Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca

Universidad Pedagógica Nacional

Unidad 203, Cd. Ixtepec, Oax.

Reporte de Lectura
PRESENTA:

JULIO CÉSAR LÓPEZ SANTIAGO

DIRIGIDO A:

MTROS. IRMA PINEDA SANTIAGO & RODRIGO TADEO LÓPEZ LÓPEZ

DEL TEMA:

“CULTURA Y EDUCACIÓN PARA LA PAZ”

LÍNEA:

INTERCULTURALIDAD

Cd. Ixtepec, Oaxaca, a 26 de septiembre de 2020.

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Contenido
INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................... 3
LA EDUCACIÓN COMO INSTRUMENTO DE LA CULTURA DE PAZ............................ 4
Educación para la paz ..................................................................................................................... 4
Cultura de paz ................................................................................................................................. 6
CONCLUSIONES ........................................................................................................................... 7
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................................. 8

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INTRODUCCIÓN

El presente reporte de lectura está dirigido a los maestros Irma Pineda Santiago y

Rodrigo Tadeo López López, así como a mis compañeros de clase en la materia de

Educación para la convivencia y la paz; la lectura realizada es la de: “Cultura y

educación para la paz”, en específico del tema: “La educación como instrumento de

la cultura de paz”, del autor Said Bahajin de la universidad Jaume I, España.

El motivo principal por la cual he realizado la lectura es la de conocer las nuevas

formas de concebir el mundo, un mundo sin violencia, y a esto, el autor enseña y

nos orienta de manera magistral a través de las veintiuna páginas que compone el

artículo.

De principio a fin, Said Bahajin nos predica la imperiosa necesidad que existe de

repensar en un mundo lleno de armonía y paz, de la utopía de un mundo sin

violencia, sin guerras, discriminaciones, odio y sin nada que perturbe el alma

humana.

Entre todos construyamos un mundo de burbujas, pero burbujas de acero, fuerte y

resistente que no se rompe ante nada.

Me permito pues, invitarlos a que se unan a crear unidos como uno solo un mundo

de paz y armoniosa convivencia.

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LA EDUCACIÓN COMO INSTRUMENTO

DE LA CULTURA DE PAZ

Said Bahajin, nos dice que la educación tradicional ha avanzado tanto con la
tecnología, sin embargo, carece de alma. Carece de esa parte humana, atendiendo
solo lo material y lo técnico. Estamos en un mundo global, que es ya conocido como
la Aldea Global, un mundo interconectado donde la idea es homogeneizar, borrar
las “diferencias”, el autor insiste en que necesitamos aprender a usar la inteligencia
cultural, conocer a los demás, acercarnos a su cultura y usar la empatía para
fomentar la compresión mutua y el entendimiento entre todos los pueblos, sin
imponer la fe y la cultura del más fuerte, sino respetando las diferencias, y
promoviendo los derechos humanos y las libertades, para esto, debemos ser
cosmopolitas y transversales, que seamos ciudadanos del mundo, conocer culturas
diversas y considerar que cualquier parte del mundo es nuestra patria.

Como lo menciona el autor: “Ese tipo de educación es lo que llamamos educación para
la paz. Una cosmopolita y transversal, que tiene como finalidad el desarrollo humano de
todos los ciudadanos del mundo, transmitiéndoles unos valores universales y
comportamientos, en los cuales se basa la cultura de paz, porque esta es un valor y un
comportamiento.” (Bahajin, 2018, p. 4)

Considero que Bahajin se refiere a que debemos de mirar más allá de una frontera
sin muros, sin divisiones geográficas, somos una sola familia conocido como familia
humana.

Educación para la paz

Es en este tema donde Bahajin realmente me sorprende, nos dice que la manera
más efectiva de lograr la paz que tanto anhelamos como seres humanos, es a través
de todos y entre todos.

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“…tener pasión por la paz y entender que la paz no se impone por algunos, sino se
construye entre todos, y que el ser humano tiene capacidades para transformar sus
conflictos de manera pacífica…” (Bahajin, 2018, p. 4)

No es un asunto de imposición, si es imposición no conlleva albedrío y si no lleva

albedrio es violencia; por lo tanto, considero que el autor está en lo correcto al
decirnos que debemos tener pasión por la paz, construirla entre todos y que no
dudemos, tenemos la capacidad para lograrlo.

El autor cita al Mayor Zaragoza (1994), quien nos dice que debemos usar la fuerza
de la palabra, y también la de las ideas y de los sentimientos, ya que la fuerza militar
no es la solución viable y sostenible a los desafíos actuales de la humanidad.

Analizando al autor me pregunto, ¿cuál es el papel de la educación para la paz? Lo

responde Bahajin: “…la educación tiene un enorme papel para alcanzar la paz. Según
Ruiz Thierry, la educación es fundamental para formar a las personas a buscar lo que les
une, en vez de lo que les separa…”. (Ibídem, p. 5)

¿Quiénes debemos de participar en la obtención de una verdadera educación para

la paz? todos, docentes, políticos, padres y madres, un esfuerzo para mejorar
nuestra educación, ya que los programas de cultura de paz no podrán alcanzar sus
objetivos sin una educación que transmita conocimiento en vez de ignorancia, que
eduque a escuchar la voz de todos y no solamente de los nuestros, que enseñe a
convivir con los diferentes y que mire el futuro con optimismo.

Es importante que la cultura de paz esté presente en los sistemas educativos, que entre en
las aulas y que llegue hasta los niños a través de proyectos y programas de educación para
la paz. Los docentes no tienen que esperar a que la UNESCO u otras organizaciones
internacionales arriben a sus aulas, también pueden tomar la iniciativa y ponerse en
contacto con los responsables de la educación en sus países. (Ibídem, p. 5)

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El autor menciona que la tarea de una educación para la paz no debe ser tarea
exclusiva del aula, sino dentro y fuera, de todos, de la educación formal, informal y
no formal como lo menciona Bahajin, que debe ser, además, una educación
cosmopolita que se enriquece de todas las culturas del mundo.

Cultura de paz

Bahajin menciona que no se sabe con exactitud cuándo surgió el concepto de

cultura de paz, porque ha existido desde la propia existencia del ser humano. De
hecho, a través de la historia humana ha habido muchas experiencias de ella. Sin
embargo, como término se utilizó por primera vez en Lima, Perú, como título de un
manual para maestros, publicado en octubre de 1986 por el Ministerio de Educación
del Perú y en una reunión regional de ministros de Educación, organizada por la
UNESCO en Bogotá, en 1987, la ministra peruana presentó lo que sería la primera
noción de la cultura de paz como contrapropuesta a la cultura de guerra.

El autor cita las palabras de Tunnermann Bernheim (2003): Cultura de paz se asocia,
por oposición, a “cultura de violencia” o “cultura violenta”, que habita en el interior del
hombre y campa hoy en el mundo. Cultura de paz está en la corriente de la historia; hoy los
gobiernos declaran la paz como su gran meta (249).

El autor menciona que Es importante aclarar que la cultura de paz, propuesta por la
UNESCO en 1995, exigía un respeto a todos los derechos, en lugar de una
dominación de los débiles por los más fuertes, además –como especifica Joseph de
Rivera– sugiere una identidad global que se basa en identidades locales. El autor
nos dice que, la educación para la paz reconoce que en la actualidad hay que
aprender de todos, incluso de los niños que tienen mucho que enseñarnos en ese
rubro. Los niños pueden educar a los adultos a ser pacíficos (amantes de la paz).

El autor termina su escrito haciendo mención de tres proyectos de educación para

la paz que han mostrado que sí es posible una vida llena de paz a nivel mundial
entre las diversas culturas, entre ellos: Burbujas de ilusión, Radiominiatura, un

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mundo para compartir y el proyecto Pachamama: los niños y los objetivos del
milenio.

El ser humano es un ser social. Ninguna persona vive absolutamente aislada del
resto, ya que la interacción con otros individuos es imprescindible para el bienestar
y la salud. Sin embargo, la convivencia no siempre resulta fácil, la globalización
pretende borrar las diferencias y homogeneizar todo, sin embargo, ya vimos a través
del autor que la diversidad, el ser cosmopolitas y transversales es una oportunidad
para construir entre todos, una cultura de paz, siendo la educación una herramienta
poderosa para su éxito en el planeta.

CONCLUSIONES

Considero que para transformar nuestro mundo violento en uno lleno de paz,

necesitamos que cada uno de nosotros, desde su área de trabajo, desde nuestros

hogares, desde donde estemos; asuma su parte de la responsabilidad, actuando de

manera respetuosa con los demás, usando sus capacidades y competencias para

hacer las cosas de manera pacífica y educando a los niños de hoy a ser inteligentes

culturalmente, a participar con sus ideas y acciones en mejorar el mundo en donde

vivimos, a generar dinámicas positivas y a apostar por la fuerza de la palabra y la

acción.

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BIBLIOGRAFÍA
Bahajin, Z. (2018). Cultura y educación para la paz. Innovación educativa N0. 18.
ISSN 1665-2673. IPN.

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