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3 ERRORES AL ENSEÑAR EL EVANGELIO

PORQUE NO ME AVERGÜENZO DEL EVANGELIO, PORQUE ES PODER DE DIOS


PARA SALVACIÓN A TODO AQUEL QUE CREE; AL JUDÍO PRIMERAMENTE, Y
TAMBIÉN AL GRIEGO” (ROMANOS 1:16)

ASÍ QUE, LUEGO DE HABER HABLADO SOBRE LOS ERRORES MÁS COMUNES AL
LEER LA BIBLIA Y LOS QUE NECESITAS EVITAR AL ORAR, HOY TE HABLARÉ DE
LOS TRES ERRORES MÁS FRECUENTES AL ENSEÑAR EL EVANGELIO. ¡NO LOS
COMETAS!

1. DEJAR LA APOLOGÉTICA A UN LADO.


LA APOLOGÉTICA CONSISTE EN LA DEFENSA DE NUESTRA FE, Y POR ENDE EN
LA EXPLICACIÓN DE LA MISMA. AL HACER ESTO, LA APOLOGÉTICA NO CONSISTE
SOLO EN LA DEFENSA DE NUESTRA FE, SINO TAMBIÉN EN LA OFENSA CONTRA
LA MENTIRA: LA APOLOGÉTICA PUEDE Y DEBE SER USADA PARA MOSTRAR QUE
LA FE CRISTIANA ES CIERTA Y LAS NO-CRISTIANAS SON FALSAS.
APRENDER APOLOGÉTICA CRISTIANA ES UN MANDATO BÍBLICO:
“… ESTAD SIEMPRE PREPARADOS PARA PRESENTAR DEFENSA CON
MANSEDUMBRE Y REVERENCIA ANTE TODO EL QUE OS DEMANDE RAZÓN DE LA
ESPERANZA QUE HAY EN VOSOTROS” (1 PEDRO 3:15)
LAMENTABLEMENTE, ME TEMO QUE LA MAYORÍA DE LOS CRISTIANOS NO
TIENEN UN CONOCIMIENTO BÁSICO DE APOLOGÉTICA. POR ESO MUCHOS
CRISTIANOS NO SABEN QUÉ RESPONDER CUANDO, AL ENSEÑAR EL EVANGELIO,
DE REPENTE RECIBEN PREGUNTAS QUE PARECEN PONER A PRUEBA LA RAZÓN
Y VERDAD DE NUESTRA FE.

LA APOLOGÉTICA ES MUY IMPORTANTE EN EL PRE-EVANGELISMO Y EN EL


POST-EVANGELISMO, YA QUE SU PROPÓSITO ES…
EVANGELIZAR A LOS ESCÉPTICOS AL MOSTRARLES LAS EVIDENCIAS DE LA FE
CRISTIANA. EN OTRAS PALABRAS, GANAR HERMANOS.
RESPONDER A LAS CRÍTICAS O PREGUNTAS DE LOS ATEOS Y NO-CRISTIANOS, Y
DESARMAR LAS FILOSOFÍAS DE ELLOS, PARA ASÍ LLAMARLOS A LA FE EN
JESUCRISTO.
EDIFICAR A LOS HERMANOS EN LA FE AL DARLES RAZONES PARA CONFIAR MÁS
EN LAS GLORIOSAS VERDADES DEL EVANGELIO, Y AYUDARLES TAMBIÉN A
DEFENDER NUESTRA FE.
PARA SABER MÁS SOBRE APOLOGÉTICA CRISTIANA, LEE ESTOS OTROS
ARTÍCULOS:

2. PREDICAR ALGO QUE NO ES EL EVANGELIO.


“SI DISTORSIONAMOS EL EVANGELIO… ESA DISTORSIÓN INFLUENCIARA Y
AFECTARA TODO EL RESTO DE LO QUE CREEMOS EN LA FE CRISTIANA” — R.C.
SPROUL.
¿SABÍAS QUE ES POSIBLE PARA UNA PERSONA CREER QUE ES CRISTIANA Y EN
REALIDAD NO SERLO? (MATEO 7:21-23, 2 CORINTIOS 13:5)
TE HAGO LA PREGUNTA PORQUE HAY MUCHA GENTE QUE DICE CREER EL
EVANGELIO AUNQUE NO LO CREEN EN VERDAD. UNA DE LAS MUCHAS RAZONES
POR LAS CUALES TENEMOS A PERSONAS ASÍ, ES PORQUE NUNCA SE LES
PREDICÓ EL EVANGELIO AUNQUE ELLOS CREAN QUE SÍ Y CREAN EN LO QUE SE
LES PREDICÓ.
“¿NO HAY CRISTO EN TU SERMÓN, CABALLERO? ENTONCES VETE A CASA Y
NUNCA PREDIQUES DE NUEVO HASTA QUE TENGAS ALGO QUE VALGA LA PENA
OÍR” — CHARLES SPURGEON

HOY TENEMOS A DEMASIADOS PREDICADORES “EVANGÉLICOS” QUE NO


ENSEÑAN EL EVANGELIO. EN MUCHAS CONGREGACIONES Y CÍRCULOS
“CRISTIANOS”, ALGUNAS PERSONAS PREDICAN…
CONSECUENCIAS DE CREER EN EL EVANGELIO EN VEZ DE PREDICAR
PRINCIPALMENTE EL EVANGELIO.
MEDIAS VERDADES EN VEZ DE HABLAR LA VERDAD COMPLETA.
COSAS SECUNDARIAS QUE NO SON EL EVANGELIO COMO SI FUESEN EL
EVANGELIO.
DOCTRINAS BASADAS EN VERSÍCULOS SACADOS DE CONTEXTO COMO SI
FUESEN EL PRINCIPAL MENSAJE DE DIOS.
ENSEÑANZAS DE HOMBRES COMO SI FUESEN EL EVANGELIO.
SI LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS QUE DICEN SER CRISTIANAS EN VERDAD
PREDICARAN EL EVANGELIO Y AL VERDADERO JESÚS, NO TENDRÍAMOS TANTAS
HEREJÍAS Y FALSAS DOCTRINAS INFILTRÁNDOSE EN UN GRAN NÚMERO DE
IGLESIAS LOCALES. HABRÍA CAMBIOS GENUINOS EN LAS VIDAS DE MUCHAS
PERSONAS. HABRÍA CELO POR LA VERDAD Y DEVOCIÓN REAL A CRISTO.

SER UN FALSO MAESTRO ES ALGO TERRIBLE, PERO SER UN MAESTRO


EQUIVOCADO ES IGUAL DE TERRIBLE PORQUE TAMBIÉN ES HACER DAÑO Y
PREDICAR MENTIRAS COMO SI ELLAS FUESEN LA VERDAD.
POR ESO EL TERCER Y ÚLTIMO ERROR QUE MENCIONARÉ ES…

3. NO CONOCER REALMENTE EL EVANGELIO.

NADIE PREDICA FIELMENTE EL VERDADERO EVANGELIO POR ACCIDENTE. ES


NECESARIO HABERLO CONOCIDO EN LAS PÁGINAS DE LA BIBLIA.
ESTAS SON ALGUNAS COSAS QUE SUCEDEN CUANDO CONOCES REALMENTE EL
EVANGELIO Y CUANTO MÁS SIGUES CONOCIÉNDOLO…
ENTIENDES QUE PREDICAR UN FALSO EVANGELIO ES UN CRIMEN QUE MERECE
CASTIGO ETERNO Y POR ESO DESEAS SER FIEL EN TU PREDICACIÓN.
EN TU CORAZÓN SE GRABA LA VERDAD DE QUE ERES SALVO POR GRACIA.
COMO CONSECUENCIA A ESO, NO TE CREES MEJOR QUE EL NO-CRISTIANO AL
PREDICAR EL EVANGELIO. PREDICAS CON HUMILDAD GENUINA.
COMPRENDES LO IMPORTANTE QUE ES EL EVANGELIO Y LO MUCHO QUE LAS
PERSONAS QUE LO NECESITAN. SE ENCIENDE EN TI UNA PASIÓN POR LA
VERDAD.
ESTÁS INTERESADO EN PREDICAR EL EVANGELIO AUNQUE MUCHAS PERSONAS
TE CRITIQUEN Y ODIEN POR ESO. ENTIENDES QUE ES MEJOR AGRADARLE A
DIOS QUE A LA GENTE, Y QUE ES MEJOR SER ODIADO POR ENSEÑAR LA
VERDAD, SI ASÍ ALGUNAS PERSONAS LLEGAN A SER SALVAS, QUE SER AMADO
POR LA MAYORÍA POR ENSEÑAR MENTIRAS QUE LE ENCANTAN A LOS HOMBRES
CARNALES. QUIERES DECIRLE A LA GENTE LO QUE NECESITAN ESCUCHAR EN
VEZ DE LO QUE QUIEREN ESCUCHAR.
CONOCES VERDADERO GOZO Y PARA TI EL VIVIR PASA A SER CRISTO Y EL
MORIR ES GANANCIA (FILIPENSES 1:21). ASÍ TU PREDICACIÓN CON PALABRAS ES
ADORNADA CON LA FORMA EN QUE VIVES EN ESTE MUNDO.
NECESITAMOS CONOCER APOLOGÉTICA, ASEGURARNOS DE QUE NO ESTAMOS
PREDICANDO UN FALSO EVANGELIO Y AMAR CADA DÍA MÁS EL EVANGELIO.
ESTO ES ESENCIAL PARA QUE VIVAMOS EN ESTE MUNDO COMO DIOS QUIERE
QUE LO HAGAMOS.
¿ME AYUDAS A COMPARTIR ESTE POST EN LAS REDES SOCIALES PARA QUE
MÁS PERSONAS PUEDAN LEERLO? ES MI DESEO QUE EL EVANGELIO SEA
PREDICADO FIELMENTE EN TODAS PARTES PORQUE SOLO JESÚS PUEDE
SALVARNOS.

En este estudio vamos a tratar con una nueva definición


que está llegando al léxico cristiano. La palabra que está
siendo re-definida es vencedor y la nueva definición es que
un vencedor es alguien que vive una vida al estilo de Cristo,
y no solamente habla de ella. Estas personas han muerto a
sí mismas y ahora viven una vida que es santa e
inmaculada.

Algunas personas que abrazan esta definición afirman que


solamente aquellas que cumplen con estos requisitos serán
la Novia de Cristo, mientras que los demás creyentes
pasarán el Milenio en “las tinieblas de fuera” aprendiendo la
santificación que no pudieron aprender en la tierra, para así
estar preparados para la eternidad cuando los mil años
terminen.

El hecho de que la Biblia nunca utiliza esa palabra en este


contexto no parece ser un problema para los seguidores de
esta nueva definición. Es como la palabra arrepentimiento,
la cual nunca se usa en la Biblia para describir un cambio
de comportamiento, sino solamente un cambio de actitud.
Ya que a estas personas nunca se les ha enseñado eso, la
intención del significado de esta palabra nunca ha entrado
en la mente de la mayoría de ellas. El conocimiento común
de ‘vencedor’ se está enfrentando al mismo futuro.
Pero para poder ordenar las cosas, veamos cómo es que la
Biblia define a un vencedor. La palabra ‘vencedor’ aparece
primero en relación con los creyentes en Juan 16:33:
“Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En
el mundo ustedes tendrán aflicción; pero confíen, yo he
vencido al mundo”.
A pesar de que este mundo no es un lugar perfecto,
nosotros sí podemos tener paz en nuestras vidas sabiendo
que Jesús ha vencido al mundo. No importa lo malo que se
torne la vida para nosotros aquí, en Cristo se nos asegura
que tendremos una vida venidera mucho mejor. Jesús es el
vencedor, y Él nos lo dijo para alentarnos. (Imagínese cómo
se sentiría usted sobre esta palabra de aliento si usted llega
al cielo solamente para enterarse de que usted debe de
completar un programa de adoctrinamiento con una
duración de mil años antes de poder ser digno de entrar en
el Reino.)
Pablo dijo que nosotros debemos vencer el mal con el bien
(Romanos 12:21). Pero así como él nos advierte una y otra
vez de ir más allá de la salvación para lograr la victoria
sobre nuestra naturaleza pecaminosa y así poder ganar las
coronas que están disponibles por hacerlo, él ni una sola
vez dijo que nuestra participación en el reino dependía de
ello. Esta es la única vez que él utilizó esa palabra en
relación con nuestro comportamiento.

De todos los escritores del Nuevo Testamento, Juan es el


que utilizó esa palabra con más frecuencia, diciendo que
todos aquellos que creen que Jesús es el Hijo de Dios son
vencedores.
“Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes, y la
palabra de Dios permanece en ustedes, y han vencido al
maligno” (1 Juan 2:14).
“Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido
en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo,
el cual ustedes han oído que viene, y que ahora ya está en
el mundo.
Hijitos, ustedes son de Dios, y los han vencido; porque
mayor es el que está en ustedes, que el que está en el
mundo” (1 Juan 4:3-4).

“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y


esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que
Jesús es el Hijo de Dios?” (1 Juan 5:4-5).

Nosotros hemos vencido al maligno, al espíritu de anticristo,


y al mundo, y ¿cómo fue que hicimos eso? Por medio de la
fe, al creer que Jesucristo es el Hijo de Dios. Como siempre
es el caso, es nuestra fe la que nos hace parecer santos e
inmaculados, no es nuestro comportamiento con el cual
nunca podremos calificar.
En Apocalipsis 2—3 esta palabra se utiliza en cada una de
las siete cartas a las iglesias para describir a las personas
que resisten, o rechazan, el pecado religioso por el cual la
iglesia está siendo criticada y/o permanecen en la verdad
del evangelio.
Los vencedores en Éfeso
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y
haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y
quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres
arrepentido… Al que venciere, le daré a comer del árbol de
la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”
(Apocalipsis 2:4-5, 7).

Hacia finales del Siglo I la Iglesia se encontraba tan


ocupada haciendo obras religiosas que se le olvidó que la
obra ya había sido hecha y que nuestro propósito primordial
es el de adorar al Señor y darle las gracias. La relación que
Él quiere tener con nosotros y por la que Él entregó Su vida,
se estaba convirtiendo en otra religión. Las personas que
cambian de actitud y vencen la tendencia humana de
intentar ganar una posición con Dios, se apoyan en el
hecho de que Jesús lo hizo todo y se encontrarán con Él en
el árbol de la vida en el paraíso. El vencedor es aquel que
descansa en la fe y adora a Dios.
Los vencedores en Esmirna

“No temas en nada lo que vas a padecer. Te digo, el diablo


echará a algunos de ustedes en la cárcel, para que sean
probados, y tendrán tribulación por diez días. Sé fiel hasta
la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene
oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que
venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte”
(Apocalipsis 2:10-11).

Los diez días mencionados aquí son el reino de 10 césares,


el cual tuvo una duración de 250 años, hasta el Siglo III.
Durante todo este tiempo, los cristianos fueron perseguidos
sin descanso. Muchos fueron llamados a dar la vida por su
fe. El Señor no ofreció ningún escape para eso excepto el
que proviene de la muerte. Pero todas las personas que
permanecieron fieles creyendo en Su promesa de la vida
eterna, la recibieron. El vencedor murió en fe y recibió la
vida.
Los vencedores en Pérgamo

“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los
que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac
a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas
sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Y también
tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que
yo aborrezco. Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti
pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. El
que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al
que venciere, le daré a comer del maná escondido, y le
daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un
nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo
recibe” (Apocalipsis 2:14-17).

En el Siglo IV la iglesia se unió con la religión pagana de


Babilonia, y las prácticas que no solamente están en contra
de la Biblia sino que además son detestables al Señor, eran
comunes. El Señor amenazó con pelear contra esas
prácticas con la espada de Su Boca, la cual es Su Palabra.
Los vencedores fueron las personas que permanecieron en
la verdad del Evangelio no adulterado y vivieron por la fe en
sus promesas. Ellas recibieron el Pan de Vida y un
testimonio que las elogia ante el Padre en nombre del Hijo.
Los vencedores en Tiatira
“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa
mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a
mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los
ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no
quiere arrepentirse de su fornicación. Yo la arrojo en cama
de sufrimiento, y en gran sufrimiento a los que con ella
adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus
hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo
soy el que escudriña la mente y el corazón; y les daré a
cada uno según sus obras. Pero a ustedes y a los demás
que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no
han conocido lo que ellos llaman las profundidades de
Satanás, yo les digo: No les impondré otra carga; pero lo
que tienen, reténganlo hasta que yo venga. Al que venciere
y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre
las naciones” (Apocalipsis 2:20-26).
La unión ilícita de la Iglesia con Babilonia produjo cuatro
hijas, las cuales están vivas hoy en día en la Tierra. Tiatira
representa la Iglesia Católica, la primera hija. Se hizo rica
confiscando propiedades por medio de acusaciones falsas,
como lo hizo Jezabel, y también instituyó la venta de
indulgencias las cuales autorizaban prácticas licenciosas
cobrando una cuota. Pero las personas que mantienen a
Jesús en sus corazones y rechazan las tradiciones que le
agregan a lo que Él hizo en la cruz, Jesús les promete la
salvación. Estas personas no se han dado cuenta de los
secretos de Satanás de Jesús más María, la Gracia más las
obras, las Escrituras más los sacramentos, y han vencido,
viviendo solo una vida de fe.
Los vencedores en Sardis

“Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir;
porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.
Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo,
y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como
ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Pero tienes
unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus
vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas,
porque son dignas. El que venciere será vestido de
vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la
vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante
de sus ángeles” (Apocalipsis 3:2-5).

La Iglesia Protestante, representada por Sardis, ejecutó la


amenaza del Señor de juzgar las prácticas de la Iglesia con
la Espada de Su Boca. El llamado de la Reforma fue “Sola
fides (sólo por la fe) sola gratia (sólo por la gracia), solus
Christus (sólo con Cristo), y sola Scriptura (sólo Su
Palabra)”. Por vez primera la Biblia estaba disponible a
todas las personas para ser leída. Se fundaron grandes
seminarios para enseñarles a los pastores la Palabra de
Dios. Pero el diablo se introdujo en estos seminarios, a así
la autoridad de la Palabra de Dios fue desafiada. Todo se
llevó a cabo en nombre del intelectualismo porque se
pensaba que eso era lo correcto, pero pronto al Evangelio
se le robó su poder, la luz de la fe se fue, el Espíritu fue
apagado, y la gente se calmó y se adormeció.

Muchas personas aún están adormecidas, pero aún hay


unas que recuerdan el Evangelio y se aferran a él. Estas
personas se han arrepentido de la Hipótesis Documental, el
Racionalismo Moderno, y todo lo demás. Ellas han vencido
lo que Walter Martin llamó el Culto del Liberalismo y han
retenido el poder del Evangelio. Estas personas han sido
lavadas en la Sangre del Cordero y se les han dado
vestiduras limpias. Sus nombres no han sido borrados del
Libro de la Vida del Cordero, y Él nunca los borrará.
Los vencedores en Filadelfia

“Yo conozco tus obras. Mira, yo he puesto delante de ti una


puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque
tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has
negado mi nombre… Por cuanto has guardado la palabra
de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la
prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar
a los que moran sobre la tierra. Yo vengo pronto; retén lo
que tienes, para que ninguno tome tu corona. Al que
venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y
nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de
mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva
Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi
nombre nuevo” (Apocalipsis 3:8, 10-12).

“Retén lo que tienes” le ordena el Señor a la Iglesia


Evangélica, porque “Yo vengo pronto. Y porque has
guardado la palabra de mi paciencia, yo también te
guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el
mundo entero”
¿Y a qué es lo que tenemos que sostenernos? Tenemos Su
Palabra, Su Nombre, y Su promesa. Él viene pronto. En el
Nuevo Testamento se mencionan cinco coronas a las que
los creyentes deben aspirar. Pero aquí el Señor solamente
menciona una de ellas. ¿Cuál de todas es? Yo creo que es
la descrita en 2 Timoteo 4:8, la Corona de Justicia, para
todas aquellas personas que aman Su venida. ¿Quién sino
la Iglesia Evangélica creyente en la Biblia, y que estudia la
profecía, puede calificar para recibir esta corona, y cuál es
la que mejor describe el anhelo de nuestros corazones?
Los vencedores en Laodicea

“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá


fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni
caliente, te vomitaré de mi boca… Yo estoy a la puerta y
llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y
cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se
siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me
he sentado con mi Padre en su trono” (Apocalipsis 3:15-
16, 20-21).
Aquí tenemos la cuarta hija, la iglesia apóstata de los
tiempos del fin. Próspera y sin necesidad de nada. A ellos
les gusta ser llamados seguidores de Cristo, no
simplemente creyentes, y el centro de todo definitivamente
son las obras. Difícilmente algunas de estas personas
escuchan el llamado a la puerta, lo que significa que Él está
afuera intentando entrar. Para las personas que vencen la
locura de la prisa por conquistar un mundo más allá de la
salvación, en nombre de un Jesús que muchas de ellas no
conocen, esperando lograr algo que Él no quiere, a esas
personas que escuchan su llamado a la puerta y lo invitan a
entrar en sus corazones para que les encienda los fuegos
de la fe, Él les dará el derecho de sentarse con Él en Su
trono.

Estas siete cartas nos dan siete ejemplos que muestran que
solamente por la fe es que podemos ser vencedores. De la
Iglesia en Éfeso vemos a los vencedores adorando al Señor
y dándole las gracias por haber terminado toda la obra de
nuestra salvación. De la Iglesia en Esmirna vemos que es
permaneciendo fieles hasta la muerte que somos
vencedores y recibimos la vida. Los vencedores en
Pérgamo rechazaron los rituales paganos de Babilonia que
oscurecen y pervierten la Historia del Evangelio. Las
personas en Tiatira rechazaron añadirle a la simpleza del
Evangelio, mientras que en Sardis rechazaron permitir que
su poder le fuera arrebatado. Los vencedores en Filadelfia
se sostienen en Su Nombre, Su Palabra y Su Promesa, y
los vencedores de Laodicea son advertidos de escuchar Su
llamado a la puerta y abrirle sus corazones cuando lo
escuchen.
Así como es la voluntad de Dios que seamos conformados
a la imagen de Cristo en nuestro comportamiento, y que
vayamos más allá de la salvación para obtener la victoria,
de las Escrituras queda claro que somos vencedores
cuando nos mantenemos tenazmente en nuestra fe, como
de niño, puesta en la obra completa del Señor en la cruz.
Las siete iglesias eran exactamente eso, iglesias. Sin
embargo en su mayor parte introdujeron doctrinas que
oscurecieron el evangelio y destruyeron la fe, las cuales en
las generaciones siguientes han mantenido a innumerables
millones de personas alejadas del camino a la vida eterna.
Solamente las personas que vencen por la fe son salvas.
“Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el
principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré
gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que
venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él
será mi hijo” (Apocalipsis 21:6-7).

El Libro de Apocalipsis finaliza como empezó, al decirnos


que la vida eterna se otorga sin costo alguno a todas las
personas que caminan solamente por la fe en Él, creyendo
que la obra está completamente terminada y que el Señor
es el principio y el fin de su búsqueda de la eternidad. Esos
son los vencedores.

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