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En esta parte del texto, Bauman explica su punto de vista que consiste en que el Holocausto
fue algo que tenía que suceder y sobre todo que reveló un aspecto importante de la sociedad:
el lado oscuro y distinto de muchas personas. Para dejar más claro esta cita complementa la
idea: “Sospechamos, aunque nos neguemos a admitirlo, que el Holocausto podría haber
descubierto un rostro oculto de la sociedad moderna, un rostro distinto del que ya conocemos
y admiramos”. (Bauman, 1989, pág. 16). Bauman profundiza en esta idea y da a entender que
el Holocausto fue un evento que demostró que la sociedad todavía no se encontraba en un
estado totalmente “modernizado”, es decir con el genocidio que se dio, se probó que parte de
la raza humana todavía se encontraba con la idea antimoderna de que no todos tienen libertad
y derechos para vivir de forma equitativa. A pesar del Holocausto, Bauman considera que el
comportamiento del ser humano en el holocausto en parte es entendible, porque: “Tanto la
creación como la destrucción son aspectos inseparables de lo que denominamos civilización”.
(Bauman, 1989, pág. 18). Ahora, reflexionando y analizando la intención del autor, es posible
estar de acuerdo que el Holocausto e incluso las guerras mundiales, son una demostración de
que el ser humano todavía no había progresado hacia la modernidad de manera completa.
Como bien dice el autor, la destrucción humana como parte de la civilización es la traba que
impidió un completo progreso hacia la modernidad, porque justamente lo que se había
discutido en clase, la modernidad es una etapa que se caracteriza por el desarrollo de la
libertad colectiva gracias al uso de la libertad individual.
Invisibilidad moral
Similar al anterior parte, Bauman resalta la capacidad de los soldados alemanes para eliminar
dentro de su conciencia ese cargo de culpabilidad de haber accionado contra los judíos.
Incluso menciona que los mismos nazis buscaban maneras para matar a judíos, pero de tal
manera que no se sientan culpables, por ejemplo: “Las últimas —las más perfectas que les dio
tiempo a inventar a los nazis— redujeron el papel del asesino al de «oficial de sanidad» al que
se le pedía que vaciara un saco de «productos químicos desinfectantes» por una abertura del
tejado de un edificio cuyo interior no se le aconsejaba visitar”. (Bauman, 1989, pág. 31). Esta
cita ejemplifica como los nazis buscaban reducir ese cargo de conciencia y culpa de parte de
los soldados y como se menciona, hubo casos que se daban órdenes para botar químicos en un
hueco del techo de las cámaras de gas. Tanto esta parte como la anterior, se relacionan con el
uso de la moral, puesto que los nazis trataron de eliminar esa condición natural que tenían las
personas, con el fin de no sentirse afectados mental y moralmente.
Bibliografía
Bauman, Z. (1989). Modernidad y Holocausto. Buenos Aires: Sequitur.