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3er año – TP N° 4 –– Textos argumentativos
Fecha de entrega: 13/11
La argumentación
Todo texto es la expresión de un proyecto del sujeto productor de discurso para obtener
la adhesión de su interlocutor. No se habla para no decir nada, se habla para actuar sobre el otro,
para influirlo, para inducirlo a adoptar un punto de vista determinado: se busca convencer al otro.
Punto de partida: el autor brinda algunos datos en relación con el lugar y el tiempo para
contextualizar el tema que va a desarrollar en su argumentación.
Tesis: es la opinión o el punto de vista que el autor va a defender en el texto.
Cuerpo argumentativo: lugar en el que se proponen los argumentos y finalmente, se arriba a
determinadas conclusiones. Los argumentos son los hechos, las pruebas, las citas y los datos que
desarrolla el autor para defender su tesis.
Suele ser necesario argumentar ante temas que son polémicos, que generan
controversia, es decir, cuando en relación a un tema surgen varios puntos de vista acerca de cómo
interpretarlo, aunque en situaciones comunicativas cotidianas también solemos argumentar.
No se trata de imponer una idea, sino de dar razones o argumentos racionales y críticos
para obtener la adhesión del destinatario. El emisor del texto argumentativo tiene todo el interés en
demostrar que su razonamiento es bueno o que su tesis es la mejor y la más aceptable.
Los textos que pertenecen al género de opinión utilizan algunos recursos (también
llamados estrategias argumentativas) para lograr que el receptor coincida con los puntos de vista
expuestos. Estos recursos se denominan recursos argumentativos y tienen como finalidad guiar al
lector a una determinada conclusión que se desprende de las opiniones expresadas.
El lenguaje ofrece varios recursos argumentativos entre los que se encuentran:
EL EJEMPLO: situación particular incluida con el fin de ilustrar una situación particular.
PREGUNTAS RETÓRICAS: preguntas que no se plantean para que el lector las responda, sino que
ya tienen una respuesta implícita. Este tipo de preguntas anticipan los posibles interrogantes que se
formularía el lector, hacen que sea más fácil seguir el desarrollo argumentativo y son utilizadas, a
veces, para hacer una aseveración implícita. Ejemplo: cuando un niño se cae y su madre pregunta:
¿te caíste?
SUBJETIVEMAS: palabras que dan cuenta de los afectos o de las opiniones del enunciador frente al
referente.
• Sustantivos: peyorativos (desvalorizadores): casucha; desvalorizadores: belleza, ingenio
• Adjetivos: Afectivos (indican reacción emocional) pobre, horripilante, patético; Evaluativos (indican
evaluación cuantitativa o cualitativa o juicio de valor positivo o negativo) grande, codiciosa.
• Pronombres: hacen referencia a algún elemento de la situación comunicativa. Participantes: yo,
nosotros, ustedes; Lugar: ahí, aquí; Tiempo: hoy,, ayer.
• Adverbios terminados en mente: ciertamente, aparentemente.
• Verbos que marcan subjetividad: creo, pienso, supongo, sostengo.
POLIFONÍA:
• Ironía: el enunciador hace dos afirmaciones a la vez: una literal y una sobreentendida. Apunta a la
complicidad del lector. El reconocimiento de este recurso depende de ciertas competencias.
• Cambio de registro: cuando, en un texto formal aparecen formas del registro informal o viceversa.
• Intertextualidad: inclusión de un texto en otro, por medio de citas o alusiones.
CAUSA- CONSECUENCIA: el emisor demuestra que su pensamiento sigue una línea lógica de ideas
donde una es consecuencia de la otra. Se usan conectores del tipo “porque”, “por eso”, “de esta
manera”, “es decir”, “a causa de”, “por consiguiente”...
Veamos un ejemplo:
Días atrás un pasajero le había hecho al taxista una pregunta infrecuente: “Por qué corre tanto”,
le preguntó. El taxista podía ofenderse o explicar. Explicó: “Son los pasajeros los que quieren ir
rápido, no yo. Un pasajero sube a un taxi para ir rápido, porque está apurado. Si no, se sube a un
colectivo”. (Se sabe, los colectiveros y los taxistas se odian más allá de todo límite) Y explica, el
taxista, algo más: “Y si el pasajero no quiere correr, vea, yo sí. Yo necesito evacuarlo rápido, para
que pueda subir otro” el pasajero le pregunta de dónde tomó esa expresión, “evacuar el pasajero”.
El taxista sonríe. Dice: “La inventé yo”.
Días después el taxista se desplaza como un vértigo por la calle Artigas, a la altura de Flores.
Lleva, ahora, dos pasajeros, no uno. Bruscamente se le cierra el horizonte: hay una barrera allí, y
muchos autos esperando. De modo que, ya sea porque el pasajero se lo pide o porque el taxista,
según su costumbre, quiere evacuarlo, el taxista se abre hacia la izquierda para evitar la fila de
automóviles. Qué demonios: él no va a esperar. En la calle esperan los giles. Es así, piensa. Solo
para los giles rigen las reglas en la calle. Para los obedientes, para los corderos, para los
domingueros. (“Dominguero” es el supremo insulto que un taxista le puede propinar a un rival.
“Domingueros” son los que sacan el auto solo los domingos. Esos idiotas, padres de familia,
oficinistas, gente que no sabe nada de la calle y sus verdaderas, salvajes leyes.) Se abre, entonces,
hacia la izquierda y pasa a todos los que esperan, a los que hacen esa obediente fila ante la
barrera, donde, ahora, el taxista ha llegado y la ve, a la barrera, cerrada y la alarma, palpitante como
un corazón desesperado, es roja y estridente. Piensa: “qué exageración”. Piensa en evacuar al
pasajero. Piensa: a mi no me puede pasar nada. Sí, sobre todo esto: a mí no me puede pasar nada.
Piensa: nada.
Entonces la ve. A la locomotora. Viene desde la derecha y es, tambien un vértigo, clava los
frenos. La locomotora pasa. Piensa, abruptamente piensa: me salvé. Pero no. El primer vagón lo
engancha y lo arrastra con impiedad y estruendo de fierros desafinados. Lo arrastra hasta el
cemento invencible del andén. Son las 18.50. Entre el andén y el tren hay treinta centímetros. El
taxista alcanza a ver la ínfima abertura. Sabe, en medio de un saber enturbiado por el terror, que
por ahí no pasará. Ningún Peugeot 504 pasa por un espacio de treinta centímetros.
El Peugeot se estrella contra el andén. Es un Peugeot gasolero. El taxista lo había hecho
gasolero porque era más barato. Para ahorrar. Porque la calle está difícil. Porque el dinero no
alcanza. Porque no hay tiempo. Porque el Peugeot explota y desde sus destrozadas entrañas brota
una llamarada de diez metros. “Hay que evacuar al pasajero”.
El tren se detiene. Las puertas no se abren. La gente, aterrorizada, cubre de gritos el atardecer
y comienza a arrojarse por las ventanas. Hay casi dos metros y medio hasta el piso. Se tiran, igual.
Después los llevan al Hospital Piñeiro. Del taxi no queda nada. O sí, una chatarra negra, quebrada
en indeterminables laberintos de muerte. De ella, sin mbargo, con macabra pulcritud, extraerán los
bomberos, horas más tarde, tres cuerpos carbonizados.
Transcurre un día, dos. Los cuerpos carbonizados están en la morgue judicial. Los forenses
dicen que son dos hombre y una mujer.
De mil variados modos, a la Muerte, siempre le va bien en Buenos Aires.
ACTIVIDADES:
1. Leé el siguiente texto y formulá su idea principal en una oración breve (Tema).
Las madres modernas
La agitada vida moderna determina que la mujer no siempre puede amamantar. Sin
embargo, no amamantar ya no es un problema. Porque existen fórmulas lácteas
maternizadas que reemplazan a la leche materna, por ejemplo, la leche larga vida “Bebé
feliz” de venta en supermercados. La mujer que trabaja podrá recurrir a estos productos y
evitar la incomodidad que le causa extraerse y guardar su leche cada tres horas para luego
alimentar el bebé. Por eso, muchas mujeres y madres optan por lo más cómodo y efectivo
para sus vidas y las de sus bebés. Ya no es necesario perder tiempo o faltar al trabajo: para
el bebé, tomar leche maternizada es lo mismo que tomar la leche de la mamá.
Si todas las mujeres utilizan las ventajas de las nuevas fórmulas lácteas comerciales, no
amamantar dejará de ser un problema.
2.¿Qué argumentos se emplean para respaldar que la idea de amamantar es “cosa del
pasado"?
3. Luego de la lectura, elaborá un breve texto con razones que se opongan a la tesis
planteada (“Ya no es necesario amamantar”). Para poder escribirlo seleccioná ideas de
textos expositivos que informen sobre los beneficios de la lactancia materna para la salud
infantil.