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Introduccion

En el año 2006 se adoptó un nuevo modelo económico en Bolivia, modelo económico social
comunitario y productivo, que con algunas dificultades se mantuvo vigente hasta la fecha.
En el presente documento analizaremos el desarrollo o transformación que se manifestó
dentro del sector industrial entre las gestiones 2006-2020, que serán reforzados con datos
cuantitativos, gráficos, esquemas, etc.
Podríamos dividir este periodo 2006-2020 en dos, en la primera parte tenemos la gestión
del 2006 al 2013 en dónde podríamos decir respaldados de datos que fue la mejor gestión
del modelo económico social comunitario y productivo, tanto en el crecimiento del pib industrial,
como en el pib. Los datos revelan que el pib industrial entre la gestión 2006-2013 alcanzó el
promedio de 5,0% en tasa de crecimiento, respecto la gestión 1985-2005 que llegó a alcanzar
apenas los 2,8%(fuente: Instituto nacional de estadística).
Pasando a la segunda parte de la industria, está la gestión 2014-2020, en este periodo la
economía y la industria ingresaron a una nueva etapa de contracción tras una etapa de
expansión por los altos precios de las materias primas.
A continuación, se planteará algunas razones añadidas que terminaron acelerando el
proceso de contracción a partir del 2014:
1 El creciente contrabando y comercio informal.
2 Los incrementos de los costos laborales acumulados entre el 2006 y el 2020, la sobre
presión tributaria, y la excesiva burocracia estatal que restaron competitividad a la industria
nacional frente a productos de terceros países.
3 Las pérdidas industriales generadas por los sucesos post electorales del 20 de octubre
de 2019, bloqueos, paros que se estima que causaron unas 4 décimas de deterioro en la
tasa de crecimiento industrial.
Entre otros factores, que talvez de no son fuertemente influyentes individualmente, pero al
tomarlos todos en cuenta como uno solo, afectaron significativamente a la contracción del PIB
industrial y el PIB seguidamente.
En estos últimos 14 años la industria creció en promedio 4,5%, aunque se advierte un
peligroso deterioro del apartó productivo nacional y el estancamiento del coeficiente de
industrialización en 16% desde hace más de tres décadas.

Marco Teorico
En el marco teórico del trabajo de investigación nos basamos en los siguientes conceptos:
El modo capitalista de producción es ante todo, un ciclo constante con diversas etapas que
responde a la siguiente formula.
•D – M ….. P …. M´ - D´
En donde el capital productivo, cumple la función de valorizar el capital y producir la plusvalía.
El capital productivo se repone y se amplia de manera periódica, por tanto es un ciclo.
M`, Puede entrar directamente a la producción sin pasar por la circulación como medio de
producción o como consumo capitalista.

Circulación: Mediadora de la reproducción renovada de modo periódico.


Reproducción simple: es el proceso de renovación constante de toda la producción social
capitalista en escala invariable. En síntesis se da el atesoramiento (Gastos en servicios para
su digna persona o familia) bajo el capitalismo. Se da la reproducción simple cuando los
capitalistas dedican a sus gastos personales toda la plusvalía que se apropian bajo el
aspecto de distintas formas de ingreso, de suerte que las dimensiones de la producción no se
modifican.

Reproducción ampliada: es el proceso de renovación constante de toda la producción


social capitalista en creciente volumen. Cuando la reproducción es ampliada parte de la
plusvalía se capitaliza, es decir, se une al capital activo y se emplea para aumentar el
volumen de la producción, en la reproducción en escala ampliada se da la acumulación de
capital.
En la reproducción simple y ampliada, todos los elementos que no intervienen directamente,
se mantienen constantes. Todas las mercancías se compran y se venden por su valor.
En el caso de la reproducción simple, toda la plusvalía se gasta en consumo capitalista.
El proceso de producción no es solo eso, es también, la reproducción periódica de la plusvalía.
El capital industrial, en su fase productiva no solo cumple su función una vez, es ante todo
un proceso de reproducción. • De esta manera, el punto final es a su vez el punto de partida.
La acumulación de dinero Mientras el atesoramiento se desprende de la reproducción
simple, la acumulación de dinero, se deriva de la reproducción ampliada.
El fondo de reserva funciona como corrector de imperfecciones en el ciclo de producción.
Es la parte del dinero incrementado que se destina para corregir las inconsistencias que
sucedan durante el ciclo de producción.

3. Descripccion de los datos


Los primeros 5 años de la década de los 2000 se caracterizaron por un clima de conflicto
social y el agotamiento de un ciclo político para dar paso a uno diferente. Este período se
caracterizó por tasas de crecimiento bajas y varios efectos económicos en el contexto
internacional que repercutieron en Bolivia. El crecimiento del pib boliviano se había ralentizado
a 0,4 por ciento en 1999 y durante el período 2000-2005 el promedio de crecimiento
interanual solo alcanzó a 2,99 por ciento, levemente superior a la tasa de crecimiento poblacional.
En ese contexto económico se gestó el cambio de orientación política más relevante
después de la revolución del 52; a principios de la década murió el Presidente Hugo Banzer
dejando a Jorge Quiroga (2003-2005) en la sucesión presidencial; éste concluyó el mandato
y en base a acuerdos políticos, luego de las elecciones de 2002, asumió por segunda
vez Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003) la presidencia ese año. Entre enero y octubre
de 2003 se produjeron múltiples conflictos sociales que desencadenaron una crisis que
derivó en la asunción de Eduardo Rodríguez Veltzé (2003-2005), quien habría sido
Presidente de la entonces Corte Suprema de Justicia y convocó a elecciones para 2005 en
las que ganó con un amplio margen el Presidente Evo Morales (2006-2018) quien fue
relecto para asumir la presidencia hasta 2019.
El Plan Nacional de Desarrollo es el primer documento que orientó el cambio en la
estrategia de desarrollo nacional, enfocándose en el rol del Estado como productor y
operador en sectores primarios, como también en manufacturas y diversos servicios.
El documento diagnosticó lo que a lo largo del siglo xx se citó como necesidad de
diversificación y cambio en la matriz productiva. Es decir, evolucionar de un patrón exportador
primario hacia uno con mayor valor agregado. Cuando se discutía el objetivo de
industrialización, la visión enfatizó marcadamente en un esquema donde la prioridad son
los recursos naturales y el actor es el propio Estado.
Más aún, este plan planteó sustituir el modelo económico que había estado vigente hasta
entonces (2005), mismo que se orientaba al fortalecimiento de la economía privada y
de allí se vislumbró un sesgo anti privado que luego, en la ejecución del mismo,
significó el desplazamiento de la inversión privada por parte de la Estatal. Varias empresas
públicas surgieron para desplazar a las privadas como sucedió en materia de turismo,
aeronavegación y muchos otros ámbitos incluyendo en financiero y los seguros.
El Plan esbozó una política comercial enfocada al mercado interno, aunque expresamente
no excluyó al externo. Ya en la implementación y con la subida de los ingresos producto de
las rentas y su difusión a otros sectores mediante el consumo, se privilegió el mercado interno,
mismo que tendría fortaleza mientras el contexto de precios internacionales fuera
favorable. Posteriormente el impulso vendría asociado a la expansión del financiamiento externo
y el uso de los recursos acumulados durante la bonanza.
Se planteó impulsar la inversión pública y hacerla más eficiente, pero sin descuidar la privada
nacional y extranjera. Durante el pico de la bonanza y hasta 2014, lo central en la preocupación
estatal fue la inversión pública; sin embargo, luego del cambio de tendencia en el contexto de
bonanza creció el interés por la inversión privada y la extranjera.
El gobierno intentó atraer recursos mediante acciones de promoción internacional con eventos
en los centros financieros más importantes del capitalismo y en lo interno se acercó al sector
privado exigiéndole compromisos de inversión. Estas dos fases, una más extensa y de
relevancia estatal y una última más corta, de interés por lo privado, tuvieron diferentes
trasfondos de posición política. En el primer período prevaleció la confrontación a lo privado y
en general un contexto adverso en materia de expectativas. En la segunda fase ganó
terreno la intención de dialogo pero limitada por la desconfianza y las exigencias
gubernamentales en materia inversión privada.
En cuanto a financiamiento el plan definió la creación del Sistema Nacional de Financiamiento
(sinafid) que debía asignar recursos a través del Banco de Desarrollo Productivo (bdp).
También, el plan planteó incrementar la productividad y la competitividad; para ello propuso
el Sistema Boliviano de Innovación (sbi). En cuanto a la industria en específico el plan
propuso la transformación tecnológica y la diversificación.
En general, se puede señalar que a nivel de plan y más en propósito que en acciones puntuales,
existió la visión de incluir al sector privado en las metas de industrialización. Sin embargo,
a nivel de implementación los resultados no reflejaron ello.
Un segundo instrumento fue el Plan Sectorial de Desarrollo Productivo con Empleo Digno
(2009) mismo que ratificó el objetivo de ampliar la participación del Estado como agente
directo en la economía a través de empresas públicas y mixtas.
El período fue marcado por un contexto internacional excepcional que permitió al país
acceder a importantes rentas de recursos naturales tanto en minería como en hidrocarburos.
El precio del barril de petróleo superó los 140 dólares en 2008, cifra históricamente alta que
implicó un precio igualmente alto en la exportación de gas. Pero además se sumó un efecto
volumen que implicó un ritmo de explotación acelerado de las reservas existentes a 2005; se
pasó de cerca de 40 mmmcd en 2005 a poco menos de 60 en 2015. Así, se sumaron efecto
precio y cantidad para producir el flujo de rentas más importante de la historia del país.
Poco antes de la asunción de Morales se modificó la Ley de Hidrocarburos que creó el Impuesto
Directo a los Hidrocarburos con una alícuota de 32 por ciento sobre el valor en Boca de Pozo,
con el que se llegaría a 50 por ciento de participación estatal. Posteriormente el
decreto de nacionalización de los hidrocarburos crearía una participación adicional para ypfb
de 32 por ciento en los campos en los que la producción excedía 100 millones de pies cúbicos
diarios.
Los precios, la subida de volumen y el incremento en la participación estatal en la renta, significó
mayor ingreso fiscal que permitió expandir en 10 veces la inversión pública, misma que se
convirtió en el motor de crecimiento del período; entre tanto, la inversión privada quedaría
relativamente estancada.
A 2005 la inversión pública llegó a poco más de usd 600 millones mientras que la privada cerró
en cerca de usd 496 millones; entonces, la diferencia entre una y otra fue 28 por
ciento aproximadamente. Luego la brecha se amplió de modo que a finales de 2015 la diferencia
fue sustancial. El desempeño de la inversión privada tiene implicaciones respecto de la
actividad privada en general pero también respecto de las manufacturas e industria.
Dos aspectos son relevantes en este punto; primero, durante el período la inversión privada
estuvo fuertemente concentrada en bienes no transables y en especial la construcción y
propiedad de bienes raíces. Segundo, se produjo un importante flujo legal e ilegal de
productos importados que coparon el mercado interno, desplazando segmentos de la
producción particularmente en textiles, confecciones, productos agroindustriales y
alimentos sin procesar. A partir de 2011 el tipo de cambio nominal se mantuvo fijo en un
contexto internacional en el que muchas economías depreciaron frente al dólar, lo que también
fue un factor de impulso a las importaciones desde países vecinos. En suma, estos criterios
permiten adelantar que las inversiones en el sector manufacturero fueron.
Poner Grafico de mano factura
En 2009 se aprobó una nueva Constitución Política del Estado y es en ese marco que se
concibió nuevamente al Estado empresario. En una primera etapa se llevaron
adelante nacionalizaciones en hidrocarburos, minería (Huanuni), telecomunicaciones y
fundiciones (Vinto). Luego se nacionalizaron empresas en el sector eléctrico tanto en la
generación como en la distribución y más adelante se expropió acciones de empresas
extranjeras encargadas de la administración de aeropuertos.
El modelo económico planteado se sustentó en dos pilares; el primero está conformado por
empresas estatales que explotan recursos naturales y generan excedentes y el segundo
pilar son empresas, también públicas, que deberían asumir el rol de generación de empleo,
entre otros factores.
Entonces, la industrialización fue concebida bajo dos componentes; el primero y quizás
el más importante por el monto de recursos asignados, es la “industrialización de los recursos
naturales” que implica inversiones estatales y/o promovidas por el Estado en Minería, la cadena
de hidrocarburos, incluyendo las plantas separadoras de líquidos, urea y amoniaco, el litio, etc.
En esa misma lista cabe el proyecto de siderurgia del Mutún y otras empresas llamadas e
stratégicas como boa en el ámbito de la aeronavegación. El segundo componente tiene
relación con las manufacturas y también se sustenta en empresas estatales, esta vez
dedicadas a múltiples actividades.
En consecuencia, el desarrollo industrial fue concebido desde el Estado en esos dos pilares
en los que éste es el promotor central. En términos de estrategia se visualiza algo similar a lo
sucedido en los años 60 y 70 en los que el Estado no solo controló los sectores clave sino
también impulsó la industrialización a través de empresas públicas.
Seoane (2014) explica que “la decisión de crear empresas públicas (en este nuevo ciclo
llamado Socialismo del siglo xxi) en un amplio espectro de sectores, no se fundó en la
inexistencia de empresas privadas cumpliendo funciones requeridas por las cadenas
productivas o la falta de interés de la inversión privada en la provisión de productos o
servicios en una etapa de crecimiento del mercado interno. Señala que “…la
identificación de los sectores para la creación de las empresas públicas respondió a
criterios políticos, muchas veces en respuesta a demandas de movimientos sociales
con mentalidad rentista y de forma reactiva frente a conflictos sociales. En algunos
otros casos por disputas políticas con empresarios con algún perfil político”.
Uno de los problemas de contexto macro para la industrialización tiene relación con el tipo
de cambio. Bolivia ha definido un tipo de cambio fijo en 2011 y ello ha contribuido a una
apreciación real que resta competitividad a la producción nacional. No solo dificulta las
exportaciones no tradicionales sino que también facilita la importación de bienes que
desplazan lo nacional. El índice de tipo de cambio real multilateral con base en 2005 se ha
apreciado al punto de llegar a 56 en 2015.
Otro factor, con efecto transversal, tiene relación con la implementación efectiva del
principio de neutralidad impositiva para las exportaciones. La devolución de impuestos
mediante los cedeim14 ha sido inefectiva en general, generando retrasos considerables
para el reintegro correspondiente, aspecto que ha tenido repercusión sobre la capacidad de
competir.
Retomando la caracterización conceptual de estrategias de industrialización de la primera
sección, en este período se puede apreciar un enfoque parecido al que describió
Gerschenkron sobre la industrialización tardía, donde la importancia del Estado es central
y “suple los vacíos de capacidad empresarial”, tal como habría sucedido en Rusia y los países
del éste de Europa. Cabe notar que esas experiencias, a la luz de la evidencia histórica,
no necesariamente son las que se emplean en la literatura como ejemplos exitosos de
modernización
y desarrollo industrial.
Por su parte, la descripción de los modelos de industrialización de recuperación encaja
en su condicionamiento al tamaño del mercado. La industrialización acelerada no sucede
debido a la estrechez del mercado (normalmente el interno) tal como podría ser el caso, si se
considera el desplazamiento generado por las importaciones. El gráfico Nº 12 reporta la
evolución de esta
variable y para el período 2005 a 2014 se puede apreciar una subida de usd 2.440 a 10.560
millones (330 por ciento).
Poner Grafico de importaciones
En materia de promoción de exportaciones, como estrategia de industrialización, tampoco es
posible visualizar un conjunto de políticas efectivas y el tema cambiario nuevamente se presenta
con un factor de contexto adverso. En el período se cerró el mercado norteamericano para
importantes manufacturas como las textiles; el denominado ATPDEA16 que permitía la exportación
de confecciones y otros, fue cancelado como respuesta a las decisiones de Bolivia de llevar
adelante un programa contra las drogas de manera independiente y sin la participación de los
EE.UU. Sin duda, las condiciones de acceso al mercado más grande del mundo eran propicias a
efectos de promover políticas de industrialización. Desde el Estado se intentó buscar
mercados alternativos pero los resultados no permitieron sustituir las pérdidas, pues lo
esfuerzos se enfocaron en mercados pequeños, a través de gobiernos con afinidad política
más que interés comercial. Finalmente, en línea con la visión de industrialización desde el
Estado y en sectores primarios, el gobierno creo mecanismos para impulsar el flujo de
recursos a empresas estatales; el más importante caudal se generó con un presupuesto
de usd 1200 millones del Banco Central, que asumiría funciones crediticias con empresas
estatales como ypfb (hidrocarburos), ende (energía), easba (azúcar) y otras. El programa se
denominó FINPRO.17

3.1 Crecimiento del PIB industrial manufacturero


En el periodo 2004 y 2018 el promedio de la tasa de crecimiento del PIB de la Indus- tria
Manufacturera de Bolivia fue de 4,2%. Santa Cruz con 5,52% fue el único depar-
tamento que registro una tasa de crecimiento industrial departamental promedio por
encima de Bolivia.

creciMieNtO DeL PrODUctO iNterNO BrUtO, iNDUStria


MaNUFactUrera POr DePartaMeNtOS (en
porcentaje)
ACTIVIDAD 1994 2018(p) Promedio de
ecONÓMica Desv. St.
1994 a 2018
Chuquisaca 10,14 0,79 3,35 4,67
La Paz 4,92 5,69 3,74 2,51
Cochabamba 7,48 7,94 3,78 3,10
oruro 0,89 -3,96 2,02 3,30
Potosí 1,11 16,68 3,12
3,38
Tarija -1,37 0,31 2,88
4,86
Santa Cruz 5,36 5,6 5,52 2,55
Beni 0,8 6,69 3,33 1,99
Pando 45,19 4,03 4,07 9,01
Bolivia 5,41 5,52 4,20 1,80
Fuente: INSTITuTo NACIoNAL DE ESTADÍSTICA, ELABorACIÓN
ProPIA (p): Preliminar

oruro registró la menor tasa de crecimiento promedio del PIB del Sector Industrial
Manufacturero con 2,02% entre 1994 al 2018.
La Paz y Cochabamba con un promedio de crecimiento del PIB Industrial Manufac-
turero promedio de 3,74% y 3,78% respectivamente están por debajo del promedio
nacional de 4,2%.
Tasa de crecimiento PIB Industrial Manufacturero
La Paz y Bolivia
(En %)
12

10

4
La
2

-2

-4

-6 La Paz Bolivia

Fuente: CNI en base a datos de INE y MDPEP.


Cochabamba Santa Cruz

Tasa de crecimiento PIB Industrial Manufacturero


Santa Cruz y Bolivia
(En %)
12

10

-2

Santa Cruz Bolivia

Fuente: CNI en base a datos de INE y MDPEP.

Tasa de crecimiento PIB Industrial Manufacturero


Cochabamba y Bolivia
(En %)
12

10

-2

-4

Cochabamba Bolivia

Fuente: CNI en base a datos de INE y MDPEP.


Chuquisaca
Tasa de crecimiento PIB Industrial Manufacturero
Chuquisaca y Bolivia
(En %)
15

10

-5

-10

-15

Chuquisaca Bolivia

Fuente: CNI en base a datos de INE y MDPEP.

Tasa de crecimiento PIB Industrial Manufacturero


Oruro y Bolivia
(En %)
10

Oruro
8

-2

-4

-6

Oruro Bolivia

Fuente: CNI en base a datos de INE y MDPEP.

Tasa de crecimiento PIB Industrial


Manufacturero
Potosí y Bolivia
(En %)
Potosí

18

16

14

12

10

-2
Tasa de crecimiento PIB Industrial Manufacturero
Tarija y Bolivia
(En %)
20

Tarij 15

10

5
a
0

-5

-10

Tarija Bolivia

Fuente: CNI en base a datos de INE y MDPEP.

Tasa de crecimiento PIB Industrial Manufacturero


Beni y Bolivia
(En %)
10

9
Beni

-1

Beni Bolivia

Fuente: CNI en base a datos de INE y MDPEP.

Tasa de crecimiento PIB Industrial


Manufacturero
Pando y Bolivia
(En %)
Pando

50

40

30

20

-1
3.2 Coeficiente de industrialización
manufacturera

El coeficiente de industrialización manufacturera departamental es la relación entre el


PIB del sector industrial manufacturero del departamento respecto del PIB general del
mismo departamento.
El coeficiente de industrialización de Bolivia en 2018 alcanzó a 16,54%, cuando en 1994
se encontraba en 18,04%.
A nivel departamental, en 2018, por una parte el coeficiente de industrialización de La
Paz se encuentra por debajo del promedio nacional y, por otra parte, Santa Cruz y
Cochabamba se ubicaron por encima del promedio nacional.
Los resultados del desempeño del sector industrial manufacturero por departamen- tos
señalan que en 2018, Santa Cruz es el departamento con mayor coeficiente de in-
dustrialización de Bolivia con 21,27%, le siguen Cochabamba con 21,04% y Beni con
16,37%. La Paz se ubica en el cuarto lugar con 14,85%.
En 1994 el mayor coeficiente de industrialización fue registrado por el departamento
de Cochabamba (21,61%), seguido de Santa Cruz (18,06%) y Pando
(17,74%).

raNkiNg: cOeFicieNte De iNDUStriaLizaciÓN POr DePartaMeNtOS


1994 y 2018
variación (Puntos
rk ACTIVIDAD ECONÓMICA 1994 2018(p) Porcentuales)
1 Santa Cruz 18,06% 21,27%
3,21%
2 Cochabamba 21,61% 21,04% -0,57%
Bolivia 16,72% 16,54% -0,18%
3 Beni 17,01% 16,37% -0,64%
4 La Paz 15,18% 14,85% 0,34%
5 Chuquisaca 16,65% 14,72% -1,93%
6 oruro 15,50% 12,27% -3,23%
7 Pando 17,74% 10,19% -7,56%
8 Tarija 13,46% 6,29% -7,18%
9 Potosí 5,90% 4,69% -1,20%

Fuente: Elaboración CNI en base a datos del INE y


MDPEP.
En los últimos 24 años, 1994 al 2018, Santa Cruz registró un ascenso en su coeficiente
de industrialización, Cochabamba se estancó y La Paz descendió.
Santa Cruz en 1994 registró un coeficiente de industrialización de 18,1% y para 2018
subió a 21,3%; por su parte, Cochabamba en similar periodo pasó de 21,6% a 21%. El
departamento de La Paz registró una tendencia declinante en su coeficiente de indus-
trialización pasando de 15,2% en 1994 a 14,8% en 2018.

Cbba.
La Paz
Santa Cruz

Fuente: Elaboración CNI en base a datos del INE, MDPEP-


SIIP.

Chuquisaca, Tarija y Potosí, en los últimos 24 años, registraron un comportamiento


declinante en su coeficiente de industrialización.
Chuquisaca experimentó un proceso de desindustrialización que se evidencia en su
coeficiente de industrialización que pasó de 16,7% en 1994 a 14,7% en 2018. Entre
2009 y 2010, Chuquisaca experimentó un ascenso en su coeficiente de industrializa-
ción, empero en los años posteriores registró un descenso gradual.
Tarija manifestó un descenso en su coeficiente de industrialización llegando a registrar en
2018 cerca de un tercio respecto de 1995. En 1995, el coeficiente de industrialización de
Tarija alcanzó a 17,3% y para 2018 cayó a 6,3%.
Potosí es el departamento de Bolivia con el menor coeficiente de industrialización y su
comportamiento fue declinante en las dos últimas décadas. En 1994 el coeficiente de
industrialización registró 5,9% y para 2018 alcanzó 4,7%. Potosí tiene una mayor
participación del sector minero en su PIB que del sector industrial manufacturero.
Chuquisaca
Tarija
Potosí

Fuente: Elaboración CNI en base a datos del INE, MDPEP-


SIIP.

Por su parte, Beni, Pando y oruro están en proceso de desindustrialización manufactu-


rera. El coeficiente de industrialización de estos tres departamentos registró un des-
censo gradual entre 1994 y 2018.
Pando pasó de 19,2% de industrialización en 1995 a 10,2% en 2018; similares comporta-
mientos registraron Pando y Oruro. Para 2018, Pando registró un coeficiente de indus-
trialización de 10,2% cuando en 1994 estaba en 17%. Oruro señaló un coeficiente de
industrialización de 12,3% en 2018 y de 15,5% en 1994.

Beni
Pando
Oruro

Fuente: Elaboración CNI en base a datos del INE, MDPEP-SIIP.


1994

1995

1996
1997

1998

1999
2000

2001

2002
2003

2004

2005
2006

2007

2008
2009

2010

2011
2012

2013

2014
2015

2016

2017
2018
3.3 Participación

En 2018 la participación del PIB de la industria manufacturera departamental en el PIB


industrial manufacturero nacional está liderada por Santa Cruz con 41,19% del total,
seguida de La Paz con 22,5% y Cochabamba con 20,16%.
El departamento con la menor participacion en el PIB industrial manufacturero nacio- nal
es Pando con 0,53% en 2018.

Participación del PIB industrial departamental en el PIB


industrial nacional
120,00%

100,00%

80,00%

60,00%

40,00%

20,00%

0,00%

Chuquisaca La Paz Cbba Oruro Potosí Tarija Santa Cruz Beni Pando

Fuente: Elaboración CNI en base a datos del INE, MDPEP-SIIP.


Participación del PiB industrial departamental en el PiB industrial nacional
(en porcentaje) 1994 y 2018
DePartaMeNtO 1994 2018(p)
Santa Cruz 30,14% 41,19%
La Paz 25,20% 22,56%
Cbba 22,87% 20,16%
Chuquisaca 5,79% 4,42%
oruro 5,48% 3,35%
Beni 3,79% 3,21%
Tarija 3,99% 3,04%
Potosí 1,94% 1,54%
Pando 0,80% 0,53%
Bolivia 100,00% 100,00%
Fuente: Elaboración CNI en base a datos del INE, MDPEP-SIIP.

Industria participación por departamentos - 2018


Beni Tarija Potosí Pando
3% 3% 2% 1%
Oruro
3%
Chuquisaca
4%

Santa Cruz
41%

Cbba
20%

La Paz
23%

Fuente: Elaboración CNI en base a datos del INE, MDPEP-SIIP.


3.4 Estructura de la industria manufacturera

Entre los rubros del sector industrial manufacturero figuran los productos de refina- ción
del petróleo, madera y productos de madera, textiles, prendas de vestir, bebidas y tabaco,
productos de minerales no metálicos y otras industrias manufactureras.
En 2018, la composición de la industria manufacturera de Santa Cruz fue de 47% del
rubro alimentos, 13% del rubro bebidas y tabaco, 9,3% del rubro productos de mine-
rales no metálicos, 3,8% del rubro de textiles y 5% del rubro de maderas y productos de
madera.
En el caso de La Paz, la composición de la industria manufacturera registró 31,7% de
bebidas y tabaco, 29,3% de alimentos, 13,2% de productos de minerales no metálicos,
10% de textiles, prendas de vestir y productos de cuero y 6,9% de madera y productos de
madera.
En Cochabamba la composición del PIB Industrial Manufacturero señaló 24,9% de
alimentos, 24,1% de productos de refinación el petróleo, 10,6% de bebidas y tabaco,
11,6% de productos de minerales no metálicos y 6,4% de textiles, prendas de vestir y
productos de cuero

Santa Cruz
Potosí Cochabamba La Paz
Pando Oruro Chuquisaca
Tarij Beni
aaaaa
CONCLUSIONES

Teniendo un enfoque en la material de economia politica Bolivia, se encuentra


en una delicada situación donde las salidas y opciones no dejan de ser escasas y
riesgosas. Cualquier política que el gobierno decida implementar, necesitará ser
consultada antes a la sociedad para evitar conflictos. Para ello es indispensable
la colaboración de expertos que puedan explicar a los distintos grupos sociales
que se pretende realizar, de una forma que puedan comprender los verdaderos
objetivos y alcances para que en base a eso decidan apoyar una u otra política,
además de formar parte, mediante la participación, del alcance de la
implementación.

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