, la mayor del mundo, y lo llenaba todo
con sus mejores regalos para grandes y pequeños. Ahora dice que no quiere celebrarlo, que a ninguno de
ustedes en realidad le gusta su fiesta, que sólo quieren otras cosas. ¿Se puede saber qué le han hecho?
La mayoría de los presentes empezó a darse cuenta de su equivocación. Entonces, un anciano juguetero, uno
que nunca había hablado, se acercó al niño, se arrodilló y dijo:
-Perdón, mi Dios; yo no quiero ningún otro regalo que no sean los tuyos. Aunque no lo sabía, tú siempre
habías estado entregando aquello que no podían llevar ni los Reyes ni Papá Noel, ni nadie más: el amor, la
paz y la alegría.
Uno tras otro, todos pidieron perdón al niño, reconociendo que eran suyos los mejores regalos de la navidad,
esos que colman el corazón de las personas de buenos sentimientos, y hacen que cada navidad el mundo
sea mejor.
Adaptado de: www.cuentosparadormir.com Autor: Pedro Pablo Sacristán
ACTIVIDAD 3
Jesús, el niño jardinero
Jesús era un niño que amaba mucho la naturaleza, le gustaba cuidarla, siempre estaba en el jardín. Allí
observaba las flores, miraba los caracoles que caminaban de un lado para el otro, y lo que más alegraba era
ver la llegada de las mariposas, pues éstas con sus colores alegraban mucha la vida del jardín.
Todas las mañanas desde su ventana lo primero que veía eran las flores. Él sabía muy bien cuándo: aparecía
una nueva, pues-sus ojos de inmediato captaban la presencia de unos hermosos colores que despuntaban
entre las hojas verdes de las plantas. Un día llegó a su casa, de visita, su primo Antonio. Era un niño de su
edad (doce años), muy alegre e inquieto. Él con mucho ánimo lo invitó al jardín y, para tristeza suya, vio cómo
él lo primero que hizo fue darle un puntapié al caracol que estaba de un lado para el otro. Luego, nada le
importó tomar una flor y romperla en pedazos.
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Mientras Antonio hacía esto, Jesús se sentó muy triste en un lado del jardín y no decía nada, sólo observaba
con tristeza que su primo Antonio no apreciaba los plantas ni los animales que él cuidaba y amaba con tanto
esmero día a día.
Después de un buen rato, Antonio se dio cuenta de que Jesús estaba sentado y que no se divertía como él
dañando el jardín. Entonces preguntó:
-¿Qué te pasa, Jesús? ¿Por qué estas allí sentado? Ven a divertirte conmigo. Jesús no respondió, sólo alzó
su mirada y dejó ver dos lágrimas que rodaban por sus mejillas.
-¿Por qué lloras? -Preguntó Antonio, inquieto y preocupado.
-Porque mis flores están en el piso, mi caracol muerto y mi jardín casi destruido- respondió Jesús.
- No sabía que estimabas y querías tanto el jardín, mira que son unas simples flores, mañana nacerán otras.
No -dijo tristemente Jesús-, esas eran únicas, hacía tres días que habían florecido. Antonio comprendió que
Jesús tenía diversos sentimientos, y que él realmente amaba su jardín. Presentó excusas a su primo y
comenzó a ordenar lo que había arruinado. Jesús se alegró y ayudó a reparar el dañó causado. Desde ese
día, Antonio aprendió a respetar los sentimientos de los demás, pues cada uno somos dignos de tener
sentimientos y los demás nos los deben respetar siempre.
GRADO:8º
Encontrar un punto común, una similitud o un aspecto parecido entre los puntos de vista de las demás
personas y los míos.
Asumir una actitud comprensiva hacia las demás personas, es decir, tener una actitud más tolerante
cuando se equivocan.
Actuar de manera descomplicada con las demás personas, sin juzgarlas, criticarlas y sin tratar de explicar
su situación desde nuestras vivencias o pensamientos.
Establecer espacios de comunicación para dialogar sobre las situaciones, y así tener mayor información al
momento de tomar una decisión.
Aprender de cada experiencia y poner en práctica lo aprendido en cada momento.
ACTIVIDAD 1
1. ¿Qué importancia tiene para ti comprender a las demás personas?
2. ¿Qué otras actitudes debes desarrollar para comprender mejor a las demás personas?
3. ¿Qué puntos en común tienes con tus amigos para considerar que los comprendes?
4. ¿En qué aspectos necesitas que las demás personas le comprendan? ¿Por qué hay personas que se
sienten incomprendidas?
Pero esa no es la única dificultad que se presenta al momento de tratar de comprender a las demás personas.
Otras de las más comunes son:
La dificultad para hacer juicios honestos, sinceros y claros de las palabras o de las acciones de las demás
personas. Antes de crear cualquier juicio, deberíamos pensar qué contexto rodeó lo que ha sucedido.
La falta de contextualización de nuestros juicios. Por lo general, olvidamos que las demás personas viven
en un contexto y en unas condiciones diferentes a las nuestras que no son ni mejores ni peores, son
diferentes.
La generalización de los hechos. A veces consideramos que si una persona se equivocó o tuvo éxito
frente a una situación, así va a ser por siempre. Se nos olvida que cada caso es independiente.
La idealización de las personas y de las situaciones. Hay personas que consideramos perfectas y que
nunca se podrán equivocar. Se nos olvida que todos somos humanos y que podemos fallar en cualquier
momento o en cualquier situación.
La condena hacia algunas personas. Podemos condenar las acciones, pero no a las personas. Además, el
que una persona se equivoque una vez no significa que siempre se vaya a equivocar o que no pueda
enmendar su error.
La idea de creernos jueces. A veces asumimos la posición de jueces, olvidando que también nosotros
somos humanos y que nuestra visión de las cosas es limitada. No tenemos más elementos de juicio que
nuestras limitadas vivencias.
La falta de valoración de las intenciones. Muchas veces, personas con muy buenas intenciones terminan
realizando actos que afectan de manera negativa a otros aunque su intención en realidad era hacer el
bien.
La falta de profundidad en nuestras apreciaciones. Por lo general, terminamos juzgando los actos de las
personas según lo que percibimos. Una simple mirada o la reacción inmediata de una persona no nos da
los elementos suficientes para juzgar.
ACTIVIDAD 2
1. ¿Por qué es tan difícil comprender al otro?
2. ¿Por qué casi siempre nos equivocamos en los juicios que hacernos de los demás?
3. ¿Cómo podemos mejorar en la comprensión hacia las demás personas?
4. ¿Qué criterios nos permitirán ser más comprensivos con los demás?
tanto, se deben superar las barreras culturales, pues mientras cada uno siga anclado en sus propias
concepciones no podremos llegar a un acuerdo.
La diversidad cultural pareciera un concepto enredado o tal vez muy amplio, y en cierta forma es verdad, pues
la cultura es todo. Pero si revisamos el concepto, podemos reconocer que se puede aplicar a la propia
formación en casa; al medio social, a los estudios hechos o a los amigos. De todos estos escenarios y
personas debemos tomar criterios para comprender a los demás.
Ahí está el núcleo, debo tratar de no ubicar a la otra persona en mi propio medio, pues posiblemente ella
actúe de manera diferente. Cuando logro hacer evidente este aspecto, entonces me será mucho más fácil ser
comprensivo con los demás.
ACTIVIDAD 3
1. ¿De qué manera puedo comprender mejor a las demás personas?
2. ¿Por qué la cultura impide comprender bien al otro?
3. Explica la importancia de comprender a las demás personas.
LA COMPRENSIÓN DE UN PADRE
José era un niño de unos once años de edad; estaba sentado en la puerta de su casa; se le veía muy triste y
su mirada estaba como perdida en la profundidad de la calle. Él sólo esperaba a que llegara Alfonso, su
padre.
Una vez llegó, José salió a su encuentro y derramando una lágrima comenzó a decir:
- Por favor, papá, no me vayas a castigar, por favor.
Alfonso lo miró y luego de un fuerte abrazo, lo besó en la mejilla y le preguntó:
- ¿Qué pasa hijo? ¿Por qué me dices que no te castigue?
José relató cómo mientras trataba de limpiar el polvo del televisor, éste cayó al piso y se rompió.
- No fue mi culpa, yo estaba haciendo un poco de oficio para ayudar á mamá, pero con tan mala suerte que no
logré agarrar la pantalla del televisor.
Alfonso estuvo pensativo un momento, luego levantó la cabeza y dijo:
- Hijo mío, has hecho bien en contarme. De igual manera, estabas haciendo algo bueno como era ayudara tu
mamá.
- Claro que has roto el televisor, ahora no tenemos dónde ver los programas favoritos, pero bueno ¿qué hacer
ahora? Tendremos que ahorrar dinero hasta lograr comprar uno nuevo.
José, con una suave sonrisa, dijo:
- Papá yo podría ayudar, con el dinero que me das para comprar en el colegio, podría ahorrar, ¿qué te
parece?
Bueno, hijo, está bien -dijo Alfonso-. Durante un tiempo me darás una mano paro ahorrar y comprar el nuevo
televisor. Pero recuerda; siempre debes tener un poco de mayor cuidado, pues en realidad debes estar atento
para no causar daños como este. Y recuerda, que lo importante es decir la verdad y asumir la responsabilidad
de los actos que hacemos.
Y concluyó: - Por eso, aunque comprendo que estabas haciendo aseo, también entiendo que debes dar algo
de tu parte para solucionar el problema.
Así, padre e hijo entraron a la casa y le dieron la buena noticia a la mamá, quien se alegró por la comprensión
que el papá tuvo con su hijo.
ACTIVIDADES DE REFUERZO
1. Lee y resuelve los siguientes interrogantes:
EL MEJOR ROBOT
XT-27 no era un robot cualquiera. Como bien decía su placa, "XT-27, el mejor y más moderno robot", era el
modelo de robot más moderno de su generación, un producto realmente difícil de mejorar y se sentía
realmente orgulloso de ello.
Tanto, que cuando se cruzaba con otros robots por la calle, los miraba con cierto aire de superioridad, y sólo
reaccionaba con alegría y entusiasmo cuando se encontraba con otro XT-27.
"Todos los robots tendrían que ser como los XT-27", pensaba para sus adentros. Realmente estaba
convencido de que ningún nuevo robot podría superar los XT-27 y que el mundo sería mucho mejor si todos
los robots fueran como ese modelo perfecto. Un día, caminaba por la ciudad biónica, cuando de pronto
apareció, justo a unos milímetros de sus sensores ópticos piezoeléctricos (que eran unos ojos normales, pero
a XT-27 le gustaba usar palabras muy raras para todo), una gran puerta amarilla. No sabía de dónde habría
salido, pero por suerte era un XT-27 y su rapidez le permitió evitar el golpe. Intrigado decidió atravesar la
puerta y fue a parar a una ciudad espectacular. ¡Todos sus habitantes eran XT-27, y todo lo que se veía era
alucinante! Entusiasmado por haber encontrado la ciudad perfecta para él, anduvo recorriendo aquel lugar
presumiendo de ser un XT-27 y parándose a hablar con todos de lo genial que era ser un robot tan avanzado.
Al final, se instaló en su burbuja híper-plástica (una casa) a las afueras de la ciudad.
Los días fueron pasando, pero enseguida se dio cuenta de que en aquella ciudad había algo que no le
gustaba. Como todos eran XT-27, realmente nadie tenía motivos ni para sentirse mejor ni más moderno que
nadie. Ninguno miraba con aires de superioridad y, en el fondo, comprobó que con el paso del tiempo ni
siquiera él mismo se sentía especial.
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Además, todo resultaba tremendamente aburrido: todos hacían las cosas igual de bien, era imposible
destacarse en algo; cuando se le ocurría algo que pensaba que era brillante, todos se les había ocurrido lo
mismo al mismo tiempo.
Así que XT-27 empezó a echar de menos a todos aquellos robotcitos variados de su mundo, cada uno con
sus cosas buenas y malas, pero distintos y divertidos, y se dio cuenta de que hubiera preferido mil veces
encontrarse con un torpe pero divertido TP-4 y charlar un rato con él, que volver a cruzarse con otro XT-27.
Así que comenzó a buscar la gran puerta amarilla.
Tardó varios días, hasta que finalmente la encontró como la primero vez, justo en medio de una calle
cualquiera. Apoyó la mano en la puerta, miró hacia atrás como despidiéndose de aquel mundo que le había
parecido perfecto, y con gran alegría empujó la puerta... Cuando despertó, XT-27 estaba en el suelo y algunos
le ayudaban a levantarse.
No había ninguna puerta, sólo un enorme y brillante robot amarillo con el que XT-27 había chocado tan fuerte
que se le habían nublado los circuitos. XT-27, extrañe de no haber podido esquivar el golpe, miró
detenidamente a aquel formidable robot. Nunca había visto uno igual, parecía perfecto en todo, más alto y
más fuerte que ninguno, y en su placa se podía leer: "XT-28, el mejor y más moderno robot".
Así que lo habían conseguido. Aunque parecía imposible, los XT-27 ya no eran los mejores robots. Sin
embargo, nuestro amigo no se entristeció en lo más mínimo porque segundos antes, mientras soñaba con
aquella ciudad perfecta, había aprendido que estaba encantado de ser diferente y de que hubiera cientos de
robot diferentes, cada uno con sus mejores y peores cosas
Adaptado de: www.cuentosparadormir.com
Autor: Pedro Pablo Sacristán
¿Alguna vez has creído ser como XT-27, perfecto que casi nadie es como tú?
¿Por qué es importante que seamos diferentes?
¿Por qué es necesario que aceptemos las diferencias?
¿Por qué no es deseable un mundo tan perfecto como el que soñaba XT-27?
2. Elabora un listado de actitudes que debes mejorar para comprender a las personas de tu familia y a tus
amigos. Redacta un relato que describa la mejor forma que utilizarías para comprender a las demás
personas.
3. Con tus compañeros elaboren un listado de los obstáculos que hacen que fácilmente no comprendamos al
otro:
Diseñen estrategias para superar esos obstáculos que hacen difícil comprender a los demás.
Definan, con sus propias palabras, lo que significa el valor de la comprensión.
Elaboren unos compromisos para lograr la comprensión entre ustedes.
4. En tu grupo, analicen lo que ocurriría si todos nosotros fuéramos iguales.
5. Planteen la importancia de las diferencias para el trabajo en grupo.
6. ¿Cuál es tu compromiso para comprender mejor a aquellas personas con quienes compartes menos o que
sientes que no te caen bien?
7. ¿De qué manera puedes hacer más amigos?