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niños
Revisión sistemática
1
Grupo de Investigación CTS1068, Plan de Investigación de Andalucía, Junta de Andalucía, 18014 Granada,
España; jonathan.cortes.martin@gmail.com (JC-M.); mariamontiel@ugr.es (MM-T.); cldiaz@ugr.es (LD-R.);
raquel.rodriguez.blanque.sspa@juntadeandalucia.es (RR-B.)
2
Departamento de Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Granada, 18016 Granada, España
3 Hospital Universitario Vall D'hebron, 08035 Barcelona, España; nurialp268@gmail.com Departamento
4
de Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud, Campus de Ceuta, Universidad de Granada, 51001 Ceuta, España Hospital
5
Universitario San Cecilio, 18016 Granada, España * Correspondencia: jsangar@ugr.es
Resumen: El síndrome de deleción 22q11.2 (DS 22q11.2) es una rara enfermedad de origen genético,
causada por la pérdida de la región q11.2 del cromosoma 22. Afecta a uno de cada 4000 recién nacidos vivos,
y entre las manifestaciones clínicas que pueden En este síndrome se producen anomalías en las glándulas
paratiroides (que producen déficit de calcio), el paladar, el corazón y el timo. También se le conoce como
síndrome de DiGeorge o síndrome velocardiofacial, entre otros nombres, dependiendo de la presentación
clínica de cada individuo. El objetivo principal de la revisión fue actualizar la información sobre DS 22q11.2 a
partir de publicaciones en la literatura científica. Las actividades diarias de estos pacientes se ven gravemente
perjudicadas, debido al impacto de las manifestaciones clínicas. Se pueden realizar intervenciones para
mejorar sus habilidades sociales, cognitivas y emocionales, aumentando así su capacidad para realizar diferentes activid
Cita: Cortés-Martín, J.; Peñuela, Palabras clave: síndrome de deleción 22q11.2; síndrome de DiGeorge; síndrome velocardiofacial; enfermedad
NL; Sánchez-García, JC; rara; anomalías congénitas; actividades diarias
Montiel-Troya, M.; Díaz-Rodríguez, L.;
Rodríguez-Blanque, R. Síndrome de
la integración escolar o laboral son otras cuestiones que suelen tener un impacto negativo en la vida de estos pacientes
[6].
El objetivo principal de esta revisión es actualizar el conocimiento existente sobre el síndrome de deleción
22q11.2, produciendo una referencia sólida que apoye futuras investigaciones sobre el mismo tema. Este informe es
importante, ya que aborda el tema desde una perspectiva amplia y generalista, recopilando información sobre una
enfermedad rara, sobre la cual no hay muchos estudios publicados en la literatura científica.
2. Materiales y métodos
2.1. Protocolo de revisión
El método utilizado para la elaboración de esta revisión fue una revisión sistemática de
la literatura científica publicada sobre el síndrome de deleción 22q11.2, que siguió el protocolo
de revisión Preferred Reporting Items for Systematic reviews and Meta-Analyses (PRISMA).
Consiste en una lista de verificación de 27 puntos sobre las secciones más representativas de un artículo original, así
como el proceso de desarrollo de estas pautas.
El protocolo de esta revisión sistemática está disponible en el sitio web de PROSPERO
en el enlace https://www.crd.york.ac.uk/prospero/ (consultado el 28 de junio de 2022) y cuyo
número de registro es CRD42021233003.
Seleccionamos los estudios publicados hasta julio de 2022 que brindan información sobre el síndrome de deleción
22q11.2, sin restricciones de idioma o fecha de publicación.
No hubo restricciones en el tipo de artículo y se aceptaron todos los trabajos publicados en revistas científicas que
trataran el tema de esta revisión.
La búsqueda bibliográfica se realizó en las bases de datos de PubMed, Scopus, OMIM (Online Mendelian
Inheritance in Man) [7] y Orphanet [8], base de datos específica para enfermedades raras.
Los criterios de inclusión aplicados fueron cualquier tipo de artículo o revisión, cualquier idioma, texto completo y
cualquier fecha. No se aplicaron criterios de exclusión en cuanto a fecha o idioma, debido a la escasez de publicaciones
científicas existentes sobre el tema. Los artículos que no abordaron directamente el síndrome fueron excluidos de este
estudio.
2.4. Estrategia de
búsqueda La siguiente tabla muestra las cadenas de búsqueda utilizadas para realizar esta revisión (Tabla 1).
Orphanet ORFA:567
#192430
OMIM #188400
# 611867
Las cadenas de búsqueda utilizadas en las bases de datos de Orphanet y OMIM son códigos específicos para esta enfermedad en estas plataformas.
TITLE-ABS-KEY se refiere a Title-Abstract-Keywords.
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Después de realizar la búsqueda, los artículos encontrados fueron transferidos a la aplicación web de Mendeley,
utilizando la herramienta de importación web de Mendeley. Luego se organizaron por carpetas, de acuerdo con la base de
datos de donde se habían obtenido, y se eliminaron todos los duplicados.
Dos revisores examinaron de forma independiente el título, el resumen y las palabras clave de cada estudio
identificado en la búsqueda y aplicaron los criterios de inclusión y exclusión. Para los estudios potencialmente elegibles,
se aplicó el mismo procedimiento a los artículos de texto completo. Las diferencias entre los revisores se resolvieron
mediante discusión o por un tercer revisor.
Después de realizar todas las búsquedas pertinentes en las diferentes bases de datos mencionadas, se eliminaron
los documentos duplicados. Una vez logrado esto, se realizó una primera lectura de título y resumen de todos los estudios
encontrados, para seleccionar aquellos que pudieran tener relación con la información que se pretendía recolectar.
Finalmente, se realizó una lectura detallada de cada artículo, descartando aquellos en los que no se encontró relación con
los objetivos y características de esta revisión.
Los hallazgos de esta revisión se utilizaron para formular una serie de observaciones que
sirvan para sustentar estudios posteriores, de mayor envergadura, sobre este tema.
3. Resultados
Selección de estudios
La figura 1 muestra un diagrama de flujo de cómo se recopilaron los artículos para esta revisión de la literatura.
La siguiente tabla (Tabla 2) muestra un resumen de los resultados de los estudios seleccionados
para esta revisión.
Hacÿhamdio ÿglu,
Síndrome de deleción 22q11:
Hacÿhamdio ÿglu y
perspectiva actual
Delil (2015) [2]
La ansiedad, la depresión y la
La variabilidad en la manifestación
clínica y anatómica del síndrome Determinar si el síndrome La variabilidad de los síntomas hace
Burke y Maramaldi (2016) velocardiofacial presenta velocardiofacial cumplía con los 3 criterios imposible afirmar que todos los casos de
[11] incertidumbre diagnóstica y de discapacidad para el Compasivo VCFS cumplen los 3 criterios de
política Lista de Asignaciones (CAL) discapacidad
Tabla 2. Cont.
Tabla 2. Cont.
conductual en el síndrome
de deleción 22q11.2:
Dos casos diagnosticados, en
estudio de caso de dos adultos Describe reporte de caso sobre la
Buijs et al. (2020) [24] tratamiento y descripción fenotípica
jóvenes con un trastorno patología.
de ansiedad
Identificación de relevantes
Internacional
Clasificación de Identificar la categoría de mayor
relevancia para esta enfermedad en la
Categorías de discapacidad Clasificación Internacional de Una lista de las diferentes categorías
Correa et al. (2020) [25]
funcional y salud (ICF) en analizadas
Discapacidad Funcional y Salud
pacientes con síndrome de
(ICF)
deleción 22q11.2: un ejercicio
Delphi.
Los estudios seleccionados para esta revisión muestran resultados actualizados sobre el
síndrome. Presentan los extensos signos y síntomas clínicos que pueden presentarse, como
problemas de alimentación , hipocalcemia y anomalías en la estructura del corazón o del paladar,
que tienen consecuencias en la capacidad del habla de los pacientes y en su desarrollo general [2].
Kobrynski y Sullivan [9] informan que el gen específico responsable de la presentación clínica
del síndrome velocardiofacial, denominado gen TBX1, se identificó en 2001; sin embargo, en el locus
del cromosoma 22 en el que se produce la deleción, hay más de otros 35 genes. Debido a esta gran
variabilidad genética, los individuos afectados por SD 22q11.2 presentan trastornos que afectan
aspectos cognitivos, sociales y emocionales, influyendo directamente en su calidad de vida, en
comparación con la de personas sanas e incluso con otras enfermedades crónicas [3]. ].
las familias en la escuela, cuyos hijos estaban sanos. En línea con lo descrito, Karas et al. [21]
mencionan en su artículo que las familias sentían que no estaban preparadas para afrontar el
cuidado de una persona con este trastorno, ya que en determinados momentos se sentían estresadas
y frustradas. Además, Weisman et al. [19] comentaron varios aspectos de la relación madre-hijo en
relación con este síndrome. Las madres mostraron un mayor nivel de intrusismo, en comparación
con las madres de los niños pertenecientes al grupo control, aunque el nivel de afecto que los niños
mostraron hacia sus madres fue de igual intensidad en ambos grupos. Por otro lado, también se
observó que los problemas de conducta de los niños con SD 22q11.2 estaban inversamente
relacionados con su nivel de cercanía y reciprocidad con sus madres.
Por otro lado, los estudios no solo se centran en la relación de los padres y sus
hijos con la enfermedad. Okashah et al. [20] consideraron la situación desde la
perspectiva y la comprensión de hermanos sanos de bebés con síndrome SD
22q11.2, que encontraron apropiado para su edad, considerando la complejidad del trastorn
Otro factor discutido en uno de los estudios recopilados es cómo el estatus socioeconómico afecta
la cognición y el comportamiento social de los niños con SD 22q11.2. Allen et al. [22], basado en dos
pruebas llamadas Family Environment Scale-Real Form (FES-R) y Parenting Dimensions Inventory
Short Form (PDI-S) que examinan aspectos generales del entorno social de la familia y enfoques
específicos de crianza, respectivamente, observaron que las familias de los niños con SD 22q11.2
tenían una gran cohesión y organización, y surgían pocos conflictos, aunque la puntuación en las
pruebas era inferior en los dominios relacionados con el nivel académico y la independencia.
Uno de los resultados más llamativos fue el uso del castigo físico con sus hijos como
herramienta para educarlos. Esto perjudicó sus habilidades sociales, facilidad académica,
salud mental y comportamiento con los demás. Los autores también mencionan que el estatus
socioeconómico (SES) también puede influir en esto. A mayor SES, menor estrés en las
familias y mayor salud en los niños.
Wagner et al. [10], en su artículo, también comentan el funcionamiento social de los individuos
con SD 22q11.2 y cómo podría verse afectado, revelando que estos niños pueden estar expuestos
a factores que los estresan emocionalmente durante su infancia. Esto podría desencadenar la
aparición de ansiedad, depresión o ciertas formas de somatización, y conducir a un deterioro de su
funcionamiento social con el tiempo, perjudicando su calidad de vida.
Ese mismo año, Vergaelen et al. [12] publicaron un estudio que mostró una relación inversamente
proporcional entre el nivel de fatiga en adultos con SD 22q11.2 y su calidad de vida, especialmente en
los aspectos psicológicos y en su entorno. Además, los autores observaron que el nivel de actividad de
los pacientes disminuía y, en consecuencia, la calidad de sus relaciones sociales. En relación con esto,
Looman, Thurmes y O'Conner-Von [13] también investigaron la fatiga cognitiva relacionada con la
calidad de vida en niños con síndrome velocardiofacial y cómo se diferenciaba de la de niños sanos.
Esto fue más bajo en los bebés enfermos que en los bebés sanos y afectó más a los hombres que a las
mujeres.
Otros investigadores que también demostraron que la calidad de vida en niños y adolescentes con
SD 22q11.2 es menor que en personas sanas y en personas con otro tipo de enfermedades crónicas
fueron Joyce et al. [6].
Además, se han observado otras deficiencias en personas con DS 22q11.2.
Solot et al. [14] se refieren en su estudio a la existencia de dificultades en la comunicación,
que pueden persistir incluso en la adolescencia y dar lugar a problemas más avanzados, como
el deterioro de sus habilidades sociales y la comprensión de conceptos y lenguaje más avanzado.
Esto se debe a las deformidades del paladar que experimentan, que para el 67% de los niños impide
que la parte posterior de la garganta se cierre por completo al hablar, provocando hipernasalidad y
problemas a la hora de articular las palabras. Alqarni, Alharbi y Merdad [16], en su estudio de caso
clínico, sugieren que los odontólogos y pediatras que identifiquen estas anomalías deben derivarlas
a los especialistas adecuados para su tratamiento, lo que a su vez incrementaría la calidad de vida
de los pacientes.
La expresión escrita también puede verse afectada. Hamsho et al. [17] investigaron posibles
predictores que podrían estar relacionados con el buen o mal desarrollo de esta habilidad en
adolescentes con SD 22q11.2. Estos fueron la memoria de trabajo y el "cambio de configuración" (cambio inconsc
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atención de una tarea a otra). Agregaron que abordar estos dos aspectos de la
función ejecutiva de las personas con SD 22q11.2 desde la infancia con varios
programas de apoyo podría ser útil para mejorar su expresión escrita.
Otros aspectos de la vida diaria que se ven afectados incluyen la escolarización y el
empleo. Como Mosheva et al. [15] , la escuela a la que se asiste (educación normal o especial)
dependerá de las habilidades cognitivas que posean los individuos, para que la educación que
reciban se ajuste a sus necesidades. Se afirma en el artículo que la mayoría de los niños entre
5 y 12 años asisten a escuelas ordinarias, y solo una minoría asiste a escuelas de educación
especial, mientras que en la secundaria esto se invierte.
Finalmente, y relacionado con todo lo descrito hasta ahora, Burke y Maramaldi [11]
describen en su artículo que el síndrome velocardiofacial podría presentar tres criterios que lo
convertirían en un trastorno potencialmente catalogado como incapacitante, según la
Administración del Seguro Social. Los criterios comprenden los siguientes: que el síndrome
esté presente durante al menos 12 meses, que resulte en muerte inminente o que tenga un
impacto severo en la calidad de vida del individuo, y que además sea un impedimento real para
tener una buen trabajo Los autores concluyeron que no todos los individuos que padecen
deleción 22q11.2 cumplen estos tres criterios y, por tanto, no pueden ser considerados
discapacitados, debido a la gran variabilidad de fenotipos que pueden presentar.
4. Discusión
Las actividades diarias de los pacientes con este síndrome están íntimamente relacionadas con el
desarrollo de su enfermedad, tal como lo expresan Vergaelen et al. en su estudio de la prevalencia de la
fatiga en pacientes diagnosticados con el síndrome en la edad adulta [12]. Por ello, profundizar en las
características del trastorno es vital para el correcto análisis de los aspectos relacionados con las
actividades cotidianas.
A continuación se presenta una breve descripción de la enfermedad.
4.1. Epidemiología
El síndrome de deleción 22q11.2 es uno de los síndromes cromosómicos de microdeleción más
comunes en humanos, pero entre los datos de prevalencia descritos en la literatura existe cierta
controversia debido al infradiagnóstico que se presenta, como afirman Hacÿhamdio ÿglu et al. en su último
estudio de 2015 [2].
La mayoría de los estudios muestran que la prevalencia de este síndrome es de 1 por 4000 recién
nacidos vivos, aunque otros artículos indican que puede variar entre 1 por 2000 y 1 por 6395, como
confirman Kobrynski y Sullivan en su estudio de 2007 [9].
En el mismo estudio, se observa que hombres y mujeres se ven igualmente afectados por el
síndrome 22q11.2. Sin embargo, es más frecuente en algunos grupos étnicos que en otros. Se ha
encontrado que afecta más a los hispanos que a los caucásicos, afroamericanos y asiáticos [9].
En más del noventa por ciento de los casos de síndrome de DiGeorge, la deleción se
produce de forma aleatoria durante el desarrollo del feto, aunque también se encuentran casos
de herencia autosómica dominante. Esto ocurre con una frecuencia de entre el 8% y el 28%.
Por otra parte, entre el 35% y el 90% de los pacientes con síndrome de DiGeorge y entre el
80% y el 100% de los pacientes diagnosticados de síndrome velocardiofacial presentan la
deleción 22q, y así lo confirman Kobrynski y Sullivan en su estudio [9].
Otro factor a considerar es la mortalidad prematura de los individuos que padecen
esta deleción, ya que aproximadamente el 4% de los niños que la padecen mueren entre
los 3 y 4 meses de edad; en adultos, es causa de muerte prematura alrededor de los 40 años [3].
McDonald et al., en su revisión sistemática de 2015, profundizan en este aspecto y lo relacionan con la
calidad de vida de estos pacientes.
4.2. Etiología
La causa de este síndrome suele ser una deleción de 3 millones de pares de bases en
parte del cromosoma 22, ubicado en el brazo largo (q) en la región q11.2 [3]. Todos los humanos
tienen dos copias del cromosoma 22, una heredada de cada padre. Estos se llaman homólogos.
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cromosomas En cada cromosoma homólogo, hay ciertas regiones llamadas alelos, que son las
diferentes versiones de un mismo gen que tiene un individuo. En este síndrome, durante la
ovogénesis o la espermatogénesis, se produce una recombinación meiótica no alélica en el
cromosoma 22, recombinándose los cromosomas 22 homólogos, pero con alelos diferentes entre sí,
provocando la deleción. En la mayoría de los casos, no hay otros casos en la familia (de novo), pero
en alrededor del 10 % de los casos, el síndrome se hereda de uno de los padres. El riesgo de
recurrencia entre hermanos en un caso de novo es de 2 a 3%, debido al mosaicismo de la línea
germinal parental de bajo grado. Las personas afectadas tienen un riesgo del 50 % de tener un hijo afectado [
Además, también pueden ocurrir deleciones en la región de DiGeorge. Algunos de estos incluyen el
gen TBX1, que juega un papel importante en el desarrollo del corazón, las glándulas paratiroides, el timo y
la estructura facial. Se cree que la expresión variable del fenotipo 22q11.2 se debe a genes modificadores
en el otro alelo de 22q11.2 o en otros cromosomas [1].
4.3. Fisiopatología
Hasta hace poco no se conocía la causa del síndrome de DiGeorge, pero ahora se sabe que está
causado por la deleción de 22q11.2. Esto ha llevado al descubrimiento de los principales genes implicados
en las anomalías más típicas que suelen presentar las personas que padecen el trastorno, como el gen
TBX1. Este gen influye en el desarrollo de la estructura ósea de la cara y el cuello, el desarrollo de las
grandes arterias que transportan la sangre fuera del corazón, la estructura de los oídos y también el
desarrollo del timo y las paratiroides. El gen CRKL (que también está relacionado con el desarrollo cardíaco),
junto con otros, también están involucrados [3].
Sin embargo, no todas las personas que padecen el síndrome tienen el mismo fenotipo y las
manifestaciones clínicas son muy diversas, debido a la variabilidad de expresión de los genes
delecionados.
Por otro lado, se ha demostrado en ratones que, además de la deleción del locus q11.2 en el
cromosoma 22, también existen efectos poligénicos que pueden afectar la variabilidad del fenotipo en
pacientes que tienen la misma deleción en el cromosoma. Estos datos presentados por McDonald et al.
arrojar más luz sobre la variabilidad en humanos [3].
4.5. Diagnóstico
El diagnóstico definitivo de este síndrome debe justificarse mediante estudio genético. Primario
la orientación diagnóstica proviene de la observación y el análisis de los hallazgos clínicos.
El diagnóstico de este síndrome se puede realizar por diferentes métodos. Una de ellas sería la
detección de anomalías cardíacas por ecografía, como malformaciones cardiovasculares, tetralogía
de Fallot, arco aórtico interrumpido, arco aórtico derecho, tronco arterioso, comunicación interventricular
o conducto arterioso permeable. Las anomalías vertebrales también pueden detectarse mediante
radiografías de la columna cervical, comprobando si hay escoliosis en el paciente, como Burke y Maramaldi.
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informe en su artículo. Otro método podría ser la detección de deleciones en la región 22q11.2 en todos los
individuos con anomalías en el paladar [27].
Una apariencia facial dismórfica también es un signo de este síndrome, así como la aparición de
hipocalcemia durante la infancia, aunque estas suelen ser intermitentes y suelen desaparecer después del
primer año de vida. El diagnóstico genético temprano del síndrome de deleción 22q11.2 también es muy
importante. Esto se lleva a cabo mediante la realización de un análisis FISH o MLPA, para detectar
microdeleciones en el cromosoma, una vez que se sospecha que el individuo tiene el síndrome. Estos análisis
visualizarían genes o porciones de los genes de una persona y buscarían anomalías [9].
4.7. Tratamiento
El tratamiento implementado durante el curso de este trastorno depende de las mentiras anómalas que
presente el paciente y que le causen síntomas. Varios autores tratan este aspecto en sus estudios. Hamosh
describe la administración de suplementos de calcio para combatir la hipocalcemia, terapia del habla para
abordar los déficits del lenguaje [28], terapia psicológica si estos aspectos están afectados y, en ciertos casos,
pueden estar justificadas cirugías cardíacas y del paladar para solucionar los problemas anatómicos que han
aparecido [ 27]. Actualmente no existe un tratamiento curativo para esta enfermedad. El abordaje clínico se
centra en el tratamiento de los problemas subyacentes que van apareciendo con la evolución del síndrome. La
principal limitación que se encuentra a la hora de estudiar opciones terapéuticas es la falta de un tratamiento
definitivo y eficaz. Otra limitación a destacar es la cantidad de tratamientos y su duración ya que, al ser una
enfermedad degenerativa, se requiere un tratamiento durante toda la vida. El objetivo es mejorar, y en
ocasiones mantener, la mejor calidad de vida posible para estos pacientes [28].
Sin embargo, los indudables avances en la terapia génica tendrán un impacto positivo en el desarrollo de esta
enfermedad, y esta puede ser una línea de tratamiento en el futuro [29].
4.8. Pronóstico
El pronóstico del síndrome de deleción 22q11.2 es variable y dependerá de la gravedad del trastorno
presente. En pacientes infantiles, la mortalidad es relativamente baja (alrededor del 4%) y en adultos, la
mortalidad es mayor, en comparación con la población adulta en general [1].
En cuanto al trabajo, la tasa de paro en los adultos con discapacidad intelectual o física es
superior a la de las personas sanas, por lo que en muchos casos no pueden desarrollar la
independencia y la estabilidad económica. Esto está en consonancia con el tipo de educación
que han recibido en la escuela durante la infancia, ya que un gran porcentaje no recibe una
educación adaptada a sus necesidades; por lo tanto, no se desarrollan al mismo nivel cognitivo
que los individuos sanos, y esto a su vez también se verá reflejado en su futuro [15]. Mosheva et
al. amplió su estudio de 2019 sobre educación y empleo en pacientes diagnosticados con este síndrome [
Si bien es cierto que las actividades diarias de estos individuos se ven disminuidas, esta disminución
se puede frenar o mejorar tomando una serie de pasos que ayuden a solucionar los problemas que enfrentan.
Según Alqarni et al., en su estudio sobre el manejo odontológico en este tipo de pacientes, las
cirugías de paladar o acudir al dentista durante la infancia podrían ofrecer muchas ventajas en
cuanto a la comunicación verbal [16]; además, la función ejecutiva y la expresión escrita podrían
mejorarse con diversos programas de asistencia, tal y como indica el estudio de Hamsho et al.
[17].
Basado en la descripción de la enfermedad [30], un enfoque que incluye tanto la
paciente [31] y la familia [32] es fundamental.
5. Conclusiones
Las actividades diarias de los pacientes con síndrome de deleción 22q11.2 se ven
seriamente afectadas debido al impacto de las manifestaciones clínicas. Se podrían realizar una
serie de intervenciones para influir positivamente en la mejora de las habilidades sociales,
cognitivas y emocionales de los individuos, aumentando así su capacidad diaria para realizar
diferentes actividades. Algunas intervenciones notables serían organizar tareas en tablas para
mejorar la memoria o incorporar terapias verbales y físicas para el desarrollo motor. Además de
realizar un análisis completo del trastorno, confirmamos que este síndrome en particular, y las
enfermedades raras en general, pertenecen a un área clínica que aún tiene mucho camino por
recorrer y requiere del avance del conocimiento científico para progresar. Este estudio propone
una posible línea de investigación futura, trabajando en la aplicación de estas intervenciones con
pacientes diagnosticados de esta patología, para analizar su impacto. Esto podría ofrecer una
nueva perspectiva sobre el futuro de esta enfermedad.
Contribuciones de los autores: Conceptualización: JCS-G., PNL y JC-M.; metodología: JCS-G., MM-T., LD-R., RR-B. y JC-M.;
validación: JC-M. y RR-B.; investigación: JCS-G., NLP, MM-T., LD-R.; preparación del borrador original: JC-M. y RR-B.; revisión
y edición: JCS-G., JC-M. y PNL; visualización: JCS-G., LD-R. y RR-B.; supervisión: JCS-G. y RR-B. Todos los autores han leído
y aceptado la versión publicada del manuscrito.
Agradecimientos: Este estudio se ha realizado en el marco del proyecto de investigación Estudio epidemiológico y abordaje
integral de la enfermedad de Hajdu-Cheney, perteneciente al programa de doctorado Medicina clínica y Salud Pública de la
Universidad de Granada. Agradecemos a nuestra traductora médica, Megan Berry, por sus servicios y comentarios que
contribuyeron a mejorar el manuscrito para su publicación. También agradecemos al Colegio Oficial de Enfermería de Granada
(CODEGRA) su ayuda en el programa de apoyo a la investigación.
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lng=ES&data_id=126&Disease_Disease_Search_diseaseGroup=22q11-2&Disease_Disease_Search_diseaseType=Pat& Enfermedad(es)/grupo de enfermedad=S-
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Machine Translated by Google
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