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SEMANA 2- COMUNICACIÓN 3

SCANNING

A) Palabras clave • Salud mental


del título • El bien común y la solidaridad

C) Ideas • La pandemia del 2020 nos revela de manera descarnada un Perú camino al
principales del bicentenario con enormes retos.
texto • Para ser capaces de sacar lecciones a futuro, tal vez una revisión de lo que ha
significado el coronavirus en la psicología de los peruanos sería de ayuda.
• Las personas han reaccionado de diversas maneras, como era de esperarse, en
función de su historia personal y cultural.
• La angustia es una respuesta saludable, pues funciona como una señal de
alarma que nos informa de un malestar en el sistema y nos indica la necesidad
de hacer acopio de los recursos necesarios para hacerle frente y de evaluar los
riesgos para tomar medidas de protección.
• A la vez, algunos comportamientos preexistentes se han agudizado en función
de rasgos de personalidad.
• La convivencia en cuarentena ha sido un factor de desequilibrio para la gran
mayoría.
• Todos hemos experimentado, en diversa medida, duelo y a veces depresión
porque hemos perdido nuestra manera de estar en el mundo y no sabemos si
la vamos a recuperar.
• . Este patrón de comportamiento se conjuga con altos niveles de intolerancia
a la frustración, que se descarrilan en impulsividad y prepotencia maltratando
a las personas más cercanas y que, además, son percibidas como más débiles.
Durante la crisis se ha consignado un aumento considerable de problemas
conyugales y de llamadas de auxilio de mujeres y niños maltratados. Según
datos del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), durante
los primeros 40 días de cuarentena se recibieron un promedio de 100 llamadas
diarias.
• Luego de que se abrieran los servicios de atención psiquiátrica y los Centros
de Salud Comunitaria, ya avanzada la crisis, la situación podría haberse aliviado
dado que la medicación debe haber vuelto a estar a disposición.
• Habrá que identificar a los más vulnerables: personas con condiciones
psiquiátricas previas, víctimas de violencia, ancianos y el personal de primera
línea, tan sobreexigido, dando cara a la muerte y lidiando con la impotencia y
la culpa.
• Más allá de los factores económicos y culturales, este hecho tiene variadas
explicaciones según las particularidades individuales.
• En un reciente artículo sobre el pánico ante el COVID-19 aparecido en National
Geographic, Sonia Bishop, profesora de Psicología de la Universidad de
California, sostiene que el organismo no está diseñado para soportar largo
tiempo en condiciones de angustia y cede, finalmente, al agotamiento y la
depresión.
• La avalancha de información, sin previa confirmación de su veracidad, ha sido
otro factor causante de desasosiego, generando un círculo vicioso de la
repetición de escenas dolorosas y amenazantes.
• La avalancha de información, sin previa confirmación de su veracidad, ha sido
otro factor causante de desasosiego, generando un círculo vicioso de la
repetición de escenas dolorosas y amenazantes.
• Según un documento de la Organización Panamericana de Salud 1, a pesar de
que los trastornos de la salud mental representan más de un tercio de la
discapacidad total en los países de América, solo se asigna 2% del presupuesto
de salud a su prevención y tratamiento.
• Además, las manifiestas deficiencias del personal demuestran que estamos
pagando décadas de descuido en la formación profesional.
• Con la nueva ley, durante los dos últimos años se han conseguido avances
importantes con la implementación de Hogares Protegidos y Centros de Salud
Mental Comunitaria2 que ya suman 156 en todo el país.
• La pandemia ha puesto en evidencia la relación estrecha entre los ciudadanos,
mostrando nuestra dependencia mutua y nuestra vulnerabilidad.
• Ya no se trata únicamente de una acción filantrópica: si no podemos garantizar
el bienestar general y condiciones sociales de existencia dignas para todos, los
efectos de esta y de otras pandemias nos tendrán en jaque sin respiro.
• Los niveles de estrés que ha vivido la población durante la crisis, sumados a la
gran demanda de espacios terapéuticos, contrastan con la carencia de
servicios para responder a esta enorme necesidad que requiere respuestas
inmediatas. Y esto va más allá de la crisis.
• No podemos dejar de preguntarnos cuál hubiera sido la evolución de la
pandemia en el Perú si años antes se hubiera invertido en salud,
particularmente en salud mental, tan solo una parte del presupuesto dirigido
a la emergencia.
• Esta conciencia tiene que trasvasar a sectores importantes en las decisiones
presupuestales, como Economía; a áreas con posibilidades de comunicación y
difusión de contenidos, como Cultura; a los responsables de infraestructura,
especialmente agua, como Vivienda; a sectores sensibles a la convivencia
equilibrada con el entorno, como Ambiente.
• Se requiere comprender que el bienestar emocional garantiza el
funcionamiento adecuado en todos los niveles.
• Aprovechemos la crisis para poner el cuidado del bienestar emocional como la
necesidad básica que es

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