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Este artículo muestra 25 juegos y actividades para aprender a leer y escribir que puedes realizar con
tus alumnos en la escuela. Son actividades, ejercicios y estrategias con materiales sencillos con los que
los niños aprenderán de forma sencilla y poco a poco.
Formar lectores es algo necesario para nuestra sociedad y para educar a ciudadanos libres, autónomos e
informados. Ciudadanos que sepan tomar decisiones sobre sus destinos y aprender.
Saber leer nos acerca al mundo, nos ayuda a traspasar fronteras, nos permite aprender, es un medio para
conocernos y para conocer a los demás.
Animar a los niños a través del juego para que aprendan a leer y a amar la lectura puede conseguir que
despierten su curiosidad, sepan expresar y describir sus emociones, puedan soñar, imaginar y desarrollar
su creatividad.
La lectura es un acto de pensamiento que implica que la persona tiene que movilizar sus recursos
cognitivos para poder interpretar el mensaje que tiene delante y construir de manera activa la lectura.
Es un proceso de constante interacción entre las palabras del texto y la persona, actor del proceso. No es
simplemente decodificar símbolos ni es mecánico, es preciso comprender el mensaje.
Parece que la lectura y la escritura se consideran aprendizajes mecánicos o instrumentales, pero son
fundamentales para el desarrollo cognitivo y afectivo de la persona, para desarrollar el pensamiento, la
comunicación o la interacción.
Los niños deben conocer que la lectura les permite comunicarse con otras personas, recibir mensajes, que
les permite descubrir y disfrutar.
¿Cómo se aprende a leer?
Hay distintos niveles en el aprendizaje de la lectura. Los niños comienzan en el nivel presilábico, donde
empiezan a descubrir la diferencia que existe entre las letras y los dibujos.
Más tarde hay un nivel silábico donde empieza la conciencia fonológica y asocian los sonidos con las
grafías.
En el siguiente nivel, de transición entre el silábico y el alfabético, los niños comienzan a combinar lo
silábico con lo alfabético. Finalmente, en el nivel alfabético, comprenden el sistema al relacionar cada una
de las letras con un fonema.
Leer y escribir se desarrollan al mismo tiempo, en un proceso integrado, son procesos dinámicos que se
construyen al mismo tiempo.
25 juegos, actividades y ejercicios para aprender a leer y escribir
1. Letras con objetos
Una buena actividad para que los niños aprendan a identificar las letras, que es un paso previo para poder
aprender a leer, es trabajarlas con distintos objetos.
Uno de los objetos muy útiles puede ser la plastilina. Puedes ofrecer a tu hijo plastilina de diferentes
objetos y moldearla para formar cada una de las letras que le propongas.
Es recomendable empezar con las vocales (a, e, i o, u) y después ampliar con las consonantes.
Otra opción es realizar letras con el cuerpo humano. Puedes hacer la letra A por ejemplo, poniendo de pie
a dos niños que junten sus cabezas y se den las manos (formando una letra A).
Una opción es hacer tumbadas las letras y hacer fotografías, que luego podéis trabajar para identificar qué
letras están detrás e instar a los niños a que las pronuncien, a que busquen palabras que comienzan por
esa letra, etc.
2. Juegos para tomar conciencia de las sílabas
Se puede trabajar a través de palmadas, por ejemplo. Propones al niño un listado de diferentes palabras
(puedes proponerlas tú o él, para que le motiven más) como moto, luz o paloma y das junto al
niño palmadas según el número de sílabas.
Si la palabra es «paloma», le dirías al niño: «pa» (una palmada) «lo» (otra palmada), «ma» (otra palmada).
Dando las palmadas juntos.
Otras actividades para trabajar la conciencia fonológica puede ser hacer tantas líneas debajo de la palabra
como sílabas tenga o colocar tantas pegatinas o dibujos como sílabas tenga la palabra.
3. Identificar vocales
Para comenzar a identificar las vocales, puedes proponer parejas de palabras o tríos que comiencen por
distintas vocales, por ejemplo:
Agua / Oso / Elefante
Le pides al niño que identifique la palabra que empiece por la vocal A, por ejemplo.
Otras alternativas son hacerlo con imágenes y que el niño tenga que decir qué objeto es (agua, oso,
elefante) y elegir por el sonido cuál es la letra A. Por ejemplo, en la siguiente imagen que tenga que
identificar el que empieza por 0 (oso) o por E (elefante).