Está en la página 1de 15

6.

4 Diseño térmico de un sistema


Un sistema es una región del espacio dentro de la cual existen diferentes componentes

que interactúan entre sí, intercambiando energía y en ocasiones masa y posee


una frontera que lo delimita. Esa frontera puede ser material (las paredes de un
recipiente, por ejemplo) o imaginarias (una sección transversal de un tubo de escape
abierto, por ejemplo).

La zona del espacio que rodea al sistema y con la cuál éste interactúa mediante
intercambios energéticos o materiales se denomina el ambiente o el entorno. El ambiente
es la región desde la cual los observadores (que normalmente no forman parte del
sistema) hacen las medidas acerca de éste e infieren sus propiedades. A diferencia del
sistema, que evoluciona por su interacción con el ambiente, se suele considerar que el
ambiente no se ve modificado por esta interacción. Un baño de agua en el que sumerge
un cubito de hielo se supone a temperatura constante pese a la fusión del hielo. Si el
ambiente estuviera evolucionando como consecuencia de la interacción, lo incluiríamos
dentro del sistema y tomaríamos como ambiente una región más externa.
Al conjunto del sistema y el entorno se le denomina el universo. Obsérvese que en
termodinámica el universo no es todo el Universo. El cubito de hielo inmerso en una olla
con agua es considerado el universo en el estudio de la fusión del hielo.

La frontera de un sistema puede ser:


 Fija (las paredes de un recipiente) o móvil (un émbolo o pistón de un motor de
explosión).
 Permeable a la masa o impermeable a ella. En el primer caso se dice que tenemos un
sistema abierto (p.ej. un motor en el que entra combustible por un lado y salen gases
por otro) y en el segundo uno cerrado (p.ej. en el circuito de refrigeración de una
nevera, el gas freón que circula por los tubos nunca sale al exterior).
 Permeable al calor o impermeable a él. Si al poner en contacto el sistema con el
ambiente se produce una transferencia de energía debido a la diferencia de
temperaturas, se dice que la frontera es diaterma. Si el calor no puede atravesar la
frontera se dice que ésta es adiabática
De un sistema cerrado y rodeado por paredes adiabáticas fijas (en el que por tanto no
puede entrar ni salir ni masa ni energía), se dice que está aislado.
En un sistema cerrado se suele estudiar lo que se denomina una masa de control, cuya
evolución se sigue en el tiempo, aunque ocupe una región variable del espacio. El ejemplo
arquetípico es el de un cilindro lleno de gas en el que existe un pistón móvil. El pistón
puede comprimir o expandir el gas, cuyo volumen por tanto cambia. La masa de gas
contenida en el cilindro, en cambio, permanece constante.
En un sistema abierto se estudia lo que se denomina un volumen de control, usualmente
fijo. Se trata de una región del espacio en el interior de la cual está el sistema
termodinámico de interés y cuyas paredes pueden ser atravesadas por masa que entra o
sale. La frontera del volumen de control podrá tener partes materiales y partes
puramente geométricas. Un ejemplo lo tenemos en un calentador de agua doméstico en
el cual entra agua fría por un lado del calentador (atravesando una frontera geométrica)
fluye por el interior de aparato (con paredes sólidas) y sale, calentada, por el otro extremo
(otra frontera inmaterial). En sistemas abiertos son de especial interés los estados de
régimen estacionario, en los cuales el fluido entra por un lado y sale por otro lo hace
siempre al mismo ritmo, de manera que una “foto” del sistema produce en todo
momento la misma “imagen”. Los sistemas en régimen estacionario son más sencillos de
estudiar ya que tienen bastantes similitudes con los sistemas cerrados.

Sistema térmico:

Un sistema térmico consistente en una fuente de calor, un medio de transmisión térmica,


un dispositivo de detección de temperatura y un instrumento del control.

Diseño de un sistema térmico:

 El diseño térmico es una rama del diseño de ingeniería, una contraparte del diseño de
máquinas que típicamente incluye energía, flujo de fluidos, termodinámica y transferencia
de calor. 

Por lo tanto, el diseño térmico se ha desarrollado como diseño de sistemas térmicos que
se trata con modelado, simulación y optimización, y una adecuada selección de
componentes. Además, evita el diseño de los componentes mismos, que podrían ser
bombas, ventiladores, intercambiadores de calor, unidades de refrigeración, turbinas y
compresores, por ejemplo. Abundando en el tema, los sistemas térmicos incluyen todos
los grupos funcionales de equipo y fluidos de trabajo diseñados para manejar condiciones
de temperatura y humedad dentro de varios espacios o materiales estos son ensambles
complejos de componentes acoplados (algunos de ellos térmicos), que funcionan de
manera estructurada. Por ejemplo, un refrigerador es una combinación de tuberías,
compresor, motor eléctrico, intercambiador de calor, válvulas, aislante, puertas,
envolventes, lámparas, etcétera, que interactúan en beneficio del objetivo común que es
producir frío dentro del sistema.

En este caso, el refrigerador es un sistema térmico mientras que el fluido refrigerante, o el


espacio interior, son sistemas termodinámicos.

Dichos sistemas proveen confort, establecen y mantienen condiciones necesarias para la


funcionalidad de otros equipos o utilizan los cambios en propiedades termofísicas de
materiales para la conversión de energía. Las aplicaciones van desde manejo térmico de
sistemas electrónicos (enfriamiento electrónico) al acondicionamiento de espacio y
generación de potencia. La optimización es el procedimiento sistemático que guía a los
diseñadores de sistemas en la selección de procesos y componentes, de modo tal que
todos los requerimientos del sistema estén balanceados de la mejor manera posible.
Recordemos que un proceso es una secuencia de pasos que toma lugar (por fuerzas
naturales o artificiales) entre dos estados del sistema, llamados estado inicial y estado
final, que pueden coincidir (y entonces el proceso es cíclico) o pueden estar en estado
estable (no variación aparente con el tiempo entre los estados finales). Los procesos en
estado estable son los más comunes en sistemas térmicos. Procesos térmicos básicos son
transferencia de calor, reacción química, mezclado, cambio de fase, compresión y
expansión, además de la evaluación general de variaciones de energía térmica y de
trabajo, de variaciones y fuentes de entropía, y de requerimientos y fuentes de exergía.
También deben ser considerados al mismo tiempo, además de estos procesos térmicos
básicos, algunos procesos de flujo de fluidos porque la mayoría de los sistemas térmicos
son sistemas fluidos. Otros procesos complejos son combustión, tratamiento térmico de
materiales y procesos combinados para potencia y generación de frío y calor. Aquí
podemos mencionar que la razón de ser de la ciencia de la termodinámica fue la
generación de potencia, y en este campo se ha avanzado desde las primeras v máquinas
de vapor y reciprocantes hasta los actuales motores de combustión interna, turbo-
maquinaria y propulsión a chorro. Los componentes de un sistema térmico pueden ser
tratados como subsistemas o fluidos de trabajo, en su caso. En la mayoría de las
aplicaciones, el diseñador debe balancear varias demandas contradictorias, tales como
alta eficiencia y confiabilidad contra bajos costos y emisiones. Con frecuencia, una buena
cantidad de tiempo y costos pueden ser ahorrados si el diseñador del sistema puede
evaluar los costos aproximados de un diseño en sus primeras etapas. La optimización de
sistemas térmicos requiere la evaluación de rendimiento y costos del sistema completo.
En la conversión de energía los intercambiadores de calor juegan un importante papel, por
lo que se dedica una parte de este trabajo a revisar el diseño térmico hidráulico de los
tipos más usados.

Los sistemas térmicos cuentan con procesos que de alguna forma intercambian energía
calorífica con su medio ambiente. Pueden ser procesos químicos, hornos, casas o
calentadores de agua, entre otros. Las señales de entrada y salida para este tipo de
sistemas son la temperatura, la energía calorífica y la potencia calorífica. La ley natural
básica para los sistemas térmicos es el balance de energía. Ésta nos dice que el cambio en
la energía calorífica por unidad de tiempo es igual a la potencia inferida menos la extraída.
El consenso general de la comunidad que se dedica al estudio de los sistemas térmicos ha
sido enfocado al campo de la energía, debido al gran número de actividades y procesos
desarrollados por el hombre que involucran de una u otra forma el uso de la energía, en
relación con el aprovechamiento y explotación óptima de los recursos energéticos. La
dinámica de evolución de los sistemas térmicos permite analizar y resolver problemas
complejos relacionados con los nuevos diseños enfocados al ahorro de la energía, tema de
especial interés en la industria de cualquier país. La siguiente investigación se enfoca al
estudio de los sistemas térmicos relacionados con la generación de energía eléctrica a
partir de la quema de combustibles fósiles, tal es el caso específico de las centrales
termoeléctricas, las cuales se encuentran conformadas principalmente por calderas y
turbinas de vapor, además de otra serie de equipos que permiten la generación de
energía eléctrica. En los sistemas térmicos las señales comúnmente empleadas son la
temperatura T y las potencias p(t) (flujo de calor por unidad de tiempo). Los sistemas
térmicos son aquellos que involucran la transferencia de una sustancia a otra. Estos
sistemas se analizan en términos de resistencia y capacitancia, aunque la capacitancia
térmica y la resistencia térmica tal vez no se representen con precisión como elementos
de parámetros concentrados. Para la transferencia de calor por conducción o convección.
q=k∆∅

En donde:

q= flujo de calor, Kcal/seg

∆∅= diferencia de temperatura, ºC

K= coeficiente, Kcal/seg ºC

Resistencia y capacitancia térmica

La resistencia térmica R para la transferencia de calor entre dos sustancias se define del
modo siguiente: R= cambio en la diferencia de temperatura, ºC cambio en el flujo de calor,
Kcal/seg La resistencia térmica R para una transferencia de calor por conducción o por
convección se obtiene mediante: R= d(∆∅)dq Dado que los coeficientes de conductividad y
convección térmica son casi constantes, la resistencia térmica para la conducción o la
convección es constante. La capacitancia térmica C se define mediante: C= cambio en el
calor almacenado, kcal cambio en la temperatura, C.

Algunos efectos térmicos y balances de calor en la cristalización suceden cuando se


disuelve un compuesto cuya solubilidad aumenta al elevarse la temperatura, se presenta
una absorción de calor llamada calor de disolución. Cuando la solubilidad del compuesto
disminuye al aumentar la temperatura, su disolución va acompañada de un
desprendimiento de calor. En el caso de compuestos cuya solubilidad no cambia con la
temperatura, no hay desprendimiento ni absorción de calor. La mayoría de los valores de
calor de disolución se expresan como variación de entalpía en kJ/kg mol (kcal/g mol) de
soluto, en la disolución de 1 kg mol del sólido en una gran cantidad de disolvente que
equivale, en esencia, a una dilución infinita. En la cristalización ocurre lo contrario de la
disolución. En el equilibrio, el calor de cristalización es igual al negativo del calor de
disolución a la misma concentración de la solución. Si el calor de dilución de la solución
saturada hasta dilución infinita es pequeño y se puede despreciar, se usa entonces el
negativo del calor de disolución a dilución infinita como calor de cristalización .

Método:

El método más satisfactorio para el cálculo de los efectos térmicos durante un proceso de
cristalización probablemente sea el que se basa en el uso de las gráficas de entalpía-
concentración de soluciones con las diversas fases sólidas presentes en el sistema. No
obstante, hay muy pocas gráficas de este tipo disponibles, entre ellas: cloruro de calcio-
agua (H l), sulfato de magnesio-agua (P2) y sulfato ferroso-agua (K2). Cuando se dispone
de la gráfica, se aplica el siguiente procedimiento: se lee en la gráfica la entalpía H, de la
solución de entrada a la temperatura inicial, donde HI se da en kJ (btu) para la
alimentación total. La entalpía HZ de la mezcla final de cristales y licor madre a la
temperatura final también se lee en la gráfica. Si hay algo de evaporación, la entalpía IY,
del vapor de agua se obtiene de las tablas de vapor. Entonces, el calor total absorbido q en KJ

es si q es positivo, es necesario añadir calor al sistema. Si es negativo, se desprende calor.

EJEMPLO 12.11-2. Balance de calor en una cristalización

Una solución de alimentación de 2268 kg a 327.6 K (54.4 “CT), que contiene 48.2 kg de MgS /lOO
kg de agua total, se enfría hasta 293.2 K (20 “C) para extraer cristales deMgS04* 7H20. La
solubilidad de la sal es de 35.5 kg de MgSO/ 1OO kg de agua total(P1). La capacidad calorífica
promedio de la solución de alimentación se puede suponer igual a 2.93 kJ/kg *K (Hl). El calor de
disolución a 291.2 K (18 “C) es -13.31 x lo3 kJ /kg mol de MgS *7 H 20 (Pl).

Calcule el rendimiento de cristales y determine el calor total absorbido q, por medio de un


balance de calor, suponiendo que no se vaporiza agua.

Solución:
Bibliografia

Diseño de sistemas térmicos Primera edición digital: 23 de agosto de 2019 D.R. © 2019,
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Av. Universidad 3000, Col. Universidad Nacional
Autónoma de México, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, Cd. Mx., México, C. P. 04510

GEANKOPLIS,J. “Procesos de Transporte y Operaciones Unitarias.” CECSA. 3a . ed. 2003.


6.7 RENDIMIENTO DE LA CRISTALIZACION

La cristalización permite la separación, a partir de una solución, de uno o más compuestos


sólidos disueltos en esta solución esta se obtiene por evaporación parcial del disolvente y
luego enfriamiento de la solución concentrada obtenida.

Industrialmente algunos de los factores principales de la cristalización son:

 El alto grado de pureza con que se puede obtener el producto solidificado a partir
de soluciones relativamente impuras y en una sola etapa de procesamiento.
 Al menor requerimiento de energía, con relación a otros métodos de separación
(purificación) comúnmente empleados.
 Temperaturas de procesamiento relativamente bajas.
 Buen rendimiento tanto a pequeña como a gran escala.

Durante la separación, los compuestos disueltos pasan al estado sólido cuando se requiere
las condiciones de operación (temperatura, concentración). Los cristales formados se
separan luego de la fase líquida por filtración.

En las cristalizaciones comerciales no sólo interesa el rendimiento y la pureza de los


cristales, sino también el tamaño y forma de los mismos. Casi siempre se desea que los
cristales tengan tamaño uniforme. La uniformidad del tamaño es indispensable para evitar
apelmazamientos en el empaque, para facilitar la descarga, el lavado y el filtrado y para un
comportamiento uniforme en su uso. Algunas veces los usuarios solicitan cristales grandes
aun cuando los pequeños puedan ser igualmente útiles. Además, en ocasiones solicitan
ciertas formas geométricas, como agujas en lugar de cubos.

La alimentación de la solución inicial es continua, la evaporación del disolvente es


continua, la cristalización tiene lugar continuamente mientras que la recogida de los
cristales obtenidos con la solución madre saturada se realiza de forma semi continua; la
etapa de separar los cristales de la solución madre se lleva a cabo en un filtro de bolsa a
presión reducida.
En la mayoría de los procesos industriales de cristalización, la solución (licor madre) y los
cristales sólidos están en contacto durante el tiempo necesario para alcanzar un
equilibrio. Por consiguiente, el licor madre se encuentra saturado a la temperatura final
del proceso y puede determinarse la concentración final del soluto en la solución a partir
de la curva de solubilidad. Entonces, el rendimiento de cristales de un proceso de
cristalización f se puede calcular con sólo conocer la concentración inicial del soluto, la
temperatura final y la solubilidad a esa temperatura. En algunas cristalizaciones
comerciales, la velocidad de crecimiento de los cristales es bastante baja, debido a alta
viscosidad de la solución o a superficies pequeñas de los cristales expuestos a la solución.
Por tanto, aún puede haber sobresaturación, lo que da lugar a un rendimiento de cristales
menor que el calculado. Los balances de material se efectúan mediante cálculos bastante
simples cuando los cristales de soluto son anhidros. Se procede entonces a balances
simples de agua y soluto. Cuando los cristales están hidratados, parte del agua de la
solución se une a los cristales hidratados.

Las fases del proceso de cristalización son:

1. Nucleación

La primera fase de la cristalización es la nucleación,


que es un proceso de ordenación térmica en el cual
una región desordenada cambia a una fase sólida
estable con una ordenación regular geométrica. Es
decir, aquí es donde se define el núcleo (el centro) en
donde crecerá una nueva estructura cristalina.

Dicho proceso se da cuando una sustancia fundida se


enfría por debajo de su temperatura máxima.
2. Crecimiento de cristales

Después de que los núcleos de la estructura cristalina están definidos, viene la fase del
crecimiento de los cristales ya existentes —también
llamada cristalogénesis—, la cual es dinámica y
depende de ciertos factores como su estabilidad y el
tiempo.

Dicho crecimiento puede darse principalmente de


las siguientes dos formas:

 Crecimiento no uniforme, que consiste en un


crecimiento anormal, en donde hay espacios de la superficie que no sufren
cambios hasta avanzar al paso de un escalón.

 Crecimiento uniforme, que se da con un avance gradual normal gracias a su fuerza


termodinámica. Para lograr dichas condiciones de crecimiento, el agitador debe
mantener los cristales suspendidos de manera homogénea.

Es común pensar que los materiales con estructuras cristalinas son perfectos y bien
definidos, sin embargo, hay que tener en cuenta que ni siquiera la naturaleza es perfecta,
y en este caso los cristales presentan defectos llamados “defectos cristalinos”.

¿Y dichas imperfecciones qué provocan? Esto se traduce en pequeños cambios en la


forma del cristal, de color, espacios vacíos, etc. Se podría decir que los hacen “únicos” los
unos de los otros.

Entre los principales defectos encontramos los siguientes:

 Defectos por átomos sustitucionales: Se da cuando no se ha logrado eliminar una


impureza, y uno de sus átomos sustituye el átomo puro de la red cristalina.

 Defectos por átomos intersticiales: Son átomos que ocupan espacios que no están
definidos dentro de la red, lo que provoca una deformidad.

 Vacancias: Son simplemente espacios vacíos en la estructura del cristal.


 Dislocaciones: Se trata de defectos lineales, en donde se insertan planos de
átomos extras en la estructura.

 Defecto Frenkel: Es cuando quedan vacancias provocadas por los átomos


intersticiales, por lo que es una combinación de dos errores.

 Defecto Schittky: Son vacancias presentes en los cristales iónicos.

El rendimiento de la cristalización se puede calcular a partir de la concentración de la


solución original y la solubilidad a la temperatura final. Si se produce una evaporación
apreciable durante el proceso es preciso tenerla en cuenta. Cuando la velocidad de
crecimiento de los cristales es pequeña, se necesita un tiempo relativamente grande para
alcanzar el equilibrio, sobre todo cuando la solución es viscosa o cuando los cristales se
depositan en el fondo del cristalizador, de forma que la superficie de cristales expuesta a
la solución sobresaturada es pequeña. En estos casos, las aguas madres finales pueden
contener una considerable sobresaturación y el rendimiento real será menor que el
calculado a partir de la curva de solubilidad. Cuando los cristales son anhidros, el cálculo
del rendimiento resulta sencillo, puesto que la fase sólida no contiene disolvente. Si los
cristales contienen agua de cristalización es necesario tenerla en cuenta, ya que esta agua
no está disponible para el soluto que permanece en la solución. Los datos de solubilidad s
expresan generalmente en partes de masa de material anhidro por ciento partes de masa
de disolvente total, o bien en tanto por ciento en masa de soluto anhidro. En estos datos
no se tiene en cuanta el agua de cristalización. La clave para el cálculo de rendimientos de
solutos hidratados consiste en expresar todas las masas y concentraciones en función de
sal hidratada y agua libre. Como esta última permanece en la fase liquida durante la
cristalización, las concentraciones y cantidades basadas en el agua libre se pueden restar
para obtener un resultado correcto. Nucleación El fenómeno de la nucleación es
esencialmente el mismo para la cristalización a partir de una solución, cristalización a
partir de un producto fundido, condensación de gotas de niebla en una vapor sobre-
enfriado, y generación de burbujas en un líquido sobrecalentado, en todos los casos, la
nucleación produce como consecuencia de rápidas fluctuaciones locales a escala
molecular en una fase homogénea que está en estado de equilibrio metaestable. Los
núcleos cristalinos se pueden formar a partir de moléculas, átomos, o iones. En soluciones
acuosas pueden ser hidratados. Debido a sus rápidos movimientos, estas partículas
reciben el nombre de unidades cinéticas. Para un volumen pequeño del orden de 100 oA,
la teoría cinética establece que las unidades cinéticas individuales varían grandemente en
localización, tiempo, velocidad, energía, y concentración. Los valores, aparentemente
estacionarios, de las propiedades intensivas, densidad, concentración y energía,
correspondientes a una masa macroscópica de solución, son en realidad valores
promediados en el tiempo de fluctuaciones demasiado rápidas y pequeñas para poder ser
medidas a escala macroscópica. Debido a las fluctuaciones, una unidad cinética individual
penetra con frecuencia en el campo de fuerza de otra u las dos partículas se unen
momentáneamente, lo normal es que se separen inmediatamente, pero, si se mantienen
unidas, se le pueden unir sucesivamente otras partículas. Las combinaciones de este tipo
reciben el nombre de agregados. La unidad de partículas, de una en una, a un agregado
constituye una reacción en cadena que se puede considerar como una seria de reacciones
químicas reversibles de acuerdo con el siguiente esquema: donde A1 es la unidad cinética
elemental, y el subíndice representa el número de unidades que forman el agregado.
Cuando m es pequeño, un agregado no se comporta como una partícula que forma una
nueva fase con una identidad y limite definidos. Al aumentar m, el agregado se puede ya
reconocer y recibe el nombre de embrión. La inmensa mayoría de los embriones tienen
una vida muy corta, rompiéndose para volver formar agregados o unidades individuales.
Sin embargo, dependiendo de la sobresaturación, algunos embriones crecen hasta un
tamaño suficiente para alcanzar el equilibrio termodinámico con la solución. En este caso
el embrión recibe el nombre de núcleo. El valor de m para un núcleo está comprendido en
el intervalo de unas pocas unidades a varios centenares. El valor de m para los núcleos de
agua líquida es del orden de 80. Los núcleos se encuentran en equilibrio inestable: si
pierden unidades se disuelven y si las ganan se transforman en un cristal, la secuencia de
etapas en la formación de un cristal es por consiguiente

Agregado => embrión => núcleo => cristal.


La velocidad de crecimiento de un cristal es conocida como velocidad de cristalización. La
cristalización puede ocurrir solamente desde soluciones sobresaturadas. El crecimiento
ocurre primero con la formación del núcleo, y luego con su crecimiento gradual. En
concentraciones arriba de la sobresaturación, la nucleación es concebida como
espontánea, y rápida. En la región metaestable, la nucleación es causada por un golpe
mecánico, o por fricción y una nucleación secundaria puede resultar del rompimiento de
cristales ya formados. Ha sido observado que la velocidad de cristalización se ajusta a la
siguiente ecuación: Los valores del exponente m se encuentran en el rango de 2 a 9, pero
no ha sido correlacionada como un valor cuantitativo que se pueda estimar. Esta
velocidad es media contando el número de cristales formados en periodos determinados
de tiempo. Esta velocidad depende de su superficie instantánea y de la velocidad lineal de
la solución, que pasa a la solución así como también de la sobresaturación. Los valores de
la exponente n se sitúan en el orden de 1.5, pero de nuevo no existe una correlación en el
diseño de los cristalizadores que pueda estimarlo. El crecimiento del cristal es un proceso
capa por capa y, ya que sólo puede ocurrir en la cara del cristal, es necesario transportar
material a la cara, desde la solución.

EJEMPLO 12.11-1. Rendimiento de un proceso de cristalización

Una solución salina que pesa 10000 kg y que tiene 30% en peso de Na2C03, se enfría hasta

293 K (20°C). La sal cristaliza como decahidrato. Cuál será el rendimiento de cristales de

Na2C03 *10HzO si la solubilidad es 21.5 kg de Na2COs anhidro/100 kg de agua total?

Proceda a los cálculos para los siguientes casos:

a) Suponga que no se evapora agua

b) Suponga que el 3% del peso total de la solución se pierde por evaporación del agua durante el
enfriamiento.
Solución:

Bibliografías

GEANKOPLIS,J. “Procesos de Transporte y Operaciones Unitarias.” CECSA. 3a . ed. 2003.

Links

https://cfgmixers.com/que-es-la-cristalizacion-y-para-que-sirve/

https://1aaditiqigrupob.wordpress.com/2009/10/25/importancia-de-la-cristalizacion-enla-
industria/#%3A~%3Atext%3DLa%20cristalizaci%C3%B3n%20es%20importante%20como
%2Ccomercializados%20en%20forma%20de%20cristales.%26text%3DLa%20mayor%20parte
%20de%20las%2C

También podría gustarte