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JOSE ARNALDO SABOGAL DIEGUEZ


(1888-1956)
Notable pintor peruano; creador del llamado movimiento “indigenista” que reunió a
un grupo de talentosos artistas, todos ellos empeñados en exaltar las raíces
andinas de nuestro pueblo. Nació en Cajabamba, provincia del departamento de
Cajamarca, el 19 de Marzo de 1888 y falleció en Lima, el 15 de Diciembre de 1956.
Muy joven, viaja a Europa radicándose por un tiempo en Roma, alrededor de 1908
y recorre las grandes urbes del viejo continente y algunas ciudades del África,
adquiriendo en todas ellas provechosas experiencias que enriquecen su acerbo
cultural. De regreso a América se establece en Jujuy, Argentina, entre 1913 y
1918, desempeñándose como profesor de dibujo. Es en esta ciudad donde conoce
al pintor costumbrista Jorge Bermúdez, apasionado defensor del medio rural quien,
sin lugar a dudas, influye en Sabogal para que se decida a iniciar un movimiento
que sus detractores motejan como “indigenista”.
Hacia finales de 1918, Sabogal se radica en Cuzco, trabajando incesantemente y es
en 1919, que regresa a Lima, presentándose en una exposición individual en los
salones de la casa “Brandes”, causando admiración entre los entendidos, que ven
surgir la nueva forma de interpretar la realidad peruana, a través de una pintura
simple y de trazos vigorosos; es – dicen – el mas serio esfuerzo que se haya
realizado en el Perú en pos de la creación del arte pictórico nacional. En 1922
expone en México, luego en Montevideo y en Buenos Aires. En Agosto de 1931, es
invitado por la Universidad Nacional de San Marcos de Lima para abrir el ciclo de
exhibiciones artísticas del departamento de Extensión Cultural, a cargo del laureado
escritor Luis Alberto Sánchez. Allí, entre otras obras, exhibe el retrato de Enrique
Camino Brent.
En 1920, Sabogal ingresa a la Escuela Nacional de Bellas Artes como profesor,
permaneciendo en el cargo hasta Octubre de 1932, en que asume su dirección en
reemplazo del maestro Daniel Hernández, recientemente fallecido. Permanece en
este alto cargo hasta el año 1943, en que se aleja voluntariamente, por
discrepancias de tipo administrativo. Sabogal, desde esa tribuna supo revalorar
entre sus alumnos el amor hacia las expresiones de nuestro folklore, formándose
un grupo de selectos seguidores de sus principios entre los que figuran artistas de
la talla de Vinatea Reinoso, Camilo Blas, Julia, Enrique Camino Brent. Y otros.

India del
Collao
1925

GARCILASO DE LA VEGA
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Construimos sentimientos morales con personas diversas

Ya termina el año, y en 5.o de secundaria tienen que trabajar en equipo en el área de Ciencia y
Tecnología. Tienen que diseñar prototipos tecnológicos aplicando lo visto en clase. La
profesora divide los grupos de tres en tres con una excepción: como siempre, a Tomás le toca
trabajar solo con Alberto. Tomás sabe que siempre es un riesgo trabajar con Alberto, pero
también sabe que puede aprender mucho de él (¡sobre todo en áreas como Ciencia,
justamente!). También puede suceder que Alberto se ponga nervioso, que ya no pueda
trabajar, que se altere y que haga movimientos repetitivos o, incluso, que se ponga a gritar…
Más aún ahora que están haciendo un trabajo en equipo y que los estudiantes aprovechan
para hacer más bulla. Además, a esto se suma que Tomás está cansado de que siempre suceda
lo mismo: siempre le toca apoyar al chico problemático y ver la forma de calmarlo. Como bien
predijo Tomás, la bulla puso nervioso a Alberto. Lo peor de todo fue que Tomás pedía que, por
favor, bajaran el volumen, pero había estudiantes que se hacían bromas y otros que estaban
muy concentrados en la estrategia que emplearían para empezar el prototipo.

Finalmente, los temores de Tomás quedaron cortos: Alberto empezó a golpear la mesa
compulsivamente, cerró los ojos y empezó a gritar. Tomás, comprensivamente como siempre,
le dijo a Alberto que no era para tanto y que se controlara. La profesora le llamó la atención a
Alberto. Alberto no escuchaba ni a Tomás ni a su profesora. Al ver el gran alboroto que
propiciaba la reacción de Alberto, la profesora pidió con fastidio que, por favor, lo retiraran de
la clase, pues no dejaba trabajar a sus compañeras y compañeros. Tres compañeros tuvieron
que sacarlo de clase a jaloneos mientras otro iba a buscar al coordinador de Tutoría para que
vieran qué hacer con él. A Tomás le molestó la forma en que sacaron a Alberto; más aún
porque había pedido que hicieran menos bulla y no le hicieron caso.

Tomás conversó sobre esto con otras compañeras y compañeros que también se veían
preocupados por cómo se dio la situación.

Tomás: Me parece demasiado lo que han hecho con Alberto… ¡En clase ya saben cómo
reacciona cuando hacen demasiada bulla!
María: Lo que quieras… pero eso no justifica que nos distraiga a todos los que sí queremos
trabajar.
Carlos: Mira, a mí me cae bien y podemos conversar de algunas cosas, pero la verdad es que
ese chico, desde que llegó, no se ha adaptado. ¡Debería buscarse otro colegio!
María: Pero… ¿qué colegio? Alberto es muy inteligente; sería una pena que dejara de estudiar.
Tomás: Sí, pues, ni la profesora ni nadie parece saber qué hacer.

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