Está en la página 1de 1

Procesos Socio históricos Argentinos

Movimientos Obreros
Principales tendencias ideológicas (anarquismo – socialismo revolucionario – sindicalismo
revolucionario)
Las posiciones políticas que vivían los extranjeros en Argentina fueron determinadas por sus
propias condiciones políticas e ideológicas que vivían en Europa. Lo que pensaban en Europa se
desarrollaba en Argentina, principalmente las tendencias ideológicas de los sectores
trabajadores: el anarquismo, el socialismo revolucionario y el sindicalismo revolucionario
(de origen francés).
El socialismo y el anarquismo tienen ideas distintas, pero con posiciones similares inicialmente:
la lucha contra el estado. Eran pensamientos políticos que confrontaban con el proceso político
que se estaba viviendo en la Argentina (la consolidación de un Estado Moderno). La idea del
socialismo era destruir al estado burgués para establecer el estado del proletariado. El
anarquismo, en cambio, quería destruir al estado en su totalidad ya que lo consideraba el opresor
del hombre. La división que se genera entre los extranjeros en la Argentina se manifiesta
mediante la interpretación que se hace de la huelga. El anarquismo entiende que el estado es
opresor y que la huelga es un medio para destruirlo. Las huelgas para ayudar a los obreros no
quitaban su condición de subordinado/explotado por el estado opresor. El socialismo buscaba
una lucha por las mejoras en la condición del trabajo. La acusación típica del anarquista hacia el
socialista es de “cobarde” ya que, en la huelga, el anarquista lanzaba acciones violentas contra
“el opresor” (El estado). El socialismo concentraba su actividad sindical en la cuestión de pelear
por los trabajadores en el ámbito laboral. El anarquismo, en cambio, se desempeña con más
holguera en el resto de las actividades que realiza el hombre ya que no es solamente oprimido
como trabajador, sino que también es oprimido en cualquier rol que desempeñe en la sociedad.
El sindicalismo revolucionario plantea la cuestión de la defensa de los intereses de los
trabajadores en el marco de un sindicato y no integrándose a un partido político. Esta corriente
consideraba que era el sindicato la forma de organización a la hora de emprender una
transformación social que habría que llegar a través de la huelga general revolucionaria.
Rechazaba la subordinación del movimiento obrero y sus organizaciones a los grupos y partidos
políticos.
Los sindicalistas estaban en cierta lucha con los socialistas, ya que los segundos (socialistas) sí
asumían su condición como miembros del partido, aunque eran habituales ciertas tensiones y
disputas entre dirigentes políticos y del ala sindical. A lo largo de la década de 1920, se dio un
gran fenómeno dentro del movimiento obrero: el comienzo de un cierto diálogo con el estado.
Esto se dio en los primeros años de la presidencia de Hipólito Yrigoyen, cuando el radicalismo
intervino en algunos conflictos para apoyar los reclamos de los trabajadores, evitar la represión
y establecer un vínculo con los sindicalistas. Se ha pensado que, como Yrigoyen tenía una
mirada benévola hacia los obreros, eso había impulsado esa relación, pero podía haber otras
razones. Por una parte, los radicales competían con los socialistas en ciertas franjas de votantes
y los sindicalistas competían a su vez con los socialistas por el encuadramiento obrero y la
conducción de sus organizaciones.
Para reconocer las principales federaciones obreras que en distintos momentos hacen a estas tres
corrientes:
o Unión General del Trabajo Socialista (UGT)
o FORA del 5°to Congreso (Anarquista)
o FORA del 9°no Congreso (Sindicalista)

También podría gustarte