En esta investigación, nos centraremos en los sistemas
cerrados. Este tipo de sistemas son aquellos que intercambian energía, pero no materia, con sus alrededores. Los sistemas cerrados son de suma importancia en la termodinámica porque, en la práctica, son la mejor aproximación para estudiar casi cualquier fenómeno de manera ideal. ¿Qué es un sistema termodinámico? Un sistema termodinámico se define como el espacio del universo que se aísla para su estudio. En termodinámica, generalmente se busca que el sistema a estudiar sea la versión más simple; es decir, aquella que se pueda determinar por el conjunto de sus variables de estado. Es por esto que los sistemas se aíslan para evitar la complejidad causada por las variaciones con el entorno. Para describir un sistema termodinámico necesitamos especificar el tipo de frontera que tiene; dependiendo del grado de aislamiento con el entorno, se puede clasificar como sistema abierto, cerrado o aislado. Tipos de sistemas Sistemas aislados Los sistemas aislados son aquellos que no intercambian energía, ni materia, con el entorno. Esto quiere decir que se encuentran en equilibrio termodinámico. El equilibrio termodinámico ocurre cuando las variables intensivas que describen el estado del sistema no varían en el tiempo. Un ejemplo de sistema aislado podría ser un gas encerrado en un recipiente con paredes adiabáticas. Sistemas abiertos Un sistema termodinámico está abierto, si existe una transferencia de energía con sus alrededores. El intercambio de energía en estos sistemas puede ser en forma de calor, trabajo, materia, etc. Este tipo de sistemas son los más comunes y los observamos todos los días en nuestra vida diaria. Por ejemplo, el aire acondicionado es un sistema abierto porque intercambia gases con los alrededores, al funcionar. Sistemas cerrados Un sistema cerrado es aquel que intercambia energía con su entorno, pero sin intercambio de materia. Un ejemplo de sistema cerrado son las ollas a presión, porque permiten un intercambio de energía, pero no de masa. Los alimentos que se cocinan dentro de la olla reciben energía calorífica, pero no varían su masa. Otro ejemplo importante de este tipo de sistemas es el motor de Stirling. Esta máquina térmica intercambia energía térmica con sus alrededores y la convierte en energía mecánica, pero sin intercambiar masa. Dado que es muy difícil tener un sistema perfectamente aislado, se utilizan los sistemas cerrados como aproximación para describir a los sistemas aislados. Es por esto que el estudio de estos sistemas es fundamental para la termodinámica: La primera ley de la termodinámica para los sistemas cerrados afirma que el cambio en la energía interna es igual a la suma del trabajo y el calor añadidos al sistema. La segunda ley de la termodinámica establece que la entropía de un sistema cerrado aumenta con el calor absorbido y el trabajo realizado por el sistema. Procesos de sistemas cerrados en termodinámica En termodinámica, los procesos en los que los gases no fluyen más allá de una frontera se conocen como procesos en sistema cerrado; en ellos, el volumen de gas se considera fijo durante todo el proceso. Veamos un ejemplo en la siguiente imagen:
Fig. 1: Un proceso sin flujo, en termodinámica, es un proceso en el que se
intercambia calor o trabajo (arriba), sin que haya transferencia de masa (abajo). Los procesos que implican un flujo de masa pueden dividirse en procesos de flujo estacionario, en los que hay una cantidad fija de masa que entra y sale; y procesos de flujo no estacionario, en los que hay una cantidad variable de masa que sale y entra. Los procesos reversibles son aquellos en los que es posible volver a las propiedades iniciales del sistema; es decir, a las temperaturas, presiones o volúmenes iniciales, sin alterar el sistema o su entorno. Sin embargo, en el mundo real, todos los procesos son no reversibles; esto significa que para volver al estado inicial del sistema, es necesario extraer energía o trabajo de su entorno.
Características de los procesos de sistemas cerrados
Los procesos de sistemas cerrados tienen otras características importantes: El estado termodinámico de los gases puede definirse mediante tres variables: presión, temperatura y volumen. Los procesos permiten que los gases pasen de un estado a otro, cambiando una o varias de estas tres variables. Los procesos mantienen constante una de las variables. Ejemplos de procesos de sistemas cerrados Los cuatro estados que se dan en los procesos sin flujo se conocen como: Isotérmico: temperatura constante). Adiabático: sin transferencia de calor y masa. Isocórico, o isométrico: volumen constante. Isobárico: presión constante).