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UNIVERSIDAD INTERNACIONAL DE LA INTEGRACION DE MERICA

LATINA SEDE JINOTEGA

Tema: Testigo, Perito y Experto

Alumno: Justo Pastor Ortiz

Docente: José Ramón Blandón

Materia: Derecho Procesal penal

Jinotega, 12 de febrero de 2022


Es común que en la práctica del derecho se confundan acepciones que, aunque
compartan ciertos factores, son totalmente distintas. Es el caso del “perito”, frente al
“testigo técnico” (testigo experto), ya que uno puede pronunciarse de forma amplia
frente al objeto de análisis, mientras que el otro debe limitar sus consideraciones al
objeto de análisis percibido directamente.

Un testigo experto se puede definir como un deponente que tiene un conocimiento


especializado en una determinada materia y que por distintas circunstancias,
presenció los hechos de un caso, lo que lo habilita para emitir opiniones o
conclusiones técnicas en el marco de un juicio, que serían inadmisibles tratándose
de un testigo normal.

El testigo técnico es la persona experta de una determinada ciencia o arte que lo


hace especial y que al relatar los hechos por haberlos presenciado se vale de dichos
conocimientos especiales.

Aunque el testigo experto y el testigo “normal” declaran sobre los hechos


aprehendidos por los propios sentidos, el experto se diferencia ya que cuenta con
cierta experticia en una determinada ciencia, técnica o arte, de la que el segundo
carece.

El documento que aporta el testigo técnico a la litis es conocido como informe o


concepto técnico, el cual es un medio de prueba que, aunque proviene de un sujeto
cualificado, no pierde, por razón de su especialidad, la condición de testigo.

Por su parte, el perito es aquella persona experta poseedora de conocimientos en


determinada ciencia, arte o técnica, que es llamado a vincularse como auxiliar de la
justicia dentro de un pleito.

El producto final que aporta el perito al proceso judicial es llamado dictamen pericial.
En él se explican los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones
efectuadas, lo mismo que los fundamentos técnicos, científicos o artísticos de sus
conclusiones.

A pesar de que con frecuencia son confundidos por los actores legales los términos
“dictamen pericial” e “informe técnico”, existen diferencias conceptuales y de
contenido. Sin embargo, es innegable que entre estos existe un denominador
común, toda vez que ambos documentos son emitidos por un experto en una
determinada área.

En el informe técnico, emitido por el testigo técnico, prima el dato, ya que es un


documento que se limita a la descripción de hechos y circunstancias observadas por
el experto, quien ofrece información detallada de lo percibido.

Por su parte, en el dictamen pericial prima la opinión, la cual es emitida por un


experto y fundada en unas mediciones, datos recabados y análisis justificados con
argumentos técnicos, sobre un asunto que luego se somete a juicio. En el dictamen
se formulan hipótesis y explicaciones sobre unos hechos, cuál puede ser el origen
de un suceso, las causas que lo provocaron y las posibles consecuencias, entre
otros.

En la prueba pericial el experto no ha tenido contacto directo con los hechos de la


demanda, como si pasa en la prueba testimonial, en donde quien emite el informe o
testimonio, ha percibido los hechos.

En efecto, a los peritos no les consta la situación fáctica que origina la intervención
judicial, puesto que, a pesar de que pueden pedir información sobre los hechos
sometidos a controversia, su intervención tiene como objetivo emitir juicios
especializados que ilustran al juez sobre aspectos que son ajenos a su saber. Esto
es precisamente lo que diferencia el dictamen pericial del testimonio técnico, porque
mientras en el segundo se han percibido los hechos, el primero resulta ajeno a
ellos”.

Aunque parezca que el perito, a diferencia del testigo técnico, es el único que puede
conceptuar, lo cierto es que no, al momento de rendir testimonio, el testigo técnico
puede provocar conceptos o percepciones del caso.

El testigo técnico es, de todas maneras y a pesar de su cualificación especial, un


testigo, de modo que debe haber percibido de manera personal los hechos objeto de
controversia u otros relacionados directa o indirectamente con aquéllos, pues sobre
eso debe ocuparse su declaración.

Con base en lo explicado, el testigo técnico no puede extender su intervención sobre


aspectos ajenos al objeto puntual del debate, como si lo hace el perito.

Tal como se expresa el médico, en calidad de testigo técnico, que haya presenciado
una agresión física contra una persona, “podría … sostener en juicio que, en su
criterio, la magnitud de la embestida sería suficiente para causar la muerte al
ofendido – para acreditar el aspecto subjetivo del delito de tentativa de homicidio -,
pero escaparía al ámbito de su declaración cualquier opinión dirigida a ilustrar sobre
situaciones médicas generales no relacionadas con ese caso concreto”.

A diferencia del perito médico, siguiendo el mismo ejemplo, que puede ser
cuestionado de acuerdo con su experiencia o a literatura científica, sobre la
sanación de las heridas ocasionadas por el acceso carnal violento.

Por otra parte, y tratándose de los documentos que ambos expertos producen, se
advierte una diferencia notable que radica en el hecho que, el Código General del
Proceso le asigna una serie de declaraciones e informaciones mínimas que debe
contener todo dictamen pericial (Artículo 226 literal 6 y subsiguientes), disposiciones
que no son exigidas al testimonio o informe técnico.

A pesar de las diferencias que poseen ambas figuras, es importante resaltar la


relación que guardan al constituirse en medios probatorios que utilizan los jueces
para aportar claridad al proceso, en situaciones que por su especialidad requieren
de la interpretación y explicación de expertos, buscando una justa resolución de la
litis.

En Conclusión:
Un error universalmente cometido, es entender que un Experto es un Perito, y
viceversa. Veremos a continuación que no es así:
Un experto es un profesional con amplios conocimientos sobre un área concreta.
Un Perito es un experto, que además del dominio técnico, dispone de amplios
conocimientos sobre el funcionamiento de los juzgados y de los requisitos de todo
informe pericial.
Es decir, un Perito es un experto, pero un experto no tiene por qué ser Perito.
Perito vs Testigo
Un Perito actúa en el juzgado en calidad de testigo. Cabe recordar los 2 tipos de
testigos que nos podemos encontrar:
Testigos comunes. Disponen de información de primera mano sobre los hechos
acaecidos.
Peritos (o testigos expertos). Dan su opinión sobre aspectos que requieren
conocimiento especializado, y que pueden ser útiles para conseguir un veredicto
justo.
En realidad, ambos testigos son muy similares, ya que expresan su opinión subjetiva
a partir de las pruebas existentes o información recabada por ellos mismos. Así, el
trabajo de un Perito no es entrar en los juzgados en calidad de experto, sino en
calidad de testigo.
Es decir, cuanto más se comporte un Perito como cualquier otro testigo, mayor será
la credibilidad que pueda tener. Alejándose de toda relación personal con su cliente,
que pueda hacer pensar que el informe que se realiza es falso o exagerado, para
ayudar a quien nos contrata.
Debemos tener en cuenta el volumen de información y datos que un juez recibe en
un procedimiento. Por tanto, en unas pocas horas tiene que:
 Filtrar las afirmaciones en el informe
 Reconocer distorsiones
 Evitar malinterpretaciones

Por lo que puede debemos ponérselo fácil si queremos que nos tome en
consideración.

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